23 JUNIO, 2013 NÚMERO 32

LUNES 24: San Juan Bautista Lc 1, 57-66.80. “Zacarías escribió en la tablilla: Su nombre es Juan”. MARTES 25 Mt 7, 6.12-14. “No echar las perlas a los cerdos”. MIÉRCOLES 26 Mt 7, 15-20. “Por sus frutos los conoceréis”. JUEVES 27 Mt 7, 21-29. “El que hace la voluntad de mi Padre, entrará en el Reino”. VIERNES 28 Mt 8, 1-4. “Señor, si tú quieres, puedes limpiarme”. SÁBADO 29: San Pedro y San Pablo Mt 16, 13-19. “Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo”.

DIOS NOS HABLA

Parroquia Santa María Micaela

Avenida de la Juventud, 29

52005 – Melilla

Tfno: 952 673 760

micaelamelilla@diocesismalaga.es

parroquiasantamariamicaela.wordpress.com

Cristo, amigo que nunca falla No recuerdo haber encontrado a nadie a quien Cristo como persona no le haya entusiasmado, y eso que a veces aparece a través de la imagen que los cristianos damos de él, porque verlo en la claridad del Evangelio es sencillamente arrollador. Ningún líder presenta una vida tan densa y atractiva en tan pocas páginas. Ninguna persona, sea la que sea su profesión, cultura, gestos o ideología, puede sentirse ajena al Evangelio. Cristo presenta el encanto del líder religioso, del hombre del pueblo, del contestatario, del bucólico, del mártir político…, y ese encanto atrae hoy, como entonces, a millares de hombres de todas las edades, razas y culturas. ¿Qué fuerza tendrá, que sigue enrolando gente y enviándolas a los últimos rincones de la tierra para sembrar y regar primero con sudor y luego con sangre? ¿Qué encanto tiene para lograr que muchos renuncien al dinero, al poder, al confort, al prestigio social para vivir en la pobreza y enterrarse en asilos, comunidades religiosas o en barriadas pobres? Hoy pasa, también por nuestra sociedad de consumo y dice: “Ven y sígueme” y hay bastantes que le siguen. Y pregunta: “¿Quién decís que soy yo?”, y también son muchos los que le contestan.

PARROQUIA SANTA MARÍA MICAELA

Horario de verano

Recordamos los horarios de misas durante estos meses de verano:

Diario: a las 20:00h.

Domingos: a las 10:30h y a las 20:00h.

El verano de nuestra vida y la vida de nuestro verano

Nos podemos preguntar si todo esto no tendrá que ver también con este verano de nuestra vida, que podemos llamar juventud madura que correspondería a esta estación del año. ¿Cómo estamos cuidando el paso de la adolescencia a la madurez y la plenitud de vida en ésta última, que podría corresponder a la previa al otoño de nuestra existencia?

Algunos podrían decir que sí, que se mantienen con una dieta saludable rica en frutas y verduras, ejercicio regular, adecuado, que no fuman ni pican mucho entre horas, por ejemplo, pero bien, y ¿cómo mantienen en forma su espíritu? Y otros, o algunos de entre los primeros también, pueden confirmar que se mantienen despiertos y en forma mentalmente, leen con cierta frecuencia, procuran estar al día de todo lo que pasa, tienen una opinión lo más objetiva y contrastada posible, cultivan aquellos intereses que más les pueden hacer crecer por dentro también, etc.

Aunque todo lo anterior no esté nada mal, aún faltaría otro elemento que haría vivir de forma más equilibrada este verano de nuestra vida al que hemos llegado. Se trata de una estación en la cual se trata de experimentar el gusto por la vida, la alegría, el calor humano, la admiración y el asombro por aquello que ha llegado a su pleno desarrollo. Porque, ¿qué es el verano sino el tiempo de la plenitud? Disfrutar del ocio y tiempo libre merecidos, después de un cansancio fisiológico y natural.

¿Qué estamos haciendo del verano de nuestra vida y de nuestra vida en el verano? ¿Cómo estamos transmitiendo, a nuestros treinta, cuarenta, cincuenta y tantos años, el gusto por una vida plena, saludable, pero sobre todo feliz, a las generaciones de los que hoy son nuestros hijos, educandos y catecúmenos?

Para orar ¿Quién eres, Señor?

Cualquier día, en cualquier momento, a tiempo o a destiempo, sin previo aviso

lanzas tu pregunta: Y tú, ¿quién dices que soy yo?

Y yo me quedo a medio camino entre lo correcto y lo que siento,

porque no me atrevo a correr riesgos cuando tú me preguntas así. Enséñame como tú sabes.

Llévame a tu ritmo por los caminos del Padre y por esas sendas marginales que tanto te atraen.

Corrígeme, cánsame. Y vuelve a explicarme tus proyectos y quereres,

y quién eres. Cuando en tu vida toda encuentre el sentido

para los trozos de mi vida rota; cuando en tu sufrimiento y en tu cruz descubra el valor de todas las cruces;

cuando haga de tu causa mi causa, cuando ya no busque salvarme sino perderme en tus quereres...

Entonces, Jesús, vuelve a preguntarme: Y tú, ¿quién dices que soy yo?

Ulibarri Fl.

XII domingo del Tiempo Ordinario • AÑO / C • Lc 9, 18-24

● Primera lectura ● Zac 12, 10-11.13,1 ● “Mirarán al que atrave-saron”. ● Salmo responsorial ● Sal 62 ● “Mi alma está sedienta de ti, Señor, Dios mío”.

● Segunda lectura ● Gal 3, 26-29 ● “Los que habéis sido bauti-zados os habéis revestido de Cristo”.

● Evangelio ● Lc 9, 18-24● “Tú eres el Mesías de Dios. El Hijo del  hombre  tiene  que  padecer  mucho”.

Lc 9, 18-24 18Una vez que Jesús estaba orando solo, en presencia de sus discípulos, les pre-guntó: - «¿Quién dice la gente que soy yo?» 19

Ellos contestaron: - «Unos que Juan el Bautista, otros que Elías, otros dicen que ha vuelto a la vida uno de los antiguos profetas.» 20 Él les preguntó: - «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?» Pedro tomó la palabra y dijo: - «El Mesías de Dios.» 21 É1 les prohibió terminantemente decír-selo a nadie. 22 Y añadió: «El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser desechado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecuta-do y resucitar al tercer día.» 23 Y, dirigiéndose a todos, dijo: - «El que quiera seguirme, que se niegue a sí mismo, cargue con su cruz cada día y se venga conmigo. 24 Pues el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa la salvará.»

3

Hoy en el evangelio

Esto que les ocurrió a los apóstoles no es algo que sólo les ha pasado a ellos. Muchas veces no sabemos decir quién es Jesús. Y otras veces lo sabemos, pero cuando tenemos la oportunidad de decírselo a alguien no sabemos qué decirle y entonces nos callamos. Jesús nos anima a seguirle a Él como quien es, no como un superhéroe o alguien que es muy majo y que nos cae muy bien. Nos anima a seguirle porque Él es el Hijo de Dios. Y nos da un gran consejo: nos dice que quien pierda su vida por su causa, que ese se salvará. Nos dice que no estemos pensando demasiado hacia uno mismo, sino hacia los demás. Cuando nos entregamos a los demás, parece que perdemos tiempo para nosotros, pero es cuando realmente estamos viviendo a tope. Eso de perder y ganar la vida es muy inquietante. Vamos a saber si somos personas que queremos seguir a Jesús o preferimos más estar pendiente de nuestras cosas…

Misa de niños

Recordamos que, aunque las misas de niños no continúen durante estos meses, estamos invitados a participar de la eucaristía dominical en otros horarios junto a nuestros padres y familiares.

Notas para fijarnos en el Evangelio Lucas presenta a Jesús "orando" (18). Son muchas las veces en las que lo pre-senta así (Lc 5,16; 6,12; 9,28). Orando antes de cosas importantes, manifestando así la necesidad de acertar en el cumplimiento de la voluntad del Padre: que no se haga mi voluntad, sino la tuya (Lc 22,42).

Lucas también presenta a Jesús propo-niendo a los discípulos que oren insistente-mente. De un modo muy explícito lo haya-mos varias veces: Jesús, para explicar a los discípulos cómo tenían que orar siem-pre sin desanimarse, les propuso esta parábola (Lc 18,1); Estad siempre despier-tos, pidiendo (Lc 21,36); Levantaos y orad para no caer en la tentación (Lc 22,40). También Lc 11,5-13, donde incluso se habla de importunidad:... Pedid y se os dará...

Lucas añade también que Jesús provoca, con su testimonio, que los discípulos le pi-dan que les enseñe a orar: Señor,  enséña-­nos a orar, como Juan enseñó a sus discí-pulos (Lc 11,1).  La  respuesta  de  Jesús  es  la  enseñanza del Padrenuestro (Lc 11,2- 4), una oración que construye equipo, comuni-dad, y que nos hace poner confiadamente en manos del Padre, pidiendo lo más nece-sario, lo que necesita el pobre.

En este pasaje de hoy, la observación del evangelista diciendo que "Jesús  estaba  orando solo" (18) justo antes de decir que "preguntó"  a   los  discípulos  sobre  su   fe  en  Él, parece indicar la relación íntima que hay entre la fe y la oración. El mismo Lu-cas nos aporta un detalle muy interesante en este sentido. Es precisamente antes de la prueba de la pasión, donde también es Pedro (20-21),  como  aquí,  el  interlocutor  de  Jesús: Simón,  Simón,  mira  que  Satanás  os  ha recla-mado para cribaros como trigo. Pero yo he pedido por ti para que tu fe no se apague. Y tú, cuando te recobres, da firmeza a tus hermanos (Lc 22,31-32).  Jesús  ora porque, en su pasión y muerte, la fe de Pedro se pondrá a prueba. Es necesario que Pedro se mantenga firme y así pueda sostener la fe de sus hermanos.

La respuesta de Pedro a la pregunta di-recta de Jesús (20), da una imagen -"Mesías"- que puede entenderse como la de un triunfador; en todo caso, puede ser ambigua. Por eso Jesús reacciona en se-

seguida "prohibiendo decirlo" (21) y pasan-do a otra imagen, la del "Hijo del hom-bre" (22).   Con  esta   imagen,   Jesús  pone  el  acento más en el camino (22-23) que en la meta, que también contempla: "resu-­citar" (22), "salvar la vida" (24).  Jesús  tiene  presente que, para poder reconocer que es Mesías, sólo hay un camino claro y limpio, sin ambigüedades: el de la muerte y resu-rrección (22).  Y  que  también  es  ése  el  cami-­no de los discípulos: "cargar con su cruz cada día" (23), "negarse  a  sí  mismo" (23). Y eso, por fidelidad al amor, a Dios, a los de-más.

Las expresiones de obligación que hay en éstos y otros textos similares: "tiene que" (22),   indican   que   todo   lo   que   Jesús  anuncia forma parte de la voluntad de Dios.

Con el "a todos" (23), el evangelista hace caer en la cuenta de que Jesús dirige su invitación a seguirlo a todas las personas que lo escuchan, sin distinciones. Pero sólo lo seguirán quienes "carguen con su propia cruz..." (23).

“El  Evangelio  en  medio  de  la  vida”    

(Domingos y fiestas del ciclo-C) José María Romaguera

Colección Emaús Centro de Pastoral Litúgica

¿Quién dice la gente…

… que soy yo?

PARROQUIA SANTA MARÍA MICAELA 23 JUNIO 2013 – número 32

Evangelio según San Lucas (Lc 9, 18-24)

Una vez que Jesús estaba orando solo, en presencia de sus discípulos, les preguntó: – «¿Quién dice la gente que soy yo?» Ellos contestaron: – «Unos que Juan el Bautista, otros que Elías, otros dicen que ha vuelto a la vida uno de los antiguos profetas.» Él les preguntó: – «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?» Pedro tomó la palabra y dijo: – «El Mesías de Dios». Él les prohibió terminantemente decírselo a nadie. Y añadió: – «El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser desechado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar al tercer día». Y, dirigiéndose a todos, dijo: – «El que quiera seguirme, que se niegue a sí mismo, cargue con su cruz cada día y se venga conmigo. Pues el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa la salvará.»

23 DE JUNIOXII DOMINGO

DEL TIEMPO ORDINARIO

Tú eres el Mesías de Dios. El Hijo del hombre tiene que padecer mucho.

Jesús,estoy contento por muchas cosasy te doy graciaspor todo lo que me has dado.pero te doy gracias, sobre todo,porque estás siempre conmigo,como un amigo que nunca falla.Gracias, Señor.

Amén

Acción Católica GeneralSector de Infanciawww.accioncatolicageneral.es

Jesús, estoy contento por muchas cosas y te doy gracias por todo lo que me has dado, pero te doy gracias, sobre todo, porque estás siempre conmigo, como un amigo que nunca falla. Gracias, Señor. Amén.