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Esas Voces en mi Mente - Gustavo Antunez Pauletti

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Este libro fue creado a partir de la compilación de historias del blog Esas voces de mi mente. Todos los derechos reservados http://esasvocesenmimente.blogspot.com

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Esas voces en mi Mente

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Esas voces en mi MenteGustavo Antunez Pauletti

Azimut

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Este libro fue creado a partir de la compilación de historias del blog Esas voces de mi mente. Todos los derechos reservadoswww.esasvocesdemimente.blogspot.com

Diseño, diagramación y edición: Carolina Jaramillo Primera edición: Enero de 2012Impreso en Bogotá, Colombia

Esas voces en mi Mente

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Indice

Prólogo 11

Los ojos del tiempo 15

La fuente infinita 19

Lunarbol 23

La menque que quería ser un Globo 27

Rio Clown 31

Tren que lauquen 37

Metamorfosis 41

Nos vemos del otro lado 45

Viaje Austral 51

Orbitando sentidos 55

Viviendo entre pulpos y aderezos 59

No compras, Noventas 65

Preludio del sabio de 3 dedos 69

Desparos certeros al zentro de mi ser 77

Bifurcación en Si Mayor 83

El instante eterno 89

Café, liberador de mentes 93

Los 13 inventos que cambiarán el mundo 99

Luz Naciente 109

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Prólogo

En un lugar muy muy lejano vivía un hermoso y fuerte árbol bloggero, que vivía feliz pues siempre estaba cerca de los coloridos valles de Phoenix. Tenía una inmensa pasión por la música metal, le encantaba escribir todo lo que por su mente pasaba y con frecuencia probaba nuevos tintes de colores en sus frondosas hojas.

A Gushtradamus lo conocí hace varios años, una tarde de buenos aires bajo un torrencial aguacero, muy muy cerca de Phoenix. Aquel día, este particular árbol mostro mucho interés en saber de dónde venía yo, que después de haber pasado por Midwest me había establecido al otro lado del inmenso valle de Phoenix, razón por la cual no nos conocíamos de antes. Después de un largo camino yo había llegado allí, a visitar una parte del bosque de Gustradamus y sus demás arboles y de nuevo, bajo una excelente jugada de coincidencias significativas, la vida había hecho que él y yo nos encontráramos esa húmeda tarde.

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El destino volvió a separarme de Gustradamus físicamente, pero jamás espiritualmente; mediante telepatía, algunas sincronías y uno que otro mensaje por chat nos manteníamos en contacto, incluso durante los largos viajes que alguno de los dos hacia por Midwest o por Ohio.

Después de un tiempo, volví a caminar cerca de su bosque y nos regocijamos con el encuentro en aquel verano. Bajo las sombras de arboles mas grandes compartimos nuestros escritos mientras tomábamos algo, muy cerca de la esquina de Jurabildo.

También tuvimos la oportunidad de compartir algunas aguavivas, típicas del lugar de donde vengo y de bailar al ritmo de entretenidas canciones en un lugar popular del bosque, donde además aprovechamos para mover nuestras largas raíces.

Tiempo después tuve que marcharme de esa parte del valle de Phoenix, de igual forma Gushtradamus comenzó una larga travesía hacia un lugar donde pretendía encontrarse con el mismo, descubrir de nuevo el equilibrio.

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En el bosque que dejo comenzaron a llamarlo Dios, porque su sabiduría era indiscutible, un árbol tan espiritual no se encuentra en todos lados. Y a pesar de que no estaba “cerca” él siempre estaba con todos los arboles a los que había dejado en aquel bosque de Phoenix cuando había salido a buscar lo que debía encontrar para crecer como árbol. Yo simplemente prefiero seguir llamándolo, Gushtradamus.

Aun continúo a la espera de que la vida me de la oportunidad de volverme a encontrar con él, en algún lugar del inmenso valle de Phoenix. No sé donde se encuentra en este momento físicamente, pero su corazón está con el mío, pues los verdaderos amigos no necesitan verse constantemente para entenderse, apoyarse, acompañarse y quererse!

LithadamusBogotá, Colombia Enero 2012

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Los ojos

del tiempo

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Pero fíjate que loco, vos ahí y yo acá, unidos por esto que leés. Algo que tal vez lo escribí hace mucho tiempo, o tal vez no, quizá es ahora. Aquí y ahora. Al salir despedidas las palabras van quedando impresas en la pantalla, etéreas, eternas. ¿Qué es el tiempo? No, el tiempo no tiene nada que ver ni hacer aquí. Nos burlamos de él, sorteamos su obstáculo de pasados y futuros, y nos quedamos con el regalo, el presente. Somos el proyectil disparado, no la trayectoria. ¿Cuál es el arma? ¿Quién es? ¿Cuál es el blanco? ¿Por qué disparamos? ¿Disparamos? ¿Para qué? ¿Quién o qué lo hace? Suspicious, ¿acaso importa? La

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responsabilidad de hacerse cargo del ya, de despejar la mente, tomarse tranquilamente una buena taza de café, bailar bajo la lluvia, fundirse en un abrazo. Cada instante guarda la eternidad en sí mismo, de esas semillas brotan las hojitas que nos ayudan a aprender a abrir los ojos.

Los ojos son puntos dentro de un círculo, dentro de otro círculo más grande. ¿Hacia dónde miran? ¿Es hacia adentro o hacia afuera? Tal vez tienen ciclos, como el agua. Todo es agua. Fluir es parte de la naturaleza, te dejas llevar y no sabés a donde podés terminar, es la aventura del viaje. Ese es mi concepto de diversión.

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La Fuente Infinita

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Peces fuera del agua, centelleantes luces epilepsiándome, si es que existe la palabra. Círculos que no dejan de girar, como en un dibujo sin sentido de Escher. Sin lógica, esa es la palabra. Mecanismos de energía inagotable que me desvelan, la falta de sueño que me impide dormir. Un vórtice se hace dueño del lugar y pronto aparece una semilla que comienza a crecer hasta límites desorbitantes, y nuevamente la mala utilización de las palabras como leit motiv de mi ininspiración. Spiración. Espiral hacia la nada, nada puede detenerlo, acelera o frena y se mantiene suspendido en el aire como una mariposa que no se enteró

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de su capullo. Las verdades escondidas en una cebolla, tan relacionada con el llanto y la lluvia que nos olvidamos que es el saborizante natural de la vida, que solo se nota cuando falta. El trabajo del 5, del obrero, de la ama de casa. La sobredosis de puntos, tal vez sea eso: hay muchos puntos en esta hoja. De ahí surge todo, no podés ser línea sin ser punto antes. Todo dibujo, todo plano, toda palabra, todo libro, todo símbolo surge de la fuente, y esta se inscribe en el límite que le damos. Tábulas rasas, free will. Be free Will, sé gratis. Educación pública, ¿Al alcance de todos? ¿Quiénes son todos? ¿Nosotros? ¿Dios? ¿Un punto? La hoja en blanco nace en un árbol.

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Lunarbol

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Borré al mundo con mi cabeza y derramé fuego en los recuerdos.

De las cenizas brotará la fuerza elemental que da la vida.

-Hola, soy la Luna.

-Mucho gusto señorita Luna, yo me llamo Árbol.

-Lo he visto allí, inmóvil, en el medio del campo. Tanta soledad....debo admitir que sentí pena por usted.

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-No debe sentir pena por mí, tal vez parezca solitario desde tanta altura, pero si se acerca verá que a mi alrededor tengo al césped, a las piedras, a las aves que vienen a cantar sobre mis ramas, a los humanos que descansan a mis pies; mas yo la veo solitaria a usted, señorita Luna. Desde aquí abajo pareciera que todas esas estrellas juegan a su alrededor, sin embargo están a distancias gigantes... ¿Por qué no baja?

-No puedo bajar, mi deber es estar aquí, tengo un trabajo que hacer.

Amanecer en un campo cubierto de rocío.

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La Mente que quería ser

unGlobo

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Salgo a caminar por la cintura cósmica del sur, bien al sur, donde las costillas se llaman zanguango y los vientos vienen siempre del norte. Saco a pasear mi mente como si fuera un globo de helio, corro libre como el cerdo, que toma margaritas en la taberna de Joe. La correa se cortó y la mente sobrevoló la ciudad cual dragón en año nuevo chino. Como no podía ser de otra manera, se metió en el circo del Señor Bungle, donde los malabares se hacen con elefantes, que a su vez largan fuego con la boca para encender el cañón del hombre bala que sale despedido por los aires buenos de la ciudad. Los monociclos motorizados utilizados por los enanos que avanzan a toda marcha hasta

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los confines del aura magna que todo lo contiene y todo lo ve, como un gran hermano omnisciente disponiendo lo que deben hacer los Trumancitos. Sims viviendo el libre albedrío de una manera muy maktub, Roberts de Niros y Susans Sarandons siguiendo al pie de la letra el libreto asignado, maravilloso guión de película independiente ganadora del oso de plata. Los simios que regalan su baile a los murgueros rioplatenses, ávidos de trucos nuevos. Gente señalando arduamente hacia el agua, la sudestada no tarda en llegar y bañar a todos los comensales de Puerto Madero, monóculos por aquí, monos por allá y... bueno. Si no nos vemos luego, buenos días, buenas tardes y buenas noches.

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RíoClown

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La catarata de colores arrasó con todo lo que había a su paso. Puntos, comas, guiones, todo. Ni una sola letra quedó para describir desastre de tal magnitud. Aerosoles vacíos, soles con alas huecos. Cubos de pintura, pintura al cubo. Litros y litros de colores desperdigados por el campo. Mundo en blanco y negro. Mimos y reos inundan la ciudad, y más colores que fluyen en un río clown. Mar de carcajadas y océanos de soledad, la triste sonrisa del payaso reflejada en sus ojos. Blancos y negros en un mismo lugar, formando todo lo que queda. Monocromáticas ciudades con tintes grises, alegres. Tim Burton

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que espía y roba un par de locaciones. Me subo a sus hombros y le digo que me lleve a pasear. Paseo. Miro a mi alrededor para observar como Woody Allen lleva a mi vecino, como Emir Kusturica lleva a una hermosa mujer, saltando en la calle cual conejo de pascua. Mi hermana en su bus-Fincher casi choca contra Lynch, que iba vacío. “Duelo de Davids” pensé. Un pato se detiene a mi lado y entrecierra los ojos, como tramando algo.

-¿Qué sucede?- Pregunto.

-Shh, baja la voz - dice el pato - la gente con zancos está viniendo para acá.

Rápidamente me bajo y me tomo un Sofía Coppola hasta el margen del río. Si ellos quieren guerra, guerra tendrán. El tiempo se acelera y me encuentro mano a mano contra uno de los zanquistas. Antes que comience a

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galopar hundo mi mano en el río multicolor y lo tiño de verde. Mira la mancha de su remera con desprecio y arremete contra mí.

-¡Nunca me alcanzarás! - le grito mientras me arrojo al bote previamente preparado en presencia del presidente persa.

Remo con fuerzas asegurándome de salpicar rojos y azules a mi contrincante, quien se queda agitando en vano su puño derecho. Con sonrisa maniática sigo rumbo hacia la isla del chanta. Al llegar encuentro nobles vaqueros punks que saben hacer muy bien la vertical.

-Llegas justo a tiempo - me dice uno de ellos - estamos por empezar la competencia anual de verticales.

Genial. ¿Por qué nunca presté atención a mis clases de gimnasia en la escuela? Ahora seré el hazmerreir de esta comunidad

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anarcoperonista. Al llegar mi turno improviso una medialuna al escabeche con papas. “Esta es de Benedicto” les digo, pero su mirada de desconfianza y horror me avisan que es hora de correr nuevamente. Antes que cante un gallo me encuentro huyendo hacia Pueblo Persa. Un maniquí frena su auto y decide llevarme. Alivio. Las balas con tachas de los vaqueros punks no alcanzan el auto del maniquí que con gran muñeca logra esquivar los proyectiles.

-Oiga, don maniquí, ese que pasamos no es pueblo persa? - pregunto desconfiado.

-Nunca dije que te llevaría hasta allí - dijo con voz ronca el maniquí.

Entonces lo supe. Pasaría el resto de mis días encerrado en una vidriera, inmóvil, observando las compras de los ciudadanos de Maniq City.

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Trenque

lauquen

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Es un día de sol. El andén vacío, la tranquilidad de su alma se percibe fácilmente. Las vías serenas, conscientes del rol que tienen que cumplir. Yo solo estoy ahí, en paz. Me siento en uno de los bancos y respiro el aire matutino que renueva mis pulmones. Un ave se acerca y me invita a mirarla.

-Hermoso día - dice el ave.

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La miro. Agacho la cabeza. Observo a mi alrededor y levanto la vista mientras asiento en silencio. El batido de las alas se funde con el sonido del tren, el humo corriendo detrás de la locomotora, tratando de alcanzarla. Al detenerse en el andén abre sus puertas de par en par. ¿Subiré?

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Metamorfosis

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uiero escribir como antes. Quiero volver a tener paz. Quiero tener una mejor vida. Quiero viajar. Quiero ser feliz. Quiero. ¿Qué está sucediendo? Un hacha en mi cabeza, y así voy caminando todos los días, quizá a ninguna parte. Los ojos, los oídos, la garganta, la nariz, en donde están? ¿Acaso perdí los sentidos? ¿Los estoy perdiendo de a poco? ¿Se está apagando mi humanidad? Cada día me siento más fuera de lugar, no pertenezco aquí. ¿Qué hago en la Tierra? No soy tan humano, este no es mi mundo, no es mi realidad. Sentidos perdidos, pero los que solía tener no volvieron. Quiero que

Q

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vuelvan. Mi cabeza está insoportable, no la quiero más. La cambio por otra cosa, no sé, un faro. Cíclope, en la costa mirando al mar. Quizá eso tenga más sentido.

Sin amor, sin odio, sin penas, sin alegrías, todo es neutral, todo es gris. Nada motiva, nada me interesa. En el fondo sí, pero no puedo sacarlo a la luz. Está muy adentro, y hay que cavar bastante para rescatarlo. ¿Para qué estoy en este mundo? Me parece tan irracional, tal vez es así, no tiene por que pasar por la razón. ¿Pero por dónde entonces? Mi corazón desapareció, se esfumó, y mi cabeza va camino a eso. Mis sentidos se desprenden de mí, se alejan. Queda un cuerpo inerte, sin vida, esperando la metamorfosis.

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Nos vemos del otro lado

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Un viaje de autodescubrimiento para que mi mano vuelva a ser guiada por ello.

¿Será eso lo que tengo que hacer en San Luis? Si tan solo mis sentidos salieran de este letargo, si pudiese oír con claridad la voz que solía hablarme a diario, esa voz insistente que me empujaba hacia adelante como el elefante, la que me hacía aprender rápidamente, la que me daba los espasmos de felicidad.

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Se que debo desprenderme de todo, de todos y de mi mismo, y la única respuesta que encuentro es viajar. ¿Es idea mía o de ellos? Ya me vi envuelto en este dilema en el pasado y la respuesta es la misma: no importa. De cualquier forma debería hacerle caso, yo soy un viajero que no está viajando. Eso es totalmente incoherente, contradictorio. ¿Cómo voy a seguir si no cumplo con los pasos intermedios? ¿Será que siempre encuentro excusas? ¿O es que quiero escapar? Veámoslo por este lado. Si quiero escapar es porque evidentemente no me agrada la realidad que estoy viviendo. Y si no me siento a gusto es porque mi vida actual no

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es compatible con la vida que quiero. ¿Cuándo voy a hacer el cambio entonces? ¿En unos años, cuando me reciba, cuando tenga un trabajo estable, cuando? ¿Mañana? Perdí naturalidad, espontaneidad, frescura. Yo se que el mejor momento para actuar es ahora. Bien. Pero la sociedad, y me refiero más que nada a grupos sociales cercanos como la familia, los amigos, los compañeros, limitan. Cortan alas. ¿Debo escucharlos? ¿Tengo que seguir cursando porque es mi “trabajo”, mi deber, mi futuro? Me gusta mi carrera, no debería irme ahora si no quiero perder el año. Una parte de mi quiere quedarse por el simple hecho de no perder tiempo y avanzar en mi afán de ser un artista íntegro, además de conservar el día a día con

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el maravilloso grupo de compañeros que tengo este año. La otra parte, la que corre libre como el viento, quiere irse, hacer un viaje sin destino, sin tiempo, un viaje al interior. Pero debe ser acompañado por el viaje externo, en esa forma de fijar los conocimientos que llamamos experiencia.

¿Debo estudiar para ser un artista íntegro? ¿Debe ser ahora? Tal vez el viaje me abra las puertas a un mundo de posibilidades, a seguir mi leyenda personal, a dejar las dudas de lado y avanzar en mi camino, reencontrarme con mi verdadera esencia y olvidar a este intruso que escribe en mi nombre.

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Viaje Austral

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El viaje está por llegar. La música nativa me trae imágenes, recuerdos tal vez, de las montañas bajo el sol, la piel morena de una mujer, los colores vivos de las vestimentas. Rituales nocturnos, pircas y cantos, trenzas negras y noches estrelladas. Beso nuevamente al café, nexo espacio-temporal, me lleva a un futuro cercano. Noroeste argento con el frío invernal que congela por fuera pero calienta por dentro con el fuego humano de los pueblos

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serranos. Personas sabias que aprendieron de la naturaleza; son mis padres, mis abuelos, mis hermanos. Un hilo nos une desde el centro, flexible, sin cortarse jamás. Al acercarnos, el hilo se tensa y comienza a vibrar más alto, a velocidades astronómicas y ya no puedo contener las lágrimas que riegan esta tierra nuestra, tierra viajera dueña de todos los sueños.

Sueños...

...Vida.

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Orbitando Sentidos

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Mi yo está en algún rincón de mi cabeza. Se siente grande ese espacio, soy una idea orbitando mi mente. Todo se va desvaneciendo, se siente cada vez más lejos, más, como quien se pierde en el horizonte. Una parte de mi se queda pero a la otra se la lleva el río, medio vivo, medio muerto. No podría asegurar nada, es más bien un estado intermedio entre ambos, con los sentidos distorsionados, fragmentados, pixelados. No me decido si esto es malo o bueno, tal vez no es ninguno de los dos. Irse de sí mismo, despegarse. Es todo lo que anhelo, sin embargo lo escribo y parece alguien desorientado en una espiral hacia la perdición. ¿Qué emoción motiva a escribir? Tengo razones para los dos bandos, por un lado la oscuridad que

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siempre estuvo presente, que aflora en momentos de crisis; por otro lado la luz que vengo cultivando hace tiempo y que me da respuestas, la comprensión de ello, de la no intencionalidad.

Pero lo que me lleva a escribir hoy es esa sensación en mi cabeza, esa cosa granulada que me da cosquilleos y me hace percibir de otras maneras, manteniéndome neutro. La cabeza flotando en el mar de las sensaciones, yo orbitando en mi cabeza. Esta vez no hay explosiones, tampoco lluvia. No hay risas, no hay pensamientos. No hay sol ni nubes. Nadie está al mando del timón. Sin embargo el barco se mantiene firme en una dirección. Ello lo maneja.

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Viviendo

entre Pulpos y Aderezos

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Meto las manos en los bolsillos y comienzo a caminar. Con trancos largos y anchos, una sonrisa insana y ojos arqueados voy saludando a todos los que me miran y me señalan como si tuviera un pulpo en la cara. “Es mi mascota” les digo. Nadie quiere a Pierre. Es un buen pulpo, se lleva bien con Pandora, la mostaza. Yo se que vos estás pensando “es muy difícil que pulpos y mostazas se lleven bien”, pero estos dos son muy compañeros. Incluso se cuidan en las noches en las que debo dejarlos para mis trotes nocturnos por el hipódromo. Es un excelente lugar para descargar energías, el problema es que después tengo que enchufarme

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en un árbol para recargar baterías. A veces me encuentro con amigos y jugamos al fútbol con mi cabeza, otras veces cuando va Arnold jugamos al rugby. Helga es la primera en estar allí, anotando un touch down. Por supuesto yo le digo, tirando los hombros hacia atrás y con voz sobradora “esto es rugby. Las anotaciones se llaman pestañas”. Ella me mira con cara de ¬¬ y golpea mi brazo con todas mis fuerzas. Menos mal que no soy un zombie, sino tendría que meter el brazo en la mochila para pegarlo en casita. De pronto se me apetece un jugoso cerebro, pero recuerdo que los supermercados cierran a las 22. “Otra vez será” pienso.

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Vuelvo a casa. En una carretilla voy llevando mis piernas, más bien la carretilla me lleva a mí. Yo voy remando con hisopos, debo hacerlo muy rápido para no perder la estabilidad. De pronto recuerdo... la colina abajo! Me aproximo peligrosamente a las cataratas, ya es tarde, la corriente me empuja y caigo al remolino. El agua ingresa velozmente a mi cuerpo hasta llenarlo completamente. Por fortuna un cazador me disparó desde la selva, confundiéndome con un puercoespín. Se sabe que su carne es muy codiciada en Suecia. El agua

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comenzó a escapar por los agujeros, desinflándome y dejándome como un cachorro mojado. Le doy las gracias como es debido al forastero y vuelvo a subir a mi carretilla. Al llegar a casa los veo, el pulpo y la mostaza abrazados a los pies de la heladera. Momento, ¿están haciendo cucharita? Bueno, un integrante más a la familia. Tendría que haberlo deducido, hierro fundido, aleaciones, los pedazos de plástico, el torno y la mostaza terminando de ensamblar una bella cucharita para el té.

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No compras, Noventas

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Aires noventeros me despeinan y me dibujan una sonrisa. Música feliz, o será que me recuerdan momentos de plenitud, en donde la única preocupación era cual sería el próximo juego. Navidades llenas de alegría, la magia de Papá Noel, la familia unida y el cielo iluminado por los fuegos artificiales. Mañanas de escuela, entre risas y aprendizajes, tardes de fútbol en el Parque Las Heras, noches de calor familiar y dulces sueños.

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Noventas que me hacen sentir bien, me liberan endorfinas. Golosinas nostalgiosas, descubrimientos increíbles, la vida como una aventura. Olores exquisitos, el pasto recién cortado, la tierra mojada, el salón de música, el olor dulzón de la plastilina, la madera de los muebles, el aroma inconfundible del Jacarandá. Texturas de plaza, los palos borrachos con sus algodoncitos, panaderos volando por los aires, chicos en rollers, bicicletas y calesitas. Juegos inventados, correr hasta no dar más, como probando hasta donde responde el cuerpo. Cansancio inexistente, energía infinita.

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Preludio del

Sabio de Tres

Dedos

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Encontrando de a poquito el equilibrio, centrándome, simetrizándome. Voy pareciéndome un poco más a mí, el reflejo va asimilando la forma. Naturaleza. Maybe a lake. Tirás una piedra y las ondas que se van propagando, hasta que llegan quien sabe a dónde. Júpiter, tal vez, o Marte. Un cinturón entre ellos, uno de tachas, sistema metalero. El sol en la cabeza, la luna en el pecho, y un montón de asteroides a los pies, como canicas para resbalar hasta caer, o avanzar más rápido. Depende de la suerte... jajajajaaja ok, si, “suerte”.

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-Qué demonios te pasa?

-Nada.

-Cómo que nada?

-Nada, te digo.

Y como es el soberano de la blogósfera, tuve que largarme inside the lago. Los peces saltaban a mi alrededor, como Willy en liberen a Willy. Como Charlie en su fábrica. Como Pancho por su casa. Como un pancho sin mostaza. Está rico. Aunque como bien decía un sabio contemporáneo: “el hip hop es como un pancho, pero sin pan”, o algo así. Nunca entendí como ese sabio no solo quedó en el más absoluto anonimato, sino que además le quedaron solo 3 dedos. Las cizallas

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son muy peligrosas, pero no fue así como este don se mutiló. Es algo que no tiene nada que ver con cizallas o elementos cortantes de esa índole. En serio, basta. BASTA, DIGO!

La cosa fue así: un día, en la lejana región de Salmuera, en el reino de Tos Convulsa (o con blusa, aún hay divergencias entre los historiadores), había un sabio que andaba siempre con bata, pantuflas sexies y una pipa de burbujas. Lo llamaban “el loquito del pueblo”, nunca supe porqué. Este señor se sentaba en la piedra más hermosa que hayas visto, en un lugar privilegiado. Desde allí podía verse toda la ciudad, se veía cómo las personas pasaban

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y paseaban de aquí para allá, cumpliendo con sus deberes cívicos, Morales y Pérez. El chabón le sacaba la ficha a todos, era como Terminator. Incluso tenía un ojo rojo, y no era por el faso (recordará el lector que el don fumaba burbujas, que se piensa, que son todos como usted?). En el fatídico día que viene al caso, un barco terrestre se acercó hasta la piedra en donde se sentaba nuestro protagonista, y con voz de pito el barco preguntó:

-Aquí venden tablas periódicas?

-No.- dijo el sabio.

-Ah bueno, chau - dijo el barco.

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-No, pará pará, era una joda, bah, en realidad era una prueba. Pero la pasaste, veo que te han instruido bien. Tenés las burbujas? - preguntó el hombre.

-Por su pollo - contestó la embarcación, mientras le entregaba un cofre lleno de brillantes burbujas multicolores.

-Excelente - dijo Burns el sabio.

Al abrir el cofre, una sorpresa le esperaba. El pulpo Paul había regresado! En menos de lo que canta un chicken le arrancó el anular, el medio y el pulgar, con chorros tarantinescos decorando el lugar.

-¡Esto es por comer mariscos en Puerto Madero! - exclamó Paul. - ¡Uno de esos mariscos era mi prometida! - agregó.

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-Ahhh, pero yo no hice nada, es más, todavía faltan siglos para que se invente Buenos Aires! - dijo entre lágrimas de dolor el sabioloco.

-Oh, ya veo.. Perdón entonces... creo que me soltaron muy tempranamente... estem... creo que me voy a Alemania a ser el sucesor de Nostradamus - dijo el pulpo y se evaporó, dejando un halo de misterio en el ambiente.

El sabio quedó solo y malherido, el barco sin saber qué hacer ante tal error levantó su cubierta cual vestido acampanado y sigilosamente se fue alejando para luego echar a correr. Totalmente desolado, sollozando compulsivamente, el sabio y su reputación quedaron allí, en la piedra más hermosa que hayas visto, marchitándose lentamente mientras la cámara va alejándose y se escucha una lastimosa melodía de violines.

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Disparos

certeros al Zentro

Serde mi

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La tapa de mis sesos salió disparada por un túnel, acelerando astronómicamente entre paredes multicolores. Mis ojos se llenaban de lágrimas, si es que aún eran ojos. Las cuencas dormidas latían y reverberaban en lo que quedaba de mi cráneo, todo lo demás se derretía como cera caliente. Cuerdas. Un tirón en algún sector de mi ser me empujaba a seguir, a caminar. Una cuerda alrededor de mi cuello me arrastraba cual zapato de Ozzy. Mi cuerpo inerte seguía la geografía del terreno, ignorando quien o que era lo que me arrastraba. Mientras tanto yo seguía

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acelerando en ese túnel multicolor totalmente desentendido de mi otra existencia. Giraba pero no me mareaba, era un torno magnánimo ingresando en los oídos de Dios. No, no es Dios, es una manzana. Me confundo entre sus capas, llego al corazón, a las semillas. Génesis. Un huevo estelar, estallando en lágrimas y risas, lágrimas y risas. Lágrimas que dibujan risas, risas que lloran, inundan, ahogan, mueren, viven, mueren nuevamente. Luces. Realidad fragmentada, más colores. Ruido blanco. Sensaciones de garfios en la nariz, tocan mi cerebro y vuelo. Corazón anclado y cuerpo destrozado. Mil partes recogidas con un palo con punta, metidas en una bolsa de consorcio para ser llevadas al

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basurero, lugar al que pertenecen. ¿Qué hago acá? Yo no pertenezco, soy solo un visitante. Esta no es mi casa, quiero volver. Mi verdadera madre no volvió a visitarme, mi abuela coincidente sigue a mi cuidado. ¿Por qué no logro recordar nada? Será para poder vivir acá, para poder tener esta experiencia humana, para aprender una vieja lección, para recibirme tal vez.

- ¿Para qué vives? - Me preguntó en lo alto de las escaleras.

- Creía saberlo - contesté mirando a través suyo - pero ahora sé que no pertenezco aquí.

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- Puntos coincidentes, tiempo en espiral, memorias, causas, raíces, debes recordar - me dijo.

Me quedé pensando. Era evidente que sus preguntas incisivas daban exactamente en el blanco, como un experimentado maestro del tiro con arco. Al fin y al cabo, lo único que tenía sentido era eso. La charla se extendió por horas, los tiros se sucedían uno detrás de otro, rompiendo las flechas anteriores. Todas al centro de mi ser, atravesaban cada uno de mis puntos. Me despertaban. Volaba mi sombrero, y solo quedaron una taza de café, un abrazo, lágrimas, lluvia, un árbol, el cielo y el estado de vigilia.

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Bifurcaciónen Si

Mayor

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Hay dos caminos: ser como los demás quieren que seas o ser como vos querés ser. Muchos juzgan a las personas por sus logros, fulanito se recibió, o tiene tal trabajo, o se casó, o se compró una casa. “Sentó cabeza” dicen. Maduró. Dejó por fin esa boludez de seguir sus sueños, de hacer lo que le gusta, de tocar la guitarra o vagar por las calles sin un rumbo fijo. “¡Qué horror, como puede ir a lugares desconocidos

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sin tener antes un plan!” dice la doña, pero también lo dice el oficinista o el estudiante de ingeniería. Sin ánimos de estereotipar solo cito los ejemplos más abundantes.

El otro camino, ese que está lleno de matorrales que no dejan ver más que solo el próximo paso a seguir, es el que se mide con otra vara, o no se mide en absoluto. Simplemente es, existe. En

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ese camino cada cual hace la suya, sin que esto signifique olvidarse del otro. Al contrario, crecen como un bosque de árboles con sus raíces conectadas entre sí. Buscan y encuentran, hasta que dejan de buscar y dedican su existencia a encontrar. Viven la vida y mueren la muerte, se deslizan suavemente por la vida y cuando las nubes, ya bien cargadas de agua, deciden continuar con el ciclo del agua, se ordeñan para fluir con la muerte y volver a la fuente.

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En la eternidad o un instante vuelven en forma de universo, y se crean estrellas y planetas, vida abundante en todos sus rincones. Prana, células, césped, árboles, animales, personas, energía, luz. ¿Qué es la luz? ¿De qué está hecha? ¿Qué es la energía?

“Para ver un mundo en un grano de arena y el cielo en una flor silvestre, debes contener el infinito en la palma de tu mano y la eternidad en una hora”.

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El Instante Eterno

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Te apoderaste de mi mente y no me soltaste más. Like a freak on a leash en el continúo recorrido de los cuasi sucesos, solo hechos realidad en tu versión bis, prima ópera musical cuyana. Desovaste en mis neuronas, se rompió el cascarón y el bonsái comenzó a echar raíces. Fue un instante eterno, una eternidad en una expresión, el infinito en tu mirada. El canto de tu voz me envuelve, soy un niño tratando de dormir, de descansar. Descansar es bueno, depurar las vibraciones y guardarlas en un tarrito, y seleccionar por la mañana las que sobrevivan la noche, las más jugosas. Sobre ellas se construye la pirámide de los sentimientos, un poquito de esto, le falta aquello, creo que sabe bien. Sabe. Puntos.

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Los puntos forman líneas, las líneas combinadas forman un plano, y luego un espacio, y luego el tiempo se confunde y comienza a preguntarse ¿Qué más sigue? Sigue caminar, flotar, volar.

Navegar, levitar, soñar. Y antes del sueño, el estado intermedio, la realidad. Realidad infiltrada en sueños, sentimientos puros representados en personas, gritando “¡Loco, es así, seguime!”. Me dirijo hacia la madriguera, duermo. Sueño. Deseo. Realidad tocándome, respirándome, viviéndome. Se funde conmigo, me dice “recuérdame”. Muestra gratis de pureza, solo eso y nada más. Simple. Se deja atravesar, lluvia torrencial. En el silencio río, lloro y río otra vez.

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Café, elLiberador de Mentes

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Oh café, fruto de árboles abisinios

dios de ancianos, adultos y niños

elevo mi canto en alabanza

aunque sé que esto no alcanza

para describir mi sentimiento

por la bebida elaborada

de la planta más amada

por la tierra y por el viento.

La materia oscura y malvada

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que ingresa a mi mente

es fácilmente liberada

por un café omnipotente

que aniquila pensamientos

que perturban mi cabeza

es así como me siento

al beber mi cerveza

-No es cerveza, es café -

dice el duende de santa fe

-Volvé a irlanda, atrevido -

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le contesto al santafesino.

Yo sé que tomas vino

y acá te haces el cheto

no se usted a que vino

duende pseudo recoleto.

-Vine a aclarar las cosas

se salieron de control

yo prefiero la prosa

para contar mi versión.

Se nota que la poesía no es lo tuyo

le dije al duende cuyo

sombrero se había caído

“Eso es trampa amigo”

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Esto se fue al carajo che, haciendo trampa de esa manera, vos también escribis prosa como yo, apestas a rayos con tu poesía, ni siquiera rima, sos como el Pity Álvarez cantando pila pila.

Mira duende santafesino, esta es MI poesía, MI historia y hago lo que se me antoje porque es MÍO. Si quiero te borro y sigo solo, ahora si me disculpas tengo un café que beber.

Dale, anda a beber tu amado café, yo escribiré mi propia versión, y lo haré aquí mismo, muahahahahaaaaa

(Continuará)

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Los 12Inventos

que cambiarán

el Mundo

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Aquí están, estos son, la docena de inventos que revolucionará al mundo, luego al sistema solar y finalmente al universo! Como les quedó el ojo Pinky y Cerebro?

1) Máquina traductora de mujeres: “¿Quién entiende a las mujeres?” Si alguna vez te hiciste esta pregunta, sos candidato a comprar este producto. Es un aparato muy sencillo en donde se introduce lo dicho por la mujer en cuestión y la máquina lo traduce, diciendo cosas como “dale boludo que estas esperando?” o “corre forest corre” o el clásico “creo que

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te están echando un gallo/pollo/escupitajo en medio de la cara bajo los rayos de febo en febrero”. También viene en versión masculina.

2) Burbuja de clima: más bien sería de tiempo, pero esto podría malinterpretarse. Consiste en una burbuja personal en donde cada uno elige cómo quiere que esté el día. Modo soleado para aquellos amantes del calor, nublado para los melancólicos, lluvia para los que nos drogamos con el olor de la tierra mojada, y así sucesivamente cada cual elige. “Hoy se me apetece que nieve” y llegás al trabajo con 2 camperas mientras otro se queja de la

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tormenta de arena que le tocó en el camino, que le arruinó el motor del coche. “Bueno hermano, vos lo elegiste” pero al señor le gustaba quejarse.

3) Cinta transportadora en las veredas: Oh sí, que útil sería no? “Uff, estoy cansado y no tengo plata ni apuro” que haces? la cinta transportadora te lleva a comprar esos calcetines que tanto te gustan. Lento pero va.

4) Pastilla empalidecedora: Si, ya sé, no es muy comercial que digamos el nombre, pero si muy útil. Imaginate que estás en una reunión de la cual no podés zafar, la única forma es que mágicamente te sientas mal y se note, para no levantar sospechas. Buscás en tu bolsillo

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si sos nene o en tu cartera si sos nena o travesti, sacás la píldora y listo, en pocos minutos blanco como una hoja. Sin dolor, sin remordimientos y quedás como un duque.

5) Ctrl + F para apuntes: “Oh no, tengo que buscar en donde diantres decía eso del posmodernismo”. Con el pequeño dispositivo Ctrl F (también llamado Ctrl + B) nunca más volverás a lamentarte! Ingresás las palabras a buscar, como si fuera en la compu y listo, chau que tal. Nunca más los libros o apuntes te joderán, burlándose en tu cara mientras esconden su valiosa información.

6) GPS para objetos hogareños: Alguna vez pensaste “hacelas sonar” cuando alguien perdió las llaves, cual celular? Este es el

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producto para vos. Solo tenés que ingresar los datos del objeto perdido y voila! El GPS te marca la ubicación exacta en donde esos malditos duendes escondieron las tijeras que tanto necesitás para hacer muñequitos de papel tomados de la mano.

7) Extractor de granos y pelos de nariz, 2 funciones en uno (powered by Leo Gold): un tubo, insignificante a simple vista, pero que guarda dentro de si secretos inesperados. Granos? El modo extractor chupa con todas sus fuerzas sacándolos de raíz, y descuartizando al bicho una vez adentro. Pelos en la nariz? El modo pelos se ajusta al espesor de los mismos y con un pequeño ventiladorcito comienza a matar al vello de una manera hermosa, casi sublime y lo mejor, sin dolor alguno.

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8) Tarro de olores: Seeee el nombre es lo mejor, aunque suene trucho, nada de eso, este es EL invento del siglo. Estás a dieta y querés clavarte un bife de chorizo? Con el tarro de olores correspondiente podés estimular tu olfato sin necesidad de comer. Andás medio nostalgioso y hay olores de tu más tierna infancia que te hacen sonreir como un boludo, entonces vas al kiosco más cercano y pedís un tarro de olores sabor jacarandá. También vienen de lluvia, chocolate, caramelos media hora, la yapa, caja de zapatos nuevos, libro viejo, limón, jamaica y tamarindo.

9) Bolso Félix: tenés que llevar un montón de cosas y no tenés espacio físico, entonces te lamentas y decís “por que no tengo un bolso

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como el de Félix el gato?”. Con tu nuevo bolso podés cargar lo que se te antoje en un lugar reducido, desafiando todas las leyes de la física, y sacarlas cuando más te convenga. Se puede complementar con el.....

10) ...Agujero negro portátil (ANP): Si señoras, si señores, así como lo leen, un agujero negro portátil. Te olvidaste las llaves? Ok, si todavía no tenés el GPS para objetos podés utilizar tu flamante ANP y entrar a tu casa. Te busca el FBI y estás encerrado? Ponés tu ANP en el suelo y ya te escabulliste. Necesitás ver el interior de una caja fuerte? Ahora es posible, con tu ANP. Ideal para ladrones.

11) Materializador de comidas: Dispositivo en forma de bandeja de reyes con sensores que leen tus pensamientos. “Uy como se me antoja una hamburguesa” la imaginás con todo el detalle posible, gusto, textura, tamaño y olor,

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y comienza a funcionar. En unos instantes ves aparecer una sonriente descendiente de la ciudad de Hamburgo. Ley de atracción llevado a su máximo exponente.

12) Control remoto para personas (powered by marianne): “Uhh este pesado no se calla más” pensás. Entonces agarrás tu control remoto para personas y le ponés mute. Vas en el colectivo y el cumbiamba de turno pone su pseudo música a todo lo que da, entonces tuuut lo muteas o le bajás el volumen. Estás charlando con alguien y te aburrió? Tuuut lo cambiás. Nadie interesante? Zapping a full. La otra persona es muy fea? Le calibras la imagen, y lo mejor, siempre podés apagarlo.

Ya sabés cual vas a comprar? Dejá un comentario y se una de las 20 personas que se lleven el invento de su agrado totalmente gratis! Llame ya!

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Luz Naciente

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El contorno de mi mano me da risa. Es como si fuera a estallar or something, de repente se enciende con todos esos colores brillantes que empalagan mi vista. De dónde sale tanta luz? El interruptor debe estar por aquí en alguna parte. Mi rodilla derecha comienza a titilar, como si fuese uno de esos carteles de neón de una ciudad yankee. Hasta allá llego y me pierdo por sus calles. Un pasadizo oscuro llama mi atención y al acercarme ahí una mano me agarra de la camisa y me lleva adentro. Oscuridad. Algo comienza a romperse. Finalmente veo luz, luz y unas alas. Alas que me cobijan. Se siente muy placentero, no hay de qué preocuparse. Dejo atrás el huevo y con mi pico comienzo a hurgar la comida que regurgitó mi madre. En otro cuerpo me hubiese disgustado, pero parecía tan natural... ALERTA!! Me succionan

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desde los cielos e ingreso a una boca humana. Mi cuerpo en forma de spaghetti se desmiembra para bajar por el ascensor hasta el estómago. Tantos líquidos y un llanto, que interrumpe mis pensamientos. Es mi llanto. Nueva luz y a los brazos de mi madre. Destapo mis pulmones y no termino de entender por qué lo hago. Es solo lo que siento, eso y nada más, como si no existiera otra cosa en el universo. Implosiono y mis partes pasan a formar nuevos elementos, el polvo se condensa y en millones de años o un instante los nuevos planetas y estrellas comienzan a moverse. Por qué lo hacen? Será que no tienen otra cosa que hacer? Lo cierto es que giran, como giran las ideas alrededor del cuerpo, orbitando libremente hasta que la red las recoge y las materializa.

Nueva luz para el contorno de mi mano.

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Este libro fue terminado de imprimir y encuadernar en el centro histórico de Bogotá, Colombia a finales del mes de Enero de 2012

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NOTAS

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