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289 AyTM 8, 2001 * Universidad de Jaén. Área de Historia Medieval. 1 Como paso previo a la redacción del proyecto básico y ejecución de las obras de rehabilitación del castillo de Segura de la Sierra, se efectuó en el mismo durante el mes de agosto del año 2000 una beve campaña de excavación financiada por el Ministerio de Fomento. 2 Además de algunas notas sin relevancia en la prensa y en revistas locales se publicó una reseña más extensa en inglés sobre la res- tauración en la revista Monumentum, vol. X 1973, pp. 75-84. La documentación de la restauración se conserva en el actual Minis- terio de Fomento, Subdirección general de la Vivienda. Aunque el informe escrito no aporta información, algunas de las fotografí- as tienen interés, ya que muestran aspectos del castillo antes de la restauración. El castillo de Segura de la Sierra (Lám. 1) es una fundación islámica, profundamente trans- formado por la Orden de Santiago, que situó en él el centro de la Encomienda de Castilla, y que llegó a ser residencia del Gran Maestre de la Orden en el último cuarto del siglo XV (SALVATIERRA 1999). El lugar siguió en uso duran- te parte del siglo XVI, refiriéndose algunos documentos a la solidez del mismo (VILLEGAS y GARCIA), aunque debió quedar abandonado ya en dicho siglo. Después es posible que fuese parcialmente reutilizado en época napoleóni- ca. Por último fue muy restaurado entre 1964 y 1968 por los arquitectos Rafael Manzano Martos y Francisco Pons Sorolla 2 . La fortaleza tiene planta de tendencia pen- tagonal, pero muy irregular por su adaptación a la roca. Al empezar las excavaciones se pre- sentaba como un amplio patio, relativamente Excavaciones en el castillo de Segura de la Sierra (Jaén). Las fases islámicas 1 Vicente Salvatierra Cuenca * Ana Visedo Rodriguez * Irene Montilla Torres * Sonia Pérez Alvarado * Consuelo Díez Bedmar * Teresa Campos López * RESUMEN Las excavaciones en el castillo de Segura de la Sie- rra, en Jaén (S. XIII-XV) han permitido estudiar en parte la evolución de las murallas que defendían el lugar durante la época islámica (S. X-XIII), y reconstruir el hammam que existió en el lugar. PALABRAS CLAVE: Islámico. Hammam. Mura- llas. Arqueología. ABSTRACT The excavations in the castle of Segura de la Sierra, in Jaén (S. XIII-XV) have allowed us study, in part the evolution of the walls that defended the place during the islamic period (X th -XIII th century), and to recons- truct the hammam that existed in the place. KEY WORDS: Islamic. Hammam. Walls. Archaeo- logy.

Excavaciones en el castillo de Segura de la Sierra (Jaén

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289AyTM 8, 2001

* Universidad de Jaén. Área de Historia Medieval.

1 Como paso previo a la redacción del proyecto básico y ejecución de las obras de rehabilitación del castillo de Segura de la Sierra, seefectuó en el mismo durante el mes de agosto del año 2000 una beve campaña de excavación financiada por el Ministerio deFomento.

2 Además de algunas notas sin relevancia en la prensa y en revistas locales se publicó una reseña más extensa en inglés sobre la res-tauración en la revista Monumentum, vol. X 1973, pp. 75-84. La documentación de la restauración se conserva en el actual Minis-terio de Fomento, Subdirección general de la Vivienda. Aunque el informe escrito no aporta información, algunas de las fotografí-as tienen interés, ya que muestran aspectos del castillo antes de la restauración.

El castillo de Segura de la Sierra (Lám. 1)es una fundación islámica, profundamente trans-formado por la Orden de Santiago, que situóen él el centro de la Encomienda de Castilla,y que llegó a ser residencia del Gran Maestrede la Orden en el último cuarto del siglo XV(SALVATIERRA 1999). El lugar siguió en uso duran-te parte del siglo XVI, refiriéndose algunosdocumentos a la solidez del mismo (VILLEGAS

y GARCIA), aunque debió quedar abandonado

ya en dicho siglo. Después es posible que fueseparcialmente reutilizado en época napoleóni-ca. Por último fue muy restaurado entre 1964y 1968 por los arquitectos Rafael ManzanoMartos y Francisco Pons Sorolla 2.

La fortaleza tiene planta de tendencia pen-tagonal, pero muy irregular por su adaptacióna la roca. Al empezar las excavaciones se pre-sentaba como un amplio patio, relativamente

Excavaciones en el castillo de Segurade la Sierra (Jaén). Las fases islámicas 1

Vicente Salvatierra Cuenca *Ana Visedo Rodriguez *Irene Montilla Torres *Sonia Pérez Alvarado *Consuelo Díez Bedmar *Teresa Campos López *

RESUMEN

Las excavaciones en el castillo de Segura de la Sie-rra, en Jaén (S. XIII-XV) han permitido estudiar en partela evolución de las murallas que defendían el lugardurante la época islámica (S. X-XIII), y reconstruir elhammam que existió en el lugar.

PALABRAS CLAVE: Islámico. Hammam. Mura-llas. Arqueología.

ABSTRACT

The excavations in the castle of Segura de la Sierra,in Jaén (S. XIII-XV) have allowed us study, in part theevolution of the walls that defended the place duringthe islamic period (Xth-XIIIth century), and to recons-truct the hammam that existed in the place.

KEY WORDS: Islamic. Hammam. Walls. Archaeo-logy.

llano en la mayor parte de su superficie, roda-do de edificaciones adosadas a los muros peri-metrales (Fig. 1). El ángulo Sureste está ocu-pado por una gran Torre del Homenaje (E), deplanta ligeramente trapezoidal, con el ángulomás exterior (Sur) apuntado. Sus caras Sur yEste sobresalen lateralmente de los respecti-vos lienzos perimetrales del castillo. El edificiode mayor relevancia después de la Torre delHomenaje es la iglesia (F), cuyo muro Sur formael lienzo del castillo en ese lado; en el extre-mo Oeste la iglesia comunica con la plantaprincipal de una torre (G). El mismo esquemade edificio –quizá en este caso un almacén (J)–y torre (I) se repite en el lado Norte. Entreambas torres los santiaguistas construyeron unnuevo lienzo con otra torre (H) en el centrodel mismo. Este lienzo y torres quedan al exte-rior de la antigua muralla almohade, el desni-vel entre ambas fue empleado para construiralmacenes en la parte inferior de las torres delángulo Suroeste (G) y Central (H), aunque noen la Noroeste (I). En el ángulo Norte, aun-que bastante desplazado del eje geográfico, porsu adaptación al terreno, se sitúa la puerta (A)de entrada al castillo, con una articulación delacceso en codo y rampa para salvar las irre-gularidades de la roca. Por último, gran partedel lado Este estuvo ocupado por un Bañoárabe (C) del que quedan bastantes restos. Lamayoría de estos edificios están restaurados oconsolidados. La funcionalidad de algunos resul-taba obvia (torre del homenaje, iglesia,...), perono así la de otros, que se prestaba a especu-lación (SALVATIERRA 1999). Las excavaciones hanidentificado algunas de esas estructuras (baño,muralla almohade,...) pero no otras, que sedesignan en este trabajo con nombres pura-mente hipotéticos (claustro/tribuna, almacén,etc.) a la espera de futuras investigaciones.

En el patio se situa un aljibe, cuya partesuperior está hoy casi enrasada con la mayorparte del patio, excepto en los lados Norte yOeste. El primero presenta una pendiente conuna diferencia de altura de unos 2 m Este-Oeste desde la parte superior del patio hastala base del ángulo Noroeste del aljibe, el ladoOeste mantiene esa misma altura. La roca aflo-ra en numerosos puntos de la parte más llanadel patio.

LA EXCAVACIÓN

Sector ESTE

Corresponde a la zona que se extiendeentre la torre-puerta de acceso al castillo y latorre del homenaje (Lám. 1I). Limitada al Estepor la muralla restaurada del castillo en él sehan localizado los niveles más antiguos del asen-tamiento que correspondía a una casa, un bañoárabe y varios segmentos de murallas islámicas.

La Muralla Este

Está muy restaurada. Pueden distinguirsedos zonas. La primera corresponde al tramosituado entre la puerta y un pequeño ensan-chamiento del muro que en planta adquierela forma de una Torre Semicircular, y en con-junto parece de época medieval, con excep-ción de una pequeña reelevación. La segundazona corresponde al lienzo que va desde estazona hasta las inmediaciones de la Torre delHomenaje, y el mismo fue levantado desdelos cimientos durante la restauración. En lasfotografías anteriores a esta última se obser-va en la zona un muro que podría ser de tapial,es posible que el muro exterior del baño árabesirviera de muralla exterior y por tanto el lien-zo reconstruido hoy nunca existió en el pasa-do como tal. Volveremos sobre esta cuestiónmás adelante.

La casa

El espacio situado delante de la puerta deentrada al castillo fue empedrado durante la res-tauración. Bajo el mismo aparece la roca en granparte de la zona, excepto en el sector máspróximo a la muralla (entre la torre-puerta yla pequeña Torre Semicircular), en la que estabaja progresivamente. El quiebro de la roca fueaprovechado para colocar una vivienda de laque subsiste el ángulo Suroeste. Se trata de unzócalo de piedras superpuestas (1 a 3 hiladassegún la altura de la roca) y unidas mediantearcilla, material que no aparece en ningún otropunto del asentamiento. El perfil Noreste (Fig.2) presenta en su parte inferior, correspon-diente al momento de ocupación de la vivien-

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da, numerosos microniveles; mientras que enlos periodos posteriores al abandono de estaaparecen gruesos paquetes que deben corres-ponder a los “pavimentos” de la zona (tierrarojiza, plaquitas de esquisto) y de incendio. Lacerámica aparecida en los niveles de ocupa-ción de la vivienda, consistente fundamental-mente en ollas de diversos tipos, permitenfechar el conjunto en torno al siglo X (JC. CAS-

TILLO 1998), que quizá sea la fecha de ocupa-ción del cerro.

A continuación, a unos 10 m de la puertade entrada a la fortaleza, se inician una seriede construcciones (Láms. II y III: Fig. 3) que ter-minan junto a la Torre del Homenaje, y quequedan delimitadas al Este-Noreste por la mura-lla reconstruida y al Oeste por el que a partirde ahora denominaremos Muro Interior Este.Al inicio de las excavaciones el espacio estabadividido en cuatro zonas, C1 a C4, a conti-nuación describiremos los elementos cons-tructivos encontrados en cada una de ellas.

La zona C1

La más próxima a la puerta de entrada a lafortaleza tenía el suelo al mismo nivel que elpatio. Estaba delimitada al Norte y Sur pormuros perpendiculares a la muralla reconstrui-da. Del primero sólo quedaba un fragmento queestaba adosado al lienzo exterior y quedaba inte-rrumpido por la abertura que daba acceso aeste espacio. La excavación ha demostrado queesta habitación y el muro que la separa delpatio son de construcción reciente. Lo quehabía en esta zona en el pasado era la partesuperior del fuerte barranco (Lám. III) que seadvierte al otro lado de la muralla reconstrui-da (Lám. II), en el lado Sur de este barrancose levantó el baño.

El muro, que separaba las salas C1 y C2 eraen realidad el muro posterior del baño, situa-do en el borde de dicho barranco, para lo quese había cortado la roca y se había encastra-do el muro a más de dos metros por debajodel nivel del suelo del baño; la cara del muroque daba al interior del baño fue revestida conun enlucido de mampostería durante la res-

tauración, y de ahí la falsa impresión que hoyofrece. Dicho muro fue cortado por una atar-jea en época moderna, pero con anterioridada la restauración. El Perfil Este del corte quehemos abierto muestra que el barranco fuerellenándose lentamente desde fecha indeter-minada –aunque probablemente tras la cons-trucción del lienzo de la fortaleza santiaguista–notándose numerosos microniveles de depo-sición. En parte del Perfil Norte se observanlos mismos microniveles que en el anterior,rotos por una fosa de grandes dimensiones,posiblemente realizada durante la restauracióncon finalidad de buscar la puerta del baño, seríaal advertir la potencia del muro y su finalidad,cuando se optaría por la solución actual quedesvirtuó la organización de la zona.

Adosado perpendicularmente al muro pos-terior del baño en el lado Oeste, se encuen-tra otro muro que tiene dirección SE-NW, quepasa bajo el pavimento actual del patio y llegacerca de la casa, aunque ya muy deteriorado,posiblemente por la elevación de la roca. Estárealizado en tapial, con muchas piedras bienordenadas, alcanzando una elevada dureza; suanchura es difícil de calcular ya que a él sesuperpuso en parte el que hemos llamadoMuro Interior Este, pero debe ser como míni-mo de 0’80 m. Del mismo hemos puesto aldescubierto un cajón y parte de un segundo,lo que da una altura mínima conservada de1’60 m. Creemos que se trata de una murallaislámica levantada para cerrar el inicio del barran-co, y posiblemente deba fecharse a mediadosdel siglo XII. Sobre esta muralla se superponeen parte una segunda muralla también islámi-ca de la que sólo queda en este punto unmachón que forma el extremo NW del MuroInterior Este. Esta segunda muralla rectificó enparte la dirección de la primera, y presenta unángulo que quizá implique la reducción delespacio de la fortaleza. Su factura es de muchamejor calidad que la primera, y cabe atribuirlaal periodo almohade.

El baño árabe

Los dos sectores siguientes (C2 y C3) for-maron parte del baño, encontrándose a dife-

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rentes alturas. Al sector (C2) se accede en laactualidad desde el anterior (C1) a través decuatro escalones (Lám. II). El sector estaba asu vez constituido por cuatro espacios rectan-gulares, tres de ellos (Norte, Sureste y Oeste)articulados en torno al cuarto, que actúa comoespacio central. El baño pudo ser algo másamplio, y posiblemente hubiese otro espaciosemejante a estos en el lado Este, desapareci-do por la erosión, o eliminado al construir lamuralla actual.

La puerta original del baño debía estar dondehoy se encuentra el Muro Interior Este, que aquítiene apenas un metro de altura, y está asen-tado sobre un relleno de cierta complejidad,tal y como ha podido demostrarse al excavaren el otro lado, en el claustro/tribuna. Hacia elbaño el muro y el relleno fueron recubiertosdurante la restauración de un enfoscado imi-tando mampostería, que ha ocultado dichapuerta. Esta conduciría simultáneamente a losespacios Norte y Oeste.

El primero debía ser la sala fría del baño,con su pavimento situado a unos 15 cm pordebajo del actual, pero del mismo sólo que-dan huellas de cal grasa. Desde el mismo seaccede directamente al espacio central, queparece corresponder al Bayt al Wastani o salatemplada del baño, de la que se conserva partedel hipocausto, constituido por dos grandespilares rectangulares sobre los que apoyaba unsuelo de losas de mármol, estructura que debióser reconstruida en 1967 así como los murosque lo limitan, aunque no se reconstruyó lasala en altura ni se techó. El muro que sepa-raba el bayt al-Wastany de la sala Sureste estáformado por dos segmentos muy distintos, elmás próximo a la muralla fue construido duran-te la restauración. El segundo parece original,aunque restaurado y conserva empotrado elhueco de una chimenea para regular la tem-peratura como es usual en este tipo de baño,así como restos del estucado pintado en rojoque debía decorar todo el edificio. El espacioSureste debe ser el bayt al-Sajun o sala calien-te. Pero la puerta al mismo debía estar situa-da en el muro construido o en la zona desa-parecida. Después de la excavación aparecedividida en dos espacios por un muro de tra-

zado oblicuo e ínfima calidad, que parece recien-te; el sector más próximo a la muralla estátotalmente destruido por la cimentación deaquella. El segundo tiene el pavimento direc-tamente sobre la roca; a este último se acce-de también a través del espacio Oeste, que enconsecuencia sería sólo un pasillo; es posibleque aquí hubiese instalaciones de servicio, perohoy es imposible saberlo.

El último espacio (C3) estaba separado delanterior por otro muro moderno. Las estruc-turas investigadas en el mismo resultan bas-tante confusas, los elementos identificados inclu-yen los restos de una pequeña pileta, con suelode baldosas de barro, que debía formar partede la sala caliente, mientras que al Suroeste esposible que se ubicase un pequeño depósitopara almacenar agua, ya que en el mismo seconservan las huellas de una canalización quepasaría bajo la actual Torre del Homenaje. Estedepósito sería empleado como cimentación deuna torre posiblemente almohade de la queluego hablaremos.

El baño debió estar decorado con ciertamagnificencia, como muestran los restos depintura (Lám. V) y de ladrillo recortado (Lám.IV) recuperados.

La torre y la muralla almohades

En un segundo momento el depósito des-crito quedó integrado en lo que parece seruna torre, constituyendo la “planta baja”. Delcuerpo superior sólo queda una esquina com-puesta por un pavimento de unos 40 cm degrosor, mientras que los muros que la limitansuperan los 80 cm. Su orientación es distintaa la de las estructuras que venimos descri-biendo, pero forma el extremo Sureste delMuro Interior Este. El material es una tabiyyade extraordinaria calidad, semejante al de laesquina Noroeste de dicho Muro Interior, porlo que debe ser parte de la misma muralla.Finalmente, entre la torre almohade y la Torredel Homenaje, se encuentra el último sector(C4). Como ocurre en casi todos estos sec-tores, está separado del anterior por una para-ta moderna que no rebasa el suelo actual, yque se adosa a la torre almohade. El suelo

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actual de este sector está bastante por encimade los niveles y muros iniciales del baño, peroalgo por debajo de piso de la torre almohade.De lo que existió aquí en época islámica sóloqueda un fragmento de muro adosado per-pendicularmente a la Torre del Homenaje, queparece un tramo de muralla que conectaríacon la torre antes descrita.

Claustro/tribuna (D)

Es una sala trapezoidal situada al Oeste delbaño, limitado por muros bajos, en los ladosSur y Oeste y abierto por el Norte. En el exte-rior la roca se encuentra en superficie. En elextremo Sur, a pocos cm del suelo existenteen la actualidad se han localizado los restos deun pavimento –o de la base de un pavimen-to– de cal grasa, que posiblemente date de laépoca santiaguista, y que se relaciona con losmuros a que antes nos hemos referido, que pordebajo del mismo quedan “colgados”. No hayevidencias de que este pavimento fuese comúna toda la sala. Por debajo el espacio pareceque estuvo dividido en época islámica en almenos tres sectores. El sector Norte no fuerebajado. En el Sur hay restos de otro pavimentoya sobre la roca, cuyos intersticios fueron relle-nados con piedras. Pero el de mayor interés esel central, donde debió encontrarse la puertadel baño.

La iglesia (F)

Las excavaciones en el interior de la mismase han limitado a un gran corte en la zona delos pies, donde se ha localizado la muralla almo-hade, que se prolonga en el “podio” exterior,aunque en la iglesia está en muy mal estado.

“El podio”: la muralla almohade (M)

Entre la torre del extremo Noroeste (I) yla Iglesia (F) se extiende un “podio” sólo inte-rrumpido ante la Torre Semicircular (H) dondese “tallaron” en el mismo unos escalones paradarle acceso. Es otro lienzo de la muralla almo-hade (Lám. VI), ya que el material en el queestá realizado es semejante al que vimos en losextremos del Muro Interior Este, un tapial de

extraordinaria calidad. La excavación en estazona consistió en la apertura de un sondeo enel espacio existente entre la misma y el aljibe(K) para relacionar ambas estructuras y fechar-las relativamente. El sondeo permitió compro-bar que la muralla conserva un total de 2’50m de altura, y que se apoya directamente enla roca. La parte inferior parece estar deterio-rada desde la base hasta una altura de 1’80 m,lo que sugeriría que estuvo visible y en usodurante mucho tiempo.

El desnivel existente entre el centro delpatio, donde aflora la roca y la base de estamuralla era superior a los 5 m. Delante de lamuralla se alisó ligeramente el terreno cortan-do la roca, y creando así un pasillo de unos 2’50m de anchura en su parte más estrecha, ensan-chándose hacia el Norte. La base de este pasi-llo no era inicialmente regular, estando “esca-lonada” lateralmente , rel lenándosepaulatinamente de tierra sin material, lo que con-tribuyó a igualar el terreno; este relleno fuemovido al menos en una ocasión creándose unagran fosa, hasta que finalmente se pavimentóla zona con un grueso nivel de cal grasa, quequeda aproximadamente a 1’20 m sobre laroca, junto a la muralla. Sobre este pavimentose suceden diversos niveles de ocupación yalguno de colmatación, formando un paquetede unos 24 cm de grosor. Esta fase fue cerra-da por un grueso nivel de incendio (Fig. 4),que quizá corresponda a la conquista castella-na. Pero encima del mismo se encuentra otropotente nivel de relleno (entre 50 y 60 cm)compuesto de material constructivo (fragmentosde pavimento de gran calidad, estuco pintado,ladrillos, tejas), mezclado con cerámica islámi-ca entre la que destacan algunos fragmentosde cuerda seca de buena factura. Creemos quepuede corresponder a un edificio islámico quehabría estado situado donde hoy se encuentrael aljibe.

La reforma santiaguista del castillo consis-tiría por tanto en esta zona en levantar unanueva muralla al exterior de la islámica exis-tente, aprovechando el desnivel entre ambaspara crear torres huecas que sirvieran de alma-cén. Hacia el interior trataron de igualar la pro-nunciada pendiente rellenando el terreno con

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los restos de las edificaciones islámicas, quizádañadas durante la conquista, de forma que lamuralla islámica quedó enterrada en gran parte,y se tendió a igualar el terreno, que pese a todoconservó aún importantes desniveles. A con-tinuación levantaron sus propios edificios sobrela muralla y sobre los restos derribados. Unode estos fue la iglesia, que ocupó el frente Sur,sirviendo su pared exterior de muralla; es posi-ble que sobre la parte emergente de la zonaOeste (el “podio” hoy existente) construye-sen otro edificio, lo que justificaría la existen-cia de las dos ventanas con derrame hacia elinterior abiertas en el nuevo lienzo de la mura-lla, que de otra forma no tienen justificación.Y frente al mismo el aljibe (K) cuya fosa decimentación se apoyó en la roca (Lám. VII).Teniendo en cuenta la precisión con la que lazarpa del aljibe se sitúa sobre el borde delcorte de la roca, podemos suponer que sabí-an donde se encontraba este, y que por tantono debió pasar mucho tiempo entre la col-matación del pasillo y la apertura de la fosade cimentación, por lo que les atribuimos elderribo del mencionado edificio islámico. Todoesto confirma además sobradamente que el alji-be es desde sus inicios una obra santiaguista.El hipotético edificio situado sobre la murallaalmohade sería a su vez derribado posterior-mente, y sus restos son el material construc-tivo, claramente distinto al anterior, que seencuentra también delante de la parte emer-gente de la muralla y que con una potenciade casi 0’50 m terminó el proceso de colma-tación del “pasillo” excavado en la roca. Lafecha de este hipotético derribo resulta con-siderablemente más problemática. Por últimorecientemente se produjo una nueva eleva-ción del terreno, mucho más modesta, con losnuevos aportes de material constructivo de larestauración de los años sesenta, la mayorparte del cual, sin embrago, fue a parar a lasescombreras que rodean el castillo por loslados Este y Sur.

El almacén (J)

Este espacio se encuentra al Norte, (a laderecha de la puerta de entrada al castillo). Esuna sala rectangular que conecta con la torrede la esquina Oeste (I). Está dividida en 5 tra-

mos por 4 arcos diafragmas apuntados (almenos después de la restauración). El primerespacio, el más próximo a la torre (I), es nota-blemente reducido, lo que abunda en la defi-ciente solución dada durante la restauración alenlace entre la sala y la torre (I), también evi-dente en el hecho de que el arco de la puer-ta de la torre queda por encima del ápice delos arcos de la sala. Además en la pared Norte,que es al mismo tiempo la muralla del castilloen esta zona, se advierten dos ventanas conderrame al interior que según la situación actualquedarían igualmente por encima del techo dela sala.

Las excavaciones han presentado aquí difi-cultades especiales derivadas del hecho deque la sala está recorrida por numerosas con-ducciones eléctricas correspondientes a losdiversos sistemas de iluminación. Por ello, sesustituyó la excavación en extensión inicial-mente prevista, por un sondeo junto al 2º pilar(desde la torre) adosado a la muralla, com-probándose que la zarpa de cimentación delmismo se encontraba 2 m por debajo del niveldel suelo actual. Estratigráficamente hemospodido distinguir tres momentos de relleno,empezando desde la base. Ligadas a la zarpade cimentación del pilar aparecen piedras depequeño tamaño, que deben formar partede la construcción del propio pilar. Por enci-ma hay un paquete 1’60 m de grosor aproxi-madamente de bloques de argamasa, ladrillos,tejas y piedras de mediano tamaño, en cuyaparte superior aparecieron diversos huesosde cabra, que posiblemente pertenecieran aun sólo ejemplar ; por encima, el nivel super-ficial, con material moderno y caracterizado porla presencia de las conducciones eléctricasmencionadas.

Esta estratigrafía plantea el problema de siexistió una planta de gran altura, dos plantas,o si el relleno existente es original en su mayorparte y tenía como función reforzar la estabi-lidad de la cimentación, lo que parece lo menosprobable. En consecuencia es preciso replan-tearse cual era el nivel real del suelo, y cual eltrazado de los arcos, cuyo ápice debe estar encualquier caso por encima de las ventanas men-cionadas. Pero además, los resultados de la

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excavación del espacio exterior (L) apuntan aque todo el muro de cierre Sur fue levantadotardíamente y que en consecuencia la sala ensu configuración actual no es mas que una solu-ción reciente.

Exterior del almacén (L)

Se trata de una superficie de unos 11 m delongitud por 7 m de anchura, limitada al Nortepor el almacén y al Sur por el aljibe; Se acce-de por el Este, estando todo el espacio almismo nivel que el patio. Al Oeste se cons-truyó modernamente un muro que separa esteespacio del “foso” situado delante de la anti-gua muralla islámica, por lo que aunque en elEste la roca aparece en superficie, es muy posi-ble que aquí haya más de 3 m de potenciaarqueológica. Por ello se abrió un corte en esteextremo.

Bajo el empedrado moderno aparecierondos muros (a y b) realizados en tapial, unode los cuales (b) se adosaba (no trabándose)al otro, a pesar de lo cual formaban la esqui-na de una edificación que debió ser cortadapor el muro de cierre del Almacén, ello impli-ca que o bien los niveles aquí existentes sonislámicos desde la superficie, lo que plantea-ría nuevos problemas acerca de la topografíaislámica de la zona, o que el muro de la salavecina fue levantado en época moderna. Enlo que debía ser el interior de la habitaciónapareció un pequeño pilar de ladrillo del quesólo quedaban cuatro hiladas, adosado al pri-mer muro (a) y apoyado en un pavimento decal grasa, en el que también apoya el segun-do muro (b). Por debajo de ambos hay unsegundo pavimento relacionado ya sólo conel primer muro (a). Al exterior de ambosmuros, a pocos cm de la superficie, aparecióun pavimento de cal de extraordinaria dure-za que sella los niveles inferiores. La eviden-cia de que existen estructuras antiguas per-fectamente selladas, y la obvia potencia de lazona, obliga a excavar este sector en área ycon técnica de microespacio, lo que rebasa-ba ampliamente el presupuesto previsto paraesta campaña, por lo que se interrumpió laactuación en este sector.

El aljibe y el claustro

Las fotografías de la restauración conserva-das en el Ministerio de Fomento muestran quelos muros del aljibe rebasaban extraordinaria-mente el terreno del entorno, lo que implicaque durante la restauración debió eliminarse unaparte del mismo, enrasándolo con el patio.Consecuentemente, la estructura hoy existen-te es en parte moderna. Y lo mismo cabe afir-mar de la organización de basas y columnas quehoy configuran la zona como un claustro.

CONCLUSIONES:LAS FASES ISLÁMICAS

Segura de la Sierra (la Saqura islámica) noaparece mencionada por los geógrafos e his-toriadores de los primeros siglos de Al-Anda-lus, por lo que o bien era una población sinrelevancia, o aún no existía, a pesar de quealgunos autores consideran que el topónimopuede ser de raíz latina. Las excavaciones sugie-ren, en base a la cerámica, que la ocupacióndel cerro pudo iniciarse en torno a finales delsiglo IX o principios del siglo X. Se trató posi-blemente de una comunidad campesina quese ubicó en él aprovechando las terrazas natu-rales formadas por la roca, y cuyos únicos res-tos por el momento son los de la casa locali-zada en la cima. No hay que descartar que laubicación se produjese en el marco del final dela crisis del Emirato, después del triunfo deAbd al-Rahman III (M. ACIÉN 1994; V. SALVATIE-

RRA 2001).

Esta comunidad crecería con relativa rapi-dez gracias a la riqueza del entorno, con abun-dante agua en el propio cerro y un amplio yfértil valle a sus pies. No sabemos si con pos-terioridad la comunidad tendió a situarse algomás abajo, en la falda, dejando la cima sólocomo refugio ocasional, ya que por el momen-to faltan los materiales del siglo siguiente, aun-que no descartamos que hayan desaparecidoa causa de las numerosas obras posteriores.En cualquier caso las siguientes construccionesde la cima del Cerro suponen que ya se habíanproducido cambios de gran importancia en laorganización de la población. La principal cons-

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trucción conservada de este segundo momen-to parece ser el baño árabe. El mismo se colo-có en el borde de uno de los precipicios querodean la cima, de forma que sus paredesNorte y Este quedaron sobre el mismo, cerran-do un muy improbable acceso por ese lado.Se trata de un baño de pequeñas dimensiones,posiblemente de menos de 80 m2, incluidas lashabitaciones de servicio lo que hace pensarque estaba destinado a un grupo muy reduci-do, prácticamente privado. Este baño tuvo queestar decorado con lujo, como muestran los res-tos de decoración recuperada.

Adosado al muro Norte del baño se situóuna muralla de tapial, que completaba el cie-rre del barranco. De esta muralla no se hanencontrado huellas en otras partes del asen-tamiento, bien porque no existiera o porquelas reformas posteriores la eliminaran, lo queparece lo más probable, si bien otro segmen-to de la misma puede estar en el lado Oeste,como parte inferior de la muralla que poste-riormente levantarán los almohades, y que pre-senta algunas diferencias con la parte superior.Si esto es correcto, a este mismo momento pue-den corresponder las primeras fases del pasi-llo de unos 4 m de anchura, construido delan-te de la muralla cor tando la roca, y queprogresivamente fue regularizado. Entre estepasillo y el centro del actual patio de armasdebieron extenderse las construcciones cuyosmateriales (pavimentos, ladrillos, estucos, tejas,etc.) junto a cerámica de gran calidad, rellena-rán posteriormente –ya en época santiguista–el propio pasillo, elevándolo.

La muralla, el baño y los restos destruidossuponen la apropiación de la cima del cerro porparte de un poder político que se fortifica,pero que no renuncia a los lujos de una socie-dad urbana, que posiblemente en esos momen-tos empezaban a llegar al conjunto de la pobla-ción de Segura, que está experimentando unnotable crecimiento según autores árabes comoal Himyari; al-Idrisi o al-Zuhri.

Hay tres momentos en la historia conoci-da de este periodo en lo que eso pudo suce-der. Los dos primeros corresponden al perio-do taifa, cuando Segura se convierte por poco

tiempo en la capital de un pequeño reino inde-pendiente; uno entre 1043 y 1044 sin que hayadatos del mismo. Después el territorio quedóintegrado en la taifa de Denia en manos de Alíb. Muyahid, pero cuando esta última fue con-quistada por al-Muqtadir ibn Hud rey de Zara-goza, Segura volvió a ser independiente (1076-1079) hasta que fue entregada a al-Mutamidde Sevilla. En el tercer periodo hubo ademásen Segura un personaje con la relevancia y elpoder político suficiente como para realizar esaapropiación y emprender esas obras. Se pro-dujo a partir de 1147, cuando Ibrahim IbnHamusk, perteneciente a una familia que habíaservido a los almorávides, se sublevó contraestos en Sócovos de Yeste, ocupó Segura, sealió con Ibn Mardanis de Murcia, y a partir de1157 se apoderó de la mayor parte de la pro-vincia de Jaén, creando un reino independien-te y manteniendo una larga lucha contra losalmohades, siendo Segura su lugar de refugioen los momentos de máxima crisis, hasta su defi-nitivo sometimiento en 1169.

Provisionalmente creemos que buena partede las obras descritas (como hemos señaladotenemos dudas sobre el inicio de la murallaOeste) habría que fecharlas en este últimoperiodo. Durante el periodo de taifas, Seguraestará siempre presionada por los expansivosreinos vecinos y relativamente aislada del entor-no, lo que si bien puede justificar el levanta-miento de murallas, explica menos la realiza-ción de un baño en la cima del cerro, con susproblemas de abastecimiento de agua, sobretodo en unos periodos tan breves. Por otraparte, el programa decorativo del baño sugie-re la existencia de diversos artesanos especia-lizados, y la pintura, aunque no hay en los frag-mentos conservados figuras humanas, ni parecehaber parentesco con las decoraciones que seatribuyen a Ibn Mardanis en algunos palaciosde la región murciana, si parece que comoaquellos podrían tener por objeto la lucha enel terreno ideológico contra los almohades,imbuidos en esos momentos por un rigorismoextremo (J. NAVARRO 1995).

Durante el periodo en que Segura perte-nece al imperio almohade (1169-1230) se levan-tó la segunda muralla islámica. El baño se man-

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tuvo sin cambios, ya que el mismo podía serutilizado sin problemas como muralla, puesto quees de suponer que respondía al esquema tra-dicional de estos edificios, es decir, muros conun grosor entre 0’80 y 1’00 m y cubierto conuna bóveda sobre terraza por la que podía cir-cularse, en consecuencia el baño sería una grantorre, situada además al borde de un despe-ñadero casi inaccesible. Los extremos del bañofueron reforzados por otros tramos de mura-lla y una torre respectivamente. De la murallaalmohade se conserva también gran parte dellienzo Oeste con una altura en torno a los 2’50m y restos en el lado Sur. El resto del espaciodebía estar ocupado en época islámica por diver-sas edificaciones, en su mayor parte suprimidas.

Ocupada Segura a mediados del siglo XIII,se ignora el momento en el que la Orden deSantiago inició la transformación de la fortale-za almohade; la misma respetó parte de loexistente incorporándolo. Así, los nuevos lien-zos de muralla, de mucha mayor altura que losalmohades, fueron situados al exterior de lospreexistentes, de forma que la fortaleza pasóa tener en algunas zonas una doble muralla conun profundo foso entre ambas, dando a cadalado una solución diferente. Pero en el ladoEste debió conservarse el baño como muro decierre. Suprimieron la mayor parte de las estruc-turas interiores, levantando sus edificios en elper.imetro, posiblemente también construye-ron o modificaron el gran aljibe central.

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297AyTM 8, 2001

AyTM 8, 2001298

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Aljibe

C/ 1C/ 3

C/1

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CLAVES

Baño (S. XII)

Muralla (S. XII)

Muralla almohade

Atarjea ¿S. XIX?

Restauración de los años 60

Casa del siglo X

Fig. 1. Planta general del castillo

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0m 1'00m 2'00m

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1.- Pavimento cal grasa2.- Tierra con ceniza3.- Nivel muy arcilloso4.- Nivel blanco-amarillento5.- Tierra rojiza6.- Microniveles con carbones y ceniza7.- Arcilla con ceniza8.- Nivel con ladrillos9.- Tierra grisácea10.- Paquete de tierra muy dura11.- Nivel rojizo12.- Nivel con fragmentos de esquisto13.- Nivel de tierra granulosa con carbón14.- Nivel con cal15.- Superficial16.- Pavimento de piedras (1967)

10

Corte 7. Perfil Noreste

Fig. 2. Perfil estratigráfico de la casa del siglo X

AyTM 8, 2001300

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Muro posterior del baño

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Fig.

3.

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Aljibe

Muralla Almohade

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Roca

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Q

B.- Semejante a la anterior, más oscuraC.- Fosa con material de derrumbeD.- Posible pavimento de argamasaE.- Nivel de relleno (hueso, ladrillo, teja...)F.- Nivel de ocupaciónG.- Nivel de incendio H.- Derrumbe (mampostería, tapial, etc.)I.- Asociado a las anterioresJ.- Nivel de derrumbe (edificio islámico)K.- Fosa de cimentación del aljibe, rompiendo JL.- Cimentación aljibeM.- Nivel de ocupaciónN.- FosaÑ.- Nivel de derrumbe (edificio santiaguista)O.- Fosa modernaP.- SuperficialQ.- Fosa para cables eléctricos

A.- Sedimento arcilloso, frag de alguna teja

5'23

2'53PERFIL ESTE del C/1

Fig. 4. Perfil entre el aljibe santiaguista y la muralla almohade

Lám. II. Vistas de las estructuras del baño

AyTM 8, 2001302

Lám. III. Detalle del extremoNoreste del baño y de las

murallas islámicas

Lám. VI. La muralladel lado Oeste

AyTM 8, 2001 303

Lám

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Lám. IV. Base recortada para decoración de yeso