Escatologia Final de Los Tiempos

5/29/2018 Escatologia Final de Los Tiempos

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Escatologia: Final de los tiempos

Autor: Jos Grau

Creemos que slo puede haber esperanza all donde hay escatologa; de ah que la fe

cristiana sea, sobre todo, una fe escatolgica esperanzada, una mirada lanzada al futurodesde el presente, una actividad iniciada en el aqu, con la firme certeza de que el ahora,

el tiempo actual, no agota su significado, sino que, por el contrario, todo su sentido le

viene de la plenitud escatolgica a la que tiende sin cesar.

Libro editado con permiso expreso y personal del autor ( 1977 porel autor Jos Grau Balcells) para el autor de esta web exclusivamente(Josu de Juan odri!ue")

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8aniel *$ +$ Los cuatro !randes imperios mundiales$ $ La visi#n delas cuatro bestias

Lecci#n 11$% -l cuarto imperio y el eino de 8aniel 7$ 1$ -l eino delos santos del :lt2simo$ *$ -l cuarto imperio y el eino de 8ios$ +$ -leino invencible$ $ Las ,ases del eino de 8ios

Lecci#n 1*$% -l 4risto y el :nticristo en 8aniel 7$ 1$ aturale"a del:nticristo$ *$ 'Fu si!ni,ican los die" cuernos +$ 4aracter2sticas delcuerno pe


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TERCERA PARTE: E #ISPE!SACIO!AISMO

Lecci#n *1$% r2!enes de la escatolo!2a dispensacionalista$ 1$0ar!aret 0c8onald$ *$ Jo.n 8arby$ +$ -xpansi#n de la nuevadoctrinaH$ $ Las investi!aciones de 8$ 0c/.erson$ 5$ 'Aiene eldispensacionalismo una especie de pre.istoria

Lecci#n **$% /re.istoria del dispensacionalismo$ 1$ 4onsecuencias delliteralismo radical$ *$ Los ,actores concurrentes

Lecci#n *+$% 4aracter2sticas del dispensacionalismo actual$ 1$ In,uturismo sui !eneris$ *$ -l parntesis de la !lesiaH$ +$ LasnovedadesH del actual premilenialismo dispensacionalista$ $ -lmilenio dispensacionalista ser& un reino Cud2o

Lecci#n *$%In ori!en turbio y unas lecciones


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Lecci#n +1$% -l d2a de 4risto y el d2a del >e6or$ 1$ ?ariedad deexpresiones$ *$ -l per2odo de siete a6os$ +$ Los dispensacionalistassi!uen ale!ori"ando

Lecci#n +*$%La escatolo!2a de /ablo en Aesalonicenses ()$ 1$ Lameta ,inal$ *$ La corona de /ablo en el d2a del >e6or$ +$ La discusi#nen torno a 1$aAesalonicenses +;1+b$ $ -l contexto posterior (1$%Aes$ 5)

Lecci#n ++$% La escatolo!2a de /ablo ()$ 1$ esumen de laense6an"a b&sica$ *$ '-n e!unda4arta$ *$ La mani,estaci#n del >e6or$ +$ ?endr& acompa6ado de sus&n!eles$ $ -l prop#sito de su venida$ 5$ La pena


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el rec.a"o de la naci#n Cud2a$ +$ La tribulaci#n en el a6o 7E ydespus$ $ 'Fu dicen los dispensacionalistas

Lecci#n 1$%La esperan"a de srael$ 1$ 'a desec.ado 8ios a supueblo *$ -l remanente de srael$ +$ -l verdadero srael de 8iosH$$ -l inCerto de las ramas$ 5$ La promesa unida a la ,e

Lecci#n *$%Las promesas a :bra.am y la tierra prometida$ 1$ 8obledimensi#n de la promesa$ *$ 4umplimiento de las promesasmateriales$ +$ '


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Lecci#n 51$%La nueva Jerusaln$ 1$ La Dltima meta del creyente$ *$8escripci#n de la santa ciudad$ +$ 4aracter2sticas ne!ativas de lanueva Jerusaln$ $ -l cielo es ,ruto de la obra de 4risto

Biblio!ra,ia

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http://www.salvacioneterna.com/escatologia_jose_grau_leccion51.pdfhttp://www.salvacioneterna.com/escatologia_jose_grau_bibliografia.pdfhttp://www.salvacioneterna.com/escatologia_jose_grau_leccion51.pdfhttp://www.salvacioneterna.com/escatologia_jose_grau_bibliografia.pdf


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teolgicos, sino, particularmente, histricos y se apoya en unahermenutica harto discutible, como ha demostrado @. Cullmann ensu libro Aistoria de la (alvacin. ero, incluso antes de que R.6ultmann negase la premonicin bblica de un final definido, ydefinitivo, de la historia por medio de la intervencin soberana de

)ios, los telogos modernistas haban ya iniciado la sustitucin de laescatologa bblica por otras !escatologas m#s a tono con los gustosestragados, decadentes y paganos de nuestra poca. -l resultado quecaba esperar, ha sido que dichas escatologas" slo tengan de talesel nombre, porque, negada la fundamental esperanza de la accin de)ios en el mundo, no queda ya lugar para la refle%in escatolgicapropiamente dicha, sino que el incrdulo o escptico queda abocadoine%orablemente al concepto pagano de los ciclos cerrados ymontonamente repetidos, porque &dnde hallar# garantas paraesperar algo del futuro' 9a solucin que aporta el materialismodialctico, en su intento por transcender el ineludible escepticismo detodos los e%istencialismos meramente humanistas, no es m#s que unsalto en el vaco, con una credulidad fant#stica, pues espera sinpruebas de ninguna clase, sin apoyo real, que la historia tenga alg+nsentido, bas#ndose +nicamente en hiptesis derivadas de la filosofahegeliana, discutible como todo sistema filosfico arbitrado por lamera razn humana.

@tros, como $. (ch7eitser, alegorizaron el mensa5e bblico de los!+ltimos tiempos", transform#ndolo en una actitud tica y en unaradical responsabilidad ante la vida. @tros muchos redu5eron la

escatologa a mera fraseologa, refirindola al proceso anunciado porlas teoras evolucionistas nuevo ob5eto de fe y esperanza laicas o alas supuestas energas transformadoras y renovadoras, inherentes ala naturaleza humana, sin necesidad de ayudas !e%ternas"1 tal, lahiptesis de Aarvey Co%.

ero se da la parado5a de que hoy sean precisamente las gentesrazonables !cualquier persona razonable", como escriba hacetreinta aos 6uitmann, los cientficos m#s eminentes, como6ernhard hilbert y Bordon R. aylor por e5emplo, quienes nosadvierten del peligro real de que el acontecer humano desemboque

en un cataclismo de dimensiones apocalpticas, dentro de unprevisible futuro. oco tiempo antes de su muerte, el gran historiador$. oynbee manifestaba su escepticismo respecto al sesgo de lascivilizaciones modernas. * un cientfico m#s cercano a nosotros,?iguel ?asriera, escriba recientemente en las p#ginas de unimportante rotativo barcelons1 !:unca, hasta ahora, el hombre sehaba enfrentado con la posibilidad de una autodestruccinfulminante, y hemos de admitir que en l /en el ser humano4 quedamucho de animal... -l escollo est# precisamente en la condicinhumana. -sta es la cuestin1 intentar cambiar dicha condicin."

-n nuestra poca de crisis, cuando muchos se percatan de lasituacin volc#nica en que vivimos, no es de e%traar el auge de la

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futurologa, que constituye el suced#neo laico de la escatologacristiana. $ ello ha contribuido tambin el desarrollo de las cienciassociales en los +ltimos decenios. @tro factor sin solvencia cientfica,pero no menos eficaz es la pro%imidad del ao 2. (e repite elfenmeno europeo del ao 0, pero esta vez a escala mundial. 9os

precursores fueron, sin duda, Dells, Au%iey. @r7eil y ClarEe. Aoy,Fahr y Diener lanzan sus hiptesis, sus previsiones y cabalas, cone%traas mezclas de an#lisis realista y mucho de lo que se denomina!ciencia ficcin". Con algunas e%cepciones, se olvidan los factoresimprevisibles /resurgir de antiguas religiones, nacimiento de nuevosfanatismos alienantes, de nuevas formas de pensamiento, etc.4 y seproyecta hacia el futuro toda la realidad actual, multiplicada,agrandada y hasta deformada, sin apenas tener en cuenta laproblem#tica peculiar del inminente futuro, que ya se est# gestando yque traer# consigo los grmenes de nuevas situaciones y distintoscondicionamientos. $ la !ciencia ficcin" /me5or sera llamarla!sociologa ficcin"4 le falta la apoyatura firme, garantizada en elpresente, que d rigor a su previsin o permita alimentar esperanzasque no se basen en meras suposiciones.

9a escatologa bblica puede asegurar que !Cristo es en vosotros laesperanza de gloria" /Col. 01234, porque tambin puede proclamar1!-l que est# en Cristo, es una nueva creacin; las cosas vie5aspasaron, todas son hechas nuevas" /2.aCor. G1034. 9a espera de los!cielos nuevos y la tierra nueva", la esperanza de una nuevahumanidad, se funda en el hecho de que, ya ahora.

Cristo cambia vidas y transforma retazos de historia presente, y loque est# haciendo, constituye la garanta de lo que har#definitivamente al trmino de nuestro peripla como raza humana.

-l problema, con todo, para la cristiandad moderna es que ni vive conla profundidad e intensidad suficientes la nueva vida que recibe !enCristo", ni es capaz, por lo tanto, del discernimiento necesario paraver con claridad en medio de las modas futurolgicas fuera de laHglesia, y las no menos intensas modas apocalpticas en el interior dela mismo iglesia. Como creyentes, vivimos tambin un periodo que se

caracteriza por el auge del !opocalipticisImo". -llo no sera grave siredundase en una mayor proIfundizacin de lo que es, y tiene quesignificar para la Hglesia, la escatologa bbiica. )icho profundizacinprestara incluso al pueblo de )ios una visin que le permitira untestimonio m#s eficaz en medio de la sociedad conflictiva y confusade nuestro tiempo. ero el peligro estribo en que asi como Jafuturologia laica suele degenerar en !sociologa ficcin" /que, porsupuesto, de sociologa tiene muy poco, y lo poco que retienedesprestigia al autntico quehacer sociolgico4, el actual inters porla profeca, el final de los tiempos y lo apocalptico, tiende a derivar

en lo que desde hace cierto tiempo vengo en llamar !escatologiaficcin".

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9a conciencia escatolgica es vital para toda actitud genuina de fecristiana. Kes+s quera que sus discpulos vivieran y obraran en laardiente e%pectacin de su segunda venida, no importa cuan distantepudiera estar esta parusa". 9a perspectiva de un futuro cercano", deuna r#pida venida del (eor tal como aparece en algunos /no en

todos4 de los te%tos novotcstamentarios, no priva de su contenidoreal a la visin proftica, contra lo que parece pensar 6uttmann. ?#sbien debe entenderse como un designio de permisin divina para quela e%pectacin se mantenga siempre viva y para que nunca de5emosde orar y velar, en la actitud vital de espera. Lna lectura atenta de los-vangelios demuestra que esta actitud de estar aprestado para lavenida del (eor, en cualquier momento, forma parte integral de lae%istencia cristiana. ero todo esto es muy distinto de la modernaaficin por pergear mapas profetices y pretender detectar, punto porpunto, los futuros detalles de los acontecimientos relacionados con lavenida del (eor, hasta el colmo de llegar, en muchos casos, a fi5arfechas concretas.

Como atinadamente ha escrito eter 6eyerhaus1 ! :uestro interscristiano por las ultimas cosas tiene sus riesgos. uede degenerar enactitudes espiritualmente insanas como ablo observ en la iglesia de

esalonica. -scritores y predicadores irresponsables pueden e%plotareste inters para producir efectos especiales de sensacionalismo,ansiedad, curiosidad e ilusin, que de ning+n modo se parecen alestado de obediente y e%pectante espera en la que el (eor quiereencontrar a sus discpulos cuando vuelva... $lgunos grupos de

creyentes van en esto tan le5os hoy, que incluso se atreven adenominarse Mla +ltima generacinM; por e5emplo, ciertoscomponentes de la llamada MBente de Kes+sM /MKes+s eopleM4,famosos evangelistas hacen del inminente retorno del (eor el puntoclave de sus mensa5es, y periodistas como Aal 9indsey consiguenMbest sellersM con obras como 9a agona del gran planeta ierra... -nning+n otro campo como en este de la escatologa ha creado tantasfacciones in5ustificadas el individualismo de los evanglicos; hiptesisatrevidas, especulaciones fant#sticas, sensacionalismos, todo parecetener prioridad sobre la sana e%gesis.

Aa faltado humildad para escuchar las e%periencias y lase%posiciones biblicas de nuestros padres espirituales y para colocarnuestros propios esquemas, o intentos de solucin, ba5o el 5uiciocorrector de otros hermanos del pasado y del presente. -lindividualismo ha campeado por sus fueros. *, no obstante, elproblema estriba en que ni siquiera un punto de vista frreamentefundamentalista en lo que atae a la teologa bblica podra ayudarpor si mismo a conseguir un consenso com+n en todos los puntos queinteresan hoy. 9os te%tos profeticos constituyen un gnero literariopeculiar. Raras veces pueden tomarse en un sentido estrictamente

literal, como hacen muchos hoy, ignorando la clase de literatura enque est#n encuadrados.

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Conviene distinguir con todo cuidado entre la aplicacin histrica deltiempo en que escribi el autor bblico, el empleo de la imaginerametafrica tomada a menudo del conte%to cultural /incluido elreligioso4 de la epoca, y las predicciones profticas que, a veces,van hallando su cumplimiento en diferentes estadios de la historia de

la salvacin."

-l aplauso con que han sido recibidos los libros de !escatologaficcin", que tanto abundan hoy en muchos crculos cristianos, damucho que pensar y ofrece material para la refle%in.

Representa un Jndice alarmante de mediocridad y superficialidadbblicas.

-sto, a la larga, debilita nuestro testimonio. orque la !escatologa"de ciertos autores slo puede suscitar el desdn de nuestroscontempor#neos. -%actamente lo contrario de lo que logr laesperanzada fe de los apstoles y la primitiva Hglesia en medio de unmundo que haba perdido sus esperanzas. ero aquella fue una feesencialmente cristotgica como cristolgica debera ser siemprenuestra escatologia, envuelta en la activa /y no escapista4espiritualidad de un ser y estar delante de )ios, el )ios que vino,viene y vendr#.

9a tarea de la teologa evanglica en nuestro siglo debera ser, enprimer lugar, aprender de los errores y e%cesos del siglo pasado.

ero, le5os de esto, se est#n repitiendo los mismos fallos quecometieron nuestros bisabuelos espirituales. ?ucho del car#cter!insano" que ofrece la actual moda escatolgica a que alude6eyerhaus prolifer en la primera mitad del siglo pasado y todava sesiguen pagando las consecuencias. Con todo, hay muchos que siguensin enterarse, dados a la temeraria, irrefle%iva y arbitraria repeticinde despropsitos !profticos"...

:uestra seccin sobre !-H origen y la naturaleza de la -scatologa)ispensacionalista" intenta ser un correctivo y un aviso, al mismotiempo. !(lo quien aprende del pasado ha dicho un escritor

contemporaneo puede evitar el riesgo de volver a tropezar en lamisma piedra."

Cualquier meditacin teolgica, cualquier quehacer cristiano, tieneque ser realizado con responsabilidad. ero donde tal vez sea m#sapremiante esta e%igencia es en el campo del estudio de las profecasbblicas, en la escatologa en general, un propsito inaplazable de lasiglesias evanglicas, una tarea a la que deberan entregarse susmaestros y pastores, habra de ser la b+squeda de un mnimoconsenso escatolgico que, al mismo tiempo, se mantuviese fiel a los

te%tos profticos claros y a la e%gesis avalada por la e%periencia dela Hglesia y que, adem#s, tratase de hablar, a partir de dichos te%tos,al hombre moderno, a las situaciones hodiernas y a las corrientes

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culturales e histricas de nuestros das, en lo que pueda haber entodo ello de !seala o sentido apocalptico; pero sin fantasas, sindudosas hermenuticas, sin distorsin de pasa5es bblicos, sin!ayudas" mas que discutibles /o, al menos, que no re+nen elconsenso evanglico general4, como puede ser la del

!dispensacionalismo"

9a forma arrogante con que muchos presentan hoy ciertas novsimasescuelas de interpretacin /o me5or dicho1 corrientes deinterpretacin, o aun de lectura proftica4, como la !+nica postura-vanglica", la sola !ortodo%a", la de !la sana doctrina", esverdaderamente lamentable. * no por el dao que puedan hacer aquienes sustenten opiniones contrarias m#s maduras y refle%ivas,sino por lo que significan de desprecio total a la realidad evanglicamundial, a la historia del pensamiento protestante y reformado, a lae%gesis de los +ltimos siglos y, sobre todo, por la superficialidad quedelatan.

)ios me es testigo de que no hubiese deseado escribir algunasp#ginas de este libro, por amor a la paz y por amor a muy queridoshermanos. ero cuando la intolerancia de ciertos escatologismos a lamoda se a una con la difusin de una hermenutica falsa, de unae%gesis descabellada y de una falta total de consideracin a la reglade la fe /la fe que ha sido dada una vez a los santos" Kud. vers. N4,entonces no queda otro remedio que alzar la voz, gritar si es preciso.(i permanecisemos callados, pecaramos contra )ios y contra

nuestros hermanos.

)urante aos la escatologa cedi su lugar, entre nosotros, a lasoterloga o a la eclesiologa.

-n aras de la convivencia, y a pesar de los peligros que se cernan porla abundante importacin de literatura mediocre, fuimos muchos losque preferimos eludir los temas profetices, ya que haba otrascuestiones doctrinales, pastorales y evangelsticas mucho m#sapremiantes. ero cuando la m#s discutible de las hiptesis se alzasobre el pavs como obligada norma de !ortodo%ia evanglica" en la

interpretacin proftica; cuando la 6iblia es despedazada en muchasporciones, asignando unas a la Hglesia y relegando otras a la !fe

5uda"; cuando todo tiene que ser esquematizado, simplificado,reducido y convertido en asimilable por el pragmatismo en boga;cuando la conversin dicen no necesita arrepentimiento, y el(ermn del ?onte o el adrenuestro ya no son de aplicacin directapara los cristianos, se da uno cuenta de que lo que hay en 5uego esm#s, mucho m#s, que la simple diferencia de matices en lainterpretacin de algunas profecas, o el distinto enfoque de las variasescuelas escatolgicas. odo ello incide en una problem#tica mucho

m#s amplia, que desborda a la simple escatologa. * es que eldispensacionalismo es algo m#s que una manera de leer la profecabblica, pues representa adem#s una postura totalmente peculiar de

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en5uiciar la Hglesia, la tica evanglica, el lugar del cristiano en elmundo, el destino de Hsrael, etc., dando a todo ello enfoques yorientaciones completamente desconocidos antes del siglo OHO.

:o es el debate, en torno al !milenio" lo m#s grave. )urante siglos la

Hglesia vivi en paz con este debate en su seno; es un problema deopinable interpretacin con el que podemos pechar y seguirdiscutiendo las varias escuelas, dentro todos de la misma confesinde fe evanglica, a pesar de los diferentes puntos de vista. -l granproblema escatolgico de nuestro tiempo porque es algo m#s queuna cuestin que afecte slo a la escatologia es el que plantea eldispensacionalismo. Repetmos1 no es cuestin tan slo de diferenciasen cuanto a detalles sobre la segunda venida de Cristo /a pesar deser tan dbiles las bases para fundamentar el llamado!arrebatamiento" y convertir pr#cticamente en dos distintasapariciones la +nica postrera venida de Cristo1 una segunda ensecreto, y una tercera en p+blico, despus4, sino que es mucho lo quesupone para la comprensin de vitales parcelas de nuestra fe y denuestro testimonio; mucho lo que significa para la predicacin y laespiritualidad el descuartizar los te%tos y libros de la 6iblia con elcuchillo rabinico desenterrado de nuevo, y que a la larga, quirase ono, tiende a escamotearle mucho a la Hglesia; mucho de lo que le hadado el (eor, mucha de la gloria que la -scritura reconoce al cuerpode Cristo, para ofrecrselo a una raza por el simple hecho de ser talraza, olvidando que )ios !hasta de las piedras puede levantar hi5os a$braham", y que la circuncisin que vale es la del corazn en el Hsrael

de )ios.

(in embargo, toda la energa, todo el apasionamiento, si se quiere,que hemos infundido a esta e%posicin de nuestra problem#ticaactual, no va dirigida contra personas. :os pronunciamos por laverdad, por la claridad y por la superacin de tantas superficialidadesasfi%iantes que nos atosigan, pero tambin nos pronunciamos por elamor, la paciencia, la tolerancia y la convivencia entre hermanos dedistintas confesiones en lo que respecta a cosas que, aun siendosecundarias, son muy importantes. -stamos por la fraternal relacin yconfrontacin de los diversos puntos de vista, por el intercambio de

opiniones y perspectivas profticas por tratar de alcanzar un mnimoconsenso com+n en cuanto a la escatologa. -stamos, en suma tantopor el amor como por la verdad. * no podemos sacrificar aqul porsta, ni tampoco sta en aras de aqul. :os debemos a ambasresponsabilidades cristianas.

Con todo, ning+n tratado sobre !las +ltimas cosas" puede eludir rozartemas conflictivos. -ste es el caso del dispensacionalismo. 9aneutralidad resulta muy difcil, puesto que o bien hacemosescatologa dispensacionalista con todas las consecuencias o

escatologa no dispensacional.

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?as en todo momento hemos procurado seguir la verdad en amor; laverdad bblica, en amor hacia todos cuantos difieran de nuestrospuntos de vista.

9os hermanos que han asistido conmigo a clases o estudios bblicos

saben cu#l es mi proceder habitual en lo que concierne a los temasescatolgicos. (iempre e%pongo los distintos puntos de vista es unaregla en mi y trato, adem#s, de ser tan ob5etivo que en ocasionesha pasado desapercibido mi propio punto de vista. or desgracia, notodos han obrado as en lo que respecta a la interpretacin proftica.

*o pienso continuar por el camino habitual, para que los estudianteshagan su propia opcin. ero al escribir este libro se esperaba nosolamente la reposicin de las varias posiciones /vase, por e5., laleccin sobre !el )ebate en torno al ?ilenio"4, sino una clarificacinde puntos a partir de los mismos postulados que presiden lapublicacin de esta coleccin1 los principios evanglicos, reformados,bblicos, del llamado rotestantismo histrico. * se espera tambin, apartir de dichas perspectivas, la nota pastoral, responsable, queayude no slo a ver m#s claro, sino, sobre todo a actuar m#sconcienzudamente, eliminando todo cuanto estorbe a este marcharen los caminos de la voluntad divina, no slo para el m#s all#, sinotambin para el m#s ac#.

engo contrada una deuda de gratitud con los alumnos de mis clasesque me han estimulado con sus preguntas y sugerencias; tambincon cuantos hermanos han seguido mis estudios en diferentes

iglesias. -llo me ha permitido pensar y ahondar, m#s de lo que en unprincipio haba hecho, en ciertos temas1 he podido corregir y me5orarlo que iba vertiendo en estas clases y estudios, gracias a lacolaboracin, el estmulo y la franqueza de todos estos queridosalumnos y oyentes. ?i agradecimiento muy sincero, asimismo, alescritor y pastor de almas, tanto como eminente erudito bblico, ).Prancisco 9a Cueva. Aa sido l quien m#s venia insistiendo para queyo escribiese el presente tratado sobre escatologa. * tambin ha sidol quien m#s ha hecho para que, finalmente, viera la luz, pues congenerosa y amable solicitud ha corregido mi manuscrito inicial, hadistribuido el te%to en lecciones, ha escrito los cuestionarios para

cada leccin y, sobre todo, me ha dado conse5os y sugerenciasverdaderamente enriquecedoras para el resultado final de lo queespera ser este libro. ambin una palabra no pequea de gratitudpara un siervo de )ios de nacionalidad inglesa, K. R. aylor, quiendesde hace muchos aos sirve al (eor en tierras de $mrica 9atina,el cual tambin me ha suministrado generosa y amablemente unavaliosa bibliografa, sin la que este traba5o habra sido mucho m#sdifcil y menos completo. Con tanta colaboracin, pues, si el lectorhalla algo que le defraude, deber# cargarlo a mi cuenta, y no a la delos citados hermanos que me ayudaron.

JOS GRAU

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1. Haca !"#!$ ca%#a%os&

!odos caminan hacia una misma meta1 todos han salido del polvo ytodos vuelven al polvo." !&uin sabe si el aliento de vida de loshumanos asciende hacia arriba y si el aliento de vida de la bestia

desciende hacia aba5o, a la tierra'"

-stas citas no son de ning+n pagano de la antigSedad, ni tampoco dealg+n materialista contempor#neo. Porman parte del te%to bblico ycorresponden a -clesiasts N12, 20.00 -l !-clesiasts" /hebreo1qohelet Tliteralmente; el predicador o persona que dirige la palabraal pueblo congregadoT4 interpela con estas palabras a cuantosfundamentaban sobre sus propias intuiciones, o sobre sus sistemasfilosficos y religiosos, su creencia en la inmortalidad del U alma. -se!&quin sabe...'" es la pregunta que lanza a las gentes imbuidas dementalidad helnica, es decir, de la moda intelectual prevaleciente ensu poca.

9as cuestiones que plantea el -clesiasts ponen de manifiesto elrealismo bblico y son un mentr rotundo a la falsa idea que muchasgentes tienen del cristianismo y de la Revelacin divina. ara estaspersonas, tener fe equivaldra a vivir de ilusiones. Como se pregunta$. ?arsillach en un libro ya famoso1 ! &:o ser# que el hombre no seatreve a afrontar su propia realidad y se inventa maravillosos cuentosde hadas para consolarse'"2 -l -vangelio seria uno m#s de loscuentos de hadas; una !alienacin" Tpara usar la terminologa

hodierna /moderna4 T; la proyeccin de nuestros deseos.

(in embargo, maravilla la sobriedad de los escritores bblicos. 9as-scrituras hebreocristianas no presentan ning+n sistema decosmologa definido, ni tampoco desarrollan teora alguna sobre la!inmortalidad del alma" a la manera griega. * ello pese a que latentacin de plagiar las cosmogonas caldeas y egipcias era incitante,as como lo era el influ5o del platonismo en la poca de los +ltimosescritos cannicos.

'. La $s($)a#*a !$+ #!,!-o

9a prudencia y la resistencia de los escritores sagrados a formular!sistemas" se insertan en el talante mismo de la Revelacin bblica.Hsrael est# a la escucha de la alabra de )ios y no quiere ir m#s all#de lo que le es revelado. )ios va adoctrinando gradualmente a supueblo y contesta cada pregunta en su momento y en la medida enque lo cree necesario. )e ah que los autores bblicos no formulenhiptesis; se hallan a la e%pectativa /cf. (al. 02N1 0, 2; Aeb. 010; 0.V

ed. 010. 004 para ver si hay !palabra de *ahveh".

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refle%iones de unos hombres que hubieran hallado a )ios. (e tratafundamentalmente de una Revelacin. )ios ha hablado. * es a partirde aqui, de esta alabra divina, como nos sentimos interpelados por)ios. 9a 6iblia no es, pues, el resultado de los !descubrimientos" quesobre )ios pudieran haber hecho algunas almas e%cepcionalmente

piadosas y dotadas para el misticismo, sino el relato de un proceso deautorrevelacin que )ios ha querido hacer llegar hasta nosotros paranuestra iluminacin y nuestra salvacin. )e ah que la 6iblia se ocupem#s de hechos y de personas que de escuelas o sistemas.

Aemos aludido, con nfasis, a los hechos en que se basa nuestraafirmacin cristiana. &u nos dice la -scritura acerca de ellos'

or lo menos son cuatro las realidades que hemos de considerar; enespecial, si lo hacemos a la luz de la Revelacin bblica1

$4 -l hecho necrolgico1 la muerte. &Aay algo que sobrevive a lamisma'

64 -l hecho antropolgico1 el hombre que muere. &uin es esehombre' &u sobrevive de l, si es que sobrevive algo'

C4 -l hecho escatolgico1 &Cu#l es la esperanza cristiana, lainmortalidad del alma o la resurreccin de los muertos' &@ ambascosas'...

)4 -l hecho pneum#tico /o espiritual41 -l -spritu (anto, como!primicias" y !arras" de nuestra herencia; poder vivificante quetransformar# nuestros cuerpos en soma pneumatiEon /cuerpoespiritual4, seg+n la e%presin original de H.V Cor. 0G1>>.

CUESTIONARIO0

0. -l !&quin sabe...'" de -clesiasts N120 &es la pregunta de unescptico' 2. &u ponen de manifiesto las preguntas que plantea el-clesiasts'

N. &u era para Hsrael lo primero y fundamental, hablar de )ios oescuchar a )ios' T >. &-n qu se apoya la fe de Hsrael acerca delretorno de los difuntos a la vida' T G. &-n qu se diferencia laRevelacin bblica de una Religin cualquiera' T Q. &)e qu se ocupacon preferencia la 6iblia, de hechos o de sistemas' 3. &Cu#les son loshechos en que se basa nuestra afirmacin cristiana acerca del m#sall#'

Notas:

0. 9a cita es de la 6iblia de Kerusaln. Wase 0213, donde leemos1vuelve el polvo a la tierra, a lo que era y el espritu vuelve a )ios, que

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es quien lo dio" /W. tambin =10 acerca del sheol, y N103; 001=;0210>, sobre el 5uicio divino en otro lugar distinto de esta tierra/deba5o del soh4. -clesiasts N120 no dice que sea aliento de vidaXperezca, sino que nadie puede saber por si mismo qu es lo queocurre con l despus de la separacin del cuerpo.

2. -n 0 espaoles y )ios de K. ?. Bironella /6arcelona. -d. :auta,0=Q=4, p. NYN.N. R. ?artinI$chard. )e la muerte a la resurreccin, pp. 2NGI2NQ.

LECCIN '. EL HOM2RE MODERNO 3RENTE A LA MUERTE

!-l hombre es, entre todas las criaturas, el +nico que sabe que va amorir Tha escrito (alvador #niEerT. or esto es el +nico queMe%isteM. M-%istirM implica la autenticidad de no evadirse."

Weamos sumariamente lo que respecto a la muerte nos brindan lossistemas filosficos en boga.

1. E4st$#ca+s%o

Con todos los !peros" que se quieran ob5etar al e%istencialismo, enesa !autenticidad" anteriormente aludida radica uno de los mritosde dicho sistema. -l e%istencialimo ha planteado el problema de lamuerte como uno de los m#s importantes Tsi no el m#s importanteTde la vida, al reconocer la presencia constante de la muerte en lae%istencia humana. 9a muerte no es slo la meta de un via5e oestacin de trmino; es, sobre todo, nuestro perpetuo acompaantedesde la cuna hasta la tumba. * es que nuestro vivir de ac# estambin, siempre, morir un poco en cada instante. 9a muerte seconvierte as en una realidad operante desde el interior de nosotrosmismos. -l e%istencialismo contempla al hombre como lanzado en la

e%istencia y dirigindose a un trmino concebido como naufragiototal, seg+n la terminologa de Aeidegger en (er y iempo. or eso, lafilosofa de Aeidegger ha sido calificada como !-%istencia tr#gica".

:o basta con decir que la muerte es !natural" y que se da tambinen el resto de la Creacin.

9a tragedia de la muerte humana estriba en que es una e%perienciaconsciente, en la que todos tenemos que ser autnticos y nopodemos soslayarla. * de esa conciencia de estar en marcha hacia el

!naufragio total" es de lo que nace la angustia y el sentido tr#gico dela vida /Lnamuno4. 9iterariamente es !la n#usea", el sentimiento dela contingencia del mundo /(artre4.

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'. Post,s%o

:o convence, pues, la moderna actitud positivista, cuando afirma que

la !obsesin" e%istencialista por la muerte es un signo patolgico, ycuando ensea que !la muerte no es un evento de la vida. :o se vivela muerte". -sta afirmacin es tan superficial como la que, al decir de)igenes 9aercio, profiri -picuro en cierta ocasin1 !9a muerte no esnada con respecto a nosotros. Cuando e%istimos nosotros, la muertetodava no e%iste; cuando la muerte e%iste, ya no e%istimosnosotros." or desgracia, la muerte es un compaero de via5e aperpetuidad. Como ya e%pres FierEegaard1 !9o terrible de lae%istencia es que vivimos para e%perimentar la muerte; aun sinmorirnos del todo, vivimos la muerte cada da."

. Mat$)a+s%o

* tampoco convence la postura del materialismo dialctico, queprohibe hablar de la muerte y slo consiente en hablar de la vida,como si fuese posible esta +ltima sin considerar aqulla.

(eg+n este punto de vista, el miedo a la muerte habra sido uninstrumento de alienacin religiosa y, por tanto, un medio dee%plotacin.

anto la postura positivista como la materialista, le5os de resolver elproblema, lo disuelven, lo diluyen1 en una palabra1 escamotean larealidad. arad5icamente, quienes m#s hablan de alienacin Treferida, sobre todo, a la e%periencia religiosaT resultan ser losgrandes alienados. orque, como escribe tambin #niEer, !tampocopuede desligarse el tema de la muerte del tema de la vida".

Roger ?eht lo ha e%presado asi1 !Aablar de la vida humana, y delsentido de esta vida, es hablar de nuestra muerte. 9a muerte formaparte de la definicin de nuestra e%istencia, no slo porque ella

constituye su lmite, sino porque proyecta su sombra sobre latotalidad de nuestra vida. al es la verdadera situacin del hombre.(e nos plantea, entonces, la cuestin1 &Cmo puede vivir el hombre,ser dichoso, tener el sentimiento e%ultante de que es el dueo de supropio destino, si sabe esa cosa absurda1 que va a morir'"

5. E+ s$#t!o t)67co !$ +a ,!a 8 !$ +a %-$)t$

or otro lado, !la asercin cientfica de la necesidad natural de la

muerte no hace m#s que esquivar el problema. -l hombre, sueledecirse, tiene que morir, siempre tiene que haber muerto, porque esun ser natural, su5eto a la ley natural y universal del nacimiento y de

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Ae ah el verdadero problema1 la muerte afecta a la vida y lacondiciona. 6uena rplica la de Lnamuno a los materialismossuperficiales de toda laya /condicion4. ampoco Camus se resign1 !(i(artre lleva razn, el +nico problema serio de la filosofa es elsuicidio." Comenta, atinadamente, estas palabras 9uis ?ara $nsn,

uno de los entrevistados por K. ?.a Bironella1

!(i el ser es un ser para la nada, si el nihilismo es la verdad, sidespus de la muerte no hay m#s ay#, &para qu seguir viviendo'&or qu no el suicidio'"3

Camus lleva razn1 !(i la ultima realidad es el noIser, entonces elproblema fundamental de la filosofa Ty yo aadira, de toda personaT no es el de la vida, sino el del suicidio. &Wale la pena seguirviviendo' &:o ser# preferible la muerte'... (artre mismo ha escritoque la muerte puede convertirse tambin en una oportunidad paramanifestar la propia libertad, si bien cabe preguntar qu sentidopuede tener ya dicha !libertad" en el #mbito del m#s puro nihilismo.

Wivir es estar muriendo conscientemente; &por qu no acelerar elproceso' -sta es la angustia que surge de la aceptacin consecuentedel e%istencialismo ateo o agnstico.

-sta actitud, dig#moslo una vez m#s, libera de superficialidad a lavida. or eso mismo, la conduce o bien a la desesperacin o bien a lasalvacin que slo la Revelacin cristiana ofrece.

-s, por lo tanto, m#s seria que la opcin positivista, para la que lamuerte es la nada, una nada que nadie puede e%perimentar. -stambin m#s clarividente que la opcin materialista, para la que lamuerte es aquello de lo que nadie debe hablar. -l e%istencialistasupera ambas alienaciones, pero si no desemboca en la aceptacindel mensa5e revelado, vive atormentado por la n#usea del absurdo yel noIser.

$dem#s, incluso -picuro Tcon m#s perspicacia que algunos de susmodernos discpulos", seg+n el decir de A. 9ovell CocEsT observque lo que el hombre teme no es el hecho de que la muerte signifique

!aniquilacin, sino todo lo contraro1 el hecho de que no signifiqueesto".Y

CUESTIONARIO:

0. &-n qu sentido podemos decir que el hombre es el +nico ser quee%iste' T 2. &Cu#l es el principal mrito del e%istencialismo' TN. &-n qu estriba la tragedia de la muerte humana' T>. &-s un signo patolgico la obsesin por la muerte, como afirma elpositivismo' T

G. &Cu#l R es la postura del materialismo dialctico en relacin con lamuerte' Q. &-n qu sentido forma la muerte parte de nuestrae%istencia' T

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pero que tambin puede decir1 M-ncontrar el medio de sacaros de latumba, porque he hallado un rescate.M"00. Citado por 9. ?orris. o. c., p. 0Q de :ygen02. Prancis Wachette, (alv#ts per Kesucrist /6arcelona, :ova rra.0=Q34, ppI QNIQ>.

LECCIN 5.aEL PRO2LEMA ANTROPOLGICO BI

-s forzoso que nos planteemos el problema antropolgico, pues si nolo entendemos bblicamente, tampoco podremos entender larespuesta que la Revelacin da al problema necrolgico.

1. D$/#c"# !$+ ()o

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&u es el cuerpo en la antropologa bblica' Ln obsequio de )ios, noslo dado, sino tambin amado, por el Creador, con la intencin deque sirva como instrumento de glorificacin y e%presin pl#stica,notoria, de nuestra consagracin al (eor en !sacrificio vivo, santo,agradable a )ios, que es vuestro culto racional" /es decir,

!autntico". como traduce la :ueva 6iblia -spaola, con resonanciasde Kuan >12>4. or eso dice ablo en otros lugares /0. aCor. N10Q; Q10=4que somos, incluido nuestro cuerpo, !templo del -spritu (anto", esdecir, casa viva del )ios vivo /cf. 0.V ed. 21G4. $simismo, nuestrosmiembros carnales son miembros del Cuerpo de Cristo, dada la uninde todos los creyentes en Cristo y entre ellos, lo cual produce elllamado !Cuerpo de Cristo". !:adie aborreci 5am#s a su propiacarne Tescribi (. abloT, sino que la sustenta y la cuida, comotambin Cristo a la Hglesia, porque somos miembros de su cuerpo, desu carne y de sus huesos" /-f. G1N. Cf. 0.aCor. Q10G4. ablo podadecir que !nadie aborreci 5am#s a su propia carne", antes de quefuera inaugurada la tradicin ascticoIplatnica en la Cristiandad.

?#s a+n, el cuerpo es propiedad del (eor. )ice (. ablo1 !ero elcuerpo no es para la fornicacin, sino para el (eor, y el (eor para elcuerpo" /0.V Cor. Q10N4, lo cual establece la totalidad del vinculo queune al cristiano con su (alvador1 no una simple comunin de alma,sino una comunin de la persona total, cuerpo y alma, con su )ueo y(eor. -sto desmiente lo que piensan muchos espaoles, como eltorero entrevistado por Bironella que asegura; !(i el alma no fueseinmortal, no se e%plicara que Cristo se hubiese hecho hombre y

hubiera muerto en la cruz."03

)icho en otras palabras1 el cuerpo no esdigno de redencin, slo el alma. (in embargo. Cristo vino a salvarambas partes de nuestra personalidad, por la sencilla razn de que novino a salvar !algo" de nosotros, sino que nos vino a salvar total eintegralmente. Conviene aadir que los superficiales conocedores del:uevo estamento suelen confundir el concepto paulino de !carne"con el de !cuerpo", lo cual es una grave equivocacin, como veremosen la leccin siguiente.0Y

Notas:

0N. Wase K. ?. Bironella. 0 espaoles y )ios, p. 2YY.0>. )el mismo autor y en la misma p#gina.0G. Wase K. ?. Bironella, o. c., p. GY2.0Q. 9. ?orris. o. c., p. 2>. Cf. @. Cullmann, Hmmortalit de l\ame oursurrection des morts'/arisI:euchatel, )elachau% et :iestl, 0=Q=4.03. @. c., p. Y>.0Y. Wase P. 9acueva, -l hombre1 (u grandeza y su miseria, lecc. GV

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LECCIN >. EL PRO2LEMA ANTROPOLGICO BII

ara la recta comprensin del problema antropolgico es precisoanalizar los conceptos de alma, espritu, cuerpo y carne, conforme alsentido que las (agradas -scrituras confieren a los diversoscomponentes a la persona humana, ya que dichos conceptos noquedan suficientemente e%ptictados en la mayor parte de lastraducciones de la 6iblia a los idiomas modernos.

1. A+%a B7)$7o: (s8F-$

-l !alma" es, para la 6iblia, el principio de vida natural que anima alcuerpo /cf. Ben. 2134. -s sinnimo de vida1 !e%poniendo su vida/psyque4 para suplir lo que faltaba..." /Pil. 21N4.

ambin usa muchas veces la 6iblia este vocablo, por sincdoque,como sustitutivo de !persona"; !se aadieron aquel da como tres milpersonas /psyhai4" /Aech. 21>04.

-n el pensamiento de ablo, el alma /psyque4 es el principio de todavida fsica en el hombre.

ero el hombre que slo tiene psyque /hombre !almado", natural; o!animal", de #nima4 es incapaz de comprender las cosas de )ios; leson locura /0.aCor. 210>4.

'. Es(;)t- B7)$7o: (#$-%a

-l !espritu" es lo que hace de nosotros unos creyentes autnticos,verdaderos. :os une con )ios pues es por el espritu como podemosentrar en comunin con el (eor1 !ue la gracia del (eor sea con

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/pneuma4. or eso afirma ablo que los dos se oponen entre s /Bal.G1034.

!Carne" significa, unas veces, mucho m#s que !cuerpo", y otrasveces no tiene nada que ver con l. 9os !pecados de la carne" son

muchos m#s que los que se cometen con el cuerpo.

Cuando ablo enumera las obras de la carne" /Bal. G10=I204,comienza por la inmoralidad se%ual, pero contin+a con las querellas,las envidias, la animosidad, etc., que no tienen nada que ver con lasoperaciones del cuerpo fsico.

-l apstol emplea tambin el trmino !carne" para hacer alusin auna condicin fsica; un vivir en el cuerpo mortal. $si se refiere a lacircuncisin fisica, en contraste con la del corazn /Rom. 212Y4. yemplea el trmino sar% para referirse a la primera. -n este caso, sar%se apro%ima a soma en su condicin de debilidad natural /comp. con

Kn. 010> y Aeb. G134. or eso encontramos el trmino sar%1 en frasescomo !una enfermedad del cuerpo", y !la prueba que tena en micuerpo" /Bal. >10N, 0>4. &or qu no us ablo el vocablo soma'

enemos que penetrar en el vocabulario del apstol y tratar decomprender lo que l quera decir al usar el trmino sar%1

$\4 -l hombre terreno1 un alma encarnada; es decir un cuerpohabitado por un alma; la condicin terrena, dbil y fr#gil de nuestrae%istencia aqu y ahora /Rom. 310Y Tdonde, sin duda, se refiere no

slo al cuerpo, sino a la totalidad del ser cado en sus inclinacionespecaminosasT; 2V Cor. 31G; Bal. 010Q. Cf. Kn. 010N; 03124.6\4 -l hombre terreno, pero regenerado, que est# en la sar% y !enCristo" al mismo tiempo /Bal, 2121 Plm. versI 0Q4. -n Aebreos =10N lasar% aparece purificada.C\4 -l hombre terreno, contaminado y pervertido por el pecado /0.aCor. N1N; Kud. Wers. Y4.

Resumiendo1 ($RO en griego, como 6$(($R en hebreo, se traducenpor C$R:- en castellano, porque resulta difcil hallarles unequivalente en nuestro idioma. (u sentido puede abarcar los

conceptos siguientes1

a4 -l cuerpo animado por el espritu.9a presencia de una libertad personal en un cuerpo natural.

b4 -l alma presente en el cuerpo.-l ser vivo en la totalidad de su personalidad corporal.

c4 9a personalidad encarnada /hecha carne4.9a persona.

d4 9a realidad humana aqui y ahora.

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)e modo que la ($RO no es mala en s misma, per se, sino cuando sehalla acondicionada a la realidad del mundo en que vive y del que ellamisma forma parte integrante. -mborrachada de esa atmsfera deenemistad contra )ios, la ($RO adopta una actitud que equivale a

negar la realidad misma de la situacin del hombre delante de )iosI:o e%presa slo un desorden interno entre las diferentes partes queintegran el ser humano /desde luego, tambin implica esto4, sino unaproterva y total incapacidad de relacionarse con )ios y con el pr5imoen una relacin de amor genuino.

9a ($RO es lcita y buena cuando vive en el mundo de )ios y para)ios. -s condenable cuando vive para el mundo y sin )ios.

@. P)o8$cc"# !$ $stos co#c$(tos so


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)\4 -l alma que permanece muerta aqu Tque desoye la invitacinevanglica a la fe y la regeneracin /Kn. 0102, 0N4 T se hallar# en lamisma condicin despus de la muerte. 9a inmortalidad intrnseca desu alma T en el pensamiento helnicoT no le sirve de nada, pues nohar# m#s que perpetuar su estado de pecado y ale5amiento de )ios.

)e ah que el -vangelio no ofrezca transportar, sino transformar. :ose trata de un salto geogr#fico /saltar desde aqui aba5o hasta all#arriba4, sino de un paso histrico1 desde este siglo caduco, su5eto afrustracin por el pecado, hasta !el siglo venidero"; es decir, se tratade pasar del #mbito de la muerte al de la vida, por el poder del-spritu (anto /-f. 010NI2N4 y sobre la base de la obra realizada porCristo.

-l platonismo es est#tico. -l -vangelio es din#mico, histrico; seinserta en medio de la historia de los hombres para escribir su propiahistoria de salvacin, prueba y garanta de la intervencin de )ios ensu cuidado y amor hacia los hombres.

:o obstante, la muerte e5erce todava su poder. 9os hombres mueren,incluso los cristianos. *, por otro lado, la resurreccin de los muertos,prometida por el -vangelio, pertenece al futuro. -sto nos lleva altercer gran hecho que hemos de considerar1 el hecho escatolgico. *tambin debemos entender de qu manera nos afecta ya ahora, aqu.

Notas:

2. @. Cullmann, o. c.

LECCIN .aEL HECHO ESCATOLOGICO PERSONAL

1. Las !os $ta(as !$ +a $scato+o7a #!,!-a+

*a hemos afirmado y demostrado que la esperanza cristiana radicaen la resurreccin de los muertos. -s inadmisible la definicinteolgica que se refiere al !estado intermedio" Tentre la muerte y la

resurreccinT como !el estado de trmino", por cuanto no es sta lameta hacia la cual conduce )ios a sus redimidos.

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como una comunin plena con Cristo, mucho m#s perfecta e intimaque la que es dable en la vida terrestre ahora. )e manera que almorir, el creyente en Cristo pasa a la presencia del (eor por mediode su n+cleo personal, en el que su conciencia perdura1 el alma, ocomponente espiritual de su personalidad. al situacin, no obstante,

queda calificada como !dormicin", no por falta de conciencia, sinopara designar su transitoriedad y su temporalidad.22

C4 -s asimismo como una e%periencia de desnudez, al hallarse elalma privada del cuerpo /2.aCor. G10 ss.4. :o obstante, el cristianorecibe las arras del -spritu (anto, que quitan a la desnudez su terrory su anormalidad, en espera del da en que !lo mortal sea absorbidopor la vida".

!-l estado de los muertos Tescribe Cullmann2NT sigue siendo unestado de desnudez, imperfecto, como dice (. ablo1 de dormicin, enla espera de la resurreccin de toda la Creacin, de la resurreccin delos cuerpos" /W. Aeb. 001N=,>4.

)4 -s un estado de tensin escatologica.$si nos lo describe el $pocalipsis /Q1=, 04 al introducirnos en lapresencia del (eor1 !Cuando abri el quinto sello, vi ba5o el altar lasalmas de los que haban muerto por causa de la alabra de )ios y porel testimonio que tenan. * C9$?$6$: $ BR$: W@] diciendo1 &Aastacu#ndo (eor, I santo y verdadero, no 5uzgas y vengas nuestrasangre...'"

9a descripcin que se nos hace de la morada de las almas T!ba5o elaltar"T nos habla de la pro%imidad en que viven con respecto a )ios,y de la comunin con Cristo, de la cual disfrutan ya, pero, al mismotiempo, su clamor delata la tensin escatolgica que soportan. )e ahique Cullmann asegure que2>, en la espera del !)a de *ahveh", losmuertos se hallan todava en el tiempo. (ea como sea, la situacin detransitoriedad y de falta de plenitud queda refle5ada en el clamor delos redimidos aguardando el gran da final.

* destaquemos que la esperanza, tanto de ablo en la tierra /2.aCor.G104 como de los santos en el cielo /$poc. Q104, apunta al momento

final del drama de la historia y de la salvacin1 al 5uicio de )ios, quelas -scrituras presentan siempre como lo inmediatamente posterior ala resurreccin final.

>. La s-($),,$#ca= $sta!o so


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LECCIN . EL HECHO PNEUMTICO

(lo Cristo resucit definitivamente, y as es el !primognito de entrelos muertos" /Col. 010Y; $poc. 01G4. -l gan la victoria final sobre lamuerte y el diablo /Aech. 212>4. -n Cristo ha habido resurreccin.-sta es el ancla de nuestra fe, pues si Cristo no hubiera resucitado Tafirma (. abloT vana sera nuestra esperanza.

-sta resurreccin es el punto de partida de toda la vida cristiana y detodo el pensamiento cristiano. 9a batalla decisiva ha sido ya librada, yella permite la predicacin gozosa y segura del -vangelio. 9a batalladecisiva se libr en la muerte y resurreccin de Cristo. !(lo quedapor venir el M)a de la WictoriaM /MWictory )ayM4", en e%presin deCullmann.

1. E+ (o!$) !$ +a )$s-)$cc"#

$unque privado de su cuerpo, el cristiano ha sido tomado por el (anto-spritu de )ios, es decir, por el poder de la resurreccin /Rom. Q1N ss.Cf. N1N ss.4, si realmente ha sido regenerado. 9a !dormicin" es,

pues, tal en el -spritu (anto y lleva al difunto creyente a la presenciade Cristo, incluso en esa situacin e%pectante de la !arusia" final.9os muertos que, desde ahora, mueren en el (eor, pueden con raznser llamados !bienaventurados" /$poc. 0>10N4, es decir, felices.

-%iste un cierto paralelismo Tm#s en la forma que en el fondoTentre la doctrina griega de la inmortalidad del alma y este estadointermedio por el que !el hombre interior" /para usar terminologanovotestamentaria TRom. Q1N ss.T4, transformado por el -spritu(anto y desga5ado del !e%terior" /el cuerpo4, continua viviendo 5untoa Cristo. Ciertamente, esta continuidad de la vida est# enf#ticamente

e%puesta en el :uevo estamento /Kn. N1NQ; >10>; Q1G>, etc.4, pero nose produce en aras de una supuesta dicotoma en el ser cuerpo I almadel hombre, puesto que tal dicotoma no es bblicaI -s m#s bien unasntesis de cuerpoIalma lo que insin+a la enseanza de la -scritura.

9a diferencia entre la concepcin bblica y la griega sigue siendoradical, y arranca desde sus mismos fundamentos hasta alcanzar alas consecuencias. -l estado de los muertos en Cristo no de5a de seruna situacin provisional, en la que la personalidad no es todavaperfecta por falta de uno de sus elementos Tsituacin de

!desnudez", de dormicin, de espera y de tensin escatolgicaT. orotro lado, la muerte, mientras no llegue el !)a de la Wictoria", siguesiendo el gran enemigo, el postrero que ha de ser derrotado. or otra

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en el estadio intermedio como en la eternidad despus de laresurreccinT, el rechazo equivale a un desplazamiento que )H@(sit+a en el reino de la muerte, de la condenacin.

-l creer en Cristo presupone ambas cosas, si hemos de ser

consecuentes. )e la misma manera que no podemos escoger del!Credo" alegremente lo que nos gusta, separ#ndolo de lo que nosdesagrada /como hacen muchos de los entrevistados por 8BironellaM4,as tampoco podemos escoger una eternidad inmortal, desechando anuestro anto5o la severidad del !)a de *ahveh"1 Z$y de los quedesean el dia de Kehov#[

&ara qu queris este dia de Kehov#' (er# de tinieblas, y no de luz;como el que huye1 de delante del len, y se encuentra con el oso..."/$m. G1 0Y. 0=4.

(i creemos a Cristo cuando nos habla tocante a la salvacin, hemosde darle crdito tambin cuando nos ensea acerca de lacondenacin de los que persisten en su impiedad e incredulidad. 9apar#bola del rico y 9#zaro es ta5ante en este sentido1 !... acontecique muri el mendigo Tconcluye el relatoT y fue llevado por los#ngeles al seno de $braham; y muri tambin el rico y fue sepultadoI

* en el Aades alz sus o5os, estando en tormentos, y vio de le5os a$braham y a 9#zaro en su seno" /9+c. 0Q1 22, 2N4.

!Cuando el Ai5o del Aombre venga en su gloria Tdi5o Kesucristo de si

mismoT ... seran reunidas delante de l todas las naciones1 yapartar# los unos de los otros, como aparta el pastor las ove5as de loscabritos..., e ir#n stos al castigo eterno y los 5ustos a la vida eternas/?at. 2G1N0, N2, >Q4.

odos estos te%tos nos aclaran que asi como e%iste un estadointermedio y una felicidad eterna para los creyentes, hay tambin unarealidad miserable que aguarda a cuantos mueren sin Cristo, unamiseria que desembocar# en la eterna condenacin.

-sta doctrina Tcomo muchas del -vangelioT no est# de moda en

nuestros das. -n la -dad ?edia se predic en demasa la 5usticiadivina que castiga, y muy poco acerca del amor de )ios que perdonay salva.

Aoy el pndulo oscila hacia el otro e%tremo.

9legados a este punto, la escatologia personal se inserta en la eclesialy csmica, por lo que, tras haber considerado la esperanza delindividuo, abordaremos el tema de la esperanza de la Hglesia y la delmundo.

orque no slo hay un fin para cada persona, sino que el presenteestado de cosas es asimismo precario y habr# de llegar a un

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1. E+ c-a)to I%($)o 8 $+ R$#o !$ +os sa#tos !$+ A+t;s%o $#Da#$+ :1'

$l entrar en este tema del libro de )aniel hemos de consideraratentamente tres cuestiones1

$4 9a identidad de la cuarta bestia.

ara orientar al lector, resumiremos diciendo que los capitulos 2, 3 y= est#n ntimamente relacionados entre si; en todos ellos se llega alclima% con la descripcin del cuarto Hmperio Tel Hmperio romanoT; ele5e geogr#fico es @ccidente. -n cambio, los capitulos Y y 00 tienencomo clima% el Hmperio seiucida que sigui a la muerte de $le5andro?agno; el centro geogr#fico es @riente. Aablar de Hmperio selucidaes simplemente una frase, una acomodacin literaria, pues m#s biendebera hablarse de reinos de taifas, que desmembraron loconquistado por $le5andro.

)aniel 3 se corresponde tambin con $pocalipsis 0N /cf. 0N10Q;0=124.$s la cuarta bestia tiene que ser Roma, en sana e%gesis sinpre5uicios. -s la m#s bestial de todas las bestias, espantosa ydiferente /313, 2N4, y su reino es mayor que el de las dem#s bestias.9os diez cuernos /cf. )an. 21>04 son los reinos b#rbaros en que fue

dividido el Hmperio en su decadencia, y el cuerno pequeo /vers. 2>4es el $nticristo /.cf. 2.V es. 210I02; H.V Kn. 210Y; >1N4. -. K. *oungcomenta1 !-l simbolismo de los diez cuernos hace referencia a unasegunda fase en la historia de la bestia /Roma4", y es en estasegunda fase cuando aparece el $nticristo.

64 9a identidad del Ai5o del Aombre.9eemos en 310N1 !?iraba yo en la visin de la noche. y he aqu conlas nubes del cielo vena uno como un AHK@ )- A@?6R-." (e trata deuna figura humana, no bestial; celeste, no terrenal; internacional, nonacional o imperial; con un reino eterno, no temporal /vers. 0N y 0>4.

9os que identifican esta figura con Hsrael, o lo que es lo mismo, con!los santos del $ltsimo", olvidan que los !santos" recibir#n el Reinodel Ai5o del Aombre, y lo recibir#n despus como una encomiendaque les es confiada. &Cmo pueden, pues, ser identificados con l'or otra parte, el Ai5o del Aombre tiene origen celestial, sobrenatural;no asi los !santos". ?#s a+n, sdespus reinan stos, lo hacen ba5o elseoro del Ai5o del Aombre, como luego ampliar# en detalle el :uevo

estamento.

C4 Rey de reyes /vers. 234.

-l final de la historia est# en manos de )ios, y su $gente ser# Cristo.9os reinos de este mundo vendr#n a ser los reinos de )ios y de su

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Wers. 00, 2, 2G1 24 iene boca que habla blasfemias y grandezas, ydecreta persecuciones contra los santos.

N4 ?erece un 5uicio especial de )ios. -n la visin de )aniel essignificativo que primero cae el 5uicio sobre la cuarta bestia /vers. 004;

parece como si la bestia /Roma4 fuera culpable de lo que dice elcuerno y hubiera de ser destrozada como si sobre ella cayera el 5uicioque el cuerno merece. -llo no tiene nada de e%trao si, como dice

*oung /y, con l, otros4, el cuerno representa una segunda fase devida de la misma bestia.

5. Las ot)as


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LECCIN 1. UN CAPITULO POLMICO: DANIEL

1. O)ac"# 8 co#/$s"# !$ Da#$+ BDa#. :1'

!*o )aniel mir atentamente en los libros el n+mero de los aos de

que habl Kehov# al profeta Keremas, que haban de cumplirse lasdesolaciones de Kerusaln en setenta aos" /)an. =10, 24.

or el estudio de Keremas, )aniel sabe que el periodo del e%iliodurar# 3 aos. (e vuelve entonces al (eor en s+plica intercesorapor el pecado del pueblo entre el que l mismo se incluye /vers. >I0>4, y apela a la gracia y al perdn divinos /vers. 0GI0=4.

?ientras ora, acude Babriel para darle sabidura y entendimiento/vers. 2I2N41 !$l principio de tus ruegos fue dada la orden y yo he

venido para ense#rtela", dice el #ngel. &$ qu principio de ruegos serefiere' 9os versculos 0 y 2 muestran claramente la preocupacin de)aniel por la asolacin de Kerusaln y su trmino. 9uego de haber

#!


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ser# asolada luego de haber rechazado al ?esas. -l cumplimiento esmesi#nico y fue totalmente realizado en la primera venida de Cristo."

$ntes de inclinarse por una u otra escuela, el estudiante deber# orarmucho, buscando la luz de )ios y pidindole !sabidura y

entendimiento" /)an. =1224.$unque en los detalles las interpretaciones puedan ser muchas m#s,en lo fundamental el estudiante tiene ante s tres escuelas b#sicas,una de las cuales no podr# aceptar si se toma en serio la 6iblia comoalabra de )ios1

04 9a postura de los que no aceptan la absoluta y +nica autoridad dela 6iblia /nos referimos a su absoluta veracidad y a su autoridaddivina4. -stos suelen referir el pasa5e a $ntoco -pifanes. 9adesolacin descrita en el versculo 23 es la causada por $ntioco. -lungido del versculo 2G es el sacerdote @nias HHH /cf. 2_ ?ac. >1NINY4,depuesto hacia el 03G a.C. y asesinado por gentes de $ntioco. -l estambin el rincipe de la $lianza de 00122. $ todo el pasa5e se le privade su car#cter mesi#nico. :os e%traa comprobar cmo la 6iblia de

Kerusaln, la 6iblia de ?ontserrat y otras versiones catlicasmodernas aceptan esta clase de interpretacin. 9as ob5eciones a estapostura son muy serias, no slo desde el punto de vista doctrinal delcreyente que acepta la absoluta veracidad y autoridad divina de la6iblia, sino incluso por los reparos de orden te%tual, histrico ye%egtico. -stos reparos son tan importantes que hacen imposible iaaceptacin de esta postura, a menos que uno se halle imbuido de

fuertes pre5uicios.

24 9a postura dispensacin al, ya e%puesta. /Cf. 6iblia $notada de(cofeld.4

N4 9a interpretacin mesi#nica tradicional

Notas:

Y. Wanse notas de la 6iblia de Kerusaln, que no acierta ni siquiera aver al ?esas en estos te%tos.

=. 6iblia $notada de (cofield, notas a )aniel =12>I23.0. (eg+n los dispensacionalistas, pues para los dem#s intrpretes lamuerte de Cristo tuvo lugar dentro ya de la semana setenta o +ltima.00; 6iblia $notada de (cofield mismo lugar.02. h. ?auro. he 3 DeeEs, caps. WH y WHH.

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nuestra impotencia para salvarnos y nos conduce a Cristo, nuestro+nico (alvador. -n este sentido es un medio de gracia.

c4 9a ley es una norma para nuestra santificacin, al menos en susubyacente aspecto moral, pues e%presa el car#cter eternamente

santo de )ios, y en este sentido es un instrumento del -spritu (anto/instrumento potenciado por el amor4 para llevar a cabo nuestratransformacin conforme !a la imagen del Ai5o de )ios" /Rom. N1N0;Y12=1 0.a Cor. 310=; =120; (ant. 012G; 21YI=1 KnI 0>10G, 201 0G10; 0.a

Kn. 21NIG, 22, 2>4.

5. La +t-)7a +$,;t;ca

9a ley de ?oiss no slo contenia preceptos morales quedesarrollaban lo proclamado en el )ec#logo, sino que constabaadem#s de una larga y comple5a seccin lit+rgica /cf. -%., 9ev. *:+m,4 que tipificaba en smbolos las grandes realidades de lasalvacin que el ?esas llevara a cabo en el futuro. odo el $ntiguo

estamento nos habla de la sangre de los sacrificios, que es elsmbolo de la sangre de Cristo /Aeb. =4. 9os creyentes piadosossaban que sus pecados contra la ley moral Tley que no podancumplir nunca en toda su perfeccinT les eran perdonados en virtudde los sacrificios de la misma ley, que en su aspecto lit+rgicoanunciaba ya la gran salvacin obrada despus en el Calvario.$quellos creyentes de la $ntigSedad se salvaban por fe en el Cristoque haba de venir, asi como nosotros somos salvos hoy por fe en el

?esas que vino ya /Aeb. 0012>I2Q4.

:os encontramos, pues, con las mismas verdades reveladas en el:uevo estamento, pero que en el $ntiguo eran e%hibidas de unamanera adecuada a la comprensin y al momento del all y delentonces. Con todo, encontramos idnticos elementos de verdadredentora, porque la mente de )ios no cambia 5am#s y lasnecesidades de la creatura cada son siempre las mismas. 9os actoslit+rgicos del $ntiguo estamento, que constituan el alma de lareligin de Hsrael, no soto ofrecan una gran profeca de la redencindel Calvario, no slo eran su representacin tipolgica, sino que, al

mismo tiempo, eran su presentacin salvifica mediante la e%perienciaespiritual que ofrecan y la fe que demandaban.

-l :uevo estamento afirma claramente que estos ritos levtcos erantipos de la muerte de Cristo. enan un significado relacionado condicha tipologa. -l adorador hebreo, tanto si poda intuir la relacinque su liturgia tena con un (alvador sufriente, como si todava no lovislumbraba /este discernimiento fue gradual y es dable percibir suevolucin en el libro de los (almos y en los profetas4, poda presentarun servicio cultural aceptable a )ios. 9a liturgia levitica le ofreca una

triple e%periencia1

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04 9e llamaba a reconocerse pecador e indigno de las bendiciones del$ltsimo, y le mova a acercarse a )ios con corazn humilde ycontrito.

24 9e proclamaba que la +nica manera de renovar la comunin con

)ios era aceptar las condiciones, o los medios, que )ios mismo ponaa su alcance.

N4 9e anunciaba la !buena nueva" /Z-vangelio[4 de que, al entregarsecontrito y humillado en demanda de perdn, y por medio del sacrificioordenado por la ley, se reintegraba a la comunin con )ios, eraaceptado ante el (eor, perdonado y 5ustificado.

* esta triple e%periencia estaba saturada del gran principio bblicoanunciado en ambos estamentos1 !sin derramamiento de sangre, nohay remisin de pecados".

-n la mente de )ios todo apunta al -vangelio. 9a obra y la persona deCristo son la culminacin del plan divino, el cual, sin embargo, yaantes de su cumplimiento, era proclamado, de diversas maneras,para salvacin. $l mismo tiempo. )ios preparaba asi al mundo para lavenida del ?esas. ero en todo momento el (eor ofrece al hombrepecador las mismas bases de salvacin1 e%periencia de conviccin depecado, entrega a )ios por fe, y 5ustificacin ante el (eor, con lo quese logra la reanudacin de nuestra comunin espiritual con -l.

-%iste, pues, una misma unidad de propsitos salvadores y unamisma unidad en los tratos de )ios con el hombre. odo ellocontribuye a la unidad del mensa5e de la 6iblia.

>. La ($!a! !$+ Sa+t$)o

9a unidad del mensa5e de la 6iblia se hace tambin evidente en lapiedad hebrea, tan estupendamente refle5ada en el (alterio. -l librode los (almos no slo sirvi de elemento devocional a Hsrael, sinotambin a la Hglesia. -n los (almos la espiritualidad hebrea halla sum#s alta e%presin; en ellos se e%presa no slo el creyente individual,

sino todo el pueblo de )ios. ?#s a+n, el (alterio es el libro del $ntiguoestamento que me5or conocen los cristianos.(i esto es as Ty es evidente que estamos afirmando una verdadhistrica incontrovertibleT, es porque el )ios revelado en la 6iblia essiempre el mismo y tiene las mismas e%igencias sobre el hombre. -l(alterio refle5a esta continuidad dentro, claro est#, de las diferenciasde tiempo, lugar, circunstancias, etc.

9os (almos enfatizan la disposicin interior como algo b#sico paraacercarse a )ios />1Q; 01=4 al participar de la liturgia levtica />1G1

010N1 G010=1 QQ10NI0G4. uiz#s con ello ya apuntaban a latransitoredad del ritual levitico y estimulaban a buscar su m#sprofundo significado que habra de ser revelado de manera perfecta

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en el :uevo estamento. )e ah el nfasis en los sacrificiosespirituales tambin />1Q y ss.1 G10>I2N1 G010Q; 0=10>; 0>012; 0G10 yss.4. -l salmista cree en la omnipotencia de )ios, en su providencia,en su perdn; se regoci5a en su salvacin y en su 5usticia, descansaen su fidelidad y siente cerca la presencia del que es (eor y

(alvador de Hsrael.

* el mismo significado tienen para la Hglesia primitiva; ?at. 2010Q, >2;2Q1N1 231>Q; 9+c. 2>1>>; Aech. 012; 212GI2Y, N, N> y ss.1 -f. G10=;Col. N10Q; (ant. G10N. )esde entonces los (almos han modelado laoracin de la Hglesia, bien por su uso mismo, bien como inspiradoresde la plegaria del pueblo de )ios.

@. E+ (-$


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fe Ttodos los que creen en CristoT son sus hi5os, !simiente de$braham son".

9os pobres de Kehov#, el remanente fiel, el Hsrael de )ios, es el puebloque respondi /y responde4 con fe obediente al llamamiento de la

gracia de )ios, y este pueblo es hoy lo que llamamos !Hglesia", el!Hsrael de )ios" /Bal. Q10Q4.

LECCIN '. EL ESTILO PRO3ETICO

1. 9a)$!a! !$ ()o/$c;as

$ntes de acometer el tema de la segunda venida de Cristo, resultaforzoso resaltar las caractersticas del estilo profetico, nada f#cil porcierto. Aay diversidad de profecas, as como de estilos profticos.ero lo que, sobre todo, nos interesa discernir es la naturaleza decada profeca, dentro de su propio y caracterstico entorno histrico yconte%tual. $ modo somero de bosque5o, ofrecemos las siguientesindicaciones;

$4 rofecas cercanas1

a4 Hnmediatos, por e5emplo cuando Keremas predi5o el retorno de los5udos haKerusaln para 3 aos despus del e%ilio babilnico.

b4 r%imas, como, por e5emplo, las profecas de ?iqueas >100I0N;G13I=, despus del cautiverio babilnico, ba5o -sdras y :ehemas, quealcanza hasta la poca de los macabeos.

$ la varia naturaleza de las profecas corresponde, como hemosindicado, una lgica y consiguiente variedad de estilos, que se sirvende peculiares palabras o frases, d#ndoles su propio sentido particular.$s, por e5emplo, !el tiempo del fin", en )aniel Y103I0=; =12Q; 001NG,>. >G; 021>, Q, =, seala el fin de Kud# como nacin, hecho acaecidoel ao 3 de nuestra era, como he demostrado en otro lugar.0Pue eltiempo de la gran tribulacin del pueblo 5udo /?at. 2>1204. -n

cambio, en el :uevo estamento, e%presiones parecidas Tcomo, pore5emplo, !los +ltimos tiempos", !los postreros dias", !los fines de lossiglos", !el +ltimo tiempo"T significan algo muy distinto, pues aludena todo el perodo que abarca la dispensacin cristiana, desde laprimera hasta la segunda venida de Cristo.

64 rofecas escatolgicas1

a\4 9as que tratan de la primera venida de Cristo.

b\4 9as que versan sobre la segunda venida de Cristo. /$ vecesaparecen 5untas.4

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64 6endiciones espirituales /vers. 2YIN24. (e trata de un gran pasa5emesi#nico /nada menos que de la promesa del -spritu (anto TW.Aech. 2103I20T4.

9a llamada al arrepentimiento fue escuchada y )ios bendi5o

inmediatamente /avivamientos, al poco tiempo, ba5o -zequas yKosias4, y luego en la poca mesi#nica, en los !+ltimos das"

/Aech. 21034, que comienzan con el advenimiento de Cristo /Aech.0124. -scribe -llison1

!$s como el 5uicio de las langostas fue seguido de un regresoespiritual a )ios, as en los das meIsi#nicos habr# un tremendoderramamiento del -spritu (anto. or el :uevo estamento sabemosque esta promesa fue cumplida en entecosts /Aech. 210Q4. Aay unatendencia /dspensacional4 a sugerir que este derramamiento deAechos 2 no fue el cumplimiento de la profeca de Koel, sino slo unaprefiguracin de su verdadero cumplimiento en un da le5ano que a+nha de venir. ero no es esto lo que dice al apstol edro en Aechos."

ara comprender bien las dos etapas del tiempo mesi#nico ayudamucho el distinguir entre1 !los +ltimos das" o etapa final /desde laprimera hasta la segunda venida de Cristo4, y !el acto final de estaultima etapa mesi#nica, final de la historia, cuando Kesucristo vuelvaotra vez.

9a etapa final comenz con el advenimiento de Cristo /los postrerosdas, los +ltimos das4, y el acto final es la consumacin definitiva,cuando se producir# la segunda venida, y en ella vivimosactualmente. -s la poca que comenz con el derramamiento plenodel -spritu (anto.

ero el acto final ser# consumado en la segunda venida de Cristo. :iel $ntiguo estamento ni los primeros cristianos tenan la perspectivasuficiente para separar ambos eventos1 de ah que esperasen unainminente segunda venida del (eor. -l profeta del $ntiguo

estamento lanza su mirada al futuro, y ante l se presenta una

panor#mica e%tenssima, formada a modo de sucesivas cordilleras delas que +nicamente discierne con claridad las cimas m#s elevadas,pero no tos valles intermedios. $s, en su visin agrupa y 5untaperodos de tiempo muy distanciados como son la primera y lasegunda venidas.

Koel 212YI2= y NIN0 ilustra claramente esta caracterstica de laperspectiva proftica; vanse en el cuadro las distintas etapas1

Koel /$..4 entecosts Aistoria de la Hglesia (egunda venida de Cristo

/:.. Aechos; comienzo de la etapa final.4/9a etapa final llega a su clma%, a su +ltimo acto.4

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(e cumple Koel 212YI2= (e cumple Koel 21NIN0

)e modo que entre Koel 212= y Koel 21N hay siglos de separacin. )ehecho, todo el tiempo que dura la historia de la Hglesia hasta que

Cristo vuelva.

-n Aechos 210QI20, edro cita el captulo 2 de Koel y ello significa quecon la Hglesia la etapa final de la Aistoria ha sido inaugurada/entecosts4 y que fue precedida /como en Koel 24 de un 5uicio queconstituy la muerte y la resurreccin de Cristo, y al que sigui elarrepentimiento de muchos.

ero Koel tiene una perspectiva !montaesa" de la cordillera deacontecimientos, y no ha dividido la etapa final del acto final, sinoque los presenta uno detr#s de otro, como s hubieran de sucederseinmediatamente sin ning+n tiempo intermedio.

9a venida del -spritu (anto acab con todas las barreras ded se%o,edaa, posicin social o racial, etc., dentro del pueblo de )ios. Wivimosesta etapa ahora /vers. 2YI2=4 y esperamos el acto final /vers. NIN04.:uestra refle%in debera llevarnos a preguntar si realmente, comocreyentes de la etapa final de los propsitos de )ios, bautizados en laplenitud del -spritu (anto, vivimos a la altura de todo lo que significaentecosts1 testimonio, poder, abolicin de toda discriminacincontra la mu5er, el anciano, el nio, el marginado, el e%plotado, el

analfabeto, etc. 9a Hglesia debera esforzarse por vivir en plenitudtodo lo que signific la venida de la plenitud del -spritu (anto,descrita por Koel y citada en Aechos de los $pstoles.

-l versculo N2 de Koel 2 es un maravilloso resumen del plan de lasalvacin, v#lido para todas las edades. -n el :uevo estamentotodas las veces que se cita este versculo /W. Rom. 010N4 Kehov# essustituido por Kes+s /el !(eor"4, lo que prueba, una vez m#s, ladivinidad de Cristo, as como el plan +nico de salvacin para todos loshombres y todas las edades, y la profunda unidad de propsitos quelate detr#s de cada uno de los pactos.

&Cu#ndo y cmo aplicar esta perspectiva de la !cordillera proftica"')epender#, por supuesto, en cada caso, de las caractersticas delmensa5e, de su mismo conte%to y, sobre todo, de aplicar siempre unae%gesis honesta que est siempre alerta a una autntica escucha delo que dice el te%to, y no de [o que le pueda gustar a unadeterminada escuela interpretativa.

$s, por e5emplo, intentar aplicar esta perspectiva entre la semanasesenta y nueve y la setenta de los setenta sietes de )aniel es del

todo in5ustificado, pues no lo pide ni el te%to ni el conte%to; y menostodava su cumplimiento en el :uevo estamento y en la historia delprimer siglo de nuestra era.

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ero tanto m#s importante que la perspectiva de la !cordilleras" lo esla perspectiva y el estilo tpicamente escatolgicos de los profetas,cuando el final es contemplado a travs de la !transparencia" de loshechos inmediatos, y la historia pr%ima es vista como un anticipo

escatolgico. -ste es el tema de la pr%ima leccin.

Notas:

0. -n 9as profecas de )aniel /---, 6arcelona, 0=3Q4.2. -n Brandes temas bblicos /ortavoz, 6arcelona, 0=3G4. p. Y=,

LECCIN '. LA PERSPECTI9A PRO3ETICA LAA2OMINACIN DESOLADORA..

1. U#os t$4tos !/;c+$s

!Cuando veais en el lugar santo la abominacin desoladora de quehabl el profeta )aniel /el que lee, entienda4, entonces los que est#nen Kudea huyan a los montes..." /?at. 2>10GI0Q4.

!ero cuando ve#is la abominacin desoladora de que habl elprofeta )aniel, puesta donde no debe estar /el que lee, entienda4,entonces los que est#n en Kudea...." /?ar. 0N10>4.

!ero cuando viereis a Kerusaln rodeada de e5rcitos, sabed

entonces que su destruccin ha llegado. -ntonces los que estn enKudea..." /9+e. 2012I204.

:o es difcil identificar !la abominacin desoladora". 9a palabra!abominacin" /hdlygma4 se emplea en el $ntiguo estamento/9OO4 para hacer referencia a la idolatra. 9a misma frase aparece en)aniel 001N0; 02100. -n el primer caso se trata de la profanacin delaltar por el representante de $ntioco -pifanes el ao 0Q3 antes deCristo /cf. 0.V ?ac. 01G>, donde la frase se usa para describir dichoacto sacrilego4. -n el segundo te%to, a pesar de que algunoscomentaristas creen que se refiere al $nticristo escatolgico, todo

inclina a pensar que alude a la profanacin de los e5rcitos romanos elao 3 de nuestra era. 6easHeyI?urray ha defendido este punto devista con tanta inteligencia que parece irrebatible.N Beorge -ldon9ado Tautor de varios libros sobre escatologa, de reconocidasolvencia teolgicaT escribe tambin1

!-n cualquier caso, algunas de las advertencias que el (eor hace enel sermn del ?onte de los @livos enca5an mucho me5or en lasituacin histrica concreta del ano 3 que en un final escatolgico. -lconse5o de huir a las montaas, apresuradamente; la esperanza de

que la tribulacin no ocurra en invierno cuando los alrededores deKerusaln son m#s difcilmente transitables y los caminos de alestinaen general se hallan inundados por el agua de las lluvias, todo esto

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sino en un pr%imo futuro cuando la grandeza del Hmperio de losfaraones desaparecer#, y comenzar# su inevitable y progresivadecadencia.

-zequiel profetiza contra Paran1 !*o e%tender sobre ti mi red Tdice

*ahvehT con reunin de muchos pueblos... * te de5ar en tierra...;pondr tus carnes sobre los montes... * cuando te haya e%tinguido,cubrir los cielos, y har entenebrecer las estrellas; el sol cubrir connublado, y la luna no har# resplandecer su luz. Aar entenebrecertodos los astros brillantes del cielo... y pondr tinieblas sobre tutierra... en el da de tu cada" /-z. N21NI04.

-sta manera proftica de ver la historia Tla inmediatamente pr%imay el futuro escatolgico T e%presa un punto de vista determinado,propio de los profetas de Hsrael. Como dice Cranfield; !-n las crisis dela historia se nos anticipa Jo escatolgico. 9os 5uicios divinos en lahistoria son, por as decirlo, como representaciones del 5uicio final, ylas sucesivas encarnaciones de anticristos anuncian por anticipado la+ltima y radical apoteosis de la rebelin y la maldad antes del Pin."

$si pues, lo pr%imo y lo le5ano est#n igualmente presentes en lamirada del (eor1 -l contempla lo inmediato y lo escatolgicoabarc#ndolo todo en una misma mirada, la mirada del 5uicio. orquees el mismo 5uez que 5uzg a -gipto, a 6abilonia y a Hsrael el quevendr# en 5uicio el +ltimo )a. * el car#cter de su accin es idntico;la +nica diferencia estriba en la intensidad y universalidad del 5uicio.

-sto e%plica la naturaleza de sus 5uicios, tal como han sido recogidospor los (inpticos.

-l 5uicio Ty no slo la salvacin /?at. N102; 2G1N>, >04T que el Reinode )ios, inaugurado por Kesucristo, trae consigo, queda decidido en lamedida en que los hombres responden a las ofertas de gracia; y enesta misma medida queda determinado su destino escatolgico /?ar.Y1NY; ?at. 01N2INN4. -sto est# patente en los 5uicios sobre Corazn,6etsaida y Capernaum /?at. 0012I2N; 9+e. 010NI0G4. 9ucas y ?ateodescriben el 5uicio que caer# sobre Corazn y 6etsaida en trminos

escatolgicos1 !or tanto os digo que en el )a del 5uicio, ser# m#stolerable el castigo para iro y para (idn que para vosotras" /?at.001224. ero en los versculos siguientes /?at. 0012N; 9+c. 010G4 sedescribe el 5uicio sobre Capernaum en trminos menos escatolgicos,afirmando simplemente que esta orgullosa ciudad Tcentro delministerio de Kes+s en BalileaT, que haba escuchado el mensa5e delReino repetidamente, sera entregada al Aades /en hebreo, lacondicin, el estado de los muertos4. $unque ?ateo 0012> aade unanota escatolgica, es evidente que la misma hace referencia a un

5uicio en la historia concreta de Capernaum, dado que aade el

comentario del (eor1 !( en (odoma se hubiesen hecho los milagrosque han sido hechos en ti, habra permanecido hasta el da de hoy"/vers. 2N4. or cierto que en estas palabras de 5uicio sobre Capernaum

1!1


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el (eor se sirve del c#ntico de Hsaas en contra de 6abilonia /Hs.0>10NI0G4, aunque no las cite e%plcitamente.

enemos aqu otro e5emplo del uso indiscriminado de una mismaclase de lengua5e Tcon estilos idnticos o paralelosT para describir

los 5uicios de )ios, tanto de car#cter histrico como escatolgico.

. E#s$?a#*a F-$ s$ !$s()$#!$ !$ $stas co#s!$)aco#$s

Conviene, pues, subrayar la enseanza que se desprende de todoesto1 el 5uicio que viene sobre los que rechazan el Reino, se cumpleen la historia tanto como en el )a de *ahveh, el da escatolgico.?ateo y 9ucas nos dicen que Capernaum levantada en la c+spide desu vanidad, ser# arro5ada a lo m#s ba5o y vergonzoso; sufrir# lamisma suerte que (odoma1 la aniquilacin total. -sto e%plica laoportuna cita de Hsaas 0>, es decir, el uso del lengua5e de dichaprofeca contra 6abilonia; la altanera, cruel e impa 6abilonia que,encumbrada tambin en lo m#s alto sufri el castigo divino ydescendi a lo m#s ba5o de la Hluminacin y de la derrota. Capernaumlo mismo que (odoma y 6abilonia, seria reducida a ruinas. Kes+s,como los profetas del $ntiguo estamento, poda ver la visitacindivina para 5uicio, tanto en trminos escatolgicos como en trminoshistricos. 9a destruccin de Capernaum constituy un 5uicio delReino de )ios que viene en Kesucristo.

ambin sobre Kerusaln lanz Kes+s sus palabras condenatorias en

trminos histricos, por su ceguera, por su falta de discernimiento alno distinguir las realidades del Reino que estaba en medio de ellos.Kes+s llor sobre Kerusaln al comprobar que sus habitantes lerechazaban /?at. 2N1N3IN=; 9+c. 0N1N>ING4. -l rechazo de la invitacinque les hizo Kes+s, signific para ellos Tlos 5udosT que su !casafuese de5ada desierta" y desolada. -llos que soaban en una

Kerusaln capital de un mundo redimido por el 5udaismo, y en untemplo convertido en el santuario de toda la humanidad, van a serde5ados por )ios. Kerusaln ser# asolada, y el templo ser# destruido.

9a misma idea se repite en 9ucas 0=1>0I>>. Kes+s llor sobre Kerusaln

porque sus habitantes no reconocieron !el tiempo de su visitacin",es decir, cuando el (eor vino a visitarla. orque )ios visit a supueblo en Kesucristo, para ofrecerle la salvacin y la paz. -s asi comolleg hasta ellos el Reino de )ios, en gracia y misericordia, pero Hsraelrechaz esta oferta de gracia y escogi el camino que conduce aldesastre. 9a cat#strofe fue literal, pues tra5o muerte y destruccinsobre la ciudad y el templo en el ao 3.

:o es menester considerar otros e5emplos de este 5uicio que el ReinoTy el ReyT trae en trminos hstricoIescatolgicos sobre Kerusaln y

sobre sus habitantes incrdulos /9+c. 2012I2>; 2N123IN04, tanto comosobre las piedras del templo /?ar. 0N12. Cf. 0>1GY; 0G12=4.

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se convertan no ya simplemente en discpulos, sino tambin en duloi^ esclavos /?at. 012> y ss.; 2>1>G y ss.; 9+c. 021NG y ss., >2 y ss.4.-sta relacin a una persona, a un maestro, a un rab, no tenaprecedentes ni paralelo en Hsrael, ya que esta clase de fidelidad eraprecisamente la que se pedia para solo )ios. -l discipulado para Kes+s

implicaba m#s que una simple adhesin a sus doctrinas, o un meroseguimiento; significaba nada menos que una entrega completa, unsometimiento total y personal, tanto a la persona de Kes+s como a sumensa5e. 9a razn de esto se encuentra en el hecho de la presenciadel Reino en la persona y el mensa5e de Kes+s. orque, al hallarsefrente a Kesucristo, los hombres se sienten confrontados con )iosmismo. * porque la autoridad de Kes+s es la misma autoridad de )ios.

(e sigue, pues, que s

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Escatologia Final de Los Tiempos