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FABULAS
1.
El águila, la liebre y el escarabajo.Una vez estaba una liebre siendo perseguida por un águila, y viéndose perdida, pidió ayuda a un escarabajo suplicándole que le ayudara.
El escarabajo le pidió al águila que perdonara a su amiga. Pero el águila, despreciando la insignificancia del escarabajo, devoró a la liebre en su presencia.Desde entonces el escarabajo observaba los lugares donde el águila ponía sus huevos, y haciéndolos rodar, los tiraba a tierra. Viéndose el águila echada del lugar a donde quiera que fuera, recurrió a Zeus pidiéndole un lugar seguro para depositar sus huevos.Zeus le ofreció colocarlos en su regazo, pero el escarabajo, viendo lo sucedido, hizo una bola de estiércol que se asemejara a un huevo de águila y la dejó caer sobre el regazo de Zeus.Entonces Zeus para sacudirse aquella suciedad, se levantó y tiró a la tierra los huevos sin darse cuenta. Por eso desde entonces, las águilas no ponen huevos en la época en que salen los escarabajos.
Moraleja: Nunca desprecies lo que parece insignificante, pues no hay ser tan débil que no pueda alcanzarte.
2.
Fabula el Perro y el ReflejoHabía una vez un perro, que estaba cruzando un lago. Al hacerlo, llevaba una presa bastante grande en su boca. Mientras lo cruzaba, se vio a sí mismo en el reflejo del agua. Creyendo que era otro perro y viendo el enorme trozo de carne que llevaba, se lanzó a arrebatársela.
Decepcionado quedó cuando, por buscar quitarle la presa al reflejo, perdió la que él ya tenía. Y peor aún, no pudo obtener la que deseaba.
Moraleja: El que envidia lo de los demás, pierde lo que tiene con justicia.
3.
El águila, el cuervo y el pastorLanzándose desde una cima, un águila arrebató a un corderito. La vio un cuervo y tratando de imitar al águila, se lanzó sobre un carnero, pero con tan mal conocimiento en el arte que sus garras se Enredaron en la lana, y batiendo al máximo sus alas no logró soltarse.
Viendo el pastor lo que sucedía, cogió al cuervo, y cortando las puntas de sus alas, se lo llevó a sus niños.
Le preguntaron sus hijos acerca de qué clase de ave era aquella, y él les dijo: - Para mí, sólo es un cuervo; pero él, se cree águila.
Moraleja: Pon tu esfuerzo y dedicación en lo que realmente estás preparado, no en lo que no te corresponde.
Cuento infantil. El niño y los clavos
Un cuento para ayudar a controlar el mal genio de los niños
Había un niño que tenía muy, pero que muy mal carácter. Un día, su
padre le dio una bolsa con clavos y le dijo que cada vez que perdiera la
calma, que él clavase un clavo en la cerca de detrás de la casa.
El primer día, el niño clavó 37 clavos en la cerca. Al día siguiente,
menos, y así con los días posteriores. Él niño se iba dando cuenta que
era más fácil controlar su genio y su mal carácter, que clavar los clavos
en la cerca.
Cuento sobre los berrinches de los niños
Finalmente llegó el día en que el niño no perdió la calma ni una sola vez
y se lo dijo a su padre que no tenía que clavar ni un clavo en la cerca. Él
había conseguido, por fin, controlar su mal temperamento.
Su padre, muy contento y satisfecho, sugirió entonces a su hijo que por cada día que controlase su carácter, que sacase un clavo de la cerca.
Los días se pasaron y el niño pudo finalmente decir a su padre que ya
había sacado todos los clavos de la cerca. Entonces el padre llevó a su
hijo, de la mano, hasta la cerca de detrás de la casa y le dijo:
- Mira, hijo, has trabajo duro para clavar y quitar los clavos de esta
cerca, pero fíjate en todos los agujeros que quedaron en la cerca. Jamás
será la misma.
Lo que quiero decir es que cuando dices o haces cosas con mal genio,
enfado y mal carácter, dejas una cicatriz, como estos agujeros en la
cerca. Ya no importa tanto que pidas perdón. La herida estará siempre
allí. Y una herida física es igual que una herida verbal.
Los amigos, así como los padres y toda la familia, son verdaderas joyas
a quienes hay que valorar. Ellos te sonríen y te animan a mejorar. Te
escuchan, comparten una palabra de aliento y siempre tienen su
corazón abierto para recibirte.
Las palabras de su padre, así como la experiencia vivida con los clavos,
hicieron con que el niño reflexionase sobre las consecuencias de su
carácter. Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.
FIN
Cuento sobre la amabilidad. Daniel y las palabras mágicas
Daniel y las palabras mágicas, un cuento que fomenta la amabilidad a los niños
Te presento a Daniel, el gran mago de las palabras. El abuelo de Daniel
es muy aventurero y este año le ha enviado desde un país sin nombre,
por su cumpleaños, un regalo muy extraño: una caja llena de letras
brillantes.
En una carta, su abuelo le dice que esas letras forman palabras amables
que, si las regalas a los demás, pueden conseguir que las personas
hagan muchas cosas: hacer reír al que está triste, llorar de alegría,
entender cuando no entendemos, abrir el corazón a los demás,
enseñarnos a escuchar sin hablar.
Cuento sobre la amabilidad para niños
Daniel juega muy contento en su habitación, monta y desmonta
palabras sin cesar.
Hay veces que las letras se unen solas para formar palabras fantásticas, imaginarias, y es que Daniel es mágico, es un mago de las palabras.
Lleva unos días preparando un regalo muy especial para aquellos que
más quiere.
Es muy divertido ver la cara de mamá cuando descubre por la mañana
un buenos días, preciosa debajo de la almohada; o cuando papá
encuentra en su coche un te quiero de color azul.
Sus palabras son amables y bonitas, cortas, largas, que suenan bien y
hacen sentir bien: gracias, te quiero, buenos días, por favor, lo
siento, me gustas.
Daniel sabe que las palabras son poderosas y a él le gusta jugar con
ellas y ver la cara de felicidad de la gente cuando las oye.
Sabe bien que las palabras amables son mágicas, son como llaves que
te abren la puerta de los demás.
Porque si tú eres amable, todo es amable contigo. Y Daniel te pregunta:
¿quieres intentarlo tú y ser un mago de las palabras amables?
FIN
Cuento infantil. Carrera de zapatillas
Había llegado por fin el gran día. Todos los animales del bosque se levantaron
temprano porque ¡era el día de la gran carrera de zapatillas! A las nueve ya
estaban todos reunidos junto al lago.
También estaba la jirafa, la más alta y hermosa del bosque. Pero era tan
presumida que no quería ser amiga de los demás animales.
Carrera de zapatillas: cuento infantil sobre la amistad
La jirafa comenzó a burlarse de sus amigos:
- Ja, ja, ja, ja, se reía de la tortuga que era tan bajita y tan lenta.
- Jo, Jo, Jo, Jo, se reía del rinoceronte que era tan gordo.
- Je, je, je, je, se reía del elefante por su trompa tan larga.
Y entonces, llegó la hora de la largada.
El zorro llevaba unas zapatillas a rayas amarillas y rojas. La cebra, unas
rosadas con moños muy grandes. El mono llevaba unas zapatillas verdes con
lunares anaranjados.
La tortuga se puso unas zapatillas blancas como las nubes. Y cuando estaban a
punto de comenzar la carrera, la jirafa se puso a llorar desesperada.
Es que era tan alta, que ¡no podía atarse los cordones de sus zapatillas!
- Ahhh, ahhhh, ¡qué alguien me ayude! - gritó la jirafa.
Y todos los animales se quedaron mirándola. Pero el zorro fue a hablar con ella
y le dijo:
- Tú te reías de los demás animales porque eran diferentes. Es cierto, todos
somos diferentes, pero todos tenemos algo bueno y todos podemos
ser amigos y ayudarnos cuando lo necesitamos.
Entonces la jirafa pidió perdón a todos por haberse reído de ellos. Y vinieron las
hormigas, que rápidamente treparon por sus zapatillas para atarle los
cordones.
Y por fin se pusieron todos los animales en la línea de partida. En sus marcas,
preparados, listos, ¡YA!
Cuando terminó la carrera, todos festejaron porque habían ganado una nueva
amiga que además había aprendido lo que significaba la amistad.
Colorín, colorón, si quieres tener muchos amigos, acéptalos como son.
FIN
El principito - Antoine de Saint-Exupéry
El principito (Le Petit Prince), publicado el 6 de abril de 1943, es el relato corto más conocido
del escritor y aviador francés Antoine de Saint-Exupéry. Lo escribió mientras se hospedaba en
un hotel en Nueva York y fue publicado por primera vez en los Estados Unidos. Ha sido
traducido a ciento ochenta lenguas y dialectos, convirtiéndose en una de las obras más
reconocidas de la literatura universal.
El principito habita un pequeñísimo asteroide, que comparte con una flor caprichosa y tres
volcanes. Pero tiene «problemas» con la flor y empieza a experimentar la soledad; hasta que
decide abandonar el planeta en busca de un amigo. Buscando esa amistad recorre varios
planetas, habitados sucesivamente por un rey, un vanidoso, un borracho, un hombre de
negocios, un farolero, un geógrafo… El concepto de «seriedad» que tienen estas «personas
mayores» le deja perplejo y confuso. Prosiguiendo su búsqueda llega al planeta Tierra, pero
en su enorme extensión siente más que nunca la soledad. Una serpiente le da su versión
pesimista sobre los hombres y lo poco que se puede esperar de ellos. Tampoco el zorro
contribuye a mejorar su opinión, pero en cambio le enseña el modo de hacerse amigos: hay
que crear lazos, hay que dejarse «domesticar». Y al final le regala su secreto: «Sólo se ve
bien con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos». De pronto, el principito se da cuenta
de que su flor le ha «domesticado» y decide regresar a su planeta valiéndose de los medios
expeditivos que le ofrece la serpiente. Y es entonces cuando entra en contacto con el aviador;
también el hombre habrá encontrado un amigo…
La metamorfosis - Franz Kafka
La metamorfosis relata la peripecia subterránea y literal de Gregor Samsa, un viajante de
comercio que «al despertarse una mañana de un sueño lleno de pesadillas se encontró en su
cama convertido en un bicho enorme». En pocos libros de Kafka queda tan explícito y tan
nítido su mundo como en La metamorfosis, en la que el protagonista, convertido en bestia,
sumido en la más absoluta incomunicación, se ve reducido cruelmente a la nada y arrastrado
inexorablemente a la muerte. Otros escritos de Kafka desarrollan rigurosas variaciones
paralelas, desmenuzan inexorables pesadillas, asignan obsesiones enigmáticas a personajes
desorientados y vencidos, pero tal vez sea La metamorfosis la narración que mejor expresa al
«hombre primordial kafkiano». De ahí que merezca la calificación unánime de obra perfecta y
obra maestra, un texto decididamente superior en el panorama de la literatura universal del
siglo XX.
La máquina del tiempo - Herbert George Wells
Ante el escepticismo de sus amigos, un científico de finales del siglo XIX logra descubrir las
claves de la denominada «cuarta dimensión» (el Tiempo) y construye un vehículo que le
permite viajar físicamente a través del mismo. Mientras tanto sus amigos se reúnen en su
casa, pero en una ocasión el anfitrión no aparece. Luego de esperar un rato, sus amigos lo
ven entrar en un estado calamitoso. Les cuenta la historia de cómo viajó a través del tiempo:
con la intención de conocer el futuro de la humanidad se desplazó hasta el año 802.701, pero
lejos de encontrar una sociedad en la plenitud de su desarrollo, ve un mundo en decadencia
habitado en su superficie por unos seres hedonistas (los Eloi), pero sin escritura, inteligencia
ni fuerza física. El Viajero supone que así debió de terminar la humanidad tras resolver todos
sus conflictos existenciales, sin embargo, poco después descubre que estos seres viven con
un inmenso miedo al subsuelo y a la oscuridad. El subsuelo está dominado por unas siniestras
criaturas, los Morlock, otra rama de la especie humana que se ha habituado a vivir en las
tinieblas y sale de noche para alimentarse de los Eloi que captura. Tras hacer algunas
exploraciones por los alrededores a su llegada al futuro, vuelve al lugar donde dejó la máquina
del tiempo, pero ya no está; más tarde se percatará de que los Morlock la han encerrado en el
pedestal de una estatua que representa a una Esfinge situada en el lugar donde apareció el
Viajero del tiempo. Hace todo lo posible para encontrar un modo de recuperarla, y se
encuentra con una enorme construcción, el Palacio de Porcelana Verde, un museo en ruinas.
Allí recoge herramientas para abrir las puertas de bronce del pedestal de la estatua de la
esfinge, pero cuando vuelve descubre que ya está abierta. Entra en ella, encuentra su
máquina, y descubre que todo fue una trampa, pero escapa con su máquina antes de que los
Morlock lo capturen. Tras abandonar esta era, el protagonista continúa su viaje avanzando
aún más en el tiempo hasta llegar al borde de la finalización de la vida en el planeta Tierra,
con una nueva era glaciar que casi destruye toda la civilización. Luego de millones de años,
ve cómo el sol se detiene sobre el cielo en un crepúsculo eterno. Exhausto y atemorizado,
vuelve a su época y le cuenta la historia a sus compañeros. Nadie cree su historia, pero uno
de los tertulianos habituales vuelve el día siguiente y ve cómo el viajero toma ciertas cosas de
su laboratorio (entre ellas una cámara) y parte hacia el futuro. Aquel hablante, presente en la
fuga del Viajero, comenta que aquello ocurrió hace más de tres años. Hoy en día espera al
Viajero para preguntarle acerca de su nueva aventura.