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PALABRA DEL SEÑOR
ÓRGANO DE FORMACIÓN E INFORMACIÓN AÑO 3 N°154
18 de Noviembre del 2018 Ciclo B Tel. 1158-2276, 1158-2277 www.sanjeronimomty.org
“Dijo Jesús a sus discípulos: Cuando lleguen aquellos días...”
Debemos cambiar completamente el estado de ánimo con el que escuchamos estos Evangelios que hablan del fin del mundo y del retorno de Cristo. Debemos ver, sin temores, «la feliz esperanza» de
los cristianos, esto es, la venida de Nuestro Señor Jesucristo (Tito, 2, 13)
El Evangelio del penúltimo domingo del año litúrgico es el clásico texto sobre el
fin del mundo. En toda época ha habido quien se ha encargado de agitar ame-
nazadoramente esta página del Evangelio ante sus contemporáneos, alimen-
tando psicosis y angustia. Mi consejo es permanecer tranquilos y no dejarse tur-
bar lo más mínimo por estas previsiones catastróficas. Basta con leer la frase
final del mismo pasaje evangélico: «Mas de aquel día y hora, nadie sabe nada, ni
los ángeles en el cielo, ni el Hijo, sólo el Padre». Si ni siquiera los ángeles ni el
Hijo (se entiende que en cuanto hombre, no en cuanto Dios) conocen el día ni la hora del final, ¿es posi-
ble que lo sepa y esté autorizado a anunciarlo el último adepto de alguna secta o fanático religioso? En
el Evangelio Jesús nos asegura el hecho de que Él volverá un día y reunirá a sus elegidos desde los cuatro
vientos; el cuándo y el cómo vendrá (entre las nubes del cielo, el oscurecimiento del sol y la caída de las
estrellas) forman parte del lenguaje figurado propio del género literario de estos relatos.
Otra observación puede ayudar a explicar ciertas páginas del Evangelio. Cuando nosotros hablamos del
fin del mundo, según la idea que tenemos hoy del tiempo, pensamos inmediatamente en el fin del
mundo en absoluto, después de lo cual ya no puede haber más que la eternidad. Pero la Biblia razona
con categorías relativas e históricas, más que absolutas y metafísicas. Cuando por ello habla del fin del
mundo, entiende con mucha frecuencia el mundo concreto, aquél que de hecho existe y es conocido
por cierto grupo de hombres: su mundo. Se trata, en resumen, más del fin de un mundo que del fin del
mundo, si bien las dos perspectivas a veces se entrecruzan.
Jesús dice: «No pasará esta generación sin que todo esto suceda». ¿Se equivocó? No; no pasó de hecho
aquella generación; el mundo conocido por quienes le escuchaban, el mundo judaico, pasó trágicamente
con la destrucción de Jerusalén en el año 70 después de Cristo.
CONOCE LOS NOMBRES DE LOS
PASTORES DE TU IGLESIA
PBRO. JUAN ÁNGEL ACOSTA ZAVALA
PÁRROCO
PBRO. OMAR ALEJANDRO FLORES
SOTO
VICARIO PARROQUIAL
HORARIO DE OFICINAS Lunes a Viernes de 9:30 a.m. a 1:30 p.m. y
de 3:30p.m. a 6:30 p.m. Sábados CERRADO.
MISAS
Lunes a Viernes: 8:00a.m. y 7:00p.m. Sábados: 8:00a.m., 5:00p.m., 6:00p.m.
y 7:15 p.m. Domingos: 9:00a.m., 11:00a.m., 12:15p.m., 1:30p.m., 5:45p.m.,
7:00p.m. y 8:15p.m.
CONFESIONES Martes, Miércoles, y Viernes de
5:00p.m. a 6:30p.m. Jueves sólo durante la Hora Santa
BAUTISMOS
Todos los Sábados 12:00p.m. Limitado a 12 niños. Presentar 10 días antes en
oficina: Acta de Nacimiento original del bebé y
comprobante de las pláticas de los papás y padrinos religiosos.
Registro al entregar papelería completa
ADORACIÓN AL SANTÍSIMO Jueves de 8:00p.m. a 9:00 p.m. y los
Viernes primeros de mes.
El Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros,
Jn 1:14
AVISOS PARROQUIALES
w w w . sa n j e r o n im o m t y . o r g
XXXIII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO 2018
EL 26 DE NOVIEMBRE SOLEMNIDAD DE
CRISTO REY TERMINA EL PRESENTE AÑO
LITÚRGICO, CICLO “B” Y SE ABRE EL NUE-
VO AÑO CON EL TIEMPO DE ADVIENTO,
PREPARACIÓN A LA NAVIDAD
Recordamos a todos los
fieles que el próximo
domingo 25 de noviem-
bre Solemnidad de Jesu-
cristo Rey del Universo
termina nuestro año litúr-
gico 2018 y con el ello el
ciclo “B” de la liturgia.
Debemos estar atento a
estos cambios significati-
vos, para prepararnos a inicia un nuevo ciclo con el tiempo
de Adviento: preparación para la Navidad.
El año litúrgico tiene un sentido profunda: hacer un recorri-
do en las celebraciones por el misterio de Cristo. Todo el
año recorremos los grandes acontecimientos de nuestra
salvación, es decir, recorremos la misma vida de Nuestro
Señor Jesucristo: único Señor Y salvador de todos los hom-
bres. Este recorrido nos lleva nosotros mismos a interiorizar
la vida de Cristo en la nuestra para identificarnos, configu-
rarnos con el Señor por el camino de la santidad.
EL PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO CO-
MIENZA LA NUEVA CAMPAÑA DEL DIEZMO:
“SIEMPRE CONTIGO”. CUMPLIR CON TU
DIEZMOFORTALECE A LA IGLESIA.
ES LA CAMPAÑA 20118- 2019
CATEQUESIS DEL PAPA FRANCISCO: 8º MANDAMIENTO. “NO MEN-TIRÁS”: las habladurías matan y quien las dice es un terrorista
“Las habladurías matan”, porque la lengua “mata como un cuchillo”. Y quien las dice “es un terro-rista” porque con su lengua tira una bomba “que destruye la fama de los demás” y él – o ella- “se
va tranquilo”. “Decir habladurías es matar”. “No dirás falso testimonio ni mentirás”, habló de la gravedad de vivir de comunicaciones “no auténticas”: Es grave vivir de “comunicaciones” no auténticas, porque impide las relaciones recíprocas y el amor al prójimo. La “comunicación” entre las personas no es sólo con palabras, sino también con gestos, con actitudes, y hasta con silencios y ausencias; se comunica con todo lo que uno hace y dice.
No falsear la verdad en las relaciones con los demás. “¿Qué significa decir la verdad? ¿Significa ser since-ros? O bien, ¿ser exactos?”, asegurando que en realidad, nada de esto es suficiente porque se puede estar “sinceramente” en error, o se puede ser exactos en los detalles pero no “captar” el sentido del todo.
Cuando hablamos de la comunicación entre las personas entendemos que no son sólo las palabras, sino también los gestos, las actitudes, hasta los silencios y las ausencias. Esto porque una persona “habla” con todo lo que es y hace. Nosotros, “vivimos comunicando” y estamos continuamente al borde "entre la ver-dad y la mentira".
“Entonces, ¿qué es la verdad?: “Esta fue la pregunta que hizo Pilatos a Jesús en el proceso que lo llevaría a morir en la cruz. Jesús había afirmado: «Para esto he nacido y he venido al mundo, para dar testimonio de la verdad». Con su pasión y su muerte, demuestra que él mismo es la realización plena de la Verdad, pues su vida fue un reflejo de la relación con el Padre. En su manera de vivir y morir, cada acto humano, por peque-ño o grande que sea, afirma o niega esta verdad”. En las pequeñas y grandes situaciones "no mentir”. “los padres y abuelos nos enseñan cuando nos dicen de no decir mentiras”. Los cristianos no son hombres y mujeres excepcionales, pero sí son “hijos del Padre celestial”, que “es bueno y no los desilusiona”. “No dar falso testimonio, ni mentir, implica vivir como hijos de Dios, dejando que en cada acto se refleje que él es nuestro Padre”
Cuando en el año 410 sucedió el saqueo
de Roma por obra de los vándalos, mu-
chos grandes espíritus del tiempo pensa-
ron que era el fin del mundo. No erraban
mucho; acababa un mundo, el creado por
Roma con su imperio. En este sentido, no
se equivocaban tampoco aquellos que el
11 de septiembre de 2001, viendo la caí-
da de las Torres Gemelas, pensaron en el
fin del mundo…
Todo esto no disminuye, sino que acre-
cienta la seriedad del compromiso cris-
tiano. Sería la mayor estupidez consolarse
diciendo que, total, nadie conoce cuándo
será el fin del mundo, olvidando que pue-
de ser, para cada uno, esta misma noche.
Por eso Jesús concluye el Evangelio de hoy
con la recomendación: «Estad atentos y
vigilad, porque no sabéis cuándo será el
momento preciso».
Debemos -considero- cambiar completa-
mente el estado de ánimo con el que es-
cuchamos estos Evangelios que hablan
del fin del mundo y del retorno de Cristo.
Se ha terminado por considerar un castigo y una oscura amenaza aquello que la Escritura llama «la
feliz esperanza» de los cristianos, esto es, la venida de Nuestro Señor Jesucristo (Tito, 2, 13). También
está por en medio la idea misma que tenemos de Dios. Los recurrentes discursos sobre el fin del mun-
do, obra frecuente de personas con un sentimiento religioso distorsionado, tienen sobre muchos un
efecto devastador: reforzar la idea de un Dios perennemente enfadado, dispuesto a dar rienda suelta
a su ira sobre el mundo. Pero éste no es el Dios de la Biblia, a quien un salmo describe como
«clemente y compasivo, tardo a la cólera y lleno de amor, que no se querella eternamente ni para
siempre guarda su rencor... que él sabe de qué estamos he-
chos» (Sal 103, 8-14)
El camino de la madurez humana es el camino mismo del amor que va del recibir cuidados a la capacidad de ofrecer cuidados, de recibir vida a la capacidad de dar vida. “Convertirse
en hombres y mujeres adultos, significa llegar a vivir la actitud conyugal y paternal, que se manifiesta en diversas situaciones de la vida como la capacidad de tomar sobre sí el peso
de otro y amarlo sin ambigüedades. PAPA FRANCISCO
PADE RANIERO CANTALAMESSA OFM
ENCUENTRO EN PAREJA
Por que una pareja unida por Dios no hay quién la derrumbe.
30 DE NOVIEMBRE, 1 Y 2 DE DICIEMBRE EN LA PARROQUIA
8110047156 Andrés Tovar y Natalia