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EL ESPÍRITU SANTO

Grupo Juvenil Ppt

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Diapositiva 1

El Espritu SantoEl Espritu SantoEs la Tercera Persona de la Santsima Trinidad; distinta del Padre y del Hijo; procede de ambos como Amor subsistente. En el Smbolo N-C, rezamos: Creo en el Espritu Santo, Seory dador de vida,que procede del Padre y del Hijo,que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoracin y gloria,y que habl por los profetas.2

Miguel Cabrera, Trinidad Santsima, S. XVIIITres textos de la SE: El Espritu Santo es DiosDicho esto, sopl sobre ellos y les dijo: Recibid el Espritu Santo. A quienes perdonis los pecados, les quedan perdonados; Jn 20, 22-23

No sabis que sois santuario de Dios y que el Espritu de Dios habita en vosotros? 1 Co 3, 16

Pedro le dijo: Ananas, cmo es que Satans llen tu corazn para mentir al Espritu Santo, y quedarte con parte del precio del campo? [...] Por qu determinaste en tu corazn hacer esto? No has mentido a los hombres, sino a Dios. Hch 5, 3-4.3La Misin del Espritu SantoDos textos de misin en San Juan:La Encarnacin del Hijo: Porque Dios no ha enviado a su Hijo al mundo para juzgar al mundo,... Jn 3, 17.Y Pentecosts; el Espritu Santo: Cuando venga el Parclito que yo os enviar de junto al Padre... Jn 15, 26.En la Historia de la Salvacin: Todo proviene del Padre; todo es cumplido y actualizado por el Hijo; todo alcanza al hombre y se hace presencia y experiencia en l, a travs del Espritu Santo. Comit del ao 2000, El Espritu del Seor, BAC, p.264Dones y Frutos Los siete dones del Espritu Santo son: sabidura, inteligencia, consejo, fortaleza, ciencia, piedad y temor de Dios Cf. Is 11,2. (CEC 1831). Los frutos del Espritu Santo son: amor, alegra, paz, paciencia, longanimidad, bondad, benevolencia, mansedumbre, fidelidad, modestia, continencia y castidad (cfr. Ga 5, 22-23).5

Creo, Seor,adauge nobis fidem (aumentes nuestra fe

La, Carta apostlica Porta fide la Carta es una exhortacin a Vivir la fe: conversin y ; evangelizacinConocer la fe: el Catecismo de la Iglesia Catlica; Comunicar la fe: el testimonio cristiano del amor.

7ste empieza con el bautismo (cf. Rm 6, 4), con el que podemos llamar a Dios con el nombre de Padre, y se concluye con el paso de la muerte a la vida eterna, 1. La puerta de la fe (cf. Hch 14, 27), que introduce en la vida de comunin con Dios y permite la entrada en su Iglesia, est siempre abierta para nosotros. Se cruza ese umbral cuando la Palabra de Dios se anuncia y el corazn se deja plasmar por la gracia que transforma. Atravesar esa puerta supone emprender un camino que dura toda la vida.

Profesar la fe en la Trinidad Padre, Hijo y Espritu Santo equivale a creer en un solo Dios que es Amor (cf. 1 Jn 4, 8):el Padre, que en la plenitud de los tiempos envi a su Hijo para nuestra salvacin

2. Exigencia de redescubrir el camino de la fe para iluminar de manera cada vez ms clara la alegra y el entusiasmo renovado del encuentro con Cristo. 3. No podemos dejar que la sal se vuelva sosa y la luz permanezca oculta (cf. Mt 5, 13-16).

Debemos descubrir de nuevo el gusto de alimentarnos con la Palabra de Dios, (cf. Jn 6, 51).

Qu tenemos que hacer para realizar las obras de Dios? (Jn 6, 28). Creer en Jesucristo es, por tanto, el camino para poder llegar de modo definitivo a la salvacin.

4. A la luz de todo esto, Ao de la fe. Comenz el 11 de octubre de 2012, en el cincuenta aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II, y terminar en la solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo, el 24 de noviembre de 2013.

Con el ao de la Fe, la Iglesia podra adquirir una exacta conciencia de su fe, para reanimarla, para purificarla, para confirmarla y para confesarla Ser una buena ocasin para introducir a todo el cuerpo eclesial en un tiempo de especial reflexin y redescubrimiento de la fe. la Iglesia, abrazando en su seno a los pecadores, es a la vez santa y siempre necesitada de purificacin, y busca sin cesar la conversin y la renovacin.En esta perspectiva, el Ao de la fe es una invitacin a una autntica y renovada conversin al Seor, nico Salvador del hombre. La fe que acta por el amor (Ga 5, 6) se convierte en un nuevo criterio de pensamiento y de accin que cambia toda la vida del hombre (cf. Rm 12, 2; Col 3, 9-10; Ef 4, 20-29; 2 Co 5, 17).

La fe, en efecto, crece cuando se vive como experiencia de un amor que se recibe y se comunica como experiencia de gracia y gozo. Como afirma san Agustn, los creyentes se fortalecen creyendo As, la fe slo crece y se fortalece creyendo; no hay otra posibilidad para poseer la certeza sobre la propia vida que abandonarse, en un in crescendo continuo, en las manos de un amor que se experimenta siempre como ms grande porque tiene su origen en Dios.

La misma profesin de fe es un acto personal y al mismo tiempo comunitario. En efecto, el primer sujeto de la fe es la Iglesia. En la fe de la comunidad cristiana cada uno recibe el bautismo, signo eficaz de la entrada en el pueblo de los creyentes para alcanzar la salvacin.

Precisamente en este horizonte, el Ao de la fe deber expresar un compromiso unnime para redescubrir y estudiar los contenidos fundamentales de la fe, sintetizados sistemtica y orgnicamente en el Catecismo de la Iglesia Catlica.

El Catecismo ofrece una memoria permanente de los diferentes modos en que la Iglesia ha meditado sobre la fe y ha progresado en la doctrina, para dar certeza a los creyentes en su vida de fe. el Catecismo de la Iglesia Catlica presenta el desarrollo de la fe hasta abordar los grandes temas de la vida cotidiana.

Sin la liturgia y los sacramentos, la profesin de fe no tendra eficacia, pues carecera de la gracia que sostiene el testimonio de los cristianos. Del mismo modo, la enseanza del Catecismo sobre la vida moral adquiere su pleno sentido cuando se pone en relacin con la fe, la liturgia y la oracin.