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A. Fontanet, T. Estradera, Cesc, Pla Domenech, A. Alos, han presentado nuestra pintira en el Pabellón Español de la Feria de Nueva York. Congratulémonos. El Salón de Barcelona está en construcción, ignoramos los arquitectos. que lo levantan y su emplazamiento. El Salón de Mayo está desbordante de colores, ufano, pletórico de vida, sus flores solicitadas. El Salón de San Jorge pasó a mejor vida, sin pena ni gloria. Ni la prensa le dedicó esquelas. ENRIQUE TÁBARA El misterio que supone la pintura téticos; no se acusan de una manera pictóricos sobre el fondo; opera el in- de Luis Enrique Tábana Zerna está industrial las materias plásticas, ni telecto para transformarlo todo en conseguido por profundos efectos es- se repliegan sin motivo los objetivos una supuesta presencia real, espiri- ENRIQUE TÁBARA - Oleo 1959 • este pintor de Centro América residente en Barcelo F que admira nuestra ciudad en la cual ha desarrollado su mayor actividad Artística. tualizándola, buscando arrancar de las entrañas del mismo fondo mate- rial las consecuencias de una razón que clama sus derechos para salir a la superficie, como principio genera- dor de una humanidad consciente; sus pellas cromáticas no son caos fio- tantes, como existencias errantes por el espacio; es una formación de oscu- ridad y luz, regulada por la ciencia de pensar pintando, acusada de re- lieves distribuidos como fibras y teji- dos sueltos, propensos a unificarse para catalizar, parecen inalterables a otros fines que no sean realidades corpóreas, palpables, latentes, vivas, para dejar reflejada para siempre la idea motriz, tal como es y está conce- bida. Sus composiciones informales inspi- ran estados fenoménicos, un mundo plástico rico de formas vagas, pero conducidas estéticamente para efec- tuar algo importante, para impresio- narnos, quizá para hacernos pensar en un más allá, son obras de un crea- dor particular que se recrea en ha- cernos vivir profundidades insonda- bles o alturas cósmicas inaccesibles, sino en envolvernos en una oscuridad cavernosa para despertarnos el deseo de las filtraciones de luz como una esperanza de vida, como el chorro de agua que se espera con ansia para apagar la sed, también para infun- dirnos temor a las tinieblas y hacer- nos amar a Dios como salvación de nuestras almas perdidas en la nada. La obra abstractiva del pintor Tá- bara son de una concepción elevada, religiosa; obedecen a un remoto ori gen, de reminiscencias indígenas, aun- que él no se propone darnos versiones de su mundo ancestral; sus composi- ciones son metafísicas, huellas y mi- gajas espirituales de su raza. En c. arte actual las obras realmente autén- ticas son frutos raciales, están alen- tadas por el rescoldo autóctono de cada pueblo, ardiente en cada ser; no se apaga la voz de la sangre, se ahoga el grito de las tradiciones seculares. Las obras de Tábara son las que acusan personalidad, inde- pendencia y llevan pegadas el seli_ de su idiosincrasia. El informalismo de Tábara es pro- pio, sano y espiritual; en esta última cualidad es donde habríamos de bus- car los valores esenciales de su pin- tura; podemos separarlos del infor- malismo vanal y gratuito; dedicar- nos a analizar sus raíces, arraigadas a un arte atávico, fructificando en nuestros días con obras sazonadas, en un clima universalizado por una ac- ción social que parece expresar la plástica de nuestro tiempo. La exqui- sita sensibilidad de Tábara ha pola- rizado con el cisma estético, y de sus manos han brotado obras de sabia factura; en cada una de ellas está presente su personalidad y sus inne- gables diálogos con el Creador, len- guaje pictórico, profundizando en la nada, cantos a las bellezas que encie- rra el caos; en constante controver- sia intenta proyectar sobre los lienzos la presencia del Hacedor, siempre a través de su oriunda vocación artís- tica. Es una obra de un informatismo trascendental, no experimental, que ha llegado a su punto fausto. JOFRE VELLUDO BURÓ INTERNACIONAL DE LAS ARTES — Correspondencia: Sta. Ana, 28, 2.° Letra C - Tel. 31 26 63 — Barcelona (España) Z MAYO 1959 N. o 17 SEGUNDA EPOCA AÑO III Precio de este ejemplar 4 ptas. SUSCRIPCION; 12 números, 48 pesetas 24 a 92 > Director : Arturo Bernat Depósito legal : B. 5023 - 1958 Los C Están al orden del día estas reuniones públicas, en las que se someten esportivamente unos señores competentes en algo, an- te tina mesa, dispuestos a con- testar cuantas cosas se les pre- gunten sobre el tema que son de su competencia o versados en él. El coloquio está de moda; es hoy una diversión y también la manera de enterarse de cosas al margen del concienzudo confe- renciante o catedrático, lo que gusta es curiosear sobre la cues_ tión entablada, p olemizar , ata- car, comprometer. Lo diverti do está en escuchar y callar, en un espectáculo jocoso y gratis, en el que se prestan dignísimos per- sonajes dispuestos a esquivar pe- lotlzos como los autómatas del pim pam pum. Los tertulianos gozan en estas citas democráti- cas, no les interesa el fenóme- no científico que pesa sobre el asunto que debaten, lo bueno es el chismorrdo, lo de entre bastidores, como se cuece tal cosa. Para meter baza en un colo guio hay que ser entrometido, indis reto o un cándido preocu- pado que no sabe nada del jue- go de bolos. Los del banquillo siempre tienen razón , saben que se exponen a una lidia y van con énfasis a debatir con los auditores, lo excelente del caso es saber cortar con donaire el punch del interlocutor o dejarlo por las buenas en babilonia, es tilo ingeniosa que gana adep- tos. Para el pasivo espectador. es cómodo p asar la velada a cuesta de los conjurados a dis- cernir sobre las particularidades que se dialogan. En uno de estos ejemplares idoquios sobre arte abstracto, una señorita lista, digo para sus intervenciones, inqueria a un presuntuoso de la tribuna, so- bre las dificultades que tenía para llegar a corregir el arte ac- tual, fué contestada doctamen- te: ¿Usted , señorita, sabe leer el japonés? Jolgorio en la sala, ri- sas en la tribuna. D-spués si- lencio, impuesta por el presi- dente de la mesa. La señorita se mantenía de p ie, tranquila, esperando la oportunidad de hundir en el cogote, la estocada en aquel toro, que esperaba ufa- no zarandear al lindo polichine- la. Contestación del diestro fe- menino : 1 —Sí señor. ¿Y usted? Yo pue- do demostrarlo ahora mismo. Ovación cerrada. La verdad; ninguno de los dos sabía una palabra de japonés. Los coloquios suelen ser va- cíos, aveces pedantes, muchas veces inoperantes, raras veces buenos. El coloquio tiene que ser ame- no, frágil, gracioso, provechoso, nunca mordaz. Hay que inquirir scbre lo que se ignora o lo que se es p era en- mendar, es^uch ir con agrado las sugerencias más inocentes y fue- ra de lugar, p or esto uno se parapeta detrás de una mesa que les da autoridad y son quienes son, o sino quedarse en casa que es lo mejor.

ENRIQUE TÁBARA - UAB Barcelona · Embalajes oficial, de la Asociación «Amigos / de los Museos», del Palacio Nacional de la _ Exposición de Barcelona 1929 - 30, de las Exposiciones

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Page 1: ENRIQUE TÁBARA - UAB Barcelona · Embalajes oficial, de la Asociación «Amigos / de los Museos», del Palacio Nacional de la _ Exposición de Barcelona 1929 - 30, de las Exposiciones

• A. Fontanet, T. Estradera, Cesc, Pla Domenech, A. Alos, han presentado nuestra pintira en el Pabellón Español de la Feria deNueva York. Congratulémonos.

• El Salón de Barcelona está en construcción, ignoramos los arquitectos. que lo levantan y su emplazamiento.

• El Salón de Mayo está desbordante de colores, ufano, pletórico de vida, sus flores solicitadas.

• El Salón de San Jorge pasó a mejor vida, sin pena ni gloria. Ni la prensa le dedicó esquelas.

ENRIQUE TÁBARAEl misterio que supone la pintura téticos; no se acusan de una manera pictóricos sobre el fondo; opera el in-

de Luis Enrique Tábana Zerna está industrial las materias plásticas, ni telecto para transformarlo todo enconseguido por profundos efectos es- se repliegan sin motivo los objetivos una supuesta presencia real, espiri-

ENRIQUE TÁBARA - Oleo 1959 • este pintor de Centro América residente en Barcelo F

que admira nuestra ciudad en la cual ha desarrollado su mayor actividad Artística.

tualizándola, buscando arrancar delas entrañas del mismo fondo mate-rial las consecuencias de una razónque clama sus derechos para salir ala superficie, como principio genera-dor de una humanidad consciente;sus pellas cromáticas no son caos fio-tantes, como existencias errantes porel espacio; es una formación de oscu-ridad y luz, regulada por la cienciade pensar pintando, acusada de re-lieves distribuidos como fibras y teji-dos sueltos, propensos a unificarsepara catalizar, parecen inalterables aotros fines que no sean realidadescorpóreas, palpables, latentes, vivas,para dejar reflejada para siempre laidea motriz, tal como es y está conce-bida.

Sus composiciones informales inspi-ran estados fenoménicos, un mundoplástico rico de formas vagas, peroconducidas estéticamente para efec-tuar algo importante, para impresio-narnos, quizá para hacernos pensaren un más allá, son obras de un crea-dor particular que se recrea en ha-cernos vivir profundidades insonda-bles o alturas cósmicas inaccesibles,sino en envolvernos en una oscuridadcavernosa para despertarnos el deseode las filtraciones de luz como unaesperanza de vida, como el chorro deagua que se espera con ansia paraapagar la sed, también para infun-dirnos temor a las tinieblas y hacer-nos amar a Dios como salvación denuestras almas perdidas en la nada.

La obra abstractiva del pintor Tá-bara son de una concepción elevada,religiosa; obedecen a un remoto origen, de reminiscencias indígenas, aun-que él no se propone darnos versionesde su mundo ancestral; sus composi-ciones son metafísicas, huellas y mi-gajas espirituales de su raza. En c.arte actual las obras realmente autén-ticas son frutos raciales, están alen-tadas por el rescoldo autóctono decada pueblo, ardiente en cada ser;no se apaga la voz de la sangre,se ahoga el grito de las tradicionesseculares. Las obras de Tábara sonlas que acusan personalidad, inde-pendencia y llevan pegadas el seli_de su idiosincrasia.

El informalismo de Tábara es pro-pio, sano y espiritual; en esta últimacualidad es donde habríamos de bus-car los valores esenciales de su pin-tura; podemos separarlos del infor-malismo vanal y gratuito; dedicar-nos a analizar sus raíces, arraigadasa un arte atávico, fructificando ennuestros días con obras sazonadas, enun clima universalizado por una ac-ción social que parece expresar laplástica de nuestro tiempo. La exqui-sita sensibilidad de Tábara ha pola-rizado con el cisma estético, y de susmanos han brotado obras de sabiafactura; en cada una de ellas estápresente su personalidad y sus inne-gables diálogos con el Creador, len-guaje pictórico, profundizando en lanada, cantos a las bellezas que encie-rra el caos; en constante controver-sia intenta proyectar sobre los lienzosla presencia del Hacedor, siempre através de su oriunda vocación artís-tica. Es una obra de un informatismotrascendental, no experimental, queha llegado a su punto fausto.

JOFRE VELLUDO

BURÓ INTERNACIONAL DE LAS ARTES — Correspondencia: Sta. Ana, 28, 2.° Letra C - Tel. 31 26 63 — Barcelona (España)

Z

MAYO 1959

N.o 17SEGUNDA EPOCA

AÑO III

Precio de este ejemplar

4 ptas.SUSCRIPCION;

12 números, 48 pesetas

24 a 92 >

Director : Arturo BernatDepósito legal : B. 5023 - 1958

Los CEstán al orden del día estas

reuniones públicas, en las quese someten esportivamente unosseñores competentes en algo, an-te tina mesa, dispuestos a con-testar cuantas cosas se les pre-gunten sobre el tema que son desu competencia o versados enél.

El coloquio está de moda; eshoy una diversión y también lamanera de enterarse de cosas almargen del concienzudo confe-renciante o catedrático, lo quegusta es curiosear sobre la cues_tión entablada, polemizar , ata-car, comprometer. Lo divertidoestá en escuchar y callar, en unespectáculo jocoso y gratis, enel que se prestan dignísimos per-sonajes dispuestos a esquivar pe-lotlzos como los autómatas delpim pam pum. Los tertulianosgozan en estas citas democráti-cas, no les interesa el fenóme-no científico que pesa sobre elasunto que debaten, lo buenoes el chismorrdo, lo de entrebastidores, como se cuece talcosa.

Para meter baza en un cologuio hay que ser entrometido,indis reto o un cándido preocu-pado que no sabe nada del jue-go de bolos. Los del banquillosiempre tienen razón , saben quese exponen a una lidia y vancon énfasis a debatir con losauditores, lo excelente del casoes saber cortar con donaire elpunch del interlocutor o dejarlopor las buenas en babilonia, estilo ingeniosa que gana adep-tos. Para el pasivo espectador.es cómodo pasar la velada acuesta de los conjurados a dis-cernir sobre las particularidadesque se dialogan.

En uno de estos ejemplaresidoquios sobre arte abstracto,una señorita lista, digo para susintervenciones, inqueria a unpresuntuoso de la tribuna, so-bre las dificultades que teníapara llegar a corregir el arte ac-tual, fué contestada doctamen-te:

¿Usted , señorita, sabe leer eljaponés? Jolgorio en la sala, ri-sas en la tribuna. D-spués si-lencio, impuesta por el presi-dente de la mesa. La señoritase mantenía de pie, tranquila,esperando la oportunidad dehundir en el cogote, la estocadaen aquel toro, que esperaba ufa-no zarandear al lindo polichine-la.

Contestación del diestro fe-menino : 1

—Sí señor. ¿Y usted? Yo pue-do demostrarlo ahora mismo.Ovación cerrada.

La verdad; ninguno de los dossabía una palabra de japonés.

Los coloquios suelen ser va-cíos, aveces pedantes, muchasveces inoperantes, raras vecesbuenos.

El coloquio tiene que ser ame-no, frágil, gracioso, provechoso,nunca mordaz.

Hay que inquirir scbre lo quese ignora o lo que se es pera en-mendar, es^uch ir con agrado lassugerencias más inocentes y fue-ra de lugar, por esto uno separapeta detrás de una mesaque les da autoridad y sonquienes son, o sino quedarse encasa que es lo mejor.

Page 2: ENRIQUE TÁBARA - UAB Barcelona · Embalajes oficial, de la Asociación «Amigos / de los Museos», del Palacio Nacional de la _ Exposición de Barcelona 1929 - 30, de las Exposiciones

Embalajes oficial, de la Asociación «Amigos/ de los Museos», del Palacio Nacional de la

_ Exposición de Barcelona 1929 - 30, de lasExposiciones de la Caja de Pensiones para

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LAS ARTES?! •^bri d ^•i

TavÈarlc

En toda circunstancia, es dolorosala pérdida de un gran poeta y sabiofilósofo. Sin duda los lectores que si-guen de cerca el movimiento literariode Italia, conocieron hace poco el fa-llecimiento de Mario Chini, maestrode todas las culturas mediterráneas,antiguas y modernas. Mario Chini, en-tre otras actividades de sabio y erudi-to, dedicó su mejor pasión a la traduc-ción y exégesis de la obra de Federi-co Miltral, aspecto que le une de modosustantivo al centro de la más altacultura de origen occitano, la Proven-za, región hermanada con esa hermo-sa Cataluña, Hay que sentirse proyec-tado desde una región latina, comoMistral, como Verdaguer o Maragall,para alcanzar la cima de la purezauniversal, lejos de la tronda, fácil pa-ra ser hollada, de las modas literarias,cambiantes y efímeras por naturaleza.

Historiador de arte, crítico, poeta,Mario Chini lo era con una poderosaformación clásica. Son eminentes susestudios orientalistas, greco-latinos, so-bre el Dante. Deja 198 obras y 14 ópe-ras inéditas. -Conservador m á. g i c o,atraía su palabra como un imán y to-

En la vida de los esquimales desem-peñan un importante papel las can-

ciones. Las mejores relaciones de lamúsica esquimal son las de Helen H.Roberts y D. Jenness, quienes comelaron canciones de los esquimales dela bahía del Copper como parte delos trabajos de investigación que rea-lizó la expedición canadiense al Arti-co en 1913-18. Tuvieron que vencermuchas dificultades, porque los es-quimales, que nunca habían visto unfonógrafo hasta entonces, creían queera un espíritu el que reproducía suspalabras y, al principio, se mostrabanmuy nerviosos para cantar ante elaparato.

Al contrario que los indios, los es-quimales nunca cantan al aire libre.Creen que si lo hacen, un espíritupuede absorber sus palabras y privar-les así del aliento de la vida. Por esocarecen de salomas, de canciones decaza, y de salmodias para acompañara sus ritos. No tienen tampoco him-nos guerreros, ni canciones amorosas,ni arrullos de cuna. Los esquimalesnunca han hecho guerra organizada,y la pasión amorosa tiene escaso lu-gar en sus vidas, pues siendo la luchapor la existencia demasiado dura, locorriente es un matrimonio muy tem-prano con muy breve noviazgo y ro-manticismo nulo.

Prácticamente, todas sus cancionesson acompañamientos de danzas, puespara los esquimales del Cpper la ca-sa o recinto de la danza era el cen-

dos se consideraban sus discípulos. Haejercido la función docente como algoirresistible, repartiendo con enorme ge-nerosidad los frutos de su gran cultu-ra. Se recuerdan ahora sus conferen-cias, éxitos siempre, que han suscitadoel entusiasmo fervoroso de los audito-rios, en Italia y en toda la Américalatina. Cordial, humilde, franciscanocasi, sembró la amistad y el respetopor todas partes.

Jamás creyó Mario Chini en su supe-rioridad sobre nadie. Trataba a susalumnos en un plano de igualdad, a logran señor. A su lado han aprendidovarias generaciones que, no sólo leamaban como maestro, sino tambiéncomo ainig singularísimo. Este es elhombre que ha perdido Italia, la Flo-rencia en donde nació y cuya estelaquedará como ejemplo de magisterio,de sentido responsable en la labor porla cultura eterna de la latinidad, ma-dre de culturas.

Desde estas columnas, honor a Ma-rio Chini y recuerdo de su paso por lavida más alta de la Italia egregia delArte y el Pensamiento.

tro de la vida social. En las nochesde invierno, o cuando los visitabangentes de otras comunidades, los hom

-bres, las mujeres y los niños sereunían en dicho lugar, colocancioseen un círculo en cuyo centro se situa

-ba la persona que iba a dirigir la dan-za. La descripción de ésta tiene mu-cho color: «Mientras los músicos ba-ten los tambores, todos los músculosde: danzante se tornan rígidos. Entanto que una mano crispada se ex-tiende a un lado o a otro, la otra per-manece firme contra el pecho o sealza violentamente. El danzante pa-tea con un pie, teniendo ambas rodi-llas dobladas, g contorsiona el cuerpoencogiéndose ce hombros. Ora incli-na su cuerpo hacia el suelo, ora echala cabeza hacia atrás y brinca giran-do sobre ambos pies. De vez en cuan-do brotan de sus labios exclamacio-nes sin sentido. Cada canción se repi-te una o dos veces; después, sin to-mar apenas respiro, sigue otra, y asísucesivamente hasta que el bailarínqueda agotado y tiene que retirarse».

Las canciones esquimales son máslargas y más variadas que las indas.Así, Helen Roberts dice: «La bellezay la riqueza melódica de las cancio-nes esquimales son extraordinariaspara un pueblo que vive en una tie-rra con tan poco para inspirarle. Esdifícil hallar paralelo a su gran mé-rito musical en general, en muchospaíses más favorecidos por la natu-raleza».

EN EL

Maravillosa puerta de entrada a losAlç'us de Belledonne, construida asombra del Revard y del Dent duChat y a orillas de un lago delicioso,Aix les Bains, olvidadiza de sus múl-tiples riquezas, añade a todos sus en-cantos una incomparable modestiaa.Y Aix no es solamente una hermosísi-ma ciudad termal con romanticismo,representa también, sin renegar desu pasado, la patria moderna de lahospitalidad y del arte, mientras que,a su alrededor, la naturaleza inmuta-ble ha convertido desde siempre supaisaje, en la perla del país de Sa-boya.

Con sus Termas nacionales, quecuentan entre las más perfeccionadasde Europa, Aix es una de las mayoresestaciones termales francesas. El cul-to a los santos manantiales se remon-ta a la época ligur en la que los aló-brogues veneraban a Aix-lesBains-Bor-mo, dios de los manantiales calien-tes. En la época galo-romana se ele-varon monumentales termas cuyosvestigios se encuentran todavía en elinterior del actual establecimiento ter-mal. A lo largo de los siglos fueronperfeccionándose las instalaciones, yen 1776, Víctor Amadeo III mandóinstalar el primer establecimientopermanente.

Reina de las ciudades termales, Aixles Bains, ofrece a los que toman susaguas todos los placeres necesarios pa-ra llenar sus 21 días de vacaciones: elgolf, el tenis, el tiro al pichón, la pla-ya y los deportes náuticos, regatas,carreras de caballos y concursos deelegancia automovilística, conviertenlas jornadas de Aix en una continuafiesta que se prolonga por las nochesen el Gran Casino con el juego, elteatro la danza y la magia de los jar-dines iluminados.

Pero Aix les Bains no se contentacon ser una estación termal llena deplaceres y bien ordenada. Aix-en-ea-boya posee una larga página de histo-riq y desde todo- los tiempos pareceatraer a las personalidades de La tie-rra. Emocionan sus vestigios de laépoca romana, como el Arco de Cam-panus o el Templo de Diana; fué re-sidencia de Rodolfo de Borgoña y lareina Ermengarde vivió allí fragmen-tos de su leyenda. 'Creemos presenciartodavía los paseos, en el año 1600,del buen rey Enrique. El Ayuntamien-to, por largo tiempo propiedad de lafamilia Seyssel, nos recuerda las ho

-ras gloriosas del Marquesado de Aix,cuando los duques de Saboya, reyesde Sardaigne, veraneaban alli. Se cier-nen todavía, sobre la Maison Cheva-lley, las sombras de Paulina Borghèse,de María Luisa y de la reina Horten-sia. Madame Laetitia, Carolina Bona-parte, Julia Clary y la emperatriz Jo-sefina dejaron en Aix encendidos re-cuerdos; de María de Solms, la mira-ba con igual amor en sus años detriunfo o en los de exilio. Pero fué in-doudablemente en la época de la rei-na Victoria y del rey Jorge de Grecia,cuando Aix les Bains debía conocersus días más llenos de gloria. En aquelentonces, el emperador del Brasil, lospríncipes indios, la condesa de Parisy María-Pía, reina de Portugal,atraían una numerosa y brillantsimacorte.

En nuestros días, sin renegar de es-tas sombras fastuosas, Aix, conscientede la evolución de los tiempos, de lascostumbres y de la Historia, adornadacon el prestigio de tan nobles familias,se ha convertirlo en la reina de lahospitalidad francesa. Continúa reci-biendo a las personalidades del mun-do nuevo. Se celebran en ella cada vezmayor número de congresos, se con-frontan las ou'niones internacionalesy cada año germinan en ella nuevasideas. La moderna Aix ha guardado,en esta recepción, un lugar escogidopara 'os artistas. Esta ciudad, patriasentimental de Lamartine, dulce tie-rra para Balzac y Alejandro Dumas,lugar amado por Verlaine, no podíaolvidar su papel de centro artistico ycultural.

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Música Esquimal

Crónica de Romapor Mario MONTI

1 I ?ZØ

Page 3: ENRIQUE TÁBARA - UAB Barcelona · Embalajes oficial, de la Asociación «Amigos / de los Museos», del Palacio Nacional de la _ Exposición de Barcelona 1929 - 30, de las Exposiciones

Marta Sala Giménez Dávila SALA GANUDA SUBASTA DE CUADROSCON GRANDES OPORTUNIDADES EN

Floreros, Marinas, Bodegones, Paisajes, etc., etc.,

TODOS LOS SABADOS A LAS 6 DE LA TARDE

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Exposición Permanente de

ALFOMBRAS ESPAÑOLAS auadaáas a manoFUNDACION GENERALISIMO FRANCO

Avda. Generalísimo Franco, 484 - Barcelona

Exposícíones Celebradas

Noticiario de la Asociación ArtísticaVizcaína de Bilbao

En las salas de la Asociación Artística Vizcaína de Bilbao, acaba de cele-brarse una exposición de pinturas de su presidente Antón de Echévarri, alcual vemos en compañía del alcalde don Joaquín de Zuazagoitia, y otras distin

-guidas personalidades del mundo artístico vizcaíno en el acto inaugural. Laexposición ha constituido un gran éxito de crítica y venta (todos los cuadrosquedaron con el cartelito de «adquirido») y este nuevo triunfo de la presti

-giosa Asociación que agrupa en torno a ella a los pintores vascos, se hasumado a los anteriores alcanzados con sus exposiciones celebradas en colabo-ración eón el Movimiento Artístico del Mediterráneo, y la última de nuestrosemipaisano, el gran pintor filipino Federico Aguilar, que lleva varios añosresidiendo en Barcelona. Saludamos con la máxima cordialidad a la Asocia-ción Artística Vizcaína, y la deseamos continúa con éxito su gran labor enbeneficio del arte.

F. Revello de Toro

BILBAOBodegón — Oleo 73 x 60 cmObra que ha figurado en laExposición ' 'Veinte años dePintura Española Contempo-ránea de Lisboa.

Luis Sánchez - Abril, 1959

Félix Revello de Toro es un pintoiretratista que viene a demostrarnoslos conceptos que tiene formado deeste género de pintura; sobriedad antetodo, cualidad que ennoblece la figu-ra, dibujo correcto, ameno y elegante,calidad en el color, raso y próximo alTacto. Sin barroquismos ni vanidades,impone por su estilo humano y mo-numental, prefiere eliminar los adita-mientos teatrales y sugestivos para fi-jar la imagen en un ambiente sugeri-dor de evocaciones, nostálgicas, degrandeza de alma y de respetos, no esel frío oficial pintor de Galería, esun pintor que situa al personaje enun estado pictórico, de manera particu-lar muy suya, destaca el busto connobleza, sabe descubrirlo hasta el pun-to caudal, como los escultores roma-nos, y envolver el resto del cuerpo

con un ropaje de paños majestuosos,conco banderas, cubriendo heroínas.

Este notable pintor ha conquistadoimportantes premios en su carrera ar-tística y, después de contemplar suobra nos da la impresión que ha deconseguir otros tantos, pues son noto-rios sus dotes de pintor el cual qui

-siéramos ver en lienzos de grandescomposiciones, metido en figuras, con-diciones no le faltan para sorprender-nos en temas de gran envergadura.

Esta su última exposición en Gale-rías Grife y Escoda ha demostrado sucapacidad, revelándonos cuanto pue-de darnos, no sólo en el retrato sino en estos cuadros que quedan en elmundo como lienzos antológicos depintura española.

PASCUAL TASSOS

Bofenaje aAna M. Molote y Bias de Otero

En el hostal de San Antonio, fuécelebrado un banquete de homenaje aAna M. Matute y Blas de Otero, conmotivo de su concesión del Premio de19. Crítica. El acto revistió una granbrillantez, asistiendo a él personalida-des de nuestro mundo literario y ar-tístico, a pesar de la gran intimidaden que fué celebrado. A través denuestro director, don Arturo Bernat,«Correo de las Artes» se adhirió a tandigno homenaje.

Arturo Bernaten San justo

DesvernEl periodista piloto, único que existe

en España, don Arturo Bernat. desa-rrolló en el ateneo de San Justo Des-vern una peroración bajo el título de«aviones de España», que fué escucha-da con gran interés por el público quellenaba la sala de la docta entidad.

Arturo Bernat fué presentado por elpresidente de la «Peña Motorista» lo-cal, don Fernando Leuthard Egli, einmediatamente inició su conferenciaexplicando la ferviente vocación de-portiva que siempre le animó, que lellevó a la práctica de piloto de avia

-ción.Al terminar, fué muy aplaudido.

«Correo de las Artes» se congratula deléxito de su director, así como de suactitud polifacética.

Por décima vez consecutiva se hallotorgado los premios literarios «Va-lencia» que creó y mantiene lalExcma. Diputación Provincial, únicoramalazo vivo de las letras, en nuestraCiudad. Para las votaciones se sigueel habitual sistema adoptado en elConcurso al Premio Nadal, o sea ve-rificar tantas votaciones como com

-ponentes del Jurado, siete para ca-da especialidad, e iniciándose conigual número de obras, con reducciónen las sucesivas de una cada vez, has-ta la última votación de carácter uni-personal.

TEATROAspiraban treinta y cuatro obras.

Llegaron a la última votación las ti-tuladas «Oseas» y «La luna está sobreel camino», para sacar en la final laventaja de un voto la mencionada enpondiente resultó ser su autor, donManuel Rodríguez Cuevillas, periodis-segundo lugar. Abierta la plica corres-ta radiofónico, crítico cinematográfi-co de Radio Nacional de España ycolaborador de la prensa local. Lacomedia «Oseas» es de don Juan GilAlbors, director de la revista «Ate-nea», de la Emisora La Voz de Levan-te.

NOVELA

Concurrieron dieciocho novelas, lle-gando a la penúltima votación «Ba-jo el silencio del barro» y «El río vie-ne crecido». Un voto de diferenciadaría ventaja a ésta, cuyo qutoriesultó ser María Beneyto Cuñat, jo-ven y distinguida escritora y poetisa,habiendo ya obtenido el premio «Va-lencia» de Poesía en 1953. Muy cono-cida en los medios literarios, se hallaen posesión de varios premios nacio-nales. Antonio Blanc Cervantes es elautor de la novela finalista, de la cualse aconsejó su edición dadas sus esti-mables condiciones.

POESIA

Catorce de los veinticinco concur-santes entraban en liza. Varios empa-tes y alternativas dieron al fin el si-guiente resultado: «Música olvidada»tres votos, «Retrobament» dos votos,y uno «Anclas». «Música olvidada» esuna colección de poemas debidos aJosé M. Pérez Martín, un nombre to-talmente nuevo en concursos litera-

ríos. Abogado, Secretario en la Ma-gistratura de Trabajo y autor de en-sayos críticos. Las poesías finalistaspertenecen respectivamente a JaimeBru Vidal y Vicente García del RealCastells.

OBRA EN VALENCIANO

Se otorgó el Premio a «Retroba-ment», poesía finalista de la anteriorespecialidad. Jaime Bru Vidal, su au-tor, es cronista de Sagunto, licencia-do y doctor en Filosofía y Letras. En1956 obtuvo la Flor Natural de los Jue-gos Florales de Sagunto, en 1958 losde Castellón, y en aquel mismo añola de Valencia.

Solamente unas líneas que cierreneste informe. Cada uno de los Pre-mios mencionados constan de diez milpesetas, y la promesa de su edición yrepresentación cuando se trata de tea-tro . A más de lo exiguo, de lo suma-mente exiguo de los premios, hemos dehacer constar que todo el ambienteliterario logrado se reduce a las horasen que dura la deliberación del jura-do y la cena que ofrece la Diputacióntodo ello en cenáculo hermético. Escomo si con estos Premios se cumplie-ra obligatoriamente con una actividadmás, pero a la que indudablementeno se le presta el cariño que merece,ni se intenta dar la importancia querequiere. Mientras esto no ocurre, elambiente literario valenciano es pési-mo. Escritores que no escriben; ylectores que no leen. Cuando faltaneditoriales decididas, cuando faltanlas oportunidades, estos concursos vie-nen a llenar un hueco de esperanza,pero la verdad es que los del «Valen-cia» son intrascendentes. Y lo que esmás doloroso: podrían no serlo fácil-niente. Preocupándose de editar bienlas obras, logrando las representacio-nes de las comedias premiadas, cons-tituyendo una gran fiesta de las le-tras, haciendo labor de editorial converdadera distribución de las obraspublicadas en todo el territorio nacio-nal y ¿Por qué no? del extranjero.Manteniendo una antología de letrasvalencianas cuyos textos podrían pro-ponerse para lectura en colegios yacademias. En fin, haciendo algo másque el adormecido premio instituido,último reducto de la literatura valen-ciana.

JUAN PORTOLES JUAN

Se li aun otorgado los PremiosValencia de Literatura

EI 'de novela a María Beneytot, el de poesía a José M.Pérez Martín, el de teatro a Manuel B. Coevíllas

y el de trabajo en valenciano a Jaime Bru.

Vicente AguileraCerní

Primer Premio lnter-nacíonal de la Críticade la XXIX Bienal de

VeneciaDicho primer premio ha sido otor-

gado este año al crítico de arte valen-ciano Vicente Aguilera Cerní, por suscrónicas acerca de la Bienal. Nos con-gratulamos por el éxito del señor Agui-lera, merecido galardón a un hombreentregado por entero al análisis, alestudio, a la profundización de la ma-nifestación artística. Labor positiva,por cuanto su autorizada opinión pesa.sobre los círculos artísticos de Valen-ciq y otros p untos. Sobre todo en Va-lencia, ha señalado, casi insensible-mente, casi imperceptiblemente, direc-trices al arte joven poco orientado,propenso a perderse por los canalesde la extravagan2ia y del «snobismo»inconsistente. Sin critica responsable,la manifestación artística es suscep-tible de extraviarse, de amanerarse ode adquirir en sí mismo excesiva con-fianza.

Aguilera Cerní es, además, uno delos críticos de arte que han consegui-do dar a su obra un matiz generosoy humano. Autor de varios libros ycolaborador en revistas nacionales yextranjeras, nadie como él ha mere-•oido el homenaje que toda Valencia,con motivo de su premio, le tributóel pasado mes de abril.

Galeria AugustaCarmen Ventosa, del 25 de abril al 8 de

mayo.Ignacio Gil, del 9 de mayo al 22 del

mismo.Motserrat Bartra, del 27 de mayo ai 5 de

Junio.Galeria Syra

Gal,ego M'rquina, del 17 al 30 de abril.Magda Folch, del l.° el 14 de mayo.Marcel Martí, del 15 al 29 de mayo.Carmen Soler, del 30 de mayo al I1 de

Junio.La Pinacoteca

A. Rossell. del 10 al 23 de abril.Género de la Huerta, del 25 de abril al 8

de mayo.Los Certalea,Jorge, del 19 al 30 de abril.

Sala BusquetsJ. Escay„ia, del 25 de abril al 15de mayo.Ceferino Olivé, del 16 de mayo en ade-

lante.Sala Gaspar

Exposición de Pintura Antigua, del 25de abril hasta el final.

Sala Paré&Ramón de Capmany, dei 1.° de mayo al

15 del mismo mes.

Sala RoviraRamón Rech, del 1 al 27 de abril.

Acuarela.Sala Vayreda

Pintura Antigua, del 2 al 16 de mayo.Ignacio Mondó, ael 17 el 30 de mayo.

Sala VelascoAlvarez Leberón, Susana Grey, Bono

Peris, del 3 al 24 de abril.Homenaje a Rafael Segura Monforte,

del 24 de abril al 8 de mayo.Grité y Escoda

Enrique Porta, del 10 de abril al 2 demayo.

Cler Burquel, Rebello Toro.Selecciones Jaime&

Ramon Tur, del 18 de abril aIAtaneo Barcelonés

Buyreu, del 18 de abril al 8 de mayo.Sala Casa del Libro

Mn. Ramón Gimbert, Pbro.Galerías Jardín

Free Medina, del 9 al 23 de abril.Colectiva, del 24 de abril al 8 de mayo.Ribera. del 9 al 22 de mayo.Genovés, del 23 de mayo al 5 de junio.

Galerías CostaExposición permanente de marcos grs-

bados y reproducciones.

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T' R l<. S Spor Maauel Robert

Pintor sincero de un firme carácterhumano que se impone con su formaabsoluta. Plasma en sus telas todauna teoría del color y nos asombracon grandeza muda y formidable depintor nato. Creador con potencia ybandera solitaria. Lucha y vence enls caminos del cada día de un afán.Acorde cromático y con valores plás-ticos llevados de la mano de su idea.Hombre extraordinario y humilde quese escuda y sonríe desde una sencillezmaestra. Inquietud inmensa. Fuegoque consume y quema el espíritu ha-cía .os nuevos estados y que se abrepaso a través del confusionismo uni-versal que vive hoy el mundo del arte.

Tarrassó se enfrenta con un nuevoproblema pictórico de difícil autenti-cidad religiosa. El arte espiritual ymístico. Esta nueva aportación redon-da en abandonar en el arte de 'Ta-rrassó a el paisaje, creando y buscan-do en la figura una nueva visión mís-tica para llegar al corazón de la teo-logía. Etapa difícil y maestra. La fi-gtu•a y la concepción plástica de rea-lizara. Y todo ello supone de por sílos caminos recorridos y los estadossuperados en la ruta de un renaci-miento que nunca ha de morir en elcorazón del artista de veras.

Tarrassó ha terminado una tela im-presionante sobre el tema de SanFrancisco, que ya vimos en él bocetosdel dibujo y de los colores. Ahora„ ter-minado y definido, dejemos aparte losvalores artísticos que contiene, y alcontemplarlo nos acusa con su pre-sencia la fuerza só '.ida y construida,en equilibrio de forma y suspendidaen el espacio la figura del gran místi-co. Desprendida de la tierra y en vue-lo hacia su ideal superior, más alláde la vida y de la muerte. Armonía.cuerpo, proporciones exactas y lógi-cas. Figura en síntesis y completa ensu geometría que nos arrastra al es-piritu puro ce lo místico en el hombrey en lo humano. Se revela a nuestrosojos por los co'.ores tan diestramentedispuestos en el lienzo y ante el es-pectador. Tarrassó penetra cuandonos habla desde un punto distinto ycon una voz nueva.

Quizá podríamos decir hoy del pin-tor Tarrassó que la misión pictóricaqua aporta al mundo plástico, es unabandera que se alza ante el caos delas ideas y de las tendencias. Trayec-toria anímica encauzada por la téc-nica, avalada por una experiencia, ca-mina seguro y valiente hacia la supe-ración de todos los ismos del si-glo XX. Tarrassó ha logrado launión que se traduce en resumen ar-gumental y en síntesis. Atina la esen-cia de todos los ismos y los englobaen el clasicismo para llegar a un ar-te profundo fundamento de causa ycon raíces verdaderas.

Tarrassó se atreve a plasmar conenergía y rotunda voluntad lo, queverdaderamente cree ha die salvar alarte. La conjunción de :o clásico conlo abstracto. Y donde este artista damás actividad a su creación es en lapureza del arte religioso. Concreta-mente en el campo de lo místico don-de penetra para desarrollar cada tinode los sentimientos íntimos que debellegar al exterior.

La figura de San Francisco ha sidosiempre motivo de inspiración. Es eisanto más místico y con quien el ar-tista más se idéntifica y expresa hu-manamente y con hondura sus senti

-mientos. Es el más sencillo y humildede los santos. Y se ajusta más al mc-mento emocional con que recibe losEstigmas del Cristo y quien más se leparece. Tarrassó ha logrado plena-mente su objetivo. La función del co-lor es la parte esencial donde el ar-tista comprende y siente el momentode la inspiración al definir su obra.Este acompañamiento de los ángelesen azul y de los silencios mudos esun sedante, una paz que se clava enlos ojbs de quien lo mira. Y a ello sela unen los azules ultramar que cons-tituyen la esencia mental del espíri-tu, angélico. Los blancos expresan laluz de la pureza en su estado celes-tial. Los verdes el cantar eterno dela esperanza universal. Los amarillos,la función radiante, es la gloria que

está, unida en la atmósfera de SanFrancisco. Por eso la figura respiraalegría con la irradiación de las lu-ces del espíritu. Momento arrebatadordel éxtasis que envuelve al santo enabsoluto en la forma de su pasión.

La figura posee la sublime eleva-ción, suspendida, flota sin gravedady con peso. Corresponde a la expre-sión plástica espiritualizada, trans-formación de su realidad física hechatodo espíritu. Transfiguración de surostro que pierde la noción de su ma

-teria por la presencia de una graciahecha luz.

La revelación de Tarrassó en laobra cumbre de su arte nos la ofrececon la interpretación de San Francis-co, que es la expresión sublime de suspinceles y sus colores en lo religioso.Es la obra maestra de un maestro quele vemos en todo su poder de artistacreador y podrfams decir de él quees El Greco moderno.

FA 112

Necesario es conocer la historia yla geografía de nuestro país, de aque-lla comarca hispánica en buena parteliberada del yugo musulmán por Lu-dovico Pío, hacia el 8C3, y de la cualJaime I el Conquistador, el monarcaque llevaba sanare de los Comnenosde E':zancio , h^bla de decir: «Calu-lunya, que és lo millor regne d'Espa-nya...» Sin embargo, acaso sea máspreciso y más útil conocer bien lascreaciones del arte catalán, las cuan-tiosas obras de arquitectura, escultu-ra, pintura y artes industriales que,desde antes de la conquista romanay hasta los días presentes, han idoenriqueciendo a Cataluña, aport•.indono sólo sus cualidades representativasy sus estilos, sino lo que :caso seamejor: la cristalización en formas vi-sibles de ese espíritu intemporal e in-espacial que constituye el fundamentoy el despliegue histórico de lo que en-tendemos per Cataluña. Existen en laactualidad libros muy ade_uados paraese conocimiento, pero antes de refe-rirnos a ellos, aún quisiéramos decirunas palabras. Con frecuencia se re-procha a las jóvenes generaciones su«barbarie», su falta de amor a lasgrandes creaciones conservadas en elpaisaje o en los museos, cuando no enlas •calles de la ciudad que se recorrena diario sin percibir ninguna de susbellezas. Contra esa tendencia bárba-

Movimiento Artístico

Barcelonés

No solamente posee nuestra ciudadun interés artístico internacional porvirtud de los creadores que han na-cido en ella o en su vecindad, comoAntonio Gaudí, Salvador Dalí, JulioGonzález, Juan Miró, Antonio Tapiesy Modesto Cuixart, sino por los pin-tores y escultores de nacionalidadesextranjeras que aquí trabajan, muchasveces en tina obscuridad silenciosa,como transeúntes en ocasiones, perocon cierto arraigo frecuentemente.Así tenemos en Barcelona pintores queya casi son 'catalanes, como Will Fa-ber, y otros que desde hace ya unosaños trabajan en lo ciudad, como elnorteamericano Norman Narotsky, elecuatoriano Enrique Tábara o el ex-tremo-oriental Hsiao Chira, cuya in-tensa actividad como organizador deexposiciones del grupo Ton-Fan, deFormosa, le ha dado a conocer tantocomo su propia pintura. Otros artis-tas extranjeros son fieles a Barcelonacomo expositores, así Frank Schaefer,conocido en los medios artísticos porel mote, un poco de bajos fondos yun mucho de expresionista alemán—lo que, a fin de cuentos, se hallajustificado — de Frank, «el punto». Elescultor suizo Hilty Burckhardt tam-bién trabaja en Barcelona, aunquenunca ha celebrado exposición indi

-vidual.Todos estos artistas y algunos otros

que pasan temporadas en nuestraciudad, como Erwin Bechtold, podríanconstituir un ambiente de extrema in-quietud y de indudable interés. Faltapara ello un clima cálido, una adhe-sión a su obro y una curiosidad porla aportación. no sólo artística, sinopsicológica y social que ella represen-ta. Faltan en Barcelona revistas dearte con posibilidades amplias de re-producción de obras, con f :natismo detendencia y espíritu nolém•'o si cabe.pero _on unia flexibilidad de criterioque facilitara al lector informaciónmás rica y matizada de lo que en laactualidad resulta posible. La laborde los artistas extranieras radicadosen Barcelona o que la visitan asidua-mente no es de desdeñar ciertamente,pues por lo común muestra una cali

-dad tan alta como el nivel bueno denuestros artistas. La indiferenciahacia su obra, la falta de comprensiónprofunda., son para estos artistas des-plazados de sus lugares natales mu-cho más graves que para los que tra-bajan en el medio que los vió nacery alcanzar su desenvolvimiento.

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ra de desdén y de ignorancia sólo huyun medio, propagar el estudio de losmonumentos y de las obras de arte,enseñar y dar a conocer lo que valeny lo que representan. La sed de pose-sión y de riqueza q ue es privativa delhombre puede saciarse también conesa «propiedad» no menos real y ma-terial, aunque sea compartida conotros, que es el dominio de lo cultu-ral. El hombre que conoce la historiade su ciudad, de su provincia y de suregión — pot no extender aquí más loslimites, de conformidad con el títuloque encabeza estas lineas — y quesube el significado de los estilos yde los monumentos que los represen-tan , es propietario de un orden de va-lores que nunca presentirán los quefundamentan su riqueza en el mise-rable panorama adquisitivo del mer

-cado de obietos utilitarios.Cataluña, que puede ser recorrida y

estudiada en su casi totalidad en unascuantas semanas, aunque el acendra-do conocimiento de una sola, de susbellezas pueda requerir años de cons-tancia, solicita de sus hilos naturaleso adoptivos un mayor interés porcuanto encierra. Nos hemos' extendi-do demasiado, quizás , en este exordioque prologa una breve ^nención decinco libros. Pero es que de nada sir-ve haàlr,r de unas obras destinadas alanálisis del arte, sino se hace com-prender la necesidad de dicho esto-

dio. Ciertamente modélicas son las«Gulas artísticas de España» de lasque hemos seleccionado las referentesa Cataluña. Precedidas de un cortoprólogo histórico. obra de investiga-dores mejor que de autores de divul-goción, en su mayor parte publicanobras inéditas. Sc aún itinerarios geo-gráficos, cuando se trata de volúme-nes dedicados a una provincia, o se-gún un criterio cronológico, en las mo-noorafías concernientes a, una ciudad,ofrecen tantas ilustraciones que el leo-tor no ha de hacer un gran esfuerzoimaginativo ni de memoria. Puedenllevarle en el viaje y constituyen lamejor compañía, pues en sus páginasse halla cuanto precisa saber sobreuna obra arquitectónica, un retablo,un museo local, o las joyas conteni-das en el tesoro de un templo. Estoslibros integran también una abundan-te bibliografía que permite orientarlas ampli aciones de estudios q ue sedeseen hacer. Su concepto ha sidobien meditado y nada hay en sus tex-tos de superfluo, divagatorio o mera-mente literario. La supervisión de es-tas obras, por el director del InstitutoAmatller de Arte Hispánico. don JoséGudiol Ricart, ha logrado unificarlasen el sentido aludido, de modo quecuando el lector se ha familiarizadocon la estructura y ordenación de unaguía de la serie, ya está en perfectascondiciones para asimilar cualquier

otro volumen de la misma. En la ilus-tración — de doscientas a más de tres-cientas figuras por volumen — se hacuidado de que nunca falte la repro-ducción de los monumentos y piezascapitales, y por ello el conocimientode estos libros da al lector la segu-ridad de hallarse en posesión de todolo esencial respecto al asunto de quetratan.

De muchos libres se dice que no de-ben faltar en la biblioteca del hom

-bre culto, pero no parece abusiva estareferencia en lo que se refiere a di-chas guías de las ciudades y provin-cias de Cataluña. Son como el álbumde fotografías de la familia, tan in-dispensables para no caer en la te-rrible amnesia del que no sabe de quéprocede ni dónde radica, Barcelona,Provincia de Barcelona y Tarragonay su provincia han sido elaborasdaspor el director de la colección, ya ci-tado. 'La guía de Gerona se debe aPedro de Palol. director del MuseoArqueológico de esa ciudad. Lérida ysu provincia es obra de Santiago Al-colea Gil, con la colaboración de JuanDíaz de Budallés. De la editorialAries, que las publica, sólo podemosdecir que no emite esfuerzos para quelos libros posean la presentación es-merada que se requiere en libros dearte.

J. E. C

Una Exposición en elAteneo Barcelonés

Ultimamente, el pintor barcelonésAntonio Tapies ha expuesto con granéxito en Washington y en la GaleríaStadler de París. Esta confirmaciónde sus triunfos en la. Bienal de Ve-necia, Pittsburgh y Nueva 'York esimportante para un artista cuya obra,desde años atrás, consistió esencial-mente en plantearse dentro del ries-go, del experimento , de la lucha con-tra lo admitido y comprendido. Rati-fica así el carácter aventurado del artede vanguardia, desde aquellos días de1905 en que los «fauves» exponían enParís y los expresionistas se reuníanen Dresde, para dictar nuevas leyesal arte. El viejo proverbio «quien nadaarriesga, nada vale» encuentra suplena justificación en este dominio quedista de hallarse agotado, pese a lasprofecías de quienes, como Eugeniod'Ors, lo consideraban un «arte deentre guerras», es decir, solamentesuscitado por motivos negativos y cir-cunstanciales, como los que se gustade invocar para explicar la aparición,por ejemplo, de un «esprit Dada». Elarte abierto por Tapies en Españaavanza a grandes pasos. Pronto seránecesario un nuevo cambio, para obe-decer a la ley que rige la esencia delvanguardismo. ¿Será el propio Tapiesquien dé ese paso? ;Será algún otropintor' hispánico? Pudiera suceder, sinembargo, que la velocidad de la evo-lución del arte contemporáneo se fue-ra deteniendo y que las fórmulas detratamiento por la materia de imá-genes no figurativas, o de inserción detécnicas extrañas —como las de Fon-tana— determinarán el panorama ar-tfstico de varias décadas. El futuroresponderá a esta interrogación plan-teada, sin duda alguna.

CONOCIm IENTO f^

DE CA` A U1 A

(Buyreu)En el salón dedicado a exposicio-

nes del Ateneo Barcelonés, incióse elpasado mes de abril, una serie algoapartada del arte no figurativo (queera hasta ahora , el que tenía priori-dad en aquel salóni, con la exposi-ción de guachas y óleos de José Buy-reu mantenida hasta el día primerode ma o. Nos chocó el contraste, elestallido de color y vida en las pin-turas de Buyreu, con las de sus pre-decesores de más difícil comprensiónpara los no especializados. El estilode Buyreu, de trazos nerviosos, deimágenes fugaces sobre fondos monó -cromos, algo romántico por los temas.Sugeridor ante todo. «Rien n'est dit,tout est suggeré...»Buyreu, centrado en las escenas de

«ballet», nos ofreció pinturas inspi-radas por la música, por el movimien-to y por el color. Se nos reveló maes-tro en el arte de dar al espectadorla sensación inmediata de estos treselementos en sus cuadros, tres ele-mentos hábilmente combinados paracausar el efecto artístico deseado.

En el transcurso de una breve en-trevista, B'uyreu nos declaró la inten-ción sugeridora de su arte, plenamen-te lograda en la realización. Es deverdadero artista conseguir su propó-sito, convertir su inspiración en rea-lidad efectiva. Es difícil, y, por lotanto, meritorio. Es, además, poseerel don de 'artista conseguir interesarno tan sólo al entendido , al críticoy al especialista, sino tambión al pú-blico heterogéneo que, en ciertos mo-mentos, llenaba aquella sala, del Ate-neo como no se había visto en expo-siciones anteriores.

Y, al fin y al cabo, no se ofreció alpúblico en esta exposición pintura defactura corriente desprovisto de ma-tices, sino muy al contrario: pinturavagamente — suavemente — irreal,como de ensueño, solamente esboza-da, nacida sobre el movimiento vivode un escenario. Colorido brillante,apropiado a cada escena que escoge,que plasma cada danza en el momen-to cumbre de la misma. Temas unidosal romanticismo intrínseco de un«Carnaval» de Schumann y de unas«Sílfides» de Chopin. En total, aureo-la de refinamiento, de delicadeza yde enérgica vibración, de matiz, dearte...

Byreu consiguió, plenamente, lo quese había propuesto: mantener el am-biente de la Sala de Exposiciones delAteneo Barcelonés, durante unos días,llena de movimiento y de color, flotan-do en el aire un torbellino musical...

A. N. VIAYNA

Nuevos éxitosde Tapies

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Antonio Saura. Figura destruída (1958)

BOLSA ICE ARTE

MOVIMIENTO DE LA PINTURA INFORMALISTApor Juan Eduardo Cirlot

Antonio Sauray su pintura

Antonio Saura (Huesca, 1930) es unpintor que concibe el arte como unaactividad y un combate. Es decir, sucreación no es una producción de ob-jetos destinados r, la contemplaciónmás que en segundo término. La ideade la belleza no le mueve y en estoes fundamental, tradicionalmente his-pánico. Lo que verdadera y profun-damente le interesa . le obsesiona, esel hombre, el hombre como campo debatalla entre las fuerza,c del espacioy del tiempo, de la reclusión y de laexpansión , del pulsar de la existen-cia y del asimilar la no existencia.

Saura Atares em pezó 'a pintar en1947, sintiéndose atraído por el sur-realismo, en el que valoraba la capa-cidad de íntima contradicción, de sín-tesis de opuestos, no menos que laapertura hacia remotos horizontes ig-nciados. El paisaje como estado deánimo el objeto como petrificación deunas poderes ignotos, la composicióncomo metamorfosis de los ambientesimpuestos por el esclavizado existirnormal, atraían al pintor con una fuer-za poderosa, con su ambigua mixturade poesía y subversión del orden re-conocido como tal. Los fondos mater-nos y terribles de 1 • a Naturaleza, don-de la crueldad, el candor, el amor yla destrucción apenas se distinguenentre sí, facilitaban sus símbolos yexs-esiones. El color amarillo, comouna velocidad de fuga imantada porel sol; el color rojo, como una exten-sión de sangre y de esplendor. El mis-terio de las formas, cada una con susposibilidades y sus luchas. La conjun-ción de las líneas y los colores, delas figuras y los espacios imaginados,de las calidades y las técnicas en unatransformación progresiva hacia losabismos del ser.

Cuando Antonio Saura llegó a Pa-iís, en 1953, llevaba consigo unos añosde experiencia en el dibujo y en lapintura. Su versión del universo bio-mórfico poseía una inocencia espec-tlal, una lucidez que lo mismo perte-ne•ía al mundo de la ciencia que alde un cuento de hadas. Fondos de-gradados, tintados en monocromía.Rayados obsesionantes. Líricas defor-maciones y residuos manieristas detinos ángeles despertados de su lechode flores carnívors, po':.laban susóleos y sus «eouaches» con una fan-tasmagoría ambivalente, pua y febril,cruel y dulce, fantástica y al mismotiempo real como lis lóbclos de nues

-tras orejas. Esta sensación de abrircomunicaciones entre 1 • .t realidad v lairrealidad, y de mantenerlas abiertascomo unas venas manando sangre,era sin duda el princip• A atractivo deuna creación así. Antonio Saura lautilizaba para combatir los murs quele obstaculizaban, para concitar lasnegaciones y los tabús sociales, paradestruir los decretos que en su pensa-miento mantenían en actividad talesfuerzas adversas. El pintor había pa-sado por una larga enfermedad, enese período en el que la adolescenciase transmuta en juventud, a travésde una selva de presentimientos dolo-rosos y de esperanzas amenazadas ensu misma raíz. Saura esperó sin dudaque la surrealidad le diera entonceslo que le negara la realidad. Y poreso, en París, se unió al surrealismo,del que sólo un año más tarde, en1954, debía separarse por cuestionesideológicas, en unión de Simon Han-tai.

De este período surrealista de Sau-ra, entre 1951 y 1954, destacamos imá-genes como «Sol ne-ro», en amarillo,blanco y anaranjado, con el uso do-minante de la técnica del «grattage».En otras pinturas utilizó gamas cro-máticas muy variadas y sútiles, en

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tintas casi planas, con matices verde,azul . malva, rosa anaranjado. En surepertorio formal dominan unos ele-mentos que por la calidad táctil sonmuy equívocos, oscilando entre elhueso y la hoja, la flor y la carne.Son formas flotantes , símbolos de lavida en su secreto nacer, parecidas aorquídeas o a seres en período de me-tamorfosis y con frecuencia están agu-jereadas para simbolizar la cesión ald e s e o , la abertura ante cualquierfuerza de penetración. Pero, desde1953, ese mundo va siendo sometidoa un tratamiento cada vez más dra-mático. Un linealismo intenso preva-lece y el color se reduce en proporcióninversa. La suparación de la época dela enfermedad, con cus ensueños yprivaciones, la lucha agotadora pordescubrirse a sí mismo, por superarinfluencias menos estéticas que espi-rituales — Miró, Klee. Tanguy — y,sobre todo, el descubrimiento de untrasfondo rebelde y violento, llevan aSaura aa desprenderse de si! iconogra-fía descrita y, a la vez, a separarsedel grupo surrealista de París. Hubode darse cuenta de que lo verdadera-mnte importante del surrealismo, elconcepto vivido y no sólo pensado osupuesto de un «realismo abierto»,podía mantenerse activo fuera de losestrechos límites de una política deexcesivas y no siempre acertadas exi-gencias ideológicas. De otro lado, yaen 1953, Antonio Saura había pene-trado como por azar en el mundo delas expresiones informales — inicia-das en el período 1943-1948 — y quehabían de imponerse con seguridaden el arte mundial como tendenciaabsorbente y dominante. 'La transi-ción del naturalismo al surrealismopermitía al artista manifestar latransformación de los objetos cuandopasan del orden causal del espacio-tiempo al orden emocional cuyas aso-ciaciones se producen por intensidady analogía. Pero el informalismo ha-bía de permitir al creador expresarla pura esencia de la «actividad trans-

PINTURASE. Meifren, 100x81. Costa Brava (nú-

mero 1).Martí Alsina, 209x100. Figura retrato

&núm. 2).Amor solo, 2 cuadros, 100x73. Paisaje

con figuras, costumbres filipinas(núm. 3).

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formante» , el movimiento a una vezdramático y lírico, objetivo y subje-tivo, su incesante cinta que pasa yrepasa a través de la materia y delpensamiento, cosiendo íntimamente ladestrucción y la construcción.

Saura había llegado al reino de loinformal por el empleo de la manchay por una técnica especial de sucesi-v9s recubrimientos del soporte paraarrancar luego capas de color de di-versa profundidad mediante un útilde goma rígida. Obtenía así formas depeculiar calidad háptica, llenas de ex-trañas sugerencias y en las que laconfiguración apenas poseía valor anteel interés de la textura y el vigor delritmo en anchas líneas como segmen-tos cilíndricos o como bandas entre-cruzadas. Una convergencia con diver-sos factores de la estética más recientehubo de producirse entonces. En 1955,a su retorno a España, Saura se ha-llaba en conocimiento de los grandeslogros del arte nuevo, desde sus inicioscasi ignorados en 1922-1923, con lasacuarelas de Hartung y algunas imá-genes de Fautrier, a las feroces y contodo esteticistas pinturas de Willen deKooning, los laberintos lineales de To

-bey, o las nerviosas, ltunínicas, exas-peradas !estructuras de Wols. Sauraregresó a España para poder ser másél, y se dirigió a Cuenca, donde fijósu residencia. Allí , a fines del citadoaño, abandonó el uso del color y seentregó a la pintura por sí misma, en-tablando una lucha desesperada entreel sí y el no, entre el blanco y elnegro . Grandes brochazos, rayas comoheridas practicadas con el palo del pin-cel, movimientos que rompen paraconstruir y destruyen para, componerconjuntos en un espacio que se iden--tifica con el patético gesto de la ma-teria pictórica, constituyeron desde en-tonces todo el terna, todo el procesotécnico del ,artista. La variedad deimágenes que Saura ha logrado en losúltimos tres años, no abandonando esosestrechos límites, es prácticamente in-agotable. En alguna obra se ha apro-

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EQOluciói 1e

luan-losé TharmisDentro del ámbito de la pintura in-

formalista hispánica, la obra de Tha-rrats se caracteriza por un anhelo deestablecer un sistema de fuerzas po-sitivas, situadas entre lo dramático ylos raptos idealizantes, sin inclinarseni hacia uno ni hacia otro horizonte.Esa creación se apoya con firmeza enelementos tomados de la naturaleza,en el color más intenso, varío e inter-namente contrastado , cual en las alasde las mariposas, en el grano de al-gunas ropas , en el fondo submarino yen las estructuras do determinadosminerales como el ágata. La estruc-tura se reduce voluntariamente a unmínimo para alejar lo intelectual delsentido de Ii obra, q ue rechaza cual-quier imposición tectónica e inclusola simbolización de estados anímicos,en su pasión por sublimar aspectos na-turales.

Juan José Tharrats nació en Ge-rona en 1918, estudiando en la Aca-demia de Pintura de esa ciudad ymás tarde en la Escuela Masana deEtarcelona, donde había fijado su re-sidencia en 1935. Sus primeras obrasinventivas datan de 1946, pero fueronsolamente una incursión esporádica.Tras constituir el grupo «Dau al Set»,en 1948, con Juan Ponç, Antonio Ta-pies y Modesto Cuixart en 1948, re-torna a la pintura orientándose haciauna modalidad muy esquemática, li

-nealista, aspada, de colores brillantesy agresivos. La influencia de Miró yde Klee es a preciable en esta etapade formación que puede considerarseterminada en 1954, cuando el descu-brimiento de las posibilidades técni-cas de la maculatura y del «frotta-ge», en diversas combinaciones, lemuestra unos mundos formales quenunca concibiera con anterioridad.Las obras de ese año y del siguiente— el de la III Bienal Hispanoameri-cano, que se celebra en Barcelona —ofiecen aún marcadas fórmulas esque-máticas, que tienden a la. calidad designos, principalmente ángulos, estre-llas, formas radiantes. Sus pinturasde ese período son bastante semejan-tes, utilizándose en ella con frecuen-cia el procedimiento negativo por ex-celencia: el «grattage» , que infundeuna calidad internamente agresiva ala imagen y un especial patetismo a lalínea. Superposiciones de colores lesirven sobre todo p .ra lograr efectostonales, extrañas iluminaciones sobrelas que aparecen los esquemas raya-dos. El óleo es substituido en las ma-culaturas por la tinta de imprimir, ula cual la presión otorga calidades

veteadas y una superficie discontinuade honda expresividad. 'La aplicaciónde trepas, las yuxtaposiciones de ele-mentos destinados a marcar su formao a reservar el espacio, con sensaciónde negativo muchas veces. es tambiénempleada en dichas obras. Progresi-vamente, Tharrats busca huir de larepetición de formas en una mismaobra, es decir. de las composicionesen sembrado, que siempre tienden porsí mismas a lo ornamental. En algunapintura busca la claridad casi figu-rativa, como en su «Sol negro» , de1956. tono que reverbera sobre un es-pacio amarillento y ocre, recorridopor ritmos violentos. Una integraciónconcreta de factores simbólicos se pro-duce en raras ocasiones, destacandoentre ellas «La escalera». de 1957.obra realizada en técnica mixta, me-diante «collaga» de cartones y unamixtura de pintura al óleo, plástica yesmalte, utilizándose también el fuegopara obtener un efecto de integracióntemporal.

En estos años, Tharrats confía a lasmezclas de materiales una parte con-siderable de su procedimiento crea-dor. Gusta de confundir pinturas dedos reacciones distintas, al agua y alaceite, para estudiar las configuracio-nes que adquiere la superficie pintadapor ese método, semejantes a las ob-tenidas por presión pero de mayor su-tileza. En magmas lisos como tintasplanas se forman series de gotas, delíneas, de trazos paralelos o en ca-dena, que aluden directamente a aque-llas calidades de las roas a que an-tes hicimos mención. Paralelamente ala inmersión en este invencionismotécnico, y a través de él Tharratsdescubre el universo informal, menoscomo pantalla para proyecciones psí-quicas, que como fuente de nuevas ins-piraciones. Pues hay que insistir enel carácter hondamente visual, afir-mativo del mundo fenoménico, de lasaspiraciones estéticas de este pintor.

Con todo, composiciones convulsasdominan en sus obras de los años1957 y 1958, formas ovoides, rectan-gulares o trapezoidales de contornosindecisos, múltiples, dentados y co-rroídos, que a veces dominin el cam-po pictórico en unidad, mientras enotras obras aparecen superpuestas en-tre sí y pobladas interiormente por lasubdivisión cromática obtenida por losprocedimientos antes indicados, a losque se une la simple y eterna pince-lada, 1,a mancha de color. En ocasio-nes, perduran en la obra de Tharratsgamas de raíz modernista, aunquemás' brutales, con azul ultramar, ocreamarillo, sepia, violeta, verde esme

-ralda, o contraposiciones de cadmioanaranjado, carmín, rojo obscuro ynegro. La orgía cromática de algunasde dichas pinturas llega a veces a loexcesivo, sobre todo desde la prefe-rencia actual por las gamas sordas yterrosas, por las meras contraposicio-nes bitonales de blanco y negro. Al-gunas de las 'composiciones de Tha-rrats, dentro de su mayor tormentoformal, recuerdan los esquemas de Lí-neas quebradas de Hans Arp y lassuperposiciones de figuras de Ernst,aún cuando dentro de un sentimientode la materia considerablemente másbarroco y dinámico. Puede concep

-tualse como representativa de estemomento su «Kafkiana» (1958), reco

-rrida interiormente por un laberintode sinuosidades creadas a dúo por lamano del pintor y por el azar de lasreacciones de la materia. Esta com-plejidad nunc.; es textual y posee unsentido movedizo, una especie de ca-rácter pulsante. Como medusas o plan-tas marinas que oscilan por la co-rriente, brillantes, esas obras son larepulsa más absoluta de los idealesque pueda representar la ascética dela abstracción y han de situarse enla línea de un sentimiento vitalistaque no quiere morir y que reconoceen el arte de hacia 1900 uno de susgrandes momentos históricos. Lasobras de primer período de JoaquínMir , alguna de Anglada Camarasa o,mejor, los mosaicos con «collages» enla sala hipóstila del Parque Gtiell, deAntonio Gaudí, son los puntos de par-tida de imágenes como las descritas.

Desde fines de 1958 se advierte cier-to cambio en la obra de Tharrats, quetiende a una mayor simplicidad. Semanifestó ello primeramente en subella serie de maculaturas en blancoy negro, obtenidas con tinta de im-primir, polvos de talco y elementosdiversos como factores de reserva ypresión. Nebulosas, visiones micrográ-ficas, fotogramas. son las obvias alti-siones de dichas obras. Tras ellas.otras en matices violetas, rojo obs-curo, negro, gris, muestran un inte-rés por lo tectónico, aunque roto, ypor la transcripción de formas quemantienen una conexión con la Na-turaleza, aunque ya más irreal y fan-tasmática, más próxima a la Natura-leza «no natural» de que habla Guar-dini en su libro sobre el fin del tiem-po moderno.

ximado a lo figurativo, aunque des-hecho, como para dar el estado finalde los más dramáticos esquematismosde Picasso . A veces , su conflagraciónde cintas bitonales parece una cali

-grafía exaltada y magnificada; a ve-ces, la confusión d rayas y de empas-tes produce sensaciones de violentaluz y de reptantes tinieblas. Pero siem-pre es el mismo autodespedazarse, lamisma protesta que se sostiene en unaafirmación exasperada, la misma afir-mación que se apoya en una rebeldíasin freno ni cuartel. En fecha recien-te, Saura ha permitido que los tonosocres y sepias pasen a participar enesa lucha. Con ello admite que el sen-tido de la tierra puede alzarse hastaun conflicto metafísico y participar deél. Con ello ha dado un paso haciauna más profunda humanización.¿Conseguirá algún día dominar esehervoroso universo que proyecta y de-tenerlo en un éxtasis estático?

Juan-Eduardo CIRLOT

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Page 6: ENRIQUE TÁBARA - UAB Barcelona · Embalajes oficial, de la Asociación «Amigos / de los Museos», del Palacio Nacional de la _ Exposición de Barcelona 1929 - 30, de las Exposiciones

BENOIT HEPNERInquietud universal humana, social, es la

impronta que deja este profesor en el diálogo.Es un clásico de la Europa que será algún día.La suerte le llevó a Francia cuando su patriade origen, Rusia, iniciaba su actual y tremendodestino. Estudió Derecho y Filosofía en Alema-nia y Francia. Producto de su raro talento, aca-so como esencia de la expatriación en plenajuventud, Hepner enfila sus armas de historia-

.\, dor, crítico, ensayista, sobre Rusia y sus fenó-menos, con aguda e implacable lógica, escribien-do directamente en inglés, alemán y francés,mientras ha ejercido cargos docentes en el Ins-tituto de Altos Estudios de Bruselas, en el Eu-ropa-Instituto de la Universidad de Saarbruec-ken, en Harvard, o bien como agregado al Cen-tro Nacional de la Investigación Científica deFrancia.

La Historia de las ideas sociales y políticas,como investigación con base científica, es pura

vocación en nuestro tiempo. Benoit Hepner ha producido tres grandes obraspara esa Historia, indispensables: «Bakonnine et le pauslavisme revolutionnai-re. Cinq essais sur 1'histoire des idées en Russie et en Europe (Marcel Riviè-re, París, 1950): «Karl Marx, la Russie et 1'Europe», donde publica un escritoinédito de Marx sobre Rusia, singularísimo de ataque violento, antiruso, hoydesconocido en la URSS, donde como es natural no figura en los anales delmarxismo y «Marx y la potencia rusa», ensayos sobre la doctrina soviéticaque le acreditan en los centros universitarios y políticos como un expertonotable del gran problema crucial de esta época.

No obstante este fondo personal de Benoit Hepner, nuestra conversaciónlía versado sobre el tema de España y de Europa. No conocía España. Ni laSemana Santa. Ha sido muy amable conmigo, confiándome sus respuestas.

—¿Qué impresión tiene de la procesión del Viernes Santo en Barcelona?—Fué una suerte venir a España, por primera vez, durante la Pascua. La

Santa Procesión es impresionante, un grandioso exponente popular del cato-licismo español. Me han informado que, en Andalucía y Castilla, tiene otraespectacularidad y efectos artísticos.

—Vió la corrida de toros de Pascua. ¿Considera esta fiesta como una re-miniscencia bárbara o como representación de nuestra dramática alegría na-cional?

—Mi querido amigo, yo no soy vegetariano. ¿Por qué he de estimar lalidia de los toros en la plaza, una diversión amoral de los españoles, si enlas carnicerías los hacen a trozos para q ue yo los coma a diario en mis co-midas? Sin duda es un espectáculo cruel, pero no bárbaro, pues en lostoros hay un ritual consagrado por los siglos. Esto es cosa de civilización. Noestamos en 1913, la humanidad no puede horrorizarse del toreo, pues havisto otras cosas más horribles. Los toros son buena cosa para «defender»,como dicen los psiquiatras, ciertos instintos. En Alemania, por ejemplo, carecende este bien, lo cual es lamentable.

Pasamos revista a Europa con rapidez, mientras tomamos otro café.—¿Cree que el hombre actual de Europa desea llegar a ser un ciudadano

estrictamente europeo por su preparación?—Hay sólo una élite y no en todas partes. Aunque el ritmo de la Historia

es veloz en nuestra época, por ahora el sentimiento «europeo» me pareceaún vago y confuso. Esta situación puede cambiar en el tiempo, en unosveinticinco años.

—¿Qué será del hombre, de su libertad y dignidad, en las futuras institu-ciones de Europa?

—Pone usted el dedo en el problema de la actualidad, no solamente deEuropa, sino del mundo entero. No pienso que sea insoluble. Ciertos países,Suecia, por ejemplo, lo han resuelto muy bien, en lo social en el sistemademocrático.

—El Arte, ¿cree que ayuda con suficiente intensidad a la comprensión delos problemas más vitales de Europa?

—Tengo mis reservas. Todavía no se puede hablar de una unidad de estiloeuropeo. Otra cosa es que el mundo se hace pequeño y que los viajes, las bue-nas reproducciones de las obras, el cine cultural, contribuyen a formar ennosotros ese «museo imaginario» del que habla Malraux, donde se engloba elarte mundial. La sensibilidad del Hombre de esta mitad del siglo XX, es sus-ceptible de vibrar al contacto del arte exótico que hace poco tiempo aína erasolo objeto de simple curiosidad«solo objeto de simple curiosidad.

—¿Cree usted que la Música podría contribuir, como factor educativo ydocente, a crear un tipo humano moralmente superior, capaz de dominar lavida mecánica que imponen la Técnica y la Economía modernas?

—Imaginal lo q ue ocurre en los Estados Unidos desde los últimos veinteaños. Es demasiado pronto para tratar de un cambio de tipo humano denuestra civilización. Pero los conciertos radiofónicos de buena música y lasdiscotecas han desarrollado el gusto musical del público en zonas populares,dulcificando incluso la .vida americana, la más monótona del mundo, segúnconstatamos en Europa, donde el sentimiento y el goce estéticos son más pro-fundos y extensos y más rico el folklore de cada país.

Nos vamos hacia el barrio gótico, pausadamente, sin prisas. Las piedrasnos devuelven con su presencia elocuente a la Historia, a las lecciones que enBarcelona dejaron otras generaciones, escritas con cifras de arte y bellezaeternas, inmutables.

Benoit Hepner está otra vez trabajando en París. Según él, España le hatonificado el espíritu laborioso. Es preciso seguir, crear, luchar...

JUAN DE VALENCIA

E -ART E 1.Toiin 1.11 l2Hnr

PÁGINA LITERARIA111 Josep 011er i la seva època"

— X. FerrerLa editorial mejicana «Fondo de Cul-

tura Económica» ha publicado en fechareciente la valiosa obra del filósofo ale-mán Martín Heidegger, «Arte y Poesia».En realidad, se trata de varios ensayosque tienen por tema estos conceptos apa-sionantes en nuestra hora, aunque tandiversa situación social y económica estereservada r, los pintores y a los poetas, alextremo de que sea licito preguntarse quépuede haber en común entre unos y otros.rleidegger publicó su ensayo sobre lapoesia en 1937, dedicándolo especialmen-te al gran lírico Hblderlin, dos tercios decuya existencia transcurrieron entre lassombras de la enajenación mental, des-pués de que perdiera a su amada Dio-tima —Susette, la esposa del banqueroGontard— y cuya grave religiosidad na-tural, de tensión metafísica cristalizó enpoemas de extraña profundidad. El en-sayo sobre arte es de fecha más reciente,ya que se editó en 1952; analiza en él Hei-degger el origen de la obra de arte, lasrelaciones de ésta con el objeto en ge-neral y con la verdad, como manifesta-ción del objeto y del sujeto. La realidadde la creación artística la halla Heideg-ger en «lo que opera en la obra», es de-cir, por el «acontecer» de la verdad. Deacuerdo con su tesis, la más alta calidaddel arte se determina por la mayor apti-tud para reflejar una acción interior enla cual lo verdadero —concerniente almundo, a la humanidad, a una época ylugar determinados— se hace transparen-te y se detiene, escapando al fluir tem-poral. En la poesía, rige una misma ley.«Mas lo permanente es lo que instauranlos poetas», pues «debe ser hecho patentelo que soporta y rige al ente en la tota

-lidad». Función poética y creación filo-sófica se hallan íntimamente emparenta-das, pero en la primera la síntesis intui-tiva domina sobre el despliegue lógico-analítico, mientras en la segunda sucedeinversamente. En suma, este libro de Hei-degger es necesario pora quienes deseenpenetrar en la esencia de las actividadescreadoras del poeta y del artista, no des-de el ángulo de la motivación psicológicay subjetiva, sino desde el «llamamiento»del ser de la creación. — J. E. C.

CataluñaPor José Gudiol Ricart.

Ediciones Seix y Barral consiguieroncon este libro producir un modelo de loque debe ser una obra del género. For-mato, equilibrio de láminas y texto, pre-sentación, calidad de la impresión, todoello está plenamente logrado y se poneal servicio de una idea hondamente ra-cionalizada de lo que ha de ser un ma-nual de historia del arte, una monografía.Por lo común muchos libros nos ofrecenun texto y una ilustración, cada cosa porsu lado, derivando a veces ello del errorde algunos editores que consideran lailustración sólo como factor atractivo uornamental, cuando en los libros sobrearte es lo esencial. En esta obra se ad-vierte de inmediato que texto e ilustra-ción fueron pensados conjuntamente yque no se omitió esfuerzo alguno para lo-grar el resultado previsto. La región ca-talana cuenta con esta obra con un im-portante elemento de difusión de sus be-llezas artísticas, Estudiada la historia delarte en Cataluña desde los inicios a laactualidad, destaca la unidad estilísticaque, rebasando los marcos de cada épo-ca, impone en general el alma del paísy de sus habitantes. Como períodos ex-cepcionales sobresalen las centurias XII,XIV y XV, en pintura, escultura y arqui-tectura, siendo innecesario que insistimosen el valor del romántico y del góticocatalán. Un capitulo de sumo interés,ilustrado con sus correspondientes lámi-nas, es el relativo al coleccionismo, esdecir, a las grandes obras de arte no ea-talá coservadas nen los museos de Cata-luña. Es éste un libro que debiera estaren todo hogar catalán, y que habría deformar parte de la biblioteca familiarcasi como u nelemento dotado de valortradicioal. n

«Psicologia de la gent», de Carlos Mu-ñoz Espinalt, pequeño volumen con títulosencillo y al mismo tiempo atrayente— ¿qu`én no es susceptible de interesarsepor la psicolcgía de la gente, conocer ensu realidad a las personas que nos rodeany a las que vemos, tanto a las que nosson gratas como a las que no nos gus-tan...? —, posee algo propio de las obrasverdaderamente importantes, que es uninterés creciente a través del tiempo: di-cha obra apareció en el verano de 1958, y,transcurridos dos meses del presente añoen curso, no tan sólo no ha sido o:vidada(¿cuántas obras, incluso galardonadas conpremios literarios, tan en boga en nuestrosdías como conductores de glorias efíme-ras, resistieron la huella implacable de losmeses, ya q ue no de los años...?), sinoque su irradiación se ensancha, de unamanera lenta y al mismo tiempo precisa,proceso de irradiación garantizante de lamás eficaz penetración.

«Psicologia de la gent» está escrita conestilo llano y contundente. Frase breve,justa en verlos y parca en adjetivos. Sinlíricos floreos, propios del pensador me-diocre. Las afirmaciones son claras, osa-das. :perfectamente aptas para enfrentarsecon la polémica. Ninguna distinción entreforma y fondo. «Com més desvalguda es

troba una persona, major acostuma aésser la seva suggestionabilitat». Afirma-ción de una verdad psicológica, presenta-da directamente y sin embages (hemosabierto el libro al azar).

Pero no tan sólo la perfección de estilo,la forma de exponer ideas es la clave deléxito en el libro de Muñoz Espinelt, sinotambién estas misrñas ideas, partidas to-das de las realidades psicológicas de laspersonas , Dificil seria estar en desacuerdocon el autor, psicólogo profesional emi-nente, autor de una docena de libros yasesor psicológico en un gran número deempresas barcelonesas, comerciales e in-clustriales. En su libro, nos abre los ojosante infinidad de incidencias de la vidahumana que, hasta el presente, habianconstituido misterio para nosotros. Nosofrece la explicación lógica de múltiplesacciones, de múltiples actitudes, nuestrasy de nuestros semejantes, mantenidashasta el presente sin lógica explicación.La realidad es que Wr`sicologla de lagents constituye un libre-clave, o sea unlibro que entraña la solución a proble-mas, los problemas que constantementep'antean los rescoldos del alma humana.Basta echar una ojeada a la lista de lostítulos de los capítulos («El que no ve-lem confessar», «De la suggestió», sPsico-

logia de l'opinió pública», «El món delsinadaptats», «Els irresponsables», «Do degents», «L'home-geni i l'home-gent», «Ho-memassa, nom despectiu», «Les causes quemoneu la gent», etc., etc.), para conven-cernos de su utilidad durante nuestropaso por esta vida llena de escollos, dondeel conocimiento de las personas (y, porlo tanto, también de nosotros mismos) esel factor más positivo, o, por lo menos, elmás esencial, de nuestra seguridad y nues

-tro triunfo.aConócete a ti mismo como a los de-

más», este es el lema de la psicología aso-densa, y la finalidad perseguida por Mu-ñoz Espinalt con su obra. El hombre mo-derno, pese a los inconvenientes que leaquejan. frutos de nuestra época y queahora no son del caso citar. empieza adarse cuenta, cada día más, de la verdadque esta frase encierra en sí misma . Nctiene. pues, nada de extraño que ,: Psico-logia de la gent» haya señalado un granéxito en el campo de nuestras actividadeseditoriales en el transcurso del año 1958.Seña'emos, además. que dicho éxito, elcual perdura. es debido no tan sólo alinterés permanente del tema del libro ya su calibre intelectual. sino también alinterés que el solo nombre de Carlos Mu-ñcz Espinalt despierta. Adolfo NANOT

«Josep 011er i la seva época. L'homedel Moulin Rouge», por Ferran Can yaine-res. Editorial Aedos,

Ferran Canyameres ha escrito una ex-traordinaria biografía de José 011er, hijotambién de Tarrasa, gran hombre puestoque su vida fué verdaderamente singular> prodigiosa, pues hay que tener en cuen-ia (lile su espíritu inventivo y enlprende-dor y su excepcional dinamismo hicieron(le ét uno de los personajes más parisien-ses de su tiempo, dentro de un períodoPropicio a la alegría de vivir, que va delaño 1880 al 1910 conocido por la Belleópoque.

José 011er nació en la industriosa ciu-dad vallesana el año 1899, de una fami-lia de pequeños fabricantes (le tejidos.Poco después de su nacimiento, su padretifó su residencia en París, donde José011er hizo sus estudios y trabajó en laempresa paterna. Su genio inventivo notardó en manifestarse. Fué así como a laedad de 17 años, al asistir a una lucha degallos en Bilbao, se dió cuenta de la ma-la organización de las apuestas provoca-(1)15 por esos espectáculos y no tardó enidear un sistema nlás sencillo y equitativoque fué adoptado y que continua en vigor.Años después, su frecuentación en los hi

-pódromos le sugirió la idea de estable-cer un sistema parecido al que introdu-jo en las luchas de gallos, y creó míaagencia para centralizar la explotacióndel mismo en los campos de carreras decaballos. Fué así como puso en marchalo que denominó Pari 11lutilel. Esta ntoda-lidad en el juego obtuvo tul éxito cem-siderable y, a consecuencia de muchas pe-ripecias, obtuvo una brillante consagra-ción el año 1891. Es sabido que el PariMatuel procura miles de millones de fran-cos a las obras de asistencia e higiene,conto también a las sociedades dedicadasa la cría del caballo, con los beneficiosde las apuestas.

Durante sin tiempo fué prohibido eljuego en los hipódromos, y queriendo sa -car provecho de los locales de sil agen-cia, José 011er creó una sala de atraccio-nes que deuominó «Fantasies 011er» queobtuvo un gran éxito y que en 1878 (•on

-virtió en el «Tlieittre des Nouveautés». Isiguió una serie ininterrumpida de espec-t.ículos sensacionales. «La Grande Pisci-ne Rochechouart» de proporciones con-siderables en aquella época; las «ArénesNautiques», instalación única en el mun-do que convertía la pista en piscina en

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Pocos minutos, y que fué muy celebrada.Luego la convirtió ell un circo, el «No-sean Cirque» —desaparecido et afro 1926 -donde las atracciones acuáticas sucedíana las atracciones terrestres. A continua-ción barrió las puertas de «Les Mottta-nges Itusses, verdadero parque de atrac

-ciones ntuy originales. La mas célebre desus realizaciones fué el «Moulin liouge»,que hizo construir según una maqueta de^1'illette, el célebre pintor de sos Pie-rrots. La fama de este local fué tal, quesu nombre ha quedado como tm símbolo(lel Paris espectacular. Paralelamente011er creó en 1891, en los Campos Eúseos,el «Jat•dín de París», espectáculo de granlujo. Finalmente, el año 1893, abrió «1'O-lympia», un gran mttsic-hall, instalado enel solano de un museo de figuras de ceraque fué muy concurrido durante largosarios.

El fértil cerebro de José 011er no se li-nlitaba, si no que llevó a cabo grandes

empresas al margen de los establecimien-tos destinados a la diversión. 1-labia via

-jado mucho. Frecuentaba los tatlleres deartistas y participó los deportes. La vidafebril de París era el elemento necesariopara la eclipsión o el desarrollo de lasideas de José 011er. Con tenacidad, estecatalán que no renegó nunca de su paísde origen, supo imponerse y conquistar lacapital francesa con sus obras, convirtién-dose en tuca personalidad parisiense.Hombre de excelentes cualidades acos-tumbraba decir: «Con la alegría de losunos, he enjuagado las lágrimas (le losotros, S' con una incurable Pasión por el.juego, he podido alijerar los males de losque no pueden jugar».

El resumen que Ferran Canyameres noshace de esta figura ctunbre indica su di-namismo y su personalidad, pero es co-locándolo ert el ambiente de su tiempo queel blógrafo da un relieve particular aesta existencia extraordinaria, y añadea su libro tot poderoso atractivo. En élencontramos; en efecto, los acontecimien-tos niás notables de aquella época: la at-mósfera sobretodo del París (le las expo-siciones mtiversales y de la alegre vidaparisien que ya nos había sido descritaen rápidas evocaciones. Desfilan todas lascelebridades que se movían alrededor deJosé 011er, con Toulouse-Lautrec en pri-nier término, al que consagra un capítulorepleto (,e sabrosas e inéditas anécdotas.centenar de ilustraciones que hacen másatractiva esta biografía que ha sido reci-bida con entusiasmo.

BARCELONACOSTA BRAVAMagníficamente ilustrada

ysus bellos paisajes.

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MADRIDIlustrado con 100 fotografías

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4 El P .efe Moderno1 Americano• BARCEl NA-

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w,Documental Barcelonés, con motivo de la visita del Rey Alfonso XIII

y la Reina Victoria. Autor no identificado. Antes de 1910.

.it

S^ -1 E

Cine,capital BarcelonaUna justificación y dos propósitos

Galas del liceo-

rMARIA CALLAS, CANTA aLONDON'S FESTIVAL BALLET»Creemos, y en ello no hay timidez

ni temor, que toda serie de artícu-oscon pretensión de cierta continuidad,toda publicación periodística que pre-tenda ser leída por unos haoituales— focos o muchos — debe, ya de porsí, justificarse. Y ello todavia más s:.el encabezamiento de las líneas sue-na a inverosímil.

Vamos, por tal razón, a comenzarpor justificar nuestro título. Habrábastantes lectoren que sonrían iróni-camente ante la, afirmación «El Cine,cap.ta). Barcelona». Y, a la vista de lopoco y malo que se produce en nues-tra ciudad, a la vista ele tanta mez-quindad en producciones y distribu-ción, de programaciones adulteradas,de tanto temor a escándalos imposi

-bles y de tantos escándalos posiblespor falta de temor, ante el hecho in-sólito de que, de las ciudades concierto rango en nuestra vida peninsu-lar, la nuestra sea quizás la únicaque no cuente con un auténtico Cine-Club ciudadano, estos tales van acreer harto presuntuoso el «capitali-zar» al Cine en Barcelona. Y, sin em-bargo, hay algunos hechos que debe-rían ser tenidos en cuenta.

De ellos, unos pertenecen al presen-te, a esta nuestra vida de ciudadanoscorrientes. El más importante y parael cual mayor o más directa es nues

-tra contribución, tiene carácter eco-nómico. Podemos establecer, de acuer-do con datos extraídos de anuariosoficiales recientes, que la poblaciónde Cataluña es, sin duda alguna, lade mayor frecuentación al espectácu-lo cinematográfico y que los núcleosurbanos — nuestra ciudad a la cabe-za— son los que mayormente contri-buyen a tal resultado. El público bar-celonés cuenta, por otra parte, conuna extraordinaria densidad y cali

-dad de locales de proyección. Hay da-tos verdaderamente asombrosos: un1,5 por ciento de salas al cinemató-grafo dedicadas están en la zona d°radiación de distribuidoras catalanaso valencianas.

Otras razones se hallan en el terre-no de la historia. He aquí algunas:periódicamente, más o menos cada

Angel Marsái, periodista veterano,crítico zagaz y hábil polemista, en susfunciones de juez de arte las nuas desu pluma han arrastrado muchas raí-ces de artistas por las páginas de losperiódicos, que hoy ya constituyen to

-da una constelación de figuras radian-tes en nuestro cosmos artísti--o, algu-nos escapados a otros cuadrantes demayores dimensiones.

Su ejemplar cielo experimental, en ladiminuta galería de, arte que regen-ta hay que considerarla histórica enlos 'anales de nuestra pintura, aque-llas manifestaciones de ;rte, vivas, im-pulsivas, de una promoción de poemas

quince años, se nos repite que nuestraproducción nacional está en mantillasy que va a entrar en una nueva y de-rinitiva fase de engrandecimiento. To

-do lo anterior eran sólo esbozos ais-lados. He ahí una falsedad que haempequeñecido, por malas voluntadeso por inconsciencias difícilmente per-donables, a nuestro mundo cinemato-gráfico. Si en 1897 se producían pe-lículas destinadas a la explotacióncomercial; si existían nueve produc-toras trabajando activamente haciael año 1914; si en Barcelona se rea-lizaron desde 1900 hasta 1925 no me-nos de trescientas cintas de interés;si en nuestra urbe existía hasta el fi-nal de la Gran Guerra I el centro-monopolio para la distribución de pe-lículas europeas, a todo el mercadode habla castellana ¡y a Filipinas;si en 1912 se editaban en ella revistasprofesionales dedicadas exclusivamen-

inquietos, dispuesto para la palestraplástica , que pretendían sincronizarcon el tiempo el ritmo trepidante delarte actual, fenómeno artístico-socialque debemos acusar con emoción por-que mascaba la realidad cotidiana delmomento universal. Angel Massá, pe-riodista ducho, de la vieja escuela, ca-tedrático en los avatares periodísti-cos, supo despegarse de un impulsodel roído endamiaie v lanzarse al es-pacio limpio y sano del momento crui-cial, chocó con la juventud afanosade manifestarse y la encauzó en lasredes espirituales del arte, haciéndoladepilar a través de sus presentacio-

te a la cinematografía y si mil otrasrazones de parecida índole fueran co-nocidas, no sólo por cuatro iniciados,sin por la mayoría del público actual,es muy posible que nuestro «El Cine,capital Barcelona» no pareciera tanhiperbólico.

De ahí los dos propósitos. A fin dedar a conocer aquello que ha sido in-justamente olvidado y a fin ele pro-porcionar elementos de juicio sobre loque hoy, contra vientos y mareas, in-tentan los pocos esforzados que toda-vía quedan, dedicaremos un corto es-pacio a figuras, obras o hechos, pre-sentes pasados y futuros, en la casicompleta seguridad de interesar aquien leyere y con la esperanza de lo-grar nuestro segundo propósito: con-tribuir a que «E: 'Cine, capital Barce-lona vuelva un día a ser la realidedque fué y que debería ser.

IANUARIUS

nes doctas ante los ojos de los espec-tadores, que atónitos no llegaban acomprender aquel desliz del arte con-servador, disciplinado y academemi-co, Angel Massá les abrió una bite-cha y todos, los más recalcitantes pa-saron por aquel estrecho que desem-bocaba en el mundo actual de nues-tra pintura. Estos he:hos vivos y histó-ricos le hacen merecedor del mejorhomenaje, así recogió en el mismo re-cinto que armaba de caballeros a losQuijotes del arte actual los aplausosy afectos de los comprensivos. Recibanuestras palmas.

B. X. MORROS

Nos duele y ello no causa daño alarte de María Callas, que la presenta-ción en Barcelona de la fabulosa divagran soprano dramática haya sidoacogida bajo el signo de la espectacu-laridad y de la cifra astronómica desus honorarios. A nuestro juicio, losemolumentos son justos y quizá ri-dículos, sí tenemos en cuenta la con-moción social y artística de su pasopor nuestra ciudad, gracias al interéstan enorme que despertó en todos losaspectos y desbordando todos los lími-tes clásicos. Agradeceremos siempre aMaría Callas el gesto y la expectaciónhacia y en nuestra ciudad. Permane-cemos seguros en la opinión que ellavaloró más su presencia viva en vozy en persona ante un público desco-nocido, que los «ecos de tina. Prensaescandalosa »y la difusión de su artepor la discoteca, y muy por encimade su «precio» en la taquilla. MariaCallas ha sido el acontecimiento ar-tístico barcelonés de mayor enverga-dura en muchos años y con el fuertedtu•o impacto hacia el exterior. Y to-do comentario no resta ni añade unacoma al nombre y a la fama univer-sal de la «prima donna».

Nos duele la reacción pública y dela mayoría de la crítica lírica de Bar-celona y de Madrid Crítica que seha dejado ganar o por la espectacula-ridad del acto o por la crasa ignoran-cia. Exceptuamos a los críticos XavierM'bntsalvatge de «Destino», a Bayodde «Solidaridad Nacional», a José Pa-lau de Radio Nacinal de España enBarcelona. A los otros les faltó cora-zón ante la gran diva Maria Callas,con una voz y un arte que les aplas-ta, con un dominio de la escena ge-nial y maravilloso. La tremenda fuer-za de su nombre y de su fama acom-pañada de una gran y auténtica per-sonalidad. Mujer de tina gracia supe-rior con corazón e inteligencia. Estees tu nombre, María Callas. Lo demáses montón, estrechez de frente y ca-rencia. Les asustas y les cohibes. Estaes tu victoria en España, María Ca-llas.

Y también es inadmisible que tinacrítica justa se afirme valorando losméritos de otra cantante, como se haescrito al mencionar el nomrbe de unaRenata Tebaldi o utilizando otrosnombres de figuras líricas españolas.Ni a éstas mismas les hace un favory deja al crítico sin posible defensa.Mereszca nuestra atención los críticoscitados que dicen con voz propia y re-velan un conocimiento y un valor crí-tico. También vaya nuestra felicita-ción al empresario del Gran Teatrodel Liceo, señor Pamias, que hizo lascosas de un modo perfecto en todoslos detalles de la presentación de Ma-ría Callas en nuestra ciudad. Y quedeaquí el comentario del mejor acto lí-rico barcelonés en muchos años.

Al escenario del Gran Teatro del Li-ceo ha subido después ce unos añosde ausencia esta notable compañía dedanza inglesa. Un extenso y variadoprograma de ballet que ha ocupadodesde el 14 de abril al 14 de mayo latemporada de primavera 1959. Gestoestupendo de nuestro primer teatro yque ningún año falta ya a esta tradi-cional manifestación presentando ex-celentes compañías de ballet. Y conello las atractivas y seductoras criatu-ras que se mueven al comp!s de lamúsica, creadoras de un inundo vivoy alado de fantasía y comedia huma-na, tan maravilloso y tan difícil y contal sacrificio y esfuerzo constante.

Los nombres famosos de Anton Do-un y Natalia Krassovska con JohnGilpin y Marilyn Burr y nuestra es-pañola-vasca Anita Landa y LouisGodfrey con Jeannette Minty y KeithBeckett. Tdos ellos como figuras es-telares del «London's Festival» acom-pañados de otros primeros bailarinessolistas y de un cuerpo de baile queson dignos del nombre de la compa-ñía y de nuestro teatr del Liceo. Unrepertorio seleccionad de ballets clási-cos y de estreno en España, llegandoal público de nuestra ciudad con todosu valor artístico y fidelidad de in-terpretación.

Destacamos a la primera bailarinaNatalia Krassovska como el valor máspuro y de altura de esta compañía dedanza británica. Su arte, se eleva yestá lejos de sus compañeros de esce-na. «Giselle», un ballet difícil y deprueba en '-a carrera de una gran bai-larina, lo interpreta limpiamente y sa-be dar todos los valores técnicos yplásticos, dotándolo de alma y cora-zón y elevación. Y quizá estamos obli-gados a decir que en la danza nocuenta sólo la técnica depurada y elsacrificio a que se somete un bailarrín, tiene que vibrar y existir en elintérprete un espíritu superior. Y ellono se encuentra en el camino y sí na-ce con la persona.

Otro aspecto que 'acusa sin perdónnuestra voz, es que la orquesta esta-ble de nuestro primer teatro no llegaen la mayoría de las veces ni el ho-nor ni al prestigio que supone ocuparsu escenario. Y esto constituye unafalta de respeto al público y al espec-táculo, y creemos debe hallarse unasolución definitiva a tan discutido ydifícil problema.

Venos estos aspectos hacia la tra-dición artística del teatro y como crí-tica de noble emulación hacia la ciu-dad de Barcelona. Creemos que laempresa, la propiedad, los asesores delGran Teatro del Liceo deben tenermás en cuenta estos valores recogidosy ganados con los años. Conservandosu inmemorial fama y retocando aque-llos puntos que el tiempo hace viejo.Y esto no supone una censura paranadie, y si el amor hacia esta tribunadel arte escénico barcelonés.

ROBERT

Homenaje a ANGEL

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No sería conveniente desdeñar el as-pecto artístico que encierra el «balletmoderno» — denominémosle así —,cuando es interpretado con gracia, ycuando sus intérpretes, en este casointérpretes femeninos, están dotadascon el atractivo personal que emergeno tan sólo de su perfección física,sino también de una vitalidad equili-brada en el ritmo del movimiento. Lastres bailarinas Jackie, Hillary y Ste-lla, que han sido ya presentadas enEspaña, actuando en Madrid, no po-drían ser clasificadas más que comoveraaderas artistas de su género, y asílo han proclamado unánimemente lospúblicos de París, Bruselas, Londres yCiudad del Cabo. Su escuela depuraday precisa parte del conjunto de las«Bluebell», del cual eran, indiscutible-mente, sus más destacadas compo-nentes. Con absoluta naturalidad, Jac

-kie, Hillary y Stella saben hacer ma-ravillas a través de ritmos tan cono-cidos y populares como son Schon,Calipso, Rififi (Blues), Cha-cha-cha,etc.

El público madrileño supo apreciarel arte de estas tres muchachas, y lopremió con calurosos aplausos. El éxi-

- - transcendió hasta nuestra Barcelo-na, donde se rumorea, en círculos alle-gados, que es inminente un contrato...Deseamos que estos rumores tenganconfirmación.

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Encuesta Pictórica PLATA PERSAde Artistas Contemporáneos

por JUAN PaR,oLEs

NASSIO BAYARRI LLUCH, ReinaDolia Germana, 10. Valencia.

Nace en Valencia (1932).

Estudios en la Escuela Superior deBellas Artes de San Caros, de Va-lencia.

Expone individualmente en Valencia.en Milano y en Marina de Carrara1956 y 1957). Participa en la 1. a y2.° exposición al aire libre, de ArteActual de) Mediterráneo (Valencia.1957-59i. Grupo Parpalló (Valencia-Madrid-Barcelona), II Salón de Mayode Barcelona. III Bienal Hispano-americana. etc.

Viaja per toda España. Francia e Ita-lia (Bolsa de estudios de la Excelen-tísima Diputación Provincial de Vavencia, 1955).

Pertenece al Grupo Parpalló.

Encuesta:—Concepto y función del Arte ennuestro tiempo.Como siempre, el arte influyó en eltiempo y éste en el hombre. Sigue laevolución. Una tercera persona, elsubconciente, ve más que la prime-ra. Actualmente el concepto está yabastante determinado, como síntesisdel desenvolvimiento de las distintastendencias a partir 'lel impresionis-mo. Yo analizaría estos ismos. Vivi-mos una época en la Que las formas.color, análisis científico cien porcien, el espacio. la dimensión y elindividualismo nos llevan a un pri-mitivismo puro. La expresión artís-tica debe tener vida independiente,siendo centro de atrracción y noccmplemento ocasional.—Razón y visión de mi propio Arte.Para abreviar, yo expondría mi ra-zón y mi visión de mi propio Arteen la siguiente tabla sinóptica:RAZON ACTUAL: necesidad; vitali-dad-emotividad; subconsciente; in-tuitividad; sensibilidad.VISION ACTUAL: determinar: crearsinceramente; expresar: producto decogitación; sentir: impulso emocio-nal.VISION FUTURA: liso: formales na.turales puras; plano: muro futuris-ta; hilo espacio etéreo—Proyectos:Exposiciones en Alemania. SuizaMadri'i.

LUIS PRADES PERONA

Cataluña, 24 — Castellón

Nace en Castellón (1929).

Estudios con el escultor T. Colón que loinclinan hacia esta Bella Arte quepronto abandona captado por la fuer-za expresiva y dramática del color.

Expone en numerosas colectivas y per-sonalmente, por vez primera, en Valen-cia (1950). Sucesivamente lo hace enBarcelona, Valencia y Castellón. Haparticipado en las Bienales de ArteHispanoamericanas de Madrid, La Ha-bana y Barcelona, en las exposicionesde Arte Español Contemporáneo deChile y Lima, en las Nacionales deAlicante (Medalla de Plata), en el Ho-menaje a Goya (Madrid), en el 1Salón de Mayo (Barcelona» y en ArteActual del Mediterráneo (1958) y otrasvarias en España y extranjero.

Viaja por Francia. Bélgica, Holanda ySuiza. Beca para ampliación de estu-dios del Institut Francaise.

Pertenece al grupo Parpalló y es miem-bro integrante del Movimiento Artís-tico del Mediterráneo.

Encuesta—Concepto y función del ARTE en

nuestro tiempo.El Arte nace del poder de sugerencias

de las cosas sobre el hombre y de la es-peculación de la imaginación del hombresobre las cosas, potenciado por los sen-timientos.

Originalmente, el Arte no es decorati-vo, es función necesaria, implícita en elhombre, aún el primitivo. Pero como unamesa, una silla o una nevera eléctrica,que también son función (aunque de ín-dole bien distinta), decoran,

Esto sirve para hoy y creo que parasiempre.

—Razón y visión de tu propio Arte.El artista es un hombre normal y co-

rriente que, además, es pintor. En él coin-ciden un cúmulo de imaginación, senti-mientos, aptitud física, potencia, etc.. deque los demás carecen, Su razón, mi ra-zón, es notárselo. Aún sin querer, estoocurre necesariamente.

Mi pintura, creo, está en la conjuncióndel expresionismo de siempre con LuisPrades Perona. y una fecha, 1959.

—Proyectos.

Tabajar. Concurrir a cuantas exposi-ciones deba y pueda hacerlo. Prepararuna o clos exposiciones personales,

MARIA ASUNCION RAVENTOSTORRAS

Padua, 73, turre — Barcelona

Estudios en la Escuela Superior de BellasArtes de San Jorge (1956).

Viaja por Italia (1957) y Sur de Francia.Bolsa de viaje por España, Castilla yExtremadura.

Expone individualmente en la Sala Ro-vira. de Barcelona. Honórifa de la Di-putación de Barcelona. Premio de Gra-bados de Pintores de Africa. Decora-ción de la capilla del Colegio MayorSan Jorge, de Barcelona. Toma parteen el II Salón de Mayo. En 1959, pre-mio de grabado (Montada), Participaen las muestras de Arte Actual delMediterráneo en diversas capitales es-pañolas y en las de Formosa, Caracasy New-York.

Pertenece al Movimiento Artístico delMediterráneo.

Encuesta—Concepto y función del ARTE en

nuestro tiempo.Unas condiciones determinadas de vi-

da y de pensamiento nos llevan a ver yelegir unas u otras cosas como motivode estudio e inspiración. Por ello pode-mos afirmar que no es el artista quiencrea mundos, sino los mundos los quehacen posible la eclosión del Arte.

Parte del Arte actual, con un acentode vida y autenticidad, expresa la an-gustia más o menos latente y el absurdopresentes en nuestra época. Otras ten-ciencias, sin perder de vista la relación ola naturaleza la despojan y la fuerzancon una intensidad no ya óptica, sinotoda interioridad,

—Razón y visión de mi propio Arte.Parto del neoclasicismo de Mondrian.

del expresionismo de Munch, de cons-truccionismo del Cezanne, del cubismo de

Picasso. Mi fuente de inspiración es elrománico. Componiendo el cuadro porzonas geométricas, en las que se ordenanritmos y formas en tonos graves, intentorecobrar temas humanos o naturalistascon acentos nuevos, procurando dotar elcuadro de esperanza y optimismo.

—Proyectos.Viaje :, París,

VICTOR P. PALLARESSuiza, 4 — Barcelona

Nace en Lérida (1933).

Estudios en la Escuela de Bellas Artes deLérida (Medalla de Oro). Después es-tudia dibujo y ( p intura en la Escuela

de Artes y Oficios de Barcelona. In-tentos de grabado (1953). Recoge ense-ñanzas de la Escuela de Bellas Artesde París y en el taller de Freidlaen-der (1957).

Expone individualmente en 1956 y parti-cipa en numerosas colectivas a las quees invitado: Exposición Nacional deGrabado (1955), II Salón de Arte Ac-tual del Mediterráneo, y varias másen Lérida, Barcelona y Valencia.

Encuesta

—Concepto y función del Arte en nues-tro tiempo.

Estos últimos años han sido marcadoscon sucesos de gran importancia en loque concierne a las artes plásticas. Estossucesos trazan una nueva situación delarte y una nueva tendencia del desen

-volvimiento futuro del mismo.El artista debe manifesta una visión

universal que le sea propia, reveladorade las preocupaciones de su tiempo.

Antes, era un orden-idealización de lonatural . Hoy, corresponde una sensaciónorgánica del mundo: provocación, expan-sión y metafísica.

El verdadero artista ha nacido cuandoha descubierto que todas las formas sonhermanas; y cuando el mundo se le hacontraído así, poco a poco, él ha vistoesa lluvia de apariencias. Y por tanto nohay ahora distancia alguna entre el hom

-bre y la imagen del mundo.Me inclino a considerar esta concep-

ción «informal» como una nueva inten-ción o tentación del artista ya que elacto estético que produce la obra de artees siempre una experiencia. Las conse-cuencias son imprevisibles y deben serlo.

—Razón y visión de mi propio Arte.El hombre debe buscar su cualidad y

elevarla a calidad, y mi cualidad es elgrabado, pero mi voluntad no garantizaen modo alguno la calidad.

Creo que en toda obra debe haberoriginalidad y franqueza. Toda obra debeser lírica para llegar a los sentidos.

El valor de mis grabados reside en untrazo impulsivo y una exosnsión enér-gica.

El arte no es de una época o de un«ismo», es simplemente arte. Su integri-dad con el hombre consiste en seguir supropia verdad.

—Proyectos.Actualmente, nuevas visiones me pi-

den nuevas técnicas de grabado. Grabo.busco y trabajo, y mis proyectos inme-diatos son la concepción de una exposi-ción particular y también la participaciónen la V Bienal de Sao Paulo, a la quehe sido invitado, con cinco de mis obras.

por Juan Escoda Corominas

Colección particular deD. Fernando Birk

Durante el transcurso de la histo-ría del arte Persa, el bronce y la pla-ta han sido objeto de una real be-lleza, no solamente durante los últi-mos' siglos sino durante su primer pe-ríodo que conocemos por las ruinasde las construcciones de Ciro, en Pa-sargadas.

Los Bronces y objetos de plata quetuvieron su influecnai en el arte Ba-bilónico y Asirio, aparecieron en elcomercio de antigüedades de Europay América, gracias a los comerciantesal •menios, que no conocían, o no que-rían declarar el lugar exacto de suorigen.

Bandejas, copas, vasos, y recipien-tes bellísimos de plata existían parala ofrenda y contenido de la haoma,líquido fermentado que se obtiene ex-prilniendo una p lanta que crece portoda el Asia • según parece fué la be-bida sagrada de los primitivos pue-blos arios.

Los doriforos o lanceros persos, re-lieve sobre piedra y tan conocidos enel arte popular, las cerámicas de Su-sa, caracterásticas por (sus relieves,nos muestran la afición de estos ar-tistas por el relieve, pero debemos deinsistir en el interés enorme que porsu belleza excepcional tienen los re-lieves en las obras de orfebrería a laque con tanto celo cuidaron durantetodas sus generaciones, la pieza queadjuntamos pertene-e al p;,ríodo an-tiguo del relieve.

Raramente la humanidad ha acumu-lado en un pequeño objeto de platatanta gracia, genio e inspiración , lospersasque aprendieron del arte griegoen la delicada belleza de los relievesen plata no abandonaron el espírituoriental de su pueblo.

Esta vez, la anécdota, además de sucarácter histórico, tendrá sabor local.Más que referirnos al conde de Chesteen su aspecto biográfico, nos referire-mos a su actuación en Cataluña, adonde fué enviado cor el Gobierno deS. M, en ocasión de ciertos disturbiose inquietudes políticas de que habla-remos a continuación.

Pasamos por alto, pues , los datos denacimiento y restantes circunstancias— harto conocidas, pol' lo demás — deaquel general y literato español, tra-ductor de «La Divina Comedia» y deotras obras clásicas de la Literaturamundial, para ocuparnos exclusiva-mente en su actuación como goberna-dol' de Cataluña y comentar el tactoy buen sentido político de que supohacer gala en su actuación entre nos-otros.

Podríamos decir, de paso, que elconde de Cheste hizo frente a la su-blevación de los generales Prim, Se-rrano y Topete, contra la cual ptïblicoun manifiesto redactado en castellanoy en catalán; por cierto que la partecatalana le fué encomendada por elgobernador a Federico Soler «Pitarra».

Pero el hecho fundamental que de-seamos comentar fui el de su llegadaa Barcelona y la manera con que suposortear la actitud levantisca de cier-tos elementos perturbadores que te-nían entonces soliviantadas a las au-toridades barcelonesas.

Llegó el conde de Cheste a Barce-lona en una época de turbulencia. Seestaba representando ten drama en elTeatro Principal , drama que aquelloselementos a que nos hemos referidotomagan todas las noches como pre-texto para organizar una manifesta-ción política en contra del poder cons

-titttído.La obra se titulaba «Lanuza» y se-

gún las referencias que hemos podido

procurarnos , en una escena culminan-te, el pregonero anunciaba, tras un re-doble de tambor, ante la propia cár-cel del protagonista, que Lanuza ibaa ser ejecutado, por traidor al Rey ya...

Pero no podía terminar su pregón,porque el preso, altivamente, gritaba,agarrado a los barrotes de su prisión:

—¡Mentira...! ¡El Rey es el traidoral pueblo y a sus sacrosantos del• e-chos... !

Entonces el púb'ico estallaba en unaatronadora ovación. Y, como si se tra-tase de una romanza de ópera , pedíaque la escena fuese repetida, Y se re-petía todo, en ocasiones hasta tresveces.

Cuando el conde de Cheste llegó aBarcelona, el secretario del GobiernoCivil le enteró de las más culminantesdificultades del momento, la mayor delas cuales era la constituida por esosescándalos que a diario se producíancon motivo de la representación deldrama.

—Mañana quiero ir al Teatro Prin-cipal.

—¡En persona, señor gobernador?—Claro está: no iba a ir por delega-

ción.—Con todos los respetos oue me me-

rece la elevada autoridad de V. E. — seatrevió a replicar el secretario —, mepermito aconsejarle que...

—No se permita usted nada —contestó tajantemente el conde— y co-munique a la empresa del Teatro quemañana el gobernador asistirá a larepresentación y ordena que esa cir-cunstancia se anuncie en los cartelesy programas que habitualmente se im-priman. ¡Ah!, y que pongan una ban

-dera en uno de los proscenios, paraque se advierta cuál ha de ser el palcoque yo ocupe...

El secretario del Gobierno, lleno de

por EVELIO BRULL.

pánico, creyó que el nuevo goberna-dor se había vuelto loco...

—¡Menudo zafarrancho se va a ar-mar — decía para sí —; con lo afila-das que el publiquito ése tiene las ga-rras... !

Y llegó la hora de la representación.La gente, en efecto, fué al teatro conmás gana que nunca de armas jaleo.Y cuando llegó la frase que cada no-che había de ser repetida, los aplau-sos pidiendo el «bis» fueron más atro-nadores. ;Aquello era una verdaderatempestad!

Los artistas , cohibidos, no se atre-vían a complacer al «respetable» porconsideración a la presencia del gq-bernador. Pero éste, como no dándoleimportancia a la cosa, pidió, personal-mente y con signos bien visibles, quela escena se repitiera.

Aquello desconcertó al auditorio.Ellos habían ido allí a manifestarseen contra del Gobierno y de su repre-sentante, el gobernador, Y todo lo po-dían esperar menos que fuese ésteqnien pidiera la repetición del pregóny del que ellos habían proclamado«grito subversivo». La actitud del go-bernador sorprendió a todos. Aquellono tenía la menar gracia cara los clá-sicos protestatarios de todas las no-ches.

Cuando la escena se repitió, el pú-blico se sintió defraudado y ya noaplaudieron sino por cortesía hacia losactores . Pero el conde pidió que sedijera otra vez la misma escena. Dediversos ámbitos de la sala ya surgie-ron voces de:

—¡No...! ¡No...!No obstante , el gobernador obligó al

auditorio a tragarse a quella noche, treso cuatro veces, el mismo fragmento.

A las dos o tres noches era cambia-do el cartel. La gente ya no acudía aver «Lanuza»,

Ma da FerrerGalería del Ateneo

Magda Ferrer (Barcelona, 1931), buexpuesto tina serie de pinturas sin fi-guración, estimables por la originali-dad de la técnica y por la peculiarrelación entre color, espacio y forma,manifestando cada uno de estos ele-mentos una tendencia a transformar-se en los otros y a dejarse influir porellos, dentro de una movilidad laten-te, a veces visibilizada también poraquellas «líneas errantes» que comien-zan en Klee y pasan con Tapies, desdehace más de dos lustros, a la pinturade la escuela catalana.

Mágda Ferrer no ha comenzado porimprovisaciones líricas, sino que se so-metió durante algunos años a unaestricta disciplina naturalista, resul-tado de sus' estudios en la Lonja denuestra ciudad y en la que el acede-mismo se matiza con un incipienteexpresionismo y con una voluntad tec-tónica. Desde 1955 sus obras se con-virtieron en puros factores de expre-sión pasional y anímica. Los ritmoslineales, gruesos y patéticos , domina-ban en sus obras de tonalidades neu-tt•as, grises y terrosas. Siguiendo latrayectoria normal en una evoluciónde este orden, pasó a lis abstracción yeliminó los «restos figurativos» esque-máticos de la etapa anterior, conser-vando la técnica y el estilo. Sus obrasde 1957 centran esa eta pa que prontodeja paso a un interés por las parle-dójicas «formas informales» y por lasmaterias en sí. Cuadros negros, pla-teados, de colores distintos metaliza-dos exponen ritmos convulsivos, en1958, pero en ese mismo año se pro-duce el cambio que conduce a la pin-tora a su concepto actual, que puedeser definido como una recuperaciónde valores abstractos dentro de unatécnica informalista mitigada.Estas obras recientes las realiza

Magda Ferrer mezclando óleo, pintu-ra plástica, polvos de metales y ceravirgen, además de pigmentos terrosos.Las formas que dominan en sus imá-genes son cuadrados, rectángulos , ban_das serpentiformes, casi siempre conlos contornos indecisos. Se contras-tan texturas mates y rugosas, brillan-

El dibujoy la composición

decorativaPot' Coaty

Editorial Gustavo Gili, S. A., ha re-editado en fecha reciente este manualque, pese a sus escasas ambiciones ara-rentes, debería ser tomado muy en cuentapor todos los que estudian arte en la ac-tualidad. En efecto, no se trata sólo delos conocimientos especiales que contiene,referentes a la estilización de formas na-turales, a la invención de figura orne-mentales, etc., que, en realidad, sólo in-teresan a los que estudian la composi

-casi como un elemento dc.tado de valorción decorativa y la historia dé! Arte engeneral, sino de los valiosos y originalescapítulos sobre el valor de cada color, surelación con el espacio Y con el formato dela obra, con el tamaño de la mancha enque aparece representado. Pues estos co-

nocimientos introducen de modo seguroa la ciencia de la composición, facilitan-do una base que puede denominarse cien-tífica sin hipérbole. El libro de Coutyestudia también las relaciones entre for-ma y materia. facilitando principios quelo mismo valen para el decorador quetalla un mueble que para el escultorabstracto o el figurativo, pues es evidenteque el hierro, la plata, la madera durao blanda poseen por sí mismos un ca-rácter que obliga al artista a tomarlo enconsideración si desea lograr los efectosde más equilibrio, intensidad y belleza.Este libro va ilustrarlo con numerososdibujos que acompañan de cerca al texto,con referencia a ellos.

tes y tensamente secas. Algunas obrasse entonan en un matiz dominante ylo lineal se ejecuta mediante la téc-nica del «grattage», que tan bien ex-presa por su negatividad el «pathos»de la estética de este momento, ydonde acaso se inserta una escondidaprotesta.

J. E. C.

El Conde de Chesteen Barcelona

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