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erspectivas P de la Formación Humanista La formación humanista en los tiempos actuales Agosto 2012 Semestral AMIESIC

erspectivas P de la Formación Humanista La formación …amiesic.org.mx/docs/BoletinPerspectivas_Formacion_Humanista.pdf · Hugo Cansino Morales Del poder de la lengua humana José

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erspectivasP de la Formación Humanista

La formación humanistaen los tiempos actuales

Agosto 2012SemestralAMIESIC

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Índice

Estimado lector:

Consejo Directivo

Perspectivas, es un espacio que busca hacer converger diferentes puntos de vista respecto del tema de la formación humanista, tema que nos im-plica, primero como seres humanos y segundo como formadores. Es un espacio que invita a la reflexión y la difusión de nuestras ideas, de nuestras acciones, de nuestras formas de trabajo en este complicado, pero interesante tema, la Formación Humanista de jóvenes universitarios.

En este primer número reflexionamos sobre como el vértigo, la velocidad, el consumismo y la superfi-cialidad de la vida cotidiana obligan a preguntarnos ¿el humanismo dónde queda?

Pareciera que el humanismo es un tema fuera de tiempo, pues las preocupaciones de las personas se centran en otro horizonte, es más importante tener y consumir que pensar sobre sí mismo. Aunque lo “humanista” es usado cotidianamente en discursos

Impor tanc ia de es tud ia r Human idades A lma B lanca de l Carmen Gómez Cruz

La fo rmac ión Human i s ta y los desa f íos ante la cond ic ión posmoderna Hugo Cans ino Mora les

De l poder de la lengua humana José F. He red ia

La fo rmac ión human i s ta en la e ra g loba l . Una exper ienc ia de fo rmac ión in teg ra l Un ive r s i ta r ia Jaque l i ne Gómez Mayorga

5 .

7 .

8 .

11 .

AmiesicAsociación Mexicana De Instituciones De Educación

Superior De Inspiración Cristiana

Mtro. Enrique A. González ÁlvarezP residente

Angélica María Flores BautistaSecretaria

Raúl Martínez RubioTesorero

Ángel Elizondo LópezV ocal de Pastoral

Juan Jaime Escobar Valencia Sch.Vocal de diálogo

F e- Ciencia – Cultura

Juan José Corona LópezV ocal de Formación Humanista

Lic. Eric Job Torrescano ValleMtra. Jacqueline Gómez Mayorga

Comité Editorial

Diseño Irma Alonso Moncada

educativos, políticos y culturales en la práctica cotidiana está excluido del interés primordial y se deja en un segundo plano.

Los autores, en esta entrega, proponen la dis-cusión sobre la importancia de contar en nues-tras universidades con una formación humanis-ta solida, que promueva una reflexión sobre el sentido de la vida, el amor y el odio, la vida y la muerte. Una formación Humanista que suscite la sensibilidad humana, la comprensión y soli-daridad con el otro, el compromiso social y éti-co, pero además desarrolle habilidades del pen-samiento, la crítica, la argumentación y por su puesto la reflexión.

Es entonces, el propósito de Perspectivas, invitar al dialogo, la discusión y la disertación de ideas que nos ayuden a mejorar nuestro trabajo cotidiano en la formación universitaria.

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IMPORTANCIA DE ESTUDIAR

HUMANIDADES EN LA UNIVERSIDAD

Al hablar de Humanidades se hace referencia a todas aquellas disciplinas que estudian el comportamiento, la condición y el desempeño del ser humano.

La palabra Humanidades proviene del latín, humanitas, que hace referencia al ser humano como fin de estudio1.

Es un desastre quitarlas de los planes de enseñanza cuando existe un déficit de humanidades y un exceso de especializa-ción científica en la cultura contemporánea.

En un primer momento se hablará de las Humanidades relacionándolas con el sentido de la vida; ya que la vida conscien-te implica siempre un proyecto interior en la persona, un porvenir; negar ese porvenir es negar la conciencia.

Como establece Miguel Benzo Mestre en su obra titulada Sobre el sentido de la vida, toda filosofía inhumanista es la elimi-nación de la interioridad, en su doble as-pecto de conciencia del yo y de libertad. Al eliminar la interioridad se niega todo va-lor objetivo al conocimiento personal y se afirma que lo dado en la autoconciencia es reductible (analítica o causalmente) a fac-tores no específicamente humanos.

Como segundo momento es necesario destacar la importancia de las Humanida-des dentro de los conocimientos en cien-cias básicas y áreas específicas de estudio. Urge una formación en las áreas de huma-nidades que le permitan al hombre acceder a una cultura total, y así poder responder con sentido ético y humanitario a esa so-ciedad que espera lo mejor de su trabajo.

El imperativo de la productividad rige las modas profesionales, de tal modo que las carreras que proporcionan destrezas como la economía, la informática y el de-recho, son objeto de elección por encima de aquellas que se detienen inútilmente en consideraciones de mayor alcance. “He-mos entrado de lleno en lo que Ortega lla-maba “la barbarie del especialismo”2.

Las humanidades y las ciencias socia-les comparten con otras ciencias la misión de proveer a los individuos capacidades e instrumentos para expandir sus posibi-

Alma Blanca del Carmen Gómez Cruz

lidades de desarrollo y progreso, el alcan-ce de niveles de bienestar y convivencia satisfactorios, el logro de mayores niveles de justicia y equidad. A su vez, estas dis-ciplinas son responsables de la intelección de opciones de cambio, la anticipación de riesgos y la definición de proyectos y cur-sos de acción posibles y deseables.

Las humanidades cultivan las disciplinas intelectuales con el fin de preparar al sujeto para enfrentar los retos de la vida contem-poránea. La formación de capacidades de pensamiento complejo y crítico, así como de valores y compromisos con la realidad social y la diversidad humana, son tareas que se desarrollan a través de la función docente y mediante la divulgación de resultados de las investigaciones que se realizan.

A manera de conclusión de lo ante-riormente explicado, las virtualidades que ofrece una educación humanística son:

En primer lugar, el estudio de las hu-manidades amplía la capacidad de pensar con claridad y profundidad sobre las gran-des cuestiones que tejen la vida del hom-

bre y que los saberes técnicos no pueden suscitar: el sentido de la vida, el amor y el odio, la guerra y la paz, la vida y la muerte, la felicidad y la tristeza.

En un segundo lugar, las humanida-des mejoran la capacidad para expresarse adecuadamente. En un mundo en el que casi todo puede conseguirse marcando cruces, las materias humanísticas propor-cionan ese carácter que es indispensable para ejercer, con claridad y elegancia, el arte de la escritura.

Una tercera cualidad importante de la educación humanística es la capacidad de valorar. Ha desaparecido la ilusión positi-vista de una ciencia libre de todo juicio de valor (Max Weber), nuestra civilización está exigiendo nuevamente consideraciones normativas para los problemas que plan-tean el derecho, la política o la tecnología.

Finalmente, la persona está en el centro del humanismo. Heidegger afirma: “El hu-manismo consiste en reflexionar y velar por-que el hombre sea humano y no in-humano o “bárbaro”, es decir, fuera de su esencia”3.

1 http://www.definicionabc.com/social/humanidades.php2 http://www.es.catholic.net/educadorescatolicos/693/2138/articulo.php?id=235623 Martin Heidegger, Lettre sur I’humanisme. Ed. Bilingue. Aubier, París, Montaigne, 1964.

“Las humanidades cultivan las disciplinas intelectuales con el fin de preparar al sujeto para enfrentar los

retos de la vida contemporánea”.

Autor

Bibliografía

Licenciatura en Administración de EmpresasMaestría en Educación Formación DocenteMaestría en Administración EducativaDoctorado en PedagogíaCertificada en Competencias Docentes de Educación Media Superior

Encargada del control de pagos en el Instituto AméricaDocente en la Universidad De La Salle Bajío a nivel Bachillerato y [email protected][email protected]

Benzo Mestre, M. (1986). Sobre el sentido de la vida. España: Biblioteca de autores cristianos.González José Landa, J. (1997). Los valores humanos en México. México: Siglo veintiuno editores.Heidegger, M. (1964). Lettre sur I’humanisme. París : Bilingue.http://www.definicionabc.com/social/humanidades.phphttp://www.es.catholic.net/educadorescatolicos/693/2138/articulo.php?id=23562

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InscripcionesLic. Ricardo Villa • [email protected]

Lic. Fátima Acuña Moreno • [email protected]

Universidad KinoHermosillo, Sonora8, 9 y 10 de Noviembre

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La formación humanista y los desafios ante la

condición de vida posmoderna

Mtro . Hugo Cans ino Mora les

“Ninguna época ha sabido conquistar tantos y

tan variados conocimientos sobre el hombre

como la nuestra…Sin embargo, ninguna época

ha conocido al hombre tan poco como la

nuestra. En ninguna época el hombre se ha

hecho tan problemático como en la nuestra”. Martin Heidegger

La motivación principal que impulsa a reflexionar sobre la formación humanista universitaria, es el desafío que se impone a la labor docente ante una condición de vida humana , dominada por la incerti-dumbre en la que se vive y se relaciona el hombre con el mundo, caracterizada por la gran caída de la verdad, de la ciencia , de los valores, del pensamiento y de la ética relativista un mundo donde tiene su imperio una economía de mercado que erige como paradigma la eficacia, dejan-do en el olvido la verdad la cual era consi-derada como el espacio de la universidad.

Para reflexionar sobre está problemáti-ca, en primer lugar se tratará de especifi-car la imagen del ser humano que se pro-mueva en una formación humanista. En segundo lugar afirmar el problema de la formación como fundamento básico del humanismo, después la problemática de la caída de la verdad y sus consecuencias en el pensamiento contemporáneo, el hi-perindividualismo hedonista, consumista e inmediatista y por último la problemática implicada en la universidad y su relación con el neoliberalismo. A manera de con-clusión se reflexiona sobre las caracterís-ticas de la formación humanista ante los desafíos de que impone la condición de vida posmoderna.

El hombre como punto de partida en la formación humanista

El punto principal de la discusión so-bre la formación humanista y los desafíos contemporáneos es, fundamentalmente el hombre, su significado y las resignificacio-nes que se le ha dado en las diferentes épocas históricas de su existencia.

La pregunta sobre ¿qué es el hombre? Sólo nos conduce a la reflexión, pero no nos da respuesta, por ser una pregunta de tipo metafísica, la pregunta ¿cómo es el hombre? Nos indica su composición ya que es una pregunta de conocimiento práctico. La palabra griega ánthropos nos brinda su significado como “el que mira lo que una vez vio” “el contemplador”. Así el hombre es un ser eminentemente estético ya que es el que mira y admira, contempla lo bello, el que además de ver puede mirar e intuir.

Ante la pregunta ¿cómo es el hombre? ¿cuáles son sus esferas fundamentales? Nos lo revela la primera carta a los Tesa-lonicenses 5: 23

“Que El, el Dios de la paz, os santifi-que plenamente, y que todo vuestro ser, el espíritu, el alma y el cuerpo, se conserve sin mancha hasta la Ve-nida de nuestro Señor Jesucristo”.

Así podemos notar que el hombre pre-senta en la estructura de todo su ser tres instancias fundamentales, a saber: El espíri-tu (pneuma), alma (psiqué) y cuerpo (soma)

Empezando por el último, el cuerpo, soma tiene como significado “la expresión del alma” y sabemos que la formación del cuerpo comienza por el desarrollo de las tres capas embrionarias llamadas: ectoder-mo, mesodermo y endodermo, las cuales darán la formación de músculos, esquele-to; órganos internos y sistema nervioso y cerebro. El alma o psique en griego tiene el significado de principio de vida material y está configurada por: el intelecto, el afec-to y la voluntad; el intelecto a su vez se es-tructura por los procesos del pensamiento,

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el razonamiento y la abstracción; el afecto se compone de sentimientos, emociones, pasiones y la voluntad por la motivación, la decisión y la ejecución. Estas categorías han sido estudiadas ampliamente por la disciplina de la Psicología y desde Platón y Aristóteles pasando por Kant no han teni-do gran cambio, sin embargo, el espíritu se quedó en el olvido desde la modernidad con el dualismo cartesiano (la res cogitans el alma y la res extensa el cuerpo) Ahora que la crítica posmoderna cuestiona la moder-nidad se intenta recuperar esta dimensión metafísica como fundamento mismo del ser. Así, el espíritu se podría configurar por las dimensiones de la sabiduría, el amor y la fe.

Ya el viejo Aristóteles en la Ética Eu-demia mencionaba la sabiduría como la sophia o como el conocimiento de los pri-meros principios y las causas últimas del ser, la sunesis como la sabiduría de com-prensión y la fronésis como la sabiduría en la acción. El amor presenta en griego, prin-cipalmente, el amor sexual como eros, la amistad como philia y el amor divino como ágape. La fe palabra que proviene del grie-go Pisteos palabra emparentada con el concepto de episteme y significa ante todo, certeza se subdivide en certeza sensible, certeza inteligible y certeza trascendental.

Podemos notar la interrelación que guardan las distintas categorías del es-píritu con las categorías del alma y del cuerpo, la certeza sensible esta en rela-ción con los órganos señoriales del cuer-po, la certeza inteligible con las del alma

y la certeza trascendental con la del espí-ritu, de la misma manera el amor eros se centra en el cuerpo, la philia con el alma y ágape con el espíritu, y la sabiduría froné-sis se relaciona con la voluntad, la sunesis con el afecto y sophia con el intelecto.

En la formación del ser humano de-berán procurarse el desarrollo de las ca-pacidades de la apreciación estética, de la sensibilidad que es lo que nos hace realmente ser humano, por ser el hombre fundamentalmente un contemplador de lo bello y que impactará esto en el desarrollo de la capacidad de amar, de comprender a sus semejantes y de relacionarse con lo divino y con el mundo con certeza. Otro punto importante en su formación son las virtudes dianoéticas o intelectuales en las que resultan de suma importancia la abs-tracción, sobre todo en esta época donde se va mermando la capacidad de abstraer debido a un bombardeo de imágenes que promueven las tecnologías de información y comunicación masivas.

La formación un concepto básico del humanismo

De acuerdo al filósofo alemán G.H. Ga-damer (1997) “El contenido de la palabra «formación» que nos es más familiar es el concepto antiguo de una «formación natu-ral», que designa la manifestación externa (la formación de los miembros, o una figu-ra bien formada) y en general toda confi-guración producida por la naturaleza (por ejemplo formación oro gráfica), se quedó

entonces casi enteramente al margen del nuevo concepto. La formación pasa a ser algo muy estrechamente vinculado al con-cepto de la cultura, y designa en primer lugar el modo específicamente humano de dar forma a las disposiciones y capaci-dades naturales del hombre”. Pero el con-cepto de formación también se refiere a algo más elevado y más interior, al modo de percibir que procede del conocimiento y del sentimiento de toda la vida espiritual y ética y se derrama armoniosamente so-bre la sensibilidad y el carácter. Ahora, el resurgimiento del concepto «formación» despierta más bien la vieja tradición mís-tica según la cual el hombre lleva en su alma la imagen de Dios conforme la cual fue creado, y debe reconstruida en sí. Así en la palabra alemana Bildung está conte-nida la palabra imagen como Bild “imagen imitada y modelo por imitar.1

La caída de la verdad y la universidadDecía el filósofo J. Derrida (1998) “La

universidad hace profesión de la verdad. Declara, promete un compromiso sin lími-te para con la verdad”

Parece bien cierto que la verdad es para muchos estudiosos la denominación más originaria de la universidad, o para decirlo con otras palabras, la universidad deberá ser el espacio de la verdad. No obstante, preguntaba Derrida “ ¿Dónde se encuentran hoy el lugar comunitario y el vínculo social de un «campus» en la época posmoderna y ciberespacial dominada por el ordenador, el teletrabajo y la world wide web?“

Como decía Bonvecchio (2000) en su libro El mito de la Universidad, “en la que cada quien durante un breve lapso creyó, o por lo menos deseó su existencia, ha desaparecido”. Los mitos, los metarrela-tos, como le llamaba J. F. Lyotard, que le-gitimaban el poder de las instituciones se han caído. Anunciaba F. Nietzsche casi al final del siglo XIX “Lo peor que ha ocurri-do es la caída de la verdad”. Así es como, las consideraciones originales en torno a los ámbitos creativos de la filosofía, la ciencia, el arte y las humanidades, basa-das fundamentalmente, en presupuestos idealistas se han perdido, debido a la rea-lidad imperante de un modelo económico capitalista neoliberal hoy llamado globali-zación que se sostiene en la premisa de una economía mundial, en calidad de un paradigma único.

La caída de la verdad tiene como conse-cuencias que la condición de vida posmoder-na se convierta en la era de la incertidumbre y domine un extremo relativismo en donde

1 De acuerdo con Gadamer “El hombre se caracteriza por la ruptura con lo inmediato y natural que le es propia en virtud del lado espiritual y racio¬nal de su esencia. «Por este lado él no es por naturaleza lo que debe ser»; por eso necesita de la formación. Lo que Hegel llama la esencia formal de la formación reposa sobre su gene¬ralidad. Partiendo del concepto de un ascenso a la generalidad Hegel logra concebir unitariamente lo que su época entendía bajo formación. Este ascenso a la generalidad no está simple¬mente redu-cido a la formación teórica, y tampoco designa com¬portamiento meramente teórico en oposición a un comporta¬miento práctico, sino que acoge la determinación esencial de la racionalidad humana en su totalidad. La esencia general de la formación humana es convertirse en un ser espiritual gene¬ral. El que se abandona a la particularidad es «inculto»; por ejemplo el que cede a una ira ciega sin consideración ni medida. Hegel muestra que a quien así actúa lo que le falta en el fondo es capacidad de abstracción: no es capaz de apartar su aten¬ción de sí mismo y dirigida a una generalidad desde la cual determinar su particularidad con consideración y medida”.En este sentido la formación como ascenso a la generalidad es una tarea humana. (Gadamer I -1997: 30)

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Autor

Bibliografía

Candidato a doctor en Educación, Mtro. En filosofía. Mtro. en Educación Superior , Lic. en Psicología . Catedrático de la Universidad Intercontinental y Colegio de Estudios de Posgrado de la Ciudad de México.

Bonvecchio, Claudio (2000). El mito de la universidad. México: Siglo XXI - UNAM.Barclay W (1987). Palabras Griegas Del Nuevo Testamento. U.S.A: Casa Bautista de Publicaciones.

Derrida, J (2000). La Universidad sin condición. Consultado en Enero 20 2009 en Derrida en castellano.

Gadamer, G. H. (1997) Verdad y Método I y II, Salamanca Ed. Sígueme

Lyotard, J.F (1998). La condición posmoderna. Madrid: Cátedra.

Pérez Gómez.A.I (2000). La cultura escolar en la sociedad neoliberal. Madrid: Morata.

Scramm, W (1984). Comunicación y Cultura. Tomo 3. En Smith,l (ed.), Teoría de la información y Comunicación masiva (pp. 129 - 145). Bs.As. Argentina : Nueva Visión.

se promueve que no hay verdad única, ob-jetiva, exclusiva, externa o trascendente, sólo existen fragmentos de verdad. Resulta paradójico que en la llamada Sociedad de la Información esté dominada por la incerti-dumbre, define W. Shcramm (1984. p.206) a la información como “la cuantificación de reducción de incertidumbre y aumento de certeza” Podríamos ahora, que en ninguna época como la de hoy existe tanta informa-ción y no obstante, en ninguna época como la actual existe tanta incertidumbre. La condición de posibilidad de la verdad es la certeza. Por otra parte, vemos que la racio-nalidad dura y la lógica se debilitan ante la afectividad, los sentimientos y las emocio-nes, aunque esto es muy importante en la constitución del ser humano, el renegar de la razón también conduce a reforzar el rela-tivismo y aumentar la incertidumbre y a con-figurar un pseudosaber que se autolegitima y que tienen como pretención de validez la eficacia y la utilidad.

Hiperindividualismo hedonista, consu-mista, inmediatista

La caída de los metarrelatos de legi-timación de poder de las instituciones y la caída de la verdad conducen al hom-bre a un vacío nihilista de sentido y de valores que desencadena una cultura del tener, una civilización del consumo y promueve una forma hedonista de con-cebir y de vivir la vida. Configura un “es-tilo de vida”, un estilo individualista en la que cada quien inventa su verdad y su ética, orientadas por el principio del placer, sin otra norma que “su” “liber-tad”; una ética egocéntrica, en la que los otros no figuran y en la que cada cual mira, si acaso, por sí mismo. Esto lleva a concebir la vida de forma inmediatista; vivir al minuto, intensamente, vivir lo efí-mero y lo superficial, en otras palabras, vivir una vida enajenada y sin dictum; ser un a-dicto, ser masa y no individuo, un hombre “light” que no puede y no quiere establecer compromisos serios, si acaso, sólo “consensos blandos”, por ejemplo, la“unión libre” no matrimonio. Esta condición de vida posmoderna lle-va al hombre a estar en el mundo con un asco abominable y metafísico, como la “nausea” que señalaba J. P. Sastre. a un vacío absoluto que puede impulsar al ser humano al suicidio. Los signos de este tiempo, sin duda, están regidos por el narcisismo y el hedonismo, sus dioses parecen ser Narciso y Dionisos, acom-pañados de la potencia de Thanatos.

Neoliberalismo y universidadEl significado de la palabra escuela para

los griegos era la σκολη scholle, el otium, el ocio. El ocio entendido como la condición de posibilidad del pensamiento, dicho con-cepto se ha quedado en el olvido, ahora,

en esta situación posmoderna, el sistema educativo, como la misma institución esco-lar se encuentran inmersos en un escenario de incertidumbre y ambigüedad, principal-mente, en lo que respecta a las finalidades más importantes que determinan la acción educativa y en los criterios éticos que defi-nen y determinan las decisiones cotidianas en los intercambios escolares. La pérdida de legitimidad intelectual de las propuestas deri-vadas de la filosofía de la ilustración y de sus consecuentes relatos, que conferían sentido humanista a la educación ilustradora se ha quedado también en el olvido. La perspectiva actual globalizadota y neoliberal intenta com-pensar las diferencias culturales de origen y ofrecer una plataforma cognitiva de igual-dad de oportunidades, vectores éticos de la globalización y de la economía de mercado, sitúan al sistema educativo y a la escuela o universidad en el ojo del huracán de las pu-ras exigencias económicas de la política neo-liberal. Así la política educativa ha dejado de ocupar el centro orientador en la toma de de-cisiones y se convierte en puro instrumento de las exigencias del mercado, demeritando de esta manera, el rigor académico, crean-do saberes estandarizados, formando una actitud acrítica con respecto a la tecnología en los actores de la acción educativa y sobre todo, una formación carente de valores, de ideales y convicciones que permitan el desa-rrollo integral del ser humano.

ConclusionesLa esencia de la educación consis-

te en la ampliación de los horizontes de significatividad de la realidad, en abrir los horizontes hermenéuticos de sentido de lo humano, en comprender al otro y ser responsable de todos, por que el otro es primero, como decía E. Levinas.

En la formación humanista está com-prendida la forma (morphe) como lo dura-dero del ser, no la apariencia, ni sólo la la imagen o el aspecto de ser un docente, sino la aceptación positiva incondicional,

la congruencia y la empatía, como soste-nía C. Rogers.

Así, el docente humanista asume una actitud con un espíritu de servicio, un claro dominio de su objeto de estudio, una mís-tica y una probada vocación pedagógica; acompañada, principalmente: de un rigor en la disciplina, de orden y diligencia en el ejer-cicio de su labor docente y como persona.

El docente, bien se parece a un sha-man, un shaman de la palabra, que llevará a sus estudiantes a develar el sentido ocul-to que guardan las palabras contenidas en su enseñanza y en los textos que utiliza para la construcción del conocimiento.

Como se mencionó más arriba, el do-cente deberá contar con una mente bien equipada, es decir, desarrollar la sabidu-ría sophia, la sunesis y la fronésis, para ilustrar el intelecto, desarrollar capacida-des y habilidades afectivas y promover la prudencia en sus estudiantes.

Por otra parte, la formación humanista, debe desarrollar el pensamiento conceptual, la capacidad de razonamiento lógico y de abstracción, con la finalidad de desarrollar los niveles académicos de sus educandos.

Es digno de notar que todo lo anterior expuesto no será del todo tan importante, si en la formación humanista no se pro-mueve el desarrollo espiritual del docen-te, y cuyo núcleo se centra en la fe, en la certeza y en la verdad con la cual se relaciona con el mundo. Así la formación humanista para responder a los grandes desafíos que impone el mundo posmoder-no, exige un desarrollo de la persona de manera integral en el espíritu, el alma y el cuerpo. En todo su ser como se afirma en el texto de la primera carta a los Tesaloni-censes 5: 23

“Que El, el Dios de la paz, os san-tifique plenamente, y que todo vuestro ser, el espíritu, el alma y el cuerpo, se conserve sin mancha hasta la Venida de nuestro Señor Jesucristo”.

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Del poder de la lengua HumanaDel poder de la lengua Humana

Jo rge F. Heredia Zubieta

La lengua debe servir para el fomento de la amistad,

ya que “Una palabra dulce multiplica los

amigos, la lengua amable multiplica los saludos…

La lengua no debe usarse a la ligera, pues “En el mucho hablar

no falta el pecado, el que pone freno a sus palabras es prudente”

(Prov 10,19).

A propósito del poder de la lengua humana, instrumento eficaz de comunica-ción, que sirve para unir o dividir a los seres humanos, comento aquí algunas citas de la Biblia:

Decía el apóstol Santiago: “Si alguno no cae en falta al hablar, ése es hombre perfecto, capaz de controlarse a sí mismo. A los caballos les metemos un freno en la boca para que nos obedezcan, y podemos así controlar todo su cuerpo. Lo mismo pasa con los barcos: por muy grandes que sean… un pequeño timón basta para que sean gobernados… Pues lo mismo pasa con la lengua: siendo un miembro pequeño, es capaz de grandes cosas. ¿No ves cómo un pequeño fuego hace arder un gran bos-que? Pues también la lengua es fuego, un mundo de maldad… y, atizada por los po-deres del fuego eterno, hace arder el curso entero de la existencia… nadie es capaz de domar la lengua humana, que no cesa de hacer el mal y está cargada de veneno mortal. Con ella bendecimos al Señor y Pa-dre, y con ella maldecimos a los seres hu-manos, hechos a semejanza de Dios. De la misma boca salen bendición y maldición…

No debe ser así, hermanos míos. ¿Acaso de una fuente sale por el mismo conducto agua dulce y amarga?” (St 3, 1-11).

La lengua no debe usarse a la ligera, pues “En el mucho hablar no falta el pecado, el que pone freno a sus palabras es pruden-te” (Prov 10,19). Para hablar con sabiduría, primero hay que aprender a escuchar, que por algo nos dio el Creador dos orejas y una sola boca: “Sé pronto para oír y tardo para responder. Si sabes, responde a tu prójimo, si no, quédate callado. Hablar te puede traer honra o deshonra, y en la lengua del hom-bre está su ruina. Que no te tachen de mur-murador, no tiendas trampas con tu lengua; pues la vergüenza caerá sobre el ladrón, y un duro castigo sobre el que habla con hipo-cresía… porque la mala fama trae vergüen-za y desprecio… Sé firme en tu criterio y sea una tu palabra… y de amigo no te pases a enemigo” (Eclo 5,10 – 6,1).

La lengua debe servir para el fomento de la amistad, ya que “Una palabra dulce multi-plica los amigos, la lengua amable multiplica los saludos… Un amigo fiel es apoyo segu-ro, el que lo encuentra, encuentra un tesoro. Un amigo fiel no tiene precio, es incalculable su valor. Un amigo fiel es medicina para la vida, los que temen al Señor lo encontrarán” (Eclo 6, 5-16). Pues “de la abundancia del corazón habla la boca” (Mt 12,34).

El mismo Jesús es tajante al explicar el 5° mandamiento, y deja entender que tam-bién con la lengua se mata, pues “todo el que se enoje contra su hermano será lle-vado a juicio; el que lo llame estúpido será llevado ante el Consejo… y el que lo llame imbécil será condenado al fuego que no se apaga.” El Señor da prioridad a la armonía con el prójimo sobre el culto religioso: “si en el momento de llevar tu ofrenda al altar

Licenciado en F i losof ía por la Univers i-dad Iberoamer icana (1980) y Doctor en Teología por Facul tad de Teología de la Univers idad de Granada, España (2001).Actualmente labora en La Sal le Pachuca como Coordinador de Humanidades, en la Di rección de Formación.

jheredia@lasal lep.edu.mx

Autor

recuerdas que tu hermano tiene algo con-tra ti, deja allí tu ofrenda… y ve primero a reconciliarte con tu hermano… Trata de po-nerte de acuerdo con tu adversario mien-tras vas de camino con él; no sea que te entregue al juez y el juez al guardia, y te metan a la cárcel” (Mt 5,21-25).

Recordemos en fin que en la Biblia se describe el castigo que cae sobre los que intentan alcanzar el cielo por su propio afán y orgullo: la confusión de lenguas, por la cual “no se entiendan más unos con otros” (Gn 11,7). En cambio, sobre los que se reúnen para orar con fe y esperanza, sopla el Espíritu Santo que comunica y hace en-tenderse a una gran diversidad de pueblos, pues “cada uno los oía hablar en su propia lengua” (Hch 2, 6).

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Encuentros Nacionales de Responsables de Materias de Formación de AMIESICAntecedente Encuentros

Dentro de las actividades que organiza la Asociación Mexicana de Instituciones de Educación Superior de Inspiración Cristia-na (AMIESIC) se distinguen los Encuentros Nacionales de Responsables de Materias de Formación, cuyo tema prioritario ha sido la formación humanista.

Hasta el momento se han organizado 9 Encuentros, en los cuales se reconoce la necesidad de analizar las materias humanis-tas, con el fin de identificar coincidencias en cuanto a contenidos, pronósticos, estructu-ra, necesidades didácticas, así como gene-rar acciones para mejorar las ofertas forma-tivas. El objetivo es brindar una educación integral, que contemple la reflexión en torno a aspectos de índole humanista en beneficio de los futuros profesionales y de la sociedad.

El punto de partida consistió en tomar a la formación humanista como el común denominador que define las Materias de Formación. Con esta base, en el Primer En-cuentro llevado a cabo en Cuernavaca, se obtuvo un estudio preliminar (CFH, 2003) que recogió los componentes esenciales de las propuestas de cada universidad partici-pante y también se detectaron algunas otras necesidades. Con estos datos, los respon-sables de las materias formativas ubicamos aspectos generales, positivos y negativos, en las opiniones de los jóvenes.

En los 3 Encuentros siguientes (Puebla 2004, Veracruz 2005 y Michoacán 2006) se enfatizó la pertinencia de dirigir la mirada ha-cia los jóvenes universitarios, debido a que son ellos quienes se están formando con las materias y, por lo tanto, no se puede pen-sar el proceso formativo sin su participación activa. También se reconoció la importancia de reflexionar y dialogar en torno al quehacer formativo y como resultado se detectaron los primeros aspectos sustantivos de las mate-rias, como lo es la definición de programas. Del mismo modo se valoró la importancia de trabajar de manera conjunta para fortalecer la propuesta de las universidades incorpora-das a la AMIESIC.

Por otro lado, se reconoció la falta de insumos para trabajar de manera conjunta entre la diversas universidades asociadas, por lo que una propuesta subsecuente fue realizar un diagnóstico para contar con infor-mación actualizada, sistematizada y confia-ble, acerca de la percepción que tienen los estudiantes de las Materias de Formación.

En el 5º Encuentro, llevado a cabo en 2007, se realizó una propuesta de trabajo conjunto para formalizar, académicamente, la investigación en torno a la formación hu-manista de los universitarios. Se discutió en torno a la siguiente idea: “nuestra formación

humanista ¿fuerza transformadora del joven universitario? Uno de los acuerdos resueltos en el Encuentro fue iniciar con el Diagnóstico sobre la percepción de los estudiantes acerca de las materias de formación que se imparten en universidades incorporadas a la AMIESIC.

El Diagnóstico consistió en un estudio centrado en el joven universitario y buscó brindar información sistematizada de los ele-mentos comunes de las materias, para ser utilizada como insumo para el trabajo a de-sarrollarse entre los miembros de la AMIESIC.

Con el diagnóstico se rescataron opinio-nes, experiencias, inquietudes, reflexiones y en especial percepciones de los estudiantes con respecto a las materias; se sistematiza-ron los datos obtenidos para contar con un panorama con base en el cual sea posible

intercambiar puntos de vista. El diagnóstico se estructuró en tres eta-

pas y los resultados se presentaron en el VII y VIII Encuentros. En este último se propuso ampliar los alcances del Diagnóstico con una nueva encuesta enfocada en la percepción de egresados, ya que uno de los objetivos de este tipo de Materias es buscar trascen-der tanto al ámbito laboral como al personal.

En el 9º Encuentro, realizado en Colima en 2011, se presentó una primera propuesta para la realización del Diagnóstico de Per-cepción de Egresados acerca de las Mate-rias de Formación. Como primera actividad se realizó un taller para detectar necesida-des y analizar la pertinencia del proyecto. El acuerdo fue elaborar el proyecto y presen-tarlo ante la AMIESIC.

“Saber pensar para saber hacer y ser”

El pasado 10, 11 y 12 de noviembre se llevó a cabo en la ciudad de Colima el 9º Encuentro de Responsables de Materias de Formación Humanista con el tema “Hacia la construcción de competencias humanistas”. El propósito del Encuentro fue compartir experiencias de formación humanista, con base en el modelo de competen-cias, con el fin de reflexionar y construir colectivamente nuevas formas de trabajo para el desarrollo de las mismas. Participaron más de 20 universidades de las pertenecientes a la Asociación Mexicana de Instituciones de Educación Superior de Inspiración Cristiana (AMIE-SIC), en la cual el Mtro. Juan José Corona López, rector de la Universidad Inter-continental es Responsable de la Vocalía de Formación Humanista.

Se llevaron a cabo conferencias con especialistas de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México y la UNIVA de Guadalajara, se presentaron experiencias concretas de trabajo que se realiza en algunas universidades y se desarrollaron mesas de discusión.

Desde el encuentro anterior celebrado en la Ciudad de Puebla, se viene reflexionan-do sobre el tema. Se puede observar que existe por parte de quienes trabajamos desde una perspectiva humanista una cierta resistencia a trabajar el tema de las competencias por asociarlo a una postura pragmática que responde mas a necesidades de mercado que a verdaderos interés formativos. Sin embargo, durante las exposiciones de los espe-cialistas en los dos encuentros nos pudimos dar cuenta que es un modelo que, traba-jándolo con cierto cuidado, puede ser compatible con las pretensiones de la formación integral y humanista.

Entre muchos aspectos importantes que se mencionaron en el encuentro se pueden destacar los siguientes:

• Las competencias no son el fin sino, un componente y un medio para la Formación Huma-nista Integral.

• Las competencias articulan los saberes (ser, conocer, hacer) para el manejo de situaciones del contexto, adecuándose a los cambios y la incertidumbre y ofreciendo soluciones autóno-mas y creativas.

A través de este modelo se busca generar menos información y más formación, desarrollar competencias para la vida, relacionar la escuela, la vida y el trabajo, insertarse en la sociedad del conocimiento.

• Para trabajar bajo este modelo es muy importante tener muy claro cuál es el fin último de la formación humanista, de tal manera que este sea un medio para logar dichos fines.

La formación humanista bajo modelos educativos como el de competencias o centrados en habilidades no debe descuidar sus ejes y propósitos principales, necesita clarificarlos con el fin de no perder su orientación. Los responsables, como se dijo en dicho encuentro, debemos velar porque suceda la formación humanista.

Hacia la construcción de competencias humanistas

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La formaciÓn humanista en la era global

Una experiencia de formaciÓn

integral universitaria

El presente ensayo es parte de la ponen-cia presentada en el Primer Congreso Interna-cional de Educación Universitaria y Práctica Educativas Innovadoras1.

En la actualidad, los profesionales de to-das las disciplinas requieren una formación integral que complemente la capacitación académica con una formación humanista y social. Esto, además de ser una necesidad, es una exigencia a nivel internacional. En México, la Asociación Nacional de Universi-dades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) propone que para lograr el desa-rrollo integral en los estudiantes, se requiere partir de la interrelación de los contenidos humanistas y culturales, articulados a la ca-pacitación técnica y científica2. Pero en estos tiempos apostar por una formación integral resulta más complejo de lo que se pudiera suponer solo a nivel de discurso.

Dentro del ámbito educativo universitario existe la tendencia a formar individuos que respondan a las demandas mundiales, capa-citados para desarrollarse profesional y so-cialmente desde una lógica global. La idea de globalización conlleva un acento en las nece-sidades socio-económicas y en la promoción de conocimiento científico-tecnológico espe-cífico. Dentro de este contexto, lo humanis-

Jacqueline Gómez Mayorga

Figura 1. Interrelación y articulación

1 El congreso fue organizado por la Universidad Nacional Autónoma de México, la Universidad Autónoma de Madrid, el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación de España y la Agencia Española de Cooperación Internacional y de Desarrollo. El evento se llevó a cabo los días 20, 21, 22 de septiembre de 2011, en las instalaciones de la FES Aragón.2 Consultar documento de la ANUIES citado o el sitio oficial de la asociación: www.anuies.mx

Cuanto más se habla de y se promueve la

perspectiva humanista en las universidades, el mundo vive día a día casos de falta

de sensibilidad humana, carencia de compromiso

comunitario y detrimento del sentido ético social.

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ta se considera aparte. Se promueve con cierto énfasis en los discursos oficiales e institucionales subrayando la necesidad de formar profesionales íntegros y buenos ciudadanos con sensibilidad hacia los pro-blemas de la comunidad y de la sociedad, pero algo en ello suena contradictorio.

La contradicción de la formación in-tegral se evidencia en la práctica. Cuanto más se habla de y se promueve la pers-pectiva humanista en las universidades, el mundo vive día a día casos de falta de sensibilidad humana, carencia de compro-miso comunitario y detrimento del sentido ético social. Si con base en este contex-to se busca convencer al estudiante uni-versitario acerca de la importancia de la perspectiva humanista para su desarrollo profesional, y éste percibe en su realidad cotidiana incongruencias con respecto a dicha perspectiva, es cuando se afirma que apostar por la formación integral es un asunto complejo, no obstante, prioritario.

En México, las instituciones educativas universitarias, públicas y privadas, están obligadas a brindar una formación integral que incluya un enfoque humanista y social. Más allá de la obligación, algunas universi-dades o sus académicos asumen un serio compromiso por incorporar este enfoque en la oferta académica, pero existen pocos espacios de discusión e investigación en torno al tema. En el caso de la Universi-dad Intercontinental (UIC), se ofrecen cur-sos de formación humanista3 en tres líneas o dimensiones dedicadas 1) a reflexionar el sentido de lo humano, 2) a dialogar en torno a los principales problemas socio-culturales de la actualidad y 3) a reconocer la importancia de la ética en el contexto profesional y cotidiano. En la búsqueda de la formación integral los cursos son el complemento en el desarrollo profesional de los universitarios. Una constante que se enfatiza en cada uno de los cursos es que la formación es, ante todo, un proceso humano en el cual cada individuo es res-ponsable de su propia formación.

La formación como proceso humano integral

Noam Chomsky alguna vez escribió con respecto a la democracia: “ Si la escuela fuera en verdad democrática, no sería ne-cesario machacar a los estudiantes con tó-picos sobre la democracia. Simplemente la acción y la conducta serían democráticas, pero sabemos que no es así. En principio, cuanto más necesario resulte hablar sobre los ideales de la democracia, menos demo-crático será el sistema” (Chomsky, 2009:25). Así mismo sucede con la formación integral y humanista en el ámbito universitario na-

cional: cuanto más necesario resulta hablar de ellas en las instituciones educativas, me-nos humanista e integral es el sistema.

Se vive una auténtica crisis formativa. El sentido humano se confunde entre valores gastados y falsos valores de consumo in-mediato. Sí es urgente apostar por una idea de formación profesional integral pero no como un “paquete todo incluido” o “llave en mano” que responsabiliza únicamente a la institución educativa, sin compromiso algu-no del estudiante o la familia. Por el contra-rio, una propuesta formativa integral exige responsabilidad del estudiante, porque la formación es un proceso, es una experien-cia de vida que lleva su tiempo y su espacio específicos según la comunidad, el grupo o el sujeto en formación. Aunque ahora se oye hablar de la importancia de la perspec-tiva humana en las profesiones, es solo dis-curso vacío si en la práctica no existe una toma de postura real traducida en un ejerci-cio profesional sensible a los problemas del entrono social cotidiano. Esto es lo que las instituciones deben fomentar en interacción dialógica con la comunidad universitaria.

¿Pero cómo lograr fomentar ese compromiso formativo en el estudiante, a través de los cursos?

En 2005, el entonces Centro de Forma-ción Humanista4 de la UIC desarrolló el Pro-yecto Educativo del Centro de Formación5 (PEC) con fundamentos y líneas de acción para dar sustento a los contenidos del los cursos y bases a la labor docente, de acuer-do con los tres principios que definen la fi-losofía institucional, así como a los cursos de formación: la perspectiva humanista, la orientación social y la responsabilidad ética (Centro de Formación Humanista, 2005a).

Para poner en práctica los principios filosóficos, se trabajó una propuesta de formación basada en los enfoques de la mediación cultural (Ferry, 1997) y la her-menéutica reflexiva (Ricoeur, 2003; 2001, 1991). La propuesta de Gilles Ferry consiste en dirigir con intención las mediaciones cul-turales presentes en la vida universitaria y social que, en sí mismas, son los mecanis-mos que propician el proceso formativo del sujeto. Y la idea de hermenéutica reflexiva

3 La formación humanista es el enfoque implícito en los tres principios rectores de la Universidad Intercontinental: alto nivel académico, inspiración cristiana y orientación social.4 En la actualidad es el Departamento de Integración Humana.5 Los cursos impartidos con base en la propuesta del PEC fueron: Significado de lo humano; México Sociedad y Cultura; y Reflexiones Éticas Contemporáneas. En la actualidad estos cursos se actualizaron para contemplar el Plan de Desarrollo Institucional vigente.

Figura 2. La Formación Integral Universitaria

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de Paul Ricoeur refuerza el sentido de ser humano como ser interpretativo, como ser reflexivo y mediador, como sujeto responsa-ble de su propio proceso formativo.

De acuerdo con lo anterior, la propuesta formativa sustentada en el PEC y diseñada para los cursos de formación humanista, entiende la formación como una mediación cultural intencionada que busca promover un ejercicio reflexivo, interpretativo y dialó-gico con el entorno sociocultural de refe-rencia del sujeto. Como se lee en el PEC:

…se propone ubicar al proceso forma-tivo como aquel que contribuye a que los estudiantes sean conscientes de su con-figuración como sujetos históricos y cul-turales —conciencia del trayecto— y que promueve en ellos y ellas los medios para constituirse como sujetos de acción social, académica y cultural. Todo ello, en el marco de su ejercicio profesional y de ciudadanía y bajo una perspectiva ética humanista y de compromiso social, como construcción in-tencionada de su proyecto profesional. (op.cit. p. 22)

En términos pedagógicos, la perspec-tiva teórica sustentada para los cursos de formación humanista es de carácter cons-tructivista, porque es el propio sujeto en formación, es decir, el estudiante, quien da significado a su entorno social, asume la presencia del otro, interactúa y construye sentido en el actuar (Centro de Formación Humanista, 2006; 2005b). Y desde esta perspectiva la formación integral que pro-mueve la Universidad se encuentra ligada a las ideas de cultura, de ciudadanía y de sentido humanista de las profesiones para

problemas y crisis en varios ámbitos, es difícil que se detengan a reflexionar, por-que su ímpetu es dinámico y vertiginoso, tal cual se presentan los tiempos de hoy.

Los docentes registramos aspectos como desempeño, aprovechamiento y opiniones expresadas por parte de los estudiantes. Aunque contamos con ex-periencias muy satisfactorias y propo-sitivas, también hemos identificado el desinterés generalizado en los estudian-tes, por los temas humanistas. Por tal si-tuación se pensó en trabajar estrategias para atender no solo a las demandas ins-titucionales, sino enfocarse en las nece-sidades formativas de los universitarios. Si los jóvenes son agentes activos dentro del proceso de formación, es necesario conocer su manera de pensar y su ex-periencia. Por tal motivo se propuso un diagnóstico, para conocer la percepción de los estudiantes acerca de los cursos de formación. El diagnóstico consideró acercamientos cualitativos y cuantitati-vos acerca de la percepción de los estu-diantes en relación con sus experiencias formativas (Departamento de Formación Humanista, 2011). Con base en una pers-pectiva constructivista se trabajó desde tres aspectos fundamentales: la forma-ción (proceso), lo humanista (intención) y lo experiencial (contexto e interacción)6.

Una formación integral para una comprensión crítica de la realidad

Es importante reflexionar en torno al quehacer formativo tomando en conside-ración las necesidades e intereses de los

el beneficio social y no sólo económico. Para el investigador o el docente lo ante-rior puede ser un objetivo claro pero no lo es tanto para el estudiante.

La experiencia de la formación integral universitaria

En la práctica y fuera del mero terreno conceptual la promoción de una perspec-tiva humanista a través de los cursos de formación es un reto cotidiano para los do-centes. En el aula lo importante es pensar en los sujetos en formación. Lo pertinente es dirigir la mirada hacia los jóvenes uni-versitarios pues son ellos quienes se están formando con los cursos y, por lo tanto, no se puede pensar el proceso formativo sin su participación activa. Pero fomentar una posición crítica humanista y ética que inci-da en el contexto social de los estudiantes no es tarea fácil.

Al impartir los cursos de formación los docentes solemos tener dificultades cuan-do buscamos provocar en los universitarios reflexiones en torno a situaciones sociales o culturales relacionadas con el entorno, la vida cotidiana o el contexto profesional, en específico cuando éstas requieren ser dialogadas desde una perspectiva huma-nista o ética. En general, los jóvenes sue-len mostrarse poco interesados y ajenos a los problemas planteados. Los universita-rios están ansiosos por integrarse al mun-do como es y poco reflexionan acerca de aquello que no signifique dinero, negocio o éxito. Es una tendencia mundial. Aunque ellos son conscientes de que las cosas no marchan como deberían, de que existen

Figura 3. Sentido humanista de las profesiones para beneficio social

6 Para conocer más acerca del diagnóstico realizado favor de solicitar información en el Departamento de Integración Humana de la UIC.

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ANUIES (2004). La Educación Superior en el Siglo XXI. Anuies, México.

Centro de Formación Humanista (2006). Cursos de Formación Humanista. Propuesta Curricular. Mircrocurrículum. Universidad Intercontinental, Departamento de Integración Humana, Centro de Formación Humanista, México, documento interno.

____________________________ (2005a). Proyecto Educativo del Centro de Formación Humanista: sus fundamentos, líneas de acción y condiciones organizativas. Universidad Intercontinental, Departamento de Integración Humana, Centro de Formación Humanista, México, documento interno.

____________________________ (2005b). Programa de Desarrollo Curricular de los Cursos de Formación Humanista 2005-2008. UIC, documento interno.

Chomsky, Noam (2009). “Educar para la Libertad, un diálogo con Donaldo Macedo”. La (des)educación. 4ª edición, Biblioteca de bolsillo, España, pp. 23-44.

Departamento de Integración Humana (2005). Plan Institucional para la Formación Integral de la Comunidad Universitaria UIC. Universidad Intercontinental, Dirección General de Desarrollo Integral, Departamento de Integración Humana, México, documento interno.

Departamento de Formación Humanista (2011). Percepción de los estudiantes universitarios acerca de las materias de formación. Dirección General de Desarrollo Integral, Departamento de Formación Humanista, Universidad Intercontinental, México.

Ferry, Gilles. (1997). Pedagogía de la formación. Novedades educativas, Buenos Aires.

_________ (1990). El trayecto de la formación. Los enseñantes entre la teoría y la práctica. Paidós,, UNAM, Escuela Nacional de Estudios Profesionales Iztacala, México.

Ricœur, Paul (1991). Autocomprensión e historia. Calvo, T. y Ávila R. (eds.). Paul Ricœur: los caminos de la interpretación. Symposium internacional sobre el pensamiento filosófico de Paul Ricœur. Anthropos, Barcelona, pp. 26-42.

___________ (2001). Del texto a la acción. Ensayos de hermenéutica II, FCE, México.

___________ (2003). Teoría de la interpretación, Discurso y excedente de sentido. Siglo XXI, Univ. Iberoamericana, México.

Es l icenciada en Comunicación Socia l y maestra en Ciencias y Artes para e l Dise-ño, por la UAM-Xochimi lco. Actualmente rea l iza un doctorado en Ciencias Pol í t i -cas y Socia les en la UNAM. Desde 2003 es profesora de las materias de formación humanista y ha desarrol lado trabajo de investigación en formación hu-manista universitaria para el Departamento de Integración Humana de la Universidad [email protected]

estudiantes para trabajar en la búsqueda de una formación integral que atienda no solo al individuo como futuro profesional, sino a éste como persona.

Los todavía escasos trabajos en el ám-bito de la formación humanista universitaria dejan ver un camino poco andado con pro-blemas importantes por trabajar como la fra-gilidad de los vínculos humanos, el desinte-rés por el desarrollo espiritual y comunitario que viven actualmente muchos estudiantes. Es importante escuchar a los jóvenes, no porque literalmente tengan la respuesta, sino porque analizando sus opiniones se puede enriquecer la propuesta formativa.

Existe interés en los universitarios por su formación profesional, pero también existe una respuesta automática a las exi-gencias de un contexto global en donde predomina una sobrevaloración del ámbito económico-profesional, en detrimento de lo personal y espiritual. Como formadores, hay que tener presente que la intención no solo es formar profesionales competentes, sino excelentes ciudadanos comprometi-dos con los problemas de la sociedad.

Autor

Bibliografía

Encuentro de Rectores y representantes de Universidades de la Organización de Universidades

Católicas de América Latina (ODUCAL)24 y 25 de Mayo, 2012

“El camino hacia la verdad compromete al ser humano entero: inteligencia, amor, razón y fe”

Exc. Mons. Eugenio Lira Rugarcía

Con el objetivo de compartir experiencias de formación integral de los estudiantes univer-sitarios, los pasados 24 y 25 de mayo se llevó a cabo en la Ciudad de Puebla teniendo como anfitriones a la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP) el Encuentro de Rectores y representantes de ODUCAL. En dicho evento participaron representantes de países como República Dominicana, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, Puerto Rico y México.

A través de cuatro mesas de trabajo y una conferencia magistral se reflexionó acerca de los aspectos más importantes que debería atender una formación integral: el dialogo entre fe y razón, la verdad, la ética, la solidaridad, la formación universal de la persona, el crecimiento espiritual.

Se presentaron diferentes modelos y actividades que se desarrollan como parte de la forma-ción integral en las universidades participantes.

Las diferentes presentaciones abordaron temas tan importantes como el fortalecimiento del liderazgo, proyección y valores, el desarrollo del pensamiento crítico, la búsqueda de la verdad, la atención personalizada y el acompañamiento formativo en aspectos humanistas, el logro de la conciencia social y moral, la observación y cuestionamiento de la realidad con fines de ofrecer so-luciones, la creatividad, la libertad y el trabajo colaborativo. Se hablo de un Sistema de integridad, que busca fortalecer la cultura de la honestidad, veracidad y congruencia. La propuesta del arte como una herramienta formativa, la convivencia sana y armónica, entre otros temas.

Algunas reflexiones importantes• Un elemento que estuvo presente en la mayoría de las exposiciones fue el de la búsqueda

de la verdad y ésta como fin de la formación universitaria.• Se destacó la obligación de formar integralmente y evitar la fragmentación.• Se mencionó que no basta con incluir materias humanistas transversales sino también analizar

lo que se enseña en otras materias, reflexionar si está bien o mal, si es verdadero o falso.• Conservar nuestra identidad, ser personas de estudio, de ciencia de investigación y de cultu-

ra. Acercarnos a todo con una mirada de fe, lo que nos abre a una visión sin límites, posibilitando llegar a lo más profundo de la realidad para saber actuar.

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Te invitamos a participar en nuestro siguiente

número que abordará el tema de:

“Los retos de la formación humanista ante la situación global”

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