FORESTAL - John Uberuaga

8/9/2019 FORESTAL - John Uberuaga

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JOHN UBERUAGA

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HEBRA EDITORIAL

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UNA VEZ LEDO, QUE CAMBIE DE MANO

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AGRADECIMIENTOS

FEDERACIN DE ESTUDIANTESPONTIFICIA UNIVERSIDADCATLICA DE VALPARASO


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"Dios no est con nosotros porque odia a los idiotas".

(El Bueno, enEl bueno, el malo y el feo)


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PRLOGO

An era verano cuando le robamos los ojos a los rboles y

los hicimos rodar como relojes a cuerda. Era una edad demanzana, de bicicletas rotas de ojos como ampolletas. Erandas resbalosos como ranas recin sacadas del estero, dassin anclas sin cables a tierra.

El jardn estaba siempre lleno de cosas sin acabar y derboles sin hojas.

Eran globos o crculos de humo, viejo. Era humo al fin y alcabo.

An era julio cuando los malos amigos se internaban en laselva, la mala vida les robaba el corazn o los escondandentro de los ojos de los callejones como si fueraseptiembre, y en la radio sonaban canciones suciashabladas en ingls, las micros suban chillando resortes

oxidados y rancheras y en las esquinas, calladitos, losasesinos y los pasteros recitaban poemas que no ha escritonadie.

Me gustaban las tardes en el cerro cuando andabas por acy no llamabas nunca, cuando mi vieja no elega las mejoresflores del patio para ir a dejrtelas a la tumba chica y heladadonde te dejaron.

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AQU ESTAMOS.

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fue en la barra de un bar. una tasca de hijos sin padre.los das se buscaban sin hallarse, compartiendo la chaqueta,los zapatos y hasta la misma sombralos borrachos se fugaban por las paredesy sus rostros se derretan.parecan cartas quemndose en la hoguera.

aqu estamos,- me dice casi en secreto, un veterano del insomnioas de chicos, errantes, llenos de viento

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ARRIBA EN EL CERRO.arriba en la campana

a paloma, dens, carolina, mauro

No importa morir arriba,con los buenos lobos ,dndole la cara al viento.

No importa que la noche te siga con sus miles de vocesy se te llene la mirada de pjaros,siempre amanece en los ojos transparentes.

No importa morir arribadonde el tiempo se detiene abrazando las piedras.Aqu no sube nadie que no venga a nacer.

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ARAAS

No vi las araas que vuelven negraslas horas de los libros, y las cartas de los reostampoco les ped que me siguieran ni que me contaransecretos,sin embargo, aqu estnen los poemas que te debo.caminan despacio y las llamo amigas.me han dicho que afuera ladrany les gustara quedarse a esperar con el viento.

A veces escucho que sonren a mis espaldasvoz de gato acorraladovoz de nios lanzndose por la quebradaen cartones o en autos robados.

tambin se que han lloradoy lloran como tacones de aguja taladrando la callecomo el ruido que hace la esperanza al cambiar de vereda.

me han dicho que afuera disparanyo les digo que no son balaslos balazos suenan como si el cielo se comiera sus estrellascomo si a alguien le arrancaran los lunares.En verdad, lo que aqu suena,son desconocidos hablando en el tren de la quebrada,gente que sube el cerro tan tarde,que no saben por donde caminan,los ojos y la boca llenas de arena.manos fras y moradas,desapareciendo en el agua negra de la noche.

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me han dicho muchas cosas,tienen la voz de las sirenas que invocan a los nufragosla voz que se escucha en los temporalescuando los faros apuntan las hojas de los libroslas cartas de los reosy los poemas que te debo.

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EL RO

(a Gricelle & Katy)

me acost la noche pasada, intent descansarmi mente estaba muy alborotada, como un ganso salvaje

del oeste(skip james - devil got my woman)

y entonces miras atrs.lejos, en los cerros ms viejos, en sus casa ms chuecas,en cuartos pequeos donde dibujaron el hilo del tiempo.lejos, donde el ro nace.

es ah donde el sol se fuga del solo la lluvia desaparece de si misma,y siguen mojadoslos que se escapan de los colegios y de las iglesias,los hermanos ms melanclicos y callados,los que duermen bajo los puentesy en las plazas de pueblos imaginarios,

abren los ojos y se miran nuevamente entre ellos.a veces miras atrsy vuelves a leer la corrienteel ro arrastra palabras limpias como huesos y calaverasy al leerlas se te ponen los ojos blancos,te inunda el pecho con ruido de agua.

lejos, despertbamos sin creer las mentiras del tiempo,sin saber tampoco, que a veces menta,como la primera vez que fuimos nios.pasbamos meses, aos de aguaatrapados en ese instante antes de despertar.pasbamos como pasan los ros por las ventanas,

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cambiando lo suficiente para volver a ser los mismosla primera vez que fuimos nioshablbamos como hablan los cuartos sencillospara personas solas:

desde lejos y de a poco.

cerrando los ojos en este mundopara abrirlos en otro.a vecesun poco ms tranquilosun poco ms secos.

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NUNCA TANTO COMO AHORA

a valpo

todos estbamos soando en la orillasobamos, a veces, con tardes hmedasque caban en la palma de la mano,el mar se cansaba de morir a tus pies y se retiraba ensilenciolos cerros olvidaban sus pequeas casasa sus hombres atrincherados en las botilleras de lamadrugaday ardan con el color del oro cuando no existe.

y nunca tanto,nunca como ahorasoar los das ms pequeos en ciudadesque slo existen en el silenciosoar el ro imaginario que cruza la memoriasoar a los ahogados que an respiran bajo el agua

aqu y ahorala tarde dura una vida.en un cuarto desalojado de tu mente, se renen y lloranlos desaparecidos aos de la nadauna casa sola sin ventanasuna habitacin tan delgada y transparente como ellos.una tarde derretida, repartida en el recuerdo,una tarde en el traje de todos los das;todo el atardecer en los bolsillos,los pantalones rotos llenos de noches intemporalesah estn todos los que han muerto en ti,todos los padres y las madres,

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los hermanos y los compaeros de quienes ya nadieescribe.resucitan uno a uno y uno a uno se van.

nunca tanto como ahoramirarte con los ojos de la soledad,

mirarte con los ojos de las palabrasque se dicen en los reencuentrosy que se cantan a la vida,mirarte en los ojos de los que ven volver el mar.

cada atardecer amanecelos das se cierran y cruzan la nocheson pjaros negros enamorados del aire,

bengalas en los cerros de Valparaso.te cubres los ojos, porque mirar a veces duelepero los ojos se llenan de arena y agua,porque tambin has llorado a la luz de una maana limpia.

nunca tanto,nunca como ahoraescuchar como renace el jardn de los das buenos,

antes de perderlo en los presentimientos,como aclaran las maanas de la noche abiertaen nuestro fin del mundo,escuchar como llueve en secreto, sin que nadie lo notehasta limpiar esa nadaque a veces se queda con nosotros.

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SOANDO FORESTAL.

Ya las luces se apagaron,el barrio se despereza,

la noche con su tristezael olivo se ha tomao.

Los obreros rumbo al yugocomo todas las maanas,mientras que hablando macanas

pasa un tipo encurdelao.(Los cosos de al lao - Marcos Larrosa )

las calles de este cerro viejose hicieron mientras la ciudad dorma

y en forestal se miraban a los ojosmientras soabanesos que estaban locos y vivan arriba,ms arriba de la cima,donde nada crece,de donde nunca se baja.

ocultos en los paraderos soaban estas calleslos zapateros anarquistas, los nios que explorabanlas quebradas llenas de cavernasen busca de flores venenosas,los siempre ebrios, los asesinos que a vecestambin crean en dios.

las madres trabajaban hasta tarde,ms tarde an que despus de la ltima hora de lamadrugadaen las casas grises y monstruosas de la ciudad.se refugiaban en los patios hechos de hilos de araaque es el hilo con que se enhebran los ros en los sueos.casas pequeas y mal pintadas,

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pero limpias, profundas y claras,como el sueo de un recin nacido.

las abuelas, duermen en esos segundosen una verduleraen un medioda

mi abuelatan hermosa y morenaen los jardines de la memoria.arrugada y celeste,cubierta de luzen el cieloscuro de las tormentas;so, quizs, contigo.

y ahora que ac nos olvida el mar,y no hay ningn, ningn hombre que se acuerde denosotrosporque esos hombres, cario,esos hombres que contratan policasno suean con nadie.

ahora que parece ser tan tarde

debemos recordar lo que decan los muertos:que los perros tambin duermen solosmis perros negros, mis perros blancostarde, ya. en la nocheduermen solossoando las calles de este cerro viejo,donde no es necesario dejar de soar para estar despierto.

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FORESTAL

(a mi viejo)

las polillas se pelean furiosamente los hoyos de tus camisaspor los bolsillos rotos de tus pantalones caencomo pasajes de micro extraviadostus viejos consejos sin filoque no te cases nunca, que las minasson panales de abejas asesinasque lrgate cuanto antes de este cerro de mierda.tus viejos consejos sin filocaen como culebras azules del ternocon el que fuiste a tu entierro,caen como ciempis aprendiendo a volarcomo poemas escritos por alguien que piensa que tiene froy que no logra recordar el funeral de su viejo.yo lavo tus trapos sucios en la cocinay el fantasma del perro a quien ms he amadome ladra y me menea la cola perdido an en un ro.

me preguntas como est el cerro,

est tal cual lo abandonastela maleza llena de espinasllena el jardny tiene ese aroma venenoso a libertady a las 3 de la maana,mucho ms que las flores que murieroncuando termin el verano.

desde mi cerro, que parece un cometa averiado,un pedazo de tierra desprendido del planeta

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lleno de casas tontas y hechas a la rpida,como las letras en la carta de un suicida.veo la esmeralda reposar en su lecho de sangre hirviente,all en ese horizonte vagabundo de los forasteros,las plazas sin otoos llenas de hijos sin padres,los ridculos edificios de la ciudad

a la que bajbamos como ladrones de ganadoque jams se llenarn de campanariosy que adems me tapan la vista al mar.

desde ac no veo tu tumbay de ella no conservo ni una sola fotografa,aunque me decasque tu tumba sera el mar

yo te guardo en los bolsillos de las chaquetas que usabascuando an no nos conocamosni sabamos que tendramos que despedirnos.

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REBAO NEGRO

(a los cabros)

Simplemente que estas cosasson de todo el que las sienta

y es mi voz la que las dicemas es de todos la concienciaSimplemente - Santiago del nuevo extremo

vi el rebao negroa travs de sus camisas rotas

y sus ojos eran animales derramados en sonrisastransparentes.

estrecharon mis manos en trenes disueltos,y a mi odo confesabansecretos de trincheras y sacrificios a la luz del alba.

venan helados de un viento ciego

un viento cargado de alacranes y cigarros,de cerveza amarga y cicuta barataun viento hecho de noches atadas por el pescuezoen rboles de plazas detenidos en la historia.

lloramos el vapor de alegras delicadasenvueltos en el resplandor de cielos intactoscomo espejos temblorosos hacindose aicos

en cuartos cerrados.algunos parecan nios heridos profundamente,y profundamente perdidos en bosques en llamasotros parecan nios condenados a muerte

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vi ayeratentamente con elloslas lejanas lucesque caan del cielo.guardamos las estrellas y la esperanzaen bolsillos desgastados por cigarros malos

recogidos de patbulos y paredones en desuso.contbamos las horas y los dasque mediaban entre nuestras manos secasy el regreso de la marea.

algunos lanzaban desamorescomo piedras contra viejas putas retiradas,contra casas embrujadas,

habitadas solo por estudiantes desventurados.otros suban y bajaban las escaleras de valparasoarrastrando un corazn lleno de balas pero luminoso,intactoy siempre deseando veren la noche opaca de ojos opacosojos hmedos y entreabiertos por la risade botilleras que solo trae la niebla.

algunos se besaban furiosamente,en un vano intento de iluminar los rinconesque se ocultan del sol.

otros abran sus brazos oponindose a la tempestady corran por las praderas de la memoriarecordando cuando eran nios sin miedo a nada

saltaban al vaco de la sangre, de la vidade las banderas que arden en la primera lnea de fuego.

de vez en cuando, encontraba a uno con quien ver de cercalos cerros difuminndose en el mar,lentamente, sin prisa

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y hablbamos del caf, de la pereza, de robos,de suicidios y asesinatos frustradosde revlveres brillando a la luz de los faroles,hablbamos de hijos que jams tendramoslea los poemas que me dejaba su sombray luego partan con el alba.

vi el rebao negrocaminar por abismos y cementeriosy parques que jams superaran al otoo,y mis nios saban perfectamenteque no hay forma de guardar estos das;el fuego cruzado vaciar todas las balas,el camino a la tumba de tus padres arder de maleza salvaje

y plantas carnvorasla lluvia traer agua que no limpiar tu rostro.

cuando la jornada acabenuestra sangre y nuestra risasern luces que solo oirnlos que enloquecieronmirando el ro

que corre bajo los puentes.

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UNA NIA DE OJOS TRISTESDUERME EN VALPARASO.

ella dorma en un valparasosostenido en vasos de lechesen poemas llenos de lunas llenasen ojos repletos de pjaros ahogados.

la mitad de su sombra recorra los caminos secretoslas pequeas eternidades de las plazas y de las olasla otra mitad permaneca recostada en bosques

que jams retornaran del otoo.la conoc un daperdido entre tantos otros:dorma en un valparasohecho con recortes de viejos diarios de vidade cartas extraviadasde balas perdidas.

en un valparaso que lentamente se tie de rojome detuve en una puerta imaginaria.pienso que todos tus sueos tienen la nostalgiade casas antiguas que arden en el tiempode poemas escritos de madrugada en escaleras que nadiesubede los das en donde no te aceptan las guitarras

pero suenan las violetas tras cada vaso rotoy tras cada vena abierta.

dorma y un pauelo oscuro le cubra los labiossostena la miradacontra el cristal de una ventana imaginaria

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como si mirara atentamente un barco que naufragao un rbol que vuelve repentinamente a la primavera.como si se mirara a si mismasoaren valparaso.

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USTEDES

Mi hermano fue arrancado de mi madre, y un polica le disparNo puedo hacer mucho ms que sentarme y a veces llorary pensar en cmo pudo perder su vida mi pobre hermano

(Alabama Blues JB Lenoir)

por todos los ojos del ojo,alguien lloralluvia de lobos

una ciudad hecha a pedazospedazo a pedazo

de cartas, despedidas y aullidostodos largos y nocturnoscomo mundos negros y mojados.

y tras la ciudadotra ciudada veces ms grande y luminosaque el tiempo de los ros.

a veces ms pequea y valienteque el rostro de los amigos y de los faros.

y bajo esa luz,se dibujan los cerros de otro viejo valparasoardiendo en todos los ojos del ojobajo todos los cielos de cielo.

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BOSQUE EN LLAMAS

haz caminadopor un bosque extintode hojas y huesos y tumbasy savia como lgrimaso como miel.

La tierra,sembrada de coralesy restos de estrellasde naufragios

y restos de avionesy perros muertos o cometas,era un signo vacodel olvido o la memoriapara que pensarasque esto fue alguna vez una nubeo que aqu estuvo el mar.

y quizs las sirenaso quizs las putastatuaron en las paredespalabrascomo nombres de amigos muertos,como nombres de novias muertas,como nombres de perros muertos.

Serrano, coln, chacabuco, mitre, Valparaso.

y las ninfaso los transexualesapilaron los cuerpos derramadoslos cuerpos dormidos de bestias imaginarias.

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cerro barn es un dragnque muere todos los dasy sus avenidas circulares y enroscadasson el paso de una serpienteque a cada atardecer busca devorar su propia cabeza

y la ventana desde donde mirasa este bosque en llamases el blanco infinitoen los ojos de los ngeles.

Haz caminado por un bosque extintolas hojas tienen el color de ancianos perdidos

y los rboles se quemanporque todos quienes comen sus frutoshan estado locos.

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LOS ENCERRADOS

(escrito en la toma del 27 de abril, 08)

los encerrados salen del polvoy entre puertas nunca abiertasde los rincones fangososgotean de lpidas mohosas.

Los encerradosrecuerdan a sus muertos y su caminohan hecho de cada candadouna habitacin abiertade las salas de claseuna mesa redondade cada acantiladoun ro claro bajo la luna.

los encerrados hacen un ltimo fuegocon los escombros de oficinas arrasadas por el viento

la universidad ocupadaes la ltima cavernadonde todos olvidan de una vez por todasla matemtica de la viday quienes han sido.

y en la mirilla de la cerraduradel otro lado del candadollegan como aviones derribadosaullidos sin formade otros encerradosy de otras cadenasque nadie ha roto.

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pero el sol nos alcanzaaun entre los balazos a ciegasy vemos danzar nuestros rostrosbarridos por noches delicadascomo pequeas llamas inextinguibles.

los encerrados tienen el aroma de los golpesy de las carreras entre la niebla del gas lacrimgenoy tienen los ojos perladosx las lagrimasy x la locuralas manos negras x el fuegoy una sonrisa les parte el rostro

en los ocasos temblorososmirando desde el cieloa la sombra de una bandera negralos encerrados vuelven a creer en la libertad.

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CONTRA EL INSOMNIO

(a mis amigos de otros mundos)

mano a mano contra la impaciencialos das suenan como campanadas de ringun balde de agua fra contra el sueo.

eran las tres de la maanaen el patbulo de la ciencia ficcinen la cmara de gas del paraso perdidoen el cadalso de los castillos imaginariosen la sala de tortura de las aldeas en llamas.

Eran las tres de la maana,y no saba si estaba en Valparasoo en el derrotero de los mercenariosque siguen lunas llenas como locos.

So que ramos flechas lanzadascontra la oscuridad de bosques inmateriales;bosques que pueblan las pupilas dilatadasde los que han buscado por mucho tiempoel amor en las cavernasen el cuarto de mujeres siempre jvenesatravesadas por tallos de floripondioy de hombres siempre nioscon guantes de vagabundoy los bolsillos llenos de soldados suicidas.

mano a mano contra la vanidad del tiempolos das suenan como cascos de caballos cansadoslos sueos de aventuras y el insomnioarden dentro de jarras negras,como escudos partidos a la mitad.

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3 COSAS FINALES.

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en la ltima hora de la maana, en el ltimo da de lasemana, las tripas suenan como el choque entre estrellasimaginarias.A mi lado alguien tiene islas perdidas en sus ojosentreabiertos,

islas perdidas pintadas con nubes de arena.

y desde la ltima hora de la madrugada mira las colillas denegros puchos abandonados en las esquinas

2

a mi lado alguien tiene libreras pequeas de libros usadosen vez de ojos,

y en ellos leo las ltimas confesiones de gorrionescon uniforme de ratas aladas,todos ellos que son transparentescomo el fro de las noches de mayocaern cuando ms creamos que vuelana la ltima hora del day acabarn en la misma cestade cachivaches y picadillo

de sacar a mil.

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en un olvidado rincn de mi ojo derechoveo fantasmasque antes solo vea en sueos.

mi ojo izquierdose llen de sangrese llen de viejos amigos peleando con navajade pesadillas tibiasojos de madrugadabuscando la aurora

en un olvidado rincn de mis manos

caben anla frialdad de tus largos dedos desnudoslos relinchos de mi lpiz grafito decapitadoy el ltimo pucho arrugado del da.

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