Entrevista Angelo Gilardino y Relación Con Tedesco

7/26/2019 Entrevista Angelo Gilardino y Relacin Con Tedesco

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por Julio Gimeno Garca

(publicada en la revista Ocho Sonoro, n. 2, 1998)

Julio Gimeno. Sr. Gilardino, es usted el !uitarrista e"tran#ero $ue m%s

actividades, en su campo, lleva a cabo en &spa'a. *mo empe+* su relaci*n

con nuestro pas

Angelo Gilardino.- Creo que es la historia de un amor correspondido. Ya demuchacho empec a conocer y amar el arte y la cultura de Espaa (la pintura, la

poesa y la msica, pero tam!in la lengua, el paisa"e y, por qu no, la e#celente y

la $ariada cocina y los %ptimos $inos& y aunque he $ia"ado a $uestro pas !astantepoco, he llegado a ser un apasionado conocedor del mismo. En Espaa tengoamigos casi en todas partes, y cuando la $isito nunca tengo la impresi%n de estaren el e#tran"ero, m's !ien es como estar en una segunda patria. Amo so!re todoAndaluca y las aleares. )engo algunas lagunas, por e"emplo toda$a no he $istoel comple"o monumental de C'ceres, que de!e ser e#traordinario* En el arte yen la cultura espaola est'n inspiradas muchas de mis composiciones, dira quecasi la mitad. +n "o$en music%logo italiano, que se ha doctorado recientementecon una tesis so!re mi msica, ha dedicado un captulo entero de su disertaci%n ami hispanidad, que hasta ahora no me ha procurado desilusi%n alguna.

J.G. -os consta $ue, pese a $ue usted dedica casi todo su tiempo a

actividades relacionadas con nuestro instrumento, no estamos ante el tpico

!uitarrista cuas miras no van m%s all% de las seis cuerdas. /e esta 0orma,

sus clases sus escritos resultan enri$uecidos con re0erencias de otros

campos de las artes, de la cultura en !eneral. odra comentarnos c*mo

sur!i* su inters hacia la m3sica, , en particular, hacia la !uitarra

A.G.- ue como un destello. Est'!amos en el ao /, yo an no ha!acumplido los die0 aos. 1asta ese momento, ha!a $i$ido en el campo, en lahacienda de mi padre, que era comerciante de ca!allos. 2l me lle$% -como solahacer- a un mercado (creo que en la ciudad de 3%dena& y por la tarde me de"% iral cine, con la condici%n de regresar pronto para irme a dormir (est'!amos en una4onda, tipo 5ar 6est7, 4recuentada en la poca por los comerciantes de ganado&.8al a !uscar la sala cinematogr'4ica. En su lugar entr, por casualidad, en un
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local donde ha!a un !uen nmero de personas -todas adultas- que ha!la!an entres como esperando algo o a alguien. 1a!a muchas sillas dispuestas ensemicrculo delante de una tarima tapi0ada, y encima de la misma, una silladecorada y un !anquito muy !a"o de madera9 no acerta!a a adi$inar para qu

podra ser$ir.

3e sent en primera 4ila -esta!a muy intrigado por aquella situaci%n enigm'tica-y esper. En cierto momento, todas aquellas personas, como lle$adas por unainspiraci%n, !a"aron la $o0, se sentaron, y las luces de la sala !a"aron deintensidad. )odos mira!an hacia una puerta lateral. :e repente, reci!ida con unestruendoso aplauso, apareci% una mu"er !ellsima, con un largo $estido color$erde mar. )ena largos ca!ellos negros y su"eta!a en la mano una guitarra. 3uyemocionado, pens que qui0' se tratase de un hada, y que i!a a hacer algnhechi0o. ;unca ha!a asistido a un concierto, y apenas sa!a lo que era unaguitarra pero, cuando comen0% a tocar, ca como en trance, perd el sentido deltiempo, y cuando aca!% el concierto esta!a tan encantado que no sa!a qu hacerni d%nde esta!a. 8e acercaron dos seores, preocupados por mi estado, eintentaron hacerme ha!lar9 4ue intil. Entonces, me lle$aron a la estancia dondeaquella dama esta!a con$ersando con sus amigos. resti. Esa tarde, mi destino qued% 4i"ado. En /?, apenas mi 4amilia a!andon%la hacienda mud'ndose a la ciudad, entr en la escuela de msica, como alumnode $iolonchelo (no e#ista an un curso de guitarra& y, a la $e0, comenc aaprender la guitarra de maestros populares, que toca!an en una orquesta de pulsoy pa. ue entonces cuando adquir el h'!ito de colarme en todas las clases paraasistir a las lecciones de piano, $ioln, 4lauta y clarinete.


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per4eccionamiento musical del mundo- hi0o a 8ego$ia, in$it'ndole a impartir sucurso de $erano. Era inconce!i!le que la guitarra 4uese enseada en =talia en la5Accademia7 de per4eccionamiento y no en los cursos normales de losconser$atorios, as que en el transcurso de una $eintena de aos casi todos losconser$atorios italianos instituyeron uno o m's cursos e#traordinarios de

guitarra. En ?, una ley del go!ierno italiano regulari0% esta situaci%n, y desdeese ao los estudiantes italianos pueden conseguir un diploma normal al trminode die0 aos de estudio.

J.G. a dicho usted 198:; 4sombroso. Sabemos $ue usted tambin

recibi* los conse#os del !uitarrista compositor italiano ).

A.G.- ui alumno de en$enuto )er0i a 4inales de los aos B/, durante unos tresaos, aunque de manera irregular. Yo $i$a en Dercelli y l en rgamo, dosciudades italianas que distan unos / m. Era un guitarrista muy personal, conuna tcnica y un estilo interpretati$o 4ascinantes. ;o se pareca a ningn otro, eraoriginal.


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*que dur% $einte aos, nada menos. :i conciertos de / a F y despus de a . Entre estos dos inter$alos hay dos aos, F y , durante loscuales me detu$e porque quera poner a punto la tcnica y reno$ar el repertorio.:urante los die0 primeros aos 4ui un guitarrista regional, toca!a a menudo -unatreintena de conciertos al ao de media- pero s%lo en pequeas instituciones, y

ganando muy poco, apenas lo su4iciente para so!re$i$ir. Con el inicio de lacolecci%n Hr!en mi nom!re se hi0o muy conocido, comenc a dar conciertos eninstituciones que antes me ha!an ignorado y tam!in actu en el e#tran"ero.:urante toda la dcada de los I $i$ decentemente gracias a los conciertos y alas ediciones -en aquella poca, mi dedicaci%n a la ensean0a, en una academia

pri$ada, era mnima* En el primer decenio tena un repertorio de msica delsiglo J=J y principios del JJ, in4luenciado por los programas de )er0i, de3o00ani, de los guitarristas italianos de la poca precedente, e intenta!a integrareste tipo de msica con las o!ras del siglo JJ que me gusta!an9 Dilla-once, )ansman, Castelnuo$o-)edesco, ranK 3artin (4ui uno de los primeros entodo el mundo que toc% las Luatre piHces !rH$es&, etc. )oca!a programas mi#tosun tanto heterogneos* 3i 4amiliaridad con la msica pianstica y mi amistadcon muchos pianistas 4amosos me aconse"a!a el e$itar aquellas transcripcionesque mis colegas guitarristas toca!an apasionadamente, in$adidos por la certe0ade que Al!ni0 sona!a en la guitarra me"or que en el piano9 en realidad, lainterpretaci%n de @umores de la caleta que enedetti 3ichelangeli ha!a gra!adoen disco hu!iese hecho enmudecer a cualquier guitarrista, pero me di cuenta queera intil ha!lar con quien no quiere or. En , tras la pausa de dos aos, $ol$a los conciertos tocando s%lo el repertorio del siglo JJ, las o!ras hist%ricas,aunque, so!re todo, las que se escri!an para la colecci%n Hr!en que, muy amenudo, esta!an dedicadas a m. Eran programas largos y di4ciles, que cam!ia!acon 4recuencia, y que ha!a aprendido a estudiar sin guitarra por todas partes-apro$echando los tiempos muertos9 estudia!a en las salas de espera de lasestaciones, durante un $ia"e en tren, en los aeropuertos, incluso a $eces en losrestaurantes, entre plato y plato. En los trenes, si el compartimento esta!a li!re,toca!a como en mi casa, a pesar del traqueteo. En cierta ocasi%n tena quetrasladarme a )rieste donde i!a a estrenar una o!ra larga y di4cil de un 4amosoautor italiano que yo no conoca en persona. Esta!a solo en un compartimento de

primera clase y repasa!a la o!ra sin pausa. :urante la parada en 3il'n entr% un

seor que se sent% educadamente en la parte opuesta para no molestarme. :e3il'n a )rieste -$arias horas- el hom!re esta!a muy atento y me escucha!aestudiar sin pronunciar pala!ra. Al llegar a )rieste me saludo respetuosamente yse march%. >or la tarde, en el concierto, apenas terminada la interpretaci%n de la

pie0a, mientras el p!lico aplauda, el seor del tren se le$ant% entre la gente y$ino a estrecharme la mano9 era el compositor.


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J.G. Sin duda es usted una de las personas m%s comprometidas con la

m3sica para !uitarra del si!lo ??.

A.G.- :esde siempre he sido un apasionado de los grandes maestros de nuestrosiglo, de @a$el a 1indemith, y so!re todo art%K. Era por tanto natural que,

tam!in en mi acti$idad de guitarrista, me orientase hacia el siglo JJ. >rimerotoca!a las pie0as ya pu!licadas, despus, a partir de F -es decir cuandomuchos compositores comen0aron a escri!ir pie0as nue$as para la colecci%n quela Hr!en me ha!a con4iado- me con$ert en un escaparate $i$iente9 ha!ro4recido la primera e"ecuci%n de doscientas pie0as, qui0' m's* >ero despus, en, ni siquiera las no$edades me satis4acan9 tena un repertorio enorme y muy$ariado, pero me senta limitado en la e#presi%n, y entonces comprend que de!ade rendirme ante mi $erdadera naturale0a, que era la de compositor, y me retirde los conciertos.

J.G. @sted ha mencionado la colecci*n $ue diri!e, $ue la editorial arece ser -aunque no estoy seguro del todo- queCastelnuo$o-)edesco asisti% de inc%gnito a un concierto mo en la costa deDersilia, donde l esta!a de $acaciones, y que le agrad% mi interpretaci%n de su8onata 5Mmaggio a occherini7. 8o!re la edici%n impresa yo ha!a hecho un

!uen nmero de modi4icaciones, pr'cticamente ha!a re-escrito la o!ra tal comoyo crea que de!a ser. Luede claro, no es que yo no comprendiese y apreciase eltra!a"o que en aquella edici%n ha!a hecho 8ego$iaN de hecho, ha!a estudiadosus inter$enciones y su digitaci%n con gran inters. >ero ya durante ese estudiocomenc a ela!orar mi propia idea so!re la o!ra* Est' claro que la decisi%n deque el director de la nue$a colecci%n para guitarra que la Hr!en i!a a lan0ar al

mercado 4uese yo, un $einteaero italiano desconocido, 4ue indiscuti!lemente deCastelnuo$o-)edesco9 el editor le pidi% su opini%n, y l me seal% a m y mecon4i% como primera cosa la edici%n de su msica m's importante, de la cual8ego$ia, de!ido a su intensa acti$idad concertstica, no poda ocuparse.Castelnuo$o 4ue !astante categ%rico al respecto9 5si no puede hacerlo 8ego$ia,entonces lo har' Gilardino, y nadie m's.7 :espus, Castelnuo$o-)edesco quisoconocer mi la!or como compositor, tra!a"os escol'sticos, y tam!in ah 4ue


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categ%rico9 me di"o que de!era dedicarme a la composici%n y, para animarme,eligi% una de mis pie0as, la Can0one ;otturna, y la corrigi% de su propio puo.8in cam!iar una nota elimin% m's de la mitad de la o!ra. 5, ha atravesado por distintas etapas,

Du puede contarnos al respecto

A.G.- Yo estudi composici%n, pero no para ser compositor, sino paracomprender me"or la msica que toca!a. Escri! as e"ercicios escol'sticos y@osetta los correga sin comentarlos. )ras la pro4eca de Castelnuo$o-)edesco,que yo considera!a aciaga, y hasta R escri!, de 4orma ocasional, un nmeroreducido de pie0as. Ga!riel Estarellas, entonces una "o$encsima promesa de laguitarra, me $isit% en , ley% la Can0one ;otturna y me di"o que le gusta!a.Entonces, para hacerle un regalo, compuse Estrellas para Estarellas. :e esta4orma, siempre a partir de algn moti$o concreto, nacieron las otras o!ras. Ele#celente 3arco de 8anti, poco m's que un nio en aquellos aos, estudia!aconmigo y no quera tocar el rasgueado9 as que escri! una pie0a que, en la

primera secci%n, era su propio retrato musical -era imposi!le que no lo tocase- yla aca! con una tremenda secci%n de rasgueos* En realidad no pensa!a encomponer, s%lo utili0a!a a $eces mi capacidad de hacerlo para complacer a unamigo.


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J.G. &sta usted hablando, si no me e$uivoco, de Ocram, una obra $ue

public* la editorial


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A.G.- En e4ecto, tiene ra0%n. Yo creo que no era necesario escri!ir un mtodopara guitarra, pero que s ha!a llegado la hora de esta!lecer algunos principios4undamentales de la tcnica, algunas relaciones causa-e4ecto so!re las cuales

pudiera !asarse toda una concepci%n del sonido, de la digitaci%n y, m's an, detoda la interpretaci%n musical. 8or 4ue el m's inteligente de los guitarristas

compositores de su poca, y su modelo es toda$a e"emplar. once, $ol$a a utili0ar de nue$o aquel tema&, despus las Daria0ioni sullaortuna, para las que emple el tema de ortune de :oTland.


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con"unto de guitarras (do, cuarteto, octeto&, en4rentando el sonido de unaguitarra 5real7 -el solista- con el de una guitarra 5$irtual7 -el grupo de guitarras,que tra!a"an so!re el mismo material. )am!in en este campo me ha sidonecesario adaptar las 4ormas e#istentes o incluso crear 4ormas nue$as. En 4in, enF compuse un Concierto para guitarra y orquesta de c'mara titulado articip entonces,durante un cierto tiempo -con artculos m's !re$es que los que ha!a escrito para=l ronimo- con la re$ista 8eicorde, que despus se con$irti% en 8uonare. Cuando

algunos de mis e#-alumnos de A$ellino, capitaneados por Gian$ito >ul0one,decidieron 4undar Guitart se aseguraron mi cola!oraci%n. 8in em!argo, tengo quedecir con total honestidad, que escri!ir artculos es para m una acti$idad menor,una especie de ho!!y que, por lo dem's, tampoco me supone un gran es4uer0o.


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A.G.- El pro!lema es gra$e9 se trata de ignorancia. Es una situaci%n que se da atodos los ni$eles9 entre los docentes el conocimiento del repertorio consiste enuna escassima selecci%n de pie0as del siglo pasadoN


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A.G.- Yo siempre he respetado a 8ego$ia como el gran artista que era, y el noha!er compartido alguna de sus opiniones no ha disminuido nunca este respeto.)anto es as que yo siempre he e#presado p!licamente mis opiniones de maneraa!ierta e irreprensi!le, asumiendo toda la responsa!ilidad de aquello que hedicho. +sted seguramente recuerda lo que a4irma!a un gran espritu de la

democracia9 5;o estoy de acuerdo con sus ideas, pero estara dispuesto acom!atir hasta la muerte para de4ender su li!ertad a e#presarlas7. 8i algunos hanllegado a ser mis enemigos en ra0%n al uso ci$ili0ado y correcto que yo hayahecho de mi li!ertad, estaramos ante persona"es culturalmente -y qui0' tam!inintelectualmente- d!iles, de los que nunca me he ocupado ni, mucho menos,

preocupado. 3e gustara contarle una pequea ancdota9 en el otoo de F, heimpartido una 5masterclass7 en un conser$atorio castellano, y el pro4esor que meha!a in$itado, al presentarme a la clase, record% a los asistentes que, $einticincoaos antes, cuando ha!a pedido conse"o al maestro 8ego$ia so!re lacontinuaci%n de sus estudios, ha!a reci!ido como respuesta la sugerencia deestudiar en =talia conmigo. Yo ignora!a este hecho, que me ha sorprendido, y nos%lo a m, tam!in al resto de los oyentes*

J.G. &st% claro $ue el !ran !uitarrista andalu+ estaba mu por encima de

al!uno de los $ue se llamaban sus alumnos. 40ortunadamente, parece $ue

tambin los responsables de la Hundaci*n 64ndrs Se!ovia7 han sabido

anteponer criterios de idoneidad para el car!o 0rente a los posibles

res$uemores suspicacias de tiempos pasados.

A.G.- >ienso que las cosas importantes son aquellas que miran al 4uturo9 heaceptado este cargo porque tengo una idea clara de lo que quiero hacer y de c%mohacerlo. Este es el nico aspecto que me interesa realmente.

Dercelli, agosto de

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