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Descripción y contexto
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EUTANASIA
Aspecto político
Jurídico-político: regula las relaciones entre los hombres por la convivencia en paz,
seguridad y libertad y protege los bienes comunes de los que participamos todos y en los
que la vida física de cada hombre es presupuesto necesario para la existencia de otros
bienes. No es un deber del Estado hacer bueno al hombre a través de las leyes civiles,
pero sí proteger a todos los que pueden verse privados del derecho fundamental a la vida
especialmente ante la vulnerabilidad que comporta la enfermedad.
Aspecto moral
Regula los actos individuales. El presunto derecho al suicidio asistido es una
opinión o deseo personal. Una cosa es el deseo que todos tenemos de morir bien y otra
bien distinta despenalizar el acto intencionado de supresión de una vida: el homicidio.
El derecho a la protección de la vida física de cada persona y bajo cualquier
circunstancia de enfermedad o de vejez es el fundamento que nos protege de los criterios
éticos de los demás sobre la propia existencia, de la forma en cómo los otros "me ven", e
incluso de la moralidad particular de aquel que no descubre el respeto debido siempre al
otro, como el médico que practica eutanasias.
Aspecto religioso
La institución que actualmente rechaza y combate a la eutanasia, es la Iglesia
católica, la cual ha realizado una serie de declaraciones al respecto a través de la
Comisión Permanente Episcopal: “Respetamos sinceramente la conciencia de las
personas, santuario en el que cada uno se encuentra con la voz suave y gente del amor
de Dios. No juzgamos el interior de nadie. Comprendemos también que determinados
condicionamientos psicológicos, culturales y sociales pueden llevar a realizar acciones
que contradicen radicalmente la inclinación innata de cada uno a la vida, atenuando o
anulando la responsabilidad subjetiva. Pero no se puede negar la existencia de una
batalla jurídica y publicitaria, con el fin de obtener el reconocimiento del llamado ‘derecho
a la muerte digna’, es esta postura pública la que tenemos que enjuiciar y denunciar como
equivocada en sí misma y peligrosa para la convivencia social. Una cosa son la
conciencia y las decisiones personales y otra lo que se propone como criterio ético legal
para regular las relaciones entre los ciudadano”.
La Iglesia católica considera que el aprecio por toda vida humana fue un progreso
introducido por el cristianismo, lo que supone que se vive en la actualidad es un retroceso.
Un retroceso que hay que colocar en lo que el Papa denomina “cultura de la muerte”.
De esta manera, la Iglesia considera a la eutanasia como aquella actuación cuyo
objeto es causar la muerte a un ser humano para evitarles sufrimientos, bien a petición de
éste, bien por considerar que su vida carece de calidad mínima para que merezca el
calificativo de digna. Esta práctica convertiría a la eutanasia en una forma de homicidio,
pues implica que un hombre da muerte a otro, ya mediante un acto positivo, ya mediante
la omisión de la atención y cuidados debidos.
Aspecto social
El principal deber de un médico y de su equipo con respecto al cuidado de los
pacientes terminales consiste en facilitar toda la gama de cuidados paliativos, que "incluye
aliviar o prevenir el sufrimiento y dar al paciente la asistencia necesaria para proteger o
mejorar su calidad de vida. Los conocimientos y la conciencia del médico se concentran
en cumplir esta obligación... No es ético tomar medidas cuya finalidad sea terminar
deliberadamente con la vida de un paciente, tanto si son a petición del mismo o de sus
familiares como si no". Así lo expusieron todas las órdenes médicas europeas en la
reunión que mantuvimos en septiembre de 2004.
El mejor final para una vida es lograr que el paciente muera con dignidad. Por ello,
en situaciones terminales, lo más importante es respetar los derechos de los pacientes.
En primer lugar, el paciente tiene derecho a su autonomía, incluso a rechazar
procedimientos diagnósticos, tratamientos o alimentación. En segundo lugar, el paciente
tiene derecho a decidir si quiere que el tratamiento médico de apoyo vital se abandone o
no se empiece en función de sus deseos. En definitiva, y por encima de todo, está la
dignidad del paciente y su derecho a que se respete su intimidad. Todo ello, conjugando
los principios de autonomía del paciente, de bienestar del paciente y de justicia social.
Aspecto en enfermería
La solución de los problemas éticos que surgen a diario en el ejercicio de la
enfermería depende, en gran medida, del planteamiento de los mismos. La enfermera no
accede al debate sobre la eutanasia para sumar o restar su opinión al índice estadístico
de eutanasia, sí o no a la eutanasia, sin más; tampoco acepta, por responsabilidad
profesional la ejecución en cada caso de órdenes recibidas. Aquí la enfermera, por
definición, deberá traducir en un sistema de Cuidados y en su correspondiente prestación
los criterios éticos propios o asumidos en equipo.
La enfermera/o suele ser el miembro del equipo de salud que mantiene la relación
más estrecha y continuada con el enfermo, y especialmente si éste está protagonizando
la última etapa de su vida. Este hecho, por sí mismo, convierte al profesional de
Enfermería en pieza clave de la relación asistencial.
Consecuentemente, al ser tan intenso y continuado el tiempo de interactuación
entre los enfermos, cuya muerte es cercana, y el personal de enfermería, es obvio que
surjan una gran variedad de conflictos éticos en dicha relación sanitaria, y que afectan,
por una parte, a la dignidad humana del mismo enfermo y, por otra, al reconocimiento de
la misma por parte de la enfermera/o que está interviniendo.
Las actuaciones de la enfermera/o en el ámbito en que pudiera plantearse la
cuestión eutanásica deben contemplarse siempre dentro del proceso de la toma de
decisiones clínicas, participando como un miembro más del equipo asistencial junto al
mismo enfermo, médicos, familiares, representantes, etc. Difícilmente una enfermera
puede asumir la responsabilidad de unas intervenciones que previamente no haya
decidido o no haya asumido como propias
Es un hecho indiscutible que todos tenemos que morir y enfrentarnos a solas con
este problema. “Morir como personas” significaría agotar totalmente en la última fase de la
vida las posibilidades de desarrollo que a cada uno le ofrece la vida o vivir lo que tenemos
hasta que dure, sin necesidad de apurar más allá. Esto es importante sobre todo en una
sociedad en que la muerte y la preparación para ella se han convertido en tema tabú, y la
mayor parte nos encontramos sin saber qué hacer en esa última experiencia y gran lucha
de la vida.
Por ello, precisamente, el enfermo que vive hoy su proceso de muerte necesita
especialmente de unos Cuidados de Enfermería dignos, a fin de que sus vivencias y
luchas íntimas encuentren un eco humano
Dilema
Cuando el dolor es insoportable, algunos enfermos piensan en la eutanasia. Pero,
¿qué opinan sus familiares, médicos e, incluso, la sociedad en general?
Defendida por algunos, vilipendiada por otros, la eutanasia siembra la polémica
entre diferentes sectores sociales, pues mientras unos la consideran una opción válida
para terminar con la agonía de un enfermo, otros opinan que contradice el juramento
hipocrático de sólo curar.
Adiós al dolor y la agonía
Para los defensores, la práctica constituye una solución para despojar del dolor y
el sufrimiento insoportables a pacientes terminales, muchos de los cuales la solicitan a su
médico mientras aún controlan su mente.
Tal grupo también toma en cuenta el llamado derecho a morir que tienen todas las
personas y que les da la opción de elegir entre seguir viviendo o fallecer para poner fin a
la agonía.
Aspecto religioso
Nuestro hogar el planeta tierra, la creación de Dios, es un lugar bello,
extraordinario y fructuoso. En estas últimas décadas los científicos nos han ayudado a
entender algo de la historia de la tierra. Esa historia retrocede 13.7 billones de años al
inicio de la tierra misma. Hasta donde sabemos nuestra tierra es el único lugar donde
encontramos la vida en tanta abundancia. Apropiadamente nuestra tierra se llama “El
Planeta Jardín” del universo. La vida misma se inició como una chispa en los océanos
hace más de 3, 000, 000,000 de años.
Hay formas de vidas simples y más complejas, se encuentran en profusión, en casi
todas partes del mundo. Nosotros los seres humanos somos relativamente recién
llegados a la tierra. Pero, como todas las otras especies vivientes, nosotros dependemos
totalmente del funcionamiento adecuado del planeta, por el aire que respiramos, el agua
que tomamos, la comida que nos sostiene y las múltiples maneras en que la tierra nos
mantiene y a todos los otros seres vivientes. Aunque la tierra parece muy fuerte, sabemos
que puede ser muy frágil. Los pequeños cambios, con el tiempo, pueden causar
consecuencias muy grandes.
Parece que el Papa Benedicto XVI se refería a eso mismo cuando se dirigió al
clero de la diócesis de Belluno-Feltre y Treviso el 24 de junio del 2007. Habló sobre la
necesidad de “estar atentos a la voz de la tierra” Hoy todos nos damos cuenta que los
seres humanos podarían destruir los fundamentos de nuestra existencia, la tierra…….
Tenemos que respetar las leyes internas de la creación de esta tierra, aprender de estas
leyes, y obedecer estas leyes, si queremos sobrevivir.
Por lo tanto, esta obediencia a la voz de la tierra, a la vida, es más importante por
nuestra futura felicidad (bienestar), que por las voces del momento, los deseos del
momento.
Aspecto Moral
En un principio la relación del ser humano con la naturaleza se manifestó como
una lucha por la supervivencia de la especie. Pero hoy nos encontramos en una situación
totalmente distinta, ya que estamos ocasionando daños, muchos de ellos irreparables, en
nuestro entorno. Surgen así los problemas ecológicos, que son todos aquellos que tienen
que ver con la relación adecuada del ser humano con la naturaleza. En la medida en que
los humanos, con nuestra inteligencia y nuestra libertad, podemos acomodarnos de muy
diferentes formas al medio en el que vivimos surgen estos problemas ecológicos. Nuestra
relación con la naturaleza puede ser de respeto o de dominio. Al modificar la naturaleza
puede suceder que nos equivoquemos y que los efectos de nuestra acción resulten
perjudiciales, incluso para nosotros mismos…
El hombre, directa o indirectamente, daña el medio ambiente. Si no se toman
medidas, en un futuro cercano se producirá el cambio climático. De este problema somos
responsables todos.”
“Nuestro planeta es el hogar común a todos, por lo que debemos cuidarlo para que
en un futuro poder seguir disfrutando de él.
“Los seres humanos somos agentes geológicos, aunque muy distintos a los demás
agentes; somos especiales porque somos morales, tenemos conciencia y voluntad.
Aspecto Social
Hoy en día, las ideas que fundamentan un gran número de movimientos sociales,
iniciativas gubernamentales, acciones educativas y actividades industriales son:
La conservación de la naturaleza
La búsqueda de la calidad ambiental
Un planteamiento ecológico de la vida
Estas ideas lentamente han ido conformando, en ciertos sectores, una nueva
cultura, denominada “cultura verde”
Las actividades humanas están cambiando los procesos naturales, y a menudo
alteran la escala y la velocidad de los impactos
Por lo tanto, el manejo ambiental efectivo demanda una comprensión más
cabal de las relaciones entre los humanos y el ambiente
Concepto de desarrollo sustentable
Su definición se originó con el reporte de 1987 en “Nuestro Futuro Común”, por
la Comisión Mundial del Ambiente y Desarrollo (Comisión Bruntland)
La expresión desarrollo sustentable se refiere a un modelo hipotético
ecológico, económico y social en el que se satisfagan mejor las necesidades
materiales de las generaciones presentes y futuras sin traspasar los límites de
la naturaleza