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Escuela de Paz y Convivencia Ciudadania

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De la ciudadania a la solidaridad en el Valle del Cauca. Un Documento para la reflexión.

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Page 1: Escuela de Paz y Convivencia Ciudadania
Page 2: Escuela de Paz y Convivencia Ciudadania

Cinep-Programa por la PazDirectores:Mauricio García, S.J.Carolina TejadaCarrera 5ª. No. 33 A 08Tel. 2456181

Producción:

Claudia Lucia MoraOficina de Responsabilidad Social UniversitariaPontificia Universidad Javeriana de Cali

Silvia Patricia BohorquézInstituto Pensar Pontificia Universidad Javeriana Bogotá

Luis Fernando GómezServicio Jesuita a Refugiados (SJR)

María del Carmen Muñoz Cinep-Programa por la Paz.

Agradecimientos especiales:

Jorge Julio Mejía S.J.Ana Cristina FuentesSecretariado Nacional de Pastoral SocialSandra PorrasErika Potes Cinep-Programa por la Paz.

Diseño y DiagramaciónPENSÁ/ Diseño [email protected] García Viviana Wilches

De la ciudadanía a la solidaridad en el Valle del Cauca.Un documento para la reflexiónEscuela de Paz y Convivencia Ciudadana.

Page 3: Escuela de Paz y Convivencia Ciudadania

En el mundo contemporáneo pareciera que las palabras pierden rápidamente su vigencia y cualquier texto corre el riesgo de ser un objeto que queda, en el mejor de los casos, en la lista de los pendientes para algún día ser leído. Sin embargo, existen aquellos escritos que adquieren un valor profundo ya que se hacen testigos de los sueños y de todas las posibilidades que germinan cada día en las manos y corazones de hombres y mujeres que creen en la vida.

Es por eso que en el marco del proceso de formación política y ciudadana que se ha emprendido desde la Escuela de Paz y Convivencia Ciudadana en las cinco jurisdicciones eclesiásticas del Valle del Cauca (Arquidiócesis de Cali y Diócesis de Buga, Buenaventura, Palmira y Cartago), las obras de la Compañía de Jesús que actúan en la región:

El Servicio Jesuita a Refugiados, la Pontificia Universidad Javeriana de Cali , El Instituto Pensar de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá y El Cinep-Programa por la Paz, con el apoyo del Secretariado Nacional de Pastoral Social, se han articulado con el ánimo de recoger, a través de un ejercicio de exploración, las diferentes expresiones que manifiestan las y los vallecaucanos sobre la forma de

implementar mejores prácticas ciudadanas y la manera de darle vida a los sueños de región que se empiezan a trazar desde escenarios colectivos.

Este documento cumple justamente con esta condición, cada una de sus palabras recoge no sólo la experiencia de trabajo de estas jurisdicciones realizada en el año 2009 en el Valle del Cauca., sino que se constituye en la voz de quienes creen que es posible transformar una dura realidad para dar espacio a una vida social fundamentada en el amor, la solidaridad, la justicia, la inclusión y la equidad.

En cada uno de sus apartes va mostrando la manera como las personas de esta región del país viven la democracia, la ciudadanía, lo público y los derechos, siempre con la pregunta por la coherencia entre las acciones cotidianas y la existencia de un sentido profundo de la vida que nace de la experiencia de un Dios amoroso.

Esperamos que esta herramienta sirva para profundizar sobre la participación política del cristiano/a y su responsabilidad en el fortalecimiento democrático de la región y del país.

Carolina Tejada B.Subdirección CINEP Programa por la Paz

PRESENTACIÓN

Page 4: Escuela de Paz y Convivencia Ciudadania

1. INTRODUCCIÓN

Page 5: Escuela de Paz y Convivencia Ciudadania

Pensa r en la Escuela de Paz y Convivencia

Ciudadana en el Valle del Cauca, nos rem ite

a dos h itos fundam entales: uno , es el

incremento de las violencias y el

recrudecimiento de la gue rra en Colombia, lo

que plantea grandes retos a la Iglesia

Cató lica, pues “no había rincón de Co lomb ia

en donde e l clam or de viudas y huérfanos,

de desplazados, no pid iera que cesara el

derramam ien to de tan ta sangre”1 y a pesa r

de se r Co lomb ia un pa ís en su mayoría

católico, e l valor supremo de la vida es

olvidado, po r no decir despreciado.

Desgraciadam ente la vio lencia se convirtió

en un instrumento muy ef icaz para alcanza r

fines egoístas, estab leciendo como norma

de comportam iento social el principio de que

“el fin justif ica los medios”. El otro hito surge

de la necesidad de insta lar capacidades en

las comunidades que les sirvie ran de

herramienta para trabajar por la Defensa de

la Vida y la construcción de una cultura de

paz sostenib le y durade ra. Ta rea ésta que se

desarrollaría a través de la Escuela de Paz y

Convivencia dentro de la

1 Palabras escr itas p or e l pad re Jorg e Julio Me jía

SJ., p ara una refle xión sobre la situ ación política del

país, en u n espacio de la E scuela de Paz y

Convivencia.

a lia n z a d e l S e cre ta r ia d o N a c io n a l d e

P a s to ra l S o c ia l d e la C o n fe r e n c ia

E p isc o p a l co n e l P ro g ra m a p o r la P a z

d e la C o m p a ñ ía d e J e sú s , a h o r a

v in cu la d o a l C e n t ro d e In ve s tig a c ió n y

E d u c a c ió n P o p u la r C IN E P .

C o n c lu id o e l p rim e r c ic lo d e tr a b a jo d e

o n c e a ñ o s , la E s cu e la d e c id e re c o g e r

lo s a p re n d iza je s q u e c o m o p r o ye c to

p e d a g ó g ic o fu e se m b r a n d o e n 4 9

ju ris d icc io n e s E c le s iá s t ica s , a lo la r g o y

a n c h o d e l p a í s . A tra vé s d e e s te

e je r c ic io s e e n cu e n tr a q u e n o f u e ro n

p o c a s la s e n s e ñ a n za s q u e d e jó la

e x p e rie n c ia e n d if e re n te s a sp e c to s : e l

a p o rt e e n la re c u p e r a c ió n d e la

h u m a n id a d q u e va d e s a p a r e c ie n d o u n a

ve z la v io le n c ia g o b ie rn a la v id a d e la s

p e r so n a s , u n a ru ta p e d a g ó g ica m a d u ra

q u e p o s ib i l i ta d a r c u e n ta d e la s

t ra n s fo rm a c io n e s q u e v ive n la s

p e r so n a s u n a ve z so n t o c a d a s p o r e l

p r o ce s o , e l va lo r d e u n a e sp iri t u a l id a d

co m o la fu e rza q u e e m e rg e d e lo m á s

í n tim o y p ro fu n d o d e lo s s e re s

h u m a n o s y q u e a yu d a a m a n te n e r v iv a

la e sp e ra n za d e co n s t ru ir

co le c t iva m e n te u n m e jo r v iv ir. D e ig u a l

m a n e r a , se e v id e n c ia ro n a s p e c to s q u e

a m e r it a b a n re fu e r zo , c o m o la

n e c e s id a d d e d iv e rs ific a r la e s tr a te g ia

d e a c o m p a ñ a m ie n to u n a v e z t e rm in a d o

Page 6: Escuela de Paz y Convivencia Ciudadania

el pr imer añ o de fo rma ción y de pro fundizar

“en la impo rta ncia de d ign ific ar e l e jerc ic io de

la pol ític a en el país y d arle un nuev o

s igni fic ado a la res pons abil id ad ciudad ana

c omo parte e senc ia l del c omp ro mis o

c ristiano”1.

Las bonda des rec ogid as en es a

reco nst ruc c ión d el c amino rec orrido po r la

Es c uela durante 11 año s m otiv aron la

real iz ación de u na se gunda versión de l

proc eso fo rma tiv o denom inado : Es cuela de

Pa z y Conv iv enc ia C iudad ana, d isp onie ndo a sí

de to da su c apa cidad hum ana, pe dagógica y

met odológic a ins talad a en e l fo rta lec im iento de

la s p osibil ida des de ac ción des de la

c iuda danía y la gene rac ió n de una cu ltura

pol ítica c omp rom etida e insp irada e n un

s entido p rofu ndo de lo huma no q ue h unde su s

raíc es e n lo s v alores del ev angel io.

Pa ra es ta e xpe riencia se con tinuó c on e l

apo yo de ins titu ciones c omo la Po ntif ic ia

Univers ida d J ave riana de B ogotá a tra vés de l

Ins tit uto Pen sar, ya q ue est a diná mic a des de

el año 200 2 s e h a c ert ificad o c omo un

D ip lom ado, pero se su maron o tra s fuerza s

2 To mad o de La Intro ducc ión elabo rada por El pa dre

Jorge Juli o M ejía, S.J para la publicac ión Germ ina la

Esperanza.

v iv as c omo lo es la Pont ificia Univ ersidad

J ave riana

s ede Cali y el Se rv ic io J esui ta a Refug iado s

qu e trabaja en e sta z ona d el p aís.

E xiste otro elemento que ha llenad o de s entido

a e sta v ersión de la Es cue la de Paz y

Con viven cia C iudad ana en el V alle d el Cauc a,

el re-enc ontrarse co n ho mbres y mujeres que

ha bían hec ho p arte de es te proce so en su

pr im era ve rs ión y qu e aún se e nco ntra ban

ac tiv os en los equ ipos pa storales y e n la vida

c omun itar ia de los M unic ip ios c omo fue el

c aso de la A rq uidióc esis de Cali y las D ióce sis

de Bu ga, P alm ira , Cartago y Bu enav entura;

las que c ongregad as com o P rovinc ia

E clesiás tic a de l V alle de l Cau ca, hic ie ron parte

de la primera d inám ic a de Formac ió n Po lítica y

C iudada na de la Es cuela pa ra es te año de

20 09.

Fue motivo de muc ha a legría re-e ncon tra rno s

c on un p asa do que se hac ía p re sent e a travé s

de ro stros co n nom bres c onc re tos de qu iene s

en el añ o 1.999 , se cong reg aron co mo fam il ia

alre dedor de la Es cue la de P az y Conv iv enc ia

y que, de spu és de 1 0 años , es tán

disp uest os/a s- bue na pa rte de e llo s/as -, a

s eguir s uman do fortale zas , visiones y

ho rizon tes para hac er pos ible el sue ño de la

V ida D igna en la Región y en el Paí s.

Page 7: Escuela de Paz y Convivencia Ciudadania

2. ¿POR QUÉ SE REALIZA ESTE DOCUMENTO?

Page 8: Escuela de Paz y Convivencia Ciudadania

Durante el año 2009 fue posib le que tres ob ras

de la Compañ ía de Je sús1 se en cont raran en el

acompa ñamiento del proceso forma tivo d e la

Escuela de Paz y Co nviven cia Ciu dadana e n 5

ju risd iccio nes ecle siales en el Valle d el Cauca.

Se re con oce la complejidad del contexto que v ive

el Valle del Cauca , principa lmen te por las m arcas

profun das qu e viene dejando el con flicto arma do

en las distinta s subregiones y por la can tidad de

realidad es q ue de jan ver la existencia de

rela ciones so ciales injustas, exclusiones

histó ricas qu e permane cen y, ante to do, retos

comune s que con vocan.

Las person as y procesos co munitarios

ben efic ia rios de e sta propue sta d e construcció n

de paz positiva, algu nos de los territorios

im plica dos en e l de sarrollo de la Escue la d entro

de las diversas sub reg ione s del depa rta mento, y

ante todo las apu esta s centrad as e n apo rtar al

fortalecimiento de una ciu dadanía activa q ue

participe de los proceso s polí ticos y so ciale s de

constru cción de reg ión soste nible, nos

convocaron a recoger algu nas impresion es de lo

sentido y a prendido po r los partic ipa ntes del

proceso y a p ro yectar, en c la ve de esperanza,

una s p istas para contin uar el ca mino de la

reco nciliac ión y la paz. 3 Unive rsid ad Javeriana Cali, Servicio Jesu ita a Refug iados

y Cinep/Progra ma por la Paz.

En esta misma lín ea y como una b uena

coincidencia, la po sib il idad de co mpartir

conversacio nes y espacios de ntro de l d esa rrollo

d e la Escue la en el Valle del Ca uca no s ha

p erm itido reco noce r con ma yor c larid ad aque llos

e scenarios, temá ticas y metod olog ías do nde un

p roceso de Regionalización de obras d e la

Co mpañía de Je sús p ueda lleva rse a cabo2. Una

idea inic ial a p art ir d e esta y o tra s experiencia s

d e trabajo compa rtido tiene que ver con qu e la s

a puestas reg ion ales de trab ajo coo rdinado entre

los distintos actores so ciales qu e apu esta n por la

p az y la dignidad d e la s p ersona s, d eberían

responde r precisamen te a problemáticas de

carácter reg iona l.

Se trata evidente mente de u n compromiso de

Ig lesia ofrecida desinte resadam ente a hom bre s y

m ujeres diverso s s in importar su e tnia, credo

religioso o partid o po lítico, en 5 jurisdicc ion es

e clesiale s del depa rta mento lo que implican la s

subregiones del Norte, Cent ro, Pací fico y área

M etro politana de la re gión del Valle de l Cauca,

s ie ndo ésta un a a puesta comp re nsiva e

incluyente. Un a Escu ela que pre tende la

construcción de espacio s partic ipa tivos para

p ensa r el país a p art ir de la re gión que se habita,

u na verd adera asamblea o iglesia pa ra con struir

la po sibil idad de la Paz y la Con viven cia.

4 A partir de l año 200 9 en el Valle de l Cau ca se ha ven ido

de sarr ollando un proceso de regionalización, qu e implica el

re cono cimiento y encu entr o en tre las distintas obras de la

Compañía de Jesús en la perspectiva de caminar hacia

espacios comunes de trabajo en la región.

Page 9: Escuela de Paz y Convivencia Ciudadania

“…en la Escuela de Paz y Convivencia Ciudadana, construimos

pensamiento, compartimos sentimientos, nos formamos en valores e

identidad. Se espera mucho deseo de superación y cambio”. ( Diócesis de

Buenaventura)

3. LA GENTE3. LA GENTE

Page 10: Escuela de Paz y Convivencia Ciudadania

En los tiempos modernos, donde el desarrollo

tecnológico nos hace crear la falsa idea del valor

inmensurable que tiene la máquina, los procesos

comunitarios nos muestran con toda su fuerza

que las personas tienen una capacidad infinita

para la construcción de pequeñas redes que

ayudan a darle sentido al día a día de las

comunidades donde están insertas. Gracias a las

manifestaciones de solidaridad, empatía y

generosidad, se mantiene el sentido de lo humano

presente en tantos rincones de nuestro territorio.

Cada una de las diócesis tiene características

diferentes, producto de su propia historia y de su

tradición, pero también existen unos factores

comunes que queremos destacar con el fin de

potenciar el trabajo realizado por la Escuela de

Paz y Convivencia Ciudadana en el Valle del

Cauca, durante el año 2009.

Caracterizar el grupo humano que hizo parte de la

Escuela de Paz y Convivencia en el Valle del

Cauca nos lleva, en primera instancia, a

reconocer la diversidad étnica y cultural que

constituye este departamento. En muchas

ocasiones, en la vida sencilla de las comunidades

y en los escenarios académicos, perdemos de

vista que el Valle del Cauca es uno de los

departamentos del país con mayor diversidad

étnica: 1.096.167 personas, es decir el 27.21% de

los vallecaucanos se denomina afro-

descendiente, y Cali es la ciudad donde más afros

hay, 542.936, es decir el 26.2% de su población.

La población indígena en Colombia está

distribuida en más de 80 etnias, en el

departamento del Cauca se encuentran 248.000

indígenas pertenecientes a los Nasa, Paeces,

Guambianos; en el Valle del Cauca se encuentran

21.845 indígenas pertenecientes a los Embera

Wounnan; en el Chocó se encuentran 41.214 y en

Nariño 154.7761.

Con relación a las etnias en la Escuela se

encuentran representados todos los grupos -

mestizos, indígenas, afros y blancos- con mayor

presencia de mestizos, excepto en la jurisdicción

de Buenaventura donde la mayoría es afro

descendiente.

La edad de los participantes tiene una distribución

amplia, entre los 22 y los 60 años, dependiendo

1 Información tomada del DANE Informe sobre el

censo en Colombia 2005

Page 11: Escuela de Paz y Convivencia Ciudadania

cada jurisdicción se tiene una concentración

en un rango u ot ro. En Cali, por ejemplo, la

mayoría se sitúa en un rango de edad

predominante entre 41 a 50 años; en

Buenaventura la g ran mayoría se encuent ra en

el rango de edad de 21 a 40 años; en Cartago

al igual que en Palmira la mayoría está entre

los 30 y 50 años; m ient ras que en Buga la

mayoría está en un rango de edad entre los 20

y 30 años. Asociada a la edad está la

presencia de los hijos e hijas,

independien temente del estado civil. El rango

de edad de los hijos de mayor concentración

está entre los 15 y 30 años, situación que

dem anda otro tipo de p resencia de las figu ras

paternas y que sin duda facilita la participación

en los procesos comunitarios.

En términos genera les participa ron 229

personas de ellos 143 muje res y 86 hombre;

como se evidencia m ás m uje res que hombres.

Esta dist ribución confirm a la hipótesis que se

tiene frente a la mayor part icipación de

mujeres en procesos com unita rios, en tan to su

rol socia l facilita el establecim ien to de redes de

apoyo en las comun idades donde están

inmersas. Adiciona lmente, esto se une al tipo

de trabajos que ejercen – profesoras, madres

comunitarias, auxiliares de salud , etc-

potencia, aún más, su presencia en los grupos

sociales con los que trabajan. S in embargo e l

número de hombres que participó en la

Escuela no es nada despreciable , en la

jurisdicción de Buga las dos terceras partes

eran hombres y en Buenaventura la

distribución entre hombres y mujeres era

bastante similar.

El oficio a l que se dedica buena parte del

grupo es la docencia, la d istribución de

profesionales en las jurisd icciones es bastante

homogénea , encon trándose un matiz que va

desde e l secto r salud y socia l, pasando por el

de educación , hasta e l de la industria y e l

comercio. E l dato an terior coincide con que la

mayoría de l g rupo son profesionales segu idos

por bach illeres, no se encuentra en el grupo

población desescolarizada o po r debajo de

formación secundaria. Seguramente de

acuerdo con su nive l de formación a la

mayoría le gusta mucho lee r, escuchar música

y traba jar con la gente , b ien sea la familia o el

grupo parroqu ial o comunitario.

El 75% de los pa rticipantes p ro fesan la religión

ca tólica y el 25% restante, pe rtenecen a

grupos cristianos. E l 70% de los participantes

están vinculados a acciones o programas

sociales y/o pastorales.

Page 12: Escuela de Paz y Convivencia Ciudadania

“La escuela de Paz y Convivencia ya no

puede ser para nosotros un ejercicio

académico, sino una experiencia de

integración regional, de compartir,

participar y visualizar nuestra

realidad”

(Diócesis de Cali)

3.1 EL SENTIDO DE LA CONSTRUCCIÓN DEMOCRÁTICA 3.1 EL SENTIDO DE LA CONSTRUCCIÓN DEMOCRÁTICA

Escuela pa sa por confronta r una se rie d e

conceptos como : justic ia, respeto, de rechos,

c iuda danía, convivencia con la cotidian idad . El

propó sito ú ltimo es afectar e l nicho familiar y

vecinal en el que se mu even los partic ip antes,

para d esde ahí, avan zar en la t ran sformació n

de las estructu ra s de injustic ia y v io lencia qu e

se viven. Se parte de la s iguiente prem isa : e n

la m edida que se logre gen erar la

transformación person al se de be y pued e

buscar e l in flujo en el desarrollo de las

comunidade s. En este sentido, un a

participante de Cartago decía: “cuand o

ten emos una convicción de lo q ue realmente

que re alm ente so mos y nos queremo s tal y

com o somos, sere mos cap ace s d e perdon ar

nuestros erro res, con el firme propósito de

aprender de ellos… y ava nzar en la

perspe ctiva de la reconcil iació n” (Nelly,

Diócesis de Cartago ).

En este proce so de s istematiza ción de la

exp eriencia en el Valle del Ca uca , se siguen

las reflexiones del grupo en torno a u nas

pistas que facil ita n centrar la ate nción, las

cua les se presen tan a m anera de pre guntas.

Page 13: Escuela de Paz y Convivencia Ciudadania

La experiencia pedagóg ica de la EPCC “ha

mantenido como punto de referencia el sujeto

que desarrolla su condición humana a través

de la espiritua lidad y la hace vida en la acción

con los otros y las otras: ah í es donde se

centra la capacidad transformadora de la

experiencia”1 . En este sentido , p retende

comprometer a lo largo del proceso, la

transformación de la vida cotid iana de

quienes se vinculan al proyecto y están

dispuestos a de jarse afectar en todas sus

dimensiones: afectiva, espiritual, socia l,

política y cultural sobre el eje articu lador de la

defensa de la vida digna.

En general las personas participantes

plantean que la Escuela ha permitido

espacios de análisis y discusión en relación

con la realidad que viven en sus

comunidades, aportando elementos teóricos y

prácticos que permiten actuar, desde una

resignificación de la política en los espacios

cotid ianos de su entorno social.

1 Germina la Esperanza. Once años dedicados a crear

alternativa de paz. Escuela de Paz y Convivencia

Ciudadana. Bogotá, Julio 2009 pág . 22

Tres elementos se resaltan en sus

reflexiones: e l fortalecim iento de su

participación desde las d imensiones política,

social y espiritual; el desarrollo de ejercicios

prácticos que facilitan la reflexión sobre lo que

significa una verdadera sociedad

democrática ; y la responsab ilidad que cada

persona tiene de convertirse en agente activo

de la misma.

En este sentido , reconocen la importancia de

poder recrear en sus comunidades de

referencia o grupos con los cuales trabajan,

partiendo de la propia familia; los procesos

comunitarios de los cuales hacen parte, e l

deseo por continuar ampliando la mirada

sobre lo público, y la posib ilidad de acción

desde y con la comunidad.

3.1.1 ¿De qué manera la Escuela de Paz y Convivencia Ciudadana le ha aportado herramientas para ejercer la

ciudadanía en la vida cotidiana?

Page 14: Escuela de Paz y Convivencia Ciudadania

Para los participantes, los elementos que les

indican que sus actuaciones son democráticas

tienen que ver básicamente con dos aspectos:

por un lado muchas de las personas resaltan

la importancia de la participación,

relacionándola principalmente con el ejercicio

del voto en las elecciones y en la forma de

expresar ideas y hacer aportes físicos a

determinados procesos. Y por otro lado, de

manera menos evidente, con el ejercicio

consciente de los derechos y deberes;

complementario a la participación. Plantean la

importancia de valorar a las otras personas, su

pensamiento e identidad y su nivel cultural, así

como también, la actitud de escucha, el

respeto y la tolerancia de las opiniones de

otras personas, como una práctica

democrática.

Sin embargo, el paso de la teoría a la práctica

toma su tiempo. Los participantes

reflexionaron en torno a sus propias prácticas

cotidianas en la toma de decisiones,

reconocen el modelo autocrático en el que

viven y la tensión entre el deseo de poner en

práctica lo aprendido y la forma como en

ocasiones se resuelven las diferencias. Llama

posit ivamente la atención, cómo algunos de

ellos relatan el proceso de discernimiento -

identificación de pros y contras- que emplean

para tomar decisiones familiares o personales.

3.1.2 ¿Cómo sabe que sus actuaciones son democráticas? ¿En su casa, cómo se toman las decisiones?

Page 15: Escuela de Paz y Convivencia Ciudadania

Los participantes de la Escuela de Paz y

Convivencia Ciudadana reconocen que sus

derechos han sido violados especialmente en

lo que tiene que ver con la prestación de

servicios púb licos, la deficiente calidad de los

servicios de sa lud, de educación y e l derecho

al trabajo. Un grupo significativo, y ten iendo en

cuenta que traba jan en oficios que dependen

del Estado, hacen referencia a la demora en

los pagos de sus sala rios. Un pequeño grupo

rela tó su vulnerab ilidad cuando se ha visto

involucrado en tomas armadas que han

amenazado su integridad personal y la lib re

movilidad.

De igual manera, reportan que algunos

espacios como el in tra -familiar y e l laboral son

generadores de violencia y ma ltrato. Re latan

que han violado los derechos de otras

personas vulnerando su dignidad cuando

autocráticamente los hacen callar, no

reconocen sus aportes, ni su propia

cosmovisión e iden tidad cultu ra l. De esta

manera se con firma que está en proceso la

asimilación de nuevos re ferentes para

mod ificar las prácticas co tidianas en función de

lograr art icular una cultura de paz.

La mayoría de los part icipan tes manifestó que

utilizan procedimientos fo rma les e informales

para denunciar, reclamar o so licitar a las

autoridades competentes la pro tección y

garantía de sus derechos, o para reclamar lo

que consideran justo e imp lementar procesos

de resistencia y organización para superar e l

temor que genera sentirse frágil f ren te a la

acción de otros. Algunos afirman no hacer

nada para reclamar sus derechos, y de manera

interesante , otros reconocen que la

capacitación hace parte de las acciones para

reclamar sus derechos.

Finalmente , los participantes reconocen que la

Escuela de Paz y Convivencia Ciudadana ha

aportado herramien tas para ejercer la

ciudadanía en la vida cotid iana, cuando

resaltan que el proceso estimuló e l

conocimiento de los deberes y derechos

ciudadanos, no sólo para saber cómo exigir

cuando son vio lados, sino para hacerlos vida

en la cot idianidad de la familia, la escuela y el

t rabajo parroquial. En esta perspectiva, se

valora e l trabajo pedagógico adelantado,

porque aborda e lementos claves y

fundamentales que permiten ampliar la visión

sobre el conflicto colombiano, manteniendo e l

refe rente sobre la dimensión personal, una

perspectiva de esperanza en el entorno

inmediato y un reconocim iento del lugar socia l

para promover un comportam ien to de mayor

a rticu lación organizacional. La mayoría de los

participantes manifiesta que ha logrado aplicar

en su entorno inmediato el proceso aprendido

en la Escue la.

3.1.3 ¿Le han violando sus derechos? ¿Qué ha hecho para reclamar sus

derechos? ¿Ha violado los derechos de

Page 16: Escuela de Paz y Convivencia Ciudadania

3.2. EL SENTIDO DE LA CONSTRUCCIÓN DE LO PÚBLICO

Expresar una sola mira da q ue dé cuen ta d e lo

que las p ersona s vinculad as a la Escuela de Paz

y Convivencia Ciudadan a, e n la P ro vincia

Ecle siást ica del Valle del Cau ca, p or su

experie ncia, comprende n por dem ocracia, sería lo

mismo que pretender que haya un solo sen tido de

constru cción de lo púb lico, cuando e ste aspecto

ha obe decido a coyuntu ra s y construcciones

sociale s, culturales y políticas diversas a lo largo

de la historia de la región y del país.

La pregunta que pod ríamo s hace rn os para

abo rda r este tema es: ¿Qu é ha ce que e stas

personas em pie cen a descub rir el lu gar q ue e n la

vida social tiene lo púb lico? Pod ría mos responder

que la e xperie ncia cotid iana les va colo can do

im ágen es y situacione s e n do nde encuentran q ue

lo s e spa cios que a ntes eran de todos aho ra están

encerrados en ala mbre o muros, cuan do

encuen tran e n todos los sitios vigilantes armados

o con perros qu e limita n el a cceso o la mo vilid ad

de la gente , cuando perciben que todo se está

privatizan do y, m ás aún, cuando lo que antes

concebían como bien común-de todos/as-, ahora

está en

mano s de unos pocos. Esos he cho s cot idianos

dejan la sen sación d e que ha y una cant idad d e

depreda dores sociales encarg ados de ag otar

todo lo que pueda causar bie nestar y felic ida d

tanto personal como colectiva sustituyéndo la por

una profun da deshumanización en dond e

sobre vive el más fu erte, o en el caso co lomb iano ,

el má s “a vispa do”. O, bien podría aplicarse “El

jue go de sum a ce ro ”1 q ue consiste en q ue mi

gana ncia tiene qu e ser tu pérdid a. Esta realida d

no e s pe rceptible a co rto plazo pe ro cuan do aflora

deja ver su rostro más de vastado r. En esa misma

din ámica todo lo qu e no s ro dea está sujeto a un a

compra venta: se vend en lo s sent imientos, la

ide olog ía, la religión y los va lores aún el más

preciado, com o el de la solidarid ad, se va

desdib ujand o an te el man dato de “gana r”. La

codicia y la sobe rb ia gobie rna n las alm as y los

co razone s de la s pe rsonas, ya no im porta el

otro/a, solo im porto yo .

1 El cristia no y lo p úblico. Documen to elaborado por el

Padre Alejan dro Angulo, S .J., para el p roye cto E scuela de

Paz y Convivencia Ciudad ana. Pá g. 1. La letra cursiva y las

palabra s su brayadas se tomaron del documento orig inal.

“Si queremos acabar con la violencia tenemos que querer vivir de

otro modo; en el respeto mutuo y no en la negación del otro, en la

colaboración en un deseo compartido y no en la exigencia y la

obediencia, en todas las dimensiones de nuestra existencia” .

Biología y Violencia. Maturana, 1.977:90.

Page 17: Escuela de Paz y Convivencia Ciudadania

Ese comportamiento arraigado por los/las

Vallecaucanas en particular y los colombianos en

general, frente a lo público, obedece a varias

atribuciones como la que expresa Angela María

Reyes de la Escuela de Palmira y que recoge a

muchos otros participantes, quienes le dan una

connotación histórica en donde según ellos “en

Colombia lo público se ha construido desde la

violencia”, ese fenómeno sería el responsable de

haber roto los pactos construidos colectivamente

para la convivencia, de favorecer espacios de

individualismo que reiteran comportamientos

clasistas, excluyentes e intolerantes, y a su vez, es

la responsable de instrumentalizar lo que es

considerado como “bien común”. Fernán González1

hace una atribución desde la religión: en la medida

en que se siga considerando que lo público emana

de un “orden el cual es consagrado por Dios, por

ser reflejo del orden divino y deducible por la

razón”, en concordancia con un bien común

establecido de antemano, no es posible entender lo

público y por ende la política como una

1 Fernán González, “Relación entre Cultura y Política. Aproximación a los modelos culturales implícitos en nuestra concepción de la política”, en Imágenes y reflexiones de la Cultura en Colombia. Regiones, Ciudades y Violencia. COLCULTURA, 1990. , Cfr.

construcción colectiva de lo social, sino más bien,

motiva a la búsqueda de soluciones “mesiánicas”,

apartando a los terrenales de sus responsabilidades

ciudadanas. Bajo esta mirada se podría justificar el

comportamiento que asume buena parte de la

Comunidad Eclesial frente a los temas políticos y su

bajo nivel de compromiso.

De otro lado, hay quienes consideran que ese

“quemimportismo” mencionado por el sacerdote

Agustín Herrera de la Diócesis de Buenaventura,

para referirse a la indiferencia que gobierna a las

personas frente al tema de lo público, tiene su

origen en las “leyes del mercado”2 encargadas de

quebrar las construcciones colectivas, de ahondar

más la brecha entre lo público y lo privado, de

romper los vínculos y las relaciones establecidas

para instalar otras enmarcadas en la dinámica de

producción y consumo en donde se vale por lo que

se produce y tiene y no, por lo que se es.

2 Norbert Lechner, 1994,” La (problemática) invocación de la sociedad civil”. Ponencia presentada en el VIII Encuentro Internacional de Ciencias Sociales, en la Feria Internacional del libro de Guadalajara, publicada en Perfiles Latinoamericanos, pp. pp.131-144

3.2.1 Algunas atribuciones desde el Valle del Cauca

Page 18: Escuela de Paz y Convivencia Ciudadania

Estos sentidos de lo público, según las experiencias

de las personas citadas anteriormente, son el reflejo

de lo que la sociedad Vallecaucana comprende por

la política, en donde se evidencia la fijación de unos

hábitos de pensamiento que expresan la cultura

política (no responsabilizarse de nada, romper las

reglas y los acuerdos, ser avispado, el

“quemimportismo”), cultura política poco o nada

promovida en los currículos académicos, una vez

que ha sido apropiada por las personas y las

comunidades, como una práctica aprendida de

generación en generación como un patrimonio

emanado de la politiquería y no de un verdadero

sentido de un orden social construido

colectivamente.

Esos hábitos de pensamiento y actuación, referidos

al orden social, minimizan la comprensión sobre la

responsabilidad personal y colectiva y limita el

entendimiento de la vida política en clave de

sociedad. Impide valorar la necesidad de generar

mecanismos de control social a la acción política-al

poder político-. Si le sumamos a esto la

combinación de estos hábitos, leídos desde la

conformación de un orden preexistente, de pronto

idealizado, dará como resultado la provocación de

sentimientos de incertidumbre y expectativa, que

poco contribuyen a desarrollar competencias para el

ejercicio responsable de la ciudadanía. De ahí que

se plantee la necesidad de re-establecer ese orden,

construido bajo deliberaciones y consensos, en

donde haya presencia de todos los sectores:

Estado, sociedad civil, partidos políticos etc.,

buscando además de la integración y cohesión

social, avanzar hacia la búsqueda de sentidos en

donde se construya una comunidad, que en

palabras de Nora Rabotnikof “no se fundamente en

tradiciones ni en una base étnica y religiosa sino en

una identidad colectiva basada en los valores

públicos”. Implicaría, en suma, respetar los

derechos de los otros/as y cumplir los que le

conciernen a cada uno/a; pues no solo son el

fundamento del orden social sino del orden público

que no admite abusos ni violaciones de los

Derechos, ni propios, ni ajenos.

Llama la atención que este tipo de anomalías -

violación a los derechos de las personas- esté tan

presente en su vida cotidiana. Visto está que en las

encuestas la mayoría manifestó que les habían

violado sus derechos de diferente manera-

negándoles el pago del salario, restringiendo el

acceso a la salud, agrediéndoles física o

verbalmente-, a su vez, esas mismas personas

Page 19: Escuela de Paz y Convivencia Ciudadania

refirieron haber violado los Derechos de otras

personas, también de diferente manera. Pero, aún

más llamativo, es que ni los unos, ni los otros

hicieron nada, ni por denunciar, ni por reclamar sus

derechos. Ese es un claro ejemplo de la fractura

que hay frente a lo público, pues una sociedad que

no tiene la capacidad de resolver por la vía del

diálogo y la concertación sus conflictos y en donde

la violación a estos Derechos Humanos es

sistemática, produce un fuerte cuestionamiento a su

pacto de convivencia.

De ahí que el planteamiento de la Escuela en ese

aspecto se haya cuidado de no asumir posturas

totalmente estatalistas o societalistas frente a las

cuales Nora Rabotnikof nos da la razón cuando las

encuentra “problemáticas porque considera que

ninguna de las dos valora suficientemente el

espacio público como institucionalización de una

crítica moral de la política”1; la invitación ha sido a

contemplar otras posibilidades como la integración

de variables sociales y la búsqueda de sentidos.

Para esta autora la búsqueda de sentido en el caso

latinoamericano, que aplica para el caso del Valle,

1 Programa de Formación Política y Ciudadana, 2009,o.c.,pág. 81

surge de la reacción contra una modernización

traumática y excluyente, “una modernidad sin

modernidad”. Frente a estas amenazas, el espacio

público integraría las individualidades en un

colectivo que separa el aislamiento del ámbito

privado, por medio del reconocimiento recíproco

que integrara la pluralidad y la diferencia. Ese es el

camino más corto para avanzar hacia verdaderos

ejercicios ciudadanos en cuanto que “la pluralidad

es un referente obligado en la apertura al diálogo

con el otro y sus significaciones socioculturales”, en

palabras del padre Agustín Herrera participante de

la Escuela.

Para el caso de la Escuela, según los participantes,

ha resultado útil contemplar la concepción que se

ha planteado anteriormente ya que permite a las

personas que afirmaron “tener una dificultad para

construir con los diferentes a ellos, especialmente

los jóvenes, discapacitados, drogadictos y

ancianos”2, y abrir espacios de reflexión compartida

que faciliten la integración de otras visiones. Esta

actitud superaría la dificultad de hacer coherente los

principios de la Doctrina Eclesial en cuanto invita a 2 Tomado de los instrumentos aplicados a 118 personas vinculadas a la Escuela de Paz y Convivencia Ciudadana, en la Provincia Eclesiástica del Valle del Cauca, 2009.

Page 20: Escuela de Paz y Convivencia Ciudadania

trabajar de manera incluyente y pluralista. Este

último comentario se sostiene sobre las respuestas

de las personas cuando af irman no “querer” y no

“poder” trabajar con personas d istintas a e llos/as.

Estas apuestas invitan a re-significar el valor de la

convivencia, lo que en términos Eclesiales y/o

Evangélicos nos llevaría a “construir la comunidad

de los creyentes, que, retomando a Alejandro

Angulo, S.J.,1 no es lo mismo que edificar un

templo. Es decir, que se recupere el espacio de

discusión pública sobre aspectos comunes, se

avance en el ejercicio de reconstruir los pactos de

convivencia en lo micro para ser llevados a los

espacios macro -en los que se desenvuelven

cotid ianamente los/las participantes-, se trabaje

sobre el cambio en los hábitos de pensamiento: el

que no está conmigo está contra mí, cambiar la

visión d icotómica de lo público y lo privado por el

fortalecimiento de espacios en donde los conf lictos

se tramiten por la vía política, transformar el juego

de la suma cero, la cultura del oportunismo, el

“quemimportismo” para reemplazarlas por prácticas

solidarias que nos recuerden en dónde se

encuentra el verdadero sentido de la ciudadanía,

1 El Cristiano y lo Público. Ale jandro Angulo , S.J.

leg itimado con rostros de hombres y mujeres que

se esfuerzan por reconstruir los espacios públicos

desde e l concepto de bien común aplicado por el

Concilio Vaticano II : “ es el conjunto de

condiciones de vida social que permite a los

grupos, lo mismo que a los miembros alcanzar su

propia perfección más plenamente y más

expeditamente ”. Esta noción invita a configurar la

prevalencia del b ienestar de las personas por

encima de las cosas y a tener muy presente de

dónde surgen las necesidades y e l valor de las

re laciones, así como la incidencia que estas

mismas tienen sobre la construcción del orden de

todo lo existente.

En concreto, la apuesta con los Vallecaucanos/as

ha consistido en ir recuperando el valor de la

solidaridad. La Doctrina Social de la Ig lesia (DSI)

fundamenta el bien común como prueba de la

solidaridad; de ahí que se rechacen todas las

formas de vio lencia y las contradicciones que

amenacen destruirla. Ese valor solo le da cita al

amor, a la libertad, al respeto, a los cuáles no le

apuesta mucha gente porque vivir en estas

regiones en medio de la vio lencia, del sin sentido, le

conviene a todos/as aquellos/as que viven con sed

de poder. No es gratu ito que el profundo sentido de

Page 21: Escuela de Paz y Convivencia Ciudadania

la solidaridad que contiene el Concilio en su

constitución Gaudium et Spes (Gozo y Esperanza)

una vez que lo invoca desde la naturaleza de las

relaciones entre las personas y no desde conceptos

abstractos, externos y fríos vincula una concepción

de lo público a la de Ciudadanía y Derecho, en

donde la primera hace las veces de “civilización”, la

cual constantemente está amenazada por lo que

hemos mencionado anteriormente y por la manera

como en el Valle se atenta frecuentemente contra la

vida y la libertad de las personas.

Esta concepción de solidaridad niega todo tipo de

abusos contra la Dignidad y los Derechos de los

seres humanos, en condición de víctimas o de

victimarios. La sociedad no actúa suficientemente

frente a ello y no es visible la intervención del

Estado por lo que se hace necesario recurrir a otros

caminos que dimensionen y cohesionen todas las

formas que puedan cristalizarse en el

fortalecimiento ciudadano.

En términos generales la Escuela ha logrado lo que

se propuso, en palabras de Agustín Herrera

“reflexionar sobre los problemas que se han dado

cita en el escenario social con criterios políticos,

como también preparar la acción (…)”

Para finalizar, podemos afirmar que lo “público”

desde la experiencia de los/las participantes de las

Escuelas del Valle los está llevando a esa forma de

organizar la convivencia que llamamos Democracia.

Page 22: Escuela de Paz y Convivencia Ciudadania

3.3 ¿Cuáles son los sueños de región?

“Nosotros no podemos renunciar a nuestro principio que

está fundamentado en el amor que todo lo puede, que todo

lo alcanza” (Diócesis de Cali)

P a ra p o d e r h a ce r u n a l e c tu ra c o m p re n s i va d e

la s o p in i o n e s d a d a s p o r la s y lo s p a rt i c i p a n t e s

e n re la c ió n co n lo s S u e ñ o s d e R e g i ó n , e s

im p o r ta n te te n e r e n cu e n ta la s e sp e c if ic id a d e s

d e c a d a u n a d e la s d i ó c e s i s y l a s su b re g io n e s

e n l a s c u a l e s t ie n e n in c id e n c i a . E n co n t ra m o s

r e to s c o m u n e s q u e re sp o n d e n a d if ic u lta d e s

s e n t i d a s a n i ve l d e p a r ta m e n ta l c o m o s o n la

e d u ca c ió n , l a sa lu d , e l e m p l e o , l a c o n v iv e n c ia , la

p a r t i c i p a c ió n ; s in e m b a r g o d i ch o s a s p e c to s se

h a c e n m á s c o m p l e jo s c u a n d o s o n

m a t e ri a l iz a d o s e n l o s d i s t i n to s e sc e n a r io s d e la

v id a va l le c a u c a n a . C o m o l o d i ce e l In f o rm e d e

D e s a r ro llo H u m a n o d e l P N U D e n e l 2 0 0 9 : “E l

V a ll e d e l C a u c a e s u n a d e l a s re g io n e s m á s

p r ó s p e r a s d e l p a ís , e n va ri o s in d ic a d o r e s e s tá

m u y p o r e n c im a d e l r e s to , y e xh ib e u n a p u ja n za

n o t o ri a . P e r o a l m is m o t ie m p o e s u n a r e g ió n

s ig n a d a p o r e v i d e n te s d e s ig u a l d a d e s y p o r l a s

b a r r e r a s a u n a so c ie d a d ve r d a d e ra m e n te

e x c l u y e n te . Y e s tá , a d e m á s, le j o s d e se r

p a c íf i ca . S i b i e n a lg u n o s d e su s in d ic a d o r e s d e

v io l e n c ia h a n d e s ce n d i d o , va r io s m u n i c i p i o s ,

c o m o B u e n a v e n tu ra , m u e s tra n ta s a s m u y a lta s ” .

U n in te r e sa n te r e s u l ta d o d e la E s c u e la d e P a z y

C o n v iv e n c ia , e n r e l a c i ó n co n e s te a s p e c to , e s e l

r e co n o c im i e n to d e l a s d i s t in ta s m i r a d a s q u e

te n e m o s co m o h a b i ta n te s d e l a m i sm a r e g ió n

p e r o s i tu a d o s e n p u n to s d is ta n te s d e n tr o d e su

g e o g ra fía e h is to r ia , d e te r m in a n te s q u e

d e f in i t iv a m e n te h a n i d o m a rc a n d o l a s

p a r t ic u la ri d a d e s d e la s d ife re n te s s u b r e g i o n e s

d e l d e p a r ta m e n to .

E n e s te se n t id o e s m u y va l io s o d e s t a ca r q u e , e n

l a s o p i n io n e s d a d a s p o r l a s y l o s p a r t ic ip a n te s

d e la E sc u e l a e n e l V a l le , e x is te n d o s m i r a d a s

q u e s e c o n tr a s ta n : u n a e s p e r a n z a d o r a e n la c u a l

s e p la n te a n a q u e ll o s o b je t iv o s g ru e so s , e so s

p u n to s c e n tr a le s q u e p e r m i t ir ía n u n d e s a r ro ll o

h u m a n o y s o s te n ib le e n e l V a lle d e l C a u ca , y

o tra , q u e p la n te a a lg u n a s a le r ta s e n re la c ió n co n

a sp e c to s d e u n a re a lid a d u n ta n to

d e se sp e ra n za d o ra , q u e u b ic a re a li d a d e s

e sp e c íf i ca s s o b r e l a s c u a l e s h a b r ía q u e a c tu a r

c o m o co le c t iv o e n u n a p e r s p e c t iv a d e r e g i ó n .

F i n a l m e n te , y p a r a d a r la p a la b r a d i re c ta m e n te a

l a s y lo s p a rt i c i p a n t e s , e s in te re s a n te re sa l ta r

q u e cu a n d o s e h a b la d e l o s su e ñ o s d e r e g ió n s e

t ie n e n d o s p e r sp e c t i va s , u n a e n la cu a l s e

r e s a l ta n lo s d e re c h o s y s e r v i c i o s q u e s e

r e q u ie r e n p a r a a l ca n za r u n a r e g i ó n s o ñ a d a ,

a sp e c to s q u e r e s p o n d e ría n a lo s lo g r o s

c o m u n e s q u e s e p r o ye c ta n e n e l fu tu r o , y o tr a

q u e h a ce re fe re n c i a a l a s tr a n s fo r m a c io n e s q u e

s e n e ce s ita n a n i ve l p e r so n a l p a ra l o g r a r d ic h o s

o b je t iv o s . E s p re c is a m e n te e s ta r e la c ió n e n tre e l

i n d i v i d u o , s u s va l o r e s y a c t itu d e s , y e l c o l e c t iv o ,

d o n d e l a s y l o s p a r t ic ip a n te s u b ic a n l a

i m p o rta n c i a d e la fe e n l a c o n s tru cc ió n d e l a

i d e n t id a d p o l í t ic a y d e la v i d a e n co m u n id a d .

Page 23: Escuela de Paz y Convivencia Ciudadania

En primera medida se p lantean una serie de

aspectos que se habrán alcanzado durante

estos años, como contar con acceso a un

sistema de educación que garantice la no

existencia de personas analfabetas en el

departamento, e igualmente se cuente con la

prestación de servicios de salud de calidad

para todas y todos.

En esta región proyectada existen

oportunidades de empleo digno para todas las

personas, que redunda en una calidad de vida

muy alta para los habitantes de la región.

Importantes desarro llos en la industria y las

tecnologías aplicadas en la misma permiten

vislumbrar un futuro esperanzador donde

también es importante una producción agrícola

diversificada y manejada armónicamente.

Complementa esta visión el contar con una

exce lente inf raestructura vial en toda la región

que facilite la vida de los campesinos y su

in tegración al sistema product ivo. Y como

requisitos de estos desarro llos identifican un

manejo integrado del medio ambiente donde

haya producción industrial limpia, uso de

energía solar y una fuerte organización

comunitaria de la producción.

Todos estos aspectos van acompañados, o si

se quiere traerán consigo, una disminución de

la violencia en todos los f rentes.

Estos e lementos soñados sobre la realidad de

la región en el fu turo, implican unas

trasformaciones en el ser humano que la

habita; lograr una región líder desarrollada

integra lmente y que sea sostenible en el

tiempo implica la construcción de una

infraestructura para vivir en paz y convivencia.

Se identifican a lgunos rasgos característ icos

de esa región como son la justicia, equidad,

armonía, solidaridad y un espíritu incluyente,

elementos todos que favorecen la posibilidad

de una región pacífica. Dicha reg ión próspera y

ejemplo para todo el país se configura a partir

de comunidades y personas organizadas, que

han recuperado el liderazgo en las diferentes

dimensiones mediante una convivencia que

implica e l pensar co lectivamente; con actitudes

transformadoras donde cada persona tiene la

posibilidad de aportar en la consecución del

sueño común.

Esta región en continuo desarrollo, con sentido

de pertenencia y alta valoración de la vida,

implica la existencia de proyectos de vida

3.3.1. ¿Cómo ven su región en el 2015 las personas que participan en el Escuela de Paz y Convivencia Ciudadana del

Valle del Cauca?

Page 24: Escuela de Paz y Convivencia Ciudadania

divers os (d esde la plu ricu lturalidad ex is tente en

es te terr i tor io) q ue s e integran en el respe to y

el go ce de lo s derech os de todas y t odos . E n

es ta p erspec tiva la partic ipa ción ciudada na y e l

c omprom iso ac tiv o c on la c omu nida d s on

real idad es que nac en de una ser ie de v alo res

c larame nte def inidos en la s pe rs onas de la

región, y que repercu ten en la ex iste ncia de un

Va lle dem ocrático , don de s e tiene con fian za en

lo s dirigente s prec is amente po rqu e nace n de

lo s pro ces os c omunitar ios y resp onden co n

trans parenc ia a lo s proy ec tos de región

c omunitar ia mente c ons truido s.

Sin e mbargo lla man la at ención una s er ie de

elemen tos que nos ind ica n un a pe rs pec tiv a

más real is ta sobre la m anera com o es tá

diseñ ado el futuro de las di ferentes

c omunidade s y la rela ción qu e es tablece n co n

el Va lle de l C a uca en general : po r una p arte s e

afi rm a que s e im agin an la integ rac ió n de

B u en aven tu ra al Pac ífic o co lomb iano y no a l

Va lle del C auc a c omo reg ión ; y por otro s e

prev ien e s obre la im plem entac ión d e M ega

proy ect os q ue c ontinuaran a fecta ndo a las

c omunidade s más v ulnera das (ante to do

rurales ), trayen do c onsigo un “de sarrollo

apa ren te, don de algunas perso nas perderán

has ta lo que no tiene n” se gún com entár io s de

lo s m is mos habi tante s de Buena ven tura. E n

una pers pect iv a s im i lar y en partic ular para u na

región co mo el N o rte de l Valle s e hac e

referenc ia a la fal ta de oportunidade s, la

co rrupc ión y e l dom inio de lo s pode res de las

mafias del narco trá fic o. A nte e stas s itua ciones

las pe rs onas pla ntean que pa ra cons truir una

re gión l ibre de esta s rea lidades s e hace

nec esa ria una t ran sforma ció n en las m aneras

de p ensa r y a ctu ar, que con sid ere n la

tolera ncia y el serv ic io den tro d e las

co munidades .

En general exist e co nfian za e n la pos ibi lidad de

co nstrui r una región c on mejor c alidad de v ida ,

empleo y oportun idade s, p articipac ión

co munitar ia y co ncienc ia c iud adana , siempre y

cu ando se imp lem enten proces os de formac ión

co mo la E PC C , don de se apu este por un

crec im iento ético y es pir i tual que redund e en

una riquez a en el ser hu mano y e n ac ciones

co nsec uen tes c on e stos elemento s.

Page 25: Escuela de Paz y Convivencia Ciudadania

Esos sueño s de reg ión, y la s posibilidades de

su consecución, no solo para e l futuro sino

tam bién para el presente de quienes ha bita n e l

Va lle del Cau ca, plantean p reg untas pro fundas

a las y los partic ip antes de la Escuela de Paz y

Convivencia Ciu dadan a en rela ción con las

im plica cio nes práctica s de la fe cris tiana.

An te estas disyuntivas se plantea que la fe no

pue de se r alg o a bst racto, sino que m ovidos y

movid as por la e xpe riencia de Dios que ésta

supone , las perso nas y co munidades

transforman sus p rá cticas políticas y

reco nst ruyen su ide ntid ad encarn ando valo res

cristianos de: justicia, equ idad , ve rdad , amo r y

solidarida d. Desafortunadam ente es o tra la

realidad evid ente en el país y en la región en

particular, donde p or solo d ar u n ejem plo reina

la corrup ción; surge e ntonces la refle xió n sobre

¿cu ál es el im agin ario religioso y de rela ció n

con el otro cuan do se aceptan dichas prá cticas

y n o se logra con solida r un código ético de l

bien común ?

Se plante a que la fe inc ide para que las

perso nas sea n más conscie ntes de sus

re spo nsab il idad es como ciudad anos,

inv itá ndolos con am or a te ner sen tido de

pertenen cia sobre lo s d erechos y deb ere s de

todo s y tod as, e igualmente se reconoce que la

fe fortalece los va lores de la s pe rsonas en el

cu mplimie nto y la protección de la dig nidad

huma na.

En definitiva , la fe aporta la fuerza para realizar

toda s las activ ida des de la vida tan to a nivel

ind iv idua l co mo socia l, y en este sen tido la fe

re pre sen ta una po tencia transformadora de las

re alidades que se le presentan a l ser h umano :

así lo e xpresan las pala bras d e Je sús: ser en la

so cie dad Luz, Le vedura y Sal (Mt.5,13-1 : 13 .

31). Esto es: “la fe en Dios nos d a la fuerza

para bata llar y no s da confianza para lograr

esas transformacio nes que soñam os”.

“El hombre por naturaleza es religioso, vive para un ser supremo y tiene que dar

razón de ello viviendo en convivencia con los demás, aportando ideas y proyectos

para el bienestar de todos.”

(Diócesis de Buenaventura)

3.3.2 La fe y la vida en comunidad

Page 26: Escuela de Paz y Convivencia Ciudadania
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