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ensayo sobre geopolítica, el cual analiza los trabajos de Spykman y Ana Esther Ceceña. Exponiendo a final de cuentas un ejemplo contemporáneo de las dos visiones geoestratégicas.
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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MEXICOFACULTAD DE FILOSOFIA Y LETRASCOLEGIO DE GEOGRAFIAEXAMEN EXTRAORDINARIO DE GEOGRAFÍA POLITICA 1LETICIA CARVAJAL LARIOS
SOBRE ESPACIO Y TERRITORIO
Queremos comenzar el presente ensayo señalando que, su principal objetivo es
responder a las siguientes preguntas, las cuales puedan ayudarnos a establecer
nociones básicas sobre espacio-tiempo y territorio: ¿Qué se entiende por espacio?
¿Qué se entiende por territorio? ¿Qué es producción del espacio? ¿Por qué se
habla de una producción capitalista del espacio y en qué consiste? ¿Qué es
territorialidad y qué relación tiene con el poder? Cuestiones que al responderse,
puedan ayudarnos a comprender a cabalidad la importancia del espacio y el
territorio para la geografía.
En este sentido nos hemos dado a la tarea de estudiar algunos conceptos
básicos e históricos sobre dichos conceptos y hemos encontrado que:
Según Smith “Newton reintrodujo la concepción del espacio absoluto en la
filosofía moderna argumentando que este sería una entidad por completo
independiente que existe separada de la materia, así mismo Newton también
formularia una concepción de espacio relativo, el cual estaría vinculado
directamente a la materia en función de las relaciones que se establecen entre
distintas cosas en el espacio… por otro lado Kant señaló que el espacio es una
representación a priori, es decir, el fundamento necesario de los fenómenos
externos” 1
Posteriormente, en el trabajo de algunos otros autores, podemos observar
que existe cierta diferenciación entre espacio absoluto y espacio relativo; los
1 SMITH, Neeil: La producción de la naturaleza. La producción del espacio, ED. UNAM-FFyL-SUA, México, 2006, p. 61.
cuales se vinculan al espacio físico y al espacio social, casi como una
consecuencia lógica derivada del pensamiento occidental positivo, en la cual
comprenderemos que el espacio físico (absoluto) es el de la naturaleza, el que se
conforma a partir de una disposición de elementos ordenados en la superficie
terrestre. Producto de la fuerza que ejercen los fenómenos de la naturaleza, los
cuales dan como resultado la formación de bosques, desiertos, montañas, ríos,
mares, lagunas, selvas, cañadas, valles, cuencas, etc. Mismos que
comprendemos como un producto de la creación y causalidad natural; es decir,
pre-sociales o sin la intervención de la mano del hombre.
Ahora bien, el espacio social (relativo) se visualiza como la disposición de
los objetos, la cual también puede extenderse al ámbito de las ideas y las
representaciones simbólicas. Éstas se fundamentan en la interrelación existente
entre el hombre y todos los demás elementos de su entorno natural. En este
sentido podemos inferir, la existencia de diversas transformaciones en el paisaje a
través de la capacidad inherente al desarrollo de las acciones e ideas del hombre
como individuo y como sociedad.
Por ello el espacio social debe observarse, como algo que se fundamenta
en lo físico, pero está condicionado a una dinámica alejada y contrapuesta a la
causalidad de la naturaleza, es decir contranatura. Humanizada.
A este respecto Correa nos señala que: “El momento de la
desnaturalización del espacio corresponde a un momento decisivo dentro de la
historia de la geografía. Ya que representa no sólo la sustitución de un elemento
clave sino también el trastocamiento en la forma de conceptualizar la realidad y
por ende en la manera que se organiza el trabajo científico. En este sentido existe
un parteaguas, un punto de referencia que sirve para separar a la geografía
tradicional y su idea del espacio como contenedor, respecto de la nueva geografía
que construye conceptos desde la crítica y el humanismo, y niega las anteriores
ideas sobre el concepto de espacio”2
En suma, podemos comprender al espacio según la definición de Ortega el
cual menciona que: “El espacio geográfico es una representación que podemos
considerar en varios niveles o instancias. La primera como proyecto social que
regula y determina el proceso material de la producción del espacio aunque como
tal proyecto, se materialice como múltiples autorías individuales. La segunda,
como imagen que estructura el espacio, que lo hace inteligible, que le da
profundidad histórica. En tercer lugar, como discurso del y sobre el espacio. El
campo geográfico se corresponde con un extenso pero preciso marco de las
prácticas productivas, proyectivas, imaginarias y semánticas, y sus productos que
determinan el permanente proceso de construcción del espacio social” 3
Bajo este orden de ideas podemos comprender, por qué en los estudios
geográficos se privilegia la dimensión social del espacio, lo que quiere decir que
no hay alusiones al espacio por sí mismo, como si fuera algo separado de lo
social, sino a la producción del espacio entendido este como el resultado de un
proceso teleológico, es decir, los fines o propósitos causa final de lo social. En
donde podemos encontrar una materialidad física que la sociedad genera en los
procesos de producción y relación social.
Por lo que, en consecuencia, la realidad social no puede explicarse con
referencia al espacio objetivo, aunque no puede desligarse de éste, pues es desde
el cual existe. Mientras que el espacio social solamente existe en la medida en
2 CORREA, Roberto: Espacio, un concepto clave de geografía, en: CASTRO, Ina, et all. Geografía: Conceptos y temas, Ed. Bertrand, Brasil, 1995, pp. 15-47.3 ORTEGA, José: Los horizontes de la geografía, Ed. Ariel, Barcelona, 2000, p.521.
que existen los seres humanos en interacción social. Disertaciones que podemos
encontrar en los trabajos de Delgado4, Moraes5 y Ortega6.
Ahora bien, para ahondar más en la idea que refiere a la producción de
espacio, podemos citar a Milton Santos quien nos señala que: “la sociedad al
producir, produce espacio. Tal concepción refleja el hecho de que el ser humano
desde el momento en que pretende producir, o en el momento preciso de la
producción de objetos, está alterando per se la forma y disposición que tienen los
elementos de la superficie terrestre en función de su propia lógica y para su propio
beneficio”7
Por su parte Correa alude a “Que una sociedad solo se torna concreta a
través de su espacio, del espacio que ella produce y por otro lado, el espacio sólo
es inteligible a través de la sociedad”8
En el mismo tenor, Lefebvre apunta que: “el espacio es el objetivo, o más
bien la objetivación de lo social y consecuentemente de lo mental”9 “…De tal
suerte que una sociedad puede y debe ser entendida a través de una triada
espacial compuesta por tres dimensiones, las cuales se encuentran yuxtapuestas,
pero a la vez conservan su autonomía. [Esta triada es:] A) La práctica espacial de
una sociedad oculta su espacio. Lo postula y lo presupone en una interacción
dialéctica. Lo produce lentamente como dueño y lo apropia. Desde el punto de
vista analítico, la práctica espacial de una sociedad se revela a partir de descifrar
su espacio. B) Las representaciones del espacio refieren a su conceptualización,
al espacio de los científicos, de los planificadores, urbanistas, tecnócratas e
ingenieros sociales, cierto tipo de artistas con inclinación científica, todos
identificando lo que es vivido y percibido con lo que es concebido. Estas
4 DELGADO, Ovidio: Debates sobre el espacio en la geografía contemporánea, Ed. Universidad Nacional de Colombia- UNIBIBLOS, Colombia, 2003, p. 19.5 MORAES, Antonio y COSTA, Wanderley: Geografía crítica. La valorización del espacio, Ed. ITACA, México, 2009.6 ORTEGA, José: Op Cit, p.514. 7 SANTOS, Milton: Por una geografía nueva, Ed. Espasa-Calpe, Madrid, 1990, p.138.8 CORREA, 1995, p. 26.9 LEFEBVRE, Henri: Espacio y política. El derecho a la ciudad, Vol.II, Ed. Península, Barcelona, 1976, p.30.
representaciones trabajan de diversas maneras a partir de signos, sean verbales o
materiales. C) Los espacios de la representación son los vividos directamente a
través de sus signos e imágenes asociados, y desde aquí es el espacio de los
habitantes y de los usuarios, pero también el de algunos artistas y posiblemente
de aquellos como escritores y filósofos que los describen y no aspiran más que a
describirlos.”10
A partir de la producción de espacio, bajos estas tres formas, es necesario
mencionar que el perfil que adquieren estas tres yuxtaposiciones ha cambiado a lo
largo del tiempo. Es decir, el espacio no es inmutable y permanente sino que del
espacio es propio el cambio y la variabilidad. De esta manera es que la realidad
espacial aunque sea producto del pasado, se encuentre en constante cambio,
como consecuencia de las contradicciones presentes en la sociedad. Las cuales,
propician la extinción y nacimiento de objetos, sujetos e ideas en un proceso que
no se detiene y que puede acelerarse o reducir su velocidad, pero que siempre se
mantiene en movimiento.
Para poder entender este cambio, será necesario hacerlo con base en las
transformaciones objetivas de la vida social y en las formas de organización y
producción; y con base también en las capacidades tecnológicas propias de cada
época. Por ello es de suma importancia comprender que las formas espaciales
producidas por la sociedad manifiestan proyectos, intereses, necesidades, utopías
y/o aspiraciones. Las cuales van definiendo el resultado material de un proceso
pretérito extinto, donde queda la huella de una intencionalidad que lo originó por lo
que, las formas espaciales estarán asociadas siempre a la intencionalidad
humana.
Ahora bien, entendido este proceso de cambio y reconstrucción del espacio,
es como podemos llegar a comprender la producción capitalista del espacio la
10 LEFEBVRE, Henri: Sobre la triada de la especialidad social, En: RAMIREZ, Blanca: Modernidad, posmodernidad, globalización y territorio. Un recorrido por el campo de las teorías, Ed. UAM Xochimilco-Porrúa, México, 2003, p.145.
cual, está asociada a la producción del espacio en una escala planetaria, pues
dentro de la intencionalidad de la humanidad se han articulado los distintos
sistemas de objetos y acciones que se aglutinan en un proyecto hegemónico.
En este caso el proyecto hegemónico elegido es el capitalismo neoliberal y
la cultura occidental, lo que implica una ruptura en cuanto a la forma de
producción de los espacios que se hacían en otras épocas.
Así pues, actualmente se sintetiza en un proyecto la forma de dirigir la
dinámica espacial de todos los rincones del planeta, articulando todos los lugares,
que funcionan bajo una red que interactúa entre ellos y para con el mundo. La
escala predomínate en nuestro tiempo y espacio es la de los procesos globales y
capitalistas, los cuales dirigen, controlan y se comunican con las escalas locales,
regionales y nacionales. Reproduciendo el espacio-mundo como una totalidad,
que abarca por completo la superficie de nuestro planeta.
En este sentido Haesbaert sostiene que: “En el proceso de génesis y
procesos de desarrollo espaciales, siempre se debe tomar en cuenta que estos
tienen un alcance y un límite, y que el conocimiento de estas cualidades permitirá
saber la configuración espacial que alcanzaran tales procesos en función de su
propio desenvolvimiento y de sus propios límites. De esta manera, la escala
geográfica sería concebida como una diferenciación cualitativa a partir de una
ordenación espacial de los fenómenos, esto como resultado de que las prácticas
sociales se dan a ritmos diferentes, lo que en consecuencia traería una
espacialidad diferencial”11
Bajo este orden de ideas, la producción capitalista del espacio atenderá a
las relaciones sociales producto de un orden o sistema social y económico
derivado del usufructo de la propiedad privada sobre el capital como herramienta
11 HAESBAERT, Rogério: Escalas temporales, en: Territorios alternativos, Ed. Contexto, Brasil, 2002, pp.101-115.
de producción que se encuentra mayormente constituido por relaciones
empresariales y laborales subordinadas a fines mercantiles.
Según Milton Santos “La producción capitalista del espacio debe ser
encarada como parte de un proceso que se ha modificado y que ha devenido en la
globalización. En la cual por un lado se da la producción de una materialidad, es
decir, de las condiciones materiales que nos cercan, que son la base de la
producción económica, de los transportes y de las comunicaciones. Por otro lado
existe la producción de nuevas relaciones sociales entre países, clases y
personas. Situación que se basa en dos columnas centrales: el dinero y la
información.” 12
Por lo que podemos decir que en las sociedades actuales, son las
relaciones propias del sistema capitalista las que han venido a abarcar el mundo
entero. En otras sociedades históricas han sido las relaciones sociales existentes
en ellas, las que han determinado el carácter en el espacio social. Por primera vez
en la historia de la humanidad, se puede entender al mundo como una totalidad
articulada en función de la dinámica del sistema capitalista y de la cultura
occidental. Todo ello que es representación del espacio actual, es pues
consecuencia de la condición y fundamento del proceso social.
Una vez que hemos comprendido algunos de los campos de estudio del
espacio, es importante trasladar nuestra observación hacia la idea de territorio, la
cual está íntimamente relacionada con la del espacio.
Por ello, comencemos por decir que el territorio considera como punto de
partida, el hecho de que se está haciendo referencia a cierto tipo de relaciones
espaciales, las cuales no son el espacio en sí mismo, sino más bien, una forma de
delimitar y analizar procesos socio-espaciales específicos, o en otras palabras
formas completas de producción del espacio.
12 SANTOS, Milton: Por otra globalización: del pensamiento único a la conciencia universal, Ed. Convenio-Andrés Bello, Colombia, 2004, p.56.
El territorio básicamente y según Correa es comprendido como un concepto
etimológico que “se deriva de las raíces terra y torium, que conjuntamente
significan la tierra que pertenece a alguien”13
Según Montañez “El territorio es por tanto, un concepto racional que insinúa
un conjunto de vínculos de dominio, de poder, de pertenencia o de apropiación
entre una porción o la totalidad del espacio geográfico y un determinado sujeto
individual o colectivo”14
Aunque desde sus fundamentos etimológicos, se haga esta alusión a las
dimensiones política y efectiva del espacio, también es de suma importancia hacer
notar que la tierra, entendida esta como espacio físico, se encuentra presente de
manera fundamental en las acepciones originarias del territorio. Esta dimensión
física del territorio es la que se encontrara prácticamente en la mayoría de las
definiciones, dentro de la geografía tradicional, lo que en muchos casos llevara a
pensar al territorio, como el espacio físico que habita y controla determinado grupo
social. En la actualidad se pretende dar a esta categoría una nueva significación a
partir de que coadyuvan distintos campos de conocimiento de las ciencias
sociales, en su conceptualización.
Esto ha logrado generar una aproximación al concepto de territorio,
entendiéndolo como una realidad espacial múltiple que vincula relaciones de
poder, de pertenencia y apropiación enmarcada en tres perspectivas:
1. Política.- Referida a las relaciones espacio-poder en general o jurídico-
política relativa también a todas las relaciones espacio-poder
institucionalizadas. Asociado al poder político del Estado.
13 CORREA, Roberto: Op. Cit., p.4814 MONTAÑEZ, Gustavo: Razón y pasión del espacio y del territorio, En: Espacio y territorios: razón, pasión, e imaginarios, Ed. Universidad Nacional de Colombia- RED Espacio y territorio, Colombia, 2001, p. 20.
2. Cultural. Muchas veces culturalista o simbólico-cultura: prioriza la
dimensión simbólica y no subjetiva en el que el territorio es visto sobre
todo como el producto de la apropiación/valoración simbólica de un
grupo en relación con su espacio vivido.
3. Económica.- Con frecuencia economicista: menos difundida, destaca la
dimensión espacial de las relaciones económicas, el territorio como
fuente de recursos o incorporado al conflicto entre clases sociales. Y en
la relación de capital-trabajo como producto de la división territorial del
trabajo
Estas distintas nociones, además de mostrar un enfoque particular con el
que se aproximan distintas ciencias sociales, también sirven para evidenciar una
realidad en la que confluyen varios actores, cada uno de ellos con su forma de
entender lo que es el territorio y que en función de ello realizan prácticas
específicas en pos de su producción.
En este tenor, según Haesbaert “el territorio abarca al mismo tiempo la
dimensión espacial-material de las relaciones sociales y el conjunto de
representaciones sobre el espacio o el imaginario geográfico, que no solo mueve
sino que integra o forma parte indisociable de estas relaciones.”15
Por ello es importante hacer notar, que este control del espacio no se
refiere solamente a su delimitación y vigilancia o a la formación de su imaginario,
pues si el territorio se entiende como una práctica, también implicará que se haga
un uso de este y de los elementos que lo conforman. Es decir, el espacio
entendido como territorio, es un recurso explotado con base en los intereses de
los actores que lo producen. De esta forma el territorio se comprendería como la
práctica espacial sustentada en un proyecto específico de utilización y
significación del espacio que solo puede ser evidenciado a partir de las relaciones
15 HAESBAERT, Rogéiro: El mito de la desterritorialización. Del fin de los territorios a la multiterritorialidad, Ed. Siglo XX, México, 2011, p. 36.
de poder que suceden entre los miembros del grupo, que definen y defienden
dicho proyecto y las relaciones que, de igual manera, pueden establecerse
externamente.
Aunado a las anteriores disertaciones podemos señalar que en términos de
territorialidad, existen diferentes definiciones que conllevan la inclusión de otros
conceptos como defensa, espacio físico, posesión, exclusividad del uso, señales,
personalización, dominación, identidad, control, seguridad y vigilancia, por citar las
más destacadas.
Según Raúl Prada, la territorialidad es “un patrón de conductas y actitudes
sostenido por un individuo o grupo, basado en el control percibido intencionalidad
o real de un espacio físico definible, objeto o idea y que puede conllevar la
ocupación habitual, la defensa, la personalización y la señalización de esté.”16
Así la territorialización como proceso de apropiación del territorio, es parte
de un constante movimiento de disputa de poder, en donde la historia de la
humanidad está llena de este tipo de luchas y transformaciones. Ha pasado por
diferentes fases desde las comunidades primitivas, seguidas por los imperios de la
antigüedad, después por los territorios de los pueblos bárbaros, los territorios de
los señores feudales y la nobleza de la edad media, los territorios de los imperios
prehispánicos y los territorios coloniales, hasta el surgimiento de los territorios de
los Estados-Nación a fines del siglo XVIII y principios del XIX, y los territorios
contemporáneos, de las grandes empresas trasnacionales del periodo capitalista y
de la globalización.
En resumen, ésta territorialización que establece la disputa del poder
político, económico, social, cultural, legal y simbólico pretende la defensa en última
instancia, del espacio geográfico. Reconociendo en el proceso una constante
sobre su base que es la estabilidad económica de la hegemonía disputada por los
antagónicos. Quienes han puesto en el centro del conflicto a la burguesía como
16 PRADA Alcoreza, Raúl: Territorialidad, Ed. Punto Cero, Bolivia, 1996, p. 57
clase, al capital como relación social y a la información como medio de poder. Esta
estructura nos muestra cómo es que el Estado Moderno aplicando esta lógica,
creó un proceso que destruyó prácticas de soberanía y control político e identidad
cultural de grupos locales o regionales, para supeditarlos a sus intereses
nacionales. De igual forma el capitalismo, para hacerse efectivo, necesito hacer
valer su proyecto a través de la acumulación originaria, es decir, la desposesión
de los propietarios de la tierra, para apropiársela en un proceso de reasignación
territorial.
BIBLIOGRAFÍA:
1. CORREA, Roberto: Espacio, un concepto clave de geografía, en: CASTRO, Ina, et all. Geografía: Conceptos y temas, Ed. Bertrand, Brasil, 1995.
2. DELGADO, Ovidio: Debates sobre el espacio en la geografía contemporánea, Ed. Universidad Nacional de Colombia- UNIBIBLOS, Colombia, 2003.
3. HAESBAERT, Rogéiro: El mito de la desterritorializacióm. Del fin de los territorios a la multiterritorialidad, Ed. Siglo XX, México, 2011.
4. HAESBAERT, Rogério: Escalas temporales, en: Territorios alternativos, Ed. Contexto, Brasil, 2002.
5. LEFEBVRE, Henri: Espacio y política. El derecho a la ciudad, Vol.II, Ed. Península, Barcelona, 1976.
6. LEFEBVRE, Henri: Sobre la triada de la especialidad social, En: RAMIREZ, Blanca: Modernidad, posmodernidad, globalización y territorio. Un recorrido por el campo de las teorías, Ed. UAM Xochimilco-Porrúa, México, 2003.
7. MONTAÑEZ, Gustavo: Razón y pasión del espacio y del territorio, En: Espacio y territorios: razón, pasión, e imaginarios, Ed. Universidad Nacional de Colombia- RED Espacio y territorio, Colombia, 2001.
8. MORAES, Antonio y COSTA, Wanderley: Geografía crítica. La valorización del espacio, Ed. ITACA, México, 2009.
9. ORTEGA, José: Los horizontes de la geografía, Ed. Ariel, Barcelona, 2000.10. PRADA Alcoreza, Raúl: Territorialidad, Ed. Punto Cero, Bolivia, 1996.11. SANTOS, Milton: Por otra globalización: del pensamiento único a la conciencia
universal, Ed. Convenio-Andrés Bello, Colombia, 2004.12. SANTOS, Milton: Por una geografía nueva, Ed. Espasa-Calpe, Madrid, 1990.13. SMITH, Neeil: La producción de la naturaleza. La producción del espacio, ED.
UNAM-FFyL-SUA, México, 2006.