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ENTRE LA MÚSICA DE LAS ESFERAS Y LA SORDERA DEL GENIO.Sobre las persistencias del modelo historiográfico dominante en Historia de la Música Martín Eckmeyer Facultad de Bellas Artes. Universidad Nacional de La Plata Resumen La historia de la música como corpus disciplinar no se circunscribe únicamente a la producción académica de investigadores y especialistas. Si consideramos los imaginarios colectivos y la percepción social acerca de qué es o contiene la "historia de la música" encontraremos respuestas bastante homogéneas, ya sea que provengan de estudiantes de música o de personas desvinculadas de la producción musical y su reflexión teórica. Es por ello que al considerar los paradigmas hegemónicos en torno a la historia musical es menester indagar en aquello que se ha constituido y continua reproduciéndose como elemento legitimador y potenciador de algunos relatos históricos por sobre otros. El presente artículo intenta realizar algunos aportes conceptuales en la vía de construir herramientas que permitan visibilizar y establecer relaciones entre los marcos ideológicos, las discusiones epistemológicas, y los dispositivos y medios mediante los cuales se construyen, circulan y perpetúan las historiografías de la música dominantes. Para ello presentamos aquí algunas de las conclusiones preliminares del proyecto de investigación el sonoro pasado silente desarrollado durante el bienio 2011-2012 por el cuerpo docente de las cátedras de Historia de la música I e Historia de la música II de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Nacional de La Plata. La historia de la música como corpus disciplinar no se circunscribe únicamente a la producción académica de investigadores y especialistas. Si consideramos los imaginarios colectivos y la percepción social acerca de qué es o contiene la "historia de la música" encontraremos respuestas bastante homogéneas, ya sea que provengan de estudiantes de música o de personas desvinculadas de la producción musical y su reflexión teórica 1 . Es por ello que al considerar los paradigmas hegemónicos en torno a la historia musical es menester indagar en aquello que se ha constituido y continua reproduciéndose como elemento legitimador y potenciador de algunos relatos históricos por sobre otros. El presente artículo intenta realizar algunos aportes conceptuales en la vía de construir herramientas que permitan visibilizar y establecer relaciones entre los marcos ideológicos, las discusiones epistemológicas, y los dispositivos y medios mediante los cuales se construyen, circulan y perpetúan las historiografías de la música dominantes. Para ello presentamos aquí algunas de las conclusiones preliminares del proyecto de investigación El sonoro pasado silente desarrollado durante el bienio 2011-2012 por el cuerpo docente de las cátedras de Historia de la música I e Historia de la música II de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Nacional de La Plata. 1 Un ejemplo de esto lo representa la frase que designa al blog y programa de radio "la música de los libros de música", aunque puede verse allí como el campo gradualmente ha ido aventurándose en temáticas cada vez más heterodoxas. http://lamusicadeloslibrosdemusica.blogspot.com.ar/

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  • ENTRE LA MSICA DE LAS ESFERAS Y LA SORDERA DEL GENIO.Sobre las persistencias del modelo historiogrfico dominante en

    Historia de la Msica

    Martn Eckmeyer Facultad de Bellas Artes. Universidad Nacional de La Plata

    Resumen La historia de la msica como corpus disciplinar no se circunscribe nicamente a la produccin acadmica de investigadores y especialistas. Si consideramos los imaginarios colectivos y la percepcin social acerca de qu es o contiene la "historia de la msica" encontraremos respuestas bastante homogneas, ya sea que provengan de estudiantes de msica o de personas desvinculadas de la produccin musical y su reflexin terica. Es por ello que al considerar los paradigmas hegemnicos en torno a la historia musical es menester indagar en aquello que se ha constituido y continua reproducindose como elemento legitimador y potenciador de algunos relatos histricos por sobre otros. El presente artculo intenta realizar algunos aportes conceptuales en la va de construir herramientas que permitan visibilizar y establecer relaciones entre los marcos ideolgicos, las discusiones epistemolgicas, y los dispositivos y medios mediante los cuales se construyen, circulan y perpetan las historiografas de la msica dominantes. Para ello presentamos aqu algunas de las conclusiones preliminares del proyecto de investigacin el sonoro pasado silente desarrollado durante el bienio 2011-2012 por el cuerpo docente de las ctedras de Historia de la msica I e Historia de la msica II de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Nacional de La Plata.

    La historia de la msica como corpus disciplinar no se circunscribe nicamente a la produccin acadmica de investigadores y especialistas. Si consideramos los imaginarios colectivos y la percepcin social acerca de qu es o contiene la "historia de la msica" encontraremos respuestas bastante homogneas, ya sea que provengan de estudiantes de msica o de personas desvinculadas de la produccin musical y su reflexin terica1. Es por ello que al considerar los paradigmas hegemnicos en torno a la historia musical es menester indagar en aquello que se ha constituido y continua reproducindose como elemento legitimador y potenciador de algunos relatos histricos por sobre otros.

    El presente artculo intenta realizar algunos aportes conceptuales en la va de construir herramientas que permitan visibilizar y establecer relaciones entre los marcos ideolgicos, las discusiones epistemolgicas, y los dispositivos y medios mediante los cuales se construyen, circulan y perpetan las historiografas de la msica dominantes. Para ello presentamos aqu algunas de las conclusiones preliminares del proyecto de investigacin El sonoro pasado silente desarrollado durante el bienio 2011-2012 por el cuerpo docente de las ctedras de Historia de la msica I e Historia de la msica II de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Nacional de La Plata.

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    Un ejemplo de esto lo representa la frase que designa al blog y programa de radio "la msica de los libros de msica", aunque puede verse all como el campo gradualmente ha ido aventurndose en temticas cada vez ms heterodoxas. http://lamusicadeloslibrosdemusica.blogspot.com.ar/

  • Actualmente existe un sinnmero de medios accesibles mediante los cuales el pblico general toma contacto con diversas reflexiones sobre la msica y forma su opinin: programas y canales de TV; audiciones o emisoras de radio temticas; charlas y talleres abiertos a todo pblico, videos y foros de Internet, entre otros. Sin embargo elegimos concentrarnos para este trabajo en aquellos dispositivos que tienen mayor incidencia en la formacin de las concepciones sobre la msica: las publicaciones que, desde el formato de libros de texto, artculos en revistas de divulgacin o crticas periodsticas, han logrado generar un imaginario tan fuerte sobre la msica y su historia que frecuentemente es reproducido acrticamente incluso al interior de las instituciones educativas de nivel secundario y superior vinculadas con la educacin musical.

    Este proceso de naturalizacin o invisibilizacin epistemolgica ha logrado generar un paradigma musical que representa un arbitrario cultural (Carabetta; 2008). Desde bambalinas este arbitrario produce un conjunto de nociones derivadas que van desde la propia definicin y delimitacin de la msica como disciplina artstica, hasta las escalas de valoracin entre diversos repertorios. Pero tambin incide, por ejemplo, en el modo en que se establecen las diferentes remuneraciones que reciben los msicos de una orquesta, o incluso directamente en la discusin de si la msica es o no un trabajo. O ms an, si siendo trabajo la msica puede ser entendida todava como arte, llegando en posiciones extremas a postularse una dicotoma entre valor artstico y profesionalismo musical2.

    Tal es la relevancia, sino el poder, que poseen las concepciones musicales que han derivado de las historiografas dominantes. De ah la necesidad de comenzar a develar y conceptualizar con rigurosidad el entramado epistemolgico que las ha constituido para poder as proponer otras vas de construccin histrica, sino ms adecuadas a nuestro contexto, al menos ms explcitas en cuanto a sus inscripciones ideolgicas, polticas y metodolgicas.

    Hoy sigue existiendo un relativo desfasaje entre el paradigma musicolgico tradicional an vigente en las historias de la msica ms habituales, y la revisin metodolgica ya casi centenaria de la historia general (Eckmeyer, Cannova; 2010). En esta ltima ha tenido lugar a una explosin de "nuevas" historias y revisionismos que ya forman parte del "paisaje epistemolgico" presente en los medios de comunicacin y hasta en las aulas de la educacin comn. De esta suerte, la historia general, sea entendida como Historia Social (Hernndez Sandoica; 2004) o Nueva Historia (Burke; 1996) ha podido incluir en sus estudios a sujetos, aspectos y manifestaciones del pasado que tradicionalmente quedaban relegados o segregados. Particularmente importantes para nuestra pesquisa resultan los aportes que incorporaron a las clases populares definitivamente a la historia, ya sea desde una perspectiva "desde abajo" especficamente vinculada a la historia de las clases trabajadoras (Thompson; 1989. Ginzburg; 1999), o la historia de la cultura popular (Burke, 2010. Baijtn, 2003), que busca descifrar la complejidad de sus relaciones con la cultura "erudita" o literaria. Adems, estas perspectivas relativizaron el etnocentrismo cultural, es decir el eurocentrismo, visibilizando las asimetras del centro frente a los mrgenes, y habilitando la discusin acerca de cmo escribir historia desde fuera de la metrpoli. En nuestro caso esto no solo representa construir una mirada desde nuestro pas, sino que plantea el desafo de pensar la historia desde Latinoamrica.

    2 Entendiendo aqu profesionalismo musical como la condicin social mediante la cual el msico obtiene una

    remuneracin econmica sostenida en el tiempo que constituye la mayor parte de su sustento vital. En el polo opuesto se sita el amateurismo, que por lo menos desde el siglo XVI viene entablando una discusin de valor esttico con los profesionales (Raynor, 1986)

  • Dado este contexto de transformacin muy difundido (Hernndez Sandoica, 2004; Prez Gonzlez, 2010) cabra haber esperado la aparicin de alguna suerte de "transposicin musicolgica" que permitiera, por ejemplo, la posibilidad de incorporar al estudio histrico musical los repertorios de la msica popular urbana, o repensar categoras y temporalidades en virtud de las manifestaciones sonoras que nos permiten reconocernos como parte de nuestro continente. Sin embargo, an hoy, el corpus central de la historia de la msica permanece prcticamente inalterado, galvanizado frente a la emergencia de los estudios sobre otras msicas. Y si bien stos ltimos son ya numerosos y realizan aportes valiossimos3, no han logrado an desprenderse de la obligatoriedad de mencionar su particularizacin. En otras palabras: los repertorios musicales que no pertenecen a la Tradicin Clsica Europea Occidental (Treitler; 1996) no tienen derecho a integrarse a una Historia de la Msica, sino que deben permanecer como historias de otra cosa, de otras msicas, slo vlidas en virtud de esa particularidad e incapaces de generalizar sus conceptos.

    Ms all de sus implicancias acadmicas es necesario considerar el impacto que este estado de situacin provoca en la educacin musical y la formacin de msicos profesionales en nuestro contexto. En esa direccin podemos sealar dos niveles diferenciados de esta problemtica: en el caso de la educacin comn o general, sobre todo de nivel secundario, durante muchas dcadas las clases de msica se basaron en la biografa de los compositores de la msica clsica europea, resistiendo todo examen crtico y desvinculadas totalmente de los intereses de los alumnos, transformando un producto cultural altamente estimado por los adolescentes en una "materia aburrida". Esta situacin provoc finalmente una reaccin tan fuerte que actualmente se evita la inclusin curricular de la historia de la msica, independientemente de su perspectiva, transformndose as la disciplina en una suerte de estigma y reforzando, involuntariamente, la idea de que "historia de la msica" es equivalente de "historia de los msicos clebres europeos de msica clsica"4.

    Por otro lado la historia de la msica en las instituciones de nivel Superior y las universidades, lejos de convertirse en un puesto de avanzada para plantear discusiones en torno a la naturaleza de la msica, suele representar uno de los componentes ms conservadores y reproductores de la tradicin (Carabetta; 2008). El impacto de esto abarca desde la "decantacin" que hacen los estudiantes a medida que avanzan en sus estudios, abandonando consumos culturales populares o mediticos y prefiriendo paulatinamente los que coinciden con el canon tradicional5; la valoracin negativa que hacen de los msicos de gran difusin y popularidad pero formados por fuera de la academia; hasta llegar a la consideracin incluso de que la actividad musical y el trabajo

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    Es notable que la mayora de las novedades editoriales sobre msica en los ltimos aos se refieren a la msica popular o bien a algn abordaje alternativo sobre la msica culta. Sin embargo no logran trascender el modelo de "estudio de caso" y por lo tanto carecen de impacto real en las historias de la msica de ndole totalizadora o general. De hecho las "historias de la msica" publicadas en espaol recientemente no incorporan en grado alguno los aportes del primer grupo. 4

    Se consultaron al respecto los Diseos Curriculares jurisdiccionales para el Nivel Secundario de las provincias de Buenos Aires, Tierra del Fuego, La Rioja, Chubut, Crdoba, Jujuy y Misiones formulados entre 2010 y 2013. Algunos de ellos an se encuentran en etapa de desarrollo. 5 Es interesante considerar que en las instituciones de formacin musical de nivel superior es caracterstico que los

    estudiantes ingresen relacionados e incluso motivados- con la produccin de gneros como el Rock o la Cumbia y modifiquen sus intereses a lo largo de la carrera para reemplazarlos por otros como el Tango o el Jazz en sus versiones ms estilizadas, que ocupan un lugar de prestigio similar al de la msica clsica pero al interior del campo de la msica popular. Este proceso de cambio es invariablemente en esa direccin y nunca a la inversa. De all la importancia de reconocer la influencia de asignaturas como Historia de la Msica a la hora de asignar valor comparativo a los gneros musicales en trminos de complejidad, autenticidad, refinamiento, etc.

  • son conceptos opuestos. Es decir que para preservar el carcter "autntico" de la msica deberemos ganarnos la vida por otros medios.6 Ms all de la gravedad socio econmica de estas problemticas y la distorsin que generan en los estudiantes, es necesario subrayar que muchos de ellos sern quienes, una vez graduados, integren el cuerpo docente de escuelas, institutos y departamentos. Este mecanismo de reproduccin es una de las razones por las cules el paradigma histrico musical tradicional an consigue niveles muy altos de supervivencia y resistencia a la transformacin epistemolgica.

    Medios de persistencia del modelo historiogrfico dominante

    Relevar las causas de esta situacin es sin dudas de una complejidad muy vasta, que debera ser abordada necesariamente de forma interdisciplinaria. Aqu simplemente intentaremos indagar en algunas caractersticas del modelo tradicional de historiografa musical, aportar a una descripcin ms sistemtica del mismo, determinar algunos medios que contribuyen con su difusin y vigencia, y detectar aquellos de sus componentes ms resistentes a un cambio epistemolgico.

    Con el fin de analizar el impacto presente del modelo tradicional y evaluar las posibles divergencias frente al mismo, en nuestra investigacin comenzamos por establecer un panorama disciplinar7 lo ms fidedigno posible, relevando para ello durante el transcurso de nuestra investigacin tres tipos de dispositivos especficos de la historia de la msica con el objetivo de determinar el grado relativo de influencia de cada uno:

    libros de texto ms difundidos sobre historia de la msica presentes en bibliotecas y libreras del pas

    textos cientficos (musicolgicos o no) que asuman una posicin crtica frente a la tradicin disciplinar de la historia de la msica.

    programas de estudio de la asignatura vigentes en universidades nacionales y del exterior.

    El fichaje del primer grupo (los libros de texto) revel de forma recurrente un tipo de relato histrico que se articula en base a segmentos que corresponden a denominaciones estilsticas antes que a periodizaciones de raigambre histrica. Sus nombres coinciden casi perfectamente, aunque en ocasiones se permiten discutir algunos detalles relativos a la fecha exacta de comienzo o la condicin que define a cada estilo. Podra llamarse entonces a este formato historiogrfico Historia de los Estilos (Samson; 2009). No explicitan ni deslizan su marco terico ni su metodologa, y presentan una condicin/ un

    6 No hay lugar aqu para su desarrollo, pero es muy importante mencionar la influencia de la Escuela de Frankfurt y sus

    relecturas contemporneas en el sostn y reproduccin de estas ideas valorativas, particularmente en lo que respecta a la msica popular urbana, la radiodifusin y la industria discogrfica, y su oposicin al valor esttico o artstico. 7

    Consideramos a la "Historia de la Msica" como disciplina en el sentido ms amplio posible. No pretendemos problematizar aqu las denominaciones sobre la materia de estudio, que suelen resultar menos de consideraciones epistemolgicas que de la filiacin o pertenencia en trminos institucionales e incluso presupuestarios. Si bien en general la historia de la msica se incluye dentro de la musicologa, de acuerdo a las diferentes tradiciones regionales la clasificacin resulta difusa: por ejemplo, en los pases anglosajones y particularmente en EE. UU. se suele diferenciar dentro de la musicologa a la "musicologa" (que representa a la historia de la msica anterior al siglo XIX), el anlisis musical o "teora" y a la "etnomusicologa". Incluso J. Kerman (1985) le atribuye un repertorio musical diferente a cada una de estas subdisciplinas. En cambio en la tradicin europea continental se diferencia a la "musicologa histrica" de la "musicologa sistemtica", dedicndose esta ltima a la formulacin de una teora musical aplicable a cualquier poca y estilo. En nuestro medio no existe una postura clara, aceptndose eventualmente un esquema u otro (o ninguno en absoluto). Por ltimo, entendemos que una probable razn del desfasaje metodolgico entre la historia general y la historia de la msica (Musri 1999) proviene del celo con que la musicologa protegi su status disciplinar autnomo. Vase Beard, D. y Gloag, K. Musicology: the key Concepts, Routledge, New York, 2005; y Duckles V., Passler, J. y otros Musicology en The New Grove Dictionary of Music and Musicians 2nd edition, Oxford University Press, 2001

  • estilo antes descriptivo que analtico, razn por la cual son ambiguas las denominaciones conceptuales de estricto carcter historiogrfico, si es que existen en absoluto. Es caracterstica la falta de rigurosidad y el eclecticismo inherente a la configuracin de estos estilos-perodos en este tipo de historias (Eckmeyer, Cannova; 2010).

    En todos los casos no se incluye mencin alguna de la msica popular previa a la aparicin de los medios mecnicos de grabacin y reproduccin del sonido. El nico justificativo, cuando aparece, es la ausencia absoluta de documentos histricos, categora que nicamente incluye a las partituras.

    El relevamiento comparativo de la presencia de palabras clave nos permiti delimitar de forma preliminar los componentes ms significativos de estas historiografas. Como resultado concreto pudimos denominar con mayor claridad el modelo historiogrfico dominante y sus conceptos ms nodales y resistentes. Los trminos incluidos en el fichaje fueron los siguientes: evolucionismo, compositor, obra, civilizacin (civilizado), fuentes (histricas), documentos, estilo, anlisis, cultura (culto), forma musical, tonalidad, notacin, gnero, profano-religioso, occidental.

    En otro artculo8 describimos en extenso y pusimos a prueba la caracterizacin que, a partir de esta pesquisa, nos permiti formular lo que llamamos el ncleo duro9 del paradigma historiogrfico tradicional, al cual denominamos historiografa romntico positivista10. Abstrayendo sus caractersticas al mximo, podemos pensar que son tres sus conceptos esenciales: el compositor, la obra musical y la partitura.

    Desplegados de forma tal que se retroalimentan y potencian de forma circular, estos tres conceptos constituyen un verdadero cinturn protector del paradigma dominante en historia de la msica. En primer trmino, el rol de sujeto de la historia es reservado al compositor, siempre masculino, preferentemente de mediana edad aunque se admiten los talentos precoces, dedicado antes que a tocar un instrumento a la escritura de partituras que incluso es deseable que no escuche sonar nunca. Cook (2000) advierte sobre lo paradjico (y peligroso) del modelo beethoveniano y su rol en la separacin definitiva del ideal musical silente y su manifestacin sonora concreta. Casi como si fuese la superacin y el extremo de la divisin medieval entre musicus y cantor (msico intelectual y msico prctico) la imagen de un sordo es la que consigui establecerse como modelo universal de msico. La msica de las esferas de los tericos cristianos, tan perfecta que supona ser inalcanzable para nuestros mortales odos, transmuta as en ideas de una mente, genial aunque sorda, que ya no necesita ni siquiera del sonido para hacer msica.

    Vale la pena detenerse en dos aspectos constitutivos del paradigma: por un lado, la msica del compositor, al ser inaudible, es tan ideal, que cualquier realizacin sonora la

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    Cannova, M.P. y Eckmeyer, M. "Prcticos, dscolas y regionales. La tensin entre particularismos y generalizacin en el estudio de la historia de la msica." V JIDAP, FBA-UNLP, 2012 9

    Tomamos como referencia las teoras de Kuhn y sus crticas por Lakatos, para definir el paradigma historiogrfico dominante y sus ideas constitutivas ms resistentes (ncleo duro) que impiden una transformacin o revolucin paradigmtica y aumentan la resistencia del paradigma frente a las refutaciones. 10

    Retomamos aqu en sentido amplio las crticas al idealismo hegeliano formuladas por Marcuse al encontrarlo complemento funcional del positivismo. Como caso particular el modelo historiogrfico tradicional evidencia un entramado altamente resistente -y de aparente coherencia- compuesto por trminos, conceptos y mtodos que provienen tanto de la esttica romntica como del positivismo cientfico, en particular el aplicado al historicismo de tradicin rankeana. A su vez muchas de las caractersticas de la musicologa que Kerman (1985) llama positivistas son en realidad producto directo del romanticismo, como la categora de genio, las ideas en torno a un "carcter artstico" inmanente, el rasgo degenerativo de la ejecucin musical, o la identidad entre msica y partitura.

  • degrada11. Es el idealismo romntico en su versin ms plena. En la historiografa tradicional, las escasas consideraciones histricas sobre estos compositores son anecdticas, tendientes a reforzar lo inmanente o esencial de la msica. As se asocian con distinta suerte las caractersticas ms pintorescas de la vida individual y sentimental del compositor con ciertas decisiones compositivas, resultando un relato que desvincula totalmente al compositor de su contexto cultural y social. El divorcio entre los aspectos polticos y econmicos y la msica no puede ser ms evidente. Las eventuales ancdotas de este tipo solo reafirman el carcter absolutamente autnomo de la msica.12

    El compositor produce obras, entendidas como un conjunto de intenciones perfectamente acabadas producto, nicamente, de su subjetividad. La Obra musical (Goehr; 1992) es cerrada, interpretable slo en la medida que busquemos descifrar en ella (y sepamos encontrar) su verdadera esencia, que no es otra cosa que, una vez ms, las intenciones originales del compositor. An aqu pareciera que hay lugar para la historia, que podra convertirse en auxiliar de la interpretacin musical. Pero no. Solo hay lugar para aplicar a la obra todo el arsenal de dispositivos analticos cuantitativos. En las versiones ms extremas de este tipo de anlisis, la msica pierde totalmente sus sentidos posibles y es pura -o mera- sintaxis. Mirada en la que supieron coincidir, en diferentes momentos, el positivismo, el formalismo y los estudios semiticos sobre msica. Ver texto daniel

    El mediador privilegiado tanto para que el compositor fije sus "verdaderas intenciones" como para que el musiclogo justifique empricamente el carcter de obra maestra, es la partitura. Testimonio que permite recuperar msicas de otros tiempos y cotejarlas en trminos armnicos, texturales, formales, con otras pocas y otras msicas. sta es la herramienta maestra, la que permite agrupar a las obras y adjudicarles un estilo, que luego se har coincidir, con mayor o menor precisin, con un perodo histrico. De esta suerte la partitura se convierte en la obra que deja ya de ser sonido para transformarse en un cdigo escrito que condensa fielmente la imaginacin del compositor. Saber leer la partitura en estos trminos se convertir en el parmetro privilegiado para poder interpretar la obra correctamente. El intrprete entonces no debe contaminarla con su subjetividad, sino dejar hablar a la obra de la forma ms transparente posible. Las coincidencias entre este esquema y la definicin de la metodologa cientfica y el rol del investigador formuladas por el positivismo son tan evidentes que no insistiremos en ellas.

    La academia contraataca poco

    Un segundo fichaje, realizado esta vez sobre los textos crticos, intent delimitar un horizonte comn en aquellas propuestas que expresaran algn tipo de relectura sobre los modos habituales de hacer y comunicar la historia de la msica que hemos compendiado hasta aqu. Esta aparente simple tarea represent ya desde el comienzo un alto grado de complejidad: no son numerosos los textos que abordan como temtica principal la historiografa musical, ya se trate de establecer aspectos conceptuales, metodolgicos, o de cualquier otra ndole. Ms all de la entrada correspondiente en un prestigioso

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    Cook (2000) tambin advierte sobre las relaciones de poder que aparecen entre compositor e intrprete basadas en la autora, la autoridad y las ejecuciones autorizadas, a las cuales habra que aadir el rol del editor (Raynor, 1986) y tal vez, el del historiador de la msica, como responsable de seleccionar el canon autorizado de obras maestras. 12

    Samson (2009) y Cook (2000) llaman la atencin sobre este carcter anecdotario en otro ejemplo paradigmtico beethoveniano: la dedicatoria de la sinfona "Heroica" a Napolen Bonaparte, y el retiro de la misma, borrn en el manuscrito incluido. La esencia de la obra, su msica, permanece igual, por lo cual pareciera cobrar fuerza la tesis de la autonoma musical, sin embargo es esto lo que deberamos entender como vinculacin de la obra con su contexto poltico y social? No ser en todo caso que la msica de Beethoven representa, ayer y hoy, a la alta burguesa, esa misma que pretende poner y retirar del poder a personajes carismticos segn sea su conveniencia?

  • diccionario musical, publicado en el extranjero y sin traduccin al espaol (Stanley; 2001), la bsqueda de los mismo trminos "historiografa de la msica" arroj, en papel o Internet, pobres resultados.

    S en cambio result ms fructfero indagar en aquellos artculos o libros que, al abordar alguna msica en particular, suelen establecer un slido marco terico para realizar cada estudio. En este aspecto presentan un fuerte contraste frente al primer grupo de textos relevado. Al encontrar insuficientes los marcos convencionales, los autores crticos se ven forzados a realizar profusas consideraciones historiogrficas. De esta manera se constituyen en valiossimos aportes al contener implicaciones epistemolgicas que rebasan por mucho al objeto particular al que se aplican.

    Los aspectos historiogrficos abordados incluyen las problemticas de gnero en la historia de la msica (Ramos, McClary, Citron), las ideologas presentes en su formulacin (Cook, Shreffler), la crtica al positivismo inherente a la gran mayora de los estudios musicales (Kerman), la relegacin de la msica popular (Lengwinat, Attali, Rodrguez Legendre), o la invisibilizacin de agentes y mediadores determinantes para la produccin musical (Supicic, Weber, Hennion). Por ltimo, y en abierta crtica a algunos de estos mismos textos, otro conjunto de autores plantea la excesiva fragmentacin de los enfoques actuales y la sostenida incapacidad para construir un relato histrico suficientemente abarcativo como para no anular el sentido mismo de toda historia (Taruskin, deBrito)

    En su mayora los textos crticos provienen de artculos publicados en revistas altamente especializadas cuya circulacin es estrictamente acadmica, fundamentalmente en universidades de Estado Unidos, algunas de Reino Unido y en menor medida de Francia y Espaa. Un rasgo que demuestra su escasa circulacin es la ausencia de traduccin a otro idioma que no sea el original. Para el caso anglosajn, sus autores suelen formar parte de lo que dio en llamarse la "nueva musicologa" o "musicologa crtica", movimiento altamente heterogneo y eclctico surgido al amparo del postmodernismo y el giro lingstico. Aunque de muy acalorada promocin, este movimiento esconde una paradoja: por un lado sus artculos abordan objetos de estudio muy acotados y relativizan el valor de las historias "unificadas", dando lugar a fuertes crticas al modelo historiogrfico tradicional, sus esquemas, temas y mtodos. Pero una vez por fuera de los crculos acadmicos y puestos a escribir textos de divulgacin para los estudiantes o el pblico general -que necesariamente deben abarcar una totalidad histrica- estos mismos autores se refugian en el paradigma que antes critican, reproduciendo la misma jerarquizacin y asimetra entre msicas, sujetos, regiones y gneros.13

    En el caso de Francia y algunos otros pases de Europa continental revelan la huella de las Ciencias Sociales, particularmente la sociologa, por lo cual su enfoque es muchas veces en clave de poner a prueba o cuestionar diferentes posiciones en torno a la sociologa de la msica.

    Pero tambin accedimos a otro conjunto de textos crticos que consideramos un aporte muy valioso: se trata de textos producidos por investigadores latinoamericanos que, aunque de forma fragmentaria, dan cuenta de la existencia o la conciencia de la necesidad- de posiciones historiogrficas basadas en la particular situacin de nuestro continente y el tratamiento que sus msicas recibieron de parte del modelo tradicional. En este sentido encontramos como polos interesantes de desarrollo crtico a Venezuela

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    Para un desarrollo de un caso paradigmtico de esta paradoja, ver Cannova, M.P. y Eckmeyer, M. "Prcticos, dscolas y regionales. La tensin entre particularismos y generalizacin en el estudio de la historia de la msica." JIDAP, FBA-UNLP, 2012

  • (Rodrguez Legendre; 2003. Lengwinat; 2006), Colombia (Prez Gonzlez; 2010) y Chile (Musri; 1999).14 Estas producciones no deben confundirse con otros trabajos suscriptos por investigadores de origen latinoamericano que sin embargo forman parte del universo acadmico anglosajn, al haberse formado e incluso trabajar en universidades de Estados Unidos15.

    Sobre todos estos artculos se realiz un fichaje descriptivo con el objeto de trazar un panorama indicativo de la amplitud de las temticas abordadas y concentrar el relevamiento en aquellos que pudieran aportar a reforzar la definicin conceptual del modelo historiogrfico tradicional. Para ello nuevamente se consider el tipo de organizacin o segmentacin del texto y la presencia de ciertos trminos o conceptos como los siguientes: objeto o artefacto musical, (concepto de) obra musical, fuentes orales/iconogrficas, mediacin, sociedad, economa, poltica, ideologa, historiografa, perspectiva, cultura popular, historia social, historiografa, periodizacin, centro/periferia, hegemona, prctica musical, intrpretes, praxis musical.

    Una vez detectada la presencia comn de palabras clave y de una insistente regularidad para evitar las periodizaciones histricas convencionales, se pudieron agrupar los textos en base no tanto a las conclusiones de sus estudios de repertorio especfico, sino en cuanto a los conceptos o elementos de la historia de la msica a los que aplicaban sus crticas. En esta etapa la misma denominacin de esos aspectos result altamente valiosa, lo que ayud a elaborar el primer esbozo del modelo historiogrfico dominante, al delinearse tres ejes de focalizacin de los estudios que representan la contracara del ncleo duro definido en el apartado anterior:

    Consideraciones en torno a los sujetos de la historia de la msica. En este caso se seleccionaron los problemas derivados de la inclusin de la msica popular y de las clases trabajadoras, las cuestiones de gnero y los problemas vinculados a las regiones por fuera de Europa occidental.

    Definiciones sobre los objetos de la msica, ya sean entendidos como la msica en s o como mediadores en la realizacin musical. Fundamentalmente aqu se consideraron las definiciones sobre "obra musical" y las crticas a su correlato -e incluso identificacin- con el soporte en partitura. Son aqu muy importantes los textos que cuestionan la autonoma de la msica frente a la historia y la sociedad (Shreffler; 2003), los que ensayan un traslado de la teora de las mediaciones al estudio de la msica (Hennion; 2002) y los que proponen una teora prxica o actancial de la msica (Small; 1999. Regelski; 2003)

    Consideraciones en torno a la relacin entre msica y sociedad, variando entre problematizar los diferentes niveles de determinacin recproca entre ambas categoras o directamente considerando a la msica como parte indisoluble de la sociedad, y por esta razn plausible de ser estudiada directamente como tal.

    Un cuarto aspecto est vinculado a las periodizaciones, aunque hay que considerar que el abandono o reemplazo de sus denominaciones tradicionales es antes una resultante

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    Este hallazgo nos permiti presentar el proyecto de investigacin Bases argumentales para hacer Historia de la Msica desde Latinoamrica, radicado en la FBA-UNLP y dirigido por la prof. Mara Elena Larrgle. En proceso de evaluacin. 15 Dentro de estos ltimos pueden consultarse: Kuss, M. (ed.) Music in Latin America and the Caribbean: An Encyclopedic History University of Texas Press, 2004; Pelinski, R. Invitacin a la etnomusicologa, Akal, 2000; Gonzlez, J. P. Pensar la msica desde Amrica Latina, Gourmet Musical, 2013.

  • del abordaje crtico sobre los tres ejes16 antes mencionados que una preocupacin en s misma de los autores. De todos modos, en su mayora contemplan la formulacin de periodizaciones alternativas. Lo que lleva a reconsiderar el ncleo mismo de las relaciones de continuidad y cambio de la historia musical.

    La universidad sin sus propios artculos

    El tercer conjunto analizado lo constituyeron ms de una treintena de programas de estudio pertenecientes a las principales universidades de nuestro pas, institutos de nivel terciario y algunas universidades de la regin. El relevamiento aqu consisti en analizar la frecuencia de aparicin de textos del primer o segundo grupo en las bibliografas obligatorias y su correspondencia con la segmentacin histrica propuesta y la seleccin de los contenidos para la cursada. En un segundo plano se consideraron las propuestas didcticas para la materia, con el fin de establecer alguna relacin entre innovacin conceptual e innovacin didctica.

    En esta oportunidad el resultado fue contundente: la enorme mayora de los programas contiene casi exclusivamente la bibliografa tradicional, existiendo algunos casos en los que un nico manual es prcticamente toda la bibliografa utilizada. Sus unidades temticas coinciden al detalle con el ndice de esos manuales y sus contenidos se reproducen textualmente. En consecuencia son raros los programas que contienen alguna unidad destinada a reflexionar acerca de qu es la historia de la msica, las variables que operan a la hora de su escritura o sus metodologas ms habituales. Pero tal vez el rasgo ms llamativo, tratndose de una asignatura de fuerte raigambre terica y cuyo mbito natural es el de congresos y conferencias, sea que prcticamente la totalidad de los programas carecen de una fundamentacin o marco terico que explicite la posicin historiogrfica desde la cual se construye la propuesta de la materia.

    Son muy pocos los casos que incorporan algunos de los artculos de la musicologa crtica y si lo hacen es solo como bibliografa de consulta opcional. Y tal como ocurra con algunos autores de esa corriente, que no dudaban en reproducir lo que criticaban a la hora de escribir un manual, es en esas mismas universidades donde se produce buena parte de los textos ms notables de la actualidad musicolgica local. Por ltimo, solo aquellos programas que explicitan algn tipo de posicin terica o epistemolgica incorporan al menos experimentalmente algn tipo de propuesta didctica que se aparte de la lectura de textos, anlisis de partituras y la realizacin de alguna monografa. Los casos ms interesantes son los que plantean la posibilidad de evaluar la adquisicin de saberes histricos mediante la realizacin musical, tendencia que comienza a asomar como posibilidad de renovacin de la asignatura (Sedman Yang; 2012)

    Hacia adelante

    Este divorcio tripartito que separa la investigacin acadmica de punta de la transferencia a las aulas universitarias junto a los textos o manuales generales necesarios para informar las cursadas, aparece como rasgo mayoritario del panorama actual de la historia de la msica. Pareciera que es imposible aprender el devenir histrico de la msica desde una perspectiva crtica, y que solo en trminos de investigacin o posgrado pueden comenzar a discutirse ciertos temas. Pensndolo bien no debera llamarnos la atencin que las epistemologas fragmentarias, eclcticas y postmodernas hayan perdido de vista la

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    La circularidad y endogamia de las categoras de estilo que constituyen las periodizaciones ms convencionales son puestas en crisis al considerar aspectos como la funcin social de la msica (Attali), las concepciones filosficas sobre el tiempo (Griffiths) o la condicin social de los msicos y el pblico (Taruskin). Un anlisis ms amplio sobre la categora de estilo, las periodizaciones y sus crticas puede encontrarse en Eckmeyer, M. y Cannova M. P. (2010)

  • necesidad de generalizar y comunicar que son indispensables para convertir los avances epistemolgicos en saberes socialmente significativos.

    Superar esta fragmentacin implica poder ensear y aprender los repertorios musicales aquellos significativos para quienes aprenden- su historia y genealoga, al tiempo que se reflexiona sobre las posiciones polticas, ideolgicas, estticas y/o sociales de quines producen los relatos historiogrficos. As podremos construir historias que incluyan msicas y sujetos histricos tradicionalmente segregados sin transformarlos en particularismos o repertorios de segunda seleccin. No solo se puede sino que actualmente nada justifica que no se estudie la msica popular junto con la msica culta, la msica europea en simultneo con la de Amrica Latina; tampoco existe razn alguna para dedicar un apartado a las mujeres de la msica o a los intrpretes.

    Como un primer acercamiento a la problemtica de la historiografa de la msica y sus consecuencias en la didctica como asignatura universitaria, consideramos que lo producido en el transcurso de la investigacin permiti una caracterizacin, descripcin y periodizacin de diferentes tendencias o modelos historiogrficos de la msica en virtud de sus repertorios estudiados, as como en indagar respecto de las concepciones sobre la msica, metodologas de estudio, dispositivos y escalas analticas. Frente al panorama inicial entendemos que es importante el haber podido construir un esbozo analtico consistente para describir las tradiciones historiogrficas, particularmente las ms tradicionales y hegemnicas. Sin embargo esto solo advierte sobre lo mucho que es necesario seguir avanzando para lograr disponer de un marco terico slido a travs del cual poder clarificar y conceptualizar las diferentes tradiciones de la historia de la msica y sus consecuencias sociales, estticas y educativas. Sin dudas este desafo se hace particularmente acuciante en el caso de Latinoamrica y las posibilidades comunes de sus msicas y su historia.

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