En El Esplendor de Su Santidad

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En el esplendor de su santidad:

gua prctica para la adoracin pblica

Por Stephen Phifer

Para dirigir una adoracin pertinente, transformadora, y autntica hay que tener en cuenta cuatro preguntas.

Tributad a Jehov, oh hijos de los poderosos,

Dad a Jehov la gloria y el poder.

Dad a Jehov la gloria debida a su nombre;

Adorad a Jehov en la hermosura de la santidad.

(Salmo 29:1,2).

EL MBITO DE SU ESPLENDOR

Los adoradores pueden superar las ataduras de la tierra para habitar por un tiempo en los lugares celestiales. Los fieles que han vivido antes que nosotros, llenan una inmensa galera. Miles y miles de ngeles juguetean llenos de gozo. Unas impresionantes criaturas llenas de alas y de ojos, rodean toda la atmsfera, mientras proclaman en alta voz: Santo! Santo! Santo! De alguna manera que no entendemos, en medio de todos estos sonidos y todo este movimiento, hay una quietud: el enfoque en Aqul que se sienta en el Trono.No hay angustia; no hay dolor. Todo es salud, sabidura y paz, porque l ha reconciliado todos los conflictos y ha pagado todas las deudas. ste es el mbito del esplendor de su santidad.

El Nuevo Pacto describe lo que sucede cuando los redimidos del Seor lo adoran en espritu y en verdad dentro de ese mbito (Hebreos 12:2224). 22sino que os habis acercado al monte de Sion, a la ciudad del Dios vivo, Jerusaln la celestial, a la compaa de muchos millares de ngeles, 23 a la congregacin de los primognitos que estn inscritos en los cielos, a Dios el Juez de todos, a los espritus de los justos hechos perfectos, 24 a Jess el Mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que la de Abel.

Dios nos ha invitado para que participemos en este gozo, en este enfoque, y en esta salud. Jess nos abri el camino al hacerse hombre, invadiendo el mbito de la muerte para que nosotros pudiramos entrar en el mbito de la vida (Hebreos 10:1825).

Pues donde hay remisin de stos, no hay ms ofrenda por el pecado. 19 As que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santsimo por la sangre de Jesucristo, 20 por el camino nuevo y vivo que l nos abri a travs del velo, esto es, de su carne, 21 y teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios, 22 acerqumonos con corazn sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura. 23 Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesin de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometi. 24 Y considermonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; 25 no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortndonos; y tanto ms, cuanto veis que aquel da se acerca.LAS CUATRO PREGUNTAS

Para entrar al mbito del esplendor de su santidad; para dirigir una adoracin que tenga relevancia y poder transformador, y que sea autntica, vamos a reflexionar en cuatro preguntas:

1. Cmo pueden los pastores y los directores de alabanza crear un ambiente en que el pueblo tenga un encuentro con Dios?

2. Cmo pueden ellos estructurar las experiencias de esa adoracin de manera que el Espritu de Dios la gue?

3. Cmo pueden guiar la adoracin de tal manera que las personas se entreguen a ella de corazn?

4. Cmo pueden introducir la Palabra de Dios dentro del culto de adoracin?

El Salmo 29:1,2 nos da un bosquejo de lo que es necesario hacer:

Tributad a Jehov: la adoracin pblica debe tener estar centrada en el Seor Jess.

la gloria y el poder: la energa que mueva el culto debe ser el poder del Espritu de Dios.

la gloria debida a su nombre: la medida de la adoracin debe ser el carcter de Dios; no la cultura contempornea ni las necesidades o los deseos de la gente.

Adorad a Jehov en la hermosura de su santidad: esta clase de alabanza llevar a los adoradores al mbito del esplendor de la santidad de Dios, donde sus necesidades son satisfechas.

UN AMBIENTE QUE PRODUZCA UN ENCUENTRO CON DIOS

El ambiente propicio para la adoracin debe comenzar por Aqul a quien adoramos. Todo cuanto planifiquemos, edifiquemos, presentemos, hagamos, y digamos debe representar de una manera adecuada quin es Dios. Antes que comience el culto, es necesario que el lugar exprese la gloria de Dios. El santuario debe reflejar a la Luz del Mundo Jess. Podemos comenzar la renovacin de nuestra adoracin con un remodelado del lugar donde adoramos. Gracias a Dios, hemos dejado atrs la plataforma que tenan las generaciones del pasado. Necesitamos enfocar nuestra creatividad en la necesidad de sealar a los adoradores hacia el Seor. Es posible que un lugar neutral no conduzca ms a la adoracin, que otro repleto de cosas o incluso descuidado. Cada congregacin es nica; confe en el liderazgo del Espritu para su iglesia.

El reto de crear un lugar sagrado es sobrecogedor. Muchos lderes transforman en santuarios los auditorios y los centros cvicos. Para transformar una sala en un saln de adoracin usan smbolos llenos de significado, como Biblias, plpitos, cruces, mesas para la Santa Cena, y vitrales de colores. Si no es posible tener esos smbolos, proyectarlos en las paredes podra transformar la sala en un ambiente ms propicio.

Mientras se van reuniendo los adoradores, una iluminacin de buen gusto y una msica atrayente pueden preparar los corazones para la adoracin. La iluminacin del lugar destinado a la adoracin debe incluir a todos los presentes. En algunos casos, la sensacin de intimidad podra conducir a un sentimiento de aislamiento por parte del adorador. Una iluminacin invitadora ayuda a rescatarlo de la sensacin de que no es ms que un espectador en medio de un concierto. Todos y cada uno de los adoradores necesitan sentir la presencia de la congregacin, y entender que forman parte de una iniciativa grandiosa (Salmo 22:22; Hebreos 12:2). Hay que tener sensibilidad espiritual para crear el mejor ambiente para la congregacin.

Cuando los cultos de adoracin se centran en Jess, todo seala hacia l. Cuando las personas se han reunido para dar a Jehov la gloria debida a su nombre, el Espritu Santo les puede revelar a Jess, tanto al santo como al pecador.

ESTRUCTURE LA ADORACIN DE MODO QUE EL ESPRITU LA GUE

En el siglo veinte, el pentecostalismo clsico desarroll una estructura en tres partes, que ha sido tan eficaz que el testimonio pentecostal ha atravesado el planeta en un solo siglo: adoracin/palabra/altar. En el siglo veintiuno, esta estructura retiene an su validez, y es digna de ser considerada y usada por los lderes de hoy.

La adoracin es el ministerio de la congregacin al Seor. El Espritu del Seor quiere guiar a la iglesia en adoracin. El pueblo de Dios es un sacerdocio real y santo, llamado de las tinieblas a la luz con este propsito (1 Pedro 2:59).

Debemos considerar la accin de gracias, la proclamacin, la oracin, y la adoracin por parte de la congregacin como los propsitos primarios, y no como actos preliminares. El Seor ha prometido habitar en la alabanza de su pueblo y ser entronizado en ella (Salmo 22:3).Necesitamos ver el ministerio de la congregacin como la parte del culto que est a cargo del Espritu (Juan 4:24).

La palabra es la predicacin de la Palabra de Dios, y es esencial para la adoracin. Al Espritu Santo le interesa exaltar a Jess y edificar a la iglesia (Juan 1416; 1 Corintios 1214).

La lectura y la predicacin de la Biblia es la parte del culto que tiene que ver con la verdad.

El altar tiene que ver con la oracin colectiva. Los pentecostales pasamos ms all del llamado al altar, para llegar a un culto de altar. Este momento de oracin colectiva naci en el movimiento de santidad del siglo diecinueve, en que los creyentes permanecan a la espera de la segunda bendicin. En el siglo veinte, el culto de altar se convirti en un momento de oracin para toda la iglesia. Hay quienes han puesto en tela de juicio, y con razn, los llamados al altar en los que se somete a las personas a fuertes presiones, y los consideran abusivos y manipuladores, adems de considerar que tienen poco apoyo en las Escrituras. No obstante, la oracin colectiva es vital para la vida pentecostal, y su base bblica es indudable y dominante.

El Espritu de Dios nos quiere guiar dentro de esta triple estructura en la adoracin. Es una estructura transcultural y entre generaciones. La encontramos en el modelo de adoracin del Tabernculo y del Templo, y tambin cuando los adoradores del Nuevo Pacto acuden ante la presencia del Seor.1

Modelo de adoracin en el Tabernculo y el Templo

Salmo 100; Hebreos 8:6El orden de un culto Pentecostal

Los atrios exteriores

Entremos por sus puertas con accin de gracias.El culto comienza con alabanza colectiva, en un espritu de accin de gracias por lo que ha hecho Dios.

Entremos por sus atrios con alabanza.Los adoradores se centran en quin es Dios, con la proclamacin de su carcter y de sus obras.

Humillemos nuestro corazn ante el Seor, tratando de acercarnos a l (el altar del sacrificio).Los adoradores manifiestan su afecto al Seor Jess por medio de los cantos de oracin colectivos.

Los adoradores dan ofrenda al Seor conforme a lo que se han propuesto en su corazn.

Los atrios del Templo

El Lugar Santo

El altar del incienso de la oracin.

La mesa con los panes de la proposicin y la Palabra.

El candelabro de oro de la luz y el poder del Espritu Santo.La iglesia ora unida en el poder del Espritu.

Se lee y predica la Palabra en el poder del Espritu.

El Espritu Santo llena de poder las oraciones de la iglesia y la predicacin de la Palabra.

El Lugar Santsimo

Pasar a travs del velo rasgado para entrar en la Sala del Trono de Dios. La presencia manifiesta de Jess, el arca de la presencia y del pacto, renueva a todos los que entran.Despus de haberle ministrado al Seor en adoracin y de haber recibido el ministerio de l en la Palabra, la iglesia responde en oracin segn la dirija el Espritu. Experimentamos seales y prodigios, salvaciones, sanidades, liberaciones, bautismos en el Espritu, y llamados al ministerio.

La triple estructura de la adoracin pentecostal tiene hoy tanta pertinencia como en el siglo veinte, puesto que por medio de ella podemos tener un encuentro con Dios. Es revolucionaria, porque libera por completo la razn de ser de la Iglesia: adoracin/discipulado/testimonio.Es real, porque el Espritu Santo unge an la adoracin, la predicacin de la Palabra, y las oraciones colectivas. Podemos llenar esta estructura con una asombrosa variedad de expresiones, siempre que cada una de las presentaciones encaje debidamente dentro de su parte del culto de adoracin, de la Palabra, o de oracin.

A LA GENTE SE LA CAPTA POR EL CORAZN

Cualquiera que sea la estructura, el Espritu Santo est interesado sobre todo en el corazn del adorador. Jess cit a Isaas al referirse a la adoracin vaca que l se haba encontrado en el Templo. Los judos haban reemplazado los mandatos de Dios con las preferencias de los hombres. El resultado haba sido una forma externa de adoracin, desprovista de poder. Sin el poder y la presencia del Seor, la msica de las iglesias no es ms que msica, y los cultos de adoracin se limitan a ser slo reuniones pblicas.

Por integrales que sean la estructura y el enfoque del culto, si no se capta a las personas desde el corazn, no se acercarn al Seor, y l no se acercar a ellos.4 Nunca alcanzarn el mbito del esplendor de su santidad.

La adoracin del corazn es obra del Espritu Santo. Los pastores y los directores de alabanza deben predicar y manifestar que estn adorando con el corazn, teniendo el cuidado de no presentar sus preferencias personales como si fueran la Palabra de Dios. Son numerosas las verdades bblicas sobre la adoracin acerca de las que se puede predicar. Escudrie la Palabra para descubrir lo que Dios dice con respecto a la adoracin. Su verdad tiene infinitamente mayor importancia que las tendencias culturales del momento.

Cuando usted predique desde el plpito el significado de la adoracin, y lo manifieste en su vida desde la plataforma, se producir una transformacin en el corazn de los oyentes. Mientras esto no suceda, en el peor de los casos habr guerras acerca de la adoracin, en que cada uno querr imponer sus preferencias, y en el mejor de los casos habr cultos muertos, en que las personas se mantendrn desentendidas de la adoracin, y atrapadas en un mbito terrenal nada saludable.

El corazn de adoracin es un corazn humilde centrado en el Seor Jess y conmovido por las mismas cosas que a l le interesan con respecto a la iglesia y al mundo. Las principales de esas preocupaciones son la salud de toda la iglesia y la sanidad de la humanidad.El hecho de estar dispuestos a entrar en la adoracin, cualesquiera que sean las circunstancias, llena de energa al corazn que adora.

En el proceso de transformacin espiritual, los conjuntos de canciones necesitan tener pertinencia y autenticidad para poder ser transformadores. La msica de adoracin es una forma de arte altamente funcional. Juzgue los cantos que utilice de acuerdo a la eficacia que tengan en estas dos dimensiones: deben estar llenos de la gloria que es debida a su Nombre, y toda la congregacin debe tener la posibilidad de usarlos.

Deles a conocer su letra y asegrese de que la msica est bien planificada y preparada, y sea bien presentada. Cuando una congregacin est de pie en silencio, mientras escucha al grupo que dirige la adoracin, es seal de que se est tocando una msica disfuncional.

Los nuevos cantos pueden ser tan fciles de cantar y tan llenos de verdad como los que ya nos son familiares.

Es necesario que todo el mundo comprenda que los cantos forman en conjunto un sacrificio vivo de alabanza. Lo que le corresponde hacer a cada uno de los adoradores es dar al Seor la gloria debida a su Nombre, y no limitarse a cantar sus cantos favoritos. Es necesario que la msica sea tan variada y rica como lo es la naturaleza de Dios. Escoja la msica ms por las Escrituras que por las preferencias personales, o por las normas que estn de moda.

Es necesario que presentemos una msica majestuosa, puesto que Dios es majestuoso; y que presentemos una msica llena de intimidad, puesto que Dios es ms cercano que un hermano.

As como Dios ha creado un universo con increble diversidad, necesitamos que la msica que usemos para adorarle sea tan diversa como las culturas representadas en la congregacin. No debemos presentar una representacin de Dios que slo sea unidimensional.

Al igual que en la creacin, debe haber unidad dentro de la diversidad: todos los cantos deben estar de acuerdo con la Palabra de Dios. Cuando usamos esta clase de msica, nos unimos a los cnticos de los ngeles y los testigos en el mbito celestial.

LLEVE LA PALABRA DE DIOS AL CULTO DE ADORACINCuando medimos la adoracin con la vara de la gloria debida a su Nombre, esa adoracin despierta hambre por conocer mejor la Palabra de Dios. Si en nuestra manera de pensar hemos asignado la Palabra al predicador y la adoracin a los que cantan y los que tocan los instrumentos musicales, nos hemos equivocado. Necesitamos cantar y leer la Palabra, tanto como necesitamos predicarla. Es irnico que nosotros, los que decimos creer que la Biblia es la Palabra de Dios, slo leamos tal vez uno o dos versculos de ella en nuestros cultos.

Las tradiciones cristianas ms antiguas nos llaman a tener en todos nuestros cultos lecturas de los Salmos, del Antiguo Testamento, del Nuevo Testamento, y de los pasajes de los Evangelios. Pablo le orden a Timoteo que leyera las Escrituras en pblico (1 Timoteo 4:13).Hay muchas maneras de leer las Escrituras en los cultos:

Es frecuente que entre los directores de adoracin haya buenos lectores.

Los cantos sacados de las Escrituras se prestan muchas veces para combinar la fuente bblica con el canto en s.

Se pueden presentar actores que hagan de profetas, salmistas, apstoles, y personajes de las narraciones bblicas.

Las presentaciones en video de las lecturas bblicas, unidas con msica e imgenes, pueden ampliar la comprensin de las Escrituras y aadir un impacto emocional.

La recitacin responsorial por parte de la congregacin es un mtodo muy antiguo y poderoso.

Los llamados a adorar a partir de los Salmos y de los pasajes doxolgicos del Nuevo Testamento son eficaces.

Se puede enriquecer la oracin colectiva con el uso de oraciones comunes. Proporcione oraciones bblicas de intercesin y asentimiento en la adoracin pblica, para que los hermanos de la iglesia las usen en su adoracin privada. El lugar secreto de adoracin tiene la misin de alimentar la adoracin en pblico (1 Corintios 12; 14), y el uso de las oraciones comunes y las Escrituras puede ser muy til para lograr mayor unin espiritual dentro de las iglesias.

RESUMENEl uso de la Palabra de Dios en la adoracin comienza el proceso de transformacin que produce una renovada adoracin.A medida que la Palabra de Dios vaya obrando en los corazones, ir surgiendo en las personas un corazn de adorador, y entrarn en la adoracin. Segn el Espritu Santo dirija la adoracin, con una estructura bblica que libere a la iglesia para el pleno cumplimiento de su misin, l mismo ir transformando el ambiente de adoracin a formas que irn ms all de ser superficiales y cosmticas. El Seor responder a los sacrificios de alabanza de su pueblo, cuando demos la gloria debida a su Nombre.

Su presencia es autntica, transformadora, y pertinente. El mbito del esplendor de su santidad espera a aqullos que estn dispuestos a adorarle en espritu y en verdad.