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ElespaciorubanodelcineenCartagena1936-1957El espacio urbano del cine en Cartagena 1936-1957

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A través del concepto “espacio urbano del cine”, se ponen enevidencia las prácticas y usos de recepción de películas quefueron vistas por los distintos sectores sociales de Cartagena,especialmente el cine mexicano de su época de oro (1936-1957).Para posibilitar este análisis se consideran tres aspectos: laperiodización del espacio urbano del cine en Cartagena; eluso social del cine y sus prácticas cotidianas; y el caso de lahuelga de teatros de 1955. Aspectos que sirven para ubicary comprender el lugar simbólico que ocuparon las distintasaudiencias del cine y sus condiciones concretas de vida en uncontexto de fuerte exclusión social.

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  • El espacio urbano del cine en Cartagena

    1936-1957*

    Ricardo Chica Geliz1

    Universidad de Cartagena-Colombia

    Recepcin: 09/05/2014Evaluacin: 22/05/2014Aceptacin: 22/08/2014Artculo de investigacin e Innovacin.

    Resumen

    A travs del concepto espacio urbano del cine, se ponen en evidencia las prcticas y usos de recepcin de pelculas que fueron vistas por los distintos sectores sociales de Cartagena, especialmente el cine mexicano de su poca de oro (1936-1957). Para posibilitar este anlisis se consideran tres aspectos: la periodizacin del espacio urbano del cine en Cartagena; el uso social del cine y sus prcticas cotidianas; y el caso de la huelga de teatros de 1955. Aspectos que sirven para ubicar y comprender el lugar simblico que ocuparon las distintas audiencias del cine y sus condiciones concretas de vida en un contexto de fuerte exclusin social.

    Palabras clave: espacio urbano del cine, analfabetismo, historia social de los medios, uso social del cine.

    * Este artculo es producto del proyecto de investigacin titulado: Cine, educacin y cultura popular en Cartagena 1936-1957 inanciado por la Universidad de Cartagena, Colombia. 1 Doctor en Ciencias de la Educacin, Rudecolombia. Docente en Comunicacin Social, Universidad de Cartagena. Grupo de Investigacin: Cine, historia y cultura. Lneas de investigacin: teora, historia y anlisis flmico. [email protected]

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    Urban ilm space in Cartagena: 1936-1957Summary

    By means of the concept of urban ilm space, it is possible to study the practices and uses of the reception of ilms, viewed by different social sectors of Cartagena; especially Mexican ilms of the Golden Age (1936-1957). Three aspects were examined for this analysis: the periodization of urban ilm space in Cartagena; the social use of ilm and its daily practices; and the case of the strike of theaters in 1955. These aspects allow us to situate and comprehend the symbolic place that different ilm audiences occupied, as well as their speciic conditions of life in a context of strong social exclusion.

    Key words: urban ilm space, illiteracy, social history of media, social use of ilm.

    Lespace urbain du cinma Cartagena 1936-1957

    Rsum

    travers du concept despace urbain du cinma, on met en vidence les pratiques et les usages de la rception de ilms qui ont t vus par les diffrents secteurs sociaux de Cartagena, spcialement le cinma mexicain son poque dore (1936-1957). Pour permettre cette analyse on considre trois aspects: la priodisation de lespace urbain du cinma Cartagena; lutilisation sociale du cinma et ses pratiques quotidiennes; et le cas de la grve des thtres en 1955. Ce sont des aspects qui permettent de situer et comprendre le lieu symbolique quont occup les diffrents publics du cinma et leurs conditions concrtes de vie dans un contexte de forte exclusion sociale.

    Mots cls: espace urbain du cinma, analphabtisme, histoire sociale des medias, usage sociale du cinma.

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    1. Introduccin

    Este artculo hace parte de un trabajo ms amplio titulado Cine, cultura popular y educacin en Cartagena 1936-1957, cuyo propsito general consisti en analizar el proceso de apropiacin social de la modernidad cultural de los sectores populares de Cartagena, a travs del consumo del cine mexicano en su poca de oro. Lo anterior supuso tener en cuenta el melodrama del cine Mexicano como la forma en que las gentes accedieron a la modernidad vista como una sensibilidad que se manifest en la moda, el gusto, las preferencias, los usos y los estilos de vida. De manera que un tpico relevante del mencionado proceso de apropiacin, se da en la relacin que tiene el espacio urbano del cine con las prcticas y dinmicas de recepcin de las pelculas en el mbito barrial de Cartagena. En la mencionada relacin se destacan aspectos como: la periodizacin del espacio urbano del cine en Cartagena; el uso social del cine y sus prcticas cotidianas; y el caso de la huelga de teatros de 1955.

    En el primer aspecto se destacan cambios tecnolgicos y urbanos que van condicionando la recepcin de cine en los distintos sectores sociales de la ciudad. El segundo aspecto distingue las prcticas de recepcin del cine, segn lo acaecido en las distintas clases sociales. El tercer aspecto constituye un caso que puso en evidencia la importancia del cine mexicano en tanto apaciguador de las inconformidades de las gentes frente a la situacin de extrema pobreza que se viva en los barrios de una ciudad de geografa racializada.

    La historia social de los medios sirvi como enfoque metodolgico para tratar fuentes que se hallaron en la Cineteca Nacional de Mxico, en el Acervo del Colegio de Mxico, en el Archivo Histrico de Cartagena, en el peridico El Universal, en la Biblioteca Bartolom Calvo del Banco de la Repblica en Cartagena, en la Fototeca Histrica de Cartagena, entre otros. Se consultaron archivos de prensa institucionales, fotogricos, familiares y particulares; se consultaron pelculas y documentales; se realizaron entrevistas a expertos y a informantes clave.

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    Con miras a analizar las prcticas y dinmicas de recepcin del cine en los sectores populares de Cartagena entre 1936 y 1957, se tiene en cuenta el concepto espacio urbano del cine2. Dicho concepto es referencia importante en el estudio de la historiadora mexicana Evelia Reyes Daz. Reyes seala el cambio de sentido de la palabra cine, en la medida en que la ciudad de Aguascalientes iba expandiendo su casco urbano3. As, para principios del siglo XX, la palabra cine se refera casi exclusivamente a la pelcula que se elabora y se proyecta en una pantalla, pero, en el devenir urbano, esta palabra comenz a referirse tambin:

    al espacio fsico que ahora conocemos como sala cinematogrica, puesto que sta tambin proporciona una serie de imgenes que remiten al tema [] Este referente espacial llega a ser un elemento importante en la sociedad y ciudad misma, sin ellos, no se conceba una posibilidad de diversin, pues eran el centro de convivencia ms importante. [ ]El lugar tanto fsico como simblico que ocuparon las salas de cine en las ciudades remite a lo que se ha denominado como espacio urbano del cine.4

    El espacio urbano del cine en 1903 es el tema principal que aborda la revista Anales del cine en Mxico 1895-1911 y, en general, se enfoca a establecer los cambios urbanos que vivi la ciudad de Mxico durante el Poririato (1876-1911), segn los preceptos franceses y ante la avidez de parecer cosmopolitas. Los autores de la revista, describen las grandes transformaciones en el paisaje urbano a partir de las ideas positivistas de orden y progreso, donde, el higienismo, la industrializacin y el cine, entre otras manifestaciones, marcaban las nuevas pautas de lo pblico y lo privado, en una capital que se converta de manera apresurada en una ciudad moderna:

    2 Juan Felipe Leal, Carlos Arturo Flores y Eduardo Barraza, Anales del cine en Mxico, 1895-1911. 1903: El espacio urbano del cine (Mxico: Ediciones EON. 2003): 21.

    3 Evelia Reyes. Ciudad, lugares, gente, cine: La apropiacin del espectculo cinematogrico en la ciudad de Aguas Calientes 1897-1933. (Trabajo de grado para optar el ttulo de Magster en Historia, Universidad de Guadalajara, Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades, Departamento de Historia, 2006); 216.

    4 Evelia Reyes. Ciudad, lugares, gente, cine52-53.

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    nuevos trazos viales y modernas colonias; el alumbrado pblico, el servicio de tranvas y sistemas de alcantarillado, drenaje y desage [] La energa elctrica determin diferencias sustantivas en la faena cotidiana; la moral de la poca, y la vida familiar y social, se modiicaron de manera profunda. La tertulia, los paseos y la novedad de asistir a espectculos como el cine, el teatro o al circo empiezan a popularizarse; la vida pblica se ampla, en tanto que la vida privada establece nuevos lmites en un esfuerzo, quiz desesperado, por preservar el anonimato.5

    Dicho lo anterior, resulta clave entender el cine como lugar y como espacio, es decir, como signiicante y como signiicado. As tenemos que el historiador Michael De Certeau, en su libro: La Invencin de lo Cotidiano establece la diferencia entre lugar y espacio en virtud del uso y la disposicin, o no, de un territorio propio y de poder:

    El lugar es visto como un espacio geomtrico siempre conectado al control y al poder [] que indica que dos cosas no pueden estar en un mismo sitio. All rige la ley de lo propio y los individuos se vinculan mediante relaciones de coexistencia. El espacio, en cambio, es producido por las operaciones que lo orientan, circunstancian, temporalizan y lo hacen funcionar a partir de vinculaciones contractuales o conlictivas: es el lugar usado, practicado. As entendido, el espacio es al lugar lo que el habla es a la lengua.6

    Lo anterior nos facilita ver al cine en tanto su uso en Cartagena, donde la clase social es clave, pues, como nos lo ensea Jess Martn Barbero: los hbitos de clase atraviesan los usos7. Hbitos y condiciones materiales de las distintas clases sociales en Cartagena podan evidenciarse en las caractersticas signiicantes, en los lugares del cine a que asistan. Era clara, pues, la diferencia material entre los cmodos y limpios cines de la clase social media y alta de Cartagena y las bancas de parque que se disponan en los cines

    5 Juan Felipe Leal, Carlos Arturo Flores y Eduardo Barraza, Anales del cine23.6 Ana Mara Zubieta. Cultura de masas y cultura popular (compilacin) (Buenos Aires: Editorial Paids, 2000), 87.

    7 Jess Martn Barbero. De los medios a las mediaciones (Barcelona: Editorial Gustavo Gili, 1987), 240.

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    barriales de los sectores populares; en ese sentido, tambin hay que sealar la diferencia en la calidad de proyeccin de las cintas en la pantalla, pues, en los cines barriales de manera recurrente proyectaban cintas muy deterioradas y con ms de cinco aos de antigedad. Otra dimensin de lo concreto del espacio urbano del cine, se reiere al conjunto de teatros disponibles, que pueden verse como coordenadas vivas de la ciudad, pues, funcionaban como nomenclatura orientadora en los entramados y recovecos que aparecan durante el crecimiento urbano desbordado y desordenado: cada barrio tena su cine, lo que propici una red de puntos de referencia para andar por la ciudad y usarla, segn cada sala, sus nombres y su ubicacin geogrica.

    Por su parte el cine mexicano en su poca de oro se expandi por toda Amrica Latina y el Caribe. Se trata de un perodo en que los historiadores coinciden en establecerlo entre 1936 y 1957. All en el rancho grande (1936) de Fernando de Fuentes, se constituye en el primer xito internacional de aquella cinematografa, lanzando el gnero de comedia ranchera como la propuesta flmica que conect con la sed de cine de las masas analfabetas del continente. Para la poca, por ejemplo, el analfabetismo en Cartagena superaba el cincuenta por ciento. Entre las grandes temticas flmicas del pas azteca que se popularizaron tenemos: el cine de rumberas, la comedia urbana, el melodrama urbano, la aoranza poririana, el cine de piedad religiosa, entre otras.

    Hacia 1957 muere en un accidente de aviacin el dolo de las masas Pedro Infante. Se considera este hecho como el declive del cine mexicano en su poca de oro. Una decadencia que coincide con su baja en el nmero de pelculas producidas por ao, frente a la maquinaria de Hollywood; el aumento de la poblacin alfabetizada; y la llegada y progresiva masiicacin de la televisin8. Este tipo de cine tuvo gran incidencia en la reconiguracin de la cultura popular en Cartagena9. En

    8 Carlos Monsivis y Carlos Bonil, A travs del Espejo: El cine mexicano y su pblico (Mxico: Ediciones El Milagro - IMCINE., 1994), 37.

    9 Olga Acua y Ricardo Chica, Cinema Reporter y la reconiguracin del a cultura

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    general, se trat de la aparicin de una nueva sensibilidad colectiva basada en ver cine y que supuso una experiencia de apropiacin social de ciertas manifestaciones culturales de la modernidad, donde el espacio urbano del cine, resulta clave para su comprensin.

    2. Periodizacin del espacio urbano del cine

    Vctor Nieto Nez fundador del Festival Internacional de Cine de Cartagena en 1960, da cuenta de ciertas caractersticas fsicas de los cines en una propuesta de tres perodos, mientras la mancha urbana de Cartagena se iba expandiendo. El primer perodo se ubica durante la exhibicin del cine silente, el cual, dej de ser itinerante en 1916 de la mano de Belisario Daz quien establece el primer saln de cine en el ediicio Mogolln en la calle del Coliseo. El pblico se sentaba en bancas, pero era permitido llevar a cada cual su silla, taburete o mecedora para proporcionarse su propia comodidad10. Para la misma poca el mismo Belisario inaugura el Teatro Variedades, en Getseman, e introdujo dos categoras de pblico: luneta a veinticinco centavos y galera a diez centavos; para aquella poca, el empresario haba construido tambin el Teatro Rialto el cual result de gran preferencia popular. En este momento, no haba salas de cines fuera del cordn amurallado de Cartagena.

    Una segunda poca viene marcada por la aparicin del cine sonoro en los aos treinta, pero, el evento ms signiicativo para el paisaje y la dinmica urbana de la ciudad es cuando, en 1941, el Teatro Variedades se convierte en Teatro Cartagena y se ofrece como un escenario para la clase social alta, pues, contaba con la novedad del aire acondicionado y modernos aparatos de proyeccin y de sonido. De ah en adelante se comenzaron a construir cines hacia la periferia de la ciudad, segn la iniciativa empresarial de ciertos inversionistas y

    popular en Cartagena de Indias 1936 -1957, Revista Historia y Memoria, No. 3 (2011): 169-199.

    10 Vctor Nieto Nez, Vctor Nieto, hombre de cine. Semblanzas y artculos (Cartagena: Festival Internacional de Cine de Cartagena, 1995), 47.

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    circuitos cinematogricos; hacia febrero de 1943 se inaugura el Teatro Colonial, en su momento el ms importante, ya que estaba ubicado en zona de conluencia de barrios como Lo Amador, El Toril, La Quinta y La Esperanza; de ah, que la prensa lo mencionara como el segundo ms destacable de la ciudad11. As, en 1955 los empresarios a cargo de la exhibicin en Cartagena, eran: Circuito VELDA, Circuito Amrica, Circuito ABC, Cine Colombia, Cine Manga y Teatro Coln, juntos formaban un conglomerado de 29 cines, segn lo que se ha podido establecer por archivo de prensa12.

    La tercera poca de los cines o teatros en Cartagena

    se caracteriza por la proliferacin de los cines con aire acondicionado, despus de los aos sesenta. Llama la atencin que es el aspecto climtico de las salas de cine lo que destaca Nieto para establecer su periodizacin, lo que resulta importante frente al espacio urbano del cine en Cartagena, pues, los cines con aire acondicionado solo estaban en el centro de la ciudad que, para entonces, era el nico lugar que congregaba las actividades ms importantes en materia poltica, econmica, social y cultural. Los cines de la periferia, o de extramuros, para usar un trmino de la poca, nunca contaron con aire acondicionado y siempre estuvieron a merced de las imprevisiones del clima. Haba, entonces, una marca climtica en la geografa urbana de las salas de cine, respecto a las que tenan aire acondicionado y las que no. Por su parte, en 1978 el mismo Vctor Nieto interrogaba en la prensa:

    Por qu Cartagena se ha vuelto la mejor plaza cinematogrica de Colombia? Y la verdad es que aqu nos hemos preocupado por educar al pblico, por ensearle a ver cine, porque sepa quin es quin en el mundo del celuloide. Los cines clubes primero y el Festival de Cine despus, tiene buena parte en esta obra y as es reconocido. Hay que asistir a una funcin a cualquiera de los Festivales de Cine para apreciar el silencio, el inters, la devocin con que el pblico mira una pelcula. Estos festivales se han ensayado en otras ciudades, y han fracasado en todos precisamente por ello.13

    11 El Diario de la Costa, febrero 18, 1943, 4.

    12 El Universal, septiembre 7, 1955, 8.

    13 Diario de la Costa, septiembre 21, 1978.

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    La anterior consideracin de Nieto Nez nos da la oportunidad de sealar que las pelculas del Festival de forma muy espordica se programaron en los cines populares de la ciudad, al menos en sus inicios, es decir, desde 1960. Siempre se exhibieron en los cines que contaban con aire acondicionado como el Teatro Cartagena, el Teatro Calamar, el Teatro Bucanero, eventualmente, en el Teatro Coln, en el Teatro La Matuna y, a principios de los aos ochenta, traslad sus principales actividades al Centro de Convenciones.

    Adems, hay que anotar el contraste que hay entre la visin que Nieto tiene sobre el pblico de cine y la funcin de control social de la Junta de Espectculos respecto la vigilancia del orden y el comportamiento pblico en los cines. Por supuesto, Nieto se reiere al uso social del Festival de Cine, el cual, es muy distinto al uso social de los cines de barrio en el marco de su vida cotidiana. No obstante, hay que destacar en las apreciaciones de Nieto el poder educativo del cine, en tanto arte y cultura, en un contexto de modernizacin y en el marco de la institucionalidad del Festival, el cual, fue creado principalmente con propsitos de promocin turstica: Yo pensaba que Cartagena, algn da, podra ser un centro turstico igual que esos balnearios. Exista otro en Via del Mar, en Chile, y por esto se me ocurri que podramos hacer un festival de cine en esta ciudad14. En efecto, el poder educativo del cine, desde la perspectiva cultural, gener un proceso donde la gente de los sectores populares aprendi los diversos estilos de vida, en especial, a la luz de los contenidos del cine mexicano, lo que entraba en franca contradiccin con la visin que la lite tena de la modernidad urbana que crean, se deba alcanzar.

    3. Uso social del cine y sus prcticas cotidianas

    Durante el segundo perodo de los cines en Cartagena, mencionado por Nieto, tenemos que estos se constituyeron, en la prctica, en centros culturales donde la proyeccin de una pelcula constitua la actividad central pues el espacio urbano

    14 Vctor Nieto Nez, Vctor Nieto, hombre de cine16.

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    del cine supuso un lugar no solo fsico sino simblico donde acaeca una suerte de proceso de apropiacin y sensibilidad colectiva respecto a las marcas de la modernidad cultural, en el marco de la vida barrial. Se trataba de un proceso de autocomprensin colectiva que se regodeaba con las ofertas identitarias de los melodramas del cine hablado en castellano15. Para la historiadora mexicana Evelia Reyes, el concepto de sala cinematogrica

    remite a un espacio fsico muy especico: es un lugar diseado para la exhibicin de pelculas, cuya estructura fsica exterior y sobre todo interior est diseado para ese objetivo, aunque ocasionalmente pueda ser ocupado como sede de algn otro evento que en nada tenga que ver con la exhibicin cinematogrica.16 En efecto, desde 1916 la prensa registra espectculos

    de baile y canto antes de la proyeccin de la pelcula, o durante el intermedio, as lo reiere el historiador Javier Ortiz Cassiani cuando escribe Calabazo, Andrs Cardona, un negro famoso en Cartagena por su descomunal fuerza y su oicio de carretillero y quien tena un hijo de tres aos de edad quien haca la danza del cocotero en el Teatro Variedades y acompaado de una orquesta. Al respecto Ortiz considera:

    Lo que estamos viendo aqu, es que s hay, de alguna manera una inclusin, por el mismo carcter popular que desde el principio tuvo el espectculo del cine, de los sectores populares de la ciudad. Ahora bien, es una inclusin que se hace desde esa especie de la folclorizacin de la identidad y de los nacionalismos, pero adems de la exotizacin del otro y la construccin de la otredad para aianzar la superioridad de un yo civilizador como lo expres claramente Edward Said en su libro Cultura e Imperialismo. No olvidemos que el cinematgrafo es hijo de una de las etapas de mayor auge de la expansin imperialista europea.17

    15 John B. Thompson, Los media y la modernidad (Barcelona: Paids, 1997), 19. Carlos Monsivis y Carlos Bonil, A travs del Espejo:; Jess Martn Barbero, De los medios a las

    16 Evelia Reyes Das. Ciudad, lugares, gente, cine216.

    17 Javier Ortiz Cassiani, Cine mudo para una ciudad ruidosa (Bogot, El callejn de la luz 2011) http://elcallejondelaluz.wordpress.com/2011/02/01/cine-mudo-para-una-ciudad-ruidosa/ (Febrero, 2012).

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    Una forma de exclusin llevada a cabo desde la Junta de Espectculos, se manifestaba en que, solo la mitad de los cines contaban con inspector permanente: un aspecto que desprotega al pblico de los barrios frente a la defensa de las condiciones de recepcin en las salas, lo que era, a su vez, denunciado por la prensa. Sin embargo los cines de los barrios eran escuelas de la cultura popular donde las gentes tenan la oportunidad de bailar y cantar de manera espontnea, en la tarima y antes del comienzo de la proyeccin. En los circuitos de cines, tambin, se programaban sorteos de dinero, cuyo premio era acumulable durante todas las semanas; se organizaban, ocasionalmente, campaas como la Semana del Nio, cuando se proyectaba cine gratis; se hacan eventos y promociones de productos alimenticios y, quizs, la actividad ms importante era la presentacin de artistas locales, nacionales e internacionales, ya fueran cantantes, actores, actrices, bailarines, orquestas, magos, declamadores, humoristas, sketch teatrales, homenajes a personajes ilustres como el que recibi Daniel Lemaitre Tono en el Teatro Padilla18 e incluso bailes de pics, los cuales fueron reglamentados por la Gobernacin de Bolvar19. Vale aclarar que los pics o pick ups son grandes equipos de msica que se prenden en las calles de los barrios populares de Cartagena y en los pases y regiones de la cuenca del Caribe para amenizar todo tipo de festejos y celebraciones. Desde ines de la dcada de los cincuenta se organizaban bailes de pics en los cines, por lo general, los domingos durante el da. De manera que el cine se converta en improvisada caseta festiva.

    Por su parte, el abogado cartagenero Rafael Ballestas da testimonio de su experiencia con el cine en la ciudad en su libro: Cartagena de Indias. Relato de la vida cotidiana y otras historias. Dicho testimonio arroja pistas sobre lo que signiic la rutina nocturna del consumo del cine y los nuevos usos sociales que emergieron:

    Hubo una poca en que la vida nocturna de la ciudad giraba alrededor del Teatro Cartagena y los teatros de la calle

    18 El Universal, Cartagena, abril 1, 1953, 3.

    19 Anales del Municipio, Ao III, No. 55 Resolucin No. 119/56, febrero 23, 1956, 8.

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    Larga, extendiendo su zona de inluencia hasta el Camelln de los Mrtires, donde se armaban diferentes tertulias antes del cine, en las cuales se hablaba especialmente de bisbol, deporte que estaba en su apogeo, de poltica y otras cosas.20

    Se propici una incipiente vida nocturna en los barrios populares de Cartagena, alrededor de la exhibicin de pelculas. Ir al cine en aquella poca consista en programarse de acuerdo con los horarios ofrecidos y, as mismo, consultar la cartelera publicada en los peridicos. O enterarse de la programacin de pelculas a travs del boca a boca. En general la gente asista en grupos de amigos o en familia, mientras las parejas de novios eran custodiadas por los adultos mayores parientes de las novias. Hacer la ila para comprar la boleta era el inicio de un acontecimiento colectivo que serva para instalarse en una dinmica de encuentros entre vecinos, amigos y conocidos. Era mostrarse y ser visto, lo que implicaba vestirse para la ocasin. Lo que, no todas las veces ocurra, pues, en ciertos barrios la gente iba vestida slo con una franela, tal y como narra Ballestas en su libro, y se acostaban en el piso en vez de sentarse frente a la pantalla. Sin embargo, dejemos que Carlos Monsavis, describa el proceso de aprendizaje, de la mezcla de seales modernas y tradicionales que se desata con la masiicacin del cine en todo el continente:

    En el cine de barrio se adquieren destrezas bsicas, que ayudan a orientarse en la ciudad que se expande: el sentido de intimidad dentro de la multitud y su complemento: el gusto de ailiarse a la alegra comunitaria, de ser y estar con los dems, indiferenciado y singular. En el perodo 1920-1960, las salas de cine se multiplican y son el eje de la identidad del barrio [] el cine reelabora la cultura oral y, junto con la radio, contribuye a una magna empresa de esos aos: la asimilacin de la tecnologa, el haz de las maquinarias y aprendizajes, de economas industriales y alivios domsticos, que en algo compensa por las oscilaciones del Mxico de transicin. [] el cine es la escuela de las psicologas individuales, es la visin de lo deseable.21

    20 Rafael Ballestas, Cartagena de Indias. Relatos de la vida cotidiana y otras historias. Segunda Edicin (Cartagena: Universidad Libre, 2008), 63.

    21 Carlos Monsivais y Carlos Bonil. A travs del Espejo:60.

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    Tambin era frecuente que el pblico asistente participara de los momentos intensos de las pelculas a travs de gritos de condena a los villanos o de nimo a los hroes, lo que tambin desencadenaba un ambiente de algaraba y bulla, risas y lgrimas. Tambin proliferaron los cines de rbol, es decir, haban ciertas personas que alquilaban puestos en las ramas de los rboles vecinos a las salas de cine que no tenan techo; de manera que los patios vecinos terminaban siendo salas de exhibicin alternas e ilegales. De otra parte, por distintos motivos, ciertos jvenes propiciaban el desorden cuando tiraban piedras, bolsas con orines o con agua hacia el interior de la sala desde la calle, lo que fue advertido por la prensa e inspectores de la Junta de Espectculos. En las afueras de los cines, adems de tertulias antes y despus de las pelculas, ocurra una oferta gastronmica popular que consista en mesas de fritangas que ofrecan patacones, carimaolas, arepas con huevo, empanadas de carne y de queso, buuelitos de frjol, buuelos de maz, pedazos de queso blanco, el pcaro, chicharrones y ciertas vsceras fritas como la tripita, el bofe, la pajarilla y las morcillas. Otro platillo frecuente eran diversos pescados fritos acompaados con yuca. Platillos que eran acompaados por bebidas como las chichas de maz, el agua de arroz, la horchata hecha con millo y la avena. Tambin se ofrecan gaseosas pero una especial, como la Kola Romn la cual fue inventada y vendida en la ciudad desde ines del siglo XIX, lo que la converta en uno de los primeros comestibles industriales inscrito en las prcticas culinarias de los sectores populares de la ciudad.

    La comida descrita arriba, con frecuencia, era consumida al interior de la sala de cine, mientras pasaba la pelcula: lo que hace suponer en qu consista el espectro de olores que all haba, pues, tambin era ocurrente que la gente fumara durante la funcin. Mientras se proyectaba la pelcula era comn que circulara entre los pasillos de la sala vendedores que ofrecan man, palomitas de maz, refrescos, butifarras y chuzos de carne. Hay que destacar que estas salas eran de grandes dimensiones como para albergar tres mil personas las ms grandes y unas quinientas o seiscientas, las ms pequeas; de manera, pues, que se dispona de espacio

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    amplio para que circularan los vendedores de man tostado, principalmente.

    Son las prcticas y usos sociales del cine las que van dando signiicado, identidad y distincin espacial a cada teatro, a cada barrio y a cada sector social de la ciudad. Prcticas de la gastronoma; de la moda; de los usos amorosos; de la piedad popular, en especial la que se maniiesta con las pelculas que se proyectaban en semana santa; las prcticas de los estilos de vida y sus manifestaciones en el caminar, el hablar, el bailar, el vestir; prcticas musicales y festivas, como las que tienen que ver con el uso de los pics al interior de las salas y las relacionadas con la presentacin de orquestas, artistas y shows; prcticas de la agenda noticiosa, pues, lo que ocurra en las salas de cine fue motivo recurrente en los temas de la prensa, entre otras.

    Dicho lo anterior, formulamos una propuesta para visualizar dichas distinciones simblicas en una tabla, teniendo en cuenta la clase social, la ubicacin espacial urbana de los cines, sus condiciones materiales, prcticas y usos sociales.Cuadro No. 1. Clase social, Prcticas y Uso del Cine en Cartagena

    1936-1957.

    Clase Social Alta

    Gastronmicas: Se dispona de coniteras o fuentes de soda, no haba vendedores ambulantes dentro del teatro o eran casuales. Se ofrecan pasabocas de origen industrial, platillos ligeros y refrescos.

    Moda: Haba un inters por mostrarse y ser visto en los momentos previos a la proyeccin de la pelcula. La moda se ajustaba, lo ms cercano posible a los cnones de la belleza del cine europeo, argentino o norteamericano.

    Usos Amorosos: A ines de los aos treinta, durante los aos cuarenta y parte de los cincuenta se considera al cine un lugar favorecedor del pecado y, por tanto, hay cierto recato en el comportamiento de las jvenes. No pasa lo mismo con los jvenes que siempre estuvieron al acecho amoroso, de ah, la compaa de las consortes. No obstante, el espacio del cine propici besos furtivos, amasijos y agarradas de mano.

    Piedad Popular: Estas se manifestaban durante la presentacin de pelculas sobre historia sagrada en Semana Santa; esta rutina anual consista en repetir la vista de las mismas cintas.

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    Estilo de Vida: Quizs la prctica de distincin ms importante, tiene que ver con la aparicin de los cine clubes; los cuales, aglutinaron el gusto de la clase social alta y media de la ciudad, alrededor del estilo de vida, el cual, estaba muy alejado de lo mexicano y muy cerca de lo europeo y lo norteamericano y por tanto de lo letrado, en virtud de la competencia lectora de subttulos.

    Musicales y festivas: Las prcticas ms comunes tienen que ver con el Festival de Msica Clsica de ProArte Musical, que se llevaban a cabo en el Teatro Cartagena; otras estn relacionadas con obras de teatro y presentacin de orquestas, tambin, consideradas cultas. Quizs, el evento simblico ms importante es el evento de coronacin del Reinado Nacional de Belleza, tambin realizado en el Teatro Cartagena. Agenda noticiosa: Los acontecimientos que registra la prensa tienen que ver con las prcticas musicales y festivas arriba mencionadas; pero, tambin, se presentan regaos sociales al pblico, en especial, a los jvenes sobre todo a ines de los aos cincuenta cuando aparece el cocacolismo, un estilo de vida relacionado con el rock and roll.

    Sala de cine Barrio Aforo

    1. Cartagena Centro Getseman 14212. Heredia Centro 763

    3. Claver/Coln Centro- Getseman 628

    4. Miramar Pie de La Popa 600

    Clase Social Media

    Gastronmicas: A excepcin, quizs, del Circo Teatro, la oferta gastronmica era igual a la de la clase alta. El Circo Teatro era un recinto cinematogrico ubicado en el barrio San Diego, al pie de la muralla; una frontera con la periferia, lo que permita lujo de pblico de sectores como Chambac, Torices, Canapote, etc. En los dems cines se dispona de coniteras y no haba vendedores ambulantes dentro del teatro.Moda: Al igual que la clase alta, haba un inters por mostrarse y ser visto en los momentos previos a la proyeccin de la pelcula. La moda se ajustaba, lo ms cercano posible a los cnones de la belleza del cine europeo, argentino o norteamericano; Usos Amorosos: Similar a la clase alta, en el sentido, de que se procuraba guardar las apariencias y no demostrar afectos amorosos en pblico, slo aprovechando la oscuridad de la sala.Piedad Popular: En general se comparte con la clase alta y baja. Estas se manifestaban durante la presentacin de pelculas sobre historia sagrada en Semana Santa; esta rutina anual consista en repetir la vista de las mismas cintas.

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    Estilo de Vida: Estas prcticas se compartieron mucho con la clase alta, en especial, lo que tiene que ver con los cine clubes; los cuales, aglutinaron el gusto de ambas clases, alrededor del estilo de vida, el cual, estaba muy alejado de lo mexicano y muy cerca de lo europeo y lo norteamericano y por tanto de lo letrado.Musicales y festivas: Estas prcticas se comparten con mucha frecuencia con la clase alta, en lo que tiene que ver con el Festival de Msica Clsica de ProArte Musical, que se llevaban a cabo en el Teatro Cartagena; otras estn relacionadas con obras de teatro y presentacin de orquestas, tambin, consideradas cultas. Quizs, el evento simblico ms importante es el evento de coronacin del Reinado Nacional de Belleza, tambin realizado en el Teatro Cartagena. Agenda noticiosa: Similar a las prcticas de la clase alta. Los acontecimientos que registra la prensa tienen que ver con las prcticas musicales y festivas arriba mencionadas; pero, tambin, se presentan regaos sociales al pblico, en especial, a los jvenes sobre todo a ines de los aos cincuenta cuando aparece el cocacolismo, un estilo de vida relacionado con el rock and roll.

    Sala de cine Barrio Aforo

    5. Manga Manga 520

    6. Cabrero Cabrero 250?

    7. Circo Teatro San Diego 2516

    8. Coliseo Centro 900

    9. Naval ARC Bolvar 600?10. Lux Centro ND

    Clase Social Baja

    Gastronmicas: Se dispona de coniteras o fuentes de soda al interior de los cines; sin embargo, la oferta gastronmica tradicional era amplia y circulaba antes, durante y despus de la proyeccin de las pelculas. Predominaron las viandas propias de las mesas de fritos o fritangas.

    Moda: Las gentes se vestan para ir al cine, lo que constitua parte del ritual de la recepcin de pelculas, pues, la sala y sus alrededores era asumida como espacio de encuentro barrial; no obstante, este inters no era tan generalizado, es decir, buena parte del pblico era desprevenido frente a su presentacin personal: haba gente que se quitaba la camisa, otros acudan con sus atuendos propios del oicio callejero y tambin se esceniicaban los atuendos de la pobrera. No obstante, en ocasiones festivas como bailes y celebraciones al interior de los cines, el atuendo cambiaba segn lo ameritara el caso; al igual, que cuando se asista a presentaciones de artistas internacionales.

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    Usos Amorosos: En general, estas prcticas se comparten con las clases altas y bajas, pues, se trataba de la moralidad de la poca. Estas prcticas se caracterizaban por tratar de guardar las apariencias, de tal manera que, una situacin amorosa e ntima, no se hiciera pblica; de ah la importancia del acompaamiento de las consortes lo que de alguna forma validaba socialmente el enamoramiento.

    Piedad Popular: Se comparten con las clases altas y medias. Estas se manifestaban durante la presentacin de pelculas sobre historia sagrada en Semana Santa; esta rutina anual consista en repetir la vista de las mismas cintas.

    Estilo de Vida: El cine mexicano y sus formas tienen importancia medular en la reconiguracin de la cultura popular cartagenera, sus gustos y sus preferencias. Los close ups de las actrices y divas mexicanas, as como de sus galanes, fueron expresin que sedujo a las masas en cdigo de melodrama e inspir a las gentes en cuanto estilos respecto a: maquillaje, vestuario, peinados, poses, formas de hablar, de bailar, de caminar y maneras de participar en el relato urbano que constituy la vida cotidiana de Cartagena.

    Musicales y festivas: Las prcticas ms comunes tienen que ver con reinados populares, iestas con pics, presentaciones de shows artsticos musicales con artistas mexicanos, nacionales y locales; tambin, encontramos eventos patrocinados y emitidos por las emisoras radiales.

    Agenda noticiosa: Los acontecimientos que registra la prensa tienen que ver con las prcticas musicales y festivas arriba mencionadas. Un tema frecuente en la prensa son sus denuncias frente a los abusos de los empresarios del cine, pues, se proyectaban pelculas muy viejas y en mal estado. Hay que destacar que esta clase social es la ms regaada por la prensa y los columnistas de opinin. Se regaa para despreciar las caractersticas formales del estilo de vida y para sealar los desmanes y desrdenes que se presentaban ocasionalmente en los cines.

    Sala de cine Barrio Aforo

    11. Amrica Bosque 45112. Miriam Bosque 209013. Laurina Lo Amador 615

    14. Padilla Getseman 2600

    15. Colonial La Quinta 3470

    16. Variedades Torices 2681

    17. Caribe Torices 1567

    18. Diamante Torices Canapote 400?19. Granada Camino del Medio 472

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    Sala de cine Barrio Aforo

    20. Rialto Getseman 2500

    21. Dorado Torices 1183

    22. Espaa Espaa ND

    23. Don Blas Blas de Lezo ND24. Caa Brava Caimn ND25. Captol Mara Auxiliadora 940

    26. San Roque Getseman ND

    27. San Jorge La Esperanza ND

    28. Cristina Bruselas ND29. Atenas Daniel Lemaitre ND

    Fuentes: Archivos de prensa de El Universal, El Mercurio, El Fgaro; Anales del Concejo; entrevistas a informantes clave.

    4. El caso de la huelga de teatros de 1955

    Un episodio revelador de pistas sobre los signiicados del espacio urbano del cine tiene que ver con el paro y cierre de todos los teatros que se present en la ciudad en septiembre de 1955. El da primero de ese mes apareci una pequea nota de prensa en El Universal en la pgina primera que anunciaba el aumento de la boleta de los cines en toda la ciudad en cinco centavos, con el propsito de inanciar la carroza de la reina popular de ese ao, pagar el viaje a Miami como premio principal y otros menesteres de la celebracin novembrina. Los empresarios de la exhibicin flmica solicitaron al capitn Hernando Cervantes Zamora, alcalde militar de la ciudad, un par de citas que al parecer no fueron debidamente atendidas.

    Lo anterior provoc el cierre de todos los cines el da siete del mismo mes, pues los empresarios no aceptaban el sobrecosto, no obstante, que se trataba de un impuesto provisional y que slo ira hasta ines del mes de octubre. Poco despus se supo que el recaudo del impuesto se prolongara para inanciar los VII Juegos Nacionales de 1958. Los quejosos alegaron que pagaban muchos impuestos y no soportaban uno ms; los impuestos vigentes eran los siguientes: Un

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    centavo de cada boleta para la SAYCO (Sociedad de Autores y Compositores Colombianos); impuesto de defensa nacional; impuesto sobre carteles, estampillas, vidrios de propaganda y otros; e impuesto para ciegos, que era de veinte pesos mensuales por cada teatro; despus se sabra que la nueva alza decretada por la alcalda era ilegal. El paro de cines se declar indeinido. La prensa sigui con atencin el desarrollo de los acontecimientos y la puja entre los empresarios y el alcalde. La ausencia de proyeccin de pelculas afect las dinmicas sociales y el sentido del espacio urbano del cine en toda la ciudad.

    Ese mismo da siete, el editorial de El Universal sealaba tres aspectos que son relevantes al espacio urbano del cine. En primera instancia, se seala la angustiosa situacin econmica generalizada en relacin con la nica diversin accesible a los sectores trabajadores y la poblacin pobre que es la que llena los cines de los barrios, dando al cine importancia cultural segn su expansin sencilla y econmica. En segunda instancia, el editorialista critica la diferencia en recaudos entre juegos y casino, el cual, para el primer semestre del ao era de trece mil pesos, mientras que para el cine era de cuarenta y ocho mil pesos. La crtica se hizo con miras a exigir mayor gravamen a las actividades del juego, las cuales eran relacionadas con vicios y malas costumbres. En tercera instancia est la importancia que el editorial le dio al signiicado de la noche en relacin con la oferta cultural y el ocio, pues las actividades alrededor del cine constituan, prcticamente, la nica posibilidad de vida nocturna de la ciudad accesible y para todo tipo de pblico22.

    El primer aspecto tiene que ver con una caracterstica importante de la geografa humana de la ciudad, pues con la huelga se vieron principalmente afectados los barrios y sus habitantes; de otra parte, en asuntos administrativos del gobierno, haba una maniiesta inequidad en materia de impuestos y, por ltimo, la noche como un elemento del espacio urbano del cine y las prcticas culturales que all 22 El Universal, Cartagena, septiembre 7, 1955, 4.

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    acontecan, en especial, las que tienen que ver con los procesos de acceso y apropiacin del aspecto sensible de la modernidad cultural a travs del melodrama. Una consecuencia inmediata de la determinacin de los empresarios locales, fue la solicitud de la devolucin de todas las pelculas que estaban siendo exhibidas en la ciudad, por parte de las distribuidoras flmicas capitalinas23; de manera que el paro amenazaba con prolongarse mientras la incertidumbre en la ciudad era mayscula. Los empresarios decidieron demandar ante el Contencioso Administrativo los decretos correspondientes. Pero es quizs en la editorial del da ocho de septiembre donde se encuentran ms elementos que evidencian la alteracin de las rutinas propias del espacio urbano del cine, en una ciudad de condiciones materiales muy precarias, donde los teatros se constituan en alivio colectivo a la postracin cotidiana de ribetes pavorosos:

    Al tomar esta determinacin, queda la ciudad de Cartagena, de por s no muy alegre peor que si estuviramos padeciendo una grave calamidad pblica. A las tristezas que puedan originarse por la caresta de las subsistencias, por la suciedad inevitable en que se encuentra la urbe histrica, a causa de que todava no tenemos un buen sistema ni si quiera uno psimo de desage sanitario; a todo ello, decimos, viene ahora a sumarse esta situacin en que se coloca a los habitantes de no poder disfrutar seamos o no cineastas de uno de los esparcimientos ms sanos y menos comprometedores para la salud y para el presupuesto familiar [] Esta ciudad de Cartagena, tan seorial y monumental, evocadora de glorias pretritas, carece de vida nocturna, a pesar de su posicin geogrica de puerto martimo.24 Lo primero que hay que destacar es que el pblico de

    cine se relacionaba con su espacio urbano por la ausencia de alcantarillado en la ciudad, lo que supona enfrentar y sortear diariamente una realidad ambiental y social de pobreza, pobreza extrema y sus consecuencias en la salud de la poblacin; quizs sea, esta problemtica, peor que la del analfabetismo y el bajo nivel educativo que padeca en aquel

    23 El Universal, Cartagena, septiembre 8, 1955, 8.

    24 El Universal, Cartagena, septiembre 8, 1955, 4.

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    entonces buena parte de la sociedad. De manera que la rutina de consumo de cine y su espacio urbano, devino en la vida social de Cartagena como una clave de lectura de pelculas mexicanas sobre relatos que contaban episodios de micro-resistencia; una clave de lectura que vinculaba el mundo flmico del melodrama con los avatares y rigores inclementes del mundo real del pblico cartagenero.

    Sin la posibilidad de ver cine, las gentes, perdan la oportunidad de aliviar su propio dolor viendo el dolor ajeno presentado en las pelculas mexicanas. La clave de lectura se cifraba en el melodrama, el cual, fue la escuela de las resignaciones que propuso la fatalidad como nica explicacin del mundo. Y supo el pblico del hechizo embriagador de la tragedia ajena, del goce de la apropiacin vicaria y tarare y aprendi a silbar Amorcito Corazn, como exorcismo supremo a tanta desventura25. El cine mexicano en su poca de oro posibilitaba comprender las formas de ser pobre y en donde los procedimientos de negociacin y de apropiacin social partieron de relatos que contaban y mostraban la tica de la tenacidad, las tcticas de la astucia, la fe inquebrantable, la abnegacin y el sacriicio, la ley de compensacin de la vida y todo el universo del saber popular que puede resumirse en la leyenda que reza en la defensa del camin que maneja Pepe El Toro: Se sufre pero se aprende, en la pelcula Nosotros los pobres (1948).

    Lo anterior sin desconocer el poder hegemnico de los medios y su capacidad de moldear la conciencia de las masas, de hecho, en uno de sus apartes el editorial referido seala: A mayores diicultades domsticas, es la norma, debe haber un nmero proporcional de medios que distraigan de las preocupaciones26. De una manera, ms que implcita, el editorialista reconoce el cine como aparato ideolgico del Estado y del sistema socioeconmico imperante, sobre todo cuando en las imgenes cinematogricas se muestra la redencin y felicidad del pobre y la amargura de los ricos que

    25 Carlos Monsivis y Carlos Bonil, A travs del Espejo:26.26 El Universal, Cartagena, septiembre 8, 1955, 4.

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    tienen que cargar con su vida llena de placeres pero vaca y sin sentido27. El cine y su espacio urbano en Cartagena era un eje vital que haca soportable la realidad social ms horrorosa, pues, el melodrama es escuela de resignacin y catecismo de la armona social28.

    Mientras los empresarios de teatros se reunan con el alcalde de Cartagena, un modesto teatro de la poblacin vecina de Turbaco ofreca pelculas en la prensa cartagenera con los ttulos Tarzn en la selva secreta y la cinta mexicana Pobre huerfanita (1955); estos empresarios de pueblo conocan muy bien la sed de melodrama de las masas, aunque desde Cartagena slo podan asistir aquellos que disponan de recursos econmicos y que no pertenecan propiamente a los sectores populares, lo que marca la relevancia del cine en la vida de cualquier persona, sin importar su condicin social o material29. Despus de diecisiete das los cines reanudaron las actividades en Cartagena el 24 de septiembre y el primer tramo de alcantarillado aparecera apenas hasta el ao de 1960 y slo en el casco del centro histrico de la ciudad.

    5. Conclusiones

    Una forma de comprender la apropiacin social de la modernidad cultural en los sectores populares, puede darse en el anlisis del consumo del cine, en este caso, el mexicano en su poca de oro entre 1936 y 1958. En cdigo de melodrama las pelculas mexicanas fueron consumidas por el pblico barrial de Cartagena, lo que favoreci su acceso al aspecto sensible y emocional de la modernidad en tanto experiencia cultural. De ah que un concepto como el de espacio urbano del cine sea til en la pretensin de relexionar el devenir de los cambios urbanos en tanto formaciones sociales y culturales que acaecen en una ciudad. En ese sentido, se ofrecen las siguientes conclusiones, a la luz de los aspectos analizados como son: la

    27 Rosario Vidal, Surgimiento de la industria cinematogrica y el papel del Estado en Mxico 1895-1940 (Mxico: Editorial Porra, 2010), 35.

    28 Carlos Monsivis y Carlos Bonil, A travs del Espejo:29.29 El Universal, Cartagena, septiembre 17, 1955, 4.

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    periodizacin del espacio urbano del cine en Cartagena; el uso social del cine y sus prcticas cotidianas; y el caso de la huelga de teatros de 1955.

    En el primer aspecto se destacan cambios tecnolgicos y urbanos que condicionaron la recepcin de cine en los distintos sectores sociales de la ciudad. De los tres perodos referidos se analiz el segundo, el cual coincide con la mencionada poca de oro del cine mexicano. En dicho perodo el espacio urbano del cine en Cartagena se distingui por la expansin de cines hacia los barrios extramuros de Cartagena. Lo anterior gener una diferencia social muy marcada en las condiciones de recepcin de pelculas. En primera instancia los cines de mejor condicin social ofrecan ttulos de pelculas pertenecientes a cinematografas europeas, argentina y de Hollywood y, en menor medida, las pelculas mexicanas. Los cines barriales presentaban casi siempre pelculas habladas en castellano, en especial las mexicanas, toda vez que su pblico en su mayora era analfabeto. Otra diferencia importante lo constituyen las condiciones de las salas de cine. Mientras las primeras contaban con silletera apropiada, proyeccin de calidad tcnica y algunas con aire acondicionado, los cines barriales eran sin techo, con bancas de madera y con proyeccin de calidad deiciente.

    El segundo aspecto distingue las prcticas de recepcin del cine segn las distintas clases sociales, las cuales se pueden vislumbrar a travs del espacio urbano del cine en Cartagena. Dichas prcticas se pueden categorizar en la gastronoma, la moda, los usos amorosos, la piedad popular, el estilo de vida, las prcticas musicales y festivas y la agenda noticiosa. En general, la diferencia de prcticas de recepcin llevadas a cabo entre los cines considerados de clase alta, media y baja, se caracterizaron por el seguimiento y apropiacin de patrones, modelos y estereotipos ofrecidos por las pelculas exhibidas. As por ejemplo, las prcticas de recepcin en los cines de clase alta y media eran muy similares toda vez que se exponan a los contenidos del cine europeo, norteamericano y argentino. En contraste, en los cines de clase baja, se seguan los referentes culturales ofrecidos por el cine mexicano y argentino en menor medida.

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    El tercer aspecto, visto segn el caso de la huelga de cines en 1955, puso en evidencia las condiciones de extrema precariedad en que vivan los sectores populares de Cartagena y puso de maniiesto la importancia del cine, en especial el mexicano, en tanto apaciguador de las inconformidades de las gentes segn lo manifestado por la prensa local.

    En general, el espacio urbano del cine es un trmino clave al momento de ubicar y comprender el lugar simblico que ocuparon los distintos sectores sociales y sus condiciones concretas de vida, a travs de la experiencia cultural de ir a ver cine mexicano en su poca de oro, en los barrios extramuros de Cartagena.

    Fuentes documentales

    Anales del Municipio. Archivo Histrico de Cartagena (AHC), Ao III, No. 55 Resolucin No. 119/56, febrero 23, 1956, 8.

    El Diario de la Costa, febrero 18, 1943, 4.

    El Universal, abril 1, 1953, 3.

    El Universal, octubre 3, 1954, 1.

    El Universal, noviembre 17, 1954, 4.

    El Universal, marzo 26,1955, 8.

    El Universal, septiembre 7, 1955, 4-8.

    El Universal, septiembre 8,1955, 4.

    El Universal, septiembre 17, 1955, 4.

    Entrevista a Valdelamar, Jorge y Gutirrez Magallanes, Juan, Cartagena, de febrero 12, 2007.

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    Citar este artculo:

    Ricardo Chica Geliz, El espacio urbano del cine en Cartagena 1936-1957, Revista Historia y Memoria No. 09 (julio-diciembre, 2014): 247-272.