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1 Levante EL MERCANTIL VALENCIANO Sábado, 10 de marzo de 2007 DOCUMENTOS Levante - EMV GUERRA CIVIL EN LA COMUNITAT VALENCIANA La colección «La Guerra Civil en la Comunidad Valenciana» editada por Levante-EMV, con sus 2.700 páginas re- alizadas por 22 historiadores valencianos, ha sido todo un éxito editorial al calor del cual este periódico ha recu- perado la memoria histórica de las gentes que vivieron dicho drama. Este documento, que se inicia con un re- portaje donde por primera vez se pone nombres y apellidos a gran parte de las víctimas de los bombardeos que azotaron Valencia, conmemora el fin de una colección que ha hecho historia. Diez testimonios de valencianos que sufrieron el drama en primera persona, que este rotativo ha sacado a la luz coincidiendo con la entrega de los 18 tomos de la serie, también dan forma a estas ocho páginas. Finalmente, un resumen sobre la participación en el foro de la edición digital del diario, que va a continuar abierto tras recibir más de 150 fotografías de archivos fa- miliares y unos 200 comentarios, deja constancia de la implicación de los lectores en esta exhaustiva obra. BIBLIOTECA NACIONAL/ FOTO CEDIDA POR JOSÉ MARÍA AZKÁRRAGA DEPÓSITO DE CADÁVERES. Imagen de una morgue de Valencia repleta de cuerpos y ataúdes tras uno de los cuatro sangrientos bombardeos relatados en este reportaje. Rafel Montaner VALENCIA A LAS Negras sobre... Valencia, Alicante, Sa- gunt, Castelló, Xàtiva, Dénia, Segorbe, Al- zira, Silla, La Vila Joiosa, Gandia... Así en- cabezaba el diario El Mercantil Valenciano sus crónicas sobre los mortíferos bombardeos con que la Aviazione Legionaria y la Legión Cóndor de los dictadores Benito Mussolini y Adolf Hi- tler, y en mucha menor medida los aviones en poder de los sublevados, machacaron indiscri- minadamente a la población valenciana entre fi- nales de 1936 y marzo de 1939. El 28 de ese mes la Safor tuvo el honor de ser el último enclave sobre el que cayeron las bombas fascistas. Cin- co Savoia S-79 italianos vomitaron sobre el puer- to de Gandia 20 bombas de 250 kg. Estas cinco toneladas fueron el punto y final a una tempes- tad de acero que, casi 70 años después, aún no se sabe a ciencia cierta cuantas vidas se cobró. Los aviones y barcos de Mussolini y Hitler que ayudaron a Franco a ganar la guerra sega- ron las vidas de al menos 1.500 personas en la Comunitat Valenciana. Esta cifra, que se obtie- ne al sumar el balance de muertos de todos los bombardeos que dejaron víctimas contabiliza- dos por el historiador Eladi Mainar en el tomo XIV de la colección La Guerra Civil en la Co- munidad Valenciana, editada por Levante- EMV, no incluye los fallecidos en los hospitales por lo que la siniestra cuenta final debe ser aún mayor. Dos tercios de estas víctimas, más de 825, cayeron bajo el diluvio mortal que convirtió a Valencia en la tercera ciudad española donde más sangre vertieron los bombardeos después de Barcelona (2.500 fallecidos) y Madrid (2.000), relatan los investigadores Josep María Solé y Joan Villarroya en su libro España en lla- mas. Los aviones y barcos de Mussolini y Hitler segaron al menos 1.500 vidas en la Comunitat Valenciana, más de la mitad de las cuales cayeron bajo la tempestad de acero que hizo de Valencia la tercera ciudad donde más sangre vertieron estos bombardeos «Alas negras» sobre Valencia

EMV DOCUMENTOS GUERRA CIVIL · 2 Documentos /Guerra Civil Sábado, 10 de marzo de 2007 Levante EL MERCANTIL VALENCIANO Mainar, en su estudio «Alas Negras» sobre la Comunidad Valenciana

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1Levante EL MERCANTIL VALENCIANO ■ Sábado, 10 de marzo de 2007

D O C U M E N T O S Levante - EMV

GUERRA CIVILEN LA COMUNITAT VALENCIANA

La colección «La Guerra Civil en la Comunidad Valenciana» editada por Levante-EMV, con sus 2.700 páginas re-alizadas por 22 historiadores valencianos, ha sido todo un éxito editorial al calor del cual este periódico ha recu-perado la memoria histórica de las gentes que vivieron dicho drama. Este documento, que se inicia con un re-portaje donde por primera vez se pone nombres y apellidos a gran parte de las víctimas de los bombardeos queazotaron Valencia, conmemora el fin de una colección que ha hecho historia. Diez testimonios de valencianos quesufrieron el drama en primera persona, que este rotativo ha sacado a la luz coincidiendo con la entrega de los 18tomos de la serie, también dan forma a estas ocho páginas. Finalmente, un resumen sobre la participación en elforo de la edición digital del diario, que va a continuar abierto tras recibir más de 150 fotografías de archivos fa-miliares y unos 200 comentarios, deja constancia de la implicación de los lectores en esta exhaustiva obra.

BIBLIOTECA NACIONAL/ FOTO CEDIDA POR JOSÉ MARÍA AZKÁRRAGA

DEPÓSITO DE CADÁVERES. Imagen de una morgue de Valencia repleta de cuerpos y ataúdes tras uno de los cuatro sangrientos bombardeos relatados en este reportaje.

Rafel Montaner ■ VALENCIA

ALAS Negras sobre... Valencia, Alicante, Sa-gunt, Castelló, Xàtiva, Dénia, Segorbe, Al-zira, Silla, La Vila Joiosa, Gandia... Así en-

cabezaba el diario El Mercantil Valenciano suscrónicas sobre los mortíferos bombardeos conque la Aviazione Legionaria y la Legión Cóndorde los dictadores Benito Mussolini y Adolf Hi-tler, y en mucha menor medida los aviones enpoder de los sublevados, machacaron indiscri-minadamente a la población valenciana entre fi-nales de 1936 y marzo de 1939. El 28 de ese mesla Safor tuvo el honor de ser el último enclavesobre el que cayeron las bombas fascistas. Cin-co Savoia S-79 italianos vomitaron sobre el puer-to de Gandia 20 bombas de 250 kg. Estas cincotoneladas fueron el punto y final a una tempes-tad de acero que, casi 70 años después, aún nose sabe a ciencia cierta cuantas vidas se cobró.

Los aviones y barcos de Mussolini y Hitlerque ayudaron a Franco a ganar la guerra sega-ron las vidas de al menos 1.500 personas en laComunitat Valenciana. Esta cifra, que se obtie-ne al sumar el balance de muertos de todos losbombardeos que dejaron víctimas contabiliza-dos por el historiador Eladi Mainar en el tomoXIV de la colección La Guerra Civil en la Co-munidad Valenciana, editada por Levante-EMV, no incluye los fallecidos en los hospitalespor lo que la siniestra cuenta final debe ser aúnmayor.

Dos tercios de estas víctimas, más de 825,cayeron bajo el diluvio mortal que convirtió aValencia en la tercera ciudad española dondemás sangre vertieron los bombardeos despuésde Barcelona (2.500 fallecidos) y Madrid(2.000), relatan los investigadores Josep MaríaSolé y Joan Villarroya en su libro España en lla-mas.

Los aviones y barcos de Mussolini y Hitler segaronal menos 1.500 vidas en la Comunitat Valenciana,más de la mitad de las cuales cayeron bajo latempestad de acero que hizo de Valencia la terceraciudad donde más sangre vertieron estos bombardeos

«Alas negras»sobre Valencia

2 Documentos / Guerra Civil ■ Levante EL MERCANTIL VALENCIANOSábado, 10 de marzo de 2007

Mainar, en su estudio «Alas Negras» sobre laComunidad Valenciana cuenta que además de las825 víctimas mortales, los bombardeos del Cap icasal dejaron 2.831 heridos, 931 edificios des-truidos y más de 33 barcos hundidos en el puer-to. En Alicante suma otros «481 muertos, con casi400 de ellos solo en los meses de mayo y junio de1938» escribe el investigador José Miguel Santa-creu en el capítulo Los bombardeos de Alicante delcitado tomo XIV de la colección de Levante-EMV. Las bombas también dejaron en esta capi-tal 790 heridos y 740 edificios dañados.

Alicante tiene el triste registro de ser la ciudadvalenciana donde la aviación de Mussolini causómás muertos en un solo ataque. A las 11.30 horasdel 25 de mayo de 1938, relata Santacreu en la co-lección de este periódico, siete S-79 «dejan másde 90 bombas de gran peso “rompemanzanas” so-bre el centro urbano. Varias de ellas impactan so-bre el Mercado de Abastos, que a esa hora estaballeno». Este durísimo ataque contra la poblacióncivil causó unos 270 muertos, la mayoría mujeresy niños, y destrozó 50 edificios. El número de ba-jas es similar al de Gernika, cuyas últimas esti-maciones de víctimas hablan de entre 250 y 300muertos, según reseñan Solé y Villarroya .

El resto de fallecidos, alrededor de 200, se die-ron principalmente en Xàtiva, donde el 12 de fe-brero de 1939, cinco bombarderos S-79 dejaroncaer cinco toneladas de bombas sobre la estacióndel tren justo en el momento que entraba un con-voy repleto de soldados de la 49 Brigada Mixta.Aunque mayoría de muertos eran militares, en-tre las víctimas también había civiles, tres de ellosniños. Los Savoia italianos y los Heinkel alema-nes también vistieron de luto municipios comoAlcoi (al menos 43 muertos), Dénia (17),Torre-vieja (12), Castelló (10), Sagunt (2), y Manuel (5),entre otros.

La población civil, el principal objetivoMainar no tiene dudas a la hora de señalar que

el «principal objetivo» de todos estos bombarde-os «fue la población civil». «La Guerra Civil fue uncampo de entrenamiento para la aviación italia-na y alemana, un lugar para probar nuevas armasy donde se emplearon por primera vez de forma sis-temática los bombardeos masivos sobre la pobla-ción que habrían de provocar tantas víctimas du-rante la II Guerra Mundial», explica de viva voza este diario.

El historiador destaca que los bombardeos dela Aviazione Legionaria tuvieron «un gran impactodesmoralizador sobre la población de Valencia, so-bretodo a partir de 1938, cuando se hicieron másfrecuentes». «Los continuos ataques afectaron engran medida al estado anímico» de los vecinos delCap i casal, añade, «al ver que la República era in-capaz de parar la ofensiva aérea franquista, cuyosaviones bombardeaban la ciudad cuando y comoquerían, sin importarles que fuera a plena luz deldía». «Esta falta de respuesta a la brutal superio-ridad aérea italiana les hacía pensar en que la de-rrota estaba cerca», concluye.

Destaca también que la que fue capital de laRepública entre el 7 de noviembre de 1936 y el 31de octubre del 37 era un «objetivo fundamentalpara los italianos, tanto por su puerto como por lasindustrias de guerra que la envolvían», aunqueesto no impidió que la Pava, sobrenombre quedaba la población a la aviación de Mussolini, siem-pre tuviera en el punto de mira a civiles inocen-tes.

Solo cuatro de los 463 ataques navales y aére-os que sufrió Valencia acumulan una de cada tresvíctimas mortales registradas durante toda la gue-rra. Este periódico recupera ahora los nombresde más de dos terceras partes de las víctimas quedejaron estas cuatro incursiones. El estudio delos libros de Registro de Enterramientos del Ce-menterio General de Valencia y del camposantodel Cabanayal, así como también de las crónicasde El Mercantil Valenciano, periódico del que esheredero Levante-EMV, ha permitido dar nom-bre a 164 de las 240 personas que murieron en es-tos bombardeos y que recibieron sepultura en es-tas dos necrópolis de la ciudad.

Estos libros permiten identificar a las víctimasde los ataques al observar que en el mismo día seda sepultura a familias enteras (resaltadas en ne-grita en los listados de este reportaje)cuyosmiembros de diferentes edades se entierran su-cesivamente. Además, en el apartado causa delóbito, todos ellos comparten anotaciones que re-velan muertes violentas: Shock traumático, he-morragia, fractura de cráneo, quemaduras....

Además, en el caso del General, en los dos ata-ques que más víctimas provocan, el del 15 demayo de 1937 y el del 26 de enero del 38, consta

explícitamente la palabra bombardeo anotada jun-to a los nombres de los fallecidos por esta causa.En el libro del Cabanyal, por otro lado, el médicoque certifica la muerte de estas víctimas siemprees el forense.

Paralelamente, la información de El Mercan-til sobre el primero de estos graves golpes quesufrió Valencia, el del 14 de febrero de 1937, se dauna relación de nombres y edades de las víctimasque incorpora dos casos de personas enterradasfuera de Valencia, así como también la identidady las edades de 44 heridos. También se da a co-nocer las lesiones que padecen éstos y el centrosanitario al que fueron trasladados, con el fin deque los familiares pudieran localizar a sus allega-dos. Sin embargo, tras este bautismo de terrorque sufre la capital, las cosas cambiarán y la cen-sura prohibirá informar con profusión sobre lasconsecuencias de los bombardeos con el fin deacrecentar su efecto desmoralizador.

ZARPAZO ITALIANO. Una calle de Valencia tras el paso de la «Aviazione Legionaria».BIBLIOTECA NACIONAL/ FOTO CEDIDA POR JOSÉ MARÍA AZKÁRRAGA

NATZARET. Una familia posa ante su casa destruida por las bombas en el barrio de Natzaret.IMAGEN DE UN DIARIO DE LA ÉPOCA/ FOTO CEDIDA POR MATÍAS ALONSO

PROYECTIL. Bomba italiana que no estalló.

BIBLIOTECA NACIONAL/ FOTO CEDIDA POR J. M. AZKÁRRAGA

Bombardeo 14 de febrero de 1937Balance oficial: 10 muertos y 60 heridosEnterrados en el Cementerio General de Valencia (del 17 al 18 de febrero)NOMBRE EDADEstruch, Amparo 43Pelegrín Crespo, Encarnación 60Manso Pelegrín, Rosa 25Carmona Manso, Juan 5Carmona Manso, José 3Carmona Manso, Antonio 1Frechina Manso, Vicente 6Bartual Tarín, José 20Comeig Andrés, Bautista 63Sanz Biosca, Miguel 12Guillem Lorca, Josefina 7Zanón Soriano, Luis Desc.Martí Gómez, Emilio 37Alcantara Díaz, Francisco 45Rios Seguí, Asunción 26Marcos Valls, Carmen 60Dudich, S. Desc.Martínez Ponce, Rosita 42Adam Guirado, José 27Albuixech Penades, Dolores 27Enterrados fuera de ValenciaPizá Soriano, José 59Salom Colomer, Luis 20TOTAL: 22 personas fallecidas

Bombardeo 15 de mayo de 1937Balance of.: 33 muertos y cientos de heridosEnterrados en el Cementerio General de Valencia (del 17 al 19 de mayo)NOMBRE EDADLópez Hernández, Enrique Desc.Pastor Blasco, Mercedes 40López Pastor, Enrique Desc.López Pastor, Francisco Desc.Sanjuan Carbó, José 40Gimeno Belenguer, Marina 55Silvestre Capafons, Vicente 45Zapater Collado, Visitación 73Iñigo, Girinday, Ciriaco 25Iranzo Moliner, Francisco 18Vaya Candel, Bautista Desc.Moreno Gonzalo, Valentin 40Redondo López 25Bertolín Ibáñez, Francisco 21García Boras, Francisco Desc.Garcés Castro, Joaquín 28Llorens Basella, José 30Sanz Climent, Fernándo Desc.Bezola Estanga, Marta Desc.Benedito, Consuelo 20Perez Serra, Esperanza 17Llopis Rios, María Desc.García, Agustina 40García Serrano, Covadonga Desc.Tarancón Navarro, Juliana 52Piquer Cuartells, Manuela 82Pardo García, Nicolás Desc.López Martí, Carmen Desc.Gimeno Bernades, Francisco Desc.Huguet Ibañez, Teresa 29Gómez Huguet, Antonio 4Gómez Huguet, Teresa 2González, José 18Benedito Cabanes, Irene 7Estivalis Part, José 39Martínez Giménez, Mª Llanos 21Estivalis Martínez, María 7Estivalis Martínez, Amparo 2Ramón Esteve, Marina Desc.Del Campo López, Ángel Desc.Mujer desconocida 55 a 60García-Barbón Alvárez, Lorenzo 55Enterrado en AlmansaMartínez Díaz, Antonio Desc.TOTAL: 43 fallecidos

Bombardeo 3 de octubre de 1937Balance of.: 50 muertos y 78 heridos

El «Pietro Calvi»EL PRIMER SUBMARINO QUE BOMBARDEÓ VALENCIAEl sumergible oceánico Pietro Calvi, elmás moderno y poderoso de la RegiaMarina italiana, fue el primer buque deMussolini que cañoneó Valencia. Lacorbeta inglesa Lulworth lo hundió enel Atlántico el 15 de julio de 1942.

Fallecidos

La tragedia, con nombres

y apellidos

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3Documentos / Guerra CivilLevante EL MERCANTIL VALENCIANO ■ Sábado, 10 de marzo de 2007

Así, El Mercantil, en el segundo de estos san-grientos golpes, el del 15 de mayo, no ofrece yaningún balance. Simplemente se limita a hablarde «un gran número de muertos y heridos», entrelos que hay «gran número de niños». La noticiaconcluye con una Nota de la Redacción que ex-plica que sus redactores se dedicaron «desde losprimeros instantes del criminal bombardeo a rea-lizar la información completa de los resultados trá-gicos del atentado fascista», llegando a cooperarincluso en las tareas de rescate, pero añade quese abstienen de publicar los detalles «por consi-derar inoportunas y peligrosas esta clase de infor-maciones».

El 32% de las víctimas eran mujeresLas cifras de muertos, como números que

son, no expresan el drama que esconden. El he-cho de dar nombre y apellidos a las víctimas per-mite descubrir con horror que la mayoría de ellasson mujeres, personas mayores, niños y adoles-centes. Un tercio de los 164 fallecidos identifica-dos en este reportaje son mujeres, mientras queel 11% de ellos tiene más de 60 años y más de unasexta parte, el 17%, son menores de edad.

El prólogo de la amenaza italiana que se cer-nía sobre Valencia llegó desde el fondo del me-diterráneo. El primer bombardeo naval que su-frió Valencia fue obra del submarino oceánico Pie-tro Calvi, el buque más moderno y poderoso dela Regia Marina de Mussolini. La noche del 12 deenero, este sumergible cuya divisa era Segnale diguerra e di sterminio (señal de guerra y de exter-minio), atacó el puerto y los poblados marítimos.Los dos cañones de 120 milímetros de este navíode más de 1.500 toneladas de desplazamiento nose apuntaron ninguna víctima. Solé y Villarroyadescriben este primer ataque en España en lla-mas: «En 13 minutos disparó 71 proyectiles de frag-mentación, alejándose seguidamente. La ciudad seoscureció a la tercera salva».

Este ataque, calificado por El Mercantil como«criminal agresión fascista», fue el preludio delSan Valentín sangriento que viviría el Cap i casalapenas 48 horas después. El domingo 14 de fe-brero comenzó bien para el jefe del Gobierno dela República, el socialista Francisco Largo Caba-llero. Cientos de miles de valencianos desfilarondurante cinco horas por las calles de la ciudad enapoyo del Ejecutivo, que acababa de dictar unaorden de movilización general, militarización delas milicias y la organización de todas las fuerzasbajo un mando único.

A las 21,45 horas, el crucero ligero Emanue-lle Filiberto Duca d’Aosta, cortó de golpe la fies-ta de aquel domingo de enamorados que vivía lacapital de la República. Anclado a 6.000 metrosde los muelles, sus ocho piezas de 152 milíme-tros vomitaron en solo ocho minutos 32 salvascon un total de 125 proyectiles. La potencia defuego de este primer gran ataque que sufrió laciudad fue de tal magnitud que El Mercantil, dosdías después del bombardeo, aún atribuía «la cri-minal hazaña de los “nacionalistas”» a varios bar-cos italianos. El balance oficial de muertos dadopor el Gobierno, a las 11 de la mañana del lunes15, era de 10 muertos y unos 60 heridos. Cuatrodías después de la andanada mortal, se había du-plicado la cifra de muertos con al menos 20 per-sonas enterradas en Valencia y otras dos fuera dela capital.

Las bombas impactaron, entre otros lugares,en el hospital provincial —situado entonces en laactual Biblioteca Municipal de Guillem de Cas-tro—, y en un comedor del Socorro Rojo Inter-nacional para niños de los poblados marítimos,que al ser de noche afortunadamente estaba va-cío. Aún así, la primera dentellada de Mussolinia los valencianos se cobró la vida de cinco niñosde menos de siete años. Entre ellos, como narróEl Mercantil, los «tres hijitos» de 5, 1 y 3 años deRosa Manso Pelegrín, una joven de 25 años, quetambién murió en el cañoneó junto a su madre,Encarnación Pelegrín, de 60 años y otro niño deesta familia, Vicente Frechina Manso, de sieteaños.

La mujer y los tres hijitos de un limpiabotasEsta familia era de condición humilde, ya que

el sindicado de limpiabotas corrió con los gastosdel funeral, cómo relata El Mercantil. Aunque lamayoría de las víctimas de los bombardeos fue-ron enterradas en fosas comunes de la sección 5ªDerecha del General, actualmente ocupada porpanteones, y los dos primeros cuadrantes de lasección 7ª Derecha —los dos únicos de esta granfosa que no están protegidos por una sentenciaque impide al Gobierno de Rita Barberá construirnichos encima—, parte de los muertos del Ducad’Aosta tuvieron un destino especial. La familiadel limpiabotas y otros fallecidos fueron deposi-tados en nichos del Cementerio Civil próximos ala tumba de Vicente Blasco Ibáñez. De todos ellosaún yace en el mismo lugar, José Bartual Tarín,un joven de 20 años, repartidor del periódico LaVoz Valenciana, que murió en el Hospital Pro-vincial al día siguiente del bombardeo.

A estas víctimas hay que sumar dos personasque fueron abatidas en Manises por fuerzas re-publicanas. Según la crónica de El Mercantil «sesorprendió a dos individuos haciendo señales, ycomo se resistieron fueron muertos. Uno de ellospertenecía al antiguo Somatén».

El pánico desatado por este bautismo de san-gre y fuego fue tal que al día siguiente el Gobier-no republicano ordenó que a partir de las 21 ho-ras se apagaran todas las luces de Valencia y delresto de municipios costeros. También dispusomultas no inferiores a 1.000 pesetas, y penas decárcel en caso de reincidencia, para aquellos queno respetaran la prohibición de que saliera luz desus casas y comercios a partir de dicha hora. El

ESCOMBROS. Uno de los 931 edificios destruidos por los bombardeos de la Guerra Civil en Valencia.IMAGEN DE UNA REVISTA GRÁFICA DE LA ÉPOCA/ FOTO CEDIDA POR MATÍAS ALONSO

Enterrados en el Cabañal (4 a 6 de octubre)NOMBRE EDADPerez Silvestre, María 53Sils Barberá, Asunción 22Plaza Perocia, Ilcazar 25Ibáñez Giménez, Amparo 22Sala Giménez, Norberto 70Hernández Calatayud, Anastasio 22Blasco Grafulla, Pilar 28Ferrer Leiva, Francisco 27Chisvert Galiana, Gregorio 74Sánchez Noguera, Carlos 28Gallart Coscolla, Rosa 61Ombuena Gimeno, Antonio 6Ombuena Gimeno, María 4Enterrados en el Cementerio General de Valencia (del 3 al 6 de octubre )Garces Ruiz, Eugenio 3De Diego Suarez, Justo 28Barchino Benacher, Ernesto 40Sánchis Tudela, Indalecio 36Soler Micó, Vicente 34Bayo Ropero, Consuelo 24Hernández Bayo, Arturo 2Ramos Cubells, Amelia 87Velasco Ortega, Emilia Salomé 9Velasco Ortega, María C. 6Velasco Ortega, Carmen Desc.Velasco Ortega, Joaquín 4Dasí Ballester, José María 6Quesada Calleja, José 22Rodríguez del Rey, Gregorio 47TOTAL: 28 fallecidos.

Bombardeo 26 de enero de 1938Balance oficial: 125 muertos y 208 heridos Enterrados en el Cementerio General de Valencia (del 27 al 29 de enero)NOMBRE EDADSantos Soriano, Pedro 25Civera Montesinos, Josefina 27Julve Gimeno, María 47Sánchez García, Cayetano 40Llopis Algarra, Francisco 58Hollinedo Paúl, Santiago 50Garcés Paulo, Marino 14Climent Vila, Vicente 64Iglesias Pérez, Laureano 26Sánchez Puyol, Ángel 28Martín Bercia, Antonio 48Tevar Molina, Enrique 55Ernesto Benavent, José 34Azorín Ortiz, José 59Pérez Alcaide, Francisco 16Sánchez Gallego, Julio Desc.Peris Palomer, Buenaventura 32Gorge García, Manuel 14Orduña Burgos, Domingo 67Bernuz Blanch, Joaquín 54Román Salguero, Carmen 22Rodríguez Del Toro, Pilar 21Gallego Martínez, Alfredo 49Claramonte Rebollo, Juan 59Claramonte Rebollo, Josefa 66Claramonte Rebollo, Amparo 68Claramonte Rebollo, Mercedes 60Castañeda Pardin, Francisco 29Marcelino Domínguez, Juan 25Ruiz Lorente, Andrés 16Rodilla Rodríguez, José 30Moreno Gómez, Joaquín 12Bono Hernández, Carmen 16Serrano Martínez, Emilio 40Salinas Maya, Antonio 29Salinas Rodríguez, José Desc.Vengut Gaya, Juan 26Marín Vicente, Juan 85Torres González, Salvador 37Ferri Rios, Jacinto 24Esteve Arlandis, Isabel 46Flores Esteve, María 11Sánchez Armias, Leonor Desc.Ferrer Navarro, Francisco 28Tamarit Navarro, Ramón 73Segui Blanch, José 43Rivas Ibáñez, Fidela 42Paya Navarro, Rafael 57Bisbal Gómez, Vicente 30Peris Sales, José 33Perez Andorra, Cristóbal 70Pio Ubiedo, Agustín 60Almela Furió, Luis 41

S-81 «Pipistrello»

EL MURCIÉLAGO DE MUSSOLINITres bombarderos pesados Savoia81(S-81) Pipistrello (murciélago) de laAviazione Legionaria, que podíantransportar hasta 2.000 kg de bombas,perpetraron el ataque del 15 de mayo.

Fallecidos

La tragedia, con nombres

y apellidosUn tercio de las 164 víctimas debombardeos identificadas en estereportaje son mujeres, mientras quemás de una sexta parte son menoresy el 11% tiene más de 60 años

La primera gran dentellada del«Duce» sobre Valencia llegó el Día delos Enamorados de 1937. El balanceasusta: Más de 20 muertos, entreellos cinco niños de menos de 7 años

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4 Documentos / Guerra Civil ■Levante EL MERCANTIL VALENCIANOSábado, 10 de marzo de 2007

esfuerzo republicano por construir refugios nun-ca fue suficiente ya que la ciudad apenas teníacapacidad para a albergar en ellos al 12% de los318.000 habitantes con que contaba en 1939.

La guadaña italiana volvió a asestar otro grangolpe sobre el Cap i casal el sábado15 de mayo,en plena crisis del Gobierno republicano queacabaría con la dimisión de Largo Caballero y ladesignación del doctor Juan Negrín como jefedel Ejecutivo. La muerte llegó esta vez desde elaire. Viajo en el vientre de tres murciélagos, losSavoia S-81. Mainar cuenta en el libro de Le-vante-EMVque estos bombarderos pesados re-pitieron la estrategia empleada en Gernika ape-nas tres semanas antes: mezlcar bombas con-

vencionales con artefactos incediarios, con el finde aumentar los daños sobre la población civil ycausar grandes estragos en las ciudades.

«La Guerra Civil fue un campo de entrena-miento para la aviación italiana y alemana, unlugar para probar nuevas armas y donde se em-plearon por primera vez de forma sistemática losbombardeos masivos sobre la población que ha-brían de provocar tantas víctimas durante la IIGuerra Mundial», concluye el historiador.

Entre las historias humanas sobrecogedorasque dejó este ataque de mayo destaca la de unaniña de siete años que fue rescatada con vida deentre las ruinas de un edificio unas 40 horas des-pués del ataque. El Mercantil informó que en lamañana del lunes 17 de mayo, cuándo los bom-beros procedían al «desescombro de una de las ca-sas damnificadas por el bombardeo faccioso(...)fue encontrada en vida una niña de siete años, ala que pilló el derrumbamiento en el retrete de supropia casa, y resultó ilesa».

Un sobrino de Azaña entre las víctimasEn cuanto los bomberos «lograron extraerla,

la niña, con ojos de espanto, preguntó: “¿Ya haterminado el bombardeo?”», añade la crónica pu-blicada el martes 18. La criatura fue recogida porunos vecinos y «entregada a sus familiares, queya habían perdido toda esperanza», concluye elartículo.

Gran parte de los fallecidos eran de condi-ción humilde como lo demuestra el hecho quela Cooperativa de Pompas Fúnebres de la UGTtuviera que costear el entierro de los cadáveres«que por falta de recursos de sus familiares no po-dían enterados», relata el periódico. Pero, lamuerte no distingue entre poderosos y pobres,

ya que entre los fallecidos también estaba un so-brino político del presidente del de la República,Manuel Azaña. Antonio Martínez Díaz, ingenie-ro agrónomo y director del Cultivo del Tabacoen Valencia estaba casado con Ana Azaña.

Solé y Villarroya recogen un estremecedorpasaje de las memorias del líder republicano:«Estando todavía en el refugio, entro de pronto misobrina Anita, desecha en llanto. Yendo con su ma-rido en un autobús, una bomba estalló cerca; sumarido cayó herido y estaba desangrándose en laCasa de Socorro, donde no había medios de aten-der a tantas víctimas como llegaban. La pobre Ani-ta había venido como loca, a pedirme auxilio. Nosabía por donde ni con quien había hecho el ca-mino. Quiso tomar un taxi y se encontró dentrocon un niño sin cabeza. El espanto la tenía mediotrastornada».

Ni todo el poder de Azaña, ni el de Negrín,que dispusieron los mejores médicos de Valen-cia intervinieran al herido, impidieron que Díazsuperara una triple perforación intestinal y la le-sión pulmonar provocada por la metralla. Azañaconfiesa que la muerte de Antonio, que dejó a suviuda con 25 años, dos niños, el mayor de tresaños y otro en camino,le afectó «profundamen-te». Este trágico bombardeo también hizo queel presidente reflexionara sobre el sinsentido dela guerra. Así, escribió: «En Valencia ha habidomuchas víctimas. La indignación es grande. Aho-ra, querrán tomar represalias, las cuales daránpretexto para otros estragos, y así, hasta el infini-to destrozo. “¿Pero es que hemos de aguantarnosy no responder?”, dicen muchos. No sé que será lopeor».

«¡Asesinos! ¡¡Asesinos!! ¡¡¡Asesinos!!!» A las 10 de la mañana del domingo 2 de oc-

tubre, apenas dos día después de que el mismoNegrín abriera la sesión inaugural de las Cortesespañolas en la Lonja, cinco S-81 teñían Valen-cia de sangre. Dejaron caer sobre los pobladosmarítimos 50 bombas que, según el libro Espa-ña en llamas, «causaron otros tantos muertos, 78heridos y la destrucción de 160 casas».

El golpe más duro, sin embargo, aún estabapor llegar. El miércoles 26 de enero de 1938, alas 13.50 horas, seis bombarderos de la Avia-zione Legionaria se cernieron sobre la ciudad.Primero bombardearon el Grao y luego macha-caron el centro de Valencia. Una bomba destro-zó la fachada del Hotel Inglés,en Poeta Querol,y otra impacto ante una peluquería colectiviza-da de la calle de la Paz. «Los mató a todos, a losbarbero y a los clientes que aguardan cola en lacalle para afeitarse», explicó a Levante-EMV,Vicent Verdeguer, un valenciano testigo de aqueldrama. A sus casi 93 años, Verdeguer, que llegóa ser escolta de Largo Caballero, es el segundomilitante socialista más veterano de Valencia.

Al día siguiente El Mercantil informaba deque el bombardeo había dejado 125 muertos, en-tre ellos el británico Arnold Crone, capitán delmercante inglés Dover Abbey. En el libro del Ce-menterio General, donde fueron enterradas 58de estas víctimas, constan los números judicia-les que se dieron a los cadáveres durante la iden-tificación. El más alto es el 112. El Mercantil en-cabezaba la primera plana de su edición del díasiguiente al ataque con un enorme titular a cin-co columnas que decía «¡Asesinos! ¡¡Asesinos!!¡¡¡Asesinos!!!».

EL HOTEL INGLÉS. El bombardeo del 26 de enero de 1937 causó grandes desperfectos en el Hotel Inglés que aún existe en la calle Poeta Querol.IMAGEN DE UN DIARIO DE LA ÉPOCA/ FOTO CEDIDA POR MATÍAS ALONSO

ENTIERRO. Funeral de víctimas de los bombardeos de febrero de 1937 frente al Ayuntamiento.IMAGEN DE UN DIARIO DE LA ÉPOCA/ FOTO CEDIDA POR MATÍAS ALONSO

S-79, el bombardero veloz

LA ESTRELLA DE «LA PAVA»El historiador Eladi Mainar, en la colección LaGuerra Civil en la Comunidad Valenciana, relataque los bombarderos Savoia S-79 de la aviaciónitaliana fueron el «eje fundamental de la cam-paña de bombardeos sobre la costa republica-na». Esta estrella de La Pava, nombre que dabala población a la aviación fascista, irrumpió enel conflicto a partir de 1937. Capaz de alcanzarlos 475 km/h de velocidad, era el bombarderomás rápido de la época. Tenía un techo de com-bate de 8.500 metros de altura y una autonomíade 2.000 km a plena carga (1.250 kg de bom-bas). Estremecieron Valencia desde el gran por-taaviones que para ellos fue Mallorca

Martínez Marín, Antonio 22Cases Tamarit, Antonio 39Campos Jiménez, Nicolás 27Ramada Calvo, Vicente 23Carmona Bernabé, José 63Enterrados en el Cementerio del Cabanyal (Del 28 al 29 de enero)Baixauli Zaragoza, Julio 49García Fez, Francisco 54Devesa Lleonart, Francisco 32Cerdá Martínez, Germán 18Lacomba Ricart, Francisco 46Galindo Ortíz, Juan 34Giménez Ricolfe, Vicente 50Martínez Belenguer, Serafín 58Gabarda Garsanto, Juan Bautista 58Guillén Rams, Agustín 55Fornas Navarro, Calixto 59Navarro Canet, José 24Capitán británico (trasladado al Reino Unido)Crone, Arnold Desc.TOTAL: 71 fallecidos

Fallecidos

La tragedia, con nombres

y apellidos

Una niña de 7 años fue rescatada enValencia en mayo de 1937 traspasar 40 horas bajo los escombros.Con ojos de espanto, preguntó «¿Yaha terminado el bombardeo?».

El «Duca d’Aosta»

EL CRUCERO DEL SANGRIENTOSAN VALENTÍN DE 1937 El crucero ligero Emanuele FilibertoDuca d’Aosta, que la Regia Marinabotó en 1934 con el nombre de este

famoso condottiero del siglo XVI co-nocido como Cabeza de Hierro, pro-tagonizó la primera gran matanzaitaliana en Valencia el 14 de febrerode 1937. En ocho minutos disparóuna lluvia de 125 obuses de 152 mi-límetros que causaron 22 fallecidosy medio centenar de heridos. Al fi-nal de la II Guerra Mundial fue re-quisado por la Marina soviética enconcepto de reparación por dañosde guerra. Rebautizado con el nom-bre de Stalingrad, continuo en ser-vicio hasta que fue desguazado en1961.

5Documentos / Guerra CivilLevante EL MERCANTIL VALENCIANO ■ Sábado, 10 de marzo de 2007

José M.Vigara ■ VALENCIA

BalanceEL FORO HA REGISTRADO 200ENTRADAS Y 150 FOTOS

Una de las iniciativas más exi-tosas de Levante-EMV, en rela-ción a la colección de «La GuerraCivil en la Comunidad Valencia-na» , ha sido la puesta en marchade un foro sobre el conflicto enla web del periódico. Los lecto-res se han volcado con la idea yhan enviado decenas de aporta-ciones. En total, el foro ha regis-trado 198 entradas —o comenta-rios— y 149 fotografías, que sehan publicado en internet. Sehan incluido todos los comenta-rios que han enviado los lecto-res, a excepción de aquellos queincluían insultos. El contenido delos mensajes, en gran parte, secentra en personas que buscaninformación sobre familiares. Enotros casos, cuentan historiasdramáticas, sufridas por parti-darios de uno y otro bando, obien por sus allegados. A conti-nuación reproducimos algunosde estos testimonios.

Paco Albert García«MI ABUELO MURIÓ CON 300VALENCIANOS EN CÁCERES

«Mi abuelo Don Julián García La-guna fue cabo de la columna fantas-

ma, —columna de milicianos valen-cianos mandada por el Capitán de laGuardia Civil, Don Manuel Uribarry Ba-turell—, y murió en la Batalla de Gua-dalupe (Cáceres), el 22 de Agosto de1936, junto con otros 200 o 300 va-lencianos más. Nunca se recuperó sucuerpo y como él, el de miles de re-publicanos, nunca ha tenido el trata-miento que se merecía. Su esposa, ymi abuela, Doña Elvira Soria Chirleu,no tuvo el menor reconocimiento porparte de los vencedores. El propio Ca-pitán Uribarry le comunico la muertede su marido cuando fue a buscarloal cuartel de la Alameda».

A.Mercan«MI BISABUELA FUE VIOLADAPOR LOS MILICIANOS»

«Mi bisabuela fue violada, muti-lada y asesinada el 23 de septiem-

bre de 1936 por los milicianos de laRepública. ¿Razón? Por haber pro-testado ante el asesinato de su her-mano el día 4 de ese mismo mes.Sus únicos errores: ser católicospracticantes».

Antonio Guardia García«NADIE SE OCUPA DE LOSHUÉRFANOS REPUBLICANOS»

«Se habla mucho de los niños dela guerra. De los que nacieron fuerade España de padres exiliados o re-fugiados republicanos y de los quese fueron juntos con sus padres. Aellos les llaman «Niños de la guerra».Los huérfanos de los Nacionales quequedaron en España. De ellos, seocupó el régimen de Franco paraeducarlos y ayudarles en su desgra-cias. A esos se les llaman «Huérfa-nos de guerra». Pero nadie pensónunca en los hijos de los republica-nos que se quedaron huérfanos enEspaña despreciados por el régimende Franco y olvidados por la iz-quierda. Yo soy uno de ellos que aúnestoy en vida y conservo mi memo-ria. Hasta cerca de mis doce años,andaba por la calle errante buscan-do por los suelos cáscaras de frutapara comer y esperando que alguienme diera un trozo de pan. Quizás midelito fue ser hijo de un rojo y mecastigaron con un sello detrás de mipartida de nacimiento para no tenerderecho a nada. Por suerte la cari-dad cristiana se cruzó en mi caminoy pude entrar en un Hogar Escolarde Auxilio Social. Allí, no teníamosmás remedio que soportar esa dis-

ciplina sólo para medio comer y te-ner una cama con un colchón depaja para sobrevivir. Y yo siempre sinpoder decir de quién era hijo pormiedo que me expulsaran ya queentré sin documentación. Yo habríapodido aceptar la educación que mefacilitaban y entrar fácilmente ensus filas. Pero para mí me era impo-sible olvidar que al terminar la gue-rra civil, llegaron a nuestra casa bus-cando a nuestro padre, destrozandolos colchones con navajas y quitán-donos todo lo que teníamos de va-lor para rehacer el tesoro de Espa-ña que decían se llevaron los repu-

EL FORO DELEVANTE-EMV

pasa a la página siguiente ☞FOTO HISTÓRICA. El Campesino (derecha) durante su estancia en Calp.ENVIADA POR BENJAMÍN LAJO/DEBORAH GUIJOSA

Capitán de Infantería Luis BioscaCebrián.

Miembros del Comité de la Pobladel Duc, fusilados en Paterna.

ENVIADA POR MOISÉS TORMOENVIADA POR MARISA GONZÁLEZ

Alfons Garcia ■ VALENCIA

COMO fallecidos 41 años». Con esta ex-presión resume la vida de postguerrael alto oficial republicano Francisco

Gómez Palacios en una carta a Dolores Ibá-rruri, la Pasionaria, fechada en 1977. La his-toria de este militar fue rescatada del olvidogracias a la colección La Guerra Civil en laComunidad Valenciana. Su hija, Mari Paz Gó-mez-Palacios, decidió desempolvar viejos do-cumentos, fotografías y recuerdos a la vistadel trabajo de recuperación de la memoriainiciado por los volúmenes distribuidos porLevante-EMV. En total, una decena de his-torias más han salido a la luz al calor del es-píritu de esta publicación.

Los documentos desenterrados por MariPaz Gómez-Palacios han desvelado la im-portancia de un nombre que hasta ahora sóloaparecía esporádica y tangencialmente en al-guna síntesis histórica. Francisco Gómez Pa-lacios alcanzó el grado de teniente coroneldel ejército republicano y, como muestranlos documentos guardados durante décadaspor su familia, fue «jefe de la columna Uribes-Palacios». Esta fue una de las organizacionesde milicianos que en 1936 partió de Valen-cia para defender Madrid. En concreto, ope-ró en el frente del Tajo. Sin embargo, los li-bros de historia han hablado hasta ahora dela columna Uribes. Lo mismo ocurre con laque ha quedado como Uribes-Eixea y que enla documentación oficial de los descendien-tes de Gómez Palacios aparece citada con elapellido de este alto oficial: Eixea-Palacios.Uno de los cargos que se le imputa en la sen-tencia a la pena capital firmada en septiem-bre de 1939 es la de que «en plan de jefe rojoorganizó la columna Eixea-Palacios».

Conmutada la condena de fusilamiento, ytras cinco duros años en la prisión de Mon-tolivet, el oficial se enfrentó a una muerte ci-vil. No tuvo carné de identidad hasta 1972;para el régimen franquista estaba tan ente-rrado como todos los documentos que susfamiliares sepultaron en una casa de Alcàs-ser. Incluso su mujer cobraba una pensiónde viudedad. «Como fallecidos 41 años», talcomo escribió a la Pasionaria en 1977 reme-morando encuentros pasados, en tiempos deguerra. El círculo de silencio y olvido, quealgunos amigos comunistas intentaron rom

La línea de recuperación de la memoria histórica abierta por «La Guerra Civil enla Comunidad Valenciana» propició el rescate de personajes importantes,olvidados durante años, y de documentos que reflejan la magnitud de la tragedia.

La colección sacó a la luzdiez historias olvidadas

GÓMEZ PALACIOS. La hija del teniente coronel Gómez Palacios, con su marido y su hijo, muestra documentos a los historiadores.MANUEL MOLINES

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6 Documentos / Guerra Civil ■ Levante EL MERCANTIL VALENCIANOSábado, 10 de marzo de 2007

blicanos. Dándole a nuestra madresolamente unos días para desalojarnuestro hogar para dárselo a un mu-tilado de guerra (un teniente deFranco. Pocos días después, comono teníamos donde ir, nos llevaron acomisaría y nos echaron de Barce-lona. ¿Cómo podía yo olvidar eso apesar de mis cuatro años de edad?No somos nada más que unos huér-fanos de nadie, porque nadie seacuerda de nosotros».

Vicent Descalzo Muñoz«MI SUEGRO ABATÍA JUNKERSQUE ATACABAN VALENCIA»

«Mi suegro José Jorro, oficial deMarina, ejercía el mando en la caño-nera Laya. Era artillero de marina, ycon la defensa antiaérea de la Layahabía abatido Junkers que venían abombardear el Puerto de Valencia.Siempre nos contaba que un día queno estaba en la cañonera, ya que tam-bién se ocupaba del gabinete de cifra,la hundieron en un bombardeo. Misuegro fué condenado a muerte porrebelión militar e indultado. Se pasó 7años en la cárcel, siendo liberado enSantoña en el 46. Como el indulto fuéel 8 Dic 39, siempre celebraba su cum-pleaños ese día. Murió el 2001, con 90años,y se llevó con él secretos quesólo dejaba entrever, sobre IndalecioPrieto, que le llamaba Jorrin, sobre elBaleares, y sobre las prisiones y loscampos de trabajo».

Josep V. González«LOS QUE GANARON QUIERENQUE ESTEMOS CALLADITOS»

«Mi bisabuela decía que comerseuna sola persona un huevo frito eraun pecado mortal. Imaginemos cualera la situación de bienestar de laépoca. Han pasado 70 años, perocuando se intenta estudiar aquellaépoca, lejos de las tesis imperantesdurante el franquismo, todavía haygente, que no consiente nuestra opi-nión discordante, creen que debería-mos estar calladitos, —que para esoganaron la guerra — sus padres y susabuelos— que remover el pasado(nuestro pasado claro) es revanchis-mo y que tenemos que olvidar (nos-otros claro, ellos no). Afortunada-mentelos historiadores de cualquier

época no hicieron ni hacen caso deestas tesis, porque en caso contrariono existiría la historia».

Carlos Gadea Fuensanta«DESCANSEN LOS MUERTOS DELAS HORDAS MARXISTAS»

«Descansen en paz todos losasesinados por las hordas marxis-tas. Por razón de religión o ideolo-gía».

Mª Amparo Escrig Fernández«MI PADRE APARECE EN UN LIBRO JUNTO A CARRILLO»

«Mi nombre es María Amparo Es-crig. Hija menor de Juan José EscrigIbars y de María del Carmen Fernán-dez Ortiz. Conocido durante la GuerraCivil Española como José Escrich

Ibars. En el tercer capítulo de la co-lección de «La Guerra Civil en la Co-munidad Valenciana» apareció unafoto de mi padre en la que se en-cuentra en la tribuna al lado de Dolo-res Ibarruri, Juan Comorera y Santia-go Carrillo, fechada el 5 de marzo de1937. ¡Cuanta emoción el haber reci-bido esta foto a traves de mi herma-no que vive en Elx!. Yo vivo en Cana-da, nacií en Chile y salí al exilio en1978. Sólo quiero pedir que si alguienconocía a mis padres, o tiene algúnmaterial, que me lo hagan llegar. Gra-cias de antemano.

José Luis Bort Jiménez«MI MADRE FUE VIOLADA YAPALEADA EN COMISARÍA»

«Mi madre estuvo tres años ymedio en la cárcel por encontrarsecenando en casa de un matrimoniorepublicano. Hubo una refriega conlos policías que se presentaron enesta casa para arrestar a esta pare-ja. Murió un policía, y los otros dospolicías se cargaron al matrimonio,y se llevaron a comisaría a toda lagente que estaba en el piso.... En co-misaría, durante más de una sema-na, le estuvieron pegando palizas, laviolaron varias veces, y a causa deestos malos tratos, mi hermanita fa-lleció ya que por las palizas la lechede sus pechos se descompuso, y lanina enfermó. Se la llevaron y díasdespues le dijeron que había falleci-do. Por tres veces, se la llevaron alSaler para fusilarla con otras muje-res. Después de esta larga cautivi-

dad en prisión, y de haberle despo-jado de todos sus bienes, la soltaroncon una etiqueta de roja, imposiblede encontrar un trabajo decente yanduvo por toda Espana tratando sesobrevivir. En fin que tuvo que emi-grar a Francia donde yo mismo sigoviviendo».

Juan Español«QUIENES DIERON PASEÍLLO AMI ABUELO NO ERAN HÉROES»

«A mi abuelo le dieron el paseílloestos héroes. Se creen en posesionde la Verdad Absoluta, y lo que son esuna pandilla de revanchistas que to-

FORO INTERNET

pasa a la página siguiente ☞BOMBARDEO. Parte del consistorio de Valencia fue destruido por las bombas.

ENVIADA POR GUILLEM RUBIO RUEDAS

TERUEL. El padre del lector, en el centro.

-per sin éxito tras el advenimiento de la de-mocracia, ha quedado borrado ahora debidoal impulso de su hija menor. «Que la lucha demi padre, como la de tantos y tantos otros, noquede en el olvido», relató a este diario conemoción en diciembre pasado, ante unamesa repleta de retazos de vida en forma defotografías y documentos.

El deseo del comandante de CarabinerosRicardo Ortiz de Zárate López también hapodido hacerse realidad 67 años más tardegracias a los reportajes que Levante-EMVha publicado con motivo de La Guerra Civilen la Comunidad Valenciana. «Que el mundosepa lo que ha sucedido en este cementerio dehombres vivos», escribió en una de las 210 car-tas que redactó durante los 479 días que per-maneció en la Cárcel Modelo de Valencia,hasta que fue fusilado en Paterna el 24 dejulio de 1940 por «adhesión a la rebelión». Su

nuera decidió darlas a conocer ahora a tra-vés del periódico. Las misivas componen undocumento histórico de especial valor, yaque incluyen una contabilidad de los fusila-dos durante el tiempo que este oficial per-maneció en la prisión. Ortiz de Zárate inge-nió un eficaz sistema para hacer llegar los es-critos a su mujer, Pilar Lerma Galindo (Pi-lachu): los «torpedos» —así los llamaba— losocultaba plegados en el asa de la cesta en laque recibía de su familia ropa y comida; ade-más, la cifra de muertos aparecía entre doscruces («+ayer 47+»). Anotó en total la «saca»—era la expresión que utilizaba para refe-rirse a la salida de los compañeros hacia elparedón— de 1.211 hombres y mujeres en-tre el 10 de abril de 1939 y el último de juliode 1940. La cifra coincide con la manejadapor los principales expertos que se han ocu-pado de la represión franquista en tierras va-lencianas.

Las cartas conforman además un impre-sionante testimonio en primera persona delas duras condiciones de la vida en la cárcel.«El que estaba conmigo en mi celda es maes-tro de la Font de la Figuera; al venir a porél se me tiró al cuello y tuvieron que sacarlo ala fuerza. En fin, ya se hace uno a casi todo»,escribía el 7 de abril de 1940.

En otro papel relata: «Aquí no sé cómo nose muere uno 20 veces, pues estamos como cer-dos. A 16 por celda, sin agua ni medicamen-tos. En fin, esto es peor que la Siberia rusa».

El oficial republicano, cuyo hermano ha-bía sido fusilado por milicianos en 1936 enGuadalajara tras participar en el alzamientomilitar contra el Gobierno, firmó su últimacarta el 26 de julio de 1940 —puso la fechacuando su mujer la recibiría—, dos días des-pués de haber sido fusilado, un fin que intu-ía. «Besos y abrazos para los pitusos y para titodo lo que quieras junto con mi vida entera,tu siempre Ricardo», era la coda de cierre delescrito y de una vida.

Amadeo Vicente García Medes es otrode los nombres rescatados del olvido en laspáginas de Levante-EMV. El oficial republi-cano nacido en Algemesí fue uno de los hom-bres de confianza del mítico Enrique Líster,a cuyo lado combatió en las principales ba-tallas de la Guerra Civil: Jarama, Guadarra-ma, Brunete, Ebro. Su hijo, Vicente ManuelGarcía Perera, médico valenciano de 65 años,decidió compartir ahora sus recuerdos: losrelatos que oyó de boca de su padre en los

paseos de postguerra en la playa de la Mal-va-rosa y que conserva escritos para ganaral menos la batalla del olvido. Lo hizo para«reivindicar la memoria de toda una genera-ción. Gente íntegra, de aguante, y que ha sidoproscrita, maltratada».

«Cuando todo esto haya pasado, recuérda-me este día». Fue lo que le dijo Líster al co-mandante García Medes —así se lo contóeste a su hijo— tras un duro episodio de gue-rra en el frente del Ebro con demasiadas pér-

didas humanas. El militar valenciano se lopudo recordar cuarenta años después, en1977, cuando un fin de semana pidió a su hijoque lo llevara a Madrid. Era para ver al viejoy temido comunista. El encuentro fue en lacafetería del Hotel Ritz, precedido de unabrazo mientras ambos lloraban, rememorael médico García Perera. Su padre murióunos meses después, sin homenajes ni pala-bras de recuerdo, con sus medallas de gue-rra colgadas y envuelto el féretro en una ban-

El comandante Ricardo Ortiz de Zárate López.ARCHIVO FAMILIA ORTIZ DE ZÁRATE

MARINOS EN EL EXILIO. La hija del marino José Fernández, con las fotografías que ha recopilado.

Los reportajes han desvelado larelevancia del comandanteFrancisco Gómez Palacios, unoficial cuyo apellido dio nombre auna columna de milicianos

☞ viene de la página anterior

7Documentos / Guerra CivilLevante EL MERCANTIL VALENCIANO ■ Sábado, 10 de marzo de 2007

davía no han realizado el cambio de-mocrático. Quieren ganar la Guerradespués de 70 años. No fue un golpede estado, fue un levantamiento po-pular frente a tanta barbarie indiscri-minada. Ahora, una pandilla de imbé-ciles quiere hacernos creer que unloco, le dió por ahí y armó una guerra.Mentira».

José Sanjoaquín«TRAS LA GUERRA, SE JUZGÓSEGÚN LAS LEYES DE EUROPA»

«A los que detuvieron tras acabarla guerra se les juzgo y, en muchos ca-sos, en aplicacion de leyes comunesen toda Europa, fueron sentenciadosa muerte y ejecutados. Hoy algunosmedios y politicos intentan presen-

tarnos a esos asesinos como si fue-sen heroes y victimas del franquismoa los que hay que recompensar. ¡Queverguenza de pais!».

José V. Boscà«LOS FUSILADOS DE PATERNASON PARIENTES MÍOS»

Veo en Levante-EMV del 11 deenero de 2007 fotografía de algunosvecinos de Pobla del Duc, fusilados enPaterna por los sublevados el 13 deJulio de 1940, según se indica en el piede foto. Algunos de ellos con muchaprobabilidad son familiares mios. Po-drían ser primos o sobrinos de miabuelo Antimo Bosca, y a su vez creoque serían parientes de unas tías míasque vivían en la Casa de les Paues dePobla del Duc, ya que mi bisabueloEduardo (padre de Antimo) procedíade la Pobla y tenía allí varios herma-nos (Estanislao, Jose María, Josefa yVicente Ulldemolins, y otros). Por loanterior desearía poder contactar conla persona o personas que hayan fa-cilitado dicha foto.

Justo Serna«FELICITO A LOS AUTORES DELA COLECCIÓN»

«Quiero felicitar a los responsa-bles de esta iniciativa, algunos deellos compañeros míos en la Univer-sidad. Es preciso que el conocimien-to histórico se transmita más allá delámbito académico y que, por tanto,llegue a la población. Es el único modode eliminar tópicos y de desalojar alos intrusos publicistas o ideólogos

que confunden y enredan. Los histo-riadores tratan de cosas general-mente desaparecidas, de hechos oprocesos del pasado que ya no estány que por tanto no forman parte de laactualidad, de la urgencia de cada día.

Encarna Jaenca«MI PADRE FUE A RUSIA A

PILOTAR Y YA NO VOLVIÓ»

«Mi padre fue uno de esos jóvenesque se marchó a Rusia para formarsecomo pilotos. Hace tres años, y por cu-riosidad, fui al pueblo natal de mi pa-dre (fallecido en 1978), pero la sor-presa fue, que ni había nacido allí, nise llamaba Pedro Maroto como yo co-nocía a mi padre. Me puse a investi-

gar y descubrí: que en el 1938 se fuea Rusia a ser piloto, al terminar la gue-rra civil Española y ganar Franco, nolos dejaron regresar, se dedicaron atrabajar en diferentes fabricas, y al-gunos, solicitaron participar en la se-gunda guerra mundial a lado ruso enagradecimiento. Pero lo curioso de micaso, es que mi padre fue seleccio-nado, por sus actitudes especiales,para los servicios secretos, siendouno de los más destacados en todoslos sentidos (esto lo se porque estoyrecibiendo documentos que lo ava-lan). La fecha en la que salió de Rusiano la sé concretamente, pero fue atra-vesando Europa ayudado por enlaceshasta llegar a Francia donde trabajóen la fábrica Renault (como tapade-ra). Y entró en España más o menosen 1947 con un aparato para emitir enmorse, falsifico su documentación yformó familia con mi madre, y poste-riormente nacimos mi hermano y yo.El año exacto no lo sé, pero yo era pe-queña cuando unos señores vinierona casa, y a partir de ahí, mi padre fueseguido donde fuera, tenía que reu-nirse con una persona un día concre-to de la semana, y cuando falleció, es-tuvieron en su entierro. Se que fuébuscado, porque tengo el documen-to de búsqueda, pero ¿por qué no loapresaron? ¿hubo un acuerdo entreambas partes?. Aquí en España mehan ayudado muchísimo en las enti-dades con las que me he puesto encontacto. Ahora estoy solicitando in-

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ENVIADA POR JOAQUÍN A. CRESPO

VALENCIA CAPITAL. Azaña, en el centro, en el ayuntamiento, en la época. ENVIADA POR VICENT MENCHÓ

ARTILLEROS. Antonio Párraga, junto al cañón, con otros combatientes.ENVIADA POR JAVIER PÁRRAGA

dera republicana. El relato de este doctor hasacado también a la luz la peripecia de Sal-vador Trull, aquel hombre vestido a la eu-ropea y de acento diferente que en el verano

de 1949 llamó a la puerta de la casa de la fa-milia García Medes en el distrito marítimode Valencia. Resultó ser un sargento de Al-gemesí que había combatido al lado del co-mandante.

Aquella mañana narró la historia fantás-tica de sus años posteriores: su experienciaal borde del suicidio en un campo de refu-giados de Francia; su participación en la IIGuerra Mundial como soldado de la artille-ría francesa y su cinematográfica entrada enParís a los mandos de un carro de combate,en competencia con los soldados norteame-ricanos por ser los primeros en llegar a la ciu-dad el 24 de agosto de 1944.

Otra vida de película recuperada casi se-tenta años después ha sido la del marino deAlicante José Fernández: submarinista, ar-tillero y traductor para las fuerzas aliadas trasel exilio de la Guerra Civil.

Su hija, Victoria Fernández Díaz, cate-drática del departamento de Francés en laEscuela Oficial de Idiomas de Valencia, harecopilado la historia de un millar de mari-neros exiliados como forma de homenaje asu pare y sus compañeros.

La profesora ha reunido fotos, documen-tos, medallas, objetos y testimonios escritosy verbales de familiares y amigos de aque-llos combatientes. En total, se calcula queunos 4.000 miembros de la flota republicanapartieron desde el puerto de Cartagena trasla victoria de las tropas franquistas. La mitadse estima que regresaron en los meses si-guientes, mientras que unos 1.900 perma-necieron exiliados.

José Fernández no volvió a España hasta1969, cuando se instaló en Cartagena —pri-mero solo; luego, con su mujer y sus hijas—, donde se ganó la vida dando clases de in-glés y francés. Más tarde se instalaría en Va-lencia, donde organizó varios encuentros demarinos exiliados y murió en 1999.

De su experiencia en Europa, su hija re-cordó el paso por un campo de trabajos for-zados de Austria en enero de 1943, de don-de escapó unos meses después para incor-porarse a la resistencia francesa. Despuésformaría parte de una de las unidades delejército norteamericano que entró en Berlín.Vio los hornos crematorios de Dachau lle-nos de cadáveres —relató Victoria— y elNido del Águila, la residencia de verano deAdolf Hitler. Entre el millar de nombres do-cumentados por la profesora figuran los de

59 marinos valencianos. Cuatro de ellos noconocieron las luces y sombras del exilio, yaque fueron fusilados en Cartagena antes deque pudieran escapar.

Una fotografía enviada por un lector —elinvestigador Benjamín Lajo— ha permitidoasimismo descubrir cómo el temido oficialdel ejército rojo Valentín González El Cam-pesino pasó sus últimos años de vida en Calp.El militar, conocido por la agresividad y laviolencia de algunas de sus acciones, fue elúltimo de los mandos comunistas en aban-donar el país en 1939. Tras una dura expe-riencia en la Rusia estalinista —su oposiciónal régimen lo condujo a Siberia— y su esca-pada de la opresión soviética hacia distintospaíses, regresó a España en 1977. Pasó unperiodo en Madrid y luego se estableció enCalp, donde su mujer y sus hijos se habíaninstalado a mediados de la década de los cua-renta. En la villa de La Marina moriría en1985, según el comentario que realizó a estediario la ex alcaldesa de la localidad VioletaRivera, que conoció a los familiares directosdel viejo combatiente.

Los reportajes publicados por el periódi-co con motivo de La Guerra Civil en la Co-

OFICIALES. Un grupo de mandos republicanos, con Gómez Palacios en el centro, en El Pardo.LEVANTE-EMV

Amadeo Vicente García Medes.LEVANTE-EMV

FERRAN MONTENEGRO

Las cartas del oficial Ortiz de Záratehan mostrado la crudeza de la vidaen la cárcel Modelo de Valencia,donde contabilizó 1.211 hombres ymujeres llevados al paredón

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8 Documentos / Guerra Civil ■ Levante EL MERCANTIL VALENCIANOSábado, 10 de marzo de 2007

formación en Rusia, y la verdad quees toda una sorpresa, pero me que-dan piezas por ordenar, por este mo-tivo me he puesto en contacto con us-tedes, porque su ayuda puede ser unaventana abierta a mis dudas».

Guillem Rubio Ruedas«EL HOSPITAL DE AVIACIÓNDEL VEDAT DE TORRENT»

«Según algunas investigacionesque he estado realizando, he sabidoque en el Vedat de Torrent hubo unHospital Médico-Quirúrgico de avia-ción en el periodo del 37-39. Este hos-pital se dedicaba a recoger y a operara pilotos republicanos heridos de los

frentes de batalla. Este hospital esta-ba dirigido por Anastasio Martín Pé-rez, director y cirujano de los Hospi-tales del Vedat (Valencia) y Murcia,que también había otro allí. Actual-mente es una residencia de ancianos,y creo que esa residencia era el hos-pital de aviación, pues justo antes deser residencia o al menos de pintar eledificio de entrada, en los ventanalesde entrada, entre ellos habia un sím-bolo, este símbolo era el de la avia-ción republicana y abajo del símboloponía «aviación republicana». Esto melleva a pensar que igual este pudo serel hostpital de aviación. Además estasituado en una zona estratégica en elVedat, desde la cual se ve toda Va-lencia y unas muy preciosas vistas.Esta residencia o casa, se componede una planta baja con dos pisos, es-tán pintados y reformados, por eso yano se puede ver el símbolo y la ins-cripción de aviación republicana, perotiene un torreón bastante alto desdeel que se ve Valencia. El torreón noestá reformado ni pintado, sigue in-tacto, y mi pregunta era si por casua-lidad vosotros ¿sabéis si esa residen-cia era el hospital de aviación o no fueese?. Si no teníais alguna informacónde ello, ya sabéis que hubo un hospi-tal de aviación en el Vedat de Torrent,en el periodo del 37-39.

Ramón García Sacristán«ACERCA DE RAMÓN GARCÍA,QUE FUE DIRECTOR GENERAL»

«Quisiera cualquier informaciónacerca de Ramón García Meseguer fun-

dador del partido comunista en Sueca.Realizó la reforma agraria en Sueca congran éxito, consiguiéndose produccio-nes de arroz nunca vistas hasta enton-ces. El ministro de agricultura visitó lapoblación y quedó impresionado. Dehecho nombró a Ramón García Mese-guer director general de cooperativas.Era una persona culta, con varias ca-rreras y entre sus amistades estabanpersonas de la cultura como el maes-tro Serrano. Ruego, sobre todo a veci-nos de Sueca, cualquier información»

Ramiro Rueda Cabello«EN LA RIOJA PUDIMOS SACARLOS RESTOS DE LOS NUESTROS»

«Yo soy de La Rioja y allí ya el año1981 aparte de hacer una relación delos 2000 fusilados y plasmarlo en treslibros (con pelos y señales) que a al-gunos que todavía vivían no les sen-tó nada bien porque estaban entrenosotros y habían sido los que apre-taron el gatillo. Yo, por ejemplo, supeno sólo quién denunció a mi abuelosino quienes dispararon y quién los

enterró y aunque tarde pude decirlescuatro cosas. Nos dijeron donde loshabían enterrado, y con nuestro di-nero se les sacó de la fosa, y hoy des-cansan en el cementerio de Arnedobajo una lápida en la que están todossus nombres y edades. !Qué tristeza!pero eso es otra historia. Por todoesto me quede un poco triste al verque lo del Cementerio de Valencia noha tenido ningun apoyo. Parece queaquí esos desgraciados nunca tuvie-ron familia, una pena.

FORO INTERNET

EL CRUCERO LIBERTAD. La tripulación del buque insignia de la flota republicana, en Cartagena en 1938.ENVIADA POR VICTORIA FERNÁNDEZ

El brigada Francisco Mas García,de Quart de Poblet, que muriófusilado en Tenerife.

ENVIADA POR J.DIONISIO GASCA

-munidad Valenciana también desvelaron lahistoria de Manuel Navarro, el tío Boira,un hombre ahora de 86 años que cuando te-nía 16 trabajó de jardinero en una de las vi-llas que los miembros del Gobierno de la IIRepública ocuparon en Náquera entre no-viembre de 1936 y octubre de 1937. Navarrovio de cerca a Juan Negrín, Manuel Azaña,Indalecio Prieto o la Pasionaria. Unos vivíanen Náquera, otros en Bétera y Serra, enmansiones de la burguesía valenciana in-cautadas. A Dolores Ibárruri la recuerda cu-rando y poniendo inyecciones a los enfer-mos; al preesidente Negrín, amable, salu-dando e interesándose por la faena de los tra-bajadores.

El tío Boira no ha olvidado, pasados losaños, la contraseña que empleaba para poderentrar a la zona residencial. «Badajoz» le de-cía el soldado de turno y él tenía que contes-tar: «De España». Las medidas de seguridaderan elevadas e incluso la casa de Negrín fuepintada de verde para camuflarla entre los ár-boles. Todos los viernes había Consejo de Mi-nistros en Villa Carmen, hasta que los go-bernantes tuvieron que huir precipitada-mente por el avance de las tropas franquis-tas. No se llevaron casi nada e incluso en unavilla se quedó una paella intacta.

La historia del valenciano Amadeo Tarínha podido recuperar la dura experiencia vitalde los 26.000 republicanos que fueron obli-gados a trabajar como esclavos para el régii-men nazi en la Ii Guerra Mundial. Eran losRotspanien (rojos españoles), reclutados for-zosamente para trabajar en la OT, la Organi-zación Todt —apellido del ingeniero que creótodo un entramado empresarial al servicio dela causa de Hitler—, y que fueron enviados alevantar uno de los megalómanos proyectosdel Führer: el Muro Atlántico, una línea defortificaciones, bases de submarinos y bún-kers con los que pretendía frenar el desem-barco aliado en la costa francesa.

Este teniente nacido en Cheste en 1902dejó escrito en una pequeña agenda de 1942las duras condiciones de vida de estos escla-vos del nazismo: turnos de hasta 17 horas detrabajo sin prácticamente días de descanso;todo, por un sueldo de 1.114 francos al mes.Caídas, derrumbes y heridas eran frecuen-tes. Pero lo más temido, según el relato deaquellos días, eran los bombardeos aliados.

«Volaron las golondrinas», anotaba en su dia-rio cada vez que los aviones descargaban susbombas en la zona. «El sueño, el hambre y laspulgas son mis amigos inseparables», escribióen su pequeña libreta, que guarda tambiénsu temor a ser declarado inútil después de en-fermar y ser trasladado a un hospital. La vida

como esclavo, viene a mostrar Amadeo Taríndesde el pasado, era mejor que caer en uncampo de concentración de la Francia cola-boracionista, de donde salieron miles de es-pañoles hacia las áreas de exterminio nazis.Al final, según ha explicado su hijo en las pá-ginas del diario, pudo escapar de la Gestapoy se ocultó en Francia hasta el final de la gue-rra. Volvió «amargado» a Valencia, donde mu-rió en 1970.

La vida de Antonio Balaguer ilustra lasdramáticas consecuencias familiares de laguerra. Este Tarzán del Grao de Valencia,conocida por sus hazañas de fuerza y valorentre los estibadores del puerto, demostró elmismo arrojo en el frente de Teruel, dondealcanzó el grado de capitán del ejército repu-blicano. Pero los héroes sólo son invenciblesen el celuloide y Antonio murió a tiros en unaacción imposible. Se había casado con una jo-ven gitana, que combatió a su lado hasta quese quedó embarazada, y que antes de la gue-rra se fue con su padre para huir de la repre-sión. La familia de Antonio no la volvió a very se convirtió en un misterio hasta que un so-brino la localizó —y al hijo del coloso— en Al-bacete cuarenta años después tras una largabúsqueda.

Los reportajes de Levante-EMV han sa-cado a la luz personajes enterrados por el ol-vido y también documentos importantes.Como los que muestran que Camporroblesfue una importante base de misiones aéreasdel ejército de la II República. Entre abril yjulio de 1938 fue una de las principales pis-tas de despegue y aterrizaje de aviones. Eltamaño de las infraestructuras levantadascorrobora esta relevancia. Desde Campo-rrobles partió además una de las expedicio-nes más arriesgadas de la aviación republi-cana, la que tenía como objetivo bombarde-ar el aérodromo de la temida Legión Cóndor(la aviación nazi que apoyó a Franco). Fra-casó al no poder mantener los aviones la al-tura necesaria para no ser descubiertos.

Otros documentos importantes rescata-dos en las últimas semanas son los que hamostrado el secretario general del SindicatoIndependiente, Fermín Palacios, Muchosde ellos son «bases de trabajo» —los conve-nios laborales de hoy— de los años 30 refe-ridas a distintos sectores. El archivo de estesindicalista conserva también curiosidades,como peticiones de información sobre la con-ducta de algunos ciudadanos.

MANUEL NAVARRO. Fue jardinero en las casas de los miembros del Gobierno de la II República. J. M. V.

Las penalidades de un exiliadoconvertido en esclavo del régimennazi y el reencuentro de una familia40 años después de la guerra hansido temas de los reportajes

Los documentos de Amadeo Tarín.LEVANTE-EMV

Antonio Balaguer, junto a su mujer.LEVANTE-EMV

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