Hay aquellos que creen en la pureza del arteEn la inspiración

En la ilusión del arte por el artePero nacimos en la era del mercado

Si existiesen, incluso las almas tendrían un precioY sin embargo existimos los rebeldes

Los tontosEstúpidos

CiegosQue creemos que aún se puede hacer arte sincero

Sin querer ganar nadaPara nadie

El arte como algo que se mueve dentro del organismoEn lo profundo de la carne

Y no se haceSino que escapa

Son Historias ProfanasRebeldes

En contra de un mundo que las rechazaY las ignora

Estas hojas son un lienzo librePorque síPorque sí

Editorial

EditorialDirector y editor:

Alvaro Beltrán

8// I hate, I loveRobotV

10// Un viaje astralM83

14// Una fantasía semi-eróticaXavier Dolan

18// Una sirena en la ciudad de los sordosNatasha Luna

Índice

ÍndiceXOXO:

Alberto Matsuura, profesor; César Puch, JP; Jorge Aguinaga, Loreta Prada, Ian Cohen, Daniel Lowen, Zezé Fasshmor, redactores.

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I love RobotV

La inocencia morbosa, el pecado en la era sin fe

Los dibujos de Alfonso Vargas Saitua, más conocido en el

medio como RobotV, no son grandes proezas del pincel. Pero después del minimalismo, la simpleza se ha vuelto una excusa para que poseros y pretenciosos de todas las nacionalidades oculten falta de conceptos en supuestos grandes paradigmas artísticos.

Vargas Saitua no pretende, ES. Y es lo que entrega, un cuerpo desnudo, una sátira de la realidad, de la sexualidad, de la persona misma en su concepción más básica, desvestida de todas esas pretensiones que el arte “de galería” lleva puesta. El arte de RobotV brilla porque está sucio. Porque donde otros levantan la ceja, desde una limpieza clínica, él disfruta

de la condición humana más básica: la suciedad y la mundanidad. La simpleza, la inocencia morbosa, el pecado en la era sin fe.Los cuerpos desnudos, el sexo, los fetiches, Los dibuja con la intención de exponer sus debilidades, tal vez tenga que ver con su molestia por las “caretas” que pueden tener muchas personas, por su inconformismo con la

// Por Jorge Aguinaga

sociedad peruana —de la cual se queja de estar sobreprotegida, la juventud no es independiente. Esta versión animalística del ser humano que nos presentan sus pequeñas narrativas no son sino la expresión más pura de una juventud harta de grandes ideologías, de grandes pretensiones, una juventud que sólo quiere respirar tranquila. l

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I hate RobotV

No todo es arte. No todo vale la pena verse.

Detesto las i l u s t r ac iones de RobotV porque creo que

representan todo lo que está mal con el aparato artístico moderno. Impulsados por el Internet, las redes sociales, Flickr, DevianArt, Tumblr, la barrera entre el arte de verdad, el de los conceptos, el de las ideas; y el simple jugueteo con las formas es casi

invisible, pero no por ello la división deja de ser real.Lo que Alfonso Vargas Saitua realiza está en el universo de la técnica, una técnica bastante precaria, además, dibujos con ideas que púberes que recién cursan los primeros años de secundaria podrían tener. Lo que es peor, Vargas Saitua es el típico don nadie enaltecido por el hype, la popularidad que reemplaza

a la crítica de verdad.Me disgusta la idea de que RobotV pueda resultar “inspirador”, que alguien pueda ver sus dibujos y pensar que realmente existe un mensaje profundo. Existen, por supuesto, mensajes, sencillos, poco pensados, resumidos más en un “aura” que en una idea. Ello, en mi opinión, no basta para hacerlo arte, o al menos no buen arte. Y es

// Por Loreta Prada

que existe algo que muchos olvida y tantos otros quieren olvidar: No todo es arte. No todo vale la pena verse. En el mejor de los casos, RobotV es un crío maldito parido por Renato Cisneros, que le debe su prestigio a la popularidad y no a sus propios méritos. Como un niño que juega a colgar sus dibujos en el gran refrigerador de la escena artística limeña l

Un viaje astral con

M83Una crítica de

Ian Cohen @ Pitchfork.com

Sujetos de nuestra envidia

Hacia finales del año pasado, Anthony Gon-zalez anunció

que su nuevo álbum estaba casi listo y que sería “muy, muy, muy épico”. Con todo respeto, considero que ese anuncio es redundante: Desde su debut Dead Ci-ties, Red Seas and Lost Ghosts en el 2003, cada nuevo disco de M83 ha sido más colosal que el anterior, y ha origina-do una amplia gama de sinónimos para “épico”. ¿Qué es exactamente lo que promete Gonzalez, además de sencillamen-te otro álbum?

Bueno, a través de la dé-cada pasada, este músico treintañero ha sido tes-tigo de la era dorada de la compra de CD’s, y se ha vuelto un santo pa-trón de aquellos para los que el viaje semanal a la tienda de discos es casi un peregrinaje, los mismos que aún creen en el álbum como una

propuesta física. Los discos de M83 siempre vienen en empaques altamente esti-lizados, con portadas que son dignas de obsesiones y créditos que tienen que ser raspados para descubrir a los artistas invitados. Pues bien, Gonzalez eleva la dificultad del juego esta vez al atreverse a uno de los formatos que son paradigma de permanencia y tangibilidad artística: El do-ble disco, esa ocasionalmente ambiciosa, usualmente de-cadente, y casi siempre muy errada ambición de los artis-tas convencidos (con o sin derecho) de que están en el tope de su propia capacidad. ‘Hurry up, we’re dreaming’ puede ser todas esas cosas, pero por encima de ellas, es el mejor disco de M83 a la fecha.Pero hablemos de mode-ración por un momento. Aunque cada lado de Hurry Up podría fácilmente ser un disco de M83 individual, las demandas de sus 74 minutos combinados son difícilmente atrevidas. De hecho, es el dis-

“Hurry up, We’re Dreaming”: No intenta ser una mirada comprensiva o realista

de la experiencia humana, pues Dios sabe que ya existen muchos que se en-cargan de recoger esos pequeños mo-

mentos

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Un viaje astral con M83

co de M83 que es más fácil de consumir de una sola pasada, una retrospectiva de fortale-zas pasadas que hacen de este el producto más compacto y digerible de González hasta el momento.

Las canciones

Estar de gira con bandas como Depeche Mode han inspirado una nueva faceta de showman en su estilo de canto. Antes, Gonzalez reclu-taba ayuda externa, susurra-ba en pequeñas narrativas o cantaba en un bajo, tímido murmullo que se sometía a la inmensidad de su entorno. Aquí, sin embargo, está com-pitiendo desde un inicio con grandes como Nika Danilo-va, de Zola Jesus, y lo hace tan bien que diferenciarlos puede ser más difícil de lo que imaginan.M83 nunca ha sido un es-tándar de poca ambición en ningun aspecto, pero Gonza-lez realmente “va con todo” en la medida que le agrega nueva luz a sus viejos trucos:

La incesante y anerdecedora batería en “New Map” nos re-cuerda una vieja fantasía mu-sical de M83 en “Don’t save us from the flames”, donde se emula un choque automovi-lístico. Sin embargo, esta vez la puntuación vocal de Gon-zalez al final de cada verso nos vende la idea de que él está manejando, en vez de ser un espectador pasivo.Es también un verdadero placer escuchar los momen-tos más tiernos y de emocio-nes vanas del ábum: Algunos considerarían que “Raconte-Moi Une histoire” debería ser descartada del line-up final porque es sobre “una rana mágica”, pero además de pro-longar la emoción al ser co-locada luego de la magnífica y melancólica “Wait”, des-cubrimos que su inocencia, traducida en sonidos de la era de Windows 95, capturan el optimismo de una mejor manera de la que muchos ar-tistas jamás han podido, in-cluso aquellos cuya produc-ción entera se dedica a esta clase de emociones. Mientras tanto, “Year One, One UFO”

intenta comprimir el éxtasis orgánico de “Vision, Crea-tion, Newsun” en tres minu-tos. Hurry up es como un plane-tario sónico, penetrable y to-talmente diseñado para enal-tecer la experiencia del usua-rio. Muy pocos artistas han encontrado maneras más ingeniosas de aplicar las po-sibilidades físicas del rock de esta manera: Definiendo qué onda del ecualizador apre-tará cada punto emocional, usando la percusión como explosivo más que como un mero elemento de ritmo, es-piralando la tensión en cada verso para que cada coro se sienta fenomenalmente ca-tártico. Uno pensaría que un solo de saxofón, a estas alturas de la década, ya no sería novedad. Pero cuando uno aparece al final de “Midnight City”, escolta triunfantemente la canción al punto más alto posible. Y luego de un par de acordes staccato de gui-tarra y un poco de timbales que resuenan en “Reunion”, los gritos de su coro podrían

muy bien venir de un estadio o una persecución de lanchas acuáticas. “Intro” es el típico ejemplo del amor que Gon-zalez le tiene a los momentos de “cero gravedad”, con coros fortísimos y reverberación de catedral, pero no hay nada falto de precisión o nebuloso en su composición, todavía podemos ver todo lo que hay por debajo de la pomposi-dad.¿Es mucho para digerir? Por supuesto, y aquellos que to-davía no han llegado a co-nectarse con M83 podrían preguntarse si la clase de melancolía paralizadora de “Wait” puede ser experimen-tada por alguien que ya pasa de los 16 años, o si alguna vez podrán costearse el equi-po de música necesario para apreciar el álbum en toda su capacidad sonora. Pero re-cuerden, se llama “Hurry up, We’re Dreaming”: No intenta ser una mirada comprensiva o realista de la experiencia humana, pues Dios sabe que ya existen muchos que se encargan de recoger esos pe-queños momentos l

FAQ: Hurry up, we’re dreamingFecha de publicación: 2011Estilo: Dream pop, synth, electrónicaDisquera: Naïve RecordsDuración: 79:05 minRating @ Pitchfork: 9.1/10

Una fantasía casi-erótica deDaniel Lowen @ Stereogum.com

(Y yo)

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Sujetos de nuestra envidia

Mi relación con Xavier es complicada. Nunca me

he sentido atraído hacia los hombres, por lo que mi súbita obsesión por este canadiense con aires de diva me agarró frío. Es complicada, también, porque vivimos una eterna tensión amor-odio: lo admiro, me divierte, me emociona; lo envidio, me desespera, me irrita. Sin embargo, lo que realmente hace que nuestra tertulia asexuada sea tan peculiar es que, y duele un poco confesarlo, él no sabe que existo.Dolan tiene una carrera que

cualquier estudiante de cine envidiaría. Con 23 años, ha dirigido tres películas; to-películas; to-das ellas, por cierto, presen-tadas y celebradas en Can-nes, la Berlinale y cualquier festival de cine que se precie de un buen nombre. La temática de su traba-jo gira en torno al adulto joven, a la búsqueda de la identidad y la fascinación por la homosexualidad. De hecho, este último punto es tan recurrente en sus pelí-culas que Dolan se ha vuel-to rápidamente un referente del cine LGBT internacio-nal, de la mano con otros grandes como Gus Van Sant. Esta diva adolescente

Dolan complementa tramas exageradas y personajes bulli-ciosos con un tratamiento es-tético comparable con lo me-

jor del cine de Europa del Este. Como si Tarkovski se vistiese

de lentejuelas

Still de “J’ai tué ma mère”, el primer largo de Xavier Dolan

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Xavier Dolan y yo

es bien recibido por la crítica y la audiencia, pues comple-menta tramas exageradas y personajes bulliciosos (con él, generalmente, encargán-dose de algún rol protagó-nico) con un t ratamiento estético com-parable con lo mejor del cine de Europa del Este, como si Tarkovski se vistiese de lentejuelas."J'ai tué ma mère", su primer largo, fue visceral y crudo, una semi-autobiografía pla-gada de exageración y estilo. "Les amours imaginaires" lo colocó en las listas de "per-sonas a seguir" entre el uni-

verso de críticos y cinéfilos, también fue la película con la que nos conocimos e inició nuestro no-romance.Este año Xavier presentó en

Cannes su corto más ambicioso a la fecha. "Lauren-ce anyways" sigue la historia de una pareja, luego de que el novio de-cide cambiar de sexo. Sin embargo, el hombre jura que

ama a su pareja y se rehúsa a abandonarla, ella intenta comprenderlo y el film sigue las tragedias que la decisión del sujeto significarán en la vida de la pareja. Con un pre-supuesto de ocho millones de dólares, costó casi nueve

veces más que sus proyectos a la fecha. También ha sido su primer fracaso, la crítica se siente incapaz de emocio-narse con la trama, dicen que existe una fina línea entre el kitsch planificado y el exploi-tation con descaro, línea que este joven realizador parece haber cruzado. Dolan se ríe de los comentarios, siempre tan altivo, siempre tan into-cable.Vi a Dolan, en persona, por primera y única vez saliendo de una función del Cirque du Soleil en Los Ángeles. Lle-vaba el cabello peinado con precisión quirúrgica, iba en-vuelto en un sacón de aspec-to caro y el rostro lo llevaba oculto detrás de sus infalta-bles gafas de montura ancha.

Como buen fanático hormo-nal, me volví una maraña de emoción y nervios. Él iba acompañado de dos amigas, pero me importó poco y me acerqué a presentarme.

-Hey, you're Xavier Dolan, aren't you?

Dolan me miró de arriba a abajo y luego, con un acento francés que sentí forzado e hiperbolizado me respondió.

-Sorry. No speak english.

Y luego se fue. Riendo con sus amigas, quizás de mí, quizás de la situación, quizás de cualquier otra cosa. Perras. l

Dolan se ha vuelto un ref-

erente del cine LGBT. De la mano con

otros grandes como Gus Van

Sant

Dolan en la última gala de Cannes, luego de la

presentación de su película “Lawrence anyways”

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Viva el Perú

El universo musical es tan infinito que uno no puede creer con qué clases de

cosas puede encontrarse, como yo hace un par de años atrás, para ser exactos en el 2005, en la ciudad de Lima, Perú. La escena local era muy repetitiva en cuanto estilos, y quien se arriesgaba no se quería quemar. Un disco que te impregna de tintes oscuras y casi depresivas recordando a estilos desde el gótico hasta el más melódico, que recuer-da grupos desde Portishead hasta melodías clásicas de Radiohead. Esta sirena pe-

ruana sorprendió con un dis-co titulado como ser huma-no (Emilio) pero que es un ratoncito travieso que corre y corroe papelitos.Natasha Luna Málaga nació en Lima en Febrero de 1981, y estudio filosofía en la Uni-versidad Católica de Lima, y quien ha estudiado Filosofía del Arte en la Sorbona de Paris. Es una de esas perso-nas que experimenta con muchos sonidos (pero todos oscuros y demasiados under/down/low) dando así entra-da a instrumentos que nos sumergen en sus melodías (como el piano y el cello),

aunque es bastante dificil en-casillarla en un solo género.Como dije en el 2005, lan-zó su primer disco llamado ‘Emilio’ de manera inde-pendiente y muy artesanal, sin muchas morisquetas que contar. Sin disquera, esta pe-queña joya (en su momento agotada luego de esa edición) se convirtió en uno de los discos más importantes de la escena local de Lima.Ella escribe las letras de sus canciones, todas ellas basa-das en experiencia tan rea-les como imaginarias, tan oscuras como lucidas (pero no completamente “ilumina-

das”). Este disco recibió bue-nas criticas de la escena local limeña (aunque algunos tal vez dijeron que estaba loca). Es cuestión de adentrarse a su mundo musical – filosó-fico… muy gustoso yo estoy introducido y los invito.‘Emilio’ es tan solo el gran inicio de una de las cantantes más distintas que ha visto la escena peruana en años. El background como filósofa de la cantautora le da una pro-fundidad a su trabajo que, lamentablemente, está au-sente en la gran mayoría de discos. No solo de Perú, sino del mundo. l

El background como filósofa de la cantautora le da una profundidad a su trabajo que, lamentable-mente, está ausente en la gran mayoría de discos.

No solo de Perú, sino del mundo.

FAQ: EmilioFecha de publicación: 2005Estilo: Gótico, New wave, Dark popDisquera: IndependienteDuración: 44:15 min