Ensayo de El Origen Del Planeta

INSTITUTO TECNOLGICO SUPERIOR DE COATZACOALCOSIngeniera PetroleraGEOLOGIA DE EXPLOTACION DEL PETROLEO Cinthia carreon sulvaranENSAYO DE: LA DISTRIBUCION DE LOS SERES VIVOS Y LA HISTORIA DE LA TIERRA

INTRODUCCION La Tierra posee unas caractersticas muy especiales, tiene agua abundante, la que le da, vista desde el espacio, un caracterstico color azul, y tiene una atmsfera en equilibrio con el agua y con los seres vivos. Su superficie slida est formada por gigantescas placas litosfricas en movimiento constante. Sobre todo la lenta pero continuada accin de la atmsfera, la hidrosfera; el desplazamiento de las placas y la importante actividad de los seres vivos son los que han modelado la Tierra tal como hoy la conocemos. Para apreciar la naturaleza revolucionaria de la hiptesis de Wegener de la deriva continental, es necesario esbozar la imagen convencional de la estructura y evolucin de la Tierra que se tena en todas partes a principios de siglo, y que ha descrito elocuentemente un gran estudioso de la geologa, el austraco Eduard Suess, en su tratado, traducido al ingls con el ttulo de The Face of the Earth. Se supona que la Tierra era en su origen una masa en fusin, se hallaba en un proceso de solidificacin y contraccin. Esta se deba a la prdida trmica de radiacin en el espacio que la enfriaba. Los materiales ms ligeros haban ascendido a la superficie originando las rocas gneas y metamrficas de tipo grantico y otros sedimentos asociados. Todo este conjunto reciba el nombre Sial porque era relativamente rico en silicatos de aluminio, as como en sodio y potasio. Debajo del sial haba rocas ms densas llamadas sima, ricas en silicatos de magnesio, hierro y calcio. Las montaas deban su origen a la contraccin, as como aparecen arrugas en una manzana que se seca. Suess acu tambin el vocablo eusttica para denominar los grandes movimientos mundiales de ascenso y descenso del nivel del mar que podan inferirse del registro estratigrfico de las sucesivas transgresiones y regresiones marinas sobre los continentes. Suess atribua las regresiones al hundimiento de las cuencas ocenicas y las trangresiones al llenado parcial de esas cuencas con sedimentos de los continentes. Por lo tanto, el agua descenda de los continentes cuando los ocanos se hacan ms profundos, o los recubra a consecuencia de la sedimentacin del suelo del

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ocano. Con el transcurso del tiempo, ciertas zonas continentales se hundieron a su vez, de modo que fueron anegadas por el mar mientras que el temporalmente estabilizado suelo ocenico de otrora volva a emerger como tierra seca. La identidad total o casi total de muchas plantas y animales fsiles encontrados en distintos continentes era prueba suficiente de antiguas conexiones terrestres a travs de lo que ahora eran profundos ocanos. De no haber existido esos puentes terrestres transocenicos en el pasado, no habra sido posible explicar las similaridades de las formas de vida anteriores -ampliamente reconocidas- en los trminos de la evolucin darwiniana. El aislamiento gentico habra producido divergencias morfolgicas en las faunas de los distintos continentes. Suess daba el nombre de Gondwana a un antiguo continente integrado por Africa del centro y del sur, Madagascar, y la pennsula de la India. La expresin se extendi luego a Australia., Amrica del Sur y la Antrtida. Gondwana (originariamente nombre de una regin oriental de la India que significa "tierra"). Evidentemente, el modelo interpretativo de una tierra en estado de contraccin explicaba exitosamente una amplia gama de fenmenos geolgicos. Para muchos gelogos de principios de siglo no haba nada que pusiera a prueba la consistencia de dicho modelo.

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DERIVA CONTINENTAL Y TECTNICA DE PLACAS Lanzada por Alfred Wegener a principios del siglo XX y conocida como "la deriva de los continentes", fue rechazada durante aos -como la propia Atlntida- y retomada en la segunda mitad del siglo con el calificativo de "gran revelacin" de las ciencias geolgicas, pues su planteamiento recoge y resume todos los procesos registrados en las rocas en un conjunto homogneo y armnico. Los hechos recogidos por los investigadores nos hacen plantear la hiptesis de que la Atlntida existi durante el perodo terciario en el Atlntico, fundamentalmente como un gran archipilago con una lineacin general N-S, cuya naturaleza predominante fue volcnica y que alcanz su mximo apogeo en el terciario, para entrar despus en una fase de crisis y destruccin por hundimientos sucesivos bajo el nivel del mar, que ha podido durar hasta tiempos casi histricos. La teora de la deriva continental surgi en 1912, de manos del conocido Alfred Wegener (1880-1930), meteorlogo berlins que lleg a esa conclusin al observar el parecido geomtrico de las costas atlnticas africana y sudamericana. Dedic su vida a demostrar que los continentes actuales son el resultado del resquebrajamiento de un gran supercontinente paleozoico, la Pangea, muere en Austria en el hielo continental en 1930, en el curso de su tercera expedicin a Groenlandia. Alfred Wegener deca que los continentes actuales son el resultado del resquebrajamiento de un gran supercontinente paleozoico, la Pangea, cuyos trozos han migrado lateralmente desde entonces hasta la posicin que ocupan actualmente, y que variar a lo largo del tiempo, pues la migracin an contina. Para ello realiz una serie de estudios que le proporcionaron los siguientes argumentos: ARGUMENTOS GEOFSICOS El anlisis topogrfico estadstico de la superficie de la Tierra, el cual revela dos niveles predominantes correspondientes a las llanuras continentales y a las llanuras abisales u ocenicas (a unos 500 m en los continentes y 5.000 m en los ocanos). Esto no se explicara ms que suponiendo dos capas diferentes formadoras de la corteza: una superior silica, ms ligera (compuesta por silicatos de aluminio), y otra ms pesada, simtica (compuesta por silicatos de magnesio), que constituira la corteza ocenica.

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Por otro lado est la teora de la isostasia, que postula que las elevadas cadenas montaosas se yerguen sobre races silicas profundas, al igual que los icebergs sobre el agua del mar. Supone, pues, la existencia de un substrato bajo la corteza terrestre, altamente viscoso, que opera como un fluido. En la segunda dcada del siglo XX los datos petrolgicos y gravimtricos, apoyados por los datos que ofrecan los sismos, sugeran que la corteza ocenica se apoya sobre un material ms denso, compuesto principalmente por rocas ultrabsicas, de gran densidad, como son la peridotita, dunita y eclogita, sobre las que se dispone la capa basltica, ms ligera que stas y ms densa que la silica continental, el cual compone la base de los ocanos. Para medir la deriva de los continentes propuso un mtodo directo; el de la medida por el posicionamiento astronmico. De esta forma, en 1929 las pruebas realizadas indicaban, por lo menos, la deriva de Groenlandia hacia el Oeste. ARGUMENTOS GEOLGICOS Reuniendo las costas atlnticas de Sudamrica y frica, observ las siguientes similitudes: y Cinturn de plegamientos de Sudfrica con el sistema montaoso de Buenos Aires (Argentina). Meseta africana de gneis con la meseta del Brasil, semejantes en las kimberlitas y otras rocas. Estratos continentales del final del paleozoico y principio del mesozoico de los sistemas Karroo, en Sudfrica, y de Santa Catalina, en Brasil, que contiene el mismo horizonte estratigrfico compuesto por tillitas (depsitos de tipo glacial).

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Pero es que reuniendo por otra parte las costas del Atlntico Norte, encontr que tambin las cadenas caledonianas de Europa occidental, del principio del paleozoico, se continan en el NE de Amrica del Norte; y lo mismo ocurre con las cadenas hercnicas, del final del paleozoico. No es, pues, un simple reajuste del contorno de los continentes. ARGUMENTOS PALEONTOLGICOS Y BIOLGICOS Ante la gran similitud de fauna y flora entre los diferentes continentes durante pocas pasadas, hasta prcticamente el cretcico, que es cuando empiezan a

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diferenciarse, los paleontlogos de la poca coinciden en la necesidad de una conexin entre todos los continentes. Era generalmente aceptada la teora de que estas conexiones se constituan mediante unos "puentes intercontinentales" que se hundieron en el mar despus del cretcico, y que actuaron de vas de migracin para aquellos animales y plantas incapaces de atravesar de otro modo ocanos tan extensos como el Atlntico o el Pacfico. Esta teora, sin embargo, ha sido desechada por los geofsicos. Estas conexiones terrestres entre los continentes no han podido desaparecer, dando lugar a ocanos profundos, en el contexto de una corteza rgida y esttica, en la que slo caben movimientos isostticos; pues al ser las masas continentales de menor densidad que las infrayacentes, aqullas no pueden hundirse en stas.

ARGUMENTOS PALEOCLIMTICOS Hay una serie de rocas sedimentarias que dan una rica informacin sobre los climas existentes durante su depsito. As ocurre con las tillitas, de climas glaciales; carbones, de climas hmedos y ms bien clidos, evaporitas (yesos, sales, etc.) de climas ridos; calizas y dolomas, de climas de tipo tropical o subtropical; etc. Otros indicadores paleoclimticos son algunos fsiles, tales como los arrecifes coralinos, o los reptiles gigantes de mesozoico, que al ser de sangre fra no pudieron vivir sino en climas clidos, etc. Pues bien, la distribucin en los actuales continentes de todos estos registros geolgicos para cada poca resulta un caos si no se agrupan los continente como en un rompecabezas. Si as no se hace, resulta que el eje de la Tierra ha estado "dando tumbos" sin sentido durante mucho tiempo, y que las bandas climticas han tenido en el pasado un comportamiento muy diferente al actual y, en lugar de encontrarse ms o menos paralelamente al Ecuador, han tenido una configuracin muy irregular y caprichosa. Sin embargo, cuando se reconstruye la Pangea, para el carbonfero y prmico, las amplias formaciones de carbn de los continentes del hemisferio N (Europa y Norteamrica) se disponen a 90 del centro de una gran rea dominada por formaciones de carcter glacial (tillitas) y, asimismo, las formaciones salinas se disponen en paralelo a este ecuador sealado por carbones, reflejando una distribucin similar a la actual. Wegener, por supuesto, lleg a una serie de conclusiones que fueron discutidas y de las que posteriormente qued demostrada su falsedad. Pero no es el objeto de este trabajo defender o criticar a este autor, sino recoger aquellas ideas que le

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llevaron a desarrollar su hiptesis y sus aportaciones al mundo cientfico, el cual, muchos aos despus de su muerte, hacia los aos 60-70, ha vivido una autntica "revolucin cientfica" con el desarrollo de esta controvertida teora. Topografa ocenica La intensa exploracin topogrfica y geolgica de los fondos ocenicos a mediados del pasado siglo nos ofrece un fondo ocenico que puede dividirse en tres provincias principales, los mrgenes continentales que incluyen plataformas continentales, taludes y fosas profundas; la cuenca ocenica, es decir, el suelo abisal, con sus elevaciones y montes submarinos; y las cordilleras o dorsales centro-ocenicas. Los montes submarinos de las reas de la cuenca ocenica son de origen volcnico y estn constituidos por basaltos, y a menudo presentan cumbres aplanadas, lo cual implica una erosin producida dentro del mar. Frecuentemente presentan tambin corales y otros fsiles en sus cumbres, cuya poca no antecede nunca al cretcico; estos fsiles corroboran la poca profundidad de las aguas en aquellas pocas, que dista mucho de las profundidades en las que ahora se encuentran (hasta 1.600 m debajo del nivel del mar). Las dorsales centro-ocenicas son regiones de suma importancia, y son tambin reas de gran espectacularidad. Consisten en una ancha franja elevada, de hasta unos 1.000 km de ancho, que tiene una continuidad a lo largo de todos los ocanos, recorriendo unas 35.000 millas. Su topografa est producida por una serie de bloques fallados, separados a uno y otro lado de un eje o regin axial, zona de intensa actividad ssmica, de foco superficial. Es una topografa semejante a los valles de rift central del Este de frica y otras regiones continentales. Este valle central que divide la cordillera suele tener de 25 a 50 km de ancho y de 250 hasta 750 m de profundidad. Las mediciones del flujo de calor que atraviesa el suelo ocenico indican que el mayor flujo se encuentra en las dorsales medio-ocenicas, anomala que se refleja en la gran actividad volcnica de estas zonas. Otro aspecto por destacar sobre estos grandes relieves ocenicos es que se encuentran fracturados en segmentos desplazados lateralmente unos de otros por grandes fracturas verticales, llamadas por J. Tuzo Wilson fallas transformantes, las cuales dan lugar a desplazamientos muy importantes en la horizontal y son reas de grandes movimientos ssmicos (es decir, que son activas actualmente). Otro de los espectaculares fenmenos del fondo del mar lo constituyen las fosas marinas, adyacentes a los arcos de islas volcnicas del Sudeste de Asia o a

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sistemas montaosos como los del Pacfico Oriental (asociados a la cordillera andina) y que alcanzan en ocasiones inmensas profundidades. Estas fosas se caracterizan por presentar el mnimo flujo de calor de toda la corteza terrestre, as como por unas notorias anomalas negativas de la gravedad. Se detect tambin una gran superficie de fractura, inclinada hacia la zona del arco insular o la zona continental, denominada zona de Benioff en honor a su descubridor. Esta zona de Benioff es el rea donde se focalizan todos los numerosos terremotos de estas regiones.

Composicin de la corteza ocenica Mediante perforaciones y distintos mtodos ssmicos se ha llegado a un profundo conocimiento de la constitucin de las rocas que forman el fondo o corteza ocenica. Se suelen distinguir tres tipos de rocas: y Una capa superficial, con un espesor medio de 1 Km, constituida por sedimentos o rocas sedimentarias. Una capa intermedia constituida por rocas baslticas (pilowlavas), de un espesor de 1,7 Km. Una capa ms profunda constituida fundamentalmente por gabros (de composicin semejante a la de los basaltos pero completamente cristalinos, ya que han solidificado bajo una mayor presin litosttica), y anfibolitas, de un espesor de unos 5 km.

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Estas capas, descritas aqu muy escuetamente, son las que forman las secuencias ofiolticas, comunes en todos los ocanos. Por debajo de la ltima se encuentra la famosa "moho", o discontinuidad de Mohorovicic por debajo de la cual la propagacin de ondas ssmicas aumenta muy bruscamente. Esta discontinuidad pone en contacto la corteza con el manto (antiguamente llamado sima, por su composicin rica en silicatos de magnesio), cuya parte superior parece estar compuesta por rocas de muy alta densidad, muy ricas en magnesio y pobres en slice (al contrario de lo que ocurre en las rocas continentales), que son las peridotitas y las eclogitas, estas ltimas de composicin similar pero formadas bajo condiciones de mayor presin. A una profundidad de unos 100 a 200 km por debajo de la superficie rocosa se encuentra la discontinuidad de Gtenberg, que separa un nivel llamado capa de baja velocidad o astenosfera, cuyo nombre se refiere a la bajada en la velocidad

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de transmisin de las ondas ssmicas, la cual refleja la existencia de material fundido y plstico. Esta capa ya fue concebida anteriormente por los geofsicos que estudiaron el interior de la Tierra desde la teora matemtica. Edad de los Ocanos Otro descubrimiento en todas las investigaciones es el de la juventud de los ocanos: en ninguno se han hallado sedimentos anteriores al cretcico (una antigedad de unos 140 millones de aos), excepto en el Noroeste del Pacfico y del Atlntico, donde se han encontrado sedimentos del jursico medio a superior (hace unos 160 millones de aos) directamente sobre basamento basltico. De todos modos no se han encontrado sedimentos anteriores al mesozoico o era secundaria. Cmo puede ser que la corteza ocenica sea ms joven que la continental, en la que existen rocas desde el precmbrico? La datacin por fsiles de los sedimentos, y por mtodos radioactivos de las rocas baslticas, comprob que tanto unos como otras son ms modernos cuanto ms cercanos estn a la dorsal. Todos estos hechos se recogieron en la dcada de 1960 por autores como Carey (1958), Hess (1960), J. Tuzo Wilson (1965), Drummond y Matthews (1963), y otros, en diferentes hiptesis y teoras referentes a un ocano expansivo, generado a partir del eje central de las dorsales ocenicas, a travs del cual ascendera material fundido del manto (la peridotita al fundir da un magma basltico), que cristalizara en contacto con el ambiente acuoso y descendera hacia ambos lados de dicha dorsal, la cual, empujada por la astenosfera ascendente, adquiere una gran altura desde las llanuras abisales. Esta corteza ocenica se va destruyendo, al mismo tiempo, por las fosas ocenicas, donde se sumerge en el manto, fundindose y originando as los volcanes de los arcos de islas asociados. Esto lleva consigo la idea de una corteza terrestre dividida en placas ditosfricas, que se mueven sobre la astenosfera plstica por fuerzas que se relacionan con corrientes de conveccin trmica dentro del manto terrestre. Ms del cincuenta por ciento del actual suelo ocenico ha sido creado desde el cenozoico o perodo terciario, con una velocidad de expansin variable, con detenciones y aceleraciones. Segn M. Y J. Ewing, en los ltimos 10 millones de aos, la velocidad es mayor. La corteza terrestre est, pues, dividida en placas. Le Pichon diferenci seis placas mayores, denominadas americana, eurasitica, africana, ndica o australiana, pacfica y antrtica, dentro de las cuales se distinguen otras doce placas menores.

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Los lmites entre las placas pueden ser de tres tipos: divergente, donde se crea corteza (cordilleras ocenicas); convergente, donde se destruye corteza (fosas o zonas de subduccin); conservador, donde ni se crea ni se destruye corteza (fallas transformantes). La velocidad de extensin a partir de los ejes de las cordilleras ocenicas puede estimarse indirectamente por la informacin que aportan las anomalas magnticas; y la cantidad de corteza consumida en los mrgenes destructivos puede inferirse de la proporcin de corteza originada en las dorsales, ya que se considera que el radio terrestre es constante. A juzgar por las franjas magnticas del fondo ocenico, la tectnica de placas ha estado funcionando desde hace al menos 200 millones de aos. Pero otros datos y razonamientos, como en el ejemplo de las cordilleras caledonianas, muestran la colisin de continentes a lo largo de zonas de convergencia de placas, lo que permite suponer que las placas tectnicas han estado funcionando por lo menos desde hace 2.000 millones de aos. Puede ocurrir que el esquema de los lmites entre las placas cambie con el tiempo, pasando a ser de un tipo a otro o crendose nuevos lmites en reas estables. A causa de la baja densidad de la corteza continental, sta no puede ser arrastrada hacia el manto; por esa razn, si dos placas litosfricas con corteza continental chocan en una zona de subduccin, se producir el engrosamiento de la corteza continental mediante cadenas montaosas. La causa del movimiento de las placas es lo que an no est explicado, convirtindose por ello en el objetivo de la investigacin actual para la mayora de los especialistas. Se han propuesto diversas teoras, todas incompletas, pues satisfacen muy parcialmente las exigencias geofsicas. Se considera, en general, que el movimiento se debe a corrientes de conveccin en el manto, sobre las cuales se han elaborado diferentes modelos tericos. Con todo esto se han vuelto a establecer reconstrucciones del continente Pangea, tomando como lmite de los continentes la altura media de los taludes continentales, en la lnea de los 2.000 m de profundidad, mediante computadores, deshaciendo las aperturas segn las indicaciones paleomagnticas, etc. La influencia de la tectnica de placas se ha visto en diferentes campos de la Geologa, y gracias a ella empiezan a solucionarse gran cantidad de los problemas tradicionales como son la gnesis de los sistemas montaosos (orognesis); la distribucin de las reas de actividad ssmica y volcnica; la

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diferente composicin de las rocas gneas y las asociaciones que presentan, tanto en intrusiones como en rocas volcnicas; la distribucin de glaciaciones, distribucin paleobiolgica, etc.; las transgresiones y regresiones marinas globales y puntuales..

LA ATLNTIDA EN EL ESQUEMA TECTNICO Revisemos la topografa del fondo del Atlntico. En primer lugar encontramos, por supuesto, la dorsal atlntica. Ha sido ya explicada su funcin, dentro de la tectnica de placas, como centro generador de corteza ocenica. El empuje que sufre por parte del material fundido de la astenosfera la hace elevarse muy por encima de las llanuras abisales, en una especie de "gran abombamiento" de la corteza. El aumento o disminucin de la actividad en la dorsal puede originar importantes transgresiones o regresiones en las tierras emergidas; un aumento de actividad, por ejemplo, al ocasionar el aumento de material fundido que se agolpa bajo el eje de la cordillera, produce un aumento en el abombamiento, lo cual hace desplazarse a las aguas, aumentando el volumen de ellas a los lados y disminuyendo la columna de agua sobre la propia cordillera. La gran trasgresin del cretcico, durante la cual estuvo cubierta por las aguas la mayor porcin de tierra (o una de las mayores) en la historia geolgica, est ntimamente relacionada con el aumento en la velocidad de separacin de los continentes africano y sudamericano por un incremento notable en la actividad de la dorsal. La dorsal aflora en el N., en Islandia, isla que se caracteriza por una gran actividad volcnica, en la actualidad ms bien de tipo residual (giseres, fumarolas, etc.). Asociados a la dorsal se encuentran abruptos relieves y multitud de guyots, anteriormente ya mencionados. Sus cimas se han aplanado por la accin de las olas, y en muchos de ellos se han encontrado corales y restos de aguas poco profundas. La naturaleza del monte submarino es lava basltica, de igual modo que las islas volcnicas. La interpretacin es que estos guyots han sido islas volcnicas en un momento en el que el ocano era ms estrecho. La edad de las rocas del monte es ms antigua que la edad de las rocas del fondo ocenico que lo separa de la dorsal. Cuando este fondo ocenico no exista an, el guyot se encontraba afectado por el "abombamiento". Conforme el fondo ocenico iba creciendo, la isla se alejaba del

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foco volcnico, perdiendo su actividad, y al mismo tiempo su base iba descendiendo hacia las profundidades abisales, de forma que experimentaba un progresivo hundimiento, durante el cual se erosion y fue dando lugar a una cima plana, hasta encontrarse en la situacin en la que la vemos hoy. En el Atlntico, en la franja de corteza de edad cenozoica (terciario y cuaternario), se encuentran muchos de estos guyots, algunos de los cuales han sido bautizados conforme a la tradicin de la Atlntida, como el "Platn" o el mismo "Atlntida". En el punto triple donde confluyen la placa africana, la euroasitica y la norteamericana aparecen las Azores, cuya antigedad ronda los 20 millones de aos, que son los afloramientos sobre el nivel del mar de grandes montaas submarinas: estn basadas al pie de la dorsal, asociadas a extensas altiplanicies submarinas discontinuas. Estos relieves se continan a travs de la fractura transformante Azores-Gibraltar, hasta muy cerca de las "Columnas de Hrcules". El otro punto triple, que pone en contacto la placa africana con la norteamericana y la sudamericana, es tambin conflictivo. Se encuentra asociado a la placa del Caribe, la cual no encaja en la reconstruccin de la Pangea. Los expertos consideran que la placa caribea es un resto de la placa pacfica que fue "pellizcada" por los dos subcontinentes americanos al separarse de Europa y frica con un movimiento en arco. Junto a esta placa se encuentra un lugar en extremo interesante: la plataforma de las Bahamas. Esta gran plataforma se superpone en el ajuste entre Amrica del Norte y frica. Se supone que dicha plataforma est formada por una gran cantidad de sedimentos, acumulados cuando empezaron a separarse los dos continentes, sobre los que se superponen potentes arrecifes de coral. En esta plataforma se han encontrado restos, supuestamente arqueolgicos, muy interesantes, tales como muros sumergidos y otras ruinas, algunas de las cuales han podido fotografiarse. En esta rea, tambin, se encuentra el famoso "Tringulo de las Bermudas", sobre el cual no voy a hacer ningn comentario. Un dato curioso es la profeca de Edgar Cayce, el cual predijo que la Atlntida aparecera a finales de la dcada de 1960, en la plataforma de las Bahamas, cerca de Bimini, donde por aquellos aos un cientfico submarinista y polifactico, el doctor Valentine, descubri lo que l llam "la ruta o muro de Bimini". Otro dato que destacar en este reajuste de los dos continentes se refiere a los "huecos" que quedan al ajustarlos. El mayor de ellos, llamado "vaco de Ifni", situado precisamente frente a esta costa, se supone que se produjo al desgajarse

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una pequea porcin de la plataforma africana, trasladndose hacia el sur y constituyendo lo que ahora son las Canarias. En la geometra de la plataforma sobre la que se ubican las Islas Canarias se aprecian claros indicios de un hundimiento; ste de tipo diferente a los guyots antes descritos, pues quiz respondan ms a esfuerzos de cizalla en la corteza, es decir, a un hundimiento por fractura producido por la propia dinmica de la separacin de los continentes. Quizs haya en el Atlntico otros puntos interesantes para investigar, pero creo que he citado los ms significativos, entre otras cosas porque son tambin los ms sealados por la tradicin. Todas estas caractersticas se podrn encontrar quizs en otros ocanos y mares, pero insisto en que es en el Atlntico donde todo esto concuerda con la tradicin y donde encaja todo mejor en el tiempo y en el espacio. Todos los relieves que he sealado son de edad terciaria, excepto el banco de las Bahamas, de edad cretcica, y todos ellos muestran evidencias de hundimientos progresivos y de una inmersin postrera bajo las aguas de la ltima desglaciacin hace unos 11 o 12 mil aos. En cuanto a la descripcin que de la Atlntida hace Platn (o de Poseidonis, el ltimo resto), creo que coincide en mucho con lo que hubiera podido ser una gran isla, de origen volcnico, situada sobre la cordillera medioatlntica, como hoy lo es Islandia. En primer lugar, Platn describe la Atlntida como un conjunto de islas, cercanas entre s, algunas de ellas "anulares" ("recintos de agua" creados por Poseidn), que podran corresponder a los atolones coralinos que se forman en los volcanes que sufren un proceso de hundimiento. La isla central era de forma alargada, constituida por una llanura rodeada y protegida por altas montaas. Cuenta, adems, que los lmites de la llanura son casi geomtricos, paralelos, y que los habitantes de la isla construyeron en estos lmites grandes fosos donde recogan el agua de escorrenta de las montaas. Una geografa de este tipo es la que se describe para las reas donde se est produciendo un "rifting" o apertura de un ocano; es la geografa, probablemente, que predomina en la parte interna de la dorsal. Su formacin respondera a la fracturacin de la corteza en bloques paralelos al eje de la cordillera, el cual se hallara deprimido con relacin a los bordes como ocurre en los valles tectnicos de tipo graben. Los bloques fallados reflejan una componente angular en su desplazamiento, que les hace levantar un borde con respecto al otro. El comportamiento de estas fallas, llamadas lstricas, se debe a que afectan a toda la corteza, y a grandes profundidades los esfuerzos se traducen en las rocas en un comportamiento plstico en lugar de frgil, ya que la rigidez de las rocas a esas presiones y temperaturas disminuye en alto grado.

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Este giro que sufren los bloques dibuja un terreno apto para los "fosos" que describi Platn. Es posible que esta llanura llegase a quedar seca, incluso bajo el nivel del agua, protegida como estaba por las montaas que la rodeaban. As, cuando esta proteccin desapareci por fenmenos violentos, con terremotos y actividad volcnica -como podra significar una sbita reactivacin de la dorsal tras un tiempo de calma-, tuvo lugar la inundacin sbita de aquella llanura o depresin, que Platn describa tan rica y frtil. Hasta aqu una exposicin que no contradice ni a la tradicin atlantista ni a la ciencia oficial, aunque probablemente esta ltima sea remisa a admitirla. Quizs lo ms difcil en este esquema propuesto es verificar una poca de estabilidad en la dorsal que permitiera la formacin de suelos tan ricos. Pero la realidad es que la historia de la Atlntida, segn se narra en la obra de H.P. Blavatsky Doctrina Secreta, y en Genealoga del Hombre, de A. Besant, es la de un rea inestable, con progresivos hundimientos y en continuos cataclismos (al menos de 4 a 5 se describen en las citadas obras). Annie Besant seala literalmente: "...las convulsiones y la divisin de los lechos del ocano continuaron ms o menos violentamente durante edades...". Si pudiramos colocar mediante ordenador todos los relieves del fondo del Atlntico en la posicin que deban de tener hace algunos millones de aos, quizs al final del mioceno o durante el plioceno (poca durante la cual Europa adquiere su configuracin actual), y en las pocas sucesivas de glaciaciones y desglaciaciones, completando el diagrama con los datos de velocidad de expansin, datos paleoclimticos y datos sobre el nivel del mar, es probable que nos quedsemos sin respiracin al ver emerger en la pantalla de las aguas a la antigua y legendaria Atlntida.

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CONCLUSION Las primeras publicaciones de Wegener sobre la deriva de los continentes no parece haber despertado una gran expectacin. En general las opiniones fueron adversas. Las criticas incidan en:y

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Wegener no haba examinado con detalle la coincidencia de las costas de los continentes atlnticos. Adems muchas costas haban sufrido movimientos tectnicos de ascenso o descenso (epeirognicos) y seran de esperar gran cantidad de distorsiones. Se pusieron en entredicho las similitudes geolgicas a ambos lados del Atlntico, y se cuestion si esta similitud significaba necesariamente contigidad . Respecto a la supuesta capa de hielo de Gondwana en la era PermoCarbonfera, dos autoridades en glaciaciones A.P. Coleman y R.T. Chamberlin argumentaron que de acuerdo ala reconstruccin del propio Wegener su situacin sera continental, alejada de los vientos hmedos y por tanto nunca recibira abundantes nevadas aunque sus temperaturas fueran las mas fras de la Tierra. Charles Schuchert, estatgrafo y paleobiogegrafo de la Universidad de Yale acepta las similitudes de flora y fauna entre los continentes atlnticos, ciertamente existen y sera ridculo negarlas, pero para l son explicables si se aceptan unos puentes de tierra en el rtico, en el Atlntico Sur y en el ndico, puentes que podran haberse hundido despus del Mesozoico. Pero la principal objecin fue la naturaleza del mecanismo impulsor de la deriva continental. Por qu si Pangea haba durado tanto tiempo en la historia de la Tierra se haba roto dramticamente en unas pocas decenas de millones de aos? Por qu si el sial continental poda moverse desplazando el sima, el primero considerado mas rgido se tena que arrugar bajo la compresin de su borde de ataque hasta formar la cordillera andina.? Cmo se poda describir el movimiento de las Amricas como una deriva hacia el oeste si la posicin de la cordillera central subatlntica sugera un movimiento simtrico en ambas direcciones? El geofsico de Cambridge Harold Jeffreys se opone con desdeo a la deriva continental en su libro La Tierra (1924). La idea era que la Tierra era demasiado resistente para ser deformada por la fuerza del Pohlflucht o la fuerza de las mareas. Evidentemente la corteza puede sostener ocanos y montaas. Si las mareas tuviesen suficiente fuerza para provocar la deriva, la rotacin de la tierra se detendra en un ao. Jeffreys adverta que la suposicin de una perfecta compensacin isosttica en la superficie sugera un planeta de viscosidad finita donde las rocas podan deformarse

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por tensiones pequeas pero duraderas y eso llevaba a un lecho ocenico completamente liso en contra de los sondeos submarinos realizados. Wegener intent sin demasiado empeo una replica en la ltima edicin de su libro pero se sinti abrumado por la inundacin de literatura y las drsticas revisiones que segn algunos seran necesarias. Muri poco despus y el conmovedor comienzo de la introduccin, donde reprende suavemente la parcialidad de sus crticos, podra constituir su epitafio: Los hombres de ciencia no parecen haber llegado a comprender bien que todas las ciencias de la tierra deben aportar pruebas para desvelar el estado de nuestro planeta en sus tiempos originales, y que solamente se podr llegar a la verdad combinando todas estas pruebas. Aunque el consenso general era claramente hostil, Wegener tuvo dos formidable defensores: Arthur Holmes y Alexander du Toit. Son gelogos muy diferentes. Du Toit mejora aspectos clsicos de la teora de la deriva, aporta nuevas pruebas.... pero Holmes se preocupa por el aspecto mas descuidado, el mecanismo de la deriva, su intuicin le lleva a un modelo de la Tierra que es el precursor de la tectnica de placas. Alexander du Toit gelogo sudafricano establece:y

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En un libro extenso publicado en 1927 las estrechas relaciones entre la geologa de Sudafrica y la parte este de Amrica del Sur durante las eras Paleozoica y Mesozoica Este libro es citado ampliamente por Wegener en la ltima edicin de su obra. Separa la Pangea de Wegener en dos continentes Laurasia y Godwana respectivamente al norte y sur, con dos historias relativamente independientes y separados desde el Paleozoico por un extenso mar Tetis que perdur hasta el Terciario Reconstruy Gondwana con una mayor precisin, en base a las comparaciones geolgicas Madagascar cambia su ubicacin actual frente a frica y queda frente a Tanzania. Estudia los plegamientos montaosos de Argentina, provincia del Cabo (Surafrica) y este de Australia y prueba la existencia de un geosinclinal comn en el Paleozoico. Estudia con extraordinario detalle las correspondencias estratigrficas en Gondwana.

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BIBLIOGRAFA y La distribucin de los seres vivos y la historia de la tierra.Jorge Llorente/ Nelson Papvero/Marcelo G.Simoes. De la Deriva Continental a la Tectnica de Placas. Anthony Hallam 1973. Grandes controversias geolgicas. Anthony Hallam, 1983. Deriva Continental y Tectnica de Placas. Selecciones de Scientific American, 1974: J. Tuzo Wilson, M. Hurley, H. W. Menard, Tazieff, Anderson, R. S. Dietz, J. F. Dewey, D.P. McKenzie, P.A. Roma, etc. La Atlntida, el octavo continente, Charles Berlitz, 1984. Genealoga del Hombre. Annie Besant, 1983. Doctrina Secreta, vol. III. Helena Petrovna Blavatsky. Critias o la Atlntida. Platn.

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Ensayo de El Origen Del Planeta