2
El misterio de la Santísima Trinidad 5. Hemos de alabar a la Santísima Trinidad Por la fe nos damos cuenta de que ser cristianos es algo maravilloso. Dios nos ama de una manera increíble: nos ha creado por amor, nos ha redimido de nuestros pecados muriendo por nosotros, vive en nuestra alma en gracia, y nos tiene preparado -si somos fieles- un cielo eterno. Nos ha dejado la Iglesia y los sacramentos para que podamos fácilmente saber lo que hemos de hacer y vivir siempre como buenos cristianos, siendo cada día más santos. Hemos de corresponder a tanto amor, y la vida cristiana tiene que ser una continua alabanza a la Trinidad. Profesamos la fe en la Santísima Trinidad cuando nos signamos y persignamos, diciendo "en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo"; al rezar el "Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo"; cuando rezamos el Gloria o el Credo en la Santa Misa, y al final de la Plegaria eucarística. Hemos de procurar rezar estas oraciones y alabanzas a la Trinidad con fe viva y consciente, de modo que toda nuestra vida sea una continua alabanza a Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo. 3. Inhabitación de la Trinidad en el alma en gracia Aunque no es fácil de explicar, es una verdad que nos llena de alegría saber que el hombre que vive en gracia es templo vivo de la Trinidad Beatísima (cfr. Juan 14,23). Desde el día de nuestro bautismo, si no rechazamos a Dios por el pecado mortal, está en nuestra alma Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo. Tenemos a Dios dentro de nosotros para santificarnos, para ayudarnos, para estar con nosotros, porque nos ama. Podemos hablar con la Trinidad Beatísima, sabiendo que nos escucha y atiende nuestras súplicas. Esto lo sabemos por la fe y, aunque no lo veamos ni lo sintamos, es verdad. Cuando estamos en gracia ¡somos templo de Dios! 4. En el cielo veremos a la Santísima Trinidad Aquí en la tierra sabemos que Dios está en nuestra alma en gracia, y que la vida cristiana es una lucha para evitar el pecado. Si somos fieles y nos esforzamos por amar a Dios cada vez más, nos concederá lo más grande que podemos alcanzar: verle cara a cara, tal como es. El gran premio del cielo consiste en ver a Dios, contemplar, alabar, amar y gozar por toda la eternidad a la Trinidad Beatísima. Toda la grandeza, toda la hermosura, toda la bondad de Dios se vuelca sobre esta pobre criatura que somos cada uno de nosotros. En el monte Sinaí Moisés pidió ver el rostro de Dios, y el Señor le respondió que ningún hombre puede verle sin morir. No obstante, en el cielo el alma tendrá la posibilidad de ver lo que Moisés quiso ver en la tierra: la majestad de Dios. PROPÓSITOS DE VIDA CRISTIANA 1. Considerar que la Santísima Trinidad -Dios mismo- está en el alma en gracia, y que vivir en gracia es lo único verdaderamente importante. 2. Perseverar en las visitas al Santísimo Sacramento y en la oración personal. ____________ “Dijo Dios a Moisés: «Yo soy el que soy.» Y añadió: «Así dirás a los israelitas: "Yo soy" me ha enviado a vosotros.»” Éxodo 3, 14 ____________ «Dios no es soledad, sino comunión perfecta» Benedicto XVI _____________________________________

Ficha 10 - Santísima Trinidad

Embed Size (px)

DESCRIPTION

catequesis para adultos sobre el misterio de la santísima trinidad

Citation preview

  • El misterio de la Santsima Trinidad

    5. Hemos de alabar a la Santsima Trinidad

    Por la fe nos damos cuenta de que ser cristianos es algo

    maravilloso. Dios nos ama de una manera increble: nos

    ha creado por amor, nos ha redimido de nuestros

    pecados muriendo por nosotros, vive en nuestra alma

    en gracia, y nos tiene preparado -si somos fieles- un

    cielo eterno. Nos ha dejado la Iglesia y los sacramentos

    para que podamos fcilmente saber lo que hemos de

    hacer y vivir siempre como buenos cristianos, siendo

    cada da ms santos. Hemos de corresponder a tanto

    amor, y la vida cristiana tiene que ser una continua

    alabanza a la Trinidad.

    Profesamos la fe en la Santsima Trinidad cuando nos

    signamos y persignamos, diciendo "en el nombre del

    Padre y del Hijo y del Espritu Santo"; al rezar el "Gloria

    al Padre y al Hijo y al Espritu Santo"; cuando rezamos

    el Gloria o el Credo en la Santa Misa, y al final de la

    Plegaria eucarstica. Hemos de procurar rezar estas

    oraciones y alabanzas a la Trinidad con fe viva y

    consciente, de modo que toda nuestra vida sea una

    continua alabanza a Dios Padre, Dios Hijo y Dios

    Espritu Santo.

    3. Inhabitacin de la Trinidad en el alma en gracia

    Aunque no es fcil de explicar, es una verdad que

    nos llena de alegra saber que el hombre que vive en

    gracia es templo vivo de la Trinidad Beatsima (cfr.

    Juan 14,23). Desde el da de nuestro bautismo, si no

    rechazamos a Dios por el pecado mortal, est en

    nuestra alma Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espritu

    Santo.

    Tenemos a Dios dentro de nosotros para

    santificarnos, para ayudarnos, para estar con

    nosotros, porque nos ama. Podemos hablar con la

    Trinidad Beatsima, sabiendo que nos escucha y

    atiende nuestras splicas. Esto lo sabemos por la fe

    y, aunque no lo veamos ni lo sintamos, es verdad.

    Cuando estamos en gracia somos templo de Dios!

    4. En el cielo veremos a la Santsima Trinidad

    Aqu en la tierra sabemos que Dios est en nuestra

    alma en gracia, y que la vida cristiana es una lucha

    para evitar el pecado. Si somos fieles y nos

    esforzamos por amar a Dios cada vez ms, nos

    conceder lo ms grande que podemos alcanzar:

    verle cara a cara, tal como es. El gran premio del

    cielo consiste en ver a Dios, contemplar, alabar,

    amar y gozar por toda la eternidad a la Trinidad

    Beatsima. Toda la grandeza, toda la hermosura,

    toda la bondad de Dios se vuelca sobre esta pobre

    criatura que somos cada uno de nosotros.

    En el monte Sina Moiss pidi ver el rostro de Dios,

    y el Seor le respondi que ningn hombre puede

    verle sin morir. No obstante, en el cielo el alma

    tendr la posibilidad de ver lo que Moiss quiso ver

    en la tierra: la majestad de Dios.

    PROPSITOS DE VIDA CRISTIANA

    1. Considerar que la Santsima Trinidad -Dios

    mismo- est en el alma en gracia, y que vivir

    en gracia es lo nico verdaderamente

    importante.

    2. Perseverar en las visitas al Santsimo

    Sacramento y en la oracin personal.

    ____________

    Dijo Dios a

    Moiss: Yo soy

    el que soy. Y

    aadi: As

    dirs a los

    israelitas: "Yo

    soy" me ha

    enviado a

    vosotros.

    xodo 3, 14

    ____________

    Dios no es soledad, sino comunin perfecta

    Benedicto XVI

    _____________________________________

    _

  • #1

    COMPENDIO DEL CATECISMO, 44.

    Cul es el misterio central de la fe y

    de la vida cristiana?

    El misterio central de la fe y de la vida cristiana

    es el misterio de la Santsima Trinidad. Los

    cristianos son bautizados en el nombre del Padre

    y del Hijo y del Espritu Santo.

    INTRODUCCIN

    El secreto divino ms importante de la fe que

    Jesucristo nos revel, es el misterio de la

    Santsima Trinidad. Jess habl de su Padre, que

    es Dios; del Espritu Santo, que tambin es Dios;

    y afirm que l y el Padre son una misma cosa

    (Juan 10,30), porque es el Hijo de Dios. El Padre,

    el Hijo y el Espritu Santo son un nico Dios -no

    tres dioses- porque tienen la misma naturaleza

    divina, aunque son tres Personas realmente

    distintas.

    Que Dios es uno en esencia y trino en personas

    es la revelacin de su vida ntima, el ms grande

    y profundo de todos los misterios; a la vez es el

    misterio fundamental de nuestra fe y nuestra

    vida cristiana. Hemos de procurar conocerlo y

    vivirlo! El Credo o Smbolo es la explicacin del

    misterio trinitario: lo que es Dios y lo que ha

    hecho por sus criaturas al crearlas, al redimirlas y

    al santificarlas.

    IDEAS PRINCIPALES

    1. La Trinidad, misterio de un solo Dios y tres

    Personas realmente distintas

    Los misterios nunca podremos comprenderlos

    porque nosotros somos limitados y nos superan; sin

    embargo hemos de intentar conocerlos cada vez

    mejor, para que nuestra fe sea firme y operativa.

    El misterio de la Santsima Trinidad consiste en que

    en Dios hay una sola esencia y tres personas

    distintas: Padre, Hijo y Espritu Santo, cada una de

    las cuales es Dios, sin ser tres dioses sino un solo y

    nico Dios.

    Podemos comparar este misterio con el sol: el sol

    est en el cielo y produce luz y calor; la luz y el calor

    no son distintos del sol. Pues algo parecido es la

    Trinidad: el Hijo y el Espritu Santo son iguales en

    naturaleza al Padre, pero son un solo Dios. El Padre

    es Dios, el Hijo es Dios, y el Espritu Santo es Dios.

    Tres Personas y un solo Dios.

    2. La Revelacin, obra de la Trinidad

    Todas las cosas creadas las ha hecho Dios, Uno y

    Trino. Dios cre el mundo, aunque la creacin se

    atribuya al Padre; Dios realiz la Redencin, aunque

    slo la segunda Persona - el Hijo- se hizo hombre y

    muri en la cruz; Dios nos santifica, aunque la

    santificacin la atribuimos al Espritu Santo. De ah

    que, cuando agradecemos a Dios todo lo que ha

    hecho con nosotros, tenemos que dar gracias a Dios

    Padre, a Dios Hijo y a Dios Espritu Santo.

    EL MISTERIO DE LA SANTSIMA

    TRINIDAD

    NSTRA. SRA. DE GUADALUPE MAYO 2015

    Compendio del Catecismo Cul es el

    designio de Dios para el hombre?

    Dios, infinitamente perfecto y bienaventurado

    en s mismo, en un designio de pura bondad ha

    creado libremente al hombre para hacerle

    partcipe de su vida bienaventurada. En la

    plenitud de los tiempos, Dios Padre envi a su

    Hijo como Redentor y Salvador de los hombres

    cados en el pecado, convocndolos en su

    Iglesia, y hacindolos hijos suyos de adopcin

    por obra del Espritu Santo y herederos de su

    eterna bienaventuranza.

    Ser cristiano: pertenecer a una familia

    Al nacer formamos parte de una familia que nos

    da el nombre y apellidos; en esa familia

    nacemos, crecemos y desarrollamos nuestras

    capacidades naturales. El bautismo produce en

    nosotros un segundo nacimiento esta vez a la

    vida sobrenatural de la gracia, que nos hace

    cristianos y nos introduce en la gran familia de

    la Iglesia. Los bautizados somos y nos llamamos

    cristianos. se es nuestro nombre. Como los

    primeros discpulos de Cristo: Pedro, Santiago,

    Juan..., tambin nosotros somos discpulos de

    Cristo.

    Del mismo modo que estamos orgullosos de

    pertenecer a nuestra familia, en donde

    aprendemos muchas cosas, hemos de estarlo

    por pertenecer a la familia de la Iglesia. La

    Iglesia nos ensea tambin muchas cosas, que

    adems son las ms importantes, las nicas

    verdaderamente importantes.

    IDEAS PRINCIPALES

    1. Para qu estamos en la Tierra?

    Hay personas que se preguntan para qu estn

    en la tierra, para qu han nacido, y nadie se lo ha

    explicado. Los cristianos seguidores de

    Jesucristo tenemos la suerte de conocer estas

    cosas. Jesucristo las predic y la Iglesia las

    ensea. La doctrina de Jesucristo o doctrina

    cristiana da respuesta a las preguntas

    fundamentales. Y las preguntas fundamentales

    que los hombres nos hacemos son: de dnde

    vengo, quin soy, hacia dnde voy.

    2. De dnde venimos?

    La doctrina cristiana dice que Dios ha creado

    libremente al hombre para que tenga parte en su

    vida bienaventurada, es decir, en su misma

    felicidad. Cada hombre ha sido creado por Dios,

    con la cooperacin de sus padres. Por eso, a la

    pregunta de dnde venimos, se contesta:

    venimos de Dios.

    NSTRA. SRA. DE GUADALUPE ABRIL 2015

    EL FIN DEL HOMBRE: DAR GLORIA A DIOS, CONOCERLE

    Y AMARLE

    #6

    Donde est el amor hay una trinidad: uno que

    ama, uno que es amado y uno que es el amor.

    SAN AGUSTN

    #10