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Estrategias educativas Para referirnos a niños autistas, necesitamos como ya hemos mencionado, una intervención educativa que se basarían en distintas pautas: Protección sensorial : las hipersensibilidades que sufren estos niños ante ciertos sonidos, texturas u objetos, pueden facilitar una relación entre él y su entorno. Ayudas visuales: teniendo en cuenta las habilidades del niño, deberíamos hacer uso de ayudas visuales (fotografías, objetos…) para facilitar la comprensión del mundo físico, de posibles situaciones o de lo que se le está comentando en el momento. Mediante este método podemos facilitar la información que se ha impartido en clase, como las tareas y horarios. Enfatizar la comunicación: la dificultad de comunicación aumenta los problemas de relaciones con otros y desemboca en conductas inadecuadas ante su incomprensión, por eso es importante llevar a cabo el desarrollo de las habilidades sociales. Enfatizar las emociones: para la comprensión del niño autista, es necesario iniciarlo en el mundo de las emociones ante las situaciones cotidianas, los deseos y sus creencias. Mejorar los juegos interactivos y de grupo: el juego es muy importante para la socialización y es por ello que debería conocer varios tipos de juegos y jugar con compañeros, para que así participe y facilite su integración. Formación de profesionales: para que los alumnos autistas puedan formarse de forma integral, es necesario un profesorado cualificado y con formación continuada para actualizarse al respecto.

Estrategias educativasquesalvada.com/wp-content/uploads/2016/10/Semana-3-PDF.pdf · en rutinas diarias se establecerán con pictogramas o fotos con lecto-escritura, clasificados por

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Estrategias educativas

Para referirnos a niños autistas, necesitamos como ya hemos mencionado,

una intervención educativa que se basarían en distintas pautas:

Protección sensorial: las hipersensibilidades que sufren estos niños ante

ciertos sonidos, texturas u objetos, pueden facilitar una relación entre él

y su entorno.

Ayudas visuales: teniendo en cuenta las habilidades del niño,

deberíamos hacer uso de ayudas visuales (fotografías, objetos…) para

facilitar la comprensión del mundo físico, de posibles situaciones o de lo

que se le está comentando en el momento. Mediante este método

podemos facilitar la información que se ha impartido en clase, como las

tareas y horarios.

Enfatizar la comunicación: la dificultad de comunicación aumenta los

problemas de relaciones con otros y desemboca en conductas

inadecuadas ante su incomprensión, por eso es importante llevar a

cabo el desarrollo de las habilidades sociales.

Enfatizar las emociones: para la comprensión del niño autista, es

necesario iniciarlo en el mundo de las emociones ante las situaciones

cotidianas, los deseos y sus creencias.

Mejorar los juegos interactivos y de grupo: el juego es muy importante

para la socialización y es por ello que debería conocer varios tipos de

juegos y jugar con compañeros, para que así participe y facilite su

integración.

Formación de profesionales: para que los alumnos autistas puedan

formarse de forma integral, es necesario un profesorado cualificado y

con formación continuada para actualizarse al respecto.

Modalidades de escolarización

Antes de la escolarización, es necesario saber con los recursos que cuenta

el colegio para asegurarnos que responderá correctamente a las

necesidades del niño. Es por ello que habría que distinguir los distintos tipos

de centro y lo que nos podría aportar cada uno:

- Escolarización ordinaria es la modalidad más común: Se trata de una

escolarización donde facilita el desarrollo del lenguaje en los primeros

años de vida al relacionarse con iguales, aunque esta modalidad

necesita la coordinación y apoyo de un equipo de profesionales:

monitores, apoyo dentro del aula, pedagogo y logopeda.

- Aula de Educación Especial dentro del centro ordinario: Cuando el

alumnado cumple varias características en las que permanecer en una

clase ordinaria sería un obstáculo, se le traslada a este tipo de aulas

específicas y llevadas a cabo mediante profesionales. Esta modalidad

ayudaría a facilitar muchas habilidades al mismo tiempo que podría

relacionarse con sus compañeros de forma parcial.

- Centro específico: Determinados alumnos requieren de unas necesidades

de atención y cuidados que solo pueden ofrecerse en este tipo de

centros. La gran formación de un equipo de profesionales facilita la

calidad educativa en su totalidad y pueden mejorar todas sus dificultades

de manera progresiva, a la vez que se les ayuda para que se formen y

lleguen a ser autónomos.

Pero una vez conocidos los distintos centros educativos a los que podría

acudir, surge una pregunta importante: ¿Qué debemos tener en cuenta

para escoger el tipo de centro?

Es necesario buscar el colegio con calma y anticipación, ya que esto

permitirá conocer la gran variedad de centros de su entorno y evaluar el

que mejor se ajuste a sus necesidades. Para ello, es de vital importancia

tener en cuenta estos factores:

- Que exista un número menor de niños por clase, ya que estará mejor

atendido.

- Que sean instalaciones pequeñas, puesto que un espacio amplio puede

causarles desorientación.

- Que tenga una jornada planeada, sin muchas actividades con las que el

alumno se pueda sentir incómodo y predecir lo que pueda suceder.

- Equipo de profesores especializados y concienciados con el trastorno,

para ajustar el proceso educativo a sus necesidades específicas.

Programas a realizar

Para que el proceso educativo de un niño autista se pueda desarrollar en

su totalidad, es imprescindible saber qué tipos de programas utilizar y que

actividades serán las mejores para que el niño supere todas sus

dificultades. Es por ello que entre ellas he seleccionado las siguientes:

Programas

Los programas a realizar con el alumnado que posea estas características

serían los siguientes:

Fundaciones: sería recomendable contactar con una fundación

relacionada con este tipo de trastorno, ya que ofrecen un espacio

familiar y eficiente en cuanto al servicio terapéutico. Para ello,

deberíamos buscar el más cercano a nuestro domicilio o ciudad y

acudir a que nos informen sobre los programas y actividades ofrecidas.

Los familiares también deberían asistir, ya que ofrecen un apoyo muy

importante para estos también.

Talleres: en muchos centros existen tipos de talleres orientados con un

monitor que organiza las actividades según las necesidades educativas

de cada uno, sería recomendable que realizaran alguno de ellos

durante un tiempo determinado para que tengan la experiencia de

participar con personas distintas a las de su entorno. Estos talleres

podrían tratar de varios temas como el de artes plásticas (donde

desarrollarían la habilidad psicomotriz y la imaginación), de panadería

(estimularía el gusto por los alimentos), de carpintería (donde se

acomodarían al escuchar el ruido intenso), de huerta (donde se ayuda

a la actitud de espera y paciencia) y de granja (donde se fomentaría

las relaciones sociales).

Actividades extraescolares: también podrían desarrollar algún tipo de

actividad fuera del horario escolar, aquella por la que más interés

tienen, de manera que se podría fomentar su adaptación en un centro

a la vez que conoce a sus compañeros. Podrían participar en

actividades deportivas para alcanzar el objetivo de conocer su propio

cuerpo como medio de comunicación.

Excursiones: mediante un programa de actividades al aire libre y

visitando otro lugar distinto ayudaríamos al niño autista a comprender y

conocer más todo lo que le rodea. Una de las excursiones que

podríamos realizar, sería trasladarnos un día al campo, ya que en

contacto con la naturaleza le aportaría sonidos y trato directo con el

medio ambiente. A partir de esto, podríamos realizar más actividades,

analizar las texturas de las hojas o encontrar algún animal para poder

observarlo.

Por parte del profesional que permanezca con el niño autista en un centro

educativo, es necesario que se adapte los objetivos del curso escolar a sus

necesidades. Es por ello que debería de elaborar un programa específico

e individualizado que resumo brevemente a continuación:

Elaboración del programa escolar: consistiría en adaptar los objetivos y

contenidos a tratar de forma individual y desglosada mediante fichas

de trabajo diario clasificados por niveles o habilidades. Se debería de

trabajar dentro del aula y fuera, conjunto la familia y el profesional para

que este proceso educativo se pueda desarrollar eficientemente.

Por parte del profesional sería también necesaria la elaboración de ciertos

métodos que pueden funcionar en cuanto a la progresión del niño

respecto al trastorno. Los métodos se basan en el uso de varios objetos que

servirían de conexión entre un posible triángulo de relaciones entre el niño,

la familia y el profesional.

Métodos

Cuando tenemos un niño autista en nuestro entorno, es conveniente utilizar

ciertos métodos para facilitar las relaciones con los profesionales y el propio

afectado. Estos métodos consistirían en los siguientes:

Agenda viajera: sirve como medio de comunicación entre los padres y

los profesionales, ya que en él se describiría lo que va sucediendo en el

día y aquellos aspectos que el alumno debería de mejorar. También

podemos utilizar esto si dejamos al niño en cuestión con algún familiar o

alguien cercano en caso de ausentarnos por alguna razón. Cada

comportamiento y posible avance es conveniente anotarlo, ya que es

un paso más hacia la terapia con éxito.

Cuaderno de comunicación: para organizar las tareas que se van a

proponer en el aula, es conveniente el uso de un cuaderno de

comunicación, sería un instrumento útil en cuanto a la comunicación

dentro del aula. Lo podríamos emplear escribiendo en él aquellas

sucesiones que van a pasar durante el día escolar, como por ejemplo,

las actividades que se van a realizar o lo que va a pasar. Todo esto

realizado con dibujos y viñetas esquemáticas y simples. También sería

recomendable su uso en el entorno familiar para explicarle lo que va a

hacer durante el día una vez fuera del centro escolar.

Scripts: consiste en lograr conseguir los objetivos requeridos para la

autonomía personal mientras que se potencia la independencia. Para

ello se creará un cuaderno de registros, el cual constará de pasos a

seguir para el desarrollo de sus habilidades. Estos pasos que consistirían

en rutinas diarias se establecerán con pictogramas o fotos con lecto-

escritura, clasificados por horarios y serán los siguientes: vestirse por la

mañana, preparar la mesa, recoger el desayuno, lavarse los dientes o

recoger su mochila. Cada paso dependerá de la actividad de la

familia.

Dentro del aula se podría efectuar el mismo proceso. Entrada en el centro,

saludar a compañeros y profesor, poner sus fichas en la mesa y recoger

cuando suene el timbre.

Pictograma

Ahora veremos uno de los principales métodos por el cual podemos llegar

a la comprensión de las necesidades de la persona autista: el pictograma.

El pictograma se trata de símbolos que mediante una figura representan

un objeto real y son utilizados como sistemas alternativos de comunicación

para aquellas personas con dificultades comunicativas. Este medio

debería de ser utilizado para interpretar, comprender y transformar la

realidad en imágenes como medio para transmitir un pensamiento.

Para llegar a comprender el sentimiento que sentiría una persona autista,

podríamos poner este ejemplo. Imaginemos una persona perdida en un

aeropuerto donde no al no saber el idioma. La primera reacción que

tendría sería una inquietud nerviosa ante la situación que vive en el

momento, pero justo después intentaría buscar cualquier símbolo que

pudiera orientarle hacia su necesidad: encontrar su equipaje y salir del

aeropuerto.

Es por ello que uno de los principales objetivos a tratar es evitar la

desorientación mediante la adaptación al medio y este es un buen

método para conseguirlo.

Los pictogramas serían beneficiosos en ciertas ocasiones debido a que

aporta un mayor estado de bienestar, disminuirá los problemas

conductuales, aportará un mayor interés por parte del afectado y

desarrollara la espontaneidad al aparecer peticiones de cómo pintar

aquel símbolo al que se quiere referir.

En cuanto a la disminución de problemas conductuales tiene su

explicación, ya que el uso del lenguaje explicativo sobre actitudes que no

debería de tomar, resulta muy complejo en su comprensión total. Sin

embargo, si dibujamos dicha situación mediante viñetas y dibujos, la

persona autista comprendería que se está tratando de explicar.

Actividades según objetivo

Todo lo que hemos estudiado anteriormente viene acompañado de una

buena elaboración de actividades que ayuden a mejorar las

competencias básicas. Como debemos atender a todas las características

que el niño tiene que desarrollar, he clasificado las actividades según las

funciones que realmente nos interesa fomentar:

ACTIVIDADES OBJETIVO A MEJORAR

Aprender a señalar Desarrollar la comunicación

Uso del contacto visual

Unidades didácticas: los animales, la

comida…

Crear habilidades sociales y

comunicativas

Rutinas en su vida diaria Desarrollo de la Interacción social

Agenda viajera

Cuaderno de comunicación

Juegos Individuales y grupales en

interior y exterior

Scripts Desarrollo de la autonomía personal

Pictogramas

Actividades a realizar

Como ya hemos podido observar, el cuadro de la lección anterior

representaría aquellos objetivos que deberíamos de marcarnos para que el

alumno crezca de forma exitosa ayudándole a vivir con el trastorno de

manera correcta. Pero realmente aprendida la teoría, lo que necesitamos

saber es como poner esto en práctica, para ello he elaborado una serie de

actividades con la que podríamos apoyarnos:

Actividad nº1: deberíamos de planificar individualmente tareas para la

persona autista, tales como las tareas de higiene (ir al servicio, lavarse

las manos, lavarse los dientes…). Si el niño es capaz de realizar estas

tareas con éxito, conseguirá una pegatina, que posteriormente cuando

obtenga tres, se podrá canjear por una hora de actividad/juego que

realmente le interese (como escuchar música o jugar al ordenador).

Actividad nº2: también es conveniente que ayuden en las tareas diarias

del hogar, como poner y recoger su plato de la mesa, ya que le

fomentaría el concepto de orden y limpieza.

Actividad nº3: esta actividad consistiría en colocar tres o cuatro

colchonetas en el suelo, apagar la luz o suavizarla y escuchar música

relajante. Cuando realmente lleguen a un estado de relajación, se les

podría echar pompas de jabón para terminar la sesión favorablemente.

Actividad nº4: para desarrollar el aspecto motriz, podemos plantear un

circuito con obstáculos, en el que tendrán que seguir un camino a la

vez que evitan chocar con ciertos objetos. Podríamos colocar cualquier

tipo de objeto: aros, pelotas o bicis. Se divertirán y también se sentirán

interesados por la cantidad de texturas encontradas en los materiales.

Actividad nº5: (actividad individual) podemos aportarle al niño autista,

materiales en el que tengan que desarrollar su capacidad analítica y

viso espacial, con lo que juegos como un puzle u otro de construcción

“tipo lego”, serviría para ello.

Actividad nº6: (actividad grupal) una buena actividad por parejas sería

la siguiente. Clasificar a los alumnos de dos en dos, posteriormente

ofrecerle una ficha con formas de frutas en la que tendrán que

colorear. Para ello necesitarán una cesta con colores, pero solo tendrán

que elegir aquella cesta que conste de los colores que necesiten. Es

decir, tendrán que examinar los colores de cada cesta y analizar cual

se ajustaría mejor a los que necesitan. Al finalizar, se lo deberían llevar al

profesional o persona que tengan a su cargo y el primer equipo que

termine, ganaría el juego.

Entorno social

Asumir que existe una discapacidad en alguien cercano a nosotros, no es

una tarea fácil de asumir, a veces puede llevar años o incluso una vida

entera. El entorno social va descubriendo paulatinamente que estas

personas tienen capacidades sorprendentes, aunque diferentes a las de

los demás, por ello le hacen ser una persona única.

Para ayudar a las personas que padezcan este trastorno, deberíamos

integrarlo en la medida de lo posible dentro de nuestra sociedad,

ayudándolo mediante actitudes positivas y acciones que fomenten el

apoyo.

Para ello, he clasificado acciones que puedan repercutir favorable o

negativamente en el desarrollo integral de la persona autista, que

podremos encontrar en el siguiente cuadro:

ACTITUDES POSITIVAS

Actitud de la familia La familia es un elemento importante para lograr con

éxito la adaptación del niño autista. El comportamiento

de la familia con el niño autista determinará de forma

importante en cómo se puede llegar a comportar el

niño. Por lo tanto, habría que prestar atención a la

forma en la que nos amoldamos al niño, la forma de

tratarlo, el cariño y la fijación de metas que puedan

alcanzar razonablemente.

Amor y aceptación El diagnóstico del trastorno en ocasiones puede

provocar algún tipo de conmoción en el entorno social,

que conlleva un periodo de aceptación. Para ello, es

necesario conocer el trastorno en profundidad y hacer

uso de las mejores técnicas para facilitar su estilo de

vida. Hay familiares que tratan de ignorar el trastorno en

sí, esto repercutiría negativamente, ya que construirá un

muro entre el niño y la familia o viceversa. Con lo cual

es importante mantener una actitud positiva y ante

todo constructiva.

La aceptación no sería igual a la resignación, sino a

transformar la ira sobre el autismo en una actitud de

determinación, pero sobre todo de no dejarnos vencer

para hacer frente a todo lo que conlleva.

Expectativas Los niños autistas tienen una serie de capacidades y

habilidades distintas a las del resto, es por ello que el

niño determinará sus propias metas. A partir de ahí

podríamos orientarlos, animarlos a conseguirlas y sobre

todo marcárselas con frecuencia para que sepan

claramente su objetivo. Es importante ser realista, ya

que esperar demasiado puede resultar frustrante.

Debemos aportarle una visión real del mundo y

proponer metas que pueda cumplir, ya sea a corto o

largo plazo.

Independencia Cuando descubrimos a una persona autista, el

comportamiento más común es aquel en el que

sentimos compasión, lo que dará lugar seguidamente

de una actitud protectora. Esta actitud no sería la

mejor, ya que fomentaríamos su dependencia en el

entorno familiar. Para ayudarlo a tomar sus pasos hacia

la independencia es necesario inscribirlo en un

programa educacional diseñado para sus necesidades.

Siempre y cuando el niño muestre actitudes

independientes en ciertas ocasiones, es cuando

deberíamos iniciarle a serlo.

Comunicación La comunicación debe de ser abierta y sincera para

facilitar la fluidez del proceso comunicativo con el

afectado. También es imprescindible compartir

sentimientos para fomentar un clima de apoyo por

parte de la familia con el objetivo de crecer felizmente.

Apoyo Siempre es importante el apoyo emocional de la

familia, con lo cual sería recomendable relacionarse

con personas que se encuentren en la misma situación.

Los profesionales que traten al niño autista, también

deberían ser un gran apoyo, pues nos puede orientar y

ofrecernos herramientas con las que seguir adelante.

Sin embargo, habrá ocasiones en las que falle la

comunicación y son en estas situaciones cuando los

familiares pueden llegar a sentirse un tanto abrumados

por la situación.

ACTITUDES NEGATIVAS

Interés excesivo Hay ocasiones en las que los familiares se interesan

tanto por la vigilancia del niño que dedican la mayor

parte de sus horas en el cuidado. Los padres pueden

llegar a adquirir la habilidad de anticiparse ante

situaciones premonitorias dedicando gran tiempo a

esto, mientras se olvidan de incentivar las habilidades

sociales y lingüísticas. Es por ello, que el interés en

exceso puede verse perjudicado, tanto por la falta de

tiempo para desarrollar sus habilidades, como en

dedicar tiempo a la pareja o el resto de hijos.

Sobreprotección Todos los familiares intentamos proteger nuestro entorno

como capacidad innata ante un posible peligro, pero

tampoco es debido hacerlo en exceso. Esta actitud

puede desembocar en la idea de que el autismo no

permite al niño establecerse como una persona

autónoma, hecho completamente falso, los que

pueden negarle esa posibilidad somos nosotros mismos.

Habría que cambiar la actitud de sobreprotección en

protección en su justa medida.

Rechazo Para muchos familiares, el hecho de presenciar

conductas autistas, puede resultar ser bastante

complicado (pues no es fácil ver como niños se

autolesionan o intentan agredir). Como resultado

algunos padres prefieren ignorar estas actitudes como

medio de autoprotección. Esto supondrá una actitud

de cobardía que se puede ver agravada y sobre todo,

que de ello dependerá la intervención a tiempo

Relaciones en el entorno social

Una vez estudiadas las actitudes que deberíamos de tomar en su justa

medida ante ciertas situaciones, pasemos a hablar de cómo tendríamos

que actuar en el rol de familiares directos ante otras personas de nuestro

entorno. Para ayudar a la persona autista a integrarse en el entorno social

que le rodea, es necesario ayudarlo en la medida de lo posible e

introducirlo con el problema diagnosticado entre sus hermanos, abuelos y

amigos, veamos como:

Hermanos: deberíamos hacerle entender la situación ya que tienen el

derecho de ser partícipes en su relación con él. Es necesario aportarle

información explícita sin detalles que puedan afectarle, tan solo

aquellos que le ayuden a entender posibles situaciones que pueda

observar en casa. La experiencia de criarse con un hermano/a autista,

no quiere decir que imite comportamientos o influya de manera

negativa en algún aspecto. Por lo general, suelen ser más dedicados

ante las necesidades de otros y más responsables.

Abuelos: son una fuente apoyo en todas las familias, debido a esta

estrecha relación, es necesario explicarles la situación e involucrarlos en

su proceso educativo. Cuando se habla con ellos, podremos percibir

que sienten una dualidad en sus sentimientos. Por una parte, sabrán que

no será un niño como el resto (lo cual genera preocupación), pero por

otra se darán cuenta de que se dispondrán de toda la fuerza posible

para ayudar en todas las tareas que sean necesarias. Para

comunicarles la situación, podríamos utilizar la misma técnica que en la

de los hermanos, hablar del diagnóstico de manera clara y sencilla.

Amigos: podemos compartir la información dependiendo de la

confianza que se deposite en esa persona. Lo que sí deberíamos es

hacerlo participe para que la persona autista tenga otra relación más

que pueda aportarle nuevas estrategias sociales, cariño, compañía e

incluso contar con ellos para su cuidado.

En resumen, debemos de confiar en aquellos que nos rodean puesto que

serán nuestra fuente de apoyo emocional y compañía. Es importante que

en este proceso participen conjuntamente abuelos, hermanos y amigos

para que el niño se pueda desarrollar adecuadamente.

Cuando se hable de este tema en la familia, debemos de recordar

información útil al respecto y que el trastorno no se considere como un

“error”. El hecho de que nuestro hijo padezca autismo es una condición

que tiene su tratamiento y que se podrá estabilizar con la ayuda de la que

disponemos actualmente (ayuda de profesionales, centros educativos,

materiales didácticos y terapias).