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EL MADROÑO GIGANTE y OTROS 9UENTOS AMBIENTALES _ CR863.4 je Z25m

ELMADROÑO GIGANTE

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EL MADROÑO GIGANTEy OTROS 9UENTOS AMBIENTALES

_ CR863.4 je

Z25m

EL MADROÑO GIGANTEy OTROS CUENTOS AMBIENTALES

Cuentos deHermida Zamora

Publicación de la Coordinación de InvestigaciónSede de OccidenteUniversidad de Costa Rica

Aprobado por la Comisión Editorial ~M.Sc. Saray Córdoba González ~~ O.cCfDtM.Ed. Teresa Barrantes Lobo x.. • ,.,?Lícda. Arabela Mora Zamora I ~ ~M.Sc. Si/via Castro Sánchez (,-Lícda. Ma. Eugenia Acosta Rodriguez '1 -c )

e, -"-;:7 S:>Coordinación ~ o,BII O lE e A (¡:,Magdalena Vásquez Vargas ¿- son Romón ,~ I

-9 .<:>" /S/DAD Ot. e----Ilustraciones

Leticia Taboada OrtizSilvia García MoraSalvador Zamora PorrasJulio Quesada Mora BIBLIOTECA OCCIDENTE - UCR

Diseño gráfico y diagramaciónNora Benedit Chavarrí[email protected] 823-0592

1111111111111111111111111111111111111111111110135396

Apartado postal 111-4250 San RamónCorreo electrónico: [email protected]éfono: (506) 437-9803Fax: (506) 437-9898http://www.ucr.ac.cr

0135396

o MAR 2006

CR864.4Z25m Zamora Carvajal, Hermida, 1932-

El madroño gigante y otros cuentos ambientales /Hermida Zamora Carvajal. - San Ramón, Alajuela,Costa Rica: Coordinación de Investigación, Sede deOccidente, Universidad de Costa Rica, 2005.

33 p.: il.

ISBN 9968-9956-7-3

1. CUENTOS INFANTILES COSTARRICENSES.2. LITERATURA COSTARRICENSE - CUENTOS. 1. Tí-tulo.

SUMARIO

Prefacio 7Doctora Magdalena Vásquez Vargas

El pájaro crespoIlustración de Leticia Taboada Ortiz

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Hacienda elguarumoIlustración de Si/via García Mora

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'.Los gal egosy las hormigasIlustración de Julio Quesada Mora

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Rocío 27Ilustración de Leticia Taboada Ortiz

El madroño giganteIlustración de Salvador Zamora Porras

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PREFACIOLo maravilloso y la naturaleza

en los cuentos de Hermida Zamora

"La primavera ha venidocolgando las golondrinasun libro de cada nido".

Rafael Alberti

Escribir unas palabras acerca de "EI madroño Gigantey otros cuentos ambientales" de Hermida Zamora es reflexio-nar sobre el placer de la lectura de textos dirigidos a los niñosy de la necesidad intrínseca de personas que, por su naturale-za humanitaria y humanista, desean comunicar valores como lasolidaridad, el amor a la naturaleza y el respeto a nuestras cos-tumbres, mediante la magia de sus escritos.

Hermida se ubica en una tradición de escritura ramonen-se, donde ya han dejado su huella en el área de la literatura in-fantil dos importantes escritoras y educadoras: Emma Gamboay Zeneida Montanaro. A diferencia de ellas, Hermida Zamorano se ha dedicado a la enseñanza y su formación literaria esautodidacta, pues desde su infancia ha sido una excelente lec-tora, afición que no ha culminado y sigue cultivando hoy en día.

Los cuentos de este breve volumen son textos donde elelemento maravilloso se muestra mediante animales y árbolesanimados, gracias a recursos retóricos como la personificación.En ellos lo maravilloso no necesita de explicación alguna, yaque el lector al acercarse al mundo de la literatura, entra en unnuevo espacio, marcado por otras reglas, donde lo imposible sevuelve natural. Por eso, cuando en el cuento "Rocío" un hada

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protectora se encuentra prisionera en una guayaba gigante ysolo es vista por un niño especial, quien es elegido para liberar-la, el narrador no tiene que explicar al lector el origen de las ha-das; Ellas, como muchos otros personajes que forman parte delfolclore universal, fuente primaria de la que se alimenta la lite-ratura infantil, son reconocidas por él, quien acepta desde elmomento en que abre las páginas del texto, ese mundo mara-vílloso de la literatura, que asombra por su prodigio.

En el caso de Hermida, es importante destacar como ellaal asumir recursos del folklore universal los hace dialogar conlo propio. La fruta de la que sale el hada es una guayaba. Lasvoces de su propia tierra están allí en los cuentos, representa-das por las especies de árboles, los tipos de animales, las cla-ses de frutas.

Se inscribe la escritora en una de las tendencias de la li-teratura infantil costarricense que aunque ha estado presentedesde su corta existencia, cada día se hace más importantecultivar: la preocupación por el medio ambiente. En un planetaque se resquebraja y lamenta sin ser escuchado ante el cons-tante atropello que se hace de sus recursos, la voz llena de ter-nura expresada mediante el narrador y los personajes de estoscuentos permite al lector reflexionar.

Son los mismos elementos de la naturaleza personifica-dos los que llaman la atención al niño, el Madroño que con susabiduría expresa su agradecimiento a quienes lo cuidan y de-nuncia el dolor de la flora y la fauna que sufren la indiferencia ydevastación humana. Darle la voz a las especies silenciadaspor el hombre es una de las misiones de la literatura. Hermidareceptora de estas voces, las lleva al niño con la magia nece-saria para que sean escuchadas por él. El hermoso PájaroCrespo, las Hormigas y los Gallegos, el Madroño, el Rocío quebaña las plantas, después de ser conocidos por el niño, ya no

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serán extraños a su vida, para él tendrán un referente mágicoen los escritos e ilustraciones de este libro.

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Con este breve volumen de cuentos la escritora, no solotransmite al niño estos valores que son tan importantes para laconvivencia social y crecimiento personal, sino a aquellos quejunto a él disfrutan de los textos literarios escritos con gusto ycon el corazón; la primavera ha venido, como el reconocidopoeta español Rafael Alberti lo ha expresado en su poesía, conun libro que abrirá sus páginas para que lean en él su magiaque se encierra en la tradición e inspira y promueve valores yactitudes positivas.

Doctora Magdalena Vásquez VargasEspecialista en Literatura Infantil

Profesora Universidad de Costa Rica

Cuentos de Hermida Zamora Carvajal

Ilustración de Leticia Taboada Ortiz

EL PÁJARO CRESPO

Allá por los bajos de Toro Amarillo, en las tupidasmontañas en donde se escucha el murmullo del agua quedesciende de las cataratas en un canto que no acaba, ha-bitaban muchas especies de aves: quetzales, lapas, tuca-nes, bobos y muchos pájaros pequeños que a veces ni seveían, porque estaban ocultos en las altas copas de los ár-boles cubiertos por la neblina. Otras mañanas soleadas lu-cían su espléndido plumaje y alegraban el entorno con sussonoros trinos.

Allí vivía un pajarito que solo de noche salía porqueen el día cuidaba su nido. Al anochecer cuando las luciér-nagas como meteoritos daban a la oscuridad pinceladasde oro, su canto se unía al coro de los búhos, sapos, ra-nas y grillos entonando a un mismo intervalo su cuyeo, cu-yeo, cuyeo, A este pobre pájaro, el hombre solía robarle

I sus nidos para hacer hechizos de amor.

Vivía por estos contornos un hombre que era muypobre. Cuando no tenía trabajo se iba de noche a la mon-taña para escuchar donde sonaban los cuyeos y robarlessus nidos. No le daba miedo el rugir del Volcán Poás quecuando entraba en actividad, a veces alumbraba la nochecon destellos de fuego y retumbas.

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El señor no creía en esas tonterías de hechizos,pero había una bruja que le compraba los nidos y coneso ganaba algún dinero para el sustento de su familia.

Un día apareció en ese lugar un pájaro lindísimo,era blanco, con un copete en la cabeza, tenía sus alascrespas, cuajadas de brillantes plumitas como estrellas.

Este pájaro empezó a perder a los hombres que en-traban a la montaña a robar nidos, pero donde lo veían tanbello y empezaba a cantar, no sabían si llorar o reír. Aque-llo era como oír campanitas de cristal, se embelesaban, loiban siguiendo y cuando se daban cuenta estaban en Gre-cia, ya los había sacado de la montaña.

Cierta mañana, como el señor no tenía trabajo, pensóen ir a buscar nidos de cuyeo. Se fue a la montaña por la ru-ta de siempre, cuando de pronto ante sus ojos aparecióaquel hermoso ejemplar de plumaje más blanco que la nie-ve. Atraído por su belleza, siguió al pájaro blanco y sin darsecuenta, cayó en un precipicio de donde no pudo salir.

Como esa noche no regresó a la casa, al otro díasus dos hijos dicidieron salir a buscarlo. Le comunicaron asu madre lo que pretendían, ella les dio su consentimien-to, les alistó el almuerzo, les dio un saco con un mecate,un cuchillo y sin faltar la bendición.

Al mucho andar y cansados de llamar a su papá sinobtener respuesta, vieron de pronto entre las ramas de unfrondoso árbol, ese pájaro tan raro frente a ellos. Igual quelos hombres anteriores fueron hechizados por su belleza y

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lo siguieron adonde iba brincando de rama en rama llenan-do el aire con sus melodías, hasta que se encontraron defrente al borde del precipicio, en ese momento la magiadesapareció y de nuevo llamaron fuerte a su papá. Desdelo profundo del precipicio el señor les respondió, entonceslos hijos le tiraron el mecate y le ayudaron a salir.

Ya juntos, muy contentos, vieron al pájaro blancoque revoloteaba de rama en rama como invitándolos a se-guirlo con confianza pues él los había conducido hasta supadre. Se fueron tras él hasta un lugar en la parte norte delos Cerros del Tigre, por donde nace el Río Barranca aloeste del Volcán Poás.

Al llegar aquí, el pájaro les habló: -los guié hastaeste lugar, para que llenen ese saco que traen, con estaarena rica en oro. Pero a cambio, les voy a pedir que nun-ca más vuelvan a este bosque a capturar a sus criaturas,ni a maltratar sus árboles y sus orquídeas. La naturalezahay que cuidarla y protegerla porque es un regalo queDios nos ha dado, para que todas las generaciones delplaneta, la puedan disfrutar por muchos siglos. El señor ysus hijos, asombrados, le prometieron al pájaro que así loharían, y desde ese día su vida cambió. Con el oro queconsiguieron vivieron más cómodamente y tranquilos, y apartir de ese momento se convirtieron en protectores delbosque, y nunca jamás pudieron olvidar la belleza ni elmensaje que les dio aquel pájaro crespo.

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Cuentos de Hermida Zamora Carvajal_l~------------------------~----~~-----

Ilustración de Silvia García Mora

HACIENDA ELGUARUMO

Era una finca de ganado y búfalos que estaba si-tuada en Upala, el mandador Vicente Robles respetabay quería a los dueños de esta hacienda. Eran gente sen-cilla, amigos de la naturaleza y sobre todo de los niños.Los hijos de este matrimonio, compartían sin egoísmo,con Ana Zulay y Esteban, los hijos de Vicente; los jugue-tes y juegos. Además, la señora de la casa, les daba ri-cas tortillas con tajadas de delicioso queso que ella mis-ma prepaba, cajetas de coco y otros bocados. Allí todosvivían felices.

Desde hace algunos meses, las cosas habíancambiado. Los señores se fueron a vivir a Palmares, dedonde eran oriundos, porque se enteraron que supues-tos enemigos tenían un plan para secuestrarlos. Sabíanque este señor hacendado, que al principio pasó traba-jos y necesidades, ahora poseía un gran capital.

A Esteban y a Ana Zulay les hacían mucha faltasus amigos. Ahora que ellos no estaban, no tenían conquien jugar en su casa, entonces iban a la orilla del an-cho y rumoroso Río Zapote a ver pasar las lanchas queiban para el Río San Juan. Recogían lindas piedrecitasque veían a través de sus claras aguas y también atra-paban pequeños pececitos de colores. Así pasaban los

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días, esperando que regresara el patrón y trajera a sushijos para volver a jugar con ellos.

Los monos continuaron con su relato, y les decíana los niños, que lo más asombroso de todo era que es-te brujo se podía convertir en una fuerte llama y quemarel bosque. Nosotros venimos a pedirles ayuda, porque siseguimos dejando que este malvado ser continúe

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Un día a eso de las cuatro de la mañana Estebany Ana Zulay se despertaron al oír los aullidos de los mo-nos congos que estaban en un árbol de guácimo, cercade la ventana del cuarto. Aún con sus ojitos casi cerra-dos, no podían creer lo que les estaba pasando. [Enten-dían lo que los monos decían! ¿Estarían soñando? ..Pensaban. Esteban se levantó de pronto y gritó: -AnaZu, Ana Zu. [Oiqo hablar a los monos! -(Exclamó)- AnaZulay se sentó a la orilla de su cama y le dijo: -Yo tam-bién oí que me estaban llamando y entiendo todo lo quedicen. [Nos están pidiendo ayuda!. Los dos niños sequedaron asombrados sentados en la cama, tratando deescuchar lo que los monos decían. Sí, les advertían deun espíritu del mal que podía adquirir la forma de unhombre alto, delgado, crespo... Era un brujo que setransformaba en un pájaro negro, que volaba sobre elbosque y luego les contaba a los camioneros taladoresen qué lugar había árboles de buena madera. Lo mismo

, hacía con los que venían a matar cocodrilos. Él era sualiado: les informaba donde había más cantidad de es-tos animales. Su misión era destruir la naturaleza denuestro planeta.

haciendo daño, nos vamos a extinguir, al igual que hapasado con otras especies. -¡No tendremos ni bello-tas para comer! iExclamaban! Sólo por un día nos die-ron permiso para hacernos entender y así advertirles austedes, que este brujo malvado viene hacia acá parahacerles mucho daño. ¡Por favor, cuídense! Nuestrosamigos los monos martilla, los que se comen el cacao,lo vieron por Bijagua, Canalete y Chimurria.

Después de esta conversación, los monos huye-ron despavoridos. Los niños, todavía sin poder creer loque les había sucedido, se levantaron y después de de-sayunar, pidieron permiso a sus padres para ir al río. To-maron un tarro viejo para recoger castañas y se fueroncorriendo. De camino recogieron una fruta grande y ma-dura de castaña, se acercaron al río para estriparla y sa-carie las semillas.

Era mediados de julio, en esta época cientos demaripositas sobrevolaban una poza que había en el río.Estaba rodeada de flores de verbena. Las mariposasahí, saciaban su hambre y su sed. Los niños estabanmaravillados, viendo la cantidad de mariposas, contem-plaban su belleza y disfrutaban del agradable perfumede las flores de vainilla, de los toritos y de otras orquí-deas que colgaban de los árboles.

Ya casi se habían olvidado del mensaje que lesdieron los monos congo, cuando de pronto, vieron a unhombre alto, delgado y crespo frente a ellos. Al verlo,Ana Zulay recordó lo que les habían advertido los

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congos y sin pensarlo dos veces, le preguntó: -¿Es cier-to que usted es un brujo que puede convertirse en unpájaro? -Sí, es cierto- Le respondió el brujo, y en un abriry cerrar de ojos se transformó en un pájaro negro y seelevó hacia lo alto del cielo. Mientras Ana Zulay observaal pájaro remontar su vuelo hacia el inmenso cielo azul,llegó Esteban, quien vació las castañas que tenía en sutarro y luego lo lleno con agua.

Ana Zulay sobresaltada le comentó a Esteban,que no debían olvidar que este pájaro venía a hacerlesdaño- iPor dicha se fue! Cuando vengan los guardabos-ques del MINAE debemos contarles esta historia y tam-bién a nuestros papás. Estaban comentando lo ocurrido,cuando de pronto, sin que se percataran, apareció fren-te a ellos el hombre alto, con un gesto desafiante y ame-nazador. Al verlo, Esteban se armó de valor y le dijo:-Ana Zulay me estaba diciendo que usted puede con-vertirse en cualquier cosa que le pidan, pero yo no lecreo, yo soy de los que tengo que ver para creer.

Bueno muchacho, te demostraré de lo que soy ca-paz. Ahora, dígame en qué quiere que me transforme ylo haré, para demostrarte mi gran poder, le dijo el brujoengreído.

Bueno, vamos a ver si usted se puede convertir enuna fuerte llama para que me encienda estas astillitas yasí pueda cocinar estas castañas. Inmediatamente, elbrujo se convirtió en fuego y comenzó a arder sobre las

astillas. Esteban, en un impulso, le tiró el tarro con aguaencima y apagó la llama.

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Los niños sorprendidos y alegres a la vez, porquehabían acabado con el brujo destructor, recogieron lascastañas y tomaron el camino de regreso a su casa, pa-ra que su mamá se las pusiera a sancochar en agua conleche y sal.

y desde ese día de julio, nunca nadie más volvióa saber de aquel brujo, que fue vencido por su propiamaldad.

Cuentos de Hermida Zamora Carvajal

Ilustración de Julio Quesada Mora

LOS GALLEGOS YLAS HORMIGAS

En los Montes del Aguacate, que rodean la ciu-dad de San Ramón, se encuentra una montaña que sellama Pata de Gallo.

Unos opinan que se llama así por tres caminosque se juntaban, otros porque las vetas de las minasde oro se bifurcan en tres tonalidades formando la pa-ta de un gallo.

0135396Cuenta la leyenda que esas vetas se abren el

día de San Silvestre y dejan ver sus riquezas, mos-trando sus rocas escarchadas de oro.

En la cima de esa húmeda montaña, a 1.225metros de altura, entre lanas, tabacones y orquídeasperfumadas sale de una fuentecita un chorrito de aguafresca y cristalina que baja hacia el Norte dando naci-miento al río Grande, o río al revés como lo llaman.

En esta zona abundan las hormigas zompopas ocortadoras. Son muy trabajadoras e incansables,siempre se les ve marchar en fila, apuradas con sucarga de hojas y pedacitos de corteza. En cada hojacargan una hormiguita chiquitita llamada Mínima, ésta

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protege la hoja en caso de que se la quieran quitar.Estas hojas las depositan junto con sus excrementosen grandes huecos que hacen a la par de sus nidos.Cuando éstos se descomponen nacen hongos de losque se alimentan las hormigas.

Cierto día venían unas hormigas, zompopas ocortadoras, muy apuradas con su carga de hojas y pe-dacitos de corteza. Las hojas que traían eran más gran-des y pesadas que ellas, por eso querían llegar ligero.

De pronto se les atravesó el chorrito que les im-pedía pasar. Se detuvieron a pensar qué harían; eneso una hormiqa dijo:

Pongamos las hojas en el suelo, recojamos ba-sura, hojitas de zacate y hojas secas, con eso hare-mos un puente y pasamos, recuerden que la reina nosestá esperando y tenemos que acarrear muchas más.

Pusieron la carga en el suelo y estaban reco-giendo basura, cuando dos galleguitos que estaban ju-gando por ahí las vieron y les preguntaron:

-¿Qué están haciendo?

Las hormigas les contaron lo que iban a hacer yun gallego les dijo:

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, .

¡Un momento, eso no lo pueden hacer!, no venque están ensuciando ese chorrito que es el principiode un río muy importante que irá creciendo a medidaque baja.

Se formará un riachuelo al que se le ururanotros, la gente usará el agua para lavar la ropa, bañar-se, cocinar y muchas otras cosas más, moverá maqui-naria, generará energía. Se formará un río Grande queembellecerá al Valle de San Ramón, y que como pol-vo de estrellas iluminará al Valle Central su correr se-rá como el discurrir de la vida, llevará alegría y dolor,se le atravesarán obstáculos en su camino, pero se-guirá adelante. Sus rumorosas aguas reflejarán el res-plandor de la luna y las estrellas. Nacerán idilios ensus frondosas riveras; será un río lleno de poesía comoel alma de los ramonenses. Se formarán pozas comola de los Alpízar, El Caramelo, Ñor Concho, El Pulpo,La Garrocha y el Cajón.

Seguirá hacia Concepción, donde hará una cur-va al este, dividiendo los cantones de San Ramón yPalmares, de los cantones de Naranjo y Grecia. Allle-gar a Orotina le cambiarán el nombre, ya no se llama-rá más río Grande, se llamará el Río Grande de Tár-coles y desembocará en el Océano Pacífico.

Pero entonces ¿qué haremos? ¿Por donde va-mos a pasar?, preguntaron las hormigas.

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