10
Encuadre, revista de la enseñanza del diseño gráfico 24 Los relatos sobre el origen de la enseñanza del diseño en México no tienen muchas fuentes documentales y hay poca comprensión de este complejo árbol genealógico, donde caben muchas primeras escuelas: la primera en enseñar las artes, las artes visuales, las artes visuales aplicadas, la gráfica o el diseño, en formar diseñadores, en concebir una profesión, en llamarse carrera, diseño, diseño gráfico, licenciatura o licenciatura con validez oficial. Este artículo intenta empezar a sistematizar en un solo relato algunas de estas genealogías. Palabras clave: historia, enseñanza, diseño, primera escuela, profesión, carrera, artes, artes visuales, artes aplicadas, gráfica, diseño, diseño gráfico, licenciatura. Tales on the origin of Design Education in Mexico are not based on many documentary sources. There is little understanding of this complex genealogical tree, where many First Schools have a place: the first ones to teach Arts, Visual Arts, Applied Visual Arts, Graphics or Design, to train Designers, to conceive a Profession, to be called Career, Design, Graphic Design or Bachelor’s Degree. The aim of this text is to start systematizing in one single story some of such genealogies. Keywords: History, Education, Design in Mexico, First School, Profession, Career, Arts, Visual Arts, Applied Arts, Graphics, Design, Graphic Design, Bachelor’s Degree. Algunos apuntes históri sobre las escuelas de Se acepta generalmente como un hecho que la carrera de diseño gráfico se empezó a enseñar en México en la Universidad Iberoamericana en 1968, y que algo tuvie- ron que ver los XIX Juegos Olímpicos, pero no se cono- cen otras cosas que pasaron antes y después; se trata de una historia oral transmitida de maestros a alumnos, con malentendidos, sobreentendidos, mitos y héroes locales: gran parte de la información disponible es testimonial y hay pocas fuentes documentales. No existe un acuerdo general acerca de qué es exacta- mente el diseño gráfico, qué deben enseñar las escuelas y cómo estudiar su pasado, pero parece haber ciertos con- ceptos comunes a todas ellas: algunas prácticas históri- cas, como el dibujo o la tipografía, se consideran obvias. Aún así, el diseño gráfico como profesión es más bien reciente, por lo que su episteme y su lugar en la sociedad siguen definiéndose. Quien escoge ver al diseño gráfico como profesión liberal, arte, arte aplicada, oficio, técni- ca, artesanía, práctica social, comercial o cultural elige, queriendo o no, una visión particular de su historia y de tensiones tan viejas como las que oponen a profesionistas liberales y técnicos artesanos, artes puras y artes aplica- das, enseñanza formal e informal, e incluso educación religiosa y laica. Parafraseando a José Martí, podría de- cirse que sólo hay un tipo de diseño gráfico relevante en México y cada diseñador lo tiene. 1 1 Martí en realidad dijo que sólo hay un niño hermoso en el mundo y cada madre lo tiene. Pero la frase se puede aplicar en este caso. Gerardo Kloss Fernández del Castillo Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco

historia del diseño-kloss

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: historia del diseño-kloss

Encuadre, revista de la enseñanza del diseño gráfico24

Los relatos sobre el origen de la enseñanza del diseño en México no tienen muchas fuentes documentales y hay poca comprensión de este complejo árbol genealógico, donde caben muchas primeras escuelas: la primera en enseñar las artes, las artes visuales, las artes visuales aplicadas, la gráfica o el diseño, en formar diseñadores, en concebir una profesión, en llamarse carrera, diseño, diseño gráfico, licenciatura o licenciatura con validez oficial. Este artículo intenta empezar a sistematizar en un solo relato algunas de estas genealogías. Palabras clave: historia, enseñanza, diseño, primera escuela, profesión, carrera, artes, artes visuales, artes aplicadas, gráfica, diseño, diseño gráfico, licenciatura.

Tales on the origin of Design Education in Mexico are not based on many documentary sources. There is little understanding of this complex genealogical tree, where many First Schools have a place: the first ones to teach Arts, Visual Arts, Applied Visual Arts, Graphics or Design, totrain Designers, to conceive a Profession, to be called Career, Design, Graphic Design or Bachelor’s Degree. The aim of this text is to start systematizing in one single story some of such genealogies.

Keywords: History, Education, Design in Mexico, First School, Profession, Career, Arts, Visual Arts, Applied Arts, Graphics, Design, Graphic Design, Bachelor’s Degree.

Algunos apuntes históricossobre las escuelas de diseño

Se acepta generalmente como un hecho que la carrera de diseño gráfico se empezó a enseñar en México en la Universidad Iberoamericana en 1968, y que algo tuvie-ron que ver los XIX Juegos Olímpicos, pero no se cono-cen otras cosas que pasaron antes y después; se trata de una historia oral transmitida de maestros a alumnos, con malentendidos, sobreentendidos, mitos y héroes locales: gran parte de la información disponible es testimonial y hay pocas fuentes documentales.

No existe un acuerdo general acerca de qué es exacta-mente el diseño gráfico, qué deben enseñar las escuelas y cómo estudiar su pasado, pero parece haber ciertos con-ceptos comunes a todas ellas: algunas prácticas históri-cas, como el dibujo o la tipografía, se consideran obvias. Aún así, el diseño gráfico como profesión es más bien reciente, por lo que su episteme y su lugar en la sociedad siguen definiéndose. Quien escoge ver al diseño gráfico como profesión liberal, arte, arte aplicada, oficio, técni-ca, artesanía, práctica social, comercial o cultural elige, queriendo o no, una visión particular de su historia y de tensiones tan viejas como las que oponen a profesionistas liberales y técnicos artesanos, artes puras y artes aplica-das, enseñanza formal e informal, e incluso educación religiosa y laica. Parafraseando a José Martí, podría de-cirse que sólo hay un tipo de diseño gráfico relevante en México y cada diseñador lo tiene.1

1 Martí en realidad dijo que sólo hay un niño hermoso en el mundo y cada madre lo tiene. Pero la frase se puede aplicar en este caso.

Gerardo Kloss Fernández del CastilloUniversidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco

Page 2: historia del diseño-kloss

Octubre 2006 - Abril 2007 25

Algunos apuntes históricossobre las escuelas de diseño

Así pues, en México hay un árbol genealógico con muchas primeras escuelas: la primera en enseñar las artes, las artes visuales, las artes visuales aplicadas, la gráfica o el diseño, en formar diseñadores, en concebir una profesión, en llamarse carrera, diseño, diseño gráfico, licenciatura o licenciatura con validez oficial.

Algunos puntos de partida razonables son: a) que al principio la enseñanza del diseño en México evolucionó despacio, al ritmo de la sociedad, la cultura y la econo-mía de servicios; y b) que luego el diseño se volvió una carrera de moda, y se generó una enorme oferta de es-cuelas y de diseñadores, cuyo impacto social, cultural y económico no parece corresponder al visible desarrollo del diseño en sí mismo.

Me disculpo de antemano por los errores y omisio-nes que resulten de confrontar en este texto la tradición oral contra los pocos documentos disponibles, así como agradezco la generosidad de las personas que me apoya-ron en este breve trabajo preliminar que habrá de conti-nuarse. 2 Cualquier comentario o corrección a lo dicho en este artículo serán gratamente bienvenidos.

Comencemos por el principio: la mayor parte de la extraordinaria gráfica prehispánica fue destruida por la Conquista y su influencia en el diseño actual es más re-ferencial que fundacional. En cualquier caso, para hacer un análisis histórico es necesario asumir que la función social que tenía un tlacuilo prehispánico, un tipógrafo colonial o un grabador decimonónico en su tiempo es imposible de comparar con aquellas que hoy nos afana-mos en atribuirle al diseñador gráfico.

2 Un agradecimiento muy especial a Encuadre, a la Edinba, a Bere-nice Miranda y a Pilar Maseda; al personal de la Biblioteca Fran-cisco Xavier Clavigero y del Archivo Histórico de la Universidad Iberoamericana; de la Biblioteca Nacional, la Biblioteca Central, el Centro de Estudios sobre la Universidad (CESU) y el Centro de Documentación José Natividad Correa Toca de la Escuela Nacio-nal de Artes Plásticas (ENAP) de la UNAM, así como al personal de las universidades consultadas.

La Nueva España tuvo la primera imprenta de Amé-rica, pero no una enseñanza formal de las artes gráficas; nadie creía necesaria una escuela porque el personal se formaba en el trabajo a través del rito medieval de aprendiz, oficial y maestro. Existen indicios de que en el Colegio de la Santa Cruz de Tlatelolco se enseñaba tipografía hacia 1590, pero la sociedad novohispana no aceptaba de buena gana que a sus alumnos se les ense-ñaran técnicas tales siendo hijos de caciques indígenas.

La Casa de Moneda, institución estratégica para una sociedad colonial y minera como la novohispana, se fun-dó en 1535; pero tuvo que esperar hasta 1778 para que Gerónimo Antonio Gil, procedente de la Real Academia de las Tres Nobles Artes de San Fernando de Madrid, le diera una escuela de grabadores.3 Dado que la Escuela de Grabadores de Moneda tuvo mucho éxito, el ilustrado Gil concibió la idea de abrir una academia moderna de artes liberales, con cursos de pintura, escultura, grabado y arquitectura.

El superintendente de la Casa de Moneda, Fernando José Mangino, convenció al virrey Martín de Mayorga y la primera academia ilustrada de artes de América se abrió bajo la dirección de Gil el 4 de noviembre de 1781, el día del santo de Carlos III. Se llamó “Academia de las Tres Nobles Artes de San Carlos” para invocar los favores del monarca, quien en 1783 le otorgó cédula y estatutos como “Real Academia de San Carlos de la Nueva España”, facultada para impartir profesiones li-berales desligadas de los gremios, con exclusividad para su ejercicio y con títulos nobiliarios para los académicos de mérito.

La Academia permaneció diez años en la Casa de Moneda y en 1791 le arrendó a la Mitra el Hospital del Amor de Dios, donde duraría más de dos siglos; en ese año llegó a México Manuel Tolsá junto con otros maestros, trayendo una colección de copias en yeso de las esculturas de las galerías reales. Con el tiempo San Carlos constituiría una reserva patrimonial de talento y recibiría encargos muy variados, como formar arqui-tectos, ingenieros, urbanistas y topógrafos, o diseñar muebles, adornos y objetos industriales; si bien algunos encargos luego fueron transferidos a otras instituciones,

3 Las facultades y escuelas de la UNAM: 1929-1979. Vol. III, tomo I, UNAM, México, 1979.

Page 3: historia del diseño-kloss

Encuadre, revista de la enseñanza del diseño gráfico26

en la Academia se debatió largamente entre ciencia y arte, arte puro y arte aplicado, artistas liberales y arte-sanos, arte académico y vanguardias, arte “apolítico” y arte “comprometido”.

Con la Independencia, la entonces “Academia Na-cional de San Carlos de México” perdió el patrocinio real y se cerró durante tres años; en 1826 Pedro Pati-ño Ixtolinque propuso adoptar los planes de la Escuela Politécnica de París,4 ya que las ciencias eran “más útiles que las bellas artes” para la joven nación. En 1833 las reformas liberales afectaron fuertemente a San Carlos, que resurgió en 1843 bajo el patrocinio de Francisco Ja-vier Echeverría, con un buen subsidio, un museo y una lotería; compró así su edificio, trajo maestros europeos como Pelegrín Clavé y Eugenio Landesio, y premió a sus mejores alumnos con becas en el extranjero. En 1856 Javier Cavallari reorganizó el plan de arquitectura, al que agregó en 1858 la ingeniería civil, así que para 1861 ya duraba cuatro años.

En 1861 Juárez disolvió la Junta de la Academia, su-primió la lotería y destituyó a Landesio y a Cavallari por negarse a protestar contra la intervención francesa. El II Imperio a su vez la llamó “Academia Imperial de Be-llas Artes”, cuando Maximiliano la tomó bajo su protec-ción y restituyó la Junta; en 1867 Juárez, ya reinstalado en el poder, la llamó Escuela Nacional de Bellas Artes (ENBA) y la separó de la Escuela Nacional de Ingenieros, que se mudó al Palacio de Minería. Al mismo tiempo Juárez creó la Escuela Nacional de Artes y Oficios, ori-gen del sistema de educación tecnológica.

Fuera de la Academia las artes gráficas prosperaban, como siempre, con personal formado en el trabajo; la se-gunda mitad del XIX y los inicios del XX vieron una gran expansión de la prensa, de la ilustración y de la carica-tura, pero no de las escuelas. En 1910 la ENBA se unió a la Universidad Nacional de México con la carrera de arquitectura, mientras pintura, grabado y escultura de-saparecieron como carreras para volverse talleres libres. El porfiriato trajo profesores franceses que impusieron en San Carlos su estilo académico; entre 1911 y 1912 sus alumnos protagonizaron una huelga contra los mé-todos de enseñanza y en 1913 Alfredo Ramos Martínez inició la primera Escuela al Aire Libre en Santa Anita, para que los alumnos pudieran “apartarse de sus ence-rrados talleres” y entraran en contacto con el pueblo.

La Revolución la detuvo por un tiempo, pero en 1920 se abrió otra en Chimalistac, la que se fue en 1921 a Coyoacán (donde Jean Charlot empezó a proponer en 1922 la xilografía y la litografía como bases para un arte popular y nacionalista) y en 1924 a Churubusco. En 1925 se abrieron más escuelas en Xochimilco (con Ra-fael Vera), Tlalpan (con Francisco Díaz de León, pionero del diseño gráfico) y La Villa de Guadalupe (con Fermín Revueltas, quien abriría otra en Cholula). Rosario Cabrera abrió una escuela libre en Coyoacán; las hubo también en Michoacán, en Cuernavaca y la última en Taxco en 1932.

En 1922 la SEP adoptó en las escuelas del país el método de dibujo de Adolfo Best Maugard, tratando de elevar el espíritu del pueblo, democratizar la cultura y facilitar la producción de objetos industriales; en ese año se formó el Departamento de Enseñanza Técnica Industrial y Comercial de la SEP, y en 1923 José Vas-concelos fundó las Misiones Culturales, que pronto in-cluyeron a artistas plásticos como Rosendo Soto, luego fundador de la Escuela de Diseño y Artesanías (EDA). En ese año se lanzó el manifiesto del Sindicato de Tra-bajadores Técnicos Pintores y Escultores, firmado por Siqueiros, Rivera, Orozco, Fermín Revueltas, Ramón Alva y Carlos Mérida, entre otros. Fue un periodo de efervescencia ideológica; la Revolución, el nacionalismo y las ideas socialistas impulsaron un arte contestatario, aunque no sin cierto apoyo oficial.

En 1934 varios simpatizantes del Partido Comunista formaron la Liga de Escritores y Artistas Revoluciona-rios (LEAR); entre ellos María Izquierdo, Carlos Mérida, Manuel y Lola Álvarez Bravo, Rufino Tamayo, Pablo O’Higgins, Siqueiros, Gabriel Fernández Ledezma, Leopoldo Méndez, Raúl Anguiano, José Chávez Mora-do, Raúl Cacho y Clara Porset. Disuelta la LEAR, Mén-dez, O’Higgins y Luis Arenal fundaron en 1937 el Taller de Gráfica Popular. En 1952 se creó el Frente Nacional de Artes Plásticas (FNAP), uno de los últimos y más duraderos esfuerzos por defender el arte nacionalista y popular, con Francisco Goitia, Siqueiros y Chávez Morado, entre otros. En 1959 Goitia, Jorge González Camarena, Juan O’Gorman, Anguiano y otros renun-ciaron al FNAP en medio de una violenta controversia, mientras las artes plásticas mexicanas comenzaban a des-lindarse gradualmente de sus compromisos ideológicos.

Pero volvamos a 1927, cuando se abrieron dos Cen-tros Populares de Enseñanza Artística Urbana o Centros Populares de Pintura, dirigidos a trabajadores y artesa-nos de la ciudad; uno con Gabriel Fernández Ledezma en San Pablo, luego en San Antonio Abad, y el otro con Fernando Leal en Nonoalco. En la Merced se abrió la

4 MASEDA, P., La Escuela de Diseño del Instituto Nacional de Bellas Artes. Tesis de maestría, FFL-UNAM, México, s/f. Gran parte de los párrafos siguientes proviene de esta misma fuente.

Page 4: historia del diseño-kloss

Octubre 2006 - Abril 2007 27

5 La enseñanza del diseño gráfico en México. Comité de Arquitectura, Diseño y Urbanismo (CADU) de los Comités Interinstitucionales para la Evaluación de la Educación Superior (CIEES), México, 2000.

Escuela Libre de Escultura y Talla Directa, antecedente directo de la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado (ENPEG) del INBA, que tendría luego por mejor nombre el de la calle donde se ubicaba, la de la Esmeral-da, en la colonia Guerrero. En 1933, para aumentar las habilidades artísticas de los obreros, el gobierno abrió las Escuelas Nocturnas de Arte para Trabajadores.

Al mismo tiempo, toda esta efervescencia ideoló-gica y la entonces llamada “educación socialista”, des-encadenaron una oposición que fue el origen de las primeras universidades particulares. La pionera fue la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG), fundada en 1935, pero no se puede omitir al Instituto Regio-montano en 1942 (luego Universidad de Monterrey), el Centro Cultural Universitario en 1943 (que se convir-tió en Universidad Iberoamericana en 1951), el Institu-to Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO) en 1957, la Universidad La Salle en 1962 y la Universidad Anáhuac en 1964.

En cuando a la Universidad Nacional de México, en 1929 adquirió la autonomía y se convirtió en UNAM. Entonces la ENBA se dividió en Escuela Central de Artes Plásticas (ECAP) y Escuela Nacional de Arquitectura (ENA), ambas en el edificio de la Academia, y las magníficas colecciones de pintura de San Carlos pasaron a la SEP, donde serían la base del Museo Nacional de San Carlos, abierto en 1968.

Diego Rivera inició en San Carlos los talleres noctur-nos de carteles y letras5 en 1929, cuando era director de la ECAP, la que en 1933 se convirtió en Escuela Nacional de Artes Plásticas (ENAP). En 1939 otro director, Ma-

nuel Rodríguez Lozano, reorganizó la carrera de maestro en artes plásticas (que no había expedido un solo título en veinte años) y creó los cursos de dibujo publicitario.6 El desarrollo de la industria, del mercado interno, de los medios de comunicación y de la publicidad le die-ron este nuevo encargo a la ENAP, donde el arte liberal “puro” –fuente de la legitimidad histórica de la Acade-mia– tuvo que coexistir de mala gana con un humilde arte aplicado, técnico y artesanal, el dibujo publicitario, que alguna vez se consideró “prostituido” y “mercena-rio”, y se desterró durante muchos años a un edificio aparte en Tacuba. Cabe señalar aquí que la mayoría de las carreras de diseño gráfico surgió en escuelas de arqui-tectura; en pocos lugares encontramos al diseño gráfico enmarcado en sistemas de educación artística, como en la UNAM y el INBA.7

6 SÁNCHEZ ARREOLA, F. E. Catálogo del archivo de la Escuela Nacional de Bellas Artes 1857-1968, Archivo Histórico del Centro de Estudios sobre la Universidad. UNAM-IIE, México, 1998, pp. 19-24.

7 Tal es el caso de la Facultad de Artes Visuales de la Universidad Autónoma de Nuevo León y de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Autónoma de Querétaro, por ejemplo.

Museo Nacional de las Culturas,

antes Museo Nacional y antes Casa de Moneda.

Fotografía de J. Alejandro Pérez Garibay.

Page 5: historia del diseño-kloss

Encuadre, revista de la enseñanza del diseño gráfico28

En 1938 se estableció la Escuela Nacional de Artes Gráficas (ENAG), hoy CETIS 11,8 en Bucareli, y en los años cuarenta Raúl Robles Ríos fundó en Uruguay 48 el Instituto de Dibujo Publicitario y Artístico, desapa-recido con los sismos de 1985.9

Otro sitio histórico que albergó al diseño mexica-no fue la Ciudadela, donde José Chávez Morado fundó en 1949 el Taller de Integración Plástica para enseñar y practicar el arte público;10 luego fue sede del Taller de Artesanos de la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas (SCOP), encabezado por Carlos Lazo y Raúl Cacho.

Cacho había conocido en México en 1940 a Hannes Mayer, ex director de la Bauhaus de Dessau, y ambos habían soñado con organizar una Bauhaus mexicana; para 1950 Cacho trabajaba con Lazo en el diseño de la Ciudad Universitaria, tratando de integrar la urba-nización, el paisaje, los edificios, el arte público y los muebles y objetos. El arte público en México sólo se había hecho en edificios históricos y la CU era una opor-tunidad única, que luego muchos juzgaron fracasada por el divorcio entre el funcionalismo modernista pre-dominante en la arquitectura y el plan urbano, y el arte público aplicado a los edificios.

El Taller de Artesanos surgió en 1952 cuando Car-los Lazo quedó al frente de la SCOP y le encomendó al equipo de Cacho los murales de la secretaría, 500 vi-viendas para los trabajadores y las llamadas “cuevas civi-lizadas” de Belén de las Flores. Aunque no se realizaron por completo, estos ambiciosos proyectos integraban el plan urbano, la arquitectura, el diseño industrial, textil y gráfico, y el arte público. Ahí participó Clara Porset, ex alumna de Mayer en la Bauhaus, quien organizó en Bellas Artes en 1952 la primera exposición de diseño en América Latina, titulada “El arte en la vida diaria”. El taller tuvo una “muerte prematura y torpe”, según Cacho, pues Lazo cedió a las presiones políticas que lo acusaban de estar “prohijando comunistas”.

En 1954 la Escuela Nacional de Arquitectura se tras-ladó a CU y dejó en San Carlos a la ENAP,11 que hacia 1956 sólo tenía la carrera de maestro en artes plásticas.12 Dibujo publicitario era sólo un sistema de cursos noc-

turnos de 23 horas semanales que podían durar hasta cuatro años y se daban junto con artesanías, talla en madera y relieve en metales. En 1959 se crearon por fin las carreras técnicas de pintura, escultura, grabado y di-bujo publicitario, así como los cursos de artes aplicadas; ninguna era todavía licenciatura.

Al cerrarse el Taller de Artesanos el INBA recuperó parte de la Ciudadela, donde se fundó en 1958 el Cen-tro Superior de Artes Aplicadas (CSAA), dirigido por Jorge Olvera.13 Enfocado a la docencia, la producción y la investigación, tenía talleres de mural, escultura mo-numental y talla directa, mosaicos, vitrales, cerámica, esmaltes, grabado y estampa, platería y orfebrería, texti-les, restauración y conservación y laudería. Según Pilar Maseda, el CSAA tenía cierta continuidad de objetivos con el Taller de Integración Plástica y con el Taller de Artesanos, pero se dedicó más a las técnicas y oficios que al diseño, y se cometieron algunos “excesos” que llevaron a su cierre.

El INBA le encomendó en 1961 a José Chávez Mo-rado que organizara la Escuela de Diseño y Artesanías (EDA), que se abrió en febrero de 196214 con cursos ar-tesanales y una carrera técnica de diseñador artesanal de cuatro años, que concebía al diseño como una profesión integral. Entre 1964 y 1965 sufrió tantos cambios que para 1966 se convirtió en diseño artístico industrial, y entre 1966 y 1967 se promovió una carrera de diseño gráfico y de empaques que lamentablemente no se pudo iniciar. La EDA fue protagonista de la incipiente cultura del diseño entre el público mexicano: sus maestros ex-pusieron en el Palacio de Bellas Artes en 1969; impul-saron el Centro de Diseño del Instituto Mexicano de Comercio Exterior en 1971 y participaron en el Primer Concurso Nacional de Diseño y en el Concurso para Estudiantes de Escuelas de Diseño en 1972.

Por otra parte, en la Universidad Iberoamericana, Felipe Pardiñas y Matías Goeritz abrieron en 1955 la carrera técnica en diseño industrial, junto con arquitec-tura y artes plásticas, que después fue cerrada; diseño industrial se convirtió en licenciatura libre en 1962 bajo la dirección de Jesús Virchez.15 La Ibero ocupó varios inmuebles de Coyoacán y San Ángel desde 1943 hasta agosto de 1962, cuando inauguró sus instalaciones de Cerro de las Torres, en la Campestre Churubusco.8 “Reseña histórica de la DGETI”, en http://www.dgeti.sep.gob.mx/

newweb/Documentos/histor.htm, México, 2005.9 Instituto de Dibujo Publicitario y Artístico, en http://www.avantel.

net/~aleedesq/page4.html, México, 2005.10 MASEDA. Op. cit. Los dos párrafos siguientes son de la misma fuente.11 La Escuela Nacional de Arquitectura conservó una parte del edifi-

cio de San Carlos hasta 1967.12 Guía de carreras universitarias. UNAM, México, 1956, pp. 91-94.

13 MASEDA. Op. cit.14 Cuarenta años en la enseñanza del diseño 1962-2002. Memoria de la

Escuela de Diseño del INBA. INBA, México, 2002.15 Catálogo general de la Universidad Iberoamericana 1962. UIA,

México, 1962.

Page 6: historia del diseño-kloss

Octubre 2006 - Abril 2007 29

En junio de 1967 la Escuela de Diseño de la UIA fue invitada oficialmente a colaborar con el Comité Orga-nizador de los XIX Juegos Olímpicos, en prácticamente todas las ramas del diseño. La Ibero ya era pionera en abrir nuevas carreras en México, como nutrición o co-municación, y percibía que era prometedora la oportu-nidad de abrir diseño gráfico.

El 31 de agosto de 1967 el Consejo Universitario de la UIA aprobó incluir una rama de diseño gráfico en el plan de 10 semestres de diseño industrial.16 Las cla-ses comenzaron el 25 de noviembre de 1968,17 cuando Fernando Rovalo asumía la dirección de la escuela, y en 1974 se expidió el primer título de diseñador gráfico a ni-vel de licenciatura, a nombre de Ana María Peláez Ville-gas. Como las carreras de diseño industrial y gráfico no estaban catalogadas, los títulos de la Ibero fueron libres y sin validez oficial hasta el 17 de junio de 1974, cuando se publicó en el Diario Oficial el acuerdo 8818 de la SEP que le dio reconocimiento a todas sus carreras.

También en el crucial 1968, impulsada por Hora-cio Durán, se aprobó en la ENA la licenciatura en diseño industrial, para cursarse a partir del tercer semestre de arquitectura; las clases comenzaron en 1969. El Centro de Investigación de Diseño Industrial aún depende de la Facultad de Arquitectura; caso poco frecuente, en la UNAM las carreras de diseño industrial y gráfico pertene-cen a escuelas distintas.

En 1968 la ENAP creó la licenciatura en dibujo publi-citario,18 junto con una carrera técnica y otra de técnico auxiliar, además de las licenciaturas y especialidades en pintura, grabado, escultura y la maestría en artes plásti-cas. En 197019 el técnico auxiliar fue suprimido y que-daron el licenciado y el técnico en dibujo publicitario. La escuela se empezó a despoblar y para 1971 se hicieron necesarias más reformas; la licenciatura en artes visuales absorbió entonces las carreras de pintura, escultura y grabado.

En 1970 la Universidad de las Américas ofreció una licenciatura en artes liberales con ciertos contenidos de diseño gráfico20 y, en agosto de 1972, la Universidad

16 La universidad y el reto del México contemporáneo. Edición conmemo-rativa del XL aniversario de la Universidad Iberoamericana. UIA, México, 1983, pp. 172 y 301.

17 Catálogo general de la Universidad Iberoamericana 1968. UIA, México, 1968, pp. 37-39, y catálogos generales de la Universidad Iberoamericana 1969, 1970, 1971-1972, 1973-1974 y 1975-1976, UIA, México.

18 Planes y programas de estudio. UNAM, México, 1968, p. 35 y ss.19 Guía de carreras. Planes de estudio. UNAM, México, 1970, pp. 43-69,

y guías de carreras de la UNAM de 1976, 1980, 1983 y 1992.20 Comité de Arquitectura, Diseño y Urbanismo. Op. cit.

Centro de la Imagen, antes Escuela de Diseño y Artesanias, en la Ciudadela.Fotografía de J. Alejandro Pérez Garibay.

Detalle del mural del Taller de Artesanos Maestro Carlos Lazo, en la EDINBA.Fotografía de J. Alejandro Pérez Garibay.

Page 7: historia del diseño-kloss

Encuadre, revista de la enseñanza del diseño gráfico30

de Monterrey abrió su licenciatura en diseño gráfico, que parecería ser así la primera con validez oficial.

En 1973 la UNAM creó dos carreras, una de diseño gráfico, de 342 créditos, y otra de comunicación gráfica, de 425, dando pie a 22 años de conjeturas: ¿cuál era la diferencia entre ellas? ¿comunicación gráfica era más teórica que diseño gráfico? Parece que en realidad no se abrieron al mismo tiempo ni por las mismas razones. Primero apareció diseño gráfico, una carrera nueva, con-cebida por Omar Arroyo, Alfonso Miranda e Ignacio Salazar como parte del proyecto de convertir a la ENAP en un centro de educación visual moderno en el senti-do más amplio;21 poco después se solventó el conflicto que esta innovación causaba con la “vieja guardia” de la licenciatura en dibujo publicitario, al convertirla en co-municación gráfica.22 Ambas carreras fueron aprobadas por el Consejo Universitario en mayo de 1974 y se fu-sionaron en diseño de la comunicación visual en 1995.

Después de la UNAM, otras escuelas han explorado nuevos nombres para la carrera. En los años setenta la UAM la llamó diseño de la comunicación gráfica; en los noventa la Universidad de Guadalajara eligió diseño para la comunicación gráfica y la UDLA diseño de la informa-ción; la UPAEP analizaría la posibilidad de denominarla diseño del discurso visual. Otras escuelas, como veremos adelante, optaron por ofrecer la carrera de diseño a secas; aún así, se usan pocos nombres alternativos y la mayoría de las escuelas todavía prefiere diseño gráfico.

La Universidad Autónoma Metropolitana fue crea-da desde cero en 1974 por el arquitecto Pedro Ramírez Vázquez, pionero del diseño en México, con fuerte apoyo presidencial y el mismo equipo casi íntegro que orga-nizó los Juegos Olímpicos de 1968. Muchos profesores de otras escuelas fueron atraídos a la UAM por la liber-tad y los altos salarios; diseño de la comunicación gráfica se abrió en noviembre de 1974 en Azcapotzalco y en septiembre de 1975 en Xochimilco. Aunque decayó du-rante los años ochenta, en los noventa recuperó el alien-to y ya en septiembre de 2005 pudo abrir una nueva división de Diseño y Comunicación en Cuajimalpa.

En cuanto a la EDA, tuvo entre 1971 y 1972 una con-flictiva reestructuración que dividió la carrera de diseño artístico industrial en cuatro planes técnicos: diseño grá-fico, textil, de muebles y de objetos.23 En la EDA, como en

tantas otras escuelas, los técnicos y artesanos se enfren-taban cotidianamente con los profesionistas liberales; no se adaptaban a la enseñanza escolarizada, persis-tían en la secrecía gremial y en el rito maestro-oficial-aprendiz, manejaban los talleres como suyos, vendían trabajos por fuera, etcétera. El conflicto entre las dos escuelas, agravado por la falta de espacio en la Ciuda-dela, estalló en 1979; aunque en agosto de ese año el INBA elevó a licenciaturas las carreras de diseño gráfico, industrial y textil, para 1980 la Escuela de Diseño y la Escuela de Artesanías se separaron.

En 1976 se fundó la Escuela de Artes Visuales de la Universidad Autónoma de Nuevo León, heredera de la Escuela de Pintura creada en Monterrey en 1943; el diseño gráfico empezó a enseñarse en 1973, aunque sólo fue carrera en 1982 como parte de la licenciatura en artes visuales y en 2001 como licenciatura en diseño gráfico. En agosto de 1977 se abrió diseño gráfico en la Facultad del Hábitat de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí,24 y en ese mismo año apareció el Centro de Diseño de la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG), con las carreras de arquitectura, diseño y bellas artes. La UAG organizó en 1980 el hasta ahora único evento de Icograda en México, que fue perturbado, según reza una tradición oral difícil de documentar, por un choque entre grupos políticos opuestos.

El 14 de marzo de 1979 un sismo, afortunadamen-te de madrugada, derribó gran parte de la Ibero, que permaneció en “gallineros” provisionales hasta 1987, cuando se mudó a Santa Fe. También en 1979 se mu-daron a Santiago Tepalcatlalpan, en Xochimilco, todas las licenciaturas de la ENAP; en San Carlos sólo se quedó la División de Estudios de Posgrado con la maestría en artes visuales. Al terminar la década de los setenta había una docena de escuelas, y nuevos polos de enseñanza en Guadalajara, Monterrey, Puebla y San Luis Potosí.

En los años ochenta se abrieron muchas más escuelas de diseño gráfico: en 1981 la Simón Bolivar y en 1982 las Anáhuac del Norte y del Sur, así como las iberos de Puebla, Tijuana y Torreón. Para 1983 la Guía de carreras de la UNAM25 enlista como licenciaturas en diseño gráfi-co las de la ENAP, la Anáhuac, la Ibero, el INBA, la UDEM, la UASLP y el Instituto Superior de Ciencia y Tecnología de la Laguna,26 en Gómez Palacio, Durango; y de comu-nicación gráfica las de la ENAP, la UAM-A y la UAM-X.

21 CARRIÓN PARGA, A., “La Escuela Nacional de Artes Plásticas y el proyecto de la licenciatura en Artes Visuales”, en http://discursovi-sual.cenart.gob.mx/entorno/entady.htm, México, 2006.

22 GARIBAY, R. Breve historia de la Academia de San Carlos y de la Escuela Nacional de Artes Plásticas. UNAM, México, 1990.

23 MASEDA. Op. cit.

24 PALAU, M. T. Facultad del Hábitat. Historia y perspectivas, UASLP, San Luis Potosí, 2000.

25 Guía de carreras. Planes de estudio. UNAM, México, 1983.26 ISCYTAC, ahora denominado Universidad La Salle Laguna.

Page 8: historia del diseño-kloss

Octubre 2006 - Abril 2007 31

No sería descabellado decir que en el 2000 México debió tener unas 150 escuelas de licenciatura en diseño gráfico

27 Ahora denominada Universidad De La Salle León.28 Historia de Encuadre, Asociación Mexicana de Escuelas de Diseño

Gráfico, elaborada con datos de las escuelas afiliadas, en http://www.encuadre.org/historia.html, Encuadre, México, 2006.

29 XXXV aniversario de la Escuela de Diseño. Memoria. Guanajuato, Universidad de Guanajuato, 2004.

En 1984 se unió a esta lista la Universidad Intercon-tinental, en 1985 la Universidad del Bajío (León)27 y en 1987 la Universidad del Valle de México; en 1988 la ENEP Acatlán, la Ibero León y la UVM de Querétaro. En ese último año las escuelas de Diseño y de Artesanías del INBA se mudaron a un enorme inmueble en Xo-congo, donde hoy coexisten separadamente; en 1989 se abrió la carrera en la Universidad Tecnológica de Méxi-co y en la Universidad del Noreste, en Tampico. Al final de la década había quizá unas cincuenta escuelas, con muy pocos nexos formales entre ellas. Morelia, Tijuana, León, Querétaro y Xalapa se alzaron durante este perio-do como nuevos centros de diseño en el país.

A fines de 1988 la Ibero invitó a los representantes de una docena de escuelas para conmemorar el vigési-mo aniversario de la carrera. Reunidos por primera vez, todos coincidieron en varios problemas comunes, como la descontrolada oferta educativa, las diferencias entre los planes de estudio y el acelerado cambio teórico y tecnológico; durante 1989 y 1990 se reunieron sema-nalmente, soñando con publicar una revista sobre la enseñanza del diseño y organizar un encuentro nacional de escuelas de diseño gráfico. Éste se celebró por prime-ra vez en la UAM-X, del 15 al 19 de octubre de 1990, y se ha repetido cada año hasta hoy; su corte académico contrasta con los abundantes congresos de diseño que desde entonces se han puesto de moda. El 6 de febrero de 1991 se firmó la escritura constitutiva de Encuadre, A. C., la Asociación Mexicana de Escuelas de Diseño Gráfico que hoy reúne a 50 escuelas de 22 estados.28

En 1990 se abrió la carrera en la Universidad de Gua-dalajara, como parte de su Centro de Arte, Arquitectura y Diseño (CUAAD), y en la Universidad de Guanajuato, donde pertenece a la Escuela de Diseño; ésta fue for-mada en 1979 con el nombre de Escuela de Diseño de Interiores, a raíz de la separación entre arquitectura y decoración en 1974;29 asimismo en la Universidad La Salle, la Popular Autónoma del Estado de Puebla y la Tecnológica Americana. En 1992 se agregó la Univer-

sidad Autónoma de Ciudad Juárez, se fundó la Unidad de Posgrado de la EDINBA y se abrió la Escuela Gestalt de Xalapa; en 1993 se abrió el Centro de Estudios Ges-talt de Veracruz.

En ese mismo año la EDINBA fusionó diseño gráfi-co, industrial y textil en una sola licenciatura en diseño; el ITESO también abrió diseño “sin adjetivos” en 1994, como a su vez lo harían la Anáhuac México Norte, la Tecnológica de la Mixteca y otras, la más reciente de ellas la UAM Cuajimalpa.

En 1994 se convirtió en licenciatura la carrera téc-nica ofrecida desde 1985 por la Autónoma de Aguas-calientes y se abrió la carrera en la Loyola de Acapulco;

en 1995 en la Universidad del Mayab en Mérida y en el ITLA de Pachuca; en 2000 en La Salle de Pachuca, en el CETYS de Ensenada y en la Universidad Casa Blanca de Culiacán.

No sería descabellado decir que en el 2000 México debió tener unas 150 escuelas de licenciatura en diseño gráfico, divididas en tres grandes grupos:a) Escuelas públicas prestigiosas y consolidadas, pero

sobrepobladas, insuficientemente equipadas y con un crecimiento relativamente lento;

b) Escuelas privadas prestigiosas y consolidadas, la ma-yoría de inspiración religiosa, con baja población, crecimiento regular, buen equipamiento y costos altos, y

c) Muchas escuelas particulares de alta población, creci-miento explosivo, y de consolidación, equipamien-to, costo y calidad extremadamente variables.

Por su parte, las carreras técnicas ceden terreno ante las licenciaturas; la Dirección General de Educación Tecnológica Industrial de la SEP sólo ofrece seis ca-rreras de profesional técnico en otros tantos CETIS: en diseño gráfico, dibujo publicitario y dirección de ediciones en el Distrito Federal; artes gráficas y man-tenimiento de equipo gráfico en el estado de México, y diseño y proyecto gráfico en Querétaro.30 Esto no im-plica que las licenciaturas sean mejores que las carre-ras técnicas, pues por la baja oferta y la alta demanda educativa en el país, los reconocimientos de validez

30 Centros de Estudios Tecnológicos, Industriales y de Servicios, en http://www.dgeti.sep.gob.mx/newweb/Documentos/cetis.htm, México, 2005.

Page 9: historia del diseño-kloss

Encuadre, revista de la enseñanza del diseño gráfico32

oficial se otorgan con facilidad creciente; tan sólo en el estado de Puebla hay treinta carreras de diseño gráfico, de las cuales sólo cuatro pueden considerarse consolidadas.

Cada vez es más costeable para las escuelas pequeñas ofrecer títulos de licenciatura que de profesional técnico, pero a la vez hay un crecimiento explosivo en la oferta de cursos de computación y carreras técnicas en paque-tería aplicada al diseño gráfico, que se ofrecen engaño-samente como capacitación profesional, lo que deprime el mercado laboral y distorsiona la demanda educativa.

Tres razones movieron a las escuelas hacia la eva-

luación, la acreditación y la certificación en los años noventa: la competencia abierta entre las escuelas pri-vadas, la necesidad de transparencia para saber qué pasa realmente con los fondos asignados a las públicas y los diversos tratados de libre comercio suscritos por nuestro país con América del Norte, Europa y varios países.

Ya desde 1981 existía la Federación de Instituciones Mexicanas Particulares de Educación Superior (FIM-PES), como contrapeso de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Enseñanza Superior (ANUIES), dominada por las escuelas públicas. FIMPES creó un sistema de acreditación que por mucho tiempo fue un requisito para afiliarse, orientado a destacar a las mejores escuelas en un entorno de libre competencia, al modo norteamericano.

En 1991 se crearon desde la SEP y ANUIES los Comités Interinstitucionales para la Evaluación de la Educación Superior (CIEES), como comités de pares académicos para la evaluación diagnóstica de las escuelas, en espe-cial las públicas. Al principio los CIEES no contaban con un comité específico para el diseño, que se incluyó entre las ingenierías hasta que en 1994 se creó el Comité de Arquitectura, Diseño y Urbanismo (CADU).

Al principio los CIEES sólo se proponían hacer eva-luación diagnóstica y emitir recomendaciones; pero con el tiempo la SEP les otorgó, muy a su pesar, la penosa ta-rea de asignar los niveles 1, 2 y 3 según el grado de con-solidación de cada carrera; estos tres niveles se volvieron referentes muy importantes, sobre todo para las escuelas públicas necesitadas de recursos suplementarios con fol-clóricos nombres, como Fomes, Promep y PIFI.

Ya que suficientes escuelas habían sido evaluadas y

se acortaba el tiempo para el ingreso de profesionales extranjeros al mercado nacional, se creó en 2000 el Consejo para la Acreditación de la Educación Superior (Copaes), que en 2002 convocó a asociaciones civiles interesadas en acreditar la calidad de las escuelas.

A diferencia de la evaluación, que sólo diagnostica y recomienda, la acreditación supone la existencia de un conjunto de criterios mínimos o “debes” que las escue-las deben cumplir necesariamente.

Las escuelas de arquitectura organizaron entonces un proceso aparte para crear el Consejo Mexicano de

Acreditación de la Enseñanza de la Arquitectura (CO-MAEA); fue la cooperación entre Encuadre y DI Integra, la Asociación de Escuelas de Diseño Industrial, la que permitió constituir en 2003 el Consejo Mexicano para la Acreditación de Programas de Diseño (Comaprod). Éste recibió en 2004 el reconocimiento del Copaes para acreditar a todas las escuelas de diseño, ya sea gráfico, industrial, textil, de interiores, etcétera.

Dentro de unos años, cuando un número suficiente de escuelas haya logrado la acreditación (al 31 agosto de 2006 sólo la tenían trece carreras de diseño gráfico en el país), hablaremos de la certificación.

Fue la cooperación entre Encuadre y DI Integra, Asociación de Escuelas de Diseño Industrial, la que permitió constituir

en 2003 el Consejo Mexicano para la Acreditación de Programas de Diseño (Comaprod)

Page 10: historia del diseño-kloss

Octubre 2006 - Abril 2007 33

Bibliografía

Fuentes impresasCatálogo general de la Universidad Iberoamericana 1962.

UIA, México, 1962.Catálogo general de la Universidad Iberoamericana 1968.

UIA, México, 1968, pp. 37-39.Catálogo general de la Universidad Iberoamericana 1969.

UIA, México, 1969.Catálogo general de la Universidad Iberoamericana 1970.

UIA, México, 1970.Catálogo general de la Universidad Iberoamericana 1971-

1972. UIA, México, 1971, pp. 92-102.Catálogo general de la Universidad Iberoamericana 1973-

1974. UIA, México, 1973.Catálogo general de la Universidad Iberoamericana 1975-

1976. UIA, México, 1975.Cuarenta años en la enseñanza del diseño 1962-2002.

Memoria de la Escuela de Diseño del INBA, INBA, México, 2002.

GARIBAY, Roberto. Breve historia de la Academia de San Carlos y de la Escuela Nacional de Artes Plásticas. UNAM, México, 1990.

Guía de carreras universitarias. UNAM, México, 1956, pp. 91-94.

Guía de carreras. Planes de estudio. UNAM, México, 1970, pp. 43-69.

Guía de carreras. Planes de estudio. UNAM, México, 1976.Guía de carreras. Planes de estudio. UNAM, México, 1980.Guía de carreras. Planes de estudio. UNAM, México, 1983.Guía universitaria. UNAM, México, 1992, pp. 31-32.La enseñanza del diseño gráfico en México. Comité de

Arquitectura, Diseño y Urbanismo de los Comités Interinstitucionales para la Evaluación de la Educación Superior, México, 2000.

La universidad y el reto del México contemporáneo. Edición conmemorativa del XL aniversario de la Universidad Iberoamericana. UIA, México, 1983, pp. 172 y 301.

Las facultades y escuelas de la UNAM: 1929-1979. Vol. III, tomo I, UNAM, México, 1979.

MASEDA MARTÍN, María del Pilar. La Escuela de Diseño del Instituto Nacional de Bellas Artes. Tesis de maestría, FFL-UNAM, México, s/f.

PALAU, María Teresa. Facultad del Hábitat. Historia y perspectivas, UASLP, San Luis Potosí, 2000.

Planes y programas de estudio. UNAM, México, 1968, p. 35 y ss.

SÁNCHEZ ARREOLA, Flora Elena. Catálogo del archivo de la Escuela Nacional de Bellas Artes 1857-1968, Archivo Histórico del Centro de Estudios sobre la Universidad, UNAM-IIE, México, 1998, pp. 19-24.

XXXV aniversario de la Escuela de Diseño. Memoria. Guanajuato, Universidad de Guanajuato, 2004.

Fuentes electrónicas

CARRIÓN PARGA, Ady. “La Escuela Nacional de Artes Plásticas y el proyecto de la licenciatura en Artes Visuales”, en http://discursovisual.cenart.gob.mx/anteriores/dvwebne05/entorno/entady.htm, México, consultada en septiembre de 2006.

“Centros de Estudios Tecnológicos, Industriales y de Servicios”, en http://www.dgeti.sep.gob.mx/newweb/Documentos/cetis.htm, México, consultada en sep-tiembre de 2006.

“Historia de Encuadre, Asociación Mexicana de Escuelas de Diseño Gráfico”, en http://www.encuadre.org/historia.html, Encuadre, México, consultada en septiembre de 2006.

“Instituto de Dibujo Publicitario y Artístico”, en http://www.avantel.net/~aleedesq/page4.html, México, consultada en septiembre de 2006.

“Reseña histórica de la DGETI”, en http://www.dgeti.sep.gob.mx/newweb/Documentos/histor.htm, México, consultada en septiembre de 2006.

Edificio de la Academia de San Carlos, hoy División de Estudiosde Posgrado de la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la UNAM.Fotografía de Zosim Silva Gómez.