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1. INTRODUCCIÓN
A medida que nos sumergíamos en la investigación de un personaje tan complejo, como
Mario Briceño-Iragorry, fuimos justificando cada vez más el título escogido para este
trabajo “La Historia en Mario Briceño-Iragorry”. Complejo porque guía a aquellos que
poseen una concepción científica de la Historia por su honestidad en el tratamiento de la
fuente y de igual forma a aquellos que ven en la Historia un fin último más allá de sus
procedimientos, una respuesta por encima de su devenir. Pareciera en sí mismo haber
unificado los antagonismos que dividen el pensamiento de nuestra época.
La Historia no es sólo para el autor un trabajo intelectual de ideas, es vida, con toda la
emoción que le nacía cuando caminaba por ella; y así como San Pedro niega a Cristo la
noche del Calvario, también en su Epistolario expresa una vez, que su trabajo no es el
del historiador del pasado sino que se encuentra en el acontecer que el presente le
ofrece. De la labor de Archivos se fue alejando cada vez más con el paso del tiempo
como comprobaremos más tarde.
Por eso el hombre que toma decisiones y trata de resolver problemas no pudo estar
ausente en muchas ocasiones de este trabajo. La Historia fue una herramienta en su vida,
cuyo conocimiento quiso poner en práctica muchas veces, además de constituirse en
uno de los alimentos básicos para su existencia. La Historia es la solidaridad de los
hombres en el tiempo.
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El historiador para el autor estudiado es una figura muy particular, no es del mismo tipo
que estamos acostumbrados frecuentemente a leer o escuchar; es éste un intelectual muy
esclarecido que puede en muchos casos vaticinar, como lo profetas, los tiempos que
vendrán. La originalidad de Mario Briceño-Iragorry deriva en parte del planteamiento
diferente de estos dos conceptos expresados en distintos momentos de su vida: Historia e
historiador.
El objetivo fundamental de este trabajo fue estudiar la comprensión de la Historia en la
totalidad de la obra de Mario Briceño-Iragorry, porque eso no había sido intentado por
ningún autor en el momento en que comenzamos este trabajo. Pensamos que hemos
cumplido con este propósito.
Leímos y recogimos información acerca del tema en toda la producción publicada del
autor que no deja de ser extensa. De este primer acercamiento extrajimos la organización
del trabajo en tres capítulos: El orden, la solidaridad y la angustia. Cada uno de ellos con
diferente duración cronológica, debido a que los cambios políticos del acontecer
venezolano tuvieron incidencia en el pensamiento histórico de nuestro autor. El primero
de ellos abarca veinticinco años y se desarrolla durante el régimen de Juan Vicente
Gómez, el segundo, un poco más de quince y el último, sólo cinco años y corresponde a
la época de la dictadura del General Marcos Pérez Jiménez.
Como para la validación de las fuentes no nos fue posible comparar los textos impresos
del autor con los manuscritos originales, decidimos enriquecer estas publicaciones con
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el estudio de documentos originales firmados por el autor, presentes en los distintos
archivos del país. Estos enriquecerán aún más la información existente sobre el autor.
Es Mario Briceño-Iragorry un historiador tan versátil y fecundo que nos resultó muy
difícil extraer de sus libros y artículos una sola concepción historiográfica porque ella
como la vida fue cambiando debido al impacto de la realidad, sobre todo de la política.
Fue transformándose también por su gran cantidad de lecturas que estaban incorporando
siempre nuevas visiones a su reflexión histórica.
“En mi vida he visto y he sentido la lucha contradictoria, la perpetua dialéctica del pensamiento. ...Variado el mismo punto de partida de donde arrancó una posición doctrinaria, es deber revalorizar las observaciones de hoy. Yo no creo que se pueda motejar de veleta a quien rectifica posiciones, siempre que esta rectificación no provenga de un sentimiento hedonista. Me parece espantoso pedir una uniforme manera de juzgar cuando nos hallamos frente a un mundo movedizo El mismo hombre, individualmente tiene variedad de etapas en su constitución biológica. La salud, las enfermedades, los tránsitos de fortuna alteran la estructura temperamental. ¿Crees tú que la sensibilidad y las pasiones no influyen sobre la armazón ideológica?”(1)
El mismo justifica a veces los cambios ocurridos en su vida. Habla también de los
continuos ajustes que plantean éstos a nuestra ideología. Además pensamos que no
existe necesariamente en Mario Briceño-Iragorry una estructura racional independiente
de sus emociones, sino que su vida como la Historia que escribe están estrechamente
ligadas a ellas. Por eso, este trabajo tuvo que tomar en cuenta ese cambio y estudiar al
autor no como un ser inmutable sino más bien como una figura elástica que albergó en sí
capacidad para la transformación.
(1) BRICEÑO-IRAGORRY, Mario. Obras Completas. Vol. 22, pág. 552, “Carta a Víctor Manuel Pérez
Perozo”, San José de Costa Rica, 31 de enero de 1941.
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Sin embargo hay lineamientos históricos que no cambian a lo largo de su vida que serán
observados por el lector en el trabajo y expondremos en las conclusiones.
Esta complejidad y constante transformación de Mario Briceño-Iragorry nos obligó a
comprobar con los textos correspondientes a cada época, las observaciones que hacemos y
las conclusiones a las que llegamos. Por eso, el lector de este trabajo encontrará que existen
muchas citas que corroboran las afirmaciones expresadas. Preferimos trabajar de esta forma,
porque de otra manera hubiera sido difícil demostrar la evolución del autor.
Comparamos también su visión historiográfica con la de otros autores venezolanos que
manifiestan opiniones parecidas o totalmente diferentes a las de nuestro autor con
respecto al tema, sobre todo en la Academia de la Historia, la que ofreció muchas veces
a Briceño-Iragorry su suelo fecundo para la polémica y discusión de las ideas acerca de
la Historia.
Intentamos, hasta donde nos fue posible, extraer los conceptos fundamentales de la
Historia en Mario Briceño-Iragorry y en los historiadores venezolanos aquí señalados,
porque consideramos, como lo observará el lector de estas páginas, que el pensamiento
histórico venezolano merece una aproximación desde las afirmaciones de nuestros
propios hombres, ya que éste es suficientemente rico y profundo. Tratamos también
algunos autores destacados del acontecer mundial que podríamos considerarlos hitos
importantes en la comprensión de la Historia de nuestro autor.
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Hicimos hincapié en este estudio en la noción de causalidad, asociada en Mario Briceño-
Iragorry a la palabra destino. Decidimos explorarla a lo largo de nuestros capítulos por
la importancia que ésta tiene para la comprensión de su Historia, aunque nosotros, hijos
de un mundo que cuestiona estos conceptos, no estamos inclinados a creer en ellos.
Aunque no podemos dejar de confesar que en ciertos momentos nos sentimos seducidos
por el grado de acierto, que tienen los juicios de nuestro autor, basados en ella.
Pensamos que este estudio demuestra la indiscutible importancia que Mario Briceño-
Iragorry tiene como pensador histórico, y su relevante posición como sujeto activo en la
Historia de Venezuela. Además no podemos dejar de destacar que él manifiesta el poder
de su escritura porque nos contagia su anhelo por lograr una historia moral que acople
las exigencias transitorias de la realidad con los valores imperecederos del espíritu.
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2- STATUS QUAESTIONIS
Debemos señalar que para la elaboración de esta discusión solamente seleccionaremos
aquellos libros de historiadores reconocidos en el panorama de nuestra cultura nacional o
las producciones que tuvieran como fin la discusión del tema de la Historia en la obra del
autor. El que se acerque a consultar el libro Fuentes documentales para el estudio de Mario
Briceño-Iragorry comprenderá la gran cantidad de publicaciones que ha suscitado la vida y
la producción de nuestro autor, de ellas analizaremos las que consideramos más
importantes.
Un estudio que tratara de abarcar la totalidad de su escritura en torno a la Historia,
conjugada ésta con la actuación que la motivó no se había intentado antes; probablemente
debido a la inmensa fecundidad y complejidad de ambas. Eso es lo que tratamos de hacer
en esta tesis.
A continuación pasamos a expresar los contenidos fundamentales de los trabajos
mencionados anteriormente:
El discurso “Los Muñecos de Barro de Mario Briceño Perozo” publicado a los tres meses
de la muerte de Mario Briceño-Iragorry (Septiembre de 1958) , lo hemos seleccionado para
iniciar esta disertación a fin de darle una idea al lector de estas páginas de lo rica que ha
sido la crítica venezolana con respecto a la discusión de la producción de este autor. Ya a
los tres meses de su muerte hubo un comentario del futuro Director del Archivo General de
la Nación, Mario Briceño-Perozo -recientemente fallecido- acerca de la importancia que
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Briceño-Iragorry tiene en Venezuela. Para Briceño Perozo el autor que será tratado a
continuación, es la figura intelectual más grande que ha dado el estado Trujillo a la Historia
venezolana. Tendrá que figurar en la lista de nuestros grandes próceres. La construcción
histórica de Mario Briceño-Iragorry, para él es formativa porque ilumina la virtud y
oscurece el error. Señala también su importancia política en la lucha contra la dictadura de
Pérez Jiménez.
El libro de Angel Mancera Galletti De la oscuridad hacia la luz publicado con fecha de
1960, constituye un esfuerzo del escritor al intentar reunir datos biográficos de Mario
Briceño-Iragorry, con su opinión sobre algunas de sus obras. Sin embargo, no hay en él un
seguimiento estrictamente cronológico del autor, lo que probablemente nos hubiera
ayudado más en la elaboración de nuestro trabajo. Citamos de él algunos rasgos necesarios
de la biografía del autor, pero como verá el lector más adelante tuvimos que precisar su
afirmación de que Mario Briceño-Iragorry fue Gobernador de Valencia, válida en su época
cuando la vida gomecista estaba aún presente, pero confusa para los que intentamos
estudiarla posteriormente.
Germán Carrera Damas en su ensayo “Proceso a la formación de la burguesía venezolana”
contenido en su libro Tres temas de Historia publicado en 1961, afirma que Mario Briceño-
Iragorry en su novela Los Riberas hace la Historia de una clase social venezolana por medio
de su conducta y desenvolvimiento en los regímenes de Gómez, López Contreras y Medina
y de su futuras proyecciones en el desenvolvimiento de la nación.
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El autor considera a esta obra única dentro del acontecer intelectual venezolano debido en
parte a la valentía de su autor para escribirla, ya que produce un resultado histórico crítico
nunca antes alcanzado en nuestro país.
Considera así mismo que en esta obra hay por parte del autor una visión positiva del
desarrollo histórico venezolano porque el pueblo en ella se muestra lleno de gran fuerza
frente al debilitamiento de las clases altas venezolanas. Sin embargo, no considera a Los
Riberas como una obra totalmente revolucionaria porque el pueblo no está bien definido en
ella y sólo cumple un papel de contraste.
Además para él la concepción ideológica de la novela está superada y su ideología ya no es
funcional en la acción política presente, por la gran importancia que concede Mario
Briceño-Iragorry a la ética personal en la solución de los problemas. Dice Carrera Damas
que nuestro autor se inserta en la tradición del siglo XIX ejemplificada entre otros por
Simón Rodríguez que tenía como lema la moral y las luces para poder desarrollar la
sociedad.
En Los Riberas el autor también intenta explicarse a sí mismo, condición que no está
ausente en otras de sus obras. Afirma de igual modo Carrera Damas que la pasión lejos de
enturbiar el juicio histórico contribuye a su objetividad como historiador.
La recopilación de ensayos de Mario Briceño-Iragorry en torno a la Historia titulada La
Historia como elemento creador de la cultura publicada por la Academia de la Historia en
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1985 contiene tres disertaciones acerca de la importancia de nuestro autor en torno a su
quehacer como historiador.
La presentación corresponde a Guillermo Morón quien afirma que Mario Briceño-Iragorry
posee las dos condiciones necesarias para ser historiador: la de investigador y la de escritor.
Expresa que este libro es un homenaje que le rinde la Academia de la Historia porque fue
elegido su Individuo de Número el 22 de junio de 1929 e incorporado el 25 de enero de
1930, allí actuó como Secretario en los períodos 1943-1945 y 1947-1949. La selección de
ensayos fue realizada por uno de los mejores amigos del autor, Joaquín Gabaldón Márquez.
Concluye el historiador Guillermo Morón que toda la obra de Mario Briceño-Iragorry es
una inmensa investigación de la cultura.
El otro ensayo que contiene el libro titulado “Mario Briceño-Iragorry” de Ramón J.
Velásquez afirma que nuestro autor dispuso de la mejor educación que podía tener un joven
provinciano de su época. Desde muy temprano en su juventud se dedicó a cuestionar los
valores tradicionales. Desde su cargo en la Universidad Central de Venezuela (1932) se
propone junto con Caracciolo Parra León una reforma de los estudios venezolanos, sobre
todo en lo que se refería a la Historia de Venezuela, en la cual se enseñaba que nuestro país
había nacido en 1810. En Tapices de Historia Patria no hay héroes grandiosos, y desde ese
libro los temas de Mario Briceño-Iragorry serán los mismos: el proceso histórico
venezolano, y la Historia de la sociedad venezolana. Construye nuestro autor una tipología
que comienza en Alonso Andrea de Ledesma, continúa con el Regente Heredia, Fernando
Peñalver, El Marqués de Casa León y termina con Los Riberas.
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De la actuación política de Mario Briceño-Iragorry se destaca su sentido de convivencia y
se afirma que la vida y la producción de Briceño-Iragorry forman una unidad armoniosa, y
concluye que éste dedicó su capacidad intelectual a destacar los valores que constituyen la
estructura histórica de la nación.
El último ensayo que habla de la producción de nuestro autor fue titulado “Mario Briceño-
Iragorry” por Joaquín Gabaldón Márquez.
Empieza citando uno de los autores que influyó tempranamente en el pensamiento de Mario
Briceño-Iragorry como Romain Rolland y expresa la importancia que le concedía nuestro
autor a una formación básica que tuviera literatura, Historia, preceptiva y clásicos
universales. Las últimas etapas de su vida fueron la muestra de lo importante que fue su
formación inicial en Trujillo. Afirma que Briceño-Iragorry pensaba y sentía al mismo
tiempo. Y señala como hecho importante la fundación de la Biblioteca de la Escuela de
Historia, bajo la iniciativa de Germán Carrera Damas, con el nombre de Mario Briceño-
Iragorry. Destaca así mismo su análisis sobre la ocupación foránea.
Habla del libro Casa León y su tiempo como la obra de mejor cocina del autor, quien
pensaba que éste era un libro político, pero para Gabaldón Márquez sus éxitos son más
literarios e históricos. Mario Briceño Iragorry tuvo una gran inquietud histórica, profunda y
comprensiva.
Expresa este autor que Mario Briceño-Iragorry tuvo una actuación tardía en la política y
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debido a este hecho su desenvolvimiento tuvo más fuerza. Concluye que esta aparición
tardía aún tiene vigencia.
El libro Mario Briceño-Iragorry. Presencia vigente de Ramón Losada Aldana publicado en
Valencia con fecha de 1986 viene antecedido por dos trabajos publicados por el autor en
otro libro de ensayos titulado El pensar y las furias donde relaciona su pensamiento con el
de don Mario encontrando similitudes y diferencias. Entre las diferencias figuran: su
inclinación hacia el idealismo, su lirismo teológico, su necesidad de hacer regresar el
pasado y su descuido por la ciencia. Luego, en 1986, aparece este libro donde hace un
pequeño ensayo biográfico que culmina calificando al autor tratado como un quijote
venezolano.
El libro Mario Briceño-Iragorry. Presencia Vigente se basa en la obras Mensaje sin destino,
Introducción y Defensa de Nuestra Historia, Ideario Político y Diálogo de la Soledad. Uno
de sus capítulos sobre la interpretación teológica de Briceño-Iragorry será expresado más
adelante cuando hablemos de los ensayos destacados en la recopilación realizada por Rafael
Angel Rivas Dugarte.
Para Losada Aldana el pensamiento de Briceño-Iragorry se caracteriza por su
anticapitalismo porque este sistema es la negación de la libertad. Además, la más
importante expresión del capitalismo, el imperialismo, es responsable de la discontinuidad
de nuestra Historia porque agudiza la división interna en nuestros países y la división
externa de las naciones. Para él, se ha hecho mucho énfasis en el nacionalismo de Mario
12
Briceño-Iragorry y no se acentúa la relación que tiene éste con el latinoamericanismo
expresado en sus artículos sobre todo en la figura de Bolívar. Estos constituyen el más alto
reconocimiento a la labor latinoamericanista del Libertador. En ellos expresa el interés de
Mario Briceño-Iragorry por Centroamérica y concluye que a éste le hubiera gustado mucho
la revolución sandinista.
Losada Aldana vincula el petróleo al totalitarismo de Estado. Coincide con Mario Briceño-
Iragorry que lo señala como fuente fundamental de corrupción.
Aprecia los aportes que hace Briceño-Iragorry, según él, al estudio de la lucha de clases en
Venezuela que lo vinculan al materialismo dialéctico. El concepto de pueblo se identifica en
Briceño-Iragorry con las mayorías desposeídas, no con la Oligarquía, ya que el pueblo se
opone al imperialismo.
Las causas de la crisis venezolana son la discontinuidad histórica, la dependencia y la mala
distribución de la riqueza. La relación de esta última con los problemas internos del país
vincula la denuncia de Mario Briceño-Iragorry con los presupuestos de la izquierda
venezolana.
Termina el libro tratando rápidamente la importancia del Hispanismo en el autor, su
apertura hacia los estudios de la raza negra, la crisis de la Universidad venezolana en la
época dictatorial, su fe en la juventud y el problema del intelectual que por carecer de
medios se inclina hacia actitudes más revolucionarias. Según él Mario Briceño-Iragorry
rechaza el existencialismo, como al arte abstracto y demuestra una singular preocupación
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por el cambio de valores que la sociedad necesita.
Pensamiento Teológico Venezolano. Mario Briceño-Iragorry de Wagner Rafael Suárez
(1991). El estudio del artículo “El pensamiento teológico de Mario Briceño-Iragorry”
contenido en Veinticuatro visiones sobre Mario Briceño-Iragorry se realizará cuando
hagamos el análisis de ese libro.
El autor tiene como objetivo en la presente obra mostrar a Mario Briceño-Iragorry como un
laico comprometido con las doctrinas de la Iglesia Católica en el transcurso de su historia
personal. Planteamiento de indiscutible importancia para comprender al autor tratado en
este trabajo. Explica que para el mundo cristiano la validez de su trabajo puede ser tenida
como paradigma para llevar una vida de acuerdo a los principios evangélicos, por lo tanto
para él constituye el ejemplo más resaltante de pensador católico comprometido en
Venezuela.
Briceño-Iragorry cambiaba al mismo ritmo que ocurrían las transformaciones en el país. En
cuanto a la trayectoria política de nuestro autor afirma que después del gomecismo lo
veremos actuar en la vida política de Venezuela. Don Mario critica el fascismo y el nazismo
desde su visión cristiana, y en la última etapa de su vida se acerca a los postulados de la
teología de la liberación porque el cristianismo debe ser más radical en sus conquistas
sociales que el marxismo. El odio de clases no es cristiano.
Algunas de las ideas de Mario Briceño-Iragorry destacadas por Wagner Suárez son las
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siguientes: Rechaza las afirmaciones de la doctrina materialista y se afilia más a las
corrientes espiritualistas. La Independencia en Venezuela fue fruto de la educación
impartida en la Colonia y aunque no niega Mario Briceño-Iragorry la influencia de Francia
en ella, considera que fue una obra autóctona. Afirma que desde la Colonia la religión
cumple una misión de unión de los destinos latinoamericanos. Las ideas pueden cambiar la
sociedad sólo cuando éstas contienen la verdad y no debemos implantarlas por medio de la
fuerza. La jerarquización es necesaria para que funcione la sociedad y en este sentido no
comulga con una sociedad comunista sin clases.
A los héroes se les atribuye un papel moralizante dentro de la Historia capaz de orientar las
conductas de los hombres aunque el pueblo es el verdadero sujeto de la Historia. El Regente
Heredia es para el autor una expresión del humanismo cristiano
Encuentra Suárez similitudes entre las ideas de Mario Briceño-Iragorry y el movimiento de
Nueva Cristiandad propuesto por el francés Jacques Maritain, aunque las del autor a ser
tratado sean muchas veces anteriores y no pase él a formar parte del Partido Social Cristiano
Copei, vocero en cierta forma esas ideas. Señala los avances del protestantismo dentro del
territorio venezolano y la preocupación de Mario Briceño-Iragorry.
Con respecto a la última etapa de la vida de nuestro autor opina que Mario Briceño-Iragorry
no muestra una visión nueva frente a la Historia, como lo había hecho con su proposición de
una Historia moral, sino que toma posición frente a la corriente positivista.
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Mario Briceño-Iragorry. Una visión de nuestra Historia Nacional de Nory Rondón
Albornoz con fecha de 1992.
La autora afirma que su libro va dirigido a los estudiantes de educación media y
universitaria para que conozcan la obra del autor. Se inicia con una corta biografía donde se
citan sus obras fundamentales y se hace énfasis en la importancia que tuvo su hogar
trujillano, en el futuro amor por la Historia de Mario Briceño-Iragorry.
En su segundo capítulo titulado “Una visión de nuestra historia nacional” la autora afirma
que Mario Briceño-Iragorry trabaja su Historia con categorías bien elaboradas como las de
pueblo, tradición y nacionalismo.
De manera escueta expone que el pueblo es para ella el que hace la Historia, y es por lo
tanto su sujeto. La tradición y la historia son elementos totalizadores y las formas culturales
se expresan para Arturo Uslar Pietri en el mestizaje. Sin embargo para Mario Briceño-
Iragorry la Historia arranca del elemento hispánico. Termina resaltando el nacionalismo y
antiimperialismo del autor tratado.
El número 30 de la Revista Montalbán publicado por la Universidad Católica Andrés Bello
contiene varios artículos sobre la vida y obra del autor. Es un homenaje con motivo de los
100 años de su nacimiento debido a la importancia que el ideario de esta autor tuvo en los
inicios de la Universidad.
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El número comienza con una presentación del Padre Hermann González Oropeza, S.J.
recientemente fallecido, resaltando la importancia de Briceño-Iragorry para el catolicismo
nacional y para la naciente Universidad Católica Andrés Bello quien quiso hacerlo su
profesor de la Facultad de Humanidades. Además don Mario mantuvo una amistad muy
estrecha con sus dos primeros Rectores, los Padres Carlos Guillermo Plaza y Pedro Pablo
Barnola.
Hace énfasis en la actitud combativa de nuestro autor frente a la dictadura de Pérez Jiménez.
En estos años duros de exilio Mario Briceño-Iragorry contó con la amistad del Padre
Barnola cuando muchos venezolanos por no meterse en problemas políticos se la negaron.
Mario Briceño-Iragorry arremetió en sus escritos contra la prudencia culpable de los
venezolanos, mal que impedía la libertad y creatividad de nuestro pensamiento. Nuestro
autor confiesa que él la practicó en el principio de su carrera política, pero había decidido no
regresar nuevamente a ella otra vez.
Don Mario es tal vez uno de los críticos más duros de la Iglesia venezolana y de su
complicidad con la riqueza y el poder.
Después de la Introducción la revista nos da a conocer “El Duelo” que con motivo de la
muerte de Briceño-Iragorry en 1958 publica la U.C:A:B., seguido de una carta de Mario
Briceño-Iragorry con fecha de 28 de julio de 1956 al entonces Rector Pedro Barnola S.J.
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El primer artículo corresponde a la autora Thamara Hannot titulado “Don Mario Briceño-
Iragorry y la creación de la tradición”.
La autora afirma que aunque los textos del autor parecieran tener una estructura
fragmentada tienen una profunda unidad que puede buscarse en su estructuración de la
nacionalidad.
La autora basa sus afirmaciones en Mensaje sin destino, El caballo de Ledesma, e
Introducción y Defensa de nuestra Historia.
Los venezolanos estamos apegados al presente y sufrimos de una falta de conciencia
histórica que nos ha llevado a estar bajo el dominio de otros.
Para la autora Mario Briceño-Iragorry no quiere ser pesimista y la frase “sin destino “ alude
a que el libro no tiene un destinatario personal sino que está dirigido a los venezolanos en
general.
Para Briceño-Iragorry la manera como se concibe la Historia de Venezuela es castradora y
teatral y sus héroes carecen de valor simbólico. Por eso hay que rescatar la tradición que da
al venezolano sentido de unión social y contribuye a la existencia de la patria.
“Mario Briceño-Iragorry y la libertad espiritual de la Iglesia” de LUO afirma que la
Jerarquía de la Iglesia Católica ha evolucionado no sin tropiezos en la senda de recomendar
y poner en práctica una sociedad más justa e igualitaria.
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En el pasado la Jerarquía se esforzaba por armonizar las relaciones entre la Iglesia y el
Estado, hoy se trata de que su trabajo mejore la condición de vida de todas las personas.
Basa LUO su artículo en el libro Diálogos de la Soledad en el cual se ve como el autor en la
época de la guerra fría se adelantó a su época al proponer una Iglesia que se ocupara de los
más necesitados. Esto hizo que don Mario fuera tildado en muchos sectores de comunista,
pero el autor de este artículo piensa que tomó la actitud correcta y en este momento
estuviera contento al observar los cambios que han ocurrido en la Iglesia.
El artículo “El pensamiento cristiano de Mario Briceño-Iragorry en el proceso restaurador
de la Iglesia venezolana” de Wagner Suárez ya fue comentado anteriormente en el análisis
del libro que lo contiene.
“Correspondencia entre Mario Briceño-Iragorry y Pedro Pablo Barnola, S:J.: Semblanzas
desde el exilio” por Manuel Donís Ríos.
La vida de Briceño-Iragorry coincide con las metas que se plantea la Universidad Católica.
El artículo se basa fundamentalmente en la correspondencia mantenida por nuestro autor
con Pedro Pablo Barnola, Rector de la U.C.A.B desde 1955 a 1959, en las oraciones
fúnebres pronunciadas con motivo de su muerte por el Rector antes mencionado y por el
Padre Luis María Olaso y en los discursos pronunciados por el Padre Barnola con ocasión
de los diez, y los veinte años de la muerte de don Mario. También es interesante destacar la
carta dirigida por Mario Briceño-Iragorry al Congreso Nacional Ignaciano con fecha 14 de
noviembre de 1946, donde destaca la necesidad de volver hacia adentro, rendir el instinto y
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llevar una vida ascética como lo recomendaba San Ignacio. El hombre no puede llevar una
vida íntegra si no empieza por analizarse a sí mismo.
Se concentra Manuel Donís en el exilio de Mario Briceño-Iragorry cuando combate contra
la dictadura de Pérez Jiménez, época en que lo acompaña con sus cartas el Padre Barnola
cuando muchos venezolanos los habían excluido de su trato social. Destaca también la
postura valiente que jugó la U.C.A.B., en noviembre de 1957 en lo que respecta a la crítica
de la dictadura. Posición que apartó al Padre Barnola por un tiempo de su rectoría por
diferencias de opinión con respecto a ese gobierno con la Compañía de Jesús. Por este
conflicto la Universidad pudo ser cerrada, pero posteriormente el Padre Barnola expresó
que las instituciones universitarias perdurarán a pesar de las dificultades que ellas tengan en
el presente. Termina destacando el sentimiento general de la U.C:A:B frente a la muerte de
Briceño-Iragorry.
“Historiando los pequeños dominios lexicográficos. Notas sobre dos textos de Mario
Briceño-Iragorry” de Francisco Javier Pérez.
El artículo describe los dos trabajos que Mario Briceño-Iragorry hace de la lexicografía
venezolana: “Algunas voces usadas en el Estado Trujillo, no incluidas en los Glosarios de
Alvarado” (1934) y el “Glosario” contenido en su novela Los Riberas (1957).
Expresa que técnicamente el de 1934, supera al de 1957, por su aporte a los Glosarios de
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Lisandro Alvarado y porque el primero incorpora las técnicas lexicográficas del lingüista
larense. Termina afirmando el valor histórico que tienen estas dos obras para conocer el
grado de avance que en ese momento tenía la lexicografía en Venezuela.
“Pueblo, humanismo y pesimismo” de Elías Pino Iturrieta.
Mario Briceño-Iragorry posee una teoría de lo venezolano elaborada con lo grande y
pequeño que tiene nuestro pueblo. Briceño-Iragorry es el intelectual más querido y
respetado que tuvo el pueblo de Venezuela porque en su época los intelectuales hablaban
por unos pocos y estaban al servicio de las autocracias. Demuestra un compromiso
científico y cívico con el pueblo durante los períodos de las dictaduras y durante el período
en que Venezuela quiso tener un sistema democrático.
Nuestro autor demuestra una ruptura con el positivismo y realiza nuevas lecturas que lo
incitan a proposiciones atrevidas en su doctrina historiográfica, circunstancia que ayuda al
pensamiento venezolano a caminar por sendas más lógicas y singulares. Siempre supo estar
a lado de sus semejantes, sentía angustia porque Venezuela no podía ser moderna ni
democrática. Venezuela sólo existe como realidad política, pero carece de valores para darle
forma a la realidad nacional. Critica la tesis de César Zumeta porque no contribuía a la
unidad histórica deseada que permitiera comprender la Historia venezolana y proyectar su
enseñanza hacia el futuro. Hace una dura crítica a la universidad venezolana proveniente
para él de la ideología positivista, porque abandonó el estudio de las Humanidades
practicadas en la universidad de la Colonia. Revaloriza el pasado colonial porque para él se
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había reducido nuestra Historia solamente al período independentista y al actual. Esto
implicó mucha valentía por parte de Mario Briceño-Iragorry en una sociedad supuestamente
progresista que no quería recordar el pasado y que no había borrado toda su herencia
positivista.
Mario Briceño Briceño-Iragorry critica la manera como se escribe la guerra de
Independencia y sobre todo la forma como se ha jugado con la figura del Libertador. Esto
para Elías Pino inaugura la crítica actual de la historiografía venezolana. Aunque cuando
Mario Briceño-Iragorry escribe aún no se había iniciado el estudio de las mentalidades para
comprender la Historia, él asoma unos puntos que tocan esa manera de hacerla en el estudio
de la cotidianidad como resultado del trabajo de nuestros difuntos.
El pueblo de Venezuela no olvidó que en todas sus funciones públicas no pudo reclamarle
nada porque fue muy prudente en la época de Juan Vicente Gómez y posteriormente se hace
responsable de sus actos.
Se siente muy afectado por la dictadura de Pérez Jiménez y solamente le quedan unos pocos
amigos como el Padre Barnola con quien comparte su angustia acerca del mal estado en que
se encuentra la Iglesia venezolana.
Concluye el autor diciendo que Mario Briceño-Iragorry concientiza al pueblo de su Historia
porque se la estaban escondiendo y termina viendo que ella tendría un apocalipsis que
pronto terminaría con ella, que afortunadamente no ha sucedido todavía.
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Presencia y crítica de Mario Briceño-Iragorry publicado en 1997 contiene las actas del
Congreso Internacional celebrado en Trujillo del 20 al 23 de mayo de 1997, recopiladas por
Isidoro Requena. Figuran allí varios trabajos dedicados al tema de la Historia cuyo
comentario elaboraremos a continuación.
“Proyección del pensamiento de Mario Briceño-Iragorry” de Manuel Caballero.
Mario Briceño-Iragorry denuncia el odio a la cultura humanística que tiene la mayoría del
mundo desarrollado. Para Caballero, Briceño-Iragorry es un autor que debe ser leído por los
venezolanos que se acercan al nuevo milenio.
No enfrenta Mario Briceño-Iragorry a los yankis de manera rodoniana sino que le ofrecía
nuestra amistad y les exponía la necesidad que teníamos los latinoamericanos de ser
tratados como socios en iguales condiciones a las de ellos.
Señala la importancia de la autocrítica de nuestro autor a su época de juventud. Errores que
lavó oponiéndose a la última dictadura venezolana, la de Marcos Pérez Jiménez.
Comenta dos artículos del autor del libro Aviso a los navegantes y reconoce la importancia
del artículo “Control de la vida y de la muerte” donde Mario Briceño-Iragorry devela la
utopía de la derecha que pretende eliminar del mundo todo hombre que no cumpla con los
parámetros establecidos por el capitalismo. Dice Caballero que la izquierda tiene su utopía
seudoteológica, pero la derecha tiene una más destructiva enraizada en el principio antes
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mencionado. Expresa que nuestro autor no sólo se opone al control de la natalidad, sino al
exterminio de los seres humanos por medio de las guerras.
“El sentido político de los estudios históricos en Mario Briceño-Iragorry” de Carlos A.
Casanova.
El autor califica a Mario Briceño-Iragorry como profeta de la nacionalidad. El hecho de
calificarlo como profeta no lo pone por debajo de la ciencia sino más allá de ella como dice
Aristóteles. La teoría de la Historia y la ciencia política están basadas en principios
suprarracionales. La recolección de datos puede ser practicada con numerosas
metodologías, sin embargo para Platón y Aristóteles ella deberá estar basada en una ética y
en una filosofía primera.
La Historia para Casanova nunca será una ciencia porque estará basada en el testimonio de
los testigos. El historiador es el encargado de dar coherencia al tiempo que lo precedió y los
lineamientos para esa coherencia los extrae de su experiencia presente. Esta, junto con su fe
católica, es lo que hace coherente la Historia de Mario Briceño-Iragorry.
El autor ve líneas fundamentales en las cuales se basa la Historia de Mario Briceño-
Iragorry: 1-Su interés en cimentar un mito fundacional para los venezolanos que garantice
la solidaridad entre ellos, a esto contribuye la tradición como una religión profana que se
expresa en un canon histórico. 2- Esto es muy necesario porque el mundo
Hispanoamericano para Briceño-Iragorry ha entrado en una descomposición debido a que
sus minorías esclarecidas no resuelven sus problemas sino que se encuentran imitando a
24
otros países considerados más fuertes. 3- Las tradiciones y la Historia deben orientar la
acción pero el colectivo venezolano se ha desarticulado debido al personalismo de la
tradición caudillesca. 4- Casanova piensa que para don Mario no es la Historia la que
determina una forma de vida sino la antropología la que asimila a la Historia.
Mario Briceño-Iragorry encuentra modelos en la Historia, sobre todo en las épocas en las
que pudimos sostener nuestra independencia económica. Considera que la Historia se
manifiesta como el juego de ideas directrices y dentro de ellas el mundo hispánico siempre
estuvo opuesto al mundo anglosajón y a ese mundo le conviene la destrucción de nuestra
conciencia histórica. Sólo teniendo en cuenta que nuestros antepasados nos brindaron una
comprensión del mundo y de Dios mejor que la de los anglosajones podremos superarlos.
Para Casanova la fuerza que debemos tener para luchar dentro de la Historia viene de fuera
de la Historia.
“Historia y realidad política en Mario Briceño-Iragorry” por Josefina Bernal.
Este ensayo está basado en el libro Temas Inconclusos de Mario Briceño-Iragorry en el cual
destaca la autora su sentido de la libertad y la necesidad de sustituir el individualismo por
una conducta más inclinada hacia la vida colectiva en el hombre.
Destaca la importancia que en este libro reviste la tolerancia como virtud fundamental a ser
practicada por el hombre junto con la libertad para que éste pueda vivir en democracia. En
este sistema el Estado puede convertirse en un productor y generador de valores. Las
pasiones estimulan el desequilibrio entre el gobierno y el estado que lo representa, lo que
25
puede conducir al fin de la democracia. Existen principios ético morales que regulan la
sociedad, el gobierno y la participación, pero en Venezuela hay una falta de personalidad
moral que debe ser superada para buscar nuestro destino.
“La obra histórica y la acción política en Mario Briceño-Iragorry” por Diana Rengifo.
La autora expresa que un historiador es un integrador. La virginidad científica de éste es
generalmente un mito. El historiador es a la vez producto y testigo de la Historia.
En Briceño-Iragorry la Historia y la política están muy relacionadas porque la segunda
alimenta con su experiencia a la primera, además el político debe tener para don Mario una
sólida formación histórica y sociológica.
Mario Briceño-Iragorry asume el papel de historiador, educador y político porque está
consciente del poder que ejerce esta última actividad en las dos anteriores. Se defiende de
las acusaciones de fascismo y de defensor de la leyenda dorada afirmando que con su
Hispanismo crea un conjunto de valores que pueden resistir los antivalores del imperialismo
norteamericano.
Casa León y su tiempo y El Regente Heredia tienen para la autora una función política
fundamental porque constatan la vigencia de ciertas políticas pasadas en la actualidad y esto
contribuye a su triunfo en las elecciones de 1952. El sueño del poder vuelve a hacerse
vigente en el Mario Briceño-Iragorry que regresa del exilio en 1958.
26
“Mario Briceño-Iragorry: Crítica y resurrección del pasado” por Inés Quintero.
La autora expresa que una de las características del trabajo histórico venezolano que Mario
Briceño-Iragorry ataca y critica es el maniqueísmo con que se ha ejercido la labor
historiográfica que ha contribuido a un ejercicio histórico unilateral en el cual se tenía en
cuenta la Independencia pero se despreciaba al pasado colonial. Esto impidió que nuestra
Historia fuera fiel a los hechos. A principios del siglo XX se inicia en Venezuela la
incorporación de los métodos científicos a la interpretación histórica por medio del
marxismo, el positivismo y una nueva corriente de autores venezolanos en la que figura
Mario Briceño-Iragorry. Ella trata de rescatar el pasado de la Conquista y la Colonia
analizando las fuentes y expresando los resultados de este análisis en un lenguaje hermoso.
Aprecia el argumento de que la Independencia se originó en los Cabildos y fue autónoma,
sin influencia externa; sin embargo, expresa Inés Quintero que hoy en día se sabe que fue
un fenómeno muy complejo que como tal requiere de otras explicaciones.
Expresa la autora que a pesar de las advertencias de Mario Briceño-Iragorry con relación a
la importancia del período colonial las Escuelas de Historia del país imparten muy poca
enseñanza de paleografía del período colonial y no se enseña en ellas la Historia de España.
“Representación y sentido de la Colonia en Mario Briceño-Iragorry” de Alberto Rodríguez
Carucci.
27
Mario Briceño-Iragorry junto con Caracciolo Parra León inició un nuevo campo de los
estudios históricos en Venezuela, la exploración de la época colonial. Reflexionó sobre la
Historia escrita anteriormente a él y llegó a las siguientes conclusiones: 1- La existencia de
una Historia romántica basada en la grandeza de los héroes. Esta historia no tenía en cuenta
las variantes sociales que se desempeñaban dentro de ella. 2- La presencia de una Historia
positivista que tenía en cuenta la causalidad y la revisión serena de los hechos. Sin embargo,
esta interpretación se distinguía por su fuerte pesimismo. Ninguno de estos dos tipos de
Historia era válido porque se desvirtuaban, o por la presencia muy fuerte del sentimiento, o
por el excesivo peso empirista que la segunda tenía. Esto impedía que el período colonial
pudiera ser valorado en toda la importancia que éste tenía para el proceso de la
nacionalidad.
Mario Briceño-Iragorry formula el concepto de Historia integral basado en otros
componentes como nación, tradición, unidad social, continuidad y cambio de conciencia. La
Historia está para Briceño-Iragorry profundamente relacionada con la moral porque es a
través de ella como podríamos elaborar un proyecto futuro de nuestra sociedad y cultura.
Por eso debemos rescatar nuestra Historia colonial para superar la desconexión que posee.
Propone una manera de estudiar el período colonial que no se base en la tradicional leyenda
negra y dorada sino en el desglosamiento minucioso de las partes que integran esa Historia.
Estudió los sujetos que actuaron en esa Historia porque ellos establecieron los cimientos de
nuestra nación y contribuyeron a iniciar nuestro proceso cultural y social. Había que
analizar científicamente en los documentos la figura de los conquistadores y libertadores ya
28
que ellos contribuyeron a la fundación de la nacionalidad. La Historia de Mario Briceño-
Iragorry incita la discusión.
Esta contribución de don Mario no puede verse como una toma de postura individual
porque varios intelectuales latinoamericanos de la época de entre guerras la manifestaron
también.
En Tapices de Historia Patria establece una periodización de la Historia de Venezuela en
torno a tres fechas fundamentales: 1498, 1777 y 1810. Trata también los distintos sujetos e
instituciones y acontecimientos sociales que formaron parte del proceso germinal de nuestra
nacionalidad. La Colonia es importante porque forma parte de nosotros mismos y con su
estudio podemos modificar nuestra visión del presente.
“Las fuentes documentales en dos obras de Mario Briceño-Iragorry: Casa León y su tiempo
y el Regente Heredia o la piedad heroica” por Alí López Bohórquez
El autor intenta abordar el tema de las fuentes documentales utilizadas por Mario Briceño-
Iragorry en las obras expresadas en el título. Menciona los diferentes archivos y
documentos que contribuyeron a su escritura porque el autor ha estado muy ligado a una
Institución tratada en ambas biografías: “La Real Audiencia de Caracas”.
Algunos maestros enseñaron a la generación de López Bohórquez que Mario Briceño-
Iragorry carecía de rigor científico porque no asimilaba sus escritos a las modas
metodológicas del momento, pero concluye que la expresión histórica de don Mario es más
29
valiosa que la de muchos de sus detractores porque introduce en ella la crítica a los
documentos consultados. Para López Bohórquez los historiadores anteriores a Briceño-
Iragorry introducen el documento para demostrar tesis, en cambio don Mario lo utiliza para
describir lo real. Mario Briceño-Iragorry utiliza los documentos consultados de dos formas:
por medio de la cita textual o reelaborando de manera personal el texto leído.
“Mario Briceño-Iragorry y el revisionismo histórico: un nuevo enfoque de la historia
nacional” por Silvio Villegas
El autor expone que la Historia como ciencia es el resultado de la unión de la Historia como
hecho y la Historia como conocimiento.
Para Villegas los estudios históricos científicos en la Historia de Venezuela se inician con el
positivismo, pero estos tienen una despreocupación teórica ya que se ocupan sólo del hecho.
El pensamiento marxista amplió la visión del hecho desde una perspectiva totalizadora. Sin
embargo, en Venezuela estuvo orientado hacia una percepción eurocéntrica del fenómeno.
Entre el positivismo y el marxismo se encuentra Mario Briceño-Iragorry para esta autor.
En Venezuela los estudios históricos tuvieron varias etapas: la romántica basada en una
visión militarista del hecho y la contemporánea basada en las corrientes positivistas y
marxistas. Ellas incorporaron el estudio del documento y la visión social dentro de la
Historia.
30
Sin embargo, la Historia positivista se quedó anclada en la visión institucional de Gil
Fortoul que fue superada luego por Caracciolo Parra Pérez, Pedro Manuel Arcaya y
Laureano Vallenilla Lanz. Mario Briceño-Iragorry los superó a todos porque su Historia
procedía de una vertiente diferente, la católica donde la Historia conjuga el presente con el
pasado y constituyen ambos una totalidad. Además abre los caminos de la Historia regional
y local.
El pensamiento histórico contemporáneo nace de una necesidad ideopolítica que se
alimenta del acontecer social y económico. En Venezuela los pioneros de la Historiografía
marxista nacieron con esquematismos y eurocentrismos que los limitaron para la
comprensión del período colonial. Sin embargo Mario Briceño-Iragorry desde su posición
revisionista estudió el pasado colonial y en el Discurso que pronuncia en la Academia de la
Historia en 1930 rescata la figura del conquistador español utilizando gran conocimiento
genealógico y bibliográfico.
En 1932 propone la creación de la Escuela de Filosofía y Letras que será más tarde el
germen de la Escuela de Historia y en 1951 inaugura la cátedra de Historia Colonial donde
expuso su tesis sobre la leyenda dorada.
La Historia en Mario Briceño-Iragorry tiene dos vertientes: una teórica y metodológica y
otra pedagógica. En la última se trata a la Historia como ingrediente fundamental de nuestra
31
identidad y nacionalidad. La Historia es creativa y ética.
La renovación de la Historia actual en Venezuela es producto del pensamiento de Mario
Briceño-Iragorry, la Historia marxista, la Historia de la Escuela de los Anales y la creación
de la Escuela de Historia de la Universidad Central de Venezuela que con historiadores
profesionales y publicación de fuentes documentales permitió el avance de los estudios
históricos en el país.
“El tema nacional en la obra de Mario Briceño-Iragorry” por Reinaldo Rojas.
Para el autor la característica más importante de Briceño-Iragorry es su búsqueda constante
en afianzar la nacionalidad venezolana. Por eso lo más resaltante para él consiste en
defender la Patria y en esto la Historia iba a jugar un papel fundamental. Su nacionalismo se
extiende a todos los países hispanoamericanos en lo cual sigue las enseñanzas de Manuel
Ugarte a quien conoció en 1912.
El nacionalismo reviste aún más importancia hoy en día cuando las naciones tienden a
desaparecer debido al desarrollo del capitalismo y la globalización. La nación venezolana es
encarnada por Mario Briceño-Iragorry sobre la base de tres conceptos fundamentales:
Pueblo, Nación y Patria. El pueblo es entendido como sujeto histórico, es una noción
simbólica y moral.
La valoración de la conciencia histórica de parte de Mario Briceño-Iragorry lo conduce a
32
formular la crisis histórica venezolana como una crisis de pueblo porque éste no ha
profundizado ni racionalizado lo importante que es su Historia. Por eso nuestro autor hace
una evaluación de los estudios de Historia que se habían realizado en los años cuarenta para
llegar a la conclusión de que existen tres períodos diferentes dentro de nuestra Historia: el
romántico, el positivista y el neorevisionista que estudia los principales asuntos de la
problemática histórica venezolana. Estos son los siguientes: 1- No se han estudiado los
grupos humanos que conformaron la época de la Colonia. 2- No existe un espíritu de equipo
para realizar la labor historiográfica. 3- No hay organización en la enseñanza de la Historia.
4- Hay un atraso metodológico porque la Historia debe ser una disciplina creativa. 5- Existe
un proceso de ruptura porque no se acepta nuestro pasado colonial. Para Rojas, Mario
Briceño-Iragorry no justifica la dominación colonial sino que quiere que los venezolanos
acepten esa parte de su Historia. 6- Hemos perdido nuestras tradiciones lo que nos ha hecho
perder nuestra conciencia histórica.
Todas estas afirmaciones provienen de que Mario Briceño-Iragorry observa el drama de un
país en venta. En este sentido Reynaldo Rojas hace una comparación entre nuestro autor y
Arturo Uslar Pietri en lo que se refiere a los peligros de la explotación petrolera para
Venezuela y en la preocupación por la enseñanza de la Historia. En este sentido Briceño-
Iragorry hizo de la Historia un camino de perfección moral y una forma de comprensión.
“La tradición en el pensamiento de Mario Briceño-Iragorry” por Julio Carrillo.
Para el autor es fundamental tratar el concepto de crisis de pueblo además de los conceptos
33
de Historia y tradición como puntos importantes de la venezolanidad. El pitiyanquismo ha
acabado con el fondo de la tradición venezolana y las prácticas que son justificadas en el
norte no lo son en este país.
Según Julio Carrillo el hombre de nuestras tierras antes de la llegada de los españoles fue un
hombre productivo tanto de valores culturales como económicos. Al llegar los españoles y
los negros hubo cambios fundamentales y se produjeron la leyenda negra y dorada ante las
cuales Mario Briceño-Iragorry asume una posición de eclecticismo.
Los cambios mundiales tuvieron que causarle profundas contradicciones entre su posición
antiimperialista que coincide con el materialismo ateo comunista y su profundo sentido
católico.
Para poder tocar el tema de la tradición en Mario Briceño-Iragorry hay que hablar del
pueblo. El pueblo no son los grupos de la estructura social sino las masas del país, no
amorfas sino impregnadas de sentido histórico.
Para Mario Briceño-Iragorry el pueblo es el factor constitutivo de la nación definida por
Stalin como “... que una nación no es una comunidad racial o tribal, sino una comunidad de
hombres, formada históricamente, que posee territorio, economía, idioma y psicología que
le dan unidad.” (2)
(2) Julio Carrillo cita aquí a Mensaje sin destino. En: Presencia y crítica de Mario Briceño-Iragorry pág.
358.
34
Julio Carrillo afirma que nuestro autor fue un incansable lector de autores marxistas y
caracteriza al pensamiento de Mario Briceño-Iragorry como un sistema conceptual, el cual
tiene sus bases en el pueblo. La nación formada por este último debe incorporar la Historia
ininterrumpida para darle sentido a lo venezolano.
La tradición son los valores construidos por el pueblo que tienen un carácter siempre
dinámico y está constituida por valores externos e internos. Toma en cuenta Briceño-
Iragorry la cultura popular como punto fundamental para la creación de un pueblo. Para
Julio Carrillo, Mario Briceño-Iragorry expresaba la importancia de lo tradicional en la vida
de un pueblo desde 1930. Cita como importantes en este sentido su descripción de las
fiestas como el “Enano de la Kalenda” y “La Fiesta de los Locos”, celebraciones que junto
con otras demuestran para Carrillo la importancia de estas manifestaciones en la cultura
regional y popular que muchas veces se manifiesta oralmente.
Mario Briceño-Iragorry esbozaba la necesidad de hacer Historia cultural al mismo tiempo
que se debía estudiar la estructura funcional de las sociedades de manera dialéctica.
Contrasta Mario Briceño-Iragorry para Carrillo, el respeto que ha tenido Estados Unidos
por su tradición con el irrespeto que ha manifestado Venezuela hacia sus propias
tradiciones.
El autor expresa que la concepción de la Historia en Mario Briceño-Iragorry tiene los
siguientes rasgos: es una disciplina de estudios dinámica y funcional aunque conduce al
planteamiento de un canon de valores. Termina alertando Carrillo acerca de que todavía los
35
hombres no han definido el canon histórico que expresaría nuestra identidad y aconsejando
el pensamiento de Briceño-Iragorry como una guía eficaz para resolver nuestros problemas.
“Mario Briceño-Iragorry: Historiador de Venezuela” por Manuel Suzzarini
La lectura de Mario Briceño-Iragorry es indispensable para entender y superar la crisis en
que vivimos. Todos aceptamos que vivimos en crisis pero no sabemos cómo superarla.
Nuestro líderes no crean sino que aceptan mandamientos que vienen de afuera. Aunque a
Briceño-Iragorry no le gustaba hablar de sus méritos, su obra habla por sí misma. La
Historia se le ha ocultado al pueblo, no sólo se ha mentido con el hacer historiográfico sino
con el hecho histórico. La Historia de Venezuela se ha entendido como dos períodos
discontinuos. Nuestra carga de hispanidad es tal que negarla implicaría negar la Historia. El
saber histórico se ha manipulado desde el poder.
El problema de Mario Briceño-Iragorry no es que él es pesimista sino que aún hoy no
hemos visto salida a los problemas que plantea. Por eso Mensaje sin destino fue llamado de
esa forma porque él sabía que lo iban a escuchar pocos y que a los venezolanos nos iba a
costar mucho trabajo introducirnos dentro del tiempo histórico.
Hemos sentido vergüenza de ciertos períodos históricos y como tal hemos querido
borrarlos, pero ellos continúan repitiéndose.
Para el autor el pueblo es el sujeto de la Historia y los venezolanos solemos culpar al
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petróleo por todos nuestros males, pero el oro negro no es el culpable sino la
desorganización con que lo hemos administrado y el hecho de haber negociado con él no
como dueños sino en condición desventajosa.
Debemos señalar que Manuel Suzzarini posee otro artículo titulado “La concepción de la
historia en Mario Briceño-Iragorry” publicado en 1984 que es uno de los primeros que trata
del tema fundamental de este trabajo en nuestro autor.
Pasaremos entonces a analizar los puntos fundamentales tratados en este artículo. Dice
Suzzarini que muy pocos historiadores han señalado rumbos a la historiografía nacional
entre los que podemos citar en la primera mitad del siglo XX se encuentran: José Gil
Fortoul, Laureano Vallenilla Lanz y Pedro Manuel Arcaya y después de ellos encontramos
a Caracciolo Parra Pérez, Caracciolo Parra León, Joaquín Gabaldón Márquez, Mariano
Picón Salas, Enrique Bernardo Núñez y Mario Briceño-Iragorry.
El autor considera necesario estudiar a este último autor porque la historiografía actual
pretende producir un conocimiento que nos permita apropiarnos de la realidad basado en los
conocimientos de Historia anteriores.
El autor expresa tres líneas fundamentales que predominan en el pensamiento de Mario
Briceño-Iragorry: 1- De la Historia y de la Historia del pueblo. 2- La relación entre
cristianismo e Historia. 3- Los nexos fundamentales entre la Historia y la conciencia
nacional.
37
Suzzarini manifiesta que Mario Briceño-Iragorry no fue un teórico de la Historia, pero hace
un estudio de la historiografía venezolana que plantea un modo innovador de concebir a
Venezuela. El mismo afirma que el pueblo hace la Historia aunque no la controle y por eso
el héroe no es sino un elemento más dentro del proceso. El pueblo debe por lo tanto
resguardar la Historia que representará el grado de conciencia nacional, él tendrá
necesidades históricas y expresiones de control de la misma.
El autor expresa que Mario Briceño-Iragorry entiende la Historia como la práctica social del
hombre aunque se califica así mismo de idealista. Este dilema queda resuelto cuando
entendemos que él intenta transformar la sociedad de la postguerra a través de los valores
cristianos. Briceño-Iragorry justifica su cristianismo no sólo con la fe sino como práctica
social e histórica. La caridad será la virtud que salvará el mundo, por ello la salida planteada
por nuestro autor será una salida dentro del sistema y no la superación del sistema mismo.
Considera Mario Briceño-Iragorry la jerarquía como un principio permanente, aunque
plantea una solución basada en la preparación de los hombres y en la democracia y no en la
injusticia. Suzzarini no está de acuerdo con éste porque favorece al cristianismo como
ejercicio social histórico frente al marxismo y dice también que Mario Briceño-Iragorry no
logra demostrar por qué no es necesario el marxismo. Pero expresa que Mario Briceño-
Iragorry entiende que el marxismo es importante porque no hemos logrado conseguir una
realidad cristiana.
Comenta que Mario Briceño-Iragorry no militó en movimientos políticos sociales en
38
Venezuela. En torno a la influencia que tiene Jacques Maritain en su pensamiento señala
que la obra fundamental de este pensador Filosofía de la Historia se publica en 1955 cuando
ya él había publicado muchas de sus obras, aunque este libro es la sistematización del
pensamiento de Maritain publicado en otros trabajos anteriores. Piensa que en Maritain está
el punto de partida de la concepción histórica cristiana de nuestro autor.
Termina el autor afirmando que la ausencia de caridad en el mundo produce el mal y esto
según Suzzarini no es original de Mario Briceño-Iragorry sino que constituye la
problemática fundamental sobre la que Maritain construye su Historia.
Veinticuatro visiones sobre Mario Briceño-Iragorry, la compilación de artículos recogida
por Rafael Rivas Dugarte, y publicada en su totalidad en el año de 1998, merecerá un
detallado análisis aquí, porque consideramos, como nos dice su compilador, que en ella
figuran muchos de los principales autores que se han dedicado al estudio de Mario Briceño-
Iragorry. Trataremos, entonces, por separado cada uno de estos artículos:
“Historia de un anti-héroe” de Mariano Picón Salas escrito en 1946 como prólogo de Casa
León y su tiempo , importante biografía histórica en el que destaca la sagacidad de nuestro
autor para captar un tipo histórico todavía vigente que puede ser calificado como uno de los
mejores antihéroes de nuestra literatura.
“El destino de un mensaje” de Manuel Granell con fecha de 1951 elogia la importancia que
Mario Briceño-Iragorry concede a la Historia para explicar la crisis del pueblo venezolano.
Se manifiesta de acuerdo con el papel concedido por nuestro autor a la Hispanidad y en la
39
necesidad de educar al emigrante. Sin embargo considera, tomando en cuenta sus lecturas
de Ortega y Gasset, que Mario Briceño-Iragorry mantiene una actitud estática con respecto
al pasado proveniente o parecida a la posición de la Historia clásica.
“Briceño-Iragorry o la evocación creadora” perteneciente a Luis Beltrán Guerrero y con
fecha también de 1951, enfatiza la preocupación de Mario Briceño-Iragorry por el futuro de
la nación y destaca su indudable papel de cronista de la ciudad de Trujillo.
“Un duelo de esperanzas” de Arturo Uslar Pietri con fecha de 1958 señala la fe profunda
que tuvo Mario Briceño-Iragorry a través de toda su vida por la Providencia Divina, que le
permite volver al país poco tiempo antes de su muerte. Briceño-Iragorry, junto con
Caracciolo Parra León fue uno de los primeros en emprender la recuperación del pasado
colonial. Compartió Arturo Uslar Pietri junto con nuestro autor las funciones públicas
durante el Gobierno de Medina Angarita, y destaca la vocación de don Mario por la justicia
y su sensibilidad de artista. En cuanto a la visión de la Historia del autor aquí estudiado nos
dice que es personal y emocional.
“Mario Briceño-Iragorry” de Ramón Escovar Salom, artículo escrito en 1959, pero cuya
fecha de publicación es 1976, resalta el hecho de que Briceño-Iragorry nace en una
Venezuela cansada, desesperanzada y muy conservadora donde era muy difícil el acceso a
la cultura del siglo XX. Bajo la influencia de Oswaldo Spengler, que unía la cultura con la
Historia y creaba morfologías, escribe nuestro autor Tapices de Historia Patria.
40
Hace hincapié en el cambio de visión de la Historia en Mario Briceño-Iragorry, de una
concepción muy tradicional a una Historia más dinámica y moderna. Habla del concepto
que tiene Briceño-Iragorry de las generaciones, que se deben definir no por sus aciertos sino
por su inventario de errores, para que los jóvenes puedan sacar provecho de aprendizaje en
ellos. Termina afirmando que el autor aquí estudiado puede ser resumido en cuatro
palabras: fe, bondad, nacionalismo y pueblo.
“Mario Briceño-Iragorry” de Ramón J. Velásquez con fecha de 1983, ya ha sido comentado
cuando tratamos el libro de recopilación de ensayos, publicado por la Academia Nacional
de la Historia La Historia como elemento creador de la cultura.
En 1998 este autor le hace el prólogo a una nueva edición de Patria Arriba publicada por
Monte Avila Editores, titulado: “El regreso a Arévalo”.
Ramón J. Velásquez expresa que Mario Briceño-Iragorry regresa a Arévalo a encontrarse
con don Sancho Briceño, el Conquistador, quien hace cinco siglos contribuyó a formar el
mapa de Venezuela. En sus duros días de exilio ese encuentro era necesario para repensar
nuestra Historia.
El joven Mario se preguntaba por muchos hechos ocurridos en nuestra Historia y sobre todo
acerca de la forma como se fusionaron las distintas razas. En 1932 Mario Briceño-Iragorry
fue el primero que fundó y regentó una cátedra sobre el proceso histórico venezolano. Esta
cátedra era considerada peligrosa porque la Historia venezolana tiene muchos sucesos y
actores que repiten hechos parecidos y podría ser considerada atentatoria contra la
41
dictadura. Briceño-Iragorry continuó con el ejercicio de esta cátedra hasta su muerte,
incluso cuando la riqueza petrolera nos volvía olvidadizos. Entonces, don Mario recordaba
épocas de sufrimiento que nuestra Historia guardaba y como los venezolanos supieron
superarlas para construir una Venezuela mejor.
“La concepción historiográfica en Mario Briceño-Iragorry” de Diana Rengifo de Briceño
con fecha de 1983.
La autora parte en este artículo de la definición de ciencia de Marc Bloch y de las
definiciones de Historia e Historiografía formuladas principalmente por Germán Carrera
Damas. Mario Briceño-Iragorry enlaza los métodos del siglo XIX con las distintas
proposiciones de los historiadores de la primera mitad del siglo XX. Son tres las
características fundamentales de nuestro autor en el campo de la Historia: El papel del
conocimiento histórico como elemento substancial del pueblo, el rol del historiador en la
transmisión de ese conocimiento y tercero el planteamiento de una necesidad de
redefinición historiográfica y de la enseñanza de la Historia.
La historiografía briceñana está contaminada de los dos mitos fundamentales de la Historia
tradicional: El nacionalismo y el hispanismo, pero estos actúan desde una visión
antiimperialista.
En Mario Briceño-Iragorry la Historia se convierte en la memoria valorativa que unifica
42
ideológicamente al pueblo. Pretende alcanzar una Historia no dogmatizada donde el pueblo
alcance su dignidad para luego seguir el camino de la libertad.
Termina afirmando que es necesario un estudio a fondo de la Historia en toda la producción
del autor, ya que ella se ha dedicado solamente al estudio del libro Introducción y defensa
de nuestra Historia.
“Don Mario Briceño-Iragorry y su llamado a escoger la forma de vivir” de Tomás Polanco
Alcántara con fecha de 1987.
Trata este trabajo del Regente Heredia, pero como para el autor es difícil estudiarlo sin
hablar del Marqués de Casa León, inicia el artículo haciendo la comparación entre ambos
personajes. Ellos son para él figuras con que el venezolano común tiene que tratar
diariamente. El uno conocedor de todos los fraudes e inmoralidades, el otro respetuoso de la
ley y el orden.
El autor considera que la realidad venezolana ha mostrado muchos Casa Leones, pero muy
pocos Heredias. Por eso decide hablar con más detalle del segundo porque considera que
Venezuela está en deuda con él, porque no ha sido fiel a su ejemplo.
Relata en este artículo la aventura biográfica de Heredia, y expresa que el papel
sobresaliente de Heredia en el período de la Guerra de Independencia, fue reconocido por
primera vez por Andrés Bello, quien estudiaba en Londres pacientemente la poesía del hijo
del Regente Heredia, José María. Sin embargo, esta opinión fue poco conocida por los
43
venezolanos. No fue hasta que Mario Briceño-Iragorry decidió escribir sobre el Regente,
que éste con toda la altura ética que lo caracterizaba, pasa a ser tenido en cuenta por los
venezolanos.
“Heterodoxia de la Liberación” de Ramón Losada Aldana de 1988.
Este artículo constituye un capítulo del libro del mismo autor antes reseñado. El autor
destaca las concepciones conservadoras de la propiedad privada y el rechazo al comunismo
que contienen, según él, las Encíclicas de Pío IX, León XIII y Pío XII. Además también
señala la identificación que mostró la Jerarquía Eclesiástica venezolana con las dictaduras
de Pérez Jiménez y Juan V. Gómez. Frente a esto se erige el pensamiento de Mario
Briceño-Iragorry porque señala la propaganda anticomunista como un negocio del
capitalismo, presagia fenómenos futuros de invasión como las Nuevas Tribus y acepta que
la religión está en estado crítico. Poco después de la muerte de Briceño-Iragorry la Encíclica
Mater et Magistra demuestra un cambio sustancial de la Iglesia en lo que se refiere a la
visión de ésta acerca de las diferencias entre los países dominantes frente a los
subdesarrollados. Por eso el autor considera a don Mario como un adelantado, por las
coincidencias de sus planteamientos con los que posteriormente esgrimiría la Iglesia, con
respecto a la cuestión social.
“Vuelta a Mensaje sin destino” de R:F. Lovera De Sola con fecha de 1989.
El autor expone las ideas fundamentales de Mensaje sin Destino con motivo de la octava
reimpresión del libro. Pertenece el ensayo a las obras que han representado encrucijadas
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difíciles para la nación. Está escrito para los venezolanos que sienten a su país como lo
percibió Mario Briceño-Iragorry, para quien Venezuela era todo. Enfatiza la existencia de la
crisis de pueblo, ocasionada por la falta de sentido histórico del venezolano que se
manifiesta entre otras cosas por una Historia bélica, ritualista y litúrgica. Señala el
contenido antiimperialista del libro. Todas estas circunstancias condujeron a que esta obra
tuviera gran aceptación por los venezolanos de su época.
“El pensamiento teológico de Mario Briceño-Iragorry” de Wagner Rafael Suárez con fecha
de 1990. Este artículo también forma parte del libro del mismo autor antes reseñado.
En este trabajo el autor habla sobre la primera etapa de la evolución teológica de Don Mario
centrándose fundamentalmente en su libro Ventanas en la Noche.
A su inicio explica por qué cree él que existe pensamiento teológico en Mario Briceño-
Iragorry. Expresa que el pensamiento del autor tratado tiene la rigurosidad científica
necesaria ya que ella proviene de sus estudios de Historia y de Derecho. Esto permite que
aunque no exista un pensamiento teológico sistemático sus reflexiones puedan ser
consideradas como pensamiento teológico en sí. Lo relaciona en esta etapa al proyecto
reestructurador de la Iglesia presentado por León XIII que pretendía adecuar a esta
Institución a las transformaciones ocurridas en el siglo XIX y comienzos del XX. Dentro de
este pensamiento destaca: 1. El intento de rescatar los fundamentos espirituales de la
sociedad tradicional para poder hacerle frente al materialismo de la era. 2. El propósito de
transmitir a la estructura social los principios cristianos contenidos en el Evangelio.
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“Discurso pronunciado en la sesión solemne del Congreso de la República en Homenaje a
don Mario Briceño-Iragorry” por Pedro Pablo Aguilar escrito en 1991.
En el Hemiciclo del Congreso Nacional, frente a los restos de Mario Briceño-Iragorry,
resalta la importancia del año de 1945 en la Historia mundial, y concretamente en
Venezuela cuando Briceño-Iragorry era Presidente del Congreso, y de allí fue a la cárcel. Él
cambió la Historia de Venezuela porque nos enseñó que no había un abismo entre la
Colonia y la Independencia. Nada puede esperarse de un pueblo que no entiende su
Historia.
Hace una relación entre Andrés Eloy Blanco y Mario Briceño-Iragorry, los dos Presidentes
del Congreso, uno antes del 18 de octubre de 1945 y otro después de esa fecha. Los dos por
su grandeza intelectual merecen que sus cenizas entren en el Panteón Nacional.
Destaca la importancia del magisterio del autor estudiado, ya que fue maestro en 1945,
cuando señaló los nuevos rumbos a la presidencia de Medina en la necesaria independencia
del Congreso del Ejecutivo, y en la necesidad del voto universal y secreto. No acogieron los
medinistas su voz pero poco tiempo después la Constituyente surgida a raíz de los sucesos
antes mencionados, acataría la necesidad de estos cambios. Las Reformas tienen su tiempo
dice el autor, y por eso propone Pedro Pablo Aguilar a Venezuela un vuelco profundo del
sistema democrático parecido al movimiento de la V República francesa.
Es Mario Briceño-Iragorry un maestro para predecir el futuro, de eso que Fukuyama
denomina el fin de la Historia, por el triunfo de los ideales de occidente personificados en
46
un imperio universal donde a la nación sólo le quedaría la posibilidad de convertirse en un
Arca de Noé. Es también maestro de la identidad, entre otras cosas, porque aún estando
desterrado pudo celebrar los 400 años de su tierra natal en la Trujillo de Extremadura donde
tuvo conciencia de la identidad venezolana.
“Discurso de orden en la inhumación de los restos de Mario Briceño-Iragorry en el Panteón
Nacional” por José Rodríguez Iturbe con fecha de 1991.
Mario Briceño-Iragorry dio respuesta a la angustia patriótica de la generación de Rodríguez
Iturbe quien continúa haciendo un recuento de la biografía del autor. Cita a Ventanas en la
noche, la unión con Caracciolo Parra León para eliminar la deformación histórica que no
tenía en cuenta nuestro pasado colonial, y su actuación en la Universidad y en las
Academias.
Resalta también su participación más activa en la vida política durante el Gobierno de
Medina Angarita, su desempeño como Embajador en Bogotá del cual Mario Briceño-
Iragorry da razonada explicación, según Rodríguez Iturbe, en su carta a Andrés Iduarte, el
desconocimiento del triunfo de los miembros de la Asamblea Constituyente, de la cual
nuestro autor formaba parte por Marcos Pérez Jiménez el 2 de diciembre de 1952, así como
la labor muy productiva intelectualmente que tuvo en el exilio.
Dice que Mario Briceño-Iragorry padeció de la doble desconfianza que se manifiesta a los
intelectuales que no rehuyen el compromiso político.
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Destaca también la importancia que los prototipos históricos tienen en Briceño-Iragorry:
Ledesma, Casa León y el Regente Heredia y expresa el aporte de Mario Briceño-Iragorry a
la cultura de la criollidad. Esta cultura según el autor se opone a la inautenticidad y a la
búsqueda de valores franceses que representó el positivismo en la época de Guzmán
Blanco. Algunos de los integrantes del positivismo recomendaron la eliminación de los
valores cristianos de la sociedad. Para Rodriguez Iturbe, Mario Briceño-Iragorry junto con
Caracciolo Parra León ocupa una posición avanzada con respecto a la crítica de este
período, porque representan el esplendor de la criollidad.
Una de las enseñanzas más importantes de Mario Briceño-Iragorry radica en darle
importancia a la moral como valor objetivo dentro de la sociedad venezolana, por lo tanto
nos propone abandonar la mentira y tener como fundamento de nuestra conducta la verdad.
“La escritura como un artesanado” de Luis Hernández Carmona con fecha de 1993.
El autor califica a Mario Briceño-Iragorry como artesano de la escritura por el trabajo que
ejerce sobre el lenguaje de sus obras. Divide la producción de nuestro autor en cuatro
etapas: La primera donde adopta al Modernismo en la literatura y al Liberalismo romántico
como pensamiento, la segunda da paso al Realismo y comienza a trabajar en el campo
histórico, en la tercera el tratamiento histórico cede ante una preocupación por la identidad
nacional y latinoamericana y la cuarta la califica de literatura del exilio.
La escritura y la realidad están íntimamente unidas en Mario Briceño-Iragorry y logra la
transformación de la experiencia en arte.
48
La comprensión de Briceño-Iragorry en este artículo declara Hernández Carmona que la ha
hecho desde afuera, con citas de otros autores que le arrojen nueva luz. Destacaremos entre
ellos la presencia de José Enrique Rodó.
“Los condicionamientos socio-económicos y políticos” de Ramón Mansoor con fecha de
1993.
En este artículo el autor hace énfasis en el pensamiento económico de Mario Briceño-
Iragorry. Nuestro autor parte de que en la Colonia había un sentido de solidaridad colectiva
porque se podían abandonar las prácticas egoístas del libre mercado en beneficio del bien
común. La Independencia significó para la oligarquía una manera de mejorar su status
económico.
Nuestro autor hace hincapié en la agricultura porque los historiadores prefirieron la parte
bélica y olvidaron esta parte de la vida nacional. El abandono del campo ha incidido
directamente en la falta de identidad nacional. El petróleo que trajo la riqueza rentista nos
llevará a la perdición. La industria petrolera no miraba el interés del pueblo.
Destaca su crítica al capitalismo cuya proliferación es muestra de la falta de solidaridad e
identidad del venezolano. Nos hemos convertido en un país ocupado por los
norteamericanos y el comunismo triunfará por los abusos que cometen las clases
privilegiadas contra los desposeídos. Mario Briceño-Iragorry no se opone al progreso
tecnológico sino a la dependencia económica que trae consigo.
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Le da Mario Briceño-Iragorry mucha importancia a las bases históricas en las cuales se
debe sustentar la política nacional. Los partidos políticos eliminarán la política tribal que
existió en el país durante el caudillismo. Para Ramón Mansoor, Briceño-Iragorry nos hace
ver que la democracia es el único sistema donde se puede lograr la igualdad de
oportunidades para los individuos, garantizando a la vez la estructura jerárquica que Mario
Briceño-Iragorry proponía.
“Mario Briceño-Iragorry o el ensayo como misión social” de Elvira Macht de Vera con
fecha de 1994.
La autora ha estudiado la pertinencia del ensayo en Mario Briceño-Iragorry. En este artículo
destaca la importancia de las primeras publicaciones para su formación futura, como las de
la revista Ariel marcadas por el sello modernista. Señala la importancia de su libro Horas y
de los símbolos y metáforas contenidos en él.
Para la autora, se opone Mario Briceño-Iragory a las ideas positivistas formuladas por la
ideología imperante, a veces por medio de la espiritualización de los objetos. Existe un
proceso panteísta en las almas religiosas, y el nihilismo eliminará las conquistas del siglo
XX.
Señala que nuestro autor no utiliza la primera persona por lo que da una impresión de
objetividad, pero la subjetividad la resalta por medio de los juicios de valor. Expresa
también que la paradoja es una figura muy utilizada en el discurso de Mario Briceño-
50
Iragorry que tiene su ejemplo más importante en las afirmaciones que hace sobre la
democracia que iguala sin igualar.
“Tradición y nostalgia de Hispanidad” de Domingo Miliani con fecha de 1997.
Domingo Miliani estudia en este artículo la última etapa de la vida de Mario Briceño-
Iragorry, su exilio. Señala los sitios donde vivió en Madrid en sus tres estadías a sus
regresos de Italia donde trataba su enfermedad.
Expresa lo importante que es la mirada de Mario Briceño-Iragorry sobre España cuando
está en Venezuela y sobre Venezuela cuando está en España. La época de la Colonización y
Colonia española no sólo buscó el dominio político sino también la transferencia de la
cultura e instituciones.
Agredido nuestro autor por la dictadura de Pérez Jiménez el 8 de diciembre de 1954 quiere
regresar a algún país hispanoamericano, pero casi todos ellos estaban gobernados por
dictaduras favorables al Departamento de Estado norteamericano.
Al regresar a Venezuela se da cuenta de que existe una democracia por asalto que busca
consolidar posiciones políticas a cualquier costo.
Afirma que Mario Briceño Iragorry adopta el término revisionismo histórico de Jorge
Santayana y que su tarea histórica estuvo muy ligada inicialmente a los positivistas. Hace
un estudio de su pensamiento con respecto a España y señala que partió de un rechazo
51
expresado en sus años juveniles, para pasar a una completa admiración a lo largo de toda su
vida. En este cambio influyeron Roberto Picón Lares y Caracciolo Parra León.
Hace Miliani un señalamiento de la importancia que tuvo la Revolución Francesa en el
movimiento independentista y termina expresando la importancia que para Mario Briceño
tiene la geografía que propicia un entendimiento ecológico con el hombre.
“Pueblo, humanismo y pesimismo” de Elías Pino Iturrieta con fecha de 1997.
Fue comentado ya en el número homenaje editado por la Universidad Católica Andrés
Bello.
“Mi infancia y mi pueblo” de Isidoro Requena con fecha de 1997.
El autor se basa en el libro del mismo título de nuestro autor en el cual se ve como a través
de su escritura Mario Briceño-Iragorry intenta identificarse a sí mismo. Dice que en la
escritura del autor se ve reflejado tanto el niño como el adulto. También estudia un hilo
narrativo y la responsabilidad que se expresa a través de esa trama. Para nuestro autor la
meta de toda sociedad es la justicia y la satura de lo ético por lo que hay una identificación
entre la nación y el individuo. Para el reconocimiento se necesita también la mirada ajena,
lo que convierte la expresión de nuestro autor en una escritura confesional hacia los otros, la
raíz de esto no está en la cultura occidental sino en la Biblia.
52
Briceño-Iragorry integró a su escritura la ironía, que para Requena es conciencia de la
contradicción irresoluble que es cada uno de nosotros.
“Mérida en la formación intelectual de Mario Briceño-Iragorry” de Rafael Angel Rivas
Dugarte, s/f.
El autor hace un recuento de los años juveniles de Mario Briceño-Iragorry donde a partir de
1918 sufre la influencia de Diego Carbonell al igual que toda una generación de jóvenes que
estudiaba en esa época en la Universidad de Mérida. Influencia de la cual se independiza
posteriormente. En cuanto a su evolución religiosa cita sus distanciamiento de la Iglesia a
partir de 1915 por la influencia de su tío Briceño Valero y la lecturas de Nietzsche. Sin
embargo, vuelve unos años después a la senda católica por el influjo de Roberto Picón
Lares, Caracciolo Parra León y el padre Enrique María Dubuc.
Destaca la importancia del pensamiento católico en todo el resto de la producción de Mario
Briceño-Iragorry y la importancia de las figuras de este período que serán sus amigos el
resto de sus días.
“Representación y sentido de la Colonia en Mario Briceño-Iragorry” de Alberto Rodríguez
Carucci con fecha de 1997. Fue comentado ya anteriormente en Presencia y crítica de
Mario Briceño-Iragorry.
“La escritura del Ensayo en Mario Briceño-Iragorry” de Douglas Bohórquez, s/f.
53
El autor hace énfasis en la escritura del ensayo en Mario Briceño-Iragorry que no deja de
tener un componente histórico. El historiador para Briceño-Iragorry puede visualizar el
futuro. Para Bohórquez la producción histórica de nuestro autor se puede diferenciar de sus
ensayos. Sin embargo, está siempre analizando situaciones históricas para conferirles un
valor moral.
Destaca la importancia que tiene la paz en la ciudad de Trujillo que contrasta con su fama
guerrera porque allí se firmó el Decreto de Guerra a muerte. En cuanto a Apuntes para un
retrato de Pedro Emilio Coll expresa cómo Mario Briceño-Iragorry trata allí la condición
del intelectual venezolano sometido a un entorno hostil donde no le queda más remedio que
claudicar ante el poder político.
Señala en el libro Virutas la similitud que existe entre Enrique Bernardo Núñez y nuestro
autor, sobre todo en su visión de patria. Termina afirmando que aunque el ensayo de Mario
Briceño-Iragorry es autobiográfico, manifiesta una visión social que interroga acerca del
tiempo.
“Mario Briceño-Iragorry y España” de Atanasio Alegre s/f.
El artículo trata sobre la última etapa de Mario Briceño-Iragorry en España después de
haber pasado poco tiempo en la Habana y Costa Rica. Resalta Alegre el carácter de elipsis o
silencio que tiene la estadía del autor en ese país. Para este autor Briceño-Iragorry no fue
apreciado en España como debiera haberlo sido después de que atacó tanto la leyenda negra
y defendió la labor española en América.
54
Expresa la tristeza con que soporta su exilio después de haber podido ser candidato tal vez a
la Presidencia de la República de Venezuela. Poseía el oficio de escritor cuando llegó allí y
había encontrado algunos arquetipos del pueblo de Venezuela. En estos últimos años dedica
su trabajo a formar la mente de los jóvenes venezolanos. La dictadura de Pérez Jiménez
favorecía el estilo norteamericano de vida y no la forma española y contra esto lucha el
autor.
Destaca la presencia de dos amigos españoles de Mario Briceño-Iragorry Manuel Fraga,
político poco exitoso y Alfredo Sánchez Bella, Director del Instituto de Cultura Hispánica
quien defiende a nuestro autor cuando el Embajador de España en Caracas- Manolo Valdés-
y el Embajador de Venezuela en Madrid quieren expulsarlo de España. Cuando el atentado
contra su persona quienes lo ayudan a sanar son el Dr. López Ibor y Francisco Herrera
Luque.
Decide conocer los lugares de donde salieron sus antepasados sobre todo don Sancho
55
Briceño proveniente de Arévalo y esta visita motiva su libro Patria arriba. Luego va a el
País Vasco de donde provenían los antepasados de su madre. Compara Alegre la figura de
Briceño-Iragorry con la de Unamuno por el sentimiento trágico con que enfrentan la
existencia.
Fidel Rodríguez Legendre, Al filo de la Hora Undécima con fecha de 1998.
En este libro el autor expone que los cambios que se observan en la concepción histórica de
Mario Briceño-Iragorry estuvieron condicionados por su experiencia como político.
Expresa que al principio de su labor histórica tuvo una inclinación antihispanista, pero luego
la modifica y en Tapices de Historia Patria demuestra una actitud hispanista y
antipositivista. En este libro encuentra la proposición por parte de Mario Briceño-Iragorry
de una democracia armónica expresada por el Patriciado de 1811 y la ruptura de ésta por el
Decreto de Guerra a Muerte, que para Rodríguez Legendre esta democracia es algo así
como la matriz arquetipal del pensamiento de don Mario que luego intentará poner en
práctica en la transición pacífica ocurrida del Gobierno de Gómez al Gobierno de López
Contreras y Medina Angarita. En este último el P.D.V. y su élite denominada los notables
intentaría regir los destinos del país. Una clase formada en el viejo orden podía asumir la
función de antítesis para propiciar los cambios pacíficos que el nuevo orden requería.
En el segundo punto que trata Rodríguez Legendre sobre la primera etapa de la vida de
nuestro autor, nos hace ver su interés por la Historia regional y por la microhistoria, sobre
todo en lo que se refiere a Maracaibo y a Trujillo. Destaca la importancia que tienen sus
56
aportes para la comprensión de los Timotocuicas. Sin embargo, existe poca claridad de
parte de Mario Briceño-Iragorry al juzgar el etnocidio que significó la conquista y
colonización de América. Rodríguez Legendre expresa que el sentimiento de nuestro autor
acerca del hecho está plasmado en una poesía titulada “La joven india llora una tarde”.
Para él Briceño-Iragorry, aunque ocupa una serie de posiciones de importancia en la época
de Gómez, éstas fueron fundamentalmente administrativo burocráticas, por eso el análisis
de su práctica política comienza para Rodríguez Legendre con el Gobierno de Medina
Angarita. Califica al P.D.V. como un partido de notables y busca las raíces de su posición
en proposiciones hechas por intelectuales venezolanos, antes de la llegada de Medina
Angarita al poder, como son: Ramón Díaz Sánchez, Mariano Picón Salas, Augusto Mijares
y Arturo Uslar Pietri que coincidían en vivir una época de transición y en la importancia de
aplicar políticas nacionalistas y modernizantes desde el poder. Esto ocurre también con
Mario Briceño-Iragorry sobre todo en Temas Inconclusos y en un artículo titulado “En
torno a un partido político” publicado en 1941.
La libertad social es un principio básico en el ideario político de Mario Briceño-Iragorry
porque está asociada a la tolerancia, la democracia y el Estado. La democracia está
sustentada en un principio de jerarquización. En este sentido Briceño-Iragorry se opone a la
democracia igualitaria propuesta por el partido Acción Democrática como gobierno de los
de abajo porque concebía un sistema donde los mejores podían gobernar. El Estado debería
intervenir en la vida política para la generación de los valores que garantizaran una dignidad
humana y moral.
57
Rodríguez Legendre menciona el antecedente más inmediato del P.D.V., llamado P.P.G
(partidarios de la política del Gobierno). Entre sus simpatizantes estuvo Mario Briceño-
Iragorry, pero debido a las críticas de la opinión pública se disolvió y posteriormente se creó
el P.D.V. Con este partido Medina pretendía por primera vez en la Historia de Venezuela
crear una fuerza política partiendo de un grupo de intelectuales. Don Mario expone su
opinión acerca de un Estado interventor, no socialista ni capitalista que no se parcialice a
favor de las clases dominantes. Veía él encarnados en el P.D.V. sus más queridos ideales, lo
mismo que en el desempeño de Medina Angarita. Su ética no le hubiera permitido elogiarlo
si no hubiera comprobado los logros de su gestión.
Rodríguez Legendre hace un análisis de las importantes gestiones culturales de este
gobierno. Sin embargo éste señala que su acción tuvo sus limitaciones porque fue
protagonizada por una postura paternalista.
Mario Briceño-Iragorry expresa su deseo de unas futuras elecciones con el voto directo
popular un mes antes de la caída de Medina. Existía un enfrentamiento entre la camarilla
incondicional del Presidente y el grupo crítico en el cual se encontraba Briceño-Iragorry, y
esto tuvo consecuencias imprevisibles. Además, el P.D.V. no estaba organizado y cita como
prueba de ello los inconvenientes que tuvo para reorganizarse nuevamente después de 1945.
Termina aludiendo el autor a lo poco justa que fue la prisión de don Mario junto con los
otros integrantes del régimen medinista.
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En el trienio adeco su intervención política fue escasa, se dedicará en este tiempo a la
abogacía y a la actividad docente en la recién creada facultad de Filosofía y Letras. En un
texto titulado “Acción Democrática y la Reforma Agraria” (3), Mario Briceño-Iragorry
critica indirectamente el proyecto de democracia de Acción Democrática, porque dicho
proyecto no combate los elementos antinacionalistas por lo que constituye una vía de
entrada para el imperialismo. Expresa la poca viabilidad de la democracia debido a las
condiciones de pobreza de nuestro campesino y las dificultades para la construcción de un
mercado interno. El autor expresa que en Briceño-Iragorry existe una dialéctica entre la
finalidad de las naciones y su configuración cultural. Cuando éstas no concuerdan puede
existir un elemento exógeno interviniente que genera la llamada crisis de pueblo.
El nacionalismo de Mario Briceño-Iragorry no sólo va a ser una denuncia sino que será una
intencionalidad y una necesidad que va a utilizar la Historia unida a las concepciones de
nación, tradición y patria para luchar contra el antipaís.
Rodríguez Legendre explica la aceptación por parte de Mario Briceño-Iragorry de la
Embajada de Colombia, por sugerencia de Medina Angarita, cargo al que renuncia para
pasar a las filas de la oposición como candidato a la Asamblea Constituyente en 1952,
(3) Acerca de este texto dicen las Obras Completas: “Texto mecanografiado localizado en el archivo
del autor. (1950). Sin datos de publicación.”Fue elaborado, entonces, después del trienio acción democratista.
59
circunstancia que pone para Rodríguez Legendre de manifiesto la unión entre la teoría y la
práctica en Briceño-Iragorry. Cuando éste se refiere a la traición de los mejores, según
Rodríguez Legendre, habla de la generación del 28 y de los notables presentes en el
gobierno medinista que se habían insertado en el aparato burocrático.
Mario Briceño-Iragorry también alerta acerca de un ejército que pretenda ser ejecutor de las
leyes y propone una educación gratuita, posibilidad al obrero para constituir núcleos
familiares, libertad personal para todos los ciudadanos y expresa el poco nacionalismo de
nuestro aparato productivo en lo que se refiere al hierro y el petróleo.
Rodríguez Legendre expresa que va a realizar un balance sincrónico y otro diacrónico que
tienen como objetivo diagnosticar la situación de crisis de pueblo que vive el país para
posteriormente arribar a una teoría de la nacionalidad. En el balance diacrónico inicia la
presentación de los elementos estructurales que le permitan analizar el presente y configurar
símbolos que le sirvan como armas de resistencia, circunstancia que es ejemplificada por El
Caballo de Ledesma.
Casa León y el Regente Heredia encarnan un arquetipo de nuestra Historia que aparecerá en
cualquiera de sus dos formas, aunque la Historia de Venezuela ha privilegiado el
Casaleonismo.
Mario Briceño-Iragorry muestra las prácticas de nuestras clases dominantes desde la
Colonia hasta nuestros días. En La traición de los mejores nos enseña como esta clase
60
desde la Independencia hasta nuestros días, ha obstaculizado todas aquellas acciones que
conduzcan a la redención del pueblo, incluso por medio de la democracia. Es cesarista. Esta
clase era autonomista, lo que le venía desde los Cabildos peninsulares, esto se conjugó con
las ideas provenientes de Francia y Estados Unidos en la hora de la Independencia que
pretendió mejores prebendas económicas para los criollos. Después de la Independencia se
rompió la unión entre el pueblo y esta clase que lo menospreciaba y lo considerada como
mano de obra barata. Comienza, entonces, este segmento de la sociedad a usar sus
artimañas sobre todos los hombres que han ejercido el poder en Venezuela.
A todo esto se une el hecho de que la mayoría de los intelectuales también han
menospreciado al pueblo y se han puesto a lado de la Oligarquía. Ellos le han achacado a
Venezuela malas herencias insuperables, o se han entregado a la inacción por la poca fuerza
que tienen para defenderlo.
Para Briceño-Iragorry la Historia es ininterrumpida y es conciencia. A ella se suma la
tradición que está compuesta de imponderables que podemos sentir. La patria es la
solidaridad que muestran los individuos de una misma nación entre sí.
Mario Briceño-Iragorry creía en la dignidad del hombre por lo que veía con temor que ésta
pudiera ser robada por los inventos tecnológicos. Todos los conceptos de Briceño-Iragorry
tienen que ser referidos a un macroespacio teológico. Por eso toma partido por el pacifismo
porque Cristo es pacifista.
61
Selecciona unas palabras de Carlos Augusto León para definir a don Mario y resumiendo
nos dice así: Mario Briceño-Iragorry buscaba a Cristo y se enfurecía por la identificación
que se hacía entre éste y el capitalismo. No estaba de acuerdo con el comunismo o el
materialismo, pero tampoco con los procedimientos existentes en el mundo que nada tienen
que ver con el cristianismo. Se entrega a causas altruistas y condena las injusticias.
Nacionalismo y fe cristiana eran para él una misma cosa y quería mejorar la vida del
hombre. Todo eso hace coincidir a nuestro autor con los teólogos de la liberación y las
proposiciones del socialismo democrático.
Briceño-Iragorry va a formular en su libro La Hora Undécima una teoría sobre lo
venezolano basada en su Historia y su Geografía que le permitiría afrontar la crisis de
pueblo a que están expuestos. Esta teoría está cargada de subjetividad y de valores, va a
estar apoyada en los sentimientos más que en la racionalidad por lo que los artistas van a ser
las voces más indicadas para su definición. Ella quiere oponerse a la teoría positivista que
afirmando la necesidad de existencia de un caudillo negó las potencialidades del
venezolano.
El arquetipo privilegiado de esta última etapa de su vida va a ser Simón Bolívar cuyo
ideario puede ser resumido a grandes trazos como el siguiente: 1- Propone la estructura
centralista de poder. 2- Reconoce las libertades individuales 3- Es enfatizada la cultura
como el elemento fundamental de la vida de los hombres.
El autor señala que en esta última etapa de su vida Mario Briceño-Iragorry vislumbra la
factibilidad de la juventud universitaria como posible sujeto histórico que llevará a cabo las
62
transformaciones.
63
"........vean la vida universal y observen la marcha perpetua de las cosas, en oleaje interminable de los mares, las grandes erupciones volcánicas, el desenvolvimiento social de los animales -hombres y bestias- verán que nada en sí altera la estabilidad cósmica, y que la variabilidad relativa de los seres y los hechos, cualquiera que sean los actos que realicen aquellos, no dañan en nada la harmonía eterna y sabrán entonces que, en medio de esa harmonía, pecar no es disonancia."(4)
"Se ha ignorado por muchos que en la exposición de Jesús, existe junto con umbrales para una subida mística, toda una reglamentación perfecta de orden sociológico en sus distintos aspectos económico-políticos." (5)
(4) BRICEÑO-IRAGORRY, Mario. Obras Completas, Vol. 13, "Palabras.", pág. 256, (1920). Negrillas nuestras. (5) Ibid. Volumen 14, pág. 250, (1925). "Leyendo a Giovanni Papini." Negrillas nuestras.
64
3.1 LA BÚSQUEDA DEL ORDEN (1911 - 1927)
El orden es una de las ideas más importantes del autor en los años mencionados, pero en el
caso de este trabajo revela también una atmósfera que se respiraba en Venezuela. Para
comprobar esto tomemos los nombres de algunos periódicos que en estos años circularon en
el país: Virtud y orden (Carúpano 1920), El Deber (Trujillo 1912), El Rehabilitador
(Trujillo 1915), Paz y Trabajo (Trujillo 1923). La mayoría de ellos, por supuesto
dependían de las Imprentas oficiales de los Estados aunque no por eso dejaban de tener
calidad.
Mario Briceño-Iragorry nació en 1897, pero este trabajo iniciará el estudio de la obra del
autor en 1911, cuando escribe el primer artículo registrado por la autora sobre el tema
histórico que él mismo titula "La Historia" (6). Este capítulo se dividirá, entonces, en tres
partes: la primera corresponderá al estudio de su trabajo entre los años 1911 y 1926, donde
la investigación documental de archivos está casi ausente en su obra; la segunda, cuando
evidentemente Briceño-Iragorry se inicia con su primer trabajo, que él mismo señala a título
de alborada como "Primicias históricas" (7); y la tercera, que será tratada con detalle, se
inicia con su desempeño como Jefe Civil de la ciudad de Valencia, continúa con su
incorporación a la Academia Nacional de la Historia el 25 de enero de 1930, y se cierra con
uno de su libros fundamentales en lo que a Historia se refiere: Tapices de Historia Patria.
El hecho de que aún Mario Briceño-Iragorry no visitara los archivos en el primer período de
(6) Ibid. Volumen 17, "La Historia", pág. 187, (1911).
65
su vida no quiere decir que la primera parte de su labor historiográfica no tenga sentido para
su obra posterior. En ella, a nuestro juicio, fijó los conceptos fundamentales de su tarea de
historiador que luego serán revisados.
La Historia no empezará siendo para Mario Briceño-Iragorry una ciencia autosuficiente
que contenga sus fines en sí misma sino al contrario contingente, sujeta a un orden mayor
que es en última instancia el que se tiene que manifestar en ella.
Se pensará que una Historia que no encuentra la razón en sí misma y que depende de fines
externos a ella no tiene razón de ser estudiada y sometida a todo un análisis como el que
pretende este trabajo, pero como demuestra Karl Popper en La miseria del historicismo (8) y
La sociedad abierta y sus enemigos (9) la mayoría de las corrientes históricas del siglo XIX
y principios del siglo XX proceden metodológicamente de esta manera y aun los
historiadores siguen procediendo de la misma forma a veces sin concientizarlo del todo.
Y no es sólo la idea de un orden exterior a la Historia misma lo que impregna el trabajo de
los historiadores, sino como demostraremos en el segundo apartado de este capítulo, la
(7) Ibid. Volumen 18, "Religiosos de la familia Briceño. Primicias Históricas.", pág. 307, (1927). (8) "Sobre todo se puede ver cómo la indicación de que el historicismo -que en este estudio sólo es
examinado con seriedad en cuanto que es una doctrina sobre el método- podría ser ampliado y desarrollado hasta convertirse en un sistema filosófico completo. O, dicho de otra forma parece probable que el método historicista naciera como parte de una interpretación filosófica general del mundo. Porque no hay duda que desde el punto de vista de la historia, aunque no del de la lógica, las metodologías se derivan de doctrinas filosóficas." POPPER, Karl. La miseria del historicismo., pág. 68.
(9) “El cuidadoso examen de esa cuestión me ha conducido al convencimiento de que estas profecías hístoricas de largo alcance se hallan completamente fuera del radio científico. El futuro depende de nosotros mismos y nosotros no dependemos de ninguna necesidad histórica. Existen, sin embargo, existen filosofías sociales de gran influencia que sostienen la opinión exactamente contraria.” POPPER, Karl. La Sociedad abierta y sus enemigos. pág. 32
66
escritura de la Historia o lo que Hayden White (10) ha llamado metahistoria impone un
género distinto a cada uno de los historiadores que enfrenta la labor historiográfica.
No es, entonces, Mario Briceño-Iragorry un caso aislado dentro de la producción histórica
de nuestro país o del mundo. Es un historiador que produjo la Historia con base a los
patrones dictados por las corrientes de pensamiento que imperaron en Venezuela y en el
mundo en las distintas épocas de su vida.
Es Mario Briceño-Iragorry un historiador bastante fructífero para conocer el panorama de
las ideas históricas en Venezuela porque de alguna manera por su insaciable lectura y por su
interacción constante con los historiadores más destacados de Venezuela pudo expresar a
través de su obra esas ideas que ordenaban el medio histórico venezolano y en cierta
manera el mundial.
3.1.1 UN ORDEN SOBRENATURAL
No deja de ser relevante el estudio de esta primera época en que el joven Mario, se dedica a
la definición de los puntos fundamentales que conformarán la visión de su Historia.
En uno de sus primeros artículos referidos a este tema nos dice:
"Pero esa Historia, esa grande Historia, de los romanos tiempos es parcial, así pues la única imparcial es la Biblia, que ya nos dice los triunfos del pueblo Judío, o de sus derrotas." (11)
(10) WHITE, Hayden Metahistory. The historical imagination in nineteeth century Europe. Ver págs. de este
trabajo (11) BRICEÑO IRAGORRY, Mario. Obras Completas. Vol. 17, pág. 187, (1911).
67
Aunque esta opinión es escrita por un joven de catorce años que sólo inicia su bachillerato y
que como tal no puede ser tenida como algo muy serio, nos mostrará una actitud que se
mantendrá constante a través de la vida de nuestro autor. Existen textos válidos y textos no
válidos para la interpretación histórica. Los textos teológicos serán muy importantes para el
conocimiento de ella.
Para el momento de esta cita sus preferencias giraban en torno a la Biblia y aunque
probablemente ésta no será abandonada sino por una pausa muy corta como libro de
cabecera cuando, como lo expresa José Nucete Sardi, escribe “La falsa traición de Judas”,
(1918) que fue criticado por el mismo autor en un folleto titulado "La defensa de Caín",
porque nuestro autor no mantenía allí posiciones muy ortodoxas con respecto a su fe
cristiana posterior.(12)
Recuperada su fe después de tres años juveniles de distanciamiento religioso, nuevamente le
dará a los textos de este tipo o a la obra histórica realizada por los clérigos católicos el
primer lugar dentro del acontecer histórico, y esta preferencia subsistirá casi totalmente a lo
largo de su obra.
(12) Estas referencias que hace el autor mencionado a Mario Briceño-Iragorry siempre las hace
indirectamente y cambiando el título del artículo de "La falsa traición de Judas" a la "Defensa de Judas" Ibid. Vol. 13 ,págs. 234-242.. En el artículo José Nucete Sardi se refiere sin nombrarlo a Mario Briceño Iragorry y nos dice: "-ya lo creo; un abogado ateo -ahora convertido al catolicismo- escribió no hace mucho tiempo la "Defensa de Judas".NUCETE SARDI, José. La defensa de Caín. , pág. 6, (1933)
Esta actitud de José Nucete Sardi con respecto a Mario Briceño-Iragorry fue constatada en una carta del primero dirigida a Luis Beltrán Guerrero la cual figura en el anexo. El párrafo que señala esta actitud dice así: "Se conoce que en la paz truxillana, en un silente mediodía, cercano el olor del chocolate del puntal -como incumbe a todo buen arcipreste (Luis Beltrán Guerrero que se encuentra en Truxillo como Secretario del Gobernador), con una tranquilidad que sólo dan las sierras (pienso en la quinta de Tormes de Eça) pudo usted escribir tan buena cosa, picada de maquiavelismos, en la que se recuerda al académico, (alude a Mario Briceño-Iragorry) con muy buen juicio, que giros anticuados no son clásicos, sino arcaicos..... y que hay en el idioma del día clasicismos mas elegantes y jóvenes. En el fondo el académico que aún se arrepiente de su defensa de Judas, tascará el freno mientras el arcipreste (Luis
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Resaltar la labor de la Iglesia Católica va a ser la preocupación fundamental de casi toda su
labor de historiador. Por supuesto, ella representaba el orden para él frente a la libertad y el
egoísmo propuesto por el gobierno liberal de Antonio Guzmán Blanco, como lo veremos en
el segundo apartado de este capítulo.
Después de haber superado el sarampión juvenil donde la influencia de Nietzsche es clara y
manifiesta, como veremos en el próximo apartado, Mario Briceño Iragorry no solamente va
a preferir los textos sagrados de interpretación histórica frente a los profanos, sino que va a
privilegiar a los sistemas que él considera que de alguna forma expresan e imponen ese
orden en la Historia.
1.- La educación católica debe ser la única encargada de formar al individuo para un
desenvolvimiento armónico en la sociedad. Ella es la depositaria de los principios
verdaderos que son la manifestación de orden histórico.
"... de la escuela moderna, hecha árida, solitaria, aspérrima desde que falta en ella la verdadera cultura religiosa. La escuela laica, defendida como una de las mejores conquistas de la época moderna, carece de los medios más sencillos y simples para levantar la virtud ciudadana y para educar el interior de los hombres. " (13)
Beltrán Guerrero) y el defensor de Caín (José Nucete Sardi) sonríen con buena ciencia rabelesiana." Villa Las Rosas, 9-3-1942. Caracas, Biblioteca Nacional, Cajas del Archivo personal de Luis Beltrán Guerrero. pág. 265 del anexo documental. Paréntesis nuestros menos el segundo
(13) BRICEÑO IRAGORRY, Mario. Obras Completas. "Ensayo sobre psicología educativa.", Vol. 14, pág. 213, (1925). Esta idea es expresada otra vez de manera clara en 1940 cuando se encuentra en San José de Costa Rica: “La enseñanza religiosa está al orden del día en las escuelas americanas e inglesas. Los ciudadanos de las grandes democracias respetan el valor del hombre religioso. Nuestro pueblo es por vocación creyente y el propio Gobierno no descuida esta fuerza. Es deber de la educación pública fomentarla y respetarla, sin que ello llegue nunca a representar una imposición que anule la libertad de espíritu. Mienten los que dicen que la enseñanza religiosa en las escuelas va contra las libertades institucionales. Una enseñanza única y mono confesional sí destruiría la libertad. Pero no se trata de tal cosa.” Ibid. Carta a Numa Quevedo. Vol. 23, págs. 458 y 459.
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2.- Evidentemente que esta educación tendrá que ser impartida no sólo dentro de los
pueblos que hayan tenido la educación tradicional de la cultura occidental, sino
también y con más razón a los indígenas para contribuir a la consolidación de la
nación. Nación, uniformidad cultural, uniformidad religiosa e histórica son cuatro
presupuestos que trabajan indisolublemente unidos en el pensamiento de Mario
Briceño-Iragorry.
"Estos acaso no se pasean por el hecho incontrovertible de que la evangelización de aquellas tribus abandonadas por la inercia de un siglo de desgobierno, representa hoy día un paso largo hacia el acrecentamiento de nuestras fuerzas y recursos nacionales." (14)
3.- El régimen político que ha trabajado estupendamente por ese orden o uniformidad
nacional, cultural y religiosa -desde el punto de vista del autor- debe ser ensalzado y
cubierto de gloria por su pluma.
"...echa en olvido el mérito incuestionable de esta campaña civilizadora, emprendida después de un abandono de cien años, por el Gobierno que preside el Benemérito General Juan Vicente Gómez, quien ha ganado con ella un laurel más en su obra infatigable de cultura patria. " (15)
4.- El Derecho, que tanto preocupará a Mario Briceño-Iragorry, deberá ser la expresión
terrena de ese orden y conducirá a los hombres al destino que ha sido anteriormente
delineado por fuerzas superiores.
"... no es en el relativismo de la escuela histórica ni en el transcendentalismo de la escuela metafísica donde puede hallarse la norma directriz para juzgar la vida del Derecho, sino que ella sólo puede encontrarse en la serena armonía que surja del estudiar la ciencia jurídica como un producto de la razón espiritual sujeto a las contingencias evolutivas de la historia, mejor dicho: considerándolo como cosa humana en perfecta
(14) Ibid., Vol. 10 pág. 5, (1926) (15) Ibidem, negrillas nuestras.
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dependencia de la doble naturaleza -espiritual y material- del hombre." (16)
Sin embargo, ese orden universal o razón espiritual no es de ningún modo irracional sino
que es la expresión de la racionalidad humana, es en ella o en el superconsciente, (17) como
la llamará en otra lectura de este período, donde se albergará el entendimiento de ese orden.
"... el paso de las razones teogónicas a las leyes razonables de un orden eterno e inmutable, es el coeficiente que señala un avance efectivo en el seno de las conquistas incruentas de la idea." (18)
Mario Briceño-Iragorry pensaba que la Iglesia debía reflejar en la tierra el orden
sobrenatural. Eso no estaba ocurriendo con la Institución Eclesiástica venezolana porque
ella estaba regida por la ley de Patronato Eclesiástico que permitía al Estado la intervención
dentro de su seno. Por eso empezó a cuestionar desde esta época dicha ley que consideraba
injusta porque viciaba algunos de los procesos necesarios para la buena marcha de ella.
“Ojalá Ud., guiado del amplio espíritu jurídico que le adorna, y firme en la lealtad de su posición crítica, revea los argumentos de que nos hemos servido en el presente caso, y llegue, para dicha mía, a convenir en que realmente el orden estatal no es competente para dictar una ley de la naturaleza de la de Patronato Eclesiástico.” (19)
En concordancia con esto cuando él consideraba que ese orden sobrenatural era reflejado
por alguna Autoridad de la Iglesia no vaciló en defenderla ante el orden imperante. Aunque
(16) Ibid., Vol. 13, pág. 15, (1918). Negrillas nuestras. Sin embargo, se dará cuenta que la realidad del derecho
venezolano es otra muy distinta y no coincide con las afirmaciones hechas aquí: “Y estos jueces, amigos nuestros, dignos de nuestra personal consideración, parece que se empeñasen, guiados de absurdo criterio antijurídico, en mantener bajo su lápida mortal al gran repúblico. Da la impresión de que se hubieran dedicado a la desairada labor de justificar las muertas dictaduras personalistas. Cuando clamamos por un orden que permita una vida sin las claudicaciones y debilidades en que anteriormente nos fue forzado vivir, ellos se empecinan en desacreditar las instituciones. Se han roto, mi querido Numa, todas las tablas de valores.” Ibid. “Carta a Numa Quevedo.” Vol. 23, pág. 425,, 20 de enero de 1940.
(17) Ver punto 3.1.5 de este capítulo, pág. 85. (18) BRICEÑO-IRAGORRY, Mario. Obras Completas. Vol. 13. pág. 288 (1922). (19) Ibid., Vol. 21, Carta a Luis Loreto, pág. 491, 28 de Agosto de 1935. Para mayor información sobre este
problema recomendamos el análisis que hace el Dr. Wagner Rafael Suárez en “La invalidez jurídica del Patronato” contenido en su libro Pensamiento teológico venezolano. Mario Briceño-Iragorry, págs. 159 a 163.
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era partidario del gobierno establecido por el General Juan Vicente Gómez, los imperativos
de la religión eran superiores para él a los de la política. Esta situación límite que lo obligó a
una toma de postura frente al Gobierno, ocurrió cuando defendió a Monseñor Montesdeoca
de los cargos que se le imputaban para su expulsión en 1929..(20)
3.1.2 DIONYSIOS Y LA RESURRECCIÓN: Una aparición significativa del desorden.
Sin embargo, a partir de 1912, Mario Briceño-Iragorry inicia sus visitas a Caracas y en el
año de 1914, regresa a Trujillo (21) donde con un grupo de jóvenes publica la revista Ariel
en la cual, por el influjo de Nietzsche, entra en conflicto con su visión católica de la infancia
que luego renacerá y volverá a mantenerse a todo lo largo de su vida. Este desorden juvenil
puede ser ubicado cronológicamente entre los años 1915 a 1918, sobre los libros de
Nietzsche nos dice:
“... que nos traen el aliento de vivir grande, que nos enseñan a amar la vida como un don inapreciable y que nos incitan, apartándonos del fango de la vulgaridad, a desear las cumbres. Entre esta segunda clase de libros se hallan encerrados los de Federico Nietzsche." (22)
Tres años más tarde exclamará:
"Todas las obras del filósofo alemán (Federico Nietzsche) estaban en mi biblioteca, mas yo distaba mucho de ellas. No entendía la más pequeña frase suya y deseaba permutarlas por libros de D' Annunzio, Tolstoy u otros legibles." (23)
(20) “Me cupo la satisfacción de haber sido de los pocos venezolanos que ayudaron a la defensa del
Obispo, cuando su injusta e ilegal expulsión en 1929, y me sabe a cumplimiento del deber haber tomado parte en la redacción de aquellos documentos de altiva dignidad con que el Episcopado venezolano defendió ante las autoridades del País los derechos del ilustre compatriota.” Ibid. “En torno a la muerte de Monseñor Montesdeoca” Vol. 19, pág. 439, (1945).
(21) Mario Briceño-Iragorry. “Cronologías.” Elaborada por Domingo Miliani, en ediciones de la Casa de Bello, pág. 138.
(22) BRICEÑO-IRAGORRY, Mario. Obras Completas, Vol. 13, pág.168, (1915). (23) Ibid., pág. 223 (1919). Paréntesis nuestro.
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Así que entre 1915 y 1919, hay un cambio con respecto a la apreciación del filósofo
alemán. En su biblioteca personal, que se encuentra en el Centro de Historia del estado
Trujillo, no encontramos obras del filósofo alemán.
"(Dionysios) es la expresión más alta del principio creador que fulgura en el genio y que vive en el sexo, es el símbolo eterno del amor a la vida terrestre. " (24)
Invocar a Dyonisios como el Dios de la resurrección y de la vida, no deja de hablarnos de
la psicología de este joven, que a lo largo de su vida utilizará con alguna frecuencia la
mitología griega como metáfora para explicar el desarrollo histórico y ciertas actitudes
tomadas por algunos personajes y hasta de él mismo dentro de éste. Tenemos en su primer
trabajo sobre la Historia a "Herodoto de Halicarnaso que es Júpiter en el Olimpo de la
Historia,..." (25)
Después de 1911, los símiles que utilizarán la mitología griega y romana para expresar sus
estados afectivos y sus ideas serán muy frecuentes en su obra.
Sólo citaremos uno que asociamos inmediatamente con la figura de Mario Briceño-Iragorry
dentro de la Historia venezolana. Es el mito de Anteo. Este era un gigante hijo de la diosa
tierra que recibía su fuerza de ésta. Hércules fue el único capaz de vencerlo porque en su
lucha siempre lo mantuvo separado de ella.
"Para hacer más ancha la vitalidad de Roma en los dominios del tiempo, Virgilio hubo de invocar el mágico prestigio de los vencidos penates de Ilión: para dar rancia prosapia a nuestro glorioso republicanismo, nada más legítimo y hacedero que comprobar, por medio de nuestra genealogía hispánica, que a este suelo feraz vino, como nuevo Anteo, en pos de secretos de energía el
(24) “Dionysios” en Azul. Año 1, No. 10, pág. 1. Venezuela, 22-9-1916. (25) BRICEÑO- IRAGORRY, Mario. Obras Completas. Volumen 17, pág. 187, (26-8- 1911)
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reclamo comunal que rindió el absolutismo de Carlos V ...." (26)
El cita este mito en ’"La contestación que hace al Discurso de Incorporación en la
Academia de la Historia" de Caracciolo Parra León el 7 de marzo de 1932.
También los símbolos de la mitología cristiana (La Virgen por ejemplo) son una verdadera
fuente de acercamiento a la interpretación de Mario Briceño-Iragorry. Esa presencia de
Dyonisios primero y de la Virgen María después no deja de hablarnos de esa conversión
que observamos en la evolución histórica de Briceño-Iragorry.
Asimismo, la estructura de la tragedia griega con un coro que advierte al personaje de su
futura caída no deja de estar presente en muchos de sus ensayos históricos. (27)
La Virgen es la única mortal que desconoce el pecado. Ella es el símbolo de lo no
mancillado, de lo intocado por el mal, de lo absolutamente puro. Es la patrona de su ciudad
natal, Nuestra Señora de la Paz de Trujillo, que no deja de figurar en su discurso de
Incorporación a la Academia de la Historia en 1930.(28)
(26) Ibid. Discursos de Incorporación. (1920-1939) .Tomo II, pág. 375. (27) En un artículo titulado "El problema tierra-hombres en la novela Casa León y su tiempo de Mario
Briceño-Iragorry" expresamos lo siguiente: "Podemos afirmar que la novela contiene toda una crítica social a los mantuanos, a sus actitudes hipócritas y a su manera de obtener la riqueza que ocasiona necesariamente el despojo de las clases más necesitadas. El narrador asume frente a esto actitudes parecidas al coro de la tragedia griega que pretendía enfrentar moralmente a los espectadores con la agudeza del conflicto." FEBRES, Laura. Boletín Universitario de Letras, pág. 260.
(28) PAZ, OCTAVIO. Las Trampas de la fe. , pág. 63. La Virgen fue citada el 24 de Octubre de 1995 por Manuel Bermúdez en un homenaje a Mario Briceño-Iragorry organizado por la Universidad Nacional Abierta conversando acerca del libro de Mi infancia y mi pueblo como uno de los símbolos más importantes presentes en la obra de este autor. Acotación con la que no dejamos de estar de acuerdo. Octavio Paz señala aunque no explica la importancia del símbolo virginal: "Pero la Virgen fue y es algo más y de ahí que haya sobrevivido al proyecto histórico de los criollos. La Virgen es el punto de unión de criollos, indios y mestizos y ha sido la respuesta de la triple orfandad: La de los indios porque Guadalupe/Tonantzin es la transfiguración de sus antiguas divinidades femeninas; la de los criollos porque la aparición de la Virgen convirtió a la tierra de la Nueva España en una
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La invocación a Dyonisios, citada en este artículo, a pesar de desaparecer después ante la
presencia exclusiva del símbolo mariano, no deja de ser resaltante y explicativa de la fuerza
vital de la figura y del pensamiento de este autor. Dyonisios es el dios a quién le está
permitido renacer una y otra vez después de su muerte. Mario Briceño-Iragorry, gomecista
militante en este período tratado, ha podido desaparecer del panorama político nacional
después de la muerte del dictador; sin embargo, renace como una figura primordial una y
otra vez, como veremos en este trabajo, en el panorama histórico y político nacional,
especialmente en Costa Rica.
Demuestra su unión al General Juan Vicente Gómez en frases como esta:
"Ellos encierran el fruto de una labor administrativa que sólo tuvo por norte el cumplimiento de altísimos deberes contraídos con el Ilustre Ductor de los destinos nacionales, Benemérito General Juan Vicente Gómez, quien con el pensamiento fijo en la Patria, vela sin descanso por elevar sus destinos a la suprema dignidad que corresponde a los pueblos civilizados." (29)
No se caracteriza su conducta por seguir una invariable senda, como nos propone el
símbolo mariano -al cual como norte de su comportamiento buscó constantemente-, sino
por transformarse una y otra vez dentro del acontecer histórico venezolano en figura
primordial y decisiva de los acontecimientos.
La lucha entre Dyonisios y el símbolo mariano proveniente el primero de su lectura de
Nietzsche, nos lleva a tomar en cuenta una dinámica presente en aquella Historia escrita en
madre más real que la de España y la de los mestizos por que la Virgen fue y es la reconciliación con su origen y el fin de su ilegitimidad.”
(29) Memoria y Cuenta presentada por el Secretario General del Estado Trujillo (Mario Briceño-Iragorry) a la Asamblea Legislativa en sus secciones ordinarias de 1928. Paréntesis nuestro, pág. 1.
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Venezuela por nuestros intelectuales, quienes en su generalidad han tenido una actuación
política relevante. Tal es el caso de Mario Briceño-Iragorry.
El juego, a veces dramático, entre lo propuesto en su Historia escrita y lo realizado en su
acción. La dinámica entre lo realmente hecho y lo deseado, que a veces no suelen coincidir.
La dualidad existente entre el bien que se debe perseguir y el mal que no deja de ser
seductor y real (30) es uno de los problemas que trataremos de analizar a través de la figura
de Mario Briceño-Iragorry en este trabajo.
Y tal vez tendremos que ir más allá, aunque no es éste el objetivo de este trabajo, que de
ninguna manera pretende llegar a conclusiones acerca de la psicología profunda, ni a la
lucha entre las afirmaciones formuladas verbalmente y las aspiraciones inconscientemente
reveladas -como los actos fallidos de Freud- que expresan los intelectuales venezolanos en
una que otra frase de sus obras.
3.1.3 OTRA NOCIÓN GRIEGA: El destino.
Desde muy temprano la idea de destino aparecerá en sus libros. Podemos afirmar que esta
es el germen fundamental de lo que luego será la noción de causalidad dentro de la
comprensión histórica de Mario Briceño-Iragorry. La causalidad será muchas veces para él
la expresión de la voluntad de Dios en la Historia. Una de las condiciones de la humanidad
debe ser entenderla y cumplirla. Si no es así la Historia se convertirá en un caos donde el
hombre no se realizará como tal ni Dios estará presente en ella.
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"Cuando nacemos ya llevamos en nuestra frente el sello del Destino que nos ha de guiar en el laberinto confuso de la vida y de él dependen nuestros actos como la marcha de Teseo del hilo primoroso de Ariadna: efectuaremos las acciones que las leyes inescrutables de lo Desconocido han señalado desde un remoto ayer y al empezar nuestra lucha en la vida diaria lo hacemos de la misma manera que pudieran moverse humanas piezas de un ajedrez que obedeciese órdenes de un ajedrecista maestro." (31)
La idea de destino (32) proviene en Mario Briceño-Iragorry de dos fuentes fundamentales.
Una de ellas es la tradición grecolatina, en la cual los estoicos y las otras escuelas del
"período helenístico", figuran como los expositores fundamentales de la creencia en la
fatalidad del mismo. Luego en Roma, Cicerón va a tratarla también con detalle.
Mario Briceño-Iragorry en su artículo "La Falsa traición de Judas"(1919) nos habla de la
superioridad de las doctrinas grecorromanas frente al pueblo judío “...a todo lo que
encerrase una superioridad moral -el estoicismo acaso." (33)
Sin embargo, sus reflexiones sobre el destino fueron tomadas no tanto de los autores griegos
directamente, sino de la reconstrucción de ellas que hicieron los autores posteriores por él
leídos.
Otras fuentes citadas por él son el sociólogo Gustave Le Bon (1841-1931), unida a la del
sicólogo Gabriel Jean Tarde (1843-1904) (34) que vivieron en la segunda mitad del siglo
pasado y principios del siglo XX, y cuyas ideas son asimiladas por Mario Briceño-Iragorry
(30) Expresado esto después por Mario Briceño-Iragorry en la dualidad Casa-León y el Regente Heredia. (31) BRICEÑO-IRAGORRY, Mario. Obras Completas. Vol. 13 "Exégesis Profana." pág. 215, (1917). Subrayado
nuestro. (32) FERRATER MORA, José. Diccionario de Filosofía. (Tomo 1), “Destino”, pág.840. (33) BRICEÑO-IRAGORRY, Mario. Obras Completas” Vol . 13, “La falsa traición de Judas.” (1919) pág. 235. (34) Encyclopedia of the wordl Biography. Tomo VI, “ Le Bon”, pág. 386. Tomo X, “Tarde”, págs. 358.
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para describir "el alma invisible" de un pueblo, Alma que dirigirá todas sus acciones y
sentimientos.
"La humanidad empezó a civilizarse en varios centros diferentes y en épocas distintas. No ha habido un solo foco de civilización, ni una sola línea de evolución progresiva. .... Tarde, quien llama diferencias ficticias establecidas por la filosofía de la historia a esta serie de desemejanzas que caracterizan con precisión el genio de una raza y que hacen, según Le Bon, que la vida de un pueblo, sus instituciones, sus creencias y sus artes no sean sino la trama visible de su alma invisible." (35)
Evidentemente si él presupone un orden universal, existe un destino necesario para cada una
de las piezas que lo integran. En esta etapa primera de su vida declara que su noción de
destino proviene de un poeta altamente influido por la cultura grecorromana como es
Gabriel D’Annunzio y cuando se inicien sus investigaciones históricas esta noción será
utilizada también en el campo de la Historia.
"Nadie se atreve hoy a negar la influencia fatalista en el desenvolvimiento de nuestros actos, nadie quita al Destino su gran imperio en la marcha del mundo, pues en la vida, según la expresión de Gabriel D’Annunzio sólo obedecemos a las leyes escritas en nuestra propia substancia, leyes que no evolucionan según el correr del tiempo y que han de cumplirse sobre todos los obstáculos que puedan oponérseles fútilmente." (36)
En esta primera parte de sus escritos la noción de destino es independiente del tiempo, lo
que nos lleva a sostener que la Historia en Mario Briceño-Iragorry probablemente no sea la
demostración de la sucesión temporal de los hechos, sino la simple descripción de cómo
esos hechos manifiestan el cumplimiento de un orden superior.
En este sentido los presupuestos de rigurosidad y exactitud -que propone constantemente en
sus estudios históricos posteriores- no deben ser tomados en el sentido actual que esos
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términos proponen, es decir, estudio objetivo y riguroso de cada hecho independiente de un
todo, sino rigurosidad, exactitud y fidelidad en la descripción del cumplimiento de un
destino, como proponía la filosofía positivista del siglo XIX.
Analizando aún más los textos vemos que el azar, la suerte y la fortuna no son
independientes de esta ley universal o destino que gobierna la vida de los hombres como
propone Aristóteles. "Ni el azar ni la suerte tienen que ver con cosas que acontecen
"siempre" o siquiera "la mayor parte de las veces". (37)
Para Mario Briceño-Iragorry la suerte, la fortuna y el azar forman parte también de esa
fatalidad ciega que gobierna el destino de los hombres, no son en ningún momento un
accidente. En su artículo "Exégesis Profana" se propone demostrar cómo en el juego se
muestra de una manera más fácil la cara de la fortuna o la de la suerte y él forma parte
también de esta fatalidad.
"¿Cuál es el hado protector del juego?... El Azar contestárame cualquier viejo sabio en la rápida emoción del tapete verde; La Causalidad y el Destino, dirá un fiel discípulo del Fatalismo humano, escuela que cada día alcanza mayor radio de ensanche en el diario trajín de la vida. " (38)
(35) BRICEÑO-IRAGORRY, Mario. Obras Completas. Vol. 13, Orígenes del Arte”, pág. 17, (1918). Negrillas
nuestras. Itálicas nuestras igual comillas en el original. (36) Ibid. “ Exégesis Profana. “ pág. 214, (1917). Itálicas igual comillas en el original. Negrilla nuestra. (37) FERRATER MORA, José, Diccionario de Filosofía, Tomo 1, “Azar”, pág. 291. (38) BRICEÑO-IRAGORRY, Mario, Obras Completas, Vol. 13, pág. 214, (1917).
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La noción de "destino" se prolongará a través de toda su producción; en el futuro será
enriquecida con lecturas que le dan aún más fuerza como lo expresa en su libro Mensaje sin
destino.(39)
En esta visión el relativismo pasa a ser por supuesto absolutamente condenado. Nada es
relativo, si todo ha sido planeado de antemano:
"Pero pretender ir desde este detestable relativismo humano, por una escala de comparaciones y deducciones continuas, hasta una altura donde el vértigo habrá de matar nuestros más fuertes pensamientos de hombres-hormigas y querer ver desde allá la marcha fatal de la sociedad con la misma lógica acomodaticia que nos gastamos acá abajo, pretendiendo con una justicia, formada por nosotros mismos -los culpables, acaso- juzgar los sucesos universales, es una de las más ilusas pretensiones de estos pobres y enigmáticos señores que van tiesos por esas calles de Dios, con sus veinte y más siglos de retórica y de lógica." (40)
3.1.4 LA CRÍTICA A LA CIVILIZACIÓN OCCIDENTAL
Mario Briceño-Iragorry se inicia como crítico de la cultura ya en esta primera etapa de su
vida bajo el influjo de Nietzsche, cuya crítica a la civilización es de todos conocida. No
solamente la crítica de Nietzsche abarca el hundimiento de la cultura sino que critica al
mundo como tal: "Este mundo, eternamente imperfecto, imagen imperfecta de una eterna
(39) Ya en la última etapa de su vida admitirá que en la Historia se dan vuelcos repentinos que nadie
esperaba, pero que para nosotros no dejan de estar inmersos dentro del destino o la causalidad: ”En el orden de los pueblos ocurren a veces vuelcos extraordinarios, al igual de los que acontecen en el orden de los individuos. Nada extraño tiene que el satanismo que hoy impera en Venezuela sea derrotado por un inesperado rayo de razón iluminada. El estrujón habrá de ser fuerte, qualquiera que sea el camino que se abra. Tarde o temprano se hará sentir la reacción del pueblo. Menos mal que nuestro pueblo es generoso y fácil de orientar. Dios os libre de los peligros de esa hora terrible. Pero terrible y peligrosa es preciso desearla.” Ibid., Vol. 20,” Carta a Jesús Omar Briceño Picón.” pág. 409, 12 de diciembre de 1953. Nuevamente la suerte y el juego serán sometidos a reflexión en su novela Los Riberas en donde describe una casa de juego en Macuto llamada El gato negro: “La suerte es liviana y caprichosa como una prostituta.” Ibid.,Vol. 12, pág. 219, (1957).
(40) Ibid.,Vol. 13, pág. 256, (1920). Negrillas nuestras.
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contradicción, ebrio deleite de su creador imperfecto se me antojaba en un tiempo el
mundo." (41)
Posteriormente la crítica de Mario Briceño-Iragorry va a estar guiada por los valores de la
civilización hispánica, que no se cumplen ni en Venezuela ni en el mundo occidental.
De los valores de la civilización hispánica mantendrá su creencia en los principios cristianos
como los únicos posibles para lograr un hombre armónico. De su maestro Platón y de
Nietzsche conservará el aristocraticismo en un sentido muy concreto: Una clase dirigente
debe ser la encargada de dirigir los destinos de los otros hombres.(42)
La tendencia aristocrática de Platón tantas veces señalada por Karl Popper en La sociedad
abierta y sus enemigos se puede testimoniar en las siguientes referencias.
Hace alusión Platón en la próxima cita a que si convence al gobernante de hacer algo, todos
los hombres de esa nación serán convencidos:
"... y ésta era la hora de ensayarlo, porque convencer a uno sería suficiente para conseguir yo todos los bienes." (43)
Así mismo dice que el bando triunfador en la lucha política debe elegir para gobernar a los
ciudadanos más ricos:
"En cuanto a los vencedores -si desean, por cierto, la salvación- han de elegir, ellos entre ellos, a aquellos
(41) NIETZSCHE, Federico. Así hablaba Zaratrusta, pág.35. (42) La importancia de una minoría selectiva que dirija los destinos del pueblo será tratada con más
énfasis en el apartado “La polémica con César Zumeta” de este mismo capítulo, págs. y posteriomente en el último capítulo en el cual se habla de la Universidad. Ver págs.
(43) Platón. Obras Completas Tomo XI, Carta VII, pág. 234.
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griegos de quienes conste ser los mejores; ante todo, a ancianos que tengan, en casa, hijos y mujeres y progenitores suyos, cuántos más mejor, buenos y renombrados y poseedores todos ellos de suficiente riqueza.”(44)
Habla también del proceso al que tienen que ser sometidos los jóvenes a través de la
literatura para la defensa de la ciudad. La literatura falsificaría los acontecimientos, en aras
de este bien.
"Y haremos nosotros muy bien por consiguiente, en suprimir los lamentos de los hombres ilustres, para atribuírselo en cambio a las mujeres, y de éstas a las más débiles tanto como a los hombres más perversos, para que sientan repugnancia a imitarles aquellos que queremos instruir para la vigilancia de la ciudad. Estás en lo cierto- dijo. Platón." (45)
No pensamos que exista ninguna contradicción en esto, porque aunque el cristianismo es en
sí mismo una doctrina igualitaria, propone una iglesia jerarquizada en la cual Pedro es el
jefe máximo, la "piedra" principal.
3.1.4.1 EL ORDEN EN AMÉRICA LATINA
Existe un orden de connotaciones platónicas que debe ser seguido por esta sociedad y ella
se rehusa a cumplirlo, por lo tanto le espera una decadencia inevitable. Los valores, que este
orden requiere, no son complejos sino simples, y deben llevar a las sociedades a una
uniformidad en sus aspectos fundamentales, como propone para América Latina Mario
Briceño-Iragorry.
"El ideal griego de una unidad inmutable a la cual referir nuestras concepciones es aún la norma que define y
(44) Ibid., pág. 243. (45) Obras Completas. La República. Libro III, pág. 702.
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orienta los rumbos del espíritu, perseguidor de las síntesis simplistas." (46)
Hispanoamérica debe construir ese orden sobre la base de sus rasgos comunes que son,
según él: la religión y el lenguaje. De allí debe venir su unidad. Ellos contribuirán a forjar
una sola América. La América que es el sueño de todos.
"Ninguna puede ser más común para toda la América que la idea cristiana traída con los tesoros de la lengua por los pobladores españoles." (47)
Más tarde (1928) arrojará la hipótesis de que es probable que nuestros aborígenes tengan un
substrato común con el resto de los aborígenes de la región andina de Sur América y con la
región Maya de Centro América (48); pero en este primer momento de su obra, no hay ni
siquiera el asomo de una crítica, acerca de cuánto costó a América esa unidad impuesta
desde afuera.
De todas maneras la unidad de Hispanoamérica que provenía del tronco hispánico común
será una idea constante a través de toda su producción como iremos viendo en el
desenvolvimiento de este trabajo.
3.1.4.2 EL ORDEN EN LA CIVILIZACIÓN OCCIDENTAL
La civilización occidental ha traicionado ese orden o esa "unidad inmutable" porque ha
(46) BRICEÑO-IRAGORRY, Mario. Obras Completas. Vol. 14, “La hora de América.” pág. 255. (1925). (47) Ibid. pág. 257. Negrilla nuestra. (48) "La existencia de una civilización mayoide contemporánea del período arqueológico denominado
por los etnólogos ecuatorianos Proto-Panzóleo II ... deja ver claramente la existencia de una onda expansiva que desde México y Centro América invadió aquella región, habiendo dejado en Colombia huellas a su paso." Ibid. Vol. 5, "Procedencia y Cultura de los Timoto-Cuycas.", pág. 56, (1929).
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enfatizado exclusivamente los valores materiales del hombre, no los espirituales y religiosos
y por lo tanto construye un hombre incompleto.
"En este siglo, me decía un amigo, hasta el alma se le va a petrificar al hombre con el exceso de materialismo en que vive. ... voces que no dicen nada sino que predican un epicureísmo refinado, envuelto en una buena prosa y verso." (49)
La miseria material, uno de los males más temidos por el hombre del siglo XX, no es vista
por Don Mario como algo terrible y desagradable, sino como una prueba a superar por él,
que puede hacerlo más grande o alienarlo definitivamente. La miseria espiritual es por él
mucho más temida y está constantemente manifestándose en nuestro medio.
"La miserabilidad del cuerpo es la riqueza del espíritu. ... Mientras más pobre es el medio en el cual vive una alma fuerte, esta es más noble. La pobreza del cuerpo no es miseria. ... Esa miseria, la miseria de las almas embotadas por la estupidez del medio que ellas mismas se han proporcionado, es la verdadera miseria la que constituye esa turba de miserables de los cuales debemos huir con pavor y, a los cuales debemos profesar lástima, mucha lástima ...." (50)
El orden de la sociedad se manifiesta en primer lugar en una jerarquía social en la cual la
aristocracia tiene que cumplir el papel rector en la sociedad. En ciertas partes de su obra de
este período destaca abiertamente su aversión hacia el igualitarismo. Sobre todo en la época
de rebelión juvenil que ya ubicamos entre 1915 a 1918. Sin embargo, esta necesidad de una
clase dirigente responsable de los destinos de la masa continuará vigente hasta el final de su
vida.
"El yoísmo" y el "igualitarismo" son los extremos ridículamente perniciosos de un estado de ánimo que abunda en nuestro siglo, ..."(51)
(49) Ibid. Vol. 13. “ La Pereza del mundo.” pág. 157. (1913) (50) Ibid. “Ideas.” pág. 161 y 162 (1914) (51) Ibid. “Hidras Morales.” pág. 173, (1915). Negrilla nuestra.
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El orden en la sociedad debía partir del respeto por su jerarquía política y social, de lo
contrario estaba destinada al caos. La cúspide de la jerarquía social en América estaba
representada por los hijos de los conquistadores quienes, a veces, no detentan ya el poder
económico pero que poseen en sus costumbres y en su apariencia física el sello de ese orden
deseado.
"....podéis ver refugiadas en los campos trujillanos, familias de limpísimo solar ibero, que en otro tiempo fueron prez de su señorío, y cuando preguntáis por Covarrubias y Berdugos y Cornieles y Barrigas que fueron flor de aristocracia en la Colonia, sólo os responde la voz torpe de un pobre campesino, que, en medio de su pobreza, luce el claro azul de unos ojos europeos y la blancura de una cutis en un perfil distinguido. Flor de ciudades, esa de García de Paredes ha sabido dar mucho de su espíritu noble y caballeroso y acaso mañana, cuando surja nueva vida, más intensa y más amplia, con sus hermanas, estas ciudades frías y desoladas de Los Andes, pueda decirnos cómo fue antes del fuego criminal del pirata francés."(52)
Toda su interpretación histórica, posterior, va a estar destinada a defender los valores que,
según él, España practicaba; el señorío, la familia, la religión católica y a desechar, por
lo menos en esta primera parte de su obra, los valores burgueses que la civilización
occidental estaba imponiendo.
Sin embargo, en esos primeros años (1915-1918) de rebeldía juvenil, su amor por España
no estaba aún definido y más bien sentía hacia ella cierto rechazo y proponía que
pusiéramos nuestros ojos en la civilización norteamericana.
"España se cuidó muy poco de darnos lo que nos faltaba y apenas nos trasmitiera una heredad inconsciente, pero esta heredad, con algunas muy pocas excepciones, fue pésima: los más bajos instintos del conquistador, trashumante y aventurero por lo común, pasaron a la sangre que hoy con orgullo
(52) Ibid. “Elogio del Dr. Eloy Paredes.” Vol. 14, págs 64 y 65. (1920)
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llamamos hispano-americana pero esos instintos y unos cuantos vicios" (53)
Evidentemente estas afirmaciones con respecto a España y a la cultura norteamericana las
olvidará Mario Briceño-Iragorry cuando presienta un cambio espiritual en el hombre que
vivirá después de 1920, el cual experimentará una positiva transformación. El hombre se iba
a corregir, a convertirse en un ser mejor en su trayectoria histórica según el pensamiento de
nuestro autor en este momento que no manifiesta el pesimismo de sus años finales.
"Más hay un refrescamiento del ideal religioso en estos años, que yo me atrevería a llamar alborales, como que la década vencida precisamente en estos días, fuera espesísima noche en el decurso de los siglos (1920). Renace la fe en el Nazareno con más fuerza que nunca, ..." (54)
3.1.5 LA HISTORIA DEL HOMBRE: Una batalla.
Por los años veinte Mario Briceño-Iragorry incorporará a su reflexión histórica la enseñanza
de nuevos maestros como San Pablo y San Agustín, lo que le permitirá acercarse a la idea
de libertad en esta vida terrena, pero no abandona la idea de orden que pasa a ser en este
caso sobrenatural. (55)
Nada mejor para demostrar esa batalla por la libertad y su supuesto vencedor que el artículo
(53) HERNANDEZ CARMONA, Luis. Mario Briceño-Iragorry. Artesano de la Escritura. pág. 106. (1949) (54) BRICEÑO-IRAGORRY, Mario. Obras Completas. Vol. 14. pág. 226. (1921). Paréntesis nuestro. (55) Mario Briceño-Iragorry señala que, además de su lecturas, el ejemplo de Roberto Picón Lares fue
fundamental en su transformación espiritual: “En carta mía para el Padre Dubuc hube de decirle que en mi actual constitución espiritual tienes tú una gran contribución, y que tu excelente amistad de Mérida hubo de definirse en mí por la trasmisión de ciertas ideas y de ciertos principios que no hubiera adquirido en libros.”Ibid., Vol. 23, Carta a Roberto Picón Lares, pág. 24, 11 de Septiembre de 1924.
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"Ensayo de psicología educativa" donde nos dice Mario Briceño-Iragorry que la Historia es
el lugar de combate del hombre.
"La Historia nos ofrece un campo de observación admirable para constatar cómo funciona de una manera definitiva el superconsciente en medio de las actividades sociales. .... El ritmo interior no se realiza sino después de una gran lucha, de una batalla suprema en la cual la superconciencia se declara dueño absoluto del campo espiritual. Cuando esto ha sucedido, cuando el contingente que pudiera aportar el hombre pasional ha quedado destruido, puede decirse que llega al espíritu la hora armoniosa, la hora de perfección definitiva. " (56)
El orden propuesto por Mario Briceño-Iragorry de connotaciones sin duda heraclitianas (57)
concibe la vida del ser humano como una lucha constante para su consecución.
El inconsciente y el superconsciente libran una perpetua batalla donde los principios de éste
(que con frecuencia representa el orden) deben triunfar sobre las proposiciones indecorosas
de aquel.
Más adelante no nos quedarán dudas cuando Briceño-Iragorry confiese directamente
quiénes han sido los antecesores de esta idea filosófica que concibe a la vida humana como
una lucha entre el bien y el mal y en la cual el bien se impondrá como "el orden" siempre
Idea de la que él se manifiesta un directo sucesor.
"La pureza espiritual, la plenitud de la existencia del espíritu, sólo se logra merced de la muerte continua de la vieja animalidad, merced al dominio perpetuo de nuestra parte superconsciente. La dualidad de estas fuerzas anímicas aparece clarísima en la doctrina pauliana. En dichos textos aparece con una sencillez indiscutible la noción de la doble influencia ejercida sobre nuestra personalidad consciente por las tendencias opuestas de la carne y del espíritu. Ya a este respecto nos dice San Agustín: No fue la carne corruptible
(56) Ibid. Vol. 14, págs. 207 y 208. (1925). Negrillas nuestras. (57) ARELLANO, Fernando. Historia de la Lingüística. Tomo I, pág. 38.
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quien hizo pecadora al alma, sino al contrario, el alma pecadora hizo a la carne que fuese corruptible. De estos textos traemos la certeza del concepto de dualidad en que los maestros de la mística han tenido nuestra naturaleza interior: la inferioridad inconsciente llamada a padecer para que triunfe sobre ella la conciencia superior, y la altura albísima de esta misma." (58)
Esta cita es importante porque la batalla que se libra no es entre el alma y el cuerpo, como
claramente expresa San Pablo en su Carta a los Romanos, 8, 7, ("Porque el apetito de la
carne es muerte, pero el apetito del espíritu es vida y paz.") (59) sino entre dos conceptos
más modernos: el inconsciente y el superconsciente que él mismo confiesa haber tomado de
la teoría sicoanalítica de un autor, llamado Jules Bois.
Mario Biceño-Iragorry dice que los místicos cristianos intuitivamente practicaban las
teorías del psicoanálisis que luego algunos psicoanalistas retomaron, solamente cambiando
las palabras; para ello cita a un representante de esta escuela no muy conocido Jules Bois,
acompañante de Juan Martín Charcot (1825-1893) a la hora de su muerte.
Bois se dedicó a estudiar la simetría presente en los trabajos artísticos y a la exploración del
más allá por medio del estudio de los médium y tuvo influencia sobre el movimiento del
(58) BRICEÑO-IRAGORRY, Mario. Obras Completas. “Ensayo de psicología educativa.” Vol. 14. pág. 209.
(1925). Itálicas nuestras igual a comillas en el original. Negrilla nuestra. (59) La Biblia para la esposa. pág. 1426. El problema de la relación alma-cuerpo fue motivo de la reflexión de
Don Mario durante toda su vida. Una de las piezas más hermosas escritas por él, ya al final de su vida, que reflejan este problema es la interpretación que hace de la conducta del Padre Borges en carta a Monseñor Quintero. Allí mantiene la superioridad del alma sobre el cuerpo tal como hace en estos primeros años juveniles. En esta carta vemos la fuerza que el cuerpo tenía para él, pero sin embargo el alma siempre debía dominar los instintos de aquél. “Eunucos hay que lo son desde el vientre de la madre, enseña el Señor en los Evangelios. Entiendo que este eunuquismo se refiere a la aptitud congénita del hombre para defender la castidad y no a una deficiencia funcional que degrade la propia naturaleza física, pues si bien en la unidad jerárquica de la persona humana el cuerpo juega papel subordinado, la propia dignidad de la persona reclama la integridad del instrumento físico que sirve al alma para realizarse en el orden externo.” BRICEÑO-IRAGORRY, Mario. Obras Completas. Vol. 23, “Carta a J. Humberto Quintero, 18 de junio de 1953.
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simbolismo. (60)
Veamos lo que dice Briceño-Iragorry a propósito del psicoanálisis, en este trabajo escrito en
New Orleans:
"La teoría psicoanalítica de que venimos ocupándonos puede decirse que ha estado viva en los planes expositivos de los grandes místicos cristianos. Bois ha hecho apenas un trueque de palabras, ha colocado vocablos de color científico en vez de los usados en el mismo sentido, pero con distinta apariencia, desde la edad apostólica, cuando ya floreciera la mentalidad grandiosa del iluminado de Damasco." (61)
Lo importante de toda esta disquisición para nosotros es señalar como construye don Mario
su pensamiento histórico, en este caso en torno a conceptos como "superconsciente",
"inconsciente", cuerpo y alma. En ellos, a veces, no distingue los matices que alguna vez
pudieron tener dichas palabras en sus respectivos creadores. Esos conceptos le sirven para
darnos a entender la existencia de la lucha en la Historia, y la parte que él cree predomina
en ella.
Por ejemplo, de todo lo expuesto en el artículo "La educación del superconsciente"
extraemos que San Agustín no es tal vez un intérprete fiel de la lucha cuerpo y espíritu que
San Pablo señala anteriormente, sino que para el Aguila de Hipona es el alma la que hace al
cuerpo corruptible y éste no puede ser pecaminoso en sí mismo.
Para San Pablo el cuerpo tiene una entidad tan fuerte como el alma, en cambio para San
Agustín, tal vez influido más por el pensamiento de Platón, el alma poseía un total dominio
(60) ELLEN BERGER, Henri. The discovery of the unconscious. pág. 100. (61) Ibid. Obras Completas. Vol. 14, pág. 208, (1925).
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sobre el cuerpo.
Esto nos lleva a pensar que no existen pecados exclusivos del cuerpo, según San Agustín,
sino que siempre el alma participa de ellos. No quisiéramos adelantar suposiciones, pero la
visión histórica de don Mario no va a mostrar la violencia inexplicable que sería producto
del cuerpo, sino que ésta, en los seres pensantes va a tener siempre una razón para actuar.
Esta batalla, la Historia, en la que el alma va a ser el sujeto fundamental, se caracterizará por
su "dualidad" y en ella existirá siempre lo blanco o lo negro, pero nunca lo gris. Como
consecuencia de esto la Historia de Briceño-Iragorry, por mucho tiempo, condenará o
afirmará realidades, pero nunca las describirá simplemente porque ante un combate de este
tipo la descripción fría siempre estará demás. En la Historia, el alma siempre estará en
juego.
Todos los seres serán divididos en consecuencia en aras a esta realidad y quizás el ejemplo
más notorio de esta división se encuentra en la posición que Mario Briceño-Iragorry
manifiesta hacia la mujer. Esta es a ratos buena y casi toca los atributos de una diosa cuando
cumple con los papeles que la sociedad le ha asignado, pero cuando se separa de estos
pareciera que su condición no es buena y tuviera en sí la semilla del mal. "¡Qué sinceridad
tan anti-femenina!" (62)
En el artículo sobre "Francisco de Asís" nos habla de "la mujer nueva, poseedora de
(62) BRICEÑO-IRAGORRY, Mario. Obras Completas. Vol. 13. “Poetisas Americanas. Un soneto de Sor Juana Inés
de la Cruz.” pág. 276.
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derechos, elevada a alturas que desconocieron la paganía helena y la moral de Roma; "(63)
Pareciera que fuera en la búsqueda de un nuevo tipo de mujer, distinta a la que las culturas
antiguas habían reflejado. Sin embargo, la mujer tiene en sí misma condiciones como la
insinceridad que no harían fácil ese tipo ideal (64).
Ellas también participaban de esta manera en la batalla de la Historia. Las mujeres sólo
cuando eran transformadas por el arte, la religión o la maternidad se consideraban "sujetos"
históricos de provecho. Estas actividades las sublimaban y convertían en heroínas y diosas.
Si es que podemos hablar de sujetos, en papeles históricos donde lo irracional tiene tanto
que jugar.
"Y fue clara e intensa la visión de Goethe al describir el profundo paraje donde las madres junto a candentes hipocaustos, plasman los destinos humanos como nuncios de divinidad. .....¿por qué no han de tener como ellas una visión divina para lo que no es, una visión que aun perdure después de estar encerradas en sus carnales vestiduras?". (65)
Mario Briceño-Iragorry las sublimaba y convertía en heroínas y diosas. En la batalla
histórica tenían poco que inventar, porque su triunfo estaba definido no por ellas, sino por
su aceptación de papeles impuestos por los que las precedieron.
"En cambio decae tal influencia hasta trocarse en fuerzas contrarias, cuando llevadas por la exaltación muy propia de quienes se inician en tareas desconocidas y cambiando el rumbo de la verdadera intención femenina, algunas abordan cuestiones que en manos de los mismos hombres adolecerían de faltas graves. Porque la mujer sólo se levanta para la admiración mientras logra conservarse en el itinerario que le demarca el imperativo de su misión determinante." (66)
(63) Ibid. Vol. 14. “ Francisco de Asís.” pág. 96. (1921) (64) Ver cita 62. (65) Ibid. “Meditaciones al lado de una cuna”. Vol. 14. pág. 234. (1924) (66) Ibid. “ A propósito de la educación de la mujer.” pág. 251. (1925). Su visión de la realidad de la mujer
trabajadora se enriquece con el paso de los años, aunque no deja de pensar que tiene una cualidad “iluminadora” que la saca fuera del mundo de la competencia masculina. “El laboratorio,
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Aunque el hombre esté, también, sujeto a un destino final después de la batalla que libra en
esta vida, su elección heroica es más independiente de una misión determinante. El hombre
que supera esta lucha es un héroe y se va a distinguir de los demás hombres por haber
ganado la batalla con el inconsciente.
No piensa Don Mario, en este momento que la batalla debe ser ganada con la ayuda del
inconsciente, sino que esta lucha debe someterlo. Aquí mostramos sus propias palabras:
"El hombre armónico, el hombre que realiza en su psiquis el equilibrio de sí mismo, la propiedad de su querer interior, el ser plenamente consciente de su facultad moral y de su potencia maravillosa como criatura espiritual, ese puede decirse que venciéndose a sí propio ha sido héroe de fuerte batalla y que posee por lo tanto un sentido que no conoce el hombre aún observante del subconsciente." (67)
Vemos entonces, que aún en este sentido, va a existir una justificación de la aristocracia de
ciertos hombres frente a los otros. Héroes serán aquellos que han vencido esta lucha; si lo
el bufete, el taller y el gabinete quieren la iluminada presencia de la mujer. Allí la espera el hombre con la aportación de su exquisito sentimiento y con la rapidez de su brillante imaginación. Pero la quiere mujer, a fin de que el pensamiento común sea viva y leal expresión de la dualidad que sirve de soporte al género humano.Se aspira de ese modo a que la dirección de la cultura asiente sobre los dos caballos de Platón.” Ibid.”Misión intelectual de la mujer.” Vol. 19, pág. 52, (1951). Sin embargo en una metáfora de Los Riberas pudiéramos encontrar el lado ocuro de la condición femenina ya encontrada en el artículo mencionado sobre Sor Juana:”Los jugadores hacían rueda, uno de pies, otros sentados, en torno a la larga mesa donde, sobre el verde tapete, los rojinegros números de la suerte recibían el continuo apunte de quienes esperaban cambiar la fortuna con el giro de la bola, caprichosa y traicionera como una mujer.” Ibid., Vol. 12, Los Riberas, pág. 213, (1957). Recordemos que en El Fedro de Platón uno de los caballos conducía al hombre hacia las ideas y otro hacia la tierra para él identificada con el mundo corruptible. La pregunta que nos hacemos frente a este texto es ¿Cuál de los dos caballos representaría a la mujer? Ver Platón, Fedro,pág. 864. En este sentido es también Mario Briceño-Iragorry hijo de su tiempo. En una conferencia dictada por la Dra. Elva Rivera Gómez titulada “ Reconstruyendo nuestra historia Género e Historia” señalaba lo ausente que ha estado la condición femenina hasta hoy, en la narración histórica de occidente. Conferencia dictada el 17 de agosto de 1999 en la mesa: “Las nuevas identidades: Un enfoque interdisciplinario” realizada en el XIV Congreso Interamericano de Filosofía, en Puebla, México.
(67) Ibid. “Ensayo de psicología educativa.” Vol. 14, pág. 212, (1925). Negrillas nuestra. La figura del héroe sigue siendo fundamental dentro de su visión histórica hasta los años cincuenta. En 1946 nos dice: “Comenta Carlyle que los pueblos felices poseen anales monótonos. El brillo histórico de las naciones es efecto de los accidentes de su vida interna. La gloria estampada en las páginas de los libros es fruto de la angustia que provoca la heroicidad. ..... Nuestra América constituye la comprobación exacta del acerto carlyliano. Tanto en su vida subordinada de Colonia cuanto en su existencia independiente, brota en cada sitio y en todos tiempos la flor de un heroísmo que, si bien matiza de románticos colores las páginas de sus anales, tiene su dolorosa contrapartida en la angustia de su vivir sin reposo.” Ibid. “Apuntes de libros” Vol. 19, pág. 445, (1946).
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entendemos de acuerdo a la mitología griega son héroes aquellos que tienen "sentido" de lo
divino por ser hijos de un dios y una mortal.
Estos héroes deben de constituirse en modelos educativos para los jóvenes, la mayoría de
los mencionados por él en esta etapa provienen del campo de la mística.
"... la figura de los Santos, héroes también en el concepto de Carlyle, héroes como el guerrero que conquista pueblos, como el meneur que dirige muchedumbres. ... por el triunfo, no de principios enunciados por la necesidad momentánea de las masas, sino de altas verdades normales. (sic) Lucha invisible, silenciosa, callada, reacción del espíritu contra los mil obstáculos que le opone la materia para su perfección, batalla de un soldado contra todo un ejército aguerrido, labor de arquitecto que levanta a solas la gran torre que habrá de sostener fina campana que guíe los espíritus en su marcha hacia la ciudad ideal." (68)
Pero no sólo el individuo libra esta batalla sino la sociedad tiene que estar muy clara de
cuáles son los principios de este orden para trasmitirlos fundamentalmente a través de la
prensa: evidentemente ella tiene que ser la expresión del superconsciente.
En su artículo "Límites a la Libertad de la Prensa." Mario Briceño nos expresa:
"Mas la posteridad de estas simplísimas vallas no es lo que pondrá freno a la licencia a que es fácil llegar bajo el régimen de la absoluta libertad de prensa. Algo más perjudicial publican los periódicos que injurias e irrespetuosidades, algo que sin ser diatriba ni calumnia ofende más a la sociedad, haciéndole grandes males en el orden moral y en su formación mental, y que sólo puede remediarse creando trabas a esa misma libertad constitucional, estableciendo un régimen legal que no permita a todos las alturas del periódico, estatuyendo el periodismo profesional, de escuela, que aunado a selectas condiciones personales, garantice la honorabilidad apostólica de la prensa, para que ésta funcione fecundamente en el seno del cuerpo social." (69)
(68) Ibid. “Alabanza a una vida beatificada.” Vol. 14, pág. 220. (1924) (69) Ibid. En Horas. “Limites a la libertad de Prensa.” pág. 116. (1920)
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No tendríamos una idea exacta del combate del hombre en la Historia si creyéramos que
éste es absolutamente individual. El hombre libra esa batalla de acuerdo con unos principios
que deben pertenecer a la sociedad de la cual forma parte.
En 1920 Mario Briceño-Iragorry va a entrar en polémica con dos de los más grandes
representantes del positivismo venezolano, Laureano Vallenilla Lanz y José Gil Fortoul,
manifestándose de acuerdo con las ideas del primero y desechando las ideas del segundo,
por mostrarse éste, según él, demasiado individualista al no tener en cuenta que el individuo
siempre pertenecía a un cuerpo social más amplio que debía dictarle las normas de su
actuación.
"...ya que la colectividad, como lo vimos, tiene alma propia e intereses propios, que no son el resumen de los individuales sino distintos a ellos y que le dan voz para invocar derechos, a veces en contraposición con los de sus elementos primarios, los cuales al revés del decir de Gil Fortoul, pueden ser coartados en obsequio de la salus populis, como en este asunto tan delicado de que venimos tratando." (70)
Sin embargo, don Laureano -según él- está más claro acerca del poder que tiene la prensa en
la orientación de los destinos históricos y sociales del pueblo.
"Nuestro estado de formación social, la violencia de nuestro carácter nacional, nuestro espíritu de tumulto, despoja a una enorme mayoría de la conciencia de sus propios derechos y reduce la clase que pudiera ser la dirigente a un número escaso, asaz escaso, y es ésta la que en todo caso debe ejercer lo que llamaremos, imitando al eminente sociólogo Vallenilla Lanz, Cesarismo periodístico. La tribuna de la prensa debe estar vedada a muchos. Con ello no queremos nosotros renegar en absoluto de convicciones democráticas que encarnan nuestra alma colectiva, nosotros queremos que exista libertad para la prensa y el pensamiento, pero en cambio el ejercicio de esta libertad debe tener economía, economía que no sea una censura, ni una intromisión oficial, como en el régimen inaugurado en Francia en 1881, sino una barrera previa, la creación de patentes periodísticas, que vengan a impedir la
(70) Ibid. pág. 119. Itálicas nuestras, igual a comillas en el original.
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circulación de prensa perjudicial por lo inútil y malsana." (71)
Para conocer el problema del positivismo venezolano, del cual Mario Briceño-Iragorry se
encuentra empapado en estos primeros años, remito al lector al capítulo Nº. 1 de la tesis
doctoral de Elena Plaza titulada: "El pensamiento histórico de Vallenilla Lanz en sus
fuentes." (72)
Allí la autora hace un análisis de gran parte de las fuentes que inspiraron a esta etapa de la
"consolidación" o de la tercera generación de los positivistas, a la que Mario Briceño-
Iragorry pertenece en esta primera fase de su vida.
Aquí nos enfrentamos, a nuestro juicio, a una de las más grandes tensiones que vivió el
positivismo venezolano del siglo XX y que configuró en sí mismo dos pensamientos
antitéticos: uno liberal individualista proveniente de una tradición liberal en la Historia
venezolana y otro que a nuestro juicio no tiene en cuenta tanto los deseos o realizaciones
individuales sino sólo las sociales.
"Por sobre desacuerdos ocasionales, los unía (a los positivistas) el liberalismo universal y venezolano; desmesurado, estentóreo y combatiente en Zubillaga; atemperado por la edad y las vicisitudes, pero nunca desmentido, en Zumeta." (73)
Para nuestro autor la tensión no existe: sus ideas se inclinan más hacia el pensamiento de
Pedro Manuel Arcaya y Laureano Vallenilla Lanz que hacia las más individualistas
representadas por César Zumeta y José Gil Fortoul.
(71) Ibid. pág. 121. Itálicas nuestras igual a comillas en el original. Negrillas nuestras. (72) PLAZA, Elena. "El pensamiento histórico de Vallenilla Lanz en sus fuentes." Págs. 146 a 196. (73) GUERRERO, Luis Beltrán. Perpetua Heredad., pág. 201, Paréntesis nuestro.
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Para Arcaya los principios liberales eran falsos:
"A la ficción de la democracia, la Federación, los santos principios liberales y todo aquel párrafo de mentiras de la literatura política venezolana, había quedado sustituida en la más cruda forma la verdad de dos dictadores militares que se disputaban el poder en el Estado." (74)
"Para don Laureano, la acción de los partidos históricos en la sociedad venezolana del siglo XIX fue muy negativa por dos razones: en primer lugar, porque entorpecía constantemente el proceso de evolución natural del organismo social que, por vías naturales y efectivas, llevaba a la sociedad hacia un igualitarismo creciente; y, en segundo lugar, porque los partidos históricos se enfrentaron constantemente al poder de los caudillos, jefes naturales de la constitución efectiva u orgánica venezolana. (...) El discurso liberal fue, como era lógico, un discurso totalmente elitesco, que no llegaba sino a un pequeñísimo grupo de individualidades." (75)
Rebate el pensamiento de Gil Fortoul con citas de los representantes más eminentes del
pensamiento europeo como son Gustave Le Bon (1841-1931) y Franklin Henry Gidding
(1855-1931). Ellos afirmaban que existía una entidad mayor por encima de la
individualidad de cada uno de los componentes de la sociedad.
Las afirmaciones de Le Bon tenían este carácter:
"History, for Le Bon is a consequence of racial temperament; to understand the history of a people, one must look to the soul of the people. Just as a people cannot choose its appearance, it cannot freely opt for its cultural institutions." (76)
Franklin Henry Giddings creía en "the consciousness of kind through which the
integration of society is achieved." (77) En este sentido Mario Briceño-Iragorry proclamó la
superioridad del beneficio de la colectividad sobre el del individuo en muchos de sus
(74) ARCAYA, Pedro Manuel. Memorias , pág. 27 (75) PLAZA, Helena. La tragedia de una amarga convicción: historia y política en el pensamiento de
Laureano Vallenilla Lanz. (1870-1936), págs. 300-301. (76) Encyclopedia of the world Biography. Tomo VI, "Le Bon", pág. 386. (77) Encyclopaedia Británica. Tomo X, "Giddings, Franlin Henry” pág. 403.
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trabajos posteriores. Por eso la prensa, órgano colectivo de difusión debía ser sometida a la
censura de la sociedad para que contribuyera al mejoramiento de ella. (78)
Al finalizar la primera parte de este capítulo vemos como todo el pensamiento histórico de
Mario Briceño Iragorry en esta etapa estuvo dirigido por la idea de orden. En un principio
fue una causalidad ciega identificada un poco con el orden natural, y la palabra "destino"
era la que dirigía los actos de los hombres. Luego a partir del año 1925, otros conceptos
provenientes del psicoanálisis, de San Pablo y de San Agustín nos muestran a la Historia
como una batalla donde existía la libertad y la posibilidad de pecar. Sin embargo, esto era
sólo parte del "itinerario" que iba a conducir a un fin fijado por Dios que permitía la
libertad de las partes, pero que ofrecía un solo y único final en él. Si se nos permite utilizar
una metáfora, se era libre durante el viaje, pero el lugar de llegada iba a ser determinado por
el bando o el puesto que eligiéramos en este viaje de acuerdo a un orden establecido por
Dios, no por nosotros.
Este pensamiento de Don Mario nos lleva sólo a una humilde pregunta, que creemos es la
que subyace para nosotros en los puntos planteados.
¿Por qué en la batalla de la Historia tenemos que estar divididos necesariamente en buenos
y malos para poder alcanzar el orden del universo? Y si este orden ha sido fijado por Dios
para todos los hombres ¿por qué unos están perennemente buscándolo y otros negándolo? y
(78) En 1945 afirmaría: “Si carecemos de un estatuto legal y democrático que regule el ejercicio de la
prensa, falta, sobre todo, el sentido de responsabilidad profesional que evite por sí sólo los desmanes y la propia reacción de una sociedad ofendida, que, confundiendo el derecho con el abuso, empieza a dudar de la eficacia de la misma libertad del pensamiento.” BRICEÑO-IRAGORRY, Mario.Obras Completa. “Papeles irresponsables”.Vol.19,pág. 438, (1945).
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en última instancia ¿Quién va a tener la potestad para decidir en esta tierra sobre sus
semejantes y para establecer dónde está el bien o el mal?
No sólo Briceño-Iragorry manifiesta esta división dentro de la Historia, muchos otros
historiadores la han concebido así, por eso a veces llegamos a pensar que sin esas
divisiones, la Historia no puede ser escrita. ¿No existirá alguna otra forma de escribirla?
3.2 RELIGIOSOS DE LA FAMILIA BRICEÑO. PRIMICIAS HISTÓRICAS. (1927)
La importancia de este texto (79) que apareció por primera vez en el periódico La Religión
radica en el tratamiento del tema por Mario Briceño-Iragorry. El hecho de titularlo
primicias históricas nos enfrenta tal vez al primer texto donde el autor utiliza las técnicas
de la investigación histórica propias de sus días. (80) De este año es el hallazgo histórico de
(79) BRICEÑO-IRAGORY, Mario. Obras Completas. Vol.18. “Religiosos de la Familia Briceño. Primicias históricas.”
pág. 307 a 315. (1927) (80) En el apartado titulado “La revisión de nuestra Historia” contenido en este mismo capítulo veremos
como Mario Briceño-Iragorry propone que la Historia debe tener muy en cuenta el estudio del documento para llegar a conclusiones acertadas. Esto fue una de las enseñanzas que los historiadores positivistas aportaron al campo de la Historia nacional.
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la mesa donde Simón Bolívar firmó el Decreto de Guerra Muerte, como comunica al
General Gómez en carta fechada el 26 de octubre de 1927. (81) Mesa que es enviada al
Benemérito el 29 de diciembre de 1927 (82) por el autor, quien manifiesta su gran
inclinación a concederle valor histórico y también político, a los vestigios materiales del
pasado. Asimismo demuestra el interés que declaraba el General Gómez por los objetos que
estaban vinculados a nuestra Historia y en especial a la de nuestro Libertador Simón
Bolívar.
Por sus artículos escritos en este año tenemos constancia de que visitó el Archivo Parroquial
de Trujillo. Allí vivía nuestro autor para esa fecha, cuando ejerció de enero a agosto el cargo
de Secretario General del Estado Trujillo.
En agosto fue encargado provisionalmente de la Presidencia del Estado debido a la muerte
del Presidente del Estado, Amador Uzcátegui.
Esta primera incursión en los Archivos nos mostrará algunas de las herramientas
fundamentales con las que Mario Briceño se inicia en el campo de la investigación
histórica. Por lo tanto, analizaremos a continuación como ejemplo de su construcción
histórica el artículo titulado “Religiosos de la familia Briceño. Primicias históricas.”
(81) Ver anexo págs. 229 y 230. Ibid.”Correspondencia con el General Gómez.” Archivo Histórico de
Miraflores, 29 de diciembre de 1927. (82) BRICEÑO-IRAGORY, Mario. Obras Completas. Vol.18. “Religiosos de la Familia Briceño. Primicias históricas.”
pág. 312. (1927)
99
3.2.1 TIPOS DE CONSTRUCCIÓN HISTÓRICA.
Hayden White en su libro Metahistory. The historical imagination in Nineteenth-
Century Europe expresa que existen, para empezar, dos tipos de construcción
histórica: 1) La crónica, y 2) una historia (story). En la primera no hay sino
organización cronológica de los acontecimientos, en la segunda el historiador
distribuye la Historia confiriéndole un principio, un clima y un final. Ambos
procedimientos están presentes en el artículo de Mario Briceño-Iragorry que va a ser
el objeto de análisis de esta parte del trabajo.
Al inicio del artículo, el autor empieza utilizando los procedimientos de una Historia
(en el sentido que le da Hayden White a la palabra "story"), es decir, organiza los
acontecimientos históricos, pero termina con la utilización de los procedimientos de
la crónica, es decir señalando exclusivamente nombres de los sacerdotes o monjas
que demuestran la contribución de la familia Briceño al contingente religioso del
país con las fechas claves en las cuales actuaron.
En la cronología hay avances y retrocesos desde un punto de vista estrictamente
cronológico. Se cita primero con el "Nº. XIII" al "Pbro. Juan de Dios Briceño
Llavaneras, hijo de Sancho José Briceño Uzcátegui, Alférez Real de Trujillo en
1781" y con el "Nº. XV" a " Juan Bautista Briceño Betancourt, nieto de don Sancho
Briceño Pacheco, Alcalde Ordinario de Trujillo en 1744." Para luego ir al número
100
"XVIII. -Pbro, Dr. Ignacio Ramón Briceño Méndez, Diputado al Congreso
Constituyente de 1811." (83)
En los dos primeros casos pareciera ser el oficio del padre de los presbíteros lo que
motivara su puesto en la cronología y en el último caso es la actuación del clérigo en
la Historia de nuestro país lo que expresa su ubicación.
No se dice, como vemos, cuál es el hecho histórico fundamental por medio del que
se va a establecer la cronología (nacimiento, actuación relevante en la Historia del
país o la muerte); sino, que su ubicación en ella, depende primero del hecho
concreto de ser presbítero; y, en segundo lugar, de la pertenencia a un mismo siglo
en la actuación histórica.
3.2.2 ¿QUÉ PASA? ¿CUÁL ES LA TRAMA DEL TEXTO?
Esta genealogía está ubicada dentro de una trama (story) expuesta en el principio del
artículo, donde se señalan consecutivamente el hecho inicial y final de una aventura;
sin hacer alusión al período de tres siglos que existe entre la aventura escogida y la
cronología de la genealogía expuesta.
a) El hecho inicial de la genealogía nos narra cómo llegó la familia Briceño al
continente en la figura de don Sancho Briceño quien "Se trasladó con
(83) BRICEÑO-IRAGORRY, Mario. Obras Completas. “Religiosos de la Familia Briceño. Primicias históricas.” Vol.
18. pág. 312. (1927)
101
Ambrosio Alfínger a Tierra Firme...." y quien se destaca por interesar a la
Corona en el envío de congregaciones religiosas a Venezuela:
"La labor del Fraile Montesinos venido con Alfinger nada hizo en pro de las clases indígenas, en cambio Briceño, compenetrado de la necesidad de catequizar las tribus, pide y obtiene reales cédulas para los provinciales de las órdenes establecidas en La Española, las que ya habían comenzado su evangelización en la Nueva Andalucía en la segunda década de aquel siglo XVI. Infructuosa fue la labor de Briceño, ya que no vinieron a la postre los misioneros pedidos pero le corresponde , en cambio, el honor de la nobilísima gestión. " (84)
El hecho final nos describe como el "Ilustre Americano" destruye la comunidad
"Regina Angelorum", donde una descendiente de Sancho Briceño, el conquistador,
Inés Mariana Briceño y Samaniego había tomado los hábitos.
El autor no indica la fecha de este incidente que por lo menos ocurre tres siglos
después de los sucesos narrados en la escena anterior.
Para el análisis secuencial de este artículo debemos plantear que el autor veía como
necesarios estos dos pasos para construir y edificar una obra considerada por él vital
para la evangelización de Venezuela. Sin embargo, la crónica de nombres
expresada por él demuestra que los religiosos no se acaban después de "el cuadro
desolador de aquel día de barbarie."(85) sino que la familia Briceño continúa
aportando contingente a la evangelización venezolana.
(84) Ibid. págs. 307 y 308. (85) Ibid. pág. 308. Sobre los diferentes atropellos que sufrió la Iglesia católica de Trujillo en época de
Guzmán Blanco citamos a Roberto Betencourt: “Guzmán Blanco comisiona a Venancio Pulgar para obrar militarmente sobre Trujillo. ...En Trujillo, Venancio Pulgar vejó la ciudad y la castigó a su antojo, furioso, entre otras cosas, porque durante el sitio, en unos de los asaltos defensivos de machete, dados por Araujo, murió de un machetazo en la frente el General Wenceslao Adrianza, uno de los más queridos lugartenientes de Venancio. Entre los azotados en la plaza pública y luego
102
El texto se inicia con una aventura heroica como fue la conquista y pareciera
culminar en una tragedia, la destrucción del Convento por Guzmán Blanco; sin
embargo, la semilla plantada sigue reproduciéndose en nuevos frutos como en el
número VII de la crónica femenina en la cual Mario Briceño-Iragorry señala la lista
de mujeres pertenecientes a esta familia que habían dedicado su vida a Dios. Entre
ellas destacan:
"Sor Rosa Baptista Briceño, Dominica de Trujillo, viva para la época de la exclaustración, tía del Dr. Francisco Baptista Galindo, actual Secretario General del Presidente de la República. “(86)
"...la Hermana Celmira Tirado Briceño han hallado el cuerpo en perfecto estado de conservación, dormida como el día de su muerte. Sus vestiduras fueron encontradas intactas. Tal circunstancia, unida al prestigio de una vida, breve y límpida, ha valido para que su nombre sea invocado como el de una Bienaventurada." (87)
3.2.3 ¿POR QUÉ PASÓ COMO PASÓ LA HISTORIA? ¿CÓMO LA ARGUMENTA EL AUTOR?
No existe en el artículo ninguna explicación acerca de las fuentes primarias de
dónde Mario Briceño-Iragorry sacó la información. Los archivos a los que
recurrió para hacer la Historia de los clérigos o de las labores en pro del
establecimiento de la religión católica realizadas por la familia Briceño pueden
ser inferidos por nosotros en el estudio de las fuente leídas y estudiadas por el
autor durante estos años, pero no se comunica al lector corriente información
sobre su ubicación en los Archivos. Esta Historia fue construida seguramente
encarcelados esta una de las instituciones más queridas en el Trujillo de entonces, el cura Párroco: Presbítero doctor Miguel Ignacio Urdaneta.” pág. 66.
(86) Ibid. pág. 314. Negrilla nuestra.
103
también con información oral de datos poseídos por la misma familia. El valerse
de la información oral va a ser, a lo largo de su vida, una fuente constantemente
presente en sus estudios históricos.
En el artículo se expresa un dato que tiene como origen una experiencia personal
que tuvo el propio historiador, así nos dice: "Nuestras manos de niño pusieron en la
manos sarmentosas y castas de la anciana dominica las monedas exiguas y nuestros
ojos infantiles vieron cómo las lágrimas apuntaban en los ojos cansados de la
Hermana Florentina al ver las ruinas del viejo Convento." (88)
Al ser el único hecho que tiene un origen conocido podríamos decir que éste es el
motivo del resto del texto.
Los personajes y acontecimientos no son importantes. Sancho Briceño fue el
iniciador de la aventura evangelizadora en Venezuela; sin embargo, "Infructuosa fue
la labor de Briceño,....". Ha podido ser el héroe de una aventura, pero su fracaso
personal no va a importar porque de todas maneras el proceso de evangelización va
a seguir. El Ilustre Americano cerrará el convento "Regina Angelorum", pero de la
familia Briceño continuarán naciendo presbíteros y monjas.
(87) Ibid. pág. 315. (88) Ibid., pág. 309
104
Estamos en este texto frente ante una visión organicista de la Historia.(89) Al parecer
ésta tiene sus fines independientes del fracaso de sus componentes individuales. Los
ideales cristianos persistirán en ella y la conformarán, a pesar de sus enemigos.
3.2.4 ¿POR QUÉ ESTÁ ESCRITO EL TEXTO? ¿CUÁL ES SU MOTIVACIÓN IDEOLÓGICA?
Después de esbozarnos la anécdota, Mario Briceño nos expresa la razón de su texto
"Y si la larga familia que fundara el Conquistador Briceño, dio próceres como Cristóbal Mendoza, Antonio Nicolás Briceño, los Hurtado de Mendoza, Justo Briceño, Briceño Méndez, los Pacheco; si dio y siempre ha dado contingente para la vida pública, para la vida literaria, para el Foro, para la milicia del País, justo es conservar también vivo el humilde recuerdo de varones y mujeres que dedicaron y dedican hoy las energías de la raza en pro del Altar, pues del mismo árbol que dio rama ardiente para los sacrificios de la guerra como Antonio Nicolás Briceño, salió mística flor como Francisco Briceño, apellidado el Santo. Varones ilustres , sabios sacerdotes, cuenta como abuelo común al Briceño Conquistador.”(90)
El artículo está escrito para comunicar la labor de todos aquellos Briceño que
renunciaron al mundo por medio del sacerdocio; para el autor esto era digno de la
misma gloria que la alcanzada en las grandes batallas o en las luchas de la política,
porque a través de esta vida se estaba ingresando a un orden superior que daba razón
a toda actividad humana.
(89) Mario Briceño-Iragorry reconoce la similitud de su concepción histórica con el Organicismo en este
texto escrito mucho tiempo después de “Primicias Históricas”:” La sociedad, sin que se acepte el organicismo materialista , funciona en forma compleja, como verdadero organismo. Vosotros los médicos os encontráis a veces con alteraciones del sistema endocrínico, sin determinación inmediata de la glándula agraviada. Todas reflejan más o menos a primera vista el daño de la entidad enferma. En el orden social ocurre lo mismo. Los grupos y las instituciones se influyen mutuamente.” Ibid., “Carta a Manuel Pulido Méndez”, Vol. 20, pág. 89, 19 de julio de 1955.
(90) Ibid., Vol. 18, págs. 309 y 310.Negrilla nuestra.
105
Pudiéramos calificar ideológicamente a Mario Briceño Iragorry como conservador
(91) en este texto debido a la creencia en la existencia de un orden anterior al
expresado por los acontecimientos históricos. Este orden religioso estaba dado de
antemano; cuando los religiosos se incorporaban a una estructura eclesiástica
definida, ella les confería una razón de ser no sólo en este mundo, sino también en el
otro.
La tragedia vendría, entonces, del irrespeto de ese orden por aquéllos que no querían
aceptarlo y pretendían violarlo, como el "Ilustre Americano". La Historia, concebida
como una tragedia, donde existe un mensaje proveniente de un orden definido y
claro y una trama histórica que no cumple los lineamientos de ese orden, va a
conferirle un sentido trágico a gran parte de la Historia de Mario Briceño-Iragorry.
3.2.5 EL TROPO UTILIZADO. (91) No sólo nosotros utilizando la terminología de Hayden White hemos calificado a Mario Briceño-
Iragorry de conservador sino que otras personas también así lo hicieron. Cuando Hayden White se refiere al término “conservador” lo aplica a los historiadores que creen en un orden superior que dicta las normas para la actuación terrena en la cual se conservara ese mandato divino. En este sentido Mario Briceño-Iragorry fue conservador toda su vida. El mismo Mario Briceño-Iragorry lo consideraba así cuando escribe a Joaquín Gabaldón Márquez lo siguiente: “Mucho me complace que haya encontrado acertadas mis reflexiones y que las estimes por proceder de un criterio conservador. Como quiera que este calificativo tenga tantos valores, deseo que no lo hayas arrancado de la gaveta donde tengas catalogados a los conservadores venezolanos. Yo podré ser conservador en cuanto soy espiritualista y en cuanto permanezco y permaneceré firme en mi dogma católico, mas entiendo que por ser católico no me está vedado sumarme al progreso social. Soy conservador en cuanto no creo con los marxistas que la naturaleza avanza por saltos y en tanto doy a la vida una finalidad que no la resuelven por sí solas las fórmulas económicas. Supongo, en cambio, que no me consideres incluido en lo que hoy se llama en nuestra Patria infeliz sector de derechas, es decir, entre esas otras derechas que se han formado al aliento de los vende-patrias y de los regresistas, empecinados en mantenerse en el gozo perpetuo de los dolores del pueblo. Si en Venezuela hubiera de figurar yo en algun (sic) partido político, no sería de esa derecha” Ibid.,Carta a Joaquín Gabaldón Márquez, Vol. 21, págs. 187 y 188, 3 de septiembre de 1937.
También fue conservador en el sentido venezolano en esta época gomecista por su interpretación histórica que está absolutamente en contra de las ideas liberales de Guzmán Blanco.
Los términos conservador y liberal han sido comentados por varios historiadores: Vallenilla Lanz nos dice: “Estos conceptos no soportan el más ligero análisis. Ellos son buenos para las luchas de la prensa y de la plaza pública, no para la Historia. En Venezuela se ha considerado como una deshonra llamarse conservador.” Por su parte Gil Fortoul afirma: “El estudio imparcial de la historia demuestra a cada instante que aquellas denominaciones son una verdadera aberración.”Vetencourt, Roberto. Tiempo de caudillos. págs. XXV y XXVI.
106
Hayden White mantiene en su libro Metahistory. The historical imagination in
Nineteenth-Century Europe que los historiadores expresan la Historia por medio de
tropos que les permiten el traslado de la "realidad objetiva" a la escritura.
Tradicionalmente los tropos, gracias a los cuales los escritores han realizado esta
operación, son: la metáfora, la metonimia, la sinécdoque y la ironía.
Los tres primeros son usados por los autores que creen que la expresión de la
realidad por medio de la escritura es posible, el último es utilizado por los
historiadores que problematizan la expresión de la realidad por medio de cualquier
lenguaje.
No existe hasta ahora (1927) ningún indicio de que Mario Briceño-Iragorry pensara
que era difícil o imposible la expresión de la realidad histórica a través de la
escritura; por lo tanto, cuando se vale de la ironía dentro de la construcción
histórica, lo hace para satirizar y bromear no para cuestionar la validez de la
expresión de la realidad.(92)
La metáfora se basa en la definición individual y característica de cada uno de los
sujetos descritos para ser comparados. Como ya dijimos la especificación de las
características individuales y concretas de los sujetos implicados en el campo
(92) Nos referimos concretamente a su trabajo titulado: “Primera parte de la curiosa historia del hallazgo
del Pentateuco del disparate según apuntes de un curioso que presenció el famoso descubrimiento.” El título nos revela que nuestro autor intenta realizar una burla a la investigación histórica de la misma manera que lo hace Cervantes con las novelas de caballería en su novela El ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha.
107
histórico no interesa mucho a don Mario, en este artículo de 1927, sino que éstos
son relevantes sólo por su destacada labor dentro del campo eclesiástico.
Después de haber eliminado a la metáfora y a la ironía como tropos para caracterizar
la totalidad de la escritura de Mario Briceño-Iragorry, nos queda la posibilidad de
discutir si la metonimia y la sinécdoque se encuentran en su obra. La primera es
integradora y la segunda es reduccionista. En la metonimia, por ejemplo, si
nombramos las canas de una persona estamos aludiendo a innumerables
características que se asocian a las mismas: sabiduría, vejez, experiencia. En
cambio, en la sinécdoque es la parte valorizada por el autor la que transfiere sus
propias características al todo. En la metonimia la parte denotada agrega
características al todo, en la sinécdoque la parte denotada reduce las características
del todo. Para Mario Briceño-Iragorry el corazón de la sociedad es la iglesia y por lo
tanto toda la sociedad debe comportarse de acuerdo con ésta.
En este artículo (1927) don Mario aplica la sinécdoque, es decir, define el corazón
de una clase, que ha dejado de ser descrita por los otros historiadores. Para él los
presbíteros y monjas son el corazón de un organismo que imprime vida a todo lo
demás. Ellos deben transferir sus características a toda la sociedad que no deja de
ser hostil a sus proposiciones. No obstante, a pesar de los ataques que vienen de
afuera ese corazón no deja de funcionar.
108
El artículo no concluye todavía en el pesimismo, sino en la descripción de una
batalla que, a pesar de los duros ataques, siempre va a ser ganada.
3.2.6 CONCLUSIÓN:
Después del análisis de "Primicias Históricas" podemos decir que su acercamiento a
la Historia, en un principio, participa de la crónica y de la elaboración histórica más
complicada. La trama utilizada es la tragedia, el argumento histórico es bastante
pobre porque no señala fuentes primarias, ni hay crítica histórica de otras opiniones
de historiadores distintas a la suya, se limita a esbozar que existe un organismo que
es definido por esos seres que él describe: "El horno , que era como el corazón de la
ciudad siempre abierto para aliviar el hambre de los pobres y los huérfanos, quedó
como testigo de una labor muerta definitivamente." (93)
Todo esto lleva lógicamente a afirmar que el tropo escogido para expresar la
realidad es la sinécdoque; es decir, aquel en que la parte confiere e impregna de sus
características al todo.
El trabajo antes mencionado fue escrito por el autor a principios de 1927. Sobre él
(93) Ibid., Obras Completas. Vol. 18, pág. 309. Negrilla nuestra.
109
afirmará luego:
"Era un trabajo publicado por nosotros en La Religión de Caracas, en enero de este año, titulado Religiosos de la familia Briceño, dijimos erróneamente que Fray Alonzo Briceño debió haber sido enterrado en la iglesia de San Francisco de esta ciudad; en cambio la partida siguiente reza lo contrario: ......." (94)
En el transcurso del año, la necesidad de recurrir a los archivos en busca de
información de primera mano se hace patente en Mario Briceño-Iragorry y como
resultado de su incursión en ellos escribe los trabajos titulados bajo el nombre de
Crónica por el Comité Editorial de las Obras Completas. Apartado que contiene
siete artículos provenientes de su investigación en el Registro Principal de la ciudad
de Trujillo, y en el Archivo Parroquial de la misma ciudad.
Este artículo contribuyó, sin duda, a enfrentarlo con la necesidad de la consulta de
fuentes primarias para llegar a conclusiones más acertadas acerca de los datos
citados en sus trabajos.
El año de 1927, evidentemente cierra una etapa y a la vez abre otra nueva en la
producción Historiográfica de don Mario. Esto no ha sido solo, notado por nosotros
sino que, ya antes, fue visto por el Comité Editorial de las Obras Completas que
afirma:
"Los primeros trabajos de MBI en este campo, datados hacia 1927, incorporados algunos al comienzo de la sección Crónica y otros en Personajes, están relacionados relacionados con los archivos históricos. En efecto, la revisión de los Archivos del Registro Principal y Parroquial de Trujillo le ofrece los primeros materiales para el estudio de la historia regional, los orígenes de la ciudad, sus fundadores y primeros pobladores. Estos estudios, algunos
(94) Ibid., Vol. 17. pág. 14. Itálicas nuestras igual a comillas en el original.
110
breves, contienen, además de la transcripción paleográfica de los documentos originales, comentarios en torno a su contenido, referidos siempre a sucesos y personajes históricos relevantes -civiles, militares y religiosos-. Los trabajos que les siguen ya muestran a un autor que domina el campo de la investigación histórica posee junto a la amplia información extraída de los Archivos de Trujillo, de la Municipalidad, y de la Universidad de Caracas, el dominio de la bibliografía existente sobre los temas que trata." (95)
3.3. EL ORDEN EN LA HISTORIA (1928-1935)
Elías Pino Iturrieta en su libro Positivismo y Gomecismo demuestra las exigencias
monetarias que los principales intelectuales del régimen gomecista hacían al General
Gómez, así como también su absoluta adhesión al gobierno.
En este sentido Mario Briceño-Iragorry no fue una excepción como constatamos en el
anexo. (96) Su correspondencia es bastante similar a la que aparece en el libro antes citado.
Hemos seleccionado sólo unos párrafos de este libro que contrastaremos con alguna parte
positiva que hayamos observado o podamos constatar del trabajo de estos intelectuales.
Esto nos revelará que en la Historia del régimen gomecista no podemos ser unilaterales.
Pedro Manuel Arcaya en su correspondencia con Gómez expresa:
"Mi exigencia a Ud. se concreta, contando con su benevolencia, a que disponga que por una orden especial de Secretaría se me den veinticinco mil bolívares (Bs. 25.OOO), con lo que quedaré libre de la preocupación que me causa mi actual situación pecunaria, teniendo hipotecado todo lo que poseo en Caracas, que es lo principal de mi escaso patrimonio." (97)
(95) Ibid., pág. XI. Subrayado nuestro. Negrillas en el original. (96) Ver anexo, págs. (97) PINO, ITURRIETA, Elías. Positivismo y Gomecismo. pág. 78.
111
Después de leer este párrafo que demuestra la costumbre de solucionar los problemas
económicos privados con el patrimonio de la nación; pienso sin embargo, que el legado que
nos dejó Arcaya con su biblioteca personal que conserva hoy la Biblioteca Nacional, supera
con creces la suma prestada por Juan Vicente Gómez a Arcaya, y otras también.
De la misma manera José Gil Fortoul (personaje que fue Ministro y Presidente de la
República en la época de Juan Vicente Gómez) expresa:
"Yo soy quizás el único de sus viejos amigos que carece todavía de un techo propio, y como usted sabe que no quiero ausentarme más para vivir en el extranjero, me colmaría Ud. de felicidad facilitándome en cualquier forma, los medios para comprar esa casa." (98)
Nuevamente nos encontramos con el mismo tipo de solicitud anterior. Para sopesarla cito
una frase del libro de Tomás Polanco Alcántara Juan Vicente Gómez. (Aproximación a una
biografía).
"Es interesante mencionar que fueron muy pocos los Ministros de Gómez que llegaron a hacer fortuna, como lo demuestra, sin lugar a dudas, el hecho de no haber sido enjuiciados en 1946 por "enriquecimiento ilícito" sino un número reducidísimo de ellos, de los cuales varios fueron absueltos (Román Cardenas) o condenados por motivos procesales o de forma (Efraín González). En la condena de otros hubo una evidente intención política (Pedro M. Arcaya) aunque no puede desconocerse, sin faltar a la verdad, que otras sentencias condenatorias sí demuestran conducta ilícita del enjuiciado.” (99)
Las cartas que dirige Mario Briceño-Iragorry a Juan Vicente Gómez, como verá el lector,
contienen peticiones parecidas a las citadas en las cartas anteriormente mencionadas. No
debemos olvidar, al hacer un juicio sobre éstas, que Gómez ejercía en el país todas las
funciones, entre ellas subvencionar a los intelectuales que le eran favorables.
(98) Ibid. pág. 101. (99) POLANCO ALCANTARA, Tomás. Juan Vicente Gómez. (Aproximación a una biografía). págs 438 y 439.
112
Hoy en día esa función la cumplen organismos más especializados, circunstancia que ha
alejado sólo formalmente las funciones cumplidas por éstos de las que ejercía Gómez.
El orden, lema proclamado por la dictadura gomecista, fue cumplido con indiscutible fuerza
por el estudio histórico, que teniendo distintas premisas que dependían de la formación y
carácter del historiador, nunca dejó de tener este objetivo en cuenta.
Observamos la necesidad del orden en la sociedad, en el lenguaje y como consecuencia en
la Historia. Esta frase figura en el Discurso de Recepción de Crispín Ayala Duarte como
Individuo de Número de la Academia Venezolana correspondiente de la Española.
"... clama el colega contra la manía de rebelión y desorden, y contra el afán de ignorar que parece nota característica de revolución moderna (son palabras suyas); y levantando el tono magistral, señala por valla que guarde los derechos de la cultura, la necesidad de respetar los dictados de la lógica. Que sea vieja la doctrina, él es primero en declararlo; y por vieja y experimentada la sostiene. Pueblos de palabras son las lenguas, hacinamientos de ideas que reclaman el rigor de ostensibles reglas, para poder construir obra que deleite por útil y armoniosa.” (100)
Si este orden fue impuesto por los intelectuales al campo político o viceversa todavía se
encuentra en discusión, y no nos interesa tanto como el hecho de que la producción
histórica de este período lo reflejó constantemente.
Sobre la relación entre Positivismo y Gomecismo nos dice Elías Pino Iturrieta en su libro
Positivismo y gomecismo:
"De acuerdo con Arcaya el fenómeno tenía su origen en la influencia del clima y en el desarrollo de un atavismo antropológico, pero para Vallenilla es producto de la propia dinámica social, que genera una necesidad en
(100) Ibid., Volumen 16, págs. 355 y 356, (1932). Itálicas igual comillas en el original. Subrayado nuestro.
113
tal sentido. Es precisamente el argumento más convincente para justificar a Juan Vicente Gómez.” (101)
3.3.1 UNA HISTORIA HIJA DE SU ÉPOCA
El año de 1928, como se puede observar en nuestro apéndice, estuvo cargado de
responsabilidades administrativas para Mario Briceño-Iragorry. Desempeñó tres cargos
diferentes en la administración del General Juan Vicente Gómez:
1°. Jefe Civil del distrito Valencia, donde el 5 de marzo de 1928, controló un motín
popular en contra del Gobierno "dándonos la tarea de solucionarlo con supremos
esfuerzos de moderación y energía como corresponde a sus prácticas de orden.”(102)
No estamos de acuerdo con lo expresado en la cronología del autor contenida en
Mensaje sin destino y otros ensayos publicada por la Biblioteca Ayacucho ya citada.
Ella dice los siguiente
"Los sucesos de Valencia en este año, clave de la insurgencia estudiantil contra Gómez, ocurren mientras Mario Briceño-Iragorry es Gobernador del Estado Carabobo. No tuvo participación alguna en la represión y fue exonerado por los tribunales de justicia tanto como por la opinión pública." (A. Mancera G. de la oscuridad hacia la luz). (103)
En primer lugar, independientemente del panegírico que pretenden hacer de la
biografía de Briceño-Iragorry, hay que respetar la verdad histórica: Mario Briceño-
Iragorry nunca fue Gobernador del Estado Carabobo.
(101) PINO ITURRIETA, Elías. Positivismo y gomecismo. pág. 33. Itálicas = comillas en el original. (102) Ver anexo, pág.
114
Esta opinión equivocada obligó a viajar a la autora al Estado Carabobo donde
comprobó en la ciudad de Valencia que desde el 16 de enero hasta el 27 de marzo
de 1928, figura solamente Ramón H. Ramos como Presidente Constitucional del
Estado Carabobo firmando los documentos de la Gobernación. (104)
El 18 de abril de 1928, un mes después de los acontecimientos en cuestión, (5 de
marzo de 1928) aparece José María García aceptando el cargo de Gobernador del
Estado Carabobo. Una parte del discurso de aceptación del cargo dice así:
"... habré correspondido a la misión que me ha confiado el Jefe del país y quedarán colmados los anhelos del pueblo de Carabobo." (105)
Posteriormente en el Archivo Histórico de Miraflores confirmamos la afirmación
oral, que nos fue transmitida por el Dr. Luis Cubillán y el Profesor Eduardo Arroyo
Alvarez, Presidente y Secretario respectivamente del Centro Histórico de la Ciudad
de Valencia, quienes ante nuestra confusión por el error citado en la cronología
mencionada, nos afirmaron que solamente había sido Jefe Civil de la ciudad de
Valencia. El membrete de la comunicación enviada a Gómez el 5 de marzo de 1928,
hallada en el Archivo Histórico de Miraflores, comunicándole su actitud de buen
funcionario del régimen frente a la rebelión antigomecista en Valencia, no deja
dudas al respecto. (106)
(103) Mensaje sin destino y otros ensayos, pág. 545. Hemos visto callificado a Mario Briceño-Iragorry como
Gobernador del Estado Carabobo en otras publicaciones y por eso nos esforzamos en aclarar la confusión.
(104) Gaceta Oficial del Estado Carabobo y la Administración Regional del Estado Carabobo 1911-1929. (105) Gaceta Oficial del Estado Carabobo. Epoca sexta, Año IX, Número 764. (106) Ver anexo, pág. XX. El episodio de represión del motín en contra de Juan Vicente Gómez en
Valencia, en marzo de 1928 cuya prueba queda demostrada con este documento lo preocupó durante toda su vida. En el año de 1945 escribe una defensa contra la exageración que sus enemigos hacían del incidente titulado “Ante una infamia”: BRICEÑO-IRAGORRY, Mario. Obras
115
El estado Carabobo era uno de los estados más productivos del régimen gomecista,
donde Juan Vicente Gómez tenía muchas fincas. Es por esto que la virulencia
antigomecista debía ser calmada allí con mucha fuerza.
En la cronología del libro Mario Briceño-Iragorry, (107) publicado un año después
del anterior, figura con el cargo de Gobernador de Valencia en el año mencionado,
es la denominación que se utilizaba para designar el cargo de Jefe Civil de una
ciudad.
Recordemos que para los cargos de Jefes Civiles, Gómez destinaba a aquellos
funcionarios de probada lealtad.
"Procure que en las Jefaturas Civiles de los Distritos y Municipios y en los puestos que sea necesario desplegar energía, vigilancia y actividad sean colocados amigos de toda confianza del Gobierno y que sean verdaderamente adictos y fieles servidores".(108)
2º. Se desempeñó como Funcionario de la Agencia de Navegación en la Guaira. (109)
3º. Secretario de la Universidad Central de Venezuela. (110)
Completas, Vol. 11, págs. 33 a 55. En estos sucesos de Valencia llegaron incluso a decir que había disparado a un niño: “Se me injuria repitiendo el ridículo infundio de que yo maté en Valencia a un niño o un anciano sin nombre, que hasta el presente no han logrado identificar mis alegres calumniadores. Recordarás que este ataque se produjo en 1945, con motivo de mi discurso inaugural del Senado.” Ibid., “Carta a Manuel Pulido Méndez.” Vol. 23, pág.342, 8 de febrero de1955.
(107) BRICEÑO-IRAGORRY, Mario. Mario Briceño Iragorry. pág. 140. (108) POLANCO ALCANTARA, Tomas. Juan Vicente Gómez. Aproximación a una biografía. pág. 205. Tomado
de: “Gómez a Timoleón Omaña”, 22 de Mayo de 1914. Boletín del Archivo Histórico de Miraflores, pág. 302.
(109) Ver anexo págs. (110) Ver anexo págs.
116
Debemos hacer notar que después de su posición como Secretario de la Universidad
Central de Venezuela su correspondencia con Juan Vicente Gómez se hace más
espaciada. Esto pudo deberse a razones de orden económico, porque probablemente
ya no tenía necesidad de un cargo público para vivir, aunque todavía hay algunas
peticiones de este tipo (111); o a razones de tipo político, su tío Victorino Márquez
Bustillos no era más el Presidente Provisional, y como tal su poder político había
declinado; o a razones de tipo ideológico, su cercanía a los estudiantes en este cargo
y su amistad con Caracciolo Parra León (Vicerrector Académico de la Universidad
Central) lo hicieron distanciar su correspondencia con Juan Vicente Gómez, aunque
continúa con las mismas característica iniciales: (1º. Petición de cargos públicos
para vivir, 2º. Felicitaciones por un hecho político que Gómez hubiera hecho 3º.
Comunicación de algún hecho importante que hubiera ocurrido en su vida personal
y 4º Peticiones Privadas -ya no tan asiduas como en el período histórico que va de
1922 a 1932).(112)
En estos años la Historia de Mario Briceño-Iragorry tendrá las siguientes características
propias de su época que analizaremos a continuación.
En primer lugar la defensa de una nacionalidad venezolana unificada donde cualquier
elemento extraño pudiera ser disuelto en un todo, es uno de los principios instaurados por el
gomecismo y es lo que Briceño-Iragorry pensaba que Venezuela debía ser en la concepción
(111) Ver anexo págs. . (112) Ver anexo, págs. .
117
histórica por él mantenida. Gómez derrocó a todos los caudillos regionales persiguiendo el
deseo de una Venezuela unida en la cual él fuera el único caudillo.
Aunque el predominio de los andinos en el gobierno gomecista nos podría llevar a pensar
en la hegemonía de una región determinada que sustentaba el aparato del estado, el ideal de
unificación nacional al que Mario Briceño-Iragorry se adscribía y con él, el resto de la clase
intelectual venezolana, se hizo realidad durante esta etapa de la vida nacional. Esta
necesidad de concebir a Venezuela como un todo obligaba a los venezolanos a conocerla y
evidentemente el conocimiento histórico no podía prescindir del conocimiento geográfico:
"La necesidad de los estudios geográficos la ha reconocido juiciosamente el Hermano Nectario, y como tal su texto ajustado al más preciso conocimiento del terreno donde se ha desenvuelto el fenómeno histórico, apartado por la ciencia actual del concepto trascendentalista de Emerson de que la Historia es apenas una sucesión de biografías." (113)
Por estos años tampoco lo encontramos alejado de las variables ideológicas sustentadas por
el régimen gomecista.
Hablamos concretamente de su anticomunismo del que es muestra la siguiente frase
contenida en un artículo titulado "El hombre nuevo" donde metafóricamente frente a las
soluciones planteadas por el marxismo, él propone otro camino muy distinto para alcanzar
la perfección:
"Ved hacia otros horizontes, clavad los ojos en un ideal que está por realizarse en el hombre solitario, cumplid la perfección de la propia conciencia, y entonces sin necesidad de ensayar sistemas que apenas engañan provisionalmente a los pobres, a los desgraciados, a los
(113) BRICEÑO-IRAGORRY, Mario. Obras Completas. “Un texto de historia patria.” Vol. 17 , págs. 406 y 407 sin
fecha precisa de publicación sólo sabemos por el contenido del artículo que perteneció a la época de Gómez.
118
eternos sacrificados, vereís crecer la palma de una justicia total." (114)
Asimismo es hijo de esta época en su simpatía hacia los personajes del nazismo, que
conducirían a Alemania por grandes derroteros. Sobre todo lo entusiasma la catolicidad de
un Ministro Nazi ante la cual señala:
“La prensa local ha reproducido una fotografía del ilustre político alemán Franz von Papen, Vice Canciller del Reich, en la cual aparece trajeado de frac y condecoraciones, con un cirio en una mano, y en la otra un devocionario, mientras acompañaba la procesión del Corpus Christi en las festividades del presente año. ..... El Vice-Canciller alemán, como el Canciller austríaco y como el hasta hace poco Premier del Perú, Dr. Riva Agüero, tipifican al hombre de convicciones indeclinables, al hombre que se mantiene firme, a pesar de las conveniencias del momento y del reclamo de la política de los hombres, en el cumplimiento de sus deberes de creyente. Y sobre todo al hombre que desafía, valiente las críticas y las burlas de los indiferentes y de los enemigos de la Fe." (115)
Dentro de la Historia positivista, cuyo sello indiscutible está en la obra de Briceño-Iragorry
en estos años, el estudio de la etnografía era visto como parte importante para la
comprensión de la Historia. Por eso se dedica Mario Briceño-Iragorry al estudio de esa
ciencia motivado con certeza por Pedro Manuel Arcaya a quien dedica "Ornamentos
fúnebres de los aborígenes del occidente de Venezuela.". La dedicatoria dice lo siguiente:
"Al eminente etnólogo Doctor Pedro M. Arcaya Ministro de Relaciones Interiores y Director de la Academia Nacional de la Historia." (116)
(114) Ibid., Vol. 16. “El hombre nuevo.” pág. 155, (1929) (115) Ibid., Vol. 18. “Católico de veras...”, pág. 341, (1934) En el epistolario escrito en San José de Costa Rica
con fecha 8 de Abril de 1937 Mario Briceño Iragorry modifica esta opinión diciendo lo siguiente: “El nazismo y el fascismo niegan la personalidad humana, y no son en su esencia sino dictaduras nacionalistas de la burgesía, formas adecuadas para distintos pueblos, de la vieja autocracia.”Ibid. Cartas con Destino. (Correspondencia inédita.) pág. 75. Compara a la figura del político alemán Franz Von Papen con la Rafael Caldera porque teme que este último lo engañe como lo había hecho el Canciller alemán. “(nuestro querido Caldera, cuyos éxitos me complacen siempre, díjome que yo podría ser el Osorio y Gallardo de Venezuela). Yo deseo, en cambio, vivamente, que él no llegue a ser nuestro Von Papen, a quien engañado alabé con entusiasmo desde La Religión..”bid. Carta a Jesús María Pellín, Vol. 22, pág. 448, 2 de febrero de 1941.
(116) Ibid., Vol. 5, “Ornamentos fúnebres de los aborígenes del occidente de Venezuela.” pág. 17, (1928)
119
De su afición por los estudios de antropología y concretamente de etnología nacen a nuestro
juicio artículos importantes e interesantes acerca de los aborígenes venezolanos: "Sistema
monetario de los Timoto-cuycas", (1928)" (117) "Ornamentos fúnebres de los aborígenes del
Occidente de Venezuela" (1928) (118), y "Notas sobre arqueología venezolana." (1930) (119).
Además de Tulio Febres Cordero, Alfredo Jahn y Julio César Salas como fuentes
venezolanas principales para realizar estos trabajos de los indios del occidente de
Venezuela, cita también a José Ignacio Lares, el autor de la "Etnografía del Estado Mérida",
con una colección privada recogida por él mismo de objetos significativos de los aborígenes
del occidente de Venezuela.(120)
Niega las aproximaciones que en esta materia habían hecho sus antecesores ya nombrados,
(117) Ibid., “Sistema monetario de los Timoto-cuycas.” Vol. 17, pág. 39, (1928) (118) Ibid., Vol. 5, “Ornamentos fúnebres de los aborígenes del occidente de Venezuela.” pág. 17, (1928) (119) Ibid., “Notas sobre arqueología venezolana.” pág. 153, (1930) (120) Ibid., “ Ornamentos fúnebres de los aborígenes del occidente de Venezuela.” Lámina III y IV, Vol. 5, págs.
31 y 32, (1928)
120
porque para él las placas funerarias halladas en el occidente de Venezuela lo llevaban a
pensar que el dios murciélago representado por las placas era el mismo en que creían los
aborígenes centro americanos:
"... vale como una prueba de lógica para la creencia que pudo alentar nuestro aborigen en sus ideas sobre la muerte y la vida futura, y nos permite afianzarnos aún más en nuestro concepto de considerar tales placas destinadas a una función fúnebre- religiosa, y no emblemas de guerra como lo sugieren Joyce y Salas, totem sagrado como lo supone Febres Cordero, ni menos aún instrumentos musicales como lo deja entrever Jahn (22), y a su vez el mito Timoto-cuycas de un Dios Murciélago, da claridad a los nexos sospechados con los aborígenes de Centroamérica." (121)
Los aborígenes andinos no sólo creían en la existencia de la vida futura como los aborígenes
centroamericanos sino que también tenían el concepto abstracto de lo que la moneda
significaba y por ello la usaban. Según " La noticia de Castellanos, nos trae, a más de la
realidad de la existencia de la moneda constituida por el guitero, el dato inapreciable de ser
la palabra con que llamaban las sartas de sus tratos sinónima de oro, lo que nos da pie para
conjeturar que los habitantes de nuestra región montañosa de Occidente, en su estado
primitivo, tuvieron uso de monedas de oro ..." (122). Esto lo lleva a investigar en autores
extranjeros a las culturas centroamericanas.
"Las magníficas investigaciones realizadas por el Dr. Max Uhle le han llevado a establecer de una manera definitiva que toda la parte noroeste de la América Meridional estuvo cubierta por una civilización originaria de México y de Centro-América y nada de extraño tiene aceptar que esa onda migratoria invadiera, a través de Colombia, la parte occidental de Venezuela y tomara posesión de los riscos andinos, para allí estratificarse y decaer de su primitivo estado de evolución cultural." (123)
(121) Ibid., pág. 21. el número (22) se refiere a una referencia a la obra de A. Jahn: Los aborígenes del
Occidente de Venezuela. (122) Ibid., “Sistema monetario de los Timoto-cuycas.” Vol. 17, pág. 41, (1928). Negrillas nuestras. (123) Ibid., “Procedencia y cultura de los Timotos-cuycas.” Vol. 5, pág. 56, (1928). Negrillas nuestras.
121
Esta teoría de la onda migratoria centroamericana es bastante interesante y la sustenta con el
estudio de las colecciones de objetos funerarios recopilados por él y otros estudiosos
venezolanos.
En el año de 1930, publica un artículo donde señalará también, por medio de vestigios
arqueológicos -unas sillas- las comunicaciones que pudieron existir entre los indios
ecuatorianos y los de la zona andina. Dice que los cronistas encuentran similitudes "entre
los pobladores de occidente y los muycas del Nuevo Reino de Granada, que por aquel
tiempo ocupaban el tercer lugar entre las familias de América precolombina." (124)
Demuestra preocupación por una silla indígena que se encontraba en el Museo de la
Universidad Central la cual era muy parecida a otras que se hallaban cerca de Manabí,
República de Ecuador. (125)
Sin embargo, este artículo contiene ya la visión de los indios que posteriormente repetirá en
Tapices de Historia Patria y de la cual hablaremos en el último apartado de este trabajo:
"Los conquistadores no nos dan relación sino de tribus decaídas, siempre enemigas entre sí, dadas a la mayor indolencia de costumbres y con escasas manifestaciones artísticas." (126)
Para esta época Mario Briceño-Iragorry pensaba que Venezuela poseía un grupo de
intelectuales serios que podían emitir juicio acerca de cualquier trabajo de esta categoría
que se hiciera en el país.
(124) Ibid., “Notas sobre Arqueología venezolana.” Vol. 5, pág. 156, (1930) (125) Ibid., pág. 162. (126) Ibidem.
122
"...nos ha llamado grandemente la atención que el crítico aludido, (Sus iniciales son Franmeos) considere al Reverendo Olea como el único capacitado para juzgar su obra, la que acaso pueden apreciar, agrega, estudiosos europeos que sepan algo de lenguas americanas. Tal concepto es falso y contrario a los intereses intelectuales nacionales, ya que si no abundan entre nosotros quienes se dediquen a tan arduos estudios, poseemos en cambio un número escogido de estudiosos capaces de juzgar con precisión del mérito innegable del trabajo acucioso Capuchino. Si bien los estudios etnográficos no han sido elevados hasta el presente a la categoría de cátedras oficiales ..., sí han existido siempre personas que han consagrado esfuerzos de abnegación admirable, a este ramo de la antropología general. Vivo está el recuerdo de Ernst y de don Arístides Rojas, en el siglo pasado, y testigos hemos sido de la amplia labor de Lisandro Alvarado, Pedro M. Arcaya, B. Tavera Acosta, Alfredo Jahn, Luis R. Oramas, Abelardo Gorrochotegui, Julio C. Salas, Tulio Febres Cordero, Elías Toro, Samuel Darío Maldonado y otros más. No podrá negarse que Arcaya, Tavera Acosta, Salas etc., tienen suficiente acervo científico que les permite juzgar, aún mejor que el mismo padre Olea, la útil y excelente obra de éste." (127)
Estos autores mencionados en el párrafo citado se han ganado la confianza de Mario
Briceño-Iragorry acerca de la seriedad de sus estudios en Venezuela y contribuyen a
conformar su interpretación de la Historia. Algo parecido demostraremos nosotros en el
siguiente apartado donde estudiaremos las principales posiciones históricas que se
ventilaban en Venezuela en la época gomecista.
3.3.2 LA REVISIÓN DE NUESTRA HISTORIA
Las fuentes principales que Mario Briceño-Iragorry utilizó en este período de su vida vienen
citadas en el artículo "Nuestros estudios Históricos" donde divide nuestra Historia sobre la
base de distintos ciclos para cuyo estudio cree que deben ser utilizadas diferentes fuentes.
En esta clasificación nuestra Historia es dividida en: a.- Ciclo de conquista y colonia. b.-
Ciclo heroico. c.- Ciclo científico, el cual tiene a su vez diferentes subdivisiones.
(127) Ibid., “ A propósito de la obra del Padre Olea.” Vol. 16, págs. 344, (1928). Negrillas nuestras.
123
En la última de estas subdivisiones que dio origen al título de este apartado "El neo-
revisionismo contemporáneo" aunque menciona a muchos de sus coetáneos y no se
mencione él mismo, es evidente que está defendiendo su propia posición ante la Historia y
la contribución que su generación iba a aportar a los nuevos estudios históricos. Ya su
generación no iba a proporcionar únicamente datos como, según él, pretendía la generación
positivista, sino que iba a dar una interpretación de la realidad venezolana.
"Para airear este nuevo paso de nuestros estudios históricos, urge variar su propia concepción metódica: junto al investigador, el intérprete que sea capaz de mirar más allá del campo estático de los datos." (128)
Dentro de esto podemos señalar su interpretación del período de gobierno de Guzmán
Blanco la cual se va a seguir manifestando a lo largo de toda esta etapa. Esta es expresada
en un artículo titulado "Trujillo Coventual.":
"Una mañana del año 1875 llegaron a las puertas del Monasterio fuerzas del Gobierno, encargadas de exclaustrar a las religiosas. En los planes civilizadores de Guzmán Blanco no entraban los Conventos y, en nombre de la libertad, (libertad de liberales) era preciso acabar con ellos." (129)
Se sumó a esta crítica del gobierno liberal de Guzmán Blanco, otro elemento más del
pensamiento conservador, su crítica a la Revolución Francesa y a su influencia en la
Historia venezolana. Los historiadores defensores de su aporte en la Historia merecen su
crítica ruda como él mismo la califica. De la acusación de rudeza, lanzada por sus
opositores, se defiende de la siguiente manera:
(128) Ibid., “ Nuestros estudios históricos.” Vol. 4, pág. 231. (129) BRICEÑO-IRAGORRY, Mario. Obras Completas. “Trujillo conventual.” Vol. 18, pág. 370, (1934). Itálicas
nuestras igual comillas en el original.
124
"No, Esfera amigo, si te han parecido alguna vez rudas nuestras letras, sea ello explicable por el amargor de toda verdad oculta." (130).
Oigamos una de sus críticas expresada en el artículo titulado "De caecus Cecilio y
Zubillaga de dónde?"
"En lo que sí nos parece que anda mal el Sr. Zubillaga Perera, no hereje como Churión, ni pretendiente a serlo, es en su apología de la Revolución Francesa. Ya esto es cosa que aun los más exaltados liberales de hoy no discuten, convencidos de la aplastante necedad de la materia. Defender los postulados del 89, demuestra hoy atraso tanto como defender las conclusiones de la alquimia. ... Pero el Sr. Zubillaga, a pesar de no sentir la atracción conservadora de sus apellidos, es un conservador redomado, con la malísima circunstancia de que procura conservar lo que los prudentes rechazan: los inútiles y desacreditados principios filosóficos que informaron la mente romántica del siglo XIX. Es un conservador al revés, propenso a la ceguera que evoca su nombre de pila, pues entendemos que Cecilio deriva de caecus, ciego." (131)
Además de su postura frente a un acontecimiento histórico mundial, como es la Revolución
Francesa que según, algunos críticos como Cecilio Zubillaga, es de incidencia directa en el
proceso de nuestra Independencia, posición a la que se opone abiertamente Briceño-
Iragorry, su revisión de la Historia de Venezuela está planteada sobre la base de dos puntos
fundamentales:
La lucha contra los detractores de la Colonia y el cuestionamiento de la Historia mítica que
se teje alrededor del heroísmo de Simón Bolívar.
Por eso Germán Carrera Damas cuando selecciona el trozo más significativo de Mario
Briceño-Iragorry para nuestra historiografía escoge el artículo en el cual habla de la
(130) Ibid. "A propósito de una Charada de Esfera.", pág. 358, Itálicas=comillas en el original. (131) Ibid., “De caecus Cecilio y Zubillaga de dónde?”, pág. 391, (1935)
125
necesaria desmitificación del Libertador para una verdadera sinceración de nuestra Historia.
“La Historia se debe ver como una mina (...) que necesitamos trabajar, la mina que reclama sudor y brazos (...) Nosotros hemos desviado el valor de la Historia y hemos llegado a creer posible que se viva de ella sin sumarle nada. Y por eso anda Bolívar metido en todo.” (132)
En cuanto al primer punto, la lucha contra los detractores de la Colonia, discutida en el
apartado titulado la Historia romántica, llegaremos allí a la conclusión de que la revisión de
la Historia colonial es un hito donde Mario Briceño Iragorry y Caracciolo Parra León
siguen la tradición de la Historia intelectual venezolana iniciada por Andrés Bello y
continuada por Juan Vicente Gónzalez.
El primer punto, como ya dijimos continuará en los apartados finales de este capítulo y en
cuanto a la revisión de la Historiografía bolivariana nos dice:
“La crítica histórica toma actualmente un movimiento oscilatorio que le facilitará bajar al terreno de una realidad condenada injustamente por el exaltado bolivarianismo, ... hasta situar al Libertador en el extremo de la curva que marca aquel proceso de reparación , reclama, para cerrar el círculo de gloria de nuestra patria, una nueva oscilación hacia los valores que quedaron destruidos en la marcha sin fin de aquellla gloria única. Se trata de un nuevo proceso de revisión que complete la labor justísima de los que llevaron a Bolívar a la radiante claridad que hoy da contornos a su prestación heroica.” (133)
(132) Briceño-Iragorry, Mario. “La Historia como elemento de creación.” en: CARRERA DAMAS, Germán. Historia
de la historiografía venezolana. pág. 73. (133) Ibid., “Justo concepto bolivariano.” Vol. 17, pág. 191, (1928). En la última etapa de su vida Bolívar es
propuesto por Mario Briceño-Iragorry como un arquetipo que contribuirá a aglutinar los valores de la nacionalidad venezolana, cuando su ideario es seguido con sinceridad. Sobre esto nos dice Fidel Rodríguez Lengendre en su libro Al filo de La hora undécima: “En este marco se plantea como elemento clave para el proceso de desarticular el pasado, uno de los hitos más importantes de la Historia nacional, ubicado en el tiempo-eje de 1777 a 1830: el ideario y la acción de Simón Bolívar, entendido como el arquetipo primario fundamental, y consiguientemente, como paso previo para constituir la referida teoría de pueblo:....” pág. 197. Los conceptos de arquetipo y tiempo eje serán incorporados por Mario Briceño-Iragorry a su interpretación histórica , a partir de los años cuarenta el primero y de los cincuenta el segundo. pág. 197.
126
En esta crítica a la mitificación del Libertador, no debemos olvidar que existen elementos
de Historia romántica en este proceso, y que Bolívar es por casi todas sus características un
héroe romántico. Además, la lucha de Bolívar por un valor indudable propuesto
principalmente por la Revolución Francesa, la libertad, no era del todo cónsona con el
pensamiento que tenía Mario Briceño-Iragorry para estas fechas tal y como los venimos
estudiando.
Sin embargo, esta lucha por aprehender la Historia como un todo complejo y no como
producto de un solo héroe, es una batalla en la cual estará combatiendo generalmente Mario
Briceño-Iragorry. Para nosotros esta batalla tenía que ser librada porque nuestra
Historiografía tendió y sigue tendiendo a la exaltación excesiva de nuestro Libertador.
Sí era en cambio cónsona con su pensamiento la defensa de la época de la Colonia, época
en la cual el principio de orden colonial estaba vigente en todo momento. Gracias a ese
orden predominaron los principios hispánicos por encima de otros que continuaron en la
época como subyacentes.
"En el proceso de revisión de nuestra historia colonial se impone la necesidad de una labor analítica que, destruyendo aquellas construcciones donde más pesa la fantasía que la verdad de los hechos, depure el material histórico que habrá de servir para una síntesis comprensiva de nuestro pasado. Urge la aplicación de métodos más rigurosos en el estudio de las pocas fuentes que poseemos y quitando un tanto a la Historia su carácter de obra literaria, convertirla en disciplina crítica." crítica." (134)
(134) BRICEÑO-IRAGORRY, Mario. Obras Completas. “La fundación de Maracaibo.” Vol. 5, pág. 133, (1929).
Negrillas nuestras.
127
Este imperativo de convertir a la Historia en una disciplina crítica y el de plantearse la
necesidad de revisar la Historia de Venezuela, lo hace consultar una gran variedad de
fuentes historiográficas en este período que podríamos clasificar así:
En lo que se refiere a la Historia de Venezuela hay muchas citas de gran cantidad de
fuentes, lo que revela los numerosos libros que Mario Briceño-Iragorry leyó sobre esta
materia durante un período de ocho años. Por supuesto que esta investigación histórica
terminará con la escritura de Tapices de Historia Patria con cuyo análisis finalizaremos este
capítulo.
En cuanto a las fuentes para el estudio de Venezuela antes de la llegada de los
conquistadores o "precolombino" nos dice Mario Briceño-Iragorry:
"Fueron los misioneros los más activos formadores de nuestro ambiente colonial, una vez aminorada la crueldad que revistió la conquista en sus primeras etapas, y débese a su labor incansable por lo que respecta a datos históricos y a noticias de nuestro pasado precolombiano, la conservación de relaciones que sin ellos acaso hoy ignoraríamos. Los trabajos de los R.R.P.P. Carvajal, Rivero, Aguado, Simón, Ruiz Blanco, Caulín, Gumilla, etc. son las fuentes más precisas y las únicas que tenemos con respecto a nuestros aborígenes, ...." (135)
Además de los citados aquí señala otros nombres importantes de cronistas coloniales a lo
largo de sus artículos escritos en estos años como Fray Barlolomé de la Casas, Juan de
Castellanos, José de Oviedo y Baños. Sin embargo los misioneros cronistas eran sin duda
sus preferidos, como él mismo afirma:
"... (el) ciclo de la conquista y la colonia. Lo representan el acervo de los primeros cronistas de tipo particular (Castellanos, Aguado, Simón, Piedrahita, Oviedo y Baños
(135) Ibid., “A propósito de la obra del Padre Olea. Nota bibliográfica.” Vol. 16. pág. 343, (1928). Paréntesis
nuestros.
128
etc.), las relaciones de tipo general indiano, los viejos relatos de viajeros, los documentos de los propios conquistadores (Federmann), las relaciones obandinas (1572-1585), las divulgaciones y los estudios etnográficos y lingüísticos de los misioneros, las visitas e informes generales (Martí, Olavarriaga, Iturriaga etc.)". (136)
En cuanto a este primer período de fuentes para el estudio de nuestra Historia, debemos
decir que no existe casi ningún cuestionamiento a las afirmaciones históricas de estas
fuentes utilizadas para la Conquista y la Colonia.
Sobre todo en lo que se refiere a los cronistas y documentos españoles, va a reconocer
que las fuentes del segundo período de nuestra Historia, el ciclo heroico, son literarias;
mientras que no reconoce la literatura que existe también en el ciclo colonial.
Con respecto a las fuentes coloniales aparece citado Bartolomé de las Casas (137) en un
artículo titulado "Un texto de historia patria." Sin embargo, muy pocas veces es utilizado
como referencia.
La importancia que reviste Castellanos como fuente de los trabajos históricos en este
período puede ser comprobada en los Indices Onomásticos y Toponímicos de las Obras
Completas. (138) Sus versos son copiados textualmente y sus datos casi siempre señalados
como ciertos. A veces es confrontado con otros cronistas de Indias para enfatizar su certeza:
"De este sitio fue nuevamente mudada la ciudad (Trujillo) a los valles de Pampán, donde permaneció hasta ser trasladada al sitio que actualmente ocupa. (**)”(139)
(136) Ibid., "Nuestros estudios históricos." Vol. 4, pág. 229. (137) Ibid., Vol 17, pág. 406. (138) Ibid., Volúmenes 4, 5 y 17 (139) (**) Cfr."Historia de la Conquista y Población de Venezuela.", escrita por Don José de Oviedo y Baños.
Notas de Fernández Duro T. I. pp. 243 y siguientes. Lucas Fernández de Piedrahita: "Historia General de las Conquistas del Nuevo Reino de Granada". Libro XII. Cap. V. Juan de Castellanos: "Varones
129
José Oviedo y Baños que ocupa también un lugar importante en las fuentes utilizadas por
Mario Briceño-Iragorry para el estudio del ciclo de la Colonia y Conquista. El es el cronista
fundamental de donde parte el autor, para escribir a "Los fundadores de Trujillo." (140)
Aparece también mencionado con bastante frecuencia en los Indices Onomásticos de los
volúmenes anteriormente mencionados.
Para el estudio del período colonial cita también al Obispo Mariano Martí (141) y Francisco
Depons. (142)
Los autores de libros sobre Historia de Venezuela más citados por él son Rafael María
Baralt y Juan Vicente González.
Del primero debemos decir que está ubicado en otro de los ciclos de fuentes señalado por
Mario Briceño-Iragorry para el estudio de la Historia de Venezuela:
"Ciclo heroico. De carácter literario y polémico, que tomó como centro de interés para el estudio del pasado la lucha de Independencia y la exaltación romántica de sus hombres. (Yanes, Baralt, J. V. González, Larrazábal etc.)" (143)
A veces las opiniones de Rafael M. Baralt son rebatidas por los estudios históricos de Mario
Briceño-Iragorry:
"...el 20 de enero según es tradición la Ciudad de Rodrigo de Maracaibo, cerca del sitio donde Ambrosio Alfinger
Ilustres de Indias." Parte II, Elegía III. Canto IV. Fray Pedro Simón en esta misma entrega. Ibid. Vol. 17, "Archivos de la ciudad de Trujillo.", pág. 32.
(140) Ibid., Vol. 5, pág. 181, (1930) (141) Ibid., “Los fundadores de Trujillo.” Vol. 5. pág. 187, (1930) (142) Ibid., pág. 194. (143) Ibid., "Nuestros estudios históricos." Vol 4, pág. 229.
130
había alzado anteriormente sus rancherías, y no la Nueva Zamora como dicen Baralt y Díaz." (144)
Juan Vicente González también perteneciente al "ciclo heroico" es tratado con más
benevolencia. Como diremos más adelante, González acepta la intervención de la
providencia divina en la Historia, idea con la que no dejaba de estar de acuerdo Mario
Briceño-Iragorry.
"En ella aparece, en toda su claridad, la mente de Juan Vicente como historiador, y el concepto realístico que tenía del medio, las personas y los hechos. Se admira en sus párrafos el estilo vigoroso y fresco del escritor, y la soltura de aquella pluma que más de una vez hizo temblar a sus enemigos." (145)
Existía en el sector intelectual venezolano un conjunto bastante nutrido de sabios que se
había dedicado al estudio de la Historia y la Etnología, y que sirvieron a Mario Briceño-
Iragorry, como fuentes para su Historia posterior, entre ellos encontramos a: "Lisandro
Alvarado, Pedro M. Arcaya, B. Tavera Acosta, Alfredo Jahn, Luis R. Oramas, Abelardo
Gorrochotegui, Julio C. Salas, Tulio Febres Cordero, Elías Toro, Samuel Darío Maldonado
y otros más." (146)
De todos los nombres citados en esta lista perteneciente al ciclo de estudios científicos,
Mario Briceño-Iragorry le dedica unas líneas aparte a Lisandro Alvarado porque ocupa su
silla vacante en la Academia Venezolana de la Historia.
"Si en verdad en esta última obra (la historia de la Guerra Federal), que muchos han querido ver como apuntes para una labor posterior, falta algunas veces la investigación de la causalidad y se limita el historiador en
(144) Ibid. "Historia de la Fundación de la ciudad de Trujillo." Vol. 5, pág. 102, (1929) (145) Ibid., Vol 17, "Juan Vicente González y la biografía de Falcón." pág. 298, (1935). (146) Ibid., “A propósito de la obra del padre Olea. Nota Bibliográfica.” Vol. 16. pág. 344, (1928)
131
no pocas ocasiones a exponer la sucesión simplista de los hechos cumplidos...”(147)
Aquí vemos que cuando Mario Briceño-Iragorry emite un juicio positivo de un historiador
determinado, toma siempre en cuenta el tratamiento que éste da al fenómeno de la
causalidad. Problématica que no parecía interesarle a don Lisandro en ese libro.
Además de los intelectuales ya nombrados en esta lista son importantes referencias
históricas de este período Laureano Vallenilla Lanz, y José Gil Fortoul. Tenemos que citar
también a sus contemporáneos, miembros en su gran mayoría de la Academia Nacional de
la Historia, entre los que se encuentran Monseñor Nicolás Navarro, Luis Correa, Luis
Alberto Sucre, Caracciolo Parra-León, Hector García Chuecos, y el Hermano Nectario
María (148), y a los contemporáneos de su infancia trujillana como Amílcar Fonseca (149).
Además consulta una serie de libros que se refieren directamente a la fuente primaria
publicados por el Archivo Nacional como los Archivos de la Municipalidad de Caracas.,
Libro de Actas del Cabildo. 1809 (150), Limpiezas de sangre, Tomo V. del Archivo
(147) Ibid, "El conquistador español. Los fundadores de Nuestra Señora de la Paz de Trujillo." Vol.5, pág. 172,
(1930). Paréntisis nuestro. (148) Los Académicos nombrados en esta cita serán tratados en los apartados correspondientes que tratan de
las distintas concepciones de la Historia que fueron expresadas y discutidas en la Academia Venezolana de la Historia. Ver apartado 3.3.3 de este trabajo, págs. 133 a 146.
(149) Almilcar Fonseca aparece citado junto con Briceño Valero en las notas que dedica Briceño-Iragorry al artículo”Ornamentos fúnebres del Occidente de Venezuela.” Vol. 5, pág. 15, y págs. 23 a 27, (1928). Briceño-Valero también citado en:”Sistema Monetario de los Timoto-cuycas. “Vol. 17, pág.41, (1928).
(150) Los datos históricos de las próximas tres citas se encuentran fundamentalmente en el Archivo General de la Nación donde fueron consultados por Mario Briceño-Iragorry. Con respecto a los libros titulados Archivos de la Municipalidad de Caracas y el Libro de Actas del Cabildo (1809), se encuentran en la sección de Ayuntamientos. (1690 - 1823). tomos 1 a 45. El año citado por él, 1809, corresponde al tomo 31.
132
Nacional (151), Libro de la Real Hacienda de Trujillo 1595, Nobiliario de Conquistadores de
Trujillo del Archivo Nacional (152).
Es también importante el hecho de que empieza a citar fuentes encontradas en los Archivos
de Venezuela y España, como son el Archivo de Sevilla, el Archivo de la Academia de la
Historia y el Archivo Nacional, que es el nombre que le da al actual Archivo General de la
Nación.
Podemos señalar autores de teoría histórica y sociológica que también son citados en los
artículos realizados por Mario Briceño-Iragorry en este período como fueron Herder,
Spencer, Taine, Rossi, Lebón y Ratzel. (153) Este último concretamente citado con su libro
"Las Razas Humanas". (154) Ellos son los teóricos que nutren a los representantes del ciclo
de los estudios científicos de los trabajos históricos en Venezuela, del cual Mario Briceño-
Iragorry forma parte, aunque proponiendo la necesidad de una interpretación histórica.
En cuanto a la metodología histórica tenemos la Introducción a los Estudios Históricos de
Langlois y Seignobos editado por Daniel Jorr (155). Haremos referencia a los autores
(151) Los expedientes sobre Limpieza de sangre están recogidos en cuarenta y un tomos y van de los años
1609 a 1820. (152) En cuanto a la Intendencia del ejercito y Real Hacienda los expedientes van de 1777 a 1810, en estos
legajos consultaría los informes concretos de Trujillo. En cuanto a la Fundación de Trujillo se puede consultar la obra del hermano Nectario María en el Archivo General de Indias, Escribanía de Cámara, 658 B, 1648. Legajo 1 de pleitos de Venezuela, Num. 9.
(153) Casi todos estos autores aparecen citados en su Discurso de Incorporación a la Academia de la Historia en 1930 como sustentadores de los estudios científicos dentro del campo de la Historia. Ibid., “El conquistador español. Los fundadores de nuestra Señora de la Paz de Trujillo.” Vol. 5, pág. 171, (1930)
(154) Ibid., “Ornamentos Fúnebres de los aborígenes del Occidente de Venezuela.” pág. 24, (1928) (155) Ibid., “La Fundación de Maracaibo.” pág. 133. (1929).
133
literarios que todavía sigue citando, a pesar de evitar construir una "Historia literaria" como
dice en su cita anterior (156) como fuentes directas de su Historia o como modelos a imitar
por su vida ejemplar. El primeros de ellos es Miguel de Cervantes:
"El Capitán Diego García de Paredes,... dice Cervantes, .... Era natural de Trujillo en
Extremadura .... .(157) Cita también a San Juan de la Cruz y a Santa Teresa de Jesús.(158)
Sin embargo, a través de su intento de revisión conserva en este período la misma idea
agustiniana estudiada en el período anterior de concebir a la Historia como una batalla.
"Este trabajo tiene para mí un precio entrañable. No sólo me adelanté con él a defender una verdad histórica, sino, además gané con su publicación mi primera batalla en el campo defensivo de los valores de la nacionalidad hispanoamericana." (159)
Mario Briceño-Iragorry tenía como uno de sus fines lograr la verdad histórica, pero esta
objetividad iba a ser alcanzada en una Historia dividida en "campos" en la que el historiador
debía defender los que correspondieran a los valores que él consideraba necesarios. Esto se
verá más claro en la explicación de Tapices de Historia Patria.
3.3.3 ANÁLISIS DE LAS POSICIONES HISTORIOGRÁFICAS PRESENTES EN LA ACADEMIA DE LA HISTORIA PARA 1930.
La Academia de la Historia no era para 1930, fecha en que ingresa Mario Briceño-Iragorry,
un terreno unilateral. En ella se expresaban por lo menos tres posiciones diferentes y muy
(156) Cita de este trabajo No. 124, pág. 63. (157) BRICEÑO-IRAGORRY, Mario. Obras Completas. “Historia de la Fundación de la Ciudad de Trujillo.” Vol. 5,
pág. 86, (1930). Ver índice Onomástico y Toponímico del mismo Volumen. (158) Ibid., págs. 177 y 178. (159) Ibid., “La Fundación de Maracaibo.” pág. 115. (1929)
134
valiosas frente a lo que la Historia significaba y distintos argumentos sobre los juicios
acerca de hechos históricos concretos, que por su relevancia serán analizados aquí.
En cuanto a las tres posturas que dominaban nuestro panorama histórico nacional es
definitivo el discurso de Incorporación de Caracciolo Parra León ("La Instrucción en
Caracas, 1567-1725. 7 de marzo de 1932) para señalar por lo menos dos: la romántica y la
positivista.
"En una palabra, para los deterministas, la historia es una verdadera ciencia en que el arte no sobrepuja la dicción retórica y gramatical; mientras que para los románticos es antes que todo un arte, el arte que llamaba Michelet de la resurrección del pasado, en que la ciencia debe por fuerza reducirse a la simple crítica de los testimonios y de las ideas." (160)
Sin embargo, frente a estas dos posiciones que tenían sus orígenes en la cultura occidental
del siglo XIX, existen algunas proposiciones de ciertas posturas autóctonas frente a la
Historia, que deben ser analizadas por su originalidad.
La primera de ellas y que juega una papel relevante para comprender la posición del autor
que aquí nos ocupa es la discusión de los orígenes de nuestra identidad. Pedro Manuel
Arcaya es el primero que toca este punto en la época analizada al manifestar lo siguiente:
"A mi entender (dice Arcaya), tanto el Dr. Muñoz Tébar, como estos otros escritores, cualquiera que sea la verdad de sus respectivas apreciaciones cuanto a la historia de España, yerran al aplicar a estos países las solas conclusiones que de ese estudio deducen, pues olvidan que nuestra raza es, y era ya cuando nos independizamos, distinta de la hispana, por lo cual la psicología de ésta - traducida en sus costumbres políticas- sólo puede considerarse como un factor y no como una identidad, respecto de la psicología de los países latino-americanos." (161)
(160) Discursos de Incorporación. (1920 - 1939), Tomo II, pág. 132. (161) Discursos de Incorporación. Tomo 1. (1900 - 1919) pág. 316.
135
Sin embargo, para Mario Briceño-Iragorry y para otros historiadores de la Academia, como
veremos a través del desarrollo de este apartado, las diferencias de nuestra identidad con
respecto a la hispánica no tenían mucha importancia. Los valores que nuestra nación debía
enfatizar eran en última instancia los españoles y, según él, nuestro proceso histórico lo
había ido corroborando a través de su desenvolvimiento.
En este sentido la discusión entre Pedro Manuel Arcaya y Francisco Tosta García anticipa
la dirección que esta polémica iba a tomar en la Academia en el transcurso de los primeros
treinta y cinco años del siglo XX.
En su Discurso de Incorporación titulado "La Insurrección de los Negros de la Serranía de
Coro en 1795", expresado el 11 de diciembre de 1910, Pedro Manuel Arcaya señalaba la
importancia de este movimiento como antecedente de la guerra de Independencia.
Sin embargo, para Francisco Tosta García la Independencia no podía haberse originado en
una rebelión de esclavos contaminados por las ideas de la Revolución Francesa sin tener en
cuenta que fueron los criollos, según Francisco Tosta García el "verdadero" germen de ella.
Esta opinión era para la Academia la "verdadera", que unos años después mantendrá de
manera parecida Mario Briceño-Iragorry.
... donde vamos a conmemorar aquella colosal victoria americana, que fue y será asombro de las generaciones y orgullo para España misma, porque los adalides que la consumaron fueron sus hijos que llevaban en el alma fuego y en el cuerpo fibra de su fibra, me es placentero reconocer y proclamar desde esta tribuna el estado de adelanto intelectual y de progreso general, en que se halla esa nacion poderosa que nos sacó del caos de la
136
barbarie, que nos educó a su manera y nos dio puesto en el mundo civilizado." (162)
Ante esta consideración polémica de la Historia pareciera que frente a ciertos hechos la
Academia hubiera dictado su opinión definitiva y aparentemente no permitía la polémica y
la diversidad de opinión.
"Finalmente y en corroboración de todo lo expuesto, añado, que estas opiniones mías están ceñidas al luminoso informe, que sobre los verdaderos antecedentes de la Independencia, aprobó la Academia de la Historia, en su sesión ordinaria el día 27 de julio de 1908, de cuyo veredicto no podríamos apartarnos, sin aparecer como contradictorios." (163)
Continuaremos analizando otros puntos para concluir en esta afirmación inicial. En este
sentido es interesante destacar una polémica que se da entre Pedro Manuel Arcaya y
Francisco Tosta García con respecto al papel que juegan los factores irracionales y
racionales en el devenir histórico. Con respecto a la importancia de las fuerzas irracionales
en el poder del caudillo destaca Arcaya que:
"Aquí hablamos de la raíz indo-africana del prestigio caudillesco de nuestras guerras civiles: es la sugestión o seducción de un carácter fuerte sobre las voluntades débiles de hombres en cuyos cerebros hay tendencias inconscientes, dejadas por incontables generaciones que vivieron venerando como ídolos y suponiéndoles poderes mágicos a sus régulos y caciques." (164)
Y Francisco Tosta García da una contestación que tiende a demostrar que la importancia del
caudillo en nuestros pueblos no se debe a ningún factor irracional sino a su falta de
educación para vivir en libertad.
"...se propuso remediar el inteligente colega extinto (Muñoz Tebar), aconsejando la formación de partidos legalistas, puesto que sin duda alguna, el pernicioso achaque de anteponer los hombres a las leyes y de
(162) Ibid., págs. 348 y 349. Paréntesis nuestro. (163) Ibid., pág. 348 (164) Ibid., pág. 331.
137
divinizarlos con el epíteto de necesarios, se origina de nuestra inperfecta educación, del hábito de incondicional sumisión, que se nos enseñó desde la cuna, primero, hacia el Cacique, después, hacia el Rey; y luego, hacia los Generales y Doctores,... No es en manera alguna aplicable a estas turbulentas zonas de la América, ese exótico e inadecuado raciocinio de Le Bon y es más natural y consiguiente atenernos a las sesudas opiniones de Muñoz Tebar, quien por su esmerado aprendizaje al lado de su eximio padre, que fue procer de la Patria, sobresaliente hombre de Estado, y compañero del Libertador, y por la circunstancia especial de haber tomado parte, el mismo autor de Personalismo y Legalismo, en muchas contiendas políticas y ocupado en distintos gobiernos puestos muy notables, ha de estar por ineludible lógica más familiarizado con nuestros defectos y más en capacidad para juzgarlos, que el sociólogo francés..... Queda pues paladinamente comprobado, que superabundamos en credenciales hereditarias de buenas razas;..." (165)
La experiencia política en el terreno propio es mucho más valiosa para Francisco Tosta
García que la aplicación o copia de métodos extranjeros que menosprecian nuestro
desarrollo histórico para la interpretación de nuestra realidad. En ese momento esa
necesidad de copiar interpretaciones extranjeras estaba personificada para él en los
positivistas. Cuántas veces no se darán y se seguirán dando en la Historia disputas
parecidas, sólo que con diferentes nombres de los autores y de las teorías en cuestión. En
ningún momento pretendemos quitarles el mérito a estas polémicas que a nuestro juicio
enriquecen el acontecer de la Historia.
Tenemos que hacer notar que dentro del seno de la Academia es claro que la posición
positivista intentó concientizar a la mayoría de los historiadores, de la necesidad de recurrir
a la fuente primaria y a los archivos. En este sentido oigamos a Pedro Manuel Arcaya cuyo
Discurso de Incorporación puede ser considerado como uno de los primeros que enfatiza la
necesidad de la investigación en la fuente primaria:
(165) Ibid., pág. 345.
138
"Es, pues, muy poco lo que se ha dado a la prensa acerca del asunto que he escogido, pero afortunadamente hallé en el Archivo del Registro Principal de esta ciudad los autos, casi completos, del proceso que en Coro se inició por orden de la Real Audiencia y el cual se continuó en Caracas por este mismo Alto Tribunal, sobre el origen, desarrollo y término de la insurrección que estudio, quiénes la llevaron a cabo y cómo fue develada. Minuciosímo en detalles de todo género es este expediente. Teniendo a la vista las notas que de él he extraído, así como traslados de otros documentos sobre juntas de guerra celebradas en Caracas en 1795, que he encontrado en el mismo Archivo, puedo hacer una exacta narración de los acontecimientos que son objeto del presente estudio. Es no sólo de interés histórico el punto, sino también sociológico, por las observaciones que aquellos sucesos sugieren." (166)
Lo mismo expresa Caracciolo Parra León en su Discurso de Incorporación ya citado:
"...fijado un nuevo sendero en los estudios históricos gracias a la poderosa reacción de Spencer y de Taine, es necesario revisar con justo y reposado criterio el valor de nuestras instituciones pasadas, entrando sin temor en los archivos y limpiándolos del espeso polvo que los cubre, hasta dar con los hechos auténticos, que situados en su medio, en su raza y en su época, irán precisando su natural evolución y las leyes que la rigen, o sea, irán escribiendo por sí mismos la verdadera historia de la Patria." (167)
En este sentido Mario Briceño-Iragorry se manifiesta en su Discurso de Incorporación "El
conquistador español. Los fundadores de Nuestra Señora de La Paz de Trujillo" seguidor de
este presupuesto, que perseguía a la fuente primaria como base para la creación de una
nueva visión histórica:
"Iniciado con Alvarado el período de la metodología científica en nuestros estudios históricos, la cual han venido aplicando con diferentes criterios Arcaya, Gil Fortoul, Vallenilla Lanz, Angel César Rivas y tantos otros, ha sucedido como es lógico una revisión en nuestro pasado, tanto colonial como republicano, y a cuya mayor seguridad ha contribuido grandemente el progreso tomado en nuestros últimos años por la ciencia del documento." (168)
(166) Ibid., pág. 319 (167) Discursos de Incorporación. (1920 - 1939), Tomo II, pág. 356. Enfasis nuestro. (168) BRICEÑO-IRAGORRY, Mario. “ El conquistador español. Los Fundadores de Nuestra Señora de la Paz de
Trujillo. “ Obras Completas. Vol. 5, pág. 172.
139
Esta búsqueda científica del documento no erradicó la creencia de que el estilo histórico era
un arte. Oígamos lo que dice José Gil Fortoul al respecto:
"El estilo, en su acepción mas comprensiva, es la única condición creadora, así en la novela, así en el drama, así en el poema, como en la historia; y cuando aparece al fin la obra perdurable, sus personajes - de novela o de historia- viven con aún más intensa (SIC) que las personas de la aparente realidad. Este campo de estudio es inagotablemente fecundo, porque la historia no se acaba nunca de escribir. Es ella, como la vida universal, creacion perpetua, y al propio tiempo, perpetua actualidad." (169)
Otro tema polémico muy fructífero dentro de la discusión de los Académicos era el motor
de la Historia, Dios, de donde todos los hechos históricos provenían y a donde todos iban a
terminar. Monseñor Navarro va a expresar muy claramente su opinión, sin duda seguida por
Mario Briceño-Iragorry.
"Porque, señores, no hay sino un punto de vista seguro para juzgar de los humanos acaecimientos; un punto de vista que es necesario tener siempre en cuenta, pues fuera de él se extravía irremediablemente el espíritu en los oscuros laberintos del capricho y de los sistemas, cuando no se precipita en las simas del fatalismo grosero o de un simbolismo absurdo, o bien se deja arrastrar por tendencias enfermizas al triste país de la negación y la impiedad. Ese punto de vista consiste en saber que la historia de Dios gobernando al mundo mediante su providencia y el mundo agitándose libremente bajo la mano providencial de Dios." (170)
De la misma manera Caracciolo Parra-León no deja de expresar la influencia de Dios en la
Historia. Propone a la Divina Providencia como motor de la Historia, como Monseñor
Navarro, aunque por medio de un Discurso sustentado en autores del pensamiento cristiano
bastante avanzados para la Venezuela de los años treinta, como por ejemplo el P. Theilhard
du Chardin en su Comment se pose aujourd'hui la question du transformisme editado en
Êtudes, París, 1921.
(169) Discursos de Incorporación. (1920 - 1939) Tomo II, pág. 188. (170) Ibid., pág. 169. Enfasis nuestro.
140
“... la historia de una nación no pertenece al solo cuerpo social ni a sola el alma social, sino a un sujeto, órgano vivo y animado de espíritu, compuesto de alma y cuerpo. La que, por fin, y es razón capitalísima, ni cae en la negación o agnosticismo de la Causa Primera ni niega la Divina Providencia, sino que, por el contrario, alzando vuelo con el ala doble de la inducción y de la deducción, encuentra en la misma historia que construye y alimenta, huella visible de aquel Soberano Señor, Sustancia Eterna, Acto Puro, Providencia y Fin, que vistió con su hermosura todas las cosas, y dictó las leyes evolutivas de los tiempos,....."(171)
Esta Historia que tiene a Dios como motor primario fundamental va a tener también sus
métodos característicos como es el de la genealogía, a la cual Monseñor Navarro no deja de
atribuirle una procedencia bíblica, cuando a través de ella pudimos establecer el origen de
Cristo, de allí su importancia:
"Si quisiéramos encarecer hasta lo sublime el mérito de las genealogías -que indudablemente arrojan mucha luz en las disquisiciones históricas-, bastaranos evocar el papel que aquellas desempeñan en la vida de Cristo, y el cuidado con que dos de los Evangelistas, aquéllos por quienes Jesús es designado preferentemente con el título de Hijo del Hombre, Mateo y Lucas, inician su relato sacando a relucir el regio abolengo del Mesías. Cuarenta y dos generaciones ....."(172)
Mario Briceño-Iragorry también afirma la importancia de las genealogías para el
conocimiento de la realidad histórica y en cierta forma su Discurso de Incorporación a la
Academia "El conquistador español. Los Fundadores de Nuestra Señora de la Paz de
Trujillo" es el estudio de la genealogía de los residentes de la ciudad de Trujillo. Veamos
una muestra de este estudio, en el conquistador Lucas Mexia de Vilches, seleccionado
porque es uno de los troncos que dio origen a la figura de Simón Bolívar:
"Casó (este conquistador) con Francisca Berdugo, hija de Don Sancho Briceño y como hijos suyos conocemos a: II.- Ana Mexia de Vilches, mujer que fue de Alonso Sánchez de Oviedo, Alcalde Ordinario de la ciudad de Trujillo en 1596. Este era hijo del Capitán Francisco Sánchez Chico, natural de la Villa de Santa Olaya, quien había
(171) Ibid., pág. 348. Enfasis nuestro. (172) Ibid., pág. 160. Enfasis nuestro.
141
casado en el puerto de la Borburata con Beatriz de Oviedo y Aguado, natural de la ciudad de Toro en Castilla la Vieja. II.- Capitán Juan Mexía de Narváez, Regidor Perpetuo y Alcalde Ordinario de Trujillo, casado con María Sanz de Graterol (V. descendencia de Francisco de Graterol) Padres de: III.- Juana de Vilches y Narváez, mujer del Capitán Andrés Marín Granizo, natural de Gojar en Andalucía. Padres de: IV.- Francisco Marín de Narváez, quien en sus testamento declaró que era padre en dama de calidad de: V.- Josefa Marín de Narváez, mujer que fue de Pedro Ponte de Andrade. Padres de: VI.- María Petronila Ponte, mujer de Juan de Bolívar, Padres de: VII.- Juan Vicente Bolívar y Ponte, casado con María de la Concepción Palacios. Padres de: VIII.- EL LIBERTADOR. "(173)
Mario Briceño-Iragorry se remonta a través de la genealogía a detalles del pasado que
perviven en la época que él está viviendo. Como el siguiente:
" II.- Inés Mexia, casada con el Capitán Juan Ramírez de Cegarra. Este había estado en Lepanto con Don Juan de Austria y venido a América ejerció oficios de república en Santa Fé de Bogotá. En Merida fue Corregidor y avecindado en Trujillo fue Alcalde Ordinario varias veces. Los Cegarra usaban armas: dos burelados en par de cuatro verguetas haciendo oposición a sendos grupos de losanges, en el diestro del Jefe; en el siniestro una cruz de Jerusalén que cubre todo el campo: en la diestra de la punta nueve leoncillos rampantes y en la siniestra cinco torrecillas. Estas armas labradas en piedra adornan el portal de la casa solariega del Dr. Victorino Márquez Bustillos, ex Presidente de Venezuela, en la ciudad de Trujillo, y a la cual había pertenecido, antes de formar parte del Convento Regina Angelorum, al Capitán Feliciano Cegarra de Guzmán. ...." (174)
El Dr. Victorino Márquez Bustillos merece una nota aparte en este trabajo, no tanto por su
figuración en la política venezolana, que no puede ser discutida, sino porque era tío político
del autor.
Hasta el momento no poseemos una biografía de este personaje. Estuvo casado en primeras
nupcias con Enriqueta Iragorry.
142
"El Dr. Márquez Bustillos, después de ser en 1911, 1912, y 1913 Gobernador del Distrito Federal, fue por algún tiempo (1913 y 1914) Ministro de Guerra y Marina mientras duró la interinaria de Gil Fortoul. Como Presidente Provisional estuvo hasta el 24 de Junio de 1922." (175)
Según fuente oral, que prefirió permanecer anónima, el Dr. Victorino Márquez Bustillos al
principio de su vida política estuvo muy unido a los caudillos conservadores trujillanos
Araujos y Baptistas (176). Fue presidente del gran Estado de los Andes cuando el gobierno
de Andueza Palacios, quienes luego le retiran su apoyo. Estos caudillos conservadores no lo
respaldan para continuar en ese puesto durante los gobiernos de Andrade y Castro.
Circunstancia que lo motivó a desempeñar un papel clave en el desmantelamiento del
parque de los caudillos trujillanos ya mencionados, en la época de Juan Vicente Gómez.177
Un trujillano por adopción como era él, podía conocer con certeza la distribución y el sitio
donde se encontraban las armas, municiones y recursos alimenticios que estos caudillos
poseían.
Puede también explicar el parentesco que tenía Mario Briceño-Iragorry con Victorino
Márquez Bustillos la polémica entre nuestro autor y César Zumeta. Es probable que su tío
(173) BRICEÑO-IRAGORRY, Mario. “ El conquistador español. Los Fundadores de Nuestra Señora de la Paz de
Trujillo. “ Vol. 5. Obras Completas. (1930) págs. 243 a 246. (174) BRICEÑO-IRAGORRY, Mario. Obras Completas. “ El conquistador español. Los fundadores de Nuestra
Señora de la Paz de Trujillo.” Vol. 5. pág. 247, (1930) (175) POLANCO ALCANTARA, Tomás. Juan Vicente Gómez. Aproximación a una biografía. pág. 224. El cariño
que sentía Mario Briceño-Iragory por su tío Victorino Márquez Bustillos es reafirmado en carta del 4 de junio de 1928, presente en su epistolario: “Le he dicho que lo quiero y he procurado siempre demostrárselo a usted a cada ocasión. De usted tuve, cuando su alta posición oficial se lo permitió, apoyo moral y ayuda material, esto me obliga siempre ....” BRICEÑO-IRAGORRY, Mario. Obras Completas.“Carta a Victorino Márquez Bustillos”, Vol. 21, pág. 528.
(176) Para conocer más a fondo la Historia de los Araujos y Baptista remito al lector al libro Tiempo de caudillos de Roberto Ventencourt citado en la bibliografía. Allí se afirma lo siguiente acerca de este problema entre los caudillos trujillanos y Márquez Bustillos: “.... Baptista y Márquez estaban enemistados como consecuencia de errores cometidos en 1910 en la política regional trujillana.” pág. 29.
(177) Sobre este episodio puede leer el autor otra fuente citada por Ramón J. Velasquez en Epígrafes para un perfil de la Venezuela contemporánea. Tomo II, págs. 214 y 215.
143
político y César Zumeta compitieran por algún tipo de poder en la época de Juan Vicente
Gómez. También César Zumeta opacaba en sentido intelectual a Victorino Márquez
Bustillos.
El General Gómez regalaba solamente a sus altos colaboradores, como López Contreras y
Victorino Márquez Bustillos, órdenes de 100.000 bolívares, por medio de las cuales pagaba
sus servicios al gobierno.
"Saluda muy cordialmente a sus distinguido amigo, señor Doctor V. Márquez Bustillos, con ocasión de anunciar el envío de una Orden por la cantidad de Cien Mil Bolívares, ( Bs.100.000). Ha dispuesto que esta orden sea expedida a favor del Coronel Montenegro con el objeto de que no aparezca en las listas el nombre del Dr. Márquez Bustillos. ...... le sea muy satisfactoria su estada en el Viejo Mundo y alcance lo más pronto posible el cabal restablecimiento de su interesante salud. Además y aunque lo cree innecesario, se reitera completamente a sus órdenes para todo aquello en que pueda serle útil. Maracay, 26 de Julio de 1924." (178)
Todas estas son pruebas de la importancia política y económica de la figura de Victorino
Márquez Bustillos en el gobierno de Gómez.
Esto nos da idea del apoyo que él prestó a Mario Briceño-Iragorry para conseguir y
desempeñar los cargos que ejerció durante el mandato del General Juan Vicente Gómez
desde que se inicia como Secretario del Congreso en abril de 1921. (179)
También aparecen en el Archivo Histórico de Miraflores órdenes para conferir 100.000
bolívares, a personas de tanta importancia como el General López Contreras (180), por lo
(178) Copiador 235 C No. 265 del Archivo Histórico de Miraflores. (179) Ver anexo págs. 153 a 205. (180) POLANCO ALCANTARA, Tomás. El General de tres soles. pág. 271.
144
que inferimos que ésta era la cantidad con que el General Gómez pagaba los servicios de
confianza que realizaban sus allegados.
Después de haber señalado datos de la genealogía de nuestro autor, continuaremos
demostrando la pericia con que se desenvuelve en el campo de la genealogía. Esta es
reconocida en la contestación a su Discurso de Incorporación a la Academia de la Historia
pronunciado por Don Luis Alberto Sucre quien no deja de señalar la importancia de los
estudios genealógicos dentro del campo de la Historia.
"Los estudios genealógicos son un poderoso auxiliar de la historia y un método de investigación inspirado en la verdad y la justicia, que no se extravíe entre el ramaje del árbol simbólico. Estas cualidades las posee, como dijimos ya, nuestro nuevo colega, a quien me complazco en dar la bienvenida en nombre de la Academia.” (181)
La genealogía según este historiador, nos demuestra un estudio objetivo de la realidad
histórica. Por supuesto que sí, pero el elemento subjetivo también está presente en el grupo
que escogen los historiadores para ser sometido a un estudio genealógico. En el caso de
Mario Briceño-Iragorry fueron los conquistadores "llevados por la misma legislación de
Indias a la categoría de clase privilegiada". (182)
La legislación les había dado ese privilegio indiscutible que, según nuestro autor, seguirá
ejerciéndose en el Cabildo y luego conducirá a la guerra de Independencia. La Historia que
debía ser tomada en cuenta era aquélla que expresaba los valores hispánicos. Ella era la
única que debía ser considerada para el futuro proyecto de la nación venezolana.
Tristemente era la genealogía de la clase dominante la que importaba.
(181) Discursos de Incorporación.(1920 - 1939) Tomo II, pág. 332.
145
"Al ponerse frente a frente la semi-barbarie indiana y el elemento español, éste impuso su psiquis imperativa. El decaído estado de las tribus que poblaban esta región del Nuevo Mundo no les permitió aportar ningún elemento cultural a la formación de la nueva estructura social, ni fueron tampoco, como dice Gil Fortoul, las tribus más abocadas a la civilización las que desaparecieron más rápidamente, pues éstas, que no lo eran las de Aragua y Caracas sino las de Coro, Trujillo y Mérida, pasaron rápidamente al régimen de la encomienda donde pudieron conservarse mezclándose con el elemento dominante." . (183)
En este sentido declara Manuel Díaz Rodríguez en "Ayacucho en la Revolución de
Hispanoamérica." (1924) con respecto a la guerra de Independencia: "Y si el enemigo no
era español, tampoco era España el enemigo." (184)
Para terminar señalaremos que Francisco González Guinán contesta al Discurso de
Incorporación de Monseñor Navarro con muchísimo respeto y destaca el papel que habían
jugado algunos sacerdotes en la formación de Venezuela, pero expresa que había que evitar
la guerra incluso por motivos religiosos.
"¡No más guerra! es el grito que se escucha en todos los pueblos. Ni guerras de conquista, ni guerras religiosas, ni guerras industriales. Que cada nación viva y prospere en su territorio sin temer a otra nación: ... y cada pueblo viva según sus costumbres, ....." (185)
Señala luego un punto muy importante para conocer el pensamiento de Briceño-Iragorry y
es la contradicción existente para esa época entre el pensamiento liberal y el pensamiento
cristiano. Esta antítesis también vamos a observarla en el pensamiento de don Mario. Dice
Francisco González Guinán:
"El clero católico, en su gran mayoría, procedió de diferente modo, porque la iglesia romana es
(182) BRICEÑO-IRAGORRY, Mario. Obras Completas. “El conquistador español. Los fundadores de Nuestra
Señora de la Paz de Trujillo. “ Vol. 5, pág.176, (1930). (183) Ibid. Enfasis nuestro. (184) Discursos de Incorporación. (1920 -1939), Tomo II, pág. 181. (185) Ibid., pág. 171.
146
conservadora y ha declarado que el liberalismo es pecado. Por excepción, se ven ocupando la cátedra de San Pedro, prelados como León XIII y Pío XI, que buscan la armonía entre la libertad y el orden,...."(186)
Hay que tener en cuenta, entonces, que para la época de Gómez no se hablaba en los
círculos que Mario Briceño-Iragorry frecuentaba, de la supuesta antítesis cristianismo-
marxismo que tanto ocupará el debate de los años venideros, sino de la oposición
liberalismo-cristianismo.
Para un intelectual que se formó en esta época y que fue rodeado por todos estos
historiadores que venimos analizando aquí, no será difícil comprender y ejercer una
posición conciliadora frente a los principios que el marxismo esgrimía. Sí, por el contrario,
le va a ser difícil aceptar la desigualdad, y más aún el desorden, que el libre juego de la
libertad traería con la aplicación de los principios del liberalismo.(187)
3.3.4 LA POLÉMICA CON CÉSAR ZUMETA
Veremos en el siguiente apartado la Historia contra la que Mario Briceño Iragorry
reaccionaba y no solo él, sino sus primeros maestros venezolanos a quienes dedicó sus
artículos: los positivistas, en especial, Laureano Vallenilla Lanz, José Gil Fortoul y Pedro
Manuel Arcaya. Sin embargo a pesar del respeto que sentía Don Mario por este grupo de
positivistas, esta actitud no era la misma hacia uno de los positivistas venezolanos más
destacados: César Zumeta.
(186) Ibid., pág. 172. (187) El problema de la significación de los términos “derechas” e “Izquierdas” para Mario Briceño-Iragorry
será analizado en el siguiente capítulo que explica su labor como Embajador en Centro América. En el epistolario que escribe a sus amigos venezolanos es bastante explícito acerca de su significado y posición con respecto a ambos.
147
Desde un artículo muy temprano titulado "La libertad de prensa" (188) aparecen las primeras
figuras que van a ser muy influyentes en la forma como Mario Briceño-Iragorry trataría los
problemas históricos. Ellos son: Laureano Vallenilla Lanz y José Gil Fortoul.
En este artículo ya citado en el apartado primero de este trabajo, don Mario se va a declarar
enemigo de la libertad de prensa sin restricciones, de la misma forma en que se había
declarado Laureano Vallenilla Lanz hacía poco. Expresa que no está de acuerdo con Gil
Fortoul quien creía en una libertad sin restricciones, porque Briceño-Iragorry creía que
siempre hay una clase dirigente que es la que puede guiar al pueblo, y no debe permitírsele
a éste publicar todo lo que considere como adecuado.
Esta idea va a ser clave para comprender la visión histórica de Mario Briceño-Iragorry y no
(188) Ver capítulo I, págs. 31 y 32.
148
la abandonará a lo largo de toda su carrera de escritor, visión que aparece muy clara en La
Hora Undécima. Siempre hay una dirigencia que conoce mejor que el propio pueblo el
destino de éste. Es decir, siempre debía existir una dirigencia ordenadora.
Buscar los orígenes de esta idea nos llevaría mucho más allá de Vallenilla Lanz y el
positivismo quienes creían en la superioridad de unos hombres sobre otros, por no decir
razas, hasta el pensamiento de Platón.
Pero lo importante es que este artículo va a mostrar dos posturas muy diferentes que
podemos observar en el pensamiento venezolano: una es el positivismo liberal representado
principalmente por José Gil Fortoul y César Zumeta, que ha llevado a Luis Beltrán
Guerrero a decir que el positivismo venezolano concluyó en un Liberalismo, y otra la de
Pedro Manuel Arcaya y Laureano Vallenilla Lanz que, por encima de la libertad,
preconizaban la necesidad de un orden en la sociedad. Con esta última posición se
identificaba más el joven Mario en el artículo que venimos analizando donde polemiza con
Gil Fortoul y por el desacuerdo que manifestará hacia la comprensión histórica de César
Zumeta cuyo contenido analizaremos aquí.
Según Luis Beltrán Guerrero:
“El positivismo se transforma en Hispanoamérica en un Liberalismo: instrucción laica, libertad de enseñanza, son sus mejores trofeos. La divisa ideal es: Libertad. Orden. Progreso.. El positivismo fue fecundo en nuestro país en obra de interpretación de nuestra génesis de pueblo. Si desesperó de la Libertad, y se acogió, como a ley social, al despotismo,..." (189)
(189) GUERRERO, Luis Beltrán. Perpetua Heredad, pág. 176 y 177.
149
La polémica entre Mario Briceño Iragorry y César Zumeta ocupa un lugar bastante
importante en nuestra reflexión histórica porque demuestra cómo las disputas entre el
pensamiento conservador representado por el autor y el pensamiento liberal representado
por César Zumeta se prolongaron en nuestro país hasta bien entrado el siglo XX. La
desaparición política de los dos partidos en Venezuela no planteó la total desaparición de
sus raíces ideológicas.
En este sentido opiniones como éstas deben ser matizadas:
"El anhelo de la Guerra Federal fue sencillamente igualitario y se consumó con la desaparición paulatina de los partidos. En cambio en Colombia donde no hubo la Guerra Federal ni hubo tampoco un Gómez que hiciera morir los partidos, ese movimiento latente posiblemente se hará sentir mediante profundas luchas entre los partidos tradicionales, conservador y liberal, sin que ellos lleguen a conseguir por sí solos una solución satisfactoria para el pueblo colombiano." (190)
Estamos de acuerdo con la muerte política de los dos partidos con el régimen de Gómez no
así con su muerte ideológica. En esta polémica podemos ver los restos en cada uno de los
contrincantes de ambos tipos de pensamiento. Así ambos fueran defensores de la política
del General Juan Vicente Gómez.
Esto por supuesto se refiere a la orientación del pensamiento teórico porque en la práctica
(190) SISO, Carlos. Castro y Gómez. Importancia de la hegemonía andina, pág.119. Una prueba de esto
es que ciertos sectores de opinión calificaban a Mario Briceño Iragorry de conservador. Veamos lo que el autor dice en carta a V.M: Pérez Perozo dirigida desde Panamá el 19 de Febrero de 1940: “Yo no soy demagogo, de lo contrario, se me ha calificado, por mi carencia de actitudes visibles hacia la causa del pueblo, como simpatizador con lo que yo más detesto: nuestra oligarquía conservadora. BRICEÑO-IRAGORRY, Mario. Cartas con destino. (Correspondencia inédita). pág. 139.
150
todos estos autores acataron y propagaron el orden pragmático del General Juan Vicente
Gómez.
De esta polémica tuvimos noticias a través de Luis Beltrán Guerrero y luego fuimos
reconstruyendo su contenido en distintas fuentes, ya que el legajo completo entregado a
Don Mario por Luis Beltrán Guerrero, el cual contenía las afirmaciones, tanto de Zumeta
como de Mario Briceño-Iragorry, tal vez se conserve inédito en el archivo personal de este
último, al cual no hemos tenido acceso.
"El discurso académico de Zumeta (Discurso de Recepción en la Academia Nacional de la Historia el 3 de junio de 1932) promovió una interesante polémica a puertas cerradas en la Academia de la Historia, en sesiones posteriores, con otro notable académico, don Mario Briceño-Iragorry, ... Conservé hasta hace poco tiempo los originales de esta polémica, mantenida con altura y dignidad por ambas partes, y fui albacea de esos papeles por encargo del propio Zumeta, quien sólo autorizó a publicarlos en caso de que el doctor Briceño-Iragorry, publicara los suyos. Luego, el Doctor Briceño-Iragorry, siendo Director del Archivo Nacional, propuso colocar allí un retrato de Zumeta como fundador que fue del Archivo, y fui el intermediario por ante Zumeta para lograr una fotografía suya. Zumeta la envió y agradeció el hermoso gesto de Briceño-Iragorry, pero el retrato se extravió en las maletas de don Carlos Siso, otro grande amigo de Zumeta. Después, el doctor Briceño Iragorry solicitó de mí las páginas de Zumeta inéditas en que se replicaban sus ideas, con el ofrecimiento de publicar un opúsculo contentivo de la polémica toda, con prólogo en que el propio doctor Briceño haría honor al contrincante. Ante tan gentil oferta, entregué copia de estas páginas inéditas al doctor Briceño-Iragorry, a fin de que se publicasen del modo como Zumeta lo había previsto y Briceño-Iragorry aceptado. La muerte del doctor Briceño-Iragorry dejó sin realización el noble propósito.” (191)
Sin embargo, recurriendo a las Obras Completas, al Archivo Histórico de Miraflores, y al
archivo personal de Luis Beltrán Guerrero, hemos encontrado fuentes primarias
reveladoras.
(191) GUERRERO, Luis Beltrán. Perpetua Heredad. pág. 203. Ver anexo págs. 263 y 264.
151
En primer lugar, contamos con el Discurso de Incorporación del propio Zumeta que
analizaremos aquí. (192)
En segundo lugar señalamos la crítica al Discurso de Incorporación de César Zumeta que
Mario Briceño-Iragorry pronuncia el 11 de agosto de 1932 frente a los señores Académicos
y que envía al General Gómez para que éste estuviera en cuenta de su contenido.(193)
Además de estos documentos, contamos con referencias a dicha polémica, encontradas en la
correspondencia de Luis Beltrán Guerrero con César Zumeta, que aparecen en el apéndice.
La carta encontrada está sin fecha.(194)
Y por último conseguimos una alusión indirecta a la polémica en el artículo "Una gran
fecha de la patria. 8 de septiembre de 1777." de Mario Briceño-Iragorry. (195)
El Discurso de César Zumeta titulado "La Instrucción popular como matriz para la
formación de ciudadanos", pronunciado el 3 de junio de 1932, se inicia con un verso del
poeta parnasiano Andrés Mata que afirma:
" De una lira pulsada cada vez con mayor sabiduría álzase, ahora, un grito bohemio, ahora la nueva de que "el cielo ... es un país lejano que los débiles ignoran que está solo.” (196)
(192) ZUMETA, Cesar. “La Instrucción popular como matriz para la formación de ciudadanos.” Discursos de
Incorporación. (1920 - 1939), Tomo II, pág. 380. (193) BRICEÑO-IRAGORRY, Mario. “Respuesta a Don César Zumeta.” Archivo Histórico de Miraflores. D 42, G 26,
Carpeta 11. Anexo págs. 287 a 293. (194) Ver anexo págs. 256 a 258. (195) BRICEÑO-IRAGORRY, Mario. Obras Completas. Vol. 17, pág. 77. (196) ZUMETA, César. “ La instrucción popular como matriz para la formación de ciudadanos.” Discursos de
Incorporación. (1920 - 1939), Tomo II. pág. 380. Itálicas nuestras igual a comillas en el original.
152
Esta frase por supuesto es una crítica a la visión provindencialista que predominaba en el
seno de la Academia y que ya hemos oído en boca de Monseñor Nicolás Navarro, Mario
Briceño-Iragorry y Caracciolo Parra-León. Acerca de esto, en el segundo documento citado,
escrito por don Mario y titulado "La respuesta a Don César Zumeta" éste no deja de
afirmar:
"Un horizonte de mayor amplitud nacionalista guía la investigación de los modernos historiadores: se ha visto que sólo la palabra de Dios es potente de sacar del caos un universo.. "(197)
Además de discutir acerca del fin hacia el cual la Historia tendía, es decir Dios o cualquier
otro, debatían ambos personajes acerca del sujeto de la Historia coincidiendo en que era por
supuesto el pueblo, aunque al parecer los dos tenían divergencias acerca de lo que el pueblo
significaba.
Dice Zumeta al respecto en su Discurso:
"En la tecnología absolutista y en la colonial, pueblo significa precisamente el conjunto de los no iniciados o no iniciables. De ahí que, por merced de Felipe II se paguen clases de gramática con el precio de la esclavitud del indio, para mejor convertirlo, insiste un comentador;..." (198)
Sin embargo afirma Mario Briceño-Iragorry al respecto:
"Y al decir aquí pueblo, no se crea que solamente queremos referirnos a las clases inferiores de la sociedad de entonces, sino a la masa integrante de la nacionalidad, bajo aquel hermoso concepto que defendió, para honra y lustre de la legislación española, el sabio Rey Don Alfonso: "Cuydan algunos, que Pueblo es llamado la gente menuda, así como Menesterales e Labradores: e esto non es así... Pueblo llama el ayuntamiento de todos los onnes comunalmente, de los mayores, e de los medianos, e de los menores (Partida II,
(197) BRICEÑO-IRAGORRY, Mario. “ Respuesta a Don Cesar Zumeta.” Archivo Histórico de Miraflores. Caja D 42,
G 26, Ver anexo pág. 250. (198) ZUMETA, César. “La Instrucción popular como matriz para la formación de ciudadanos.” Discursos de
Incorporación. (1920 - 1939) Tomo 11. pág. 381. Itálicas nuestras igual a comillas en el original.
153
Tïtulo X, Ley 1). Claro que entonces, como en los primeros años de la República, la cultura por más que estuviese destinada a ser servida universalmente, es decir, sin distingos de clase, y aun por esta misma razón, buscaba en primer término la formación de mentes directoras que sirviesen de guías en tan trascendental labor, y que a la vez librasen la comunidad de las demasías a que pudiera llevarla el violento ejercicio que las masas, apenas gustadas la primeras letras, pudieran hacer de derechos no entendidos y para cuyo ejercicio no estaban en sazón. Este equilibrio social lo comprueba la Historia de las Naciones del Orbe civilizado, y esta necesidad de guías que enseñen e ilustren a las masas, las justifican necesidades de orden social y de estabilidad política." (199)
Esta definición del sujeto de la Historia era vital para ambos autores, y también para
nosotros, porque en ella podemos encontrar el meollo de su posición historiográfica.
La definición del sujeto de la Historia al parecer no tenía en la época de Gómez sólo
implicaciones historiográficas sino que estaba cargada de implicaciones políticas. No en
vano manda Mario Briceño-Iragorry la crítica de esta polémica a Miraflores. Según él, el
sujeto de la Historia de Zumeta violentaba las estructuras del régimen gomecista.
"Para rebatir nuestro aserto el Sr. Zumeta, con la fina agudeza de su ingenio, esgrime contra nosotros argumentos de tono tan exaltado en lo que a derechos y aspiraciones del pueblo se refiere, que podría tomársele por demagogo, de los que el año 28, excitando la sensibilidad de las masas, buscaban en ellas apoyo para aminorar la fuerza del gobierno y el poder moderador del Padre de la patria. I aun para comprometer, no ya nuestras firmes y puras convicciones democráticas, ..." (200)
Como vemos, este párrafo de Mario Briceño-Iragorry está impregnado de contradicción,
porque por un lado acusa a Zumeta de estar de acuerdo con los ideólogos del año 28 -
acusación bastante peligrosa para Zumeta en el régimen que estamos tratando, y por otro
lado, piensa que él a pesar de haber reprimido en Valencia a los manifestantes del año 28
(199) BRICEÑO-IRAGORRY, Mario. “Respuesta a Don César Zumeta.” Archivo Histórico de Miraflores. Caja d 42,
G 26. Ver anexo pág. 253 y 254. (200) Ibid., Ver anexo pág. 254.
154
(201), y a pesar de considerar a Gómez el "Padre de la Patria", tiene todavía "convicciones
democráticas". Probablemente la mayoría de los gomecistas pensaban que vivían en una
democracia. Esto es una enseñanza histórica para todos aquéllos que posteriormente hemos
vivido el panorama "democrático" venezolano. La palabra democracia en Venezuela al
parecer ha tenido, por lo visto, el sentido que cualquier interlocutor, de acuerdo con su
modo de ver las cosas, haya querido darle. Semánticamente hablando ha significado
cualquier cosa.
La indignación personal de Zumeta se manifiesta en su correspondencia privada con Luis
Beltrán Guerrero. Encontramos allí una carta sin fecha, (202) pero que por su contenido
parece haber sido escrita después de acaecida esta polémica. Sobre la concepción de
"pueblo" o el sujeto de la Historia, en Mario Briceño-Iragorry, nos vuelve a expresar
Zumeta:
"En efecto, el debate sobre Instrucción popular en Venezuela, lo sitúa nuestro Distinguido colega, quien sí ha modificado hondamente su mentalidad desde los días universitarios a hoy, fuera del campo histórico y aun fuera del rígido marco de nuestras instituciones democráticas. El cree en dos categorías de hombres: una predestinada a gobernar como clase social: otra, destinada a obedecer a la clase privilegiada. Yo veo dos categorías de hombres: la de los cristos, que redimen, y la de los fariseos, que crucifican; ambas iguales fuera de la desemejanza moral, ante el Derecho común de todos." (203)
(201) BRICEÑO- IRAGORRY, Mario. “ Correspondencia a J.V. Gómez.” Valencia, 5 de marzo de 1928. Ver
anexo pág. 269. El concepto de democracia va a ser objeto de la reflexión de Mario Briceño-Iragorry durante toda su vida. Un ejemplo de esto lo encontramos en su Epistolario en carta dirigida a Pedro José Lara Peña desde San José de Costa Rica el 23 de mayo de 1937: “En mi citado libro Tapices establezco la noción paradojal de la Democracia por cuanto bien estudiados sus orígenes y su fines se puede decir que: igualdad para desigualar sea la esencia de lo democrático. Los hombres, idénticos en su origen, buscan la superación, buscan la distancia entre sí mismos, y mientras en los regímenes aristocráticos la desigualdad es producto de una ficticia “desidentidad original”, en el seno de la democracia es resultado del diferenciante esfuerzo individual” Ibid.,Cartas. con destino. (Correspondencia Inédita).pág. 79.Negrillas e itálica en el original.
(202) Ver anexo págs. 256 a 258. (203) Ver anexo 257.
155
En el siguiente punto viene la crítica a las bondades del sistema de educación de España en
las colonias, elogiado también por los autores antes mencionados, sobre todo en el Discurso
de Caracciolo Parra León titulado "La Instrucción en Caracas, 1567-1725" expresado el 7
de marzo de 1932.
A esto contesta Zumeta:
"... cuando Caracas contaba de quince a veinte mil habitantes , había en Santiago de León una o dos escuelas de primeras letras. Es lícito suponer que la proporción en el resto de la provincia, fuera en razón directa del número de vecinos blancos e inversa del de indios, pardos y esclavos ...... " (204)
Para Zumeta, el gran defensor de la educación en Venezuela había sido Antonio Guzmán
Blanco quien por primera vez había dictado el decreto de Educación gratuita y obligatoria
en 1870. Es más, para él solamente este decreto justificaba la guerra de la Federación.
"Si el decreto de 27 de junio de 1870 es consecuencia de las modificaciones que la guerra federal trajo a la estructura política de este país, entonces ese Decreto basta a justificar la guerra de cinco años....En síntesis, la independencia política alcanzada en 1821, nos dio patria; pero no pueblo libre, ..." (205)
Mario Briceño-Iragorry concluye su respuesta diciendo que la educación durante el régimen
de Gómez, y la educación en Venezuela no derivan del decreto de Guzmán Blanco, sino de
los esfuerzos que hizo la Colonia, y luego la administración del General Gómez, para
mejorarla.
"No fué, repetimos, cosa de convenios aquella remota escuela, empero sí el germen feliz de la Escuela Pública que hoy expande sus luces al través de toda la República por la obra perseverante y progresista de la actual Administración. Tampoco es lógico hacerla derivar, en lo
(204) ZUMETA, César. “ La Instrucción popular como matriz para la formación de ciudadanos.” Discursos de
Incorporación. (1920 - 1939). Tomo II. pág. 380. (205) Ibid., pág. 387.
156
que dice a su función cívica, del famoso Decreto del 70. Ciudadanos formáronse en la República Centro-federal y ciudadanos cuyos nombres son orgullo de nuestros fastos patrios, se alzaron durante la Colonia, educados en aquella Escuela incipiente, que si no enseñaba los Derechos del Hombre a la manera jacobina, nutrió los espíritus de la juventud con rudimentos de Moral y Religión y con máximas arrancadas del Derecho Natural, más propias a educar y formar rectas conciencias De fructo arborem conosco!..." (206)
Hay otro punto en que Zumeta y Mario Briceño-Iragorry disienten y es en la valoración del
régimen de Encomiendas. Para Zumeta la Encomienda era un mecanismo de opresión muy
propio del sistema colonial, que había contribuido a la distribución injusta de la tierra
venezolana. Mario Briceño-Iragorry combate esta opinión porque considera que esto no fue
posible ya que la abolición temprana del régimen de Encomiendas en nuestro país, eliminó
la factibilidad de que ellas fueran el antecedente de esa distribución injusta.
"Esbózase el período feudal: las encomiendas han cambiado de manos: agriétase y defórmase el Municipio...&& ¿Qué encomiendas?... Acaso nuestro colega tome por tales las propiedades rústicas que existieron en la Colonia, ya en aquella fecha, pasadas muchas a manos de los vencedores en la guerra; mas tales propiedades no eran trasformación de encomiendas, pues estas extinguidas de muerte natural, como dice nuestro insigne Bello, no lograron pasar de los primeros años del siglo XVIII. (En descargo de nuestro distinguido colega, diremos que sólo no es suyo este error, pues lo hemos leído en algunos historiadores poco avisados)." (207)
Otro punto a dilucidar por último en esta polémica es el de la existencia de un hiato o una
continuidad entre la época colonial y la republicana. Este punto también es relevante porque
ataca directamente otra cuestión historiográfica muy importante, la de la periodización.
Zumeta nos dice al respecto:
"En el hondo sentido redentor de aquel que vino no a destruir sino a colmar, pudiera decirse que la distancia inmanente de la Provincia de Venezuela a la República
(206) BRICEÑO-IRAGORRY, Mario. “Respuesta a Don César Zumeta.” Archivo Histórico de Miraflores. Caja D 42,
G 26. Ver anexo pág. 255. Subrayado del autor. Itálicas nuestras igual a comilla en original. (207) Ibid., Ver anexo págs 251 y 252. Itálicas nuestras igual a comillas en el original.
157
de Venezuela, es de grado análogo a la que media entre el Viejo y el Nuevo Testamento, entre la ley del Talión y la del Sermón de la Montaña, sin que el hiato interpuesto menoscabe en lo más mínimo la intangible continuidad hispano-venezolana." (208)
Para César Zumeta había habido un cambio cualitativo muy importante entre la Colonia y la
República. Este cambio venía dado por la aparición de un pueblo libre en contraposición a
un pueblo de súbditos como había sido el de la Colonia. Estas consideraciones eran
fundamentalmente legales. Para Mario Briceño-Iragorry predominaban las consideraciones
económicas y sociales porque pensaba que existía un profunda continuidad entre la
Independencia y la República. Sin embargo, en este momento para su defensa va a utilizar
un argumento de corte positivista. El encadenamiento en la Historia es del mismo tipo que
el de los fenómenos naturales. La equivalencia entre el mundo histórico y el mundo natural
es lo que justificaba para Briceño-Iragorry, en este momento, la continuidad entre la
Colonia y la República.
"Sin entrar en afanosa apología de aciertos, como despectivamente llama Zumeta la labor de quienes defendemos la obra de la Colonia, no es difícil decir que nuestro apreciado colega desconoce en mucho el proceso de nuestro desarrollo durante los siglos que antecedieron la República; y que, al hacer la comparación entre una y otra época, se olvida de aplicar en el examen las leyes de continuidad y evolución que son pimordiales en el estudio serial de la Historia, pues el hiato que pretende establecer como divisorio entre una y otra etapa -República y Colonia- sería el que los zoólogos no han advertido aún entre la crisálida que teje y la mariposa que libre extiende las luminosas alas." (209)
Briceño-Iragorry califica a Zumeta en su "Respuesta" como "un enemigo de España y de la
Iglesia", pero no solamente Zumeta tiene estas características sino que es un hijo expósito,
(208) ZUMETA, César. “ La Instrucción popular como matriz para la formación de ciudadanos.” Discursos de
Incorporación. (1920 - 1939) Tomo II, pág. 382. Itálicas nuestras igual a comillas en el original. (209) BRICEÑO-IRAGORRY, Mario. “Respuesta a Don César Zumeta.” Archivo Histórico de Miraflores. Caja D 42,
G 26. Ver anexo pág. 252. Itálicas nuestras igual a comilla en original.
158
(210) que transfiere estas características personales a su visión histórica. Sin mencionar
nombres en un artículo publicado por Mario Briceño-Iragorry en La Religión en el año de
1934 éste nos dice:
"Satisfechos con la lógica de la varita mágica, explican nuestros orígenes nacionales con el mismo candor con que las viejas de los cuentos de Perrault, ponderan la transformación espiritual de la tonta princesa a quien promete su amor Riquet el del Copete. Según ellos tendríamos una patria sin pasado y un Estado sin soportes en el tiempo. Vale decir una patria antihistórica, ni siquiera adulterina y más bien expósita, que debería carecer de perpetuidad por faltarle anterioridad."(211)
Esta polémica es sumamente importante para conocer lo que se pensaba sobre la Historia en
Venezuela en la época en la cual Mario Briceñó-Iragorry ejerció la labor historiográfica.
Hemos analizado los puntos de vista sobre el sujeto de la Historia, la distribución histórica,
y la divergencia de juicio acerca de la valoración de ciertos acontecimientos en la Historia
de Venezuela.
Lo curioso es que no solamente en estas disputas, como ocurre con frecuencia en el campo
de la Historia, se formulaban los juicios con criterios exclusivamente historiográficos sino
que entraban en ellas criterios religiosos, consideraciones sociales y circunstancias de orden
político como hemos observado a través de todo nuestro análisis, que probablemente no la
empobrecen sino que nos ayudan a entender que es difícil que la Historia sea un campo
puro donde el historiador analiza los hechos, despojado de las limitaciones que su condición
humana le impone. Además de ser estas últimas una veta muy importante para entender la
mentalidad de la época que analizamos.
(210) Diccionario de Historia de Venezuela. Tomo III, “Zumeta, César.” pág. 969. (211) BRICEÑO-IRAGORRY, Mario. Obras Completas. Una gran fecha patria, 8 de septiembre de 1777.” Vol. 17.
pág. 77. (1934) Enfasis nuestro.
159
Aunque Mario Briceño-Iragorry practicó como disciplina espiritual el perdón de sus
enemigos como consta en su obra y espistolario a partir de 1936, César Zumeta nunca lo
obtuvo de él. Algunas de estas razones pueden ser leídas en su Epistolario, en carta escrita
a Mariano Picón Salas el 26 de enero de 1941, desde San José de Costa Rica:
“(Zumeta, esgrimiendo argumentos demagógicos del mismo tipo de los que usó en sus panfletos contra Castro, intentó sostener la existencia de un hiato o de un abismo en nuestra historia. Y me llamó oligarca y desconocedor del significado democrático del General Gómez. Zumeta levantó contra mí, en una junta de la Academia de la Historia, el pirotécnico argumento de la demagogia, que en nuetro país fue parte a que se confundiera la democracia con lo olocrático. Y ese argumento lo esgrimía el mismo “procer civil” (así lo llamó en hora poco feliz nuestro admirado Luis Correa) que preparó desde el Ministerio del Interior la ruptura del “hilo” que iba a ser fecundo para tejer “cabrestos”que llevarían la conciencia de la República a una nueva dictadura.” (212)
Y en carta escrita a Miguel Angel Burelli Rivas desde Madrid el 18 de septiembre de 1955.
¿Cuál fe la contribución práctica a la vida cívica de Venezuela que prestaron los hombres de la generación de Zumeta?Si se examina su obra con ojos serenos, se ve que dejaron un nivel inferior al nivel que ellos hallaron. Destruyeron sin crear. “(213)
3.3.5 LA HISTORIA ROMÁNTICA
Es interesante para nosotros antes de entrar a estudiar Tapices de Historia Patria, tener claro
la Historia ante la cual reacciona Mario Briceño-Iragorry y frente a la cual pretende ofrecer
(212) Ibid., Cartas. con destino. (Correspondencia Inédita). págs. 160 y 161. El paréntesis no aparece
cerrado en el texto. Esta cita demuestra lo experto que era Don Mario en sus defensas porque como vimos en la cita 200, él también había acusado a Zumeta ante el General Gómez de desconocedor de las bondades democráticas del régimen. Sobre estos sucesos del año de 1913 existen otras interpretaciones. Acerca de ellos nos dice Roberto Vetencourt en su libro Tiempo de caudillos: “...y Victorino Márquez Bustillos era gobernador del Distrito Federal y sería, en 1913, uno de los cooperadores más eficientes en el golpe de estado dado a la propia Constitución por el General Gómez para quedarse definitivamente con el poder.” pág. 29.
(213) Ibid., pág. 255.
160
una posición nueva en este libro.
Nos referimos a la Historia "romántica" porque cuando Briceño-Iragorry habla de la
Historia "equivocada", de la Historia que a él no le hubiera gustado escribir, se refiere a la
Historia romántica, toda llena de leyenda y en general sin rigor documental.
"Lo mismo pasa con las historias anti-históricas que llenan los vacíos de nuestros anales, y por eso muchos historiadores, para tener público infantil que los aplauda, enseñan al pueblo que apenas nació con el último turbio de la noche pasada. Con justa razón se ha dado a estas historias el calificativo de románticas, mucho más decoroso, a pesar de todo, que el de anti-historias, y bastante conforme con el uso que los escritores ingleses, aun antes de existir el romanticismo como escuela hicieron del epíteto romantic, en sentido metáforico y aplicado a aquellos sitios campestres en que la naturaleza despliega toda la variedad de sus formas con el aparente desorden que la caracteriza, entre los contrastes de hermosas.campiñas y collados amenos, con montes escarpados, precipicios terribles y peñascos estériles e incultos." (214)
Habla de este tipo de Historia, como no científica. Muchos historiadores del período
positivista, a pesar de estar en contra de la Historia romántica, no cuestionaron los
presupuestos románticos que la Historia positivista contenía en su seno.
"Se interrogaba Taine, en 1849, acerca de la Constitución de Francia, y pensaba que debía ser apropiada a las costumbres y caracteres del pueblo francés, pues no debía ser el producto de un puro y abstracto esfuerzo de la razón. Es decir, lo que importa es descubrirla más que someterla a votación. Para lograr éxito en este estudio, el historiador debe conducirse como naturalista, como ante la metamorfosis de un insecto. Fue la misma tesis que sustentó Edmund Burke, primer gran teórico de la historia romántica, en 1793." (215)
(214) Briceño-Iragorry, Mario. Obras Completas ,Vol. 4, Tapices de Historia Patria. págs. 36 y 37 (1934).
Itálicas=comillas en el original. Negrillas del autor. Mario Briceño-Iragorry descalifica a la Historia Romántica en estos primeros años de su vida. Pero curiosamente el romanticismo es un rasgo que acompaña su conducta política y su labor de historiador. Su espistolario es muchas veces una prueba evidente de este rasgo, que a veces es aceptado hasta por el autor mismo. A cerca de esto le dice Caracciolo Parra León: “Lo quinto es que has contraído una credulidad verdaderamente alarmante, inconcebible en un hombre de tu experiencia y de tus dotes críticas: hija, sin duda, de cierta exaltación romántica que he venido señalando en pormenores de tus otras cartas.” PARRA LEON. Caracciolo.” Ibid., Carta a Mario Briceño-Iragorry, Vol. 22, pág. 298, 9 de diciembre de 1936.
(215) MIERES, Antonio. Ideas positivistas en Gil Fortoul y su historia. págs. 87 y 88. Itálicas nuestras = comillas en el original.
161
Este tipo de Historia se caracterizó, según él, en Venezuela por un rechazo al período
colonial y del aporte que España había dado a sus colonias.
Ante este problema él propone el "revisionismo" (216) junto con Caracciolo Parra-León, de
la Historia colonial y sobre todo no sólo de los hechos, sino de esa visión antiespañola que
esta Historia había tenido.
Después de un recorrido por los textos de los historiadores románticos, como él los llama y
sobre todo por algunos textos escolares conservados aún, que representaban la posición
oficial de los gobiernos frente al problema nos encontramos con un panorama no tan claro
sobre el supuesto antiespañolismo y anticolonialismo de nuestra Historia anterior.
Para abordar con claridad este problema tenemos que distinguir entre aquellos autores de la
Historia venezolana que valoraron con fuerza la obra de España en América y aquéllos que
la desprestigiaron. Además de una tercera postura predominante que implica un
desconocimiento absoluto de la época colonial.
En la primera postura se encuentra Juan Vicente González, seguidor en este aspecto de la
visión positiva, que siempre Andrés Bello manifestó en su pensamiento con respecto a la
(216) Sobre el revisionismo ver págs. 60 a 69 de este trabajo.
162
obra de España en América.
La posición de estos dos grandes intelectuales venezolanos no fue adversa a la obra de
España en América y no dejó de tener influencia en nuestro medio intelectual.
"Esa nostalgia por los tiempos coloniales forzosamente debía acompañar a una visión positiva de la conquista y colonización de América por España. González no hace una condena del régimen español en Venezuela. Al contrario, considera que ha sido difamado por los historiadores... Desde el padre de Las Casas, todos los que han hablado de la conquista, la han pintado con horribles colores, representando a los españoles como mostruos feroces sin virtud alguna, indignos de pertenecer a la especie humana...."(217)
Sin embargo, el oscurantismo del período colonial fue mantenido por Rafael M. Baralt y
Manuel M. Urbaneja en su Catecismo de la Historia de Venezuela:
"D. El gobierno colonial era malo. A sus provincias se debía que el país estuviese despoblado, que no hubiese comunicaciones, que el pueblo fuese ignorante, que estuviese dividido en clases; y últimamente que los peninsulares fuesen por lo general revestidos con los primeros empleos, á tiempo que los venezolanos eran excluidos de ellos. " (218)
De la misma forma nos lo explica Arístides Rojas en sus Estudios Históricos:
"Venezuela debía ser en la colonia lo que había sido en el tiempo de sus caciques; un país estacionario, sin alicientes para el extranjero, y sin historia que despertara, ni el interés de sus nuevos dominadores ni atractivos para la inmigración. " (219)
"Estos eran los establecimientos de educación: los progresos que ésta hizo bajo el régimen colonial fueron mui limitados, pues se resentían de las trabas que ponen siempre á ese grande elemento de prosperidad y libertad los gobiernos despóticos, y sobre todo los que tienen colonias y quieren mantenerlas bajo el yugo. Es incomprensible cómo el gobierno español que para las demás secciones del continente había sido pródigo en concesiones liberales y había sabido enviarles hombres
(217) RAYNERO, Lucía. "La concepción de la historia en Juan Vicente González." en: Eidos. Itálicas= comillas
en el original, pág. 19. (218) Baralt, Rafael María. Urbaneja, Manuel. Catecismo de la Historia de Venezuela. pág. 70. (219) ROJAS, Arístides. Estudios Históricos. Tomo I pág. 2.
163
de iniciativa que tomaron a su cargo, sin consulta regia, el adelanto moral y material de tantos pueblos, dejó a Venezuela gobernada por autoridades de nulos conocimientos.... " (220)
Pero lo que más nos interesa es la opinión de los manuales escolares. Estos eran los libros
que representaban la mentalidad oficial en cuanto se refiere al pensamiento histórico de la
Colonia. Cronológicamente, el primero que fue consultado es el de Alejandro Peoli
publicado en 1853 y titulado Compendio de la historia antigua y moderna de Venezuela.
Allí el autor es bastante negativo en su juicio acerca de la Colonia e incluso no alaba el
resultado de la obra misionera en América:
"Cuál fué la conducta de los misioneros? No se puede negar á los primeros misioneros el prez que merece su celo para la reduccion de los indígenas; pero mas tarde, cuando lograron fundar varios establecimientos, libres ya de afanes y peligros, se dieron unos á la vida mundana, buscando riquezas y placeres; otros vivieron en la holganza y la pobreza.” (221)
“Cuáles fueron las causas principales que produjeron la revolución política de Venezuela? El ejemplo de libertad que ofreció Carlos III á los americanos, cooperando, de acuerdo con la Francia, á la independencia de los Estados Unidos del Norte; los errores del gabinete español; y la conducta violenta y arbitraria que observaron algunos capitanes generales con los desgraciados colonos." (222)
El segundo de los libros consultados publicado en 1865, que denota la visión oficial que
acerca de la Colonia se enseñaba en la Historia de Venezuela fue el Catecismo de la
Historia de Venezuela. de Rafael M. Baralt y Manuel M. Urbaneja. Este igualmente se
muestra bastante crítico de la obra de España en América.
El último de estos libros que estamos analizando aquí es el de la Señorita Socorro González
Guinán quien publicó en 1883 una Historia de Venezuela para niños. Lecciones extractadas
(220) Ibid., pág. 69.
164
por Socorro González Guinán aumentadas por Santiago González Guinán quien no se
muestra tan negativa con respecto a la obra de España en sus colonias y menos aún con
respecto a la obra de las misiones en Venezuela. Leamos estos dos párrafos para que
tengamos una idea de su obra.
"Los dominicos de la Española levantaron su voz contra semejante iniquidad declarando contraria al Evangelio semejante conducta. Entre éstos se distinguió el padre Bartolomé de las Casas en su calidad de protector de indios." (223)
“Terminada la conquista, Venezuela gozó de una larga paz, Colonia esencialmente pobre, llamaba poco la atención de la madre patria, y por mucho tiempo hizo Mejico los gastos de administración. Sin embargo, Felipe V en 1721, convirtió en Universidad el Seminario de Santa Rosa fundado en Caracas por el obispo Diego Baños y Sotomayor en 1696."(224)
Podemos entonces decir, que la pintura oscurantista de la época colonial fue mantenida por
la Historia oficial de Venezuela en general. Escaparon de ella, e incluso intentaron idealizar
la Colonia, nuestros grandes intelectuales como fueron Andrés Bello y Juan Vicente
González, que tal vez por su alta capacidad de raciocinio no cayeron en los clichés usuales
de sus contemporáneos.
Mario Briceño-Iragorry hace uso entonces de una tradición de la Historia intelectual
venezolana cuando revaloriza la Colonia. En ello el movimiento "revisionista" integrado
por
(221) Peoli, Alejandro. Compendio de Historia antigua y moderna de Venezuela. pág. 97. (222) Ibid. pág. 111. (223) Historia de Venezuela para niños. Lecciones extractadas por Socorro González Guinán aumentadas por
Santiago González Guinán. pág. 11. (224) Ibid. pág. 59.
165
él y Caraccciolo Parra-León no propone una idea original de ellos, sino que ésta había sido
anteriormente expresada por otros.
Lo que sí puede ser genuino en el "revisionismo" es la tenacidad en comprobarla y
sustentarla con fuentes primarias.
Para esto hay que tener en cuenta que Caracciolo Parra León en su Discurso de
Incorporación a la Academia de la Historia declara que la visión antiespañola de la Colonia
se identificaba con el rechazo a la religión católica que algunos autores anteriores
profesaban. "Y al atacar a España, las piedras van de rebote contra la Iglesia en sus
representantes, obispos, cleros y religiosos."(225) Esta es la Historia contra la cual reacciona
Mario Briceño-Iragorry, pero no podremos negar que muchos rasgos románticos influyeron
en la obra de don Mario, como influyeron en el positivismo, corriente en la que él bebió sus
primeros métodos.
Entre los rasgos románticos que se destacan en la obra de Mario Briceño-Iragorry figura el
valor que concede al elemento espiritual en la conformación de la Historia representado
fundamentalmente en la religión. Y por otra parte por el claroscuro con que construye a sus
personajes que se muestran con todo vigor como estudiaremos después en Casa León y su
tiempo y en El Regente Heredia o la piedad heroica. También, y por sobre todo interesa en
este momento, su habilidad para polemizar, con la cual puso en cuestión a toda nuestra
(225) PARRA LEON, Caracciolo. Discursos de Incorporación. (1920 - 1939) Tomo 11, “ La Instrucción en Caracas,
1567 - 1725.” 7 de marzo de 1932, págs. 342 a 363.
166
Historia anterior por su supuesto antiespañolismo, anticatolicismo y olvido de la época
colonial.
También don Mario identifica a la Colonia con la religión católica como su signo
definitorio fundamental. Por eso más que un ataque a una posición histórica romántica
existe una crítica a la posición anticristiana que la supuesta Historia romántica profesaba.
Pero sí hay sin duda un valor romántico que Mario Briceño cuestionaba en esta etapa de su
fuerte adhesión al régimen gomecista era: la Libertad. Ella tenía que estar sometida
necesariamente a los principios del orden, como se ve en el análisis que hicimos en
"Primicias históricas" (1927). Esta opinión va a ser matizada en su obra posterior ya que en
su Epistolario reconoce la necesidad de una libertad íntima para todos los seres humanos.
En carta a Rafaél Caldera dirigida desde San José de Costa Rica , el 20 de agosto de 1938,
exclama:
“Nuestra carencia de sentido social de sacrificio nos impide hasta hoy comprender la raíz de la libertad. Porque ésta, aunque parezca absurdo, no vive sino del sacrificio interior de nosotros mismos en aras de una idea trascendente, llamada acaso a no cumplirse. De ahí su estrecha trabazón social con la tolerancia, a cuyo sólo arrimo crece y se dilata hacia lo exterior aquella “libertad íntima” que es razón y estímulo de la libertad política, aquella libertad sutil, cuyos fundamentos han defendido los filósofos cristianos como esencia del propio espíritu y de la misma vida interior.”(226)
3.3.6 TAPICES DE HISTORIA PATRIA O "LA JUSTIFICACIÓN DE UN ORDEN HISTÓRICO"
La Historia es la justificación de un orden. Ella no podía estar dominada ni por el desorden
(226) BRICEÑO-IRAGORRY, Mario. Cartas con destino. (Correspondencia inédita). págs.97 y 98. (1938)
167
ni por el azar y esto es lo expresado por el título de este apartado, tomado del mismo autor.
La Historia no podía asumirse como una actividad caótica. El espacio restringido donde la
Historia acaece es la patria, territorio con forma y sentido dado por la misma Historia y que
es comparado con un edificio donde no debe haber baches y huecos sin respuesta. El oficio
del historiador es comparado con el de un constructor. El constructor organiza el espacio
que está trabajando.
"Sin embargo, a nosotros nos es fácil suponer como harto propicio para crear el deseo de ser constructor, el momento en que uno de nuestros prójimos o nosotros mismos, nos encontramos al borde de un precipicio y sintamos la necesidad de un puente para salvarlo. (...) Esta razón de la necesidad de un puente ante las honduras sin fondo, de las vías como causa de una orientación profesional, justifica y explica también nuestra afición por los estudios de historia patria." (227)
Para él, César Zumeta había sido uno de los que propuso el abismo entre la Colonia y la
Independencia. Esta idea es la antítesis de la tesis planteada por Mario Briceño-Iragorry:
hay una continuidad entre la Colonia y la Independencia.
Por eso toda la polémica anteriormente tratada subyace o forma parte de la estructura de
este texto. Para probar esa tesis Mario Briceño Iragorry tenía que demostrar que existía un
puente, y ese es el objetivo fundamental de Tapices de Historia Patria.
En el espacio del libro se destaca como el hito más imporante el año de 1777 cuando se
funda la nación venezolana.
(227) BRICEÑO-IRAGORRY, Mario. Obras Completas. Tapices de Historia Patria. Esquema de una Morfología de
la cultura Colonial. Vol. 4, págs. 31 y 32, (1934).
168
"... y si no hemos dicho nada de las audaces correrías de Alfínger, Federmann, Spira y Hutten, ni tampoco hemos detallado las expediciones de Ordaz, Herrera, Ortal, Sedeño, y tantos otros, tal silencio obedece a que nuestro propósito no es describir las luchas de conquista, sino fijar las bases que permitan definir un concepto claro y sencillo de la organización política que culminó en la obra de 1777." (228)
En este sentido al creer en un orden y causalidad dentro de la Historia puede Mario
Briceño-Iragorry pensar en "el pasado como elemento constructor del presente." (229) Sólo
pensando en organización y orden dentro del pasado mismo podemos pensar en una
construcción del presente, porque si la Historia fuera algo caótico sería imposible crear algo
a partir de ella.
Esta seguridad con respecto al saber histórico y su directa incidencia en el futuro desarrollo
de los hombres viene inicialmente de la creencia platónica que exponía que el conocimiento
de los hechos conducía a su perfeccionamiento. Esta misma creencia fue mantenida con
distintas bases filosóficas por el Iluminismo y el Positivismo que veía en la Historia o en el
pasado una explicación de todo el presente. De ahí la gran cantidad de estudios históricos
que florecieron en Venezuela durante la pervivencia de esta doctrina. Esta seguridad en el
saber histórico como un arma efectiva para conocer el presente, explicarlo e incluso,
planificarlo ya no es tan clara a la conciencia actual, por lo menos, ya no es tan transparente
como en este período en que fueron escritos los Tapices de Historia Patria, en el cual
estaban vigentes los lineamientos de la Historia positivista.
De la Historia positivista le viene a don Mario esa necesidad de declarar constantemente
que su Historia estaba basada en los hechos.
(228) Ibid., pág. 72.
169
"No se nos escapa que muy de otra manera piensen los teorizantes acostumbrados a acomodar las cosas según los principios de los textos, sin cuidar que en la Historia no dominan aquéllos, sino los simples hechos." (230)
Parece que mientras más se afirme esta frase tan cara al historiador positivista, más
inclinados estaremos a no darnos cuenta que la valoración dada por el historiador es
inseparable de la construcción histórica. Es muy difícil describir hechos solamente sin
valorarlos. Ni siquiera el científico deja de valorizar cuando describe un hecho.
Y como vemos, Tapices de Historia Patria no es solamente producto de los hechos
históricos, sino que también hay toda una valoración y una teoría histórica detrás del libro.
Como los historiadores positivistas Briceño-Iragorry no se dio cuenta muchas veces de lo
peligroso que era comparar los hechos de la naturaleza con los hechos históricos. Varias
veces crea metáforas donde los procesos históricos son comparados con procesos
biológicos en el libro.
Es bien interesante también destacar como a través de las narraciones de la Historia mundial
se tienden a justificar los hechos ocurridos dentro de la Historia de Venezuela. Esto aparece
una y otra vez en los ejemplos que se citan a continuación. El pirata es igual a los moros que
peleaban contra los españoles en la península Ibérica. La conquista y colonización de
América es comparada a la labor realizada por los Emperadores carolíngios para la
integración del Sacro Imperio Romano-Germánico y otras más que resaltarán en este
análisis.
(229) Ibid., pág. 82. (230) Ibid., Enfasis nuestro.
170
Comparar de esta forma también es valorar aunque la metáfora sea con un elemento inocuo
de la naturaleza, el cual casi nunca es totalmente neutral.
Además, Mario Briceño-Iragorry establece momentos cronológicos más importantes que
otros. Ellos también son fijados por la valoración positiva o negativa que tenían para el
autor los acontecimientos que en ese período histórico sucedieron.
"En cambio gustamos nosotros de este sesgo que el expositor da a su relato, por cuanto hemos creído siempre que los cascos de los caballos han hecho tanto daño a la Historia, y especialmente la nuestra, como el propio caballo de Atila. Muchos de nuestros historiadores se han guiado al escribir sobre la Colonia por el paso de las caballerías y han gastado más tiempo en describir la famosa batalla de los Omaguas y los fantásticos escuadrones de indios que atacaron a los conquistadores, que el dedicado a exponer la evolución de las formas político-culturales." (231)
La atención va a estar puesta, entonces, en las formas políticas y culturales que conforman
el orden histórico. ¿Cuáles son esas formas que valorizan el espacio histórico? Es lo que
intentaremos responder con nuestra siguiente disertación.
Si nos fijamos un poco en la estructura de la obra, ya ella revela desde sus inicios que va a
estar en consonancia con el contenido que en la obra va a ser expuesto.
El inicio de los capítulos no puede dejar de recordarnos las Aventuras del ingenioso hidalgo
Don Quijote de la Mancha. Los resúmenes de los hechos al principio de cada capítulo de
Tapices de Historia Patria se asemejan a los inicios de los capítulos de Cervantes: "Aquí se
(231) Ibid., pág. 79.
171
pinta cómo los corsarios contribuyeron indirectamente a la formación de la nacionalidad."
(232)
Lo que nos recuerda aquel capítulo del Quijote que empieza así: "Donde se cuenta la
graciosa manera que tuvo don Quijote en armarse caballero." (233)
Esto no deja de estar de acuerdo con el contenido de la obra que va a privilegiar los valores
hispánicos por encima de cualquier otros. Las formas políticas y culturales propuestas son
las hispánicas.
Para descomponer estructuralmente el discurso de Don Mario en este libro acudiremos a las
proposiciones de Noam Chomsky en cuanto al análisis del discurso (234). Este puede ser
descompuesto utilizando el sistema propuesto por el autor citado en las siguientes partes:
Una estructura profunda expresada por una ley de causación que él llama "oculta causación
concreta" (235) que por supuesto no se puede romper. Esa causación proviene, como en los
árboles, de la semilla plantada por los españoles en el momento del Descubrimiento de
América. Esta semilla traía en sí todos los valores deseables y ordenadores de nuestro
proceso histórico. Cualquier desviación de este desenvolvimiento donde lo hispánico no
desempeñara el papel fundamental no iba a tener ninguna importancia. Ejemplo de esto es
la Revolución Francesa.
(232) Ibid., pág. 129. (233) CERVANTES, Miguel. Don Quijote de la Mancha. pág. 48. No podemos decir que éste sea un rasgo
exclusivo de Mario Briceño-Iragorry. Se presenta también en otros escritores de su generación como José Rafael Pocaterra en Memorias de un venezolano en la Decadencia y en Ifigenia de Teresa de la Parra.
172
"Entre nosotros sobrevive un sector intelectual que, nutrido con las máximas de la Revolución Francesa, aún propugna sus teorías como génesis de libertad. Son los apologizantes de un cadáver, o más bien de un esqueleto. Aferrados a sus anticuadas ideas, sostienen la tesis de que al soplo de Rousseau nacieron y crecieron nuestras nacionalidades americanas, y no sólo han pretendido hacer del Libertador un maniquí de la Enciclopedia, sino que, negando nuestro pasado, para ellos digno sólo de escarnio, terminan por mutilar nuestra vida de pueblo histórico. Para ellos Prometeo no es el héroe que roba el fuego de Júpiter, sino el criminal que se hace semidiós porque deja las cadenas del suplicio..." (236)
La Revolución Francesa no debía jugar un papel importante dentro del orden que el
desarrollo histórico debía de seguir. Reconocerle algún papel sería desconocer la semilla
inicial que los españoles habían plantado y que desde un principio tuvo características
igualitarias.
En consecuencia en la Historia no puede existir el azar. Esta causación del orden histórico
tiene su origen en la Historia clásica, concretamente en Polibio:
"El estudio de los nexos históricos que desde tiempos de Polibio explica los hechos, no como obra del azar, sino como producto de una oculta causación concreta,..." (237)
Y este es el modelo histórico a seguir: la Historia clásica. Esta es la Historia que debe ser
imitada, como lo demuestra en innumerables ejemplos de su obra. La Historia clásica es el
modelo profundo generador de Tapices de Historia Patria.
Luego contamos, si se nos permite llamarla así, con una estructura superficial del texto
donde las opiniones históricas del autor sobre el desarrollo de la Historia de Venezuela son
(234) ARELLANO, Fernando. Historia de la Lingüística. Tomo II, págs. 138 y 139. (235) BRICEÑO-IRAGORRY, Mario. Obras Completas. Tapices de Historia Patria. Esquema de una Morfología de
la cultura Colonial. Vol. 4, pág. 202. (236) Ibid., págs. 83 y 84. (237) Ibid., pág. 202.
173
sustentadas por otros autores contemporáneos del autor como Laureano Vallenilla Lanz,
José Gil Fortoul, Luis Correa, Enrique Bernardo Núñez, Felipe Fermín Paúl y Pedro Itriago
Chacín.
Por lo tanto la Historia clásica y los historiadores venezolanos mencionados deben ser
imitados. La Historia romántica debe ser negada. Sin embargo, la definición de esta antítesis
no está muy clara, como ya estudiamos en el apartado anterior, ya que Mario Briceño-
Iragorry posee rasgos románticos. Las estructuras profunda y superficial -expuestas por el
autor en Tapices de Historia Patria- van a ser verdaderas, serán las tesis a ser demostradas y
comprobadas. La Historia romántica, generalmente falsa, va a representar la antítesis a ser
negada dentro del pensamiento de Mario Briceño-Iragorry, por lo menos de una manera
consciente.
El libro parte de una valoración positiva del aporte de los conquistadores a la formación de
la cultura hispanoamericana y concede un valor prácticamente nulo a la cultura indígena.
"Suponer por un instante que la cultura universal hubiera recibido algún servicio con el desarrollo de las semi-culturas aborígenes, nos parece, a pesar de ser lo hipotético un modo imperfecto de conjugar en Historia, una tesis tan difícil de sostener como la que asentase que hubiera importado sobremanera que los druidas hubiesen desarrollado su rudimentaria civilización."(238)
El párrafo anteriormente expuesto tiene que ser meditado porque habla de toda una visión
de mundo contenida en esa valoración negativa de la Historia aborigen. Para Mario
Briceño-Iragorry la Historia sólo es importante cuando se inserta dentro de los valores de la
cultura occidental, de modo que todo aquello que no exprese el orden que estos valores
174
persiguen debe ser ignorado, como los indios, por ejemplo. Sin embargo este último
personaje, es una realidad siempre presente en nuestra propia Historia y también hoy en día
en la Historia y la cultura universal. De esta forma la determinación de lo que es "cultura
universal", para insertar dentro de ella un suceso histórico, depende y ha dependido de
factores ideológicos, políticos y temporales.
Después de más de sesenta años de escrito este libro nos enfrentamos a una interpretación
de la Historia que al valorizar positivamente elementos del desarrollo histórico e ignorar
otros, nos ha llevado por mucho tiempo a una interpretación no del todo fiel de la realidad.
Estos elementos que no tenemos en cuenta y no consideramos como importantes se
muestran en forma recurrente dentro de la Historia hispanoamericana y ya no podemos
dejar de tenerlos en cuenta.
Frases asumidas sin cuestionamiento como "El español, en actitud ardorosamente
democrática, no esquivó la unión con la doncella indiana, y la prole llevó también el sello
que biológicamente debía dominar;..." (239) nos llevan a concluir que este libro está
inclinado a defender el aporte español en América por encima de la objetividad histórica.
Lo que está a favor de España sí es Historia, lo que está en su contra no.
"...y que reales disposiciones, como la que permitió a boca de la conquista esclavizar a los indígenas, son puntos en que parece hallaran cimiento los cargos hechos contra el régimen colonial español; mas los juicios que se alcen sobre tales apreciaciones carecen del
(238) Ibid., pág. 47. (239) Ibid., pág. 41. Negrillas nuestras.
175
carácter constante y universal que reclaman los juicios históricos."(240)
Ya hemos ido demostrando a través de este capítulo que ésta no es una actitud inconsciente,
no buscada por nuestro autor, sino que por el contrario para él la Historia no tenía sentido si
no existía detrás de ella una tesis a ser defendida y a veces esto lo llevaba a la simplificación
de los hechos para mantener su tesis en pie.
El libro parte de una jerarquización con respecto a las partes implicadas en el
Descubrimiento de América. Así nos dice:
" y nos hallaríamos como ante un tribunal donde se discutiese una acción reinvindicatoria y una de las partes hubiese intentado la prueba llamada diabólica por las escuelas, y con ella comprobase a la postre que lo que pertenece por posesión útil de sus ascendientes paternos, perteneció por títulos caducos a sus abuelos uterinos. Cualquiera, sin ser el propio juez, le redarguiría que la última circunstancia probada, aunque innegable de suyo, no pasaría de tener un mero valor sentimental, pues era bastante a su derecho probar la continua voluntad de señorío de sus legítimos causantes." (241)
Considerar a la Historia como juicio no debe extrañarnos de un hombre cuya formación
fundamental provenía del campo de las leyes. En ese juicio, como en la mayoría de los
procesos legales, una parte tiene la razón y la otra no. Aquí la parte paterna es útil y tiene la
razón, mientras que la línea materna está caduca, tiene un valor puramente "sentimental" y
ha perdido su poder porque no tiene voluntad para conservarlo. Una valoración semejante
del lado materno (indígena), por supuesto que no propiciaría el crecimiento de la criatura (si
es que hubiera alguna).
(240) Ibid., pág. 42 (241) Ibid., pág.41. Negrillas nuestras.
176
En este juicio el indio resultaría la parte perdedora. "... y en verdad que era de poca cabeza
el infeliz, ...." (242)
El indígena era inferior y al respecto nos cita un ejemplo de la puesta en práctica de ese
principio:
"La actual Constitución de la República del Ecuador, de forma democrática, prevé un Senador para la tutela y defensa de los indígenas, a quienes consiguientemente considera en una posición legal de inferioridad. !y de qué otra manera!" (243)
No se formulaba todavía Mario Briceño-Iragorry las interrogantes que obligatoriamente se
plantea el hombre de finales del siglo XX en Venezuela y en el resto del mundo con
respecto a estos fenómenos. En ningún momento podemos pensar hoy que el indígena era
inferior en términos absolutos. Inferior sí con respecto a la cultura nueva que le trataban de
inculcar. Pensamos que la necesidad que sentía Mario Briceño-Iragorry de defender la obra
de España en América, lo hace olvidar que esta inferioridad era la misma que sentimos
todos los seres humanos ante la tela bien tejida que constituye una cultura extraña.
Si el indígena era inferior había que protegerlo, por medio de las Misiones y de la
Encomienda, de una cultura que no era la suya. Las leyes liberales lo llevarían a la
perdición porque su orfandad inicial frente a la cultura extraña no había podido ser superada
por estas dos Instituciones. Por eso las leyes de la Colonia, que protegían y reconocían esa
inferioridad, eran para Mario Briceño-Iragorry más equitativas que las leyes republicanas
que ignoraban la carencia del indígena y pretendían dejarlo a su arbitrio.
(242) Ibid., pág. 91. (243) Ibid., pág. 95. Itálicas nuestras igual a comillas del autor.
177
"Al examinar en sus efectos aquellas leyes, cimentadas en los principios de la filosofía liberal tan en boga durante el siglo pasado, sorprende la consideración de que la población rural de la República, condenada por ellas a un absurdo despojo, recibió más perjuicio de leyes que la libraron de la manus bajo cuya protección jurídica vivió durante la Colonia, que el que hubiera podido continuar recibiendo de un régimen fundamentado en el principio de la desigualdad social. Porque obligar a los infelices propietarios de aquellas ricas comunidades a valerse de sí mismos, era tanto como dejar la administración de una cuantiosa herencia a libre arbitrio de herederos menores de edad, a quienes, para más favorecer en sus deliberaciones, se hubiera libertado del legítimo tutor." (244)
Sin embargo, el indio " es aunque débil, un ser espiritualmente nuevo." porque "empieza a
palpitar el alma de la raza dominadora,....".(245)
En este momento cabría preguntarse de qué servía esa renovación de espíritu si el hombre
de los campos iba a tener que necesitar protección durante toda su Historia. Esta protección
podría ser concebida como la del General Juan Vicente Gómez, cuyo orden mantenía al país
bajo férrea disciplina, según el autor.
Frente a esta orfandad del indio estaba la otra parte del juicio, los criollos que representaban
el elemento creativo dentro del proceso de la nacionalidad.
Distingue Mario Briceño-Iragorry dos tipos de propiedad
"... coexistentes durante la Colonia y en los tres primeros cuartos de siglo de la República: la individual y la colectiva, destinada esta última a balancear la justicia en la distribución de la tierra,..."(246)
En cuanto a la propiedad de la tierra mantiene la opinión de que el Latifundio no se originó
en la Encomienda sino
(244) Ibid., pág. 95.
178
"...en la compra de tierras vacas o realengas, es decir, de tierras que por no estar ocupadas por indios, pertenecían al real patrimonio, al modo como las tierras baldías pertenecen hoy a los Estados de la Unión." (247)
Para él la Encomienda no había creado ningún tipo de precedente en la injusta distribución
de la tierras venezolanas sino que la distribución actual de la tierra procedía de "... la
compra de tierras vacas o realengas." (248)
No sólo se hace hincapié en la superioridad de los conquistadores sobre los indígenas, sino
que se justifica la conquista misma, porque ésta es semejante a hechos históricos del pasado
como son las conquistas del Imperio Romano sobre otros pueblos, y la expulsión de los
moros de la Península Ibérica.
"Con el águila capitolina, las legiones de César llevaban buena provisión de píleos para cubrir, en señal de libertad, la cabeza de los nuevos súbditos: los Adelantados de España, al par del Estandarte de Castilla, llevaban el agua lustral, a cuyo riego el indígena sojuzgado pasaba a la categoría de hermano menor, a quien era necesario instruir y proteger." (249)
Otro punto interesante a destacar en Tapices de Historia Patria y en el resto de la Historia
escrita por Mario Briceño-Iragorry es el tratamiento que le da a otro aspecto importante de
la Historia venezolana: El Cabildo.
"Sin detenernos en la evolución del Municipio colonial no llegaremos nunca a comprender la génesis del movimiento independiente. Ante la trivialidad de tener que aceptar como artículo de fe que el pueblo venezolano apareció súbitamente en la escena del mundo, los historiadores que anteponen la eficacia de la causa a la del sino como elemento explicativo de la
(245) Ibid., pág. 96 (246) Ibid., pág. 92. (247) Ibid., pág. 96. Negrilla nuestra. Si estudiamos las actas del congreso de Venezuela de los años 1921 y
1922, cuando Mario Briceño-Iragorry fue su Secretario, constantemente se hace alusión en las actas a la entrega de tierra baldías por el Ministerio de Fomento y confirmadas por el Congreso a titulares personales. Ver págs.155, 156, 164, 165, 169, 170, 171, 172, 173, 174, 175, 176, 177, 178, 185, 186, 187, 188, 190, 191, 192 y 196.
(248) Ibid., pág. 96. (249) Ibid., pág. 41
179
Historia, hubieron de desandar todo el largo camino trillado por los hombres de la Colonia, en pos del nexo que absolviera el abismo creado por ciertos historiadores líricos."(250)
En el Cabildo Mario Briceño-Iragorry encarna su teoría de la causalidad histórica. Para él
ella es muy diferente de la creencia que tenían otros historiadores en el destino. Por
supuesto que podemos hablar de una diferencia entre los dos tipos de Historia: La
practicada por los griegos y la practicada por los positivistas. En la primera el hecho por sí
mismo no tenía ningún valor expreso, mientras que en la Historia positivista sí lo tiene. Sin
embargo, en ambas los hechos están determinados por fuerzas independientes de ellos.
Entonces, aunque Briceño-Iragorry se empeñe en hacernos ver que no existe ninguna teoría
detrás del hecho histórico por él presentado, el principio de que existe la causalidad
histórica organizando la Historia puede ser una teoría de la que los demás supuestos o
hechos se deriven.
El Cabildo representa la continuidad de los valores de la civilización hispánica durante la
Colonia. Los criollos iban a restablecer la tradición hispánica debilitada por la
(250) Ibid., págs. 107 y 108. Negrilla nuestra.
180
germanización de los Austrias, a través del Cabildo.
"La tradición exclusivista del español se agigantaba en la mente de aquel pueblo venido sobre las aguas salvajes para tomar posesión de nuevas tierras; y cuando los Fueros locales perecen frente al empuje de los reitres del joven emperador germanizado, una sociedad surge aquende el océano que permanecerá fiel a la tradición del viejo derecho." (251)
Los Cabildos constituyeron una institución identificada con una clase social determinada:
los criollos; circunstancia que según don Mario no los debilitaba sino que al contrario, eran
los intereses de esa clase los que se identificaban con los de la nacionalidad. Ellos eran los
baluartes que defendían el orden hispánico y por eso, creía él, estaban identificados con los
intereses de la sociedad completa. En ellos estaba representada la clase superior de la
Colonia y de allí la validez de sus proposiciones políticas.
“Lo que los demagogos más critican en la institución de los Cabildos fue justamente lo que contribuyó a darles mayor fuerza. El criollo que constituía una superación en orden a las demás clases, representaba la conciencia vigilante de la nacionalidad colonial. ... Demás de esto, el Cabildo fue para la arrogancia del criollo un medio escudado para la ley para medir su capacidad política, la cual en su concepción más alta simbolizaba la propia capacidad cívica del pueblo, al modo como en Inglaterra después de la invasión normanda, el derecho de los grandes fue el derecho del pueblo entero." (252)
La superioridad de los criollos está sustentada en leyes de orden positivista como ésta:
"Porque las clases superiores , en virtud de una ley de sedimentación histórica, van acumulando la potencialidad que en la masa resiste, callada, contra los órdenes absolutistas de la misma manera como los polos de la pila atraen en silencioso trabajo los átomos confundidos en una solución. ..." (253)
Toda esta concepción acerca del sujeto de la Historia ubicado en los Cabildos y
(251) Ibid., pág. 98. (252) Ibid., pág. 105. Negrillas nuestras. Itálicas del autor. (253) Ibid., pág. 105.
181
perteneciente a una clase social determinada, ya discutida anteriormente, no era compartida
por algunos historiadores del momento. Sabemos por el estudio de la polémica de nuestro
autor con Zumeta, que éste era uno de ellos. Sin embargo cuando Mario Briceño-Iragorry
cita a los opositores de esta teoría no cita nombres sino que los llama "los modernos
demagogos" y esta disputa que se suscribía exclusivamente a los tiempos coloniales, toma
tintes de actualidad para él porque el sujeto en la Historia pasada debía seguir siendo el
sujeto de la Historia presente.
"Por ser criollos y mantuanos a manera de señores en el laberinto de la Colonia, pudieron representar a la vez, como fuerza simbólica de la política en forma, un dique frente a la absorción centralizadora de los Gobernadores y Oficiales Reales. Si ellos eran la cabeza, no parece que hubiese sido mejor que todos estuvieran descabezados, para satisfacer el ideal retrospectivo de los modernos demagogos, empeñosos, como lo ha entendido nuestro vulgar concepto de democracia, en hacer por arriba la igualación social, es decir, destruyendo lo que sobresale, y no buscando, como lo ordena la lógica y la justicia, que sean los de abajo quienes, en el seno de un orden de equidad y sobre el estribo de leyes generosas, se empinen para alcanzar a los otros." (254)
La superioridad social del Cabildo y su papel promotor en la guerra de Independencia
constituye uno de los centros del libro y es repetida en él una y otra vez. Agregándole
elementos diferentes que contribuyen a ampliarla, pero conservando el mismo
planteamiento originario, la Independencia quería restablecer los viejos valores hispánicos,
que pervivían en los Cabildos coloniales, y no así en la España germanizada y afrancesada
por los Austria y los Borbón.
Por eso se debe negar toda influencia extranjera en la guerra de Independencia cuya
(254) Ibid., pág. 108. Negrillas nuestras
182
causalidad para él, provenía de los valores hispánicos mismos que aspiraban a una
purificación, y concluye su estudio del Cabildo en este libro con la siguiente frase:
"El historiador venezolano que habiendo salido a buscar la espada con que los fundadores de la República rompieron los lazos que ataban la Patria a la Metrópoli española, halló que tal espada ni Miranda la trajo de Francia, ni Inglaterra la había enviado en los barcos contrabandistas, sino que, muy por el contrario, era la misma espada que usó el viejo conquistador hispano en la larga empresa de pacificación, naturalmente debió de haber experimentado sorpresa semejante a la que embargó el ánimo del juez pesquisador." (255)
Es importante destacar que los criollos no eran para Mario Briceño-Iragorry una casta sino
una clase social. Para él la dinámica social de la estructura colonial estuvo presidida por las
clases sociales como categoría sociológica.
Esta atribución nos remonta a una polémica en la Historia de Venezuela, que se parcializó,
bien por las clases sociales o por los estamentos, en el desenvolvimiento de la Historia
colonial. Sin embargo, la reglamentación legal que tenían las divisiones sociales en la
Colonia, no favorece mucho hoy en día la aplicación del término clase social a la estructura
colonial.
El mismo habla de este ordenamiento legal que legislaba sobre las atribuciones de las
distintas divisiones sociales durante la Colonia. En este caso recurre a una metáfora
histórica que nos recuerda el momento en que se escriben los Tapices, cuando el Nacional
Socialismo Alemán estaba mostrando ya signos de dominio. El Nacional Socialismo
Alemán prohibió a los hebreos que se bañaran en las piscinas de la misma forma que el
Cabildo colonial prohibió a los negros que transitaran por las quebradas. Sin embargo para
(255) Ibid., pág. 108. Negrillas nuestras.
183
él en la ley del Cabildo existía una razón de base que la justificaba (los negros asaltaban a
las mujeres), no así en la ley dictada en Alemania.
"Nada tan peregrino como la ordenanza del Ayuntamiento de Caracas que vedó a los negros concurrrir a las quebradas sino fuera yendo por agua para el servicio doméstico. Cualquiera la encontraría semejante a la reciente disposición del Gobierno de Nuremberg que, en su hostilidad a los hebreos, ha prohibido que éstos se bañen en las piscinas municipales, permitiéndoles sólo tomar baños públicos de regadera. (Y cualquiera entiende la razón). En cambio, si nos detenemos en sus causas comprenderemos que el Cabildo caraqueño tomaba aquella medida para evitar asaltos que los negros hacían a las indefensas mujeres que bajo los samanes de las quebradas avileñas, se dedicaban honestamente al oficio de lavar ropa. Y nadie dirá entonces que poder transitar libremente por las hondonadas fuera un título diferencial de clases y una demostración de necia hidalguía. Valiente privilegio!" (256)
Independientemente del motivo de la ley, ésta iba dirigida a un sector social de la población
con exclusividad (los negros), lo que determina que no era ésta una sociedad cimentada en
una división social que tuviera un basamento económico solamente, sino que había leyes
que distinguían una clase de otra y que eran dictadas tomando en cuenta aspectos raciales.
Cuando hablamos de clases sociales las mismas no son reglamentadas por leyes y menos
aún éstas contienen una casuística de tipo racial.
También vemos como en la Historia ciertos individuos pertenecientes a grupos sociales
determinados podían alcanzar la heroicidad, mientras que ésta le estaba vedada a otros. No
había una sola Historia, sino diferentes tipos de historias, de acuerdo a la posición del
individuo dentro de ellas:
"Hemos dicho que cuanto va de Guacaipuro al Libertador distan las historias de la Historia y estamos en lo cierto. El héroe requiere una concreción de cultura social para
(256) Ibid., pág. 114, Itálicas igual comillas del autor.
184
afianzarse. La defensa de un bohío podrá constituir un alarde de temeridad y de resistencia orgánica, pero nunca elevará al defensor a la dignidad heroica. Porque el héroe, para serlo en la acepción integral, debe obedecer en sus actos un mandato situado más allá de las fuerzas instintivas: su marco es el desinterés y no la ferocidad."(257)
Los estratos sociales superiores de esta Historia, que pueden ser sujetos de heroicidad,
tienen un código moral distinto que los estratos inferiores. Ellos deben defender su honra.
"Honor, honra e injuria son términos legales que se hallan presentes en los numerosos textos jurídicos españoles del medioevo, comenzando en las Cartas Pueblas y Fueros Municipales Breves, hasta los Fueros de Cuenca, (.....). La mentalidad castellana , aragonesa y de otros Estados y Señoríos Cristianos, hacia las postrimerías de la Edad Media resaltan la valía que reconocía el honor y la honra como sentimientos y cualidades nobles, (...)"(258)
Este concepto de la honra, proveniente del medioevo europeo formaba parte de un código
social que Mario Briceño-Iragorry respetaba. La honra había que repararla por medio de
distintas acciones que lavaran el honor de los querellantes.
"Las uniones de pardos y mantuanos y la legitimación de hijos habidos en mujeres de color, junto al generoso concepto cristiano de igualar y reparar, impuesto en fuerza de sentencias eclesiásticas que revivían la misma sorpresa de los romanos de los primeros siglos de la Iglesia ante el matrimonio de libertos con feminae clarissimae,contribuyeron de manera intensa a reducir las soluciones existentes en la continuidad del plasma social." (259)
El plasma social proveniente de los españoles sería reducido por las uniones mestizas, pero
él continuaría siendo la substancia que uniría los distintos elementos. Por lo tanto después
de presentar y justificar la conquista y el orden colonial, Mario Briceño-Iragorry se dedica a
expresar los elementos que contribuyeron según él a la formación de la nacionalidad: los
criollos, los Obispos y los piratas.
(257) Ibid., pág. 119. (258) LOPEZ, FALCON, Jorge."El duelo de honor en la decimoctava centuria venezolana." pág. 38. (259) BRICEÑO-IRAGORRY, Mario. Obras Completas. Tapices de Historia Patria. Esquema de una Morfología de
la cultura Colonial. Vol. 4, pág. 116. Negrillas nuestras.
185
El ser de las cosas o en concreto de una nación, no se forma sólo con elementos positivos
que lo apoyen en su definición, sino que es producto también de la lucha contra elementos
extraños, los que crean en este ser o nación un espíritu de combate, que contribuye a su
advenimiento. Esto probablemente dé sentido a la necesidad de polémica que se revela en
muchas partes de la obra del autor.
En el caso de la formación de la nacionalidad venezolana los elementos afirmativos de ésta
fueron los criollos y los Obispos, y los negativos los piratas, igualmente necesarios en el
proceso de consolidación de la nacionalidad porque ellos unieron a los criollos y al pueblo
frente a un peligro común.
El aporte de los criollos ya ha sido suficientemente tratado como preservadores de los
valores españoles, que serían el basamento más sólido para la construcción de la
nacionalidad, sobre todo a través de los Cabildos coloniales. Los Obispos eran los más altos
representantes de la Iglesia, le impartían a ésta sus directrices para configurar un orden
terrenal de acuerdo a los lineamientos del cristianismo de la época.
Ellos encauzaron a los pueblos hacia los valores cristianos que en última instancia eran,
según Mario Briceño-Iragorry, los únicos valiosos en la Historia y no sólo esto, sino que
construían a la Historia misma:
"Mientras los capitanes conquistando la tierra y las autoridades refrenando la anarquía colonial, realizaban los hechos que la Historia recoge como expresión de la cultura que se distendía en el nuevo marco geográfico, los Obispos concretaban el símbolo que, sobre aquellos hechos, se erguía como ornamentación espiritual para el futuro. Ambas autoridades, civil y eclesiástica, armonizaban en su misión de abrir horizontes a la Historia.
186
Aquéllos con la espada y el bastón de mando, éstos con el báculo y la estola, conjuntaban en sus obras el ideal de integración que los emperadores carolingios resumieron en su persona, al recibir con la corona del Sacro Imperio, la dignidad de diáconos. "(260)
La autoridad civil y la autoridad eclesiástica tenían una tarea en común: conducir a los
hombres por los caminos de la civilización que para él se identificaban con los caminos de
la Historia que en última instancia era una sola con las siguientes características: española,
cristiana y occidental.
Está perfectamente justificada para él la unión entre política y religión que se dio con
bastante fuerza en el Descubrimiento y la Colonización de América y comandada por los
misioneros: "Abanderados de la Religión, lo fueron también de la política colonial. ... hasta
donde entró la cruz había avanzado también la autoridad civil." (261)
La Iglesia Católica tenía como una de sus labores la educación del pueblo, y dentro de ella
cumplieron un gran papel los Obispos:
"Desde los años iniciales de la conquista empezó en los Obispos la preocupación por la enseñanza. Era a ellos a quienes por el carácter de la institución y por la alteza del oficio, correspondía su iniciativa y vigilancia, y no a las autoridades seculares, entregadas a la dura tarea de pacificar y gobernar la tierra."(262)
El resto de la discusión sobre la educación en la Colonia es consecuencia de la polémica
(260) Ibid., pág. 125. Negrillas nuestras. (261) Ibid., pág. 88. (262) Ibid., pág. 154.
187
que sostuvo el autor con César Zumeta, ya citada en la discusión del Discurso de
Incorporación de dicho autor y que Mario Briceño-Iragorry critica fuertemente.
Para defender su postura se basa en el Discurso de Incorporación de Caracciolo Parra Léon,
ya citado.
Existía, entonces, para Mario Briceño-Iragorry una nueva Historia que estaba siendo escrita
o iba a serlo por los historiadores que estudiaran la Colonia y reconocieran el papel que la
Iglesia Católica había desempeñado en la educación del pueblo y una vieja Historia que
había sido elaborada, según él, por historiadores con prejuicios románticos y que no
reconocían el importante papel que había jugado España y la Iglesia Católica en la
formación de estos pueblos. Circunstancia que nos remite al revisionismo histórico que ya
hemos discutido en los apartados anteriores de este trabajo.
"El debate entre la falsedad de la antigua historia y la verdad de los hechos, está abierto en la actualidad y corresponde a las nuevas generaciones dictaminar sobre el temerario de la pseudo-historia que funda sus conclusiones en estribos aéreos cimentados sobre el abismo. Ante las conclusiones de la crítica presente, la varita mágica no sirve siquiera para batuta y la generación espontánea se convierte en siembra de voluntaria tenacidad." (263)
Para él la Independencia de Venezuela no se había dado por "generación espontánea", sino
que era un resultado patente de lo importantes que habían sido la educación y la cultura
colonial en la formación de los hombres de la época. Y en este sentido no se equivocó. La
educación colonial fue muy fructífera en la formación de las mentes coloniales que
(263) Ibid., pág. 160.
188
posteriormente conducirían a la guerra de Independencia.
"Allí, estaba la semilla, regada de fuerte lógica, que daría a su tiempo el fruto requerido. De los claustros universitarios salieron los idealistas que redactaron las fórmulas de nuestro derecho republicano; y de las escuelas de primeras letras, aquel sector popular que supo discurrir sobre la Independencia." (264)
Su metáfora educativa predilecta proviene de las ciencias naturales. Semeja la educación a
la agricultura, circunstancia que tampoco deja de ser acertada. Experimentado desde los
primeros años de su juventud (265) en la docencia, conocía muy bien las ventajas y
dificultades prácticas que ésta conllevaba.
Pensamos que cuando el educador siembra la semilla tiene una diferencia con el agricultor,
no sabe qué tipo de fruto va a recibir. Si la semilla plantada es excelente el fruto continuará
siendo excelente, pero el educando tendrá la facultad de transformarla de acuerdo a la
sociedad de su tiempo y a sus necesidades subjetivas. Los educadores coloniales no
necesariamente tuvieron la intencionalidad de sembrar la orientación que la semilla cobró
debido a la situación histórica del momento. Y esto es lo que la teoría de la causalidad de
Mario Briceño-Iragorry no le permite reconocer. La causalidad natural, si es que existe, no
es igual a la causalidad que puede ser establecida en los fenómenos históricos. Algunos
maestros coloniales cumplieron fielmente con su deber y de allí nació la generación que
protagonizó la Guerra de Independencia, pero su intención no estuvo directamente orientada
a provocar la misma.
(264) Ibid., pág. 168 (265) Según la cronología que aparece en el libro titulado Mario Briceño-Iragorry él se inicia como docente en
el Liceo Libertador de Mérida para el año 1919. pág. 139.
189
Si en realidad los maestros coloniales tuvieron la directa intencionalidad de prender la llama
de la Guerra de Independencia debe ser comprobado por un estudio historiográfico más
profundo y no aplicando la ley de la causalidad, la Independencia ocurrió y por lo tanto los
maestros coloniales ayudaron a encender el fuego.
La defensa de la educación y la cultura colonial era para Mario Briceño-Iragorry, al igual
que para Caracciolo Parra-León, un asunto muy ligado a la defensa de las convicciones
cristianas. El que atacaba la educación de la Colonia atacaba también al cristianismo:
"Quien se detenga a contemplar la figura de Bello venezolano, expresión admirable de la cultura de su época, llegará a la conclusión de que sus brazos en cruz serían buen puente para borrar el hiato o abismo que los historiadores románticos pretenden introducir entre la Colonia y la República. Y la cruz de los brazos serviría a la vez para definir el carácter cristiano y católico de aquella calumniada cultura." (266)
Sin embargo, no fue la posición conciliadora de Andrés Bello la que adoptaron los próceres
de la Independencia porque sabían que había que diferenciar la semilla sembrada del fruto
que ellos representaban y en ello no se equivocaron. La Independencia no se hubiera
llevado a cabo si esto no hubiera sucedido. Por eso podemos observar en ellos la dualidad
citada por Mario Briceño-Iragorry.
"...don Cristóbal Mendoza, había levantado en Trujillo quince años antes de la Independencia, una extensa probanza encaminada a justificar el entroncamiento de mi familia (son palabras suyas) con las primeras y principales que de Europa pasaron al descubrimiento, conquista y población de este nuevo mundo, y a poner de bulto si me conocen a mí y han conocido a mis ascendientes por personas de calidad y nobleza, gozando en todos los tiempos de los fueros y preeminencias de caballeros hidalgos executorios y como tales han ocupado y ocupan los primeros puestos de esta ciudad. En las mismas condiciones de Mendoza estaban casi todos los próceres que se dieron, inclusive el
(266) BRICEÑO-IRAGORRY, Mario. Obras Completas. Tapices de Historia Patria. Esquema de una Morfología de
la cultura Colonial. Vol. 4, pág. 170.
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Libertador, Urdaneta y Sucre, para citar mayores, a vociferar contra la Colonia y contra su régimen destructor, sin advertir que ellos eran la Colonia misma que se alzaba hacia una nueva forma política, capaz de ser soportada por los elementos formados en su seno." (267)
Para Mario Briceño-Iragorry los hijos de la Colonia querían desprestigiar a sus
progenitores, negar a sus padres y esto no debía ni podía ser así porque nuestro pueblo no
aparece por primera vez en la Guerra de Independencia sino que para él, como ya vimos, la
Independencia es una continuación de la Colonia y es la obra de los patricios la que le da
continuidad.
“Lejos de representar un hiato, o un salto sobre un abismo, la obra de los patricios de 1810 exprime, en tonos vigorosos, la continuidad intelectual de nuestra Historia en el panorama cósmico, y no la prístina aparición de un pueblo." (268)
El elemento negativo, no por ello menos necesario en la formación de la nacionalidad,
fueron los piratas.
Ellos recuerdan a los moros en la Península Ibérica: "El corsario, nueva faz del moro
secular, amedrentaba a los colonos y los unía para la común defensa de los puertos de la
Patria." Sin embargo, esta unión tuvo un precio lamentable que fue el atraso cultural de los
pueblos descubiertos.
"Nada contribuyó tanto como la acción destructora de los corsarios, para detener el progreso material de los pueblos españoles de América y el desarrollo de su curva cultural." (269)
Además de estos tres elementos fundamentales ya estudiados que contribuyeron a la
formación de la nacionalidad, los Cabildos, la Iglesia y los piratas, no deja Mario Briceño-
(267) Ibid., págs. 179 y 180. Itálicas en el original. (268) Ibid., pág. 199. Enfasis nuestro. (269) Ibid., pág. 132.
191
Iragorry de tratar otros elementos que sin duda contribuyen a su formación como son el
ambiente y la agricultura.
Los "altivos colonos" españoles le enseñaron al indígena a cultivar la tierra.
"Esta raza altiva, que afinca en la reciedumbre de sus hechos el prestigio de su hoja de servicios, no vacila en doblarse, cual masa esclava, para educar al aborigen en las nuevas empresas agrícolas. Discípulo de Virgilio, en el arte de sustituir por la azada la bélica rodela, ellos concretan bajo el ardiente sol tropical, el mismo símbolo esculpido en cierta piedra preciosa, del tiempo acaso de Catón o Cincinato, que enriqueció, como presagio papal, el tesoro de Urbano VIII: dos leves abejas tirando de un arado." (270)
Aquí nos enfrentamos al mismo tipo de símil histórico estudiado en muchos ejemplos
anteriores, los españoles actuaron bien porque enseñaron a los indígenas a trabajar de la
misma forma que lo habían hecho los romanos y los griegos con sus pueblos conquistados.
"Las tribus americanas se mantenían en un grado muy inferior con respecto a los nuevos señores, y no eran el maíz y la yuca el pan adecuado para el sustentamiento de la nueva sociedad, acostumbrada en la vieja patria a mejor clase de alimentos..." (271)
La interacción cultural, que sin duda se dio en este fenómeno, probablemente hubiera sido
más fructífera si los españoles hubieran escuchado más aún al indígena, pero fue dejada de
lado.
Los españoles sabían alimentarse mejor que los indígenas y por lo tanto tenían que cultivar
(270) Ibid., pág. 183. (271) Ibid., pág. 182. Enfasis nuestro.
192
estos frutos "superiores" en el suelo venezolano. Tal vez se ve más en este punto que en
ningún otro los prejuicios culturales que se manifiestan en Mario Briceño-Iragorry a la hora
de estudiar la realidad histórica. La riqueza de los frutos de nuestro suelo autóctono ha sido
revelada por geográfos, como Pedro Cunill Grau y es lamentable que hayamos perdido
algunos hábitos alimenticios indígenas que probablemente nos permitirían hoy estar mejor
nutridos.
Pedro Cunill Grau mantiene que el futuro de la agricultura y producción venezolana no está
en la utilización de productos europeos sino en una verdadera educación para utilizar los
productos autóctonos de nuestro suelo.
“Esta expansión alimentaria debe ser fundamentada en la criollización de la geografía del consumo. Con ello entendemos que en el presente y en el futuro inmediato hay que popularizar, por la educación formal y los medios educativos informales, nuevos hábitos de consumo en base a productos locales, naturales e introducidos, rescatándose conductas de frugalidad y de gusto por lo nacional, superándose la abusiva dependencia de alimentos y bebidas exóticas." (272)
No dejamos de observar de todas maneras en Mario Briceño-Iragorry una sensibilidad
especial por la naturaleza que había que cultivar y proteger, no lejana a la de nuestros
criollistas venezolanos e incluso al General Gómez, quien en muchos momentos se sentía
atado a la tierra.
No olvidemos que la agricultura era la actividad fundamental de la vida realizada por los
andinos, por lo tanto todas las demás actividades estaban supeditadas a tener un
comportamiento similar a ella: la política y la educación eran comparadas por Mario
Briceño-Iragorry con una actividad agrícola.
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Oigamos un ejemplo de esto tomado del libro Confidencias imaginarias de Juan Vicente
Gómez de Ramón J. Velásquez:
“Y uno de los secretos por los que me he podido aguantar veinticuatro años en el mando, ha sido ese que nunca me olvido de cómo se debe manejar una finca para que el trabajo rinda y se vea y así se lo dije al Congreso, el año 29, cuando vinieron a rogarme que me quedara en la Presidencia." (273)
No sólo describe el libro la atadura que presenta el venezolano con respecto a la naturaleza,
sino que también está vinculado a ciertos objetos culturales construidos durante la Colonia y
que representaban para él parte de su Historia.
En la época que se escribe el libro, las clases altas venezolanas querían sentirse parte de esa
cultura colonial "desprestigiada" por la "Historia romántica". Este afán estaba presente en
dos actitudes: la construcción de grandes casas al estilo colonial y la reconstrucción de las
genealogías (274) que entroncaban a los venezolanos con sus parientes ibéricos. Sin
embargo, los objetos coloniales que se conservaron no fueron recuperados por este sector
económico-cultural de la población, sino por humildes ciudadanos que debido a la
necesidad y a la imposibilidad económica de cambiar los viejos objetos coloniales por otros
nuevos los conservaron.
La recuperación del pasado colonial no fue una actitud aislada de Mario Briceño-Iragorry
sino la de todo un sector económico y cultural, no sólo en Venezuela, sino en el resto de
Hispanoamérica. Pensemos para esto sólo en tres figuras contemporáneas al autor: Pedro
(272) CUNILL GRAU, Pedro. Venezuela: Opciones Geográficas, pág. 264. (273) VELASQUEZ, Ramón J. Confidencias imaginarias de Juan Vicente Gómez . pág. 52. (274) Ver págs. 76 a 80. de este capítulo acerca d las genealogías.
194
Henríquez Ureña, José Vasconcelos y Alfonso Reyes quienes en el Ateneo de México, en
los primeros quince años del siglo veinte, también se plantearon un retorno a la hispanidad.
Esa recuperación de la hispanidad adquirió un tinte valorativo dentro de la Historia; es
decir, creó dos tipos de Historia acordes con la visión que el historiador tenía con respecto a
la hispanidad. Esta actitud valorativa es representada fielmente por Mario Briceño-Iragorry,
para quien existe una Historia falsa y una verdadera, como ya hemos venido analizando
durante este capítulo. Es la pervivencia de ciertos valores la que le da a la Historia su
carácter de verdad o falsedad en última instancia, no su objetividad.
El mismo años después en su Epistolario reconocería en 1940 que en su libro Tapices de
Historia Patria existen “enunciados rectificables” que nuevamente serán objeto de su
reflexión para darles nuevas orientaciones:
“Acaso el mismo calor de la polémica (porque mi libro, escrito en 1933, contempla la vecindad del aleve ataque) pudo llevarme a aceptar ligeramente algunos enunciados rectificables y que parecen contradecirse con ideas allí mismo expuestas y defendidas.275
Entre ellos estarían a nuestro juicio su visión del papel del indígena en la Historia
hispanoamericana y sus reflexiones posteriores acerca del concepto de democracia.
(275) BRICEÑO-IRAGORRY, Mario. Cartas con destino. (Correspondencia Inédita).pág.161. La polémica a
que se refiere en la que mantiene con César Zumeta ya tratada en este capítulo.
195
“Ayer se luchó para borrar absurdas diferencias basadas en ficticios rangos: hoy la justicia ordena luchar contra la economía anti-democrática, contra los sistemas de distribución de la riqueza que mantienen viva la esclavitud del hombre, pero entendido que queda al hombre la libertad desigualativa en medio de la solidaridad social.”(276)
“Pero hay algo desesperante: ¿está obligado el intelectual presente a renunciar a toda participación en los servicios públicos porque ayer manifestó su adhesión a un gobierno que creyó justo y honorable del servirlo y defenderlo?...... Yo no lo creo. Lo deshonesto sería negar su mundo anterior. Desdecirse de su conducta. Ir al compromiso nuevo con mengua de su pasado. Convertirse en átomo plástico.” (277)
(276) BRICEÑO-IRAGORRY, Mario. Obras Completas. Vol.21, pág.384, “Carta a Pedro José Lara Peña”, 23
de Mayo de 1937. (277) Ibid.,Vol.23, pág. 167, “Carta a Mariano Picón Salas”, 26 de Marzo de 1948.
196
4.1 LA SOLIDARIDAD HISPANOAMERICANA (1936 – 1941)
Si tenemos que tratar la idea central de esta parte del estudio en la obra de Mario
Briceño-Iragorry, debemos hablar en primer lugar de la solidaridad. Solidaridad hacia el
pueblo centroamericano expresada de diversos modos.
En primer lugar proponiendo a Simón Bolívar como la expresión más alta de la unión
americana. En segundo lugar tratando de conseguir una unión fructífera de estos países,
interviniendo él mismo como mediador, o incitando a la Cancillería venezolana para que
así lo hiciera en los distintos problemas limítrofes que tenían esos países entre sí.
A esta labor positiva por la paz en Centroamérica debemos sumar una actitud valiente de
denuncia clara de los organismos que impedían esa solidaridad. Minaban ellos los
valores positivos de los pueblos latinoamericanos y por lo mismo había que combatirlos
sin descanso.
También tenemos que hablar en este capítulo de una solidaridad íntima, ya que mantiene
en estos años una correspondencia muy asidua con su amigo Caracciolo Parra León, que
como los diálogos platónicos lo llevan a una reflexión profunda de los conceptos
históricos expresados en el capítulo anterior.
Continuaremos con las ideas históricas expresadas en las “Palabras”, expuestas por Mario
Briceño-Iragorry ante la Sociedad de Geografía e Historia de Costa Rica, en las cuales
197
formula sus creencias sobre lo que una “historia moral” debía ser. Discurso pronunciado en
1941 ya próximo a su regreso a Venezuela. Expresa allí lo que significó su estadía en
territorio costarricense en cuanto a lo que a la Historia se refiere, al proponer la necesidad
de una Historia moral, solidaria con los problemas sociales que la realidad plantea. Y
terminaremos con la exposición del proyecto político que Briceño-Iragorry deseaba para
Venezuela en estos años costarricenses, expuesto en su libro Temas inconclusos: una
democracia basada en la sinceridad, la cooperación, la tolerancia y en el trabajo de todos los
venezolanos.
4.1.1 EL DIPLOMATICO EN CENTROAMERICA. (1936-1941)
Mario Briceño Iragorry es designado por el Gobierno de López Contreras,(278)
Encargado de Negocios ad interim de Venezuela en Costa Rica a finales de 1936. Fue
progresivamente ascendiendo en su cargo y en 1938 lo destacaron como Encargado de
Negocios en las Repúblicas de Costa Rica, Nicaragua, Honduras y Guatemala. En 1939
(278) Sus opiniones sobre la gestión del General Eleazar López Contreras son muy favorables. La
correspondencia con el General López Contreras que confirma esta opinión que Mario Briceño tiene sobre su gestión gubernamental se encuentra en el epistolario que mantiene con él: BRICEÑO-IRAGORRY, Mario . Obras Completas. Vol. 21, págs. 549 a 579. “No se quieren dar cuenta muchos venezolanos de la admirable madera de república de que está formada la recia personalidad de López Contreras.” Carta a Don Luis Ortega Martínez, Guatemala, 8 de Mayo de 1939, en: BRICEÑO-IRAGORRY, Mario. Cartas con destino. (Correspondencia Inédita).pág.121. Se manifiesta en acuerdo con las políticas del general López Contreras con respecto a la represión del comunismo en el país porque considera que tanto la doctrina marxista como la extrema derecha están buscando la implantación de una nueva dictadura en Venezuela. “Justamente esta actitud del Presidente de Venezuela frente a la libertad de prensa, es lo que más claro habla de su respeto por las prácticas de la democracia contra cuyos ideales se alza,como enseña Kelsen la dictadura del proletariado, surgida teóricamente de la doctrina neocomunista y prácticamente realizada por el partico (sic) bolchevista ruso, con fuerza igual a la de la reacción antidemocrática de la burguesía que encuentra su expresión teórica y práctica en dictadura de extrema derecha.” Ibid., Obras Completas. Carta a Don Joaquín García Monge”. Vol. 21, pág.266. Considera mitológica la interpretación histórica mantenida por los gomecistas de que López Contreras traicionó a muchos de los integrantes de este régimen: “La historia de la traición del General López Contreras me parece una historia mitológica y malandrinesca, acomodaticia a los intereses de quienes quieren lucrar con la incomprensión de que es víctima nuestra sufrida patria.” Ibid.,Carta a Federico Alvarez Feo, Guatemala, 24 de Abril de 1939, pág. 113. Esta es la interpretación sostenida por Efraín
198
la sede de la Embajada se muda a Guatemala y en Agosto de 1939 fue nombrado
Ministro Plenipotenciario en Panamá y Centro América.(279). En los años de 1940 y
1941, hasta Marzo de 1941 concretamente, la mayoría de sus informes son firmados
nuevamente en Costa Rica, lo que indica que regresó nuevamente a este país.
En Costa Rica hay una colonia venezolana bastante grande, salida de Venezuela con
ocasión del derrocamiento de Juan Vicente Gómez, que Mario Briceño-Iragorry tiene
que atender. Los recursos de que dispone para realizar su trabajo son calificados por él
de ridículos.
“La cantidad de quinientos bolívares (Bs. 500) que la ley de Presupuesto adjudica para gasto de alquiler de casa, luz, teléfono, cable, artículos de escritorio y gastos de representación resulta en realidad ridícula.....” (280)
En estos cinco años de 1936 a 1941, estudiaremos su colaboración con la Historia
venezolana y latinoamericana a través de sus informes a la Cancillería venezolana.
Informes meticulosamente redactados y seriamente pensados que enviaba
periódicamente a la Cancillería para informar acerca de la situación de estos países.
Costa Rica es para Mario Briceño-Iragorry un país socialmente más avanzado que
Venezuela. Observar estos adelantos y comunicarlos directamente va a ser su imperativo
González en sus “Apuntaciones que dan relación de mis actividades ya en los privado como en la vida pública.”
(279) Estos datos fueron sacados de la “cronología” realizada por Rafael Angel Rivas y Gladys García Riera en 1997 y de BRICEÑO-IRAGORRY, Mario. Dirección Política Internacional, País Costa Rica, Exp. 180. Materia: Memoria Anual de la Legación. Año 1939.
(280) Ibid., Exp. 245 (226). Materia: Informe Anual de la Legación. 1937, 31-12-36.
199
fundamental.
“En materia educativa, de protección social y sanitaria aquí se han realizado grandes avances sociales... permite al observador extranjero una rápida visión de conjunto de los adelantos morales y materiales de este país ejemplar. ... y a nosotros nos resul (sic) en extremo fácil, antes que adaptar sistemas extraños, acondicionados para países de grandes avances, copiar y ampliar los servicios costarricenses, ya adaptados a las necesidades de un pueblo más o menos semejante al nuestro.” (281)
Todas estas reflexiones por supuesto que van a transformar la visión y el acercamiento a
la realidad de Mario Briceño-Iragorry. Costa Rica tiene sobre él un influjo vivificador
que lo va a ayudar a replantearse su pensamiento en términos distintos a los expresados
en la época gomecista. Se convierte en un hombre cuya primera prioridad es alcanzar la
Justicia Social.
“Por el íntimo conocimiento que de mí tienes, puedes dar fe de mi propensión a la justicia y de que no cambio mi primogenitura por un plato de lentejas. Al escribir en el tono que suelo sobre estas materias, me sirve de acicate el dolor que se anida en el pecho de tantos infelices que esperan contra la esperanza, padres muchos, como nosotros, hechos a imagen y semejanza de Dios. Para su miseria y su dolor debemos procurar que el Estado, dando espaldas a formas caducas de economía capitalística, se convierta en tutor de los ciudadanos y garantice plenamente a éstos el derecho de vivir con dignidad. Si el hombre carece, en razón de minoría espiritual, de la caridad y la magnanimidad que enseña el Evangelio, súplalas el Estado, por medio de leyes que quiten al rico lo que éste debiera no retener y que vayan creando hábitos y costumbres que permitan al hombre caminar, por las vías de la justicia, a la libertad, que es la esencia del espíritu.” (282)
Algunos de los tópicos son los mismos que lo habían preocupado de 1911 a 1935: La
agricultura y la ganadería, la educación y la unión entre los países de América Latina.
Sin embargo, en las comunicaciones a la Cancillería destacan dos tópicos nuevos que no
(281) Ibidem.
200
habíamos observado en su obra anterior: el conocimiento con que trata los problemas
limítrofes entre los países centroamericanos, y la observación directa de una de las más
grandes transnacionales norteamericanas, la United Fruit Company.
Aunque Briceño-Iragorry ha debido conocer la actuación de las transnacionales
petroleras antes de su partida de Venezuela en 1936, no tuvo experiencia directa con
ellas, por lo tanto no observamos alusiones a las mismas en su obra anterior a 1935 (283).
Por otra parte creemos que como autor estaba mucho más sensibilizado hacia el
problema del agro que hacia el problema petrolero en esos momentos.
Su experiencia acerca de la situación mundial se hace mucho más amplia ya que tiene
que enfrentar, como Diplomático, la discusión internacional de dos problemas bélicos de
gran envergadura, como son la Guerra Civil Española y posteriormente la Segunda
Guerra Mundial.
Desde el primer informe anual de la delegación realizado en 1936, vemos
detalladamente cuáles son las tareas principales que se impone como Delegado de
Venezuela en esas tierras. Organiza
(282) BRICEÑO-IRAGORRY, Mario. Cartas con destino. (Correspondencia Inédita). pág. 50, “Carta a
Caracciolo Parra”. San José, 15 de diciembre de 1936. (283) Contra las acusaciones hechas a su persona por su falta de protesta ante el capital extranjero que
invadió el país en la época de Gómez, sobre todo cuando era Secretario del Congreso como consta en el anexo págs...., se defiende diciendo: “A muchos extraña que yo me haya lanzado a la política de calle cuando mis canas me obligan a buscar reposo. Para aseverar que mi actitud no ha sido un tardío despertar, podría mostrarle la copiosa correspondencia por mí dirigida a amigos y gobernantes. Contra el capital extranjero no he acometido a última hora: en 1929, cuando vivía de un sueldo de mil doscientos bolívares, se me ofreció la oportunidad de ir a negociar para la Bond and Share las plantas eléctricas de Valera y Trujillo; rechacé la operación y desaconsejé la operación entre los posibles vendedores.” BRICEÑO-IRAGORRY, Mario . Obras Completas. “Vocación e iniciación literaria.” Vol. 19, pág. 294, S/f.
201
“...metódicamente los documentos de la Legación. ... Procedí a la frabricación de un mueble especial para la distribución y catalogación de los expedientes.... “Apenas encontré un libro mal llevado.” (284)
Y se dedica a la observación de las costumbres y al estudio de la Historia de las
repúblicas centroamericanas y en concreto de Costa Rica porque “Costa Rica puede
darnos muy buenos consejos, no sólo en cuanto a técnica de producción, sino en razón
de la experiencia que suministra al observador extraño la manera como ha sido
victimada esta Nación por los sistemas de explotación de la famosa compañía United
Fruit, deseosa de instalarse en Venezuela.” (285)
A medida que se va familiarizando con su oficio de diplomático se da cuenta que éste no
concuerda, según él, con sus características personales, razón por la cual expresa que le
gustaría abandonar la Carrera diplomática.
“Yo, en cambio, no molesto, y me mando a mudar cuando me siento mal, pero no grito. Si yo hubiera gritado a Garay cuando las autoridades panameñas detuvieron mi automóvil con mis hijos, no me hubieran montado al Embajador colombiano encima. Y no gritaré nunca en función diplomática. Y como el no gritar en ciertas ocasiones altera los humores, dejaré la diplomacia para los que griten y adulen. Yo no hago ni lo uno ni lo otro. Usted tampoco. Mi columna vertebral, a pesar de la dictadura y de sus horcas caudinas, está en admirables condiciones, según me lo acaba de decir un osteópata. No hay en ella el mejor desajuste. Es casi un milagro moral.” (286)
Todos estos incovenientes provinieron de un problema histórico. El poco respeto que
tenían los diplomáticos hispanoamericanos hacia el nombre de Bolívar
“Es espantoso Rivas, es trágico hasta el extremo lo que pasa con Bolívar. El hombre que predicó la paz de las naciones de América y que sacrificó por la unión su
(284) Ibid. Exp. 245 (226). Materia: Informe Anual de la Legación. 1937, 31-12-36. (285) Ibidem. (286) Carta a Victor Manuel Rivas escrita en Panamá el 20 de Marzo de 1941. en: BRICEÑO-IRAGORRY,
Mario. Cartas con destino. (Correspondencia Inédita).pág.174.
202
propia autoridad, y cuyo nombre debiera ser el mejor aglutinante de pueblos, sirve hoy para la división: en Venezuela se le toma para bautizar círculos políticos personalistas y tendencias desprovistas del neto espíritu bolivariano. En América se le niega, se le adultera, se le calumnia. Se hace desde la Argentina, desde el Perú, desde Colombia una campaña para sustituirle por Santander o por San Martín, según el caso. A mí me ha tocado tropezar con Bolívar en forma que me ha obligado, por respeto a su memoria y a mi gentilicio, a darme a una labor cuya finalidad me duele.... Me voy de Costa Rica con otra molestia de tipo bolivariano. En la primera me encontré con Colombia. En esta segunda veo como las autoridades se pliegan a las pretensiones de Loudet, a quien el propio Gobierno detesta. Pero, mi querido Rivas, en la carrera diplomática y según los pueblos, vale más que comedido y culto, ser loco y molestar con la locura: Fernández de Soto, el colombiano, lo era, y este mi colega de Argentina, lo es de remate.” (287)
4.1.2 LA UNIÓN HISPANOAMERICANA Y LOS PROBLEMAS LIMÍTROFES
Una de sus primera labores consiste en preocuparse por difundir la grandeza de la figura
del Libertador Simón Bolívar, como figura fundamental que fue de la unión
Latinoamericana:
“Vivo en la conciencia de los pueblos del Nuevo Mundo el propósito de estrechar cada vez más sus vínculos unitivos, se siente también como la idea bolivariana adquiere contornos de realidad, que obliga a volver las miradas presentes hacia su vida prodigiosa. Diríase, y con sobrada propiedad, que es Bolívar como la piedra angular de esta maravillosa arquitectura de naciones que compenetradas cada vez más de sus ideales comunes, ponen los medios de salvar los grandes destinos de la democracia universal.” (288)
Se hace partícipe de los esfuerzos que hace Guatemala para lograr una unión
centroamericana:
“La tendencia unionista que se hizo visible en los trabajos de la Conferencia de Buenos Aires y los
(287) Ibid. págs. 173 y 174. (288) Ibid. Dirección Política Internacional, País Costa Rica, Exp. N° 227, 202, Año 1936.
203
buenos frutos de ella alcanzados, ha creado una corriente de simpatía hacia el proyecto guatemalteco de unificar, fuera de Centro América y en cuanto atañe a los intereses de los nativos de las naciones ístmicas, los servicios diplomáticos y consulares de los distintos países. Este proyecto se considera como el primer paso eficaz hacia la realización de la Unión Centro americana, ...” (289)
Sin embargo al parecer Costa Rica no desea la unión centroamericana como la desea
Guatemala y no permite que esos proyectos de unión se lleven a la práctica. Los
elementos de fricción que impiden la unión deseada por nuestro Libertador entre los
países latinoamericanos son observados ahora directamente por Mario Briceño-
Iragorry.
Y los desencuentros provienen nada menos que de esa Historia común que
supuestamente debería tender a unificarnos.
“Costa Rica según lo prueba su historia es enemiga de la Unión y sus habitantes fundamentados en una supuesta superioridad, detestan a los demás pueblos centroamericanos. Celosos de su semi-soberanía, ven con repugnancia toda renuncia a la auto-determinación política....” (290)
Todos sus ideales americanistas tratan ahora de ser puestos en ejecución y confrontan las
barreras que las Historias concretas de los países oponen a su logro.
Llevando a la práctica su política americanista empieza a hacer negociaciones para que
la novena Conferencia Panamericana se realice en Caracas, para esto Mario Briceño-
Iragorry pide el apoyo del gobierno costarricense (291) el cual termina dándoselo a
(289) Ibid. Exp. N° 226. Materia: Acerca de la política interna de Costa Rica. 24-4-37. (290) Ibid. Exp 211 (259), Materia: Política Centroamericana. Año: 1938. 13-12-38. (291) Ibid. Exp 207 (259) Materia: Carta de Ortega Martínez a Esteban Gil Borges. 14-1-39.
204
Colombia porque, según Briceño-Iragorry, pesa mucho el hecho de que el Presidente de
Costa Rica, Léon Cortés Castro:
(.... es hijo de colombiano y un hermano suyo, el que va de Delegado a Lima, -Octava Conferencia Panamericana, 1938- está casado con una hermana del Secretario de la Legación de Colombia) (292)
Está claro que este incidente deja una profunda huella en Mario Briceño-Iragorry, y en
ese momento decide poner su cargo a la orden. Sin embargo, la Cancillería venezolana
fija la legación en la ciudad de Guatemala y nombra Cónsul de Costa Rica a Luis Ortega
Martínez. Oigamos algunas palabras de Mario Briceño-Iragorry al respecto:
“Hoy por nota oficial, ratifico a U. mis cifras relacionadas con el desagradable incidente provocado por la actitud del Presidente Cortes y de su Canciller Zúñiga Montufar ..... A mí me tendría muy sin cuidado que dichos señores continuasen acreciendo defectos, pero me ha afectado profundamente, no sólo el desaire que le han hecho a Venezuela, sino la manera como se ha hecho quedar mi palabra ante ese gobierno. .... y yo hecho mío el consejo que dio al actual Embajador en Guatemala, mi amigo Martínez de Alva, un viejo diplomático japonés que se retiraba por anciano de la carrera cuando el mexicano la comenzaba: el diplomático debe saber callar pero no debe mentir. Yo tengo una manera de ser que no se compadece con la humillante situación que constituye un perfecto fingimiento ante personas desagradables y antes que el Gobierno de Costa Rica pueda declararme persona no grata, yo le suplico removerme de este cargo, que tanto debo a su bondad y generoso aprecio como a la distinción y vieja amistad con que me favorece el Señor Presidente.” (293)
A raíz de este incidente la sede de la legación se muda a Guatemala donde Mario
Briceño-Iragorry piensa que va a cumplir mejor su misión.
(292) Ibid. Exp 207 (259) Materia: A Esteban Gil Borges. 14-11-38. (293) Ibidem.
205
Nada mejor que el panorama centroamericano, con sus diferentes problemas limítrofes,
en el cual don Mario ve que Venezuela puede ser una mediadora eficaz, para tratar de
resolver los escollos que atormentan la paz de las diferentes Repúblicas. Nos habla de la
mediación de Venezuela en el problema limítrofe entre Honduras y Nicaragua:
“José Santiago Rodríguez, nuestro Representante Especial en las Conferencias de Mediación en el conflicto fronterizo nica-hondureño. Las labores de las conferencias, cuya dirección a nadie ha escapado correspondió al Delegado venezolano, han si (sic) parte a levantar el prestigio de Venezuela y de su ilustrada Cancillería.” (294)
Se empapa también de los problemas que enfrentó Guatemala con la creación de Belice
(295) y del incumplimiento por parte Inglaterra de los acuerdos firmados con este país;
señala a la Cancillería como Honduras se suma a la defensa de los intereses de
Guatemala y como Costa Rica, debido a los intereses económicos que tiene con
Inglaterra, prefiere no mezclarse en el conflicto:
“Entre las razones que aduce, en conversaciones particulares, el Canciller costarricense como justificativa del silencio de Costa Rica figura en primer término el temor de que cualquier declaración favorable a la tesis guatemalteca pudiera ir en detrimento de las relaciones comerciales entre Costa Rica e Inglaterra, ya que este país es el primer comprador de café costarricense.” (296)
Intenta Briceño-Iragorry que Venezuela se sume a defender los intereses de Guatemala
en el conflicto, pero las instrucciones de la Cancillería venezolana son claras y
terminantes.
“Día 23 por correo aéreo se dijo usted abstenerse hacer recomendación y de toda intervención.”(297)
(294) Ibid. Exp. 205 (259). Materia: Memoria anual de la Legación. 31-12-37. (295) Ver anexo págs. 266 a 276. (296) BRICEÑO-IRAGORRY, Mario. Exp. N° 37. Materia: Controversia entre Guatemala y Gran Bretaña por la
cuestión de Belice.2-4-1940 (297) Ibid. 26-2-1940. Ver anexo pág. 269
206
Al final la discusión se resuelve parcialmente, porque con elegancia y noblemente
Guatemala decide: “... suspender por ahora todo reclamo y propaganda, en el caso
Belice, tomada en cuenta la desfavorable situación en que la guerra ha colocado a
Inglaterra. Esto habla muy bien del espíritu de nuestra América.”(298)
Y por último analiza el conflicto entre Costa Rica y Panamá por los límites, que según
Mario Briceño-Iragorry, tiene entre sus causas el ser un problema político suscitado por
el Presidente panameño:
“Yo creo que nada extraño sería que el Presidente Arias jugara a esta maniobra, buscando proyecciones en el pueblo asustadizo de Panamá.” (299)
Esta es la forma como Mario Briceño-Iragorry pone en práctica su ideal de una Historia
latinoamericana unida. Trabajando por dejar el nombre de Venezuela muy en alto frente
a los otros países centroamericanos y tratando de entender los problemas históricos y
políticos por los cuales estos países no podían lograr su unidad. Explicaciones que eran
transmitidas en detalle a la Cancillería venezolana para que ésta se aprovechara de ellas
y tratara de proceder de acuerdo con sus observaciones.
4.1.3 LAS FUENTES DE PROGRESO HISTÓRICO
En este apartado trataremos los cuatro puntos básicos que Mario Briceño-Iragorry tenía
(298) Ibid., 12-6-40. (299) Ibid.Exp. 505. Materia: Política costarricense. 24-3-41.
207
como palancas fundamentales de desarrollo histórico y sobre las cuales reflexiona: 1. El
comercio adecuado de los productos. 2. La agricultura y la ganadería. 3. Las políticas de
protección al trabajador. 4. La educación.
En Costa Rica ellas tienen para él un estadio superior de progreso que el alcanzado en
Venezuela, y por eso las describe con todo detalle para que su ejemplo sea seguido por
nuestro país.
En primer lugar estudia las posibilidades que Venezuela puede tener en Costa Rica para
exportar sus productos:
“... he creído que con un poco de empeño de nuestra parte podría introducirse en este país ganado en pie y sus sub-productos elaborados por la Industrial ganadera. También se pueden traer licores finos (rones de primera, cremas y ponches). Muy de desear sería que el Gobierno dispusiese la creación de un Agregado Comercial para esta Legación...” (300)
Considera que Costa Rica tiene desarrollo agrícola debido a que se experimentan nuevas
políticas de cultivo y a que el agricultor costarricense recibe un mejor apoyo del
gobierno para realizar sus trabajos. Le preocupa que Costa Rica esté exportando a
Venezuela frutos como la piña y la papa que tradicionalmente se han podido cultivar en
nuestro suelo.
“.... El asombro que constituyó para mí de que se haya dado comienzo a la exportación de piñas para Venezuela, y que se trate de llevar papas de Costa Rica a nuestro país, dato que denuncia una desviación de nuestros instintos industriales, por tratarse de artículos que en nuestro suelo se producen en mejores condiciones que acá,...” (301)
(300) Ibid. Exp. 245 (226), Informe Anual de la Legación. 31-12-36. (301) Ibid. Exp. 212 (29), Materia: Política Económica, 2-6-38. Mario Briceño-Iragorry tenía ideas muy
originales sobre política agraria. Ellas se encuentran expresadas en su Epistolario de este período
208
Sus observaciones son pertinentes también con respecto al café porque considera que los
países cafetaleros no son tratados justamente por el comercio internacional. Para la
mejora de este producto se proponen en Costa Rica una serie de medidas que transmite a
Venezuela para que sean adoptadas por “el Instituto del café de reciente creación, para
una racional planificación de nuestra riqueza cafetalera.” (302)
No deja de observar que las firmas extranjeras acaparan los beneficios que el café
debería traer a la población y expresa que la situación de Costa Rica es similar a la
venezolana en este sentido. Bajo el subtítulo “Firmas alemanas acaparan beneficios del
café” nos dice:
“A pesar de la indiscutible ventaja que para el avaloramiento del grano representa el sistema de beneficios aquí usado, ya que uniforma los tipos y les da mercados firmes, haciendo posible la ingerencia de la Oficina liquidadora de precios, no se ha podido evitar que los capitalistas absorban las cosechas de los pequeños productores, a quienes sólo un régimen de cooperativas de beneficio, bajo el control y con el apoyo del Estado, pondría a salvo la integridad del fruto de la tierra y de su trabajo. El mismo sistema que padece el pequeño cosechero de acá, habrá de sufrirlo el minifundista venezolano, para quien la previsión gubernativa se ha detenido en sólo la oferta individual de despulpadoras manuales ... obligándolos a seguir bajo el régimen de explotación de los dueños de beneficios completos y del comercio acaparador. ...” (303)
1936 a 1941. Además de las citadas aquí provenientes de sus informes a Cancillería transcribiremos la siguiente: “Una buena política aconsejaría reducir el área cultivable que se destina al café, propender a que las regiones sembradas produzcan más, por medio de abonos y podas científicas, y que los que produzcan sea de mejor calidad, para competir con los tipos de Colombia y Centroamérica.¿ Crees tú que una sana y juiciosa política económica pueda ver con indiferencia que las vegas que rodean a Caracas estén destinadas al cultivo de caña? Incuestionablemente los dueños de estas tierras forman la oligarquía caraqueña, son los ricos que influyen sobre los hombres de la política y los hombres de la política tienen miedo al poder de los ricos. El Gobierno debiera temer algo de mayor peligro: el hambre de las masas.” BRICEÑO-IRAGORRY, Mario . Obras Completas. “ Carta a Francisco J. Parra. Ministro de Hacienda (1938-1941)” , Vol. 22, pág. 262.
(302) Ibid. Exp. 212 (29), Materia: Política Económica, 13-12-1938. (303) Ibidem.
209
La figura del acaparador que lucra sus beneficios de la extorsión del pueblo es
sumamente criticada por Mario Briceño-Iragorry en su epistolario. Esa figura podría ser
considerada como uno de los frenos para que el progreso económico y
consecuentemente histórico se hagan realidad.
“Pero, sobre todo, mi querido compadre, tomarla contra los acaparadores, criminales éstos como los propios homicidas. En un código penal, dónde más se mire al valor de la sociedad que al concepto feudal del individuo-señor, se deben castigar estos delitos de alcance anónimo en la masa, como si fueran homicidios intencionados. ¿Quién sube inmoderadamente el precio de la leche hasta hacerlo prohibitivo de los pobres, no mata a enfermos y niños?”(304)
Nos relata también, como Costa Rica acepta los modelos de agricultura de otros países
como es el caso de Japón, en relación al cultivo del algodón:
“La proposición japonesa para el cultivo de algodón. Se traerán cinco familias japonesas, que cultivarán cada una diez manzanas de tierra, y que servirán de modelo a los agricultores costarricenses, en especial para los estudios de rotación de la semilla base del cultivo científico de la fibra. ..... En conversación con el Señor Ministro Japonés y su secretario me abordaron el interés que para Venezuela tendría tanto la intensificación de su producción algodonera, y el logro de fibra uniforme, como el cultivo del Kapok (vilano de la Ceiba pantanera). Al efecto me propongo conferenciar con el técnico que actualmente se halla en esta ciudad, a fin de obtener una buena información acerca de los métodos de rotación de la semilla, conceptuados como esenciales para el logro de una buena fibra. “ (305)
Sin embargo, poco tiempo después en el año de 1938 se reporta en los informes un
espionaje japonés en Costa Rica, por lo que suponemos que este intercambio agrícola
podría tener intereses de otro tipo. (306)
(304) BRICEÑO-IRAGORRY, Mario . Obras Completas. “ Carta a Francisco J. Parra. Ministro de Hacienda
(1938-1941)” , Vol. 22, pág. 246. (305) Ibid., Exp. 226, Materia: Acerca de política interna de Costa Rica, 30-06-37. (306) Ibid., Exp. 212 (29), Materia: Política económica, 1938.
210
Desde que Mario Briceño-Iragorry llega a esta República quiere que se establezca una
migración de campesinos costarricences a Venezuela para que enseñen al venezolano
técnicas agrícolas. Sin embargo, la proposición no es aceptada por el Ministerio de
Agricultura y Cría.
“Este Ministerio ha quedado impuesto de las ofertas de servicios que hacen a aquella Legación técnicos y agricultores costarricenses, especializados en el laboreo del cafeto y del banano, pero hasta tanto mejoren las condiciones porque atraviesa la agricultura en el país, no considera conveniente fomentar la inmigración espontánea de esos elementos.” (307)
Nos relata con detalle las políticas alimenticias, de vivienda y laborales que protegen al
costarricense y que deben ser aplicadas porque el hombre es la palanca fundamental de
la evolución de una nación.
“La conclusión a que llegaron los profesionales, al considerar los distintos aspectos del problema sanitario costarricense, fue que más que de simple problema higiénico se trata de un hondo problema económico, cuya solución de lograrse en el terreno de la justicia social, sería la sola que pudiera, con la mejora de los salarios, elevar el índice de nutrición del pueblo y adecuar la habitación del obrero a sus perentorias necesidades. ...”(308)
Por eso se solidariza con la política de vacaciones y de vivienda que exigen los
(307) Ibid., Exp. 245 (226), Materia: Política económica, 1938. (308) Ibid., Exp. 212 (29), Materia: El informe del mes de enero. El Congreso sanitario. 5-02-38.
211
costarricenses. De la discusión de estas políticas envía sus conclusiones, que no dejan de
ser una comparación entre la situación costarricense y la venezolana.
“Se ha propuesto que el Gobierno asuma la construcción de viviendas económicas, pero se arguye que el Estado, demás de carecer de fondos para ello, es mal acreedor. I si esto se piensa acá, donde hay cierta noción de responsabilidad colectiva, que diremos entre nosotros. Otra corriente, acuerpa la idea de la formación de Sociedades de crédito, con contribución del Estado a cuenta de fondos perdidos, que garantice la disminución de las cuotas de amortización, sistema de suyo más razonable, y que acaso sea el que convenga en Venezuela. (309)
Por último observa otra palanca del desarrollo histórico donde Costa Rica supera a
Venezuela y es en la calidad de su Magisterio, sobre todo a nivel de la primaria. Aquí
también propone Mario Briceño-Iragorry otro tipo de intercambio diferente al propuesto
en el sector agrícola. Quiere que jóvenes venezolanos vengan a Costa Rica a estudiar la
formación docente.
“Sería de desear que nuestro Despacho de Educación pensionase varios jóvenes que tengan hecha instrucción media, y los enviase a hacer dos años de la enseñanza específica, aquí requeridos para el Magisterio. Así lograríamos un tipo de maestro, superior en mucho a nuestro actual Maestro de Instrucción Primaria y acorde con los planes seguidos en las reformas realizadas por los países más avanzados.” (310)
Existen serias reflexiones sobre la Educación en su epistolario. En Venezuela los
empleados públicos ganan mucho más que los docentes y que los agricultores. Por lo
tanto nadie quiere dedicarse a esas actividades que son productivas para el futuro de la
(309) Ibid., Exp. 226, Materia: acerca de la política interna de Costa Rica, 1937. (310) Ibid., Exp. 227, Materia: Sobre normalistas venezolanos que serán enviados por el M. de E. N. a cursar
estudios en Costa Rica. 1937.
212
nación. Caso totalmente contrario a lo que ocurre en Costa Rica.(311) Sobre el maestro
venezolano también nos dice:
“En nuestra educación venezolana ha faltado de manera absoluta la orientación requerida para crear vocaciones libres, o mejor dicho, conciencias que defiendan sus derechos de libertad. De ahí nuestro quiebre moral de pueblo.”(312)
Como la mayoría de los intelectuales latinoamericanos de estos años, don Mario veía en
el mejoramiento de la agricultura, el comercio, las condiciones del trabajador y la
educación, las herramientas fundamentales de nuestro futuro desarrollo. Como todos
ellos no atisbó que los países que dominarían la escena económica del futuro serían
aquellos que desarrollaran la tecnología. Sin embargo aún hoy la educación y las
condiciones económicas del trabajador siguen siendo uno de los elementos
fundamentales para apreciar el índice de progreso de un pueblo y en este sentido
Briceño-Iragorry no se equivocó.
4.1.4 LA UNITED FRUIT COMPANY: Un escollo en el progreso de los pueblos latinoamericanos
Uno de los obstáculos más grandes para el progreso de Centroamérica era esta
Compañía y no sólo para el progreso sino también para su unidad. Para Mario Briceño-
Iragorry no era desconocida la Historia de esta Compañía en territorio latinoamericano y
ante la posibilidad de su instalación en tierras venezolanas inicia una campaña a través
de sus informes diplomáticos para evitar que la United Fruit viniera a instalarse en
Venezuela.
(311) BRICEÑO-IRAGORRY, Mario. Cartas con destino. (Correspondencia Inédita).págs.153 y 154.
213
El estudio de estos informes, acerca de las actividades de esta Compañía, merecen una
reflexión aparte dentro de la investigación del pensamiento histórico de Mario Briceño-
Iragorry. Los informes que hablan de ella fueron enviados por el diplomático al
Ministerio de Relaciones Exteriores.
Las distintas denuncias (313) que hace Mario Briceño-Iragorry hablan de diferentes
tópicos, en los cuales él consideraba nefasta la intervención de la Compañía para la vida
de los países en cuestión.(314)
En Costa Rica la Compañía es atacada tanto por los órganos católicos de prensa como
por el partido comunista costarricense.(315) La actitud de este partido frente a la
transnacional despierta en Mario Briceño-Iragorry una gran simpatía hacia él. La
posición que asume hacia ese partido es muy diferente de la que tiene en Venezuela
hacia los comunistas en toda su obra del período gomecista. Observa que los comunistas
de ese país tienen una gran identificación con los ideales del proyecto liberal.
“El partido comunista, único definido, realiza una tesonera campaña en orden a ganar nuevas curules ....Mora es un convencido de la mejor buena fé, y a su talento suma una notada honradez pública..... Y pudiera decirse que lo por ellos pedido no pasaría de ser un paso de progreso racional de la burguesía liberal. (316)
(312) BRICEÑO-IRAGORRY, Mario. Cartas con destino. (Correspondencia Inédita).pág.97. (313) Ibid., Exp. 240, Materia: La United Fruit y la negociación Galavís-Montero. 1936. Este problema se
comenta también en su Epistolario en: Obras Completas ,Vol. 21, págs. 113 y 447. (314) Ibid., Exp. 245, (226). 1937. (315) “Me permito llamar la atención de U. hacia los artículos de La Epoca y del Señor Diputado
Comunista, Don Manuel Mora. La primera es órgano de los intereses católicos, y en el presente caso coincide con la campaña defensiva de la extrema izquierda en declarar tiránica la empresa que ha venido explotando esta República.” Ibid., Exp. 226, Materia: Acerca de política interna de Costa Rica. Octubre de 1937.
(316) Ibidem.
214
En un apartado subtitulado “Producción bananera libre”, propone que los países
centroamericanos comercien ellos mismos su propia fruta para liberarse de esta forma
del poder absoluto de la United Fruit Company:
“El Señor Gilberto Saborío, quien estuvo en Venezuela en asuntos relacionados con la explotación del banano, ha enunciado con muy buen éxito, y contra las previsiones de los que creen condenada al fracaso toda operación bananera no subordinada a los intereses de la United Fruit Co. la exportación de la fruta libre de la meseta central y de la región del Pacífico, hacia los mercados de San Francisco y Suecia.” (317)
La Compañía no permite que el juego político sea un juego serio sino subordinado a sus
propios intereses, lo que ocasiona mucha inestabilidad en estos países centroamericanos.
“...ninguno de los llamados partidos políticos de Costa Rica (excepción hecha del Comunista y ahora de la Confraternidad Guanacasteca, del socialista-cristiano Dr. Francisco Vargas) tienen contenido programático alguno... financiados por los mismos grupos capitalistas (United Fruit, Lindo Bros -capital inglés-, los cafetaleros y .... alemanes, y los capitalistas criollos de los bancos de Costa Rica y Anglo-costarricenses). Cuando estos grupos realizan la campaña política, Costa Rica parece al borde de una gran guerra civil,....” (318)
La Compañía interviene en las disputas limítrofes de los países centroamericanos,
impidiendo incluso que estos lleguen a un acuerdo en “Asunto de límites con Panamá”
nos dice:
“Esta tentativa fue violentamente adversada, por representar la cesión de una gran cantidad de tierra y juzgarse que en ello se movían intereses particulares de la United Fruit Company.” (319)
Nuevamente encontramos sus acusaciones el 24 de marzo de 1941:
“...obstáculos promovidos por la United Fruit en razón de que concesiones suyas en uno de los dos países
(317) Ibid. Exp. 212 (29) Materia: Sobre política costarricense. 31-12-38. (318) Ibid. Exp. 245, 226, Materia: Informe Anual de la Legación. 1937 (319) Ibid. Exp. 212 (29). Materia: Sobre política costarricense. 9-4-38.
215
(Panamá y Costa Rica) caerían en términos del otro.” (320)
El 2 de junio de 1938, llega a la siguiente conclusión sobre el problema bajo el subtítulo:
“Política económica. Las contrataciones bananeras”:
“Costa Rica entrega el rico litoral del Pacífico a las exacciones de la famosa empresa, que ha venido arruinando, no sólo la riqueza territorial, sino la independencia política y la moral pública, de los países donde cae como plaga asoladora.” (321)
Así que metódicamente señala todos los terrenos donde la United Fruit interviene para
que no quedara duda de lo nefasta que hubiera sido su intervención en territorio
venezolano. Las críticas de Mario Briceño-Iragorry tienen efecto y la Compañía no entra
en Venezuela.
Y terminamos con el siguiente comentario de Briceño-Iragorry subtitulado “Los
contratos de la United Fruit Company”:
“... es parte eficiente al soborno, material o moral, que ha ido permitiendo a esta Compañía apoderarse de las mejores influencias político-sociales. Es esta habilidad especial de la United. Para nosotros, más que el peligro que para la economía representan estas avanzadas del imperialismo, existe el mayor peligro de introducir con ella una fuente de corrupción pública. Nuestro clima moral, de suyo propenso al entreguismo, por falta de tradición cívica, se verá con una amenaza más para su proceso de mejoramiento..... Nada más racional que se piense explotar en forma la riqueza bananera, pero ello no es razón para que nos entreguemos en brazos de quien con nuestra riqueza, se llevará a su servicio de explotación, la conciencia de muchos compatriotas. (322)
4.1.5 LA SOLIDARIDAD ÍNTIMA
(320) Ibid. Exp. 505. Materia: Sobre política costarricense. 24-03-41 (321) Ibid. Exp. 212 (29), Materia: Sobre política costarricense. 2-6-38 (322) Ibid. Exp. 226. Materia: Acerca de la política interna de Costa Rica. 1-8-37.
216
Frente la precisión y exactitud de los Archivos de Cancillería que hablan de los
episodios históricos más resaltantes del acontecer mundial, escribió en estos años Don
Mario un epistolario íntimo dirigido y contestado por su entrañable amigo Caracciolo
Parra León (323) donde se presenta una discusión reflexiva de muchos de los
planteamientos históricos que habían sustentado el pensamiento de Mario Briceño-
Iragorry en la primera etapa de su vida.
La solidaridad expresada en una entrañable amistad siguió un camino platónico, donde
paulatinamente la relación iba adquiriendo un mayor grado de espiritualidad. Los
autores tratados, primero tuvieron una experiencia de escolaridad común en la
Universidad de Mérida y en los claustros de la Universidad de Caracas. En segundo
lugar ambos sintieron una gran pasión hacia el estudio de los tiempos coloniales. Luego
manifestaron una gran preocupación por los problemas sociales del país y coronó esta
estrecha amistad su preocupación religiosa.
En la descripción del amigo entrañable utiliza conceptos filosóficos provenientes de su
reflexiones del capítulo anterior. Caracciolo Parra León encarnaba en el mundo real
alguna de las ideas que Mario Briceño-Iragorry expresaba en su época gomecista: era la
(323) Nuestro autor lo consideraba más que un amigo. En sus cartas lo califica de hermano:”Bien sabe U.
que para mí Caracciolo más que un camarada, era un hermano. Su muerte me ha abatido profundamente, con decirle que a la pobre Josefina apenas he podido hacerle cuatro líneas, pues sobre no poder coordinar palabras, la vista, turbia por las lágrimas, no me deja hacerlo.” Ibid., Obras Completas. “ Carta a Nicolás E. Navarro” , Vol. 22, pág. 85, 5 de marzo de 1939. Después de leer la producción publicada y no publicada de don Mario que este trabajo estudia, su confesión de que no puede “coordinar palabras” es bien explícita acerca de su estado de ánimo. En los momentos más difíciles, como la muerte de sus familiares o en circunstancia políticas bien delicadas, el lenguaje no se agotaba nunca para nuestro autor. Incluso al final de su exilio el famoso siquiatra español le da un consejo: “Cuide Ud. de su salud y escriba, escriba mucho.” Ibid., “Carta de Juan J. López Ibor.” Vol. 21, pág., 484, 25 de enero de 1958.
217
“coincidentia oppositorum” (324), ya que conjugaba en sí mismo la pasión y la fría razón.
Esto era un ideal en el cual Caracciolo Parra, según Mario Briceño-Iragorry, trataba de
imitar a Platón.
“Ponía el divino Platón, decíame en carta, la verdadera armonía en el ágil dominio de la razón sobre la sensibilidad y sobre el apetito.”(325)
También Caracciolo Parra León era una persona destinada a construir con su
personalidad una estatua perfecta.
“Nació signado por el destino para labrar una estatua ejemplar y tomó como materia viva su propia personalidad.” (326)
Este modelo no podía quedarse sin proyección y trascendencia sino que debía servir de
ejemplo a las nuevas generaciones, las cuales no tienen ejemplos a quienes imitar.
Además de la huella de este epistolario podemos conseguir en el trabajo “Trayectoria y
Tránsito de Caracciolo Parra 1901-1939” (327), dos trabajos más que subyacen en su
estructura: Uno es un análisis que hace Julián Padrón del pensamiento de Caracciolo
(324) BRICEÑO-IRAGORRY, Mario. Obras Completas. “Trayectoria y transito de Caracciolo Parra (1901 -
1939).” Vol. 2, pág. 37. 1940. (325) Ibid. pág. 36. También hay referencias a dicha amistad en la página 109 del mismo libro. El
epistolario más completo se encuentra en: BRICEÑO-IRAGORRY, Mario. Obras Completas , Vol. 22, págs. 287 a 341.
(326) Ibid., pág. 37 (327) Ibid., pág. 36.
218
Parra León en la Revista Nacional de Cultura y el otro la contestación de Mario Briceño-
Iragorry a Julián Padrón, por medio de una carta, defendiendo los pensamientos de su
amigo.
A raíz de la muerte de Caracciolo Parra León - el 9 de Febrero de 1939- se editaron
notas de condolencia en esta revista y un artículo que se refiere a la polémica sobre la
importancia de la educación en la vida colonial venezolana y su incidencia en el
movimiento de Independencia venezolano. Polémica ya tratada a través del discurso de
Incorporación del autor a la Academia Nacional de la Historia "La instrucción en
Caracas, 1567-1725”. Julian Padrón elogia a Caracciolo Parra León con los siguientes
términos:
“Caracciolo Parra fue un hombre que desde su adolescencia consagró sus esfuerzos al trabajo de hacerse un ciudadano del pensamiento. No de otra manera se explica que en tan temprana edad desempeñara de modo tan brillante las cátedras de Principios Generales del derecho y de Filosofía que leía en la Universidad Central de Venezuela.” (328)
Sin embargo no está de acuerdo Julian Padrón con las tesis acerca de la educación colonial
en Venezuela. Por lo tanto contradice las tesis de Caracciolo Parra acerca del tema con los
siguientes argumentos:
“Las tesis universitarias que presenta el Dr. Parra como muestras del grado de evolución de la Instrucción de la colonia en Venezuela no prueban el progreso intelectual de la enseñanza, sino, a lo sumo el afán de conocimiento del estudiante. .... la obra de esos hombres prueba hasta la evidencia que sus ideas políticas están tomadas de la Revolución Francesa y de los escritores ingleses.” (329)
(328) PADRON, Julian. “Exposición de la Tesis Histórica del Dr. Parra León sobre
la Instrucción de la Colonia.” Revista nacional de cultura, pág. 53. (329) Ibid., pág. 56. En el libro Cartas con destino (Correspondencia Inédita) de Mario Briceño-Iragorry
págs. 125 a 131 está la carta de Mario Briceño-Iragorry a Julian Padrón aquí señalada.
219
Estas argumentaciones que reviven nuevamente las opiniones manifestadas por este
autor dentro del seno de la Academia y la ya citada polémica de Mario Briceño-Iragorry
con César Zumeta, motivan a nuestro autor a hacerle una carta defendiendo las tesis del
amigo difunto con la cual construye parte del artículo.
“Colaborador de Parra en su labor hispanista, juzgué deber mío dirigir a Padrón larga carta que pusiera en claro la verdadera intención de nuestros pensamientos.” (330)
Le señala a su interlocutor al principio de su epístola como:
“Desgraciadamente la historia de las ideas, más que la crítica de los hechos, suele sufrir la retrospectiva del presente”(331)
De esa manera le informa a su interlocutor cómo las ideas que se tienen acerca de los
hechos histórico y en concreto sobre la importancia de la Colonia en nuestra Historia
están profundamente mediatizadas por la cosmovisión de los historiadores en el
momento en que escriben.
En cosecuencia con esto, en esa carta observamos una evolución en sus planteamientos
con respecto a sus opiniones expresadas en el capítulo anterior. Expresa que la
Revolución Francesa fue una causa de la Emancipación de Hispanoamérica, (332)
-externa- pero causa al fin:
“A estos principios causales se agregaron dos más, de carácter externo: la independencia de Norteamérica (donde no había, según Miranda, a la hora de la emancipación el grado de cultura que existía en Caracas) y el fuego rebelde que atizó en las conciencias la Revolución Francesa, confundidos ambos en la obra formidable de la propaganda
(330) BRICEÑO-IRAGORRY, Mario. Obras Completas. Vol. 2, págs. 26 y 27 (331) Ibid. Cartas con destino (Correspondencia Inédita) de Mario Briceño-Iragorry pág. 125 (332) Ver cita 236, pág. 104 de este trabajo.
220
mirandina. (Duarte Level y Gil Fortoul colocan en su justo sitio las proporciones de estas influencias)” (333)
También reflexiona sobre la relación entre la religión Católica y la Colonia. No había
entre ellas una relación de causalidad directa. La Colonia debía ser defendida por ella
misma no por el signo católico que la caracterizaba. (334)
“Católica o no católica, hubo una cultura que dio fruto, y el fruto fue bueno. El fruto fue nada menos que la Independencia.” (335)
Reflexiona también acerca del daño que hacen las tesis dentro del campo de la Historia y
nos dice:
“No creo que en Historia haya verdades peligrosas. Habrá peligrosas utilizaciones de tesis históricas.” (336)
Comunica a Julian Padrón en su correspondencia como había evolucionado su
comprensión de la relación de la Historia con la verdad:
“Presénteme U. una verdad que destruya de raíz mis conclusiones, una verdad neta, una verdad donde no juegue ninguna pasión, ningún interés, ninguna vanidad, y yo abrazo por mejor esa verdad nueva, haré a un lado la mía, que pasará a sólo ser mía, es decir, verdad egoísta, verdad de uno, porque su verdad y la mía, Padrón, deben ser la misma, porque deben ser la Verdad. Yo no he intentado imponer por medio de defensa sistemática las conclusiones a que he llegado en materia histórica, creo mucho en el carácter provisional de las verdades históricas. Cada conclusión de un historiador es una piedra, buena o mala, para un edificio que construyen otros. La historia no puede nunca ser obra unilateral; todo lo contrario, examen de multitudes, requiere multitud de juicios.” (337)
Nos habla aquí Mario Briceño-Iragorry de su posición epistemológica que es la misma
que se manifiesta ante el saber histórico. Para él existe una única verdad, sin embargo en
(333) Ibid., pág. 29. (334) Ver cita 225, pág. 99, de este trabajo. (335) BRICEÑO-IRAGORRY, Mario. Obras Completas. “Trayectoria y tránsito de Caracciolo Parra. (1901 -
1939), pág. 29. (1940) (336) Ibid., pág.31.
221
las obras de los hombres ésta no está expresada o no puede ser expresada absolutamente
por lo tanto debemos dejar que se expresen las verdades que nuestra humanidad
consigue para poder conseguir algo que se aproxime a la verdad total mediante ellas. De
allí la importancia que para él tenía la discusión en el conocimiento histórico y en
cualquier otro conocimiento.
Pero tal vez la discusión más apasionada entre Mario Briceño-Iragorry y Caracciolo
Parra León sea la referente al significado de los términos izquierda y derecha. Este
intercambio de ideas no sólo se realiza con su amigo íntimo sino con otros personajes
como José Gil Fortoul, por ejemplo:
“La confusión de conceptos que se observa hoy en el mundo, plantea para los intelectuales y juristas un problema de difícil solución: ¿qué son derechas e izquierdas en el orden de la política y de la estructura interior de los hombres? “(338)
La clasificación de estos conceptos ocupa una parte muy importante de su expresión
epistolar en Centroamérica, que podemos calificar de abundantísima. Mario Briceño-
Iragorry se califica a sí mismo como hombre de derechas:
“Soy hombre de derechas, como Ud. lo sabe, aunque Venezuela nunca formaría en las otras derechas, como Ud. tan justamente las llama, pero entiendo que, por serlo, no tengo ninguna obligación de declararme defensor de las viejas formas del Estado feudal.” ( 339)
(337) Ibid., Cartas con destino (Correspondencia Inédita) de Mario Briceño-Iragorry págs. 130 a 131. (338) Ibid. Obras Completas. “ Carta a José Gil Fortoul” , Vol. 21, pág. 285, 25 de marzo de 1938. (339) Ibid. “Carta a Rafael Caldera R.” Vol. 20, pág. 518, 23 de enero de 1937.
222
Para luego pasar a decir que es anticapitalista y cooperativista:
“Por ej. yo me defino católico derechista, pero anticapitalista y cooperativista en lo económico.”(340)
Sin embargo para su amigo este problema que inquieta la mente de don Mario no tiene
ninguna base en la realidad venezolana. En ella las diferencias ideológicas no existen. Los
venezolanos sólo intentan copiar estas diferencias de otros países. Piensa que su amigo se
deja llevar por un excesivo romanticismo al intentar imprimirle ideas al acontecer político y
social venezolano, que no manifiesta en ningún momento su presencia. En esta opinión se
manifiesta Caracciolo Parra León como un original pensador de la realidad venezolana, que
para algunos tendrá razón, para otros, no; pero ningún crítico inteligente, que vea esta frase
puede leerla sin tratar de profundizarla, por lo que supone para nuestro presente.
“Si entre nosotros hubiera derechas e izquierdas como en algunas partes de Europa, habría lucha de ideas, convencimiento de algo ideal, sacrificios de orden superior, verdaderos partidos..... y todo eso, con perdón, está a mil leguas de distancia. Lo único que hay, fuera de muchas tendencias interesadas, soberanamente personalistas, es el prurito de querer usar para nosotros la terminología europea ...” (341)
Sin embargo la definición de estos dos términos sigue preocupando a Briceño-Iragorry
hasta el final de sus días. En este sentido no hizo caso a la opinión de su amigo. Sin
embargo consideraba que mezclar el componente religioso en estas conceptualizaciones era
muy arriesgado, porque en Venezuela había habido un matrimonio muy bien avenido entre
las derechas, la negación de lo divino y la explotación del trabajador.
“Pero nosotros (Caracciolo y yo) entendíamos como derechismo todo aquello que representase el dominio de lo espiritual sobre lo material. Había una pugna contra lo
(340) Ibid. “Carta a Caracciolo Parra León” Vol. 22, pág. 321, 10 de mayo de 1937. (341) Ibid. “Carta de Caracciolo Parra León,.” Vol. 22, pág. 297, 9 de diciembre de 1936.
223
religioso, que encabezaban los derechistas de hoy; había negación de la cultura que no tuviese tinte racionalista (conoces nuestra lucha por defender la vieja cultura colonial); había menosprecio para el hombre que quisiera hacer pública su fe religiosa. Con el nuevo régimen, y para hacer oposición a ciertas tendencias marxistas, los católicos de buena fe, que hubieran podido engrosar un partido neto de derechas, aceptaron engañados, un maridaje miserable con fuerzas desplazadas por la opinión democrática y que trataban de defender viejos sistemas de explotación del erario público. Ese fue el paso fatal de la genuina derecha.” (342)
Caracciolo Parra León hizo reflexionar a Mario Briceño-Iragorry a través de su
epistolario y probablemente Briceño-Iragorry también hizo reflexionar al amigo. Lo que
ocurre es que debido a su temprana muerte no nos ha quedado constancia de este
proceso. Esta interacción positiva había empezado en Venezuela, pero las circunstancias
políticas poco propicas a la reflexión habían impedido que ésta profundizara sus raíces
en don Mario. Reconoce, éste, el positivo influjo de su amigo y del ambiente
costarricense en su persona.
“Era hombre de fría reflexión, y juzgaba peligrosa la violencia de mis idealismos. Además, él estaba metido en la fragua ideológica que fue Caracas durante aquellos años; yo, en cambio, respiraba el aire manso del ambiente costarricense.” (343)
4.1.6 UNA HISTORIA MORAL
La transformación que experimenta nuestro autor en tierra costarricense pudo ser
observada por nosotros en sus nuevas explicaciones en torno al concepto de la
causalidad. Concepto muy ligado en Tapices de Historia Patria a una explicación
biológica de los hechos históricos y a una interpretación determinista de la Historia.
(342) Ibid. “Carta a Joaquín Gabaldón Márquez.” ” Vol. 21, pág. 204, 24 de marzo de 1939. Paréntesis
224
Vemos en Mario Briceño-Iragorry una evolución con respecto al fenómeno de la
causalidad aunque no duda acerca de su presencia en la Historia. Permite el ambiente
costarricense junto con los nuevos autores estudiados y discutidos en él y el cambio
político ocurrido en Venezuela, que introduzca dentro del concepto de causalidad
histórica un nuevo elemento, no de índole biológica como era explicado este fenómeno
dentro de nuestro tercer punto, sino de índole espiritual.
Esto se manifiesta en un artículo enviado de Costa Rica a la Revista Nacional de Cultura
en el año de 1939 titulado “Nuestro balance con el tiempo”
“La causalidad no descansa sólo en un concepto de materialidad social, ella es el resultado de un acoplamiento de funciones donde tanto juegan los principios como los hechos. Sin descuidar lo realístico, es decir, la certidumbre del medio en que actuamos (defectos, virtudes, tareas sociales, ambiente intelectual, situación económica) debemos ir contra la realidad pasiva, que en lo político social está representada por tipos y formas cuya modificación se impone.” (344)
La Historia va a ser definida de una manera diferente a la expresada en su época
gomecista, en la cual la misma no podía asumirse como una actividad caótica. Allí el
historiador era un constructor de puentes que organizaba la Historia.(345)
Ahora la Historia es un poliedro irregular. No hay un solo punto de vista en la
comprensión de la misma:
aclaratorio.
(343) BRICEÑO-IRAGORRY, Mario. Obras Completas. Vol. 2, “Trayectoria y tránsito de Carracciolo Parra. (1901 - 1939), pág. 22. (1940).
(344) Ibid., “Nuestro balance con el tiempo” Revista Nacional de Cultura. N° 10 Itálicas igual a comillas en el original. Negrillas nuestras. pág. 5 y 6. Esta discusión sobre la causalidad aparece también en una carta dirigida a Numa Quevedo el 30 de Mayo de 1938 desde San José de Costa Rica. Ibid. Obras Completas Vol. 23, pág. 415.
(345) Ver en este trabajo el punto 4.6: Tapices de Historia Patria o la justificación de un orden histórico.
225
“La historia no se prepara con un solo criterio y desde un solo punto de partida. Más que un cubo de líneas acabadas, es un poliedro irregular, porque irregular, es la manera de proyectarse en ella la actividad social. Ojalá tú, con tu amplio criterio, abordaras estos temas de metodología de los estudios históricos en tu cátedra del Pedagógico.” (346)
Como vemos para Mario Briceño-Iragorry está claro que debe venir un cambio
fundamental en la manera cómo la realidad histórica ha venido siendo analizada e
interpretada por los venezolanos. Estos se han concentrado demasiado en estudiar el
hecho, lo real y no han intentado conferirle un elemento espiritual que dirija y cambie el
curso de lo determinado por el medio.
“Definición de realidades dices en tu discurso y entiendo por ello eso que yo llamo balanza con el tiempo, es decir profundizar en la raíz de lo nuestro, no para acomodar a los hechos cumplidos la línea de nuestro progreso social, sino en el orden a buscar la cifra que sirva para levantar el nivel presente hasta la posición que reclama la cultura.” (347)
En su epistolario escrito en estas fechas nos da instrucciones valiosas para poder hacer
un estudio de la conducta de los hombres venezolanos con cierta validez. En esta
opinión vuelve a destacar la importancia que para él tiene el destino o sino en el
transcurrir histórico:
“Mi juicio es, como varias veces lo comentamos allá, que no se puede aplicar un criterio generalizador a los hechos de Venezuela. Se trata de considerar individuales. Para ello es necesario estudiar responsabilidades de persona a persona y dejar también su lado al sino, elemento que juega papel
(346) BRICEÑO IRAGORRY, Mario, Obras Completas.“Carta a Mariano Picón Salas”,Vol.23, 10 de febrero
de 1941. (347) Ibid. “Nuestro balance con el tiempo” Revista Nacional de Cultura. N° 10 págs. 7 y 8. Había que romper
con el determinismo histórico representado por la producción de Laureano Vallenilla Lanz. “Olvidemos la hora en que Vallenilla Lanz, con talento ejemplar, buscó razones en nuestra Historia para legitimar los pasados regímenes de fuerza; en cambio extraigamos de ese mismo pasado, polifacético, toda aquella rica virtualidad de nuestra vida cívica que sea capaz de llevarnos a la estructuración de un simbolismo público que sirva de vindicación de nuestros hechos y de normas para la vida por venir.” Ibid. Obras Completas “Carta a Luis Correa.” Vol. 20, pág. 691, 22 de Junio de 1937.
226
poderoso en la interpretación de los sucesos sociales.” (348)
Sin embargo de su mentalidad positivista todavía le queda la creencia de que en la
Historia de Venezuela existen circunstancias que por repetirse constantemente adquieren
para él los atributos de una ley.
“Más de una vez te he escrito acerca de la alianza muda e inconsciente que celebran con las fuerzas revolucionarias las autoridades que se niegan a la natural evolución de las formas jurídicas. Toda nuestra Historia política es una comprobación de la justeza de esta ley sociológica, pero desgraciadamente la lección que deriva de nuestros anales no ha sido para que se la tome en cuenta.” (349)
En un discurso pronunciado por Mario Briceño-Iragorry ante la sociedad de Geografía e
Historia de Costa Rica en Marzo de 1941 titulado “Palabras” demuestra también una
evolución con respecto a las afirmaciones de su Historia anterior porque propone ahora
una Historia moral comprometida con el presente, en otras palabras una Historia
solidaria con el tiempo donde transcurre.
Analiza primero lo que habían sido las Historias que trataban de nuestras guerras de
Independencia. El discurso histórico representaba un retazo de paz frente a las
agitaciones de la realidad social. Un sitio libre del tumulto de la vida política. Como en
la vida real no era posible la libertad, en la Historia se conseguía la oportunidad de
hablar cómodamente y sin miedo de lo que los historiadores querían:
“La musa que no halla presente la libertad para cantarla, se acoge a la evocación de los tiempos,
(348) Ibid. Carta a Federico Alvarez Feo. Guatemala 24 de abril de 1939. En: Cartas con Destino.
(Correspondencia Inédita.) pág. 119. (349) Ibid. Carta a Numa Quevedo, San José de Costa Rica,6 de Mayo de 1940. pág. 144.
227
para mantener el recuerdo de las grandes virtudes de aquéllos que otrora supieron defenderla.” (350)
Incluso la Historia a veces sirvió como medio de evasión en las tierras latinoamericanas
para no ocuparse de los acuciantes problemas que la realidad social planteaba, dedicaban
su tiempo a investigaciones que por no afectar ya a nadie, no creaban problemas ni
choques con el ambiente. Podían con las realidades históricas crear una metáfora del
presente. Al no hablar directamente del mismo la Historia se convertía en un almohadón
que amortiguaba la crítica directa que tendrían que hacer de él.
“Esto explica que nuestro medio fuera por demás propicio a las investigaciones del pasado, y que nuestra intelectualidad, desoyendo muchas veces las propias condiciones temperamentales, se diera con fervor y examen de aquellos hechos que no rozaran sino mediatamente, al través de la causación y del contraste, con la realidad que afloraba en forma de barrera para la libre expresión del pensamiento.” (351)
Por eso en el epistolario de esta época Mario Briceño-Iragorry afirma la importancia de
la Historia viva.(352) Llega incluso a negar que su “temperamento” tenga esa inclinación.
Explica que ha escrito Historia sólo por obligación.
“Creo que ni tú ni yo seamos historiadores temperamentales; lo hemos sido a la fuerza. Cuanto hubiera preferido yo en lugar de inquirir la pesada historia de los fundadores de Trujillo, estudiar las causas del hambre y del atraso de nuestro pueblo” (353)
La Historia se convierte en Costa Rica en un campo moral. Esta moralidad de la Historia
proviene de una interrelación con la realidad social del presente, que ahora debe ser
tomada por el trabajo histórico como un imperativo, como una necesidad.
(350) Palabras del Dr. Mario Briceño-Iragorry. Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario de
Venezuela en Panamá y Centro América, al ser recibido como Socio Honorario de la Sociedad de Geografía e Historia de Costa Rica. La paginación es nuestra ya que el original no la tiene.
(351) Ibid., pág. 2.
228
“Este concepto dinámico de realidad operante da una significación de ámbito moral a los estudios históricos.” (354)
Tenemos que hacer una Historia que revele los aciertos y errores del pasado y que sea
útil a nuestro proyecto actual como nación Latinoamericana. Esto implica convertir a la
Historia en una herramienta futura de la construcción de nuestras nacionalidades. La
Historia rígida e inmóvil que pintaba a un héroe sin relación con nuestro presente ya no
tiene para él ningún sentido.
“Nuestra libertad no está garantizada por la espada inmóvil del héroe hecho bronce en las estatuas, donde parece anquilosarse la Historia de viejo tipo romántico.” (355)
El futuro va a tener entonces la potestad para juzgar el pasado, y no sólo eso, va a tener
la atribución de juzgar la labor del historiador frente a su tiempo. Por eso la Historia
poseerá una responsabilidad moral frente a la posteridad. En ella no se batirá sólo el
alma de manera individual frente al bien o el mal, sino que tendrá como uno de sus fines
fundamentales el mejoramiento de la sociedad.
La Historia se convierte también en esta época en un campo importante para el juego del
pensamiento, de la idea. En la Historia se va a manifestar la lucha dialéctica de la idea
con la realidad. La incorporación de las ideas hegelianas dentro de la Historia va a ser un
elemento nuevo dentro de su comprensión de este período.
(352) “No es momento el actual para rebuscar papeles viejos, a que soy tan adicto. Nuestro sitio está en
medio del dinamismo de la hora, haciendo historia, pero viva.” Ibid. Obras Completas, “Carta a Don Augusto Mijares”, Vol. 22, pág. 17, 21 de noviembre de 1937
(353) Ibid. Obras Completas “Carta a Luis Correa.” Vol. 20, pág. 690, 22 de junio de 1937. (354) Palabras del Dr. Mario Briceño-Iragorry . Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario de
Venezuela en Panamá y Centro América, al ser recibido como Socio Honorario de la Sociedad de Geografía e Historia de Costa Rica. La pág.inación es nuestra ya que el original no la tiene.Ibid., pág. 3.
(355) Ibidem.
229
“A los rígidos moldes de la eurística sustituye un vuelo de alas que lleva el pensamiento a enfrentarse consigo mismo, en un proceso dialéctico del cual surja la síntesis guiadora. Porque la Historia es una prolongada meditación sobre la suerte del espíritu que informa la cultura.” (356)
Sin la contradicción no se llega a la verdad. La idea tenía que ser sometida a un proceso
de discusión dialéctica para poder alcanzar la plenitud. “Que resulte una paradoja, ello
no importa, pues sin la contradicción no se llega a la verdad.” (357)
En esta lucha las definiciones categóricas que no permiten discusión, no tienen para
Mario Briceño-Iragorry ningún sentido. Venezuela es un medio poco propicio para el
juego dialéctico de la idea. De allí deriva nuestra propensión a la intolerancia que
conduce a la poca relación entre la idea y la realidad. Entonces, la idea no se manifiesta
en nuestro proceso histórico caracterizado por la rigidez (poca riqueza de la idea) o por
la hipocresía (idea falsificada).
“Las definiciones exclusivistas, que parecieran impropias de quienes se abandonan al escepticismo en cuestiones morales, son de lo contrario, hijas muy propias de esa flaqueza, ya que con ellas se intenta vallar toda tentativa hacia la mutua indagación de la verdad, llamada, al lograrse, a desnudar las conciencias y a responsabilizarlas en sus actos públicos.” (358)
La idea y la realidad están profundamente relacionadas. Existe entre ellas una poderosa
(356) Ibid., págs. 3 y 4. (357) Ibid., Obras Completas. “Carta a Rafael Caldera.” Vol. 20, pág. 541, 20 de septiembre de 1937. (358) Ibid.,pág. 571, 17 de abril de 1938.
230
interacción que es expresada sobre todo por medio del derecho:
“No creo en la tesis letárgica de quienes sostienen que el legislador carece de fuerza para modificar los rumbos de la sociedad. Creo en el poder de las ideas. Los hechos sociales son alterados al contacto de los grandes principios ideológicos.” (359)
La crítica resulta un instrumento poderoso para permitir día a día la perfectibilidad de la
idea, por eso se debe ejercer constantemente. No hay que tenerle miedo a la
comunicación de nuestras fallas, ello es sólo parte de un proceso que nos conducirá a la
verdad. Esto es aceptado y comprendido por el destinatario de estas cartas -por estas
fechas- quien responde a nuestro autor:
“Envíeme los análisis de todo género, que no hay cosa que tenga más precio que un buen crítico; un crítico inspirado en el bien del criticado, un crítico sereno, consciente; hasta la lejanía y la comparación con otros paisajes dará enorme valor a su crítica. No me deje esperando. Se lo ruego en nombre de la Patria.” (360)
No es casual que la idea de libertad tenga en este discurso una importancia nueva no
encontrada tampoco en su obra anterior, gracias al influjo de Hegel.(361) La libertad es
buscada como un valor fundamental dentro del desenvolvimiento social del hombre.
“Nuestra libertad necesitamos ganárnosla diariamente, por el esfuerzo constante que sumemos al que realizaron las pasadas generaciones.” (362)
(359) Ibid.,“Carta a Numa Quevedo.” Vol. 23, pág.453, 6 de mayo de 1940. (360) CALDERA, Rafael. “Carta a Mario Briceño-Iragorry.” Vol. 20, pág. 528, 10 de enero de 1937. (361) Más tarde Mario Briceño-Iragorry fijará su posición con respecto al pensamiento de Hegel: “Yo sin
embargo, insisto en mirar la vida del pueblo a través de las vicisitudes del Estado. En éste, como en la religión, miro las más encumbradas expresiones de una Cultura. No soy hegeliano. No creo en el mito del Estado. Considero, en cambio, que el Estado es el índice más cabal, si no absoluto, de la capacidad cultural de una nación. En ciertas épocas de la Historia, el Estado se miró como fin. En nuestra concepción humanística de la vida, el Estado es instrumento encaminado a la realización del hombre.” BRICEÑO-IRAGORRY, Mario.”Carta a Mariano Picón Salas.” Vol. 20, pág. 112, 26 de agosto de 1956.
(362) Palabras del Dr. Mario Briceño-Iragorry. Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario de Venezuela en Panamá y Centro América, al ser recibido como Socio Honorario de la Sociedad de Geografía e Historia de Costa Rica. La páginación es nuestra ya que el original no la tiene. Ibid. pág. 3 y 4.
231
Se va a enfatizar, ahora, la importancia que la guerra de Independencia tuvo para
Venezuela ya que en ella fue la idea de libertad la que hizo evolucionar al medio
establecido por la Colonia.
Además, el intelectual y el historiador -quien es para Briceño-Iragorry sólo una forma de
intelectual, como veremos más adelante en el capítulo de la solidaridad intelectual-
necesitan un clima de libertad, si no es imposible ejercer estos oficios.
“Yo insisto en sostener que corresponde al intelectual una posición de lucha en medio de la gran batalla que libran la libertad y la opresión, pero dicha posición se basamenta en defender la libertad que es esencial para la vida del espíritu.” (363)
La lectura de Hegel por el autor en esta etapa se va a expresar dentro de su pensamiento
y va a estar unida al otro elemento que se mantiene intacto de su época anterior y es su
creencia en la importancia de la religión como elemento fundamental del desarrollo
histórico. Y más aun la Historia para él tiene un profundo sentido religioso.
“La Historia resulta desde esta dual posición como un examen de conciencia y como un acto de fe en nuestros destinos de hombres, obligados a dignificar y mejorar los tesoros de la tradición que formaron nuestros Padres. Examen de conciencia y acto de fe como en las prácticas penitenciales, que ponen de resalto su profundo sentido religioso.” (364)
En Costa Rica Mario Briceño-Iragorry se abrió a distintas ideas sobre la Historia y a
una nueva realidad, que hace su visión de los problemas sociales más clara y amplia que
en su etapa anterior, por eso podemos hablar de una evolución en su obra.
(363) Ibid., Obras Completas “Carta a Rafael Caldera.” Vol. 20, pág. 580 y 581, 7 de diciembre de 1939. (364) Ibid. Palabras del Dr. Mario Briceño-Iragorry . Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario de
Venezuela en Panamá y Centro América, al ser recibido como Socio Honorario de la Sociedad de Geografía e Historia de Costa Rica. La páginación es nuestra ya que el original no la tiene, pág.4.
232
Pareciera que la Historia tuviera un fin, un último escalón en el cual convergerían todas
las fuerzas del desarrollo histórico:
“Cuando el hombre se haga solitariamente pacífico, cuando aprenda a comprender en silencio que junto a sí hay un semejante con iguales derechos a sentirse feliz, surgirá la paz social, y se realizará la justicia por que anhelan los pobres y los desheredados, cuya suerte nos embarga.” (365)
Termina este breve discurso, tan importante para el análisis de su pensamiento histórico,
haciendo un llamado a la solidaridad latinoamericana y recordando la unión y substrato
común que tienen todas estas tierras, por los conquistadores que vinieron del mismo
solar Ibero, por los aborígenes andinos -ya estudiados por él en el capítulo anterior- que
están presentes en varias partes de Latinoamérica y por la presencia del negro en muchas
partes de nuestro continente.
Finaliza el discurso evocando la importancia de Simón Bolívar como el principal
promotor de una Historia americana unida.
“No podía , señores, terminar sin esta cita del Padre de mi Patria, al evocar los destinos de Nuestra América, que él quiso una y fuerte, sin más fronteras que las anchas playas de sus mares, fecundos de caminos para comunicar nuestra pujanza y nuestro espíritu a los hombres, por el odio, cansados, del viejo mundo.” (366)
4.1.7 UN PROYECTO POLÍTICO
Así como su libro fundamental de la época gomecista es Tapices de Historia Patria, que
(365) Ibid., Obras Completas “Carta a Rafael Caldera.” Vol. 20, pág. 555, 2 de febrero de 1938. (366) Ibid. Palabras del Dr. Mario Briceño-Iragorry . Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario de
Venezuela en Panamá y Centro América, al ser recibido como Socio Honorario de la Sociedad de Geografía e Historia de Costa Rica. La páginación es nuestra ya que el original no la tiene el original pág. 6.
233
propone problemas históricos de indiscutible importancia para el autor, en Temas
Inconclusos expresa un ideario político a seguir por las naciones hispanoamericanas
producto de la transformación ocurrida en este autor con el impacto del medio
costarricense.
“Quiso Bolívar que se unieran los pueblos de América en una vasta democracia de naciones, que garantice la paz y la justicia en nuestro continente, cuna ayer y, a pesar de largas noches sin estrellas, abrigo siempre de la Libertad.” (367)
No hay que olvidar que este libro fue escrito bajo el impacto de los sucesos que
conmovieron al mundo a raíz de la segunda guerra mundial, tiempo en el cual parecía
que todos los valores habían naufragado y que el mundo se hubiera vuelto una película
de terror. Frase como éstas son consecuencia de dicha situación:
“...sentido frankensteiniano de una civilización que, negándose a sus fines, se creyó constructora de dioses. Hoy, esos mismos dioses la devoran. Esas ideas mías, recogidas en forma que hasta disimula su desacoplamiento original, son ideas volanderas, ideas de todos los que se asomen al fondo del abismo que el odio y la desolación moral han abierto ante nuestros pasos inciertos.” (368)
Ahora la democracia se constituye en el sistema ideal de Gobierno que debe ser seguido por
las Repúblicas Latinoamericanas. El impacto producido por la segunda guerra mundial
ocasionada, entre otras cosas, por la dictadura férrea de Hitler en Alemania hace que el
modelo de la dictadura como gobierno ideal desaparezca por completo de este libro. Esto
sumado a la transformación política que vive Venezuela la cual inicia su apertura hacia la
vida democrática, hace que se haga hincapié en este proyecto político con las características
que describiremos aquí en Temas Inconclusos:
(367) BRICEÑO-IRAGORRY, Mario. Obras Completas. Vol. 6, “Triunfo y tragedia de Bolívar”, pág. 77, (1938). (368) Ibid. “Carta para dedicar” pág. 14, (1941).
234
Este libro va a destacar las condiciones que el ser humano debe cultivar para conseguir un
desarrollo democrático más pleno como por ejemplo la virtud de la tolerancia.
“... ese nuestro perpetuo estar colectivo en función destructora del semejante aconseja una tesonera y prudente prédica de tolerancia. Tú al escribir te sitúas en un plano filosófico que pudo hacerte olvidar momentáneamente la tragedia de la intolerancia venezolana, esa tragedia que va desde lo político hasta lo literario y que invade tanto el campo del arte como las menudas situaciones de nuestra vida diaria.” (369)
Afirma que la intolerancia es una actitud venezolana. Según él, los venezolanos
aceptamos muy poco las opiniones divergentes a la nuestra. Necesitamos mucho
ejercicio para que la intolerancia nuestra permita la racional discusión de los problemas.
El hombre para hacer viable el proyecto democrático debe cultivar ciertas virtudes como
la laboriosidad y la honestidad pública de las que puede servir como modelo nuestro
Libertador Simón Bolívar. De él tenemos que olvidar aquellos pasajes o retratos que nos
lo representan en la cama:
“La cama en la mitología bolivariana hace un mal símbolo. Representa todo aquello que nos sobra: pereza, abulia, tabúes, paludismo, hambre.” (370)
Pero tenemos que recordar su generosidad y su conducta impecable frente a los negocios
públicos reflejada en su muerte sin riquezas:
“.... sin segunda camisa mejor entran los hombres públicos a la gloria de la posteridad. Tema digno de meditación para una cruzada contra el peculado.” (371)
(369) Ibid. “De la tolerancia y de la enmienda.” pág. 27, (1940). (370) Ibid. “Del reposo de Bolívar.” ,pág. 81, (1941). (371) Ibid. pág.82.
235
Debe existir una actitud honesta por parte de los ciudadanos venezolanos que
necesariamente practiquen la sinceridad en el diálogo, de manera que éste pueda
influenciar la realidad y convertirla en algo perfectible. Un país que le rinda culto a la
mentira y no sienta respeto por la verdad tampoco puede tratar de construir en él un
sistema democrático:
“Ocultar ideas, silenciar verdades, aparentar posiciones, para medrar con el beneplácito mayoritario o con la prebenda que reparten los poderosos, es actitud que no resiste el más ligero examen. Eso no es rectificar. Eso es traficar con la integridad moral. Y con la moral se trafica una sola vez. El trato, por alto o bajo precio, agota la materia.” (372)
Se plantea aquí una democracia en la que no exista una igualdad horizontal de todos los
individuos, sino que asegure primero un sustento básico a todos sus componentes, para
después tener en cuenta sus distintos grados de desarrollo. Por eso él mismo califica su
concepto de democracia como una “paradoja”(373).
Esta democracia debía estar dirigida por un Estado protector que aunque no era
totalitario tendría que ser “productor y creador de valores”(374).Con estas condiciones
estamos hablando de un Estado fuerte. Esta concepción del Estado la mantendrá nuestro
autor a través de toda su vida, incluso en la época de Pérez Jiménez. Pero, nos
preguntamos nosotros ¿será posible la democracia dirigida por un Estado tan fuerte?
El concepto de democracia jerarquizada tiene en cuenta los méritos de los ciudadanos
(372) Ibid. “De la tolerancia y de la enmienda.” pág. 33, (1942) (373) Ibid. “La paradoja de la democracia.” pág. 35. (374) Ibid. pág.40.
236
para construir una sociedad ordenada acorde con estos. Y de esta forma los más
capacitados regirán los destinos de los otros hombres. Esto coincide con su proposición
anterior de una clase dirigente que debería regir los destinos de los otros hombres, como
también con el concepto de democracia propuesto por el Ariel de Rodó en 1900.
“Es Thomas Mann quien proclama que la verdadera democracia no puede estar nunca carente de cierto elemento de aristocracia, pero de aristocracia no tomada en el sentido del nacimiento y del privilegio, sino de aristocracia del espíritu”. (375)
Son los valores del espíritu los que regirán esa democracia que Mario Briceño-Iragorry
aspira, ellos serán el norte a seguir por los individuos que luchen por ese sistema político
ideal, que no será solamente una solución pragmática para los problemas humanos sino
que contribuirá al engrandecimiento del espíritu por su fundamentación en los valores
espirituales.
“Justamente la valla que detiene la (sic) avenidas demagógicas reside en el respeto a los valores espirituales que sirven a jerarquizar la sociedad. ”(376)
Todas estas reflexiones sobre la democracia se verán enriquecidas por sus lecturas de
Jacques Maritain que empiezan precisamente en estos años, concretamente en 1940. El
pensamiento de este autor tendrá influencia, junto con el de otros autores en el
pensamiento histórico de Mario Briceño Iragorry en los años subsiguientes que serán
estudiados de aquí en adelante.
“Por noviembre del 40 escribía el filósofo católico Jacques Maritain su admirable libro “A travers le desastre”, apenas llegado a nuestras manos a la altura
(375) Ibid. “Triunfo y tragedia de Bolívar,” pág. 74, (1938), itálicas nuestras igual comillas en el original. (376) Ibid. “La paradoja de la democracia”. pág.36.
237
de estos días angustiosos de diciembre, en la excelente traducción de Luis Alberto Sánchez.”(377)
4.2. LA SOLIDARIDAD POLÍTICA. (1941–1945)
4.2.1 ISAÍAS MEDINA ANGARITA Y MARIO BRICEÑO-IRAGORRY: Los ideales historiográficos se vuelven realidad.
Las relaciones amistosas entre Medina Angarita y Mario Briceño-Iragorry constituirán
motivo de un estudio especial en este trabajo; por la importancia que el mutuo apoyo
afectivo, intelectual y político significó para estos dos personajes en el transcurso del
tiempo que les tocó vivir.
Sin embargo, la amistad entre ambos personajes no siempre tuvo el mismo tono ni la
misma intesidad, por eso ella va a ser sometida a un estudio cronológico que nos hablará
también de las circunstancias de nuestro acontecer histórico-político.
Del mismo modo no dejan de hablar de la historia social de Venezuela las ideas,
aspiraciones y valoraciones que sustentan las amistades de nuestros grandes personajes,
porque es en las relaciones interpersonales donde los valores de una cultura o de un
subgrupo de ella se actualizan o se carnalizan. Es en las relaciones sociales de los
(377) Ibid. “Leyendo a Maritain.” pág.136, (1941).El pensamiento de Maritain enriquecerá el pensamiento
político y social de Mario Briceño-Iragorry. Contribuyendo a su reflexión en conceptos como el de democracia aquí tratado y el de Persona frente a individuo, implicando estos dos conceptos una oposición. La persona es el desarrollo del ser humano en función social y religiosa; el individuo en función, únicamente egoísta. Sin embargo pensamos que la orientación tomista de Maritain no es similar a la orientación agustiniana de Don Mario.
238
hombres donde podemos ver los valores en acción, donde podemos estudiar su vigencia,
que no necesariamente se corresponde con la formulación teórica de los valores en una
cultura.
Medina Angarita y Mario Briceño Iragorry se conocieron en el año de 1912, en la
Escuela Militar de Caracas:
“...antigua Academia Militar ....Ya era Medina un apuesto cadete cuando lo conocí a fines de aquel mismo año. (...) En nuestra primera noche de Año Nuevo caraqueño compartimos la modesta y sabrosa hallaca y la escasa copa de vino ... sobre los blancos manteles de las bondadosas y honorables señoritas Silva.” (378)
El carácter cariñoso de Medina se va a hacer manifiesto desde estos primeros años
cuando en el afecto de su “.... hermano Julio buscaba el calor del hogar lejano.” (379)
Por eso estaba esa noche con jóvenes estudiantes que esperaban que la Universidad
abriera sus puertas de nuevo.
Debido a que la Universidad continúa cerrada, Mario Briceño-Iragorry ingresa en la
escuela militar, donde profundiza su relación con Medina hasta el año de 1914, cuando
juntos salen de permiso con el General Esteban Chalbaud Cardona. Medina y Chalbaud
Cardona continuarán la carrera militar. Don Mario insistirá en ir a la Universidad y se
graduaría en 1920 de abogado en la Universidad de los Andes.
(378) BRICEÑO IRAGORRY, Mario. Obras Completas. Vol.2, pág. 471.(1953). (379) Ibid. pág. 472.
239
En los años que transcurren entre 1914 y 1941 ambos personajes se convierten en
figuras de gran importancia en el acontecer político venezolano:
“Desde 1914 hasta 1945, la vida de Isaías Medina Angarita había sido una rutilante parábola de éxitos. Hecho oficial, permaneció como profesor y jefe de Cadetes en el prestigioso Instituto. Más tarde fue instructor de tropas y secretario del Ministro de Guerra y Marina. ... al lado del General Eleazar López Contreras trabajaba un oficial -Medina- que se había atrevido a hablar en presencia del Caudillo de la necesidad de restaurar el civismo como método de Gobierno. ....En el difícil reacomodo político que le tocó presidir al General Eleazar López Contreras, Medina Angarita tuvo activa y valiosa participación como Ministro de Guerra. ... Cuando fue electo Presidente, muchos temieron que el paso de ganso llegase a ser ejercicio diario que asustara a los modestos transeúntes. Su gobierno, en cambio, se distinguió por un espíritu de libertad, de justicia y de tolerancia que hacía evocar, para verlos superados, los viejos gobiernos románticos de Vargas, de Soublette, y de Rojas Paúl. “(380)
En cuanto al desempeño político de Mario Briceño-Iragorry, nos encontramos con una
figura que había ejercido, durante el régimen de Juan Vicente Gómez, la Secretaría del
Congreso en los años 1921 y 1922, y se había dedicado a cargos diplomáticos como el
Consulado de Nueva Orleans en los años de 1923 y 1924; había ejercido la Secretaría de
la Gobernación de Trujillo en 1927; fue Jefe Civil de Valencia en 1928 y se incorpora
como miembro de la Academia Nacional de la Historia en 1930. Desempeñó el Cargo de
Ministro Plenipotenciario en las Repúblicas Centroamericanas entre 1936 y 1941,
durante el gobierno de Eleazar López Contreras y había regresado en los inicios del
gobierno del General Medina Angarita para desempeñarse como Director del Archivo
Nacional en el año de 1942.(381) Prosiguió en 1943, su carrera política como Presidente
(380) Ibid. págs. 472 y 473. (381) En estos años de 1941 y1942 Mario Briceño-Iragorry forma parte de dos proyectos relacionados con
la difusión del libro y la cultura: el Club de los Zoquetes y la Sociedad Venezolana de Bibliófilos. La Historia de ambas asociaciones es relatada por Pedro Grases en sus Obras Completas, Tomo XIV, págs. 77 a 93.
240
del Estado Bolívar. Todo esto ha sido mencionado en las etapas anteriores de este
trabajo.
La actuación de Mario Briceño-Iragorry en el Archivo General de la Nación durante el
Gobierno de Medina no deja de ser destacada.
Contrató durante ese tiempo a un experto para que autenticara unos documentos de
Bolívar y concluye con:
“... los documentos de Colombres Mármol reproducidos en la obra del señor Carbia son una falsificación, a nuestro parecer, en lo cual intervino un solo calígrafo; probablemente de época reciente, con ánimo de lucro, abusando del loable afán patriótico del señor Colombres Mármol. (382)
Algunos Presidentes en Venezuela, como Medina Angarita, podían ocuparse de
problemas históricos y se mostraban muy interesados en la difusión del pensamiento
histórico. Esta preocupación en el caso tratado no era delegada en otras personas, sino
que era expresada por el propio Presidente directamente; situación que se pone de
manifiesto frecuentemente en la correspondencia que envía Medina Angarita a Mario
Briceño-Iragorry:
“También le expreso los sentimientos de satisfacción con que me impuse de las reminiscencias que me formula Ud. en su aludida correspondencia, y al tomar nota del propósito de esta Sociedad de publicar el Bosquejo de la Historia Militar de Venezuela por el General Austria, le renuevo las sinceridades de mi sincero aprecio y consideración.”(383)
(382) “Informe presentado por Mario Briceño-Iragorry al Director de la Academia Nacional de la Historia,
Caracas, 14 de Febrero de 1942.” Anexo pág.20. (383) Las contestaciones encontradas escritas por el Presidente Medina a Don Mario también aparecerán
en el Anexo. MEDINA ANGARITA, Isaías. “Correspondencia de Isaías Medina Angarita a Mario Briceño-Iragorry. Archivo Histórico de Miraflores, Miraflores, 1° de Septiembre de 1942.” Anexo pág.112. Además de las cartas recopiladas en nuestro anexo, otras cartas han sido publicadas en las Obras Completas, Vol. 21, págs. 549 a 579.
241
En el año de 1943 Mario Briceño-Iragorry prosigue su carrera política como Presidente
del Estado Bolívar y allí se desempeña fielmente de acuerdo a la política del Presidente
Medina Angarita y demuestra cuan identificado está con sus ideales en el libro Palabras
en Guayana, publicado en 1945. Existe también toda una correspondencia que se
conserva inédita en el Archivo de Miraflores acerca de la actuación de Briceño-Iragorry
en Guayana.
“Fiel a las consignas de mi Partido, en cuyas bases programáticas se halla contenida la teoría del Gobierno que dirige el General Medina Angarita, y seguro de la comprensión constructiva del pueblo guayanés, yo he pedido a éste su decidida cooperación para abocarnos juntos a la obra de progreso que reclama esta rica región de la Patria.” (384)
Medina había observado de cerca la suerte del Estado Bolívar y, cuando en 1942, el
Orinoco inundó las tierras de Guayana, él personalmente había ido al sitio de la tragedia.
“Con palabra esperanzada lo proclamó el Presidente Medina, cuando al recibir el justo homenaje que el pueblo de Caracas le ofreció a su regreso de la histórica gira a los países bolivarianos, anunció al pueblo su propósito inmediato de seguir a esta ciudad a imponerse de los alcances de la devastación. Y Ciudad Bolívar vio al Presidente, confundido con el pueblo, en la rápida curiara que sustituyó al automóvil para el recorrido de la ciudad inundada. “(385)
Las ideas motoras de la actuación de Mario Briceño-Iragorry en esta época que son la
expresión de la política medinista, pueden ser sintetizadas de esta manera:
En primer lugar, la necesidad de crear en Venezuela un régimen democrático fuerte y
(384) BRICEÑO-IRAGORRY, Mario. Obras Completas. “Mensaje a la Asamblea Legislativa en las Sesiones
de 1944. “Vol. 11, pág. 97. (1944) (385) Ibid. pág. 100.
242
sólido, que permita alcanzar nuestra independencia económica y consolidar nuestra
independencia política:
“En este gran pedazo de la Patria venezolana, donde la tierra es ancha y caben millones de hombres deseosos de trabajo y de concordia, consolidará, como ayer consolidó en ella la segunda república que ganó la independencia, la esperada etapa progresista de la democracia que garantice, con la independencia política y moral, la independencia económica de los venezolanos. En Guayana duerme el porvenir de Venezuela.”(386)
Tanto Medina Angarita como Briceño Iragorry piensan que el basamento de una
democracia son los partidos políticos y por lo tanto se esfuerzan enormemente en la
consolidación del Partido Democrático Venezolano.
Medina Angarita es muy claro en las razones que incidieron en la necesidad de la
creación del Partido Democrático Venezolano y así se lo comunica a su amigo en carta
enviada el día 16 de diciembre de 1943.
“Al auspiciar en forma decisiva la fundación de (sic) Partido Democrático Venezolano, lo hice convencido de que era de inaplazable necesidad para el afianzamiento de los principios democráticos que nuestras instituciones proclaman, organizar políticamente a la inmensa mayoría que ha venido dando apoyo entusiasta a la acción política de mi gobierno a fin de que se pudiera establecer la base imprescindible para una verdadera democracia, para un efectivo régimen de opinión mayoritaria y para que un gobierno acogido con el creciente beneplácito de todos los venezolanos, se perpetuase, como ya tuve la ocasión de proclamarlo públicamente, no en los hombres, sino en los principios y en los ideales. ... Estoy seguro de que usted sabrá contribuir con su acción inteligente a hacer de esta organización el instrumento fundamental de la política democrática que estamos empeñados en implantar definitivamente en el país y que, con ese objeto, procurará en todo momento dar realce al partido, alentar el esfuerzo de los hombres que en el militan y conservar la mayor
(386) Ibid. págs. 92 y 93.
243
armonía y cohesión con sus organismos directivos.”’ (387)
Mario Briceño-Iragorry se dedica a esta tarea en Guayana con la misma fuerza e ímpetu
con que Medina se lo planteaba. Para él la fundación de un partido está directamente
relacionada con el buen ejercicio de los valores democráticos.
Esto se demuestra en el combate que se libra en el Estado Bolívar con motivo de la
elección de los Senadores y Diputados, que debían representar al Estado en el Congreso
durante el siguiente período electivo y sobre las reformas que, se pensaba, debían
hacerse a la Constitución Nacional. En la correspondencia de Mario Briceño-Iragorry
con el Presidente podemos apreciar que la confrontación electoral más fuerte se da entre
el partido Acción Democrática y el Partido Democrático Venezolano, confrontación que
ambos personajes temen pueda desembocar en hechos violentos.
El 22 de mayo de 1944 escribe Mario Briceño Iragorry al Presidente:
“En mi telegrama del sábado le anuncié la llegada a ésta de Rómulo Betancourt. Hubo poco calor popular, a pesar de la propaganda, para su recibimiento. Al Aeropuerto concurrió poca gente. Acción Democrática preparó un mitín para el sábado, pero se le negó el permiso por estar concebida la solicitud de permiso en forma irregular. Ayer dieron el mitín anunciado, conforme al Programa adjunto, .... Betancourt sale hoy para San Félix y de allí irá a Upata para regresar el miércoles. Yo he hecho que el P.D.V. destaque hacia San Félix un dirigente que observe las actividades de Acción Democrática e inicie de inmediato una propaganda por nuestro Partido.” (388)
Continúa con el mismo tema:
(387) MEDINA ANGARITA, Isaías “Correspondencia de Isaías Medina Angarita a Mario Briceño-Iragorry.
Miraflores, 16 de diciembre de 1943.” Anexo pág.113. (388) BRICEÑO-IRAGORRY, Mario. “Correspondencia de Mario Briceño-Iragorry a Isaías Medina A. Ciudad
Bolívar, mayo 22 de 1944.” Anexo pág.54.
244
“En Ciudad Bolívar la campaña de A.D. ha llegado a límites de procacidad y exaltación provocadora. Yo he aconsejado a las autoridades y amigos la mayor calma frente a tales ataques, reservando toda acción ejecutiva para el caso de que procuren alterar el orden público. Y si llegaren a este extremo, descanse usted en la seguridad de que mi calma sabrá convertirse en oportuna violencia. (389)
Comunica también en octubre cuáles son las debilidades del P.D.V. en Bolívar: 1° Falta
de disciplina partidista, 2° Una campaña muy agresiva de A.D. 3° “Una labor de ataque
al andino... (390) 4° .... el inconveniente de la falta de dinero, pues los gastos electorales
en este Estado son excesivos, dadas la distancia y dificultad de los transportes. (391)
Sin embargo, persiste Mario Briceño-Iragorry en la creencia de que las dificultades
ayudan a fortalecer el ser de las cosas y pensaba, que de todos estos inconvenientes, el
P.D.V. saldría robustecido.
“Todas estas dificultades y lo caldeado del ambiente han sido, sin embargo, buena parte para que ya se vaya sintiendo el Partido. Está apareciendo cierta conciencia partidista que promete una futura estructuración masiva de nuestros (sic) movimiento.” (392)
Como vemos esta correspondencia demuestra ampliamente la confrontación electoral
que se vivió en estos años. En dicha confrontación el Partido Democrático Venezolano
obtiene el triunfo y Mario Briceño Iragorry declara que:
“... he procurado hacer prácticos los ideales de dignificación y libertad que constituye parte de su vasto programa político.”(393)
(389) Ibid. “Correspondencia de Mario Briceño-Iragorry a Isaías Medina. Ciudad Bolívar, octubre 12 de
1944.” Anexo pág.71 (390) Ibidem. (391) Ibidem. (392) Ibidem. (393) Ibid. “Correspondencia de Mario Briceño-Iragorry a Isaías Medina. Ciudad Bolivar, 16 de enero de
1945. Ver anexo pág. 98.
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Además de sus gestiones por la creación del Partido Democrático Venezolano, convierte
en realidad una de sus tesis históricas más queridas: el restablecimiento de la autonomía
y derechos de algunos de los Municipios del Estado Bolívar.
Trabaja para reestablecer los ejidos que habían sido asignados al Callao y Nueva
Providencia los cuales habían sido arrebatados a estos Municipios por el Código de
Minas. Demuestra la ilegalidad de ese Código de Minas emitido en 1885, para
complacer intereses personales que abiertamente va en contra de la disposición del 28 de
marzo de 1853. Escribe, entonces, una carta comunicándole la situación al General
Medina el 13 de abril de 1944.
“De admitirse la disposición usurpatoria del Código de Minas, tendríamos que convenir que mientras existía una ley vigente que ordenaba dotar de ejidos a las poblaciones, existía otra que facultaba para despojar a las mismas tierras que la primera le otorgaba a nombre de la Nación, lo que jurídicamente, es inaceptable.” (394)
En un análisis del pensamiento histórico de Mario Briceño-Iragorry hay que destacar
que la mayoría de los historiadores no se preocupan, y muchos menos tienen la
oportunidad, de llevar sus sueños a la práctica. Briceño-Iragorry está constantemente
tratando de vincular sus ideas históricas con su práctica política y laboral. Esto ya lo
había conseguido en Costa Rica cuando impidió que la Fruit Company entrara en ese
momento a Venezuela y se vuelve a lograr aquí en Guayana cuando escribe una
legislación y la ejecuta sobre los derechos de las Municipalidades de Guayana.
(394) BRICEÑO IRAGORRY, Mario. Obras Completas Vol 18, “Los Ejidos del Callao.” pág. 514, (1944).
246
El mismo declara que estos hechos están inspirados en sus investigaciones históricas:
“Y en la apretada madeja de la Colonia hallé, como torre que orientaba el proceso de la cultura cívica, el viejo Municipio español, renaciente y entero en su vigor rebelde, a pesar de los mandobles que le asestaron Carlos I, y sus absorbentes consejeros flamencos. Aprendí que la organización social de Venezuela y sus Provincias se realizó en torno al viejo Cabildo y supe que allí, como sobre firme yunque, se forjó el espíritu arisco de la naciente nacionalidad.” (395)
La conciencia venezolana se había fortalecido en el Municipio, fenómeno que él
aspiraba se siguiera produciendo a través de esta célula social en la Venezuela de la
primera mitad del siglo XX que aún no había alcanzado ese objetivo.
“Y al terminar su período constitucional el 31 de diciembre de 1944, el Consejo del Distrito Heres sancionó el Acuerdo que sigue: .... Artículo 1°- Tributar un VOTO DE APLAUSO al ciudadano Doctor Mario Briceño-Iragorry, actual Presidente del Estado Bolívar, como demostración de la gratitud del Consejo Municipal del Distrito Heres por haber propugnado y logrado se le restituyera a los Consejos Municipales del Estado Bolívar el ejercicio de su autonomía, magno y trascendental suceso que constituye un hecho histórico en los anales de su vida política y una conquista en la existencia institucional de estos Cuerpos.” (396)
Como vemos su corta Presidencia en el Estado Bolívar nos habla de lo impregnada que
estuvo su acción política de su ideario historiográfico. En este momento cabe
nuevamente una pregunta de nuestra parte. ¿Se ha beneficiado la Historia con su
(395) Ibid. Vol 11, pág. 112, “Palabras al entregar al Municipio de Ciudad Bolívar la ley que le devuelve su
autonomía” (1945). Durante el Gobierno de Eleazar López Contreras en su Epistolario se manifiesta indignado porque se le han arrebatado atribuciones a la Municipalidad de Caracas. Rafael Caldera considera que Mario Briceño-Iragorry por defender la idea de la Municipalidad se olvida de los hechos concretos y de las pugnas políticas que están en juego: “Comencemos por el problema municipal. Ni siquiera –podría haberlo hecho- se limita a la exposición de la pura teoría municipal, desligada de los hombres que la sustentan. Esa pura teoría (la de su cata pública a Andrés Eloy) ya sería absurda en un hombre de acción y en historiador. Ud. sabe mejor que yo que los sistemas sociales no valen cuanto los hombres que las (sic) representan.” Ibid. Obras Completas. CALDERA, Rafael. Carta de Rafael Caldera a Mario Briceño-Iragorry. Vol. 20, pág. 563, 17 de abril de 1938.
(396) Ibid. “Palabras en Guayana” pág. 76.
247
separación del campo político y su ejercicio puramente intelectual y científico sin
aplicaciones prácticas?
Por estas fechas Mario Briceño-Iragorry le expresa al General Medina sus deseos de
regresar a Caracas donde su familia está reclamando su presencia.
“Yo hubiera deseado tener oportunidad de pormenorizarle personalmente mi situación familiar. Mis hijos están solos en Caracas, bajo el gobierno de una tía y marchan irregularmente en sus Colegios, por la falta de orientación paterna. Mi mujer quiere acompañarme acá y yo desearía que lo hiciera, pues tengo largos hábitos de vida hogareña, pero, ni su salud ni la inmediata atención de los hijos, se lo permiten. Esto no obsta para que yo le sirva donde usted quiera tenerme y me crea útil. Pero estas líneas más que al Jefe de la Nación y a mi superior político, van dirigidas al viejo amigo y compañero de juventud y al padre de familia que se siente aliviado de sus rudas faenas de gobierno cuando prodiga a sus hijos sus atenciones y cariños.” (397)
Ocurre en enero de 1945 otro incidente relacionado con la riqueza de esta región que no
deja de ocasionar problemas a Mario Briceño-Iragorry porque son pocos los recursos del
presupuesto nacional destinados a resolver sus problemas y a consecuencia de ello los
Guayaneses han desarrollado una conciencia autonómica que los hace desconfiar de las
legislaciones provenientes del Centro.
Concretamente esto se presenta con más fuerza cuando surge una disputa por el
beneficio que se puede obtener de la explotación de una mina de oro llamada “San
Buenaventura”:
(397) Ibid. “Correspondencia de Mario Briceño-Iragorry a Isaías Medina. Ciudad Bolívar, Noviembre 7 de
1944.Ver anexo pág.92.
248
“... el pueblo desea que el Gobierno declare zona de la mina de libre aprovechamiento o conceda un consorcio de vecinos para su explotación, lo cual se considera ventajoso en estos momentos de mala situación para los mineros.” (398)
Sin embargo el Gobierno por medio del Dr. Gustavo Herrera, Ministro de Fomento,
decide:
“suspender por el momento toda explotación en los terrenos correspondientes a la citada mina, ... hasta que el ejecutivo Federal decida sobre la posibilidad de establecer en esa zona reservada, algunos de los medios de explotación que autoriza la ley de Minas y su Reglamento.”(399)
Mario Briceño-Iragorry, cónsono con sus ideales declarados ya desde Costa Rica, desea
que el beneficio de la mina redunde en los habitantes de la región y no vaya su ganancia
a manos extranjeras.
“Es de esperarse que la explotación de la mina se resuelva de la manera más favorable y que redunde en efectivo beneficio de los mineros de la región, pues la situación difícil y miserable porque atraviesan hace necesario la intervención del Gobierno Nacional en el sentido de que se les proporcione trabajo y pan, lo que traería un cambio favorable de la situación, especialmente en cuanto al orden de cosas allá existentes con motivo de la alarma que ha cundido por las diferentes versiones sobre la manera como se hará la explotación de la mina.”(400)
No sabemos cuál de estos sucesos influye más en su cambio de destino a Caracas, si su
toma de partido por los mineros de Guayana donde no se muestra muy de acuerdo con
el Ministro de Fomento, si sus peticiones para regresar a Caracas ya leídas, o el final
exitoso para el P.D.V. en las elecciones en enero de 1945. Luego de todo esto se le
(398) Ibid. Correspondencia de Mario Briceño-Iragorry a Isaías Medina. Ciudad Bolívar, 9 de enero de
1945 (399) HERRERA, Gustavo. Correspondencia de Mario Briceño-Iragorry a Isaías Medina. Ciudad Bolívar, 29
de enero de 1945. (400) Correspondencia de Mario Briceño-Iragorry a Isaías Medina. Ciudad Bolívar, 23 de enero de 1945.
Ver anexo pág.101.
249
comunica que es necesario un cambio en la Presidencia del Estado Bolívar en febrero de
1945. A lo cual él contesta muy halagado:
“He tenido el honor de recibir su apreciable correspondencia del 31 de enero último, en la que me comunica que, necesidades políticas, le indican la conveniencia de un cambio en la Presidencia de este Estado y que, al efecto, me prepare para su entrega a la persona que sea designada para sustituirme. .... Una vez más le doy las gracias por la confianza que en mí depositó al designarme para cargo tan honroso y al recibir con agrado y honra las manifestaciones de aprecio y de amistad con que me favorece, compláceme repetirle que siempre seré para Usted el mismo amigo que le quiere con lealtad y sincero cariño desde la lejana juventud, cuando Usted no presentía la grave y honrosa responsabilidad de dirigir los destinos de la República.” (401)
Para el 19 de abril de este mismo año, Mario Briceño-Iragorry inaugura las sesiones de
la Cámara del Senado como Presidente del Congreso. Cabe destacar, en este momento,
por su valor histórico, la elaboración por el Congreso de la Ley de Protección y
Conservación de Antigüedades y Obras Artísticas de la Nación y la Ley de Archivos
Nacionales. Las dos están firmada por Briceño-Iragorry como Presidente del Congreso.
(402) A este cargo había llegado por haber sido recomendada espontáneamente su
candidatura por el Directorio Nacional del P.D.V. a la Asamblea Seccional del Estado
Trujillo. El Presidente del Senado saliente, Manuel Egaña, los Senadores y por supuesto,
el Presidente Medina Angarita vieron con agrado su designación. (403)
Ya en mayo de este año serios nubarrones amenazaban la amistad que habían mantenido
estos dos hombres durante largos años. Las causas de esto son analizadas por el propio
(401) Ibid. “Correspondencia de Mario Briceño-Iragorry a Isaías Medina. Ciudad Bolívar, Febrero 4 de
1945.” Ver anexo pág.104. (402) Ibid. Obras Completas, Vol. 19, págs. 456 a 467. (403) Ibid. Su presidencia del Congreso de la República y otros testimonios. (1945-1954), pág. 29.
250
Mario Briceño-Iragorry en un escrito titulado: “Mi Presidencia del Congreso”.
Ya el discurso de inauguración de las sesiones coloca a don Mario en una actitud
incómoda frente a los partidarios del General Eleazar López Contreras:
“Ellos creyeron aludir a la política del ex Presidente en la referencia que hacía a la expulsión de ciudadanos que autorizaba la Constitución de 1936.” (404)
En este discurso declara abiertamente que haría todo lo posible por hacer viable el
proyecto de unas elecciones directas a las cuales concurriría todo el pueblo de
Venezuela. Posición que a mi juicio distancia a Mario Briceño-Iragorry del ala
conservadora del P.D.V. Empieza a ser visto como persona non grata por algunos
miembros de ese partido y por supuesto es muy estimado por los miembros de la
oposición a Medina que utilizaron esta bandera como su consigna más poderosa.
“Ciertos debemos estar de que al renovarse por mandato directo del pueblo la Cámara de Diputados, éstos promoverán, como legítima consecuencia de su directa unción popular, una reforma encaminada a que el Presidente de la República sea elegido por sufragio directo de quienes representan en instancia definitiva la base soberana del Estado, como organización que persigue un determinado fin humano.”(405)
Briceño-Iragorry manifiesta en su escrito “Mi Presidencia en el Congreso” que su
candidato a la Presidencia de la República -Juan de Dios Celis Paredes- no coincidía con
el del Presidente Medina, Diógenes Escalante.
“Fui yo uno de los primeros en hablar con él, (Isaías Medina Angarita) y al abordarle la cuestión presidencial comenzó por reprocharme mi actitud
(404) Ibidem. (405) Ibid. Obras Completas. Vol. 11, pág. 17,(1945).
251
divisionista, pues con mis actividades celistas dizque ocasionaba la ruptura de la unidad del partido.”(406)
Luego, Mario Briceño-Iragorry empezó a actuar con cierta independencia al intentar
proponer proyectos de ley que no habían sido consultados previamente con el Ejecutivo
y nos dice:
“Esta actitud mía ofendió al Presidente, quien manifestó que yo era inconsecuente a su política porque me apartaba del sistema viejo de llevar a la Cámara sólo cosas tratadas de previa con el Poder Ejecutivo. ... El Presidente me reclamó con enojo lo que él llamó falta de colaboración a su política.” (407)
El 23 de mayo de ese año
“.... se aprobó una moción por la cual se acordó el nombramiento de una Comisión que presentase mi plan de reforma que mejorase el trabajo de las Cámaras. Pregunté al Congreso si designaba él mismo la comisión, o si la Presidencia lo hacía. El Congreso dispuso que designase la Comisión, cuya presidencia yo mismo debía ejercer y, para completarla designé al Senador independiente Jóvito Villalba, al Diputado de “Acción Democrática” Andrés Eloy Blanco y al Diputado pedevista Rafael Pizani. La nutrida barra, que supo apreciar el significado de aquella designación, la recibió con los más calurosos aplausos, mientras el pedevismo incondicional miró en ella una actitud de independencia que hubo de molestarle grandemente, y a las críticas de los compañeros se sumaron las del Presidente Medina y su Secretario Uslar Pietri.”(408)
En el Documento “Mi Presidencia del Congreso” termina Mario Briceño Iragorry
ofreciendo al directorio del P.D.V “ .. mi renuncia de la Jefatura de la fracción
parlamentaria,...” (409) y en la clausura de las sesiones extraordinarias del Congreso el 25
de septiembre de 1945, no hay en su discurso ni una sola alusión al Presidente Medina
Angarita. Sí se destaca en él la importancia que el P.D.V. cumpliría en el destino futuro
de los venezolanos.
(406) Ibid. Su presidencia del Congreso de la República y otros testimonios. (1945-1954), pág. 34 y 35. (407) Ibid. pág.37.
252
Medina Angarita siguió gobernando con un Presidente del Congreso que actuaba con
independencia.
Después de leer juntos estos testimonios es muy difícil dejar de preguntarse hasta qué
punto esta independencia contribuyó al derrocamiento del gobierno de Medina. Decisiva
no fue, porque en nuestros países, en la primera mitad del siglo XX, el ejército tenía la
última palabra; imperceptible no creemos que haya sido para los venezolanos que
observaban de cerca el debate parlamentario.
Tal vez ambos amigos se equivocaron. Confiaron demasiado en la fuerzas de su
gobierno y del P.D.V que soñaron indestructible en la escena política venezolana. No
pensaron que había fuerzas más poderosas acechándolos, para arrebatarles el poder que
más nunca volvería a sus manos. Por eso no intuyeron que en 1945, más que en ningún
otro momento de su vida, debían estar apoyándose mutuamente. Aunque Mario Briceño-
Iragorry sustentó en el mes de septiembre a Angel Biaggini para la futura Presidencia de
la República como la mayoría de los partidarios del P.D.V., su distanciamiento del
general Medina era un hecho.
En octubre les espera a ambos la prisión. Se encontrarán nuevamente el 19 de octubre
donde tendrán un encuentro fraternal y cordial según palabras del propio Briceño-
(408) Ibid. La carta con la cual Mario Briceño-Iragorry renuncia a la Dirección de la Fracción Pedevista en
el Congreso aparece en sus Obras Completas. Vol. 21, pág. 17. (409) Ibid. pág. 39.
253
Iragorry.
“Ya anocheciendo se abrió la puerta de nuestra prisión y apareció de nuevo el General Medina ... Un Oficial se dirigió a Uslar y a mí para decirnos que el General Medina quedaría allí con el General López Contreras y que nosotros pasaríamos a otra parte. Tomamos nuestros sacos y salimos. Antes de hacerlo, yo me acerqué a Medina y abrazándole le dije: Vea Ud., General, que cuando era del caso, yo fui como amigo a buscarle a Miraflores con mi leal amistad y por cumplir ese deber estoy con Ud. reducido a prisión.” El debió entender que yo aludía indiscretamente por la violenta actitud suya conmigo, cuando me trató de inconsecuente por la manera decorosa como llevé la Presidencia del Congreso, rompiendo la vieja tradición de consultarlo todo previamente con el Presidente de la República. Medina respondió a mi abrazo y me dijo: “Yo sé quién eres tú, Mario” ... y nos separamos.”(410)
El General Medina sale exiliado de Venezuela; Mario Briceño-Iragorry se queda en el
país con la promesa del gobierno entrante de que será respetada su persona. En ese
gobierno él cuenta con buenos amigos que le permitirán libertad de acción y consagrarse
en paz por algunos años más al trabajo intelectual.
“En la mañana del domingo 28 la Junta fue a visitar los heridos del Golpe que estaban hospitalizados, y Rómulo Betancourt dijo a mi mujer que iría a verme. Así lo hizo, en compañía del Mayor Delgado, del Capitan Vargas y de Raúl Leoni. Hablamos de mi prisión y me dijo que la Junta no abrigaba nada contra mí y que ella no era sino circunstancial, que nada debía preocuparme. Estuvo Betancourt amable y cariñoso en extremo. Por la tarde el Capitán Mario Vargas fue a hablarme de parte de la Junta Revolucionaria y me dijo que ésta había dispuesto darme la libertad y que me exigía no tomar parte en las actividades de Pastor Oropeza y otros que se empeñaban en revivir el medinismo por medio del P.D.V. Yo le hice la promesa de no inmiscuirme en política contrarrevolucionaria.” (411)
No corrió Mario Briceño Iragorry con la suerte de otros medinistas que salieron al exilio
porque prometió no comprometerse nuevamente en política ni revivir el ideario político
del gobierno derrocado. Con estas promesas nos encaminamos hacia una Venezuela que
iba a tener como norte la libertad de expresión y de acción. Parece que detrás de todo
254
esto hay un contrasentido. Iba a haber libertad, sí, pero sólo para aquellas posiciones que
no recordaran un pasado, en el cual, de acuerdo con lo estudiado aquí, hubo momentos
de brillantez imposibles de negar. Mostramos nuevamente, entonces, la actitud histórica
que Briceño-Iragorry mismo denunciaría posteriormente en Mensaje sin Destino: los
venezolanos estamos constantemente negando nuestro propio pasado.
Mario Briceño Iragorry visitó al amigo desterrado en Nueva York en 1950. Este no tuvo
ningún inconveniente en recibir al Presidente del Congreso que se había mostrado con
posiciones distintas a las suyas mientras ejerció ese cargo, en un momento que
posteriormente se iba a rebelar tan delicado para su gobierno. Allí “... platicábamos
sobre la historia y el destino de Venezuela.” (412)
Esta sería la última entrevista lúcida entre los dos amigos en un mundo muy distinto al
que ambos se atrevieron a soñar, reflejado en Palabras en Guayana.
Posteriormente a Mario Briceño-Iragorry le sería negada la visa para entrar nuevamente
en Estados Unidos y afirmaría:
“Si la Embajada Americana no me hubiese negado visa para entrar en Estados Unidos, yo habría ido con Delfín Becerra y Felíx Lairet a acompañar en su lecho de enfermo a mi viejo e ilustre amigo General Isaías Medina Angarita.”(413)
Termina así, con la imposibilidad de acercarse impuesta por poderes superiores, el
diálogo interesante que sostuvieron estos dos personajes para la Historia de Venezuela.
(410) Ibid. Obras Completas. Vol 1, pág.12. (1945). Itálicas nuestras = igual comillas en el original. (411) Ibid. pág. 20.
255
Mario Briceño-Iragorry vería a Medina por corto tiempo antes de irse al exilio en
diciembre de 1952, pero era imposible conversar “... ya era apenas una sombra de sí
mismo, apagado el brillo de su mente por la cruel enfermedad.” (414)
No sabía que correría una suerte parecida a la de su amigo, cuando moría Medina al
poco tiempo de llegar a Venezuela en 1953.
Esperaría el mismo destino en 1958 a Mario Briceño-Iragorry. Tenía escasamente seis
meses de encontrarse en la tierra amada por ambos.
4.2.2 LA HISTORIA COMO ELEMENTO DE CREACIÓN. (Mario Briceño-Iragorry, 1942)
Aquellos que nos dedicamos al estudio del material histórico escrito por Mario Briceño-
Iragorry reconocemos que “La Historia como elemento de creación” redactado
durante el gobierno de Isaías Medina Angarita es una de las cumbres de la producción
historiográfica del autor, porque analiza en pocas cuartillas la problemática vivencial
que plantea la Historia de Venezuela a cualquier venezolano consciente o inconsciente
de su propio pasado.
¿Por qué esperar hasta el año de 1942? ¿Por qué no buscar esta cumbre en su producción
historiográfica anterior que había contado con libros como Tapices de Historia Patria? O
(412) Ibid. Vol. 2, pág. 473. (1953) (413) Ibid. 471. (414) Ibid. Vol. 17, pág. 380, (1954).
256
en los ensayos contenidos en su libro Introducción y defensa de nuestra Historia
publicados junto con éste, pero de fecha posterior.
Para una afirmación así nos basamos en primer lugar en el interlocutor al cual este
mensaje va dirigido: el obrero venezolano.
“La Historia sirve así para alentar y vigorizar la propia conciencia obrera y para abrirle nuevos sentidos que amplíen el propio concepto de su función social.” (415)
No está hablando Mario Briceño-Iragorry a sus colegas de la Academia de la Historia a
quien frecuentemente dirigía sus discursos de factura más erudita, o a los Congresantes,
o a las audiencias universitarias y diplomáticas que podían entender o gustar temas de
más altura literaria.
En segundo lugar el aire optimista que respiramos en este artículo, no siempre frecuente
en los artículos de Mario Briceño-Iragorry, se correspondía tal vez con la época dorada
del autor, en la cual pensó que su sueño de una Venezuela democrática, sin prejuicios
clasistas e ideológicos, era posible en el gobierno de Medina Angarita (1941-1945). Su
imaginación había empezado ya a volar sin trabas desde que se había encargado de la
representación diplomática de Venezuela en las Repúblicas Centroamericanas,
concretamente en San José de Costa Rica (1936-1941) cuando había formulado ya la
(415) Ibid., “La historia como elemento de creación.”, Vol. 4 , pág. 326. (1942)
257
idea de una “Historia moral”(416)
En tercer lugar, la circunstancia anterior permitía que el autor viera que los elementos
positivos observados en nuestra Historia podían orientarse y revitalizarse y, en última
instancia, hacerse realidad a través de un sistema político consciente de cuáles eran
ellos, e interesado en conseguirlos en la práctica.
“Nuestro acervo patrimonial se busca en los hechos que dieron fisonomía a las instituciones y en el pensamiento que logró vigencia para una historia en constante función de realizarse.” (417)
La Historia no era una disciplina intelectual aislada del devenir venezolano sino, al
contrario, podía convertirse en su guía, en su “elemento de creación”.
“Hay el propósito de que ese achicamiento desaparezca definitivamente de nuestra Patria. Para lograrlo es necesario levantar nuestro ánimo cívico por medio de una amplia y permanente jornada de cultura. Empeñoso en ello, el Gobierno quiere que se espacie en toda forma el ámbito de la educación y ha creado, para servir a vuestro mejoramiento, esta Universidad Obrera. El bien sabe dónde están las palancas y dónde los puntos de apoyo, y tiene lo que se necesita para realizar la obra deseada de progreso. Tiene voluntad de crear.” (418)
En cuarto lugar podemos decir que la Historia venezolana de los años cuarenta estaba
intentado dejar de ser una liturgia. Acerca de este hecho Mario Briceño-Iragorry afirma:
“Por manera feliz ha sido ya superado el ciclo de nuestra historia heroica’’. (419)
(416) Ibid. “El sentido moral de la historia.” Vol. 6, pág. 49, (1941). (417) Ibid. “José Gregorio Monagas.” pág. 201, (1945). Concepto que subyace en este artículo escrito un
año después cuando era Director del Archivo General de la Nación y miembro de la Junta Superior de Archivos.
(418) Ibid. “La historia como elemento de creación.” Vol 4, pág. 325 y 326, (1942). (419) Ibid. “José Gregorio Monagas” Vol. 6, pág. 201, (1945).
258
En nuestra Academia Nacional de la Historia los discursos de sus miembros cesaban ya
de tener el tono de polémica enfática que había caracterizado a algunos de ellos hasta
1935. Los diferentes caminos con que se procedía a la interpretación histórica estaban
empezando a ser considerados como distintas formas, necesarias para la aproximación a
un hecho.
Sobre esto nos dice Diego Carbonell:
“No sería aventurado, pues, admitir como muy probable, que Vallenilla Lanz y Gil Borges hayan servido a la Historia por caminos hasta opuestos, pero valiéndose de armas nobles y de argumentos inspirados en el más elevado patriotismo. .... -Porque lo que cambia. a veces, es el instrumento ideológico de acuerdo con la cultura personal, y con la clase de cultura que nos indica el método para la interpretación que, en Gil Fortoul pudiera ser racionalista, en Blanco-Fombona despabilada y sin contemplaciones extrañas a sus credos históricos, y en Monseñor Navarro y Parra-León firmes en el credo de la fe, y sin duda con matices de un providencialismo que, tal vez, no rechazarían los mismos Blanco-Fombona y Gil Fortoul.” (420)
En su discurso “Gil Fortoul, El Escritor y El Hombre” Jesús Antonio Cova nos dice:
“Como historiador, (Gil Fortoul) nunca fue, ni pudo serlo como hombre de ciencia, escritor de profesiones de fe; y muy cuerdamente pensaba que la verdad de hoy -verdad aparente o relativa-, bien podría ser el error de mañana. De sobra sabía él, que, en las investigaciones históricas nada hay definitivo, porque la Historia, como toda ciencia, vive de rectificaciones.” (421)
Por sobre estas posiciones, siempre iba a ser buscada la verdad histórica que era relativa,
y estaba siempre haciéndose y carecía de la rigidez de los principios indiscutibles.
(420) CARBONELL, Diego. “Vallenilla Lanz y Gil Borges”. En: Discursos de Incorporación Tomo 3, pág. 86. (421) COVA, Jesús Antonio. “Gil Fortoul, El Escritor y El Hombre”. Ibid. pág. 100. Paréntesis nuestros
259
Se planteaba ya en el seno de la Academia la necesidad de practicar la Historia regional
en Venezuela. Sobre este tema nos dice Ambrosio Perera que no debemos hacer labor
historiográfica solamente en torno a la capital. El conocimiento de las distintas regiones
del país era necesario para apreciar a Venezuela en su totalidad.
“No se crea que mi segunda obra, por el hecho de ocuparse de las fundaciones y vida de los pueblos de los hoy Estados Lara y Yaracuy, carezca de ambiente nacional, pues, aparte de que creo que el mejor método histórico es el que va de las partes al todo, tal como se hace en el estudio de la anatomía, de la química, de la botánica, he procurado, de las enseñanzas suministradas por los casos particulares y concretados a determinados pueblos y personas, hacer ver lo que puede generalizarse a todo el territorio español. Ojalá desaparezca la creencia de que escribir historia patria es narrar los sucesos de la Capital y que escribir historia política de nuestra nación independiente es analizar la historia de los presidentes de la República. Ojalá que se generalice la labor de los que sustentan el criterio de que debe empezar por lo provincial el estudio de la historia patria, pues de este modo podemos interpretar mejor muchos fenómenos nacionales de índole social y tener más justa impresión de la faz histórica de la Unión República.” (422)
Se hacían conscientes los historiadores, que pertenecían a la Academia, del peligro de
una Historia de Tesis; cada día menos deseable para la interpretación certera de los
hechos. Las tesis tergiversaban el conocimiento histórico; no lo hacían más transparente
sino que lo oscurecían más.
Esta opinión la expresa el Doctor Cristóbal Benítez , cuando hace un estudio de la obra
de Caracciolo Parra León, en el cual comenta cómo la defensa de la época colonial se
convierte en una tesis en la obra de dicho autor. Tesis que fue ampliamente defendida
por Mario Briceño-Iragorry, tanto en la época gomecista como en la época en que se
encontraba en las Repúblicas centroamericanas. Oigamos al autor:
260
“Acaso no logre escapar el doctor Parra, de una manera absoluta, a la crítica de que se empeña en toda circunstancia y momento, en encontrar argumentos para el apoyo de una tesis en la cual parece haber puesto todo su amor a España y todo su orgullo de historiador: la tesis de la continuidad histórica en la vida nacional y de la obra eminentemente civilizadora de la conquista y colonización de Venezuela. Es el mismo escollo con que tropiezan, en literatura, las obras de tesis; y en todos los ramos del saber humano, los autores que persiguen un fin preconcebido o que están enamorados de una idea.” (423)
La defensa de una idea o de una tesis era totalmente distinta a la labor cotidiana del
historiador. Los argumentos indiscutibles más bien entorpecían el desenvolvimiento de
la labor historiográfica. La verdad histórica es a veces diferente de las posiciones
ideológicas y afectivas tomadas por los hombres, e incluso por los historiadores, en el
transcurso del desenvolvimiento de su labor historiográfica.
Diego Carbonell en su discurso de Incorporación “Vallenilla Lanz y Gil Borges” nos
dice los siguiente:
“Muchas ideas luminosas que corren en estos textos van a permitirme, en límites relativamente estrechos, mirar en el criterio del historiador que fue (Gil Borges) , más bien, un original filósofo de la Historia, y no un historiador propiamente dicho. Me apresuro a quebrar la aparente paradoja: todos los buenos historiadores debieran ser filósofos de la Historia, aunque no sería perentorio el que los filósofos de la Historia sean, forzosamente, historiadores propiamente dichos.” (424)
El campo de la Historia y el campo de las ideas empezaban a ser deslindados. A veces
las ideas cuando construían a su manera el devenir historiográfico, más bien lo
(422) PERERA, AMBROSIO. “Presentación de sus Obras: Historia Político-Territorial de los Estados Lara y
Yaracuy; Génesis y Desarrollo de Pueblos de Venezuela e Incidencia del Régimen Español en Venezuela”. Ibid. pág. 119.
(423) BENITEZ, Cristóbal. “Caracciolo Parra y su obra.” Ibid. pág. 11. (424) CARBONELL, Diego. “Vallenilla Lanz y Gil Borges”. Ibid. pág. 83. Paréntesis aclaratorio de la autora.
261
disfrazaban e impedían su certera interpretación. Por eso no todos los historiadores
necesariamente tienen que ser filósofos.
Pero evidentemente todo hombre de ideas que intente darle sentido al devenir histórico
debe conocerlo. Por eso los filósofos de la Historia sí deben ser según Diego Carbonell
historiadores.
A Mario Briceño-Iragorry le toca elaborar la contestación al discurso de Incorporación
del Doctor Diego Carbonell. No olvidemos la dura crítica que él había hecho a Tapices
de Historia Patria cuando éste había sido publicado (425). Sin embargo, en su discurso
don Mario evoca los días felices de la Universidad de Mérida en los cuales había
mantenido una posición ideológica diferente a la que mantenía actualmente, con
respecto al positivismo y a la religión, inducido por el clima que vivía esa Casa de
Estudios donde Carbonell era Rector. Y a pesar de la crítica de éste afirma:
“Bien conocido es vuestro nombre, no sólo en Venezuela, pero también del ancho mundo americano. Quedaría mi intento de alabaros tan baldío e inútil como los esfuerzos de quien pretendiera llevar mochuelos a la propia ciudad de Palas. Por derecho propio entráis en esta casa, donde érais esperado con ansia jubilosa.”(426)
(425) “.... me refiero al brillante escritor Mario Briceño-Iragorry: es trujillano y comenzó por escribir sobre
lenes temas literarios. Luego lo hicieron académico y creyó de su deber escribir sobre graves temas de historia: sus Tapices de Historia patria dejan indeciso al lector cuando cae en la cuenta de que el título no corresponde a nada concreto; creía uno que Briceño-Iragorry se iba a referir a las valiosísimas telas de sus antepasados, de Trujillo (...) pero no fue así: los Tapices son capítulos de crítica y hasta pretendida reconstrucción que en forma de esquemas quiere establecer la morfología de la cultura colonial (...) pues primero habría que definir lo que Briceño Iragorry entiende por cultura colonial y por la morfología de esta cultura. Para mí tengo que el autor está agarrotado a prejuicios que no dejan de ser ingeniosos” en: CARRERA DAMAS, Germán. Historia de la historiografía venezolana. (Textos para su estudio). págs. 130 y 131. Itálicas nuestras igual comillas en el original.
(426) BRICEÑO-IRAGORRY, Mario. “Contestación al Discurso de Diego Carbonell.” En: Discursos de Incorporación Tomo 3, pág. 93.
262
En relación con todo este contexto nace “La Historia como elemento de creación”
artículo fundamental, tratado en este apartado, en el cual Briceño-Iragorry analiza las
principales virtudes o problemas que tenía el venezolano frente al conocimiento
histórico:
Mario Briceño-Iragorry basa este artículo del año de 1942 en los siguientes principios:
“En Venezuela, justamente hay una marcada devoción por el pasado. Venezuela quiere su Historia.” (427))
Este presupuesto nos lleva a una reflexión sobre nuestra historiografía ya que muchos de
nuestros compatriotas desconocen su Historia, no solamente como ciencia social sino
como elemento emotivo o como vocación venezolana. Y nos atreveríamos a ir más lejos,
no sólo la desconocen sino que no le dan importancia e incluso a veces se niegan a
conocerla. Por eso hoy estamos muy lejos de esta frase escrita y entrañablemente sentida
por nuestro autor:
“Somos, nadie habrá de negarlo, un pueblo de marcada vocación para la Historia.” (428)
Ahora bien el punto a discutir por todos nosotros, en torno a esta frase, es si el
venezolano se ha transformado en cincuenta años de su acontecer. Punto que merecería
un estudio sociológico detallado y que tal vez nos traiga respuestas interesantes acerca
(427) Ibid., Obras Completas. “La historia como elemento de creación” Vol 4, pág. 318. (1942) (428) Ibidem.
263
de los cambios que se han producido en nuestra nación en la segunda mitad del siglo
XX.
Mario Briceño-Iragorry creía que la Historia daba sentido a la existencia del
venezolano. La Historia estaba consustanciada con su manera de ser. Era aliento, fuego
que calentaba y palanca necesaria para planificar la acción futura.
“La Historia viene a darnos la respuesta de nuestra propia existencia y nos explica el ritmo de nuestra vida presente. Sin conocer los hechos pasados, no podemos valorar nuestro propio momento. Por ello, más que disciplina científica y literaria, la Historia es una disciplina moral. Señala el tono de nuestra vida actual.” (429)
Si no sabemos Historia estamos incapacitados para analizar los cambios que se suceden
ante nuestros ojos. Los porqué de nuestra propia existencia son imposibles de clarificar.
Lo que nos llevaría a concluir que el venezolano es un ser sin rumbo.
Como intelectual creía Don Mario que el conocimiento, y en concreto el conocimiento
histórico, iluminaba el ser de las cosas para hacerlas perfectibles. El conocimiento de la
Historia podía mejorar los caminos de la nación venezolana. El historiador es también
como el agricultor que debe:
“... conocer la calidad de la tierra y el mérito de la semilla. Sin ello el mayordomo no tendrá certidumbre de los frutos que pueda recoger.” (430)
El artículo esboza algunos de los gérmenes que según él contribuyeron a ese desamor
(429) Ibid. pág. 322. (430) Ibidem.
264
por el pasado. Se refiere en concreto Mario Briceño-Iragorry al criterio “fatalista”
proveniente en parte de las doctrinas positivistas, que nos condena al fracaso,
independientemente de los esfuerzos que hagamos para salir de él. Ese criterio no
fecunda a la Historia hacia nuevas producciones, sino que condena los esfuerzos hechos
para su mejoramiento. La fatalidad o determinismo no fertiliza al conocimiento histórico
y lleva a conclusiones como éstas:
“...con asombro he escuchado decir a persona de las llamadas de autoridad, que procurar una mejor nutrición y un mejor crecimiento en nuestro pueblo, es tanto como buscar que aumente la fuerza que empleará para su propia destrucción.” (431)
La actitud pasiva por medio de la cual el venezolano observaba su historia, no le
permitía actuar acorde con los hechos que ella le mostraba. “Los pueblos no pueden, en
cambio, vivir su hora presente a cuenta de su pasado, por más glorioso y fecundo que
sea éste. Sería tanto como pedir a los muertos que nos sirvan el alimento.”(432)
De esta pasividad proviene la interpretación mágica que muchos venezolanos dieron y
siguen dando a la vida republicana. La República es fruto del trabajo de sus hombres, no
de los gobernantes y líderes que se esfuerzan en proclamar que antes de ellos existía el
caos y que ellos son los únicos capaces de salvar a los ciudadanos de los desmanes
anteriores. Para cometer ellos otra vez los mismos errores que cometieron sus
predecesores:
“Cree (el pueblo) en la función providencial de los hombres que mandan, porque no cree en si mismo. Como no puede explicar la función pública partiendo de un acto suyo, mira en el hombre que la ejerce la expresión de un poder extraño y confunde entonces la
(431) Ibid. pág. 317. (432) Ibid. pág. 319.
265
fuerza bruta del jefe que la representa, con la Providencia Divina. Y el pueblo venezolano no ha creído en sí mismo porque se le han dado explicaciones mágicas de su proceso histórico, y se ha sentido, en consecuencia, insuficiente para discernir su deber.” (433)
Constantemente se pregunta Mario Briceño-Iragorry por qué ante la magnitud de la
hazaña independentista venezolana, el pueblo no desarrolló posteriormente un grado de
civismo acorde con ésta. En este caso nos compara con el pueblo costarricense, que con
su hazaña menos brillante ha logrado un grado de civismo superior.
“Juan Santamaría, a pesar de ser casi un mito en la devoción costarricense, recibe el homenaje de un pueblo íntegro y sin mancilla cívica; en cambio, nosotros, compatriotas del primer ciudadano de América, estuvimos de rodillas ante los hombres presentes, achicados y medrosos, durante los mejores años de nuestra Historia.” (434)
A través de este trabajo hemos analizado las circunstancias que propiciaron “La
Historia como elemento de creación”, lección inaugural de la Cátedra de Historia de
Venezuela, en el Instituto Libre de Cultura Popular , el 9 de octubre de 1942.
La confianza en el conocimiento histórico que este artículo manifiesta, era expresión de
los valores de casi todos los hombres, e incluso de los obreros a quienes el artículo va
dirigido, de los siglos XIX y de la primera mitad del siglo XX.
La cuestión es interrogarnos si las nuevas generaciones siguen sintiendo y pensando lo
mismo. Tendrá acaso esta frase apocalíptica de Mario Briceño-Iragorry el carácter
premonitorio que encontraba el pueblo judío en las predicaciones de sus profetas
bíblicos?
(433) Ibid. pág. 324.
266
“¡Y desgraciada la generación que imagine que tiene sus cuentas arregladas con el tiempo!” (435)
¿Está acaso la Historia destinada a ser una parcela de eruditos? ¿No podremos volver a
convertirnos los venezolanos en un pueblo con marcada vocación histórica?
4.2.3 HACIA LOS SÍMBOLOS HISTÓRICOS: “El caballo de Ledesma.”
En el período cuando Mario Briceño-Iragorry es Director del Archivo General de la
Nación, escribe obras de capital importancia para nuestra Historia, como “Orígenes de la
Hacienda en Venezuela. (Documentos inéditos de la época colonial) “ (1942) y
posteriormente artículos como “Formación de la nacionalidad venezolana” (1945).
En el primero da a conocer a la opinión pública un “Libro de acuerdo” que para ese
momento era el material más viejo que se conocía del siglo XVI venezolano. Libro que
destruye la tesis histórica por mucho tiempo mantenida, de que en la Colonia española
no hubo autoridad sino hechos de violencia. Por el contrario en este libro se señala como
las autoridades españolas tenían potestad sobre el destino de los Welsares.
“Y como circunstancia de mayor e indiscutible mérito, aparece un acuerdo de los Oficiales Reales, fecha 6 de junio de 1538, tomado por ante el Obispo Rodrigo de Bastidas, investido del cargo de Juez de Cuentas por la Audiencia de Santo Domingo, en el cual proveyeron acerca del salario correspondiente al gobernador alemán Jorge Spira, durante el tiempo en que estuvo suspenso de sus funciones, ....” (436)
(434) Ibid. pág. 325. (435) Ibid. pág. 321. (436) Ibid., “Orígenes de la Hacienda en Venezuela. (Documentos inéditos de la época colonial) Palabras
Liminares” Vol. 5, pág. 398 y 399, (1945).
267
Así también ya al final del período escribe artículos como “Formación de la
Nacionalidad Venezolana” que hablan de cuándo Venezuela empezó a convertirse en
Nación por medio de la Real Cédula del 8 de septiembre de 1777 cuando “se echaron los
cimientos políticos y geográficos del gran hogar venezolano y de entonces arranca el
proceso formativo de nuestro país como nacionalidad” (437)
El 25 de junio de 1942 nos manifiesta el descuido con que se están tratando los
documentos de los anales de nuestra Historia en el Registro Principal y propone la
construcción de un Edificio para guardar esos papeles. Ese Edificio que se empezó a
construir al lado del Forum Libertador en el año de 1983, aún está en construcción en el
año de 1999 y los documentos que cita Don Mario en el párrafo siguiente siguen en el
mismo estado lamentable en que él los encontró:
“... Vimos los fondos coloniales del Registro, muchos de ellos dañados por falta de mano experta que los cuide. Juzgamos que los expedientes de tierras, testamentarias y escribanías de los siglos XVI, XVII y XVIII debieran ser trasladados al Archivo Nacional. Estos documentos no tienen sino valor histórico. ...El carácter histórico que están llamados a asumir todos los papeles del Registro indica la pertinencia de que la Academia promueva una acción cerca del Ministerio de Relaciones Interiores en el sentido de que se estudie la posibilidad de dotar al Registro Público de un edificio propio que mantenga a salvo una documentación ... y cuya fábrica ... no representaría nunca una obra de tipo suntuario.” (438)
El pueblo venezolano no cuenta con una infraestructura física que guarde sus huellas
históricas sino que está “ayuno de arquetipos” (439). Pareciera que para coaccionarlo no
sólo es necesaria la fuerza de las Reales Cédulas e incluso la unión en un pasado común,
(437) Ibid. , ‘’Formación de la nacionalidad venezolana “ Vol 7, pág. 145, (1945) (438) BRICEÑO-IRAGORRY, Mario. “002. 02. 14. Sillón B. Expediente del Académico Mario Briceño-Iragorry.”
Caracas, Academia Nacional de la Historia. (439) Ibid. Obras Completas. El caballo de Ledesma.Vol. 7, pág. 97, (1942).
268
sino que hay que explorar una nueva vía, la de los símbolos que duermen dentro de su
inconsciente.
En este sentido Mario Briceño-Iragorry inicia una búsqueda que se expresará en tres de
sus libros fundamentales que son sucesivos cronológicamente: El Caballo de Ledesma
(1942), Casa León y su tiempo. (Aventura de un anti-héroe) (1946), y El Regente
Heredia o la piedad Heroica (1947).
En el primero de ellos que será estudiado en este capítulo Briceño-Iragorry intenta
construir un arquetipo que personifique la psique venezolana, en el segundo es menos
ambicioso el autor e intenta construir un símbolo del pueblo venezolano y en el tercero,
a través del Regente, intenta personificar las ideas de Justicia y Solidaridad.
¿Cómo incorporar los elementos inconscientes a la concepción de una Historia que
pudiera sacudir los cimientos más profundos del venezolano?. Este es el objetivo de los
tres libros. Recordemos que desde muy temprano en su evolución de escritor don Mario
había estudiado las teorías psicoanalíticas que lo habían llevado a la construcción del
artículo “La educación del Superconsciente”. (440)
El concepto de arquetipo tiene como muchas ideas de Mario Briceño-Iragorry su origen
en el Pensamiento de Platón. Al respecto nos dice Karl Jung:
“A otras épocas anteriores -no obstante algunas probables opiniones divergentes y no obstante las inclinaciones aristotélicas- no les resultó demasiado
(440) Ver Cita N° de este trabajo.
269
difícil comprender la concepción de Platón, según la cual la Idea es superior y preexistente a toda fenomenalidad. Arquetipo no es una expresión nueva sino que ya aparece en la antigüedad como sinónimo de Idea en el sentido platónico.” (441)
La búsqueda de arquetipos que representaran la psique no parece haber sido una
búsqueda individual de Mario Briceño-Iragorry sino de los hombres que presenciaron la
segunda guerra mundial, período en que fue escrito El Caballo de Ledesma (1942),
quienes contemplaron como el ser humano había sido absorbido por las ideologías más
absurdas ante las cuales no había ejercitado su libertad sino que había procedido de una
manera totalmente irracional e ilógica.
“Con todo , el impresionante resultado de Hiroshima produjo un respeto bastante inquietante para las comprobaciones más abstrusas de la física moderna. Pero por el momento muy pocos reconocen que la explosión de efectos mucho más terribles que tuvimos oportunidad de observar en Europa fue una catástrofe puramente psíquica. Se prefieren en cambio las más absurdas teorías económicas y políticas, que son tan adecuadas como si se quisiera explicar la explosión de Hiroshima por la caída casual de un gran meteorito.” (442)
Sin embargo no encontramos en El Caballo de Ledesma el peso del elemento
inconsciente que hubiera sido necesario para la creación de un arquetipo Jungiano.
Primero porque son los valores morales los que Ledesma personifica y no la realidad del
(441) JUNG, C. G. Arquetipos e inconsciente colectivo. pág. 69. (442) Ibid. pág. 163.
270
inconsciente colectivo venezolano. Y segundo porque para la creación de un símbolo
hay que ir más allá de la experiencia personal, objetivándola. Estamos en esta obra a
medio camino entre la creación de un símbolo, y un ensayo sobre vivencias personales
que remarcan los elementos que Mario Briceño-Iragorry cree necesarios para la creación
del símbolo. Es la vivencia personal para él la que contribuye con diferentes elementos a
la creación del símbolo. El símbolo convierte a la Historia en algo vivo que nos impide
ser “los herederos ociosos de la Historia.” (443)
Sin embargo, esta necesidad que siente él de incorporar un elemento distinto dentro de la
Historia llámase arquetipo primero o símbolo, después revela una preocupación afín a la
generación que sintió el impacto de la segunda guerra mundial que sentía que los
arquetipos y los símbolos se habían perdido y como consecuencia había que rescatarlos
porque ellos formaban parte del patrimonio de la Humanidad.
“Creo que es mucho mejor reconocer decididamente esa pobreza espiritual de la falta de símbolos que simular una posesión cuyos herederos legítimos de ningún modo somos. Somos, sí, los legítimos herederos del simbolismo cristiano, pero de alguna manera hemos malgastado ese patrimonio. Hemos dejado que se desmoronara la casa que nuestros padres construyeron, y ahora intentamos irrumpir en palacios orientales que nuestros padres nunca llegaron a conocer. Quien ha perdido los símbolos históricos y no puede contentarse con sustitutos encuéntrase hoy en una situación difícil: ante él se abre la nada, frente a la cual el hombre aparta su rostro con miedo. Peor todavía, el vacío se llena con absurdas ideas políticas y sociales, todas ellas espiritualmente desiertas.” (444)
El concepto de arquetipo ha sido absorbido por la concepción pragmática de la vida y no
se cree en él. Sin embargo, los últimos desastres del mundo contemporáneo
contemplados por el hombre que vivió la segunda guerra mundial han sido producto de
(443) BRICEÑO-IRAGORRY, Mario. Obras Completas. Vol. 7. pág. 46. (1942)
271
la ignorancia de estas ideas primordiales, de allí la necesidad de crear figuras que
expresen esas ideas primordiales personificando las virtudes positivas de los hombres.
No es el folklore el elemento adecuado para unir a nuestros pueblos según Mario
Briceño-Iragorry. “Sería lamentable exaltar a la vez la macana de los bailadores del
Tamunange.” (445). Está compuesto el folklore por representaciones aisladas,(446) que
para Briceño-Iragorry no hablan de los símbolos totales que integran todos los
elementos de una cultura. Para él es Alonso Andrea de Ledesma quien expresa la
representación integral de lo que Venezuela requiere como símbolo. Venezuela necesita
para fortalecerse, no de un elemento aislado sino de la conjunción de las virtudes
morales que la nacionalidad debe poseer para fortalecerse.
Como un antropólogo intuitivo al pronunciarse y dar su opinión acerca de elementos
como el símbolo y el folklore no puede tampoco dejar de ocuparse del término cultura.
Y nos damos cuenta de que la definición de ésta, al igual que la definición de símbolo,
contiene un elemento moral. No es la cultura, como modernamente se ha interpretado,
(444) JUNG, C. G. Arquetipos e inconsciente colectivo. pág. 21 (445) BRICEÑO IRAGORRY, Mario. Obras Completas. Vol. 7 pág. 97 (446) Más tarde en los años 50 Mario Briceño-Iragorry integrará el Folklore dentro de la tradición
probablemente debido a la importancia que su estudio iba adquiriendo dentro del país al respecto nos dice Julio Carrillo: “En ese sentido, ya para 1950, Briceño-Iragorry se adelantó a los estudios del Folklore y de Cultura popular, que hasta ese momento, se reducían a la descripción de distintas expresiones tradicionales, fundamentadas en el método de la observación, de la participación y del registro confiable y válido. El método empleado por el Folklore o Cultura Popular Tradicional se reducía a estudiar dichas manifestaciones registrándolas y describiéndolas. A ese podría parangonarse con la elaboración de una fotografía, muy bien acabada, de excelente calidad sí, que tenía como virtud captar un momento de dicha manifestación sin ubicarla en su contexto histórico, sin relacionarla con su ambiente económico o geográfico. (No debe olvidarse que en 1946 se fundó el primer organismo derigido a la investigación del Folklore, de la Cultura Popular Tradicional, o de los valores de la Tradición, para decirlo en palabras de Mario Briceño-Iragorry, los Servicios de Investigaciones Folkloricas, creadas por Juan Liscano, y al que luego se sumarían Luis Felipe Ramón y Rivera, Isabel Aretz,Carrera Damas, y Rafael A. Figueroa, entre otros).” En: “La tradición en el pensamiento de Mario Briceño-Iragorry” .Presencia y crítica de Mario Briceño-Iragorry, pág. 362.
272
un conjunto de hábitos morales o inmorales que ha creado el hombre para enfrentar los
retos de un ambiente.
“ No es cultura la mentira. Y que sepa bien que no es cultura sólo el emborronar papeles y mascujar mal aprendidos discursos: cultura es un proceso de búsqueda y superación del hombre, que comienza en el embolador que lustra zapatos y va hasta el obispo que absuelve pecados.” (447)
Valdría la pena dedicarle unas líneas a las reflexiones sobre la cultura que Mario
Briceño expresa en esta época en que se manifiesta sumamente interesado en ella al
relacionarla con la libertad, la moral, la educación y la Historia.
Cultura y libertad se necesitan mutuamente. No podía para él existir la cultura sin un
libre ejercicio de la libertad:
“Libertad y cultura se necesitan recíprocamente. Puede decirse que son una misma cosa y que en la vida del individuo y de los pueblos no podría efectuarse la una sin la intervención de la otra.” (448)
No podía existir para él una cultura que por su peso milenario hiciera difícil o imposible
el uso de la libertad, como podría ser el caso de algunos aspectos de ciertas culturas
actuales, sino que todo ejercicio humano implicaba libertad y como consecuencia
cultura. No podían para Mario Briceño-Iragorry existir aspectos injustos en una cultura.
“Cuando el individuo se debate en busca de su conciencia, en busca de su significación y de su integración, comienza por romper sus cadenas interiores, es decir, su cultura se realiza mediante la libertad, y ésta se hace cada vez más grande a medida que el individuo se va encontrando por el camino que recorre, por el camino de la cultura.” (449) .
(447) BRICEÑO IRAGORRY, Mario. Obras Completas. Vol. 7 pág. 41. (448) Ibid., Vol. 19, pág. 23 (449) Ibidem.
273
Para él, entonces, la cultura se convierte en un camino de perfección, sin moral no existe
cultura, ni crecimiento humano. “El constante anhelo de cultura nos revela que el
hombre es un afán de perfección” (450)
En el proceso de la creación de la cultura y de la moral, juega un papel importante la
educación. Ella es la que permite orientar al ciudadano y transmitirle los valores que una
cultura encarna, que siempre serán buenos. Para Mario Briceño-Iragorry la cultura, la
moral y la educación, siempre tendrán un rasgo positivo. La Universidad será un órgano
fundamental en la difusión y creación de esa cultura.
Punto crucial en el espacio y en el tiempo, la Universidad da fuerza y unidad al espíritu de la nación y mantiene fresco el anhelo de superación convivente que es la finalidad de toda cultura. (451)
Esta cultura se hará presente en el transcurso de la Historia, afirmará más tarde en 1948.
No en sus cortos períodos que son expresión del dominio de las “banderías” sino en su
largo transcurrir que será el reflejo de ella. La cultura al estar unida a la libertad, a la
moral y a la educación será el hilo conductor de la Historia:
“Los cortos espacios que marca un régimen o un sistema de política, no cuentan para dividir la totalidad histórica de un pueblo. Por lo contrario, éste es más en sí mismo cuanto menos se abulten, por medio de sistemas artificiales, los modos de fijar en el tiempo las diferenciaciones que promueve el movimiento de la cultura. ....En la historia, como reflejo de una lógica viva, urge buscar no los hechos que dividan, sino las razones que promuevan la solidaridad y la concordia de las acciones que al bulto parece que se contradijeran, pero que, de lo contrario, representan la continuidad de la vida de los pueblos.” (452)
(450) Ibid., pág. 25. (451) Ibid., pág. 35. (452) Ibid.pág. 42
274
Don Mario analiza en “El Caballo de Ledesma” la insinceridad de nuestro pueblo, la
falta de caridad de la cultura actual, su falta de respeto a la Jerarquía, su miedo a la
libertad, su crisis de caballerosidad y la falta de valentía para defender sus derechos
frente a la ideología y “piratas” extranjeros.
Es Ledesma quien encarna todas estas virtudes, que al ser integradas en un solo
personaje puede producir un efecto imán que permita a los venezolanos imitarlo, ya ha
habido hombres que han personificado estas virtudes.
“ Mire usted cómo en nuestro Ledesma se encierran tantos símbolos.” (453)
De todo esto podemos deducir, y lo profundizaremos en el capítulo siguiente, que los
arquetipos y el símbolo empiezan a ser vistos por Mario Briceño-Iragorry como fuerzas
aliadas a la Historia ya que pueden contribuir a darle un mayor impacto psicológico en
la vida de los pueblos, por ser expresiones fieles de la totalidad de la cultura.
Sin embargo, el arquetipo no es para Mario Briceño-Iragorry lo mismo que para otros
teóricos, una fuerza proveniente de la naturaleza y como tal amoral, sino al contrario sus
símbolos van a ser o morales o inmorales en concordancia con la visión de cultura
expresada anteriormente.
En este sentido continúa sobre la misma senda del Aguila de Hipona. No pueden existir
fuerzas históricas amorales sino que es necesario para integrarse a la Historia una
definición moral.
275
El símbolo posee también para Mario Briceño-Iragorry un sentido social porque
personifica las necesidades de un conglomerado social. El símbolo al estar
estrechamente ligado a la ética expresa los ideales de un cuerpo social al que
necesariamente contribuye a coaccionar.
“La fe en la fuerza que aún vive bajo tierra sin apuntar siquiera en la hierba promisoria. La fe que destruya, para el acto salvador, todo el sombrío cortejo de dudas a que nos han acostumbrado nuestros hábitos sociales de vivir a la defensiva, con la conciencia encuevada, puesta en alto una sospecha a modo de antena que recoja y filtre las vibraciones del mundo exterior.” (454)
Y para esta integración no hay más camino que la verdad, la generosidad y el respeto.
“Sólo un acto de desvergonzada sinceridad puede mejorar la rutas de nuestro destino social.” (455)
Debemos, entonces, coaccionarnos en torno a las virtudes de nuestra cultura practicadas
por Alonso Andrea de Ledesma para conseguir una sociedad libre y generosa como la
que Briceño-Iragorry deseaba.
4.3. LA SOLIDARIDAD INTELECTUAL. (1946-1948)
Iniciamos con este trabajo un nuevo período en la Historia de Venezuela y con
(453) Ibid. Vol. 7,. pág. 72. (454) Ibid. pág. 33. (455) Ibid., pág. 38.
276
ello un cambio bastante violento en la posición que Mario Briceño-Iragorry había
venido ejerciendo dentro de la política de nuestro país. Hasta este momento el autor se
había mantenido fundamentalmente de acuerdo con el gobernante o partido de Gobierno.
Desde este momento, otro rumbo totalmente distinto tomará su actitud política que irá de
no participar en la vida política nacional en la Junta de Gobierno presidida por Rómulo
Betancourt a una oposición violenta a la Dictadura de Marcos Pérez Jimenez.
Su crítica a la Junta de Gobierno presidida por Rómulo Betancourt y al Gobierno de
Gallegos está orientada hacia algunos aspectos legales que se trataron durante estos
años expresada en sus artículos publicados en los periódicos El Nacional y Hoy.
Dichos artículos llevan los siguientes títulos: “Acerca del amparo personal” (456), “La
Ley y la injusticia’’(457), “Palabras peligrosas” (458). “La policía de la conciencia”(459),
“Autonomía Municipal” (460), “Prisión por deudas” (461).
En todos ellos defiende la libertad que según él se atacaba de alguna manera en la
Historia del Derecho venezolano o estaba siendo atacada por el Gobierno de esa época
concreta. Defiende la ley del Recurso de Amparo, el régimen federal, la libertad de
(456) Ibid El Nacional. Caracas 1-2-1947. (457) Ibid. Hoy. Caracas, 6-7-1947. (458) Ibid. Hoy . Caracas, 20 -7- 1947 (459) Ibid. Caracas, 27-7- 1947. (460) El Nacional, Caracas, 10-8-1947, p. 4. (461) Ibid. Caracas, 24-8-1947.
277
conciencia. la autonomía municipal, la protección económica del ciudadano al declararse
en contra de la prisión por deudas y la independencia que tiene que tener la ley frente a
la realidad existente:
“Un sistema escrito que contenga principios ideales, a diario burlados por las autoridades, es preferible a una normativa que legitima el abuso de los hombres, pues cualquiera elige el alimento de la esperanza sobre la ruda certidumbre de no poder esperar ni contra la misma esperanza.” (462)
Esta no participación en la vida política del país no quiere decir en absoluto aislamiento
de la vida intelectual, al contrario en estos años recibe dos galardones muy importantes
que testimonian su importancia en ese terreno:
En 1946 “Recibe el Premio al mejor Libro en Prosa creado por el Concejo Municipal
por su biografía histórica Casa León y su tiempo, cuyo prólogo historia de un
antihéroe fue escrito por Mariano Picón Salas.” Y en febrero de 1948 “Recibe el
Premio Nacional de Literatura de manos de Rómulo Betancourt, Presidente de la Junta
Militar de Gobierno.” (463)
En el discurso “Función social de la palabra” escrito por Don Mario con motivo del
agradecimiento del Premio Nacional de Literatura destaca el tema fundamental que será
objeto de análisis de este apartado: el tema del intelectual venezolano.
“Hacia esas grandes figuras de nuestro mundo intelectual, que sufrieron el desdén de su tiempo y la hostilidad de quienes pudieron ser Mecenas para el impulso de empresas llamadas a decorar el panteón de nuestra gloria más legítima, quiero alzar mi pensamiento respetuoso en la hora de recibir el galardón que me confiere la República por precio de
(462) Ibid. Obras completas “La ley y la injusticia.” Vol. 18, pág. 536. (1947) (463) DUGARTE, Rafael Angel. García Riera, Gladys. “Cronología de Mario Briceño-Iragorry.” pág. 26.
278
una obra que nada vale al ponerla en paralelo con la de aquellos que fueron víctimas de la sordidez y la desidia.” (464)
Además existe en estos años una reflexión muy profunda acerca de la labor del
intelectual en nuestro medio expresada fundamentalmente en cuatro trabajos realizados
en esta época: “Apuntes para un retrato de Pedro Emilio Coll.”, “La muerte de Pedro
Emilio Coll” ,“Nuestro estudios históricos”, y “Palabras para alabar a Luis Correa” y en
su Epistolario con Mariano Picón Salas a quien en una carta le expresa las limitaciones
fundamentales que tiene el intelectual venezolano, para realizar un trabajo libre que le
permita la verdadera expresión de su pensamiento:
“Es decir, abrir caminos para que los hombres de letras conquisten un status independiente que les permita una situación decorosa en el movimiento del país y cuando se les llame a prestar servicios a la república, lo hagan después de una reflexión responsable y no constreñidos por una necesidad que los lleve a la claudicación. Que el intelectual pueda tener conciencia clara de que al servir está dando lo mejor de su capacidad con entera libertad y sin que esa aportación signifique compromisos con el régimen político imperante. Valdría decir, con palabras casi tuyas, caminar hacia la apolitización del intelectual en sentido de cuadros de partido, pues bien entendido tenemos que en el orden de la filosofía no podría sustraerse el intelectual de abrazar tal o cual fórmula política como solución al problema humano. El problema es difícil de determinar: el caso de Venezuela, donde la falta de sedimento de los partidos políticos en los planos de nuestro (sic) historia, ha hecho que los intelectuales, al igual de la masa toda, se hayan movido al impulso de los personalismos en turno.” (465)
4.3.1 EL INTELECTUAL, EL HISTORIADOR Y EL SÍMBOLO.
El intelectual no tiene espacio dentro de la Historia de Venezuela. La sociedad prefiere a
(464) BRICEÑO-IRAGORRY, Mario. Obras Completas. “Función social de la palabra.” Vol. 15 pág. 86,
(1948). (465) Ibid., “Carta a Mariano Picón Salas”, Vol. 23, págs. 166 y 167, 26 de marzo de 1948.
279
los políticos, a los guerreros, a los comerciantes, pero no deja ningún lugar al intelectual
por tanto:
“La República pide sitio holgado para la labor sin reticencias de sus hombres de pensamiento. La nación reclama para el numen dirigente de sus pensadores posiciones donde puedan despuntar para el vuelo creador y no plazas cerradas donde el grito de los centinelas espante y ponga en fuga a los genios benéficos de la cultura.” (466)
A muchos individuos que no conocen ni estiman el valor de la producción de los
intelectuales en nuestro país constantemente los están obstaculizando poniéndoles trabas
y barreras que a veces impiden un ambiente psicológico nutriente para la aparición de la
idea creadora.
“Nada le impedía (a Pedro Emilio Coll) adivinar la inminente realidad que habría de poner también para siempre su nombre entre los más preclaros como guarda el panteón de nuestras glorias, mientras los de aquellos que intentaron en vano deprimirlo pasan a la subhistoria de nuestras desgracias públicas.” (467)
Por lo tanto la vida del intelectual en nuestras tierras es una verdadera tragedia y, a
veces, muchos pensaron que para evitarla era mejor el éxodo. El vivir fuera de esta
realidad venezolana tan dolorosa y mezquina para sus hombres de pensamiento.
“Su tragedia fue la tragedia que ha signado a nuestros más altos hombres de pensamiento del cercano y remoto ayer, tragedia que los hombres presentes debemos procurar que no continúe siendo el azote de nuestra propia vida de pueblo para que no haya jamás nuevas oportunidades en que se pronuncie, al ausentarse de la patria privilegiados de la inteligencia, frase semejante a la de Juan Vicente González cuando justifica el viaje a Chile de don Andrés Bello: se ha salvado el Néstor de las letras americanas. Dura y desconcertante sentencia que pone de resalto el carácter de cruel madrastra que ha asumido Venezuela para sus mejores hijos.” (468)
(466) Ibid. “ La muerte de Pedro Emilio Coll.” Vol. 16, pág. 244 (467) Ibid. “Apuntes para un retrato de Pedro-Emilio Coll.” Vol 15, pág. 31. Paréntesis nuestro, (1947). (468) Ibid. “La muerte de Pedro Emilio Coll” Vol. 16, pág. 243, (1947)
280
Por eso debe ser alabado quien prefiera la Historia de los hombres de pensamiento frente
a la Historia de los guerreros y los políticos. Escribe, entonces, un ensayo para explicar
la obra de Luis Correa quien redacta su libro Terra Patrum con ese fin.
“Su obra está por ello dedicada fundamentalmente a la exaltación y al examen de las grandes figuras que formaron la trama de nuestra vida de pensamiento.” (469)
Para Mario Briceño-Iragorry el historiador que él desea formar debe ser también un
intelectual, no solamente un investigador de archivos, sino aquel que se distinga por la
originalidad de su pensamiento dentro del campo de la Historia.
“Para airear este nuevo paso de nuestros estudios históricos, urge variar su propia concepción metódica: junto al investigador, el intérprete que sea capaz de mirar más allá del campo estático de los datos. Volviendo las aguas del tiempo, hacer del historiador lo que los jonios del Siglo VI expresaron con el vocablo histor. El indagador que conoce y explica la verdad.” (470)
Los intelectuales y los historiadores van a ser los encargados de indagar en los anales de
nuestra Patria acerca de los símbolos que puedan dar unidad y sentido al proceso
histórico venezolano. El intelectual y el historiador en sentido amplio son los encargados
de hallar y difundir los símbolos encontrados. El intelectual puede ser combativo, pero
por encima de todo su misión va a ser incitar el diálogo entre los hombres que los lleve
por los caminos de la unión y de la concordia en el que los símbolos van a tener una
función importante. El intelectual debe transmitir siempre la solidaridad.
“Sobre los valores de pujanza viril, ayer representados por quienes defendieron sobre los campos de la guerra los derechos de la independencia de la patria y más tarde la legítima autonomía de la región, se alzan hoy los valores permanentes de una cultura urgida de
(469) Ibid., “Palabras para alabar a Luis Correa.” pág. 248, (1948) (470) Ibid. “ Nuestros estudios históricos”. Vol. 4, pág. 231, (1947).
281
símbolos que coloquen más allá de los primitivos intereses diferenciales, creados por las banderías y los partidos, los grandes intereses llamados a unir en un plano superior los ánimos en pasajero antagonismo.” (471)
En este sentido Mario Briceño-Iragorry le asigna en esta época un papel muy importante
a la ciudad de Trujillo que tiene como símbolo a la paloma de la paz y que ha acogido a
los venezolanos perseguidos en la Guerra Federal, además de haber servido como sitio
para abrazo de concordia entre distintos bandos que precipitaban a Venezuela a la
guerra.
“Para esa obra de racional convivencia, los hombres de Trujillo están en el deber de mirar hacia los hechos singulares que guarda la tradición de la ciudad y, deponiendo lo transitorio que pudiera dar aspereza superficial a la relación social, volver, por medio del ejercicio de las pacíficas virtudes ciudadanas, al clima fecundo de comprensión y tolerancia que en su procero estilo alabó el historiador Oviedo y Baños. En el hontanar del tiempo están los símbolos que dan mayor realce a nuestra vida de comunidad. Apocada por el vuelo de las águilas rapaces, la paloma de la paz tiene su nido silencioso en el árbol inconmovible de la tradición trujillana.” (472)
4.3.2 EL PROYECTO DE UN INTELECTUAL ABORTADO POR LA PATRIA.
En el año de 1946 Mario Briceño-Iragorry se dedica a recopilar los documentos del hijo
del General Rafael Urdaneta, héroe de la Independencia nacional, en Vida y papeles de
Urdaneta el joven. Con esta obra que realizó con la ayuda de Julio Febres Cordero y de
(471) Ibid., “Apología de la ciudad pacífica.” Vol. 1, pág. 33, (1947). (472) Ibid., Vol 1, pág. 34 y 35.
282
Doña María Teresa Bermejo pretende rescatar “...una figura intelectual que
inadvertidamente aparece en nuestra antología.” (473)
La obra empieza con la interpretación del narrador de la Guerra de la Federación. Como
el personaje principal de Vida y papeles de Urdaneta el joven, este movimiento no
cumple con sus objetivos y aborta los ideales de todo un pueblo que derramó su sangre
inútilmente por una Venezuela mejor.
“Y allá está en Coro Ezequiel Zamora, tremolando la bandera a cuyo alrededor se agruparán las masas ilusas que creen llegada la hora de su liberación definitiva, ignorantes de que esta lucha feroz que se avecina servirá de escabel para la más férrea e insincera autocracia hasta ahora vista en Venezuela.” (474)
En esta narración inicial las mujeres tienen permiso para interpretar lo que la Historia de
Venezuela ha significado para ellas a través de la Viuda del General Urdaneta, “Doña
Dolores, quien preside este decisivo conciliábulo”, y asume la voz fundamental en esta
primera parte de la obra:
“-La guerra, dicen ustedes, será larga y una vez más sufriremos las madres venezolanas. ...Pero la guerra me asusta a pesar de haber vivido en ella mi juventud. Después de tantos sacrificios ¿qué nos queda? Mayor suma de odios, mayor pobreza, más ilusiones truncas. Ustedes son jóvenes y tienen razón para desear el mejoramiento de la patria, pero deben considerar el saldo de angustia que deja la guerra. Si hubiera una fórmula, si fuera posible aquietar los ánimos. Es mejor tratar con un Gobierno, aunque poco nos agrade, que lanzarse a buscar suerte en los campos de batalla. El peor de los gobiernos es mejor que la ruina del país.” (475)
La revolución ha detenido su marcha después de la Guerra de Independencia, por lo
tanto hay que continuarla, seguir sus ideales, llevar a la práctica sus objetivos
(473) Ibid., Vol.2, Vida y papeles de Urdaneta el joven. pág. 51, (1946).
283
fundamentales. En este sentido, Rafael Guillermo Urdaneta se siente heredero de los
ideales de su padre y de las más grandes figuras de la Guerra de Independencia. Sin
embargo no deja de acotarnos el narrador como característica fundamental de este
intelectual su falta de sentido de realidad:
“Urdaneta sobresale por su espíritu rebelde y sus posiciones en extremo audaces. La revolución lo ha tomado por completo y parece olvidado de las fuerzas que juegan en el tapete de la política del momento. Su esperanza lo lleva a desconocer la realidad que se mueve a través de esta lucha que agita el panorama nacional y cree que con principios enunciados con ardor se pueda transformar la mente endurecida de los hombres.” (476)
Sin embargo no todos los letrados venezolanos carecen de sentido de realidad y buscan
con su palabra y su sangre, como el joven Urdaneta, mejorar los destinos de su país sino
que muchas veces son los principales responsables de la falta de honestidad que se vive
en el país:
“En Venezuela si la mandonería de los guerreros ha hecho grandes males, mayores ha recibido el país de los letrados sumisos que se prestan a vestir con arreos de legalidad las aspiraciones de los otros.” (477)
Un ejemplo de esto es Juan Vicente González, (478) quien en los trabajos anteriores de
don Mario había sido siempre elogiado por la pluma de éste, debido a las semejanzas
que ambos tenían en la interpretación de la Historia. Sin embargo ahora el juicio de
Briceño-Iragorry es bastante crítico frente a la actuación de Juan Vicente González en lo
que significó la Guerra de la Federación.
(474) Ibid., pág. 70. (475) Ibid., pág. 59. (476) Ibid., pág. 61. (477) Ibid., pág. 60. (478) Ver referencia en la pág. 95.
284
“Hombre apasionado que sabe pasar de las ternuras de la más fina piedad a los ímpetus titánicos del odio, Juan Vicente ha prendido en El Heraldo la hoguera que anima a los contendores oligarcas. Como el florentino, (Dante) cuyos versos traduce con esmero, es implacable y proclive a la calumnia.” (479)
La Guerra de la Federación cuyos ideales más altos los representa el joven Urdaneta
porque ha bebido directamente de la fuente de los ideales de la Guerra de Independencia
persigue por tanto los mismos ideales que ésta buscaba.
“En la Independencia lucharon nuestros padres por la libertad y la dignidad humanas. Es necesario proseguirla en toda su idealidad. Las nuevas generaciones deben gozar de una patria más bondadosa, madre y no madrastra de sus hijos, donde los derechos sean respetados y la justicia se imponga sobre los dictados de la fuerza y las componendas de los poderosos.” (480)
Después de terminar la narración inicial con la muerte del personaje principal, que por
supuesto es una metáfora del aborto de los principales ideales de la Guerra de la
Federación para el autor, pasa a mostrarnos directamente a través de un diario de viajes
y de un epistolario, la brillantez de este joven cuyo liderazgo habría cambiado
probablemente el curso de los acontecimientos.
El epistolario nos demuestra como este intelectual venezolano pudo tener acceso a los
medios culturales más importantes de París y a la vez como queda deslumbrado ante las
bellezas del Viejo Continente donde despliega una energía inmensa en los viajes que
realiza y en la descripción de los mismos. Gracias a esta última tenemos un testimonio
de un hombre excepcionalmente dotado cuya muerte es imposible dejar de lamentar por
(479) BRICEÑO-IRAGORRY, Mario. Obras Completas. Vol. 2. Vida y papeles de Urdaneta, El Joven, pág. 71.
Itálicas= Comillas en el original. Paréntesis nuestro. (480) bid., pág. 60.
285
lo que tal vez hubiera significado este personaje en un país donde el líder o sujeto de la
Historia, se convierte en “un débil juguete al servicio de bastardas pasiones.” (481)
4.3.3 EL SÍMBOLO OBJETIVADO: Casa León y su tiempo. (Aventura de un anti-héroe).
Existen varios elementos a tratar sobre la concepción de la Historia propuesta por Mario
Briceño-Iragorry en este trabajo.
Casa León y su tiempo. (Aventura de un anti-héroe) está basada casi en su totalidad (482) en
una cuidadosa investigación histórica en los distintos Archivos que se conservaban en
Caracas en los años cuarenta y que son prácticamente los mismos con que contamos hoy los
investigadores: Archivo General de la Nación, Registro Principal y Archivo de la Academia
Nacional de la Historia y en libros de esta de los cuales el autor hace una relación
minuciosa.
Al final de la biografía, el autor expresa rigurosamente las fuentes bibliográficas y
documentales que utilizó para la construcción y elaboración de cada uno de los
capítulos. Sobre esto podemos decir que la mayoría de los documentos, tal como son
citados por Briceño-Iragorry, han sido encontrados por la autora de este trabajo por lo
(481) Ibid., pág. 98 (482) Solamente tiene dos episodios que el autor dice que son imaginados. Uno en el capítulo 10, págs.
145 a 151 y otro en el cap XI pág. 166 a 169. BRICEÑO-IRAGORRY, Mario. Obras Completas. Vol.3 (1946)
286
que decidimos señalar en el apéndice documental algunas de las pruebas más
importantes halladas en esta búsqueda. (483)
No creemos, entonces, que don Mario hubiera pensado que su biografía iba a ser
considerada sólo imaginación y sería relegada al ámbito de los estudiosos de la ficción
solamente sino, que todo este trabajo histórico sería tomado en cuenta por su lectores, y
constituiría una pieza importante para el estudio histórico de la Venezuela Colonial.
(483) La selección de estos documentos responde al criterio de que si la autora no los intentaba
recuperar, dado el estado en que se encuentran, es probable que las futuras generaciones de historiadores venezolanos no los puedan consultar y de esta manera ella quiso dejar un pequeño aporte documental con la publicación de los testamentos de Lorenzo Fernández de León y de Antonio Fernández de León. Los documentos citados en la novela son de indiscutible valor para el estudio de nuestra época colonial y sugerimos que una futura investigación dedicada con exclusividad a Casa León y su tiempo. (Aventura de un anti-héroe) debiera poder recopilarlos todos y con ello se cumplirían dos objetivos de carácter diferente pero de contenido histórico: Rendir tributo a la paciente y verídica factura de esta novela y rescartar una serie de documentos necesarios para el estudio de nuestro pasado colonial. Guiados por la lista de Fuentes que aparecen en Casa León y su tiempo. (Aventura de un anti-héroe). Obras Completas. Vol. 3, pág. 285 a 290. revisamos en el Archivo General de la Nación los documentos que encontramos sobre la familia Casa León. Decidimos colocar en el Anexo los que consideramos de mayor importancia. Así como también mandamos a limpiar los testamentos de Don Lorenzo y Don Antonio que se encuentran muy deteriorados, para conservarlos y suministrárselos a aquéllos que quieran observarlos y estudiarlos. La lista de los documentos que están en nuestro anexo es la siguiente:
Sección Real Hacienda de Venezuela. Vol. 466, Folios 118 (vuelto) y 119. Caracas, Agosto de 1768. Ver anexo págs. 126 a 128. Se refiere este documento a Don Lorenzo Fernández de León actuando en representación del Obispo Diez Madroñero. Otorgan aquí el curato de Naiguatá al Presbítero Pedro Manuel Yépez. Las relaciones entre este Obispo y el mencionado Fernández de León están tratadas en las páginas 19 y 20 de la novela. Vol. 426, Folios 16 ( vuelto) y 17. Caracas, Marzo de 1774. Ver anexo págs. 129 a 131. Se refiere este documento al otorgamiento del título de Teniente de Justicia Mayor y Juez de Comisos del Pueblo y Sábanas de Ocumare y Valles del Tuy a Don Esteban Fermández de León. Este episodio está tratado en la biografía histórica en las páginas 27 y 28.
Sección Intendencia de Venezuela: Vol XI, Folios 98 (vuelto), 111 (vuelto), 112, 113, 117, 118, 127. Ver anexo págs. 132 a 138. Se refieren los documentos que mandan tanto Don Esteban como Don Antonio a la Intendencia que dan índice de su gran fortuna agrícola y de como comerciaban con ella al trasladarla a España. Estos temas están tratados sobre todo en las páginas 29, 65 y 66. En realidad están detrás de la confección de toda la novela.
Sección Escribanías: Escribanías 1788, Tomo II, Testamento de Lorenzo Fernández de León, Escribano José Eleizalde. Ver anexo págs. 139 a 153. Este es otro instrumento que utiliza Don Mario para enterarse de la gran fortuna poseída por esta familia y en especial este Testamento revela el poder económico que tenía la Iglesia en la Colonia a lo que se refiere la novela en la página 29.
Escribanías 1788 y 1789, Poder de Don Antonio Fernández de León, Escribano Pedro del Río. Ver anexo págs. 154 a 163. Este es el primer Testamento realizado por Don Antonio cuando recién casado estuvo en peligro de muerte. Es probable que haya testado nuevamente, pero no conseguimos esa información. Sin embargo, como la novela nos dice Don Antonio murió en la miseria por lo cual su último testamento no ha debido indicar una gran fortuna. En la novela se cita este testamento en el capítulo XII titulado: “En Plena tempestad.”: “Dice que su salud no es muy buena en estos días y como antes tampoco lo ha sido mucho y él la cuida con especial atención desde la gravedad que en 1789 lo puso a las puertas del sepulcro y le precisó a otorgar carta testamentaria, ...” Ibid., pág. 173.
287
La obra forma parte de la trilogía, junto con El Caballo de Ledesma (1942) y El Regente
Heredia o la piedad Heroica (1947), en la que el autor intenta explorar fuerzas
inconscientes que contribuyan a sustentar el sentido histórico de los venezolanos. En
Casa León y su tiempo. (Aventura de un anti-héroe) Mario Briceño-Iragorry crea un
símbolo histórico.
“Más que un Fouche criollo a quien es fácil perseguir a los amigos de ayer y ganarse por medios equívocos la voluntad de sus enemigos cuando llegan al poder, para nosotros Fernández de León constituye el símbolo paradojal de la oligarquía criolla, perpetuada, con las variantes del tiempo, en torno a los hombres que han ejercido el Poder.” (484)
En este caso, al contrario de El Caballo de Ledesma, Briceño-Iragorry caracteriza
negativamente a un grupo específico de la sociedad venezolana: la Oligarquía. Casa
León, es un símbolo porque no sólo representa un personaje histórico sino a otros
hombres en la Historia de Venezuela que van a tener el mismo papel, como el General
Páez, por ejemplo. Además de esto hay por parte de Mario Briceño-Iragorry el
reconocimiento de que los símbolos no son elementos aislados dentro de una cultura
sino que forman parte del sistema de ésta.
“El se aleja para siempre al asegurarse la Independencia, pero deja el tipo de su clase: desapareció como hombre que simboliza un proceso, pero quedó el sistema a quien da nuevo sello su propio opositor en la contienda política. Es, más que un grito humano, una voz telúrica. Con el ejemplo de Casa León se hace fácil entender la psiquis sinuosa de la Oligarquía que tanto en la Colonia como en la República, simulando dudoso vestalismo, trabajó y ha trabajado para asegurar sólo sus absorbentes privilegios de clase, sean cuales fueren las ideas de los gobernantes en turno.” (485)
(484) BRICEÑO-IRAGORRY, Mario. Obras Completas. Vol. 3, pág. 10. (1946) Negrillas nuestras. (485) Ibid., págs. 10 y 11. Negrillas nuestras.
288
No es entonces Casa León un símbolo que debe ser imitado por toda la sociedad
venezolana, sino por el contrario, la obra se convierte ahora en la denuncia del castigo
merecido y conseguido por este personaje. El autor condena y castiga al Marques.
“¡Pobre viejo! Si ayer llamaron a venganza tus acciones, hoy reclama tu debilidad la compasión. Te hemos condenado por traidor a la amistad y por tu oportuno y cobarde disimulo.” (486)
La necesidad de premiar o castigar la actitud histórica de personajes como Casa León o
el Regente Heredia es probablemente una de las causas, además de la exploración de los
resortes de nuestra psiquis de pueblo, que condicionó a Briceño-Iragorry a darles a estas
biografías históricas ciertas características de novela. La Historia no debe premiar o
castigar, la ficción sí puede hacerlo. No deja de recordarnos incluso a Dante quien
utilizó el infierno en la Divina Comedia para condenar a los personajes que habían
pecado en la Florencia de su época.
“No eches en olvido que la historia tiene como Dante su infierno para iluminar la gloria de los parricidas...” (487)
No desconoce Mario Briceño-Iragorry el papel que desempeñan los símbolos dentro de
la conciencia colectiva. Sin embargo, los símbolos no pueden despojarse para él de su
valor moral negativo o positivo. En este sentido son unilaterales. Casa León representa
el mal y el Regente Heredia es el representante del bien. Nuevamente en la batalla de la
Historia tenemos que elegir, como en San Agustín, entre una de estas dos fuerzas.
(486) Ibid., pág. 268. (487) Ibid., pág. 228.
289
El contraste que representan estos dos personajes nos impide acercarnos al concepto que
Jung y la vanguardia literaria defendieron acerca del símbolo cuya característica
fundamental era su indefinición frente al bien y al mal.
“Son antes bien auténticos símbolos en tanto plurívocos, llenos de vislumbres e inagotables. ... Naturalmente el juicio intelectual trata siempre de establecer su univocidad, y pierde de vista así lo esencial, pues aquello que, por ser lo único que corresponde a su naturaleza, hay que establecer ante todo su plurivocidad, su abundancia de relaciones casi inabarcable, que hace imposible toda formulación unívoca. Además son constitutivamente paradójicos, así como el espíritu es entre los alquimistas senex et iuvenis simul.”(488)
Sin embargo, en la obra Casa León y su tiempo. (Aventura de un anti-héroe) se llega a la
plurivocidad del símbolo y con ello a su objetividad -aun sin habérsela propuesto
intencionalmente el autor- porque el Marqués tiene varias cualidades que no podemos
como lectores de dejar de admirar. Casa León es lo que llamaríamos hoy, salvando las
diferencias históricas, un empresario exitoso: “Triunfar es el lema de su vida.” (489), un
esposo y padre afectuoso, un “Buen cristiano” (490) aunque no practicara las enseñanzas
sociales del cristianismo y un amante de la tierra que cultivaba.
“Cabizbajo está el Marqués en sus haciendas de Tapatapa. ¡Qué opulentas tierras¡ Su vida de tantos años está enraizada, como los frondosos samanes que sombrean La Trinidad, en este suelo amado que hoy precisa abandonar y que en breve mirará en la memoria como tierra hostil, cubierta de sal amarga. .... Pero, con todo lo duro que ha podido ser Mario Briceño-Iragorry con la actuación política de nuestro personaje, no puede dejar de compararlo en este último trozo con la majestuosidad de los samanes que siempre están arraigados a la tierra. El Marqués amaba la tierra, sabía hacerla producir aunque fuera para beneficio propio, pero indiscutiblemente amar y hacer producir la tierra no son artes muy fáciles. Para engrandecer la tierra poseída no dudó en adular, traicionar, extorsionar y robar como hemos visto en este apartado. Sin embargo el novelista no puede
(488) JUNG, C. G. Arquetipos e inconsciente colectivo. pág. 44 . Negrillas nuestras. (489) BRICEÑO-IRAGORRY, Mario. Obras Completas. Vol.3, pág. 225 (490) Ibid., pág. 150
290
permanecer impasible ante el único amor de Don Antonio “la tierra”. Y por eso después de haberlo criticado duramente le concede este último canto de misericordia, porque no todos los hombres son capaces de amar y hacer producir el suelo donde pisan. Don Antonio era representante de un sistema económico donde el único valor, al que debían subordinarse todos los otros, era la tierra.”(491)
El Marqués es detestable, pero está vivo, es un personaje que nos cautiva por su
ductilidad.
La Historia de Casa León es pasado que cobra vida porque está siendo empleada para
denunciar una situación típica de la época en que el autor está viviendo, y de la nuestra,
también.
Además de la pluralidad del símbolo del personaje principal, la objetividad de la
biografía se logra aplicando un análisis sociológico estructurado a las diferentes “clases
sociales” que habitaban a finales del siglo XVIII y principio del siglo XIX en
Venezuela. La obra denuncia a las clases (492) dirigentes hablando del caso concreto de
los Mantuanos:
“Estar a la sombra del sistema imperante, sean cuales fueren los principios y las prácticas de los hombres en ascenso, ha sido la indesviable técnica de nuestra vieja oligarquía, perpetuada en hombres que, con los mismos o variados apellidos, han mantenido los propósitos absorbentes que inspiran a éstos sus antecesores del Siglo XVIII.. Podemos afirmar que la novela contiene toda una crítica social a los mantuanos, a sus actitudes hipócritas y a su manera de obtener la riqueza que ocasiona necesariamente el despojo de las clases más necesitadas. El narrador asume frente a esto actitudes parecidas al coro de la tragedia griega que pretendía enfrentar moralmente a los expectadores con la
(491) Febres Laura. “El problema tierra-hombres en la novela Casa León y su tiempo de Mario Briceño-
Iragorry.” págs. 266 y 267. (492) Recuérdese que en el capítulo primero págs. de esta tesis hay una discusion acerca del término
clase social aplicado a la época colonial por Mario Briceño-Iragorry
291
agudeza del conflicto. No existe en esos momentos en Don Mario la objetividad del novelista o del historiador ya que sus diálogos están cargados de una gran pasión, que generalmente no caracteriza la descripción del pasado. Solamente esto encuentra justificación en el hecho que expresamos en la cita anterior: Los mantuanos no son pasado en la historia de Venezuela. “¡Cuidado señores mantuanos, con lo que mañana pueda surgir de este vuestro arraigo a ideas tan despreciativas de las clases populares! Si reflexionáseis un poco, con este espíritu cristiano de que tanto hacéis alarde, llegaríais a comprender que no es demasía pretender los pardos un mejor tratamiento en el orden de la sociedad. Vuestras acciones negativas y ese empeño terco en aprovecharos del trabajo de las clases serviles, están preparando obscuras reacciones que en lo futuro no tendreís derecho a condenar de injustas y mucho menos a hablar de que cuajan a humos de la envidia y del odio de los sectores decaídos.” (493)
La idea de “orden” está irónicamente representada por este personaje y su clase, que es
la que precisamente introduce el desorden dentro de la sociedad; esto revela toda la
reflexión que venía dándose en el interior del autor con respecto a la idea de orden
constantemente defendida por él en sus años gomecistas. Ya el orden no es el centro de
sus reflexiones para ser cuestionado y negado en este relato. Para nosotros uno de los
recursos que utilizan con más frecuencias los autores para objetivar sus propias ideas es
la ironía. (494)
“Tampoco es el único que haya jugado al doble partido de acomodarse a las circunstancias del ambiente de la política. Sus amigos los mantuanos han ido con iguales atavíos a las honras del corazón de Girardot y a los funerales de José Tomás Boves y la misma alegre casaca se han puesto para asistir a las ceremonias de jurar la Constitución de Cádiz y al espléndido Te Deum por los triunfos de Bolívar. Ante todo y sobre todo es hombre de orden que prefiere con sentido filosófico la tranquilidad a la justicia. Y el orden lo representan quienes ejercen el Poder. .... Aférrense a las ideas y sacrifíquense por ellas los que
(493) “El problema tierra-hombres en la novela Casa León y su tiempo de Mario Briceño-Iragorry.” Ibid.,
pág . 260 (494) Ver: Febres, Laura.Perspectivas Críticas sobre la obra de Teresa de la Parra. págs 18 y 19. Cercano a
estas fechas el autor realiza una visión satírica de la Historia en “Primera parte de la curiosa historia del hallazgo del Pentateuco del Disparate según apuntes de un curioso que presenció el famoso descubrimiento.” (1949). Esta historia en tono de burla, cuyo título no deja de recordar la ironía cervantina, agrega otro elemento más a su visión de la Historia que a medida que se vuelve menos solemne introduce la visión de lo pequeño y lo risible dentro de ella.
292
andan buscando méritos con qué balancear su carencia de posición.” (495)
De la misma manera el autor analiza la clase emergente a finales del siglo XVIII y
principios del siglo XIX en los Valles de Aragua que es para él la clase de los pardos.
Esta clase tampoco ha contribuido positivamente al desarrollo de la nacionalidad.
“Pero son descuidados estos alegres feligreses y las escuelas se ven en un si es o no preciso declararlas nominales, ya que con el estipendio de dos y cuatro reales que cobra mensualmente en cada caso y por cada alumno, no le es posible al maestro subsistir cuando no sea gruesa la asistencia: Los funcionarios coloniales se aprovechan, entonces, de la condición marginada de los pardos de Maracay, quienes no han hallado salida a su energía vital en la cultura sino en el trabajo extenuante del día y los brindis y las borracheras nocturnas. Estas últimas son prohibidas por “las gentes de respeto”, pero al mismo tiempo consentidas por los funcionarios coloniales quienes obtienen mucha ganancia de estas actividades clandestinas. Pocas ocasiones de entretenimiento ofrece la incipiente villa, y por ello las guaraperías están llenas de trabajadores que si bien se embriagan con grande escándalo de las gentes de respeto, dan motivo de regocijo a los rematadores y en especial al Teniente de Gobernador, de quien se dice que percibe trescientos pesos anuales por hacer la vista gorda cuando suben de punto los caldos y son vendidos, contra la pragmática, de noche; sin que dejen de escurrirse las sinecuras para los ayudantes y militares que descuidan, con la anuencia del Teniente, la vigilancia de las ventas. La novela dedica no pocos espacios a describir la conducta de estos vasallos que posteriormente se convertirían en los ciudadanos que habitarán la casi totalidad del territorio venezolano. Distingue entonces a los pardos de los esclavos el don de la libertad, pero al mismo tiempo este don pareciera que la mayoría de las veces, según el autor, no se convirtiera en un beneficio para los hombres de esa clase porque la sociedad colonial no mostraba otros caminos para la superación, además del afán de lucro y las borracheras. La cosecha del añil ha traído tanta gente forastera y a numerosos libertos que sólo persiguen las ganancias materiales y han venido promoviendo un pestilente espíritu de abandono, que los lleva a darse a bailes y juegos prohibidos.” (496)
“La esclavitud negra se encuentra en franco descenso en los Valles de Aragua, en el tiempo histórico que
(495) BRICEÑO-IRAGORRY, Mario. Casa León y su tiempo en: Obras completas, Vol. 3, págs. 250, 251,
(1946). (496) Febres Laura. “El problema tierra-hombres en la novela Casa León y su tiempo de Mario Briceño-
Iragorry.” págs. 256 y 257.
293
trata la novela, debido a que se estaban creando nuevas relaciones de producción, donde el peón libre era mucho más productivo para el hacendado que el esclavo quien tenía que ser sostenido por el amo; mantenimiento que estaba resultando demasiado costoso. Este fenómeno no deja de ser expresado por Briceño-Iragorry que, frente a la cuantiosa información que nos brinda sobre los mulatos, pardos y el mantuanaje, presenta muy pocos datos acerca de los esclavos.” (497)
La otra circunstancia que objetiviza la biografía presentada en Casa León y su tiempo es
la imparcialidad que expresa el narrador en la descripción de los dos bandos presentes
en ella, los patriotas y los realistas. Este constante hincapié en que la Guerra de
Independencia fue un incendio entre hermanos será enfatizado en El Regente Heredia o
la piedad heroica.
Entonces, la fuerza que emana de esta obra proviene de la objetivación del símbolo
presentado, no sólo por la plurivocidad del personaje principal, sino de la representación
de las clases sociales de la Colonia y de la imparcialidad con que es presentada la lucha
independentista. Además de la ironía que el autor demuestra al analizar algunas de sus
ideas o situaciones.
En la biografía el autor no deja de expresar la idea analizada en el capítulo primero de
esta tesis (498), de que existe una clase de hombres que concibe los destinos de la
(497) Ibid. pág. 261. (498) (Ver pág. de este trabajo)
294
Historia por encima del pueblo. Pareciera que la Historia se crea en las corrientes de
pensamiento gestadas por los hombres intelectualmente superiores para luego ser puesta
en práctica por el pueblo. Esta clase es la levadura sin la cual el “pueblo” no podría
actuar. Cuando presenta la figura de Simón Bolívar nos dice:
“La historia aunque sea obra colectiva parece a veces encarnar en el pensamiento de escasos hombres de privilegio.” (499)
4.3.4 ORDEN, SOLIDARIDAD Y LIBERTAD EN UN MUNDO DE PASIÓN: “El Regente Heredia”.
Así como en Casa León y su tiempo. (Aventura de un anti-héroe) hay la intención
manifiesta de crear un símbolo histórico con un personaje que ha participado
cómodamente en las distintas etapas de la Historia de la Independencia de Venezuela, en
el El Regente Heredia o la piedad Heroica, además de la caracterización del Regente, el
autor centra su atención en la exploración de estas tres ideas actuando en un escenario
que ha sido tipificado por el autor de la siguiente forma “Y Venezuela es un mundo de
pasión”.(500)
Para esto nada mejor que un personaje que tiene la condición de historiador. Condición
que a partir de este momento en la evolución del pensamiento histórico de Mario
Briceño-Iragorry, está muy ligada a otra cualidad que según él debe tener el historiador:
el temperamento filosófico. Así el historiador será un adivino o con el “...don
(499) BRICEÑO-IRAGORRY, Mario. Casa León y su tiempo , Obras Completas, Vol. 3 pág. 177. (500) Ibid.,El regente Heredia o la piedad Heroíca Vol. 3, pág. 381, (1947)
295
vatídico..”. (501)
“Hasta ahora Heredia no ha hecho sino tocar a las puertas de la historia. Lo que lleva por dentro, el inmenso caudal de su ponderado y bien nutrido espíritu, no se ha puesto a flor de testigos. Ese don admirable de antever las circunstancias, que es patrimonio de su temperamento de filósofo, no se ha revelado en forma rotunda y decidora. Hoy, 1° de septiembre de 1810, llama en su auxilio a los genios benéficos que han colmado de luces su interior, modesto y recatado, para que le ayuden a expresar las generosas y sublimes ideas que conviertan a la reflexión a los hombres que en Caracas están fraguando las armas para la lucha fratricida. Se siente heraldo de la causa de la concordia humana.” (502)
A pesar del inmenso sufrimiento que la realidad histórica infringe a José Francisco
Heredia, éste es absolutamente objetivo ante los diferentes cambios que la Historia
presenta ante sus ojos porque él posee el conocimiento de la verdad eterna, platónica,
que está mucho más allá de los cambios efímeros de la Historia.
“Pero si es mucha su erudición y su pericia en cuestiones de derecho, nada valen al lado de las ideas sublimes con que expresa, no sólo la luz de la clara y recta razón, sino la exquisita sensibilidad que posee para entender las grandes verdades y los eternos principios normativos de la justicia humana. Su humanismo no es el humanismo antropocéntrico de los filósofos de la Revolución. El arranca, por el contrario, de un concepto claro y cabal del valor de la persona en el orden de la comunidad que se mueve hacia la conquista de un mundo superior.” (503)
El Regente Heredia no se siente tentado como Casa León ni por el poder ni por el oro.
“El no es hombre que mida con la vara el interés personal las acciones públicas.”(504) El
es la representación del orden y la solidaridad que no vacilan como ideas ante la
seducción de las riquezas terrenales y perecederas.
(501) Ibid., pág. 475. (502) Ibid., pág. 360 (503) Ibid., pág.372. (504) Ibid.,pág. 371.
296
“Más pobre de lo que vino regresa Heredia en el orden material, y sin embargo, lleva el
alma repleta de tesoros.” (505)
Hemos reflexionado acerca de la idea de orden en Mario Briceño-Iragorry en el primer
capítulo de esta tesis y en su evolución con respecto a ella en el apartado anterior. Esta
idea reaparece en la novela ahora estudiada, pero representa en ella una realidad del
pasado personificada por la Monarquía que el Regente cree y piensa como la fuente u
origen del ordenamiento social.
“Sacrificarse por su Rey y la nación es sagrado imperativo para Heredia. Una larga tradición de lealtad a la Corona forma el sustrato de su estirpe. En el Trono ve la suprema garantía del orden y el muro roqueño que defienda la religión y las costumbres.” (506)
La idea de orden no es entendida ni por los mismos españoles en Venezuela, que
constantemente violentan las normas de la justicia, que el compromiso con el orden
suponía.
“Trae el Oidor llena de las más extrañas y alambicadas ideas acerca del porvenir que espera a las provincias y a sus hombres. Sobre todo le angustia ver cómo la revolución de los independientes, que hablaban en nombre de los derechos del pueblo americano para gobernarse por sí propio, ha sido sustituida por una revolución de valentones que, diciéndose defensores de los derechos del Rey, han comenzado por desconocer a sus legítimas autoridades. ¿No será este anómalo estado de cosas funesto preludio y origen de nuevas desgracias que victimen a la infeliz Venezuela? ¿Qué papel le reserva el destino en medio de estas confusas y discordes voces de hombres a quienes ciegan la vanidad, el odio y el apetito de poder? ” (507)
El Orden Real se expresa en una serie de leyes que soportan su Justicia que
constantemente son burladas por quienes lo representan. De esta forma el pueblo
(505) Ibid., pág. 333.
297
venezolano aprenderá desde los inicios de su vida republicana a irrespetar estas leyes
orientado por el ejemplo de los hombres que supuestamente las encarnan. Es la idea que
más adelante esta tesis expresará Mario Briceño Iragorry como la “traición de los
mejores”:
“Cinco revoluciones dice, porque si los hombres del 19 de abril de 1810 y los patriotas de 1813 se alzaron al amor de las nuevas ideas de libertad, Monteverde y Boves fueron también rebeldes contra las instituciones, y en nombre de los propios derechos del Rey empezaron a preparar los instrumentos que, en manos de Morillo y de Moxó, concluyeron por destruir la aptitud civilista y la sensibilidad jurídica del pueblo venezolano. .... De los actos de su transitorio gobierno (Boves) son responsables los hombres que como, Tomás Hernández Sanabria y Francisco Rodríguez Tosta, prestaron sus títulos de juristas para vestir la justicia desaforada del caudillo, en un monstruoso tribunal presidido por el pérfido Márqués de Casa León. ¡La aristocracia criolla y los hombres de las leyes dando forma al pensamiento de los bárbaros!. ... (508)
Después de oír estos preceptores de la arbitrariedad, el pueblo se siente graduado para
imitarlos y superarlos durante el curso tormentoso de su historia. Con ellos quedó
definitivamente rota la tradición de juricidad que habían formado las Audiencias.
‘’Sin la noción de la justicia y sin la fe en sus fallos, los pueblos se confían al azar de la
fuerza y al prestigio de los hombres necesarios.” (509). La alusión a su papel en el pasado
inmediato de la dictadura de Gómez es imposible que no nos venga a la memoria frente
a este párrafo. El, como abogado o “jurista” en la Secretaría del Congreso había
(506) Ibid., pág. 342. (507) Ibid., pág. 391, Italícas= Comillas en el autor. (508) Ibid., pág. 464, 465. (509) Ibid., pág. 465
298
ayudado a justificar al hombre necesario del que habla al final de esta cita.
Así como Casa León es el personaje simbólico que ha venido siendo imitado con
diferentes disfraces por la clase dirigente venezolana, la actitud del pueblo venezolano
ante la ley -que la Real Audiencia con el Regente Heredia a la cabeza representa- ha
sido invariablemente repetida por nuestro pueblo en los diferentes momentos de su
Historia. Sobre todo cuando se ha rendido ante el poder del ejército.
No puede ser más tajante don Mario Briceño-Iragorry con respecto a este hecho que en
las siguientes frases que leeremos a continuación. En el segundo párrafo por su
reiteración del “todos” y el “siempre”, se encuentra fuera de toda objetividad histórica,
explicable sólo si no olvidamos cuán reciente estaba en nuestra Historia el 18 de
Octubre de 1945, en cuyo proceso había participado el autor directamente.
“Sus palabras en el pórtico de nuestra vida republicana son como el angustioso aviso de quien con mirada certera ha avizorado el confuso porvenir de una sociedad que en breve habrá de confiar su permanente destino a las arbitrariedades de los hombres de cuartel”. (510)
“Porque la experiencia de todos los tiempos y todos los países enseña que las comisiones militares han sido siempre o las precursoras o las compañeras del despotismo o de la tiranía.” (511)
Sin embargo, aunque nuestra causalidad histórica, en la que Don Mario cree, nos
condicione a actuar como venezolanos que aceptan siempre a los ‘’hombres
necesarios‘’, existe el ejemplo de la figura del Regente que se niega a rendirse ante la
(510) Ibid., pág. 356 (511) Ibid., pág. 417
299
causalidad y nos demuestra con su conducta la posibilidad de otra actitud.
¿Cuál es la fuente que le permite al Regente mantenerse erguido frente a la violencia de
la guerra y a la causalidad histórica? La solidaridad cristiana predicada por los
evangelios.
“Cristiano que en la edad apostólica habría derramado la sangre por defender la verdad de su fe, hoy está dispuesto a regalarla porque se cumplan los principios de equidad y de amor que encierra la doctrina de Cristo. Odia la guerra porque ama con amor cristiano a todos los hombres. Por ello escribe: La sola razón de dominar no es justo motivo para destruir los pueblos y disminuir cruelmente la especie humana. La guerra siempre es guerra, pues de un modo u otro se derrama sangre, que es lo que deben precaver los padres de los pueblos, ¿ quién ignora que los que se acostumbran al ejercicio natural primitivo, jamás vuelven a ser ciudadanos tranquilos y sumisos?”(512).
La solidaridad violenta la causalidad histórica. Esta es un eterno presente, que permite a
Heredia legislar frente a los hechos de la guerra con una perspectiva muy diferente a la
de sus contemporáneos, inmersos dentro de la causalidad. No existen para el Regente
españoles o criollos sino hombres amados por Dios y sangre de Hermanos.
Consideramos que esta idea expuesta aquí es una de las más valiosas que hemos
encontrado dentro del pensamiento histórico de Mario Briceño Iragorry en el cual la
casualidad histórica positivista no es rota por la libertad, como en la mayoría de la
filosofía histórica contemporánea, sino por la solidaridad y el amor.
La solidaridad del Regente está por encima de las ambiciones de poder de la Monarquía
(512) Ibid., pág. 373.
300
y de la sed de venganza de sus contemporáneos, por eso es más fuerte que la idea de
orden monárquico y está ligada a la ley. El Regente es el precursor de la idea de
solidaridad hispanoamericana ya ampliamente tratada en la primera parte de este
capítulo:
“¿Qué eco tendrán mañana, se pregunta, en el concierto del mundo las voces individuales de Chile, Buenos Aires, México, Guatemala y Caracas? ¿Podrán estas aisladas naciones hacer por sí solas respetar sus derechos frente a la tendencia dominadora y absorbente de las grandes potencias? ...Al examen de la cuestión internacional y de la política de dentro, añade Heredia las penetrantes observaciones de orden sociológico que se derivan de la peculiar estructura humana de los habitantes, en un medio donde, a una clase blanca de escaso número, se suma un indisciplinado mestizaje, y una rebelde masa de zambos y esclavos. Rotos violentamente los diques del orden que hasta hoy ha venido encuadrando el desarrollo de la sociedad, caerán los pueblos en un estado absoluto de anarquía, donde se instalará una lucha permanente de clases y colores, como ya ha sucedido en su patria dominicana, y animados entonces los sectores incultos y serviles por el señuelo de las ideas representativas con que la revolución de Francia ha envenenado al mundo, llegaría muy en breve la hora infeliz en que caigan las hachas y las antorchas incediarias en las manos de los verdugos.”(513)
Este último párrafo nos trae a colación la idea de Libertad -ya tratada también en el
primer capítulo de este trabajo-, ésta debe de aparecer como supeditada al orden y a la
solidaridad. Ella debe ser bienvenida, si no entra en conflicto con las acciones de las
otras dos ideas. Porque el cumplimiento de la libertad sin tener en cuenta el orden y la
solidaridad trae el desasosiego y la violencia a los pueblos. Sobre todo el rompimiento
de la jerarquía que tanto preocupa al Regente y, a Mario Briceño-Iragorry.
Sin embargo, el Regente no puede ignorar los aportes intelectuales que la Revolución
Francesa ha proporcionado a la Historia de la Humanidad y conserva algunos de los
301
libros hechos por sus ideólogos en su biblioteca. Aunque no duda en prohibir su lectura
cuando se trata de la enseñanza de su hijo.
“Pero cuando el hijo, deseoso de meterse en nuevos caminos, le pregunta sobre la pertinencia de un tomo de Montesquieu que está en la pequeña librería del Regente, encarga a doña Mercedes que lo recoja y no se lo deje leer. Es manjar fuerte para que el hijo lo digiera y en su lugar le indica proseguir las lecturas de la Biblia.” (514)
Es difícil después de venir analizando estas dos obras prescindir de los rasgos
autobiográficos que puedan existir en ellas. Ya hemos citado algunos, como la presencia
de los juristas que defienden un “orden” falso, o el ataque a los militares que recuerda el
pasado inmediato del derrocamiento de Medina. Pero también podemos citar otros como
la mala salud que se manifiesta en permanentes dolores de cabeza y a veces insomnio
tanto en el Marqués como en el Regente (515), su creencia en la divinidad que no los
abandona hasta el final de sus días, la familia vista como un lugar idílico donde las
esposas e hijos no permiten la entrada del desamor y la violencia y la carestía de bienes
materiales que reina en la sociedad. Rasgos que probablemente formaron parte del
acontecer vital del autor, cuyo concepto de la Historia venimos siguiendo paso a paso.
Pero existe en el Regente un párrafo que nos revela suficientemente la identificación
(513) Ibid., pág. 360 y 361. (514) Ibid., pág. 444 (515) Las quejas de mala salud que manifiesta constantemente Mario Briceño-Iragorry en su epistolario son
prueba de esto. Esta situación motiva frases de consuelo de sus amigos:”Siento lo que me dices de tu salud y del malestar que tienes, pero a la vez, créelo, me contento de que sea allá donde ese malestar te atormente más, pues de este modo, teniendo al alcance más bondad de la ciencia, tratarás de curarte de una vez para siempre lo que te haga sufrir físicamente. Ibid., “Carta de Roberto Picón Lares a Mario Briceño-Iragorry”, Vol. 23, pág. 8, 9 de junio de 1924.
302
que el autor sentía con este personaje.
“Aunque el más generoso tono de libertad y de justicia forme el substrato de su conducta social, es él ante todo y sobre todo un conservador a quien preocupa el mantenimiento de la tradición política y cultural que representa el antiguo régimen y fundamentalmente, para hoy y para todos los tiempos, un decidido defensor de la jerarquía que garantice la facultad de natural ascenso de los individuos. Quiere la libertad que pueda moverse entre los cauces severos del orden y teme a la vez el feroz despotismo que, como en la Francia del Terror y ahora bajo la férula del Emperador, yergue la cabeza sobre la propia liquidación de las mejores ideas de regeneración y de justicia.” (516)
3.3.5 HISTORIA: PASIÓN O MENTIRA.
Este periodo se inicia en la Academia con una declaración de apertura hacia diferentes
credos y distintas aproximaciones hacia el hecho histórico. Antonio Alamo hace un
análisis de los discursos pronunciados hasta ese momento en el Recinto Académico:
“Ya en otras oportunidades desde la tribuna que ocupo se oyeron voces afirmadoras del criterio ecléctico de la Academia. La del doctor Francisco González Guinán, cuando, con motivo de la recepción de Monseñor Nicolás E. Navarro dijo que La Academia de la Historia rinde culto a la libertad del pensamiento y respeta todas las creencias sin hacerse cargo de afirmaciones individuales; La de Briceño-Iragorry cuando, en su contestación a la famosa monografía de Caracciolo Parra sobre la Instrucción Colonial en Caracas, asienta que No impone la Academia una manera de pensar ni rechaza a quienes difieran del concepto que pueda seguir la mayoría, y la del doctor Juan José Mendoza, cuando, respondiente de la recipiendaria doña Lucila de Pérez Díaz, afirma, enfático de certidumbre, que “la actitud de la Academia es ajena a todo perjuicio”. Mas, la comprensión tolerante de este instituto no es del todo gratuita sino en cierto modo preceptiva; porque en su misión compleja y permanente debe valerse de todas las doctrinas, ya que en tales lucubraciones la ética no requiere que sean uniformes las ideas sino que se propaguen con decencia.” (517)
(516) Ibid.,El Regente Heredia o la piedad Heroica. Vol. 3, pág. 361, (1947). (517) ALAMO, Antonio. “El Eclecticismo y la tolerancia en la Academia.” En: Discursos de Incorporación.
Tomo II, pág. 132.
303
Sabemos que no siempre fue así. (518) La tolerancia en la Academia fue un logro de la
evolución del pensamiento histórico dentro de nuestro país y tal vez también fue fruto de
las agrias polémicas que se suscitaron en los años treinta por los distintos criterios
acerca de la Historia y contribuyeron a una mayor madurez historiográfica.
El período de dos años (1946-1948) que nos proponemos discutir ahora es quizás el más
fructífero para conocer el pensamiento histórico de los compañeros de generación de
Mario Briceño-Iragorry.
Los nuevos miembros que integrarán de ahora en adelante la Academia se definen como
una nueva generación que ha manifestado un acercamiento diferente frente a la
interpretación del hecho histórico venezolano. Esta divergencia que los hace distanciarse
de sus antecesores, los lleva a una convergencia con respecto a sus opiniones en torno a
la Historia de Venezuela.
“Caminos de la Patria; pero, sobre todo, el camino hacia la Patria. Porque para los intelectuales de nuestra generación la Patria nunca ha sido realidad presente y placentera sino tierra por alcanzar y promesa de una fragosa ruta que hemos aceptado por vocación y por deber.” (519)
La Historia lejos de ser un estudio erudito, no comprometido, perteneciente a las
Bibliotecas está amasada con la emoción de la reconstrucción de un presente y Enrique
Bernardo Núñez llega a definirla como: “Así la historia es pasión de actualidad.”(520)
(518) Ver cita 153 de este trabajo (519) MIJARES, Augusto. “Contestación de Augusto Mijares a Mariano Picón Salas.” En: Discursos de
Incorporación. pág. 235 (520) Ibid., NUÑEZ, Enrique Bernardo. “Juicios sobre la Historia de Venezuela.”, Ibid., pág. 243
304
En esta generación existe una crítica hacia el papel que ha jugado la Historia en las
generaciones anteriores como conductora de los destinos de los pueblos.
“Después... Hasta la historia no es a menudo sino una mentira política, que se repite rutinariamente de generación en generación; y en los países de personalidad vacilante, si vivientes aún los que pudieran representarlos moral e intelectualmente la nación no tiene fuerzas para encumbrarlos por encima de la farsa gubernativa, ¿cómo esperar que una vez muertos exista para ellos otra justicia?” (521)
Por eso hay que replanteársela, vivirla con pasión, conseguir conexiones con el presente
no encontradas por los historiadores anteriormente. Los discursos tienden a demostrar
que existe una continuidad en el proceso histórico venezolano, que nuestra Historia es
un continuo regreso a tratar de hacer realidad los ideales de libertad tantas veces
traicionados en el transcurso de nuestro devenir.
“Esa base social y moral de nuestra emancipación representa un íntimo espíritu constructivo muy superior al hecho político y militar, mediante el cual se realiza la independencia, es la justificación de que pudiéramos reclamarla de la metrópoli por medio de las armas, y es el punto de partida de nuestra tradición republicana. Las consecuencias prácticas de esta concepción inicial de nuestra historia son incalculables, pero señalaré sobre todas, ésta: si la Independencia hubiera sido una mera aventura militar afortunada, o un simple desarrollo de la explotación del pueblo que realizaban los oligarcas criollos, no tendríamos por qué lamentar los infortunios políticos que después ensombrecieron nuestra vida republicana, y muy bien podríamos considerarlos como consecuencia de esa falta de base social y de ideal político superior.” (522)
Este amor por la Libertad fue traicionado en nuestro país por leyes políticas y
económicas injustas que motivaron otra nueva explosión como fue la Guerra de la
Federación, así lo demuestran en sus discursos José Nucete-Sardi y Augusto Mijares:
“No era, pues, la simple adopción de un sistema político, en cuyo logro se había avanzado lo que
(521) Ibid. MIJARES, Augusto. “Libertad y Justicia Social en el Pensamiento de don Fermín Toro.” pág. 171 (522) Ibid., pág.192.
305
llevaba a la guerra. Las reinvindicaciones que no encontraron solución con la guerra de Independencia, azuzadas por los ideólogos, encontraron eco en el personalismo de los caudillos y buscaron realizarse amparadas por las armas. La ambición de las lanzas puso a su servicio la inquietud, el descontento y la angustia populares.” (523)
“Se soporta muchas veces la tiranía de un hombre, el poder de un guerrero, la dominación de una clase, porque con frecuencia esto mismo excita algún gran sentimiento nacional, la gloria militar, la ambición de conquistas, el noble orgullo de las ciencias; pero jamás se conllevan pacientemente la opresión y la injusticia ejercidas con calma y con frialdad en nombre de las leyes y bajo el velo de las formas judiciales. Sin embargo, el que así escribía quedó catalogado para la posteridad entre los conservadores; y contra ellos levantó tantos odios la demagogia, que todavía se canta con malvado regocijo en Venezuela: “¡Oligarcas, temblad!”. (524)
Estos ideales han sido traicionados porque el verdadero hombre de pensamiento crítico
no ha sido escuchado para conducir a la política por verdaderos caminos de racionalidad
y honestidad que solucionen los problemas de Venezuela.
Acerca de esto Augusto Mijares tiene unas reflexiones que seducen por su actualidad y
que debieran ser motivo de análisis profundo por todos aquellos que intenten incursionar
en el terreno político como una verdad obtenida por el historiador después de un
profundo análisis del comportamiento de nuestro pueblo frente al hecho político.
“Pero lo cierto es que hay otras causas para que Toro haya quedado sumergido por nuestra tormentosa realidad, y la primera es, me parece, que aunque los venezolanos no somos declamadores, nos seduce la declamación. Mejor dicho, por lo mismo que nuestros infortunios políticos nos han hecho escépticos, necesitamos la fanfarria de la declamación -oratoria caudillesca- para sacudirnos. Las promesas exorbitantes del que nos habla, la devoción personalista ilimitada de parte de los que escuchan, la ilusión de conquistas definitivas, el entusiasmo y la irresponsabilidad del entusiasmo que son como una especie de olvido liberador, forman un espectáculo
(523) Ibid. NUCETE-SARDI, José. “Aspectos del Movimiento Federal de Venezuela.” pág. 159. (524) Ibid. MIJARES, Augusto. “Libertad y Justicia Social en el Pensamiento de don Fermín Toro.” pág. 189.
306
teatral que nos transporta y en el que muy a menudo vinieron a parar todas nuestras revoluciones.” (525)
La Historia debiera ser el saber que nos protege contra los titiriteros, contra el fanatismo,
contra el dominio de las ideologías mesiánicas que tanto asustaron a todos estos
intelectuales y a las cuales hace alusión Augusto Mijares en su discurso:
“Como algo absurdo y lejano nos habla de la fascinación o especie de demencia que causan las teorías puramente especulativas, cuya adopción, se ha creído, dispensa del estudio profundo de las circunstancias de cada país, de su riqueza, de su población de la índole de sus habitantes y de todas las cualidades características que distinguen región de región, y pueblo de pueblo. La ciencia del gobierno dejaría de ser una ciencia y la obra de la legislación sería la más pueril de las obras humanas, si no consistiese más que en la aplicación de media docena de proposiciones generales consagradas con el nombre de principios.” (526)
La problemática del hombre y de la sociedad que puede ser solucionada por la ciencia
política, no encuentra la respuesta definitiva, sino que es una lucha diaria y constante
para alcanzar mejoras y logros.
“... La Historia sería, vano ejercicio retórico y recuento de hechos que, por pasados, son irreversibles, si el hombre no viera en ella una permanente y siempre abierta hazaña de libertad.” (527)
Desde la Academia se plantean nuevos campos de incursión para el saber histórico que
enriquecerían su aproximación a la realidad que había venido siendo privada de su
totalidad al dedicarse la Historia sólo al área política y a la descripción de las guerras y
batallas.
“Desarrollada ya en gran parte la Historiografía Militar y Política, convendría detenerse un poco en la Historia cultural. Lingüistas, etnógrafos, antropólogos, folkloristas, economistas, mancomunado su esfuerzo,
(525) Ibid. pág. 171. (526) Ibid. pág. 184. (527) Ibid., PICON-SALAS, Mariano. “Rumbos y Problemática de nuestra Historia.” pág. 233.
307
deben trabajar en esa Summa de Venezuela de que estamos requeridos. Tanto como las grandes batallas de la Independencia es un problema histórico saber cómo en estos cuatro siglos que abarca nuestra Historia documentada, el venezolano transformó su suelo; qué etapas ha sufrido su Economía, qué ideas o consignas rigieron su vida espiritual. La Historia de las ideas en que comienza a interesarse un grupo nuevo y muy empeñoso de historiadores hispano-americanos, es mucho más -como ya lo advirtieron Gil Fortoul y Vallenilla Lanz- que estudiar la influencia del pensamiento europeo en América; es esclarecer, al mismo tiempo, qué reacciones, cambios y reajustes suscitaron aquellas ideologías en su choque con un medio social distinto.” (528)
Venezuela se encuentra en un momento histórico muy particular analizado por Briceño-
Iragorry en su artículo “Estiércol del diablo” (1941), según él este momento nos
recuerda la conquista de Cubagua donde en un principio todo fue lujo y riquezas para
luego pasar a ser desolación y miseria.
Con la explotación del petróleo como fuente fundamental de riqueza hay que volver a
renovar la hazaña de libertad del pueblo venezolano. Este es un bien que se desea tanto
como en el pasado España codició nuestro oro y hay que liberarse de las incursiones
extranjeras en este momento de la misma manera como nos liberamos de España.
“Pero desde que en 1920 el petróleo comenzó a sustituir el café y al cacao como producto dominante; desde que un capitalismo técnico y financiero pesó en la vida del país; desde que la política mundial con sus nuevas místicas se hizo sentir en las discusiones públicas, habíamos dado el salto tremendo y, sin duda arriesgado, que nos separaba del siglo XX. .... defender contra los nuevos conflictos de poder y hegemonía que habrán de suscitarse en el mundo, la línea de la nacionalidad, la verdadera tradición del Libertador, es nuestra próxima y más urgente tarea de educación histórica.” (529)
Plantea Mariano Picón Salas la importancia de otras ramas del saber histórico ignoradas
o poco estudiadas por nosotros, así también expresa la necesidad de “... dividir el país en
(528) Ibid. pág. 231.
308
zonas y áreas culturales.” porque ellas ayudarían a obtener él objetivo que él aspiraba
debía cumplir la Historia de Venezuela:
“Que la Historia nos sirva más; que concurra con sus datos a aclararnos problemas e interrogantes de cada día; que no sea tan sólo tema del discurso heroico sino la propia vida y el repertorio de formas de la comunidad, es cuestión que ya nos planteamos.” (530)
A través de la Historia debíamos sentir constantemente a nuestro país. Debíamos amarlo
pero sobre todo pelear por él y sufrirlo porque la “...hazaña de libertad...” no había sido
conquistada todavía. Sólo que ese amor y esa pasión debían ser manifestados de manera
diferente a como lo habían hecho nuestros predecesores.
“Siempre hemos dado preeminencia al gesto empenachado y romántico, pero las decepciones que hemos tocado deben obligarnos a meditar si después de haber glorificado durante un siglo el amor a la Patria no nos toca recomenzar, preguntándonos con más humildad, cómo es que debemos amarla. Pues bien, en esto hay mucho también de interpretación histórica.” (531)
4.4 LA SOLIDARIDAD ABSOLUTA (1949-1952)
La solidaridad se convierte en el período de 1949 a 1952 en una idea que impregna todos
los trabajos de Mario Briceño-Iragorry. Sus escritos de diversa índole: histórica,
religiosa, económica, telúrica, política, lingüística y literaria, contribuyen a expresarla y
desarrollarla en sus principales facetas, para que sus lectores tengan muy claro cómo
llevarla a la práctica. En las distintas formas que el país lo exija y en la manera que su
(529) Ibid. pág. 232. (530) Ibid. pág. 231 (531) Ibid. “Contestación de Augusto Mijares a Mariano Picón Salas. pág. 236.”
309
condición personal les permita ejercerla. Como vimos en el estudio de la novela El
Regente Heredia o la Piedad Heroica(532) la solidaridad es aquella fuerza histórica
superior a la causalidad, ya que puede en un momento dado romper el curso de ésta.
Así, como la idea de orden es el centro de su reflexión histórica entre los años de 1911, a
1935, como analizamos ya (533), la idea de solidaridad que empieza a mostrarse de
manera muy intensa desde 1936, cuando expresa sus principales pensamientos sobre la
solidaridad latinoamericana, (534) se convierte en esta última etapa del período en una
constante que se apodera de toda su reflexión. Sin embargo, la idea de orden, presente en
sus trabajos anteriores, aunque va a dejar de ser nombrada directamente con la
frecuencia que lo hacía, no va a ser desterrada de su obra, sino que el orden será el
resultado de la actuación solidaria de los hombres al final de los tiempos. El orden más
que una idea social y política se convierte en una idea religiosa que nos habla de la
Voluntad Divina. En esta etapa nos muestra que es imposible lograr el orden en la
Historia si no existe el desarrollo de una etapa previa: la solidaridad.
Cuando se inicia el período de estos cuatro años, Briceño-Iragorry hace el balance de lo
sucedido en Venezuela en el período de gobierno anterior, el denominado trienio adeco,
y se muestra muy complacido con las personalidades que integran la nueva Junta Militar
de Gobierno. Por ello acepta ser Embajador en Bogotá por un corto período de un año y
tres meses. Escribe allí su famosa carta a Andrés Iduarte, el 23 de marzo de 1949,
(532) Ver pág. de este trabajo. (533) Ver pág. de este trabajo. (534) Ver pág. de este trabajo.
310
donde expone su visión histórica del país para estas fechas:
“La tragedia de Gallegos no es el resultado de una aventura de ambiciosos. Mire a los hombres que han acudido al llamado de la Junta Militar. Si gran categoría tiene Gallegos en las letras de mi patria, Augusto Mijares, actual Ministro de Educación, es paradigma de rectitud moral y claro exponente del pensamiento civilista de Venezuela. Atilano Carnevali es ejemplo de digna constancia cívica y de marcada honradez republicana; Juan de Dios Celis Paredes un pundonoroso militar a quien el sector más progresista que apoyaba a Medina indicó para la Presidencia de la República; el sabio Pastor Oropeza es orgullo científico de Venezuela y ciudadano de aquilatadas virtudes; ... y tantos ciudadanos más que han entrado a ejercer funciones públicas, son hombres de honestidad inconfundible y tras de éstos, en sitio de consejo, estas figuras de primera calidad moral e intelectual -entre ellos su amigo el general José Rafael Gabaldón, demócrata impenitente- que prestan apoyo a las directivas del actual gobierno provisional:” (535)
El gobierno del partido Accion Democrática había convertido a Venezuela en un gran
“Manicomio” porque:
“No hay sentido de proporción para nada. No hay prudencia ni calma para enjuiciar los hechos y exponer las doctrinas,” (536)
En Julio de 1950 renuncia definitivamente a la Embajada de Colombia porque la Junta
Militar de Gobierno “venía incumpliendo los pasos necesarios para el restablecimiento
de la institucionalidad.” (537)
Ese mismo mes funda la llamada Unión Cívica que intenta restablecer los nexos entre el
General Medina y sus seguidores, asociación que no cuaja en el acontecer político
venezolano al cual le es muy difícil ya volver a los ideales del pasado medinista.
(535) BRICEÑO IRAGORRY, Mario. Obras completas. Vol. 11, pág. 201 y 202 (1949) (536) Ibid. , pág 198. (537) RIVAS, Rafael. GARCIA, Gladys. Cronología de Mario Briceño Iragorry. pág. 28.
311
La Junta de Gobierno decide convocar a elecciones para elegir una Asamblea
Constituyente. Mario Briceño-Iragorry encabeza junto con Jóvito Villalba las planchas
de Diputados al Congreso del Partido Unión Republicana Democrática. El 26 de
noviembre pronuncia su conocido discurso “Al servicio de Venezuela” en el Nuevo
Circo de Caracas.
El 30 de noviembre de 1952 se realizan las elecciones y el partido U.R.D. sintiéndose
ganador decide nombrar ese día a Mario Briceño-Iragorry Presidente de la Constituyente
que, según el estatuto electoral aprobado por la Junta de Gobierno, iniciaría las gestiones
para elegir al nuevo Presidente de la República. El gobierno desconoce el resultado de
estas elecciones y expulsa de Venezuela a los líderes de Unión Republicana
Democrática.
Hasta su exilio en diciembre de 1952, Mario Briceño Iragorry prosigue sus labores de
intelectual e historiador como profesor en su cátedra de Historia Colonial en la
Universidad Central de Venezuela y como escritor en la gran cantidad de trabajos que
analizaremos aquí. ¿Cómo podía Mario Briceño-Iragorry escribir tanto en un panorama
político tan agitado y en el cual tuvo tanta participación activa?
Esto solamente puede ser respondido si pensamos en su necesidad de cumplir con su
vocación de historiador, de venezolano y en sus dotes personales para llevarla a cabo.
Ese escritor tenía que comunicarles a sus lectores la importancia de la solidaridad en
todos los campos de su acontecer histórico y por eso le era imposible callar.
312
4.4.1 LA SOLIDARIDAD CON LOS LIBERALES COLOMBIANOS EN PELIGRO.
Mario Briceño-Iragorry viaja Bogotá el 14 de febrero de 1949, para permanecer en ella
como Embajador de Venezuela en ese país hasta julio de 1950 cuando “Presenta por
cuarta vez su renuncia a la Embajada de Bogotá, motivada a su desagrado con un
régimen que venía incumpliendo el ofrecimiento de dar los pasos necesarios para el
restablecimiento de la institucionalidad. La renuncia es aceptada.” (538) Además de esto
la situación que se le presenta a don Mario en Colombia no fue nada fácil porque lo
obligaba a tomar decisiones políticas de mucha importancia, debido a que estaban
involucradas en ellas la vida de muchas personas.
Cuando analizamos los informes diplomáticos de Briceño-Iragorry a la Cancillería
venezolana, tanto los de Centroamérica (539) como los de Colombia, que trataremos de
ahora en adelante, nos encontramos con un hombre práctico, observador profundo de los
detalles de la vida diaria.
No están ellos llenos de ideas morales que quieren ser explicadas e implementadas en la
realidad como ocurre en la mayoría de sus obras, sino que revelan la frescura del
observador de una realidad que en principio no tiene orientación moral ninguna y de la
que el destinatario tiene que sacar sus propias conclusiones.
(538) RIVAS, Rafael. RIERA, Gladys. “Cronología de Mario Briceño-Iragorry.” págs. 27 y 28. (539) Ver pág. de este trabajo.
313
Realidad que impone una conducta rápida a ser seguida frente a ella y no una reflexión
profunda que retardaría las consecuencias de la acción. Como la reflexión había sido
hecha ya de antemano a lo largo de sus obras, las acciones se muestran sin que ésta las
ahogue y les confiera su sentido de direccionalidad. Esto no quiere decir que don Mario
no emita su opinión ante los sucesos presentados, sino que la urgencia y rapidez con que
tienen que ser redactados estos informes diluye la carga reflexiva que se encuentra en el
resto de sus obras.
No deja de estar presente en estos informes el conflicto de intereses que a veces ha
caracterizado la Historia de estos dos países. Un artículo del periódico El Tiempo escrito
por Luis Enrique Osorio titulado “Venezuela Heroica” dice lo siguiente:
“Si algo criticara yo a Venezuela en sus últimos años, a través de cinco administraciones, es su excesivo hermetismo, su aberración nacionalista, tan recelosa y tan reñida con el credo bolivariano, que tenía proyecciones continentales y dejó rotundas consignas de unión entre nuestros pueblos. ... La nevera en que se conserva hoy la Carta de Quito es, sino una prueba, por lo menos una sugestión para que mis conceptos se tengan en cuenta ¿Cuáles son los propósitos que tiene hoy Venezuela y que los demás países niegan? Si es el pensamiento de Bolívar lo que ella proclama, Colombia, como en la Guerra Magna, está dispuesta a secundarla. No saldrá de aquí el arresto, porque el alma de nuestro país tiene exceso de mesura.” (540)
(540) OSORIO, Luis Enrique. “Venezuela Heroica” en el Tiempo Colombia, Expediente N° 179. Materia:
Referente a un artículo del escritor Luis Enrique Osorio titulado Venezuela Heroica. 16-4-1950. En cuanto a la carta de Quito nos dice Mario Briceño-Iragorry en una entrevista que le hicieron en Colombia. “Y La Carta de Quito, que nos dice, señor Embajador? –Respecto a la Carta de Quito, debo manifestarle que desde su celebración es objeto de cuidadoso estudio por parte de los organismos venezolanos competentes. La diferente estructura económica de nuestros países y los reclamos de ciertas industrias venezolanas, determinaron al gobierno anterior a no solicitar su aprobación legislativa hasta tanto no se hubieran hecho estudios formales de la situación que crearía su vigencia, estudios en los cuales aún se ocupan los aludidos organismos.” Ibid., Obras Completas., “El Embajador de Venezuela habla sobre las relaciones comerciales entre ambos países.” Vol., 19, pág. 322, (1949). El texto de la carta de Quito puede ser consultado en Panamá y sus relaciones Centroamericanas de Fellix Fernández Shaw pág. 197 a 207. Cuando lo leemos no podemos dejar de pensar en Alianzas como la Unión europea que tienen tanta vigencia actualmente. Sobre ella nos dice este autor: “¡Qué cita tan desafortunada con las estrellas tuvieron los tres importantes convenios (Carta de la Habana, el Convenio Económico de Bogotá y la Carta de Quito) suscritos en 1948! Sí, ciertamente, algunos de sus defectos constitutivos han sido la causa de su perdición no lo es menos que, aun con ellos, recibido el necesario número de rectificaciones,
314
Mario Briceño-Iragorry no tarda en contestarle el 17 de abril de 1950:
“Ahora, si tú te pones a ver el panorama venezolano a través de la solicitud tomada por nuestro Gobierno y por nuestras entidades económicas frente a la unión aduanera recomendada en la Carta de Quito, generalizas para el juicio una posición particular. ...Pero a Venezuela no se le puede pedir que renuncie a sus derechos de defensa económica en nombre de determinados principios así sean ellos por demás nobles y elevados. Desde que se firmó la Carta de Quito, nuestros organismos económicos mostraron reservas que obligaron al Gobierno de Gallegos a abstenerse de pedir su aprobación legislativa por las razones que en Bogotá expuso, en enero pasado, el doctor Manuel Pérez Guerrero, Ministro de Hacienda de aquel régimen. Esta misma posición ha seguido el actual Gobierno de Venezuela. I esa posición, clara y escuetamente la ha sostenido mi Cancillería en sus tratos con las Misiones diplomáticas de los otros países partes en Instrumento de Quito. ... No, mi querido Luis Enrique, Venezuela jamás ha pecado de aberración nacionalista. Todo lo contrario, ha habido no sólo la presencia generosa de Venezuela en la oportunidad del dolor humano, sino también un desorbitado deseo de servir con que ha llegado a poner en riesgo las mismas fuerzas de la Nación. Por ello hoy nos empeñamos su hombres en buscar la manera de abastecernos nosotros mismos, para alcanzar la feliz posición que Colombia cultivando un sano y laudable nacionalismo, ha logrado como fuerza creadora de prosperidad y de riqueza.” (541)
En este fragmento trata una cuestión de singular importancia para la política
internacional de la época. La actitud de Venezuela frente a los acuerdos interamericanos,
como fueron la Carta de Quito ya mencionada, y otro problema también importante, la
pertenencia de Venezuela a la Flota Mercante Grancolombiana, derivado de que
Venezuela no quiso aceptar la Carta de Quito.
habrían dejado su huella en los campos económicos mundial, continental y regional.” pág. 98. Sólo Colombia y Ecuador ratificaron la Carta de Quito.” pág. 101.
(541) BRICEÑO IRAGORRY, Mario. “Venezuela Heróica” en el Tiempo Colombia, Expediente N° 179. Materia: Referente a un artículo del escritor Luis Enrique Osorio titulado Venezuela Heróica. 17-4-1950. La Carta de Quito no fue enviada por Rómulo Gallegos al Congreso para ser aprobada porque tuvo mucha oposición de los industriales venezolanos ya que en estos años, como lo deja entender Mario Briceño-Iragorry, Colombia producía más que Venezuela y probablemente hubiera obtenido más ganancia con este proyecto.
315
Mario Briceño-Iragorry continúa con la política ya establecida por el Gobierno anterior
de Rómulo Gallegos. Venezuela se abstiene de firma la carta de Quito porque, en aquel
momento, observa él, la economía colombiana es más productiva que la de Venezuela y
no sería conveniente la firma del convenio.
En la separación de Venezuela de la Flota Grancolombiana tomaron parte otros intereses
que él explica después de que ya no es Embajador:
“Las razones invocadas por Venezuela para separarse de la Flota Grancolombiana no las conozco cabalmente. Mientras fui Embajador en Colombia surgieron diferencias por el paralelismo de la acción de aquélla con la Flota Venezolana de Navegación; mas, me fue dado apreciar entonces muy de cerca la labor de mis queridos amigos los Drs. Alberto Losada Casanova y Héctor Cuenca en orden a solucionar fricciones. A mí me era simpática la línea, pues si bien es harto difícil, por si no imposible, articular hoy la vieja unidad política que deseó salvar el Libertador, considero, en cambió, hacedera y beneficiosa la conservación y la creación de nexos que den fuerza a los vecinazgos y que mantengan la vigencia espiritual de la antigua comunidad política que ganó el mayorazgo de la libertad en la América española. (542)
Mario Briceño-Iragorry observa que para ese momento Colombia tiene una economía
más productiva que la de Venezuela porque se ha concentrado en producir los bienes
que necesita para su subsistencia, mientras que Venezuela importa todo lo que necesita.
Siempre es importante conocer al vecino y en estos informes aparece Colombia
presentada en uno de los momentos más dificiles que ha tenido su Historia: la época de
la violencia. Motivada esta situación por la muerte del líder del partido liberal Jorge
Eliécer Gaitán el 9 de abril de 1948.
(542) Ibid.,Obras Completas “Caudillismo, integración, anticomunismo” Vol. 19, pág. 300. s/f.
316
“A raíz de los bochornosos acontecimientos ocurridos el 9 de abril de 1948 se ha desarrollado en todo el país una persecución incansable contra todos los ciudadanos afiliados al partido liberal.” (543)
Intenta el partido conservador disminuir la fuerza de su opositor el partido liberal, no por
medio del libre juego de un debate político racional, sino por la intimidación violenta de
sus miembros, que en muchos casos terminó con la muerte de éstos y por consiguiente
con la venganza de los liberales que no tenían otra respuesta ante los hechos, porque los
conservadores contaron en esta lucha con el auxilio del ejército y la tácita aceptación del
gobierno colombiano.
“...Los voceros del conservatismo, como lo hace El eco nacional pregonan la liquidación y disolución del Partido Liberal, con el fin de lograr la desmoralización de las masas, lo que en parte podrán lograr en razón de la indefensión en que se hallan los liberales, a cuya prensa no se permite la beligerancia necesaria para contrarrestar la campaña de los periódicos conservadores.” (544)
El Gobierno no sólo no permite a los liberales expresarse libremente a través de la
prensa, sino que instrumenta, según Mario Briceño-Iragorry, toda una política
económica dirigida a restarle poder político a ese partido.
“...La más importante de esas medidas - y a la que me referiré únicamente en la presente - es el Decreto presidencial por el cual se les aumentó el salario a los obreros y a los empleados de las empresas particulares. Con ella logró en parte el Gobierno aplacar en el ánimo de muchos trabajadores liberales, carentes de conciencia política, como la mayoría de los habitantes de este país, el furor de la pasión partidista que los preparaba para la organización de movimientos subversivos contra lo que ellos conceptuaban, no sin razón, un aleve atropello contra sus intereses mayoritarios. Una vez llevada a la práctica tal resolución, los resultados fueron completamente opuestos a los intereses populares. Ya que con base en dicho aumento y el acatamiento del Gobierno los comerciantes e industriales han simultaneamente
(543) Ibid.“Asilados en la Embajada de Venezuela en Bogotá.” “Carta de Alfonso Herrera y William Daw
dirigida a Mario Briceño-Iragorry.” Colombia, Dirección Política, Expediente 95, 1950. (544) Ibid. Colombia, Dirección Política, Expediente 27, 18-1-1950.
317
subido el precio a sus mercancías en una proporción mucho mayor. Mientras tanto, los ricos empresarios en principio aparentemente perjudicados por el Decreto, ven aumentar sus caudales, contra la condición cada vez más triste de una inmensa masa depauperada, con un gran índice de analfabetismo, con pésimas condiciones higiénicas que sin saber cuál será el destino de su miseria ni el objeto de sus luchas, entregan a menudo sus vidas en constantes choques armados, guiados por quienes utilizan sus sacrificios para discutirse, junto con el poder político una mejor realidad para sus florecientes consorcios económicos.” (545)
Sin embargo, los conocimientos que tiene la opinión pública acerca de estos sucesos son
muy pobres debido a la escasa información comprobable de la situación que se está
viviendo.
“...creo mi deber decir una vez más a usted que la estricta censura oficial hace muy difícil la consecución de noticias veraces y que las fuentes que informan a esta Embajada nada han suministrado en concreto....” “....varios documentos de índole política que circulaban clandestinamente en esta ciudad. Debido a la censura de la prensa es frecuente la aparición de esta clase de papeles cuya distribución es muy profusa....”(546)
Esta ambivalencia en las informaciones provenientes a veces de anónimos callejeros se
complementa con el rumor que deforma los hechos ocurridos, pero que a la vez es junto
con los papeles clandestinos una de las fuentes de que se dispone:
“Y aquellas informaciones que la censura tacha, ...se agrandan hasta convertirse en uno como estado de conciencia, tal vez con poco fondo de verdad algunas veces.” (547)
Sin embargo, frente a esta ausencia de información Mario Briceño-Iragorry nos expone
su análisis de la situación que puede observar en los dobleces que manifiestan en su
(545) Ibid. Colombia, Dirección Política, Expediente 27, 5-3-1950. (546) Ibid. Colombia, Dirección Política, Expediente 27, 18-2-1950. (547) Ibid. Colombia, Dirección Política, Expediente 27, 27-1-1950.
318
conducta los políticos colombianos.
“Mas una consideración serena de la situación colombiana conduce a asentar que la constitucionalidad ha sido quebrantada y que aquí , más que en estado de sitio se vive en un amañado régimen de facto, afincado en las fuerzas armadas y revestido de aspectos de juricidad, en el cual el Presidente usa atribuciones omnímodas que no le confiere ningún artículo constitucional y que dan a su gestión los caracteres de una virtual dictadura, porque las Facultades Extraordinarias que ejerce actualmente el Ejecutivo arrancan de un golpe de estado, realizado contra la esencia del ordenamiento jurídico que pauta la constitución, y dado como medio que impidiese que el Jefe del Estado fuera sometido a juicio ante sus jueces naturales y como oportunidad para imponer a las urnas el triunfo de la candidatura del doctor Laureano Gómez.” (548)
Consideraciones generales sobre la política de violencia, que el Presidente electo
condena, al igual del Presidente Ospina y de todos los dirigentes responsables del
partido, mientras la policía y los funcionarios departamentales la practican sin descanso.
(549)
Además de esto, Briceño-Iragorry expresa sus observaciones acerca de la astucia que
tiene Colombia en la construcción de su imagen ante la opinión internacional.
“Porque es preciso dejar sentado para siempre que en Colombia escasean los escrúpulos y que los sentimientos populares no son propiamente los más refinados. De ahí que si las torturas a detenidos políticos existieran, no serían lo peor de cuanto aquí ocurre, pues hay tales demostraciones de primitiva barbarie, que el hecho de colgar como un péndulo a un ciudadano, aparecería como un leve incidente carcelario provocado quizás, para diversión de aburridos agentes de investigación. .... La crueldad, el sadismo, la sevicia, el menosprecio por la vida humana, parecen ser las características de este pueblo inexplicable, de confusas reacciones y de precaria moral a lo largo de la historia, en los distintos terrenos políticos, grandes hechos de sangre, pacientemente ejecutados, indican cuál es aquí la norma.. ... Pero esto no es fenómeno de última hora
(548) Ibid. Colombia, Dirección Política, Expediente 27, 7-1-1950. Subrayado en el original. (549) Ibid. Colombia, Dirección Política, Expediente 27, 3-2-1950
319
sino característica de una nación que no ha hecho sino engañar la historia y el juicio de América.” (550)
Estos comentarios secretos no traslucen en las opiniones públicas del Embajador que
siempre están inclinadas a fomentar la unión entre los dos países.
En mi país se mira a Colombia con singular afecto y en las altas esferas políticas de Venezuela se pone todo empeño porque las relaciones gratísimas que unen a ambos pueblos se expresen en realizaciones fecundas para los intereses de las dos naciones. (551)
Frente a estos hechos de violencia la afluencia de ciudadanos colombianos que piden
asilo y visas a la Embajada de Venezuela es bastante alta. Mario Briceño-Iragorry da
asilo político a quienes así lo solicitan ante la Embajada de Venezuela en Colombia. De
ellos señalaremos los siguientes ejemplos:
“Asilo a Alfonso Herrera Rubio, Manuel Darío Bernal, William Dou dirigentes políticos de la localidad de Iconozo ...” (552)
Debido a esto manifiesta al Gobierno de Venezuela su posición como Embajador frente
a los hechos que están ocurriendo. Mario Briceño-Iragorry propone al Gobierno de
Venezuela una política doble: por un lado recibir a los liberales perseguidos por el
Gobierno Colombiano que soliciten asilo político en Venezuela y de esta manera
disminuir las simpatías de los liberales colombianos por los acción democratistas
venezolanos; por otro lado había que mantener la cooperación con el Gobierno de
tendencia conservadora colombiana. Aunque considera que los conservadores son más
peligrosos en una alianza con Venezuela, (por razones históricas que provienen de su
(550) Ibid. Colombia, Dirección Política, Expediente 27, 3-2-1950 y 10-4-50. (551) Ibid., Obras Completas, “La Venezuela de Hoy”,Vol.19, pág.313,(1949). (552) Ibid. Colombia, Dirección Política, Expediente 27, 30-3-1950.
320
actitud frente al Libertador), en este momento los conservadores están más identificados
con la política que muestra la Junta de Gobierno presidida por Carlos Delgado
Chalbaud.
“No sin dejar de pensar que un fuerte estado conservador es más peligroso para nosotros, pues en el mesianismo conservador se abultan ideas de grancolombianismo político más que entre los liberales, albaceas francos de la política santanderiana. Ya dije a usted que el conservatismo colombiano tiene el nombre de Bolívar como excipiente para envenenar voluntades venezolanas, pues a los conservadores -inclinados a los procesos dictatoriales- les place la ideología bolivariana, posterior a la Convención de Ocaña, mientras los liberales siguen a Bolívar hasta Ayacucho, sin procurar unos y otros la fusión que los venezolanos hacemos de todos los elementos dialécticos que forman la sorprendente estructura moral del Libertador.
La presente cooperación intergubernamental nos interesa mantenerla ya que los enemigos del actual régimen colombiano coinciden con los enemigos de la actualidad venezolana, y el Gobierno colombiano está dispuesto a cooperar en todo lo que defienda la estabilidad del régimen de Venezuela; al mismo tiempo nos corresponde buscar que la posible alianza de liberales y acción democratistas se debilite en razón de nuestra política benévola hacia los emigrados colombianos.” (553)
La intolerancia mutua entre los dos partidos colombianos y lo cruenta que se ha vuelto
la lucha política hace decir, a Fernando González, un escritor de quien Mario Briceño-
Iragorry reporta información al Ministerio de Relaciones Exteriores venezolano lo
siguiente:
“Refiriéndose a la política de Betancourt me dijo, cuando lo visité en Medellín: Esos pícaros iban camino de colombianizar a Venezuela.” (554)
La situación es aún más grave para el Embajador porque en esta época se vieron
involucrados algunos venezolanos que tomaron partido por el bando liberal, sobre todo
los dirigentes de Acción Democrática. En Septiembre de 1949 nos encontramos con el
(553) Ibid. Colombia, Dirección Política, Expediente 27, págs. 8 y 9, 10-4-1950
321
siguiente expediente firmado por Mario Briceño-Iragorry : Acerca de visas negadas por
parte de la Embajada en Bogotá a los Sres. Leoni, Carnevalli, y Dubuc.
“ A fin de instruir a estos acerca de venezolanos cuya presencia sea inconveniente, pues algunos enemigos han burlado funcionarios consulares colombianos y obtenido tarjetas de turismo para entrar en esta República.” (555)
La situación es tan compleja que se está pensando pedir el relevo del Embajador
colombiano en Venezuela, por lo que Mario Briceño expresa que la gestión de dicho
Embajador ha sido positiva para los dos países y que no sería conveniente en esos
momentos un cambio del Embajador colombiano en Caracas:
“... han insinuado la necesidad de relevarlo; lo que me induce a pensar que a Venezuela conviene la permanencia del Dr. Barrera Parra al frente de la Misión colombiana, y que sería útil cualquier gestión de la Cancillería venezolana en el sentido de hacer ver a la de Colombia el agrado con que ve a dicho Embajador. El cambio de mano en esa Misión podría alterar la firmeza de las actuales relaciones, toda vez que un nuevo embajador, en cuenta de la ineficacia que ocasionó el retiro de su antecesor, imprimiría rumbo diferente a su gestión ante el gobierno venezolano.” (556)
Incluso el panorama es tan confuso que un periódico colombiano El Siglo llegó a afirmar
que la muerte del líder liberal Jorge Eliécer Gaitán fue planificada en Caracas, no en
Colombia:
“... adjuntos, un recorte del diario El Siglo, de esta capital, edición correspondiente al 17 de los corrientes, en el cual se editorializa sobre las actividades del disuelto partido Acción Democrática y el asesinato del doctor Gaitán, y los recortes del órgano gaitanista Jornada contentivos de las réplicas al primero.” (557)
(554) Ibid. “Acerca de Fernando González.” 7-1-50. (555) Ibid. (Mensaje cifrado) Colombia, Dirección Política, Expediente1421, D.C. 10. 27 de Septiembre de
1949. (556) Ibid. Expediente 27, págs. 5y 6, 27-1-50 (557) Ibid., 19-4-50.
322
“Cuando el doctor Gaitán desautorizó enfáticamente todo intento de perturbación contra la Conferencia Panamericana, los innumerables, agentes internacionales que habían venido a Bogotá se sintieron defraudados. Rómulo Betancourt no sólo perdía la oportunidad tanto tiempo buscada para derribar al gobierno conservador de Colombia, sino también las armas, los uniformes y el dinero que había suministrado para el golpe. .... En Venezuela se ha afirmado que el asesinato del doctor Gaitán se planeó en la ciudad de Caracas. Resultó de todas maneras significativo que los líderes comunistas de Centro América y el Caribe hubieran visitado la capital del hermano país dos meses antes del 9 de abril, y que se hubieran encontrado de nuevo en esa fecha, en la ciudad de Bogotá.” (558)
La réplica del órgano de prensa de los seguidores del líder colombiano Gaitán no se hace
esperar:
“Por nuestra parte, como amigos de Venezuela y de Rómulo Betancourt, rechazamos las torpes aseveraciones de El Siglo dictadas por la pasión sectaria y por un ánimo protervo de ocultación de la verdad. Jorge Eliécer Gaitán conservó por Betancourt noble y sincera amistad y tuvo la fortuna de contar con igual amistad por parte del expresidente de la vecina república. Precisamente el día en que fue abatido el gran caudillo colombiano se ocupaba en organizar un gran homenaje popular a Betancourt en la capital.” (559)
En julio de 1950 Mario Briceño-Iragorry renuncia a la Embajada de Colombia como ya
anotamos cuando iniciamos este punto. Una vez que esto ocurre la política del Gobierno
de Venezuela con respecto a los liberales colombianos perseguidos por el Gobierno
conservador va a cambiar, ya que no se va a aceptar más exiliados en nuestro territorio.
Esto es claro cuando le comunican a Manuel Osorio Menda, Encargado de Negocios ad-
interim de los Estados Unidos de Venezuela en Bogotá, el 15 de diciembre de 1950 que
se abstenga de tomar decisiones de asilo. (560)
(558) Ibid. El Siglo. 17-4-50. (559) Ibid. Jornada., 18-4-50. (560) Colombia, Dirección Política, Exp. 95, 15 de diciembre de 1950.
323
Podemos decir, entonces, que don Mario contribuyó en estos años a mantener una
actitud humanitaria con los ciudadanos del país vecino que estaba inmerso en una ola de
sangre. Estaba consciente de que estos liberales colombianos se identificaban más con la
oposición política al gobierno venezolano de Carlos Delgado Chalbaud que con su
aceptación. Sin embargo, aspiraba que una política solidaria por parte del gobierno de
Venezuela podía hacer cambiar su antipatía hacia Delgado Chalbaud.
Pensamos por nuestra parte que Briceño-Iragorry conociendo a fondo lo que estaba
sucediendo en Colombia, no podía soportar que hermanos nuestros estuvieran siendo
asesinados impunemente y de allí su decisión de asilarlos. No podía recomendar al
Gobierno de Delgado Chalbaud que se opusiera abiertamente ante la opinión
internacional por los hechos que la represión política conservadora estaba ocasionando
en Colombia, porque sabía que el Gobierno de Delgado Chalbaud contaba más con la
aceptación de los conservadores que con la de los liberales, y eso hubiera sido un error
político para el Gobierno de Venezuela que Mario Briceño Iragorry representaba en ese
momento.
Se vio nuevamente en una posición parecida a la que se encontró a finales de la
Presidencia de Isaías Medina Angarita, representado a un Gobierno cuyos principios
políticos ( voto indirecto) no podía defender completamente porque entraban en
conflicto con sus creencias individuales. (561)
(561) Ver pág. de este trabajo.
324
Confesamos que no es fácil ante la situación descrita hacer un juicio histórico sobre la
conducta política de don Mario en este caso, como no ha sido fácil en todos aquellos
momentos en que hasta ahora el autor se ha enfrentado a una situación límite frente a la
política. Generalmente no asume una posición de rebeldía extrema que hubiera sido tal
vez en estos casos tratados la única francamente admisible, sino, que en este capítulo,
nos muestra una posición que trata de conciliar los principios políticos de la oposición
liberal con los principios políticos conservadores del gobierno de Venezuela por él
representado. Pero la realidad política generalmente no admite matices y por eso el
Gobierno de Venezuela prefirió, después de la renuncia a su cargo de Embajador, seguir
ignorando los asesinatos de los liberales colombianos negándoles el derecho de asilo
porque los conservadores estaban definitivamente de su lado.
Muchas veces habla en sus escritos de su falta de habilidad para la política práctica, sin
embargo, no se abstenía de participar en ella cuando creía que la situación lo requería,
esta dinámica de atracción y repulsión podría reflejar el juego siempre vigente entre las
ideas que quería implantar y la resistencia de la realidad para aceptarlas.
“Aunque las preguntas no hacen relación al escabroso tema de la política, empezaré por decir que soy y no soy político. Soy político en cuanto soy hombre. Ya Aristóteles nos definió a los bípedos implumes como animales políticos. Además, me gusta la cosa pública.”(562)
4.4.2 LA SOLIDARIDAD HISTÓRICA
(562) BRICEÑO-IRAGORRY, Mario. “Nuestros escritores hablan de sí mismos.”,Vol. 19, pág. 278, (1952). Pero
recordemos que para Aristóteles la política se derivaba de la ética. Circunstancia que no suele tenerse en cuenta, cuando se utiliza el vocablo político en sentido práctico.
325
Denominamos este apartado con este nombre porque en estos cuatro años Mario
Briceño-Iragorry escribe cuatro ensayos donde resume claramente su posición
historiográfica que ha ido delineando a través de su vida: “Ambito y razón del
Humanismo Americano”, “La Leyenda Dorada” “Sentido y Función de la ciudad” y “El
sentido de la tradición”. Todos ellos pasarán a formar parte del libro Introducción y
defensa de nuestra Historia donde se encuentran otros ensayos como “Nuestros estudios
Históricos” y la “Historia como elemento de creación” ya analizados en este trabajo.
(563)
Solidaridad histórica porque la Historia era precisamente la encargada de mantener los
vínculos entre los seres humanos a través del tiempo. Es la forma más sutil y tal vez más
difícil de solidaridad porque no cuenta con la vinculación estrecha que vivir el mismo
tiempo histórico puede crear entre los hombres. Sin embargo es la muestra más perfecta
de decantación de la solidaridad. La solidaridad histórica expresa lo que ha quedado de
esa virtud después que el tiempo ha intentado borrarla con la muerte. De la solidaridad
histórica depende la idea de venezolanidad que se expresa a través de la patria, la
(563) Ver pág. de este trabajo.
326
nación y la cultura. El amor con que había sido construida una cultura tenía que ser
trasmitido a través de la Historia.
“Para amar la Patria es preciso amar su Historia, y para amarla en su totalidad, es necesario conocer y amar su Historia total.” (564)
Esta aspiración de una Historia total se ve reafirmada con la aspiración de un desarrollo
armónico de ella hacia un único fin al final de los tiempos.(565)La Historia total será
uniformada por un canon valorativo definido por la cultura. Los fragmentos de las
historias parciales pueden calzar -para él- en la Historia total como piezas armónicas de
un gran rompecabezas.(566)
Por lo tanto La Historia era una fuerza constructora de la nacionalidad y la cultura, y en
concreto, el elemento primordial en la elaboración de la venezolanidad.
“Hoy, como un deseo de reencontrarnos con nuestro propio destino, evocamos afanosamente la vida y conducta de nuestros antepasados. Vosotros conoceréis los hilos que os llevan hasta entroncar vuestros linajes actuales con los Padres antiguos. Muchos tendréis lazos que no llegan, por posteros, hasta las familias primitivas, pero aún en este caso, todos os sentís unidos en la comunidad de una familia, cuyos abuelos físicos o morales son los fundadores que acompañaron a Juan de Villegas a echar las bases de esta ciudad afortunada. Yo, que vengo de fuera, coincido en sentirme con vosotros descendiente de los Padres fundadores de Nueva Segovia. Evocarlos, es evocar la raíz de la Patria y sentir el rescoldo del fuego con que se han templado las grandes voluntades de la República.” (567)
(564) BRICEÑO-IRAGORRY, Mario. Obras Completas. “ “La Leyenda dorada.” Vol 4, pág. 271, (1951) (565) “La armonía en la verdad no puede ocurrir sino a la consumación del fin unitario del hombre, como
problema central de la Historia.” Ibid., “Carta a José Humberto Quintero.” Vol. 23, pág. 575, 9 de enero de 1955.
(566) “Por eso he consagrado mi flaco razonamiento a la idea de que sólo hay una Historia nacional, donde caben las historias fragmentarias que han querido hacer los partidos y los intereses políticos.” Ibid., “Coda”, Vol. 19, pág. 74, (1952)
(567) Ibid., Vol. 4.”Sentido y función de la ciudad’’. pág. 297, (1952).
327
Nuestra Historia está en deuda con nuestra cultura porque no ha seguido el camino para
crearla y convertirla en una expresión donde la idea de aglutinación venezolana esté
presente. (568) De todas formas él cree en la Historia como una fuerza constructora provista
de coherencia y voluntad integradora.
“Anteo, para recobrar fuerzas, tenía que poner sobre el suelo nativo el heroico talón. Los pueblos, para conservarse en el goce de sus fuerzas creadoras, han de mantener los pies de la conciencia bien hundidos en la realidad de sí mismos. Y la realidad de los pueblos es el balance de su Historia, la cual deben mirar, no en pos de la alegre ejemplaridad, sino como dimensión que pone los signos diferenciales y unitivos de las generaciones que la llenan, y que, con nosotros, habrán de prolongarse por testimonio de un esfuerzo colectivo.” (569)
La Historia era un arma defensiva que al fomentar la solidaridad por lo nuestro impedía
que los valores de otras culturas destruyeran los que eran considerados como propios.
“Hasta hoy, considero el cuerpo de ideas que durante más de veinte y cinco años he venido sosteniendo en la cátedra, en la tribuna y en el libro, como el mejor enderezado a dar vigor a nuestra Historia y fuerza defensiva a la nación. “ (570)
La Historia tiene una función moral que impulsa a construir y no a destruir los valores
de la nacionalidad.
“Buena cura para la crisis de valores que amenaza la integridad nacional, es este volver sobre nosotros mismos por medio de la reconsideración y revaluación del pasado. Delicada labor que reclama hábitos de moralista y de psicólogo, precisa remirar nuestro proceso histórico con sentido de realidad, que evite el peligro de ver con ojos desapropiados los hechos antiguos y de concluir como si se hubieran efectuado en otro plano de posibles. Seguro estoy de que un examen juicioso, sereno y esperanzado de nuestra vida histórica librará a las futuras generaciones del
(568) “Y con sentido humano, consultando el hontanar de nuestra historia, explicar mucho, nuestros
dolores colectivos para procurarles remedios que salden en parte nuestra gran deuda con la cultura. .... Un clima democrático sólo puede crearse sobre un amplio espíritu de comprensión y convivencia.” Ibid. Vol. 18, págs. 308 y 309, (1947)
(569) BRICEÑO-IRAGORRY, Mario. Obras Completas. “ “La Leyenda dorada.” Vol. 4, pág. 288. (1951) (570) Ibid., “La Leyenda Dorada.” pág. 283 (1951)
328
espantoso pecado presente que está empujando a nuestro pueblo a desertar de sí mismo.” (571)
Esta necesidad de solidaridad histórica lo hace incluso modificar su actitud frente al
aporte cultural que el substrato indígena había dejado en nuestra nacionalidad,
manifestada claramente en Tapices de Historia Patria, como ya tratamos en este
trabajo.(572) En esta época en artículos como “La verdad de nuestro pueblo” nos dice lo
siguiente:
“Pero el indio es factor muy principal para el estudio de nuestro mestizaje y para la comprensión del proceso formativo de los pueblos. Su aportación precisa verla, no sólo como elemento de trabajo en la formación material de la riqueza colonial, sino también en lo que representa para el nuevo sentido que adquirirán en nuestro suelo las fórmulas hispánicas.” (573)
En la lucha por los valores propios la Historia cuenta con el arma de la tradición que ha
solidificado los valores históricos en el pueblo. La tradición es la fuerza defensiva de la
Historia.
“Muchos se desdeñan porque se les llame tradicionistas. Yo, en cambio, tengo a orgullo que se me moteje de tal y con clara responsabilidad de lo que ello representa, os hablaré esta tarde de la tradición como sentido creador y como fuerza defensiva de los pueblos.” (574)
La creación tiene que estar basada en una sensibilidad con respecto al pasado para
poderse dar con autenticidad. La existencia de la tradición da a los pueblos atributos
afirmativos que les permiten desenvolverse con gran seguridad y dominio de sí mismos
en el concierto de las naciones, y no sólo eso, les da perspectiva para conocer cuáles
podrían ser sus posibles planes de desarrollo futuro.
(571) Ibid.,”Sentido y función de la ciudad.” pág. 297 y 298, (1952). (572) Ver pág.
329
“Carácter, fisonomía, tono, impulso, perspectiva representa para los pueblos una bien formada y defendida tradición” (575)
En Venezuela la fuerza defensiva de la tradición debe ser inculcada tal vez con más
fuerza que en otros pueblos porque estamos en un país donde: “Se ha pensado que
destruir es lo mismo que hacer algo.” (576)
Al mismo tiempo la tradición es la dinámica que defiende y crea al mismo tiempo.
“Tradición es, por el contrario, comunicación, movimiento, discurso.” (577)
La tradición tiene que ser distinguida de la Historia porque ella contiene valores no
teóricos y sentimentales, es mágica. La tradición es la vitalización de los valores
históricos dentro del pueblo, es la Historia hecha carne. El Historiador debe conocer
estos valores, entenderlos y captarlos para poderse convertir en un verdadero intérprete
del pueblo. Es tal vez en el concepto de tradición, donde podemos observar en don
Mario con más facilidad la influencia que tuvo el filósofo alemán Eduard von Hartmann
(1842-1906), quien tiene toda una teoría sobre la importancia del inconsciente en la
Historia y sobre lo que éste representa
“Como la voluntad de Shopenhauer, lo Inconsciente representa el dolor y el sufrimiento, pero también como aquéllos la evolución del mundo y la progresiva irrupción de la conciencia son actos indispensables del gran drama que conduce, finalmente a la aniquilación del dolor de lo Inconsciente y a la salvación. Esta salvación necesita, para ser llevada a cabo, la actividad del hombre, y el progreso de la historia, y por eso el pesimismo que produce la conciencia de la existencia del mundo puede transformarse en un
(573) BRICEÑO-IRAGORRY, Mario. Obras Completas. “La verdad de nuestro pueblo.”Vol. 17, pág. 216,
(1952) (574) Ibid., “El sentido de la tradición.” Vol 4, (1951) (575) Ibid., pág. 314. (576) Ibid., pág. 304. (577) Ibid., pág. 305.
330
optimismo activista, que tienda en todas las esferas, por el cumplimiento cabal de la historia y de la cultura, a la definitiva salvación.” (578)
Eduard von Hartmann es citado en este trozo de Mario Briceño-Iragorry donde habla de
la importancia de la tradición como elemento no consciente que integra junto con la
Historia los valores del ser y la nacionalidad. En este momento sentimos que es
necesario expresar muy escuetamente las ideas principales de este filósofo porque a
nuestro entender iluminan algunas reflexiones del autor tratado aquí.
Lo inconsciente es la sustancia verdadera y es también la realidad última. Sin embargo,
este inconsciente aunque tiene mucha influencia del concepto de Voluntad de
Schopenhauer, no puede ser identificado totalmente con éste, porque Von Hartmann
quiere armonizar el concepto de Voluntad con la Idea de Hegel y con la noción de
Schelling de una idea inconsciente detrás de la naturaleza. Siguiendo esta línea Von
Hartmann intenta fundir el pesimismo de Schopenhauer con el optimismo de Leibniz.
Algunos de los conceptos como el de tradición que utiliza Mario Briceño-Iragorry para
describir la Historia y la cultura de Venezuela en esta época, recuerdan las teorías de
Eduard Von Hartmann, como veremos más adelante Sin embargo pensamos que sus
ideas de la fuerza de lo inconsciente -aunque están influidas por Von Hartmann- se
inclinan más, a la raíz romántica que tiene su pensamiento histórico y que ya hemos
asomado en la primera parte de este trabajo.
(578) FERRATER MORA, José. Diccionario de Filosofía. “Hartmann Von Eduard” (Tomo II ) pág. 1561. Para
resumir escuetamente las ideas de Von Hartmann hemos utilizado las siguientes fuentes. Emile.BRÉHIER, Historia de la Filosofía págs. 542 y 543 y Frederick Copleston, S..J., A history of Philosophy. págs. 288, 289, 290, 291, 292.
331
“Tradición como transmisión de los valores formados por los antepasados. Legado de cultura que el tiempo nos transfiere para que, después de pulido y mejorado por nosotros, lo traspasemos a las futuras generaciones. Más allá de las manifestaciones objetivas que la personalizan en su aspecto documental, se elevan ágiles, sutiles, inaprehensibles, los imponderables que dan fisonomía y forman el genio de los pueblos. No se les puede observar, ni menos aún se les puede catalogar como valores reales. Son, en último análisis, algo que ni se escribe, ni se graba, ni se mira, pero que se siente de mil maneras como signo indeleble de la substancia social. Son el modo de ver, de hablar, de reír, de gritar, de llorar y de soñar que distingue y configura, como si fuese una dimensión hartmanntiana, el propio ser de las familias y de los pueblos. Diríase que constituyen la conciencia que trasluce en el drama de la Historia. En aquellos valores se recogen y subliman los demás valores reales y sensibles, que forman el andamiaje general de la cultura. Entenderlos y captarlos, es tanto como entender y captar el propio secreto de las sociedades, por donde su intuición constituye el toque divino que convierte en magos a los intérpretes del pueblo. (579)
Los valores de la tradición son los que permiten al pueblo tener conciencia de sí mismo,
son los que describen y expresan su ser a través de la evolución histórica. Es para
Edward von Hartmann la substancialidad “...la categoría metafísica propiamente dicha,
la que es aplicable únicamente a lo Inconsciente, a la sustancia verdadera.” (580)
Podemos advertir en la siguiente frase la importancia que tiene para él la tradición como
elemento que define el ser de los pueblos.
“Del propio modo como el hombre sabe que vive en cuanto tiene memoria de su ser anterior, así mismo las naciones proyectan para el futuro sobre el fondo de la tradición, ya que difícilmente un pueblo que carezca de la conciencia de sí propio uniformará sus conceptos en torno al grupo de valores que deben servir de norma a sus actividades venideras.” (581)
(579) BRICEÑO-IRAGORRY, Mario. Obras Completas. “El sentido de la tradición.” Vol. 4, pág. 306. Negrillas
nuestras. (1951) (580) FERRATER MORA, José.Diccionario de Filosofía. “Hartmann Von Eduard” (Tomo II ), pág.1562. (581) BRICEÑO-IRAGORRY, Mario. Obras Completas. “El sentido de la tradición.” Vol. 4, pág. 306.
Negrillas nuestras. pág. 307, (1951)
332
Por lo tanto Mario Briceño-Iragorry además de contar con la Historia para definir un
pueblo debe también tenerse en cuenta la tradición que funde parte del saber histórico
con los sentimientos del pueblo y de allí su fuerza mágica.
“Nosotros, por no poseer una tradición vigorosa, carecemos de la fuerza mágica que pueda poner en espantada a los filibusteros que vienen destruyendo, con ayuda doméstica, el vigor económico, el vigor político y el vigor moral de la patria venezolana.” (582)
Pero no siempre la tradición es buena. Ella, como la Historia, va a necesitar ser
orientada moralmente. El hombre de estado y el sociólogo deben estar pendientes para
que sobrevivan las buenas tradiciones. Ellas deben ser las que perduren en el desarrollo
histórico. La tradición como la Historia debe estar cargada para Don Mario de
moralidad.
“Para que la tradición mantenga su fuerza creadora, es necesario que sufra una prudente reelaboración que la quintaesencie para la ejemplaridad. El acto disvalioso, así se repita a través de épocas diversas, no debe mirarse en función ejemplar, sino como indicativo de la permanencia de un proceso que es necesario superar. Al hombre de estado y al sociólogo toca vigilar en estos casos la razón de su insistencia y solicitar los caminos del remedio. La tradición, como buen legado, se recibe a beneficio de inventario. Lo que nuestros antepasados hicieron en contradicción con las normas universales de la moral y de la justicia, debemos explicarlo en sus causas, como hecho cumplido, pero no erigirlo en canon social ni aceptarlo por norma de vida.” (583)
Es la necesidad de coherencia y de integración dentro del saber histórico lo que nos ha
llevado a unir la necesidad de solidaridad que Don Mario expresa hacia sus semejantes y
su pasión por la Historia que es la manera de demostrar la unión necesaria con el tiempo
pasado. La urgencia de coherencia e integración histórica manifestada por él lo lleva a
(582) Ibidem. (583) Ibid., pág. 315
333
formular la necesidad de un canon histórico, idea que manifiesta con toda su fuerza en
su libro Mensaje sin destino.
“En cambio, a estas alturas de tiempo, ya debiéramos haber adoptado, espontánea y uniformemente, un canon histórico, no de creación oficial o policiaca, sino formado, repito, sobre estructuras ideales, arrancadas, a través de un proceso sedimentario de generaciones, del fondo de nuestros anales. Contra ese canon popular, nacional, al cual correspondería, como es lógico, una sensibilidad defensiva chocaría todo propósito forastero de desfigurar personajes y sucesos de nuestra historia. Como cuerpo provisto de robustas defensas naturales, el organismo social repudiaría por sí sólo cualesquiera consejas que se opusieran a su verdad histórica, sin necesidad de que se recurra, como fatalmente hubo de recurrirse en el caso citado, a drásticas drogas de gendarmería.” (584)
Este canon histórico constituido por “un grupo vigoroso y uniforme de valores
históricos”(585) es la expresión de que existe una razón histórica.
“Por ello, cuando se estudian las leyes de Indias a la luz de la razón histórica y no de la pasión política, aparecen como uno de los más excelsos monumentos de la legislación universal.” (586)
La Historia tiene una razón propia que justifica su necesidad de coherencia y lealtad a
los valores de una cultura. Esto nos lleva nuevamente a decir que para don Mario La
Historia es fundamentalmente moral. (587)
Sin embargo, nosotros no siempre podemos apelar a la existencia de esta razón que da
sentido a los actos de la Historia. A veces los hechos históricos se muestran llenos de
una locura racionalmente inexplicable. El mismo afirma de Venezuela al comienzo de
este capítulo que es un “Manicomio” (588) porque no ha encontrado aún ni su razón ni su
(584) Ibid. Mensaje sin destino. Vol. 7, pág. 171, (1951). (585) Ibidem. (586) Ibid.“Sentido y función de la ciudad.” Vol. 4, pág. 294, (1952). (587) Ver pág. de este trabajo. (588) Ver pág. de este trabajo.
334
canon histórico. Pero, ¿ se han conseguido estos en alguna parte? ¿en algún período
histórico? ¿Cuál sería la dosis de racionalidad necesaria en los caminos de la Historia?
La solidaridad histórica, la coherencia que debe manifestar la Historia en acuerdo a
ciertos valores, el sentido constructor que para él debe conducir a la Historia -
expresados en última instancia por el canon histórico que debemos alcanzar- no son
propios de la Historia misma sino de lo que él considera que la Historia debe ser. No
siempre la Historia es coherente, constructora y solidaria si el historiador no une sus
destinos a una ética determinada.
En este sentido observamos en la solidaridad histórica de Don Mario cierta similitud con
el pensamiento de Eduard von Hartmann ya citado, con respecto al concepto, de
tradición. Pero la similitud, no sólo está presente en la definición de este concepto, sino
en la finalidad que la Historia persigue y en los mecanismos por medio de los cuales
podemos llegar a ese fin.
Para este filósofo alemán todos los hombres deberíamos cooperar en el crecimiento del
proceso cultural de la Humanidad:
“The proper goal, which unites all lesser ethical ends, can only be a cooperative participation in the cultural process contributing to the satisfaction of all particular wills, and there, contributing ipso facto to the termination of the universe.” (589)
(589) “Hartmann Eduard Von”. The Encyclopedia of Philosophy. Vol. 3. London, Macmillan Publishing, Co.
Inc. & Free Press, 1967 ,pág. 421.
335
Esta cooperación conduciría al fin del universo porque contribuiría a su definitiva
redención y en este sentido la solidaridad histórica y la solidaridad religiosa coinciden.
El mundo es imperfecto y ante él no cabe otra actitud racional que no sea el pesimismo
porque él no ha sido redimido todavía. En el momento en que el mundo sea redimido por
la cooperación solidaria de todos los hombres en un proceso cultural, se revelará la
necesidad del inconsciente a los ideales conscientes y ordenados de los hombres,
entonces el mundo alcanzará su redención.
“The conclusion anticipate von Hartmann religious thought. The ethics of pessimism becomes a cosmic drama of redemption.” (590)
4.4.3 LA SOLIDARIDAD HISPÁNICA
La solidaridad hispánica es una derivación de los motivos expuestos en la solidaridad
histórica.
“Cuando procuro hacer luz acerca de la verdad de la Historia de nuestro pasado hispánico, creo servir a la justicia, que sirvo los intereses de una nacionalidad que clama por la mayor robustez de sus estribos. Al explicar y justificar la obra de los españoles que ganaron nuestra cultura, explico y justifico la obra de nuestros antecesores, pues las estirpes que forman el sustrato social y moral de la Patria, arrancan principalmente de los hombres que vinieron a establecer durante el Siglo XVI, en el vasto territorio, hasta entonces sólo ocupado por los indios, las nuevas comunidades, donde se formó el mestizaje que sirve de asiento a la nación venezolana.” (591)
La solidaridad hispánica es expresada directamente en toda su obra, pero es un motivo
particularmente especial en Mensaje sin destino; porque según don Mario, el amor a
España afianzaría nuestra venezolanidad y como consecuencia nuestra continuidad
336
histórica. Sería como un escudo protector contra la invasión de los valores provenientes
del imperialismo inglés y del norteamericano que están avasallando nuestra identidad
cultural.
“Confundiendo tradición con involución, muchos han querido ir, en aras del progreso, contra los valores antiguos. Primero de estos casos lo constituye cierta manera, hasta ayer muy a la moda, de enjuiciar nuestro pasado de colonia española.” (592)
No podríamos decir que en Venezuela existía una Historia valiosa si no reconocíamos la
importancia de nuestro pasado colonial, que había sido sobre todo Hispánico. Tesis
defendida ya por don Mario desde muy temprano en su labor de historiador desde 1920
(593). Sin embargo, reconoce Briceño-Iragorry que el estudio de nuestra Historia había
avanzado mucho al respecto en los primeros cuarenta años del siglo XX, porque tanto
los historiadores de la generación positivista como aquella a la que él pertenecía habían
empezado a estudiar el pasado colonial con bastante énfasis.
“Hoy, en realidad, hay mejores ojos para mirar la Historia. Ayer se la tomó como reducida aventura de arrodillados romeros, que hicieran camino en pos de alguna ermita donde fuese milagrosa la evocación de cualquier prócer republicano. En cambio, de algunos años a esta parte, el estudio de nuestro pasado ha venido perdiendo el carácter ahistórico que alcanzó bajo la inspiración de quienes miraron la Historia Patria como un proceso de milagrería y como un rígido estar en el seno de una gloria trabajada por los Padres de la República. Hubo deseos de ahondar en la roca viva donde estriba el edificio de la nación, y se halló que no es de ayer nuestra vida de pueblo y se supo que los orígenes de la nacionalidad no arrancan de la hora luminosa de la rebelión de nuestros Padres contra el ya caduco sistema colonial.” (594)
(590) Ibidem. (591) BRICEÑO-IRAGORRY, Mario. Obras Completas. “ La Leyenda dorada.”,Vol 4, pág. 270, (1951). (592) Ibid.,Mensaje sin destino. Vol 7, pág 175, (1951). (593) Ver pág. de este trabajo. (594) Ibid. “Sentido y función de la ciudad.” Vol 4, pág. 286, (1952)
337
Había que ser fiel a los valores de la cultura que él consideraba como creadora de
nuestras raíces lo que demuestra directamente la solidaridad histórica de nuestro autor.
España era nuestro centro de gravedad. Era nuestro Norte. Era el ejemplo a ser imitado
por las culturas hispanoamericanas.
“Esa hispanidad, total, intemporal, de donde emana el valor agonístico de nuestro genio, representa para el mundo americano un factor de gravedad semejante al que representó el helenismo para la cultura mediterránea y a lo que constituye la latinidad para la civilización europea que busca por centro las instituciones romanas. (595)
Para él, el hispanismo debía ser la idea central de nuestra cultura de la cual se derivaran
el resto de nuestras ideas creadoras.
“Idea tocada de eternidad, nuestro hispanismo descansa en el espíritu de personalidad que distingue y da carácter al insobornable pueblo de Sagunto y de Bailén. Sus valores tienen la intemporalidad mítica de todo lo que dura: el alcalde de Zalamea, Don Quijote de la Mancha, Ruy Díaz de Vivar, Santiago, el del níveo caballo, que todas las noches transita su luminoso camino de estrellas, en espera de ser invocado por quienes tengan el ánimo dispuesto a santificarse en el servicio de la libertad del pueblo.” (596)
Don Mario era un apasionado amante de las ideas y de su expresión dentro de la
Historia. Ya anteriormente en este trabajo hemos señalado cierta reminiscencia platónica
en algunos de sus planteamientos históricos. (597) Por eso para él todavía existen valores
eternos que la Historia debe perseguir en su desarrollo. Uno de estos es el hispanismo.
Sin embargo la Historia a veces demuestra que se encuentra un poco reñida con la
intemporalidad de las ideas. España también ha llegado a compartir hoy muchos de los
valores del llamado mundo desarrollado que tanto don Mario temía. España ha recibido
(595) Ibid., “La Leyenda dorada.” pág. 276, (1951).
338
con beneplácito a los creadores de la leyenda negra y el hispanismo ha tenido que
retroceder ampliamente frente a valores no tradicionales.
“En nombre de esa leyenda se ha logrado la desagregación de la conciencia de los pueblos hispanoamericanos y se ha hecho, en consecuencia, fácil el arribo de las naves donde viajan los modernos corsarios que buscan convertir nuestras repúblicas independientes en factorías para su lucro.” (598)
“Los corsarios” están hoy en la capital del hispanismo y tal vez las naciones hispanoamericanas continúen con “la prosecución del viejo drama español.” (599)
Sin embargo, aunque la idea de Hispanidad no tenga un líder claro y no pueda ser
definitivamente acabada por su tambaleante devenir en su concreción española sigue
proponiendo para nosotros una alternativa diferente a los valores puestos en práctica por
el llamado mundo desarrollado.
4.4.4 LA SOLIDARIDAD LINGÜÍSTICA
Los pueblos de España e Hispanoamérica, tienen una lengua común que expresa una
cultura. La lengua es uno de los representaciones más fieles de la Historia de una
cultura. Debemos comprender que es un vínculo hermoso y útil, y por ningún respecto
debemos perderlo porque la lengua es el vehículo primordial de la solidaridad.
“Cuando se lucha contra solecismos y contra barbarismos, no se sirve a un mero propósito de elegancia literaria, sino a una finalidad social. Cuanto más preciso sea el instrumento de expresión, más rápida es la comprensión del pueblo. Mejor y útil será el comercio de las ideas. Para conquistar los pueblos no hay como cambiarles la lengua nacional.” (600)
(596) Ibid., Ambito y razón del humanismo americano”, pág. 257, (1951). (597) Ver pág. de este trabajo. (598) BRICEÑO-IRAGORY, Mario. Obras Completas. “La leyenda dorada.”Vol 4,pág. 280, (1951). (599) Ibid., pág. 272. (600) Ibid., “Gramatica Social.” Vol. 16, pág. 372, (1952).
339
Andrés Bello, autor estudiado con detenimiento en estos cuatro año (1949-1952),
comprendió en profundidad este problema en su obra que debe ser conservada como un
monumento de solidaridad entre los pueblos Hispanoamericanos.
“Su obra fraguó a distancia de Caracas, pero en el corazón de la gran Patria americana. Para ella elaboró y enunció leyes que la guiasen en la relación internacional; leyes que protegiesen el convivir civil entre los hombres; leyes que ordenasen filosóficamente el pensamiento; leyes que ayudasen, en fin, a expresar con claridad y con fijeza ideas y sentimientos. Su destino de hombre americano tenía firme asidero y recio afinco en cualquier sitio del nuevo mundo, donde Rocinante, Sancho y Don Quijote tengan seguro pienso y sosegado sueño. Sobre lo continental, se sintió universal. El veía, en cambio, en su modestia, que al crecer su fama, estaba creciendo, también la fama de su suelo natal. Y esa fama que enaltece a un continente, Caracas la pregona con orgullo. Jamás un hijo ausente devolvió mayor dádiva a la madre feliz.” (601)
De esta solidaridad lingüística es bastante responsable la figura del escritor quien debe
estar consciente de la importancia de su misión ante su comunidad.
“Como las buenas drogas, la literatura tiene usos delicados al esparcimiento, a la enseñanza y a la elevación del alma del pueblo. No se la puede utilizar como excipiente que sirva de vehículo a propósitos dolosos. Más que obra recoleta de joyero, que pule piedras y enhebra filamentos de oro para regocijo propio, el escritor tiene una función social” (602)
El escritor es lazo de unión entre los hombres. Es el encargado de fundir las voluntades
para trabajar en terreno común. En Hispanoamérica se debe conservar como un fuego
inextinguible la lengua de nuestros antecesores. Tiene como función primordial el
(601) Ibid., “La ausencia de Bello”. Vol. 16, ,pág. 288, (1951). (602) Ibid., “Este oficio de escribir.” Vol 16, pág. 305, (1952).
340
escritor ser uno de los más importantes continuadores de la Historia del castellano.
Pero este trabajo implica una solidaridad de la sociedad con la figura del escritor que
radica en el reconocimiento de la importancia de su trabajo por medio de un salario
adecuado. Eso no se ha logrado en Hispanoamérica y por eso recomienda don Mario un
mejor trato en este sentido para los escritores.
“El escritor, si bien renuncia en parte al derecho a la riqueza que aseguran otras actividades más fáciles y de menor categoría, tiene completo derecho de aspirar a los medios de subsistencia. En cambio, es visto por muchos como gente ociosa que escribe para matar el tiempo.” (603)
4.4.5 LA SOLIDARIDAD RELIGIOSA
La religión era para Mario Briceño-Iragorry quizás el vínculo más importante que podía
manifestar la criatura humana hacia el ser que la había creado y al cual debía su
existencia. Este sentimiento se manifestaba también como unión con el universo al cual
pertenecía y como vínculo con sus semejantes.
En el caso particular de América Latina y de Venezuela ella era uno de los elementos
fundamentales que necesariamente conducía hacia la solidaridad.
“..la Patria es el área donde con religioso sentido de comunidad se ha de cumplir un deber solidario, cuyo signo más perfecto es la inquietante contradicción de planos que hace la unidad aspada de la cruz.” (604)
(603) Ibid., pág. 300. (604) Ibid., “Monseñor José Humberto Quintero.” Vol. 10 pág. 104, (1950).
341
La religión, si seguimos en este punto a su maestro San Agustín, (605) era la
manifestación del Ser Supremo en la Historia y como tal nosotros debíamos conservarla
dentro de la nuestra. Distanciarnos de la religión católica sería distanciarnos de nuestro
destino como pueblo.
“La Historia del cielo la trocaré con Historia de la tierra. Nada diré de los deliquios de María cuando holgaba ante la presencia del Creador que sacaba los mundos del caos y ponía en equilibrio los manantiales de las aguas. La predestinación de María, como deshacedora de la culpa de Eva, es tema reservado a quienes puedan traducir a la lengua común de los hijos de los hombres el lenguaje secreto de los ángeles. En cambio, la predestinación de nuestra tierra para asiento de una cultura cristiana y para hogar permanente de hombres dignos y libres, está enlazada a hechos que se explican sin el arrimo forzado de las divinas letras.” (606)
Es indiscutible que el tema de la solidaridad en don Mario proviene de su intensa
creencia religiosa. Todos los puntos de la solidaridad humana que tratamos y trataremos
en este capítulo son sólo el trabajo de un escritor que deseaba demostrar como una idea
proveniente de su formación católica podía ser posible en todos los ámbitos de la
Historia humana observados por él. En este sentido es muy difícil separar en el autor
estudiado aquí el campo divino, del campo terrenal. Para el pueblo, la producción
intelectual y la iglesia estaban tan unidos como:
“Pueblo, Letras e Iglesia, unidos con aquel sentido de realidad jerárquica que San Pablo dio al Alma, a la Psiqué y al Soma como elementos constitutivos del hombre.” (607)
Ya hablamos en la solidaridad histórica de cómo la Historia debía conducirnos a la
(605) Ver pág. de este trabajo. (606) BRICEÑO-IRAGORRY, Mario. Obras Completas. “María, Caracas y la unidad de la Patria.” Vol 10,
pág. 137, (1952). (607) Ibid. pág. 145.
342
perfección. Al revelar la relación que existe entre la voluntad divina y la fuerza
inconsciente que domina al mundo. La Historia nos conducirá a concientizar y
armonizar los actos inconscientes, presentes en el mundo, con el orden que representa
por la voluntad divina.
4.4.6 LA SOLIDARIDAD SOCIAL Y LA IGUALDAD
Este es un tema que viene siendo objeto de análisis en este trabajo desde la época en la
que el joven Mario Briceño Iragorry polemizó con César Zumeta por considerar éste a
Mario Briceño Iragorry poco inclinado a ser igualitario. (608)
Sin embargo, cuando la idea de solidaridad se convierte en fuente inspiradora de su
pensamiento, sus ideas anteriores sufren una transformación como lo vimos en el caso
de su aceptación de la importancia del aporte indígena en el legado cultural de nuestro
país. (609) Al mismo proceso de reflexión es sometida la palabra igualdad. Cuando una
sociedad tiene como base la virtud de la solidaridad social y todos los hombres la
cumplen, no importa que ellos se desigualen en el proceso vital. Se respetarán todos
independientemente de las desigualdades que en el desarrollo económico o intelectual de
su vida hayan desarrollado. Si una sociedad tiene como base la solidaridad social, la
igualdad pasa a estar subordinada a ella.
(608) Ver pág. de este trabajo. (609) Ver pág. de este trabajo.
343
Debemos destacar también que el término “solidaridad social” no es invención nuestra,
sino que fue pronunciado por Mario Briceño-Iragorry varias veces en sus libros.
Podemos citar un ejemplo de su etapa costarricense, momento en que inicia el
desarrollo de su reflexión sobre la idea de la solidaridad:
“Y esta labor hacia la solidaridad social representa en todo caso una renuncia a posiciones individuales, en mí ha representado algo más, pues he tenido que contradecir a amigos muy cercanos y me he expuesto a recibir calificativos desagradables de aquellos que confunden la tolerancia con el menosprecio de nuestras ideas personales y constitutivas. ...Creo, e insisto en sostener, que la paz y la mutua colaboración social sólo pueden lograrse como fruto del equilibrio creador resultante del respeto profundo y hasta supersticioso que los hombres mutuamente tengan para su propia conciencia, unido a un respeto, quizá mayor, por la humanidad entitiva de sus semejantes.” (610)
Nuestro autor estuvo muy claro hasta su muerte en 1958 acerca de lo que el término
solidaridad social significaba:
“Urge educar a los nuevos hombres en la idea austera y creadora de que, en el orden de los valores, tiene mayor autenticidad y realidad la colectividad que el individuo en sí.”(611)
Ante una noción tan clara sobre lo que la solidaridad significaba, la idea de igualdad no
puede ser entendida en el pensamiento de nuestro autor, sino se comprende la de
“solidaridad social”. Sin embargo ella merece una reflexión aparte dentro del
pensamiento histórico de Mario Briceño-Iragorry.
La sociedad estaba por encima del individuo, pero la búsqueda de la igualdad no debía
(610) BRICEÑO-IRAGORRY, Mario. Obras Completas. “ Carta a Augusto Mijares.” Vol 22, pág. 137, 1° de
noviembre de 1939. (611) Ibid., “Carta a Numa Quevedo.” Vol. 23, pág. 488, 15 de Junio de 1953.
344
llevar a la anulación de las posiciones ganadas por las diferencias de personalidad, ni de
preparación de los individuos. Su posición ante el valor de la igualdad, es objeto de
reflexión en varias obras fundamentales de este período como: La Tragedia de Peñalver,
Mensaje sin destino, y en un ensayo del período anterior, pero que corresponde
temáticamente a la reflexión de este período: “Pequeño Tratado de la Presunción” (612 ).
Se analiza también el tema de la igualdad en ensayos realizados ya en el exilio, con “La
hora Undécima. (Hacia una teoría de lo venezolano)”.
En el prólogo de La Tragedia de Peñalver nos dice lo siguiente:
“Esa conciencia igualitaria creó a la vez una igualdad anárquica de aspiraciones, difíciles de ser contenidas dentro del marco de un sistema legal desprovisto del soporte de una cultura popular, capaz de hacer comprender a los hombres que la democracia no es libertad para hacer lo que se quiere, sino actitud reflexiva que obliga a querer hacer lo que se debe.” (613)
Para Mario Briceño-Iragorry el concepto igualitario del venezolano, debido a que no
tomaba en cuenta el concepto más importante de solidaridad social, trajo enormes
tensiones a la sociedad ya que la igualdad se identificó más con el querer sin medida del
(612) Sobre este trabajo nos dice Thamara Hannot en su artículo “Don Mario Briceño Iragorry y la creación
de la tradición” lo siguiente: Pequeño tratado de la presunción aparece por primera vez en volumen en la tercera edición de El caballo de Ledesma incluida en: Pasión venezolana, Caracas, Edime, 1956 (179 p.): (pp. 13 a 191). Tal como aparece en el volumen 7 de las Obras Completas. ... Nunca nos fue posible ubicar la primera edición. En la nota biográfica que Roberto Lovera De Sola hizo a la edición de Mensaje sin destino (Monte Avila, Caracas, 1980) se señala que en la Revista Bitácora que el autor fundó y dirigió a comienzos de los años cuarenta en Caracas. Consultamos a su hija, Licenciada Beatriz Briceño Picón quien ratificó nuestra apreciación en relación con la no existencia del dato y gentilmente nos puso en contacto con Rafael Angel Rivas. Este estudioso y bibliógrafo del autor considera prácticamente inubicable esta fecha. Se inclina a pensar que la primera publicación es la que podría interpretarse a partir del Prólogo a la tercera edición de El Caballo de Ledesma (fechado en Caracas el 24 de enero de 1948). Según dice el autor en ese texto: Pequeño Tratado de la presunción es un nuevo capítulo añadido a la presente edición. En él hemos intentado ampliar el tema desarrollado al hablar de la deuda de las generaciones. Y corresponde también a la reflexión de ensayos realizados ya en el exilio con “La Hora Undécima”. Prólogo a la Tercera edición de El Caballo, tal como aparece en el Volumen 7 de las Obras Completas, Ob. cit. P.9). En Montalbán. N° 30, pág. 46.
(613) BRICEÑO-IRAGORRY, Mario. OBRAS COMPLETAS, “La tragedia de Peñalver.”Vol. 6, pág. 208, (1949)
345
hombre venezolano que con su deber ser. Además le sembró una anarquía que es objeto
de su estudio en los trabajos que analizaremos aquí.
La forma como el venezolano ha asumido la igualdad nos ha llevado a una crisis de
grandes consecuencias para la conformación del país que impide el desarrollo de sus
valores fundamentales.
“Entre nosotros cualquiera, en razón de la ausencia de categorías, sirve y se presta para todo. La lógica de la historia, madre de valores, ha sido sustituida por la magia de las corazonadas y por la suficiencia que miente la audacia unida al conformismo momentáneo. ... La formación de esa minoría egregia no ha logrado posibilidad ni en nuestra Universidad, mero centro de instrucción y de técnica, donde poco se han mirado los verdaderos problemas de la cultura.” (614)
La aproximación al pensamiento marxista con que Mario Briceño-Iragorry apoya
algunos de sus juicios históricos (615), no hace que su reflexión sobre la igualdad se
convierta en la aplicación de un concepto incuestionable que debe ser logrado para la
sociedad venezolana, como puede ser alcanzado por cualquier otra sociedad.
Es quizás la discusión de este concepto expresada fielmente en Mensaje sin destino y en
las obras anteriormente mencionadas uno de los aportes más originales de este autor a la
Historia de las ideas en Venezuela y a la crítica del pensamiento occidental. En este
(614) Ibid. Vol 7, pág. 212 (1951). Fidel Rodríguez Lengendre nos explica que el sujeto de la Historia, que
para nosotros estuvo claro en su polémica con César Zumeta analizada en la época gomecista, como una clase dirigente, se transforma a partir de los años cincuenta en la juventud venezolana: “En este punto donde Briceño-Iragorry advierte sobre el posible sujeto histórico –si cabe el término- que podría contribuir fundamentalmente a darle continuidad a dicha tentativa, y que inclusive, podría desempeñar un papel clave en la futura sociedad venezolana. De acuerdo con lo expuesto, en La hora Undécima, tal rol podría ser asumido (como presentido testimonio del Hombre Nuevo), por la juventud formada en el ámbito universitario y por la propia universidad venezolana” Al filo de la Hora Undécima. págs. 199 y 200. El papel importantísimo que va a jugar la juventud en la última etapa de la vida de nuestro autor será estudiado en el siguiente capítulo de este trabajo.
(615) “Stalin, teórico de la nacionalidad, asienta en su ensayo El Marxismo y el problema nacional , que una nación no es una comunidad racial o tribal, sino una comunidad de hombres, formada
346
sentido se adelantó a su época y es quizás en sus reflexiones sobre este tema donde
podemos ubicarlo como precursor del pensamiento de la última veintena del siglo XX.
Los conceptos no deben ser aplicados de la misma manera en todas las sociedades
porque éstas tienen diferente carga histórica. Esta última, con sus distintos matices
antropológicos, será la que decidirá, si un concepto abstracto como la igualdad puede ser
asumido dentro del todo conformado por los diferentes valores de esa cultura.
El análisis de esta idea lo vincula con las corrientes del pensamiento actuales porque hay
en su discusión toda una relación del concepto de igualdad con la realidad específica de
la sociedad venezolana, quien debido a su desarrollo histórico particular no permite que
un valor tan loable como ése ansiado y buscado en los sueños de todos los hombres-
haya podido instrumentarse de manera idónea en ella.
“Sin embargo, el goce de la igualdad no ha correspondido entre nosotros a sus verdaderos conceptos y alcances. Olvidando muchos que la igualdad se limita a garantizar el derecho de identidad en las oportunidades, se la ha tomado como facultad para hacer todo lo que puede el vecino, sin parar para ello mientes en que las más de las veces ese todo está relacionado con una legítima categoría de cultura. Considerados por sí y antes sí los individuos como fuerzas capaces de guiarse a sí mismos sin oír consejos mayores, se ha producido el estado de autosuficiencia que hace de cada venezolano un candidato capaz de repetir, al recibir una elección para cualquier cosa, discurso semejante al del tonelero de Nuremberg.” (616)
Para él la igualdad de oportunidades (que podemos identificar en el pensamiento de
históricamente, que posee territorio, economía idioma, y psicología que le dan unidad”. Ibid. pág. 179.
(616) Ibid. pág. 212
347
nuestro autor con la solidaridad social) debe ser una aspiración de todos los
venezolanos.
No así la igualdad que debido a la trayectoria histórica del país, ésta se ha mal
interpretado y lejos de traernos beneficios la mala aplicación de este principio nos ha
traído crisis e inestabilidad.
Esa inestabilidad nos conduce a la búsqueda del orden social por medio de la fuerza.
Hemos propuesto como valor la igualdad pero no nos hemos dado cuenta que primero es
necesaria la solidaridad social.
De allí que siempre estemos buscando el tirano autoritario o gendarme necesario que
ponga fin a esta situación, que no sólo tiene consecuencias sociales y económicas
desastrosas sino también consecuencias políticas.
“I junto con esa autosuficiencia presuntuosa, la anarquía deplorable que, oponiéndose al fecundo trabajo en equipo, provoca esa especie de desagregación de la mente colectiva, de donde han surgido las formas desequilibradas que dieron oportunidad a la intervención del gendarme como garantía transitoria de orden.” (617)
Se necesitaba mucha perspicacia crítica para cuestionar la forma tradicional en la que un
valor como la igualdad se entendía en los años cuarenta y cincuenta, en pleno auge del
pensamiento marxista que aunque fue una herramienta muy importante para don Mario
en el análisis social, no lo fue en el caso del valor de la igualdad.
(617) Ibidem., pág. 212.
348
A esto se suma que don Mario se encuentra en un país como Venezuela donde un
principio como ese había costado mucha sangre y que tal vez era uno de los valores que
más presente estaba en la conciencia del venezolano.
Independientemente de su acierto o desacierto en el cuestionamiento de la aplicación del
concepto de igualdad en Venezuela, su sola discusión ya nos habla en este caso de la
valentía crítica que tiene Mario Briceño-Iragorry al exponer sus criterios sobre la
sociedad venezolana. Así para algunos pervivan en estas críticas del autor ciertas
manifestaciones del pensamiento conservador estudiado ya por nosotros en su época
gomecista. (618)
4.4.7 LA SOLIDARIDAD ECONÓMICA
La preocupación por el desarrollo económico de Venezuela la va a manifestar don Mario
no sólo con sus escritos sino también con su actuación pública. En 1951
“asume la Presidencia del Comité de Defensa de la Economía Nacional, dirigida a proteger los intereses industriales del país en momentos en que se discutía el Proyecto de Tratado Comercial con EE.UU. El Gobierno prohibió el funcionamiento de la asociación y ordenó la detención y allanamiento del hogar de MBI.” (619)
La solidaridad económica debe ser trabajada en don Mario basándose en varios puntos
esenciales. Ella está fundamentada en una solidaridad telúrica, en la fidelidad que tiene
que sentir el venezolano hacia la tierra cultivable. Esta solidaridad también ha entrado
(618) Ver este trabajo pág. (619) RIVAS, Rafael Angel. GARCIA; Gladys. “Cronología de Mario Briceño-Iragorry.” pág. 28
349
en crisis porque el venezolano no se aprovecha ya de su terreno como lo hacía en su
Historia pasada. Este es el tema fundamental tratado en su libro Alegría de la tierra
(Pequeña apología de nuestra agricultura antigua).
“Tabaco y algodón puede decirse que son los frutos aborígenes que han tenido un progresivo desarrollo en nuestra economía, pues el cacao, con todo y ser un producto de precio más o menos firme y de ser el nuestro el mejor del mundo, no se produce en la cantidad debida. Claro que algodón y tabaco han tenido y tienen poderosos enemigos en las telas y en los cigarros importados, y años ha habido en que del exterior se ha traído para alimentar nuestros telares la nívea fibra. También el maíz sagrado y la venerada papa se ven sustituidos por productos extranjeros. Aun la propia yuca compite con un almidón forastero, que gana estima con su nombre gringo. Los que saben de hilados, hablan de que los nuestros son caros, porque son anticuados los telares y la producción invierte mucha mano. Entonces ¿por qué no se mejoran las máquinas? ... Donde todo se cambia, donde todo se muda, donde todo se moderniza, lo único que se conserva es aquello que desmejora la economía nacional.” (620)
Históricamente Venezuela había comprobado ser una potencia agrícola y sin embargo ha
perdido su poder por el descuido y el desamor que ha manifestado el hombre
venezolano hacia sus campos. Venezuela producía el café, el cacao y el añil que fueron
considerados alguna vez como los mejores productos del mundo, sin embargo los
productos agrícolas venezolanos han dejado de competir en los mercados mundiales.
“Con razón todos reconocen que no hay café como el nuestro. Este está admirable. Entonces yo, orgulloso, atreví a decirle: Presidente, me apena decir a su Excelencia que el café que tomó es de Venezuela, y para más señas, de la hacienda de mi mujer. “ (621)
“Como el barco era pequeño, las fanegas no serían muchas, pero sí de excelente calidad, como legítimo producto de la tierra que llegó a producir, el mejor cacao del mundo.” (622)
(620) Ibid. Alegría de la tierra (Pequeña apología de nuestra agricultura antigua). Vol. 8, pág. 63, (1952). (621) Ibid., pág. 19. (622) Ibid., pág. 30.
350
“Pronto el añil se propagó como fuente de riqueza a lo ancho del territorio de la Capitanía General, y en 1798 su exportación dio un total de un millón doscientos mil pesos fuertes. Tal fue la fama de nuestro añil, que se le consideró superior al celebrado añil guatemalteco.” (623)
El venezolano ha pasado a depender de otras potencias, no se autoabastece, tiene que
importar lo que necesita para vivir.
“La pulpería de hace cuarenta años testimoniaba una autarquía alimenticia. Era el reflejo de una Venezuela que no se moría de hambre en el caso de guerra internacional. Lo sustancial de ella era criollo, en la misma medida en que lo fué durante nuestra dependencia política de España. .. Yo bajé del auto lleno de ilusiones nativistas. Pasé al interior y ¡madre, lo que ví ! Una sinfonola eléctrica, una gran nevera y una serie de enlatados yanquis. Vaya usted a pedir una totuma de guarapo de piña, allí donde se dan las mejores piñas de la tierra. Eso no se usa ya. Alguien dijo que el guarapo de papelón no es higiénico. Ahora se venden los bebistrajos extranjeros que se llaman Bidu, Coca-Cola, Grapette, Pepsi-Cola y el diablo que los recuerde todos.” (624)
La Guerra de Independencia se hizo en Venezuela porque Venezuela era capaz de
producir lo necesario para vivir. En estos momentos una hazaña como esa sería
imposible, por la dependencia que tiene Venezuela hacia otros países en lo que se refiere
a la alimentación de sus habitantes.
“Cuando empezaron a correr por nuestra América las nuevas ideas de libertad y de igualdad, que estaban transformando la conciencia filosófica y social del Viejo Mundo, el criollo tenía lograda una fuerza de resistencia y un ímpetu de avance, con supedáneo en la riqueza territorial. Los nobles y los hidalgos criollos, y aun personas del orden llano, gozaban a fines del Siglo XVIII de una conciencia autosuficiente, que tomaba fuerza en la abundosa agricultura.” (625)
(623) Ibid., pág. 96. (624) Ibid. pág. 103 y 104. (625) Ibid., pág. 97.
351
Ante esta situación Mario Briceño-Iragorry observa algunos de los inconvenientes que
han hecho empobrecer al agricultor venezolano y lo han desestimulado para que siga
produciendo de la forma en que lo hacía durante el régimen colonial.
“La preponderancia que en Venezuela han llegado a tener los comerciantes sobre los agricultores ha provocado el hecho inverso de que sean los intereses comerciales quienes marquen rumbos a la economía del país. Demás de esto, el comercio, así esté en manos criollas , representa la extensión distribuidora de la industria internacional.” (626)
Pero el sector comercial no sólo está por encima de los agricultores sino que también
impide la industria de cualquier tipo:
“Entre nosotros el comercio siempre ha dominado a la industria.” (627)
Frente a esto Don Mario propone una economía donde el Estado intervenga para
solucionar estos problemas. El Estado tiene que convertirse en un potenciador de la
actividad agrícola de sus ciudadanos interviniendo racionalmente en los sectores que así
lo requieran.
“Ante una superabundante producción de fibra en 1951 (cuatro millones de quilos, cuando nuestros telares despachan sólo tres), los algodoneros y los tejedores acudieron con éxito a los organismos oficiales, quienes han tomado la buena medida de subir los aforos de los hilados extranjeros, de impedir la importación de ropa hecha, actitud lógicamente proteccionista que debiera extenderse a muchos otro renglones, y con la cual podría remediarse en parte las fatales consecuencias de la tonta curiosidad, denunciada por Julio Salas como desgracia de pueblos semi-civilizados.”(628)
El Estado debe invertir los fondos que provengan del petróleo para el desarrollo de la
(626) Ibid. pág.44. (627) Ibid. pág. 49 (628) Ibid., pág. 63.
352
tierra. don Mario observa con terror como Venezuela se está convirtiendo en un país que
invierte toda su renta petrolera en productos y actividades que no aportan beneficio a sus
ciudadanos.
“No había razón para la pugna artificial entre riqueza petrolera y riqueza agrícola; ambas riquezas nuestras. Tampoco la minería y la alta industria destruyeron el sentido agrícola del yanqui. La razón de la crisis estuvo en que los dueños del dinero internacional necesitaban cambiarnos nuestras divisas por artículos que venían a arruinar los valores de la economía vernácula. “ (629)
De allí su visión negativa de la situación que el petróleo ha generado. Lejos de lograr el
progreso de Venezuela la ha sumido en una decadencia moral que ha convertido al
venezolano en un ser improductivo.
“Si la lisonja mata a los hombres que la escuchan, entierra a los pueblos que se dejan llevar por ella. En cambio, precisa un poco de humildad en el espíritu y en las manos. La tierra, como el jabón criollo que lleva su nombre, nos limpiaría de muchas culpas. Elevemos a nuestro campesino y agrandemos, con su elevación, nuestra huerta nacional. Demos al hombre rural la oportunidad de que realice su alta misión creadora. ¡Que no sea la rama seca del gran árbol de la República! A él corresponde el crecer y el verdecer para que sea mayor el sombraje y la alegría de la nación. La alegría de la República necesita el verde mensaje de los campos floridos.” (630)
El venezolano prepetrolero, si es que se nos permite llamarlo así, era hasta cierto punto
pobre pero era un ciudadano productivo para Mario Briceño-Iragorry. El venezolano
postpetrolero dispone de más dinero que el anterior, pero no lo produce. Este proviene
de un producto que no ha trabajado como se trabaja la tierra.
Esta visión pasiva que tiene Briceño Iragorry del petróleo, es tal vez la misma que
(629) Ibid., pág. 89. (630) Ibid., pág. 79.
353
tuvieron muchos venezolanos de su época, que no se plantearon que el petróleo era un
bien que necesitaba, para poder producir la máxima ganancia, tanto trabajo como el
campo venezolano. El petróleo pudiera haberse convertido en un producto y no en una
renta, si Venezuela hubiera ido preparando la infraestructura tecnológica para que así
fuera, pero tal vez ese era un reto que escapaba a los hombres de la generación de don
Mario que se limitaron a verlo como una renta y no como un producto con toda la
infraestructura tecnológica y comercial que éste requería.
Ante esta pasividad adoptada frente a su aparición en tierra venezolana, sólo quedaban
dos actitudes, o la aceptación gozosa y hasta cierto punto frívola de la renta petrolera
para disfrutarla, o la condena por la inclusión de un elemento extraño dentro de una
economía y una sociedad que quedarían trastornadas para siempre y ya nunca sería las
misma.
“Para mí el alargado frasco contentivo de la amarga mixtura con que se intenta cafetizar el agua caliente, es perspicuo testimonio de la derrota infligida a nuestra agricultura por la peligrosa torre de petróleo. Claro que éste da mejores réditos y, bien administrado, serviría para hacer feliz al pueblo, pero desdichadamente sus ganancias han estado condicionadas a la pérdida de valores irreparables, que una vez trocados con dinero, desaparecen como factores de nacionalidad.” (631)
Don Mario optó por la condena. Pero la lección más importante que podemos extraer de
este suceso para nuestros contemporáneos , creemos que no está ni en la aceptación ni
en la condena. De estas argumentaciones retóricas es muy poco lo que queda para el
futuro de una nación. Ante cualquier fenómeno parecido que pueda ocurrirnos en un
(631) Ibid., pág. 19.
354
futuro, debemos saber mostrarnos más creativos, más indagadores, menos pasivos ante
un hecho que necesitaba de la aplicación de todos los talentos de nuestra vida
intelectual.
Sin embargo, estamos de acuerdo con don Mario que algo trágico sucedió en la manera
cómo Venezuela asumió su renta petrolera. En este sentido vemos otra vez un
historiador con las características de adivino (632) que resaltaba en el capítulo anterior:
Vaticinó la pérdida del valor que el trabajo tenía para los venezolanos. Hoy
enfrentamos que el que trabaja, independientemente de que lo haga en el campo o en la
industria, no es apreciado ni tenido en cuenta como se debiera. El sustento material no
proviene del trabajo, sino de estar más cerca o más lejos de la inmensa renta de que
disfruta el país.
Creemos que un país que no tiene al trabajo como valor fundamental de la sociedad
camina a tientas y a pesar de sí mismo.
Cualquier viento fuerte que aparezca en su ruta lo desviará y podrá tener resultados
lamentables, si es que ese viento no ha soplado ya.
Alegría de la tierra. (Pequeña apología de nuestra agricultura antigua) es un canto a la
tierra, pero también un canto a quienes la trabajan y la hacen producir. Don Mario tuvo
(632) Ver pág. de este trabajo.
355
en cuenta el valor trabajo hasta en sus antihéroes como el Marqués de Casa León. (633)
Siempre había que tenerlo en cuenta independientemente de la antipatía que un hombre
pudiera causarnos.
La solidaridad económica está sustentada en la buena administración de la tierra, del
petróleo, pero no podemos dejar de citar otro elemento fundamental para su realización
y es el hogar o los principios ordenadores que de éste derivan.
La familia disciplina al individuo, le da la paz y la tranquilidad que exige de él el
proceso productivo. Un país sin hogares es un país improductivo.
“El reverso de estas vidas ordenadas a la natural satisfacción de lo justo humano (libertad de compromisos, mesa completa, rincón de familiar deleite, cómodo descanso, y grato abrigo), lo hallamos a la continua en nuestro medio, desprovisto de lógica y de método. ... Vida disparatada de inmodestia, que a más de la economía privada, desquicia la economía social y la propia economía biológica de la nación.” (634)
4.4.8 LA SOLIDARIDAD VENEZOLANA.
El término venezolanidad es tal vez uno de los ejes fundamentales para explicar el
pensamiento histórico de Mario Briceño-Iragorry en esta etapa. Venezuela es para don
Mario además de su centro de reflexión fundamental, su pasión fundamental.
(633) Ver pág. de este trabajo. (634) Ibid., “La lección de John Dabello.” Vol. 15, Virutas (Temas dispersos). pág. 105 (1951)
356
A través de sus escritos contagia esa pasión que como el fuego de la hoguera nos incita
a estar juntos. Nos incita a resolver juntos todos nuestros problemas. No es extraño,
entonces, que el discurso “Al servicio del pueblo” pronunciado el 26 de noviembre de
1952 y que corona el itinerario de estos cuatro años estudiados aquí, esté dedicado en
“Homenaje al bravo pueblo de mi patria”.
Ese discurso fue tan contagioso que Mario Briceño-Iragorry contribuyó a ganar las
elecciones del 30 de noviembre de 1952 y si hubieran sido respetados los resultados de
los comicios hubiera sido nombrado Presidente de la Constituyente. No habló en ese
momento la demagogia que dice cualquier cosa porque ambiciona el poder, sino la voz
que desde hacía mucho tiempo venía amando a Venezuela y en ese momento el pueblo
lo reconoció. No en vano dijo entonces:
“Yo tengo fe en las reservas morales de Venezuela. .... Para ese pueblo que aprende la lección del mañana, para ese pueblo que en persona de los niños rodea en las concentraciones de barrio las mesas de los oradores populares, más que para el pueblo que hoy puede ayudarme con su confianza y con sus votos, ha sido mi trabajo de escritor y de político. No miro la Nación como área de beneficio y de conveniencias, sino como espacio donde se mueve una comunidad, a la cual se ha negado continua asistencia de sus símbolos creadores.” (635)
Para él la venezolanidad no es un término vago, difuso o impreciso sino un término claro
que se expresa por medio de símbolos concretos que se encuentran en la tradición y las
manifestaciones materiales de nuestros pueblos, ciudades y en nuestros objetos de arte.
“Para nosotros, los correspondientes símbolos de la cultura, vinieron en las duras manos de los hombres que fundaron nuestras ciudades.” (636)
(635) Ibid., “Al servicio de Venezuela” Vol 11, págs 287 y 288, (1952). (636) Ibid., Vol 4, “Sentido y función de la ciudad.” (585), pág. 297, (1952).
357
Estos símbolos deben ser conservados por nosotros como “sagrados” porque son
expresiones de una comunidad solidaria y unida.
“La Ciudad por sí misma tiene vida en el área de las realidades inmateriales. Aquí, allá, más allá, la Ciudad mantiene el sello de un derecho y el signo de un espíritu que la hacen sagrada. En el sistema de griegos y romanos tuvo dioses propios, cuyo culto no era posible compartir con los extraños. A nuestra Ciudad le da carácter religioso la tradición que le formaron las generaciones pasadas, y la cual deben cuidar y perfeccionar las generaciones presentes.” (637)
Además de ese carácter sagrado con que deben conservarse los símbolos que expresan
nuestra nacionalidad nos dice don Mario lo que los venezolanos debemos ser. Es decir,
cuáles deben ser los caminos a seguir para poder verdaderamente esgrimir el calificativo
de venezolanos.
“Urge no olvidar que para seguir firmes el camino del progreso nacional, debemos examinar nuestro destino y nuestro deber de pueblo. Debemos defender la integridad de los valores que nos dan personería en los cuadros generales de la cultura. Ser venezolanos no es ser alegres vendedores de hierro y de petróleo. Ser venezolanos implica un rango histórico de calidad irrenunciable. Después de tres siglos de fragua de la voluntad y de la idea , nos declaramos con derecho a ser libres en el orden de los pueblos. No satisfechos con el espacio de nuestras viejas fronteras coloniales, salimos a los largos caminos de América en ayuda de los otros hermanos, que deseaban, como nosotros, romper el vínculo metropolitano. Hicimos un pacto con la Historia cuando le pedimos sus retortas de maga para cambiar el propio destino de un continente. Nuestra consigna fue luchar contra toda materia de colonialismo.” (638)
Sin embargo, este concepto de venezolanidad ha entrado en crisis porque al estar en
(637) Ibid., pág. 291. (638) Ibid., pág. 298.
358
crisis nuestra relación con la Historia, también está en crisis la nación. Estamos leyendo
nuestra Historia sobre la base de interpretaciones extrañas que conspiran contra el
sentido de nuestra nacionalidad.
“Hoy, por carecer de un sentido histórico de continuidad, hemos llegado a ponderar el mérito de quienes aniquilan las ciudades de nuestro mundo indohispánico y nos hemos hecho lerdamente a la tesis de los permanentes enemigos de España. Es decir, hemos sumado a nuestro acervo concencial temas que van directamente contra nuestra razón original de ser como colectividad.” (639)
Esta falta de conciencia histórica que ataca a la venezolanidad es aún más grave, si
tenemos en cuenta que en los años cuarenta y cincuenta llega a nuestro país un gran
contingente de inmigrantes que, según Briceño-Iragorry, no va a poder ser absorbido por
una nación que todavía no ha definido ella misma los perfiles de su nacionalidad.
“Considero una necesidad abrir posibilidades a los inmigrantes, del mismo modo que deben darse honorables garantías a los capitales extranjeros. Estos aumentarán la riqueza con que aquéllos nos ayudarán a poblar el desierto. Además, tienen ellos derecho, en medio de la catástrofe de sus patrias de origen, a conseguir nueva patria donde rehacer sus vidas. Pero ¿podrá nuestro pueblo, sin riesgo de sus débiles y tan quebrantados atributos nacionales, asimilar la masas nuevas?” (640)
Expresa también que otros pueblos cercanos como Estados Unidos y Colombia tienen
una continuidad observable en su proceso histórico. En ellos no se tiene en cuenta el
bando o partido de los hombres que ayudaron a crear la nación para concederles su
debido puesto en la Historia, sino el aporte positivo a la nación como tal.
“Esta posición del norteamericano responde a una noción que arranca de su manera de ver el mundo en función de síntesis constructivas. Tolerar que los vencidos se unan para honrar a sus capitanes muertos, es mostrar respeto al pensamiento y al querer ajenos,
(639) Ibid., Mensaje sin destino,Vol 7.pág. 218. (640) Ibid., pág. 231.
359
querer y pensamientos que en último análisis no son tan ajenos como al pronto pareciera. Si admitimos la solidaridad de la comunidad, hemos de aceptar nuestra relativa participación en los triunfos y en los errores de nuestros compañeros de patria.” (641)
Es en los países solidarios con su pasado donde es posible crear una continuidad
histórica y en donde podemos ver a la sociedad como una auténtica creación social.
“Puede decirse que ésta es una manifestación clara del conllevar necesario para ascender a las grandes creaciones sociales. Nada más lúgubre y pesado que la marcha de una comunidad totalitaria, donde no haya comprensión ni tolerancia para los valores contrarios y para las aspiraciones opuestas, y donde, por lo contrario, se imponga una fuerza que quiera la unanimidad del sufragio de las conciencias.” (642)
Uno de los encargados de hacer nacer, revivir, robustecer y mantener alerta al pueblo
para conservar el fuego de la nacionalidad es el intelectual que sigue manifestando las
mismas características que estudiamos en el apartado anterior. (643)
El año de 1952 escribe su libro Aviso a los navegantes. (Tradición, nacionalidad y
americanidad) que luego publicará en España en el año de 1953. Este libro es una voz de
alerta para todos los hispanoamericanos cuya cultura se encuentra amenazada por la
cultura norteamericana.
Aquí cuando analiza como el cine arrebata a los hispanoamericanos los resortes de la
nacionalidad no podemos dejar de pensar en el fenómeno de la globalización que intenta
hoy en día uniformar el pensamiento de todos los países. Sobre esto oigamos lo
(641) Ibid., pág 204. (642) Ibid., pág. 204 (643) Ver pág. de este trabajo .
360
siguiente:
“Los empresarios yanquis buscan la difusión de un tipo de literatura que dé subalterna uniformidad al pensamiento del mundo. Como son ellos los dueños del dinero, consiguientemente pretenden dominarlo todo. .... Las publicaciones sin categorías que lanza sobre nuestra América española el mercado editor de los Estados Unidos, están destinadas a crear una conciencia uniforme y mediocre en nuestro mundo intelectual.” (644)
Esto es aún más patético cuando hace comparaciones entre el poder que tienen los
medios de comunicación con el poder del maestro en el aula de clase. El se asombraba
de la seducción del cine porque exponía a los alumnos a su influencia dos veces por
semana. ¡Qué diría hoy en día! El alumno pasa más horas delante de un televisor o de la
Internet que en el aula de clases.
“Pues bien, nuestros escolares de la hora reciben de fuera lecciones constantes que anulan y contradicen la enseñanza de los maestros criollos. Una o dos veces por semana dan con las famosas tiras yanquis que les van configurando el gusto y la imaginación. Nuevos personajes, carentes de función educativa, se han apoderado de las mentes infantiles de América. (645)
Su preocupación por la infancia venezolana se revela en su inmenso deseo de que todos
los niños venezolanos tuvieran un hogar. Le dedica a ella algunas de sus reflexiones
donde expresa la importancia que el hogar tiene en el camino de salvación que deben
emprender el niño y la sociedad venezolano.
“Una nación llena de colonias-hogares demostraría ser una nación preocupada por la suerte de sus futuros hombres.”(646)
(644) BRICEÑO-IRAGORRY, Mario. Obras Completas. Aviso a los navegantes. Tradición, nacionalidad y
americanidad. “La defensa de nuestro pensamiento.” Vol. 8, págs. 213 y 214. (645) Ibidem. (646) Ibid. Vol. 9, pág. 48. (1951)
361
Generalmente el intelectual que es el encargado de concientizar a la sociedad con
respecto a los peligros que acechan la robustez del pensamiento, es poco oído y
comprendido por la sociedad.
“El (intelectual) se sabía una conciencia vigilante de las necesidades y del decoro de la Patria.” (647)
La sociedad incluso llega expulsarlo de su seno como ocurre con Rómulo Gallegos en
noviembre de 1948 y con Mario Briceño-Iragorry, en diciembre de 1952. Esto tenía una
larga Historia en nuestro país, cuando lo mismo había ocurrido con Francisco de
Miranda (648), Andrés Bello (649), Simón Bolívar (650). Pero a pesar de este exilio son
estos hombres más venezolanos que otros muchos que dicen serlo y están en el país.
Además de fomentar la solidaridad dentro de su propio territorio, ellos son los creadores
y artífices de la solidaridad latinoamericana (651), que para Mario Briceño-Iragorry era
un complemento de la primera. Así sobre estos tres héroes históricos nos dice:
“Los tres constituyen, para orgullo, sin afanes, del gentilicio venezolano, los vértices gloriosos del triángulo fecundo que mi Patria -incomprendida en su dolor, negada en sus propósitos y olvidada en sus servicios a la causa de América, hasta intentarse aminorar el valor y la gloria de sus hombres- ofreció al nuevo mundo para cimiento insustituible de la torre de su libertad y su cultura.” (652)
(647) BRICEÑO-IRAGORRY, Mario.“Meditación sobre Vargas.”Ibid., Vol. 6, pág. 283, (1951). (648) Tratado en “Sentido y Presencia de Miranda”: “El tiene que pagar a los dioses, con trueque de dolor,
el precio de la nueva libertad que buscaba para sus compatriotas. Y lo pagó tanto en carne viva como en el cascabullo del espíritu, al ver unidas, a la traición de los amigos, las torturas y los vejámenes que le impuso la venganza monstruosa de la España fernandina, que renegaba destruía, para el regreso al despotismo, el espíritu de liberalidad y de justicia que había inspirado a los políticos doceañistas.” Ibid., Vol. 6, “Sentido y prescencia de Miranda.” pág 252, (1950)
(649) Tratado en “El retorno de Bello”: “Lejos de la Patria, proscrito por la voz de viles impostores, para quienes, en cambio, pidió perdón en la Oración por todos, el Maestro inmortal estuvo sin vigencia en el pueblo de Venezuela. Ibid., Vol. 6, “El retorno de Bello.” pág.276 (1951)
(650) Tratado en el “Huésped inmortal”: “ Colombia lo negó, y Venezuela, su patria, lo proscribió como a reo de un gran delito.” Ibid., Vol. 17 , pág. 342, (1949).
(651) Ver capítulo de este trabajo (652) Ibid., “Sentido y presencia de Miranda.” Vol. 6, pág. 259, (1950).
362
En Venezuela parece que la vida del intelectual y la vida política estuvieran totalmente
reñidas. Y pone como ejemplo histórico la figura de José María Vargas quien después de
haberse desempeñado como excelente profesor y Rector de la Universidad tuvo que
renunciar a la Presidencia de la República.
“Vargas llegaba a cumplir el deber que le señalaba el destino. Culpa suya no fue que los otros pensaran de diverso modo y que estuviesen dispuestos a cerrar a la virtud las puertas del Capitolio Nacional.” (653)
El matrimonio del intelectual con la política ha sido muy desgraciado, parece que
quisiera expresarnos don Mario a través de todos sus análisis de las figuras históricas
que realizaron estas labores. La culminación de esto la expresa Rómulo Gallegos cuya
actuación política es analizada por Briceño-Iragorry en su Carta a Andrés Iduarte con
agudo sentido crítico, el 22 de marzo de 1949:
“Gallegos, mi admirado Iduarte, no pudo o no supo gobernar. El descontento venezolano a la hora de su caída era algo espantoso. No una sino diversas conspiraciones estaban en marcha cuando el Estado Mayor, ante el imprudente y terrífico anuncio de una huelga general, lo depuso del mando.” (654)
Este análisis histórico no sólo estaba dirigido a la actuación de Rómulo Gallegos sino a
la actuación del partido Acción Democrática de quien afirmaba:
“Pero como no juzgo los hechos sociales por la unilateralidad de la actitud del gobierno hacia mi persona, puedo decir a usted que la conducta general del partido con los hombres de la oposición estuvo marcada por una intransigencia espantosa y muchas veces un inexplicable espíritu revanchista.” (655)
(653) Ibid., “Meditación sobre Vargas.” , pág. 284, (1951). (654) Ibid. “Correspondencia del Embajador de Venezuela, Mario Briceño Iragorry a Andrés Iduarte.” Vol.
11, pág. 201, (1949) (655) Ibid., pág. 195
363
Ya en agosto del mismo año tenía que defenderse de los ataques que Rómulo Betancourt
hacía a su actuación personal y pública. En su “Mentís a Rómulo Betancourt” expresa:
“Pero el señor Betancourt, hombre de tercas pasiones, olvida, cuando me cobra el hecho de haber aceptado hoy la representación de Venezuela que no acepté de nombramiento suyo, los viejos nexos de amistad que a él me unían, comprobados por cordiales cartas suyas que se guardan en mi archivo y de la que podría dar fe en Bogotá mi querido amigo Plinio Mendoza Neira, antiguo Embajador en Caracas; nexos que si él no respeta actualmente, en cambio, yo sí he respetado, hasta el extremo de haber impuesto silencio a quien, creyendo halagarme, promovió en mi Embajada temas denigrativos de la personalidad de Betancourt.” (656)
Empiezan ya sus problemas graves con el poder político que terminarán el 22 de
diciembre de 1952, cuando él, el intelectual, tenga que dejar a Venezuela.
Regresará sólo a morir en ella, pero no podrá intervenir más en la cosa pública, que al
parecer está llena de sinsabores vitales para aquellos que quieran ejercerla con la
condición de hombre de ideas en Venezuela.
En este sentido, cuando don Mario escribía sobre el intelectual, (657) no se planteó
racionalmente que la condición de adivino, que él exigía al historiador en el apartado
pasado, la iba a cumplir en carne propia.
Mario Briceño-Iragorry vaticinaría en su escritura su propio destino de intelectual
venezolano, en el que como a todos los otros que había estudiado, lo estaba esperando
inexorablemente el exilio.
(656) Ibid., “Correspondencia a don Luis Cano” Director de “El Espectador.” pág. 213 . (657) Ver pág. de este trabajo
364
4.4.9 EL ABOGADO Y LA HISTORIA
Los discursos de la Academia Nacional de la Historia comprendidos entre 1949 y 1952,
pueden ser clasificados en dos tipos, aquellos que pretenden hacer un panorama general
de una actividad o sitio que se prolonga largamente en el tiempo, como los discursos
sobre “La Historia de la Medicina” (658) y sobre la Ciudad de Caracas o “La Elegía de la
ciudad que se va...”(659), y los que trabajan un hecho concreto en el tiempo basándose en
información documental innovadora para la época, extraída de los expedientes existentes
en los diferentes archivos, que contienen información sobre nuestro territorio en
distintas partes del mundo. El interés y conocimiento por la parte jurídica de la Historia
es en éstos últimos discursos muy relevante y se expresa también en el hecho de que sus
autores eran abogados de profesión.(660)
Contrastan bastante con el análisis de los discursos de la Academia de la Historia
realizados en el período 1945-1948, que contienen reflexiones acerca de la Historia en
general, independientemente de su acontecer temporal concreto. Estos discursos
originados durante esos cuatro años y que intentaremos analizar son más pragmáticos en
cuanto a la información y elaboración de los hechos que nos pretenden comunicar.
Sólo en las contestaciones sobre todo de Santiago Key Ayala en primer lugar, y de
(658) Discursos de Incorporación. Tomo 3, págs. 265 a 281. (659) Ibid. 335 a 367 pág. (660) Los autores a tratar que tuvieron el Derecho como profesión en la Academia Nacional de la Historia
fueron los siguientes: Jesús Arocha Moreno, Hector García Chuecos, Mario Briceño-Iragorry, Hector Parra Márquez, Cristóbal Mendoza, Carlos Felice Cardot.
365
Mario Briceño Iragorry encontramos conceptos históricos que intentan comunicar
directamente una reflexión más general de lo que la Historia significa.
La Historia posee un poder porque se adueña del espíritu de las personas por el placer
especial que investigar el pasado proporciona a los hombres.
“... han sido un tanto devotos de la pedagogía, de la política, de la diplomacia, y hasta de la poesía, para concluir por rendirse de modo definitivo a las artes seductoras de esta otra musa, como Diana bella y severa, que lleva en cuenta -y las cuentas- las acciones de los hombres y las aventuras de los pueblos. ¡Cuál maravilloso don posee la historia de adueñarse de los espíritus inquietos, fijarlos y determinar rumbo a su actividad intelectual!” (661)
Sin embargo, este gusto no deja de ocasionar inconvenientes porque la convierte en una
ciencia muy humana que puede ser deformada por los intereses de los hombres.
“Por desgracia la historia es la más humana de las ciencias; el hombre se ve en ella como en un espejo y es proclive a deformar la imagen que el espejo le devuelve; a convertirlo en anamorfósico y hasta a rasparlo, esconderlo, destruirlo. Entonces, quienes poseen el conocimiento de la verdad traicionada, están por ello mismo en el deber de defenderla, no para hacer historia oficial, que es absurda e inconveniente, sino para cerrar el paso a la mentira oficial de otros que en nombre de un nacionalismo sospechoso intentan desvalorizar el oro tipo, sustituirlo con la plata fluctuante e imponer recibo forzoso con sellos y sanciones oficiales.” (662)
Esta es la misma preocupación de José Nucete-Sardi quien desea una Historia donde las
obras
“... afirmen y realcen nuestro vivir nacional, nuestro acontecer histórico, sin arbitrarios nacionalismos ni sectarismos de historia por decreto, a la usanza de algunos oficialismos que creen acabar con extrañas glorias por medio de documentaciones apócrifas, cuando en verdad lo que hacen es empequeñecer las
(661) KEY AYALA, Santiago. “Contestación a Jesús Arocha Moreno”. Discursos de Incorporación. Tomo 3,
pág. 303. (662) Ibidem.
366
propias; sino con comprensivo espíritu humano, solidario en busca de la verdad, dentro de la interdependencia de los hechos y de los hombres, en el estudio de las características de las épocas y de las naciones mismas, ...” (663)
Mario Briceño-Iragorry está seguro de que Caracas no olvidará su vocación histórica
que practicó por mucho tiempo, aunque en la Venezuela del petróleo que está viviendo
en el momento en que pronuncia esta frase, ésta se encuentre para él un poco
desvanecida:
“Mudaran los ladrillos y se les sumará hierro y cemento para variar el aspecto exterior de la ciudad, pero si los hombres, bien ciertos de que es más grato descender de los Losadas, de los Bolívar, de los Mendozas, de los Tovares, de los Montillas, de los Rodríguez, de los Ribas, y de los Toros, que cambiar tan rancias genealogías por ilustres y postizos entroques con raíces en Escocia, o en Nebraska, hacemos votos de fidelidad a los valores de la Historia, Caracas mantendrá, en medio del progreso, su corazón antiguo, y Bolívar, cuando descienda de su gloria para el milagro del reparo ciudadano, hallará en sus anchas avenidas, no sólo el frío bronce de las estatuas con que el mundo oficial se le simula consecuencia, sino ávidos contertulios a quienes expresar el dolor de ver su obra traicionada y la fe constante de que nuevas generaciones sabrán defender la llama de la libertad y de la independencia de la Patria.” (664)
La mayoría de estos artículos tocan un tema de vital importancia para el trabajo que nos
ocupa: la relación entre el Derecho y la Historia enmarcado en la reflexión
historiográfica venezolana.
“El jurista profesional sopesa el valor de los documentos; los aclara, los interpreta; valora los testimonios, penetra las intenciones de los actores y de los testigos. Lo mismo hace el historiador que busca la verdad de los hechos y establece luego las relaciones de tales hechos entre sí y con las tradiciones humanas. Ello explica bien la atracción manifiesta que la investigación historiadora ejerce en los profesionales del derecho.”(665)
(663) NUCETE-SARDI, José. “Contestación a Hector García Chuecos”. Discursos de Incorporación. Tomo 3,
pág. 331. (664) BRICEÑO-IRAGORRY, Mario. “Contestación a Pedro José Muñoz”. Discursos de Incorporación. Tomo
3, pág. 371. (665) KEY AYALA, Santiago. “Contestación a Jesús Arocha Moreno”. Discursos de Incorporación. Tomo 3,
pág. 301
367
Además de esta declaración de la vinculación de estas dos ramas del saber, la gran
cantidad de abogados que se dedican al estudio de nuestra Historia lo hacen porque la
mayoría de los documentos a explorar que de ella se conservan provienen del campo
legal. El estudio de expedientes legales fue y es indispensable para el conocimiento de
las fuentes primarias en la que está escrita gran parte de la Historia Patria. Uno de los
discursos realizados de Incorporación a la Academia “La Rebelión de Andresote”
realizado por el Abogado Carlos Felice Cardot está basado únicamente en un expediente
legal hallado en el Archivo de Indias:
“Archivo General de Indias, Audiiencia de Santo Domingo. Signatura Antigua, legajo 57-6-10. Signatura moderna, legajo 782. Expediente sobre el zambo levantado llamado Andresote. Este expediente valiosísimo, me ha permitido reconstruir, casi íntegramente, las andazas de Andresote. Hasta ahora no había sido utilizado para investigaciones históricas, a lo menos que hayan sido publicadas. Ordenó y dirigió su copia el erudito historiador y geógrafo, mi noble amigo el Reverendo Hermano Nectario María, de la Congregación de San Juan Bautista de la Salle. Transcrito a máquina dio tres volúmenes: el primero de 394 páginas; el segundo de 260 y el tercero de 303. Tanto la Academia Nacional de la Historia como yo, poseemos sendas copias, valiosamente encuadernadas. Todas las citas que aparecen en el curso de este trabajo y las cuales no tienen ninguna referencia, son tomadas textualmente del presente expediente. Aprovecho la oportunidad para expresar al Hermano Nectario María mi sincero reconocimiento y gratitud.”(666)
Mario Briceño-Iragorry como muchos de sus compañeros de la Academia de la Historia
también era abogado y de allí que toquemos en este tema la importancia que la profesión
(666) FELICE CARDOT, Carlos. “La Rebelión de Andresote (Valles del Yaracuy, 1730-1733)”, Discursos de
Incorporación. Tomo 3, pág. 430. Mario Briceño Iragorry hará una reseña a este artículo titulado ‘’Andresote’’ contenido en Aviso a los Navegantes. Allí nos dice que este personaje histórico representa a los traidores. ‘’Es el hombre que, alegre e inconscientemente, sirve a los enemigos de la Nación, por cuanto de su actitud deriva un personal beneficio. Como aquellos, Andresote dejó una larga estirpe moral o inmoral para mejor precisión, que hoy fatalmente tiene voz y voto en los negocios de la República’’. Obras Completas. Vol. 8. , pág. 191. (1953). Este juicio valorativo de Briceño Iragorry no aparece expresamente formulado en el discurso del autor citado quien se dedica a hacer un análisis de los hechos que aparecen en el expediente del Archivo de Indias.
368
del Derecho ha tenido en el estudio de la Historia en Venezuela.(667) En esta etapa
cuatro de los seis discursos de incorporación a mencionar fueron realizados por
abogados.
Estos discursos tratan de puntos distintos de las ideas jurídicas en Venezuela tanto en la
Colonia como en la Independencia. Con respecto a la Juricidad en la Colonia tenemos el
estudio del expediente de la rebelión del Zambo Andresote ya citado, y el análisis de los
lineamientos fundamentales que el Colegio de Abogados, fundado en Caracas en 1788,
discutidos por Héctor Parra Márquez en su discurso “Principales características de los
primeros Estatutos del Colegio de Abogados de Caracas”.
Se nos definen en este último discurso citado las condiciones que según el Colegio de
Abogados debían tener sus integrantes para el buen ejercicio de su profesión:
“...la primera característica de un abogado era distinguirse a presencia del pueblo, por el amor a la Patria, obediencia a las leyes y fidelidad al Soberano;...” (668)
Sin embargo, El Colegio de Abogados en la mayor parte de su trayectoria estuvo
dominado por los criollos que lo hicieron bastión de la defensa de sus propios intereses.
Pero esa conciencia de clase que poseía, como también sucedió con el Cabildo y la
Universidad, fue la que lo convirtió en un órgano poderoso que luego lucharía por la
Felice Cardot no hacía la identificación directa de los enemigos de España con los enemigos de la Patria venezolana que hace Briceño-Iragorry.
(667) Ver el comentario a Tapices de Historia Patria. pág. (668) PARRA MARQUEZ, Hector. “Principales características de los primeros Estatutos del Colegio de
Abogados de Caracas”. Discursos de Incorporación. Tomo 3, pág. 387. Itálicas= comillas en el original.
369
Guerra de Independencia.
“Proverbial fue, en efecto, el despotismo o predominio ejercido en ellos por núcleos de personas o familias prepotentes tanto por su nacimiento como por su posición económica, aun cuando no debe olvidarse ni por un instante, que a esa conformación aristocrática de tales Cuerpos se debió su fuerza. Como certeramente ha sido asentado por historiadores y sociólogos, ellos, cual si tuvieran clara conciencia de su destino histórico, fueron reducto inexpugnable de sentimientos y hábitos de independencia, de altivez, de dignidad y de otras poderosas virtudes, hasta el punto de haber sido factores decisivos en el complicado proceso de integración, porque, ciertamente como lo asienta Briceño-Iragorry en estupenda frase, en torno al viejo Cabildo, como sobre firme yunque, se forjó el espíritu de la naciente nacionalidad.” ;... (669)
Analiza en este discurso la actuación de Francisco Espejo y del Lincenciado Sanz,
miembros de la Junta Directiva del Colegio de Abogados, quienes exponen los
lineamientos sociales por los cuales los hombres se debían seguir:
“La buena fe, el reposo, el amor, la confianza no pueden existir en un país donde cada quien se esfuerza en distinguirse de los otros por el nacimiento y la vanidad; donde en lugar de enseñarle al niño la justa emulación por las virtudes de sus buenos compatriotas y el horror de los vicios y delitos de los malos, no se le enseña, o por lo menos de boca de sus padres no se oye sino que Pedro no es tan noble como Antonio, que en la familia de Juan existe tal o cual mancha y que la de Diego vistió luto cuando la de Francisco entroncó en ella. Puerilidades de tal naturaleza entorpecen el ánimo, influyen poderosamente en las costumbres, dividen las familias, dificultan las alianzas, mantienen viva la desconfianza y destrozan los nexos de caridad, base, ocasión y motivo de la sociedad.” (670)
Sin embargo, estos no son los principios por medio de los cuales estos dos personajes se
mueven en el momento en que tienen que tomar una decisión con respecto a un caso
concreto, el del abogado Pedro Domingo Gil:
“A este último se le siguió proceso disciplinario por haber asistido al matrimonio del mulato caraqueño
(669) PARRA MARQUEZ, Hector. “Principales características de los primeros Estatutos del Colegio de
Abogados de Caracas”. Discursos de Incorporación. Tomo 3, pág. 391. Itálicas= comillas en el original
(670) Ibib., pág. 387.
370
Rafael Churrión, con la hija de Juan Gabriel Landaeta, también mulato. ...a que la Junta no podía pasar en silencio la sorpresa que le había causado el suceso viendo con él obscurecido el esplendor de la Abogacía y a que, dada la gravedad del atentado, había que castigar conforme a los Estatutos el reprobable exceso para que ello produzca en el referido Abogado el saludable efecto de su escarnecimiento y en el pueblo la satisfacción muy debida y el concepto del desagravio tomado por nuestro Colegio.” (671)
Por eso los abogados son seres de carne y hueso que no escapan como la mayoría de los
hombres a los lineamientos sociales de su época, así sean muy altos los principios que
pretenden seguir. Por eso concluye Parra Pérez el análisis de este caso con la siguiente
cita:
“En todo caso pensamos que a aquellos pro-hombres podemos aplicar, en cierto modo, la tesis propugnada por Taine, de que nos habla Vallenilla Lanz en su obra Cesarismo Democrático, respecto a que en el espíritu humano existen dos planos, uno superior y otro inferior, y a que en algunos, muchos principios democráticos se quedan en el piso superior del espíritu. Entre los dos pisos del espíritu humano, el superior es donde se elaboran los razonamientos puros y el inferior es donde se asientan las creencias activas; la comunicación no es pronta ni completa. Hay muchos principios que no salen del piso superior; permanecen en él en estado de curiosidad; son mecanismos delicados, ingeniosos, de los cuales se alardea con placer, pero casi nunca se emplean. Si a veces el propietario los transporta al piso inferior, no se sirve de ellos sino a medias; restringen su uso costumbres establecidas, intereses o instintos anteriores y de mayor fuerza. Y no obra de mala fe, se conduce como hombre, todos profesamos virtudes que no practicamos.” (672)
El primer discurso relativo a la época de la Independencia lleva como título “El Poder
Moral”, fue pronunciado por el académico Jesús Arocha Moreno, en él nos habla de la
vigencia que todavía tienen las ideas sobre ese poder expresadas por nuestro Libertador
Simón Bolívar. El distanciarnos de esas ideas nos ha conducido, según el autor, al caos
legal en que se hallan los venezolanos.
(671) Ibid., págs. 397 y 398. Itálicas=Comillas en el original
371
“... todo eso que Bolívar previó en su vidente pesadilla, se me ocurre imaginar si un Poder Moral, bien constituido en las manos del procerato civil de Venezuela apoyado en la espada de Bolívar, Urdaneta, Sucre... hubiera sido beneficioso para la República, y tal vez nos habría evitado un gran caudal, por largos años, de infortunios sin remedio. -Es ésta la historia de lo que debiera haber sucedido; el ensueño de lo pretérito, pero, desgraciadamente, hasta en eso fuimos infelices.” (673)
Héctor García Chuecos nos habla también sobre la inteligencia jurídica de Simón
Bolívar. Trata el caso del injusto reclamo por indemnización que hacen por medio de
Baptista Irvine los Estados Unidos de Norteamérica con motivo de la confiscación por el
Almirante Brión de las Goletas Tigre y Libertad las cuales desconocieron el decreto de
bloqueo de la costa oriental y central de Venezuela dictado por los Patriotas el 6 de
enero de 1817.
“He escogido como tema para esta breve disertación el concepto que a Bolívar merecieran los deberes y los derechos de los neutrales en el caso de una guerra internacional. Estadista de amplia visión, eminente conductor de pueblos, aconsejó y sostuvo durante toda su brillante carrera sólidos principios de justicia internacional, encaminados a cimentar no sólo la paz perpetua entre las naciones, sino los vínculos de solidaridad entre los hombres. A un caso particular, en el que le tocara poner en práctica su ideales y sus principios en esta materia, serán pues dedicadas las siguientes páginas.” (674)
Los discursos tratados nos han permitido acercarnos a la unión tan fuerte que ha habido
tradicionalmente entre el Derecho y la Historia en Venezuela. Tema en el cual era
necesario contextualizar a Mario Briceño-Iragorry porque su Historia es fruto de esta
unión.
(672) Ibid., págs. 399 y 400. Itálicas=Comillas en el original (673) AROCHA MORENO, Jesús. “El Poder Moral.” Discursos de Incorporación. Tomo 3, pág. 299. (674) GARCIA CHUECOS, Hector. “Concepto que a Bolívar merecieron los Deberes y los Derechos de los
Neutrales en caso de Guerra Internacional.” Discursos de Incorporación. Tomo 3, pág. 312.
372
Estos serán los últimos discursos que nos ayudarán a comprender la posición ante la
Historia de nuestro autor y la de sus contemporáneos, porque en la época de Perez
Jiménez, Mario Briceño-Iragorry ya no asistirá a la Academia; pero principalmente
porque en dicha época no ingresó ningún nuevo miembro a la Institución en cuestión.
Esperamos que el análisis de estos discursos a través de este trabajo nos hayan ayudado -
aunque sea desde el punto de vista de la Academia de la Historia- a comunicarnos el
grado de reflexión histórica con que contó nuestro país desde 1930, año en que Briceño-
Iragorry entró a esta institución hasta 1952, año en que nuestro autor partió del país.
373
Empezaré por mí mismo. Sin ser adherente de la filosofía existencialista en sus deformaciones sartrianas, creo con Kierkegaard que sin la definición de nuestra propia personalidad, carece de validez toda filosofía y de sentido toda crítica. (675)
Como soy hombre aparte de grupos y partidos, carezco de pararrayos que me defiendan. Soy apenas yo mismo. Calumniado, negado, vilipendiado, incomprendido, desdeñado por la clase en que me formé, atacado por la familia en que nací, perseguido por lo mismos a quienes ayer vigilé en espera de que brillase el lucero del alba, a veces creo que mis denostadores tengan razón de presentarme como una criatura despreciable. (676)
(675) BRICEÑO-IRAGORRY, Mario. Obras Completas. Vol. 20, “Carta a J. Humberto Quintero”, mayo de
1953, pág. 11. (676) Ibid., Cartas con destino. “Carta a Luis Herrera Campins”, 30 de Marzo de 1957, pág. 275.
374
5. LA ANGUSTIA
Este período que se inicia en enero de 1953, termina con su muerte el 6 de junio de
1958. En él la idea y el sentimiento de angustia es lo que predomina. Mario Briceño-
Iragorry vivió en este estado sicológico y filosófico, porque veía que las dos ideas
buscadas -el orden y la solidaridad- con tanto afán durante toda su labor de intelectual,
estaban muy lejos de cumplirse en la realidad.
La angustia es una condición del ser para Briceño-Iragorry y en esta etapa tiene mayor
relevancia. Como tal no sólo responde a su parte racional expresándose como una idea,
sino que también es un estado afectivo que impregna toda su aprehensión del mundo. Es
para él la angustia una respuesta objetiva de los hombres ante la realidad que se
desenvuelve frente a sus ojos.
El orden había sido invertido. Por lo tanto era una caricatura, una mentira que lejos de
orientar a los hombres los confundía cada día más.
“La inversión del orden deontológico tiene forzozamente que acusar una contrapartida en el área de la razón común. La mente del hombre cualquiera ha de sentir quebrantada su gravedad ante el espectáculo de ver alabadas como rectas las más arbitrarias sinuosidades. Una humanidad perpleja ante el signo de la repugnancia y de la angustia, tiene que caer forzadamente en los vicios extremos de las cavas existencialistas y en las aberrantes teorías plásticas que destruyen la realidad de los cuerpos para expresarse por medio de líneas y de manchas que bien podrían servir de tests en las casas de orates. Con su maestría de la paradoja, Chesterton dijo que la civilización capitalista no es sino una civilización cristiana caída en la locura”(677)
(677) BRICEÑO-IRAGORRY, Mario. Obras Completas. Vol. 15, Saldo “Protección a la locura.”(1956)
,pág.204. Itálicas nuestras=Comillas en el original.
375
Y el mundo se volvía cada día más renuente a practicar la solidaridad porque
predominaban en él estructuras injustas que se basaban en el dominio por medio de la
fuerza y el poder de unos hombres sobre otros.
Huyó certeramente la prédica de esa caridad de basura con que muchos creen cumplir al fin del año, como pulperos que cortan cuentas, sus deberes con el prójimo. Como buen buzo, bajó al fondo del problema y desnudó la farsa del orden en que se fundamenta la iniquidad. No olvideis que vosotros, los que gozáis la abundancia, sois los menos, y que la desesperación de la mayoría de quienes sufren puede poner fin con justicia a vuestra falsa tranquilidad. (678)
Esta angustia proveniente en parte de la visión que tiene en esta última parte de su vida
de su proyecto personal visto como un fracaso porque no ha podido poner en práctica
sus ideales, contribuye a que identifique el fracaso del pueblo de Venezuela con el suyo
propio.
“En el proceso histórico venezolano ha ocurrido continuamente un delictuoso intento de segmentar la acción de los hombres. La ley creadora del esfuerzo continuo ha sido sustituída por un vano empeño de improvisar y de comenzar, a fin de que puedan aparecer los personajes actuantes como demiurgos investidos del secreto de las cosas. La inseguridad y el carácter fragmentario de este tipo de trabajo ha terminado por crear en el pueblo una conciencia de fracaso y de dolor, cuyo mejor símbolo sería la constancia sin fruto del esfuerzo de Sisifo.” (679)
La cita del mito de Sísifo inmortalizado posteriormente por Albert Camus en el
existencialismo cristiano, nos muestra cuán empapado estaba Mario Briceño-Iragorry de
esta teoría. No del existencialismo ateo al cual criticaba constantemente, pero sí se
demuestra asiduo lector de las obras de Soren Kierdegaard y de Martín Heidegger.
(678) Ibid., Vol. 9 “El Mundo de los niños.” El hijo de Agar. pág.s 38 y 39. Itálicas nuestras=Comillas en el
original. (1953) (679) Ibid. La Hora Undécima. (Hacia una teoría de lo venezolano). pág. 253. (1956)
376
Del primero nos recuerda en primer lugar su crítica a la Iglesia como Institución que
trataremos con más detalle más adelante y luego la visión del hombre ético en
contraposición con el hombre estético. Este último era, según él, quien predominaba en
los años cincuenta, época en la que él escribe estos artículos:
“Vuelto, en cambio, el problema sobre la interioridad personal, tropezó con el funesto dilema que magistralmente planteó Kierkegaard cuando dijo que el hombre que vive estéticamente es el hombre accidental, que se imagina a si mismo perfecto, mientras que el hombre que vive éticamente, obra para el hombre en sentido de totalidad y de creación.” (680)
De Martín Heidegger nos recuerda la relación que existe entre la autenticidad del
lenguaje y la autenticidad del ser.
“Terrible, en realidad, según dice Heidegger, es el poder de las palabras. Máscaras fonéticas o gráficas del pensamiento, de ellas se vale el hombre para hacer camino a sus propósitos. Expresan las palabras la propia voluntad del agente y el sentido óntico de las cosas, de los objetos y de los valores.” (681)
Así como la idea de que existe una relación entre el pasado y el futuro:
“Cuando Heiddeger definió el presente como un futuro sido, si en realidad reconoció que la vida está en lo que viene, condicionó su realidad al hecho cumplido, a lo que ya fue.” (682)
Del existencialismo conserva la idea de la angustia, no como una idea o sentimiento
desvastador sino todo lo contrario como un paso para la verdadera salvación del hombre.
Ella lo ayuda a reaccionar y a poder construir una realidad mejor.
“Tras la noche sombría en que se ven triunfar los subalternos valores de la biología, llegará con toda certeza, la luz del sosiego y el ímpetu saludable de la plenitud. Maestro y yunque de voluntades, el dolor
(680) Ibid., pág. 225. (681) Ibid.Vol. 15, Saldo“Armadillo y puercoespines” pág. 167 ,(1954) (682) Ibid., “Variaciones sobre el tiempo”, pág. 183, (1956).
377
abre sentidos extraordinarios al hombre cuando se le recibe con la intención creadora de quien más allá del carbón busca la chispa luminosa del diamante. (683)
Pocas personas y autores han enfrentado tan sinceramente el tema de la angustia y el
fracaso como lo trató Mario Briceño-Iragorry. Al hablar tan sinceramente del segundo
lejos de perpetuarlo lo exorcisaba. No hay nada más terrible que engañarnos ante una
realidad que muestra signos de descomposición repitiéndonos constantemente que no
debemos hablar de eso. Actuando de manera optimista y evadiendo los fracasos.
El ser es histórico es quizás, para don Mario, uno de sus atributos fundamentales, por eso su
angustia se proyecta en primer lugar en la Historia y se convierte en una cualidad necesaria
para convertirla en una experiencia creadora:
“En un orden de filosofía existencial, puede y debe decirse que sin la definición de un permanente ontológico el hombre está incapacitado para contraer compromiso alguno que lo impulse a trascender, que le permita saltar hacia adelante, según la clásica expresión de Kierkegaard. El permanente ontológico de los pueblos se anuda con su conciencia histórica. Para renovarla, para superarla, para perfeccionarla, precisa sentir su existencia como una realidad implantada en nosotros mismos. Para que los pueblos crezcan en su propio valor y ganen sucesivas etapas de mejoramiento, han de vivir una experiencia de angustia, que les asegure permanentemente la posibilidad de defenderse de las actitudes negativas.” (684)
Para poder expresar la importancia que la angustia reviste en este capítulo de la Historia del
personaje aquí tratado, nos hemos visto precisados a desglosar únicamente con propósitos
analíticos esta condición existencial del ser, expresando las distintas circunstancias que
generaban su aparición en primer lugar; y luego analizando los mecanismos, personas o
(683) Ibid. Vol. 9, La Hora Undécima. (Hacia una teoría de lo venezolano). pág. 267, (1956) (684) Ibid., Vol. 1, “Por la ciudad, hacia el mundo.” (Pregón y sentido de las fiestas de Trujillo.), págs. 342 y
343, (1957).
378
situaciones que permitían sobrellevarla o hacerla creativa, porque como toda inclinación
humana ella tenía también su lado oscuro, la locura y el suicidio.(685) Mario Briceño-
Iragorry no desconocía el peligro que ésta última conllevaba y por eso esta forma
desordenada de manifestación de la angustia es objeto de algunos de sus artículos.
Por último, cuando Briceño-Iragorry en el año de 1958 tuvo frente a sí la idea del
regreso a Venezuela, aparece un problema diferente que ocasiona la proyección de su
angustia, el retorno. Este será el último tema a tratar en este trabajo.
A continuación pasaremos a analizar los problemas que eran para don Mario causa de
angustia que por supuesto son separados sólo por motivos analíticos, porque el impacto
que provocaban en el ser estos temas, era siempre él mismo: la creación de nuevos
valores para construir una realidad mejor o la locura, como respuesta a un mundo donde
predominaba el desorden.
5.1 LA ANGUSTIA POR EL MUNDO.
La imagen que tiene Mario Briceño del mundo de los cincuenta, muy acorde con los
hechos ocurridos en la segunda guerra mundial, es bastante sombría.
“Desatadas las fuerzas secretas de la Naturaleza, el hombre se ha visto envuelto en la red laberíntica de su propio invento. Lejos de caminar con pie seguro hacia una hora mejor, el género humano siente cómo, en
(685) La locura aparece expresada en los siguientes ensayos de Mario Briceño-Iragorry: Ibid., Vol 1, pág.
368. , Ibid., Vol. 9, La Hora Undécima. (Hacia una teoría de lo venezolano). pág. 256, (1956) Ibid., Vol. 15, Saldo “Protección a la locura.” (1956), pág.204.. Ibid., Cartera del Proscrito. (1952-1958), “La locura de Reverón,”págs. 245-248. En cuanto al suicidio no es en abusoluto descabellado hablar de él aquí, ya que posteriormente a la muerte de nuestro autor fue llevado a la práctica por dos de sus amigos citados en este trabajo: Alirio Urgarte Pelayo y Augusto Mijares.
379
razón del propio poder de su espíritu analítico, camina a grandes pasos la senda de su posible destrucción.” (686)
Norteamérica, Europa, Asia y Africa no dejan de estar ausentes en sus reflexiones. Ellas
lejos de respirar un clima de paz y armonía están impregnadas de la angustia que es
objeto de estudio en este capítulo y que es transmitida al lector.
“Ninguna responsabilidad tienen las razas atrasadas y oprimidas por lo que hoy ocurre en su mundo de tinieblas. El caso espantoso de Kenya no es sino prueba elocuente de los extremos a donde conduce la explotación del negro por los países imperialistas. La inhumana discriminación practicada en Sudáfrica, dice de modo elocuente, cómo el colonizador británico menosprecia el valor humano de los indígenas.” (687)
Mario Briceño-Iragorry fue más que nunca en esta etapa un ciudadano del mundo. Esto le
permitía hacer comparaciones que revelaban mucho su pensamiento histórico y los
conceptos en base a los cuales lo estructuraba. Comparaba el coloniaje de los habitantes de
Africa en los años cincuenta, con los habitantes de Hispanoamérica a principios del siglo
XIX y nuevamente nuestra Colonia había sido mejor que la que actualmente vivían los
africanos. Pero se tomaba en cuenta sólo el punto de vista del criollo.
“Asia y Africa sienten en carne viva el dolor del coloniaje, mayor aún del que sintieron nuestros Padres, cuando se echaron a los caminos de la revolución. Socialmente constituíamos nosotros un mestizaje de categoría, que arrancaba, por línea legítima, del propio país dominador. A la hora del momento rebelde, el criollo se sabía igual al español. Si dentro había un problema de desnivel social, en el área del imperio compartíamos con el peninsular un plasma que nos daba semejanza. El coloniaje británico en Africa es apenas el sendentarismo de una trata de negros. Como no está autorizado el tráfico internacional de esclavos, se mantiene a éstos en su propio habitat, a la orden caprichosa de los amos. Allí trabajan la tierra y allí se les ofrece como camino
(686) Ibid. Vol .9 “Apocalipsis del odio”, El hijo de Agar pág. 185, (1954) (687) Ibid. Vol. 18, “De la fe heróica.”(1955)
380
civilizador el whisky con que los regalan y los embotan los señores distantes.”688
Por su lectura asidua de la prensa se interesaba en los sucesos mundiales que acaecían en
todos los lugares del planeta y no sólo los analizaba sino que se volvía un personaje
dentro de ellos y planteaba las posibles soluciones o consecuencias que estos pudieran
tener para el futuro.
“Rusia está matando hombres. Los anglo-franceses están asesinando principios y están apagando las luces de que ellos mismos se dijeron hasta ayer guardianes. La URSS ataca desde afuera y en forma visible el edificio del llamado mundo occidental. Francia e Inglaterra han barrenado arteramente desde dentro la sillería poderosa donde se dijo que descansaba nuestra seguridad y nuestra libertad. Rusia está bañando en lágrimas y en sangre el suelo de la desafortunada Hungría. Esta sangre y estas lágrimas serán, en cambio, abono para una futura cosecha de ideales generosos. Inglaterra y Francia están, por el contrario, derramando sobre el llamado mundo libre montañas de sal insípida, que hará infecunda la tierra espiritual de los hombres, asombrados y confusos.”(689)
El mundo que transmite en estos artículos es el dividido por la postguerra en dos bloques
irreconciliables: el marxista y el capitalista. Respondiendo a su condición de pensador
social no cae en los maniqueísmos transmitidos por los medios de comunicación social
capitalistas quienes consideran que los males del mundo por esas fechas eran
responsabilidad de la teoría y praxis del marxismo. Esta propaganda capitalista llega
incluso a tildar de marxistas la conductas cristianas más auténticas porque el
desprendimiento y la solidaridad no concuerdan con las políticas del capitalismo.
“¿Se dan cuenta, acaso, estos sombríos voceros de la oligarquía económica que en llamando comunista a un hombre de las condiciones excepcionales de Giorgio La Pira, a quien ayudan eficazmente es al propio comunismo?... Si ser cristiano generoso y cabal, como el noble alcalde de Florencia, equivale a
(688) Ibid., “Bandoleros” Aviso a los navegantes. (Tradición, nacionalidad y americanidad).pág. 295,
(1953). (689) Ibid., Vol. 18, “La farsa de un mundo.”pág. 190, (1956).
381
practicar el comunismo; si enseñar, como enseña La Pira en su ensayo Il valore de la persona umana que il corpo mistico de Cristo e il nuovo paradigma della societá civile dell’uomo, es ser comunista, ya las masas sencillas, ignaras y carentes de justicia se aprestarán solícitas a llenar los cuadros del partido de Palmiro Togliatti. Nada más correcto en apariencia. Nada más hacedero para el juicio de hombres simples y deseosos de mejorar de condición social.” (690)
Piensa que no existe en el mundo una táctica adecuada para combatir el materialismo
marxista.
“Para adversar el comunismo necesitan los Estados variar de táctica.” (691)
Para Mario Briceño-Iragorry la única táctica consistía en eliminar la abismal
diferenciación social que existía entre los hombres que con su sóla presencia llevaba a
(690) Ibid., Vol 15, “El lapirismo”, Saldo ,pág. 163, (1956). (691) Ibid. pág. 174.
382
las clases bajas a la revolución para lograr un mundo mejor.
“Contra el comunismo sólo existe el remedio de adelantarse a curar la desesperación en que vive la parte no beneficiada económicamente de la sociedad. Lo contrario es mantener un juego falso.” (692)
Hace uso, entonces, de su conocimiento del mundo capitalista, denunciando los males de
este sistema al que según él le quedaba poco tiempo de vida. La sociedad
norteamericana líder del mundo capitalista tenía dentro de sí el cáncer del racismo que
la estaba carcomiendo (693) y por lo tanto debía resolver estos problemas antes que
intentar el dominio del mundo por medio de la compra de las conciencias de los pueblos
más débiles.
“Las casas extranjeras que trabajan y especulan entre nosotros ya empiezan a valerse de La Burriquita, del Carite, y del Joropo para poner color nacional a la explotación que hacen de nuestro pueblo alegre y tonto. Todo es posible cuando los mejores aliados que tiene la capital imperialista son las sumisas y oportunistas conciencias criollas. A éstas es preciso hablar con energía. Urge decirles que su labor entreguista las baja a la categoría de caballos troyanos en cuyos vientres se alojan los enemigos de Venezuela. La ley del vientre parece imponerse en todos los órdenes de nuestra actividad social. (694)
Mario Briceño-Iragorry comenta la política del Presidente Eisenhower quien parece mejor
intencionado que sus antecesores en el manejo de la política mundial, pero para nuestro
autor las intenciones no son obras y son estas últimas las necesarias para lograr la paz que el
mundo está buscando.
“Contra el capitalismo monstruoso y contra el agresivo comunismo, la justicia que da a cada quien lo suyo. A la oración que eleva el alma el Pontífice quiere
(692) Ibid., Vol 9, El comunismo en América. El hijo de Agar, págs. 151, 152, (1954). (693) Expresado fundamentalmente en : Ibid. Vol. 16, “Dos responnsos a Emmet Till” en: Prosas de llanto.
págs. 49 a 55, (1955).) (694) Ibid. Vol. 8, “Nacionalismo vergonzante.”Aviso a los navegantes. (Tradición, nacionalidad y
americanidad) pág.236, (1953).
383
agregar la acción que defienda la dignidad de todos los hombres. Si Eisenhower quisiera algo práctico y serio en el orden del mundo, prescindiría de su demagogia mística y dejaría andar la justicia por sus propios caminos. ...Nada alcanzan las oraciones por la paz cuando el mismo que las encabeza tiene la mejor y más fructífera alianza con la guerra.” (695)
Los ideales de democracia y libertad que eran predicados por el mundo capitalista como
sus sustentos primordiales no eran creídos ni practicados por la gran mayoría de sus
políticos y hombres comunes.
“Cuando se produjo la segunda guerra mundial, la palabra democracia llegó a adquirir un valor extraordinario. Se la escuchó con el repeto mágico que a fines del siglo XVIII ganaron las palabras razón y libertad. .....La palabra libertad y la palabra democracia están hoy de capa caída.”(696)
Después de la segunda guerra mundial y toda la injusticia que ella había esparcido (697)
el mundo no podía volver a ser el mismo que había sido antes, si no se sometía a un
proceso de reflexión que condujera a una purificación del género humano.
“Justamente esa zozobra es la que hoy habla en el ancho mundo el lenguaje estremecido de los que se sienten al borde de los precipicios. Sobre la generalización de esa angustia descansan, sin embargo, las esperanzas de los pacifistas. Es saludable confiar en que la psicosis provocada por los últimos experimentos atómicos mueva al mundo a una fecunda reflexión que haga ver a los directores de los pueblos el espantoso rumbo que están dando a la marcha del hombre.” (698)
Como en Heidegger la angustia que se siente por el mundo es la única posibilidad de
rescatarlo de su caída. Por eso la angustia se convierte en creadora porque es una de las
pocas actitudes que puede salvar al mundo de su indiferencia. El mundo para Mario
(695) Ibid., Vol. 18 , “Las oraciones de Eisenhower.”pág. 157, (1954). (696) Ibid., Vol. 15, “Edad y espacio de la palabra” “Saldo”, pág. 189, (1955). (697) Expresada fundamentalmente en el “Responso al niño de Hiroshima.” Vol. 16, págs. 57 a 60, (1956) (698) Ibid., Vol. 9, Apocalipsis del odio. pág. 187, (1954).
384
Briceño-Iragorry se encuentra en crisis.
“Hay, realmente, una trasmutación de conceptos por donde logran aparente legitimidad los contravalores que nutren el orden de la iniquidad reinante. En el área misma de ciertas categorías consideradas cristianas, gozan preferencia circunstancias enderezadas a asegurar la dicha, sobre los angustiosos temas que toman como presupuesto de trabajo la salvación de un vivir que se completa con la propia idea de la muerte como sentido de liberación y de plenitud.” (699)
Podemos hacer reflexionar a los hombres por medio de la angustia acerca de su
materialidad y la falta de sentido en que viven. Por ella se mueven todos los cimientos
del ser, conmoción que lo lleva a la aceptación del Evangelio. De esta manera se puede
lograr un cambio de rumbo en la Historia del mundo.
En la Historia del mundo nuevamente (700) toma en cuenta a la Biblia como fuente
primigenia y origen de todo relato. La Historia de la civilización occidental bebe sus
fuentes en el crimen bíblico de Abel por Caín. En aquel hecho está inscrito todo su
desenvolvimiento y proceso. Recordemos que para él en la Historia habrá hombres
buenos y malos. Nuevamente nos encontramos con la dualidad expresada por el Regente
Heredia y el Marqués de Casa León y sobre esa base Mario Briceño-Iragorry escribe la
Historia. Abel es bueno y por lo tanto será el primer hombre social.
“ Marcan ambos -Abel y Caín- las dos vertientes definitorias del valor del hombre: Abel, en el comienzo de la vida social es como la palingenesia del Adan sin pecado; Caín, usa contra el hermano lleno de luminosidad regenerada, los recurso de pecado que Satán inspiró al hombre caído.” (701)
(699) Ibid., Vol. 15, “El reto de Caín” pág. 135, (1956) (700) Ver pág. de este trabajo. Recordemos que cuando empezaba sus estudios históricos en 1911
escribe que la Biblia es el texto histórico por excelencia. (701) BRICEÑO-IRAGORRY, Mario. Obras Completas. Vol. 15 “El reto de Caín”, pág. 136, (1956)
385
Incluso la Historia marxista tiene su origen en este crimen ancestral, en el ansia de Caín
por los bienes materiales que representa la de todos los hombres que tienen ese único fin
en la existencia:
“Posiblemente, la formulación marxista de la Historia como mero proceso económico, tenga también su expresión inicial en la avaricia de Caín.” (702)
Al lado del Viejo Testamento, hay otros textos sagrados que también son considerados
históricos por Mario Briceño-Iragorry dentro de la Biblia, como son los Evangelios:
“Cuando Herodes supo la cercanía del Mesías, comprendió, a la vez, que su mundo se venía al suelo. Jamás el déspota habría sabido la buena nueva de labios de pastores sencillos, en quienes estuvo representado el pueblo. Creía él, en cambio, en las cábalas de los Magos y en la interpretación de los sacerdotes de la ley. Frente a la buena nueva, se anticipó a la conducta futura de Pilatos y de Nerón. Con Herodes se abultó el proceso tremendo de la discordia moral entre la Fuerza y la Luz.” (703)
La Historia del mundo ha sido relatada también por los textos sagrados. Por eso la
interpretación de la Historia mundial, por parte de Arnold Toynbee, como el
enfrentamiento del hombre a un desafío que lo obligará a distintos tipos de respuesta
acordes con éste, también es ejemplificada por Mario Briceño-Iragorry en los textos
bíblicos:
“Traslada al orden de la moral la concepción de reto y respuesta que Arnold Toynbee utiliza para explicar el curso de la Historia, puede decirse que el reto de Caín, si en verdad está vigente, tiene su respuesta en los juicios de valor que sirven de escala a los procesos morales, estéticos y religiosos, sobre los cuales adquiere autenticidad el hombre como factor de cultura.” (704)
(702) Ibid. pág. 128. (703) Ibid., “Pastores y Magos.” pág.139,(1954). (704) Ibid, El reto de Caín, pág. 136, (1956).Itálica=Comillas en el original.
386
La Historia es una posibilidad de rescate del ser. De allí que ella sea una de las fuentes
fundamentales de creación y de regeneración. Por medio de su estudio, las pautas
fundamentales para la superación del hombre, saldrían a la luz.
5.2 ANGUSTIA POR HISPANOAMÉRICA
Ya hemos dedicado todo un capítulo al estudio de la solidaridad latinoamericana en esta
tesis. La necesidad de una América unida fue una constante en el pensamiento histórico
de Mario Briceño Iragorry que volveremos a analizar ahora bajo la óptica de la angustia.
En cuanto a su visión hispanoamericanista él reconocía que en este sentido era heredero
de muchos hombres que habían trabajado en nuestra América: Simón Bolívar, José
Martí, José Enrique Rodó (705), Manuel Ugarte, José Vasconcelos, Benjamín Carrión,
Baldomero Sanín Cano, Francisco García Calderón, Gabriela Mistral y Joaquín García
Monge (706) entre otros.
La visión hispanoamericanista de estos hombres no había podido llevarse a la práctica y
como consecuencia eran “nuestros pueblos angustiados.”(707) Esta angustia proviene,
además, de otra serie de causas que analizaremos a continuación.
En primer lugar en la existencia de una mentalidad de Colonia en Hispanoamérica que
(705) Ver Ibid., Vol.8. Aviso a los navegantes “Aviso a los navegantes.”pág. 151. (1953) (706) Ibidem. (707) Ibid “Balance” pág. 301
387
impide visualizar, analizar y solucionar los problemas en función de sus necesidades y
deseos.
“Pero las modestas aspiraciones de nuestros pueblos no coinciden con el modo de obrar el imperialismo.” (708)
Sin embargo, el Hispanismo tan profundo de don Mario no le permitió ver que nuestra
mentalidad colonial tiene sus orígenes históricos en nuestra dependencia de España.
Bajo su dominio pasamos más de trescientos años y cuando ella desapareció tuvimos la
necesidad de buscar otra potencia alrededor de la cual girar y esta fue los Estados
Unidos.
“Se nos considera pues, como meras rodajas de un sistema político dirigido por Washington. De antemano se nos supone al servicio de intereses contrarios a nuestro sentido nacional. Tal vez este juicio tenga su afincadero en la actitud de nuestros países en relación con los intereses de la desorganizada comunidad hispanoamericana.” (709)
Nos costó mucha sangre nuestra Independencia política, pero no son los baños de sangre
los que hacen libre a un pueblo, sino su intencionalidad constante de resolver problemas
de acuerdo a su propio identidad porque solamente desarrollándola podrán adquirir
direccionalidad las acciones de los pueblos. Mario Briceño Iragorry tenía clara
conciencia de como se combate el colonialismo, pero no pudo ver cuál era su origen
primigenio porque la semilla anticolonial que nació en los Cabildos, aunque fue
contagiosa en la época independentista, no fue lo suficientemente poderosa para borrar
la mentalidad colonialista que España sembró en América Latina. Para él la
“Semilla de árboles, a cuya sombra descansaron Viriato y Mío Cid y a cuyo cobijo subió hasta las nubes
(708) Ibid “En torno al nacionalismo Latinoamericano” pág. 283, (1953). (709) Ibid. Vol 18 “La Lección de Suez. (Desde Madrid)” pág. 179, (1956)
388
el sueño de Don Quijote. Semilla de la España eterna e invensible, a la cual hemos de jurar lealtad todos los días.”(710)
Sin duda alguna esa semilla era nuestra, nos legó muchos bienes, pero todos dispensados
bajo la mentalidad de colonia que aún no hemos podido erradicar.
En los años cincuenta América Latina actuaba como una “rodaja” de Estados Unidos
para don Mario, circunstancia que no sólo era propia de esa época sino que había tenido
antecedentes muy claros desde que Hispanoamérica se independizó de España:
“Por vía de ejemplo basta recordar como en 1931, el Ministro norteamericano conminó la renuncia de la presidencia de Guatemala al General Manuel Orellana, porque éste no confirmaba nuevas concesiones de tierras a la United Fruit Company; sin que faltase en Venezuela el ejemplo de la violenta intervención del ministro norteamericano en el caso de la multa impuesta a la New York and Bermúdez Company, financiadora de la revolución levantada contra la política nacionalista del Presidente Castro.” (711)
A mediados de los años cincuenta Estados Unidos le está ofreciendo un supuesto
“respeto” a Hispanoamérica a través de una comunidad americana liderizada por la idea
de Panamericanismo. Para Mario Briceño-Iragorry todo lo que gira alrededor de esta
idea es una falsedad porque:
“Somos, en realidad, una comunidad de naciones que intereses contrarios a nuestro destino nacional se empeña en dividir. Esa comunidad sin instrumentos es más cierta que la comunidad instrumental que se pretende formar como expresión simulada de la entrega política, cultural y económica a Estado Unidos de la soberanía de nuestros pueblos. ...Por el valor aglutinante, pacifista y ecuménico de sus ideas se pretende tomar hoy a Bolívar por iniciador del
(710) Ibid., Vol. 15, “Los Municipios Iberoamericanos.” pág.293, (1955). (711) Ibid “La realidad del Panamericanismo”, pág. 347, (1957).
389
panamericanismo. En cuanto éste dice de suprema rectoría estadounidense, bueno es recordar que Bolívar excluyó a Estados Unidos de su invitación original a Panamá.” (712)
Estados Unidos intenta hablar un lenguaje igualitario y democrático con el resto del
mundo pero está muy lejos de ser consecuente con ese lenguaje, por lo menos en lo que
a Hispanoamérica se refiere.
“Para el Viejo Mundo hablan los estadistas del Norte el limpio lenguaje de la libertad y de la democracia; en la América española conjugan (sic), en cambio, los más turbios verbos para dialogar en la jerga panamericanista que sirve de instrumento a los déspotas.”(713)
Solamente la conducta de Estados Unidos con respecto a Hispanoamérica estará acorde
en un verdadero intercambio fructífero entre ellos y los otros países cuando:
“Entonces el panamericanismo dejaría de ser máscara de inconfesables propósitos, cuando desde Alaska hasta Patagonia ondeen victoriosas las banderas que anuncien la realidad de una justicia y de una libertad que permita a todos los pueblos, sin distinción de razas y creencias, trabajar con dignidad y fe en el futuro....I”(714)
No sólo Estado Unidos mantenía una actitud colonialista en los años cincuenta sino
también es señalada Francia (715) y curiosamente España quien mantenía una actitud
colonialista con respecto a nuestro idioma y se manifestaba poco comprensiva con
nuestro mundo hispanoamericano
“Para ayudar al mantenimiento de la unidad de la lengua, la Academia española debería reconocer las voces hispanoamericanas de aspecto local un
(712) Ibid., Vol 11, El Fariseismo Bolivariano y la Anti-America (Temas sobre hispanoamericanismo y
panamericanismo). págs. 430, 431, 432. (1953) (713) Ibid. Vol. 15, “La realidad del Panamericanismo.” Cartera dek proscrito. pág. 347, (1957) (714) Ibid. 350. (715) Francia tiene derecho a que la América Latina la haya ayudado con el corazón íntegro en sus
luchas contra la Alemania de Guillermo I y contra la Alemania de Hitler y a que América la acompañe ciegamente a luchar por la libertad y la dignidad del hombre, pero Francia no puede aspirar a que nuestros pueblos la acompañen en su aventura imperialista.” Ibid., “Francia y la America Latina.”pág. 332. (1956) )
390
derecho semejante al otorgado a los localismos peninsulares. .... En correspondencia a este comportamiento, deseamos ver de parte de la gente peninsular una actitud de mayor comprensión para nuestro mundo hispanoamericano.” (716)
Pero a pesar del colonialismo que puedan ejercer otras potencias en el mundo, es
Estados Unidos la que quiere ser única en el dominio del planeta y ante ella tendrán
poco que decir el resto de las naciones que manifiestan intenciones colonizadoras.
“Ambos tratados (Hay-Paucefote y Bunau Varilla Hay)-uno con el viejo imperio británico, otro con la flamante e inexperta República de Panamá-, marcan el inicio de la nueva política que terminaría por asegurar a Estados Unidos el predominio del mundo occidental.”(717)
A Hispanoamérica le propone Mario Briceño-Iragorry como armas de lucha, contra los
antivalores del materialismo que el capitalismo enseña, los valores hispánicos que se
encuentran expresados para él en el idealismo del Don Quijote y en el disfrute de la vida
que los españoles -a pesar de tener un país bastante pobre en los años cincuenta- le
expresan haciéndole más liviana la carga de su exilio:
“A esa España eterna y contradictoria en su gran poder de crear valores, he estado siempre ligado en función de desinteresado servicio. Hacia ella miro con devoción entrañable, por cuanto en su historia recojo vivencias que me hacen sentir con angustia la propia venezolanidad. Esa España ideal, cima y hontanar de nuestra cultura, la he invocado permanentemente como engrudo que una y enlace los intereses de la gran familia hispánica del Nuevo Mundo. Justamente en nombre de la continuidad creadora de los valores hispánicos, he sostenido la urgencia de fortificar a la América prieta frente al poderoso coloso del Norte.” (718)
5.3 LA ANGUSTIA POR VENEZUELA
(716) Ibid. “La lengua española.” Saldo pág.233, (1955) (717) Ibid., Cartera del Proscrito “La realidad del Panamericanismo”pág. 345, (1957) (718) Ibid. Vol. 18,”La falla del Señor Vasconcelos. (Virutas)”págs. 256 y 257, (1958).
391
La mejor manera de lograr una unión entre los países hispanoamericanos era
fomentando el nacionalismo de cada uno de ellos de manera de clarificar los atributos de
su esencia.
En ellos se reconocería inmediatamente la comunidad de intereses y valores de
Hispanoamérica frente al resto de las culturas y países del mundo sustentados por
encima de todo en el Hispanismo.
“Al buscarse a sí misma, Venezuela habrá de encontrarse indefectiblemente con los otros países de América que sufren su mismo destino. Al pulir los signos de su defensivo nacionalismo, hallará que semejantes, por si no iguales, son los signos que han levantado en alto otros países de nuestra adolorida América, en los cuales se ha hecho sentir el mismo drama de la explotación de la riqueza y el mismo empeño por mantenerlos encerrados dentro del esquema egoísta de la política de Washington.” (719)
En Hispanoamérica el nacionalismo arranca de los deseos más profundos del pueblo,
tiene profundas raíces psicológicas como reconoce The New York Times el 19 de
agosto de 1952 en un artículo citado por don Mario titulado Latin-American Nationalism
(720)
El nacionalismo no constituye un concepto que excluya a las naciones de los nexos que
puedan tener con sus iguales en cualquier parte del mundo. El nacionalismo para Mario
(719) Ibid. Vol 11, Dimensión de la idea nacionalista. Pequeño discurso sobre venezolanidad y
americanidad , págs. 390 y 391, (1953). (720) Ibid., Vol. 8, “ El nacionalismo latinoamericano”, Aviso a los navegantes , pág. 279, (1953).
392
Briceño-Iragorry además del amor por la patria implica nexos profundos con los países
de Hispanoamérica e incluso con países de otras partes del mundo. Pero sí se opone al
Imperialismo o dominio de unos hombres sobre otros.
“Mi nacionalismo no se integra en el cuadro agresivo del nacionalismo de quienes se cierran a la comprensión ecuménica del hombre. Más de una vez he dicho que el nacionalismo no se opone al internacionalismo de las grandes ideas de paz, de concordia y de cultura; el nacionalismo se opone apenas al imperialismo que reclama para su mayor robustecimiento la permanencia subordinada de colectividades atrasadas que lo sirvan. El nacionalismo no niega el espíritu societario, sino la actitud rendida del vasallaje disimulado. El nacionalismo hispanoamericano -tan combatido hoy por la Prensa estadounidense- representa la defensa de los valores primordiales que dan derecho a nuestros pueblos para ser mirados y tratados como factores autónomos de cultura.”(721)
La angustia (722) que Briceño-Iragorry siente por Venezuela se debe a que por
numerosos motivos el nacionalismo venezolano está siendo aniquilado por intereses
foráneos que aprovechándose de la complicidad de las clases dominantes lo están
llevando a su destrucción.
“Nuestra campaña nacionalista no se encamina solamente a la defensa de lo nuestro como patrimonio diferencial, sino a la pacífica recuperación de los valores que una política desacertada entregó a la
(721) Ibid. Patria Arriba. (Nuevo ensayo sobre los valores de la hispanoamericanidad.) pág. 360, (1954). (722) Para realzar la importancia que el tema central de este apartado tiene sólo citaremos algunos de
los párrafos donde Mario Briceño Iragorry habla directamente de su angustia por Venezuela: “No reduce el poeta (Alirio Ugarte Pelayo) su esfuerzo a sólo la expresión de estados particulares de ánimo. Busca, también la palabra rotunda que haga sensible su manera de entender la angustia de la Patria.” Ibid. Vol. 8, “La unidad de lo diverso” Aviso a los navegantes. (Tradición, nacionalidad y americanidad.) pág.182, (1953). “Las páginas que anteceden representan un esfuerzo por superar todo aquello que pudiera darles tono de polémica personal. En ellas, como en otros ensayos de la misma índole, se advierte el propósito de desnudar en forma teórica situaciones angustiosas de nuestra vida nacional.” Ibid. Vol. 11, Dimensión y urgencia de la idea nacionalista. Pequeño discurso sobre venezolanidad y americanidad, pág. 399, (1953) “La anonimia, en cambio, es forzada cuando se trata de calibrar la angustia que pesa sobre todos los espíritus patriotas, que miran la necesidad de salvar el destino de Venezuela y el destino general de América.”Ibid. pág. 400 “Que sepa la vieja Europa convulsa y sufrida, que en la América Latina hay una gran voz, cuya opacidad de expresión obedece al trémulo metal que le transfiere la honda angustia que ha hecho presa la conciencia de los pueblos....”El fariseismo bolivariano y la anti-América. Temas sobre hispanoamericanismo y panamericanismo.” Ibid. pág. 406. “Lejos de Venezuela vivo con Venezuela metida en el corazón y entre los huesos. Como si se tratara de una víscera enferma, me duele su dolor, me angustia el grito que no puede ser acallado por la fiesta que montan los aprovechadores.” Ibid. Vol 18, “Se oyen ladridos de perros...”pág. 160, (1955)
393
explotación forastera. La agresividad antiecuménica que invocan los entreguistas contra nuestra posición de venezolanos preocupados por la permanencia de la patria, dista mil leguas de la realidad sufrida y decorosa que representa luchar contra las fuerzas funestas que hoy tuercen el destino de la República.” (723)
Entre las circunstancias que están aniquilando el nacionalismo venezolano figuran:
1- El interés de lucro que manifiestan otras potencias hacia nuestro territorio que no
permiten planificar una economía que satisfaga nuestras necesidades sino que
propician una economía en relación con sus propios intereses.
“Nuestra posición debe encaminarse a crear una conciencia cívica que vea como piratas a los explotadores forasteros de nuestro suelo. De lo contrario, continuaremos expuestos a que mañana se califique de piratería la defensa de nuestra propia soberanía económica.” (724)
2- Los políticos, que debieran estar conscientes primero y luego evitar la presencia
del pirata en nuestro suelo, son los primeros que están ciegos frente al fenómeno
y no toman ninguna medida con respecto a la protección de nuestra nacionalidad.
Ellos no defienden los verdaderos intereses de nuestro pueblo, por lo que son los
responsables de la tragedia.
“ De la dolorosa tragedia venezolana son responsables todos los políticos que han actuado durante los últimos veinte años. .....Para esa nueva empresa se hace necesario pensar primero en venezolano que en político y primero, también, en seguidor de un principio que en jefe o dirigente de un partido. Para recalentar la voluntad cívica precisa el examen desgarrado de nuestra conciencia de hombres públicos. Si los dirigentes democráticos hicieran un análisis de su actuación, encaminado a desnudar errores y a fijar posiciones claras para el futuro de la lucha política, la mayoría venezolana, que es oposicionista, recibiría una verdadera ayuda a la hora precisa en que se fijan posiciones para asegurar la permanencia del
(723) Ibid., Vol . 11, “Dimensión y urgencia de la idea nacionalista. Pequeño discurso sobre venezolanidad
y americanidad.” pág. 388 (1953) (724) Ibid., Vol. 18, “Los venados tras de los perros. (Bitácora)” pág. 16. (1953)
394
vergonzoso sistema que hoy corroe las más delicadas resistencias del pueblo.” (725)
Además no solamente los políticos conspiran contra el nacionalismo venezolano sino
que toda la clase dirigente está vendida o cegada por intereses o valores falsos que
destruyen la esencia de la nacionalidad.
“Si en realidad las clases altas están comprometidas en una política entreguista, la mayoría del pueblo piensa y siente de distinto modo. También las clases altas -las minorías traidoras de mi anterior ensayo- están empeñadas en dar vigencia a conceptos contrarios al destino republicano de la Nación; las otras clases, empero, piensan y sienten también de diversa manera.”(726)
Estas tres causas que han tenido manifestaciones en las distintas etapas de nuestra Historia,
siente Mario Briceño-Iragorry que se agravan para Venezuela en el mundo de la postguerra,
porque la dictadura de Marcos Pérez Jiménez representa desde el poder, todos los puntos
antes señalados en su doctrina del Nuevo Ideal Nacional.
“Se pone, también, de resalto en estas páginas el burdo lizo antihumanista que distinguió al tejido aspérrimo que la dictadura quiso bautizar con el vago mote de nuevo ideal nacional.” (727)
Para él este discurso fomentado desde las altas esferas del poder es una máscara que
disfraza los más turbios intereses que pretenden borrar nuestros valores y entregarnos en
manos del extrajero.
“Tal es la fuerza que los principios nacionalistas han cobrado en esta hora crucial de nuestro proceso histórico, que los mismos que entregan el país, se sienten obligados a construir sofismas que les permitan exhibirse ante el pueblo como inspirados en programas de finalidad patriótica. No pasa día sin que se invoque la austera memoria de Bolívar para esta vergonzosa comedia de ribetear de pseudo-
(725) Ibid, Memorandum, 184 y 185, (1956) (726) Ibid. Vol. 11, “Dimensión y urgencia de la idea nacionalista. (Pequeño discurso sobre venezolanidad
y americanidad).” pág. 367, (1953). (727) Ibid., Vol. 15, Cartera del Proscrito. “Razón”.,pág. 239, (1958).
395
patriotismo la vestimenta con que se pretende cubrir la entrega dolorosa del país a intereses contrarios a la venezolanidad.” (728)
Este discurso constantemente alude a la figura de Bolívar en los actos públicos de
manera hipócrita, olvidando, según Mario Briceño-Iragorry, las verdaderas enseñanzas
del Padre de la Patria. Podríamos en este momento decirle a nuestro autor que
lastimosamente esto no lo ha hecho sólo el gobierno de Pérez Jiménez, sino que Bolívar
ha sido utilizado como bandera por muchos políticos a lo largo de toda la Historia de
nuestra patria, como el General Gómez, por citar un ejemplo ya expresado en este
trabajo.(729)
“Suena a sarcasmo el nombre de Bolívar en labios de hombres que hipotecan la libertad de las naciones por él ayer libertadas y que sin enfado alguno ultrajan la dignidad del pueblo que con él luchó por ganar la independencia. Suena a burla el nombre de Bolívar en boca y en pluma de quienes apadrinan el destrozo del civismo y de quienes, para ganar sonrisa benevolente de los pretensos dueños del mundo, ponen sus ideas al servicio de planes obscuros, que destruyen la independencia de la patria.” (730)
La principal falla de esta ideología que se propaga desde el poder es su acento en el
aspecto material de la vida, sin tener en cuenta las necesidades morales y espirituales del
hombre venezolano.
“Hoy sobra lujo, sobra técnica, sobra comodidad, sobra todo lo que puede desearse en el orden material. En cambio, falta la palabra en la Venezuela sin luz de este trágico momento de su historia.” (731)
(728) Ibid. Vol. 11,Dimensión y urgencia de la idea nacionalista.(Pequeño discurso sobre venezolanidad y
americanidad). pág. 384 y385, (1953). (729) Ver pág.s de este trabajo. (730) Ibid., Vol 15, “Burla y destrozo de Bolívar.” Cartera del proscrito. pág. 255, (1954) (731) Ibid., Vol. 15, “La palabra encadenada”,Cartera del proscrito. pág. 255, (1953)
396
El nacionalismo está siendo desvirtuado porque se le asimila al fascismo de Hittler y
Mussolini. Entonces, lejos de considerarse algo positivo, se piensa que ser nacionalista
es un defecto que conduce a privar de la libertad y aislar a los pueblos.
“Llevados algunos por la errada y malévola intención de quienes se prestan a la feria de los advenedizos, han dado en decir que el nacionalismo constituye una actitud agresiva de mala vecindad. Pudo ser motejado de delirio anti-ecuménico el nacionalismo absorbente de Hitler y Mussolini. El que yo propongo es apenas un nacionalismo de defensa y conservación de nuestros valores de pueblo.” (732)
Frente a la crisis del nacionalismo en Venezuela, propone formular una teoría de la
nacionalidad que exprese las directrices fundamentales a seguir por los venezolanos ante
el derrumbamiento del país. Convertir la angustia que le produce esta crisis en una
“experiencia creativa” que pueda iluminar los senderos de sus semejantes es el objetivo
de todo este período final de su vida:
“Jamás he pretendido escribir con olvido de mis propias fallas. Quizás nada me ha enseñado tanto cuanto me han enseñado mis errores. Con ellos por delante, he mirado a la posibilidad de una actitud que me ayude a convertir la experiencia de mi angustia en alegre enseñanza que beneficie a otros.” (733)
Al formular teóricamente estos principios iluminaría la conciencia del pueblo para
encontrar el verdadero camino de la nacionalidad, para hallar su verdadera misión dentro
de la Historia. Teoría clara proveniente de una opresión en su ser. Los momentos más
difíciles debíamos convertirlos en experiencias enriquecedoras para nosotros y para los
demás. Del sufrimiento y el dolor proviene la clarificación de nuestro ser, podría ser una
de las más importantes enseñanzas de la teoría de la nacionalidad.
(732) Ibid., Vol 18, “Excelencias peligrosas.” pág. 18, ( 1958). (733) Ibid. Vol. 9, La hora undécima. Hacia una teoría de lo venezolano. pág. 202, (1956).
397
“La Hora Undécima tiene como tema fundamental, formular una teoría de lo venezolano ¿En qué consiste ese fenómeno? ¿Cuáles son las características que lo definen? ¿Se puede diferenciar el venezolano del resto de los hombres? Pareciera que estas preguntas conducen a Briceño-Iragorry a plantearse el problema del hombre universal.” (734)
El hombre venezolano es similar al resto de los hombres del planeta. Su singularidad
proviene del desenvolvimiento peculiar que ha tenido dentro de su Historia en un
contexto geográfico determinado:
“Del hondón de la Historia y del propio sentido de la realidad geográfica se pueden extraer datos que ayuden a definir el papel que corresponde al venezolano en el orden de América y en el orden mayor de la comunidad universal de lo pueblos. Gracias a este análisis se hace posible conocer la trayectoria del impulso que busca la propia realización de la persona humana como agente de cultura. El pueblo que ayer hizo la libertad de un continente no puede cambiar el título de tanta excelencia por el menguado oficio de sordo tecnócrata, dedicado a la venta de hierro y de petróleo.” (735)
En la teoría de la venezolanidad el eje fundamental lo constituye la Historia, pero
además de ella existen tres conceptos que contribuyen a su definición: pueblo, patria y
tradición, que ya han sido tratados en la “solidaridad venezolana” cuando analizamos los
puntos principales de Mensaje sin destino. (736)
Hacer una teoría de la venezolanidad implicaba también formular una teoría de pueblo,
que es el que encarna los valores de la nacionalidad.
El pueblo venezolano se encuentra en crisis no tiene objetivos claros y no sabe hacia
dónde camina. Tampoco consigue elementos que lo compacten y le den forma para
(734) FEBRES, Laura. “Mario Briceño-Iragorry: El ensayo de la Hora undécima.”en: Eidos, pág. 95 (735) Ibid. Vol.9, La hora undécima. Hacia una teoría de lo venezolano. pág. 195, , (1956). (736) Ver pág. de este trabajo)
398
tomar las decisiones necesarias dentro de su propia Historia. Sólo logrará entender la
teoría de la venezolanidad a través de una educación que le enseñe valores morales
acordes con su propia dignidad.
“El pueblo que distrae su tiempo ante las pantallas convulsivas de la televisión, que grita y aplaude con frenesí selvático ante el ring de boxeo, que nutre las multitudes enloquecidas frente a los jugadores de fútbol y de béisbol, que delira y bota el dinero del diario mantenimiento en las pistas donde los caballos distribuyen con las patas fantásticas fortunas formadas con el trabajo de los incautos, ese pueblo que se divierte y olvida de sí mismo, reclama un tipo de educación que lo acerque a planos donde germinen valores a tono con su propia dignidad.” (737)
5.3.1 LOS DEFECTOS FUNDAMENTALES DEL VENEZOLANO:
En estos años hace un análisis profundo de los problemas de la sociedad venezolana que se
revelan, sobre todo, en las conductas poco generosas de sus hombres quienes prefieren el
bien individual por encima del bien común. Muchas de ellas, ya habían sido vistas antes,
por él, pero en esta época fruto del desasosiego que le produce el exilio, pareciera que el
punzón del crítico de que disponía Mario Briceño-Iragorry para analizar a Venezuela, se
hiciera más agudo y necesitara resaltar más los defectos que habían conducido a la sociedad
venezolana, -según él- a ser la representación de una fiesta satánica en la época de Pérez
Jiménez.
Comenzaremos analizando la envidia; por ella el venezolano prefiere mantenerse en la
mediocridad, porque cualquier cualidad que lo hiciera superior a sus semejantes podía
(737) Ibid. Vol.9, La hora undécima. Hacia una teoría de lo venezolano. pág. 268, (1956).
399
hacerlo blanco de ella. Si demostraba ser superior a los demás la maledicencia se encargaba
de enrrarecer el medio que lo rodeaba para hacerle así irrespirable el ambiente.
“Mas, las nuestras son pasiones mezquinas, cobardes, de eneldo y mostaza, como la cuenta de los fariseos. Pasión para desvestir méritos a los hombres que puedan rivalizar con nosotros en la carrera de la política, de las letras, de las profesiones científicas, aun del magisterio sacerdotal..” (738)
La envidia ha tenido incluso un tinte generacional. Las generaciones mayores no han visto
con aceptación y beneplácito las propuestas de las juventudes llamadas a reemplazarlas:
“Para mí sólo reclamo como hombre de letras dos méritos: haber dedicado a mi patria la totalidad de mi esfuerzo intelectual y no haber sufrido el complejo de pequeñez que los hombres mayores de Venezuela –Dios salve el recuerdo de Pedro Emilio Coll y de Luis Correa- han sentido hacia las generaciones llamadas a reemplazarlos.”(739)
Esto no permite que el país esté abierto a la fuerza nueva y renovadora de la juventud que
trae ímpetus e ideas para su transformación. Nuestra marcha se ha anquilosado debido a esta
característica.(740)
Cuando por alguna circunstancia el medio se muestra benévolo y el venezolano puede
vencer las adversidades del ambiente con el triunfo, no ayuda a que otros puedan tener la
misma suerte que él, sino que aplica la teoría del yunque y del martillo varias veces narrada
en sus libros que nos dice que el sufrimiento que yo soporté tiene que ser soportado por los
otros.
(738) BRICEÑO-IRAGORRY, Mario. Obras Completas. “Extinguidores de incendio. (Limaduras)” Vol. 19, pág.
246. (739) Ibid., “Carta a Luis Beltrán Guerrero”, Vol. 21, pág. 314, 3 de octubre de 1957. (740) “Sin embargo, sí son muchos los que saben valorar los méritos de su obra de Magistrado, en cambio
abundan los interesados en la supervivencia de los viejos sistemas de irresponsabilidad política, en que desgraciadamente se formó mi generación.” Ibid., “Carta al General Eleazar López Contreras” Vol. 21, pág. 420, 8 de abril de 1937.
400
Continuaremos con la irresponsabilidad que se ha apoderado del venezolano. No se siente
obligado a comprometerse con los actos que realiza y mucho menos acepta pagar el precio
de una mala acción; esto se refleja sobre todo en el problema del peculado que es cada día
mayor en el país. Nadie es responsable por el dinero de la nación que puede ser
despilfarrado en cualquier bagatela innecesaria.
“Los resortes de la moralidad pública han sido totalmente quebrantados. En Venezuela los hombres han llegado a irresponsabilizarse totalmente. Hoy ya nadie se cuida de simular las fuentes de las fortunas mal logradas.” (741)
La irresponsabilidad individual se convierte en irresponsabilidad social que se traduce en la
falta de sentido cívico que expresa el pueblo venezolano. Este defecto se ve agravado por el
hambre, el analfabetismo y el autoritarismo presentes en nuestra sociedad.(742)
La sociedad venezolana está basada en la mentira. No somos adictos a la verdad porque ésta
exige responsabilidad y trabajo. La sinceridad, virtud indispensable para un desarrollo
democrático, como ya había dicho Briceño-Iragorry en Temas Inconclusos cede su puesto a
la mentira, que tiene su trono propio.
“Sobre una sociedad corrompida por la mentira, no se puede construir nada válido. Ayer hubo falsedad en discursos y palabras de los gobernantes. Hoy la falsedad trasciende a todo. ..Todo conspira en Venezuela al endiosamiento de la mentira. Todo se rinde al poder disolvente del dinero.”(743)
Nuestra sociedad carece de conciencia moral. No tiene idea del significado de esa palabra
porque no posee ninguna estructura que intente dirigir la conducta individual y social hacia
(741) Ibid., “Carta a Humberto Angrisano.” Vol. 20, pág. 251, 7 de diciembre de 1957. (742) “Nuestro sentido cívico no ha obtenido pleno desarrollo por la fuerza aplastante de una larga tradición
de dictaduras. El analfabetismo de las masas y la noción militar del principio de autoridad, han hecho que nuestro pueblo carezca de la noción de la responsabilidad social:” Ibid, “Carta a Nelson Himiob,” Vol. 21, pág. 352, 8 de abril de 1937.
401
valores espirituales superiores. Para Mario Briceño-Iragorry, como hemos repetido muchas
veces en este trabajo, la fe en un orden sobrenatural era indispensable para lograr un orden
en la sociedad humana y concretamente en la venezolana pues sin Dios ésta iba a ser
conducida al caos.
“Como te dije en carta pasada, el nuestro es problema de explicación y de solución teológica. La raíz de nuestro mal está en la debilidad de nuestras resistencias morales, a razón de nuestra ausencia de fe en lo sobrenatural.(744)
Todos estos defectos están presentes en un pueblo que no piensa, que no está consciente ni
quiere estar consciente de sus males morales. Vive el pueblo venezolano una vida
superficial que no le permite reflexionar acerca de estos. Eso incluso ha propiciado una
Historia y un tipo de liderazgo acordes con esta inexistencia de la moralidad.(745)
Por eso no puede hallar uno de los remedios fundamentales para su mejoramiento: el
análisis introspectivo. Para él, éste era el primer paso necesario para su salvación.
“Yo considero necesaria una revolución en nuestro país, pero los dirigentes potenciales de dicha revolución necesitan fuego en el corazón y no teas incendiarias en las manos. Por eso te hablé de la necesidad de un análisis introspectivo; que descubra a cada quien sus errores y le capacite para la obra salvadora futura.”(746)
El hablar de nuestras fallas era para él el inicio de un proceso de recuperación. Pensaba que
si encontrábamos cuáles eran nuestros defectos fundamentales y les buscábamos remedios
no tardaríamos en encontrar una salida.
(743) Ibid. “Carta a Jóvito Villalba”. Vol. 20, pág. 166, 11 de enero de 1957. (744) Ibid. “Carta a Manuel Pulido Méndez.” Vol. 20, pág. 94, 2 de febrero de 1957. (745) “Y necesario es no olvidar que el pueblo no reflexiona y que su mayor fuerza es el sentimiento
rápido, que lo conduce a lo sublime o lo arrastra a los abismos del crimen. ..... Tú diras que hay un tanto de sentimentalismo en esta manera de enfocar la realidad social venezolana, pero justamente ahí reside la razón de nutrirse las revoluciones. El pueblo antes de discurrir siente, y los líderes mueven la conciencia colectiva con argumentos que hieren la voluntad, propensa a la
402
Pero como aún el pueblo no había asumido sus características fundamentales, en Venezuela
se había llegado a respirar un clima de podredumbre que lo lleva a exclamar:
“Existe tanta podredumbre en nuestro desgraciado país, que sólo del derrumbe gravitatorio de la podre puede esperarse una oportunidad de salvación.”(747)
“Lo que de allá cuentan da la impresión de vecindad a un pozo séptico donde alguien estuviese buscando una cosa perdida.”(748)
5.4 SOPORTES Y ELEMENTOS TRANSFORMA-DORES DE LA ANGUSTIA
La angustia no debe convertirse en locura, al contrario puede transformarse en una
fuente de creación de otras realidades por medio del impacto que produce en el yo.
5.4.1 LA HISTORIA: CONCIENCIA CREATIVA DEL SER.
Entre estos elementos transformadores está la Historia como elemento fundamental. Su
internalización nos permitía mirar del pasado hacia el presente y el futuro y de esa forma
lograr, según Mario Briceño-Iragorry, una coherencia en el proceso de transformación
de la cultura (749) y del yo inmerso en ella.
acción irreflexiva.” Ibid., “Carta a Caracciolo Parra León, Vol. 20, págs. 289 y 291, 17 de noviembre de 1936.
(746) Ibid., “Carta a Jóvito Villalba”, Vol. 20, pág. 167, 11 de enero de 1957. (747) Ibid. “Carta a Manuel Pulido Méndez”, Vol. 23, pág. 360, 2 de julio de 1955. (748) Ibid., “Carta a Cecilia Núñez Sucre” Vol. 22, pág. 140, 19 de octubre de 1955. (749) Debemos recordar que para Mario Briceño-Iragorry había una identificación muy clara entre los
valores morales y la cultura como lo expresa en su artículo: “Los valores morales y la cultura” identificación a la que no se acoge totalmente la antropología moderna. Ibid. Vol. 19, “Los valores morales y la cultura.” págs.25 a 27., (1944). Ver la discusión sobre este punto en las páginas de este trabajo.
403
Sin embargo, el pueblo venezolano no ha sabido transformar todavía su angustia en algo
positivo, porque no valora suficientemente su propia Historia. En 1943, don Mario había
dicho:
“El pueblo venezolano es un pueblo conforme. Es un rumiante de su propia angustia. Su drama es visible en todas las latitudes de nuestro territorio. Esta es una verdad cruda, pero es la verdad, nuestra propia verdad porque si la disimulamos, seguiremos siendo conformes, sin posibilidades para la superación.”(750)
Para entrar en el tema de los numerosos puntos que Mario Briceño-Iragorry trata en este
período sobre la Historia de Venezuela debemos decir que revisten singular importancia
la Historia anecdótica y la reflexión sobre el papel de la Historia en la realidad
venezolana. No es su trabajo, en esta época, el del historiador en busca de fuentes e
información documental que le permita interpretar de otra forma los hechos concretos de
nuestra Historia. Este escaso interés por el hallazgo de nuevos documentos se puede
deducir del hecho de que estando en España nunca visitó el Archivo de Sevilla porque
no era éste el tipo de Historia que le interesaba.(751) Esto es reconocido y explicado
abiertamente por él en la siguiente frase:
“Junto con el ensayo, donde se examina la dimensión formativa que ha de acompañar a estos hechos, quise llevar al papel parte de la historia pequeña, sutil, huidiza, que escapa a toda fina rebusca entre polvosos papeles de archivos y que apenas vive como fresco aire de lejanía en la memoria de los hombres fieles al latido maternal de la tierra. Alejado de Simancas y de Sevilla, he consultado al archivo personal de mis recuerdos, para escribir cosas de aparente intranscendencia sobre el pasado de mi pueblo, pero que, en cambio, hallan suelo en la conciencia devota de quienes sentimos el palpitar de la Historia como ímpetu de viscera ardorosa.”(752)
(750) Ibid., Vol 19, “Incorformidad y cultura.” págs. 17 y 18, (1943). (751) La autora visitó el Archivo de Sevilla en Septiembre de 1996 y confirmó que en el libro de visitantes
no aparecía la firma de este autor en los seis años en que permaneció en España. (752) Ibid., Vol 1, , “Pequeño anecdotario trujillano”, pág. 149, (1957).
404
Es la Historia pequeña y sutil, cargada de afectos, la pequeña Historia llena de
anécdotas, junto con la conciencia de la Historia del país transcrita en sus ensayos, las
que van a ocupar el puesto relevante en sus libros y ensayos a partir de este momento.
La Historia que él busca no se encuentra en los Archivos porque tiene una profunda
interrelación con el presente y el futuro.
La Historia de Venezuela es tan importante para los venezolanos que se constituye en su
factor nutriente fundamental.
“Jamás he logrado explicarme la visión negativa y cadavérica de quienes miran la Historia como materia de museo. Para mí la Historia tiene un valor de placenta en plenitud funcional. Romper el cordón que a ella nos une es manera de suicidio moral, muy recomendado, en cambio, por quienes, a causa de no sentir la garvedad de la propia existencia, desconocen su responsabilidad en el orden del ser.”(753)
La Historia es alimento, pero también es conciencia. La conciencia es el alimento del
proceso histórico. Sólo el acto de hacer conciencia permite que la realidad se convierta, para
Mario Briceño-Iragorry, en algo mejor. Hace que los hombres podamos mejorar nuestro
presente.
“La Historia de un pueblo son sus hombres y sus símbolos antiguos en constante función de producir valores. La Historia no es cuento de muertos convertido en ceniza. La Historia es un proceso de formación de valores que tiene su eco constante en las voces de los hombres actuales.”(754)
(753) Ibid., Vol 1, , “Pequeño anecdotario trujillano”, pág. 385, (1957). (754) Ibid. Vol. 8, “Hilo de contrabando”, Aviso a los navegantes (Tradición, nacionalidad y
americanidad), pág. 224, (1953).
405
La conciencia de la Historia se convierte también en una forma de expresar nuestros
anhelos. Hace más ancho el camino por donde el hombre transita, le amplía el horizonte,
y en este sentido parece una aliada de la poesía. Por ser la Historia la proyección de
nuestros anhelos nos da fuerza para combatir la crisis, gracias a la conciencia que en
nosotros ha despertado:
“Creo en el valor de la recordación histórica como antídoto de crisis. El radicalismo de la crisis de nuestra época, declara Jaspers, palidece ante la sustancia eterna en cuyo ser adquiere participación el recuerdo, como en lo inmortal que en todo momento puede aparecer. Es preciso aprender a desarticular el pasado, para lograr nuestra coetaneidad creadora con los arquetipos que sirven de numen a nuestros actos. Ser Historia hasta abolir, para la nueva creación, los eslabones que nos separan de los hombres cargados de función ejemplar.”(755)
La Historia puede despertar a los hombres venezolanos sin conciencia, conectándolos
con su verdadero ser, pero no sólo eso, sino como ya vimos en el apartado donde
hablamos sobre la Historia mundial y hemos observado algunas veces en este trabajo, la
Historia es algo tan grande para Mario Briceño-Iragorry que escapa de ser una labor
humana hecha por un hombre imperfecto, y llega a tener características divinas.
“Esa voz de Dios que guía la marcha de los pueblos en la búsqueda de su propio destino es el instituto de la Historia. Se buscan los orígenes de esa voz, no para evocarla como anécdota brillante, sino para tenerla más cerca, más con nosotros, más en el timón que guía la marcha de nuestra nave presente.” (756)
Ella es el arma fundamental que debemos utilizar en la crisis de pueblo que nos azota
actualmente:
“Donde todo se ha destruído en el orden material, donde se han matado aun los propios muertos, precisa un profundo esfuerzo reflexivo para reconstruir en el
(755) Ibid., La hora undécima. (Hacia una teoría de lo venezolano), pág. 258, (1956). (756) Ibid.,Vol 9, “A propósito del Abate Viscardo” El hijo de Agar. pág. 168, (1954).
406
suelo de nuestra propia conciencia los valores que soportan el desamparo colectivo. Pensar en los muertos, en todos los muertos, pero más intensamente en aquellos que sacrificaron su vida por la seguridad de la República, es deber de pueblos que tienen conciencia de sí mismos.” (757)
En esta etapa Mario Briceño-Iragorry insiste como en ninguna otra en la necesidad de
honrar a nuestros muertos. Para él su memoria ayudaría a recordar nuestro pasado
común y a recuperar el sentido de pueblo tan desvanecido en el venezolano.
5.4.2 LA HISTORIA DE VENEZUELA.
En esta época, en consecuencia con todas sus afirmaciones de la importancia de la Historia
como un elemento clave para la definición y afirmación del ser venezolano, se dedica
nuevamente a repensar algunos de los acontecimientos de nuestra Historia que ya habían
sido objeto de su reflexión en años anteriores. Con respecto a algunos episodios sigue
teniendo la misma opinión que manifestó en su juventud y madurez, y a otros los mira
desde otra óptica por lo que los interpreta de una manera distinta.
Su posición reinvindicadora de la Colonia, comenzada en la época de Gómez se
mantiene a todo lo largo de este último período de su vida hasta covertir, no tanto a la
(757) Ibid., Vol. 8, “La muerte de los muertos.” Aviso a los navegantes. pág. 167,(1953).
407
España geográfica, sino a los valores hispánicos en el norte a seguir por los
hispanoamericanos y venezolanos. Aunque la nación española pudiera variar su curso
con respecto a estos valores, ellos se mantendrán incólumes, enseñándonos el camino a
seguir.
De una crítica a los elementos liberales contenidos en la Guerra de Independencia y
concretamente en el pensamiento de Bolívar, nuestro Libertador se convierte en esta
etapa en el símbolo aglutinador de la nacionalidad como manifiesta Fidel Rodríguez
Legendre en Al filo de la Hora Undécima:
Vistas las aproximaciones de Briceño-Iragorry a la figura de Bolívar, en el marco de su propuesta se clarifica la intencionalidad dirigida a indagar en la raíz y el destino del Padre de la Patria, a objeto de situar toda la riqueza contenida en su ideario y los referentes morales subyacentes en lo que fue su acción libertaria, para inscribirlos en los valores llamados a fijar el rumbo práctico del venezolano.”(758)
Ante esto debemos recordar uno de los últimos episodios del Marqués de Casa León, su
biografía histórica de 1946, en el cual nos afirma que los ideales de libertad de la Guerra
de Independencia no habían alterado en nada la estructura económica injusta de la
sociedad colonial, y que ellos serían sólo un disfraz o un “ropaje” del nuevo gobierno
republicano posterior a la Independencia.(759) Esas ideas de libertad habían fracasado en
la Historia de Venezuela hasta los años cincuenta, pero se necesitaba que ellas volvieran
(758) RODRIGUEZ LEGENDRE, Fidel. Al filo de la Hora Undécima, pág. 199. (759) “Ella (la antigua oligarquía territorial) permitirá que se vista con nobles ideas de libertad la armazón
del nuevo Estado, mas, en los procesos económicos continuará la misma estructura antigua, sin mostrar enfado en hacerse a las nuevas fórmulas sociales que llevarán a sustituir las antiguas cortesías a la nobilísima Marquesa de Casa León por agasajos a la querida del nuevo amo de las tierras de Tapatapa.”BRICEÑO-IRAGORRY, Mario. Casa León y su tiempo. (Aventura de un anti-héroe), Vol. 3, pág. 268, (1946).
408
a caracterizar y aglutinar al venezolano, para terminar de realizar la Venezuela libre que
Bolívar deseaba.
Debemos practicar los valores que la Guerra de Independencia nos legó para mantenernos
erguidos e impedir que la nueva potencia mundial, los Estados Unidos de Norteamérica, nos
colonizara y nos robara nuestra independencia que tanto trabajo le había costado a
Venezuela.
Con respecto a las Oligarquías Conservadoras y Liberales que preparan el terreno a la
Guerra de la Federación, tratada esta última por él en Vida y papeles de Urdaneta el
joven, no hay cambio sustanciales a la opinión expresada en este trabajo. Sí,
observamos un cambio en la interpretación de la autocracia de Antonio Guzmán Blanco,
que fue muy criticada por Mario Briceño-Iragorry en la época gomecista.Ya no
observamos dureza en el juicio de nuestro autor, cuando algunas veces lo cita, al
contrario existe incluso cierta admiración:
“Hombre de amplia visión de gobernante, Guzmán Blanco hizo editar los famosos Anuarios, de donde arranca nuestra moderna estadística, valiosa a pesar de su discontinuación y de habérsela hecho muchas veces sin el verdadero sentido de sus fines.” (760)
Sin embargo en La Hora Undécima (Hacia una teoría de lo venezolano) vuelve a su
antigua opinión negativa de Guzmán Blanco, responsable del proceso que inició la
irreligiosidad en Venezuela. Sin embargo ya no es una figura absolutamente negativa
sino contradictoria:
(760) Ibid. Vol. 19, “El dominio de la geografía.(Bitácora)”, pág. 187, 1952
409
“Contradictorio en sus ideas y en su conducta, Guzmán Blanco dejó la impronta de su temperamento y de su talante en el área de la cultura nacional. Política de Segundo Imperio, en lo que a fasto y autoritarismo rezaba; política revolucionaria, cargada de intención anticristiana, en lo que decía a materia religiosa, contra la cual fueron débiles e indigentes las protestas de los católicos.” (761)
Pero sus opiniones más abundantes sobre la Historia de Venezuela están dedicadas
fundamentalmente al período transcurrido entre 1900 y 1958.
“Pero, Castro y Gómez no promovieron movimiento alguno que se parezca a lo que hoy ocurre en nuestro país. Fueron ellos los últimos caudillos producidos por nuestro pueblo. El caudillismo fue un fenómeno explicable en nuestros países hispanoamericanos del siglo XIX y comienzos del presente. .... Fue, sin embargo, en el orden orgánico de la sociedad una manera primitiva de funcionar la democracia. Los caudillos locales y en especial el caudillo en torno al cual se unificaba la mayoría de ellos para estabilizar gobierno, contaban con un respaldo del pueblo. ....Para mí, desde un punto de vista de realidad histórica, la hora del caudillismo está completamente superada. Otro es el hecho de sistemas de gobierno sostenidos o mantenidos por los cuarteles. En este caso el ejército obra como factor mecánico de fuerza. A su frente no aparecen jefes prestigiados por una conducta heroica. La hoja de servicios de los nuevos capataces está marcada por meros actos de traición.” (762)
La comparación de ambas dictaduras está casi siempre en la mente del autor. Esta
superposición de planos hace que los fenómenos históricos que les dieron origen salgan a la
luz, como sucede en la cita anterior acerca el caudillismo. Para Mario Briceño-Iragorry esta
forma de liderazgo era fruto del atraso de las instituciones, pero no por eso dejaba de ser
democrática, porque contaba con el apoyo popular. El caudillismo en el siglo XIX y los
primeros treinta y cinco años del siglo XX, era justificable históricamente, entraba dentro
del orden histórico porque además contaba con la heroicidad del liderazgo. Pérez Jiménez
(761) Ibid., La Hora Undécima (Hacia una teoría de lo venezolano), Vol. 9, pág. 207, 1956. (762) BRICEÑO-IRAGORRY, Mario. OBRAS COMPLETAS. “Carta a Pedro Barnola, S.J.” Vol. 20, pág.340, 28 de
Julio de 1956.
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no podía ser un caudillo porque no era un héroe, no había realizado hazañas grandiosas y se
encontraba fuera de época, no podía ser justificado históricamente y mucho menos entrar
dentro de un orden histórico. En esta interpretación del fenómeno del caudillismo no
dejamos de encontrar vestigios de Historia romántica al hacer uso de la idea de heroicidad
tan del gusto de nuestro autor.
Nos parece que en esta interpretación histórica, en la que no dejamos de reconocer
originalidad y profundidad, lo que quiere encontrar justificación dentro de un orden, es la
actuación de su persona, al considerar históricamente aprobado el régimen de Gómez al
cual había servido y negarle toda aprobación al gobierno de Pérez Jiménez que lo había
execrado.(763) La consideración del caudillo, como un elemento histórico superado en la
Historia de Venezuela, no deja de hacernos pensar. ¿Verdaderamente el caudillo se esfumó
(763) Para citar unas cuantas opiniónes favorable a la gestión de este dictador en nuestro país y no
quedarnos solamente con una interpretación unilateralmente sombría de su gestión, citaremos algunas afirmaciones del Doctor José Antonio Giacopini Zárraga pronunciadas en una conferencia titulada “La Asamblea Constituyente, Proceso Histórico y Expectativas a Futuro” el 14 de abril de 1999. Allí dijo: “Cuando uno mostraba el pasaporte venezolano durante la época de Pérez Jiménez en el exterior, sentía el respeto de los otros. Pérez Jiménez encuentra un país distinto que no ha sido indoctrinado de la prédica política de la generación del 28.” Pérez Jiménez le dice a Giacopini: “Los oficiales somos clase media baja. Yo quiero crearle a los oficiales un club que les quite el complejo social. Yo no quiero unas fuerzas armadas resentidas.” Y en otra oportunidad le expresa: “También haré un club para los trabajadores. Hay que crear un orden de prioridades. Yo no puedo creer en el voto de un hombre sin comida y sin vivienda. Hay que levantar la condición del hombre venezolano. Por eso hice el balneario Los Caracas.” Señalamos esta conferencia por ser lo último que hemos escuchado acerca de ese gobierno. Sin embargo, debemos señalar que hoy en día existen varios libros que defienden la política nacionalista del gobernante. Citaremos uno que nos llamó la atención por su imparcialidad al juzgar la política del dictardor: “In spite of the internationalism of Vallenilla´s mandarins and Pérez´Jimenez advisors and ministers, the New National Ideal did have a strong nationalistic appeal to Venezuelans. The immediate inspiration lay in Venezuelans history and geography. Pérez Jiménez frequently reminded his countrymen of their rich natural resources and of their advantageous geographical position on the northern edge of the South American continent. He also recalled the glorious days when Simón Bolívar had freed much of South America and placed it, al least symbollically, under Venezuelan hegemony.” EWELL Judith. The Indictment of a Dictator. págs. 29 y 30. Contrastando esta cita con el pensamiento de Mario Briceño-Iragorry, pensamos que el nacionalismo era una realidad con indiscutible vigencia en la época de los cincuenta. Circunstancia reconocida tanto por el gobierno como por la oposición representada por nuestro autor. En ambos discursos está presente de manera muy fuerte. Este hecho lejos de distanciar a ambos bandos nos revela las similitides que existen entre estos dos enemigos. Creo que en Venezuela hay que tener mucho cuidado cuando hablamos del nacionalismo como un mito. Si llegamos a pensar que el nacionalismo venezolano es un mito tendremos que admitir la enorme funcionalidad que tiene este mito dentro de la vida política y tal vez llegar a concluir que nuestra acción ha estado dirigida por elementos profundamente irracionales.
411
de nuestra Historia? ¿O los nuevos gobernantes de la Venezuela democrática del siglo XX,
han revivido muchos de sus rasgos?
Sin embargo a denunciar los atropellos cometidos en la época del gobierno del General Juan
Vicente Gómez dedica toda un novela Los Riberas que trataremos en el apartado que viene
a continuación.
En la época de Gómez existió una clase intelectual dirigente que tuvo gran responsabilidad
en el establecimiento y duración del régimen de Gómez, la generación positivista. Ella tuvo
como expositor fundamental a Laureano Vallenilla Lanz, maestro de Mario Briceño
Iragorry en la época gomecista.(764)
Sin embargo, esta figura admirada por él en la época gomecista, había dejado de serlo
porque había creado una teoría que justificó y justificaría históricamente la figura del
dictador en la Historia de Venezuela, la que en la época de Pérez Jiménez lograría gran
difusión a través de la propaganda de su hijo Laureanito
Allí bullen todos los bajos complejos que anidan en el espíritu sombrío de Laureanito Vallenilla, en quien sólo brilla con tonos infernales la virtud de ser buen hijo. A costa de Venezuela quiere probar la exactitud de las pseudodoctrinas del padre. Ejerciendo una Cartera, desahoga el resentimiento del padre que no logró ser Ministro, pese a haber dado armazón sociológica a la dictadura antigua.” (765)
(764) Ver cita alredor de 66 de este trabajo (765) BRICEÑO-IRAGORRY, Mario. Obras Completas. “Carta a Ricardo Montilla.” Vol. 20, pág 56, 25 de
noviembre de 1954. Acerca de la relación de Mario Briceño-Iragorry con Laureano Vallenilla hijo nos dice José Rodríguez Iturbe en el “Discurso de orden en la inhumación de los restos de Mario Briceño-Iragorry en el Panteón Nacional. “En diferentes momentos, pero de manera particularmente agresiva en septiembre del 54 y en julio del 55, Laureano Vallenilla Lanz, hijo arremetió cantra la afirmación de la tradición de Mario Briceño: Para Vallenilla Lanz, Briceño exalta “el ambiente de sordidez en que vivíamos como manifestación de lo típico”. La obra material de la dictadura de Pérez Jiménez debía según él guardar proporción de grandeza con lo que se realizó en la guerra emancipadora”. Y añadía: “Bolívar y Sucre no caben dentro del tipicismo que defienden los
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El pensamiento de Laureano Vallenilla Lanz y el de toda su generación propició en
Venezuela la presencia de un modo de vida dictatorial que exigió de allí en adelante la
presencia del caudillo que gobernará sin tener en cuenta los deseos del pueblo de
Venezuela.(766)
Esta mentalidad creada por los positivistas justificó tanto a Gómez como a Pérez Jiménez.
El primero necesario, según Mario Briceño-Iragorry, para la época en que gobernó.
No sólo descalifica Mario Briceño-Iragorry la figura de Laureano Vallenilla Lanz por las
razones citadas, sino todo el aporte de la generación positivista al pensamiento histórico en
su libro La Hora Undécima (Hacia una teoría de lo venezolano), porque esa generación
además de haber creado la teoría del gendarme necesario, desterró del pensamiento
venezolano las prácticas católicas que lo habían caracterizado:
“Con descristianizar la cultura y las raices del Estado, sin haber creado ningún sistema de deberes que sustituyera los valores tradicionales, prepararon la desoladora avenida que acabó con todo. ... Mas cuando el Condestable Zumeta pudo ayudar al progreso y a la vivificación de las instituciones civiles, contribuyó, por el
mediocres. Para nuestros héroes lo típico es lo grande”. Estas palabras son de julio del 55. En septiembre del 54, poco antes del atentado de 8 de diciembre de ese año contra Mario Briceño, en la puerta de la Iglesia madrileña de La Concepción, del Convento de las Jerónimas, Vallenilla se desataba, desde su columna de El Heraldo, en diatriba personal contra él. Lo presenta como “prototipo de la Venezuela aldeana, representante de épocas de mediocridad y de ignorancia” y como ejemplo “de una generación que no supo ni conquistar ni ejercer el poder, plañidera de la impotencia y ejemplo de la abulia”. Y añadía, como quien asienta una verdad definitiva: “Mario Briceño Iragorry nada representa ni nada significa aquí. ¿Su época? Es la del paludismo, los pueblos en ruinas y las tierras sin agua. Todavía hace el pobre Briceño el elogia del tinajero y de la pulpería plagada de moscas”. En: Veinticuatro visiones sobre Mario Briceño-Iragorry. págs. 162 y 163.
(766) Mucho antes de acusar al pensamiento de Vallenilla y a la generación positivista por las formas dictatoriales existentes en la mentalidad venezolana había dicho en San José de Costa Rica: “Nuestra democracia carece de bases reales, por la ausencia de costumbres y sentimientos que la hagan posible. Nuestra mentalidad está preparada, como lo hemos sentido en carne viva nosotros mismos para las formas dictatoriales. ... Nuestra conciencia de pueblo, está formada por la sedimentación de sentimientos guerreros, propensos a considerar la autoridad como una fuerza que se impone por sí misma, y no como la resultante de un consenso cívico. No tenemos nosotros individualmente la culpa que toca a la Historia.” Ibid., “Carta a Caracciolo Parra”,Vol. 22, pág. 303, 15 de diciembre de 1936.
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contrario, a la ruina de la idea constitucional, en postura semejante a la de Gil Fortuoul o Laureano Vallenilla Lanz. ¿Cuál fue la contribución práctica a la vida cívica de Venezuela que prestaron los hombres de la generación de Zumeta? Si se examina su obra con ojos serenos, se ve que, a pesar de haber profesado el absurdo conformismo anticonformista de la juventud, a que alude Cocteau en su reciente discurso académico, dejaron un nivel inferior al nivel que ellos hallaron.” (767)
Si a esta opinión histórica le sumamos nosotros todo lo que Mario Briceño-Iragorry leyó,
afirmó o negó a estos personajes durante su juventud, el diálogo amable o agrio que
mantuvo con ellos; estudiado en este trabajo, no podemos dejar de afirmar que mucho del
legado de la generación positivista venezolana se encuentra en su propia persona. El es un
hijo muy representativo de ella, pero como algunos hijos, disiente de sus padres en ciertos
puntos y se empeña en negar lo que sus progenitores le dejaron.
Esta opinión de la generación positivista es adversada por Mariano Picón Salas, quien
considera el aporte ideológico de ésta como de considerable importancia en un estudio del
desenvolvimiento histórico de Venezuela: Eran hombres que se distinguieron por su
capacidad de estudio en un medio ambiente inhóspito.
“Tu tesis de la hora undécima que me gustaría discutir contigo en alguno ensayo –y si estuvieras en el país, ahora no es oportuno –idealiza mucho el pasado y es un poco dura con la generación positivista. Naturalmente que sería absurdo que hoy fuéramos positivistas y yo mismo he insistido en la caducidad de dicha filosofía histórica que ya hizo su ciclo y nos parece deficiente para cualquiera explicación integral del hombre. Pero en el 1880 nuestros positivistas fueron lo que deberían (sic) hacer y reemplazaron, al menos, una visión demasiado romántica de la Historia por otra afincada en hechos concretos. No es cierto tampoco que ellos destruyeran un anterior Humanismo venezolano.” (768)
(767) Ibid. Obras Completas. La Hora Undécima (Hacia una teoría de lo venezolano) Vol. 9, pág. 217,
(1956). (768) Ibid., Vol.23,“Carta de Mariano Picón Salas a Mario Briceño-Iragorry.” págs. 196 y 197, 2 de agosto
de 1956.
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En la época de Gómez se había gestado posteriormente una generación de indiscutible
importancia para los destinos de Venezuela aunque no haya podido llevar a la práctica la
mayoría de sus ideales. Un grupo de hombres que tenía una visión diferente de cómo los
problemas del país debían ser resueltos. Mario Briceño-Iragorry emite su juicio sobre la
generación del 28:
“Creo que la semifrustrada generación del 28 ha sido la única en insurgir de una manera orgánica contra los vicios en que nos movíamos muchos. ¡Lástima grande el fin que han tenido muchas de las más brillantes cifras de aquella estupenda muchachería!” (769)
Los gobiernos de Eleazar López Contreras e Isaías Medina Angarita, ya estudiados en este
trabajo, siguen mereciendo en este último período de su vida, grandes elogios de su parte.
Ellos habían iniciado, para él, un desarrollo democrático, que colapsó por el golpe militar
del 18 de octubre de 1945.
En este sentido es muy crítico con la figura de Rómulo Betancourt y con la de Rómulo
Gallegos (770) a los que considera en parte responsables de este proceso. Reitera el juicio
crítico positivo sobre la Presidencia de Medina muchas veces en su epistolario. Pareciera en
esto oponerse a la visión histórica de Rómulo Betancourt quien considera a este gobierno
como una continuación de la dictadura gomecista.
“Lo último tuyo recibido ha sido el trabajo de Betancourt sobre petróleo. ... Betancourt, como buen político, ha caído en la cuenta de que la fuerza más poderosa para actuar frente a las masas hispanoamericanas es la lucha por los valores nacionalistas. ....Betancourt insiste en defender actitudes que el pueblo tiene muy revisadas. ¿Hay derecho para incluir al gobierno de Medina
(769) Ibid., Vol. 20, págs. 118, 26 de agosto de 1956. (770) “Fui un equivocado. Pero, insisto, también, en decir que el más grande de los equivocados fue
nuestro admirado Gallegos. Erró cuando en 1945 se alió a los militares; de nuevo erró cuando no usó la inteligencia para desarmarlos en noviembre de 1948.” Ibid., “Carta a Ricardo Montilla”Vol. 20, pág. 55, 25 de noviembre de 1954.
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Angarita en el dominador dictatorial que corresponde a la política del General Gómez? Para valorar el mérito que tiene Acción Democrática en su política petrolera, justamente es necesario hacer cuenta de que aprovechó en beneficio del país instrumentos legales elaborados durante el gobierno de Medina Angarita. En lógica elemental, y sin que la política obnubile nuestro juicio, Acción Democrática es el mejor testimonio del fondo liberal y antidictatorial que distinguió a la política de Medina Angarita. Ustedes por ustedes mismos, por su propia razón política de existir, están en el deber de hacer justicia a Medina Angarita.” (771)
La fecha del 18 de Octubre no aparece como un hecho independiente en la Historia de
Venezuela, sino asociada a la similitud que tuvo ésta con la del 24 de noviembre de 1948 y
el 2 de diciembre de 1952 en las que el ejército había irrespetado las decisiones de los
civiles y había demostrado su ambición de quedarse en el poder.
“Hay que estar preparados, mi querido Numa, para la hora en que las guarniciones resuelvan dar una nueva embestida. Urge crear una conciencia nueva, que evite al país el infantilismo en que muchos caímos cuando se produjo el 24 de noviembre de 1948. Yo mismo, honestamente creído en la buena fe del movimiento, llegué a darle una sanatio retrospectiva y me atreví a pensar y a publicar que hubiera habido gérmenes de honestidad democrática en la idea castrense que engendró la cuartelada del 18 de octubre de 1945. Claro que el Ejército hubiera podido convalecer de la dolencia ocurrida cuando la primitiva traición del 45, si no hubiera desbocado, como hoy lo está, por el camino del atropello y de la irreflexión. Al negar el 2 de diciembre pasado los fines proclamados el 24 de noviembre como explicativa del derrocamiento de Gallegos, el Ejército probó como cuerpo que toda su actuación desde 1945 no había sido sino una simple aventura de ambiciones. Si, en cambio, hubiera sido reconocido el resultado electoral del 30 de noviembre, el Ejército habría ganado títulos para decir que sus jefes no eran simples aprovechadores de un Poder puesto al servicio de intereses inconfesables.” (772)
El golpe del 18 de octubre había desatado una guerra de ambiciones en Venezuela,
comandadas por el ejercito, que irumpirá nuevamente en la escena política el 24 de
noviembre de 1948. La crítica al trienio acciondemocratista de Mario Briceño-Iragorry,
sigue siendo la misma que expresa en su carta a Andrés Iduarte, anteriormente estudiada en
(771) Ibid., “Carta a Raul Leoni” Vol. 21, pág. 396, 27 de marzo de 1954.
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este trabajo.(773) Sin embargo, constantemente reflexiona acerca de su ingenuidad con
respeto al juicio sobre el ejército. Había pecado, según él, de inocencia en esa epístola.
“El sentido de mi carta para Andrés Iduarte debes buscarlo más bien en mi actitud posterior. En Historia suele también explicarse el pasado por el presente. El mío es documento ingenuo de un hombre que procedió engañado y cargado de esperanzas y de posibilidades acerca del porvenir cívico de Venezuela.” (774)
Debido al desarrollo en la Historia de Venezuela después del golpe del 18 de octubre de
1945, el fenómeno de la Dictadura de Pérez Jiménez no había sido sorpresivo sino que era
en parte una respuesta a las causas que aquella fecha desencandenó.
“No creo que Pérez Jimenez sea un fenómeno sorpresivo en el proceso histórico venezolano. Pérez Jiménez es la culminación de hechos que venían fermentando desde mucho tiempo atrás.” (775)
Su interpretación del 30 de noviembre de 1952 cuando el pueblo votó por Mario Briceño-
Iragorry como Presidente para una Asamblea Constituyente que llevaría al país a liberarse
del mandato de las fuerzas armadas en que había caído merece esta interpretación:
“Jamás en la Historia de Venezuela se habían producido un fraude y un atropello más insolentes. Ningún dictador tuvo el atrevimiento de burlarse en forma tan cínica de una nación. Pero mientras la fuerza militar, aliada inconscientemente con las clases oligárquicas, realizaba este monstruoso atentado, el pueblo dejaba constancia de su capacidad de discernimiento.”(776)
(772) Ibid., “Carta a Numa Quevedo”.Vol. 20, pág. 47, 4 de agosto de 1953. (773) Ver págs de este trabajo. Con respecto a su juicio sobre el trienio adeco contenido en la carta dice:
“Comprendo que ustedes debieron haberse dolido mucho de mi carta, dura, aunque no tanto para justificar la injuriosa desmemoria de Betancourt hacia mi persona. Mi carta es un documento político bastante recio contra el partido de ustedes, pero no contiene injurias personales contra personas determinadas ....”Ibid., “Carta a Ricardo Montilla” Vol. 20, pág. 53, 25 de noviembre de 1954.
(774) Ibidem. (775) Ibid., “Carta a Jóvito Villalba”, pág. 165, 11 de enero de 1957. (776) Ibid., Vol. 11, “Sentido y Vigencia del 30 de noviembre. Examen esquemático del drama electoral
venezolano” pág. 518, (1953).
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Debemos apuntar que varios gobernantes venezolanos en el transcurso de la Historia han
actuado de manera parecida, se burlaron de los deseos del pueblo,(777) pero en este caso el
hecho de que Mario Briceño-Iragorry hubiera sufrido en carne propia el proceso, lo hace
formular la palabra “jamás”. Aquí volvemos a reafirmar nuevamente la importancia que el
yo personal tiene dentro de la visión histórica de Mario Briceño-Iragorry, lo que lo hace
estar muy cerca de los historiadores románticos como ya habíamos afirmado.
Su juicio negativo de la dictadura de Pérez Jiménez es tan fuerte que pareciera que nada
evolucionó, ni creció en está época. Como le dice su amigo Mariano Picón Salas
indirectamente, él ve los hechos desde la óptica de la política y existen muchas experiencias
en la vida de los pueblos que se escapan a las directrices del Estado.
“Creo que es también un error ver siempre la vida venezolana –no lo digo por ti- a través de las vicisitudes del Estado. Hoy, por ejemplo, hay que tomar en cuenta el desarrollo de la Nación, lo que ella está dando por si misma, aun al margen de toda coacción estatal.” (778)
Mario Briceño-Iragorry reconoce que la figura del Estado es imprescindible para la
comprensión de la vida de los pueblos. El Estado es para él una institución fundamental
para su desarrollo; en este sentido nos recuerda a los teóricos del Estado en el pensamiento
(777) En el diccionario elaborado por la Fundación Polar bajo el título de “Elecciones” se afirma que
frecuentemente las elecciones en Venezuela, sobre todo en la segunda mitad del siglo XIX no se han caracterizado por ser procesos limpios y el pueblo ante ellas motró una gran dosis de apatía.. En la primera mitad del siglo XX, en la época de Gómez fueron manipuladas por el poder central. En 1946 por primera vez se convoca a todo a todos los ciudadanos y ciudadanas mayores de dieciocho años a votar directamente en las urnas, lineamientos que se han seguido en las elecciones libres convocadas por nuestro país a partir de esa fecha. Ver págs. 201 a 209, Tomo 2, Segunda edición, 1997.
(778) PICON SALAS, Mariano. Vol. 20, “Carta de Mariano Picón Salas a Mario Briceño-Iragorry” Vol. 23, pág. 197, 2 de agosto de 1956.
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alemán, Johann Gottlieb Fichte, (779) y Jacobo Burckhardt a los que cita con frecuencia en
este último período de su vida.
“Yo, sin embargo, insisto en mirar la vida del pueblo a través de las vicisitudes del Estado.” (780)
Esta creencia en la necesidad de un Estado fuerte que centralizara las actividades de la
cultura no debe ser identificada con la necesidad de Estados personalistas o militaristas, que
habían caracterizado a la Historia deVenezuela del siglo XIX y el XX, sino con la
existencia de un Estado de Derecho, fundamentalmente civil, que garantizara el ejercicio de
la libertad a todos los ciudadanos. El Estado personalista estaba justificado históricamente
para él en los primeros treinta años del siglo XX, no así de allí en adelante.
“Nosotros, en nuestra lucha contra el pasado, hemos puesto empeño en destruir lo que pudo ayudarnos para el día de hoy, mientras hemos permanecido colectivamente fieles a ciertas formas disvaliosas entre éstas el vergonzoso sentido personalista que hemos dado al Poder.”(781)
El estado venezolano había tomado un rumbo equivocado, la anomia se había apoderado de
él, por lo que todas sus actividades estaban erradas. El campo cultural debía mantenerse
paralizado ya que cualquier intento de actividad que se realizara en él se hacía bajo un orden
injusto porque el Estado estaba desviado de los verdaderos fines de la cultura.. Por eso llega
a recomendar a Pastor Oropeza que la Universidad Central de Venezuela no debe seguir
graduando profesionales porque la falta de moralidad del estado venezolano ha
(779) FICHTE, J.G. Los caracteres de la Edad Contemporanea. “.... El Estado promueve, sin saberlo, el
indicado fin de la especie humana en cuanto especie.”pág. 144. (780) BRICEÑO-IRAGORRY, Mario. Obras Completas, Carta a Mariano Picón Salas.” Vol. 20, pág. 112, 1956. (781) Ibid., Vol.1,Pequeño anecdotario trujillano, pág. 248, (1957)
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contaminado todas las Instituciones y es preferible que los graduados vengan del exterior.
“Si faltasen mañana médicos, ingenieros, agrónomos, bien podrían importarse. En cambio, lo que no se puede importar, pese a nuestro petróleo, es la dignidad que ustedes han podido enseñar a la juventud desde sus cátedras vacías. Yo comprendo el generoso ingrediente que ustedes han añadido a los especiosos argumentos del déficil posible de profesionales. Pero insisto en creer que no habría de producirse tal déficit. Por lo que dice a abogados, bien podrían dejar de fabricarse por espacio de diez años. En lo referente a los demás, considero que cualquier falla se compensaría con la importación de buenos facultativos.”(782)
Llega incluso a criticar la Feria del Libro que se realiza en Caracas porque la dictadura no
debía patrocinar eventos de ese tipo y los hombres que los realizaban estaban colaborando
con una situación inmoral.
“Un festival del Libro es en última instancia un festival de libertad. ¿Es posible que a estas alturas, o mejor, que a estas bajuras, se piense en hacer en Caracas una feria de la libertad?”(783)
La contestación de su amigo Mariano Picón Salas no se hace esperar:
“A tu carta respondo que si no crees conveniente que se aumenten los fondos de nuestra menesterosa Biblioteca universitaria –que tu (sic) mismo debiste padecer como profesor- y como el auge de la Biblioteca y la difusión del libro nos debe interesar intemporalmente, por sobre cualquiera coyuntura histórica. Creo que esto –y no más- es el objeto del Festival del Libro de América. En tal sentido creo que será útil y llevará una preocupación de cura a los grupos más varios de población. Hay un interés espiritual del país que supongo priva sobre toda contingencia o coyuntura.” (784)
Si el estado venezolano no tenía rumbo, tampoco la Historia considerada como el desarrollo
del desenvolvimiento del Estado, lo tenía. La Historia no podía definir, entonces, el
permanente ontológico venezolano. Pareciera que a Venezuela la causalidad histórica de sus
(782) Ibid., “Carta a Pator Oropeza.”Vol. 22, pág. 153 y 154, 24 de noviembre de 1953. (783) Ibid., “Carta a Mariano Picón Salas”, Vol. 23, pág.193, 30 de junio de 1956. (784) PICON SALAS, Mariano.”Carta de Mariano Picón Salas a Mario Briceño-Iragorry.” Vol. 23, pág. 196, 2
de agosto de 1956.
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acontecimientos la hubiera arrojado a un callejón sin salida. Esta causalidad que debía
paulatinamente irnos desarrollando hacia un grado de perfección cada vez mayor, se había
estancado en la época de Pérez Jiménez, por eso esta dictadura significaba para él, una
ruptura histórica de nuestro proceso de desarrollo, comenzado en la Colonia
Los jóvenes van a ser los responsables de conferirle un nuevo rumbo a la Historia, por eso a
orientar su conducta se dedicará también en estos años de exilio, ellos son los encargados
ahora de retomar el hilo de la Historia.
5.4.3 EL JOVEN, LA UNIVERSIDAD Y LA CULTURA.
En el exilio y con poca esperanza de que el pueblo venezolano dejara atrás sus viejos vicios
e iniciara la senda de salvación, Mario Briceño-Iragorry ve que el panorama oscuro cuenta
con una luz que puede iniciar su recuperación. El estudiante, u hombre nuevo como él lo
llama, tiene el poder de modificar el rumbo de la Historia.
“Si lo viejo está tomado de la carcoma y lo poco que ha respetado el naufragio, vive en infecundo apartamiento de la realidad; si las generaciones con mayoridad política tienen –tenemos concuerda más con la verdad- mayor o menor complicidad en las fallas del país, justificado está que se mire hacia la juventud que colma Universidades y Liceos, con la angustiada y heroica esperanza de quien anhela entrañablemente la pervivencia de la República.” (785)
(785) BRICEÑO-IRAGORRY, Mario. Obras Completas. La Hora Undécima. Vol. 9, pág. 267, (1956).
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Piensa Mario Briceño-Iragorry, como muchos miembros de su generación (786), que el
joven será el fermento, la levadura, la clase dirigente que preparará para Hispanoamérica un
mejor mañana.
“Tiene, en cambio, derecho el pueblo para reclamar de sus sectores dirigentes –que hoy forman, tanto en las Universidades sostenidas por el Estado como en los centros de iniciativa particular- una actitud discreta, noble, elevada dirección, capaz de ayudarle a conjurar la traición de las clases que ayer se dijeron encargadas de orientarle y que sólo tuvieron por norte el provecho de los individuos sobre los intereses de la propia comunidad.” (787)
Sin embargo, esta tarea no va a ser fácil para el joven que tiene que vencer una sociedad
viciada, basada en antivalores plasmados sobre todo en la importancia que se le da al éxito
material.
“Influir para lucrar con buenos negocios, para tomar una buena utilidad, para ganar amistades de provecho, es la sola norma de conducta que rige nuestro presente mundo político. Se siente por todas partes, la honda sacudida que sufren las raíces de la Nación, y por todas partes aflora el elemento demoníaco que ha hecho presa en las mejores voluntades.” (788)
No va a ser fácil porque los modelos y arquetipos que han triunfado para ser ejemplo de la
juventud venezolana no son ni Alonso Andrea de Ledesma ni el Rengente Heredia si no:
“Esos graves hombres con cara de Viernes Santo, han vendido austeramente la dignidad y el suelo de la Patria y han soplado al oído de los gobernantes el aplauso oportuno para todo aquello que conspira contra la libertad del pueblo; esos hombres impecables y graves felicitan a los policías que cazan hombres, cuando es
(786) La autora tiene un estudio sobre las características de la generación de Mario Briceño-Iragorry
titulado. “La comprensión de Hispanoamerica en algunos pensadores venezolanos de la generación del centenario”. Allí cito, entre otras, con respecto a este problema una frase de Manuel Ugarte que tipifica este problema: “Es indispensable que la Juventud intervenga en el gobierno de nuestras repúblicas, rodeando a hombres que comprendan el momento en que viven, a hombres que tengan la resolución suficiente para encararse con las realidades.”en: Febres, Laura. Estudios de Historia Social y Económica de América, Revista de la Universidad de Alcala. págs. 185 y 186.
(787) BRICEÑO-IRAGORRY, Mario.La Hora Undécima. (Hacia una teoría de lo venezolano).Vol. 9, pág. 267, (1956)
(788) Ibid., Problemas de la juventud venezolana. Temas acerca de la crisis universitaria.Vol. 11, pág. 451, (1953).
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derramada en la vía pública la sangre de compatriotas perseguidos por la saña gubernamental.” (789).
Para esta lucha el joven cuenta con la fuerza de su amor por la Patria y con su vocación
transformadora. No debe basar nunca su lucha en la venganza y el odio porque no rescatará
a Venezuela de la anomia en la cual se encuentra sumergida.(790)
Para ello nuevamente cita al filósofo alemán Fichte acotado anteriormente, cuando
hablamos de la posición de Mario Briceño-Iragorry con respecto al Estado:
“Los altos fines de la cultura imponen acondicionamiento social que dista descomunalmente de la realidad que le circunda. Contra el odio pide comprensión, contra la venganza aconseja el perdón, contra la violencia recomienda la serena meditación. Con nuevas palabras de Fichte apuntaré los supuestos requeridos para la conquista de niveles éticos.” (791)
Propone Mario Briceño-Iragorry normas muy útiles para la educación de los jóvenes, para
aquellos Maestros con mayúscula que se ocupan de la formación del hombre creador de
nuestra Historia.
Hay que transformar la mentalidad con que el venezolano ha venido manejando
tradicionalmente su relación con el poder. El venezolano siempre quiere mandar u ostentar
ante sus semejantes los símbolos que el poder confiere. Los jóvenes tenían que comportarse
ante el poder de una manera distinta; no en la forma como lo habían hecho las generaciones
precedentes en la Historia de Venezuela:
“Se ha venido, consiguientemente, exaltando en la juventud la llamada vocación del poder. La Universidad, el Liceo, la Escuela primaria deberían, en cambio, fomentar la vocación de resistir el mal poder. Es necesario
(789) Ibid., pág. 453 (790) Ibidem. (791) Ibid., “La Hora Undécima” Vol. 9, pág. 229. (1956)
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que el venezolano nuevo, más que preparado para mandar, sea preparado para oponerse al mandatario malo. Claro que no se trata de problema capaz de ser resuelto en un día o en un año. Es problema de raíz honda en el subsuelo conciencial de la sociedad y el cual reclama un viraje muy firme en el timón de la política.”(792)
El joven debe estar acostumbrado al diálogo, a la discusión del problema político; no, al
silencio. Educar jóvenes dóciles que no cuestionen la política vigente no puede ser de
ningún modo una norma a seguir por el Maestro. Esto propiciaría ciudadanos que no
estuvieran preparados para resolver los problemas que el Estado tiene que enfrentar y que
no pueden esperar como el problema social.
“Para ganar posiciones en el ejercicio socrático de buscarse a sí mismos, los jóvenes han comenzado a dialogar sinceramente con sus propios compañeros. El monólogo que ha ocupado permanentemente el tinglado de la acción venezolana, ha sido nuestro mayor enemigo en el camino de llegar a una lógica comprensión de nuestro destino de pueblo. Entre nosotros los hombres han rehuido la conversación de donde suelen surgir conclusiones fecundas (Para no hablar, los ejercitantes del mando se escudan hoy en las fiestas sociales tras el silencio de reducidas mesas de juego, donde el dominó y las cartas ocupan sitio que debiera ocupar la temática social).” (793)
Pero por encima de todo la educación debía ayudar al joven a conocerse como venezolano y
a estar dispuesto a consagrar sus mejores energías en la transformación del país.
“Conocerse a sí mismos en su realidad universal de hombres y en su realidad particular de venezolanos es, pues, el deber fundamental de nuestros jóvenes. Vivir en plenitud las virtudes humanas y vivir el cabal cumplimiento de sus deberes frente a la colectividad de que inmediatamente forman parte.”(794)
La Universidad es la encargada de convertir al joven en el factor dirigente o motor del
proceso histórico. También será la responsable de formular los valores que dirigirán la
(792) Ibid., Problemas de la juventud venezolana. Temas acerca de la crisis universitaria.Vol. 11, pág. 450,
(1953) (793) Ibid., pág. 445. (794) Ibid., pág. 469.
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marcha de una cultura. Son centros creadores de los cánones que eran necesarios para
dirigir la Historia como expresa también en Mensaje sin Destino.
“Las Universidades, como centros creadores de cultura, y los pueblos en sí mismos, como sólidas estructuras morales, edifican a través de las edades los cánones expresivos de su acción, positiva y diferencial, en el campo diverso de las actividades humanas. El movimiento incesante del progreso reclama e impone estabilidad en el eje que fija y acondiciona el giro de las venideras estructuras. Del mismo modo, el esfuerzo de los educadores y de los estadistas necesita apoyarse sobre un grupo de ideas, de temas, de conceptos, que aseguren la continuidad fecunda del movimiento superador de la cultura.” (795)
La Universidad es la encargada de diseñar las pautas morales más convenientes para la
nación porque es allí donde trabajan los sectores más destacados de la población. Tiene que
modelar la mente de los jóvenes, debe suministrarles valores precisos con los cuales puedan
orientar su conducta.
“Para caldear la fragua donde gane temple ese hombre nuevo, la Universidad está obligada a suministrar contornos precisos a la conciencia de los jóvenes.” (796)
Aunque la función fundamental de la Universidad era fomentar en el estudiante su
acercamiento a la realidad venezolana, no debía circunscribirse solamente al área de nuestro
país. Debía enseñar valores universales provenientes de las fuentes de la cultura occidental,
sobre todo del cristianismo que, como tantas veces hemos dicho ya, mostraba, para Mario
Briceño-Iragorry el camino seguro de la salvación del hombre.
“Un examen profundo llevaría a la necesidad de disipar las sombras que oscurecen el propio sentido de cristiandad, justamente en momentos en que los valores cristianos, en su anhelo de ganar la realidad de un mundo mejor, se empeñan por ser correctamente incluidos dentro de los cuadros del mundo de la técnica despersonalizada de la época moderna.” (797)
(795) Ibid., La Hora Undécima. pág. 253. (1956) (796) Ibid., pág. 259 (797) Ibid., pág. 256.
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Sin embargo la Historia de la Universidad venezolana ha estado cargada de obstáculos y no
ha podido hacer realidad estas tareas fundamentales que nuestro autor piensa que son de
importantísimo cumplimiento. Esto se dificulta aún más en la época de Perez Jiménez,
cuando la Universidad en un principio clausurada, se convierte luego, para él , en una
representante del oficialismo:
“Es de suyo fácil diagnosticar las carencias que afectan a un cuerpo docente influido en su mayor parte por el oficialismo.... En la penumbra de la actual Universidad se desarrolla un duelo perenne y silencioso entre el pensamiento de un estudiantado anhelante de riego para sus ideas autonómicas y la reticencia de programas inspirados por una concepción inerte de la normatividad social.” (798)
Según Mario Briceño-Iragorry en esta Universidad no se imparte la formación humanística
necesaria para lograr un ciudadano de provecho.
“Un retorno a las Humanidades –lógica, ontología, letras clásicas, metafísica- pudiera hacer que las venideras generaciones se desvistan un poco la presuntuosa pompa y, con sentido de humildad generosa, miren más hacia la deficiencia colectiva.” (799)
Consideraba que sí se impartía en ella la formación técnica suficiente para los retos que el
desarrollo tecnológico planteaba:
“Si el problema se plantea desde el punto de vista material, cualquiera concluye por aceptar las posibilidades en que sobreabunda nuestra Universidad para la formación de científicos y de técnicos.” (800)
En este sentido diferimos de esta opinión de Mario Briceño-Iragorry porque pensamos que
en ese momento los países de América latina, y en concreto Venezuela, no le dieron la
suficiente importancia a lo que el reto tecnológico significaba. Si eso hubiera sucedido tal
(798) Ibid., pág. 227 (799) Ibid., pág. 222. (800) Ibid., La Hora Undécima. Pág. 226. (1956).
426
vez nos hubiera sido más fácil superar la crisis del subdesarrollo (801). La técnica no
formaba parte de la Cultura que para él era un elemento ideal, moral, humanístico que no la
comprendía necesariamente.(802)
Como hemos analizado en el apartado anterior Estado, Cultura e Historia debían, para
Mario Briceño-Iragorry estar estrechamente relacionados porque todos deberían llevar el
sello de los mismos valores. Era la Universidad la parte creativa de este proceso ya que a
ella le correspondía formular los valores que el Estado pondría en práctica y ayudaría para
que se cumpliesen. Con el transcurrir del tiempo estos valores le darían una forma o canon
al desarrollo del proceso histórico que fuera acorde con la Cultura donde se había venido
desarrollando.
Terminamos con una frase donde Mario Briceño-Iragorry pone en evidencia la relación que
para él existía entre estos términos:
“Contra cualquier otro juicio, yo hago mío el pensamiento de Burckhardt, para quien la Historia es el juego potencial del Estado, la Religión y la Cultura. .... Mientras la Universidad no pueda ayudar al ciudadano en la búsqueda y logro de su posición en la vida, no hay derecho a hablar en serio de Cultura, así en ella se explique la física cuantística de Planck y las nuevas teorías sobre la indeterminación causal.” (803)
(801) La incomprensión de lo que el fenómeno tecnológico hubiera podido significar para el futuro
desarrollo de nuestros países no es exclusiva de Mario Briceño-Iragorry sino que se encuentra en la mayoría de su generación. Este problema es tratado por la autora en:”La comprensión de Hispanoamérica en algunos pensadores venezolanos de la generación del centenario” (1910-1950) Estudios de Historia Social y Económica de América.Revista de la Universidad de Alcalá.
(802) En su novela Los Riberas existen frases como ésta en boca de Vicente Alejo Ribera, personajes que cuenta con toda la simpatía del narrador: “La técnica está conduciendo, por el contrario, a un apocamiento de la parte moral y sustantiva de los hombres. Ustedes podrán llamarme romántico e iluso, pero no creo que el progreso material haga por sí solo grandes a los pueblos.” Ibid., Vol. 12, Los Riberas, pág. 511, (1957).
(803) Ibid., “Carta de Mario Briceño-Iragorry a Mariano Picón Salas”,Vol. 20, págs. 112 y 113, 26 de agosto de 1956.
427
5.4.4 LA RELIGIÓN
La religión es otro soporte fundamental para Mario Briceño-Iragorry pues permite que la
angustia que siente se convierta en creadora. Como hemos ido viendo ha sido así casi
siempre a todo lo largo de su vida, pero en este último período de tiempo tal vez debido a
las circunstancias difíciles a que se encuentra sometido, sus exigencias para con los
representantes de la fe se hacen más fuertes, porque muchas veces ellos claudican ante un
mundo cada día más materializado.
Desde la década de los veinte en el gobierno de Juan Vicente Gómez, Mario Briceño-
Iragorry continúa dando testimonio de que Dios es el único fin de la Historia, a través de su
conducta cristiana, de sus cartas y de algunos de sus ensayos dedicados a este tema que
trataremos aquí.
En este sentido empezaremos citando el ensayo dedicado a San Ignacio de Loyola, quien se
enfrenta, también él, a una situación histórica difícil para la supervivencia de la Iglesia
Católica. Ayudó a conservar la integridad de la Iglesia en la época de la Reforma,
practicando los ejercicios espirituales y predicando la limpieza moral que transmitió a
muchos hombres.
“En su empeño de buscar una cura que promueva el reino de la paz y de la luz a las conciencias, las generaciones angustiadas del siglo XX alcanzarían eficaz ayuda en los mismos métodos de introspección que San Ignacio de Loyola ofreció al mundo cristiano, cuando en el siglo XVI vio flaquear la fe ante el nuevo planteamiento del problema de la libertad personal que, mal dirigido, de un lado abrazó el examen de la verdad sin sujetar la razón a las normas de la ortodoxia, mientras del otro
428
negaba la autonomía de la conciencia frente al propio problema de la salvación..” (804)
Mario Briceño-Iragorry piensa que el camino de limpieza moral propuesto por San Ignacio
es muy eficaz y tiene mucho en común con las teorías psicológicas innovadoras que hablan
del inconsciente:
“Anticipando (San Ignacio) en tres siglos a la técnica freudiana, bajó a los planos donde el espíritu se liga con el alma animal, no para declarar el derecho de los instintos sobre la razón, como lo hizo Freud, sino para enseñar a la razón los caminos por donde se gana el dominio del subconsciente. ...A más del análisis psíquico, dirigido a la exploración del subconsciente cargado de obscuridad, el plan ignaciano sirve tanto para el tratamiento de sostén, aplicable a conciencias alumbradas de la fe, como para tratamientos grupales, afincados en la intercomunicación de fallas y angustias.” (805)
Para que la angustia interior pudiera canalizarse y convertirse en creadora necesitaba un
método, para no terminar en la locura y nada mejor para ello que el propuesto por San
Ignacio de Loyola. Sin paz interior, todas las proposiciones expresadas en el capítulo
anterior de La Solidaridad, eran muy difíciles de buscar y practicar. La introspección,
propuesta por San Ignacio, podía llevar a los hombres a conseguir la paz necesaria para
construir un mundo mejor donde la justicia social propuesta por el evangelio pudiera llegar
a ser realidad.
El deber de los cristianos es hacer de este mundo un lugar donde se practiquen las normas
de la caridad. Sin embargo esto no ocurre porque el mundo contemporáneo tiene “El Cristo
prohibido” (806), el materialismo existente le impide llevar a cabo las enseñanzas dadas por
el evangelio. El mundo está entregado a la satisfacción de las necesidades materiales y
(804) Ibid., “Vigencia Rectora de San Ignacio de Loyola”Vol. 10, pág. 130, (1956). (805) Ibid., págs. 124 y 121. (806) Ibid., “El Cristo prohibido” El Hijo de Agar.Vol. 9, pág., 27, (1954).
429
económicas y piensa muy poco en los valores del espíritu. Los representantes de la Iglesia
han caído en la farsa, que los hombres representan, y en nombre del cristianismo se ejecutan
los hechos más viles como por ejemplo, el lanzamiento de la bomba atómica.
“Hasta la pretensa salvaguardia del nombre de Cristo ha sido invocada como justificativo de una nueva prueba atómica sobre colectividades humanas. Sin embargo, el mismo hombre que se afana por destruir al prójimo, tiembla ante el fenómeno inconsciente que aniquila inocentes poblaciones.” (807)
La Jerarquía Católica que debiera ser un ejemplo de cristianismo puro, constantemente está
cediendo ante los requerimientos del poder político, justificando las atrocidades que en
nombre de éste se hacen:
“Estirando causas, con los propios planteamientos de la moral protestante ganó ámbito y apoyo el sistema capistalista, contra cuya voracidad se debaten actualmente los pueblos explotados y los hombres sometidos a la esclavitud del salario y al cual pretenden subordinar la política de la Iglesia quienes olvidan que la tarde del Calvario fue, contra toda apariencia, Dios y no el César quien definió las permanentes vertientes de la justicia y de la gracia.” (808)
Concretamente en Venezuela, considera que la relación demasiado estrecha entre el poder
político y la Iglesia se ha hecho más evidente en la época de Pérez Jiménez, porque en el
pasado, específicamente en la dictadura de Juan Vicente Gómez, la Iglesia intervino a favor
de los presos políticos; mientras que en esta dictadura, por lo menos antes de la de la lectura
de la Pastoral por Monseñor Rafael Arias Blanco, Arzobispo de Caracas, el primero de
Mayo de 1957 que criticaba la dictadura, la Iglesia se había mostrado muy favorable con
respecto al gobierno perezjimenista. El régimen gomecista, según él, no era totalitarista , por
(807) Ibid. pág. 53. (808) Ibid., “Vigencia Rectora de San Ignacio de Loyola” pág. 130, (1956).
430
lo que no involucró a la Iglesia dentro de sus políticas, mientras que el régimen de Pérez
Jiménez sí lo ha hecho.
“Pero al régimen insolente que oprime hoy a Venezuela, se le ha querido hacer una teoría y se le ha presentado como el sostenedor de la Iglesia y del orden social. Gómez no intentó rehabilitar a la Iglesia. Gómez era dictador, pero su dictadura no era totalitaria. Hoy en Venezuela la Iglesia tiene que servir al nuevo ideal nacional y más de un Obispo ha calzado escritos loatorios de este vergonzoso contubernio.” (809)
Aplicarle el concepto totalitario a la dictadura de Gómez no corresponde con cierto tinte
caudillesco que ella tuvo, pero pensar que la dictadura de Gómez no intervino en todos los
aspectos de la vida del venezolano, e incluso algunas veces en el religioso, como ocurrió en
el caso de la expulsión de Monseñor Montesdeoca, ya citada anteriormente en este trabajo
(810),es ver con mucha indulgencia histórica esa etapa del gobierno gomecista en la vida
venezolana.
Mario Briceño-Iragorry no tuvo en general buena opinión de la formación del clero
venezolano donde señala que existe una élite muy pequeña de sacerdotes bien formados. De
esta falta de educación se queja frecuentemente en sus cartas en las cuales nos muestra una
Iglesia corrompida por el Patronato Eclesiástico, donde la intervención del Estado era
frecuente. Ella como Institución podía hacer muy poco por el pueblo venezolano porque
generalmente se había identificado con las clases dominantes, con el poder y el dinero. Sin
embargo, para él, estos eran defectos muy graves, pero pasajeros debido a los hombres que
la dirigían; la Iglesia era indestructible como ya habíamos escrito al comentar el artículo
(809) Ibid., “Carta al Rvdo. Pedro Barnola, S.J,”Vol. 20, pág. 341,28 de Julio de 1956. La relación que el
autor tuvo en esta época con este Sacerdote, con la fundación de la Universidad Católica Andrés Bello y con otros Sacerdote Jesuitas es tratada por los autores citados en las págs. de este trabajo.
(810) Ver pág. de este trabajo.
431
“Primicias Históricas” elaborado por él en 1927 durante el régimen de Juan Vicente
Gómez.(811)
5.4.5 EL HOGAR.
Dios nos había dado para desarrollarnos el terreno de la Patria. En ella cumpliríamos
nuestro destino, el papel que la Historia nos hubiera asignado.
“La Patria es otra cosa. Junto con los valores que derivan de ser la región, feliz e imponente a nuestro respeto, donde la tradición hunde sus fecundas raíces, es sobre todo el área a nosotros señalada por Dios para el desarrollo de nuestro humano destino.” (812)
Dentro de la Patria, el hogar era el primer terreno en el cual fructificaba la solidaridad
social, la primera luz donde nacía la sensibilidad, el recinto donde el destino asomaba su
(811) Ver pág de este trabajo. (812) BRICEÑO-IRAGORRY, Mario Obras Completas, “Variaciones sobre el tema de la Nacionalidad”, Aviso
a los Navegantes. (Tradición, nacionalidad y americanidad), Vol. 8, pág. 198, (1953).
432
camino por primera vez a los hombres.
“Junto con este fuego de fuera, el hogar era alimentado también por el fuego de adentro cuyas brasas estaban en el suelo de los espíritus. Para hacer íntima, amable, provechosa la relación social, este fuego se derramó hacia fuera, y se convirtió en amor y amistad.(813)
El hogar cumplía un papel primordial en la educación de los sentimientos, en el cultivo del
superconsciente (814) o de lo espiritual, que iba a ser para Mario Briceño-Iragorry la parte
más importante del ser humano. La expresión más común del hogar era la familia, luego la
región y en un sentido más amplio la Patria. El hombre iba conociendo estas tres realidades
paulatinamente y el sentimiento primigenio del amor conocido en la familia se iba
transfiriendo a cada uno de estos terrenos.
“En el orden de la relación social, el fuego del hogar creció y se hizo el fuego grande de la ciudad y de la Patria. .... De esa solidaridad salió el espíritu público. Por esa solidaridad de intereses y prestaciones ganaron fuerzas las amistades. El verdadero patriotismo es una manera de grande amistad y finísimo cariño hacia la gente que vive la misma porción de tierra que Dios dio a nuestros abuelos para realizar su vida.” (815)
Ese hogar cuya condición esencial era la calidez humana le permitió soportar la difícil
situación de su exilio en donde incluso fue agredido físicamente por la dictadura de Marcos
Pérez Jiménez (816). El más pequeño de los hogares, la familia, pudo ser trasladado
parcialmente y a ratos con él a España. De los hogares más grandes conservaba la calidez de
sus brasas que a pesar de no ser alimentadas con el fuego de la presencia física mantenían la
lumbre espiritual, a veces mucho más duradera que la candela material.
(813) Ibid., En tono de cuento. (Elogio de la abuela para regalo de la nieta). Vol. 1, pág. 130, (1956) (814) También era la célula económica fundamental. Ver pág. de este trabajo. (815) Ibid., En tono de cuento. (Elogio de la abuela para regalo de la nieta). Vol. 1, pág. 130 y 131,(1956) (816) Ver el informe que se encuentra en el Archivo del Ministerio de Relaciones Exteriores acerca del
atentado contra Mario Briceño-Iragorry, en el anexo pág.
433
Trujillo, sin duda, formaba parte de ese hogar espiritual y su recuerdo calentaba los fríos
inviernos europeos.
“De Trujillo me ausenté para plantar casa bajo el abrigo de cielos distantes; mas, conmigo siempre ha viajado Trujillo como sancta santorum que guarda los penates de la venezolanidad, a mi venida en gracia por haber nacido en este estrecho valle, donde si bien no crece en la horizontalidad afanosa de otras ciudades, se crece, en cambio, hacia arriba, con voluntad de escalas y de torres por donde ganar el mundo de las estrellas. .....Cuando sentí el fuego de la calumnia y del ultraje, evocaba la ternura de los aires maternales de Trujillo y me sentía fuerte en el empeño de trabajar por Venezuela.” (817)
Venezuela era el hogar más grande, que con amargura verá de lejos, privado de todos los
afectos que esa tierra le brindaba. Con un agravante, el de ser considerado persona no grata
en el suelo que tanto alimento le había dado para el desenvolvimiento de su vida.
“Me faltaba, como te digo, el amor de mis otros hijos y me faltaba el calor de muchas amistades. En cambio, hasta acá llegaban perversas intenciones, empeñosas en dañarme.” (818)
El hogar es entonces uno de los grandes soportes de don Mario en este último período de su
vida, a él dedica muchas de sus páginas y es uno de los alimentos básicos que le permite
soportar la angustia que lo aquejaba. En el desenvolvimiento del hogar y la Patria se
encuentran los hilos de la Historia, el otro sustento de Don Mario:
“La Patria es la casa grande donde se juntan grupos humanos que tienen por símbolos comunes una serie de formaciones morales producidas por la Historia.” (819)
Tenemos que transformar nuestro hogar y la Patria creativamente, para poder seguir
permitiendo el desarrollo de la Historia que aunque tiene un principio y fin bien conocidos
(817) Ibid., “En la ciudad Pacífica. (Bitácora)” Vol. 19, pág. 267, (1958). (818) Ibid., En tono de cuento. (Elogio de la abuela para regalo de la nieta). Vol. 1, pág. 131, (1956) (819) Ibid., “Variaciones sobre el tema de la Nacionalidad”, Aviso a los Navegantes. (Tradición,
nacionalidad y americanidad), Vol. 8, pág. 197, (1953).
434
para Mario Briceño-Iragorry, nos permite seguir ejerciendo el papel que nuestra condición
de hombres nos permita ejercer en ella.
“La patria de ayer, para lograr perennidad en los siglos futuros, pide el ímpetu y la reelaboración dinámica que le sumen los hombres vivos que aspiran a asegurar su propia permanencia en los cuadros de la Historia.” (820)
5.4.6 LOS RIBERAS. DENUNCIA O ARREPENTIMIENTO.
Para Mario Briceño-Iragorry la novela tiene un indiscutible valor como medio de
transmisión de la Historia al igual que para todos sus compañeros de generación.
La Literatura y la Historia no eran dos terrenos separados por su objeto de estudio: la
realidad o la ficción.
“Sólo para un hermoso cuento que también se llama Historia narramos lo que a nosotros nos pasó. Más que una lección práctica, contar historias es un entretenimiento liberador del cansancio del hombre.” (821)
Estas expresiones realidad y ficción, se tienden a mostrar hoy en día como parcelas
separadas por los distintos métodos que se suelen aplicar para la exploración de su objeto de
estudio. La imaginación en el caso de la Literatura y la investigación documental en el caso
de la Historia.
Sirve esta novela para cerrar una época, porque en ella se encuentran expresados muchos de
(820) Ibid., pág. 199. (821) PICON-SALAS, Mariano. Autobiografía . pág. XVI. En este sentido se muestran en acuerdo con la
teoría de Hyden White expuestas en este trabajo desde las páginas 37 a 46.
435
los problemas que analizamos por estar presentes en la ensayística del final de su vida.
La escritura de ella, en la época más difícil del exilio de Mario Briceño-Iragorry (1957), al
endurecerse los sufrimientos de su enfermedad, constituyó sin duda un soporte para su
angustia, porque fue una fuente de desahogo para el remordimiento que siempre existió en
él por su actitud política en el régimen de Gómez, ya estudiada en este trabajo.
El personaje principal Alfonso Ribera consigue, al final de la novela, el perdón de sus hijos
por su conducta poco ética en el transcurso de la trama, perdón que parece exigirnos
también a nosotros sus estudiosos y lectores que hemos ido poco a poco empapándonos de
las peripecias de su vida. Perdón, que para nosotros no es en absoluto necesario dar, si
pensamos que sometimos a estudio la vida de un hombre con sus defectos y sus cualidades
y no la vida de un Santo que quiera mostrarse como tal.
Pero además del motivo subyacente de arrepentimiento que puede ser visto en su libro,
donde nuevamente aparece, como en sus ensayos la contraposición entre la época de Juan
Vicente Gómez y la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, la novela es una denuncia de la
injusticia del sistema económico, social y político que vive Venezuela. Denuncia que de
nuevo es necesaria para enderezar el rumbo de la sociedad venezolana, que para Mario
Briceño-Iragorry lo había perdido. En este sentido él se considera un Profeta, encargado de
cantar las verdades a su pueblo:
“Sobre la conciencia de culpa del pueblo elegido se levantaron los profetas: sin la noción inmediata de la responsabilidad del pueblo, no tendrá tornavoz la palabra alerta de los nuevos vaticinios.¿ De dónde quieren ustedes que surja entre nosotros la palabra frenética de Ezequiel para indicarnos cómo no es
436
necesario sacrificar corderos ni terneras, sino vencer y destruir la vanidad, la farsa, el engreimiento, la concupiscencia que nublan la vista de los hombres encargados de marcar rumbo y sentido a los pueblos? Se ha perdidola noción de pecado, mis queridos amigos. Cuando un pueblo no sabe que peca contra sí mismo, puede decirse que ese pueblo está perdido.” (822)
Esta contraposición de las dos épocas y el interés puesto en la denuncia social, puede ser
observado en numerosos párrafos como éste.
“Comenzaban a llegar automóviles a la ciudad, mas la gente no pensaba aún abandonar la airosa costumbre de pasear a caballo por las tardes. Los señores porfiaban en lucir finas y hermosas caballerías, como hoy los nuevos ricos se esmeran en poseer los más caprichosos modelos de automóvil.” (823)
Muchos de los personajes de la novela pertenecen realmente a la Historia del régimen del
General Juan Vicente Gómez. En los caracteres más importantes de la novela, el autor
explica que no pretende crear individuales sino tipos sociales que en el desenvolvimiento de
la trama expresen la maldad de sus conductas:
“Muchas de las figuras que desfilan por este pesado cosmorama, son meros símbolos de circunstancias presentes en el diario curso de la vida de Venezuela. A algunas es fácil levantarles el festivo antifaz del nombre. Las de mayor densidad dramática, carecen de realidad individual, por resumir, para la función tipológica, diversas y mostrencas conductas.” (824)
La novela es expresión de esa necesidad de contar en esta última etapa de su vida, no la
Historia proveniente de archivos con fechas exactas, sino la pequeña Historia de las
costumbres venezolanas.
Las cuerpos femeninos, el amor, las costumbres sociales y económicas, la cocina y sus
respectivas comidas, las plantas, los animales, el paisaje y el clima, encontraron en Los
(822) Ibid., Los Riberas. Vol. 12, pág. 547, (1957).
437
Riberas el sitio que no hallaron en la ensayística de Mario Briceño-Iragorry de esta época.
Quiere darle el autor a estos hechos “valor documental”(825) para que formen parte, también
de la memoria del venezolano.
Para una mejor comprensión de la denuncia histórica que la novela enseña, dividiremos sus
planteamientos en la denuncia al sistema social, luego al sistema económico y por último al
político. Esto es un orden puramente arbitrario para la exposición del tema, porque en la
Historia venezolana estos tres sistemas se encuentran íntimamente relacionados,
circunstancia que muestra admirablemente la novela.
Empieza relatando como las relaciones más primarias de algunos de los venezolanos se
basan en un “sistema erótico-económico”(826) propenso a fomentar la injusticia expresada
en una paternidad totalmente irresponsable como es la de Alfonso Ribera con los hijos de
Anita Méndez con quien vive en concubinato.
Sistema social que genera una gran desigualdad entre los hijos legítimos y los hijos
naturales y que es fuente de discusión de toda la novela. Hasta que la rama ilegítima es
redimida por unión con la legítima por medio del matrimonio de Vicente Alejo Ribera con
Yolanda Méndez.
(823) Ibid pág. 53. (824) Ibid., pág. 7. (825) Ibid., pág., 8. (826) Ibid., pág. 18.
438
El país se encuentra dividido en clases sociales, a veces, reflejadas en el color de la piel (827)
y también se encuentra separado por los regionalismos. La novela trata con detalle el
problema del antiandinismo, expresados por algunos venezolanos hacia el hombre de la
cordillera, generalmente asociado con los que detentaban el poder. (828)
La desigualdad social producto de la desigualdad económica se observa en muchos pasajes
de la novela. En ella se enfocan dos tipos distintos de pobreza: la del campesino
abandonado por el estado, sometido a una irracional distribución del suelo y al abuso de los
acaparadores de las cosechas (829) y la que se encuentra alrededor de Caracas. (830)
En cuanto a la distribución del suelo el campesino venezolano no podía relatar sino una
Historia cargada de injusticias. Los terrenos baldíos habían sido designados siempre a los
que detentaban alguna fuente de poder. De manera que con su uso se habían vuelto más
ricos y poderosos. (831)
“Nada es tan vergonzoso para la historia agraria de Venezuela, como el hecho de haber sido declarados
(827) “... lo que ocurre, señorita es que nuestros pardos no son leales a la verdad que les presentan los
espejos y se afanan, en cambio, por olvidar o disimular sus orígenes. Los peores enemigos que han tenido las clases pobres, entre las cuales abundan los morenos, son los mulatos renegados, que pretenden hacerse pasar por blancos. Si usted llegara a imponerse de los enredos familiares de Caracas, hallaría que mucho empingorotado aristócrata, para completar la galería de retratos familiares, tendría que exhibir a los abuelos de Barlovento.” Ibid., pág. 190.
(828) “Tampoco la demás gente de la cordillera puede aceptar que los únicos hombres capaces de gobernar sean los nacidos en el Tachira. ... El andinismo, como actitud de exclusión, es un pecado; pero el antiandinismo cerril de cierta gente del Centro, es pecado también. Yo conozco muchos caraqueños de campanillas y letra menuda, para quienes la Patria no va más allá de Antímano y El Valle. Olvidan ellos que Caracas es resumen y esencia de la nación y se empeñan en mirarla y presentarla como una aldea mejor vestida que las demás poblaciones de la República.” Ibid., pág. 90.
(829) “Tierra de pan y pan, tierra de hartazgo, allí el hambre no tendría derecho a reclinarse, si hubiera un racional sistema de distribución del suelo y si el campesinado tuviese la debida protección del Estado para el desarrollo de sus energías.” Ibid., pág. 198.
(830) “Lo que se miraba era ya Caracas. La Caracas de barrio pobre, donde la gente esconde la miseria en hórridas barracas. A la puerta de las casuchas se asomaban para ver pasar el tren viejas escualidas y tripudos niños.” Ibid., pág. 226.
(831) Recordemos que cuando Mario Briceño-Iragorry fue Secretario del Congreso en la época de Gómez, firmó varias actas ( ) donde se distribuían terrenos baldíos a distintas personas por lo que suponemos que conocía este problema muy bien.
439
baldíos los terrenos de las antiguas comunidades indígenas. ¡Cuántos ricos terratenientes de hoy no han engrosado su fortuna con ganancias merced de aquel despojo! Después conoce usted tanto como yo el atraco de que han sido objeto los pequeños propietarios rurales por sus vecinos poderosos e influyentes.” (832)
Pero el suelo venezolano no sólo había sido distribuido injustamente para el campesino,
sino que estaba siendo vendido a los extranjeros por medio de las concesiones petroleras
(833). El producto de esta venta también era otra fuente de desigualdad social en el país. Una
nueva era de injusticia estaba abriendo el petróleo en Venezuela que había que relatar, como
había relatado ya la injusticia existente en la Colonia protagonizada por el Marqués de Casa
León:
“Como ayer el cacao simbolizó, hasta dar su nombre, a la fuerza económica de la oligarquía colonial, al sancocho de la nueva oligarquía sin papeles se la podrá denominar mañana oligarquía del petróleo. El crudo, negro, maloliente petróleo será, en realidad, el símbolo terrible de la nueva era de la República.” (834)
Todos estos cambios económicos que creaban una mayor injusticia en la Venezuela de los
primeros cincuenta años del siglo XX, estaban amparados por el poder político que era
corresponsable de todos estas injusticias, que se hacían bajo su amparo.
“¿Es acaso responsable de sus propios actos el infeliz policía a quien se ha hecho entender que forma parte de su oficio bañar la mula del Jefe Civil o cuidar la casa de la querida de Ministro? Esos hombres son producto vergonzoso de un hábito que, lejos de procurar enmendar, los mayores se empeñan en mantener ....Mientras no se acabe esa cáfila de bandoleros y mientras el Estado siga siendo el gran dispensador de favores, Venezuela continuará en su papel de mercado de lucro de cuatro vivos y para provecho de los musiúes.” (835)
(832) Ibid., Los Riberas. Vol. 12 pág. 85. (833) También conocía el negocio de las concesiones petroleras, como demuestran las actas que firmó
para su distribución cuando era Secretario del Congreso en la época de Juan Vicente Gómez. Ver anexo págs....
(834) Ibid. Los Riberas. Vol. 12, pág. 345. (835) Ibid., pág. 322.
440
La noción de poder estaba pervertida en Venezuela y parecía siempre justificar los abusos
cometidos contra los más débiles. De esta forma se había invertido el código moral del
Venezolano quien pensaba que:
“El que más tiene más gana y al poderoso se le perdona todo lo malo que hace. El débil es ladrón; el fuerte es listo o inteligente.” (836)
En sus ensayos la luz que puede cambiar este panorama de injusticia es la nueva generación
de jóvenes que se está formando en el país, representada por Vicente Alejo Ribera, que con
un código moral bien definido quiere cambiar la gran diferencia social existente.
“Pero su corazón (el de Vicente Alejo Ribera) se sentía desligado de las convenciones sociales y absolutamente libre, como los tímidos pajarillos o como las aves altaneras, para marcarse su propio rumbo.” (837)
Además este joven logra reparar la afrenta que el padre había hecho a sus hijos bastardos.
Propicia un examen de conciencia que llevaría a Alonso Ribera al arrepentimiento de los
actos injustos cometidos en su vida pasada.
“Yo tengo veinticinco años; tú tienes más de sesenta. Tú eres un pasado que tiene nuevo cuerpo en mí. En la vida soy tu prolongación; soy tú mismo, con una nueva conciencia. Los hombres todos estamos obligados, siquiera una vez en la vida, a hacer un examen de conciencia. Yo quiero ayudarte a hacer el examen que nunca has hecho. Como hijo, soy una oportunidad para que te conozcas a ti mismo.” (838)
En este momento cabría preguntarnos si el arrepentimiento individual de Alfonso Ribera
podría ser suficiente para borrar todos los pecados cometidos por él y por su padre en contra
del pueblo de Venezuela. Habían continuado perpetrando un sistema injusto, que por lo
(836) Ibid., pág. 84. (837) Ibid., pág. 536. Paréntesis nuestro. (838) Ibid., pág. 539.
441
visto el idealismo de los jóvenes no ha podido erradicar todavía.
5.4.7 LA ANGUSTIA DEL RETORNO
Mario Briceño-Iragorry sólo pasa unos pocos meses en Venezuela ante de su muerte. Sin
embargo, a pesar de su dura crítica a esa dictadura, sabía que la caída de este gobierno no
significaba que las fallas del sistema social, económico y político venezolano se acabarían.
¿Se nos permitiría hablar de tiempo histórico a los venezolanos al contemplar los avances
de nuestra cultura, o incluso de causalidad evolutiva?. ¿O la Historia retornaba en nuestro
país, como en las concepciones míticas, de la misma manera una y otra vez, con diferentes
personajes, pero con los mismos acontecimientos? El retorno al mismo sitio donde la
tragedia se había inmovilizado en el tiempo parece haber sido la sensación de este
venezolano recién regresado del exilio.
Los defectos que el venezolano expresaba en su Historia, ya tratados en este capítulo (839)
iban mucho más allá de la existencia de un gobernante o de un sistema político
determinado. Así lo habían afirmado otros escritores de su generación como José Rafael
Pocaterra quien al final de su libro Memorias de un Venezolano de la Decadencia había
escrito:
“Si el ideal del mando en Venezuela es esta siniestra prolongación del desmán disciplinado, si la meta de nuestras luchas, con Gómez o fuera de Gómez, es este culipandeo de mártires o estas hinchazones de importancia que suelen desinflarse como pellejos lamentables en el cuarto de hora rabelesiano o en la intimidad de los bufetes, si la noción de la libertad es la insolencia sin objetivo en la calle y el atropello sin
(839) Ver págs. De este trabajo.
442
correctivo en la casa, la losa que aquí certifica en letra de piedra, el Benemérito General J.V. Gómez está aquí enterrado, es cosa apócrifa: que salió de nuevo al mundo, y entre los grupos que propenden a la catástrofe social, como entre las filas que propugnan por la catástrofe civil, pasa envuelto en el infame prestigio de la dictadura cuyo crimen no radica tanto en serlo como en dejar de serlo después que invirtió todos los valores y consumó y consumió tres generaciones en su complicidad o en su duplicidad.” (840)
Ambos autores tuvieron actitudes políticas a veces diferentes frente a la realidad
venezolana. Estuvieron, en ocasiones en bandos distintos. Briceño-Iragorry a favor de
Gómez, Pocaterra en un período de su vida, abiertamente en contra. Briceño-Iragorry
combatió a Pérez Jiménez, Pocaterra aunque vivió la mayor parte del tiempo de la dictadura
fuera de Venezuela, no estuvo directamente involucrado con la crítica a este dictador. Sin
embargo, las conclusiones de ambos son parecidas: La política en Venezuela había ayudado
a mantener una forma social mucho más profunda, sustentada en una mentalidad irracional,
que alaba al poder como a un fetiche.
Mario Briceño-Iragorry prolonga su búsqueda de esa problemática más profundamente en
la Historia, más allá de la época de Juan Vicente Gómez, al remontarse en ella hasta la
época de la Colonia con su biografía histórica Casa León y su tiempo. (Aventura de un anti-
héroe) ya tratada en este trabajo.
Incluso esa búsqueda aguzó sus sentidos para observar en la supuesta nueva Venezuela que
nacía en el año de 1958, los mismos defectos sobre los cuales había reflexionado tanto:
“Ahijado del fecundo compadrazgo, Marcos Pérez Jiménez parece ya muerto definitivamente, si se juzga el caso por los síntomas adversos que acusa el extraordinario movimiento unitivo que ayer no más lo obligó a dejar a Venezuela. Pero, así muchos crean que
(840) POCATERRA, José Rafael. Obras Selectas.Memorias de un venezolano de la decadencia. Pág. 1355.
443
Pérez Jiménez es un mero fenómeno social, de que ya se liberó definitivamente el país, una severa observación obliga a juzgar que, si bien no en el hecho físico, está , en cambio, vivito y coleando el dictador en las calles de toda Venezuela.” (841)
La Historia continúa su curso, pero aun para aquellos que no creemos que existe el hilo
conductor de la causalidad detrás de ella, estas coincidencias observadas, parecen crearlo.
Probablemente no es la causalidad histórica (842 ) la que existe sino un sistema político-
social que con sus normas implícitas se ha prolongado durante más de quinientos años,
donde los hombres no tienen individualidad, sino que sin saberlo están siempre jugando con
cartas repartidas de antemano. ¿Cómo romperlo? Algunas de las respuestas las da don
Mario Briceño-Iragorry en este trabajo, otras tenemos que irlas buscando nosotros en una
Historia que nos exige cada día más ser creativos y lúdicos en su desenvolvimiento.
(841) BRICEÑO-IRAGORRY, Mario Obras Completas. “Muerte con presencia de Pérez Jimenez” Vol.18,
pág.221, (1958). (842) Con respecto a la causalidad en la Historia contemporánea venezolana Angel Bernardo Viso en Las
Revoluciones Terribles nos dice: “Y si Francois Furet pudo escribir hace dos décadas que “las sociedades que pretenden tener una fundación revolucionaria, en especial si es relativamente reciente, tienen una dificultad particular para escribir su historia contemporánea, la situación de nuestra sociedad es más dramática, pues no se trata únicamente de escribir sino de vivir la historia, y de demostrar, por medio de obras y no de buenas razones, la falsedad de los determinismos que –se pretenden-, pesan sobre nosotros.” pág. 18.
444
6 CONCLUSIONES
6.1. Con respecto a la Historia en el período comprendido entre 1911 y 1935:
6.1.2. La idea de un orden en la Historia, buscada por él con mucha fuerza
durante la época de Juan Vicente Gómez, va ser cuestionada por Mario
Briceño-Iragorry mismo desde la década de los cuarenta. Sin embargo,
pensamos que era la caricatura del orden mantenida por la hipocresía de
los hombres lo que criticaba, no la existencia de un orden sobrenatural,
del cual la Historia humana debía ser reflejo, en lo que seguía las
enseñanzas de su maestro San Agustín.
6.1.3. La Historia de los hombres es una batalla para imponer los valores del
superconsciente sobre los valores del inconsciente para él sinónimos del
alma y del cuerpo. El alma siempre debería dominar al cuerpo. En esta
batalla algunos hombres recibirían el premio de la heroicidad.
6.1.4. Una Historia ordenada tendrá siempre una clase dirigente que impulsará
su destino. Esta idea nace muy temprano en los escritos de Mario
Briceño-Iragorry por influencia de pensadores como Platón y continuará
vigente a lo largo de toda su vida.
6.1.5. Concibe en gran parte la Historia como una tragedia donde existe un
orden definido y claro, y un desarrollo histórico que no cumple los
lineamientos de ese orden.
445
6.1.6. Debido a los puntos antes señalados y a la división de la Historia en dos
campos donde están personificados el bien y el mal, la luz y las tinieblas
Mario Briceño-Iragorry presenta algunos rasgos del historiador
romántico, aunque él descalifique a la Historia romántica en este mismo
período, debido al contenido liberal que esta Historia manifestaba.
6.1.7. Mario Briceño-Iragorry desde esta etapa inicial se muestra partidario de las
concepciones que establecen que se deben cumplir los mandatos de la
sociedad antes que los deseos de los individuos particulares.
6.1.8. La sociedad occidental ha venido privilegiando los valores materiales por
encima de los espirituales, por lo tanto está destinada al fracaso.
6.2. Con respecto a la Historia de Venezuela:
6.2.1. Mario Briceño Iragorry tuvo mucha influencia en sus conceptos de
sociedad y causalidad de los historiadores positivistas venezolanos, en
concreto de Laureano Vallenilla Lanz y Pedro Manuel Arcaya, aunque en
la década de los cincuenta, específicamente en su libro La Hora
Undécima, menospreciara el legado de esta herencia en el pensamiento
venezolano.
6.2.1.1. En cuanto a la posición de los dos autores positivistas mencionados
anteriormente, prefería la existencia de un orden dentro de la sociedad,
antes que la libertad. En torno a este punto existen en el pensamiento
positivista venezolano dos maneras diferentes de enfrentar este problema:
446
una, representada por los ya citados autores y la segunda, expresada
fundamentalmente por José Gil Fortoul y César Zumeta que daba más de
importancia a la libertad individual.
6.2.1.2. Sigue nuestro autor esta primera inclinación en sus estudios de antropología
y etnología de los aborígenes andinos, dedicado uno de ellos al doctor Pedro
Manuel Arcaya.
6.2.1.3. Mario Briceño-Iragorry señala en esta etapa que la labor histórica de su
generación supera a la Historia positivista, porque no sólo hace un estudio de
las fuentes para proporcionar exclusivamente datos, que según él era la tarea
principal ejercida por el historiador positivista, sino que va a realizar además
de este primer paso una interpretación de la realidad venezolana.
6.2.2. La posición de Briceño-Iragorry de 1911 a 1935 estuvo distanciada de los
principios liberales.
6.2.2.1. Los movimientos históricos inspirados en los principios liberales como
fueron la Revolución Francesa y la Autocracia de Antonio Guzmán Blanco
son duramente criticados por Mario Briceño-Iragorry por estas fechas.
Incluso nuestra Independencia no puede ser vista, para él, por los
historiadores como una fructificación de los principios liberales propuestos
por la Revolución Francesa sino como fruto de la semilla de libertad
plantada por los españoles en Venezuela en los Cabildos sobre todo.
447
6.2.2.2. El estudio de la polémica entre Mario Briceño-Iragorry y César Zumeta
demuestra que las disputas entre el pensamiento conservador, representado
por nuestro autor y el pensamiento liberal, representado por Zumeta se
prolongaron en nuestro país hasta bien entrado el siglo XX.
6.2.3. Con respecto al gobierno del General Juan Vicente Gómez:
6.2.3.1. Mario Briceño-Iragorry hizo peticiones personales al General Juan Vicente
Gómez de la misma manera que lo hicieron muchos intelectuales de su
época. En este sentido no fue una excepción histórica sino que aceptó los
beneficios que este régimen pudo brindarle.
6.2.3.2. En muchas de sus opiniones participa de la ideología del régimen gomecista.
6.2.3.2.1 En el ideal de unificación nacional que la dictadura gomecista impulsó y del
cual se hace eco hasta en su última novela Los Riberas.
6.2.3.2.2. En el rechazo total al marxismo característico de ese gobierno.
6.2.3.2.3. En su simpatía hacia ciertos representantes del nazismo
6.2.4. Con respecto a Tapices de Historia Patria las conclusiones son las siguientes:
6.2.4.1. La Historia es la justificación de un orden. Ella no podía estar dominada ni
por el desorden ni por el azar.
6.2.4.2. Mario Briceño-Iragorry considera que existe una continuidad entre la
448
Colonia y la Independencia y no un hiato o separación cualitativa como
expresa César Zumeta.
6.2.4.3. La causalidad del orden de la naturaleza es semejante a la de los procesos
históricos. Existen en este libro muchas metáforas que comparan los
fenómenos naturales con la Historia.
6.2.4.4. La Historia está dirigida por una “oculta causación concreta” orientada hacia
el desenvolvimiento de los valores hispánicos. Por lo tanto todo lo que no
esté de acuerdo con este fin no tiene mucha importancia. Por ejemplo el
papel que el indígena desempeñó en las naciente naciones y la importancia
de la Revolución Francesa como causa de la Independencia. El hilo
conductor de la causalidad es fundamentalmente el Cabildo, organismo
criollo encargado de la continuación de los valores hispánicos en América.
6.2.4.5. La Historia en Hispanoamérica es un juicio donde una de las partes –la
paterna- tiene la inteligencia y la otra –la materna- o no la tiene, o la tiene en
muy escasa medida.
6.2.4.6. Justifica la conquista española en América porque se parece a hechos
históricos del pasado como son las conquistas realizada por el Imperio
Romano y la expulsión de los moros de la Península Ibérica.
6.2.4.7. La defensa de la educación y la cultura colonial era para Mario Briceño-
Iragorry, al igual que para Caracciolo Parra León además de un problema
histórico, un asunto muy ligado a sus convicciones religiosas.
449
6.2.4.8. El libro está inclinado a defender el aporte español en Hispanoamérica por
encima de la objetividad histórica.
6.2.4.9. La recuperación del pasado colonial no fue una actitud aislada de Mario
Briceño-Iragorry, sino de muchos intelectuales hispanoamericanos de su
época. El rescate de la Hispanidad adquirió un tinte valorativo dentro de la
Historia; creó dos tipos distintos de interpretación histórica, acordes con la
visión que el historiador tenía con respecto a la importancia de la hispanidad.
6.2.5. En la Academia de la Historia venezolana existían tres posiciones diferentes
acerca de lo que la Historia significaba y distintos juicios sobre los hechos
históricos concretos:
6.2.5.1. La Historia es una ciencia para los deterministas o positivistas.
6.2.5.2. La Historia es un arte para los románticos.
6.2.5.3. La Historia de Venezuela para algunos debe asumir posiciones propias, no
derivadas de teorías extranjeras, para interpretar los hechos venezolanos,
para otros debía seguirse por los patrones positivistas.
6.2.5.4. La posición de los positivistas enfatiza la importancia del documento
primario.
6.2.5.5. Los escritores católicos ponen en evidencia que para ellos Dios es el único
motor de la Historia.
450
6.2.5.6. Mario Briceño-Iragorry destaca la importancia que para la Historia tienen
las genealogías. Generalmente ellas pertenecen sólo a la clase dominante
derivada de los conquistadores.
6.3. Con respecto a la Historia en el período comprendido entre 1936 y mayo de
1941:
6.3.1. Para Mario Briceño-Iragorry existe una sola verdad pero los hombres
tenemos acceso parcial a ella, por eso nuestras verdades son provisionales y
se enriquecen por medio del diálogo. Las verdades históricas no pueden ser
unilaterales. La Historia es un poliedro irregular.
6.3.1.1. Por eso las tesis son peligrosas dentro del campo de la Historia.
6.3.1.2. En carta a Julián Padrón, Mario Briceño Iragorry admite la importancia de la
Revolución Francesa como causa externa de la Independencia y afirma que
la Colonia debía ser defendida como época histórica aunque no tengamos en
cuenta el signo católico que la caracterizaba.
6.3.2. La Historia es moral cuando incorpora dentro de ella los aciertos y errores
del pasado que puedan estimular por medio de su reflexión una positiva
construcción del presente. Así debe ser la Historia para Mario Briceño-
Iragorry.
6.3.2.1. Piensa el autor que el trabajo histórico ha sido visto, a veces, como una
forma de escape para evadir los problemas difíciles que la realidad plantea.
451
6.3.2.2. Afirma que ha sido historiador a la fuerza porque le hubiera gustado más
trabajar con la problemática venezolana del presente.
6.3.3. En esta etapa de la producción del autor existe una evolución con respecto a
la causalidad positivista porque incorpora en ella elementos de índole
espiritual que pueden alterar el curso natural de los hechos.
6.3.3.1. Sin embargo existen todavía leyes para él dentro del desarrollo histórico
venezolano.
6.3.4. En esta etapa comienza a fructificar en nuestro autor la idea de la solidaridad
que posteriormente se adueñará de todo su pensamiento. La considerará
como virtud indispensable para la realización de la Historia moral.
6.3.4.1. Mario Briceño-Iragorry se hace eco de las ideas de unión entre los países
hispanoamericanos que cultivó nuestro Libertador Simón Bolívar. Lo que
permite la solidaridad entre estos países, es su Historia común.
6.3.4.2. Costa Rica es para Mario Briceño-Iragorry un país social y económicamente
más avanzado que Venezuela para 1936. Sobre todo en lo que se refiere a
comercio, agricultura y ganadería y políticas sociales con respecto al
trabajador y a la educación, por eso su ejemplo puede ser beneficioso para la
planificación del futuro desarrollo de Venezuela.
452
6.3.4.3. Sin embargo, se encuentra sometido a la United Fruit Company,
transnacional que frena el desarrollo de Costa Rica porque corrompe a sus
políticos y entorpece las relaciones entre los países centroamericanos.
6.3.5. Mario Briceño Iragorry se manifiesta en acuerdo con la política del General
Eleazar López Contreras porque tiene una personalidad republicana. Incluso
defiende su política anticomunista.
6.3.5.1. Discute con su amigo Caracciolo Parra León y con otros autores el
significado de los términos izquierda y derecha. Para su amigo la distinción
de estos términos no es genuina en Venezuela sino que es importada de otros
países. En esta ocasión Mario Briceño-Iragorry se define a sí mismo como
inclinado hacia el bando de las derechas -no el de los derechistas
explotadores por supuesto-, y dice también que es anticapitalista y
cooperativista.
6.3.6. En Temas Inconclusos su proposición va a ser claramente democrática. La
democracia necesita que el pueblo venezolano cultive las siguientes
cualidades para poder llegar a ser una realidad: la tolerancia, la laboriosidad
y la honestidad.
6.4. Con respecto a la Historia en el período comprendido entre Mayo del 1941 y
1945:
6.4.1. La Historia no era una disciplina intelectual aislada del devenir venezolano,
sino al contrario podía convertirse en su guía, en un elemento de creación.
453
6.4.1.1. Mario Briceño-Iragorry, en la época de Medina Angarita, está tratando
constantemente de vincular sus ideas históricas con su práctica política y
laboral.
6.4.1.2. El autor pensó que los elementos positivos observados en nuestra Historia
podían orientarse y revitalizarse a través de un sistema político consciente de
su existencia e interesado en conseguirlos en la práctica.
6.4.1.3. El pueblo venezolano no sólo no cuenta con una infraestructura física que
guarde sus huellas, en lo que a archivos se refiere; sino que no tiene
arquetipos que sirvan de ejemplo para orientar su conducta. Esta carencia
intenta cubrirla inicialmente con El Caballo de Ledesma.
6.4.1.4. Los arquetipos y símbolos son fuerzas aliadas de la Historia por ser
expresiones fieles de la totalidad de la cultura que contribuyen a unir a los
integrantes de un pueblo.
6.4.1.5. Para él la cultura se convierte en un camino de perfección, sin moral no
existe cultura, ni crecimiento humano. Para Mario Briceño-Iragorry los
símbolos y arquetipos van a tener, entonces, signo moral.
6.4.1.6. En “La Historia como elemento de creación” (1942), Mario Briceño-
Iragorry expresa que la Historia daba sentido a la existencia del venezolano.
La Historia estaba consustanciada con su manera de ser. Era aliento, fuego
que calentaba y palanca necesaria para planificar la acción futura.
454
6.4.2. La tolerancia, la laboriosidad y la honestidad, virtudes calificadas por él
como democráticas, estuvieron presentes en alto grado en el régimen de
Isaías Medina Angarita.
6.4.2.1. Tanto el presidente Medina como Mario Briceño-Iragorry piensan que el
basamento de la democracia son los partidos políticos, por lo que se
esfuerzan enormemente a través de todo el período presidencial en la
consolidación del Partido Democrático Venezolano.
6.4.2.2. Mario Briceño-Iragorry se pronuncia a favor del voto directo y secreto en las
elecciones venezolanas para elegir Presidente de la República desde su
Discurso de Apertura de las Cámaras como Presidente del Congreso, el 19
de Abril de 1945. Circunstancia que lo aleja del ala conservadora del P.D.V.
6.4.2.3. Mario Briceño-Iragorry permite que el poder Legislativo actúe con
independencia del Ejecutivo, lo que contribuye a alejarlo del Presidente
Medina a partir de Mayo de 1945.
6.4.3. En la Academia de la Historia la discusión giraba en estas fechas en torno al
papel de las ideas dentro del desarrollo histórico. El campo de la Historia y
el campo de las ideas empezaban a ser separados. A veces las ideas cuando
construían a su manera el devenir histórico, más bien lo disfrazaban e
impedían su certera interpretación. Por eso no todos lo historiadores
necesariamente tienen que ser filósofos. Pero los filósofos de la Historia sí
deben ser historiadores.
455
6.4.3.1. La defensa de una idea o de una tesis era totalmente distinta a la labor
cotidiana del historiador. Los argumentos indiscutibles más bien entorpecían
el desenvolvimiento de la labor histórica..
6.4.3.2. Se planteaba ya en el seno de la Academia la necesidad de practicar la
Historia regional.
6.5. Con respecto a la Historia en el período comprendido entre 1946 y 1948:
6.5.1. El historiador que Mario Briceño-Iragorry desea formar debe ser también un
intelectual, no solamente un investigador de archivos, sino aquél que se
distinga por la originalidad de su pensamiento en el campo de la Historia. El
indagador que conoce y explica la verdad. El intelectual debe transmitir
siempre la solidaridad y la concordia.
6.5.2.1. El intelectual orientador del hilo histórico no tiene suficiente libertad en
Venezuela para desempeñar su labor. La vida del intelectual venezolano es
trágica.
6.5.3. Casa León y su tiempo. (Aventura de un anti-héroe) tiene como objetivo
fundamental caracterizar negativamente y condenar a un grupo específico de
la sociedad venezolana, la Oligarquía. Para Mario Briceño-Iragorry la
Historia absuelve o condena.
6.5.4. El Regente Heredia tiene para Mario Briceño-Iragorry la condición de
456
historiador reflejada fundamentalmente en el don vatídico, además de tener
temperamento filosófico.
6.5.4.1. El pueblo venezolano aprenderá desde los inicios de la vida republicana a
irrespetar las leyes, orientado por hombres que supuestamente las
representan. Después de la Revolución de Independencia quedó
definitivamente rota la tradición de juricidad ejercida por las Audiencias
españolas.
6.5.4.2. El Regente Heredia se niega a rendirse ante la causalidad histórica de los
hombres necesarios y nos demuestra con su conducta la posibilidad de otra
actitud basada fundamentalmente en los Evangelios. La solidaridad
violenta la causalidad histórica por medio del amor.
6.5.5. La interpretación de la guerra de la Federación del narrador en Vida y
papeles de Urdaneta el joven es la siguiente: Este movimiento no cumple
con sus objetivos y aborta los ideales de todo un pueblo que derramó su
sangre inútilmente por una Venezuela mejor.
6.5.5.1. La Guerra de la Federación fue para la figura principal de este trabajo,
Rafael Guillermo Urdaneta, la continuación de los ideales truncados por la
Guerra de Independencia.
6.5.6. Con respecto al trienio acción democratista:
6.5.6.1. Mario Briceño-Iragorry no corrió con la suerte de otros medinistas que
457
salieron al exilio porque prometió no comprometerse nuevamente en política
ni revivir el ideario político del gobierno derrocado de Medina. Iba a
dedicarse solamente a trabajar como intelectual, labor que llevó a cabo de
manera ejemplar.
6.5.6.2. En su carta a Andrés Iduarte escrita después de la caída del gobierno de
Acción Democrática, el 23 de Marzo de 1949, afirma que el gobierno del
partido Accion Democrática había convertido a Venezuela en un gran
“Manicomio”.
6.5.6.3. La Historia en la Academia en este período en el cual se expresan
fundamentalmente los compañeros de generación de Mario Briceño-
Iragorry.
6.5.6.3.1. La tolerancia va a ser uno de los principios fundamentales que debe ser
practicado en la Academia.
6.5.6.3.2. La Historia lejos de ser un estudio erudito, no comprometido, perteneciente
sólo a las Bibliotecas, está amasada con la emoción de la reconstrucción del
presente.
6.5.6.3.3. La coyuntura histórica de esos años plantea nuevamente a la Historia de
Venezuela como una hazaña de libertad porque nuestro país debe defenderse
de los explotadores extranjeros de la riqueza petrolera de la misma manera
que defendió su suelo de los piratas que apetecían oro y perlas en la Colonia
y de los españoles en la época de la Independencia.
458
6.5.6.3.4. Debemos replantearnos cómo amar a la patria.
6.5.6.3.5. Desde la Academia se plantean nuevos campos para el ejercicio del saber
histórico porque hasta ese momento éste había estado concentrado nada más
en el área política.
6.6. Con respecto a la Historia en el período comprendido entre 1949 y 1952:
6.6.1. La Historia es la forma más sutil y tal vez más difícil de solidaridad, porque
no cuenta con la vinculación estrecha que vivir el mismo tiempo histórico
puede crear entre los hombres. La solidaridad histórica expresa lo que ha
quedado de esa virtud después que el tiempo ha intentado borrarla con la
muerte.
6.6.2. Para Mario Briceño-Iragorry, además de contar con la Historia, para definir
un pueblo debe tenerse muy en cuenta la tradición que funde parte del saber
histórico con los sentimientos del pueblo, de allí la fuerza mágica de ésta.
6.6.3. La urgencia de coherencia e integración histórica lo lleva a formular la
necesidad de un canon histórico acorde a los valores de la cultura.
6.6.4. Con respecto a la solidaridad:
6.6.4.1. El tratamiento fecundo de este tema proviene de su intensa creencia religiosa
y de su formación católica.
6.6.4.2. El término solidaridad social significa que para él tiene mayor importancia la
459
colectividad que el individuo.
6.6.4.3. Para Mario Briceño-Iragorry la idea de igualdad estaba supeditada a otra
más importante, la de solidaridad social. Una sociedad que permitía la
igualdad de oportunidades a sus individuos no debía preocuparse porque
éstos se desigualaran en el camino de su Historia personal.
6.6.5. Con respecto a la Historia de Venezuela:
6.6.5.1. El concepto de igualdad que poseía el venezolano trajo enormes tensiones a
la sociedad porque él se identificó más con el querer sin medida del hombre
venezolano que con su deber ser; lo que trajo como consecuencia la anarquía
y la posterior búsqueda del orden social por medio de la fuerza,
personificada en el gendarme necesario.
6.6.5.2. La Historia es un arma defensiva que cree y fomenta la solidaridad hacia lo
nuestro por lo que impide que los valores de otras culturas destruyan los
propios.
6.6.5.3. El término venezolanidad es tal vez uno de los ejes fundamentales para
explicar el pensamiento histórico de Mario Briceño-Iragorry. Venezuela es
además de su centro de reflexión fundamental, su pasión más importante.
6.6.5.4. En su Historia pasada Venezuela había comprobado ser una potencia
agrícola. Sin embargo, ha perdido su poder por el descuido y el desamor
que ha manifestado el Estado y el hombre hacia los campos. Como
460
consecuencia el venezolano ha pasado a depender de otras potencias. No se
autoabastece, tiene que importar lo que necesita para vivir. Y así el Estado
tiene que convertirse en un potenciador de la actividad agrícola.
6.6.5.5. Mario Briceño-Iragorry posee una visión negativa de la situación que el
petróleo ha generado en Venezuela. Situación que la ha sumido en una
decadencia moral y ha convertido al venezolano en un ser improductivo.
6.6.6. Con respecto a la Junta de Gobierno presidida por Carlos Delgado
Chalbaud:
6.6.6.1. Mario Briceño-Iragorry acepta la designación de Embajador en Colombia
desde febrero hasta julio de 1950. Manifestó una gran solidaridad hacia los
liberales colombianos que estaban siendo agredidos por el partido
conservador en la llamada época de la violencia. Concede la visa de asilo
político en Venezuela a los colombianos que así se lo solicitan.
6.6.6.2. Sin embargo, nuestro autor representaba al gobierno de Delgado Chalbaud
de tendencia más conservadora por lo que Mario Briceño-Iragorry no pudo
sino desempeñar un papel de testigo silente en ese momento frente la
situación que se desencadenaba ante sus ojos.
6.6.6.3. Mario Briceño-Iragorry cree inicialmente que la Junta de Gobierno presidida
por Carlos Delgado Chalbaud significaba un cambio positivo para
Venezuela, pero luego se decepciona porque piensa que no ha seguido los
pasos necesarios para la reconstrucción de la democracia.
461
6.6.7. Con respecto a la Academia: El abogado como estudioso de la Historia de
Venezuela ha jugado un papel relevante en el análisis y producción de ésta.
Muchos de los Miembros de la Academia Nacional de la Historia como
Mario Briceño-Iragorry tenían esa profesión, y sacaban muchas de sus
conclusiones históricas de los expediente jurídicos.
6.7. Con respecto a la Historia en el período comprendido entre 1953 y 1958:
6.7.1. La Historia es uno de los soportes o pilares que lo ayudan a sobrellevar la
angustia que siente por Venezuela, Hispanoamérica y el mundo en estos
cinco años.
6.7.2. La Historia contribuye a definir el componente ontológico.
6.7.3. La Historia es alimento pero también conciencia. Esta última es el nutriente
del proceso histórico. Sólo el acto de hacer conciencia permite que la
realidad se convierta para Mario Briceño-Iragorry en algo mejor.
6.7.4. La Historia que más llama la atención en esta época de su vida es la Historia
pequeña y sutil, cargada de afectos y llena de anécdotas. Ella puede incluso
ser comunicada a través de géneros ficcionales como lo realiza él mismo
magistralmente en Los Riberas.
6.7.5. Con respecto a la Historia de Venezuela:
6.7.5.1. Nuestro Libertador, Simón Bolívar, pasa a ser en esta época el símbolo
aglutinador de la nacionalidad. Debemos practicar los valores que la Guerra
462
de Independencia nos legó para mantenernos erguidos e impedir que la
reciente potencia mundial, los Estados Unidos de Norteamérica, nos
colonice y nos robe nuestra independencia.
6.7.5.2. La dictadura de Juan Vicente Gómez era históricamente más justificable que
la dictadura perezjimenista porque la primera es muestra del fenómeno del
caudillismo en Venezuela. La dictadura de Pérez Jiménez era un fenómeno
absolutamente lamentable porque este personaje no era un caudillo. Para
Mario Briceño-Iragorry el fenómeno del caudillismo se había superado
totalmente en la Historia de Venezuela.
6.7.5.3. Descalifica, como ya acotamos anteriormente, el aporte de la generación
positivista a la Historia del pensamiento venezolano, porque además de
haber creado la teoría del gendarme necesario, desterró, según él, el
basamento católico que lo había caracterizado.
6.7.5.4. Para él la generación del 28, aunque semifrustrada, trató de resolver los
males de la realidad venezolana.
6.7.5.5. La fecha del 18 de Octubre de 1945 no aparece como un hecho
independiente en la Historia de Venezuela, sino asociada a la similitud que
tuvo ésta con la del 24 de noviembre de 1948 y el 2 de diciembre de 1952 en
las que el ejército había irrespetado las decisiones de los civiles y había
demostrado su ambición de quedarse en el poder.
463
6.7.5.6. Los gobiernos de Eleazar López Contreras e Isaías Medina Angarita
merecen en este último período de su vida, grandes elogios de su parte. Ellos
habían iniciado para él un desarrollo democrático que colapsó por el golpe
militar del 18 de Octubre de 1945.
6.7.6. Con respecto a la angustia:
6.7.6.1. A partir de 1953 se va a enriquecer la reflexión acerca del tema de la
angustia en Mario Briceño-Iragorry. Para él la angustia es uno de los
principales atributos del ser, que gracias a sus efectos en él puede convertir a
la Historia en una experiencia creadora.
6.7.6.2. La angustia por Venezuela:
6.7.6.2.1. Se debe en primer lugar a que por numerosos motivos el nacionalismo
venezolano está siendo aniquilado por intereses foráneos con la complicidad
de las clases dominantes venezolanas.
6.7.6.2.2. Este peligro se enfrentaría con la elaboración de una teoría de la
nacionalidad que le permitiera encontrar al pueblo su verdadera misión
dentro de la Historia.
6.7.6.2.3. Sin embargo, el pueblo venezolano se encuentra en crisis, no tiene objetivos
claros y no sabe hacia dónde camina.
6.7.6.2.4. La elaboración de esa teoría exige un análisis introspectivo en el cual los
464
defectos de los venezolanos se hagan explícitos. Una vez diagnosticados
caminaríamos hacia su posible solución.
6.7.6.3. La angustia por Hispanoamérica:
6.7.6.3.1. Mario Briceño-Iragorry siente angustia porque observa en Hispanoamérica
una mentalidad de colonia que impide visualizar, analizar y solucionar los
problemas en función de sus necesidades y deseos.
6.7.6.3.2. La idea de Panamericanismo impartida desde Washington es una falacia que
enmascara la ambición de esa potencia.
6.7.6.3.3. La mejor manera de lograr la unión entre los países hispanoamericanos era
fomentando el nacionalismo de cada uno de ellos de forma de encontrar sus
esencias particulares. En este proceso se clarificaría la comunidad de
intereses y valores de Hispanoamérica frente al resto de las culturas y países,
caracterizados sobre todo por el Hispanismo.
6.7.6.4. La angustia por un mundo capitalista.
6.7.6.4.1. Respondiendo a su condición de pensador social no cae en los
maniqueísmos transmitidos por los medios de comunicación social
capitalistas quienes consideran que los males del mundo de la postguerra
eran responsabilidad de la teoría y praxis del marxismo.
465
6.7.6.4.2. Piensa que no existe en el mundo una táctica adecuada para combatir el
materialismo marxista. La única estrategia para él consistía en eliminar la
abismal diferenciación social existente entre los hombres.
6.7.6.4.3. A la sociedad capitalista, materialista y corrompida le quedaba poco tiempo
de vida, según él.
6.7.7. Con respecto al Estado:
6.7.7.1. Pensaba que debía existir un Estado fuerte que centralizara las actividades de
la nación y de la cultura.
6.7.7.2. Con respecto al estado venezolano, en la época de General Marcos Pérez
Jiménez:
6.7.7.3. El estado venezolano había tomado en la época de Pérez Jiménez un rumbo
equivocado. Si el estado venezolano no tenía rumbo tampoco la Historia lo
tenía. La Historia no podía definir el permanente ontológico venezolano.
Esta dictadura representó para él una ruptura significativa de nuestro proceso
histórico.
6.7.7.4. Con respecto al joven y la Universidad:
6.7.7.4.1. El estudiante u hombre nuevo modificará el rumbo de la Historia
venezolana.
6.7.7.4.2. Para ello el joven venezolano debe abandonar su aprecio por los valores
466
materiales y aprender a resistir al poder corrompido, acostumbrarse al
diálogo, y a sentir y conocer el país.
6.7.7.4.3. La Universidad es la encargada de diseñar las pautas morales más
convenientes para la nación porque es allí donde los sectores más destacados
de la población producen ideas, conocimientos y patrones morales.
6.7.7.4.4. La Universidad debía enseñar los valores universales provenientes de las
fuentes de la cultura occidental , entre la que destaca la raíz cristiana de ella.
6.7.8. Estado, Cultura e Historia estaban para Briceño-Iragorry muy estrechamente
relacionados, porque debían teorizar y proceder con el sello de los mismos
valores.
6.7.9. Con respecto a la religión:
6.7.9.1. Mario Briceño-Iragorry da hasta el final de su vida testimonio de que Dios
es el único fin de la Historia. Para que la angustia interior del hombre
pudiera canalizarse, convertirse en creadora y no terminar en la locura
debíamos seguir el método de introspección propuesto por San Ignacio de
Loyola.
6.7.9.2. No tuvo nuestro autor en general una buena opinión del clero venezolano
porque éste para él había estado más cerca del poder y del dinero que de las
clases necesitadas.
467
6.7.9.3. Expresa que existe sólo una élite pequeña de sacerdotes bien formados para
la época de los cincuenta. Estos defectos mencionados, aunque muy graves,
eran pasajeros. Sólo atribuibles a los hombres que transitoriamente dirigían
la Iglesia.
6.8. Con respecto al regreso a Venezuela en 1958:
6.8.1. El retorno al mismo sitio donde la tragedia se había inmovilizado en el
tiempo fue el sentimiento predominante de Mario Briceño-Iragorry, cuando
regresó del exilio.
6.8.2. La política había ayudado a fortalecer una forma social mucho más
profunda, sustentada en una mentalidad irracional que alaba generalmente al
poder como a un fetiche.
6.8.3. Pensamos nosotros que además de tener en cuenta las respuestas que da
Mario Briceño-Iragorry a la Historia venezolana en este trabajo debemos
seguir buscándolas en nuestra Historia que nos exige ser cada día más
creativos y lúcidos en la actuación, discusión y comprensión de la misma.
6.9. Conclusiones acerca de la causalidad:
6.9.1. La noción de causalidad estuvo presente en la labor historiográfica de Mario
Briceño Iragorry. La Historia tenía un mismo principio y fin del que no era
posible apartarse a menos que uno eligiera el camino del mal. De allí la
certeza que tiene al final de su vida de que el proyecto histórico venezolano
468
había fracasado porque no había incorporado dentro de su desarrollo ni al
orden ni a la solidaridad, ideas y sentimientos exhaustivamente relacionados
a su producción histórica en los distintos períodos de su vida estudiados en
este trabajo. Si no existe causalidad histórica no podemos hablar del éxito o
fracaso de un pueblo.
6.9.2. Sin embargo, el fracaso humano no es para Mario Briceño-Iragorry una
realidad definitiva, la única realidad definitiva es Dios, por lo tanto los
pueblos pueden transformar en creativo su propio fracaso para continuar su
desenvolvimiento histórico.
6.9.3. Esta creencia en la causalidad nacida en parte de su iniciación en la filosofía
positivista, lo distancia de algunos pensadores contemporáneos como Karl
Popper en su libro La miseria del historicismo que considera a la idea de
causalidad como un obstáculo que impide el desarrollo de los pueblos y de la
mente humana porque le fija límites y barreras inexistentes.
6.9.4. El pensamiento de Don Mario estuvo contaminado de lo que este filósofo
llama historicismo y de los defectos que esta interpretación de la Historia
conlleva, pero a través de este trabajo no pudimos dejar de preguntarnos el
por qué lejos de mostrarse falaces muchas de las aseveraciones históricas de
Mario Briceño-Iragorry acerca de la Historia venezolana y en ciertos casos
de la mundial no dejan de mostrar el don vatídico que siempre este autor le
exigió al historiador.
469
6.9.5. El don vatídico no proviene de la existencia de una causalidad dentro de la
Historia sino a nuestro modo de ver de la permanencia de un sistema
socioeconómico con reglas fijas que se ha mantenido por más de quinientos
años. Como consecuencia a un observador agudo, estudioso y con capacidad
de reflexión no le será difícil predecir dentro de este sistema el próximo
paso, de allí la capacidad de predicción de algunos historiadores, en concreto
de Mario Briceño-Iragorry. El creía en la causalidad y en la existencia del
historiador que podía adivinarla, nosotros creemos que él, había desarrollado
las destrezas para la comprensión de un sistema social complejo, pero
bastante estático, que permitía la predicción segura.
470
7. BIBLIOGRAFÍA
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Miraflores, 19 de Febrero de 1942..
...... Correspondencia a Mario Briceño-Iragorry. Archivo Histórico de Miraflores,
Miraflores, 19 de Febrero de 1942
.... Correspondencia a Mario Briceño-Iragorry. Archivo Histórico de Miraflores,
Miraflores, 16 de diciembre de 1943.
..... Correspondencia a Mario Briceño-Iragorry. Archivo Histórico de Miraflores,
Miraflores, 10 de Junio de 1944.
..... Correspondencia a Mario Briceño-Iragorry. Archivo Histórico de Miraflores,
Miraflores, 12 de Julio de 1944.
..... Correspondencia a Mario Briceño-Iragorry. Archivo Histórico de Miraflores,
Miraflores, 2 de noviembre de 1944.
..... Correspondencia a Mario Briceño-Iragorry. Archivo Histórico de Miraflores,
Miraflores, 9 de noviembre de 1944.
..... Correspondencia a Mario Briceño-Iragorry. Archivo Histórico de Miraflores,
Miraflores, 23 de enero de 1945.
..... Correspondencia a Mario Briceño-Iragorry. Archivo Histórico de Miraflores,
Miraflores, 31 de enero de 1945.
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Miraflores, 2 de Febrero de 1945.
..... Correspondencia a Mario Briceño-Iragorry. Archivo Histórico de Miraflores,
Miraflores, 14 de febrero de 1945.
..... Correspondencia a Mario Briceño-Iragorry. Archivo Histórico de Miraflores,
Miraflores, 23 de abril de 1945.
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7.1. ARCHIVOS
ARCHIVO HISTORICO DE MIRAFLORES. CARACAS, VENEZUELA.
ARCHIVO DEL MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES. CARACAS, VENEZUELA.
ARCHIVO GENERAL DE LA NACION. CARACAS, VENEZUELA.
ARCHIVO PARROQUIAL DE TRUJILLO. TRUJILLO, VENEZUELA.
ARCHIVO GENERAL DE INDIAS. SEVILLA, ESPAÑA.
7.2. BIBLIOTECAS
BIBLIOTECA PEDRO GRASES DE LA UNIVERSIDAD METROPOLITANA. CARACAS, VENEZUELA.
BIBLIOTECA DE LA UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA. CARACAS, VENEZUELA.
INSTITUTO AUTONOMO DE BIBLIOTECA NACIONAL, SERVICIO DE LIBROS RAROS Y MANUSCRITOS. CARACAS, VENEZUELA.
ACADEMIA DE LA HISTORIA: BIBLIOTECA Y HEMEROTECA. CARACAS, VENEZUELA.
500
BIBLIOTECA DEL CENTRO HISTORICO DE LA CIUDAD DE TRUJILLO. TRUJILLO, VENEZUELA.
BIBLIOTECA DEL INSTITUTO DE INVESTIGACIONES HISTORICAS. UNIVERSIDAD CATOLICA ANDRES BELLO. CARACAS, VENEZUELA.
BIBLIOTECA Y HEMEROTECA DE LA FUNDACION MARIO BRICEÑO IRAGORRY. CARACAS, VENEZUELA.
BIBLIOTECA DEL CENTRO DE POSTGRADO EN HISTORIA DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MEXICO. MEXICO.
BIBLIOTECA DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MEXICO. MEXICO.
BIBLIOTECA DEL COLEGIO DE MEXICO. MEXICO.
BOSTON LIBRARY. BOSTON, USA.