GT1 Ibarra Lima Reyes v Coloquio (1)

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ponencia realizada en el V Coloquio Internacional de Estudios de Varones y Masculinidades 2015

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    HOMBRES QUE DECIDEN DEJAR DE EJERCER VIOLENCIA. URUGUAY

    Ponencia presentada en el V Coloquio Internacional de Estudios de Varones y

    Masculinidades. 14-16 enero 2015, Santiago de Chile.

    Lcda. Psic. Yanela Lima1 - Lcdo. Psic. Daro Ibarra Casals2

    Lcdo. Soc. Jhonny Reyes Pealva3

    Resumen:

    Nos presentamos con la intencin de exponer el trabajo que se desarrolla desde el ao

    2012 hasta la fecha en Montevideo, con el Programa de Atencin a Hombres que Deciden

    dejar de ejercer violencia (PAHDDEV) de la Intendencia de Montevideo (IM). Este

    programa funciona desde el ao 2013 a travs de convenio entre la Secretara de la

    Mujer de la IM y la Asociacin Civil Centro de Estudios sobre Masculinidades y Gnero, y

    cont con una fase de plan piloto en el ao 2012 que tuvo apoyo de UNFPA.

    En este programa abordamos la problemtica de la violencia masculina intrafamiliar

    utilizando la metodologa del modelo CECEVIM-GENDES (Centro de Capacitacin para

    Erradicar la Violencia Intrafamiliar Masculina - Gnero y Desarrollo a.c.). Desde el

    comienzo del mismo, nos hemos encontrado con dos acontecimientos importantes:

    participar de un proceso que ayuda a detener o disminuir la violencia de los varones con

    su consecuente impacto positivo en la comunidad, y que quienes trabajamos en este

    proceso, obtengamos a la vez, valiosos aportes, tanto en la formacin terico-prctica y

    vivencial, como en la reafirmacin y la coherencia de nuestro posicionamiento como

    feminista o profeministas.

    1 Licenciada en Psicologa (UdelaR), Psicoterapeuta Familiar, Maestrando en Psicologa Clnica Orientacin Familiar Sistmica (UCUDAL), Instructora en tcnicas psicocorporales (Sistema Internacional Ro Abierto), Facilitadora del modelo CECEVIM, Especialista en Gnero y Violencia Intrafamiliar, Referente de Masculinidades y Gnero y Programa de Atencin a hombres que deciden dejar de ejercer violencia, de la Intendencia de Montevideo. 2 Licenciado en Psicologa (UdelaR), Facilitador del Modelo CECEVIM (habilitado por CECEVIM A.C./Estados Unidos y GENDES A.C./Mxico), Doctorando en Psicologa (UCES Argentina), Diplomado en Antropologa Social y Poltica (FLACSO Argentina), Posgrado en Psicoanlisis y Gnero y especialista en Masculinidades y Gnero. Correo: [email protected] 3 Facilitador del Modelo CECEVIM (habilitado por CECEVIM A.C./Estados Unidos y GENDES A.C./Mxico), Facilitador en prevencin de violencia masculina, docente y tallerista en masculinidades, referente de la Campaa Lazo Blanco en Uruguay.

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    Con el fin de comprender mejor de qu manera podemos consolidar un futuro sin

    violencia machista? compartiremos informacin y anlisis cuanti/cualitativa, del trabajo

    realizado entre junio del 2013 y junio del 2014 con 125 varones que han pasado por el

    programa. As mismo, integraremos algunas hiptesis que junto al enfoque de estudios de

    gnero y los derechos humanos, nos estn ayudando a descubrir lneas de accin, para el

    abordaje con varones, para que stos puedan cuestionar sus alianzas con los pactos

    patriarcales y dejar de ejercer violencia, tanto a sus parejas como a otras personas.

    Este servicio de atencin, est dirigido slo a varones, mayores de 18 aos, que reconocen

    su propia violencia y que aceptan recibir ayuda para dejar de ejercerla. Violencia

    emocional, verbal, econmica, sexual y fsica, son las violencias que en orden decreciente,

    manifiestan los varones en el servicio de atencin.

    Por ltimo concluimos que continuamos reafirmando que una tica de la emocin y la

    empata es necesaria para erosionar el ncleo duro de la violencia basada en gnero y

    que el trabajo constante, incisivo y grupal, permite a las personas, especialmente a los

    varones, deconstruir la cultura de violencia machista, para construir en su lugar las bases

    de relaciones equitativas cooperativas y libres de violencia de gnero.

    HOMBRES QUE DECIDEN DEJAR DE EJERCER VIOLENCIA. URUGUAY

    Introduccin

    Comenzamos presentando informacin bsica sobre el contexto en que se enmarca el

    Programa de atencin a hombres que deciden dejar de ejercer violencia, desde ahora

    PAHDDEV, de la Intendencia de Montevideo (IM), gestionado por el Centro de Estudios

    sobre Masculinidades y Gnero (CEMG), experiencia sobre la cual basamos este trabajo.

    Compartimos datos y apreciaciones sobre la experiencia de implementacin y desarrollo

    del PAHDDEV, tanto de la puesta en marcha de su plan piloto, (llevado adelante entre abril

    y diciembre del 2012), como de su primer ao de funcionamiento como poltica pblica de

    la IM (junio 2013 - junio del 2014).

    Describimos algunos aspectos destacados del modelo del Centro de Capacitacin para

    Erradicar la Violencia Intrafamiliar (CECEVIM), dado que es el modelo de abordaje

    aplicado desde el comienzo y hasta la fecha en el PAHDDEV.

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    Terminamos transcribiendo algunos comentarios de usuarios y referentes familiares del

    PAHDDEV, as como tambin, algo de lo que desde los dos equipos implicados en esta

    experiencia (IM-CEMG), identificamos como fortalezas, debilidades, lecciones aprendidas

    y desafos para el futuro.

    El problema de la Violencia Domstica en el Uruguay de hoy

    ltimas cifras oficiales en Uruguay sobre Violencia Domstica (2014)

    En Uruguay, un 68,8% de las mujeres de 15 aos o ms han vivido situaciones de

    Violencia Basada en Gnero en algn mbito a lo largo de toda su vida. Este dato se

    desprende de la Primera Encuesta Nacional de Prevalencia sobre Violencia Basada en

    Gnero y Generaciones (1). Esta encuesta detalla que de ese 68.8%, las mujeres de 15

    aos o ms que tienen o han tenido pareja y vivieron situaciones de VBG en los ltimos 12

    meses y a lo largo de toda su vida, es de 45.4% . Por si fuera poco una mujer falleci cada

    15 das vctima de violencia domstica en los ltimos 12 meses, segn cifras oficiales

    divulgadas el 25/11/2014 por el Ministerio del Interior. La Polica recibi 77 denuncias

    diarias en 10 meses, 12% ms que en el ao anterior. Entre noviembre de 2013 y octubre

    de 2014, fueron asesinadas 49 mujeres en todo el pas (dos menos que en el mismo

    perodo 2012-2013). De esa cifra, 24 mujeres hallaron la muerte por causas atribuidas a

    violencia domstica, segn los datos difundidos por el Observatorio de Violencia y

    Criminalidad del Ministerio del Interior. En el mismo perodo, se produjeron 15 intentos

    de asesinato de mujeres por violencia domstica. Por lo tanto, si sumamos las tentativas y

    los homicidios consumados, podemos decir que cada 9 das se asesin o se intent

    asesinar a una mujer por Violencia Domstica. En el 29% de los homicidios el atacante fue

    un varn pareja o expareja de la vctima (en 2013 fue el 49%) y el 22%, otro familiar. En

    uno de cada cinco casos, haba habido denuncias previas contra el agresor. En los primeros

    10 meses de este ao 2014, se recibieron en total 23.326 denuncias sobre Violencia

    Domstica. Esta cifra implica un incremento del 12% respecto del ao 2013, cuando hubo

    20.845. Los datos muestran un incremento sucesivo de casos desde que se registran

    estadsticas.

    Marco Normativo

    En Uruguay desde el 9 de julio del 2002, contamos con la Ley N 17.514, Ley para

    prevenir, detectar tempranamente, atender y erradicar la Violencia Domstica. Esta ley

    define la violencia domstica como () toda accin u omisin, directa o indirecta, que por

    cualquier medio menoscabe, limitando ilegtimamente el libre ejercicio o goce de los

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    derechos humanos de una persona, causada por otra con la cual tenga o haya tenido una

    relacin de noviazgo o con la cual tenga o haya tenido una relacin afectiva basada en la

    cohabitacin y originada por parentesco, por matrimonio o por unin de hecho (art. 2,

    Ley 17.514).

    La Intendencia de Montevideo en la lucha contra la violencia hacia las mujeres

    La ciudad de Montevideo es la capital de Uruguay y concentra el 50% de la poblacin del

    pas, por ello su importancia a la hora de enfrentar el fenmeno de la erradicacin de la

    violencia.

    La Intendencia de Montevideo desarrolla numerosas polticas de gnero, destacndose

    entre ellas, las relacionadas con la lucha contra la violencia hacia las mujeres y las que

    incluyen la perspectiva de los varones y de los estudios de masculinidades. Estas polticas,

    se han enmarcados en su mayora, en planes de igualdad de alcance departamental y

    municipal, pero que por ser muchas de ellas, pioneras, han sido en ocasiones, tomadas

    como referentes a nivel nacional. La lnea Masculinidades y Gnero, empieza a afianzarse a

    partir del 2do. PIOD (2Plan de Igualdad de oportunidades y derechos entre varones y

    mujeres - 2007-2013), y se profundiza en el 3er. Plan de igualdad de gnero

    Montevideo avanza en derechos, sin discriminaciones-2014-2017), el cual tiene como uno

    de sus lineamientos estratgicos el de una Montevideo libre de violencia basada en

    gnero (2)

    La Secretara de la Mujer (SM), actualmente servicio rector de las polticas de gnero de la

    IM, viene entonces, cumpliendo un papel importante en la lucha contra la violencia hacia

    las mujeres. Desde all se trabaja con la premisa de que la Violencia Contra las Mujeres

    (VCM) es todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o

    pueda tener como resultado un dao fsico, sexual o psicolgico para las mujeres, as como

    las amenazas de tales actos, la coaccin o la privacin de la libertad, ya sea que se

    produzca en el mbito pblico o privado. Esta violacin a los derechos humanos de las

    mujeres puede expresarse en: la familia (violencia domstica), el trabajo (acoso sexual

    laboral), la comunidad (violencia social, agresiones sexuales, acoso callejero, trata de

    mujeres y nias, entre otras), en el Estado (violencia institucional, mediante sus agentes,

    por omisin o mediante la poltica pblica), entre otros mbitos4. La VCM es una forma de

    4 (1) Primera encuesta nacional de prevalencia sobre violencia basada en gnero y generaciones, Furtado, M., Pieri , D. y otros - CNCLVD, noviembre 2014

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    discriminacin y violacin de los derechos humanos y las libertades fundamentales de las

    mujeres y tiene sus races en la desigualdad histrica de las relaciones sociales de

    dominacin masculina y subordinacin femenina; en la construccin de identidades de

    gnero desiguales; en la divisin sexual del trabajo y en la persistencia de relaciones

    patriarcales en la esfera familiar. Transformar las normas culturales y mandatos que

    sostienen la violencia no es tarea sencilla, y requiere del esfuerzo de mltiples actores.

    Por ello desde 1991 la IM, desde la SM, transversaliza la perspectiva de gnero en el

    diseo, implementacin y evaluacin de las polticas departamentales y municipales.

    Muchas de estas polticas, estn dirigidas a prevenir, atender y erradicar la violencia

    domstica. As, es que desde hace 20 aos, Montevideo cuenta con servicios dirigidos a

    mujeres en situacin de violencia domstica. El primero en implementares fue el servicio

    telefnico 08004141, apoyo - mujer, actualmente de alcance nacional. Luego

    comenzaron a instalarse Comunas Mujer, en los diferentes barrios de la ciudad, donde se

    promueve la participacin social y poltica de las mujeres y se brinda atencin psicosocial

    y asesoramiento jurdico a mujeres en situacin de violencia domstica. Actualmente son

    once las Comunas Mujer que brindan estos servicios en todo Montevideo. Para

    profundizar y complementar estas polticas, en el 2013 se sum a estos servicios, el

    PAHDDEV, luego de la experiencia piloto del ao 2012 y de la conformacin de una mesa

    de trabajo sobre masculinidades y gnero, en el 2011.

    Adems la SM integra y preside desde el 2009 la Comisin Departamental de Lucha

    Contra la Violencia Domstica de Montevideo, la cual nuclea representantes de los

    diferentes actores pblicos, y ciudadana involucrados en esta temtica.

    (2) 3er Plan de Igualdad de Gnero. Montevideo avanza en derechos, sin discriminaciones, 2014-2017 (3 ) Resumen ejecutivo -Informe de consultora Polticas pblicas, masculinidades y gnero: la experiencia de la Intendencia de Montevideo, Uruguay, Cecilia Rocha Carpiuc, Noviembre, 2014

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    El PAHDDEV: primer servicio pblico y gratuito de abordaje grupal, en dar

    cumplimiento a la Ley Nacional de Violencia Domstica, en lo relacionado a brindar

    rehabilitacin y reinsercin social a perpetradores de VD

    Antecedentes y Marco institucional

    La planificacin estratgica 2011-2016 de la SM, incluy una lnea de intervencin

    dirigida a varones, con el fin de generar una experiencia piloto con esta poblacin, que

    permitiera investigar si realmente sera posible y eficaz, ampliar los servicios que hasta el

    momento se dirigan solo a mujeres en situacin de violencia, para atender tambin, a la

    otra parte del problema: los varones perpetradores de esas violencias. Se contaba ya con

    un antecedente del 1er Plan de Igualdad de Oportunidades y Derechos para la Ciudad de

    Montevideo 2002- 2005, el cual permiti desarrollar una lnea experimental de trabajo

    con esta poblacin. Fue un servicio con similares objetivos, pero de abordaje individual

    que funcion entre los aos 2000 y 2007 en una zona de Montevideo en el marco del

    Programa Comuna Mujer de esa zona.

    En 2011 el CEMG, para entonces nica entidad en Uruguay formada en el modelo CECEVIM

    y certificada por su creador Antonio Ramrez, para replicar este modelo en nuestro pas,

    presenta a la SM el proyecto del plan piloto, de lo que luego se convertira en el PAHDDEV.

    En el 2012, luego de estudiarse la viabilidad de implementar esta propuesta a travs de la

    IM, se instrumenta el plan piloto que es co-gestionado entre la IM y el CEMG, y cuenta

    con el apoyo de UNFPA.

    Este piloto permiti comprobar que:

    - era viable brindar un servicio dirigido a estos varones, desde un mbito pblico;

    - tanto desde quienes estn involucrados/as en el tema, la opinin pblica, los medios de

    comunicacin como desde la poblacin en general, hay cada vez ms inters y aprobacin

    para la apertura de este tipo de servicios;

    - la demanda de varones interesados en participar de programas para dejar de ejercer

    violencia comienza a aumentar en forma considerable.

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    Como resultado de la evaluacin positiva del mismo, en mayo del 2013 se instala como

    un programa de la IM con presupuesto propio, y gestionado por el CEMG, Asociacin Civil

    que por llamado pblico, resultara adjudicataria.

    Desde entonces, el CEMG, provee el equipo tcnico a cargo del programa que realiza

    informes de monitoreo, y de procesos individuales en los casos de usuarios judicializados,

    recepciona las llamadas de los interesados, lleva adelante las entrevistas de ingreso y las

    sesiones grupales. Por su parte la SM proporciona el equipo tcnico que realiza el

    seguimiento del programa, la supervisin y evaluacin, as como tambin realiza tareas de

    seguimiento a referentes familiares y de apoyo a la articulacin y coordinacin con

    derivantes, como por ejemplo, los juzgados de familia especializados en VD.

    Objetivos

    Este programa se crea con el objetivo de fortalecer y complementar las polticas de

    prevencin, atencin y erradicacin de la violencia domstica, enmarcadas en el

    Programa por una Ciudad Habitable y Segura, libre de Violencia de Gnero, de la SM.

    Permite a la poblacin montevideana beneficiarse con un servicio de carcter pblico y

    gratuito, confiable y eficiente, especializado en el abordaje de la VD que ejercen los

    varones, que integre enfoque de gnero y de derechos humanos y funcione

    semanalmente en forma ininterrumpida. Busca que los usuarios puedan identificar sus

    actos de violencia como una vulneracin de los derechos de otras personas, y comiencen a

    generar cambios en estos comportamientos para revertirlos.

    Requisitos de ingreso

    Ser varn

    Tener ms de 18 aos

    Querer ingresar al grupo voluntariamente (aunque lo haya derivado un/a juez/a),

    Reconocer que se tiene un problema de violencia intrafamiliar

    Querer asistir a un programa de asistencia para dejar el alcohol y las drogas (en

    caso de que hubiese abuso o dependencia de estas sustancias)

    No tener (en el hogar) armas de fuego o algn otro tipo de armas como navajas,

    cuchillos, machetes, etc, durante la asistencia al programa

    Vivir en Montevideo

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    En caso de que el usuario tuviera medidas cautelares con dispositivo electrnico

    (tobilleras), tendr que finalizar primero con el perodo de posesin de dicho dispositivo

    durante el cual recibe atencin del servicio del Departamento de Violencia Basada en

    Gnero (Ministerio de Desarrollo Social, MIDES), con el cual se realizan articulaciones con

    el fin de complementar la atencin de estos usuarios

    Recepcin de interesados en ingresar al programa

    Los interesados en ingresar al programa se contactan telefnicamente con el equipo que

    brinda la atencin, accediendo as una entrevista inicial, luego de la cual pueden comenzar

    a asistir a las sesiones grupales.

    Entre junio del 2013 y mayo del 2014 hemos atendido 125 usuarios del programa

    Hombres que deciden dejar de ejercer violencia, de la Intendencia de Montevideo,

    realizando adems 68 entrevistas iniciales a varones interesados en el programa que no

    asistieron a ninguna sesin grupal.

    Usuarios 96

    Hombres Entrevistados sin

    Utilizar el Servicio 29

    TOTAL 125

    Del cuadro anterior, hay 15 usuarios que terminaron las 24 sesiones.

    Nmero de sesiones Cantidad de usuarios

    De 1 a 6 sesiones. 58

    De 7 a 12 sesiones. 15

    De 13 a 18 sesiones. 3

    De 19 a 23 sesiones. 5

    24 sesiones 15

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    Hemos recibido un importante nmero de usuarios varones judicializados que asistieron

    al programa por sugerencia del juez, lo cual ha requerido de un anlisis de datos

    diferencindolos de aquellos que asistieron por voluntad propia.

    Metodologa aplicada

    Como decamos antes, estamos aplicando el Modelo CECEVIM (Centro de Capacitacin

    para la Erradicacin de la Violencia Intrafamiliar masculina). El CECEVIM es una

    organizacin de capacitacin y asesora creada en San Francisco, California, que ha

    elaborado un modelo de atencin para hombres latinos que ejercen violencia hacia sus

    parejas y quieren dejar de hacerlo. El modelo fue creado por Antonio Ramrez Hernndez

    (Doctor en Psicologa Clnica) a comienzos de los aos noventa. Ms tarde pas a llamarse

    modelo CECEVIM GENDES, por haber sido desarrollado en acuerdo con la asociacin civil

    GENDES de Ciudad de Mxico, a partir del ao 2007 hasta la fecha.

    El objetivo general de este modelo comprende el poder analizar y entender, el proceso

    violento y el uso del control y el dominio por parte de los varones, para resolver la tensin

    y friccin de las situaciones vividas cotidianamente, as como tambin, reconocer el papel

    que juega la cultura patriarcal en apoyar y reforzar la violencia en las relaciones entre

    hombres y mujeres, en especial en las relaciones de pareja. Propone adems, formas de

    ayudar a los varones a confrontar sus propias violencias y a ser autosuficiente a la hora de

    trabajarlas.

    Para el PAHDDEV, decidimos mantener la terminologa hombre, utilizada por el

    modelo original, pues creemos que a los propios varones les resulta ms amigable y

    cercana esta palabra, aunque fuera del programa decidimos emplear el trmino varones,

    ya que es la categora utilizada actualmente en los estudios de gnero y de

    masculinidades.

    Los objetivos especficos postulados por el CECEVIM son los siguientes:

    Aprender a identificar la tensin y friccin de las situaciones que pueden llevar a

    los hombres que asisten a cometer violencia.

    Aprender a definir los espacios fsicos e intelectual de cada hombre y comprender

    como definen los espacios social y cultural en el proceso violento.

    Identificar las fases del proceso violento.

    Definir los diferentes tipos de violencia: emocional, verbal, econmica, fsica y

    sexual.

    Poner en prctica el retiro para dejar de ser violento.

    Los fundamentos tericos del modelo son:

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    La perspectiva ecolgica;

    el enfoque de gnero;

    y el abordaje espiritual.

    La Perspectiva ecolgica:

    Como expresa Antonio Ramrez, Para trabajar con hombres hay que conocer los

    imperativos masculinos en nuestra cultura y cmo impactan stos en cada integrante del

    grupo. Para poder explicar la subjetividad, CECEVIM propone un marco terico en que el

    ser humano participa en el medio ambiente por medio de reguladores ecolgicos. Los

    reguladores ecolgicos son cinco, (tres son internos y dos son externos). Los internos son

    el espacio emocional, el espacio intelectual y el espacio fsico. Los externos son el espacio

    social y el cultural.. (Violencia Masculina en el Hogar, A. Ramrez Hernndez, artculo

    para revista El Cotidiano, UNAM, 2002). Trabajar con hombres desde una perspectiva

    ecolgica es una herramienta de gran utilidad para reconocer los medios a travs de los

    cuales cada uno de ellos puede cambiar los aspectos medioambientales que lo perjudican,

    y crear un medioambiente adecuado para l y para quienes lo rodean. Segn la perspectiva

    ecolgica cada organismo tiene la necesidad de buscar los niveles ms cmodos de

    relacionamiento interpersonal para sobrevivir, por medio de sus reguladores ecolgicos.

    Para ayudar a personas interesadas en dejar de ejercer violencia, es indispensable

    fomentar el uso de sus reguladores ecolgicos. De esta forma se crea una autogestin de

    cambio y se genera la responsabilidad ante la propia violencia, en lugar de justificarla con

    lo que sucede a nuestro alrededor. A su vez, se consigue empoderar a los usuarios, para

    que sean multiplicadores del cambio, y visualicen las repercusiones de sus acciones en las

    dems personas.

    El enfoque de gnero

    Cuando se aborda el trabajo de las violencias que ejercen los varones no se puede trabajar

    sin la perspectiva de gnero. Este abordaje busca confrontar las relaciones de poder,

    control y dominio que establecen los varones, fomentando la igualdad de gnero, la

    igualdad de derechos y oportunidades, de todos los hombres, todas las mujeres, nias,

    nios y adolescentes. En este sentido, el modelo proporciona herramientas para revisar y

    cambiar los pactos patriarcales que ensearon a los hombres a creer que son superiores a

    sus parejas y a usar la violencia para imponer esa superioridad. Al entender que estos

    pactos se han filtrado en nuestras vidas como mandatos sociales y culturales, los usuarios

    aprenden a modificarlos. El modelo posibilita reconstruir relaciones ntimas, cooperativas,

    igualitarias, equitativas, justas y democrticas en sus hogares, desde la tica del cuidado.

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    Desde otros abordajes se entiende que el cuestionamiento a los comportamientos

    machistas se realiza en los niveles macro y micro estructurales. A nivel micro afectando la

    justificacin, minimizacin y alianza con los micromachismos, a nivel macro generando

    una cultura de la cooperacin, centrada en lo emocional a la hora de comunicarse, y

    tambin posibilitando, a nivel meso-social, un espacio en el que quienes lo deseen, pueden

    encontrarse con otros que refuercen esta nueva cultura igualitaria, en contraste con la

    estructura patriarcal que nos rodea.

    El abordaje espiritual

    El hecho de reconocer los impactos de las violencias propias, genera una crisis existencial,

    por lo cual, es todo un tema pensar que los participantes van a superar esta crisis pues

    esto requiere que pongan en prctica sus propios recursos. En este sentido, el espacio

    espiritual se entiende como un recurso interno que permite conectarnos ms all de lo

    individual, con un sentido ms amplio de integracin y unidad con otras dimensiones. Este

    sentido de conexin puede ser variables de acuerdo a las creencias e ideologas de las

    personas, pudiendo ir desde el apenas reconocimiento e integracin de los distintos

    planos del propio ser, hasta la vivencia de unidad con la humanidad, el planeta, el cosmos,

    o incluso llegar a considerar la conexin con entidades superiores . El desarrollo de este

    espacio, nos ayuda a salir de crisis o situaciones de desequilibrio, sin necesitar para esto

    tener ninguna creencia o prctica religiosa. Se trata simplemente , de una tica que nos

    permite autogenerarnos estados internos de bienestar, equilibrio emocional, seguridad y

    paz interior. Es un espacio que cada persona define como desee. La idea es que no sea

    impuesto a las dems personas si no que proporcione a cada quien las herramientas para

    mantenerse en equilibrio, desarrollando la capacidad de empata e intimidad en las

    relaciones interpersonales, y en el caso de los varones, ayuda a deconstruir modelos

    identificatorios de las masculinidades hegemnicas.

    Impactos de las violencias ejercidas segn los propios usuarios

    Los varones que transitaron por el programa, durante el testimonio semanal en el proceso

    grupal, auto-analizaron los impactos de sus violencias ejercidas. En el modelo de trabajo

    aplicado, se muestran a los usuarios, de diferentes maneras, como el ejercicio de la

    violencia es una decisin que adoptan algunos varones al ubicarse en una posicin de

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    poder y superioridad sobre otras personas, especialmente mujeres, y se ayuda a que

    puedan identificar los impactos que esto genera.

    Impactos sobre la pareja. Con los usuarios se trabaja el hecho de que las mujeres

    siempre sufren daos permanentes, sean emocionales y/o fsicos. Algunos daos

    emocionales son: depresin, ansiedad, angustia, estrs, baja autoestima, insomnio y

    trastornos en la alimentacin. Algunos ejemplos de daos fsicos son: moretones, prdida

    de audicin, vista, fracturas, movimientos limitados, desgarros, prdida de embarazos,

    pudiendo llegar a la muerte misma de la pareja. Aunque luego se lleve a cabo la

    reconciliacin entre l y su pareja, la violencia siempre deja secuelas, sobre todo aquella

    violencia que se sostiene en el tiempo.

    Impactos sobre hijas, hijos y otros integrantes de la familia. stas/os siempre

    sufren las consecuencias nocivas de la violencia masculina, la reciben directamente sobre

    ellas/os mismas/os o la recibe su mam en su presencia o en su ausencia. Algunos

    ejemplos de impactos analizados en grupo son:

    el trauma psicolgico de el/la nio/a de ser violentado/a emocional o

    fsicamente,

    el dolor y el trauma psquico de ver a su madre sufriendo, lastimada o

    muerta en manos de su padre,

    problemas de aprendizaje en la escuela,

    ejercicio de violencia de los hijos e hijas hacia compaeros/as en la escuela,

    el aprendizaje de que la violencia para nias y nios como una forma de

    comunicacin natural, entre personas que supuestamente se quieren.

    Impactos sobre s mismo. Los varones han visto por s mismos, con ayuda del

    grupo y los facilitadores que la violencia los deja solos, genera miedo en la pareja e

    hijas/os, en ocasiones les quita libertad, trabajo, reputacin en la comunidad, dificultades

    para ver a sus hijos/as, y en ocasiones prdidas de sus propias vidas.

    Impactos sobre la comunidad. Estos impactos son ms difciles de visualizar por

    los usuarios, por lo que hacemos nfasis en este aspecto para que tambin se tenga en

    cuenta. En este sentido usamos la metfora de la gota de agua en el estanque. Un acto de

    violencia masculina intrafamiliar no slo tiene efectos sobre la pareja y los/as hijos/as,

    sino que tiene efectos nocivos sobre los/as compaeros/as y amigos/as de los hijos/as,

    los/as compaeros/as de trabajo, jefes/as, empleados/as, familia de origen, pacientes y

    clientes de la pareja, vecinos/as, etc. Por otra parte, insistimos en que para prevenir,

    combatir y atender las consecuencias de las violencias que ejercen los varones, la

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    sociedad debe invertir en recursos pblicos y privados (de salud y otros), que podran ser

    utilizados con otros fines (por ejemplo en investigaciones sobre tratamientos de

    enfermedades mortales y asistencia a personas que padezcan esas enfermedades). A este

    nivel trabajamos el tema de los impactos de las violencias.

    Derivaciones, seguimientos, relacin con la justicia.

    Las derivaciones al servicio se realizan a travs de diferentes medios:

    - servicios que atienden a mujeres en situacin de violencia (Ej: Comunas Mujer y

    policlnicas de la IM, centros de salud u otros equipos que trabajan en VD y otros),

    - derivaciones de otras instituciones que conocen el programa,

    - oficios de juzgados de familia especializados en violencia domstica,

    - coordinaciones con el Ministerio de Desarrollo Social y/o el Ministerio del Interior.

    Tambin llegan algunos usuarios por voluntad propio o de alguien cercano (familiar o

    amigo/a), que se enteran del programa por la difusin que el mismo tiene o por

    recomendacin de alguien que escuch hablar de su existencia.

    El seguimiento de los participantes se lleva a cabo por parte de los facilitadores en su

    contacto semanal de los mismo, pero tambin requiere la complementariedad del

    seguimiento a las parejas (o ex parejas, u otras personas que convivan con el participante)

    en la sesin 8, 16 y 24.

    24 sesiones es el nmero mnimo de sesiones al cual los usuarios deben asistir, para que

    pueda darse el desarrollo de un cambio positivo. Asistir al programa, no se considera una

    medida compensatoria o atenuante a las medidas judiciales que dictan las autoridades

    competentes, sino que es simplemente un mecanismo de re-educacin comunitario.

  • 14

    Lo concreto del problema de la violencia: testimonios de usuarios y familiares

    Usuarios

    Sesin 3. Bueno, yo hace poco estoy yendo, esta es la tercera sesin que participo y la

    verdad me siento en cuando estoy en la sesin y cuando termina, siento una muy buena

    sensacin, como en cada una de ellas, es algo que pocas veces sent, ms aliviado y como

    que tambin me sacara un peso de arriba. Siento que he cambiado en mi mismo, tambin

    hacia mi familia, amigos y la gente en la calle. Tambin lo pienso antes de actuar con

    violencia hacia cualquier persona, amigos o hijos. En estos ltimos das soy otra persona

    gracias al apoyo que tengo de los dos conductores y compaeros del grupo. Gracias.

    Sesin 3. A saber identificar los derechos, espacios de los dems y saber cuando estoy

    por entrar en zona de riesgo y controlarme o retirarme, a no imponer mi pensamiento a

    los dems. La reunin de grupo me hizo ver todas estas cosas y me est enseando mucho

    con los testimonios de los compaeros. Si veo positivo este programa entre sesiones pude

    ver mi violencia y aprender en cada sesin cosas positivas para mi vida personal de futuro.

    Fui alcohlico y fumador y por s solo pude salir, vena trabajando sobre mi carcter hace

    aos y estoy seguro que este programa me va a ayudar mucho. Gracias. Todo esto est en

    mi mente.

    Sesin 8. Sinceramente no entiendo para qu sirve este programa. Tampoco me siento

    distinto, trato de darme el tiempo y poner ganas, ya que de eso se trata. El bienestar de mi

    familia y el mo propio. Vengo porque tengo ganas de cambiar. Por ejemplo, aprend a no

    coludirme porque lo haca permanentemente. Estoy aprendiendo a mejorar y controlar mi

    violencia hacia todos los que me rodean. Tanto personas como espacios fsicos, de hecho

    mi ltimo episodio de violencia fue el 31/07/2013, contra mi actual pareja. Fui violento

  • 15

    fsico, psicolgico y emocional, despus de asistir a clases. El 5/08/2013 de ah en

    adelante creo no haber cometido violencia de ningn tipo. Antes lo haca contra mis

    empleados emocionalmente. Mi familia y mi pareja tambin fsicamente. Antes en realidad

    de sentirme slo y darme cuenta de la violencia y no respeto que decir toda la decisin de

    buscar ayuda de hacerlo. Estoy super agradecido y conformar con el programa, gracias con

    todo y a todos.

    Sesin 10. Estoy cambiando a medida de que pasen las clases y de hecho me estn

    ayudando mucho, me falta mucho por cambiar. Yo me consideraba que yo lo poda todo y

    que sin mi pareja no era nadie, todava tengo mucho ms por cambiar. El grupo me ha

    ayudado mucho, he cambiado mi forma de pensar a tomarme las cosas de otra manera. Si a

    relacionarme de otra manera con la gente. Me doy cuenta y hay otra persona que tambin

    estn pasando por los mismos problemas que tengo yo. Tambin me doy cuenta y he

    cambiado en la manera de hablar con la gente, hacer un poco ms abierto y a pedir las

    cosas con actitud ms amigable.

    Referentes familiares

    Sesin 14. Si he cambiado el 90 % y si me sirve lo que me ensean en el grupo. Tengo

    algo.Actitudes de meses de pecar de otras maneras. Con el pensamiento trato de

    contener mis pensamientos hacia otras personas.

    Sesin 3 (39 aos): el cambio que he notado es la forma en que me dirijo a las personas

    que a diario trato.

    Sesin 4 (24 aos): hasta el momento desde que asisto a los grupos de la I.M.M. no

    he ejercido violencia fsica, que es lo que masme preocupa tengo unas cualidadesbastant

    es difciles de cambiar pero las voy a irsuperando de a poco.

  • 16

    Sesin 6 (27 aos): Yo comet violencia fisca con mi pareja, me ayud a darme cuenta que

    me pongo en riesgo fatal y lo que debo de hacer antes de cometer violencia.

    Sesin 8 (49 aos): el grupo me ayud a entender el grado de violencia que cometa,

    sin saber que se trataba de violencia econmica y sexual.

    Sesin 10 (39 aos): cambi actitudes como no gritar, no mandar ni dominar. Tengo

    pensamientos positivos y no desconfo ni pido detalles de las acciones de

    mi pareja, ni tengo beneficios para uso propio.

    Sesin 12. El est mucho mejor a lo que estaba antes. No est agresivo, habla mejor, no

    est tan bruto como era antes. Nosotros tenemos 5 hijos y se lleva bien. Yo estoy sola, el

    vive con la mam y no estamos como pareja pero estamos mantenindonos ah para luchar

    juntos para sacar a los gurises adelante.

    Sesin 18 (55 aos): ahora pienso antes de actuar y no ejercer ninguna clase de violencia.

    Lamentablemente no haber sabido que existan estos grupos de apoyo.

    Sesin 23 (39 aos): me parece que es positivo a partir de empezar a concurrir, uso

    mucho el retiro y los acuerdos. Uno decide responder a la violencia o no.

    Sesin 13. Yo lo veo bastante cambiado, en tres meses ha estado bastante bien, dio un

    giro de 360 grados. Antes pasbamos discutiendo, nada le pareca bien y discutamos todo

    el tiempo, as como que a m no me daban ganas de llegar a casa y compartir un mate con

    l y todo le pareca mal a l y rezongaba a nuestro hijo. Ahora todo eso ha ido cambiando,

    no me insulta ms, con el nio ha cambiado mucho. El grupo le ha hecho bien.

  • 17

    Sesin 16. Yo lo veo mejor sinceramente, en el sentido de que antes l decida que era lo

    que se compraba y que no y ahora eso mejoro muchsimo. l ahora me da la plata y yo

    gasto lo que quiero. l y yo discutamos pero nunca nos peleamos, solo discutamos. El

    siempre fue buen padre y nunca se enoj con los hijos, l es un excelente padre.

    Sesin 17. Mi hermano est ms tranquilo, est ms dcil, yo no lo veo muy seguido. La

    terapia le est haciendo bien. El no era violento era muy impulsivo, no es violento. Yo lo

    veo menos impulsivo, ahora como que piensa las cosas antes de hacerlas. Yo lo veo de

    pasada pero lo he visto ms centrado en sus actitudes.

    Sesin 20a. Lo veo mucho mejor, veo que est mucho ms tranquilo. Yo creo igual que l

    no tena esa necesidad de ir a los grupos. Yo me llevo bien con mi pap, no s, creo que

    cada vez que se enoja se pone mal pero no creo que sea violento.

    Algunas fortalezas y debilidades identificadas durante el desarrollo de esta

    experiencia

    Debilidades

    1. Este modelo de intervencin, al ser un modelo confrontativo, tiene un porcentaje

    importante de deserciones .

    2. La duracin de las sesiones grupales en ocasiones resulta escasa, lo cual implica,

    trabajar de forma concreta, sin poder detenerse cada participante en detalles o

    exposiciones extensas, sobre todo cuando el nmero de participantes exede el mximo

    recomendado. Muchos usuarios asisten al grupo, pensando que van a poder monopolizar

    la palabra y explayarse en el relato de sus problemas personales, vale decir, creen que

    vienen a hacer lo mismo que estn acostumbrados a hacer todo el tiempo, y se encuentran

    con un lmite que los frustra. Creemos que este tipo de frustracin puede relacionarse con

    muchas de las deserciones.

    3. Algunos conceptos del modelo CECEVIM, pueden resultar, para algunos

    participantes, complejos de comprender y/o de aplicar a la vida cotidiana, sea porque

  • 18

    implican cierto grado de abstraccin y stos no tienen esa prctica o por haber sido

    concebidos para la realidad de los varones de otras culturas latinas, pero no haberse

    estandarizados para la cultura uruguaya.

    4. Algunos de los varones judicializados reconocen sus violencias, pero muchos no, lo

    cual implica hacer entrevistas iniciales a muchos que luego no ingresan al programa y a

    otros que s comienzan pero sin reconocer que ejercen violencia, lo cual hace que luego de

    un tiempo, haya que solicitarles que dejen de asistir, hasta que puedan reconocer si

    ejercen violencia.

    Fortalezas

    1. Se ha logrado que:

    a. en la mayora de las sesiones grupales todos los participantes del grupo trabajen

    sus propias violencias, puedan aprender y aplicar a las situaciones, la mayora de los

    conceptos del modelo CECEVIM.

    b. todos los usuarios que asisten a 12 sesiones o ms, puedan hacer su testimonio y

    en ocasiones, en ms de una oportunidad

    2. El hecho de haber dos facilitadores varones permanentemente, genera un

    ambiente de confianza para los participantes.

    3. Aunque algunos participantes no completan las 24 sesiones mnimas, creemos que

    muchos de ellos, pueden aplicar muchas herramientas del modelo para dejar la violencia

    en ciertas situaciones concretas Esto surge a partir de seguimientos aislados telefnicos y

    personalizados a usuarios que abandonaron el programa antes de la sesin N 10.

    4. La decisin de no grabar ni filmar las sesiones, ni permitir observadores/as,

    refuerza la confidencialidad de las mismas, aportando ms concentracin al proceso.

    5. El trabajo coordinado e interdisciplinario de los dos equipos que trabajan con

    este programa (el CEMG integrado por un socilogo y un psiclogo y el de SM, integrado

    por una psicloga, un abogado y una asistente social) adems de permitir el desarrollo del

    trabajo en el cumplimiento de sus metas y objetivos, facilita adems del intercambio y

    aprendizajes constantes, la resolucin de situaciones inesperadas y casos difciles, as

    como tambin situaciones particulares que se presentan, por ejemplo con los casos

    judicializado.

    6. Los lineamientos del Modelo CECEVIM y la aplicacin rigurosa y sistematizada ,

    permite abordar de forma concreta los procesos violentos de cada participante.

  • 19

    7. Se est logrando una coordinacin funcional y cordial, con otros servicios que

    intervienen en VD, como el servicio de Tobilleras de INMUJERES y los juzgados.

    Apuntes para el trabajo con varones que deciden dejar la violencia

    A la luz de esta experiencia, quisiramos compartir dos reflexiones que podran ser de

    utilidad para el abordaje grupal con varones que ejercen violencia.

    - La primera se relaciona con los usuarios que logran adheriste al programa: Creemos que

    cada varn que aprende a manejar sus violencias, pasa de estar del lado del problema a

    transformarse en parte de la solucin, ya que puede ser multiplicador de lo aprendido,

    adems de ser cada proceso un apoyo ms para muchas mujeres, familias y para la

    sociedad en su conjunto. En este sentido, el trabajo con varones tiene un efecto

    multiplicador en red, de manera rpida y eficaz..

    - La segunda reflexin tiene que ver con la importancia que le damos al trabajo personal

    interno que cada facilitador/a, creemos debe hacer con sus propias violencias.

    Quienes facilitamos o somos referentes de este tipo de programas, debemos tener un alto

    nivel de compromiso con el trabajo por la paz y la equidad de gnero y debemos tener una

    actitud autocrtica y proactiva que nos permita trabajarnos internamente en los mismos

    temas y aspectos en que pretendemos ayudar a los varones que asisten en busca de

    ayuda para renunciar a la violencia. Especialmente los varones debemos evitar que:

    1. Justifiquemos nuestras violencias,

    2. Minimicemos nuestras violencias,

    3. Culpemos a las dems personas de nuestras violencias,

    4. Busquemos coludirnos. Colusin es un concepto que significa buscar que los dems

    hombres apoyen nuestras violencias o apoyar las violencias de otro(s).

    Buscamos ser parte del cambio que queremos en el mundo, trabajando nuestras

    violencias como tcnicos en el tema, tanto a nivel de relacionamiento personal como a

    nivel grupal. Para ello, podemos generar espacios grupales donde, bajo el mismo modelo,

    nos ubiquemos como participantes y trabajemos los mismos aspectos que trabajan los

    usuarios en las sesiones grupales, utilizando las mismas herramientas. Tambin contamos

    con el apoyo de la supervisin externa del equipo de GENDES Mxico, que ayuda a cuidar

  • 20

    el trabajo grupal y cuidarnos, con la intencin de generar una tica de trabajo coherente

    con nuestros valores profeministas.

    Creemos que es fundamental, esto del trabajo con el self de quienes facilitamos grupos de

    varones, utilizando en forma vivencial, las mismas herramientas utilizadas con los

    usuarios, pues desde nuestro punto de vista, en el contexto del sistema patriarcal, no

    existen varones que no ejerzan al menos mnimamente, algn tipo de violencia. Estamos

    inmersos en una estructura que posiciona a los varones en lugares de privilegio,

    habilitndolos en mltiples ocasiones para el ejercicio de la violencia. Por ello es

    fundamental ofrecer tanto a usuarios como a facilitadores, la posibilidad de experimentar,

    una forma diferente de comunicacin, entre varones, y entre varones y mujeres, que

    implique renunciar a la competencia y a la violencia, y en su lugar elegir una modalidad de

    apertura del espacio emocional, desde donde se pueda vivenciar el beneficio de dar y

    recibir cuidados y apoyos. Las sesiones grupales semanales, son para los usuarios, una

    oportunidad para generar ese micro-clima, por ello, sera imprescindible que quienes

    facilitamos este trabajo, tambin pudiramos contar con espacios similares, al menos

    mensuales.

    Por otro lado, reconocemos la necesidad de proporcionar a usuarios de este tipo de

    programas, un seguimiento prolongado en el tiempo, al menos durante el ao siguiente a

    la participacin en el programa. Esto es fundamental para evaluar los impactos en la

    comunidad, la eficacia del trabajo, el sostenimiento de los logros en el tiempo y la

    prevencin de recadas en las conductas de violencia..

    Por otro lado deseamos reflexionar tambin, sobre un punto neurlgico en los abordajes

    que buscan socavar las bases de la misoginia, el sistema heteronormativo, la homo-lesbo-

    trans-fobia, el sexismo, la cultura de la violacin y la violencia hacia toda corporalidad

    alejada de la masculinidad hegemnica, pero temen o rechazan la idea de incluir un

    abordaje desde lo emocional, y/o espiritual, por considerarlo poco cientfico , blando o

    new age . Nos referimos al aspecto emocional de los varones como lugar en el que el

    patriarcado no ha permeado de forma tan elocuente. Este es un aspecto denostado en

    diferentes abordajes de la violencia masculina y creemos que se debe a las rmoras

    patriarcales de privilegiar el aspecto intelectual sobre el emocional y espiritual en los

    varones. Nos resulta curiosa una lgica que intente cambiar a los varones pero sea

    temerosa a la hora de incluir estos aspectos, cuando en realidad lo que intentamos, ms

    que cambiar ideas, es cambiar la construccin que tenemos como modelo de ser varn

    para lograr una sociedad con ms varones que deseen trabajarse para ser ms empticos,

  • 21

    solidarios, amorosos, cuidadores equitativos, pacficos y pacifistas. Esta capacidad de

    revisin personal y esta apertura al cambio, debera ser un requisito esencial, para los

    varones (tcnicos o no), que deseen involucrarse en este tipo de trabajo o decidan apoyar

    de alguna manera, la lucha que las mujeres vienen llevando adelante desde hace tantos

    aos para construir una sociedad con ms equidad y libre de violencia de gnero . De lo

    contrario solo estamos llenando los textos con palabras que ms all de la lectura no

    pueden sostenerse.

    Referencias Bibliogrficas

    Badinter, Elisabeth (1992): XY, La identidad masculina, Santa F de

    Bogot, 1994.

    Buber, Martin (1984): Yo y t. Nueva Visin, Buenos Aires, 2010.

    Burin, Mabel (2000): La hostilidad. Modalidades de procesamiento

    propias de la masculinidad, en Mabel Burin e Irene Meler, Varones, Buenos Aires,

    Paids.

    De Keijzer Fokker, Benno (2010): Masculinidades, violencia, resistencia y

    cambio. Tesis de Doctorado en Salud Mental Comunitaria, Instituto de

    Investigaciones Psicolgicas, Universidad Veracruzana, Mxico.

    Furtado, M, Fieri, D y otros: Primera encuesta nacional de prevalencia

    sobre violencia basada en gnero y generaciones, CNCLVD, Montevideo,

    noviembre 2014

    Ramrez, Antonio (2000): Violencia Masculina en el Hogar, Editorial Pax

    Mxico, Mxico D.F, 2007.

    Rocha Carpiuc, Cecilia: Resumen ejecutivo -Informe de consultora

    Polticas pblicas, masculinidades y gnero: la experiencia de la Intendencia de

    Montevideo, Uruguay, Noviembre, 2014

    Segato, Rita Laura (2003): Las estructuras elementales de la violencia.

    Ensayos sobre gnero entre la antropologa, el psicoanlisis y los derechos

    humanos. Universidad Nacional de Quilmes, Buenos Aires.

  • 22

    ANEXO

    Descripcin de una sesin grupal del PAHDDEV

    Caractersticas generales

    Los usuarios que ingresan al programa, luego de la entrevista individual inicial pueden

    asistir a las reuniones que se realizan en el local de una de las policlnicas de la IM, con

    frecuencia semanal, en forma ininterrumpida y co-facilitadas por dos tcnicos del CEMG.

    Las mismas tienen dos horas de duracin, pudiendo los usuarios llegar hasta media hora

    antes, y en ocasiones quedarse luego de culminada la sesin, a hablar algo puntual con

    alguno de los facilitadores.

    Se cumple con el mximo de participantes recomendado por el CECEVIM que es 16

    participantes.

    Momentos de una sesin grupal

    Se aplica tal cual el protocolo de clase del Curso 1establecido por el modelo CECEVIM

    que consta de las siguientes etapas a cumplirse durante tiempo previsto:

    1. Presentacin de hombres nuevos (si los hay)

    2. Compromisos de entrada (51)

    3. Proceso de reflexin (ejercicios de respiracin)

    4. Presentacin de cada hombre a la clase: de a uno dicen su nombre, el nmero de

    clase en la que va, la(s) violencia(s) cometida(s) la semana pasada y hacia quien fue

    dirigida,

    5. Se leen los conceptos del acto violento que vienen en el manual y se relacionan al

    acto de violencia elegido para trabajar en esa jornada por cada participante (62),

    6. Testimonio de un acto de violencia sexual y/o fsica por parte de un usuario que

    haya participado de ms de 12 sesiones (esto se hace a partir de la segunda hora),

    7. Bienvenida de hombres nuevos(73),

    8. Compromisos de salida.

    5 1En el ANEXO puede leerse los mismos. 6 Se encuentran tambin en el ANEXO. 7 Los nuevos son presentados al comienzo de la clase pero no pueden intervenir hasta que se les

    da la bienvenida, para que puedan aprender cmo es una clase. En este punto es cuando estn habilitados por el grupo a realizar todos los descargos que consideren.

  • 23

    Compromisos de entrada y de salida

    Yo me comprometo a ser ntimo y no violento.

    Yo me comprometo a tratar a mi pareja y a otras personas con igualdad, dignidad y no

    autoritariamente.

    Yo me comprometo a satisfacer mis necesidades sin esperar Servicios.

    Yo me comprometo a no pasar mi Riesgo Fatal.

    Yo me comprometo a tomar un Retiro antes de ser violento.

    Yo me comprometo a mantenerme en mi Yo Real.

    Yo me comprometo a mantenerme sobrio durante el programa.

    Yo me comprometo a revelar cuando rompa alguno de estos compromisos.

    Yo me comprometo a no culpar a mi pareja.

    Yo me comprometo a no seguir a mi pareja cuando busque refugio.

    Yo me comprometo a escuchar y aceptar las opiniones de mi pareja.

    Yo me comprometo a crear bienestar para m y para otras personas.

  • 24

    Conceptos que analizan el acto de violencia

    Antes de la violencia:

    - Espacio social,

    - Situacin,

    - Espacio Fsico (interno y externo),

    - Espacio Intelectual.

    Ejerciendo violencia:

    - Espacio Cultural,

    - Autoridad,

    - Control y Dominio,

    - Espacio Social,

    - Servicios,

    - Frustracin Fatal.