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SECRETARIA DE AGRICULTURA, GANADERIA, DESARROLLO RURAL,PESCA Y ALIMENTACION
Lic. Javier Bernardo Usabiaga ArroyoSecretario
Ing. Francisco López TostadoSubsecretario de Agricultura y Ganadería
Ing. Antonio Ruiz GarcíaSubsecretario de Desarrollo Rural
Dr. Bernardo Newell García
Para mayor información acuda, llame o escriba alCampo Experimental “El Verdineño”, ubicado en:
Km. 7.5 Carr. Navarrete - SautaSauta, Santiago, Ixc.NayaritTel: 01 (323-23) 4-78-00Fax: 01 (311) 213-54-66
Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias
Centro de Investigación Regional del Pacífico CentroCampo Experimental “EL Verdineño”
ESTABLECIMIENTO Y MANEJODE PRADERAS IRRIGADAS
TROPICALES
José Francisco VILLANUEVA AVALOS
Folleto Técnico Núm. División Pecuaria Junio de 2004
José Francisco VILLANUEVAAVALOS
CREDITOS EDITORIALES
Edición:MC. José Francisco Villanueva Avalos
Diseño y Formación:MC. José Francisco Villanueva Avalos
Para mayor información, acuda,llame o escriba al:
CAMPO EXPERIMENTAL “EL VERDINEÑO”KM. 7.5 CARRETERA NAVARRETE – SAUTA,
SAUTA, MPIO DE SANTIAGO IXC., NAYARITTel: 01 (323-23) 4-78-00Fax: 01 (311) 213-54-66
AV. INSURGENTES 1050 OTE. 2º PISOEDIFICIO SAGARPA. COLONIA MENCHACA
TEL Y FAX. (311) 213-54-66TEPIC, NAYARIT
ESTABLECIMIENTO Y MANEJODE PRADERAS IRRIGADAS
TROPICALES
José Francisco VILLANUEVA AVALOS
CONTENIDO
Página
INDICE DE CUADROS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
INDICE DE FIGURAS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
INTRODUCCION. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
ESTABLECIMIENTO DE LA PRADERA . . . . . . .Selección del terreno . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Preparación del terreno. . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Selección de la especie. . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Siembra. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Época de siembra. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Método de siembra. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Profundidad de siembra. . . . . . . . . . . . . . . . . .
Densidad de siembra. . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Control de plagas y enfermedades . . . . . . . . . . . . .
MANEJO Y UTILIZACION DE LA PRADERA . . . . .
Control de malezas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Fertilización . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Fertilización de establecimiento . . . . . . . . . . .
Fertilización en praderas productivas. . . . . . .
Riego. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Manejo del Pastoreo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Carga animal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Resiembras. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Labores culturales.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
BIBLIOGRAFIA. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
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491 MC. Investigador del Programa de Forrajes y Pastizales del C.E. “El Verdineño”. INIFAP - SAGARPA.
iiiii
Cuadro
INDICE DE CUADROS
Página1 Densidad de siembra requerida para
diferentes especies forrajeras utilizadas enregiones tropicales. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
2 Productos y dosis de herbicidas selectivosrecomendados para el control de malezasen praderas de gramíneas. . . . . . . . . . . . . . 27
3 Productos y dosis de herbicidas selectivosrecomendados para el control de malezasen bancos compactos de leguminosas. . . . 29
4 Fertilizacion recomendada durante la fasede establecimiento de diferentes especiesforrajeras utilizadas en regiones tropicales. . 32
5 Productos utilizados en la fertilizacion depraderas y aporte de los principalesnutrimentos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33
6 Demanda de nutrimentos (kg/ton ms) paradiferentes pastos en regiones tropicales. . . . 35
7 Equivalencias (unidades animal) parabovinos de acuerdo a su estado fisiológico,edad y peso vivo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 45
8 Unidades animal equivalentes para ganadobovino de acuerdo a su edad, peso vivo yconsumo de forraje. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 46
Figura
INDICE DE FIGURAS
Página
1 Vacas Suizo Pardo en pastoreo en el C.E. “El Verdineño” . . . . . . . . . . . . . . . . . . Portada
2 Métodos de preparación del terrenoutilizados para el establecimiento depraderas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6
3 Planta de pasto Guinea . . . . . . . . . . . . . 9
4 Plantación de pasto Bermuda Tifton 85. . 9
5 Pradera de pasto Señal. . . . . . . . . . . . . . 10
6 Imagen de una planta y praderas depasto Insurgente. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
7 Imagen de una pradera de pasto Pará. . . 11
8 Pradera de pasto Pangola. . . . . . . . . . . . 12
9 Planta de pasto Limpo. . . . . . . . . . . . . . . 12
10 Plantación de pasto Gigante CT-115. . . . 13
11 Consumo de Leucaena en lotescompactos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14
12 Flores y plantas de Clitoria . . . . . . . . . . . 14
13 Lote compacto de Kudzú. . . . . . . . . . . . . 15
14 Plantas de Cacahuate forrajero. . . . . . . . 15
15 Plantas de Centrosema. . . . . . . . . . . . . . 16
16 Siembra de praderas utilizando materialvegetativo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22
17 Plantas de zacate Elefante enano sanasy dañadas por larvas de mosca pinta;salivazo, larva y adulto, respectivamente 24
18 Control químico de malezas en praderasmediante equipo de aspersión contractor.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28
iv v
19 Utilización de quemas periódicas comoherramienta en el manejo y rehabilitaciónde praderas degradadas . . 30
20 Fertilización de praderas al “voleo”después del control de malezas. . . . . . . . 37
21 Utilización de esquemas de pastoreoadecuados para mejorar la utilización delas praderas y su capacidad de carga. . . 43
22 Resiembra de praderas como últimaalternativa en el manejo y rehabilitaciónde las praderas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 47
ESTABLECIMIENTO Y MANEJO DE PRADERASIRRIGADAS TROPICALES.
José Francisco Villanueva Avalos1
INTRODUCCION.
La producción animal en las regiones tropicales y
subtropicales de México, se desarrolla principalmente bajo
condiciones de pastoreo extensivo. En este contexto, el forraje
disponible en los pastizales nativos y praderas cultivadas, es el
recurso más barato constituyendo la base de la alimentación
animal.
En los sistemas de producción de leche y doble propósito
bajo condiciones de pastoreo, la alimentación animal adquiere
especial importancia, ya que los animales requieren de forrajes
altamente nutritivos para mantener una máxima producción
láctea, ya sea para su comercialización o para la alimentación del
becerro; de aquí la necesidad de contar con especies forrajeras
de buena calidad y alto rendimiento para satisfacer las
necesidades nutrimentales del ganado en pastoreo. No obstante
lo anterior, los pastos no alcanzan a cubrir los requerimientos
mínimos de proteína y energía de los animales en pastoreo,
sobretodo si son altamente productivos. Esta situación hace que
se recurra a la utilización de concentrados de alta calidad, lo que
generalmente incrementa los costos de producción.
1 MC Investigador del Programa de Forrajes y Pastizales del C.E. “ELVERDINEÑO”, INIFAP - SAGARPA
1
1
vi 1
Bajo estas condiciones, la utilización y manejo adecuado
de praderas irrigadas (solas o en asociación con leguminosas) y
forrajes perennes de corte constituyen la principal alternativa para
mantener e incrementar la productividad en los sistemas de doble
propósito bajo pastoreo. En este sistema de producción,
intervienen las praderas como fuente de forraje y el animal, como
elementos activos con exigencias y requerimientos propios que
deben ser cubiertos en forma simultánea.
En el caso de las praderas, primero se requiere lograr un
óptimo establecimiento y posteriormente mantener una
productividad y persistencia estable en las especies forrajeras
involucradas; para esto se necesita la aplicación continua de
prácticas de manejo como la utilización del sistema de pastoreo y
carga animal óptima, fertilización y control de maleza adecuado
entre otras. La utilización de un programa de suplementación
acorde a la etapa productiva del animal y a las deficiencias
nutrimentales del forraje disponible, es de importancia fundamental
para mantener un nivel productivo aceptable, tanto de la pradera
como del animal.
Considerando la necesidad de disponer de información
básica y útil para producir carne y leche bajo condiciones de
pastoreo, se elaboró esta publicación con la finalidad de
proporcionar una guía técnica que incluya las estrategias para el
establecimiento y prácticas de manejo necesarias para llevar a
cabo una utilización intensiva de las praderas sin deterioro del
recurso forrajero.
ESTABLECIMIENTO DE LA PRADERA
El establecimiento es el período más crítico de una
pradera, cuya finalidad es conseguir que sea una pradera
altamente productiva, con plantas vigorosas, libre de malezas y
con capacidad para soportar cargas animal elevadas. Si no se
alcanza un óptimo establecimiento al primer año, es posible que la
pradera tarde años en alcanzar su máxima productividad y en
muchos de los casos jamás alcanzará su potencial productivo,
ocasionando la pérdida de beneficios para el productor.
Cuando la siembra es de leguminosas ya sea solas o en
asociación con gramíneas, los problemas para su establecimiento
son mayores, siendo el principal la maleza, que al competir con las
leguminosas ocasionan un lento desarrollo y se incrementan los
costos del cultivo, debido a la necesidad de utilizar métodos
manuales, mecánicos y químicos para su control. La utilización de
herbicidas para el control de maleza han sido ampliamente
evaluados en cultivos básicos, pero se desconoce su efectividad
en las leguminosas forrajeras.
El establecimiento de praderas puede enfrentar dos
situaciones preexistentes: una, consiste en el reemplazo de la
vegetación nativa por gramíneas mejoradas, mientras que la
otra, consiste en el reemplazo de las praderas existentes por
especies mejoradas de mayor productividad. Las
consideraciones que implica su establecimiento son descritas a
continuación:
2 3
Selección del terreno. En la producción de carne y leche bajo
condiciones de pastoreo, el principal factor a considerar en el
establecimiento de una pradera es la selección del terreno, mismo
que invlolucra: la disponibilidad de agua para riego y su manejo;
sin embargo, otros factores determinantes en el éxito o fracaso del
establecimiento, son el potencial productivo del terreno, tomando
en consideración la fertilidad del suelo, su textura, pH y grado de
rococidad, entre otros. La accesibilidad, el uso anterior y la
topografía, son otros factores que permiten asegurar el éxito
durante la siembra. Otros aspectos colaterales que se deben
considerar son la disponibilidad de maquinaria, el equipo agrícola y
la mano de obra disponible, así como la capacidad de inversión y
recursos humanos.
Preparación del terreno. En virtud de que la siembra de praderas
no requiere de una preparación intensa del terreno como en el
caso de otros cultivos, frecuentementee se incurre en el error más
común y más serio que se comete al preparar la tierra: el laboreo
excesivo o "sobrepreparación", causando con ello efectos
negativos para el desarrollo y establecimiento de las plántulas.
Los problemas inherentes a una preparación excesiva del
terreno son: la destrucción de terrones pequeños por el impacto
de la lluvia, lo que ha favorecido la compactación y sellado de la
superficie; asimismo, reduce la infiltración del agua incrementando
la escorrentía y erosión del suelo, la cual es proporcional a la
intensidad de la lluvia y a la pendiente del terreno. Además existe
arrastre de semilla y plántulas recién germinadas con los
sedimentos del suelo, mientras que otras quedan taponeadas en la
superficie del terreno. Esta sobrepreparación no solo es
contraproducente, sino que también contribuye a elevar el costo de
establecimiento sin beneficio alguno.
Existen varias alternativas para llevar a cabo una
preparación adecuada del terreno, dentro de estos, se cuenta con
sistemas que involucran diferentes grados de labranza solos o
asociados a diversos métodos de control o eliminación de la
especie nativa, tales como el uso de herbicidas, quemas, corte
mecánico o pastoreo intenso. Los métodos de preparación del
suelo utilizados en el establecimiento de praderas son:
Labranza tradicional. Incluye las prácticas de barbecho y
dos o más pasos de rastra. El objetivo es lograr un control
completo de la vegetación nativa o de la maleza presente,
dejando la superficie más o menos plana, sin terrones
grandes y con pocos residuos expuestos en la superficie
del suelo. Esta es utilizada en suelos estables con buena
estructura como los Oxisoles y Ultisoles, donde es poco
posible una invasión de malezas.
Labranza reducida. Controla la mayor parte de las malezas
y vegetación. Deja el terreno con abundancia de terrones
grandes, una superficie áspera, con raíces y residuos
expuestos. Incluye un arado de cinceles y uno o dos pasos
de rastra. Este tipo de labranza es apto para terrenos de
textura franco-arcillosa y franco-limosa.
4
5
Labranza mínima. Consiste en un aflojamiento parcial del
terreno, dejando terrones grandes, una superficie muy áspera y
una proporción apreciable de vegetación nativa. Se realiza con
arado de cinceles y rastra de discos en suelos de textura fina y
arenosa, respectivamente. La profundidad e intensidad de la
labranza deberá reducirse a medida que aumenta el contenido
de arena en el suelo.
Cero labranza y control químico. Práctica recomendada para
suelos arenosos muy inestables (arenosos) o accidentados,
cuando no hay equipo de labranza disponible o cuando el
riesgo de erosión es demasiado alto como para permitir la
labranza. En este caso, se reducen al mínimo las pérdidas de
suelo y agua. Para lograr un mejor establecimiento en especies
poco vigorosas durante la etapa inicial de crecimiento, es
recomendable controlar la vegetación presente con herbicida,
reduciendo así la competencia con las especies forrajeras.
Cualquiera que sea el método utilizado debe minimizar los
riesgos de la erosión, garantizando al mismo tiempo una adecuada
estructura física del suelo y la capacidad de éste para proporcionar
a la semilla la humedad y nutrimentos necesarios para una rápida
germinación y desarrollo de las plantas. Al mismo tiempo, el
método de preparación debe contribuir a reducir la presencia de
malezas, las que de otro modo competirán con las especies
forrajeras sembradas. Además, es importante considerar para el
caso de terrenos planos, llevar a cabo un tabloneo para borrar
cualquier tipo de zanja o bordo dejado durante el último rastreo.
Asimismo, se recomienda su nivelación o cuadreo y el trazo de
bordos a nivel, que permitan utilizar más eficientemente el agua
disponible.
Selección de la especie. La especie a sembrar después del
desmonte de la vegetación nativa es un factor muy importante
para el establecimiento y conservación de una buena pradera.
Considerando que luego del desmonte habrá una fuerte
competencia generada por el rebrote y crecimiento de plantas
arbustivas, es conveniente utilizar especies vigorosas, de rápida
Figura 2. Métodos de preparación del terreno utilizados para elestablecimiento de praderas
6
7
Figura 3. Planta depasto Guinea
Figura 4. Plantación de pastoBermuda Tifton 85.
germinación y desarrollo adaptadas a las condiciones
ecobiológicas imperantes en el trópico; las especies que se
establecen por semilla, con alto poder de germinación y buena
viabilidad parecen ser preferibles a aquéllas que requieren material
vegetativo.
Las características a considerar cuando se pretende
seleccionar una especie para producir leche y carne son: altos
rendimientos de materia seca, alta relación hoja-tallo, persistencia,
calidad nutritiva adecuada, capacidad para asociarse con otras
especies forrajeras deseables y que sea de fácil propagación y
establecimiento. Estas características tienen variaciones entre
especies y presentan diferencias entre regiones y variedades.
Cada una de las características dependerá de una serie de
componentes tales como: vigor de la plántula, altas tasas de
crecimiento, tolerancia al calor, frío o sequía, resistencia a
enfermedades y ataque de insectos, tolerancia al pastoreo,
habilidad competitiva y producción de semillas.
A continuación se presenta una descripción de algunas
especies utilizadas para el establecimiento de praderas destinadas
a la producción de carne y leche en pastoreo:
Guinea. Panicum maximum: Especie perenne, de rápido
crecimiento, forma densos macollos con raíces y rizomas cortos y
tiene una altura de hasta 2.4 m. Es tolerante a la quema y al
salivazo; su mejor desarrollo se obtiene en altitudes de 0 a 800
msnm, en suelos areno-arcillosos,
con buen drenaje, de mediana
fertilidad y sin problemas de sales.
Dentro de las variedades existentes
son encuentran, Guinea común,
Tanzania, Mombaza, Likoni, Coloniao,
Trichoglume y Mail, entre otras. En
Cuba con praderas de este pasto se
han obtenido hasta 10 l/vaca/día con
animales de mediana calidad bajo
condiciones de pastoreo y sin suplementación,
Bermuda. Cynodon spp:
Dentro de éste genero se
encuentran Ferrer (C1), Callie
(C2), Estrella Africana y Sto.
Domingo; estos son pastos
perennes, de crecimiento
rastrero, rizomatoso y
estolonifero, con gran
capacidad de colonización.
Sus variedades, se adaptan a
una amplia diversidad de suelos, que van desde ligeros hasta
pesados; sin embargo, su mejor desarrollo lo logran en suelos
francos, de mediana fertilidad y con buen drenaje, en regiones de
0 a 1600 msnm. Son tolerantes a la acidez y salinidad del suelo,
así como al calor, sequía y pastoreo. En animales suplementados
8 9
Figura 5. Pradera de pastoSeñal.
Figura 6. Planta y praderas depasto Insurgente.
Figura 7. Pradera de pastoPará.
Figura 8. Pradera de pastoPangola.
con 4.5 kg de concentrado y en pastoreo de praderas, se han
obtenido producciones de leche de 12 a 13.7 l/vaca/día.
Señal. Brachiaria
decumbens: Gramínea de
crecimiento vigoroso; se
adapta a suelos superficiales,
de mediana a baja fertilidad y
bien drenados. Forma una
pradera densa y de alto
rendimiento (20 ton/ha de
forraje seco de buena
calidad); por esta razón se
dificulta su asociación con leguminosas. Responde
favorablemente a la aplicación de riego y fertilizantes, resiste
periodos prolongados de sequía y la quema; sin embargo, es
susceptible al ataque de la mosca pinta y al exceso de humedad.
Insurgente. Brachiaria brizantha: Esta especie es una de las
principales alternativas para la producción de carne y leche en
praderas irrigadas. Es una gramínea perenne, de crecimiento
erecto y con capacidad para producir altos rendimientos (20 ton
ms/ha) de forraje de buena calidad a través del año. Es resistente
al ataque de mosca pinta, al pisoteo del ganado y es tolerante el
sobrepastoreo. Requiere de suelos de mediana a alta fertilidad.
Pará Brachiaria mutica. Pasto
sudamericano característico
de zonas anegadas o
cenegosas, en zonas de 800 a 1,300 mm de precipitación. Se
adapta a suelos de mediana a baja fertilidad, con inundación
permanente y es susceptible al salivazo. Este pasto realmente no
constituye una alternativa
para producción de carne y
leche; sin embargo, en
suelos con inundación
permanente, tanto Pará
como Limpo son las
alternativas que mejor se
adaptan.
Pangola. Digitaria
decumbens: Es una de las
mejores alternativas para
producir carne y leche; sin
embargo, debido a su bajo
porte y crecimiento rastrero,
tiene bajos rendimientos de
forraje de buena calidad. Se
adapta a suelos fértiles con
buen drenaje. Es susceptible
al ataque del salivazo, virus, áfidos y hongos. Responde rápida y
10
11
Figura 9. Planta de pastoLimpo.
Figura 10. Plantación de pastoGigante CT-115.
Figura 11. Consumo deLeucaena en lotes compactos.
favorablemente a la aplicación de riego y fertilizantes. La
producción de leche obtenida en pastoreo es de 8.7 y 10.6
kg/vaca/día en praderas solas y asociadas con soya perenne
Neonotonia wightii.
Limpo. Hemarthria altissima:
Se adapta a suelos fértiles,
con buen drenaje; sin
embargo, su producción es
mayor en suelos con
inundación temporal. La
calidad del forraje es su mejor
atributo, ya que hasta sus
tallos maduros son altamente
digestibles (>60%). Su
principal defecto es que es difícil de establecer; sin embargo, ya
establecido produce altos rendimientos de forraje (18 ton ms/ha),
recuperándose rápidamente después del corte o pastoreo. Es un
pasto tolerante al ataque de la mosca pinta.
Pasto Gigante. Pennisetum
purpureum: En esta categoría
se incluyen los pastos para
corte como el Taiwán,
Merkerón, Elefante, King
grass, CT-115 y la Caña de
azúcar. Estas variedades tienen pocas diferencias morfológicas,
siendo fácilmente confundidos entre ellos. Se adaptan a regiones
de hasta 2,200 msnm y a una amplia variedad de suelos, desde
los delgados y pobres, hasta los pesados y arcillosos, excepto los
inundables y salinos. Sus rendimientos de forraje verde van desde
100 hasta 183 ton/ha; en pasto Elefante se han obtenido hasta
6,742 l/ha de leche en animales en pastoreo utilizando 2 kg de
concentrado por vaca.
Leucaena. Leucaena
leucocephala: Leguminosa
forrajera de origen
latinoamericano. Su
crecimiento es arbóreo-
arbustivo, sin espinas y
raíces profundas lo que le
permite producir forraje verde
todo el año. Se adapta a una
amplia diversidad de suelos y
topografía; sin embargo, no prospera en suelos inundables.
Produce altos rendimientos de forraje de excelente calidad (>30
ton MS ha con un 25 y 60% de proteína cruda y digestibilidad,
respectivamente). Cuando se pastorea en asociación con una
gramínea es posible incrementar la producción de leche hasta un
21% con relación a la gramínea sola.
12
13
Figura 12. Flores y plantas deClitoria.
Figura 13. Lote compacto deKudzú.
Figura 14. Plantas deCacahuate forrajero.
Figura 15. Plantas deCentrosema.
Clitoria. Clitoria ternatea
Linn: Leguminosa forrajera
originaria de Asia; su
crecimiento es
semiarbustivo y trepador.
Tiene raíces profundas que
estimulan la producción de
grandes cantidades de
forraje de alto valor nutritivo
(>25 ton MS ha con un 23 y
74% de proteína cruda y digestibilidad, respectivamente) y aunque
es resistente a la sequía, responde favorablemente a la aplicación
de riego y a otras prácticas de manejo. Debido a que su efecto en
la producción de leche no ha sido del todo documentada, hay
evidencias que indican que la inclusión de un 25 - 50% en el
concentrado mantiene la producción láctea y disminuye los costos
de producción hasta un 30% por concepto de alimentación del
animal.
Kudzú. Pueraria phaseloides:
Leguminosa forrajera de
excelente palatabilidad;
puede utilizarse en
asociación con gramíneas de
crecimiento erecto (Insurgente, Señal, Guinea, etc.). Se adapta a
suelos pesados, húmedos y ácidos en regiones donde la
precipitación anual es menor de 1800 mm y sujetos a heladas. Sus
plántulas son vigorosas, agresivas y de rápido crecimiento; su
forraje es altamente palatable y de buena calidad; sin embargo, no
persiste bajo condiciones de pastoreos pesados.
Cacahuate forrajero Arachis pintoi. Es una leguminosa forrajera
de gran agresividad, resistente a suelos ácidos, no tolerante a los
arcillosos y pesados (tierras negras). Crece bien desde el nivel del
mar hasta los 1,800 metros con precipitación entre los 1,500 y
3,500 mm y sequías no
mayores de cuatro meses. El
forraje contiene un 26 y 66%
de proteína y digestibilidad, respectivamente y cuando se pastorea
en asociación, incrementa la producción de leche en un litro por
animal por día. Es resistente al corte o pastoreo y altamente
competitivo con la maleza.
Centrosema Centrosema pubescens. Leguminosa forrajera de
crecimiento vigoroso, rastrero y altamente trepador. Es resistente
al pastoreo; su forraje es muy palatable y de alto valor nutritivo
(23% de proteína), el cual se mantiene por lo menos durante 18
meses. Crece bien en regiones donde lluevan más de 1,500 mm al
año. Es severamente dañado por las heladas y su rendimiento
14 15
disminuye fuera de la costa. Se adapta a suelos desde pesados
hasta arcillosos y prospera bien en ácidos de mediana fertilidad.
Respecto a producción de carne bajo condiciones de
pastoreo en estas especies forrajeras, es posible obtener
rendimientos que van desde los 300 a 900 gr/animal/día en
praderas de gramíneas en monocultivo; sin embargo, cuando
están asociadas con leguminosas, la ganancia diaria puede
incrementarse hasta un 30% de la obtenida en praderas de solo
gramíneas, obteniendo así una mayor producción de carne a
menor costo.
Siembra
Epoca de siembra. Los climas cálidos tienen condiciones más
benignas para la siembra de pastos, lo cual no ocurre en las
regiones frías y templadas, cuyas fechas de siembra están bien
determinadas por los patrones de precipitación y temperatura.
En temporal, la siembra se realiza cuando se han
establecido las lluvias, donde existe el tiempo y humedad
suficientes para que la planta desarrolle un sistema radicular
abundante que garantice su supervivencia durante la época de
sequía. Por lo general, las siembras tempranas favorecen la
producciòn de semilla y ésta asegura una mejor cobertura de
plantas en praderas donde la población obtenida inicialmente
durante el establecimiento no haya sido la adecuada.
En condiciones de riego, la siembra se puede llevar a cabo
en cualquier época del año, siempre y cuando no exista riesgo por
la presencia de heladas; en suelos pesados y arcillosos, la
preparación del terreno no es factible, por lo que se deben
sembrar en seco en la primavera con punta de riego, con la
finalidad es aprovechar al máximo el incremento en la
temperatura, lo que favorece el crecimiento del pasto recién
sembrado. Sin embargo, el desarrollo de pasto deberá inducirse
bajo condiciones estrictas de riego. La ventaja de sembrar en
primavera es que las plantas aprovechan los nutrimentos y la
energía disponible a su alrededor y al inicio del temporal están en
condiciones de competir con las malezas presentes. Dependiendo
de la existencia e intensidad de las cabañuelas <si las hay>, la
siembra se puede llevar a cabo con bastante éxito en algunas
regiones de clima templado y tropical.
Método de siembra. La siembra de los pastos se realiza en
diferentes formas dependiendo de la preparación del terreno,
topografía, maquinaria, equipo agrícola disponible y la
disponibilidad de semilla. Los métodos más utilizados
independientemente del tipo de semilla a sembrar (sea material
vegetativo ó semilla botánica) son al voleo, en surcos, en franjas,
en asociación con cultivos agrícolas y a espeque.
La siembra al voleo es fácil y económica; se utiliza en
terrenos pequeños, cuando hay disponibilidad de semilla y
fertilizante (fósforo) para emplear altas densidades, o bien, cuando
16 17
no es factible preparar adecuadamente una cama de siembra. La
siembra en surcos permite el uso de menores cantidades de
semilla, facilitando la aplicación del riego y otras prácticas de
manejo al cultivo; se realiza una distribución más homogénea de la
semilla y fertilizante. La siembra en franjas consiste en establecer
gramíneas agresivas en forma intercalada dentro del terreno,
abarcando cerca del 50 - 60% de la superficie a establecer. La
aplicación del fertilizante promueve el desarrollo y rápido
establecimiento de las plantas madres en las áreas sembradas.
La utilización de nodrizas como el maíz y sorgo, reduce los
costos de establecimiento, obteniéndose además otros productos
extras como el grano y los esquilmos. En este caso, la siembra
debe realizarse después de la última escarda seguida de una
aplicación del riego. La fertilización deberá cubrir los
requerimientos del cultivo y del pasto durante la fase de
establecimiento. Las siembras a espeque se utilizan en terrenos
de topografía accidentada o pedregosa, eficientizando al máximo
la utilización de semilla y fertilizante.
Los resultados obtenidos en cuanto a los métodos de
siembra, muestran que cuando la siembra se realiza en surcos
combinado con un control adecuado de las malezas y fertilización
en bandas, favorece el establecimiento óptimo de la pradera.
Profundidad de siembra. Independientemente del método
empleado para la siembra, la profundidad óptima es la que permite
a la plántula un desarrollo radicular adecuado para su nutrición y
posterior emergencia. La textura, compactación y condiciones de
humedad en el terreno, así como el tamaño de la semilla, juegan
un papel importante en la profundidad de siembra; la cual puede
ser mayor en suelos arenosos que en arcillosos y menor en suelos
compactos.
En general, las semillas más grandes (leguminosas)
emergen de profundidades mayores que las semillas pequeñas
(gramíneas); una profundidad de siembra utilizada en la práctica
para leguminosas y gramíneas es de 4 y 2 cm, respectivamente.
Generalmente el tapado de la semilla en gramíneas se realiza con
un paso de rastra de ramas, mientras que en leguminosas, éste se
realiza simultáneamente durante la siembra, utilizando para ello,
una sembradora de cereales de grano pequeño.
Densidad de siembra. Esta práctica requiere especial cuidado y
debe decidirse en función de la disponibilidad de semilla, pureza y
viabilidad de ésta, así como el grado de preparación del suelo, etc.
Por ejemplo, el tiempo de almacenamiento y la escarificación,
tienen un efecto muy marcado sobre la germinación de las
semillas y por lo tanto impacta en la densidad de siembra. Existen
especies como el Señal (B. decumbens) y Buffel (Cenchrus
ciliaris), que presentan largos períodos de latencia, la cual se
rompe después de siete a ocho meses de almacenamiento; la
escarificación con 3 a 10 minutos en ácido sulfúrico reduce
significativamente este período de latencia, cuyo efecto se
mantiene hasta por cuatro meses.
Antes de realizar la siembra es recomendable hacer una
prueba de germinación y pureza del lote a utilizar; los valores
obtenidos permitirán conocer el contenido de semilla pura viable,
cuyo valor determinará la densidad de siembra a utilizar.
Generalmente los pastos presentan bajos porcentajes de pureza y
germinación, requiriéndose realizar un ajuste en la cantidad de
semilla comercial. Un procedimiento sencillo para realizar este
ajuste es mediante la utilización de las siguientes ecuaciones:
SPV (%) = [Germinación (%) X Pureza (%)]/100
SC (Kg) = [Kg de SPV requerida X 100]/ SPV (%)
Donde:
SPV = Semilla Pura Viable
SC = Semilla comercial
Por ejemplo, si tenemos un lote de semilla con un 40% de
pureza y un 40% de germinación, con una densidad de siembra
recomendada de 3 kg/ha de SPV, entonces se requerirá hacer los
siguientes ajustes:
SPV (%) = [40 X 40]/100 = 16 % de SPV, sustituyendo:
SC (Kg) = [3 X 100]/16 = 18.75 kg/ha de SC
Cuando se utiliza material vegetativo para la siembra, éste
debe adquirirse lo más cerca posible y lo más importante es que
se encuentre lo más maduro (variable entre especies) posible para
lograr un buen establecimiento; un pasto tierno o con una
considerable cantidad de humedad presenta problemas para su
establecimiento por la deshidratación de que es objeto. En todos
los casos, entre mayor sea la cantidad de material vegetativo
utilizado, más rápido será el establecimiento.
La forma más efectiva de llevar a cabo la siembra o
resiembra de una pradera, es depositar las guías en el fondo del
surco, tapándolas parcialmente con un paso de arado. Las guías
también pueden ser esparcidas sobre un terreno preparado,
enterrándolas posteriormente con un paso de rastra superficial.
Cuando se utilizan tallos, éstos deben ser depositados en el fondo
Figura 16. Siembra de praderas utilizando material vegetativo.
20 21
del surco, cubriendolos con una capa de suelo utilizando azadón ó
équipo agrícola como rastras y arados. También es posible utilizar
esquejes o estacas de plantas maduras, enterrando dos o tres
nudos y dejando fuera uno o dos.
En el Cuadro 1, se muestra la densidad de siembra
recomendada para algunas especies forrajeras utilizadas en
praderas irrigadas en algunas áreas tropicales de México.
Control de plagas y enfermedades. Aunque la incidencia de
plagas y enfermedades no es muy común durante el
establecimiento, existen pérdidas por acarreo de semilla y corte de
follaje por Hormigas (Atta sp y Acromyrmex sp), Gusanos
defoliadores (Mocis sp y Spodoptera sp) y Grillos (Grillus sp).
+
Durante esta fase, la penetración de los rayos solares hasta el raz
de suelo evita la proliferación de ciertas plagas como la Mosca
pinta (Aeneolamia y Prosapia) y el Gusano medidor. El tratamiento
de la semilla antes de la siembra con Parathion metílico al 2%,
reduce al máximo los riesgos de acarreo de semilla durante el
establecimiento.
Figura 17. Plantas de zacate Elefante enano sanas y dañadaspor larvas de mosca pinta; salivazo, larva y adulto,respectivamente.
22
23
La acumulación de follaje durante su desarrollo y un
manejo inadecuado después del establecimiento, hacen a la
pradera susceptible al ataque de algunos insectos, dentro de los
cuales se encuentran: el salivazo ó Mosca pinta, Chapulines
(Melanoplus spp), langostas, Gusano falso medidor, Gusano
blanco o Gallina ciega (Phyllophaga sp), áfidos y pulgones
(Rhopalosiphum sp). El control de estas plagas, se puede llevar a
cabo utilizando Clorpirifos en aplicaciones al follaje y al suelo,
mediante pastoreos intensos, defoliación total y hasta la quema de
la pradera.
En enfermedades, se ha observado que solo algunas
especies forrajeras son susceptibles al ataque de patógenos como
la roya (hoja y tallo) o fungosis; sin embargo, en la mayoría de los
casos los daños son leves y de poca importancia económica.
MANEJO Y UTILIZACION DE LA PRADERA
Control de malezas. El éxito durante el establecimiento
dependerá de la efectividad de las medidas que se tomen para el
control de malas hierbas. El uso de semilla de buena calidad,
adecuada preparación del terreno y óptima época de siembra son,
entre otros, los factores más importantes a considerar para reducir
al mínimo los problemas ocasionados por la invasión de especies
indeseables. También, la utilización de especies bien adaptadas,
agresivas y de rápido establecimiento, constituye la principal
herramienta para reducir los riesgos de la invasión de malezas.
Existen varios métodos para el control y manejo de plantas
indeseables en áreas de pastoreo, mismos que dependen de las
características de la planta problema (forma de crecimiento,
reproducción, densidad y morfología entre otras), de las
condiciones climáticas y edafológicas del área, así como de la
disponibilidad de recursos (económicos y equipo) para su control.
El control de malezas se puede realizar mediante
diferentes métodos, dentro de los cuales se incluyen los
culturales (cuarentenas, fertilizaciones, etc.), los biológicos
(pastoreos), los deshierbes manuales y/o mecánicos, la
utilización de productos químicos y la quema de la pradera en
situaciones especiales (eliminación de forraje viejo, incidencia de
plagas, etc.), cuya elección dependerá de la condición de la
pradera, pudiéndose aplicar durante la fase de establecimiento ó
bien en praderas productivas con diversos grados de invasión de
malezas. Si las condiciones del terreno lo permiten, es posible
utilizar una combinación de diferentes métodos que incluyan desde
descansos y fertilización, hasta la utilización de productos
químicos, maquinaria y equipo agrícola entre otros.
Generalmente durante la fase de establecimiento de la
pradera, los problemas observados son básicamente plantas
herbáceas de crecimiento estacional, por lo que la utilización de
productos químicos constituye el método más eficiente y rentable
para su control, ya que produce la muerte total de un alto
porcentaje de las mismas sin dañar los pastos. Los productos
24 25
Figura 18. Control químico de malezas en praderas medianteequipo de aspersión con tractor.
químicos utilizados para el control de malezas de hoja ancha en
praderas de gramíneas en monocultivo es la Atrazina en
preemergencia (solo en algunas especies), aplicando uno o dos
días posteriores a la siembra. En postemergencia se utilizan los
derivados del 2,4-D amina, 2,4-D ester y Picloram. Después de
ésta etapa el pasto crece vigoroso y compite con cualquier tipo de
maleza que pueda presentarse. Los productos comerciales
disponibles de acuerdo a su ingrediente activo y forma de acción,
se detallan en el Cuadro 2.
CUADRO 2. PRODUCTOS Y DOSIS DE HERBICIDASSELECTIVOS RECOMENDADOS PARA EL CONTROL DEMALEZAS EN PRADERAS DE GRAMÍNEAS.
Nombre Dosis/hai.a.
Producto
L/ha
Época deAplicación Observaciones
Técnico Comercial
Atrazina Gesaprim 0.8 – 1.6 1.0 – 2.0 Preemergencia
Especialmentecontra y hoja
anchagramíneas
anuales
2,4-DAmina Hierbamina 0.4 – 0.8 1.0 – 2.0 Postemergenci
a
Contraherbáceos de
hoja ancha
2,4-DAmina +Picloram
Tordón 0.3 – 0.6 1.0 – 2.0 Postemergencia
Contraherbáceos dehoja ancha y
leñosas
Glifosato Faena 1.0 – 2.0 2.0 – 4.0
Presiembra
Postemergencia localizado
Gramíneas yherbáceosanuales yperennes
En el caso de lotes compactos de leguminosas y
dependiendo del tipo de malezas presentes (hoja ancha o
angosta), los productos químicos a utilizar son Alaclor, Metoalaclor
y Pedimetalina en preemergencia.
En postemergencia, se utilizan los derivados del Bentazón,
Aciflourfen y Floazifop. La utilización de productos químicos
deberá ser restringido cuando se utilicen praderas asociadas de
gramíneas y leguminosas, en cuyos casos, lo más recomendable
es hacer un control manual (deshierbe manual, macheteo) o
mecánico (chapeos) de las malezas presentes. Se puede hacer
uso de productos químicos, siempre y cuando las aplicaciones
27
Figura 19. Utilización de quemas periódicas como herramientaen el manejo y rehabilitación de praderas degradadas.
sean dirigidas directamente a las especies problema. Los
productos comerciales disponibles de acuerdo a su ingrediente
activo y forma de acción utilizados durante el establecimiento de
bancos compactos de leguminosas, se detallan a continuación en
el Cuadro 3.
CUADRO 3. PRODUCTOS Y DOSIS DE HERBICIDASSELECTIVOS RECOMENDADOS PARA EL CONTROL DEMALEZAS EN BANCOS COMPACTOS DE LEGUMINOSAS.
NombreTécnico Comercial
Dosis/hai.a.
ProductoL/ha
Época deAplicación Observacione
s
Alaclor Lazo 0.8 – 1.5 2.0 – 3.0 Preemergencia
Contra hojaangosta y
algunas de hojaancha
Metoalaclor Dual 1.0 – 1.5 1.5 – 2.0 Preemergencia
Especialmentevs gramíneas
Pedimentalina Prowl 0.3 – 0.6 1.0 – 2.0 Preemergencia
Especialmentevs gramíneas
Bentazon Basagran 0.8 – 1.0 1.6 – 2.2 Post-emergencia
Contra hojaancha
Trifluoralina Treflan 0.8 – 1.0 1.6 – 2.2 PresiembraInc.
Contragramíneas
Aciflourfen Blazer 1.3 – 0.6 .75 – 1.5 Post-emergencia
Hoja ancha yalgunas
gramíneas
Fluazifop Fusilade 0.3 – 0.6 1.0 – 2.0 Post-emergencia
Especialmentevs gramíneas
La utilización del fuego en el manejo de las praderas
irrigadas es una práctica que se realiza eventualmente con el
objetivo de incrementar la palatabilidad del forraje disponible,
eliminar forraje viejo no utilizable, mantener densidades bajas de
arbustos, reducir la competencia por agua entre pastos, arbustos y
árboles, acelerar el crecimiento de los pastos y reducir la
incidencia de enfermedades y plagas.
Para su aplicación deben considerarse las condiciones
climáticas de la región, siendo las más adecuadas una velocidad
del viento de 13 a 24 km/h, humedad relativa de 25 a 35% y
temperatura del aire de 24 a 27C; en cuanto al material
combustible debe ser al menos de 570 a 1120 kg/ha, con una
humedad de 7 a 35%. Sin embargo, no existen las condiciones
óptimas para la prescripción de quemas pudiendo estas variar de
acuerdo al tipo de vegetación, objetivos y cantidad de material
29
combustible fino. Una quema bien planeada es un método
económico y útil para mantener una adecuada composición
botánica en la pradera.
Fertilización.
Fertilización de establecimiento. La fertilización durante la fase
de establecimiento no se considera una práctica de rutina, sin
embargo, en suelos de baja fertilidad, su utilización es factible
previo análisis químico de suelo <cuando sea posible> y después
de que se haya realizado el control de las malezas, eliminando así
la competencia con el cultivo por espacio, agua, luz y nutrimentos.
En suelos tropicales, la baja fertilidad y variaciones de pH
del suelo son dos condiciones que limitan fuertemente el
establecimiento y posterior utilización de las praderas. Los suelos
generalmente son deficientes en nitrógeno y fósforo, además de
potasio, azufre, calcio, boro, cobalto y cinc entre otros, que no
siempre son limitantes para el desarrollo de las plantas. La adición
de estos nutrimentos al suelo durante la fase de establecimiento
de la pradera se puede realizar de acuerdo a los requerimientos de
las especies utilizadas tal como se muestra en el Cuadro 4.
Estos factores se pueden corregir mediante la aplicación
de fertilizantes comerciales (Cuadro 5), cal (500 - 2000 kg/ha),
abonos verdes y compostas (residuos de cosecha, estiércol, etc.)
al suelo. Sin embargo, es importante considerar que muchas de
las especies tropicales más productivas están adaptadas a estas
condiciones, siendo muy eficientes en la utilización de nutrimentos
como el fósforo y tolerantes a la acidez de altos contenidos de
aluminio intercambiable en el suelo, lo cual significa que la
principal alternativa viable para la modificación del suelo consiste
en la selección adecuada de la especie a utilizar. Sin embargo,
cuando se recurre a la fertilización en la fase de establecimiento,
es necesario aplicar con el último paso de rastra todo el fósforo y
no más del 30% del nitrógeno.
31
En suelos de mediana a alta fertilidad no es conveniente
fertilizar al momento de la siembra, ya que se incrementarían los
problemas de competencia con las malezas en las primeras
etapas de desarrollo. Sin embargo, esta práctica es factible una
vez que se haya realizado un efectivo control de las malezas
presentes. En suelos pobres la adición de pequeñas cantidades de
nitrógeno y fósforo en dosis de 50-50-00 favorece el
establecimiento de las gramíneas. Las deficiencias de azufre,
generalmente son cubiertas por los fertilizantes superfosfato, los
cuales contienen un 12% de este elemento. Cierto número de
otros elementos como calcio, azufre, magnesio, cinc, cobre y
molibdeno entre otros, son requeridos en menor proporción por
las gramíneas y pueden ser provistos mediante la aplicación de
productos comerciales.
Fertilización en praderas productivas. Esta práctica se
considera la alternativa más rápida y eficiente para mantener la
fertilidad y productividad en praderas establecidas y debe
realizarse rutinariamente con el objetivo de restituir al suelo los
nutrimentos que se extraen en forma de forraje, carne o leche. Los
beneficios directos son un mejoramiento en la condición y
productividad de las praderas, un mejoramiento en la calidad y
cantidad del forraje disponible y un incremento en la capacidad de
carga, lo que finalmente mejora los índices productivos y
reproductivos de los animales en pastoreo. Económicamente, los
beneficios son altamente redituables, ya que la inversión solo
representa del 8 al 12% de los costos totales para producir un litro
de leche ó un kilo de carne.
Para el establecimiento de un programa de fertilización, se
requiere conocer tanto las características del suelo (tipo,
composición química, pH, pendiente, textura, etc) como la
demanda de nutrimentos de la especie forrajera utilizada <los
nutrimentos requeridos y fuentes utilizadas fueron mencionados en
el apartado de fertilización de establecimiento expuesto
anteriormente>. En este sentido, es necesario realizar
primeramente un análisis de suelo donde de manera precisa se
determinen las deficiencias nutrimentales; sin embargo, cuando
esto no es posible, se requiere considerar lo siguiente:
1. Se requiere aplicar por lo menos una cantidad similar de
nutrientes a la que cada año se extrae en forma de carne,
leche o forraje, considerando en este último caso, la demanda
especifica para determinadas especies forrajeras o bien,
tomando en cuenta la demanda promedio de nutrimentos
requeridos para producir una tonelada de forraje seco como se
señala en el Cuadro 6.
CUADRO 6. DEMANDA DE NUTRIMENTOS (kg/ton MS) PORDIFERENTES PASTOS EN REGIONES TROPICALES.
Pasto N P K Ca Mg
Estrella C. nlemfuensis 13.6 2.3 16.5 5.3 1.9
32
33
34
Merkeron P. purpureum 11.9 2.5 20.0 3.7 2.5
Pará B. mutica 12.7 1.7 15.9 4.7 3.2
Señal B. decumbens 9.1 1.9 15.0 4.5 2.8
Gordura Melinis minutiflora 15.6 2.4 15.7 4.2 3.3
Ruiz B. ruziziensis 10.0 1.6 13.4 4.5 2.3
Llanero A. gayanus 16.3 2.4 18.7 5.9 1.9
Pangola D. decumbens 19.2 3.1 25.7 9.0 2.2
Elefante P. purpureum 12.1 2.6 20.1 3.9 2.5
Guinea P. maximum 12.4 1.9 15.7 6.4 4.3
Estrella C. plectostachyus 13.9 2.3 16.8 5.4 1.9
PROMEDIO 13.3 2.2 17.4 5.4 2.8Adaptado de: Becerra (1992) y Meléndez (1998)
2. Considerar que el fertilizante aplicado solo es utilizado en un
60%, el resto se pierde por volatización y lixiviación de
nutrimentos.
3. Cuando el forraje es pastoreado, el 80% de nutrientes es
reciclado y de esta cantidad, solo el 60% es utilizado por la
planta, el resto se pierde en alguna de las formas
mencionadas anteriormente.
En praderas irrigadas, la fertilización es factible llevarse a
cabo todo el año, aplicando todo el fósforo en verano, cuando
existe mayor temperatura y humedad, mientras que el nitrógeno se
fracciona y se aplica posterior a cada pastoreo. En este caso, es
necesario considerar tanto la movilidad de nutrimentos en el suelo,
como las condiciones meteorológicas de la región. La aplicación
del fertilizante se realiza generalmente por métodos manuales,
mecánicos, al voleo o en bandas, dependiendo tanto de la mano
de obra como de la maquinaria y equipo disponible.
Los efectos de la fertilización en las praderas se reflejan en
un incremento en la cantidad y calidad del forraje disponible a
corto plazo, por lo que es factible lograr incrementos significativos
en la capacidad de carga y kilogramos de carne y leche por unidad
de superficie. Un ejemplo de ello son los resultados obtenidos en
el C.E. “Clavellinas”, donde por 12 años en praderas de Estrella
africana con fertilización 800-100-00, la carga animal se
incrementó hasta 8 vacas Holstein por hectárea, con una
producción media de 40.36 ton de leche por hectárea en 365 días.
De acuerdo a estos resultados, la producción de leche por
kilogramo de fertilizante aplicado fue de 36.4 litros. Por otro lado,
en Cuba, con vacas Holstein de alto potencial en pastos
fertilizados e irrigados, con una carga de 7.9 vacas/ha, se han
obtenido producciones de leche de 16 kg/vaca/día, con una
producción de 4.82 ton/lactancia, mientras que en vacas
Holstein/Cebú de mediano potencial, estas fueron de 8.4
kg/vaca/día y 2.42 ton/lactancia, respectivamente con una carga
de 5.3 animales/ha
3536
Otros resultados muestran que la fertilización de praderas
de pasto Pangola con 400 kg de nitrógeno por año, permite
incrementar la carga animal hasta un 125%, mientras que la
producción de leche se incrementa de 3.99 a 9.02 ton/año, lo que
representa un mejoramiento anual en la producción de leche de
126%.
En cuanto a producción de carne, una dosis anual de 200
kg de nitrógeno incrementó la producción de carne por año de 219
a 613 kg/ha en praderas de Estrella de África, de 183 a 493 kg/ha
en pasto Alemán (Echinochloa polystachya) y de 291 a 701 kg/ha
en praderas de Señal, lo que representó incrementos de 179, 169
y 141%, respectivamente para cada pradera.
Riego. La utilización de un sistema de riego combinado con otras
prácticas de manejo como la fertilización y descansos, permite
incrementar la productividad y persistencia de la pradera. Para
decidir el momento ideal para efectuar el riego, es necesario vigilar
el contenido de humedad disponible en el suelo sobre todo en la
zona radicular y en la misma planta. Cuando la planta se marchita,
es obvio que le falta agua; sin embargo, a estas alturas ya ha
cerrado sus estomas y suspendido la actividad fotosintética, con la
consecuente disminución en la producción de forraje.
Teóricamente es difícil determinar con que periodicidad y
en que medida se requiere el agua en las praderas, ya que cuándo
y cuánto regar va a depender de la especie vegetal utilizada y las
condiciones edafoclímaticas de la región (tipo de suelo, cobertura,
temperatura, etc.). El riego se lleva a cabo fuera de la época de
lluvias y durante el descanso de las praderas; así, el primer riego
(con y sin fertilización) se aplica después de cada pastoreo;
posteriormente, éste se dará cada 15 días en suelos livianos y
cada 25 días en el caso de suelos pesados o arcillosos. Sin
embargo, como se mencionó anteriormente, este calendario no se
puede considerar como una receta y pudiendo variar entre
regiones.
El tiempo y lámina de agua es variable; para esto es
importante considerar que la tasa de infiltración varía de un tipo de
suelo a otro. En suelos arenosos donde la tasa de infiltración es
mayor la frecuencia, el tiempo y lámina de riego son diferentes a la
requerida en suelos francos y arcillosos. El riego se puede
suministrar por medio de cuatro formas: superficial o gravedad,
trasporo, aspersión y por goteo. El método a utilizar dependerá de
37 38
la disponibilidad de infraestructura, equipo y recursos económicos
disponibles en cada explotación en particular.
Manejo del pastoreo. Después de la emergencia de las plántulas,
el principal objetivo del manejo es asegurar el óptimo
establecimiento y posterior productividad de las praderas. El inicio
del pastoreo deberá decidirse en función de las tasas de
crecimiento de las especies presentes, su fisiología (reproducción
al primer año), su reacción al pastoreo (productividad y
enraízamiento), su palatabilidad y grado de competencia de la
maleza.
Después del establecimiento, la utilización del sistema de
pastoreo y carga animal acordes a la especie vegetal utilizada y
objetivos de la explotación, es de importancia fundamental para
mantener e incrementar tanto la producción animal como la
condición y productividad de las praderas. Bajo estas condiciones,
la explotación de las praderas se realizará básicamente bajo los
sistemas de pastoreo continuo y rotacional.
Continuo. Es el más antiguo y simple de los sistemas y
solo utiliza una división, en el cual se mantiene el ganado todo el
año. Es fácil de adoptar y mantener, y se adapta a potreros con
buena o excelente condición. Requiere de menor labor y manejo
del ganado, así como menor inversión para el mejoramiento en la
distribución de los animales; sin embargo, no existe un pastoreo
uniforme en toda el área y hay un gasto energético excesivo en la
búsqueda y sobrepastoreo de las especies más palatables.
Rotacional. Esta modalidad se adapta más a los sistemas
de producción intensiva, utilizando razas especializadas, especies
forrajeras de mayor productividad, fertilizantes y riego entre otras
prácticas de manejo. Incluye múltiples variantes, las cuales difieren
en la duración de los períodos de pastoreo y descanso, en función
del número de divisiones o potreros disponibles, número de hatos
y la frecuencia con que los animales son cambiados de una
división a otra a través del año.
Existe un movimiento calendarizado del ganado entre
divisiones, utilizando cercos fijos o energizados, realizando así una
utilización más uniforme del forraje por uno o más lotes de
ganado. Así, la rotación del ganado permite controlar la frecuencia
e intensidad del pastoreo en las plantas más palatables y reducir la
selectividad por parte del animal, lo que evidentemente se reflejará
en una mejor condición y productividad de la pradera. La duración
del período de pastoreo y subsecuentes períodos de descanso, se
basan en que el tiempo de pastoreo - descanso haya sido el
adecuado para el crecimiento de las especies.
Existen múltiples evidencias que han demostrado que
cuando se utilizan pastizales naturales, sin fertilización y con
cargas animal bajas, no existen ventajas de utilizar otros sistemas
diferentes al continuo; sin embargo, cuando se han utilizado altas
cargas en praderas irrigadas y fertilizadas a partir de especies
forrajeras mejoradas, el pastoreo rotacional ha superado al
continuo entre un 13 a 25% en la producción de leche, mientras
39
40
que la carga animal óptima se ha incrementado hasta un 10%, lo
que finalmente, se traduce en una mayor producción de carne y
leche. Dentro de las variaciones del pastoreo rotacional más
utilizadas para la producción de leche se mencionan el pastoreo de
Líderes y seguidoras y el pastoreo en Franjas, mientras que para
producción de carne y leche, el sistema rotacional de cuatro o más
divisiones con descanso rotacional es el que mejores resultados a
demostrado.
Líderes y seguidoras. Este sistema clasifica a los animales de
acuerdo a su calidad y producción; primero se introducen al
área de pastoreo los animales de mayor producción y
posteriormente a los de menor (vacas secas). Con este sistema
se suministra a los primeros un forraje más suculento y
nutritivo. En ocasiones se tiene un tercer grupo de repaso
constituido por la ternerada; el número total de días de pastoreo
en cada división se distribuye entre los diversos grupos de
repaso. El tiempo de pastoreo varía de acuerdo a la
disponibilidad de forraje, recomendándose una hora en la
mañana y otra en la tarde, el resto del día permanecen en el
establo, lo cual disminuye las pérdidas por pisoteo y permite el
mejor aprovechamiento del estiércol colectando en el establo.
Franjas. Esta modalidad es utilizada para praderas de alta
productividad, donde diariamente se limita con cercos eléctricos
la superficie en la cual un grupo de animales obtendrá su ración
de forraje. Se pueden dejar franjas adyacentes como zona de
tránsito y acceso al agua para el ganado. Este método de
pastoreo es más laborioso y de mayor eficacia, ya que se
obtiene una alta utilización del forraje disponible; es altamente
intensivo y emplea cortos períodos de pastoreo de 1 ó 2 días y
períodos de descanso de 21 a 25 días. Su utilización permite
alcanzar altas cargas animal por unidad de superficie, logrando
un pastoreo más uniforme y permitiendo el tiempo suficiente
para la recuperación al pasto.
El tamaño de la franja varía de acuerdo al grupo de
animales, disponibilidad de forraje y época del año; permite
además el empleo de saladeros y bebederos portátiles. Dentro
de los inconvenientes esta el costo inicial de la cerca y su
manejo, aunado a la utilización de un área de descanso para
suministro de alimentos complementarios, reduciendo el
pisoteo y descarga de heces en la pradera. Es un sistema
recomendable para zonas lecheras donde el costo de la tierra
es bastante elevado; sin embargo, también puede ser utilizado
para la finalización de borregos y ganado en pastoreo.
Incrementos substanciales de 20 a 30% en la producción de
leche por hectárea se han encontrado en este sistema cuando
fue comparado con el continuo en condiciones similares.
Figura 21. Utilización de esquemas de pastoreo adecuadospara mejorar la utilización de las praderas y su capacidad decarga.
41 42
Carga animal. Es el número de animales que pastorean un área
dada, durante un tiempo definido, sin considerar la época del año y
el daño que se cause a la vegetación presente. Un manejo
adecuado de la carga animal constituye la técnica más efectiva
para mejorar la eficiencia de utilización del forraje disponible y la
productividad de los animales.
Una carga animal incorrecta trae como consecuencia una
sobreutilización y/o subutilización de las áreas de pastoreo; su
efecto se manifiesta lentamente sobre la composición botánica de
la pradera. A medida que la pradera es sometida a una carga
animal excesiva, la población de especies deseables se va
sustituyendo por otras menos deseables y más resistentes al
sobrepastoreo. Posteriormente proliferan las gramíneas anuales y
maleza de hoja ancha, las cuales pueden incrementarse hasta
llegar a ser dominantes. Este cambio se da lentamente y depende
de la aceptación y resistencia a la defoliación y pisoteo de las
especies deseables presentes.
Otro efecto de la carga animal radica en los pequeños
cambios positivos en las ganancias de peso por animal cuando se
utilizan cargas reducidas; en contraste, cuando se incrementa la
carga se observan fuertes incrementos en la producción por
hectárea en detrimento de la producción animal individual. Sin
embargo, este incremento continuará hasta un óptimo donde el
rendimiento por hectárea será máximo, pero si persiste, hay el
riesgo de que tanto la ganancia por animal como por hectárea
disminuyan repentinamente ocasionando el sobrepastoreo de la
pradera. En términos de producción de leche, se ha encontrado
que este punto se obtiene cuando en vacas de primer parto la
producción desciende de un 10 a 12%, mientras que en vacas de
multíparas puede existir un decremento en la producción individual
hasta de un 18%.
Para determinar la capacidad de carga de la pradera y/o
unidades animal equivalentes (U.A.E.) para una división o pradera
en particular, se requiere realizar los ajustes de acuerdo a la edad,
peso vivo y consumo de alimento de los animales, tal como se
detalla en los Cuadros 7 y 8:
CUADRO 7. EQUIVALENCIAS (UNIDADES ANIMAL) PARABOVINOS DE ACUERDO A SU ESTADO FISIOLÓGICO, EDADY PESO VIVO.
Estado Fisiológico U. A. E.
Toro adulto (>24 meses, 773 Kg)
Toro joven (18.24 meses, 528 Kg)
Vaca adulta con becerro
Vaca adulta vacía (454 Kg)
Vaquilla preñada (± 18 meses)
Animal de sobre año (18-24 m, 398 Kg)
1.50
1.15
1.35
1.00
1.00
0.90
43 44
Animal de sobre año (15-18 m, 341 Kg)
Animal de sobre año (12-15 m, 284 Kg)
Becerro destetado (12 meses, 227 Kg)
Becerro destetado (8 meses, 204 Kg) 0.50
0.80
0.70
0.60
0.50
Vallentine (1990).
CUADRO 8. UNIDADES ANIMAL EQUIVALENTES PARA GANADOBOVINO DE ACUERDO A SU EDAD, PESO VIVO Y CONSUMO DEFORRAJE.
Edad (meses)Vaca
madura6 18 30 42 + becerro
Peso Vivo (Kg) 160 230 340 454 454
Consumo
(Kg MS/Día)4.8 6.4 9.5 12.2 15.5
U.A. E. 0.4 0.5 0.8 1.0 1.3
Nota: Para otras situaciones, ajustar 0.1 UAE por cada 45.4 kg depeso vivo. Adaptado de: QBII (1999).
Resiembras. La resiembra de pastos constituye una de las
prácticas de mejoramiento más importantes. Se utiliza cuando el
potencial forrajero de una pradera comienza a declinar,
presentando además pérdidas mayores al 50% de las especies
forrajeras y erosión. Consiste en el establecimiento de la
vegetación por medio de la siembra de semilla de las especies
forrajeras adaptadas a las condiciones climáticas y edafológicas
del área.
En el caso de praderas irrigadas en avanzado estado de
deterioro, la resiembra puede ser total o parcial con la misma u
otra especie forrajera (siempre y cuando se adapte a las
condiciones ecobiológicas de la región), de tal manera que la
rehabilitación de la pradera sea en el menor tiempo posible.
Posteriormente estos terrenos deberán integrase a un manejo
adecuado (descansos, fertilización, etc.) para evitar el
sobrepastoreo y consecuentemente la pérdida del recurso
forrajero. En el caso de resiembra total, los métodos de siembra y
preparación de terreno serán los mismos que los utilizados para el
establecimiento de praderas.
Fígura 22. La resiembra de praderas es la última alternativa enel manejo y rehabilitación de las praderas.
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Labores culturales. En praderas degradadas es factible la
aplicación de labores culturales, utilizando equipo agrícola
apropiado y prácticas culturales que permitan mejor eficiencia y
productividad de las mismas.
En estas condiciones, es factible utilizar el arado,
combinado con un rastreo total o en franjas; subsoleador simple y
doble, con o sin rastra; rastreo simple y cruzado o varios pasos de
rastra, que combinados con prácticas de quema, control de
maleza y fertilización han logrado incrementar la población de
plantas hasta en un 70% a los cinco meses de su aplicación,
incrementándose además la producción forrajera entre 250 y
260% con los tratamientos de rastreo y subsoleo.
Un incremento de 100% en la capacidad de carga fue
observada en praderas de pasto Pangola cuando se utilizó la
fertilización 150-75-00 sola y combinada con subsoleo. Asimismo,
la producción de carne por hectárea observada fue de 130 a 140
gr/animal/día en praderas sin tratamiento y subsoleadas, mientras
que esta producción fue de 450 y 440 gr/animal/día en praderas
fertilizadas con y sin subsuelo, respectivamente, lo que mostró un
un incremento mayor al 200% en la producción de carne con
respecto a las primeras.
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