Fundamentación Área Temática de Calidad de Vida

FUNDAMENTACIÓN DEL ÁREA TEMÁTICA DE CALIDAD DE VIDA - SDIS

1

Fundamentación Área Temática de

Calidad de Vida

Secretaría Distrital de Integración Social Bogotá D.C. 2011


2

Se permite la consulta de esta obra bajo los términos de la política de uso de la información de la Secretaria Distrital de Integración Social. Esta obra se encuentra protegida por la legislación relativa al derecho de autor de Colombia, Ley 23 de

1982, por el régimen común sobre derecho de autor Decisión 351 y derechos conexos de la Comunidad Andina y/o cualquier otra norma aplicable. Se prohíbe cualquier uso de la obra para fin distinto al autorizado.


3

FUNDAMENTACIÓN DEL ÁREA TEMÁTICA

DE CALIDAD DE VIDA

SECRETARÍA DISTRITAL DE INTEGRACIÓN SOCIAL

BOGOTÁ D.C.

Diciembre DE 2011


4

ALCALDÍA MAYOR DE BOGOTÁ ©SECRETARÍA DISTRITAL DE INTEGRACIÓN SOCIAL Carrera 7 No. 32 - 16 pbx: 327 9797

CLARA EUGENIA LÓPEZ OBREGÓN Alcaldesa Mayor (D) INÉS EVIRA ROLDÁN PARDO Secretaria Distrital de Integración Social

LEONARDO RODRÍGUEZ LÓPEZ Subsecretaria JOHNNY MARLON CÁRDENAS Director de Análisis y Diseño Estratégico

LUIS GUILLERMO SARAY Director de Gestión Corporativa PEDRO AGUSTÍN VALENCIA LASERNA Director Territorial JUAN FERNANDO RUEDA GUERRERO Director Poblacional

ALBERTO TORRENTE FERNÁNDEZ Oficina Asesora Jurídica DORIS PRIETO MESA Oficina Asesora de Comunicación

DIEGO EMILIO OJEDA MONCAYO Subdirector de Investigación e Información ANÍBAL FERNANDO OSPINA Subdirector de Diseño, Evaluación y Sistematización

DEYANIRA PERDOMO CUELLAR Coordinadora del Centro de Investigación para la Gestión y Evaluaciónlas Políticas Públicas

Equipo de investigación en Calidad de vida

Autor: DAVID LEONARDO REYES PEDREROSProfesional Subdirección para la Adultez

Coautores:

GLORIA STELLA GALLEGO PLAZASProfesional del Equipo de Investigación– DADE SANDRA LUCIA PAEZ SANCHEZ Profesional del Equipo de Investigación– DADE GERMAN ALBERTO PULIDO PULIDO Coordinador Área Territorial- Subdirección Local Los Mártires

Reyes Pedreros, David Leonardo –

Fundamentación del área tética de Calidad de vida / David Leonardo Reyes Pedreros, Gloria Stella Gallego Plazas, Sandra Lucia Páez Sánchez, Germán Alberto Pulido Pulido. – Bogotá: Secretaría de Integración Social, 2011 –

62 p. : tablas e ilustraciones.

Incluye referencias bibliográficas (p. [48] – 61) ISBN: 978 – 958 – 8223 – 93 – 3

1. CALIDAD DE VIDA. 2. DIGNIDAD HUMANA. 3. DERECHOS HUMANOS. 4. SUJETO. 5. CIUDADANÍA. 6. SALUD. 7. PROMOCIÓN DE

CALIDAD DE VIDA. I. Reyes Pedreros, David Leonardo. II. Gallego Plazas, Gloria Stella. III. Páez Sánchez, Sandra Lucia. IV. Pulido Pulido, Germán Alberto. V. Secretaría Distrital de Integración Social.

Diciembre de 2011

www.integracionsocial.gov.co


5

Contenido

INTRODUCCIÓN ................................................................................................................................ 6

1. ANTECEDENTES ....................................................................................................................... 8

1.1. TENDENCIAS FRENTE AL CONCEPTO DE CALIDAD DE VIDA ................................... 9

1.1.1 Aquellos basados en la Utilidad o el Tener. ............................................................................ 9

1.1.2 Aquellos basados en la Subjetividad. .................................................................................... 15

1.1.3 Aquellos construidos desde el Ambiente, la Salud y la Medicina. ......................................... 19

2. CONTEXTO. .................................................................................................................................. 26

2.1 Propuesta construida sobre la dignidad humana y los derechos humanos. ................................... 26

3. REFERENTES CONCEPTUALES ................................................................................................ 33

3.1. Concepto de Calidad de Vida. .................................................................................................... 33

3.1.1. Primera fuente conceptual: Estrategia Promocional de Calidad de Vida y Salud ................... 34

3.1.2. Segunda fuente conceptual: Enfoque para un marco Ético-Político ..................................... 37

3.1.3. Tercera Fuente Conceptual: La reivindicación de lo Subjetivo, de la Autorrealización Humana........................................................................................................................................ 40

4. VACÍOS, TENSIONES Y DESAFÍOS. .......................................................................................... 44

4.1. Buen Vivir y Calidad de Vida ..................................................................................................... 44

4.2. Indicadores para la Calidad de Vida o Índice de Calidad de Vida. ............................................... 46

5. LÍNEAS DE INVESTIGACIÓN DEL ÁREA TEMÁTICA DE CALIDAD DE VIDA. .............. 47

BIBLIOGRAFÍA ................................................................................................................................. 48


6

INTRODUCCIÓN

¿Por qué interesan los fundamentos del concepto Calidad de Vida?

La pregunta y sus posibles respuestas surgen de diversos dilemas, uso de sinónimos e implementación de indicadores para determinar lo que significa Calidad de Vida y que responden a formas de entendimiento del concepto, muchas veces opuestas. Más exactamente, cada comprensión conlleva a aplicaciones y prácticas distintas, en el desarrollo de políticas sociales, lo cual hace básico explorar sus orígenes y alcances. Si preguntamos a quienes hoy piensan la ciudad, el para qué de las acciones que agencian los distintos sectores de la administración, la respuesta es casi siempre invariable: para mejorar la calidad de vida de la gente en Bogotá. De hecho, el objetivo fundamental de la actividad estatal según lo manifiesta el Concejo de Bogotá (2002) es “diseñar e implementar políticas públicas, y garantizar los recursos que sean necesarios para el bienestar general y el mejoramiento de la calidad de vida de todos los habitantes”.

El Centro de Investigación para la Gestión y Evaluación de las Políticas Públicas -CINGEEP- de la Secretaría Distrital de Integración Social, en su objetivo general, a través del artículo segundo de la Resolución 305 del 15 de Abril de 2009 define:

“Teniendo en cuenta que esta Secretaría es rectora de Políticas Sociales en el Distrito y que ello implica asumir la responsabilidad de liderar un proceso de investigación que ofrezca herramientas analíticas para el diseño, evaluación y seguimiento de las políticas públicas en el Distrito; el Centro de Investigación para la Gestión y Evaluación de las Políticas Públicas tiene como objetivo general fortalecer el alcance de las políticas sociales siendo el soporte de la formulación y la evaluación de los impactos que ellas generen”.

Este propósito se enmarca en la definición del objeto que tiene de la Secretaría Distrital de Integración Social (SDIS):

“Orientar y liderar la formulación y el desarrollo de políticas de promoción, prevención, protección, restablecimiento y garantía de los derechos de los distintos grupos poblacionales, familias y comunidades, con especial énfasis en la prestación de servicios sociales básicos para quienes enfrentan una mayor situación de pobreza y vulnerabilidad. Así como, prestar servicios sociales básicos de atención a aquellos grupos poblacionales que además de sus condiciones de pobreza se encuentran en riesgo social, vulneración manifiesta o en situación de exclusión social” (Alcaldía Mayor de Bogotá, 2007).

Sin duda, la administración muestra una ruta posible: la garantía, el goce efectivo de los derechos humanos y el ejercicio pleno de la ciudadanía son los referentes centrales que contribuyen a acotar un concepto complejo y que puede tener múltiples dimensiones: Calidad de Vida. Sin embargo surgen dilemas respecto al concepto y su puesta en práctica, ¿es ésta una tarea fundamental del Estado, es una lucha de la ciudadanía, o corresponde a la trasformación del modelo socio-económico existente?; ¿Es un problema de percepción subjetiva sobre la vida,


7

es un asunto básicamente correspondiente a “bienes” materiales, o es más precisamente un tema de condiciones de existencia referidos a los derechos humanos?. Habría distintas respuestas, frente a la enorme dispersión conceptual, lo cual se relaciona con la ausencia de una teoría única que defina completamente el concepto, pues entre otras cosas, esto implicaría establecer un modelo ideal para la vida humana, o para ser más preciso, para la felicidad.

El documento que hoy presentamos, va dirigido principalmente a mujeres y hombres que desde distintos lugares, sectores, territorios y contextos se esfuerzan cada día por trabajar en el logro de una mejor calidad de vida para las personas que viven en Bogotá, con énfasis en aquella parte de la ciudadanía cuyas condiciones de pobreza y exclusión los hacen más sensibles a las crisis económicas y sociales estructurales de nuestro tiempo. Éstas páginas contienen pistas que pueden orientar una indagación permanente sobre la realidad urbana, sus territorios y sus poblaciones, conocimiento que seguramente permitirá a la ciudad direccionar de manera más adecuada las acciones que apunten al desarrollo pleno de quienes habitan la ciudad. El propósito es entonces, definir las bases teóricas y fundamentos para orientar la investigación en el área temática de Calidad de Vida del Centro de Investigaciones para la Gestión y Evaluación de las Políticas Públicas de la SDIS.

En consonancia con lo anterior, el CINGEPP a través del Equipo de Investigación en Calidad de vida entrega hoy estas notas que ofrecen algunos elementos para la discusión y el debate. El lector encontrará en el primer Capítulo: “Antecedentes”, un recorrido por tres de las principales vertientes epistemológicas sobre el concepto de Calidad de Vida que permitirán tener una visión de los desarrollos en torno a éste: aquellos basados en la Utilidad o el Tener, los que se soportan en la Subjetividad y los construidos desde el Ambiente, la Salud y la Medicina.

A continuación, en un contexto más cercano, se expone de manera muy general los alcances constitucionales basados en la idea de Estado Social de Derecho en torno a la Calidad de Vida entendida desde la Dignidad Humana y los avances que Bogotá ha realizado desde el Enfoque de Derechos materializados en los dos últimos planes de desarrollo para la ciudad.

A renglón seguido, el capítulo 2 “Referentes conceptuales” precisa al lector la opción elegida por los autores para definir la calidad de vida y despliega los contenidos fundamentales que la identifican conceptualmente: la estrategia promocional de calidad de vida y salud; la idea de Libertad como fundamento ético-político para entender la calidad de vida y, finalmente, en una tríada con los derechos humanos, los aspectos constitucionales generales en torno a la Dignidad Humana, con un énfasis en la reivindicación de lo subjetivo y la autorrealización humana.

Como corolario de estas notas se proponen algunos vacíos, tensiones y desafíos respecto al concepto de calidad de vida de los cuales se desprenden tres posibles líneas de investigación, para permitir que la entidad mejore la articulación su labor como rectora de políticas públicas en la ciudad con la realidad de sus habitantes.


8

1. ANTECEDENTES

“Son varios los movimientos que han estado relacionados con la Calidad de Vida, por ejemplo, los economistas del ‘desarrollo’ miden la calidad de vida de los países en vías de desarrollo por su renta per cápita, porcentaje de empleados,

longevidad y educación. La psicología puede añadir otra medida ‘el bienestar subjetivo’: ‘no es bueno hacer a las personas más ricas, si no se las hace, también más felices”.

Michael Argyle (1993).

La Calidad de Vida tiene que aproximar al ser humano a un estado de bienestar material y serenidad espiritual que le proporcione una sensación de felicidad.

No obstante el carácter subjetivo de la felicidad y por ende de la calidad de vida, están determinadas por las condiciones mismas de existencia y las expectativas de vida de cada cual.

Carlos Medina Gallego (2008).

Las citas anteriores indican que en buena medida el concepto de calidad de vida se ha relacionado con la idea de ‘felicidad’ que a primera vista podría parecer un poco abstracta. No obstante, cierto grupo de economistas, tanto como cierto sector de psicólogos, han dado a entender que hay elementos objetivos como subjetivos en la felicidad, es decir (tangibles) en la calidad (e intangibles) en la vida humana. “Se podrían entonces ubicar al menos dos corrientes con distintas visiones, ambas con definiciones sobre calidad de vida en extremos opuestos” (Leva, 2005). Un primer grupo de autores adheridos a una visión cuantificable, medible y objetiva, economicista si se quiere, que indaga toda una gama de bienes y servicios que potencialmente deben estar a disposición de los individuos para la satisfacción de sus necesidades materiales (Leva, 2005).

Existe un segundo grupo que defiende una postura cualitativista, no mensurable y subjetiva, culminando en aspectos exclusivamente perceptivos, de contento o descontento ante diferentes dimensiones de la vida, en general, y de aquellos bienes y servicios, en particular. Esta situación va a plantear entonces dos grandes extremos en la definición de calidad de vida (Leva, 2005). Allí mismo pueden diferenciarse también, al menos dos tipos de estudios, los referidos a aspectos teóricos y los referidos a la implementación operativa de la noción de calidad de vida a través de indicadores.

Un tercer grupo surge de la combinación de los dos anteriores, en una complementariedad que extrae de cada visión los aspectos más sólidos y relevantes, sumando aspectos no tenidos en cuenta en ninguno de los dos como aquellos de carácter ambiental, el descanso, el tiempo libre y la recreación. Al respecto, frente a estas tres tendencias se mostrarán antecedentes teóricos y algunos de sus elementos e instrumentos de análisis (Ver, Cuadro 1).


9

1.1. TENDENCIAS FRENTE AL CONCEPTO DE CALIDAD DE VIDA

1.1.1 Aquellos basados en la Utilidad o el Tener.

Cuando yo enseñaba hace años la idea de calidad de vida la veíamos como una aplicación cuantitativa de la teoría de las necesidades básicas insatisfechas

que invitaba a cortar en dos partes, el cuerpo y el alma, “…lo del cuerpo era materia racional que podía medirse y convertirse en políticas; lo del alma era asunto estrambótico o sentimental que podía dejarse a las ciencias blandas.

Estábamos así, ante un procedimiento de perfecta estirpe positivista, que además de ser reduccionista se deducía del paradigma del dualismo epistémico.

Orlando Fals Borda (2004). Economistas y Desarrollo autentico

Luego de la segunda guerra mundial y en el marco de las instituciones adscritas al discurso del ‘desarrollo’ (GATT, WB, IMF)1 se da inicio a un nuevo conjunto de ideas y acciones, conceptos e indicadores, cuyo fin ha sido mostrar cambios en el ‘bienestar’ de las poblaciones bajo ciertos requerimientos propios de nuestra época (con bienestar entendido para ese momento, como una especie de sinónimo de lo que actualmente significa calidad de vida). Por supuesto los primeros marcos conceptuales como instrumentos de análisis fueron generados desde la economía a lo largo del siglo XX. Sin embargo, especial énfasis han merecido las teorías y estrategias enfocadas hacía las regiones ‘pobres’ del mundo, conocidas desde 1949 como sub-desarrolladas (Escobar, 1998). En ello, podemos encontrar el primer grupo de líneas de comprensión que engloban diferentes indicadores que apuntan a una concepción técnica de la calidad de vida en el marco de la ‘economía del bienestar’ (Delgado y Salcedo, 2003).

Tal vez ningún otro factor ha contribuido tanto a consolidar la asociación entre escasez y bienestar como los discursos y técnicas de los economistas neoclásicos, cuyo “interés se desvió por el lado de la matemática y la estadística, dándole una inmensa importancia a los modelos y las ecuaciones” abandonando los postulados de Smith, Ricardo y Marx, quienes “en un principio, partieron de fundamentos de tipo ético y moral” (Delgado y Salcedo, 2003). Desde allí, la comprensión de la ‘calidad de vida’ se ha visto como la combinación de las perspectivas del bienestar de los individuos (centradas en la elección individual), las teorías del desarrollo (centradas en el crecimiento económico) y la producción de indicadores para medir los avances, de un lado y del otro.

En primer lugar, para las teorías de la elección individual, la categoría “Trabajo” no resulta la fuente del Valor (Escobar, 1998) como lo entendían Smith, Ricardo y Marx (para quienes, a mayor cantidad de trabajo había en la producción de una mercancía, mayor valor tenía). Frente a ésta postura contrariamente hay otra teoría del Valor muy diferente denominada ‘teoría subjetiva del

1 GATT (General Agreement on Tariffs and Trade – Acuerdo General sobre Tarifas y Aranceles) WB (World Bank – Banco Mundial) IMF (International Monetary Fund – Fondo Monetario Internacional)


10

valor’, una de las cuales fundamenta la Teoría de la Utilidad Marginal que a su vez constituye la piedra angular de la economía ortodoxa, de la economía del bienestar, de la microeconomía y de la teoría del consumidor (Wong, 1978) (Hayek, 2004). Allí el Valor depende de la Utilidad, entendida ésta, como la calidad subjetiva (casi un estado mental, señala Maurice Dobb) por la cual un objeto brinda Satisfacción al consumidor individual desde el punto de vista de sus deseos (Dobb, 2007). Cuando llega la Satisfacción o la saciedad, la Utilidad de un bien determinado decrece (Escobar, 1998).

Es Útil lo que me Satisface, con lo cual se pueden realizar comparaciones interpersonales y medir la calidad de las utilidades y satisfacciones que se obtienen o “las preferencias de los individuos, como base para evaluar el bienestar de la sociedad” (Delgado y Salcedo, 2003):

“Al declarar básicamente que la utilidad percibida por la elección de un individuo, fuese rico o pobre, era igualmente valiosa para la sociedad, la teoría neoclásica justifico las desigualdades sociales, dándole una mayor importancia a la conducta individual sobre el interés colectivo. Desde entonces, la economía redujo notablemente su análisis, desligándose casi por completo de los fundamentos éticos y morales al tratar de convertirse en ciencia, considerando importante para el bienestar social únicamente las preferencias de los individuos y la utilidad que ciertos artículos le puedan ofrecer”.

En segundo lugar y vinculado a lo anterior, en términos de ‘calidad de vida’ en las teorías centradas en el ‘desarrollo’ (tema recurrente en la teoría económica, planteado como objetivo último de todas las sociedades) adquieren importante relevancia términos como: sobrepoblación, hambre, pobreza, analfabetismo y similares, que en el marco de la “problematización de la pobreza” justifican instrumentos, técnicas e indicadores de medición, donde los pobres han sido definidos como carentes de todo aquello que los ricos tienen, en términos de dinero y posesiones materiales (Escobar, 1998). Es así como todas las teorías del desarrollo económico, hasta el “enfoque de necesidades humanas básicas”, han puesto énfasis en el crecimiento económico para la ‘calidad de vida’, cuyo parámetro ideal se ha constituido en el ingreso pér cápita (Escobar, 1998) (PIB dividido por el número de habitantes de un país). Al respecto Arturo Escobar (1998) comenta:

“Los economistas occidentales que estudiaban Asia, África y América Latina a finales de la segunda guerra mundial estaban convencidos de que éstos países no eran nada complicados: ‘sus problemas principales se resolverían con sólo aumentar adecuadamente su ingreso per cápita’… Con la nueva doctrina de crecimiento económico, éste desprecio adoptó una forma más sofisticada: súbitamente se dio por sentado que el progreso de los países sería lineal y uniforme ¡Siempre y cuando adoptaran el tipo correcto de programa de desarrollo integrado! Dado aquello que se consideraba su apabullante problema de pobreza, se esperaba que los países subdesarrollados actuaran como muñecos de cuerda en la línea recta hacia el desarrollo”.

Hasta aquí aparece descrita teóricamente lo que podría denominarse la ‘economía del bienestar’ convencional, base de las primeras ideas que han apuntado hacia el concepto de Calidad de Vida’; economía entendida como una rama de la microeconomía interesada en el tener, en evaluar los logros del mercado en las personas y de otra parte, desde la macroeconomía, en evaluar el crecimiento económico. Aquella que analiza las condiciones en las cuales la solución


11

de un modelo de equilibrio general puede ser la óptima2. Economía particular, que “trata de evaluar lo que sería una determinación óptima de la economía en términos de precios y cantidades de productos e insumos” (Universidad de los Andes, 2005). Que trata de valorar el consumo suficiente de bienes y servicios básicos para la producción y reproducción de la vida de los individuos, los hogares, la mano de obra; donde la equidad es una dimensión extra, donde el énfasis está en ‘la necesidad’ y en la lucha contra la escasez (Menger, 2007).

Como se señaló, más allá de fundamentos de tipo ético, moral y político (como los sostenidos por los economistas clásicos Smith, Ricardo y Marx) la economía neoclásica presenta “el utilitarismo como la corriente filosófica desde la cual se ha concebido la noción de calidad de vida en la época moderna. Fundada en la idea que el Estado debe promover el mayor goce posible a la mayor cantidad de personas, el cuál hasta épocas recientes ha sido el paradigma hegemónico (…) en una lógica prioritariamente economicista” (Cali cómo Vamos, 2007). ¿Pero cuáles son los indicadores o la manera bajo la cual éste entendimiento se ha puesto en práctica? Ingreso Per Cápita (Producto Interno Bruto), Línea de Pobreza, Estándar de Vida, Necesidades Básicas Insatisfechas y Nivel de Vida son los más conocidos, dentro de ésta tendencia. Hay que decir que los indicadores o índices mencionados ciertamente entienden la calidad de la vida como la calidad de un producto o de un bien bajo ciertos estándares. Sin embargo, el acento está en calcular carencias; es decir, qué tan ‘pobre’, qué le falta, qué tan mal está la población, o cuáles son los ‘mínimos aceptables’ o intolerables, evaluados en términos del consumo de una canasta de bienes mínimos, cuya posibilidad de ser alcanzada se da en términos de entradas de dinero.

Al respecto, un indicador como línea de pobreza que se mide regularmente sobre la base del ingreso mínimo, (dos dólares según el Banco Mundial) o el ‘ingreso per cápita’, resultan básicamente de la realización de promedios, que no tiene en cuenta la dinámica desigual de la distribución de la renta entre la gente, la cual, en países del tercer mundo, se hace por lo regular más y más inequitativa, entre mas crecimiento económico se da3. Así, los ingresos están fuertemente jerarquizados, existiendo una escala salarial que no es uniforme y que depende de otros factores, entre los cuales no sólo está, el tipo de empleo, sino la formación y educación profesional o técnica de las personas4.

La Renta Per Cápita, como medida de la ‘calidad de vida’, ha sido criticada no sólo por atribuir el mismo nivel de renta a toda la población de un país, sino por las siguientes razones (Camou y Maubrigades, 2005):

2 Ver conceptos económicos tales como: Eficiencia Distributiva, Ver Eficiencia Asignativa. 3 Ver Coeficiente de Gini (medida de desigualdad de ingresos) y Ver Índice de Atkinson (medida de desigualdad en la renta) 4 Indicadores alternativos sobre el mismo tema son el Índice de Bienestar Económico, IBES y el Índice de Progreso Real IPR.


12

a) El PIB Per Cápita, solamente recoge los bienes y servicios producidos e intercambiados en el Mercado Regular. Sin embargo, existe una gran parte de bienes producidos en el hogar o en la economía informal que afectan la calidad de vida y no se contabilizan.

b) No todos los bienes producidos en un país representan una mejora en la calidad de vida de las personas. Las armas o las industrias que dañan el medio ambiente, por ejemplo, podrían entenderse que empeoran la calidad de vida. Algunos investigadores han construido indicadores que deducen estos bienes del PBI per cápita.

c) La medida en que esos bienes proporcionan calidad de vida a los individuos, está tasada en precios; desde un punto de vista teórico y filosófico, se discute que los precios se correspondan con la utilidad que nos brindan esos bienes. Una afirmación de este tipo supondría que todos los consumidores extraen la misma utilidad de los bienes y que la calidad y el precio están fuertemente correlacionados.

Se ha de mencionar también el concepto de estándar de vida que remarca una concepción centralmente materialista y de mercado basada en ingresos y consumo. No obstante mucho mas implementado y técnico es el método de Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) para la caracterización de la pobreza (y aunque suene contradictorio de que tan mal está la ‘calidad de vida’) que “considera clave un consumo efectivo de bienes que no deje insatisfecha ninguna necesidad básica” (vivienda, servicios sanitarios, educación e ingresos) (Baltazar, Grillo y Karf, 2007). Éste se ha criticado por no ser un método que indique bienestar, sino un indicador de consumo o de desigualdad en el gasto (cuya unidad de análisis puede ser pér cápita o familiar). Sin embargo, lo más crítico de éste indicador es que “perfectamente puede haber cobertura de NBI, a pesar de una notable reducción en ingresos y salarios” según los aseguran algunos estudios (Feres y Mancero, 2001).

Se debe agregar que la generalidad de los indicadores y métodos citados tienen fallas, consistentes en que no es muy común analizar que para tener ingresos se debe tener empleo o se debe tener cierto nivel de ahorro. “Es una triste realidad que la teoría económica actual no cuente con una teoría del desempleo que goce de un mínimo grado de consenso, a pesar de que elaborarla es reconocido como uno de los desafíos más importantes” de la economía moderna (Mas-Colell, 1983). No obstante para la ortodoxia, el mercado laboral es un simple mercado más como el de cualquier otro producto, de manera que si hay exceso de oferta de trabajo los salarios bajan y si hay exceso de demanda los salarios suben, a menos que haya salario mínimo, en consecuencia empleo no siempre se obtiene en el mercado laboral, lo que explica que existan formas de trabajo informal y subempleo. Es así como el desempleo se puede prolongar hasta el infinito. En ese sentido, ¿Cómo entender la calidad de vida si el desempleo se considera parte integral de la estructura social y económica? o si, como otros teoremas económicos lo sostienen, el desempleo: o no se puede medir dada su dispersión o no existe?5 (Moreno, 2011).

5 Algunos teoremas económicos argumentan que todo el mundo está ocupado y tiene que hacer algo para vivir; por lo tanto hay ingresos, la presencia de ingresos, es evidencia de la existencia de algún tipo de empleo.


13

Por otra parte y en relación con el concepto Nivel de vida, éste ha pasado por diversas etapas históricas. Se debe mencionar que:

“en los años 50, la ONU creó un grupo experto encargado de elaborar una propuesta mundial para determinar el ‘nivel de vida’, esto es, las condiciones materiales de una persona, clase social o comunidad para sustentarse (…) Después de algunas vicisitudes, éste grupo integrado por diferentes agencias especializadas como la OMS, la OIT y la UNESCO, presentaron en el año 1961 su informe en donde proponían nueve componentes del nivel de vida (…) algunos fueron desarrollados metodológicamente con más facilidad como salud, alimentación y nutrición. [Exceptuando, educación, vivienda, empleo y condiciones de trabajo] otros como vestido, recreo, esparcimiento y seguridad social presentaron una mayor variabilidad cultural y valorativa en sus satisfacciones y eran prácticamente imposibles de cubrir de manera homogénea. La variable menos desarrollada fue libertades humanas de la cual sólo se hizo un esbozo, ya que tenía demasiadas implicaciones de carácter político y valorativo. El Índice de Nivel de Vida, creado por esa comisión internacional, aunque era un avance significativo en el intento de medir el bienestar social, únicamente permitía conocer la dimensión material de la calidad de vida” (Palomino y López, 1999).

En últimas, nivel de vida siempre ha sido entendido en referencia a temas materiales fundamentados en el tener y realmente es una categoría económica que mide el grado de satisfacción de las necesidades materiales y parcialmente de las espirituales (Zamora y García, 1988) y que estando dentro del Índice de Desarrollo Humano realmente no se distingue mucho de lo ya enunciado:

Vida larga y saludable, (esperanza de vida más allá de los 40 años).

Educación, (analfabetismo).

Nivel de vida digno: (agua potable y peso de los niños según su edad).

Ingreso pér cápita: (medido en dólares norteamericanos)

Otras posturas aunque centradas en los ingresos, sostienen que:

Popularmente, ‘el nivel de vida’ suele identificarse con el ingreso disponible. Si la gente tiene más dinero para gastar (después de descontar la inflación) se asume que está mejor. Sin embargo esta visión sólo tiene en cuenta el consumo privado, pues ignora el hecho de que muchas de las cosas que hacen que la gente salga mejor librada son consumidas colectivamente. Por ejemplo, los servicios públicos (educación, salud, pensiones, aseo, etc) los cuales se pagan con algo de impuestos. (…) En segundo lugar, se incluyen aspectos del bienestar que no se compran ni se venden, como por ejemplo el medio ambiente [la seguridad de todos frente a la delincuencia, o la paz] (Jacobs, 1996).

Para cerrar, reflexionando sobre los instrumentos de medición, se debe señalar que “distinguir con precisión entre realidades y percepciones” no es sencillo y menos bajo un análisis económico basado en la utilidad o el tener. El hecho de que las cosas sean cuantificables no supone objetividad (Cortés, 2001). “¿Cuán objetivos son los datos sobre la realidad de la calidad


14

de vida? ¿Cuáles son los antecedentes que subyacen a las miradas con las que las personas perciben la realidad? ¿Cómo se construye y conforma la subjetividad que perciben? ¿Qué tan congruentes son los parámetros objetivos y subjetivos que se comparan?” Bajo las anteriores preguntas, Cortés (2001) critica “La adopción de un criterio único para describir lo que es calidad de vida”, en términos de subjetividad, ahistoricismo y uso de presupuestos o valores universalmente homogéneos:

a) Subjetividad, Los economistas ortodoxos “consideran ciertos datos, reales u objetivos con los que se mide la calidad de vida. Sin embargo éstos se establecen a partir del supuesto de que coinciden con las percepciones que los sujetos y grupos, tienen acerca de ella. Puesto a la inversa: se supone que las percepciones generales que la gente tiene sobre calidad de vida están efectivamente incorporadas en los considerandos que se usan para medir real u objetivamente los índices de calidad de vida. Pero cabe la pregunta, en la selección de esos datos objetivos ¿no participan percepciones, subjetividades acerca de lo que objetivamente mediría la calidad de vida? Además, ¿quiénes y cómo los ordenan y jerarquizan?” (Cortés, 2001) En respuesta, “existen coincidencias entre las percepciones y los elementos de medición cuantitativa, pero éstas no son absolutas”, a decir verdad, “la concepción, el ideario y los indicadores sobre la calidad de vida que se usan en los estudios están sustraídos de la que empíricamente es alcanzada por los países más ‘avanzados’. Ahora bien, en los estudios o en su aplicación en los países en desarrollo normalmente se omite esa obvia constatación” (Cortés, 2001)

b) “Ahistoricismo, La calidad de vida real y objetivamente posible, varía de acuerdo a estadios históricos, esto es a niveles de desarrollo históricamente determinados nacional o regionalmente. En lo grueso, los países centrales han tenido, históricamente, desarrollos económicos y en calidades de vida más o menos similares, al menos, sin las abismales diferencias de riquezas que han existido y existen entre ellos y las naciones ‘subdesarrolladas’. Por consiguiente, allí no actuaron o no tuvieron relevancia dos fenómenos, el llamado “efecto de demostración” y la llamada “revolución de aspiraciones”. El primero que alude a cómo, –merced a la expansión de los medios de comunicación– se tornan visibles y se muestran casi tangiblemente los estándares de vida de los países ricos en los países pobres. El segundo fenómeno, la “revolución de aspiraciones”, relacionado con la radicalización y urgencia que adquieren las aspiraciones de consumo y existencia (que se ven por televisión). De aquí que una misma concepción de calidad de vida genera percepciones muy distintas en uno y otro mundo” (Cortes, 2001).

c) “Homogeneización de valores6, la aplicación de un criterio único para determinar calidad de vida es una negación de las diferencias culturales y de valores en la definición o percepción que cada sociedad o comunidad hace sobre su calidad de vida. En los países avanzados, el progreso económico de hoy ha sido resultado de un largo período histórico de predominio de una economía capitalista o de mercado. Desde hace mucho el desarrollo económico se realiza bajo el imperio de relaciones capitalistas típicas y éstas se encuentran asumidas en la cultura, la conducta y los valores. No obstante, en los países ‘atrasados’, el imperio de las economías de mercado son de mucho menor data. Éstos viven un tránsito, una etapa, en la que coexisten valores y conductas surgidas de los pasados precapitalistas, semicapitalistas o de retrasos capitalistas con valores y

6 El contexto, está constituido por el conjunto de circunstancias (como el lugar y el tiempo) que ayudan a la comprensión de una determinada situación o fenómeno. El concepto de calidad de vida debe relacionarse con el contexto cultural, los valores y creencias de la población.


15

conductas que se corresponden a los que inspiran las relaciones capitalistas modernas. En los países ricos quizás, no se plantean grandes disonancias respecto de los antecedentes culturales que definen las percepciones de las personas. En cambio, ‘en el tercer mundo’ las percepciones se mueven en un terreno más pantanoso, dado que perviven [y de hecho nos dan identidad] visiones y valores ancestrales (Cortes, 2001).

Más recientemente y en referencia a lo anterior, el concepto de Desarrollo Humano (a través de autores como Abraham Maslow (2007), Manfred Max Neef (1993), Martha Craven Nussbaum (2010) y Amartya Sen (2001)), plantean la reelaboración de los indicadores tradicionales anteriormente descritos, diseñados desde la economía ortodoxa, enfocando aspectos de distribución, equidad y justicia social (Delgado y Salcedo, 2003). En ello se retoman en parte, la combinación de las bases filosóficas, económicas y políticas de Aristóteles, Adam Smith y Marx (Sánchez, 2008), aspectos que se retomarán en el tercer grupo de posturas sobre la calidad de vida (complementados con análisis desde el contexto latinoamericano) y que ponen en tela de juicio la teoría de la utilidad marginal, al igual que indicadores de los ya citados.

1.1.2 Aquellos basados en la Subjetividad.

La Calidad de Vida, hace referencia a un estado general de bienestar que se constituye sobre la base de la satisfacción de todas las necesidades básicas del ser humano, que no son sólo de tipo material,

sino igualmente, de tipo emocional, espiritual, afectivo y cultural. (…)

La tranquilidad de espíritu la proporcionan la satisfacción de todas las necesidades, el bienestar general, la ausencia de todas las preocupaciones graves y de problemas que interfieren

en el disfrute de una vida apacible y gratificante, cuya valoración es personal y subjetiva. Carlos Medina Gallego (2008).

No menos importantes son aquellas concepciones de la calidad de vida concentradas en el extremo contrario, es decir la subjetividad, que resultan relevantes en nuestro análisis debido a la gran popularidad que han alcanzado en los últimos tiempos y a su fuerte nexo con nuevas tendencias integristas (Sokal & Bricmont 1998) (Muñoz, 2008). Enfocada hacia estimular el éxito y el desarrollo del bienestar mental en personas sanas, dicha literatura es muy vendida y tiene una enorme influencia en la cultura popular (Zellinski y Ganzinelli, 2003) (Zelinski, 1997) (Gross, 2004). Éstos libros tienden a ocultar, tal vez sin proponérselo, los factores estructurales de la exclusión social y la pobreza, la falta de realizaciones concretas, presentándose como opciones que prometen la fortuna y el éxito individual a través de ejercicios de autoayuda y espiritualidad.

La corriente citada se concreta en una inmensa producción de literatura-betseller consumida por grandes masas de personas que, al buscar las razones por las cuales la sociedad impide el logro de sus proyectos de vida, encuentran allí respuestas. No obstante, a pesar de su notoria divulgación y acogida social, por lo general, esta corriente no es tomada como elemento serio de análisis en el marco de indicadores, ya que gran parte de los elementos teóricos que soportan sus


16

propuestas concretas, son consideradas pseudociencia, en especial por la psicología de rigor (Alcantara, 2009).

Es clave mencionar que otras posturas basadas en la subjetividad se preocupan por la felicidad con mayor rigor desde la cultura y la psicología e indagan en los sueños o expectativas de las personas más allá del bienestar material. Éstos enfoques, más que remitir a un conjunto de especulaciones, han conllevado a la búsqueda de evidencia empírica sobre la felicidad o lo que los autores de ésta corriente denominan “el goce subjetivo de la vida” (Veenhoven, 2005). En general, esta tendencia apunta a la búsqueda de la explicación de aquel tipo de vida que se disfruta, que satisface al que la vive y que le produce estados de felicidad. La apreciación de la vida respecto a las capacidades percibidas y la evaluación de la misma son consideradas desde este punto de vista como dimensiones muy importantes (Arita Watanabe, 2005). Ésta segunda corriente se esfuerza por lo tanto, en presentar un conjunto de indicadores detallados.

En ese sentido, el concepto de bienestar subjetivo, uno de los más fuertes en éste marco de ideas, incluye dos componentes claramente diferenciados: por un lado, los juicios cognitivos sobre la satisfacción con la vida y, por otro, las evaluaciones afectivas sobre el humor y las emociones (Martínez-Antón, Buelga & Cava, 20007). Existen indicadores tales como el Índice de Satisfacción con la Vida (como propuesta contraria al PIB o el PNB), además del Índice de Felicidad Bruta (IFB) definido como medidor de la ‘Calidad de Vida’ propuesto en 1972 en el país budista de Bután o el Índice del Planeta Feliz (IPF) de 2009, en el cual Colombia figura en segundo lugar de felicidad, por debajo de Vanuatú (un país conformado por islas en el Océano Pacifico).

Los índices de bienestar subjetivo expresan la percepción que tienen los individuos con respecto a su calidad de vida. Esta percepción puede estar condicionada por creencias religiosas y otros constructos sociales que, en la mayoría de casos, orientan a las personas a poner el énfasis de sus vidas en lo espiritual, dejando de un lado lo material, el aplazamiento de sus deseos hacia posibles vidas futuras; ideas predominantes en casi todas las religiones del mundo, postergando las necesidades humanas en función de la realización espiritual, como propósito fundamental.

Las posturas subjetivas en la evaluación de calidad de vida dejan de lado el análisis del modelo de desarrollo y la distribución desigual de la riqueza en el mundo, generadora de la depredación de los recursos naturales, el hambre, las guerras y su degradación, la violencia urbana, la discriminación contra importantes grupos humanos y las condiciones de existencia inequitativas.

Tomando por ejemplo, la Satisfacción con la Vida, ésta se define como “un proceso de juicio mediante el cual los individuos valoran la calidad de su vida en función de sus propios criterios” (Requena, et al, 2009). Son los individuos mismos quienes, al ponderar las prioridades personales de su vida, la juzgan en conjunto como más o menos satisfactoria (Arita Watanabe, 2005). Al respecto, se diseñó una escala multi-ítem con la idea de que se pueda preguntar a las personas sobre cómo juzgan su vida con el propósito de medir su grado de ‘satisfacción’. Desde entonces son numerosos los estudios que han analizado las propiedades psicométricas de esta


17

escala. Los resultados de estas investigaciones coinciden en señalar que el ítem 5 de la escala que hace referencia a las circunstancias que rodean la vida de una persona es el indicador que explica un mayor porcentaje de variancia de la Escala de Satisfacción con la Vida (ESV) (Requena, et al, 2009).

En últimas, el Índice de Satisfacción con la Vida trata de una escala general de bienestar subjetivo en que la persona utiliza sus propios criterios para sopesar los distintos aspectos de su vida (Diener, et al, 1985) y consta de 5 ítems con un rango de respuesta: que va de 1: muy en desacuerdo a 4: muy de acuerdo, de tal manera que se centra en percepciones. A manera de ejemplo uno de los ítems que se incluye en la escala es: “Mi vida es en la mayoría de los aspectos como me gustaría que fuera”?

Se ha de agregar que algunos psicólogos- economistas se han interesado también en el bienestar subjetivo (subjective well-being). Daniel Kahneman premio Nóbel de economía 2002, en relación con el tema de satisfacción con la vida, ha realizado una distinción entre dos tipos de utilidades relativas al bienestar, una que denomina “utilidad del instante” (¿qué tan placentera o dolorosa esta siendo la experiencia actual?) y otra que denomina “utilidad recordada” (¿qué tan satisfecho me siento con haber tenido aquella experiencia?); la primera está enfocada en lo que sucede ahora mismo (valoración entendida como más fiable), la segunda sobre lo que transcurrió (valoración comprendida menos fiable) orientada hacia qué tan satisfecho uno se siente con su vida (Laca, et al, 2005).

Concluye el autor citado que el bienestar objetivo puede medirse en experiencias breves, mientras que el subjetivo se apoya en la ‘utilidad recordada’ respecto a un periodo extenso de la vida o sobre toda ella. Él afirma también que “un dato repetitivo en diversas investigaciones que relacionan el bienestar subjetivo de los individuos con las condiciones objetivas de la vida en sus sociedades (renta percápita, escolarización, tazas de mortalidad infantil, delincuencia, desempleo, etc) muestran que la relación es muy baja” (Laca, et al, 2005). Éste inesperado argumento lleva a Kahneman a establecer que las mejores cosas de la vida no son ni gratuitas, ni tampoco exageradamente costosas. El establece que 75 mil dólares al año [150 millones de pesos colombianos] en los Estados Unidos son el límite (Cronista, 2010).

Basado en una encuesta a 450 mil estadounidenses entre 2008 y 2009 (con 450 preguntas sobre ingresos, satisfacción, emociones y tensiones) se muestra que la gente se siente bastante más feliz a medida que tiene más dinero pero solo hasta cierto punto. Sí bien es cierto que una menor cantidad de dinero está asociada con el dolor emocional y que ‘la pobreza’ empeora ciertas cosas (un divorcio, enfermedades, la soledad) “nosotros concluimos que los altos ingresos compran satisfacción pero no felicidad”, aseguran Kahneman y Angus Deaton (Cronista, 2010).

“El bienestar emocional del día a día de las personas no aumentaba mas allá de los 75 mil dólares al año” después de eso las respuestas eran diferentes; todo dependía del temperamento. “Quizás 75.000 dólares es un umbral más allá del cual los incrementos adicionales no generan mejoras en la capacidad de los individuos, de hacer lo que importa más a su bienestar


18

emocional, como pasar tiempo con la gente que les gusta, evitar sufrimientos y enfermedades y disfrutar del ocio” (Cronista, 2010).

Por otra parte está el Índice del Planeta Feliz (IPF) “agregado de bienestar basado en satisfacción vital, esperanza de vida y huella ecológica” (Worldwatch Institute, 2008). Éste índice examina en detalle la economía desde su producción positiva (larga esperanza de vida y felicidad variables) y sus inversiones esenciales (recursos limitados de la Tierra) y proporciona una guía sobre nuestro bienestar en términos de vidas prolongadas y felices e indicando lo que más importa al mantenimiento del planeta: nuestro promedio de consumo de recursos (Gutiérrez-Rubi, 2009).

El Índice del Planeta Feliz, en un informe desarrollado por la asociación inglesa NEF (New Economics Foundation), ofrece una clasificación de los países del mundo, midiendo la felicidad de sus habitantes, dependiendo no sólo de su grado de desarrollo o riqueza sino también puntuando su cultura, gastronomía, esperanza de vida y sobre todo el impacto ecológico que sufre su entorno. “El concepto al que quiere llegar esta asociación al publicar el índice es reducir la medida del avance hasta lo más básico: ¿Qué recursos utilizamos para obtener una vida, más o menos larga y feliz?” (eRenovable, 2006).

El informe citado analiza 143 países y mide cuántos recursos del planeta usa cada nación, además del nivel de bienestar y expectativa de vida de los ciudadanos en cada lugar. De un total de 100 puntos, una especie de máxima felicidad ecológicamente sostenible, la humanidad sin embargo, se queda en apenas 49 puntos.

En los 10 primeros lugares figuran, además de Costa Rica, países como Guatemala (número 4), Vietnam (5), Colombia (6), e incluso El Salvador (8) y Honduras (10). Saamah Abdallah el primer autor del informe en una entrevista con BBC Mundo aclara "No es un índice de la felicidad"…"No estamos diciendo que la gente que vive en estos países es la más feliz del mundo. Lo que hace el índice es medir la eficiencia ecológica que permitiría tener vidas prolongadas y felices para todos los ciudadanos" comenta el investigador británico (Acosta-Ortiz, 2009).

Por último, Felicidad Interna Bruta (FIB) es un indicador creado en 1972 en un pequeño país asiático llamado Bután. El rey de ese país creó dicho indicador a fin de medir la riqueza de la felicidad de los habitantes de su país en vez de las posesiones materiales. Éste concepto propone medir la riqueza de las naciones por el bienestar real de los ciudadanos, por la alegría de vivir, por las sonrisas y no por el dinero, como hace el Producto Interior Bruto (PIB).

Como se menciona en el apartado anterior, mientras el modelo económico actual mide el crecimiento económico como objetivo principal, el concepto de la FIB va al ‘verdadero’ desarrollo de la sociedad humana (Sondergaard, 2010).

El concepto butanés de la FIB se sostiene sobre cuatro pilares:


19

1.-Desarrollo socioeconómico sostenible y equitativo. 2.-Preservación y promoción de la cultura. 3.-Conservación del medio ambiente. 4.- Buen gobierno.

Para llevarlo a la práctica, se creó en 2008 una nueva estructura institucional al servicio de esta filosofía con una comisión nacional de la FIB; cada dos años se pregunta a los butaneses sobre su bienestar psicológico, el uso de su tiempo, la vitalidad de la comunidad, la cultura, la salud, la educación, la diversidad medioambiental, el nivel de vida y el gobierno (Llamado a la Conciencia, 2010).

Hasta el momento se han observado concepciones dirigidas hacia el concepto de ‘calidad de vida’, en éste caso desde la subjetividad, pero no se ha hablado concretamente del concepto Calidad de Vida y de un índice propio. Veremos a continuación elementos más específicos, emergentes de la combinación de lo que podría ser entendido como tener y hacer (bienestar objetivo); ser y estar (bienestar subjetivo). En ese sentido es interesante reconocer que no fue una disciplina intermedia entre la economía y la psicología, como por ejemplo la sociología, la que dio mayor solidez al concepto de calidad de vida, inesperadamente fue la medicina y su convergencia con el surgimiento de nuevas ideas respecto al ambiente que sentaron las bases.

1.1.3 Aquellos construidos desde el Ambiente, la Salud y la Medicina.

De lo que se trata es que cada individuo no tenga acotado un círculo exclusivo de actividades, sino que pueda desarrollar sus aptitudes en la rama que mejor le parezca, (…)

que sea cabalmente posible que yo pueda dedicarme hoy a esto y mañana a aquello, que pueda por la mañana cazar, por la tarde pescar y por la noche apacentar el ganado,

y después de comer, si me place, dedicarme a criticar, sin moverme en un determinado círculo exclusivo de actividades, que me sea impuesto y del que no pueda salirme, siendo exclusivamente, cazador, pescador, pastor o crítico.

Karl Marx (2005)

No es casual que “la idea de calidad de vida haya comenzado a popularizarse en la década de los 60s hasta convertirse hoy en un concepto utilizado en ámbitos muy diversos como la salud, la salud mental, la educación, entre otros. En un primer momento, la expresión Calidad de Vida apareció en los debates públicos en torno al medio ambiente y al deterioro de las condiciones de vida urbana” (Acosta, 1998) (Gómez-Vela y Sabeh, 2000). En este sentido, aunque mencionamos para 2006 el índice del ‘planeta feliz’; las ideas relacionadas con el ambiente y su deterioro también surgieron en los 60s es decir, por lo menos 40 años antes7. Así “la inclusión del término “calidad de vida” en la primera revista monográfica de EE UU, Social Indicators

7 En el año 1962, empieza a ganar espacios una visión más integral, en donde se articulan lo económico y lo social, generando una variación fundamental en el enfoque de la Calidad de Vida.


20

Research, en 1974 y en Sociological Abstracts en 1979 contribuiría a su difusión teórica y metodológica, convirtiéndose la década de los 80s en el despegue definitivo de la investigación en torno al término” (Acosta, 1998).

El desarrollo de investigaciones acerca de la Calidad de Vida conllevó a la evaluación crítica de la llamada por Marcuse ‘felicidad permitida’ (Entel, 2004) en relación con la modernidad burguesa, liberal y urbana. La crítica se dirigió también hacia el binomio necesidad-satisfacción que implicaba el atropello del ambiente, asumido éste como “una despensa relativamente infinita de recursos” (Espinosa, 2010) a partir del cual

“la idea embrionaria de calidad de vida provenía del imaginario colectivo de bienestar y desarrollo, entendidos en una relación directa y automática entre crecimiento económico y mejoramiento de la calidad de vida, que paradójicamente recrudecían la pobreza, pero en especial incrementaban el deterioro del medio físico determinante de la calidad de vida de la población y a su vez comprometía el bienestar de los seres humanos que no habían nacido aún” (Naciones Unidas, 1972, citada por Espinosa, 2010).

Aunque la cumbre de la tierra en Estocolmo 1972 (Cali cómo Vamos,2007) y el informe del Club de Roma8 del mismo año señalan los límites del crecimiento, otros autores consideran que la consolidación del concepto calidad de vida se sitúa en torno al Informe Brundtland de 1987 centrado en torno a la sostenibilidad9. Resumidos los informes, se afirma que “el planeta no toleraría los cambios, corriéndose el riesgo de poner en entredicho las mínimas condiciones para la permanencia de la vida (…) al punto que actualmente habitantes de los veinte países más desarrollados del mundo han gastado tanta energía y recursos como la totalidad de las 460 generaciones anteriores de seres humanos que han poblado este planeta” (Espinosa, 2010).

A partir de entonces surgen diálogos entre dominios del conocimiento que eran independientes hasta esa fecha, por ejemplo entre la ecología y la economía, biología y política, demografía y economía, demografía y ecología que, con el tiempo condujeron el concepto de Calidad de Vida a un escenario ecológico. Lo dicho conllevó a la alianza de temas y problemas desde la economía, la política, la salubridad y la justicia sanitaria, considerando el ambiente ya no como recurso, sino como una dimensión de la cual dependemos literalmente todos. A su vez, esto hizo convergencia con la epidemiología que tiempo atrás había reconocido la influencia del ambiente, de la naturaleza, de lo verde, como parte fundamental de la Calidad de Vida, especialmente en aquellas personas que terminaban convirtiéndose en ‘pacientes’ crónicos, con enfermedades de diversa índole.

Como conclusión, puede decirse que “los cambios en la calidad del ambiente, tales como la contaminación del suelo, el agua y el aire incrementaban la frecuencia de enfermedades y

8 Del cual es miembro Manfred Max-Neef. Ver: http://www.eumed.net/cursecon/economistas/Max-Neef.htm 9 Somos responsables del pasado y del presente entiende la ética propuesta, pero además somos responsables del futuro, es decir de entregar a aquellos que quizás no conoceremos jamás un planeta por lo menos en las mismas condiciones en que lo hemos recibido.


21

conducían a diversas discapacidades reduciendo la expectativa de vida”. Igualmente, el auge de la contaminación, del smoke, la imposibilidad de respirar aire puro o permanecer trabajando muchas horas frente al computador, eran aspectos estratégicos cuyas consecuencias debían tratar los médicos fuese en el consultorio o en el quirófano. Por lo tanto era necesario transformar la sociedad a fin de mejorar sostenidamente la salud de la población es decir, actuar por fuera de los hospitales.

Los temas citados se reafirman en 1994 mediante el segundo informe del Club de Roma y la Cumbre de Presidentes Centroamericanos en Managua en las que se ligan desarrollo sostenible, equidad y calidad de vida (Cali cómo Vamos, 2007) y la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo del Cairo que afirma “que aumentar la calidad de vida y la salud implica garantizar un ambiente seguro y saludable para todos los grupos poblacionales” (Willinger, 2001). Más adelante, entendida lo restrictiva que resultaba la mentalidad economicista para la comprensión plena del concepto de calidad vida, los elementos cualitativos o subjetivos adquirieron en el marco de la concepción de la salud, una importante relevancia.

La medicina social entendió en parte la crítica a la cuantificación economicista como la posibilidad de superar el positivismo y las epistemologías técnico-instrumentales convencionales. Ello llevó a la convergencia de tres ideas gruesas vinculadas estrechamente con el concepto de calidad de vida: en primer lugar, la comprensión del proceso salud-enfermedad como algo que se desarrolla a lo largo de toda la vida (desde el momento en que se nace) y no como instantes discontinuos o inconexos, objeto de tratamiento por separado (Chirinos, Arredondo y Shamah, 1994). En segundo lugar, el hecho de que hay conjuntos de variables o determinantes de la salud que no son controlados o dominados por la persona, sino que dependen de aspectos estructurales de la sociedad (del modo de producción, por ejemplo). Tercero, la comprensión de abrir la salud a unas nuevas reglas metodológicas etnográficas, hermenéuticas e interpretativas (más allá de la epidemiología ‘preventiva’) para aprender de las prácticas, ya no de pacientes individualizados, sino de familias, de vecindades, de comunidades con posibilidades de auto-cuidado, de auto-agencia sobre su salud (Morales, 2004) (Bello, 2005) (Castro, 2001) (Barrera y Saldívar 2007). Retomando lo anterior y desde la mirada de Salud, Calidad de Vida (Quality of Life) o QoL se ha convertido en una sigla fuertemente difundida en todo el mundo.

En ultimas, al comprender que es iluso aspirar a que la sociedad incorpore completamente, a corto y mediano plazo patrones de vida sostenibles, dado el arraigo de modos de vida ecológicamente contraproducentes (Espinosa, 2010) el sector de la Salud ha entrado a proponer la categoría modo de vida como un conjunto que agrupa la distinción de categorías como: nivel de vida, calidad de vida, estilo de vida y género de vida. Zamora y García (1998) definen cada una de ellas así:

Modo de vida caracteriza las propiedades de un tipo de sociedad determinada a su vez por el carácter de las relaciones económicas establecidas entre sus


22

integrantes y por el carácter del trabajo. En esta perspectiva, lo que son los individuos coincide con lo que producen y con el modo cómo lo producen, es decir, el modo de vida es el modo de actividad vital. “El modo de vida determina las actividades de las personas, las clases y los grupos sociales bajo unas condiciones socioeconómicas dadas” en una relación de afectación mutua de carácter dialéctico. En el interés de precisar de qué trata la noción de modo de vida esta se enfoca como una categoría histórica que comprende a su vez cuatro categorías asociadas: Nivel de vida: categoría económica que mide el grado de satisfacción de las necesidades materiales y parcialmente de las espirituales desde lo cuantitativo: ingreso, salarios, alimentos, condiciones de la vivienda, instrucción, etc. Género de vida: categoría socioeconómica que busca identificar los fundamentos de la sociedad: el carácter de la propiedad de los medios de producción, de la economía, de las relaciones sociales, de la cultura, de la ideología, de la moral, etc. Estilo de vida: categoría socio-psicológica que apunta a medir el comportamiento de las personas en cuanto a: su semblanza moral, la participación en asuntos públicos y otros. Calidad de vida: categoría sociológica que permite medir la satisfacción de aquellas necesidades que no son cuantificables: funcionamiento de las instituciones sociales, el contenido del trabajo y el descanso, etc,

La concepción de “la salud como elemento esencial del vivir cotidiano avanzó hacia la promoción de la salud en el contexto de la vida diaria, en la idea de que para transformar las condiciones de salud siempre se ha requerido algo más que la simple intervención médica” (Caro, 2004) de forma que “la salud no se redujera a la búsqueda de un servicio curativo que comenzara con la aparición de enfermedades y terminara con el tratamiento de los casos” (Morales, 2004). Así más específicamente, estudios sobre enfermedades crónicas han señalado factores comportamentales asociados al estilo de vida urbano, como aspectos claves de riesgo en enfermedades cardiovasculares. Entre ellos el consumo de alcohol, el bajo consumo de frutas y verduras, la inactividad física en el tiempo libre y el consumo de tabaco (Espinosa, 1998) (Espinosa, 2002) (Espinosa, et al, 2004) (Roncancio y Sichacá, 2009). Con lo cual el factor ambiental se vió relacionado en aspectos que iban más allá de la conservación, hacia entender que la Calidad de Vida dependía no sólo de la existencia de espacios libres de humo y de espacios adecuados para ejercitarse y evitar el sedentarismo sino del ambiente natural en que se cultivan los alimentos, su trazabilidad e inocuidad y del comportamiento y compromiso social de la población frente a tal realidad.

Tomar el ambiente como algo serio fue pasando paulatinamente de tener en cuenta ‘el aire libre’, el descanso, el ocio, el juego y el deporte a referirse a temas como la alimentación, la nutrición y la soberanía alimentaria y nuevamente a criticar no sólo el consumismo, sino la economía en sus aspectos utilitarios. Ser saludable pasó a ser entendido como un modo de vida, una actitud, una concepción, una historia, un contexto, con normas socioculturales, creencias y tradiciones a ser transformadas (Caro, 2004).


23

No es fortuito que algunos autores, en relación al concepto de calidad de vida señalen el ‘tiempo libre’ en el marco de un análisis del ‘tiempo humano’. Entendido como libre aquel tiempo que resta luego de descontar la realización de un conjunto de actividades biológicas o sociales, propias de un día natural (de 24 horas) y que se agrupan bajo los rubros de trabajo, transportación, tareas domésticas y necesidades biofisiológicas y que se expresa en una gran diversidad de actividades recreativas concretas en las cuales no importa lo que se haga sino cómo se haga, en una ocupación libremente elegida y realizada (Zamora y García, 1998).

Así las cosas, el análisis del consumo, del mercado de productos y servicios, del empleo, de la recreación, es decir, del tiempo cotidiano entendido “…como el espacio en que se desarrollan los seres humanos” se constituyó en elemento fundamental para el análisis del modo de vida de manera cuantitativa y cualitativa. A partir de ello se deriva una marcada tendencia desde la Salud hacia la integración de factores objetivos y subjetivos que le dieron forma a una renovada combinación entre lo estrictamente material y lo subjetivo, lo económico y psicológico, lo cuantitativo y cualitativo.

Promover la salud, más adelante significó pasar de atenciones fragmentadas o asistenciales, dirigidas a las consecuencias o necesidades inmediatas y coyunturales a enfrentar los determinantes del proceso salud-enfermedad, vivienda, trabajo, educación, alimentación, participación, seguridad social, recreación ya no vistos como necesidades sino como derechos. La convergencia demarcó un trayecto ético-político más amplio diferenciado del enfoque de necesidades, donde la persona, más que un objeto pasivo, pasa de ser atendido según una perspectiva experta y ajena (o través de la caridad o la filantropía (Reyes y Fuentes, 2007)) a entenderse como un ciudadano sujeto de derechos, capaz de exigibilidad en el marco de un orden legal, nacional e internacional.

En un contexto más cercano y desde 2004 (Secretaría Distrital de Salud, 2004) la estrategia promocional de calidad de vida y salud propuso para Bogotá,

Comprender e interpretar la complejidad de los determinantes que se expresan en problemas que afectan la calidad de vida y la salud de las personas, colectividades y sus entornos e impactan de manera desigual la población más allá de la identificación de “problemas” aislados o parcelados, asumiendo que el proceso salud-enfermedad se relaciona con procesos biológicos, sociales, históricos y culturales, teniendo como centro las personas en etapas del ciclo de la vida (Secretaria Distrital de Salud, 2008).

La estrategia se ha propuesto el desarrollo de la autonomía de los sujetos y los grupos más allá de respuestas contingentes o mitigatorias centradas en carencias o en los mínimos para la supervivencia. “Igualmente constituye un esfuerzo articulado a la promoción de capacidades y potencialidades humanas que busca responder a las necesidades de todas las personas y colectivos, haciendo posible la universalización de los derechos y la materialización de oportunidades en equidad” (Huggins, 2005). Lo promocional significa no sólo atender y prevenir sino ir a los determinantes desde la garantía de los derechos, pero también y muy importante desde quienes viven las determinaciones: la comunidad y para el ejercicio pleno de la


24

ciudadanía (D’eliá, De Negri, et al, 2003) (De Negri y Molina 2007) (De Negri, 2006) (Casallas et al, 2007).

Lo sucedido en el sector salud como antecedente para Bogotá fue la inserción de una escuela de pensamiento que penetró múltiples ámbitos institucionales a través del Enfoque de Derechos. El Plan de Desarrollo Bogotá sin Indiferencia en especial el programa ‘Bogotá sin Hambre’, constituye parte de la entrada en vigor de dicho enfoque, bajo un marco ético-político muy cercano al enfoque promocional de la calidad de vida en principios tales como la justicia, la igualdad y la equidad. Un aspecto relevante de la reflexión que enlaza el enfoque de derechos es la paradoja de la existencia de abundante disponibilidad de alimentos en una sociedad (por ejemplo Colombia) sin que ello otorgue necesariamente el derecho de uso sobre ellos a todos sus habitantes (Sen, 1981). Algunos estudios respecto a este dilema muestran que se puede vivir en hambre, en medio de la exportación de alimentos como sucede aún en distintos países africanos. Por tanto, el problema- así lo demuestran los estudios- no era el hambre en sí, considerada como falta de alimentos sino la ausencia del derecho a la alimentación al interior de esas sociedades (Sen, 1981).

Los estudios referidos al hambre -citados por el programa ‘Bogotá sin Hambre’- fueron realizados por el economista y premio Nóbel Amartya Sen en 1981, de ellos se extrae el concepto de titulaciones (entitlements) que desde una postura ético-política habla concretamente de derechos humanos. Así, en el contexto actual el concepto de Calidad de Vida y su índice, podría ser entendido como dispositivo regulador y valorativo de los avances en materia de derechos humanos donde lo que desde salud eran los determinantes hoy son atributos dirigidos hacia un índice de calidad de vida.


25

Cuadro 1. Resume las distintas posturas referidas a Calidad de Vida.

Preparado por: Sandra Páez y David Reyes

CRITERIO DE LA UTILIDAD Y EL

TENER CRITERIOS

SUBJETIVOS

CRITERIOS AMBIENTALES,

DESDE LA SALUD Y LA MEDICINA

MARCO GENERAL Economía del Bienestar Bienestar Subjetivo Enfoque promocional de la Calidad de Vida

METODOLOGIA GENERAL

Cuantitativista Cualitativista Cuantitativo-Cualitativa

OBJETO Bienestar individual en relación con el crecimiento económico.Análisis de la escasez.

Percepción individual de la persona con respecto a su bienestar

Relación de las personas con su ambiente y con los determinantes de la salud

PREGUNTAS CONVENCIONALES

Qué se tiene?Cuanto se tiene? Se miden Bienes y Servicios.

Cómo se siente?Que tan bien se siente? Se miden percepciones y vivencias.

Cómo esta su entorno.Qué hace? Con qué frecuencia lo hace?

DISCIPLINA DOMINANTE

Economía Teoría de la Utilidad Marginal.

Psicología Medicina Social

INDICADORES Ingreso Per Cápita (Producto Interno Bruto), Línea de Pobreza, Estándar de Vida, Necesidades Básicas Insatisfechas y Nivel de Vida

Índice de Felicidad Bruta, Índice de Satisfacción con la Vida,

Estado y evolución de la Garantía de los Derechos Humanos.

AUTORES Jhon Williams, Karl Menger

Kahneman, Sondegaard,

D’elia, De Negri, Molina,


26

2. CONTEXTO.

2.1 Propuesta construida sobre la dignidad humana y los derechos humanos.

El congreso obrero general de Baltimore (16 de Agosto de 1866) declaró, “la primera y más importante exigencia de los tiempos presentes, si queremos redimir al trabajo de éste

país de la esclavitud capitalista, es la promulgación de una ley fijando en 8 horas la jornada normal de trabajo”.(..)

Ello conllevó, a comienzos de Septiembre de 1886 al congreso obrero internacional de Ginebra a acordar

la propuesta del consejo general de Londres, “8 horas de trabajo, 8 horas de descanso y 8 horas de sueño como límite legal de la jornada”.

Karl Marx (2008)

En el contexto de Colombia como un Estado Social de Derecho10 el Enfoque de Derechos constituye la línea guía de la filosofía-política de toda la administración pública en la ciudad. “Los derechos humanos pueden ser vistos como demandas primordialmente éticas. No dependen exclusivamente del ordenamiento jurídico existente aunque los derechos humanos puedan inspirar la legislación vigente, cuestión que puede ser un hecho posterior, más que una característica constitutiva de los derechos humanos. Por tanto, éstos se extienden más allá de la norma y conforman una base ética” (Secretaria Distrital de Integración Social, 2009).

“En las declaraciones internacionales se destaca el carácter universal de los derechos, su correspondencia a cualquier ser humano sin importar el lugar o el tiempo de su ubicación; su inclusión en las constituciones, lo que los convierte en derechos del ciudadano en el marco de cualquier Estado… éstos no solo serán proclamados sino protegidos de un modo material, incluso contra el propio Estado que los viole” (Secretaria Distrital de Integración Social, 2009).

Este enfoque va más allá de la ley en el ámbito colombiano y se sitúa en un marco de orden jurídico, especialmente constitucionalista y ha logrado a través de las dos últimas administraciones distritales una progresiva ampliación en su aplicación metodológica y práctica en diversos ámbitos, entre ellos el concepto de Calidad de Vida.

La postura desde los derechos no es algo que puedan escoger los gobernantes basados por ejemplo en un interés benevolente, si ese fuese el caso. Los derechos humanos no se pueden conceder u otorgar, no se pueden entregar o ceder, como a éstos no se puede renunciar. A decir verdad es obligación su garantía, ya que pertenecen a las personas tan solo por el hecho de ser humanos, además de encontrarse reconocidos en la Constitución Política, desarrollados en las sentencias de la Corte Constitucional y ratificados en los pactos que Colombia ha suscrito a nivel internacional. Así por ejemplo, los Pactos Internacionales de Derechos Humanos adoptados en el seno de la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1966 (PIDCP y

10 Fundado en “el respeto de la dignidad humana, en el trabajo y la solidaridad de las personas que la integran y en la prevalencia del interés general”. Art. 1. Constitución Política de Colombia.


27

PIDESC) (Secretaria Distrital de Integración Social, 2009) hacen énfasis en la necesidad de crear condiciones que permitan a cada persona gozar de sus derechos económicos, sociales, culturales, civiles y políticos.

La jurisprudencia constitucional se relaciona estrechamente con las políticas sociales dirigidas a lograr el mejoramiento continuo de las condiciones de vida de los habitantes de la ciudad y del país. De tal manera que a la hora de la implementación, seguimiento y evaluación de las políticas, programas y proyectos que lidera la Administración se tienen en cuenta aspectos objetivos y subjetivos que se aproximan a una medición integral y global de la Calidad de Vida en el marco del enfoque de derechos.

Esta mirada implica un cambio en la forma como tradicionalmente se ha asumido el tema de la calidad de vida, al poner el acento en el desarrollo de las capacidades, en igualdad de oportunidades y no solamente en los recursos que la gente posee, como era usual hasta hace poco desde los enfoques utilizados en economía y en estudios sociales centrados en la medición de los recursos físicos de las personas en términos de riqueza y pobreza (Sen, 2009).

En el enfoque de derechos, la calidad de vida no sólo supera los supuestos de la economía neoclásica enmarcados en la globalización económica y en la acumulación de bienes o dinero (Bermejo 2011) (De Lucas, 2007) sino que también se supera aquellas posiciones subjetivistas donde la estructura social y el funcionamiento del sistema económico no es cuestionado (Diners, 2011) (Dueñas, 2011). Bajo este enfoque los aspectos administrativos se ven contextualizados éticamente y el enfoque promocional de la calidad de vida se ve fortalecido y ampliado. De esta manera, la combinación de factores subjetivos y objetivos de análisis de la Calidad de Vida y los instrumentos e índices se sitúan dentro del espacio universal de la dignidad humana y de la estructura jurídica.

El artículo 366 de la Constitución Política de Colombia que señala la finalidad social del Estado y sus instituciones, incluye la garantía, protección y restitución de los Derechos Humanos, siendo la Calidad de Vida el reflejo del cumplimiento de estos, “el bienestar general y el mejoramiento de la calidad de vida de la población son finalidades sociales del Estado” de tal manera “será objetivo fundamental de su actividad la solución de las necesidades insatisfechas de salud, educación, saneamiento ambiental y agua potable. Para tales efectos en los planes y presupuestos de la Nación y de las entidades territoriales, el gasto público social tendrá prioridad sobre cualquier otra asignación”.

Teniendo en cuenta lo anterior, la Calidad de Vida toma como centro la persona y considera como eje de su medición los componentes de la dignidad humana desarrollada por la Corte Constitucional en sus sentencias de tutela, algunas de las cuales han sido resultado de la movilización ciudadana y están relacionadas con la exigencia a las autoridades del respeto, protección y restablecimiento de los derechos vulnerados y la igualdad de oportunidades en el goce efectivo de éstos. En las variables nucleares de la dignidad humana: “vivir mejor”, “vivir


28

como se quiere” y “vivir sin humillaciones” se desarrolla el marco de la Calidad de Vida (Corte Constitucional, 2002).

Los referentes éticos que demarcan la dignidad humana se constituyen en el ser del sujeto social y político así como en la materialización de los derechos como ideales políticos y programáticos a alcanzar. Vista así la garantía y el respeto de los derechos humanos, es condición necesaria para su goce efectivo, el ejercicio pleno de la ciudadanía y la calidad de vida.

El marco político del Plan de Desarrollo “Bogotá Positiva Para vivir mejor” se orienta al mejoramiento de las condiciones de existencia de las personas desde la identificación de las percepciones sobre la forma cómo viven y su visión de la ciudad. La rectoría de la política social que lidera Integración Social desde su filosofía política define sus propósitos en términos del mejoramiento de las condiciones de vida de la población y desarrolla planteamientos metodológicos que propician el mejoramiento de la Calidad de Vida. En ese orden de ideas, en la misión institucional de Integración Social es imperativo que la administración cuente con un panorama de las diversas realidades que confluyen en la ciudad para lo cual es necesaria la lectura de los entornos y dinámicas del territorio, condición previa para tomar decisiones hacia el mejoramiento de la calidad de vida de las personas que habitan en Bogotá11.

La contextualización del concepto de calidad de vida parte entonces de ubicarlo en

(a) Los elementos teóricos y fines del Estado Social de Derecho puestos al servicio de la dignidad y los derechos fundamentales de las personas y grupos que habitan la ciudad;

(b) La Constitución Política y los instrumentos jurídicos internacionales en materia de Derechos Humanos;

(c) Los Objetivos de Desarrollo del Milenio contra la pobreza y su incidencia en los factores socioeconómicos que afectan a las poblaciones más frágiles12 y vulnerables.

El Enfoque de Derechos marca por lo tanto, una línea transformadora soportada por renovadas posiciones frente a los principios de igualdad, justicia y democracia (Roemer, 1996) (Cohen & Otsuka, 2001) (Giddens, 2005). El enfoque por sus mismas proposiciones, está orientado hacia la modificación profunda de las condiciones sociales y estructurales que rigen el modelo social, económico, político y cultural actualmente vigente. En ese sentido “el poder del Estado no puede lícitamente ejercerse de cualquier manera, más concretamente debe ejercerse a favor de los derechos de las personas y no contra ellos. Esto supone que el ejercicio del poder debe

11 La Secretaría Distrital de Integración Social tiene por objeto orientar y liderar la formulación y el desarrollo de políticas de promoción, prevención, protección, restablecimiento y garantía de los derechos de los distintos grupos poblacionales, familias y comunidades, con especial énfasis en la prestación de servicios sociales básicos para quienes enfrentan una mayor situación de pobreza y vulnerabilidad. DECRETO 607 DE 2007, "Por el cual se determina el Objeto, la Estructura Organizacional y Funciones de la Secretaría Distrital de Integración Social" 12 El concepto de fragilidad social fue construido como resultante de contextos sociales que definen condiciones estructurantes política, social, económica y culturalmente diferenciadas por razones injustas y evitables.


29

sujetarse a ciertas reglas que deben comprender mecanismos para la protección y la garantía de los derechos humanos” (Secretaria Distrital de Integración Social, 2009). Deberíamos agregar igualmente, que el poder de la economía tampoco debería ejercerse de cualquier manera.

Por tanto, “en el proceso de avance en la garantía de los derechos aparece entonces la equidad, como la manera de concretar la justicia, superando las distancias o diferencias inaceptables /injustas en relación a las garantías para una vida digna” (Secretaria Distrital de Integración Social, 2009). “Al hablarse de las diferencias injustas y evitables se pone al centro el reconocimiento de que dichas diferencias no son “naturales” ni circunstanciales, sino que son el resultado de la estructura de relaciones sociales que condiciona la posición de unos y otros en la escala económica y social” (Secretaria Distrital de Integración Social, 2009).

Los modelos de desarrollo, democracia y ciudad adquieren importancia estratégica en términos del mejoramiento de la calidad de vida de las personas, debido a que éstos condicionan los elementos de distribución y acceso social a bienes claves para vivir con calidad (Secretaria Distrital de Integración Social, 2011). De tal manera que el cabal funcionamiento del Estado Social de Derecho exige un proyecto político concreto, más allá de un ejercicio gubernamental puramente técnico o administrativo (Corte Constitucional, 2000). “Someter entonces el Estado a ciertas reglas a las cuales está sujeto y que definen su ámbito de poder y lo subordinan a los derechos humanos y los atributos inherentes a la dignidad humana, lo constituyen en Estado Social de Derecho” (Secretaria Distrital de Integración Social, 2009).

“Ya desde los albores del siglo XX aparece en el pensamiento político colombiano la noción de ‘Estado Bienestar’, según la cual corresponde al poder público garantizar la satisfacción de las demandas sociales respecto de una amplia gama de necesidades básicas colectivas como la salud, el trabajo, la educación, la alimentación, la seguridad, el adecuado suministro de los servicios públicos, etc. Así, el antiguo modelo de Estado Gendarme concebido por el liberalismo clásico, más reducido en sus deberes y en sus funciones, cedió paso para el advenimiento del Estado Social, verdadero promotor de la dinámica colectiva y responsable del acceso de todos los ciudadanos a las condiciones de vida que garantizan el respeto de la dignidad humana y de los derechos fundamentales. En este sentido nuestra Carta fundamental es elocuente cuando expresa: "El bienestar general y el mejoramiento de la calidad de vida de la población son finalidades sociales del Estado”. [Adicionalmente] Éste cambio de perspectiva sobre la misión que compete al Estado, significó también una mutación en la concepción de las instituciones. Así, las nuevas funciones y responsabilidades estatales debían contar con los instrumentos de acción necesarios para su adecuado cumplimiento” (Corte Constitucional, 2000).

“Nuestra Carta Política interpreta cabalmente la obligación de hacer del mejoramiento de la calidad de vida, un propósito central del Estado colombiano. Así, el Preámbulo y los artículos 1o. y 2o, prevén la vigencia de un orden justo en el cual los derechos de las personas se encuentren protegidos por las autoridades y respetados por los demás ciudadanos. De igual forma, la Constitución hace un especial énfasis en el papel


30

interventor del Estado en la economía, a través de la ley, con el fin de que por intermedio de diferentes acciones, se procure una mejor calidad de vida. Dentro de esas acciones, cabe destacar el deber de regular el control de la calidad de bienes y servicios prestados a la comunidad, la racionalización de la economía y el cumplimiento de las finalidades sociales del Estado” (Corte Constitucional, 1994).

En la teoría de los derechos humanos, Integración Social apela a la vertiente Universalista Escandinava que se centra en la preservación de los mayores grados de igualdad como respuesta a la crisis social (Isuani y Nieto 2002, citados por la SDIS) lo cual es diferente a los modelos de goteo o residuales o a los modelos corporativos del Estado de Bienestar (Gamero, 2010). Así, frente al modelo de desarrollo se “usa de tal manera el poder político, para reemplazar, completar o modificar operaciones propias del sistema económico, con el fin de alcanzar resultados que éste no lograría por sí mismo y al hacer esto, lo hace orientado por valores distintos a los de las fuerzas del libre mercado” (Secretaria Distrital de Integración Social, 2009).

Por lo tanto, “los efectos de la actividad económica previsibles o inesperados, son referencia obligada del desarrollo de las Políticas Sociales” en este caso para la Calidad de Vida. “Dependiendo de cuan agresivas resulten dichas Políticas, sus programas pueden resultar un mero acompañamiento, una mitigación o una rectificación deliberada de los efectos que la actividad económica genera en el campo social”. Se trata en últimas, de considerar que las políticas sociales van a ser definidas o redefinidas como ‘una variable del crecimiento económico’ o si van a mantener o precisar lo que constituiría ‘su anclaje político: la ciudadanía’. Es importante tener esto en cuenta, debido a que los intereses económicos pueden llegar a ser más fuertes que las políticas que impulsan el desarrollo humano, por ejemplo, cuando hablamos del superávit primario (una imposición del Fondo Monetario) que significa la reducción de recursos para el pago de la deuda social (De Negri, 2006).

Al respecto, el concepto deuda social tiene como propósito establecer un debate político hacia la garantía de los derechos y propone construir conjuntamente con: los sectores de la administración distrital, las comunidades en los territorios, el sector académico, las ONGs y el sector privado, un conocimiento sobre la magnitud de los déficit y las carencias que afectan la calidad de vida de la gente. Implica por tanto, un compromiso para crear las condiciones que permitan la toma de decisiones políticas, sociales y económicas adecuadas para que la deuda social pueda ser saldada progresivamente (Secretaria Distrital de Integración Social, 2009).

Según Armando De Negri (2006) la deuda social surge de manera similar a “…si en nuestro presupuesto familiar llegáramos a decir: primero tengo que pagar los prestamos económicos, que además fue mi tío quien los contrajo y después voy a dar de comer a mi hijos si queda algo aún”. La deuda social emerge como consecuencia de la alta concentración y expansión de la riqueza y de los procesos financieros contemporáneos (y préstamos) produciendo una inmensa cantidad de población en condiciones de desigualdad socioeconómica, discriminación y exclusión. Dichas realidades no saldadas social e históricamente, impactan en las capacidades y funcionamientos del sujeto político, por ende en su autonomía política, económica, social y


31

cultural así como en su avance en el logro de condiciones objetivas y subjetivas de calidad de vida (Gouhg, 2007). Qué grado y calidad de vida es posible o deseable alcanzar para sí mismo y para los demás? es precisamente uno de los objetos centrales tanto en la discusión como en el desarrollo de las políticas sociales sean estas minimalistas o residualistas, ambiciosas o agresivas (Secretaria Distrital de Integración Social, 2009).

En este último punto se avanza por lo tanto, a una concepción materialista y realista de los derechos humanos desde la cual importa, no una concepción abstracta de la libertad y la emancipación de los seres humanos sino la transformación de las condiciones materiales que determinan el alcance real de los derechos. En relación con el concepto de calidad de vida existe entonces una inter-relación entre tres factores

(a) su reconocimiento ético-político superior que afirma la existencia de un orden de valores o principios con validez objetiva y universal, independiente de uno u otro individuo o gobernante y fundados en la naturaleza humana (tesis presente en Aristóteles)

(b) su efectividad y solidez dependen de su incorporación al ordenamiento jurídico, en especial constitucional de los países, indicando la voluntad soberana del pueblo y la obligación de su cumplimiento (tesis presente en Hobbes).

(c) además del tránsito a su formalización jurídica, (lo cual puede ser un resultado posterior) con la lucha social se conquistan derechos y las libertades. No son un conjunto estático sino que se amplían en función de la historia y de los cambios en el tiempo y el espacio (tesis presente en Marx)

Marx (2004) argumenta elementos sobre los derechos humanos que son muy importantes para el concepto de calidad de vida en términos de movilización, organización, lucha social, participación política y solidaridad en términos prácticos

“la idea de derechos humanos descubierta para el mundo hasta el siglo XVII; Más que una idea innata, se conquistó en la lucha contra las tradiciones históricas en las que habíamos sido educados antes. Los derechos humanos son pues (…) el fruto de la lucha contra el azar del nacimiento y contra los privilegios, que la historia venía transmitiendo hereditariamente de generación en generación”. “Los derechos humanos, bajo su forma auténtica, bajo la forma que les dieron sus descubridores, norteamericanos y franceses; en parte, son derechos políticos, derechos que sólo pueden ejercerse en comunidad con otros hombres. Su contenido es la participación en la comunidad, y concretamente, en la comunidad política, en el Estado.

Por lo tanto, “Los derechos humanos para Marx son aquellos que sirven para la ‘emancipación de lo humano’. Diríamos que “la emancipación significa ‘transformación’ de un orden de cosas a otro, donde se asegure la producción y reproducción de la vida humana en términos de justicia


32

social, libertad política y racionalidad en la distribución de los bienes materiales” (García, 2009). Marx (2004) critica así los derechos del hombre egoísta, del hombre separado del hombre y de la comunidad que “como una empalizada marca el límite o la divisoria entre dos tierras”, “que trata la libertad del hombre como una mónada aislada, replegada sobre sí misma, como un derecho a la separación del individuo limitado a sí mismo”. Entendidos éstos “como derechos dirigidos hacia la propiedad privada, disponiendo de ésta arbitrariamente (á son gré) sin atender a los demás hombres, independientemente de la sociedad y mediados por el interés personal”. Marx (2004) propone concebir al hombre como ser genérico, envuelto en una comunidad política basada en la unión de los seres humanos, en que todo hombre encuentre en otros hombres la realización de su propia libertad y no la limitación a ésta; proponiendo lo que denomina ‘una autentica emancipación política’ y en últimas un nuevo sujeto político, un ciudadano.

La esencia de la ciudadanía -en el marco de un estado social y democrático de derecho y justicia sociales la conquista universal de los derechos sociales. Visto así “el sujeto de la participación social es un sujeto político que trasciende la esfera de lo institucional, del orden social instaurado para convertirse en un coproductor de la sociedad. La participación social es entonces el medio por el cual los individuos construyen la sociedad que desean y se convierte en un dispositivo de la acción social en la construcción de ciudadanía” (Secretaria Distrital de Integración Social, 2009).

El concepto de calidad de vida está anclado a la realización de los derechos humanos cuya teoría se fundamenta en algunos de los postulados de Amartya Sen, autor citado con frecuencia por Integración Social y Secretaría Distrital de Salud (2009) y mencionado en los antecedentes

(a) señalando sus aportes a la concepción de Desarrollo Humano que reivindican los elementos ético-políticos que apuntan a una crítica a la economía ortodoxa (Delgado y Salcedo, 2003)

(b) retomando las bases filosóficas, económicas y políticas de Aristóteles, Adam Smith y Marx que, según Sánchez (2008) conforman las raíces intelectuales de Sen y por último

(c) señalando el concepto de titulaciones (entitlements) referido a los estudios sobre el hambre (Jennfaye1, 2008)13

Es importante tener este fundamento teórico en mente, pues cuando Sen habla de titulaciones (de entitlements) se refiere al derecho o al dominio sobre los recursos, lo que ampliaremos en el concepto de calidad de vida a continuación.

13 Ver: Ideas of Entitlements as proposed by Amartya Sen En: http://www.youtube.com/watch?v=y7xqMP9WUFU


33

3. REFERENTES CONCEPTUALES

3.1. Concepto de Calidad de Vida.

El conjunto de postulados desarrollados anteriormente nos lleva a proponer una nueva aproximación a la definición de calidad de vida en el contexto de la ciudad y de la entidad que representamos,

Se entiende calidad de vida como la percepción subjetiva y la capacidad material -que contiene los recursos naturales- que tiene un ser humano, una familia o un grupo desde su contexto cultural para alcanzar, de manera multidimensional e integral, sus realizaciones en el ejercicio pleno de su ciudadanía.

Se trata de una construcción compleja y multifactorial que remite a una evaluación simultánea de la experiencia y la percepción que tienen los seres humanos de su vida, de las condiciones objetivas de su existencia, de la garantía de sus derechos, de las expectativas de transformación de estas condiciones y de aquello que pueden 'hacer y ser' en sus vidas.

El resultado de esta evaluación define, frente al deterioro de la dignidad humana, el conjunto de modificaciones necesarias, suficientes, equitativas y permanentes que requiere el modelo de desarrollo y el sistema de oportunidades (Ver Cuadro, 2).

Cuadro 2. Esquema de Calidad de Vida, modificado de Gómez-Vela y Sabeh (2000)14, Medina Gallego (2009) y Palacios, Castro y Reygadas (2001)

14 Las autoras se basaron en Felce, D. y Perry, J. (1995).


34

Esta definición -que condensa varias fuentes bibliográficas15 entre otras, la Organización Mundial de Salud (OMS)16 cuyo núcleo conceptual está en la percepción- propone la Calidad de Vida como concepto y como práctica integral que comprende todas las áreas de la vida y está referida a condiciones objetivas, económicas, ecológicas y políticas y a componentes subjetivos, psicológicos y culturales.

La construcción de este concepto surge de tres referentes; en primer lugar, los desarrollos de Armando de Negri sobre el enfoque promocional de la calidad de vida en los documentos de Integración Social; en segundo lugar, la concepción Ético-Política expuesta por Martha Nussbaum, Amartya Sen y la Corte Constitucional, ésta ultima en referencia al concepto de dignidad humana; y en tercer lugar, lo expuesto por Abraham Maslow y Manfred Max Neef respecto a los recursos no convencionales y la autorrealización humana. En adelante se desarrollarán estos fundamentos.

3.1.1. Primera fuente conceptual: Estrategia Promocional de Calidad de Vida y Salud

El concepto de calidad de vida en Integración Social (SDIS) se presenta en algunos capítulos del libro “El sector de Integración Social y la Política Social del Distrito” (Secretaria Distrital de Integración Social, 2009) pero especialmente en el capítulo “Elementos filosóficos, programáticos y de la gestión” de Nancy Molina y Armando De Negri Filho (apoyados en argumentos de Amartya Sen).

Este capítulo presenta la propuesta de Política Social de la SDIS en tres niveles: en primer lugar la filosofía política o valores ordenadores de la Política Social con un referente de “futuro deseado” que obedece a un proyecto político e ideológico de sociedad; en segundo lugar, el contenido programático o líneas orientadoras generales para la acción de gobierno en relación con la Política Social de la actual administración y en tercer lugar, la estructura de gestión y organización que visibiliza el sentido construido.

En el contenido programático se señala la Estrategia Promocional de Equidad de Calidad de Vida y Salud (EPCVYS) como concreción de los derechos (Secretaria Distrital de Integración Social, 2009), allí se presenta la idea de Calidad de Vida ligada a la satisfacción de necesidades sociales y orientada hacia el desarrollo de la autonomía. En referencia a ello, la EPCVYS surge del trabajo realizado en el campo de la salud por el Ministerio de de Salud y Desarrollo Social de Venezuela en 2002 y fue incorporado al Plan de Salud del Distrito Capital 2008-2012. De acuerdo con lo señalado en este documento (Secretaria Distrital de Salud, 2008) la estrategia fue entendida en Venezuela como:

15 (WHO, 1996) (WHOQOL, 1997) (Gómez -Melgenberg, 2009) (Schwartzmann, 2003) (Botero de Mejía y Pico, 2007) (Gaviria, 2009) (Bonilla y Sosa, 2005) (Gomez-Vela y Sabeh, 2000) (Schuldt, 1999) (Schuldt, 1997) (Cejudo, 2007) (Delgado y Salcedo, 2003) 16 En 1994 la OMS (WHO: World Health Organization) definió la Calidad de Vida como “la percepción del individuo de su propia vida en el contexto de la cultura y el sistema de valores en los cuales vive en relación con sus objetivos, expectativas, patrones y preocupaciones”.


35

“el esfuerzo colectivo que busca la preservación y desarrollo de la autonomía de individuos y colectividades para hacer efectivos los derechos sociales, entendiendo por autonomía la capacidad de decidir y materializar proyectos de vida de acuerdo con necesidades, lo cual dependerá del acceso y distribución equitativa de oportunidades a una buena calidad de vida”. (D’elia, De Negri y otros, 2002)

Autonomía que no depende en exclusiva de los individuos sino -de manera fundamental- de las oportunidades que le ofrezca la sociedad para el desarrollo de sus capacidades. La autonomía de los sujetos entonces está asociada al ejercicio pleno de sus derechos, por tanto, se requiere una nueva comprensión de lo que significa la calidad de vida.

La EPCVYS es una “manera de ordenar la construcción de políticas públicas orientadas hacia la garantía del derecho a la salud” (Secretaria Distrital de Salud, 2007), promoviendo un análisis desde la multicausalidad de la salud y la enfermedad en el que los determinantes sociales constituyen la base para comprender la calidad de vida de los sujetos en relación con el modelo societario y la distribución de la riqueza y de las oportunidades para el desarrollo humano. La EPCVYS desarrolla la noción de “fragilidad social” entendida como estructural, producto del modelo de desarrollo y determinante de una condición de menores posibilidades o de mayor probabilidad de daño de las personas frente a diversas exposiciones de carácter coyuntural. Así, la idea de fragilidad social se presenta como crítica a la de “vulnerabilidad” esta última que orienta la gestión pública a resarcir los daños sin tocar las raíces estructurales de los problemas sociales.

El reconocimiento de las fragilidades de los sujetos, asociadas especialmente a la distribución inequitativa de oportunidades, requiere diseñar respuestas integrales dirigidas a la restitución de los derechos de los ciudadanos y orientadas a la construcción de su autonomía que se entiende desde la EPCVYS como “emancipación política” y se delimita en tres planos del desarrollo humano

“Independencia funcional, que permita un desempeño en el marco de los estándares esperados para la vida productiva y la vida relacional (poder caminar, percibir, sentir), autonomía social- económica, que permita contar con las condiciones de vida para el desarrollo pleno de sus potencialidades y la autonomía política entendida como emancipación política que permita que el sujeto se relacione con otros en el marco de relaciones de justicia, igualdad y democracia…afirmando su condición de sujeto político y por ende de sujeto de derechos”. (Secretaria Distrital de Salud, 2007).

La tarea de construir la autonomía tiene un énfasis inicial en la construcción de la emancipación política como una forma de ganar conciencia sobre la protección de la independencia funcional, como patrimonio individual y social, así como para el desarrollo de capacidades de organización y abogacía orientadas a la edificación del poder transformador de las condiciones sociales y económicas que limiten o afecten su desarrollo pleno. Por ésta razón, la preocupación por desarrollar participación y organización social es central, pues busca construir espacios públicos emancipatorios de participación en el que se desarrollen las capacidades de autonomía política de los individuos (…) Desde la perspectiva de Amartya Sen, el desarrollo exige la eliminación de las principales fuentes de privación de libertad, como la pobreza y la tiranía, la


36

escasez de oportunidades económicas y las privaciones sociales sistemáticas (Secretaria Distrital de Integración Social, 2009).

Continuando en la misma línea, la EPCVYS se asume en el distrito como “el esfuerzo colectivo que busca la preservación y desarrollo de la autonomía de individuos y colectividades para hacer efectivos los derechos sociales” (Secretaria Distrital de Salud, 2007). En consonancia con la definición anterior Venezuela entiende que

“la calidad de vida representa, dentro de una perspectiva política que busca la universalidad de los derechos sociales con equidad, que todos/as tengan igualdad de acceso e igualdad de oportunidades al pleno desarrollo y preservación de la autonomía como seres humanos y ciudadanos según las necesidades de cada quien, en forma individual y colectiva”. (D’elia, De Negri y otros, 2002)

En el marco de la EPCVYS desarrollada por el sector Salud en Bogotá, la definición de calidad de vida toma como base los desarrollos conceptuales de Armando de Negri (2004) en Brasil y posteriormente adoptados por la Secretaría Distrital de Salud en 2006 que la definen como un “continuo a lo largo del ciclo vital y de sus determinaciones sociales en todas sus etapas, procesos y contextos” y la precisan para su abordaje en cinco esferas articuladas entre si: individual, colectiva, institucional, ambiental y subjetiva.

Estas esferas definen los ámbitos de desarrollo de la calidad de vida de las personas que se concretan en el ejercicio de la autonomía en cada uno de ellos:

“La esfera individual se refiere a la autonomía entendida como la capacidad de los sujetos de responder y satisfacer sus necesidades dentro de un marco social y con concurso de su propia capacidad de acción…. La esfera colectiva asociada a la equidad promueve la construcción de respuestas integrales que reconozcan y tiendan a eliminar las diferencia injustas y evitables….La esfera institucional que tiene como referente la democracia, en particular en cuanto al papel del estado como garante de derechos, la rectoría de las políticas públicas (la transectorialidad) y la promoción de la participación ciudadana en los asuntos públicos…..La esfera ambiental cuyo núcleo conceptual es la sostenibilidad…La esfera subjetiva que hace visible la necesidad de construir nuevos imaginarios sociales como posibilitadores de transformación….” (Secretaria Distrital de Salud, 2007)

La EPCVS promueve un análisis desde la multi-causalidad de la salud y la enfermedad en el que los determinantes sociales constituyen los pilares para comprender la calidad de vida de los sujetos con base en el modelo societario y la distribución de la riqueza y de las oportunidades para el desarrollo humano (De Negri, 2006).

Los postulados de la EPCVYS fueron posteriormente asumidos en su conjunto en la filosofía política de Integración Social (De Negri y Molina, 2009) y quedaron planteados en la Gestión Social Integral como modelo de gestión pública.


37

3.1.2. Segunda fuente conceptual: Enfoque para un marco Ético-Político

Toda la economía del bienestar hasta finales de los 70s ha sido utilitarista. El utilitarismo -en la medida en que cada individuo persigue su propia utilidad- mide la ‘calidad de vida’ de forma básicamente individual. Desde este supuesto se identifica la justicia social con la maximización de la suma agregada de las utilidades individuales. El reverso de ésta teoría es que hay un momento en que nadie puede aumentar su utilidad personal sin disminuir la de los demás, es decir, se llega a un punto en que no es posible la cooperación, ni la justicia distributiva y la ‘utilidad colectiva’ deja de importar (Secretaria Distrital de Integración Social, 2009). Esto es contradictorio, según Martha Craven Nussbaum, pues a través de dicha lógica no se logra “la mayor felicidad para el mayor número de personas como medida de lo justo” según el principio utilitarista mas difundido (Nussbaum, 2010).

Cuál es el objetivo de la vida entonces? Según Aristóteles citado por Nussbaum, la respuesta no se podría encontrar en el dinero (pues éste es sólo útil para otras cosas) sino en la ética, precisamente en aquello que se ocupa de los fines (realizaciones) de la vida humana ¿Cómo hay que Vivir? y ¿Qué sentido hay en la Vida? posición que Nussbaum sostiene en su libro ‘Sin fines de Lucro’ (Not for Profit), (Nussbaum, 2010).

Para el utilitarismo clásico, una persona no es valiosa y digna de protección por derecho propio es más bien, una gota en el océano de la utilidad social. Para el utilitarismo los Derechos Humanos son una implantación del Estado que se justifica, porque son reglas para la maximización de la felicidad en muchas personas17. Hernández (2008) comenta esta apreciación de la siguiente manera

“Al calcular el balance máximo de satisfacción, no importa (excepto indirectamente) cuál sea el objeto de su deseo. Debemos organizar las instituciones (los derechos por ejemplo) de modo que obtengamos el mayor total de satisfacciones; no hacemos preguntas acerca de su origen o cualidad, sino sólo cómo afectaría su satisfacción el total del bienestar. Así, si los hombres obtienen placer discriminándose mutuamente, o sometiendo a los demás a un grado menor de libertad como medio para aumentar su propia estima, esta satisfacción debemos considerarla y valorarla”.

No obstante, considerar lo anterior como aplicable, podría suponer como válidas la 'privación ajena' o la violación de los derechos humanos (usando la violencia) para la maximización del bienestar social y la consecución de la mayor felicidad al mayor número de personas. Por ejemplo esta idea justificaría el uso de la tortura para la confesión de posibles atentados terroristas que afecten a millones personas o el uso de armas de destrucción masiva como un mal menor para obtener victoria en una guerra y evitar supuestamente un mayor número de muertes. Por lo tanto, desde el punto de vista de la justicia (o más precisamente de la definición de calidad de vida que hemos considerado) ese tipo de ‘placeres’ merece ser condenado debido a sus limitaciones éticas.

17 El utilitarismo (entendido como hedonismo colectivo) es contrario a la idea de altruismo (acto por el cual yo me sacrifico por el bien de los otros).


38

Respecto a lo anterior, Nussbaum (2010) señala que el concepto de calidad de vida se ubica en un enfoque integral basado en los derechos en cuanto parte de “la equidad y la justicia como base de la sociedad” (Corredor, 2010), afirmación que también es sostenida por Jhon Rawls en su conocida idea de la “justicia como equidad” en la que, según sus argumentos, las desigualdades sociales y económicas deben resolverse de modo tal que

(1) “…resulten en el mayor beneficio de los miembros menos aventajados de la sociedad (el principio de la diferencia) y que (2) existan condiciones de igualdad de oportunidades”.

Estas son ideas contrarias al utilitarismo contenido en “mayor felicidad para las mayorías” bajo el principio de maximización de la utilidad y que no se ocupa de la distribución del bienestar sino de su medición. Rawls propone a cambio “mayores ventajas para los más desposeídos” bajo lo cual, asegura que el bienestar de una sociedad depende del bienestar de la peor situación individual porque la sociedad es tanto mejor, si mejora el bienestar de los demás (Nussbaum, 2007) (Nussbaum y Sen, 2002).

Amartya Sen conoció a Martha Craven Nussbaum en Inglaterra en los años 80s, los dos compartieron la postura Aristotélica que propone medir la Calidad de Vida en términos de una lista de funciones aplicables a todos los seres humanos (Nussbaum y Sen, 2002).

Se propone como medida de Calidad de Vida, que se estudien los elementos y condiciones que permitirían llevar una vida digna, a través de la evaluación de una “lista sustantiva de los elementos que hacen que la vida humana sea valiosa” realizada en el contexto de las poblaciones y los territorios. Vida digna que, contraria a la postura de Rawls, no es un bien o situación exclusivamente individual y que por ello depende también de aspectos políticos, públicos y humanos.

La posición ética de Nussbaum- Sen cuestiona que la libertad se valore en forma exclusivamente instrumental al no reconocerle su importancia intrínseca, sino derivada, dependiente de otros fines, es decir, no interesan tanto los medios por los cuales la libertad es lograda, lo que importa fundamentalmente es la libertad misma. Esto quiere decir que “el logro de una 'vida mejor' debería enfatizar la naturaleza de la vida que lleva la gente” más que su forma; más que las mercancías que posee, más que los bienes y servicios, centrándose en la capacidad de las personas para vivir más y ser más (Schuldt, 1997).

En términos de calidad de vida se trata de evaluar el cambio social en función del enriquecimiento de la vida humana, importando no tanto los logros sino el potencial de autodeterminación. Nussbaum en este sentido plantea las siguientes capacidades humanas que las sociedades deben alcanzar para su gente (Fascioli, 2002)

1. Ser capaz de vivir hasta el fin de una vida humana completa, tanto como sea posible, no morir prematuramente, o antes de que esté tan reducida que no valga la pena vivirla.


39

2. Ser capaz de tener buena salud, estar adecuadamente nutrido, tener la protección necesaria, tener oportunidades para la satisfacción sexual.

3. Ser capaz de evitar el dolor innecesario y no beneficioso y tener experiencias placenteras.

4. Ser capaz de usar los cinco sentidos, de imaginar, pensar, y razonar.

5. Ser capaz de ligarse a otras personas, amar a aquellos que nos aman y cuidan, sufrir frente a su ausencia, sentir gratitud, amor.

6. Ser capaz de formar una concepción del bien y tener una reflexión crítica sobre la planificación de la propia vida.

7. Ser capaz de vivir para y con otros, reconocer y mostrar preocupación por otros seres humanos, involucrarse en interacciones familiares y sociales.

8. Ser capaz de vivir en relación con el resto del mundo natural.

9. Ser capaz de reír, jugar y disfrutar de actividades recreativas.

10. Ser capaz de vivir la propia vida en el propio contexto.

Lo anterior nos invita a identificar la Calidad de Vida con la razón, la voluntad y los sentimientos en oposición a la “Vida Infrahumana” repleta de insuficiencias, privaciones e incertidumbre.

Este concepto de calidad de vida ubica en el centro a las personas, en dicho sentido, interesa el significado de la dignidad humana en términos de la integridad física, psíquica, espiritual, la salud y las condiciones materiales como la base de la auto-realización colectiva e individual del ser humano. Así por ejemplo, la Corte Constitucional por vía jurisprudencial ha identificado tres lineamientos claros y diferenciables muy relacionados con el marco teórico expuesto (Alcaldía Mayor de Bogotá, 2010)

Al tener como punto de vista el objeto de protección del enunciado normativo “dignidad humana”, la Sala ha identificado a lo largo de la jurisprudencia de la Corte, tres lineamientos claros y diferenciables: (i) La dignidad humana entendida como autonomía o como posibilidad de diseñar un plan vital y de determinarse según sus características (vivir como se quiera). (ii) La dignidad humana entendida como ciertas condiciones materiales concretas de existencia (vivir bien). Y (iii) la dignidad humana entendida como intangibilidad de los bienes no patrimoniales, integridad física e integridad moral (vivir sin humillaciones). De otro lado al tener como punto de vista la funcionalidad, del enunciado normativo “dignidad humana”, la Sala ha identificado tres lineamientos: (i) la dignidad humana entendida como principio fundante del ordenamiento jurídico y por tanto del Estado, y en este sentido la dignidad como valor. (ii) La dignidad humana entendida como principio constitucional. Y (iii) la dignidad humana entendida como derecho fundamental autónomo (Corte Constitucional, 2002).

Para Amartya Sen lo presentado constituye un conjunto de fases que pueden ser simultáneas y que avanzan desde las dotaciones y derechos hacia las capacidades y realizaciones, es decir desde


40

lo que denomina endowments definidas como el conjunto de posesiones o propiedades iniciales (dotaciones iniciales) con que cuenta una persona (o familia), tales como su fuerza de trabajo, tierras, herramientas, bienes, dinero (como capacidad de ahorro) que las personas pueden ‘titular’ o convertir en entitlements sobre las que ha de tener derecho de uso o dominio, “comprendidas como una canasta de derechos fundamentales” (sin descuidar las relaciones de la gente con el ambiente) (Medina, 2008). Derechos amparados legalmente, garantizados por el Estado, defendidos por las Cortes y legítimos socialmente que permiten por ejemplo, que en medio de la abundancia o incluso en la escasez de alimentos, las personas tengan –si ne cuanum- el derecho a estar libres de hambre.

3.1.3. Tercera Fuente Conceptual: La reivindicación de lo Subjetivo, de la Autorrealización Humana.

Hemos definido que la dignidad de la persona, está por encima de otras ‘variables’, en palabras de Manfred Max-Neef (1993) el desarrollo es en referencia a las personas y no a los objetos, argumentándose que “el mejor proceso de desarrollo será aquel que permita elevar más la calidad de vida de las personas”.

En ese sentido Manfred Max-Neef (1993) considera de una manera completamente renovada la idea de necesidades, a través de la lectura que realiza de Abraham Maslow considera contrariamente a la visión liberal de la economía- que las necesidades humanas son finitas, pocas y clasificables, éstas se pueden contar y no cambian con el tiempo, ni se crean otras; sostiene que son iguales en todas las culturas y en todos los periodos históricos. Lo que cambia, según los argumentos de este economista, son las maneras de satisfacer las necesidades.

Para Max-Neef (1993) por el ejemplo, el cambio cultural es consecuencia -entre otras cosas- de abandonar satisfactores tradicionales para reemplazarlos por otros nuevos y diferentes, lo cual explica, por qué los derechos pueden ir ampliándose con el avance por venir de otros periodos históricos. Las personas -según argumenta Max-Neef- son seres de necesidades (más exactamente, sujetos de derechos) múltiples e interdependientes. La simultaneidad, complementariedad y compensación son procesos propios en el marco de la calidad de vida, de realización de los derechos y de satisfacción de necesidades. Al respecto Max-Neef (1993) combina categorías que él denomina existenciales y axiológicas, lo que le permite reconocer por una parte, las necesidades de Ser, Tener, Hacer y Estar y por la otra, las necesidades de Subsistencia, Protección, Afecto, Entendimiento, Participación, Ocio, Creación, Identidad y Libertad

De la clasificación propuesta se desprende que, por ejemplo, alimentación y abrigo no deben considerarse como necesidades, sino como satisfactores de la necesidad fundamental de subsistencia. Del mismo modo, la educación (ya sea formal o informal), el estudio, la investigación, la estimulación precoz y la meditación son satisfactores de la necesidad de entendimiento.


41

Max-Neef (1993) lleva a un alto grado la idea de interdependencia, considerando que “no existe una correspondencia biunívoca entre necesidades y satisfactores. Un satisfactor puede contribuir simultáneamente a la satisfacción de diversas necesidades; a la inversa, una necesidad puede requerir de diversos satisfactores para ser satisfecha”. Éste autor no considera éstas relaciones fijas, lo fijo es la necesidad, pero su relación con la satisfacción puede variar según el momento, el lugar y las circunstancias, lo que ubica el concepto de calidad de vida en un contexto cultural.

‘…cada sistema económico, social y político adopta diferentes estilos para la satisfacción de las mismas necesidades humanas. En cada sistema éstas se satisfacen (o no) a través de la generación (o no generación) de diferentes tipos de satisfactores. Para Max-Neef, uno de los aspectos que define una cultura es su elección de satisfactores. Es más, él sostiene que las necesidades humanas fundamentales de un individuo que pertenece a una sociedad consumista son las mismas del que pertenece a una sociedad ascética. Lo que cambia es la cantidad y calidad de los satisfactores elegidos, y/o las posibilidades de tener acceso a los satisfactores requeridos’.

Manfred Max-Neef (1993) le da un giro radical a la idea de “necesidad como carencia” vista en términos fisiológicos y coloca “la necesidad como potencia” (diríamos que lleva el derecho hacia la exigibilidad) ya que las necesidades comprometen, motivan y movilizan a las personas e incluso pueden llegar a ser recursos. Por ejemplo, la necesidad de participar es potencial de participación tal como la necesidad de afecto es potencial de afecto. En este apartado Max-Neef (1993) considera que existe un puente entre una antropología filosófica y una opción política más allá de una existencia cerrada lo cual pareciera ser la voluntad que animó los esfuerzos intelectuales tanto de Karl Marx como de Abraham Maslow (Max-Neef, 1993).

Así entendidas las necesidades –como carencia y potencia – resulta impropio hablar de necesidades que se “satisfacen” o que se “colman”. En cuanto revelan un proceso dialéctico, constituyen un movimiento incesante. De allí que quizás sea más apropiado hablar de vivir y realizar las necesidades, y de vivirlas y realizarlas de manera continua y renovada.

Para Max-Neef (1993) lo dicho podría entenderse como autodependencia (autonomía) es decir el protagonismo real de las personas en los distintos espacios y ámbitos de su propia vida que pueden impulsar procesos de desarrollo con efectos sinérgicos (que por el modo que satisfacen una necesidad estimulan realizaciones múltiples), es decir, un proceso capaz de fomentar la participación en las decisiones, la creatividad social, la autonomía política, la justa distribución de la riqueza y la tolerancia frente a la diversidad de identidades. Para Max-Neef (1993) la autodependencia constituye un elemento decisivo en la articulación de los seres humanos con la naturaleza y la tecnología, de lo personal con lo social, de lo micro con lo macro, de la autonomía con la planificación y de la sociedad civil con el Estado.

Para la conceptualización de calidad de vida es importante resaltar capacidades como potencialidades y “recursos no convencionales” (según argumenta Max-Neef) elementos intangibles, no mensurables ni definibles cuantitativamente tales como “la conciencia social, cultura organizativa y capacidad de trabajo, creatividad popular, energía solidaria y capacidad de ayuda mutua, calificación y entrenamiento ofrecido por instituciones de apoyo, capacidad de


42

dedicación y entrega” (Max-Neef, 1993). Recursos que no son sujetos de escasez y que por el contrario entre más se utilicen tienen la capacidad de incrementarse y conservarse haciendo de la vida en comunidad una experiencia digna de ser vivida.

Calidad de Vida se orienta por lo tanto, hacia la gama de cosas que las personas pueden fundamentalmente 'hacer y ser' fijándose en el componente inmaterial en términos de aquellos recursos no convencionales traducidos como habilidades o potencialidades (doings and beings) que en un sentido ético permiten a las personas lograr algo más de si, incluso cosas que ellos no han descubierto entendidas como las “oportunidades efectivas que posee la persona respecto al tipo de vida que puede o podría llevar” (Schuldt, 1997).

Amartya Sen analiza a través de Aristóteles, Smith y Marx, la calidad de vida en términos de actividades que se valoran en sí mismas y en la capacidad de la gente de alcanzar tales actividades (actuar y elegir) dando a entender el concepto de capacidad como una crítica radical al utilitarismo (Sánchez, 2008). Por otra parte, “la “realización” de la persona refleja un componente del estado (no solo anímico) del sujeto, sino su valoración sobre sí mismo, lo cual refleja su libertad, principio que podría resumirse en la conocida frase de Marx: “lo que necesitamos es reemplazar la dominación de las circunstancias y el azar sobre los individuos, por la dominación de los individuos sobre el azar y las circunstancias” (Schuldt, 1997).

Para concluir, Manfred Max- Neef en los años 90s formuló la hipótesis del Umbral que explica cómo a partir de determinado punto del desarrollo económico, la calidad de vida comienza a disminuir (Drekonja-Kornat, 2002)18. En forma parecida a la de Kahneman (Cronista, 2010), aunque recolectando información desde los 70s tanto en América Latina como en ‘Países Desarrollados’, Max-Neef encontró que “no existe correlación alguna entre el grado de desarrollo económico (industrial) y la felicidad relativa de las personas” (Drekonja-Kornat, 2002). Ésta hipótesis se verificó estadísticamente, sobre la base del indice del Bienestar Económico Sustentable de la ONU (llevado a cabo por otros investigadores norteamericanos (Daly y Cobb)), comparando países como Austria, Alemania, Inglaterra y Estados Unidos donde señala que el crecimiento económico neoliberal diverge de la Calidad de Vida de sus habitantes ya que aumenta la soledad, el estrés y la alienación (Drekonja-Kornat, 2002).

Según Max-Neef (2006) existe un período en el cual el crecimiento económico convencionalmente medido y entendido conlleva a un mejoramiento de la calidad de vida, pero solo hasta un cierto punto, el punto Umbral. Dicho nivel ha sido reforzado en su obtención al perfeccionar durante 15 años el Indicador de Progreso Efectivo que se distancia radicalmente del PIB (donde todo se suma, los accidentes automovilísticos se suman, y crece el PIB, las epidemias se suman, aumentan los productos, los servicios hospitalarios, los consumos de medicamentos, todo eso se suma y crece el PIB) (Max-Neef, 2006). No obstante, mediante el uso de este ultimo indicador de progreso efectivo se “suma lo que realmente es positivo y resta lo que es negativo: costos de contaminación, costos de desertificación, destrucción de calidad

18 Ésta hipótesis fue formulada en un Simposio en Colombia para los años 90s.


43

natural, incremento de enfermedades cardiovasculares, accidentes automovilísticos, etc.” (Max-Neef, 2006).

La hipótesis del Umbral resulta escandalosa para la economía ortodoxa ya que revisa las teorías que nos dicen que para cualquier sociedad el crecimiento económico en el sentido convencional, conlleva una mejora en la calidad de vida.

Esta hipótesis, si se acepta, supondría necesariamente revisar la teoría económica, en el sentido de que las teorías económicas son válidas hasta que se llega al umbral, pero tienen que ser muy distintas una vez que lo han superado, dado que, una vez superado, la pobreza no se resuelve con más crecimiento económico sino con políticas específicamente dirigidas a la reducción de la pobreza. Lo que pasa cuando se cruza umbral es un problema de escala, cada unidad más adicional que se genera tiene una proporción cada vez mayor que se destina a resolver problemas fruto de ese crecimiento, en lugar de generar auténtico desarrollo. Esto se percibe claramente en las grandes ciudades. En muchos de los países ricos es donde la gente está más desesperada, más desorientada, más deprimida y más sola, lo que demuestra que no hay una correlación definitiva entre el crecimiento económico y el bienestar de las personas.

Max Neef toma como ejemplo el proceso vivido por Irlanda al vincularse a la Unión Europea (debido al espectacular crecimiento de dicho país europeo en muy corto tiempo después de ser un caso ‘sin esperanza’). Allí disminuyó el desempleo de 15% a 4% y otras estadísticas convencionales mejoraron, pero en horas de trabajo Irlanda paso al tercer puesto en la región. La ‘satisfacción con la vida’ decayó en un 50%, el 90% del crecimiento económico se concentró en el decil más rico de la población frente a los demás deciles que no sólo no aumentaron sino que empeoraron su ingreso llegando a menos de lo que tenían antes (en una de las distribuciones de ingreso más desastrosas de esa región del mundo). Por otra parte se triplicó la pobreza en la población adulta, los casos de muertes (incluidos los suicidios) aumentaron por encima de la media de la Unión Europea, la esperanza de vida se hizo la peor de la región, el consumo de alcohol se disparó enormemente y la confianza en las instituciones disminuyó a la mitad.

A este punto Manfred Max-Neef sostiene que todos los países ricos ya sobrepasaron el umbral, a la vez que nos muestra elementos para determinar la Calidad de Vida, cerrando lúcidamente los fundamentos centrales de la crítica a las miradas economicistas y complementando aspectos subjetivos de la vida humana de manera bastante contundente, en referencia a lo que consideraríamos el logro cada vez más cercano de lo que podría tal vez denominarse, felicidad.


44

4. VACÍOS, TENSIONES Y DESAFÍOS.

Se han agrupado los vacíos, tensiones y desafíos del tema de calidad de vida en dos grandes grupos. En primer lugar existe un vacío en cuanto a la exploración sobre los desarrollos sociales en América latina con relación al concepto de Calidad de Vida expresado por los autores: nociones como el Buen Vivir o las economías sociales constituyen un referente inaplazable en esta discusión.

En segundo lugar, es imperativo enfrentar el desafío que significa diseñar un índice de calidad de vida que no sólo evite la instrumentalización del concepto sino que mantenga cierto grado de trazabilidad con los datos ya obtenidos en la encuesta de Calidad de Vida, entre otros trabajos realizados.

4.1. Buen Vivir y Calidad de Vida

Buena parte de los argumentos expuestos en este ensayo constituyen una crítica a las ideas de bienestar asociadas al utilitarismo y la ganancia como también a la subjetividad extrema que no tiene en cuenta analizar el modo de producción. Al final, se ha llegado a un marco ético-político que ubica el concepto de Calidad de Vida como elemento constitutivo de la garantía y el goce efectivo de los derechos humanos. Respecto a estas últimas consideraciones, es importante resaltar la necesidad de tomar en cuenta la construcción epistemológica realizada por los movimientos sociales latinoamericanos.

La idea de derechos humanos aunque se considera una construcción ideológica ética y política de orden universal y verdaderamente distante de pertenecer única y exclusivamente a la mono-cultura occidental no se ha contrastado con su correspondiente análisis por parte de otras epistemologías surgidas de la experiencia local, desde el sur geopolítico global y los movimientos sociales allí pertenecientes. Si bien es sabido que dentro de los mismos derechos humanos hay cabida para la diversidad y respecto al concepto de Calidad de Vida se argumenta que éste ha de ajustarse no solo al contexto histórico sino a los diferentes contextos culturales existentes, faltaría reconocer la postura de las organizaciones sociales respecto al concepto central del documento.

Es importante señalar también que Martha Craven Nussbawn, Amartya Sen, Manfred Max Neef, Gerald Alan Cohen, Jhon Roemer, Philippe Van Parijs, Ronald Dworkin (Hernández, 1998) entre otros, no son los únicos críticos de las ideas más aceptadas acerca del bienestar humano, hay otras fuentes no menos importantes desde América Latina en especial fundamentados en lo que se conoce como economía social. Más profundamente las organizaciones sociales indígenas han desarrollado conceptos similares al de Calidad de Vida como es el de Buen Vivir (Boff, 2011) (Acosta Alberto, 2010a) (Acosta Alberto, 2010b)19. Por lo

19 Alberto Acosta (2010a) hace una exposición bastante amplia del concepto Buen Vivir en referencia a la Constitución Ecuatoriana en su texto sobre el Post-Desarrollo.


45

tanto, se han de tener en cuenta que estas ideas son también una profunda crítica al economicismo o lo que más precisamente estas corrientes señalan como entendimiento colonial, occidental y capitalista de la vida humana (Cortina, 2002).

Las propuestas desde los movimientos sociales frente a lo que se denomina Calidad de Vida en éste documento no resultan menos importantes que la bibliografía “oficial” citada, de hecho podría considerarse todo lo contrario. Así tanto la producción bibliográfica latinoamericana que agrupa todo lo referente a la economía social (además de otros autores, ente los cuales hemos mencionado a Max- Neef y De Negri) hasta los documentos publicados por parte de diversos movimientos sociales -entre los cuales están aquellos conformados por campesinos, mujeres, obreros, etnias afro e indígenas- podrían constituir un complemento valioso a la noción de Calidad de Vida existente. En ese sentido Boaventura de Sousa Dos Santos (2009) en su libro “Epistemología del Sur” cuyo subtitulo es “La reinvención del conocimiento y la emancipación social” trata precisamente de proponer la validez de las practicas cognitivas de las clases, pueblos y grupos que han sido históricamente victimizados, explotados y oprimidos por el colonialismo o el capitalismo global, intensificando la voluntad de transformación global desde el sur geopolítico. Y es precisamente a algunas de estas posiciones a las que se asocia el concepto de Buen Vivir (Sumak Kawsay) que recogen las sabidurías del mundo andino-amazónico pero también occidental que fueron desvirtuadas en el marco del desarrollo mercantil, el enriquecimiento monetario y el ansia de acumulación material.

Buen Vivir recoge así las ideas de vida armoniosa, de vida nueva, tierra sin mal y camino a la vida noble, que se recogen por ejemplo en la Nueva Constitución Política Plurinacional de Bolivia aprobada en el año 2009 y en la constitución del Ecuador (2008) que dan paso a los derechos de la naturaleza (tema citado por Boaventura) (Abasolo, 2010).

Leonardo Boff (2011) argumenta que el concepto Calidad de Vida por sus mismos orígenes no desvinculados totalmente de la economía, es susceptible de ser adaptado a la representación de todas las riquezas materiales que produce un país (es decir el PIB). A esta concepción precisamente se opone el concepto de Buen Vivir que -según lo sostiene- critica incluso la idea de vivir más y mejor entendida occidentalmente como consumir más y mejor.

De manera similar, hay quienes sostienen que, debido a que el concepto de Calidad de Vida está relacionado con la idea de dignidad humana, “otras formas de vida no humanas”: medio ambiente, fauna y flora no poseen dignidad tan solo poseen derechos. ¿Éstos son entonces indignos? Adquieren aquí relevancia no sólo algunas de las propuestas del famoso ambientalista inglés James Lovelock (2006) quien formuló la hipótesis Gaia (diosa griega de la tierra) sino también la idea indígena del Buen Vivir que considera fundamental la armonía con lo que ellos denominan Pachamama.

¿Qué complementariedades se pueden encontrar entre Calidad de Vida y Buen Vivir? ¿Qué tensiones aparecen? ¿Es tan importante para la administración pública nacional, regional y distrital como para el desarrollo de las políticas públicas indagar en las conceptualizaciones


46

realizadas por los movimientos sociales y tomarlas en cuenta al mismo nivel epistemológico con que se toman otras críticas al bienestarismo utilitarista?

4.2. Indicadores para la Calidad de Vida o Índice de Calidad de Vida.

En 2007 la Secretaría Distrital de Planeación (SDP) y el DANE realizaron la Encuesta de Calidad de Vida para Bogotá (ECVB-2007) que reportó resultados para las 20 localidades de la ciudad y que, por otro lado, además de considerar las mismas variables mencionadas en la ENCV-2010 introduce variables como seguridad alimentaria y trabajo infantil. También es de resaltar de la ECVB-2007 la inclusión de comparativos 2003 - 2007 lo que permite tener una idea más clara de la evolución de estos datos en la ciudad, lo mismo que de indicadores como el de Necesidades Básicas Insatisfechas y el Índice de Condiciones de Vida. Estas mediciones constituyen herramientas básicas para analizar y realizar comparaciones de las condiciones socioeconómicas de los hogares en el territorio nacional y distrital y por esta vía son fundamento para el diseño, seguimiento y evaluación de las Políticas Públicas, teniendo criterios basados en la progresividad, el estancamiento y/o regresión en la implementación de políticas que promuevan la igualdad y la equidad en las oportunidades.

La pregunta que surge es ¿el punto central de esta decisión política requiere una metodología cuyo núcleo sea la realidad de las personas en cuanto a la realización de sus derechos? ¿Cómo equiparar esto, cuando en buena medida el concepto de necesidades básicas insatisfechas subsiste como un indicador base de la calidad de vida? En especial cuando el Articulo 366 de la Constitución Política de Colombia introduce el criterio de las Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) como indicador de la Calidad de Vida de las y los Colombianos en cuatro aspectos: salud, educación, saneamiento ambiental y agua potable.

Esta última pregunta aparece en el abordaje del concepto de calidad de vida en el ámbito distrital y nacional como referencia obligada a las encuestas de Calidad de Vida e implementada por primera vez en 1991 por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), la Encuesta Nacional de Calidad de Vida (ENCV) en sus seis aplicaciones: 1991, 1993, 1997, 2003, 2008 y 2010 que ha logrado recabar información sobre las condiciones de Calidad de Vida de las y los Colombianos.


47

5. LÍNEAS DE INVESTIGACIÓN DEL ÁREA TEMÁTICA DE CALIDAD DE VIDA.

A partir del capítulo anterior es posible identificar cuatro líneas de investigación:

La primera línea de investigación que se propone está orientada a diseñar un índice de calidad de vida propio de la definición que aquí se presenta que permita medir los avances en las condiciones de vida de las personas que habitan la ciudad.

La segunda línea de investigación sugiere la necesidad de indagar sobre los planteamientos de las propuestas latinoamericanas y su relación y aportes al concepto de calidad de vida propuesto.

Una tercera línea de investigación propone indagar sobre los diferentes fenómenos sociales y poblacionales propios del contexto urbano y rural de nuestro país (entre ellos movilidad poblacional, migración y desplazamiento, con perspectiva de género) relacionados con bienes materiales, culturales y formas de vida diversas.

Por último se propone analizar las implicaciones que tienen los distintos modelos o estrategias de gestión pública en el mejoramiento de las condiciones de vida de quienes habitan la ciudad.


48

BIBLIOGRAFÍA

Abasolo, Olga (2010). Reflexiones sobre el concepto de buen vivir en la cultura occidental. Entrevista a Emilio Lledó. CIP-Ecosocial – Boletín ECOS nº 11, abril-junio 2010. Consultado: 28 de Julio de 2011. Disponible en:

http://www.fuhem.es/media/ecosocial/file/Boletin%20ECOS/Boletin%2011/entrevista%20a%20Emilio%20Lledo.pdf

Acosta Alfonso, Ariadna (1998). Calidad de Vida y Bienestar Humano. Consultado: 29 de Julio de 2011. Disponible en:

http://www.monografias.com/trabajos57/bienestar-humano/bienestar-humano.shtml

Acosta, Alberto (2010a). El Buen Vivir en el camino del post-desarrollo. FES-ILDIS. Consultado: 13 de Julio de 2011. Disponible en:

http://www.slideshare.net/ecuadordemocratico/buen-vivi1

Acosta, Alberto (2010b). Solo imaginando otros mundos se cambiara este. Publicado por la UNAD de Colombia (Universidad Nacional Abierta y a distancia) Revista Sustentabilidad – Abril 2010. Consultado: 19 de Julio de 2011. Disponible en:

http://opsur.wordpress.com/2010/09/09/solo-imaginando-otros-mundos-se-cambiara-este/

Acosta-Ortiz, Sergio (2009).Costa Rica, el país más feliz. En: BBC online. Consultado: 1 de Julio de 2011. Disponible en: http://www.bbc.co.uk/mundo/cultura_sociedad/2009/07/090703_1920_indice_feliz_sao.shtml

Alcaldía Mayor de Bogotá (2010). Política Pública Social para el Envejecimiento y la Vejez en el Distrito Capital. 2010 - 2025. Bogotá: Alcaldía Mayor de Bogotá.

Alcántara, Alfonso (2009). La autoayuda no ayuda. Consultado: 22 de Julio de 2011. Disponible en: http://yoriento.com/2009/05/la-autoayuda-no-ayuda-522.html/

Argyle, Michael (1993). Psicología y la calidad de vida. Intervención Psicosocial, 2(6), 5-15. Citado por Garcia Martín Miguel Angel (2002) El bienestar subjetivo. España: Departamento de Psicología Social, Universidad de Málaga.


49

Arita Watanabe, Beatriz Yasuko (2005) La capacidad y el bienestar subjetivo como dimensiones de estudio de la Calidad de Vida. Revista Colombiana de Psicología, número 014. Universidad Nacional de Colombia

Bogotá, Colombia.

Baltazar, Estaban; Grillo, Santiago; y Karpf, Elizabeth (2007). ¿Cuál es el mejor Indicador de Pobreza en Colombia para la orientación del gasto público social?. Papel Político. vol.12 no.1 Bogotá Jan./June 2007. Consultado: 27 de Julio de 2011. Disponible en:

http://www.cielo.unal.edu.co/scielo.php?pid=S0122-44092007000100006&script=sci_arttext

Barrera, Hugo y Saldívar, Donato (2007). Cultural de la Salud y Calidad de Vida. México: Fondo Editorial de Nuevo Leon, Forum Universal de las Culturas Monterrey.

Bello Gutiérrez, José (2005). Calidad de Vida, Alimentos y Salud Humana. España: Ediciones Díaz Santos.

Bermejo V., Pedro e Izquierdo M., Ricardo (2011). Cerebro rico, cerebro pobre. Una introducción a la neuroeconomía. España: Cultiva Libros SL.

Bloq Médico (2008). Calidad de Vida. (Artículo Blog). Consultado: 25 de Julio de 2011. Disponible en: http://www.blog-medico.com.ar/sociedad-y-salud/calidad-de-vida.htm

Boff, Leonardo (2011). ¿Vivir Mejor o el Buen Vivir?. Consultado: 20 de Julio de 2011. Disponible en:

http://comunidadereflexionyespiritualidadeva.blogspot.com/2011/04/leonardo-boff-vivir-mejor-o-el-buen.html

Bonilla, Sacnicté y Sosa Cinddy (2005) Evaluación de las prácticas de crianza y su impacto en la calidad de vida infantil. Muestra de escuelas PEC y NO PEC en el municipio de Puebla. Universidad de las Américas Puebla. Escuela de Ciencias Sociales. Departamento de Ciencias de la Educación

Botero, Beatriz Eugenia y Pico M., María E. (2007). Calidad de vida relacionada con la Salud (CVRS) en adultos mayores de 60 años: Una aproximación teórica. Consultado: 27 de Julio de 2011. Disponible en:

http://promocionsalud.ucaldas.edu.co/downloads/Revista%2012_2.pdf


50

Cali Cómo Vamos (2007). Revisión teórica sobre la calidad de vida. Consultado: 19 de Julio de 2011. Disponible en:

http://www.calicomovamos.org.co/calicomovamos/files/Quienes Somos/Calidad de Vida.pdf

Camou, Maria M. y Maubrigades, Silvana (2010). La calidad de vida bajo la lupa:100 años de evolución de los principales indicadores. Consultado: 26 de Julio de 2011. Disponible en:

http://respaldo.fcs.edu.uy/enz/licenciaturas/cpolitica/desarrolloeconomico/Camou-Maubrigades%20Calidad%20de%20Vida.pdf

Caro Castillo, Clara V. (2004). La promoción de la salud y su desarrollo en el nivel local. En: Calidad de Vida. Enfoques perspectivas y aplicaciones del concepto. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia, Unibiblos: 69-78.

Casallas M., Ana Lucía; Molina A., Nancy; De Negri, Filho A.; et al (2007). La estrategia promocional de la calidad de vida y la salud. Una vía hacia la equidad y el derecho a la salud. Bogotá: Secretaria Distrital de Salud, Alcaldía Mayor de Bogotá.

Castro O., Cecilia; Palacios R., Daniela; y Reygadas E., Daniela (2011). Calidad de Vida: Una Perspectiva Individual. Consultado: 26 de Julio de 2011. Disponible en:

http://www.monografias.com/trabajos15/calidad-de-vida/calidad-de-vida.shtml

Castro Ramírez, Martha Lucía (2001). Calidad de Vida y Promoción de la Salud. Consultado: 12 de Julio de 2011. Disponible en:

http://books.google.com.co/books?id=g4gU_P7vAEMC&pg=PA56&lpg=PA56&dq=Castro+Ram%C3%ADrez,+Martha+Luc%C3%ADa+(2001).+Calidad+de+Vida+y+Promoci%C3%B3n+de+la+Salud&source=bl&ots=MowiXrwkLy&sig=h1M-vz0TPxS_X0CYK- I27pqZig&hl=es&ei=m_ueTonQDcry0gHmrbWNCQ&sa=X&oi=book_result&ct=result&resnum=1&sqi=2&ved=0CB8Q6AEwAA#v=onepage&q&f=false

Cejudo, Rafael (2007). Capacidades y libertad. Una aproximación a la teoría de Amartya Sen. Revista Internacional de Sociología, Vol 65, No 47. Consultado: 18 de Julio de 2011. Disponible en: http://revintsociologia.revistas.csic.es/index.php/revintsociologia/article/view/50

Chirinos, J.; Arredondo, A. y Shamah, T(1994). La calidad de vida y el proceso salud-enfermedad. Revista Peruana de Epidemología - Vol. 7 Nº 1 Julio 1994. Consultado: 26 de Julio de 2011.

Disponible en:


51

http://sisbib.unmsm.edu.pe/bvrevistas/epidemiologia/v07_n1/calidad_vida%20.htm

Cohen G., Allan y Otsuka, Michael (2001). Si eres igualitarista, ¿cómo es que eres tan rico?. Barcelona: Ediciones Paidos Ibérica S.A.

Concejo de Bogotá, (2002). Explosión de Motivos. Proyecto de Acuerdo 089 de 2002 "por medio del cual se ordena la distribución de los recursos adicionales que se recauden a partir del año 2002". Consultado: 26 de Julio de 2011. Disponible en: http://www.alcaldiabogota.gov.co/sisjur/normas/Norma1.jsp?i=6408

Corredor, Consuelo (2010). La Política Social en Clave de Derechos. Bogotá: Universidad Nacional.

Cortes, Antonio (2001). Calidad de vida en Chile: Reflexiones críticas sobre las mediciones. Consultado: 28 de Julio de 2011. Disponible en:

http://www.dii.uchile.cl/~revista/ArticulosVol5-N1/07-A.sep.pdf

Cortina, Adela (2002). La ética de la sociedad civil. (4 Edición). Madrid. Citada por: Razolin, Flavia (2008). Integración Cultural en la Era de la Globalización: construyendo la Nueva Babel. Caracas: Universidad Católica Andrés Bello.

Cronista (2010). La felicidad ahora tiene precio para los estadounidenses, cuesta u$s 75.000 al año. Consultado: 21 de Julio de 2011. Disponible en:

http://www.cronista.com/contenidos/2010/09/08/noticia_0039.html

D’elia Y., De Negri y otros (2003) Estrategia Promocional de la Calidad de Vida. Ministerio de Salud y Desarrollo Social de Venezuela, GTZ. Consultado: 20 de Julio de 2011. Disponible en: http://www.sisov.mpd.gob.ve/estudios/17/Estrategia%20de%20Promocion%20de%20la%20Calidad%20de%20VidaPES3.pdf

De Lucas, Miguel Ángel (2007). Aznar, Máquina de hacer Euros. Diagonal, Periodico Quincenal de Actualidad Crítica. Consultado: 30 de Julio de 2011. Disponible en: http://www.diagonalperiodico.net/article4889.html

De Negri Filho A, (2004). Adoção de uma estratégia promocional da qualidade de vida e saúde: transetorialidade das políticas públicas. En: Girotti Sperandio, A.M. O Proceso de construção da rede de municipios potencialmente saudáveis. Campinas-São Paulo: IPES, Unicamp, OPS/OMS.


52

De Negri Filho, A (2006). Fortalecimiento de la gobernanza a través de mejoras en los niveles de equidad y transparencia en los sistemas de salud de Latinoamérica. Puerto Alegre, Brasil: Instituto de Educação e Pesquisa do Hospital Moinhos de Vento AHMV.

De Negri, Filho, A (2006). El desarrollo Social en la Globalización. Rev Fac Nac Salud Pública Vol. 24 número especial marzo de 2006. Universidad de Antioquia. Consultado: 21 de Julio de 2011.

Disponible en:

http://guajiros.udea.edu.co/fnsp/cvsp/memorias4/ini/d5.pdf

De Negri, Filho A. (2006). Construcción de alternativas políticas en pro del derecho integral a la salud. Bases conceptuales del ejercicio en la Secretaria Distrital de Salud de Bogotá, 2004-2005. Investigaciones en seguridad social y salud. Bogotá: Secretaria Distrital de Salud.

De Negri, Filho A. y Molina, Nancy (2007). El Reto de la Salud Pública Hoy. Consultado: 20 de Julio de 2011. Disponible en:

http://www.buenastareas.com/ensayos/El-Reto-De-La-Salud-Publica/2880230.html

De Negri, Filho A. y Molina, Nancy (2009). Elementos filosóficos, programáticos y de la gestión. En: El Sector de Integración Social y la Política Social del Distrito. Bogotá: Secretaria Distrital de Integración Social.

De Souza, Boaventura (2009). Una epistemología del Sur. La reinvención del conocimiento y la emancipación social. México: Editorial CLACSO y Siglo XXI.

Delgado, Pedro y Salcedo, Tulia (2003). Aspectos conceptuales sobre los indicadores de calidad de vida. Revista Electrónica la Sociología en sus escenarios. No. 17. Centro de Estudios de Opinión -CEO-. Universidad de Antioquía. Consultado: 29 de Junio de 2011. Disponible en:

http://www.webpondo.org/files_oct_dic_03/AspectosConceptuales.pdf

http://revinut.udea.edu.co/index.php/ceo/article/viewFile/6803/6233

Departamento Administrativo Nacional de Estadística, DANE (2011). Encuesta Nacional de Calidad de Vida 2010, Boletín de Prensa, Marzo de 2011. Bogotá.

Diener, E.; Emmons, R. A.; Larsen, R. J.; Griffin, S. (1985). Escala de Satisfacción con la Vida –The Satisfaction With Life Scale. Adaptación al castellano de Atienza, Pons, Balaguer, y García-Merita, 2000.


53

Diners (2011). Yokoi Kenji Díaz. Abrazos que cruzan fronteras. Consultado: 28 de Julio de 2011. Disponible en:

http://www.revistadiners.com.co/nuevo/interna.php?idn=779&idm=3

Dobb, Maurice (2007). Introducción a la Economía. México DF :Fondo de Cultura Económica.

Drekonja-Kornat, Gerhard (2002). El desarrollo a la medida humana. Desarrollo y Cooperación (No. 2, Marzo/abril 2002, p. 25 - 29). Fundación Alemana para el Desarrollo Internacional (DSE). Frankfurt, Alemania.

Dueñas Villamil, Jairo (2011). Yokoi Kenji Díaz, el japonés que puso de moda Ciudad Bolívar. Bogotá: Revista Cromos. Consultado: 12 de Julio de 2011. Disponible en:

http://www.cromos.com.co/personajes/actualidad/articulo-140514-yokoi-kenji-diaz-el-japones-puso-de-moda-ciudad-bolivar

Entel, Alicia Mabel (2004). Acerca de la Felicidad. Un Analisis de tres escritos de Herbert Marcuse. Buenos Aires: Prometeo Libros.

eRenovable (2006) El índice del Planeta Feliz. Artículo Blog) Consultado: 1 de Julio de 2011. Disponible en: http://erenovable.com/2006/07/12/el-indice-del-planeta-feliz/

Escobar, Arturo (1998). La invención del Tercer Mundo. Construcción y Deconstruccion del Desarrollo. Bogotá: Editorial Norma.

Espinosa Henao, Oscar Mauricio. (2010). Enfoques, Teorías y Nuevos Rumbos del Concepto Calidad de Vida. Una revisión aplicada para América Latina desde la Sosteniblidad. Ciudad Virtual de Arqueologia y Antropología. Consultado: 20 de Julio de 2011. Disponible en:

http://www.naya.org.ar/congreso2000/ponencias/Oscar_Mauricio_Espinosa.htm

Espinosa, Gladys (1998). Mortalidad y morbilidad por enfermedades cardiocerebrovasculares y diabetes en Santa fé de Bogotá. Boletín Epidemiológico Distrital. Bogotá: Secretaria Distrital de Salud.

Espinosa, Gladys (2002) Lineamientos de Política Pública para la Prevención de Enfermedades Crónicas en Bogotá. Secretaria Distrital de Salud. Dirección de Salud Pública. Área de Análisis y Políticas.

Espinosa, Gladys; Gómez, Luis F. y Lucumí, Cuesta (2004). De las condiciones de vida a las enfermedades crónicas. Boletín Epidemiológico Distrital. Volumen 9, números 7, 8, 9. Bogotá: Secretaria Distrital de Salud.


54

Fals B., Orlando (2004). Economistas y desarrollo auténtico: de Shumpeter a Sen y mas allá. En: Calidad de Vida. Enfoques, perspectivas y aplicaciones del concepto. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia, 50-69.

Fascioli, Ana (2002). Capacidades, perfeccionismo y autonomía del sujeto en el pensamiento de Amartya Sen. Consultado: 20 de Julio de 2011. Disponible en:

http://www.fhuce.edu.uy/public/actio/Textos/II-2/Fascioli.pdf

Felce, D. y Perry, J. (1995). “Quality of life: It's Definition and Measurement”. Research in Developmental Disabilities, Vol. 16, Nº 1, pp. 51-74.

Feres, Juan y Mancero, Xavier (2001). El método de las necesidades básicas insatisfechas (NBI) y su aplicación en América Latina. División de Estadística y Proyecciones Económicas. ECLAC, CEPAL. Consultado: 20 de Julio de 2011. Disponible en: http://www.eclac.org/publicaciones/xml/4/6564/lcl1491e.pdf

Gamero R., Julio (2010). Políticas Sociales Post Keynesianas. Consultado: 30 de Julio de 2011. Disponible en:

http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/ar/libros/secret/giron/C05Gamero.pdf

García R., José C. (2009). Siete tesis sobre la descolonización de los derechos humanos en Karl Marx. Revista Tabula Rasa. No.11, julio-diciembre de 2009. Universidad Estatal del Valle de Ecatepec, México. Consultado: 20 de Julio de 2011. Disponible en:

http://www.revistatabularasa.org/numero_once/10Garcia.pdf

Gaviria M., Alba E. (2009). El concepto de calidad de vida. Consultado: 30 de Julio de 2011. Disponible en:

http://www.google.com.co/url?sa=t&source=web&cd=4&sqi=2&ved=0CDEQFjAD&url=http%3A%2F%2Faprendeenlinea.udea.edu.co%2Flms%2Fmoodle%2Fmod%2Fresource%2Fview.php%3Finpopup%3Dtrue%26id%3D63165&rct=j&q=calidad%20de%20vida%20oms%20definicion&ei=U2-OTr2DKuXl0QGxkJkq&usg=AFQjCNFTWRgZ-Q6ow5rl0-yWZaHtS1Iyyw&cad=rja

Giddens, Anthony y Diamond, Patrick (2005). The new egalitarianism. Estados Unidos: Polity Press.

Gómez Mengelberg, Elisabeth (2009). Un recorrido hitórico del concepto de Calidad de Vida a través de los documentos de la OMS. TOG (Revista en Internet) Consultado: 25 de Julio de 2011. Disponible en: http://www.revistatog.com/num9/pdfs/original2.pdf


55

Gomez-Vela, Maria y Sabeh, Eliana (2000). Calidad de vida: Evolución del concepto y su influencia en la investigación y la práctica. Consultado: 22 de Julio de 2011. Disponible en: http://campus.usal.es/~inico/investigacion/invesinico/calidad.htm http://sid.usal.es/libros/discapacidad/1408/8-8/calidad-de-vida-evolucion-del-concepto-y-su-influencia-en-la-investigacion-y-la-practica.aspx

Gough, Ian (2007). El enfoque de las capacidades de M. Nussbaum: un análisis comparado con nuestra teoría de las necesidades humanas. En: Papeles de Relaciones Ecosociales y Cambio Global, nº 100, CIP-Ecosocial/Icaria.

Gross, Guenter (2004). ¿Cómo mejorar su calidad de vida personal y profesionalmente?. Barcelona: Ediciones Gestión 2000.

Gutiérrez-Rubí, Antoni. (2009). Índice del Planeta Feliz 2.0. Ecología y Medio Ambiente. Mujeres y CIA. Consultado: 19 de Julio de 2011. Disponible en:

http://www.mujeresycia.com/?x=nota/11701/1/ndice-del-planeta-feliz-20

Hayek, Friedrich A. (2004). El orden sensorial: los fundamentos de la psicología teórica. España: Unión Editorial.

Hernández, Andrés (1998). Amartya Sen: Ética y Economía. La Ruptura con el Bienestarismo. CIDER- Reunirse. Cuadernos de Economía v. XVXX, n. 29. Consultado: 20 de Julio de 2011. Disponible en: http://www.revista.unal.edu.co/index.php/ceconomia/article/viewFile/11527/20796

Huggins C. Magally (2005). Género, Políticas Públicas y Calidad de Vida. Instituto latinoamericano de investigaciones sociales. Consultado: 20 de Julio de 2011. Disponible en:

http://library.fes.de/pdf-files/bueros/caracas/03829.pdf

Iguíñiz, Javier; Sagasti , Francisco y Schuldt, Jurgen (1999). Equidad, integración social y desarrollo: hacia un nuevo enfoque para la política social en América Latina. Consultado: 23 de Julio de 2011. Disponible en: http://lugardelamemoria.org/cms_ldlm/pictures/ic_l1294157771_13equidad-integracion-social-y-desarrollo.pdf

Isuani, Ernesto A. y Nieto M. Daniel R. (2002). La cuestión social y el Estado de bienestar en el mundo post-keynesiano. Revista del Clad. Reforma y democracia. Nº 22. Consultado: 1 de Julio de 2011. Disponible en:

http://cdi.mecon.gov.ar/biblio/docelec/clad/cong6/8nov/109/isuani.pdf


56

Jacobs, Michael (1996). Nivel de vida y Calidad de Vida. Publicado en: La economía verde. Barcelona: Centro de Investigación para la Paz, 1996. Consultado: 20 de Julio de 2011. Disponible en: http://webs.uvigo.es/consumoetico/textos/consumo/nivel.pdf

Laca A., Francisco; Verdugo, Lucero y Guzmán M., Yadira (2005). Satisfacción con la vida de algunos colectivos mexicanos. Una discusión sobre la psicología del bienestar subjetivo. Enseñanza e Investigación en Psicología, Julio-Diciembre, año/vol 10, numero 002. México: Universidad Veracruzana.

Leva, Germán (2005). Indicadores de Calidad de Vida Urbana. Teoría y Metodología. Argentina: Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Quilmes.

Llamado a la Conciencia (2010). Felicidad interna bruta. El verdadero desarrollo de un país. (Artículo Blog). Consultado: 20 de Julio de 2011. Disponible en:

http://llamadoalaconciencia.wordpress.com/2010/01/26/felicidad-interna-bruta-fib-el-verdadero-desarrollo-de-un-pais/

Londoño P., Olga Lucía. (2004). Calidad de Vida Surgimiento del Término. En Calidad de Vida, enfoques perspectivas y aplicaciones del concepto. Bogotà: Universidad Nacional de Colombia. 111-120.

Lovelock, James (2006). La venganza de la tierra. La teoría de Gaia y el futuro de la humanidad. Editorial Planeta.

Martínez-Antón, María; Buelga, Sofía; Cava, M. Jesús (2007). La satisfacción con la vida en la adolescencia y su relación con la autoestima y el ajuste escolar. Anuario de Psicología. 2007, vol. 38, nº 2, 293-303. Universitat de València. Facultat de Psicologia. Universitat de Barcelona. Consultado: 29 de Julio de 2011. Disponible en:

http://www.raco.cat/index.php/AnuarioPsicologia/article/viewFile/74205/94371

Marx, Karl (2004). Sobre la cuestión Judía. Respuesta Bruno Bauer. Prometeo Libros. Buenos Aires Argentina: Colección, Ciencias Sociales.

Marx, Karl (2006). La ideología alemana (I) y otros escritos filosóficos. Argentina: Editorial Losada.

Marx, Karl (2008) El Capital. Critica de la Economía Política. Primera edición. México: Fondo de Cultura Económica de 1867.

Mas-Colell, Andrew (1983). La teoría del desempleo en Keynes y en la actualidad. Consultado: 29 de Julio de 2011. Disponible en:


57

http://www.econ.upf.edu/~mcolell/altres/keynes.pdf

Maslow, Abraham (2007). El Hombre Autorrealizado. Hacia una psicología del Ser. Decimo séptima Edición. España: Editorial Kairos.

Max-Neef, Manfred (1993). Desarrollo a Escala Humana. Una opción para el futuro. Montevideo: Editorial Nordan- Comunidad.

Max-Neef, Manfred (2006). El poder en la Globalización. Presentación realizada en el IV Congreso Internacional de Salud Pública: Globalización, Estado y Salud, organizado por la Facultad Nacional de Salud Pública de la Universidad de Antioquia, Colombia, en noviembre de 2005. Consultado: 21 de Julio de 2011. Disponible en:

http://www.max-neef.cl/download/Max_Neef_El_poder_de_la_globalizacion.pdf

Medina Gallego, Carlos (2008). Calidad de vida y Gestión Pública. En: Control social a la gestión pública. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia.

Menger, Karl (2007). Principios de Economía. Teoría del Valor. Consultado: 20 de Julio de 2011. Disponible en:

http://www.hacer.org/pdf/Menger02.pdf

Mogollón P., Amparo Susana. (2009). Reflexiones sobre Salud Pública. Bogotá: Editorial Universidad del Rosario.

Morales B., María Carolina. (2004). La escuela centro de calidad de vida: reflexiones hacia una experiencia social. En: Calidad de Vida. Enfoques perspectivas y aplicaciones del concepto. Universidad Nacional de Colombia. Bogotá: Unibiblos. 147-161.

Moreno, Marco Antonio. (2011). ¿Qué dice la teoría económica sobre el desempleo?. Consultado: 20 de Julio de 2011. Disponible en:

http://www.estoyparado.com/noticia/que-dice-la-teoria-economica-sobre-desempleo

Muñoz Hernández. Natalia (2008). El fenómeno editorial de la auto-ayuda a debate. Consultado: 20 de Julio de 2011. Disponible en: http://www.mailxmail.com/curso-analisis-sobre-libros-autoayuda/fenomeno-editorial-autoayuda-debate

Nussbaum, Martha (2007). Las fronteras de la justicia: consideraciones sobre la exclusión. España: Editorial Paidos Ibérica.


58

Nussbaum, Martha (2010). Not for Profit. Why Democracy needs the Humanities. Estados Unidos: Princeton University Press.

Nussbaum, Martha C. y Sen, Amartya (2002). “La Calidad De Vida”. México D.F: Fondo de Cultura Económica.

Palacios, Daniela; Castro, Cecilia, Daniela Reygadas (2008). Calidad de Vida una Perspectiva Individual. Esquema Anexo. Consultado: 31 de Julio de 2011. Disponible en:

http://www.monografias.com/trabajos15/calidad-de-vida/calidad-de-vida.shtml

Palomino, Bertha y López, Gustavo (1999). Reflexiones sobre la calidad de vida y el desarrollo. Región y Sociedad. Vol XI. No 17. 1999. Derechos Reservados de El Colegio de Sonora. México. Consultado: 10 de Julio de 2011. Disponible en: http://lanic.utexas.edu/project/etext/colson/17/17_6.pdf

Requena, Carmen; Lopez, Verónica; González, René y Ortiz, Tomas (2009). Propiedades psicométricas de la escala de satisfacción con la vida en mujeres mayores activas Revista Española de Geriatría y Gerontología Publicado por Elsevier España. Consultado: 20 de Julio de 2011. Disponible en:

http://www.elsevier.es/sites/default/files/elsevier/pdf/124/124v44n03a13138373pdf001.pdf

Restrepo, Helena E. y Málaga, Hernán (2001). Promoción de la salud: cómo construir vida saludable. Argentina: Editorial Médica Internacional.

Reyes, P., David Leonardo y Fuentes, Mauricio (2007). Cartografía Participativa y Enfoque de Derechos. Proyecto Participación y Redes Sociales. Dirección Territorial. Secretaria Distrital de Integración Social. Alcaldía Mayor de Bogota.

Roemer, John E. (1996). Egalitarian perspectives: essays in philosophical economics. Estados Unidos: Cambridge University Press.

Roncancio M. Claudia y Sichacá A., Alva (2009). Actividad física como juego en la educación inicial de los niños preescolares. Tesis. Universidad de Antioquia. Facultad de Salud Pública. Boletín Epidemiológico

Distrital. Secretaria Distrital de Salud. Especialización en Epidemiología. Espinosa Gladys Directora.

Sánchez G. Pablo (2008). Raíces intelectuales de Amartya Sen. Aristoteles, Adam Smith y Karl Marx. Centro de Estudios Políticos y Constitucionales. Consultado: 20 de Julio de 2011. Disponible en: http://revistas.concytec.gob.pe/pdf/arete/v22n1/a08v22n1.pdf


59

Schuldt, Jurgen (1997). Capacidades y Derechos. En: "Neoliberalismo y desarrollo humano - Desafios del presente y del futuro". Publicado online: Reocities (Blog). Consultado: 23 de Julio de 2011. Disponible en:

http://www.reocities.com/WallStreet/Floor/9680/senschuldt.htm

Schwartzmann, Laura (2003).Calidad de Vida relacionada con la Salud: Aspectos Conceptuales. Consultado: 25 de Julio de 2011. Disponible en:

http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S0717-95532003000200002&script=sci_arttext

Secretaria Distrital de Integración Social – SDIS- y Secretaria Distrital de Salud –SDS- (2009) Caja de Herramientas. Gestión Social Integral. Convenio Fergusson- Arcoiris. Consultado: 20 de Julio de 2011. Disponible en:

http://190.25.230.149:8080/dspace/bitstream/123456789/1206/1/MODULO_CONCEPTUAL_1.pdf

Secretaria Distrital de Integración Social – SDIS- (2009). El sector de Integración Social y la Política Social del Distrito. Bogotá: Secretaria Distrital de Integración Social, 2009.

Secretaria Distrital de Integración Social – SDIS- y Secretaria Distrital de Salud –SDS- (2011) Política Pública de y para la Adultez. Documento Preliminar. Octubre-2011. Equipo de Política. Subdirección de Adultez. Dirección Poblacional. Secretaría de Integración Social.

Secretaria Distrital de Salud (2004). Salud a su Hogar. Un modelo de atención primaria en salud, garantizando el derecho a la salud en Bogotá. Alcaldía Mayor de Bogotá. Consultado: 20 de Julio de 2011. Disponible en: http://www.saludcapital.gov.co/Cartillas/Cartilla13.pdf

Secretaria Distrital de Salud de Bogotá (2007). La Estrategia Promocional de Calidad de Vida y Salud, una vía hacia la equidad y el derecho a la salud. Cuadernillo Colección La ruta de la estrategia promocional de calidad de vida y salud. Bogotá: Secretaria Distrital de Salud de Bogotá.

Secretaria Distrital de Salud (2008). Plan de Salud del Distrito Capital 2008-2012. Bogotá Julio de 2008. Consultado: 10 de Julio de 2011. Disponible en:

http://190.25.230.149:8080/dspace/bitstream/123456789/304/1/PLAN%20DE%20SALUD%20DEL%20DISTRITO%20CAPITAL%202008-2012.pdf

Sen, Amartya (1981). Poverty and Famines: An. Essay on Entitlement and. Deprivation. Clarendon Press, Oxford, 1981. pp. 257

Sen, Amartya (2001). Nivel de Vida. Madrid: Editorial Complutense.


60

Sen, Amartya (2009). La idea Justicia. Traducción Hernando Villa. Editorial Taurus, Editado en Colombia, 2010.

Sokal, Alan y Bricmont, Jean (1998). Imposturas Intelectuales. Argentina: Siglo XXI.

Sondergaard, Morten (2010). What is "Gross National Happiness" ? Explained by Morten Sondergaard. (Archivo de video) Consultado: 1 de Julio de 2011. Disponible en:

http://www.youtube.com/watch?v=7Zqdqa4YNvI

Universidad de los Andes (2005) Economía del Bienestar. Capitulo 2. 8b41Handbook. Consultado: 20 de Julio de 2011. Disponible en:

http://www.google.com/url?sa=t&source=web&cd=1&ved=0CBkQFjAA&url=http%3A%2F%2Feconomia.uniandes.edu.co%2Fcontent%2Fdownload%2F8171%2F40048%2Ffile%2F8b41Handbook%2520Econ%2520Val%2520%2520Chapter%25202%2520%25202005.pdf&rct=j&q=economia%20del%20bienestar%20pdf&ei=T7LqTaWqLs2htweHz-mbAQ&usg=AFQjCNFpYdWMM3ojNDCfhXEhp3GGlAqcHA&cad=rja

Veenhoven, Ruut (2005) Lo que sabemos de la Felicidad. En: Garduño, León; Salinas Bertha; Rojas, Mariano. Calidad de vida y bienestar subjetivo en México. Universidad de las Américas. Puebla. Centro de Estudios sobre Calidad de Vida y Desarrollo Social. Plaza y Valdés, S. A. México.

Willinger, Marc (2001). Environmental Quality, Helth, and the Value of Life. Estados Unidos: Cambridge Research Environmental.

WHO, (1996). QOL Breff. WHOQOL- 100. Documento de la Organizacion Mundial de la Salud. Consultado: 30 de Julio de 2011. Disponible en: http://www.who.int/mental_health/media/en/76.pdf

WHOQOL, (1997). Measuring Quality of Life. Documento de la Organizacion Mundial de la Salud. Consultado: 29 de Julio de 2011. Disponible en: http://www.who.int/mental_health/media/68.pdf

Wong, Stanley (1978). The foundations of Paul Samuelson's revealed preference theory: a study by the method of rational reconstruction. Routledge & K. Paul. Consultado: 18 de Julio de 2011. Disponible en:

http://www.clivespash.org/eve/PRB7-edu.pdf

Worldwatch Institute (2008) La situación del mundo 2008. Innovaciones para una economía sostenible. Madrid: Icaria editorial.


61

Zamora, Rolando y García, Maritza (1998). Sociología del tiempo libre. Consumo de la población. Cuba: Editorial Ciencias Sociales de La Habana.

Zelinski, Ernie (1997). El placer de no trabajar. Barcelona: Ediciones Gestión 2000.

Zelinski, Ernie y Ganzinell,i Carlos (2003). El Arte de Mejorar Nuestra Calidad de Vida: Las Claves de la Vida Fácil. Barcelona: Editorial Amat.

Textos Jurídicos

Constitución Política de Colombia.

Decreto Distrital -Bogotá- 607 de 2007. "Por el cual se Determina el Objeto, la Estructura Organizacional y Funciones de la Secretaría Distrital de Integración Social”.

Jurisprudencia

Corte Constitucional (2000), Sentencia C-557/00. Magistrado Ponente: Vladimiro Naranjo Mesa.

Referencia: Expedientes D-2573, D-2597, D-2602 y D-2606. Sala Plena, Corte Constitucional.

Mayo 16 de 2000

Corte Constitucional (2002), Sentencia T 881-2002. Magistrado Ponente: Eduardo Montealegre Lynett.

Referencia: Expedientes T-542060 y T-602073. Sala Plena, Corte Constitucional.

Octubre 17 de 2002

Otras fuentes virtuales.

Jennfaye1 (2008). Ideas of Entitlements as proposed by Amartya Sen. (Archivo de video) Consultado: 11 de Julio de 2011. Disponible en:

http://www.youtube.com/watch?v=y7xqMP9WUFU


62

Es usual que el concepto de Calidad de Vida se entienda, entre sus usos corrientes, como sinónimo de bienestar o de ausencia de pobreza. Éste documento es un esfuerzo por aclarar el surgimiento de dicho concepto y sus fundamentos, haciendo énfasis en las diferenciaciones cuantitativas y cualitativas que le dieron origen, así como su combinación y concreción en los 70s. En ese sentido, se presenta un panorama de tendencias teóricas y metodológicas, así como elementos para su medición. En el transcurso explicativo de su historia, se contextualiza su aplicación en el marco del Plan de Desarrollo “Bogotá Positiva para vivir mejor” vinculado al Enfoque de Derechos, lo cual visto en perspectiva, sitúa la Calidad de vida en un marco de mayor solidez política y práctica. El documento formula un concepto ajustado de Calidad de Vida teniendo en cuenta los avances en la estrategia promocional de calidad de vida y salud, elementos ético-políticos de crítica al utilitarismo y aspectos de referidos a la autorrealización humana. A modo de cierre, se indican algunos vacíos, tensiones y desafíos actuales frente a lo expuesto, así como también se exponen algunas líneas de investigación que permitan el desarrollo de posteriores estudios.

Documents

Fundamentación Área Temática de Calidad de Vida