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GLI LATAM FORUM:INVERSIÓN INTELIGENTE CON ENFOQUE DE GÉNERO

Las mujeres somos más del 50% de la población, somos motor económico no solo a través del trabajo remunerado y no remunerado, sino también a través del consumo (64% de las decisiones de compra a nivel mundial son tomadas por mujeres); pero siguen existiendo un sinnúmero de desafíos y exclusiones que nos vulneran. Aún hay brechas importantes en espacios corporativos y directivos, en el acceso a oportunidades y capital, en la posibilidad de participar en la vida pública y contar con la autonomía para definir nuestro camino de desarrollo. Según el Foro Económico Mundial, si seguimos así, faltarían aproximadamente 200 años para alcanzar la paridad1.

Para cambiar esta trayectoria y acelerar el proceso de generación de igualdad de género, Pro Mujer reunió el pasado 18 de febrero a más de 120 personas, líderes en sus ámbitos de acción (inversionistas, fundaciones, empresarias, actores del ecosistema de impacto, academia, etc.) en el primer GLI (Gender Lens Investing) Latam Forum, cuyo propósito fue generar un diálogo honesto y abierto invitando al intercambio de experiencias, buenas prácticas y a la co-creación de soluciones innovadoras para impulsar la inversión con enfo-que de género en América Latina. Este artículo resume las principales conclusiones del evento.

1 World Economic Forum, 2018 Report. www3.weforum.org/docs/WEF_GGGR_2018.pdf

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Usar el capital como catalizador de cambios sociales y ambientales está ganando tracción en los mercados, principalmente a través de la inversión de impacto y la creciente adop-ción de estándares de inversión que buscan mayor sostenibilidad (como los PRI o ESG1). De manera similar, la inversión con enfoque de género genera retornos económicos y al mismo tiempo contribuye a la igualdad de género. Durante los últimos diez años esta forma de invertir, ha ganado terreno en el mundo, generando un creciente interés de las y los inver-sionistas, quienes han comprometido cada vez más recursos que deben ser invertidos con esta visión (2X Women’s Initiative, Fondo Mujer, Acumen Latin America Early Growth Fund, ILU Women’s Empowerment Fund, VIWALA etc.); así como una mayor cantidad de eviden-cia acerca de los retornos económicos y sociales que genera. Estudios y análisis sobre el desempeño de las empresas diversas y con más mujeres en posiciones de liderazgo arrojan resultados contundentes: la inversión con lente de género es un buen negocio. Así mismo, invertir en las mujeres crea un efecto multiplicador. Cuando las mujeres tienen ingresos económicos competitivos suelen invertir en el bienestar de sus familias creando un impacto positivo en futuras generaciones2.

Los principales lentes de género son:

• Mujeres en posiciones de liderazgo.

• Estructuras igualitarias en el lugar de trabajo.

• Mujeres como motor de consumo.

• Mujeres en la cadena de valor.

• Mujeres como inversionistas.

• Acceso a capital por parte de mujeres empresarias.

El uso de la inversión con perspectiva de género es en sí misma una herramienta de inci-dencia sin precedentes, no sólo para lograr mayor equidad de género, sino también por su contribución en la solución de problemas sociales y ambientales. Cada vez son más las mujeres que están emprendiendo en sectores como healthtech, edutech y fintech; apos-tando por modelos de negocio rentables, escalables, que dan solución a diversos proble-mas. Por lo tanto, capturar más inversión que se coloque bajo esta mirada contribuye de manera directa al desarrollo sostenible e inclusivo. Sin embargo, sigue existiendo una enor-me brecha de inversión canalizada hacia empresas lideradas por mujeres o con equipos directivos diversos, así como empresas cuyos modelos de negocio impactan positivamente la vida de mujeres y niñas. Es por ello que necesitamos repensar el modelo tradicional de inversión, incentivando a inversionistas para que quieran asumir nuevos riesgos e innovar, no sólo en los procesos de inversión, sino también en los instrumentos que se usan para ello. Se requiere capital catalítico y flexible, capaz de operar a través de transacciones más pequeñas, capital paciente e híbrido, que ayude a las empresas sociales para que lleguen a ser sostenibles; así como redes de inversionistas con enfoques muy precisos en secto-res que tradicionalmente no han tenido modelos de negocio rentables, pero que pueden transitar hacia ellos (por ejemplo, las empresas de partería, planificación familiar, etc.), generando un gran impacto.

1 PRI: Principios para la Inversión Responsable www.unpri.org/ ASG: Ambientales, Sociales y de Gobierno 2 Just Good Investing, Calvert Report, 2018. www.calvertimpactcapital.org/storage/documents/calvert-impact-capital-gender-report.pdf

1INVERSIÓN CON

LENTE DE GÉNERO, PALANCA PARA

INCIDIR EN MAYOR IGUALDAD

10.1%ANUAL

84% 60% 46%

7.4%ANUAL

ROE en empresas con más mujeres en roles de liderazgo.

sobre el rendimiento de las ventas.

sobre el rendimiento del capital invertido.

a cambio de capital.

ROE en empresas sin mujeres en roles de liderazgo.

Retorno sobre el capital (ROE)

Las compañías de Fortune 500 con tres o más directores corporativos que son mujeres, en al menos cuatro de cada cinco años superaron a las que tenían cero directores mujeres (durante años) en:

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2NECESIDADES DE

ASISTENCIATÉCNICA Y

HERRAMIENTAS DE ACOMPAÑAMIENTO

Si bien hay un claro reconocimiento sobre el caso de negocio que representa la inversión con lente de género “No es filantropía, sin duda se genera un mayor retorno de inversión” Susana García Robles - Capria Ventures and LAVCA, así como un interés creciente por adoptar análisis de género que contribuyan a emparejar el terreno para las mujeres y niñas, aún hay un largo trecho por recorrer. El punto de partida sin duda es el compromiso, desde la alta gerencia, hasta los consejos directivos y equipos de trabajo de empresas, fondos de inversión, bancos, etc., pero para transformar este enfoque en un modelo operativo y a gran escala, es necesario un profundo trabajo estructural.

Es por ello que se reconoce la necesidad de desarrollar mecanismos de asistencia técnica, así como herramientas diversas que faciliten los procesos de adopción de la perspecti-va de género, tanto en las diferentes etapas del proceso de inversión como la selección, inversión, acompañamiento y seguimiento a los compromisos asumidos por inversionis-tas, empresas, gobiernos, etc. Igualmente, se requiere profundizar en el conocimiento de conceptos básicos de equidad de género, desde la identificación de sesgos, hasta el análi-sis y puntaje que iremos asignando a la inversión (scorecards), pasando por principios como los WEPs (principios para el empoderamiento de las mujeres) y los indicadores de los objetivos de desarrollo sostenible ODSs. Algunas necesidades puntuales de asistencia técnica identificadas son:

a) Perspectiva de género y diversidad: Aún existe un profundo desconocimiento de los temas de género tanto en las empresas, como en los inversionistas. Es importante poder brindar asistencia técnica en perspectiva de género, entendiendo toda la paleta de diver-sidad que implica el tema, así como acompañar el desarrollo de políticas y marcos de acción para la equidad, tanto para empresas grandes, como para emprendedores, gobier-nos, comunidades, etc.

b) Desarrollo de habilidades blandas para mujeres emprendedoras: reconociendo que las mujeres emprendedoras traen una carga significativa derivada de las estructuras culturales patriarcales (no de forma exclusiva, pero en especial aquellas que viven en comunidades rurales, marginadas o indígenas) - “Traemos la mochila muy pesada” Daniela Ancira-CEO La Cana, que inciden en su forma de abordar los negocios y la capacidad de creer en sí mismas. Se reconoce la necesidad de trabajar de forma particular el desarrollo de habili-dades blandas para ellas: liderazgo, negociación, auto-conocimiento, auto-determinación, etc. Igualmente, es importante visibilizar los casos de éxito y normalizar el éxito de mujeres empresarias.

c) Transición de organizaciones sin fines de lucro hacia empresas sociales financiera-mente sostenibles y sujetas de inversión: Hay muchos emprendimientos sociales, mayor-mente liderados por mujeres, cuyos modelos de intervención resuelven temas críticos para la equidad en términos de salud sexual y reproductiva, primera infancia, inclusión, entre otros; pero no cuentan con mecanismos empresariales sostenibles. Estos requieren asis-tencia técnica para convertir sus estructuras sin fines de lucro en modelos auto-sostenibles e incluso, rentables y sujetas de inversión en el mediano plazo.

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4VISIBILIDAD:

ALZANDO LA VOZ CON NUEVOS

ALIADOS

3MONITOREO,

EVALUACIÓN Y APRENDIZAJE:

DE LA GENERACIÓN AL ANÁLISIS

DE DATOS

El reconocimiento de las desigualdades es el primer paso necesario para poder incidir en la generación de cambios, y para que esto suceda hay que comenzar por recolectar datos desagregados. Al contar con métricas claras y datos desagregados por sexo (pero también por raza, nivel socioeconómico, etc.) se logran visibilizar aquellas diferencias que se han normalizado a lo largo de la historia e incidir en la realización de acciones positivas para la equidad (paridad salarial, participación en posiciones de liderazgo, mujeres en consejos directivos, inversiones en empresas lideradas por mujeres, etc.). Es fundamental contar con datos duros que ayuden a mejorar e informar la toma de decisiones. Adicionalmen-te, es importante profundizar no solo en los datos a nivel nacional, sino también a nivel sub-nacional y municipal, pues las diferencias al interior de los países son contrastantes y significativas.

Contar con métricas de género de manera transversal e ir midiendo tanto su variación como su relación con diversas variables a lo largo del tiempo, genera conocimiento valioso, cuantificable y contundente con un efecto demostrativo poderoso para catalizar cambios. Tal es el caso de los datos que hoy demuestran que contar con más mujeres en posiciones de liderazgo, genera mejores retornos de inversión. Es por ello que hablamos de pasar de los datos al análisis de oportunidades, desafíos y necesidades de cambio de sistema. No basta con tener información, sino que esa información analizada debe contribuir a mejorar las decisiones y encontrar los puntos de influencia para impulsar cambios estructurales y sistémicos. Vale la pena pues, comenzar a desarrollar nuevos estudios que demuestren, por ejemplo, cuál es el valor que genera en las empresas la prevención de violencia de género, qué tipos de incentivos deberían generarse para adoptar mejores prácticas para la equi-dad, identificación y cuantificación de los beneficios económicos de la inversión con lente de género, etc. Finalmente, el análisis de datos y las oportunidades identificadas contribuirán a la genera-ción de aprendizajes para avanzar hacia la equidad de género. Parte clave de estos proce-sos de aprendizaje será la identificación y socialización de buenas prácticas y lecciones aprendidas, la identificación y visibilización de casos de éxito, pero también de casos no exitosos, y el entendimiento de los procesos que llevaron tanto a unos, como a otros, al éxito o al fracaso.

Hacer visibles las desigualdades es particularmente relevante para incidir en cambiar el status quo. Pero para ello es necesario llevar la conversación más allá de los círculos de pares, más allá de las voces de mujeres, difundiendo datos, casos y resultados a través de nuevos aliados y contextos. Por una parte, será clave aliarse con medios de comunicación, capacitar a periodistas sobre la perspectiva de género, dotarlos con data estratégica y casos exitosos para que puedan amplificar el mensaje, generar nuevos modelos de éxito y sacar a la luz desigualdades generadas por sesgos conscientes e inconscientes. Por otra parte, seguir ampliando la participación de los hombres en espacios de discusión sobre temas de género, necesitamos más mentores hombres, más voces masculinas con quienes construir juntos.

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5INCIDENCIA

EN LO PÚBLICOY LO PRIVADO

6¿QUÉ SIGUE?

De igual manera será fundamental hacer la conversación más inclusiva y diversa, llevan-do el mensaje a diversos contextos, entendiendo que las barreras en comunidades aleja-das son por lo general, más pronunciadas y difíciles de remover. Particularmente allí será importante normalizar el éxito de las mujeres, redefinir modelos a seguir y generar redes de apoyo para ellas no sólo durante las etapas de emprendimiento, sino también de creci-miento y consolidación de sus empresas.

Otro aspecto clave es la visibilización de los compromisos, tanto de los fondos, como de las empresas. El compromiso público es un punto de partida estratégico para la inversión con enfoque de género, este genera presión entre pares (ya sean fondos de inversión, bancos, empresas, etc.) para ir subiendo los estándares de actuación.

Finalmente, la inversión con enfoque de género es una palanca con el potencial de generar cambios sistémicos. El efecto demostrativo que está teniendo debería incidir en generar cambios en las políticas públicas y en la forma cómo se hacen los negocios. Desde la modi-ficación de políticas de licencias de paternidad y maternidad, la adaptación de horarios y esquemas de trabajo flexible, el tele-trabajo, entre otros, hasta la generación de condicio-nes adecuadas para reconocer y retribuir los trabajos de cuidado realizados mayormente por mujeres. Todo ello encaminado hacia la paridad laboral, con el potencial económico y social que esta representa. Desde lo público (gobierno), hasta lo privado (empresas/ familias), el trabajo de concien-tización que implica la inversión con lente de género incide en cuestionar patrones y siste-mas de creencias profundamente arraigados en las empresas e inversionistas. A través de las herramientas empleadas (cuestionarios, ranquin) salen a la luz comportamientos, falen-cias y áreas de oportunidad para trabajar en la construcción de equidad.

A la par que se trabaja en cambiar políticas y prácticas empresariales, en generar data valiosa para visibilizar desigualdades e incidir en lo público; es importante revisar las estructuras educativas que perpetúan comportamientos y patrones con roles de género definidos. Las brechas identificadas muestran lo importante que es educar con perspectiva de género y en perspectiva de género, para lograr cambios estructurales en las generacio-nes futuras, así como reeducar a las generaciones actuales en género, nuevas masculinida-des, diversidad y equidad.

Desde Pro Mujer nos comprometemos a generar estos espacios de intercambio y a dar seguimiento a los avances del sector. Las conclusiones de este primer encuentro, son para nosotros un punto de partida para generar contenidos periódicos que mantengan activa la conversación en torno a la inversión con lente de género en América Latina; así mismo, esperamos este sea el primer Foro de muchos otros por venir.

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