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SOBRE FLORA Y FAUNA CADAVERICA
FACULTAD DE MEDICINA UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES
MEDICINA LEGAL Y DEONTOLOGÍA MÉDICA
INTEGRANTES:ABALONE, PAOLA GIMENAMICHALZUCK, ANGELINA LORELEY
Lunes, 18 de octubre de 2010
Indice
Introducción y reseña histórica ....................................................................4
Tanatologia ..................................................................................................7
Historia de la entomologia forense .............................................................8
Objetivos de la entomologia forense..........................................................12
Sustancias atrayentes................................................................................22
Entomofauna..............................................................................................24
Fauna cadavérica hídrica ..........................................................................25
Flora cadavérica ........................................................................................28
Casos.........................................................................................................28
Conclusión.................................................................................................35
Bibliografía.................................................................................................39
Introducción
La muerte es ese gran misterio de la vida y ninguna persona deja
de preguntarse por ella.
El hombre primitivo la concebía como resultante de un acto violento
entre los hombres, las fieras o como consecuencia de fenómenos
meteorológicos.
Los egipcios afirmaban que la muerte se producía por el “cese de la
respiración a la que seguía la detención del corazón…” ( Papiro de
ebers siglo XVI A.C.)
Alcmeon de crotona, estableció la diferencia entre vida y muerte,
diciendo que la muerte consistía en la perdida de armonía, con
desaparición total de la sangre, principalmente en el cerebro.
Para Galeno, muerte era” la postración total de la naturaleza y la
extinción del calor natural” ( Galeno 200 a 129 A.C.)
En 1902 Lacassagne, la define como el “cese de las funciones
nerviosas, circulatoria, respiratoria y termorregulador
Como estudiante de medicina, hay un atractivo especial por
conocer más a fondo las cuestiones del fin de la existencia.
En particular, el tema de la flora y la fauna cadavérica nos lleva a un
mundo desconocido y apasionante por su gran utilidad en la
investigación de muertes dudosas, que entrañan una causa que
necesita salir a la luz.
Sabemos que no es tarea fácil, pero nos planteamos el desafío de
investigar lo más posible para lograr un trabajo optimo del tema.
Tanatología
Antiguamente se la consideraba como el estudio de las
modificaciones que experimenta el cuerpo humano a partir de la
muerte. Con el avance de la tecnología médica, se ha introducido el
concepto de muerte encefálica, ampliando el campo.
Actualmente se la define como “aquella parte de la medicina legal,
que estudia las cuestiones medicas, biológicas y jurídicas
relacionadas con la muerte.”
Incluye:
Tanatodiagnóstico.
Tanatosemiología
Tanatocronología.
Autopsia.
Tanatoconservación.
Tanatolegislación.
Comenzando por las cuestiones legales, la tanatolegislación se
ocupa de las normas y leyes vigentes relacionadas con el fin de la
vida. Estas deberán ser tenidas en cuenta por el medico en el
momento de realizar las comprobaciones y certificados
correspondientes.
Fin de la existencia: Art. 103 del código civil dice “termina la
existencia de las personas por la muerte natural de ellas”.
Certificado de defunción: la ley 17132 establece en el Art. 19 la
obligatoriedad de realizar el certificado de defunción por parte del
médico que haya asistido al paciente en su última enfermedad,
debiendo expresar los datos de identificación, la causa de la
muerte, el diagnóstico de la última enfermedad de acuerdo a la
nomenclatura que establezca la secretaría de salud pública.
Inhumación: es el acto por el cual se da sepultura a un cadáver en
tumba o nicho. El documento que habilita a tal efecto es la licencia
de inhumación que es extendido por el registro del estado civil y
capacidad de las personas, dentro de las 24 horas de producida la
muerte mediante la presentación del certificado de defunción. La
inhumación no puede hacerse antes de las 12 horas de producida
la muerte ni demorarse por más de 36 horas salvo disposición
judicial.
Exhumación: es la extracción del cadáver de su sepultura. Se
realiza por orden judicial para la realización o repetición de autopsia
médico-legal.
Cremación: es la reducción de un cadáver a cenizas. Puede ser de
carácter voluntario (por voluntad propia en vida o por pedido de
familiares después de la muerte) u obligatoria (fallecidos por
enfermedad epidémica, enfermos indigentes no reclamados y
cadáveres procedentes de la morgue judicial previa consulta con el
juez interviniente). En el caso de los pacientes fallecidos dentro de
los hospitales de la ciudad de Buenos Aires, para tal efecto debe
contarse con el certificado de “cadáver destinado a la cremación”,
en el que están los datos del paciente y el médico, causa de
fallecimiento y que el cadáver falleció de muerte natural.
La autopsia
Es el conjunto de operaciones que realiza el médico sobre el
cadáver para determinar la causa y el mecanismo de la muerte. Con
la necroscopia se observa externamente el cuerpo. Con la
necrostomia se procede a abrir el cuerpo.
Autopsia asistencial (clínica): puede ser anatomopatológica,
realizada en centros hospitalarios para corroborar la correlación
entre los datos de la historia clínica y los hallazgos de autopsia,
para ser realizada debe contarse con el consentimiento de los
familiares del fallecido.
Autopsia científica: se realiza en centros de investigación y es parte
de protocolos de estudios de una determinada patología, también
debe contarse con el consentimiento de la familia.
Autopsia médico legal (obducción): se hace por pedido del juez
para determinar la causa de una muerte violenta o de causa
dudosa. Se realizan en la morgue judicial, la realizan médicos
designado por el juez (peritos) que en general son médicos
forenses de la Justicia Nacional, o médicos de la policía.
Este tipo de autopsia es:
o Completa: de todo el cadáver (abdomen, tórax y encéfalo).
o Metódica:
o sistemática: se efectúa siempre que esté indicada (muerte
violenta y de causa dudosa).
o Ilustrada: fotos, videos, gráficos, dibujos, etc.
Se debe determinar el lugar de la muerte, examen externo del
cadáver tal como fue hallado y recolección de rastros y huellas.
Finalmente se realiza el examen interno y los estudios
complementarios (grupo y factor, pruebas toxicológicas, genéticas,
etc.
La tanatoconservación hace referencia al mantenimiento del cuerpo.
Se realiza por:
o Embalsamamiento: suele realizarse para el transporte
internacional de cadáveres.
o Refrigeración: entre 0 y 20 grados para poder conservar el
cadáver cuando no es posible realizar al autopsia por
impedimento médicos o legales.
El tanatodiagnostico comprende la definición de muerte,
estimación del periodo agónico, el diagnostico de muerte y las
formas medico-legales de la muerte.
Definición de muerte: es el cese definitivo e irreversible de las
funciones vitales respiratoria, cardiovascular y nerviosa (triada de
Bichat).
Agonología: la agonía es el estado que indefectiblemente precede a
la muerte. El término proviene del término “agon” (lucha o combate).
La muerte no es un instante o momento porque todos los tejidos no
mueren al mismo tiempo. La agonología estudia las modificaciones
clínicas y texturales que se producen durante el período agónico.
Se vale para su estudio de comprobaciones clínicas y post-mortem.
Comprobaciones clínicas: se relacionan con el deterioro
progresivo e irreversible de las funciones vitales.
Comprobaciones post-mortem: autopsia (examen de coágulos y
docimasias).
Coágulos: si la agonía fue de corta duración la sangre es
líquida, en cambio si fue prolongada hay coágulos
adherentes de color amarillento y con la forma de la cavidad
que los aloja. Los coágulos post-mortem, llamados cruóricos,
no se adhieren a las paredes cardíacas ni vasculares, son
fácilmente disgregables y son de color rojo negruzco.
Docimasia: la hepática, investiga el glucógeno hepático, si la
muerte fue súbita se encuentra esta sustancia (docimasia
positiva), si la agonía fue prolongada la disminución guarda
relación con la misma (docimasia negativa). La docimasia
suprarrenal, se comprueba los valores de adrenalina que
experimentan una disminución directa con la duración del
período agónico.
Diagnostico de muerte
Se hace en base a los signos:
Cardiocirculatorios Ausencia del pulso y TA.
Silencio auscultatorio en los 4 focos 5
minutos en cada foco.
ECG negativo.
Respiratorios Ausencia de ruidos respiratorios.
Silencio auscultatorio.
Ausencia de espejo empañado (signo de
Winslow).
Nerviosos Respuesta al dolor.
Arreflexia total.
EEG plano.
Ausencia de reflejo pupilar y pupilas
midriáticas y fijas.
Esqueleto-tegumentarios Ventosas: cuando se aplica
ventosa sobre la piel en el vivo se forman ampollas, en el
muerto no.
Signo de Lancisi: al apoyar un hierro candente en el muerto se
forman lesiones distintas que en el vivo.
Formas medico-legales de la muerte
Según se constaten los signos de muerte
Muerte real: cuando se confirma el diagnóstico de muerte.
Muerte aparente: las funciones cardiorrespiratorias resultan
prácticamente imperceptibles. Este tipo de muerte debe ser breve,
caso contrario se produce la muerte real. Las formas más
frecuentes son la electrocutiva y la traumática.
Muerte encefálica: termino introducido en la legislación por la ley de
transplantes (ley 24193)
Según duración del período agónico
Muerte súbita: se produce en estado aparente de buena salud.
Existe la muerte súbita del adulto, la infantil y del lactante.
Muerte inesperada: el individuo presenta patología, pero el
pronóstico no hacía presumir la inminencia de la muerte.
Muerte rápida: casi no hay período agónico. Se da en caso de
accidentes, homicidio o suicidio.
Según la causa
Natural: cáncer, infarto, infecciones, vejez, etc.
Violenta: homicidio, suicidio o accidente.
De “causa dudosa”: los antecedentes y examen externo no
refieren la causa de la muerte. Tanto en estos casos como en el
caso de muerte violenta se debe realizar la autopsia médico-
legal.
La tanatosemiología abarca la descripción de las transformaciones
que experimenta el cuerpo una vez producida la muerte.
Signos tempranos (antes de las 48 horas)
Enfriamiento
Es el descenso de la temperatura hasta equilibrarse con el medio
ambiente. Las partes que primero se enfrían son el rostro y
extremidades y las últimas son las regiones laterales del cuello y los
huecos axilares.
La temperatura puede indicarnos cuantas horas lleva de muerta una
persona. Hay 2 métodos para tal determinación:
o Método de Bouchut: la temperatura rectal desciende 0,8 -1 Cº
por hora en las primeras 12 horas y de 0,3 – 0,5 Cº las siguientes
12 horas.
o Método de Glaister:relaciona la temperatura rectal con la
temperatura cadavérica del momento
Los niños y ancianos se enfrían más rápidamente, los obesos se
enfrían más lentamente y los cadáveres sin ropa lo hacen más
rápidamente que los que están arropados.
Deshidratación
La pérdida de agua se produce por evaporación, se constata por la
pérdida de peso, desecación de piel y mucosas y signos oculares
(Stennon-Louis: pérdida del tonismo ocular, y la transparencia
ocular. Signo de Sommer al deshidratarse la esclerótica posibilita
ver la coroides por lo que se ve una mancha negra triangular
primero en el lado externo y luego en el lado interno, aparece entre
3 y 5 horas después de la muerte en cadáveres que permanecen
con los párpados abiertos).
Rigidez
Primero hay miorrelajación y luego rigidez cefalocaudal y luego
desaparece la rigidez en la misma forma en que apareció cuando
comienza la putrefacción.
El frío determina una rigidez precoz y duradera mientras que el
calor determina una rigidez también precoz pero breve.
Espasmo cadavérico o signo de Taylor: es la persistencia de una
contracción muscular después de la muerte. Se ve en las muertes
rápidas tal como es el aferramiento del arma en mano en caso de
suicidio (signo de Puopé), otras veces se interpreta como la
persistencia del gesto que trata de impedir la causa que lleva a la
muerte. No hay miorrelajación inicial. El sujeto queda en la posición
en que murió.
Livideces
Son marcas color rojo violáceas, debidas a la estasis sanguínea en
las zonas declives pero la sangre se conserva dentro de los vasos
es decir no hay extravasación.
No aparecen en las zonas de apoyo ya que ahí los vasos están
comprimidos, por ende esa región aparece pálida.
Aparecen entre las 3 y 6 horas. Luego de 24 horas no parecen
nuevas livideces, las que están permanecen sin moverse. Si se
mueve al muerto antes de las 12 horas las livideces pueden
moverse pudiendo aparecer en nuevas zonas y desaparecer las
anteriores. Entre las 12 y 24 horas el cambio de posición genera
nuevas livideces sin desaparecer las anteriores.
Modificaciones tardías (luego de 48 horas) TRANSFORMACIÖN
CADAVERICA
Descomposición o putrefacción
Luego de la muerte comienza un período de intensos fenómenos
auto líticos, al mismo tiempo comienza el ingreso de la flora
intestinal al interior de los vasos conformando la “red vascular de
putrefacción”, actuando en primer lugar los aerobios y luego los
anaerobios. La putrefacción demora en comenzar aproximadamente
12 horas, dependiendo de la causa de muerte, la temperatura
ambiente, etc.
Consta de varios períodos sucesivos:
1. período cromático : aparece la mancha verde en la región
ileocecal (fosa ilíaca derecha), debido a invasión de
microorganismos en la cavidad abdominal. En el recién nacido y
feto que no ha respirado la mancha comienza a nivel de boca y
fosas nasales. Depende de las condiciones medioambientales,
entre 1 y 3 horas en verano y entre 12 y 18 horas en invierno
2. período enfisematos o: se forman ampollas llenas de líquido
verde-amarillento opaco de olor fétido y luego la piel cae en
colgajos.
3. período colicuativo : se denomina así a la transformación de las
partes blandas externas e internas en una masa de tejido friable
de color parduzco (putrílago).
4. esqueletización : el cadáver se encuentra reducido a piezas
óseas cuando se completa el proceso de colicuación. Depende
de la temperatura, humedad, estado del cuerpo anterior a la
muerte, etc
5. descalcificación : los huesos pierden los elementos minerales
haciéndose frágiles y fragmentándose.
Saponificación o adipocira
En zonas de clima húmedo y sin viento el cadáver sufre
transformación grasa. Se ve en cadáveres en el interior de ataúdes
depositados en nichos o bóvedas. El tiempo mínimo requerido es de
2 a 3 meses, evolucionando luego a la calcificación o a la
colicuación.
El valor médico legal reside en que es posible realizar identificación
dactiloscópica y porque se mantiene la morfología de las lesiones
traumáticas.
Corificación
Se da en las mismas condiciones de la adipocira pero cuando el
muerto está en ataúdes de metal. El aspecto de la piel es seco,
negruzco y de consistencia firme, “aspecto de cuero”.
Momificación
Desecación, retracción y piel adherida a los huesos. Se produce en
lugares secos y ventilados con temperatura elevada. Requiere
como mínimo 6 meses. Tiene el mismo valor médico legal que la
adipocira.
Congelación
El frío intenso y prolongado puede conservar el cadáver por tiempo
indefinido en perfecto estado. Una vez producida la descongelación
la putrefacción ocurre de manera acelerada. En la congelación la
dureza se extiende a todos los tejidos y al flexionar las
articulaciones se siente el ruido producido por la ruptura de los
microcristales
Tanatocronología
Es el conjunto de comprobaciones médico-legales que permite
establecer la data de la muerte.
El tanatocronodiagnóstico se realiza antes o después de la
putrefacción. Antes se hace en base al estudio de los fenómenos
inmediatos (enfriamiento, deshidratación, rigidez, etc.). Se puede
agregar la determinación de potasio en el humor vítreo (aumenta
luego de la muerte) y el estudio del contenido gástrico (naturaleza y
estado de los alimento que se hallen). Después de la putrefacción,
se evalúan los fenómenos tardíos. La tanatoentomología, estudia la
calidad y cantidad de insectos que intervienen en la transformación
cadavérica, la secuencia de aparición de las distintas clases de
insectos se relaciona con la data de la muerte.
La entomología forense o médico legal, es el estudio de los
artrópodos asociados con cadáveres, se utiliza, entre otros
propósitos, para estimar el tiempo trascurrido desde la muerte o
intervalo postmortem (IPM) y la identificación de los posibles
traslados del cuerpo, así como las características de las zonas de
procedencia. Sobre el sustrato en rápido cambio que representa un
cuerpo en descomposición, se van sucediendo diversas especies
de insectos. Muchas de ellas prefieren una etapa bien definida de la
descomposición, y aun es posible que la actividad de una especie
prepare el sustrato para la que le sigue.
El tiempo de desarrollo varía según la temperatura. En términos
generales y con pocas excepciones, los insectos despliegan una
actividad normal entre los 5°C y los 28-32°C (según las especies).
Con temperaturas de 1-4°C suelen caer en un letargo del cual salen
con facilidad en cuanto sube la temperatura. Las temperaturas por
debajo del punto de congelación producen la muerte, aunque ésta
puede tardar varios días. Por el contrario, cuando las temperaturas
exceden el límite superior del intervalo óptimo, los insectos suelen
desplegar una actividad desordenada, y cuando alcanza un valor
límite (que también dependerá de la especie) mueren. Dentro del
intervalo de temperaturas que permite la actividad normal de los
insectos, habrá un intervalo más restringido para cada especie.
Dentro del intervalo apropiado para la especie, el desarrollo se
acelera con temperaturas elevadas y se hace más lento con
temperaturas bajas. En climas templados y áridos, en donde la
fluctuación circadiana es grande, el desarrollo parece retardarse
siguiendo las temperaturas mínimas bajas
Historia de la entomología forense
El primer documento escrito de un caso resuelto por la entomología
forense se remonta al siglo XIII en un manual de Medicina Legal
chino referente a un caso de homicidio en el que apareció un
labrador degollado por una hoz. Para resolver el caso hicieron que
todos los labradores de la zona que podían encontrarse
relacionados con el muerto, depositasen sus hoces en el suelo, al
aire libre, observando que tan solo a una de ellas acudían las
moscas y se posaban sobre su hoja, lo que llevó a la conclusión de
que el dueño de dicha hoz debía ser el asesino, pues las moscas
eran atraídas por los restos de sangre que habían quedado
adheridos a la supuesta arma.
Durante muchos años, se pensaba que al morir una persona las
larvas que aparecían en el cadáver para alimentarse de el, bien
aparecían por generación espontánea, o bien salían del propio
cadáver. Estas creencias perduraron hasta que Francisco Redi, un
naturalista del Renacimiento se propuso demostrar de una forma
científica que estas larvas procedían de insectos, los cuales
depositaban sus huevos para que se desarrollasen sobre el
cadáver.
Para ello, realizó un experimento: expuso al aire libre un gran
número de cajas descubiertas y en cada una depositó un trozo de
carne, a veces cruda y otras cocida, para que las moscas atraídas
por el olor fueran a desovar sobre ellas.
A las diversas carnes acudieron las moscas y desovaron ante la
presencia de Redi que observó cómo estos huevos depositados por
los insectos se transformaban primero en larvas, después en pupas
y por último cómo salían los individuos adultos.
Redi distinguió cuatro tipos de moscas: Moscas azules (Calliphora);
moscas negras con franjas grises (Sarcophaga carnaria); moscas
análogas a las de las casas (Musca domestica o Curtonevra
stabulans), y moscas de color verde dorado (Lucilia caesar).
Hizo una contraprueba: las mismas carnes se colocaron en cajas,
pero esta vez cubiertas con una gasa, para que también se
produjese en ellas la putrefacción, pero las moscas no tuviesen
acceso a ellas. Redi vio que las carnes se degradaban, pero que no
aparecía sobre ellas ninguna larva. También observó que las
hembras de las moscas intentaban introducir la extremidad del
abdomen por las mallas tratando de hacer pasar a través de ésta
sus huevos y que algunas moscas no depositaban huevos, sino
larvas vivas, dos de las cuales pudieron introducirse a través del
tejido.
Redi también demostró que las moscas no cavan la tierra y que las
lombrices de tierra en ningún caso se alimentan de los cadáveres
enterrados.
Pero no fue hasta 1805 cuando Bergeret comienza a utilizar la
entomología como ayuda en la medicina legal. Él, junto con Orfila y
Redi, realizan otros estudios. Brouardel y Megnin, ampliaron y
sistematizó la entomología forense.
La primera publicación se realizó en "La Gazette hoddomaire de
medicine et de chirugie" en un artículo titulado "De l’application de
l’entomologie à la médicine légale", y después en una comunicación
a la Academia de Ciencias, en 1887, bajo el titulo de "La Faune des
Tombeaux".
Aunque, el auténtico nacimiento de la entomología medico-legal
tuvo lugar en 1894 con la publicación de "La Fauna de los
Cadáveres. Aplicación de la Entomología a la Medicina Legal".
Los diferentes grupos de artrópodos fueron definidos por Megnin
como "escuadrillas de la muerte". Según el autor, estas escuadras
son atraídas de una forma selectiva y con un orden preciso: tan
preciso que una determinada población de insectos sobre el
cadáver indica el tiempo transcurrido desde el fallecimiento. Aunque
no es tan exacto como el creía.
A pesar de los estudios realizados por Megnin y colaboradores, la
Entomología medico – legal se vio estancada desde finales del siglo
XIX hasta mitad del XX por diversas razones, entre ellas el
distanciamiento de los entomólogos y la falta de especialización en
el tema.
En 1978 Marcel Leclercq publica ‘Entomología y Medicina Legal.
Datación de la Muerte’, y posteriormente el inglés Smith publica en
1986 el ‘Manual de entomología forense’.
Acá empieza a ser de utilidad para la resolución de muertes
dudosas.
Objetivos de la entomología forense
los principales objetivos de la Entomología Forense, que son:
A. Datación de la muerte a través del estudio de la fauna
cadavérica.
B. Determinación de la época del año en que ha ocurrido la muerte.
C. Verificar que un cadáver ha fallecido en el lugar donde ha sido
hallado o ha sido trasladado hasta el mismo.
D. Dar fiabilidad y apoyo a otros medios de datación forense.
Para un investigador criminalista que se enfrenta a un cadáver son
tres las preguntas fundamentales que se le plantean: Causa de la
muerte y circunstancias en las que se produjo, Data de la muerte y
Lugar en el que se produjo la muerte.
Él médico forense deberá diferenciar si las lesiones halladas en un
cadáver semidevorado por animales carnívoros, fueron ocasionas
post mortem, ya que tiene características especiales dependiendo
de sí fueron ocasionadas antes o después de la muerte. De tal
manera que los roedores dejan un área corroída y huellas de
colmillos, las hormigas producen lesiones superficiales de tipo
serpiginosas, los canidos devoran los miembros torácicos y
podálicos dejando los huesos sin partes blandas y roídos en sus
extremos. Las aves de rapiña devoran los órganos internos y
posteriormente dirigen su ataque a los miembros.
Los hongos se desarrollan en los cadáveres inhumanos, no así en
aquellos que están expuestos al aire libre y el sol. Los que se
encuentran con mayor frecuencia son los del tipo Mucor, Penicillium
y aspergillus. Este tipo de hongos no requieren de luz para
desarrollarse ya que están desprovistos de clorofila.
El tiempo transcurrido desde la muerte es un asunto de crucial
importancia desde el punto de vista legal, para establecer
culpabilidad o para identificar a la persona desaparecida. Uno de los
métodos para determinarlo es la observación externa del cadáver,
que incluye factores como temperatura corporal, livideces
cadavéricas, rigidez, signos de deshidratación, lesiones externas,
acción por animales e invasión de insectos. En cuerpos humanos es
estimado por varios métodos: histológico, químico y zoológico. Sin
embargo, transcurridas 72 horas, la entomología forense es
usualmente el mejor método y en muchos casos el único para
establecer el intervalo postmortem.
Existen dos métodos para determinar el tiempo transcurrido
desde la muerte usando la evidencia de los artrópodos, el primero
utiliza la edad y tasa de desarrollo de larvas
el segundo método utiliza la sucesión de artrópodos en la
descomposición del cuerpo:
Ambos métodos se pueden utilizar por separado o conjuntamente
siempre dependiendo del tipo de restos que se están estudiando.
Por lo general, en las primeras fases de la descomposición las
estimaciones se basan en el estudio del crecimiento de una o dos
especies de insectos, particularmente dípteros, mientras que en las
fases más avanzadas se utiliza la composición y grado de
crecimiento de la comunidad de artrópodos encontrada en el cuerpo
y se compara con patrones conocidos de sucesión de fauna para el
hábitat y condiciones más próximas.
Sustancias atrayentes
Toda vez que un cuerpo cesa sus procesos vitales, comienza su
descomposición, iniciando desde la base misma de su estructura,
las células. La muerte de éstas se da paulatinamente hasta la
descomposición total del cuerpo. La producción de sustancias
volátiles comienza en el proceso de autolisis en un medio
prácticamente anaerobio, lo que favorece un rápido crecimiento en
la fauna bacterial del sistema digestivo (e. g. Bacteroides spp,
Lactobacillus, Clostridia, Streptococco, Coliformes, Proteus,
Pseudomonas, etc.) La mayoría de éstos organismos actúan de
manera casi inmediata degradando carbohidratos, proteínas y
lípidos produciendo ácidos, gases, y otros productos que son la
bases de los cambios de color, olor y consistencia en un cadáver y
que son los primeros signos evidentes en un cadáver, conocido
como putrefacción.
De los productos de la fermentación, los más destacados son los
gases de metano, hidrógeno, sulfuro de hidrógeno, y dióxido de
carbono. La flora entérica produce una gran variedad de ácidos
orgánicos, en particular el láctico, acético, propiónico y el ácido
acetoacético. En conjunto estos son los responsables de crear un
ambiente ácido en el cuerpo en descomposición. Otros productos
de importancia forense son los que resultan de la fermentación de
alcoholes (etanol, butanol) y la acetona. Durante la descomposición,
también destaca la desnaturalización de proteínas por la acción de
exoenzimas que producen las bacterias, este proceso se da a nivel
del citoplasma bacterial. Durante este proceso de descarboxilación
se produce sulfuro de hidrogeno, putrescina y cadaverina; lo que le
da el olor característico a un cadáver.
Entomofauna
Fauna es el conjunto de los animales asociados con un lugar, un
ambiente, etc
La entomofauna cadavérica se refiere a aquellos insectos que se
suceden con regularidad cronológica en un cadáver, desde el
momento en que se produce la muerte hasta la destrucción
completa de las partes blandas. Los episodios entomológicos
postmortem, inician con los dípteros, a continuación suelen
aparecen los coleópteros y durante un tiempo convivirán en nichos
diferentes coleópteros y dípteros, por ultimo convivirán, también en
nichos diferentes, coleópteros, ácaros y lepidópteros. Pero la propia
secuencia de colonización y las especies implicadas variarán en
función de múltiples parámetros, entre los que destacan la región
biogeográfica, la época del año y las características ambientales
particulares del hábitat en que se encuentre el cadáver.
La muerte conlleva una perdida de la temperatura del cuerpo, la
cual se equilibra con el medio ambiente en 24 horas, siempre que la
temperatura exterior no sea demasiado baja. Aparecen livideces en
el cuello y las partes declives en la primera hora, mientras que la
rigidez cadavérica se generaliza al cabo de unas siete horas para
desaparecer según las circunstancias en dos, tres o cuatro días.
En estos momentos, es cuando las primeras oleadas de moscas
comienzan a llegar al cuerpo. Las hembras grávidas llegan al
cadáver, lamen la sangre u otras secreciones que rezuman de
heridas o los orificios naturales y realizan la puesta en los primeros
momentos después de la muerte. También llegan atraídas por el
olor de los gases desprendidos en el proceso de degradación Estos
gases son detectados por los insectos mucho antes de que el olfato
humano sea capaz de percibirlos, hasta tal punto, que en algunas
ocasiones se han encontrado puestas en personas que aún se
encontraban agonizando
Los diferentes tipos de artrópodos que llegan a un cadáver pueden
clasificarse de la siguiente forma:
Especies necrófagas: son las que se alimentan del cuerpo. Incluye
dípteros (Calliphoridae y Sarcophagidae) y coleópteros (Silphidae y
Dermestidae).
Especies predadoras y parásitas de necrófagos: este es el segundo
grupo más significativo del cadáver. Incluye coleópteros como
(Silphidae, Staphylinidae e Histeridae), dípteros (Calliphoridae y
Stratiomydae) e himenópteros parásitos de las larvas y pupas de
dípteros.
Especies omnívoras: se incluyen aquí grupos como las avispas,
hormigas y otros coleópteros que se alimentan tanto del cuerpo
como de los artrópodos asociados.
Especies accidentales: aquí se incluyen las especies que utilizan el
cuerpo como una extensión de su hábitat normal, como por ejemplo
Collembola, arañas, ciempiés. Algunas familias de ácaros que
pueden alimentarse de hongos y moho que crece en el cuerpo.
En los cadáveres se produce una progresión sucesiva de
artrópodos que utilizan los restos en descomposición como alimento
y como extensión de su hábitat. Esta sucesión de artrópodos es
predecible ya que cada estadio de la putrefacción de un cadáver
atrae selectivamente a una especie determinada.
Se menciona a los dípteros como los primeros colonizadores del
cadáver, donde estos insectos cumplen una parte importante de su
ciclo vital. Constituyen la primera oleada de necrófagos, que
aparece inmediatamente después de la muerte. Está representada
por dípteros pertenecientes a las familias de Calliphoridae
(Calliphora vicinia) y muy frecuentemente Sarcophagidae
(Sarcophaga carnaria)
Calliphoridae Sarcophagidae
Las hembras de estas familias suelen depositar sus huevos en
los orificios naturales del cadáver tales como ojos, nariz y boca, así
como en las posibles heridas que pudiese tener el cuerpo. En
Buenos Aires,algunas activas en primavera tardía y verano, como
Lucilia sericata. Otras en otoño e invierno como Callíphora vicina.
El color puede variar mucho. El tórax tiene brillo metálico tan fuerte
como el del abdomen, y no presenta marcas negras.
La familia Sarcophagidae no pone huevos, sino que deposita larvas
vivas.
Los huevos son aproximadamente de 2mm de longitud y poseen un
corto periodo embrionario. El estadio de huevo suele durar entre 24
y 72 horas, siempre dependiendo de la especie.
Los huevos puestos en un cadáver normalmente eclosionan todos a
la vez, lo que da como resultado una masa de larvas que se
mueven como un todo por el cuerpo. (Gof & Lord, 1994).
Las larvas son blancas, cónicas, ápodas y formadas por 12
segmentos; nacen y se introducen inmediatamente en el tejido
subcutáneo. Lo licuan gracias a unas bacterias y enzimas y se
alimentan por succión continuamente.
Cuando las larvas han finalizado su crecimiento, cesan de
alimentarse y bien en los pliegues del cuerpo, de la ropa o
alejándose del cuerpo, se transforman en pupa. El crecimiento y la
transformación en pupa varían además de con cada especie, con
las condiciones exteriores y dependen de la causa de la muerte y
tipo de alimentación.
Para metamorfosearse, la larva deja el cadáver y se entierra. Se
transforma en pupa dentro de la cutícula de la larva: el pupario. La
pupa se transforma en mosca adulta, la cual emerge rompiendo el
pupario. Éste queda en la tierra: es un cuerpo en forma de barril, de
5-10 mm, castaño o negruzco. Si no se rompe por acción mecánica,
queda por años y aun siglos.
Lucilia sericata (mosca verde) y pupario vacio
Existen innumerables referencias de la temprana llegada de los
dípteros al cuerpo una vez acaecida la muerte; también existen
referencias sobre la presencia de puestas en cuerpos aún con vida,
bien por la existencia de heridas abiertas o por procesos
inflamatorios purulentos (Nuorteva, 1977).
Las larvas que eclosionan en cuerpos con vida, en primer lugar se
alimentan de los tejidos necróticos para seguir alimentándose de los
vivos, causando las miasis.
Por lo tanto, la presencia de los callifóridos en un cadáver reciente,
es inevitable. Toda ausencia de huella de este paso, pupas vacías,
adultos muertos, debe obligar a los investigadores a formular ciertas
hipótesis:
A. Que el cadáver haya sido trasladado de lugar, y aún en este caso
se encontraría algún resto de estos dípteros.
B. Que el lugar del fallecimiento sea lo suficientemente oscuro e
inaccesible a estos grandes dípteros cosa poco probable pues los
callifóridos se encuentran dentro de las casas durante todo el año.
C. Que los restos de los dípteros hayan desaparecido por la acción
de los necrófilos (depredadores o parásitos de los necrófagos), o
animales (aves insectívoras, hormigas, avispas).
Ello no ocurre prácticamente nunca de modo completo, a no ser que
el intervalo postmortem sea muy largo. Y aún en este caso, hay que
tener en cuenta que la cutícula de los artrópodos es prácticamente
indestructible, pudiendo permanecer miles de años; se han
encontrado pupas fósiles de dípteros en el cráneo de un bisonte
perteneciente al Cuaternario.
D. Que el cadáver haya sido impregnado con productos
repugnatorios, que hayan impedido el acceso de las primeras
oleadas de insectos. En este caso aparecerían en el cadáver restos
de productos como arsénico, plomo o formol, que se ha
comprobado evitan la presencia de los primeros necrófagos en el
cadáver.
Normalmente, y a la vez que los callifóridos, aunque en muy pocos
casos conviviendo en el mismo cadáver, aparece otro grupo de
dípteros los sarcofágidos. Que no aparezcan juntas con los
callifóridos puede deberse a que las larvas de Sarcophaga
depredan a las de Calliphorae.
Otros callifóridos que también pueden aparecer en los cadáveres
aunque con menos frecuencia que la Calliphora vicinia son los
géneros Lucilia (L. sericata y L. caesar), Phaenicia (Ph. Sericata) y
Chrysomyia (Ch. albiceps). Estos géneros son activos a partir de los
13º C y realizan sus puestas principalmente en los pliegues del
cuerpo, eclosionando entre las 10 y las 52 horas de la puesta, el
crecimiento de la larva dura entre 5 y 11 días y la pupación varía de
forma importante ya que a unos 13ºC dura entre 18 y 24 días
mientras que a temperaturas de 31ºC puede reducirse a entre 6 y 7
días.
Mientras los sarcofágidos pupan entre la ropa o en los pliegues del
cuerpo y aprovechan los orificios naturales para sus puestas, los
callifóridos se entierran para realizar la pupación y prefieren hacer
sus propios orificios.
Con la aparición del ácido butírico en el cadáver aparecen los
primeros grupos de coleópteros derméstidos como Dermestes
maculatus, D. frischii y D. undulatus, y el lepidóptero Aglossa
pinguinalis. Son bastante comunes en cadáveres de
aproximadamente un mes.
Dermestes maculatus
Los adultos de Dermestidae emergen al principio de la primavera,
abandonan su habitáculo de ninfa, se aparean y vuelan en busca de
cadáveres o de restos de animales en descomposición. Las
hembras efectúan puestas durante varias semanas de entre 150 y
200 huevos en grupos de 2 a 10 en las fisuras de las materias
nutricias. Estos huevos eclosionan según la temperatura entre 3 y
12 días después de la puesta. Las larvas presentan un cuerpo
alargado y progresivamente afilado por detrás, marrón rojizo,
erizados de pelos cortos y largos seis patas móviles
Su ciclo vital dura entre 4 y 6 semanas. Es importante conocer que
estas especies dan una sola generación anual o dos en condiciones
favorables a 18 – 20ºC de temperatura y 70% de humedad. Son
insectos que se alimentan especialmente de la grasa en
descomposición mudas y desechos de las escuadras anteriores.
Estos coleópteros evolucionan sobre las grasas en fermentación al
mismo tiempo que las orugas de una pequeña mariposa de género
Aglossa (A. pinguinalis). Estos lepidópteros viven con mucha
frecuencia en las cuevas, las bodegas, las plantas bajas
deshabitadas o utilizadas como almacenes de alimentos.
Revolotean al amanecer desde la mitad de junio hasta septiembre.
Las hembras hacen la puesta en varias veces, en los productos de
origen animal olvidados. El olor rancio de las grasas
descompuestas las atrae poderosamente. Desaparecen en el
cuerpo y se alimentan un mes largo, después salen y se
transforman en crisálidas durante 20 días en un capullo formado de
restos diversos. La temperatura provoca su eclosión si es suave o la
retarda hasta la primavera siguiente en caso contrario.
Después de la fermentación butírica de las grasas aparece la
fermentación caseica de los restos proteicos. En estos momentos,
son atraídas las mismas moscas que pueden acudir al producirse la
fermentación del queso o del proceso del secado del jamón: la
especie más importante es la Piophila casei, con un ciclo vital de
unos 30 días. En este momento se peden encontrar otras grupos de
dípteros como Fannia scalaris, F. canicularis, F. incisurata, así
como drosofílidos, sépsidos y esferocéridos.
Fannidae Piophila casei
Entre los coleópteros hace su aparición la especie (Necrobia.
violacea) con las mismas preferencias nutritivas que Piophila casei;
el ciclo vital dura aproximadamente entre 25 y 35 días.
El siguiente proceso en aparecer es la fermentación amoniacal. En
este periodo van a visitar el cadáver los últimos grupos de moscas
pertenecientes al género Ophira (O. leucostoma, O. cadaverina y O.
antrax) y al grupo de los fóridos (Triphleba trinervis, T. hyalinata,
T.opaca, Diploneura abdominalis, Prora aterrina, etc).
Ophira aenescens
Estos grupos de moscas viven habitualmente en nidos de pájaros,
madrigueras de pequeños mamíferos, habitáculos de insectos
sociales, etc. Y se nutren a expensas de los restos alimenticios,
excrementos o residuos orgánicos de sus hospedadores.
Frecuente en el cementerio de Chacarita. Exhumaciones, casos de
encierro después de 1-2 meses
Otra especie es la mosquita amarilla (Megaselia scalaris).
Cosmopolita. Frecuente en cementerios de Buenos Aires. Típica de
exhumaciones. Casi nunca al aire libre. En encierro más bien rara.
Suele aparecer cuando las primarias normales quedan excluidas:
fuertes calores en verano, encierro y calefacción en invierno.
Megaselia scalaris
Formando parte de esta escuadra se encuentra a los coleópteros
necrófagos por excelencia. Especies como Necrophorus humator,
N. vespilloides y N. vestigator, Necrodes littoralis y Silpha obscura,
son comunes en los cadáveres en avanzado estado de
descomposición
Coleópteros necrófagos
Pertenecientes a la familia de los estafilínidos aparecen las
especies Coprophilus striatulus, Omalium rivulare y Creophilus
maxillosus; y entre los histéridos miembros de los géneros Hister
(H. bimaculatus, H. unicilor, H. ignobilis) y Saprinus (S.
semipunctatus, S. depresus, S. semistriatus)
Estafilinidos
Han pasado ya más de 6 meses y se entra en la etapa de
Desaparición de los restos con el cadáver prácticamente seco o con
un grado de sequedad bastante importante; en este momento
aparecen en el cadáver verdaderas masas de ácaros, generalmente
de tamaño microscópico, que se cuentan por millares de individuos.
Pertenecen a ocho o diez especies no bien conocidas. Los más
estudiados son los que pertenecen al grupo de los tiroglífidos
(Tyroglyphus siro). En ocasiones pueden ser observados en el
jamón muy seco, cecina u otros productos secos o ahumados.
Tras la desaparición de los ácaros el cadáver ya está
completamente seco.
Hacen entonces su aparición una serie de coleópteros que van a
alimentarse de los restos de pelo, piel, uñas, etc., pertenecientes a
los géneros Dermestes (D. maculatus), Attagenus (A.verbasci),
Rhizophagus, etc.; también vuelven a aparecer algunas especies de
derméstidos que ya habían aparecido en etapas anteriores.
Aparecen también algunos lepidópteros con los mismos hábitos
alimenticios en estado larvario: Aglossa caprealis, Tineola
bisselliella, entre otros. A partir de 1-1,5 años de la muerte, en el
cadáver no quedan más que escasos restos orgánicos, huesos y en
su entorno restos de los artrópodos que lo han visitado. En este
momento hacen su aparición tres especies de coleópteros muy
característicos que se alimentan a base de estos residuos, Ptinus
brummeus, Trox hispanus y Tenebrio obscurus.
Toma y conservación de la muestra
Las moscas que llegan a un cadáver reciente van de preferencia a
los ojos, la nariz y las heridas cuando existen. Pasado un lapso de
12 a 36 horas según las circunstancias y la época del año, los ojos
y la boca (si no han sido colonizados) dejan de ser atractivos
porque las mucosas se resecan. Si llegan moscas entonces, van a
la boca, los oidos o la región genitoanal cuando está expuesta. Si
no lo está, pueden transcurrir otras 12-24 horas hasta que las
moscas se sientan estimuladas a oviponer sobre las ropas que
cubren la región genitoanal. En este período puede evidenciarse
también una atractividad del área periumbilical.
Resulta evidente que luego de unas 48 horas (en verano) una
muestra de la región nasal, con larvas II, será diferente de una
muestra de la boca, con larvas I, y de la muestra, por ejemplo, del
pantalón del sujeto, que puede presentar huevos.
También existen sucesiones anormales:
En casos de crimen sexual, puede ocurrir que la colonización
comience por la región genitoanal. En ese caso, la fauna de esa
región estará adelantada en desarrollo a la fauna de la cara.
Algo similar puede ocurrir en casos de abandono (infantes,
ancianos, enfermos) en que los excrementos actúan como atractivo.
En los ahorcados, se suele observar colonización de la cabeza
entera, que está congestionada de sangre.
En personas que fallecen en su cama muy arropada, a menudo la
colonización se demora mientras el cuerpo se deshidrata, y
comienza por el cuero cabelludo.
Es importante guardar por separado las muestras de diferentes
partes del cuerpo, o de otros lugares en donde pueda haber
insectos, como la tierra bajo el cadáver.
El conservante ideal es alcohol. El formol vuelve quebradizos a los
insectos; el agua no es conservante, los insectos en agua se
pudren. Se puede usar alcohol medicinal, rebajado a 75-80% con
agua (blanda). Los insectos de tegumentos duros (hormigas,
avispas, escarabajos) se echan directamente al alcohol, con lo que
mueren rapidamente. También se pueden poner en alcohol los
insectos que se encuentren muertos y pegoteados.
Las formas juveniles blandas, las larvas ("gusanos") requieren
tratamiento especial. Aunque su cutícula es blanda y fina, es
impermeable, y no deja pasar el alcohol hasta que ya se han
comenzado a macerar los tejidos. Para evitar esto es necesario fijar
antes de conservar. Hay varias técnicas, pero la más sencilla es
echar sobre las larvas un gran golpe de agua muy caliente,lo que
causa la muerte en forma instantánea y fija las larvas en extensión.
El calor coagula las proteínas; detiene la autólisis al desactivar las
enzimas, y además los tejidos quedan mejor preparados para
conservarse. Luego de unos cinco minutos, se pasan las larvas al
alcohol. Es importante recordar ese paso. El calor fija; el alcohol
conserva; el agua no conserva.
Pero no todos los cadáveres aparecen en tierra, aparecen
cadáveres sumergidos en agua, tanto dulce como salada. La fauna
cadavérica hídrica a la que hace mención por primera vez Raimondi
y Rossi en 1888, no es conocida como la fauna terrestre, debido a
la dificultad que entraña su estudio.
No obstante, Porta, en 1930, lleva a cabo una serie de
investigaciones que se esquematizan en la Tabla II.
Tabla II
Fauna cadavérica hídrica por periodos
SUMERSIÓN EN AGUA DE MARSUMERSIÓN EN AGUA
DULCE
Periodo Fauna cadavérica Periodo Fauna
cadavérica
Cromático
Moluscos
Crustáceos
(escasos)
Cromático
Larvas de
insectos
Crustáceos
Moluscos
Sanguijuelas
EnfisematosoCrustáceos
(abundantes)Enfisematoso
Larvas de
insectos
Moluscos
(escasos)
Crustáceos
(abundantes)
De disolución
inicial
Peces
Protozoarios
Celenterados
Crustáceos
Cualicuativo Peces
Sanguijuelas
(excepcionalmente)
De disolución
terminalPeces
Ademas de la temperatura a la hora de la determinación del
intervalo postmortem, existen otros factores importantes que hay
que tener en cuenta, como el fenómeno de pedantismo y
canibalismo entre los insectos; la existencia de insectos predadores,
como hormigas y avispas, que en ocasiones capturan y destruyen
las larvas de dípteros que se desarrollan en un cadáver.
Hay un fenómeno de canibalismo existente entre larvas de
especies vecinas que se encuentran en un momento determinado
en un mismo lugar. Por ejemplo, las larvas de Sarcophaga carnaria
pueden convivir con las de Lucilia, pero en un momento
determinado, si escasea el alimento, éstas últimas pueden ser
devoradas por las de Sarcophaga.
Flora cadavérica
La sumersión, es la muerte violenta producida como consecuencia
del ingreso de un elemento líquido en las vías aéreas; obedeciendo
el deceso a la acción mecánica de la columna líquida sobre el
intercambio gaseoso y a los efectos producidos por el pasaje de
líquido a la circulación.
Desde el punto de vista médico legal la causa más frecuente es de
naturaleza accidental. Existen distintas modalidades en función del
sitio y la forma en que se produjo la muerte.
Prácticamente todas las aguas poseen en suspensión organismos
animales y vegetales microscópicos, genéricamente denominados
"plancton".
En un ahogado, el líquido de sumersión inunda los pulmones, la
circulación general y los órganos de su dependencia, arrastrando
consigo dichos organismos.
Investigando estas partículas biológicas en los sitios anatómicos
adecuados, puede intentarse corroborar el diagnóstico de
sumersión.
Los órganos electivos de búsqueda son el corazón y la médula
ósea. La celeridad de los cambios putrefactivos en cerebro, hígado,
bazo y riñones, brinda menores márgenes de seguridad en los
resultados.
Deben interpretarse cautelosamente los hallazgos a nivel
pulmonar, dada la posibilidad de difusión pasiva post-mortem.
Las determinaciones deben orientarse dentro de la comunidad
planctónica viviente, específicamente al fitoplancton (de mayor
utilidad que el plancton animal) y dentro de éste al género conocido
como diatomeas.
La clasificación de las microalgas debe ser ecológica, valorando
cualitativamente las especies, a fin de orientar acerca del sitio
probable de sumersión y diferenciar organismos presentes en las
vísceras previa sumersión.
Deben correlacionarse en lo posible los organismos hallados en el
cadáver con los provenientes de las muestras del líquido de
sumersión.
Asimismo, deben comparase las especies encontradas en corazón
con las de médula ósea si las hubiere, valorando todos éstos
hallazgos en el contexto global de la autopsia.
En cadáveres putrefactos, el sitio anatómico de elección para la
investigación es la médula ósea.
Casos
"Sergio y Pablo Schoklender fueron acusados y condenados por el
asesinato de sus padres, en octubre de 1981. La carátula dice
muerte por estrangulamiento mecánico. Sin embargo, el doctor
Avelino Dopico encontró plancton en las vísceras de los dos
cadáveres. Y el plancton, como se sabe, sólo está en el agua.
Bibligrafia
Patito, José Angel : Medicina Legal-2ª edicion. Editorial ECN.
Bs As.Abril 2002
Entomologia Forense- Colegio postgraduados.
La entomologia forense y su aplicación a la Medicina Legal-
Data de muerte- Concha Magaña-españa 2003
Laboratorio de Antropología. Instituto Anatomico Forense.
Ciudad universitaria de Madrid.
www. entomología forense. unq.edu.ar- Dr. Nestor Centeno
Dra Adriana Oliva( doctora en ciencias biologicas UBA-
investigadora del CONICET-Jefa del laboratorio de
entomologia forense MACN)