Homilías Misa Crismal y Sacro Triduo Pascual 2006 a 2012

7/25/2019 Homilas Misa Crismal y Sacro Triduo Pascual 2006 a 2012

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PAPA BENEDICTO XVI

HOMILAS

Misa Crismal y Sacro Triduo Pascual

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HOMILAS EN LA SANTA MISA C"ISMAL

Baslica de San PedroJueves santo 13 de abril de 2006

Queridos hermanos en el episcopado y en el sacerdocio;queridos hermanos y hermanas:

El Jueves santo es el da en el que el Seor encomend a los Doce la tareasacerdotal de celebrar, con el pan y el vino, el sacramento de su Cuerpo y desu Sangre asta su regreso! En lugar del cordero pascual y de todos lossacri"cios de la #ntigua #lian$a est% el don de su Cuerpo y de su Sangre, eldon de s mismo! #s, el nuevo culto se &unda en el eco de que, ante todo,Dios nos ace un don a nosotros, y nosotros, colmados por este don, llegamosa ser suyos' la creacin vuelve al Creador! Del mismo modo tambi(n elsacerdocio se a trans&ormado en algo nuevo' ya no es cuestin de

descendencia, sino que es encontrarse en el misterio de Jesucristo!

Jesucristo es siempre el que ace el don y nos eleva acia s! Slo (l puededecir' )Esto es mi Cuerpo! Esta es mi Sangre)! El misterio del sacerdocio de la*glesia radica en el eco de que nosotros, seres umanos miserables, envirtud del Sacramento podemos ablar con su )yo)' in persona Christi!

Jesucristo quiere e+ercer su sacerdocio por medio de nosotros! Esteconmovedor misterio, que en cada celebracin del Sacramento nos vuelve aimpresionar, lo recordamos de modo particular en el Jueves santo! ara que larutina diaria no estropee algo tan grande y misterioso, necesitamos eserecuerdo espec"co, necesitamos volver al momento en que (l nos impuso sus

manos y nos i$o partcipes de este misterio!

or eso, re-e.ionemos nuevamente en los signos mediante los cuales se nosdon el Sacramento! En el centro est% el gesto antiqusimo de la imposicin delas manos, con el que Jesucristo tom posesin de m, dici(ndome' )/0 meperteneces)! ero con ese gesto tambi(n me di+o' )/0 est%s ba+o la proteccinde mis manos! /0 est%s ba+o la proteccin de mi cora$n! /0 quedas custodiadoen el ueco de mis manos y precisamente as te encuentras dentro de lainmensidad de mi amor! ermanece en el ueco de mis manos y dame lastuyas)!

ecordemos, asimismo, que nuestras manos an sido ungidas con el leo, quees el signo del Espritu Santo y de su &uer$a! or qu( precisamente las manos34a mano del ombre es el instrumento de su accin, es el smbolo de sucapacidad de a&rontar el mundo, de )dominarlo)! El Seor nos impuso lasmanos y aora quiere nuestras manos para que, en el mundo, se trans&ormenen las suyas! 5uiere que ya no sean instrumentos para tomar las cosas, losombres, el mundo para nosotros, para tomar posesin de (l, sino quetransmitan su toque divino, poni(ndose al servicio de su amor! 5uiere que sean


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instrumentos para servir y, por tanto, e.presin de la misin de toda la personaque se ace garante de (l y lo lleva a los ombres!

Si las manos del ombre representan simblicamente sus &acultades y, por logeneral, la t(cnica como poder de disponer del mundo, entonces las manosungidas deben ser un signo de su capacidad de donar, de la creatividad paramodelar el mundo con amor7 y para eso, sin duda, tenemos necesidad delEspritu Santo! En el #ntiguo /estamento la uncin es signo de asumir unservicio' el rey, el pro&eta, el sacerdote ace y dona m%s de lo que deriva de (lmismo! En cierto modo, est% e.propiado de s mismo en &uncin de un servicio,en el que se pone a disposicin de alguien que es mayor que (l!

Si en el evangelio de oy Jes0s se presenta como el 8ngido de Dios, el Cristo,entonces quiere decir precisamente que act0a por misin del adre y en launidad del Espritu Santo, y que, de esta manera, dona al mundo una nuevareale$a, un nuevo sacerdocio, un nuevo modo de ser pro&eta, que no se buscaa s mismo, sino que vive por #quel con vistas al cual el mundo a sido creado!ongamos oy de nuevo nuestras manos a su disposicin y pid%mosle que nosvuelva a tomar siempre de la mano y nos gue!

En el gesto sacramental de la imposicin de las manos por parte del obispo &ueel mismo Seor quien nos impuso las manos! Este signo sacramental resumetodo un itinerario e.istencial! En cierta ocasin, como sucedi a los primerosdiscpulos, todos nosotros nos encontramos con el Seor y escucamos suinvitacin' )Sgueme)! /al ve$ al inicio lo seguimos con vacilaciones, mirandoacia atr%s y pregunt%ndonos si ese era realmente nuestro camino! 9 tal ve$ enalg0n punto del recorrido vivimos la misma e.periencia de edro despu(s de lapesca milagrosa, es decir, nos emos sentido sobrecogidos ante su grande$a,ante la grande$a de la tarea y ante la insu"ciencia de nuestra pobre persona,asta el punto de querer dar marca atr%s' )#l(+ate de m, Seor, que soy unombre pecador) :Lc;,


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del amor que es m%s &uerte que el odio!

4a &e en Jes0s, i+o del Dios vivo, es el medio por el cual volvemos a a&errarsiempre la mano de Jes0s y mediante el cual (l a&erra nuestra mano y nos gua!8na de mis oraciones pre&eridas es la peticin que la liturgia pone en nuestroslabios antes de la Comunin' )Jam%s permitas que me separe de ti)! edimosno caer nunca &uera de la comunin con su Cuerpo, con Cristo mismo7 no caernunca &uera del misterio eucarstico! edimos que (l no suelte nunca nuestramano!!!

El Seor nos impuso sus manos! El signi"cado de ese gesto lo e.plic con laspalabras' )9a no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que ace suamo7 a vosotros os e llamado amigos, porque todo lo que e odo a mi adreos lo e dado a conocer) :Jn1;, 1;=! 9a no os llamo siervos, sino amigos' enestas palabras se podra ver incluso la institucin del sacerdocio! El Seor nosace sus amigos' nos encomienda todo7 nos encomienda a s mismo, de &ormaque podamos ablar con su )yo), )in persona Christi capitis)! ?5u( con"an$a@erdaderamente se a puesto en nuestras manos!

/odos los signos esenciales de la ordenacin sacerdotal son, en el &ondo,mani&estaciones de esa palabra' la imposicin de las manos7 la entrega dellibro, de su alabra, que (l nos encomienda7 la entrega del c%li$, con el que nostransmite su misterio m%s pro&undo y personal! De todo ello &orma partetambi(n el poder de absolver' nos ace participar tambi(n en su conciencia dela miseria del pecado y de toda la oscuridad del mundo, y pone en nuestrasmanos la llave para abrir la puerta de la casa del adre!

9a no os llamo siervos, sino amigos! Este es el signi"cado pro&undo del sersacerdote' llegar a ser amigo de Jesucristo! or esta amistad debemoscomprometernos cada da de nuevo! #mistad signi"ca comunin depensamiento y de voluntad! En esta comunin de pensamiento con Jes0sdebemos e+ercitarnos, como nos dice san ablo en la carta a los Filipenses:c&!Flp2, 2F;=! 9 esta comunin de pensamiento no es algo meramente intelectual,sino tambi(n una comunin de sentimientos y de voluntad, y por tanto tambi(ndel obrar! Eso signi"ca que debemos conocer a Jes0s de un modo cada ve$ m%spersonal, escuc%ndolo, viviendo con (l, estando con (l! Debemos escucarloen la lectio divina, es decir, leyendo la sagrada Escritura de un modo noacad(mico, sino espiritual! #s aprendemos a encontrarnos con el Jes0spresente que nos abla! Debemos ra$onar y re-e.ionar, delante de (l y con (l,

en sus palabras y en su manera de actuar! 4a lectura de la sagrada Escritura esoracin, debe ser oracin, debe brotar de la oracin y llevar a la oracin!

4os evangelistas nos dicen que el Seor en mucas ocasiones Fdurante nocesenterasF se retiraba )al monte) para orar a solas! /ambi(n nosotrosnecesitamos retirarnos a ese )monte), el monte interior que debemos escalar,el monte de la oracin! Slo as se desarrolla la amistad! Slo as podemosdesempear nuestro servicio sacerdotal7 slo as podemos llevar a Cristo y su


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Evangelio a los ombres!

El simple activismo puede ser incluso eroico! ero la actividad e.terior, enresumidas cuentas, queda sin &ruto y pierde e"cacia si no brota de unapro&unda e ntima comunin con Cristo! El tiempo que dedicamos a esto esrealmente un tiempo de actividad pastoral, de actividad aut(nticamentepastoral! El sacerdote debe ser sobre todo un ombre de oracin! El mundo,con su activismo &ren(tico, a menudo pierde la orientacin! Su actividad y suscapacidades resultan destructivas si &allan las &uer$as de la oracin, de las quebrotan las aguas de la vida capaces de &ecundar la tierra %rida!

9a no os llamo siervos, sino amigos! El n0cleo del sacerdocio es ser amigos deJesucristo! Slo as podemos ablar verdaderamente in persona Christi, aunquenuestra le+ana interior de Cristo no puede poner en peligro la valide$ delSacramento! Ser amigo de Jes0s, ser sacerdote signi"ca, por tanto, ser ombrede oracin! #s lo reconocemos y salimos de la ignorancia de los simplessiervos! #s aprendemos a vivir, a su&rir y a obrar con (l y por (l!

4a amistad con Jes0s siempre es, por antonomasia, amistad con los suyos! Slopodemos ser amigos de Jes0s en la comunin con el Cristo entero, con lacabe$a y el cuerpo7 en la &rondosa vid de la *glesia, animada por su Seor! Sloen ella la sagrada Escritura es, gracias al Seor, palabra viva y actual! Sin la*glesia, el su+eto vivo que abarca todas las (pocas, la Giblia se &ragmenta enescritos a menudo eterog(neos y as se trans&orma en un libro del pasado! Enel presente slo es elocuente donde est% la )resencia), donde Cristo siguesiendo contempor%neo nuestro' en el cuerpo de su *glesia!

Ser sacerdote signi"ca convertirse en amigo de Jesucristo, y esto cada ve$ m%scon toda nuestra e.istencia! El mundo tiene necesidad de Dios, no de un dioscualquiera, sino del Dios de Jesucristo, del Dios que se i$o carne y sangre, quenos am asta morir por nosotros, que resucit y cre en s mismo un espaciopara el ombre! Este Dios debe vivir en nosotros y nosotros en (l! Esta esnuestra vocacin sacerdotal' slo as nuestro ministerio sacerdotal puede dar&ruto!

5uisiera concluir esta omila con unas palabras de don #ndrea Santoro, elsacerdote de la dicesis de oma que &ue asesinado en /rebisonda mientrasoraba7 el cardenal CH nos las re"ri durante los E+ercicios espirituales! Son lassiguientes' )Estoy aqu para vivir entre esta gente y permitir que Jes0s lo aga

prest%ndole mi carne!!! Slo seremos capaces de salvacin o&reciendo nuestrapropia carne! Debemos cargar con el mal del mundo, debemos compartir eldolor, absorbi(ndolo en nuestra propia carne asta el &ondo, como i$o Jes0s)!

Jes0s asumi nuestra carne! D(mosle nosotros la nuestra, para que de estemodo pueda venir al mundo y trans&ormarlo! #m(n!


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Baslica VaticanaJueves Santo 5 de abril de 2007

Queridos hermanos y hermanas:

El escritor ruso 4en /olstoi, en un breve relato, narra que aba un rey severoque pidi a sus sacerdotes y sabios que le mostraran a Dios para poder verlo!4os sabios no &ueron capaces de cumplir ese deseo! Entonces un pastor, quevolva del campo, se o&reci para reali$ar la tarea de los sacerdotes y lossabios! El pastor di+o al rey que sus o+os no bastaban para ver a Dios! Entoncesel rey quiso saber al menos qu( es lo que aca Dios! )ara responder a estapregunta Kdi+o el pastor al reyK debemos intercambiarnos nuestros vestidos)!Con cierto recelo, pero impulsado por la curiosidad para conocer la in&ormacinesperada, el rey accedi y entreg sus vestiduras reales al pastor y (l se visticon la ropa sencilla de ese pobre ombre! En ese momento recibi comorespuesta' )Esto es lo que ace Dios)!

En e&ecto, el i+o de Dios, Dios verdadero de Dios verdadero, renunci a suesplendor divino' )Se despo+ de su rango, y tom la condicin de esclavo,pasando por uno de tantos! 9 as, actuando como un ombre cualquiera, sereba+ asta someterse incluso a la muerte) :Flp2, I ss=! Como dicen lossantos adres, Dios reali$ el sacrum commercium, el sagrado intercambio'asumi lo que era nuestro, para que nosotros pudi(ramos recibir lo que erasuyo, ser seme+antes a Dios!

San ablo, re"ri(ndose a lo que acontece en el bautismo, usa e.plcitamente laimagen del vestido' )/odos los bauti$ados en Cristo os ab(is revestido deCristo) :Ga6, 2=! Eso es precisamente lo que sucede en el bautismo' nos

revestimos de Cristo7 (l nos da sus vestidos, que no son algo e.terno! Signi"caque entramos en una comunin e.istencial con (l, que su ser y el nuestrocon-uyen, se compenetran mutuamente! )9a no soy yo quien vivo, sino que esCristo quien vive en m)' as describe san ablo en la carta a los Glatas:Ga2,2B= el acontecimiento de su bautismo!

Cristo se a puesto nuestros vestidos' el dolor y la alegra de ser ombre, elambre, la sed, el cansancio, las esperan$as y las desilusiones, el miedo a lamuerte, todas nuestras angustias asta la muerte! 9 nos a dado sus)vestidos)! 4o que e.pone en la carta a los Glatascomo simple )eco) delbautismo Kel don del nuevo serK, san ablo nos lo presenta en la carta a los

Efesioscomo un compromiso permanente' )Deb(is despo+aros, en cuanto avuestra vida anterior, del ombre vie+o! :!!!= y revestiros del ombre nuevo,creado seg0n Dios, en la +usticia y santidad de la verdad! or tanto,desecando la mentira, ablad con verdad cada cual con su pr+imo, puessomos miembros los unos de los otros! Si os air%is, no pequ(is) :EfA, 22F2I=!

Esta teologa del bautismo se repite de modo nuevo y con nueva insistencia enla ordenacin sacerdotal! De la misma manera que en el bautismo se produceun )intercambio de vestidos), un intercambio de destinos, una nueva comunin


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os ponemos a disposicin de #quel )que muri por todos,para que los que viven ya no vivan para s) :! Co;, 1;=! onernos a disposicinde Cristo signi"ca identi"carnos con su entrega )por todos)' estando a sudisposicin podemos entregarnos de verdad )por todos)!

"n persona Christi' en el momento de la ordenacin sacerdotal, la *glesia nosace visible y palpable, incluso e.ternamente, esta realidad de los )vestidosnuevos) al revestirnos con los ornamentos lit0rgicos! Con ese gesto e.terno

quiere poner de mani"esto el acontecimiento interior y la tarea que de (lderiva' revestirnos de Cristo, entregarnos a (l como (l se entreg a nosotros!Este acontecimiento, el )revestirnos de Cristo), se renueva continuamente encada misa cuando nos revestimos de los ornamentos lit0rgicos! ara nosotros,revestirnos de los ornamentos debe ser algo m%s que un eco e.terno7implica renovar el )s) de nuestra misin, el )ya no soy yo) del bautismo que laordenacin sacerdotal de modo nuevo nos da y a la ve$ nos pide!

El eco de acercarnos al altar vestidos con los ornamentos lit0rgicos debeacer claramente visible a los presentes, y a nosotros mismos, que estamos all)en la persona de Ltro)! 4os ornamentos sacerdotales, tal como se andesarrollado a lo largo del tiempo, son una pro&unda e.presin simblica de lo

que signi"ca el sacerdocio! or eso, queridos ermanos, en este Jueves santoquisiera e.plicar la esencia del ministerio sacerdotal interpretando losornamentos lit0rgicos, que quieren ilustrar precisamente lo que signi"ca)revestirse de Cristo), ablar y actuar in persona Christi!

En otros tiempos, al revestirse de los ornamentos sacerdotales se re$abanoraciones que ayudaban a comprender me+or cada uno de los elementos delministerio sacerdotal! Comencemos por el amito# En el pasado Ky todava oyen las rdenes mon%sticasK se colocaba primero sobre la cabe$a, como unaespecie de capuca, simboli$ando as la disciplina de los sentidos y delpensamiento, necesaria para una digna celebracin de la santa misa! >uestros

pensamientos no deben divagar por las preocupaciones y las e.pectativas denuestra vida diaria7 los sentidos no deben verse atrados acia lo que all, en elinterior de la iglesia, casualmente quisiera secuestrar los o+os y los odos!>uestro cora$n debe abrirse dcilmente a la palabra de Dios y recogerse en laoracin de la *glesia, para que nuestro pensamiento reciba su orientacin delas palabras del anuncio y de la oracin! 9 la mirada del cora$n se debe dirigiracia el Seor, que est% en medio de nosotros' eso es lo que signi"ca ars


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cele$randi, el modo correcto de celebrar! Si estoy con el Seor, entonces alescucar, ablar y actuar, atraigo tambi(n a la gente acia la comunin con (l!

4os te.tos de la oracin que interpretan el al$ay la estolavan en la mismadireccin! Evocan el vestido &estivo que el padre dio al i+o prdigo al volver acasa andra+oso y sucio! Cuando nos disponemos a celebrar la liturgia para

actuar en la persona de Cristo, todos caemos en la cuenta de cu%n le+osestamos de (l, de cu%nta suciedad ay en nuestra vida! Slo (l puede darnosun tra+e de "esta, acernos dignos de presidir su mesa, de estar a su servicio!

#s, las oraciones recuerdan tambi(n las palabras delpocalipsis% seg0n lascuales las vestiduras de los ciento cuarenta y cuatro mil elegidos eran dignasde Dios no por m(rito de ellos! Elpocalipsiscomenta que aban lavado susvestiduras en la sangre del Cordero y que de ese modo aban quedado tanblancas como la lu$ :c&!p, 1A=!

Cuando yo era nio me deca' pero algo que se lava en la sangre no quedablanco como la lu$! 4a respuesta es' la )sangre del Cordero) es el amor de

Cristo cruci"cado! Este amor es lo que blanquea nuestros vestidos sucios, loque ace vera$ e ilumina nuestra alma obscurecida7 lo que, a pesar de todasnuestras tinieblas, nos trans&orma a nosotros mismos en )lu$ en el Seor)! #lrevestirnos del alba deberamos recordar' (l su&ri tambi(n por m7 y sloporque su amor es m%s grande que todos mis pecados, puedo representarlo yser testigo de su lu$!

ero adem%s de pensar en el vestido de lu$ que el Seor nos a dado en elbautismo y, de modo nuevo, en la ordenacin sacerdotal, podemos considerartambi(n el vestido nupcial, del que abla la par%bola del banquete de Dios! Enlas omilas de san Nregorio Oagno e encontrado a este respecto una

re-e.in digna de tenerse en cuenta! San Nregorio distingue entre la versinde la par%bola que nos o&rece san 4ucas y la de san Oateo! Est% convencido deque la par%bola de san 4ucas abla del banquete nupcial escatolgico,mientras que, seg0n (l, la versin que nos transmite san Oateo tratara de laanticipacin de este banquete nupcial en la liturgia y en la vida de la *glesia!

En e&ecto, en san Oateo, y slo en san Oateo, el rey acude a la sala llena paraver a sus u(spedes! 9 entre esa multitud encuentra tambi(n un u(sped sinvestido nupcial, que luego es arro+ado &uera a las tinieblas! Entonces sanNregorio se pregunta' )pero, qu( clase de vestido le &altaba3 /odos los "elescongregados en la *glesia an recibido el vestido nuevo del bautismo y de la &e7de lo contrario no estaran en la *glesia! Entonces, qu( les &alta a0n3 5u(

vestido nupcial debe aadirse a0n3)!

El apa responde' )El vestido del amor)! 9, por desgracia, entre susu(spedes, a los que aba dado el vestido nuevo, el vestido blanco del nuevonacimiento, el rey encuentra algunos que no llevaban el vestido color p0rpuradel amor a Dios y al pr+imo! )En qu( condicin queremos entrar en la "estadel cielo Kse pregunta el apaK, si no llevamos puesto el vestido nupcial, esdecir, el amor, lo 0nico que nos puede embellecer3)! En el interior de una


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persona sin amor reina la oscuridad! 4as tinieblas e.teriores, de las que ablael Evangelio, son slo el re-e+o de la ceguera interna del cora$n :c&! &omil'aPPP***,


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Baslica de San PedroJueves Santo 20 de marzo de 2008


Cada ao la misa Crismal nos e.orta a volver a dar un QsR a la llamada deDios que pronunciamos el da de nuestra ordenacin sacerdotal! Q#dsumR,Qeme aquR, di+imos, como respondi *saas cuando escuc la vo$ de Diosque le preguntaba' Q# qui(n enviar(3 y qui(n ir% de parte nuestra3R :"sI,


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Qestemos de guardia de modo m%s intensoR! En la tradicin del monacato sirio,los mon+es se de"nan como Qlos que est%n de pieR! Estar de pie equivala avigilancia!

4o que entonces se consideraba tarea de los mon+es, con ra$n podemos verlotambi(n como e.presin de la misin sacerdotal y como interpretacin correcta

de las palabras del Deuteronomio' el sacerdote tiene la misin de velar! Debeestar en guardia ante las &uer$as amena$adoras del mal! Debe mantenerdespierto al mundo para Dios! Debe estar de pie &rente a las corrientes deltiempo! De pie en la verdad! De pie en el compromiso por el bien!

Estar en presencia del Seor tambi(n debe implicar siempre, en lo m%spro&undo, acerse cargo de los ombres ante el Seor que, a su ve$, se acecargo de todos nosotros ante el adre! 9 debe ser acerse cargo de (l, deCristo, de su palabra, de su verdad, de su amor! El sacerdote debe estar de pie,imp%vido, dispuesto a su&rir incluso ultra+es por el Seor, como re"eren los&echos de los p+stoles' estos se sentan Qcontentos por aber sido

considerados dignos de su&rir ultra+es por el nombre de Jes0sR : &ch;, A1=!asemos aora a la segunda e.presin que la plegaria eucarstica ** toma delte.to del #ntiguo /estamento' Qservirte en tu presenciaR! El sacerdote debe seruna persona recta, vigilante7 una persona que est% de pie! # todo ello se aadeluego el servir! En el te.to del #ntiguo /estamento esta palabra tiene unsigni"cado esencialmente ritual' a los sacerdotes corresponda reali$ar todaslas acciones de culto previstas por la 4ey! ero reali$ar las acciones del rito seconsideraba como servicio, como un encargo de servicio! #s se e.plica conqu( espritu se deban llevar a cabo esas acciones!

#l utili$arse la palabra QservirR en el Canon, en cierto modo se adopta ese

signi"cado lit0rgico del t(rmino, de acuerdo con la novedad del culto cristiano!4o que el sacerdote ace en ese momento, en la celebracin de la Eucarista,es servir, reali$ar un servicio a Dios y un servicio a los ombres! El culto queCristo rindi al adre consisti en entregarse asta la muerte por los ombres!El sacerdote debe insertarse en este culto, en este servicio!

#s, la palabra QservirR implica mucas dimensiones! Ciertamente, del servir&orma parte ante todo la correcta celebracin de la liturgia y de lossacramentos en general, reali$ada con participacin interior! Debemosaprender a comprender cada ve$ m%s la sagrada liturgia en toda su esencia,desarrollar una viva &amiliaridad con ella, de &orma que llegue a ser el alma denuestra vida diaria! Si lo acemos as, celebraremos del modo debido y ser%

una realidad el ars cele$randi, el arte de celebrar!

En este arte no debe aber nada arti"cioso! Si la liturgia es una tarea centraldel sacerdote, eso signi"ca tambi(n que la oracin debe ser una realidadprioritaria que es preciso aprender sin cesar continuamente y cada ve$ m%spro&undamente en la escuela de Cristo y de los santos de todos los tiempos!Dado que la liturgia cristiana, por su naturale$a, tambi(n es siempre anuncio,debemos tener &amiliaridad con la palabra de Dios, amarla y vivirla! Slo


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entonces podremos e.plicarla de modo adecuado! QServir al SeorR'precisamente el servicio sacerdotal signi"ca tambi(n aprender a conocer alSeor en su palabra y darlo a conocer a todas aquellas personas que (l nosencomienda!

Del servir &orman parte, por 0ltimo, otros dos aspectos! >adie est% tan cerca de

su seor como el servidor que tiene acceso a la dimensin m%s privada de suvida! En este sentido, QservirR signi"ca cercana, requiere &amiliaridad! Esta&amiliaridad encierra tambi(n un peligro' el de que lo sagrado con el quetenemos contacto continuo se convierta para nosotros en costumbre! #s seapaga el temor reverencial! Condicionados por todas las costumbres, ya nopercibimos la grande, nueva y sorprendente realidad' (l mismo est% presente,nos abla y se entrega a nosotros!

Contra este acostumbrarse a la realidad e.traordinaria, contra la indi&erenciadel cora$n debemos lucar sin tregua, reconociendo siempre nuestrainsu"ciencia y la gracia que implica el eco de que (l se entrega as en

nuestras manos! Servir signi"ca cercana, pero sobre todo signi"ca tambi(nobediencia! El servidor debe cumplir las palabras' Q>o se aga mi voluntad,sino la tuyaR :Lc22, A2=! Con esas palabras, Jes0s, en el uerto de los Llivos,resolvi la batalla decisiva contra el pecado, contra la rebelin del cora$ncado!

El pecado de #d%n consisti, precisamente, en que quiso reali$ar su voluntad yno la de Dios! 4a umanidad tiene siempre la tentacin de querer sertotalmente autnoma, de seguir slo su propia voluntad y de considerar queslo as seremos libres, que slo gracias a esa libertad sin lmites el ombresera completamente ombre! ero precisamente as nos ponemos contra laverdad, dado que la verdad es que debemos compartir nuestra libertad con los

dem%s y slo podemos ser libres en comunin con ellos! Esta libertadcompartida slo puede ser libertad verdadera si con ella entramos en lo queconstituye la medida misma de la libertad, si entramos en la voluntad de Dios!

Esta obediencia &undamental, que &orma parte del ser del ombre, ser que novive por s mismo ni slo para s mismo, se ace a0n m%s concreta en elsacerdote' nosotros no nos anunciamos a nosotros mismos, sino a (l y supalabra, que no podemos idear por nuestra cuenta! Slo anunciamoscorrectamente la palabra de Cristo en la comunin de su Cuerpo! >uestraobediencia es creer con la *glesia, pensar y ablar con la *glesia, servir con ella!

/ambi(n en esta obediencia entra siempre lo que Jes0s predi+o a edro' Q/e

llevar%n a donde t0 no quierasR :Jn 21, 1


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gesto del lavatorio de los pies quiso representar el con+unto de su sumosacerdocio! Con el gesto del amor asta el e.tremo, lava nuestros pies sucios7con la umildad de su servir nos puri"ca de la en&ermedad de nuestrasoberbia! #s nos permite convertirnos en comensales de Dios! l se aba+, y laverdadera elevacin del ombre se reali$a aora en nuestro subir con (l yacia (l! Su elevacin es la cru$! Es el aba+amiento m%s pro&undo y, como amorllevado asta el e.tremo, es a la ve$ el culmen de la elevacin, la verdaderaQelevacinR del ombre!

QServirte en tu presenciaR signi"ca aora entrar en su llamada de Siervo deDios! #s, la Eucarista como presencia del aba+amiento y de la elevacin deCristo remite siempre, m%s all% de s misma, a los m0ltiples modos del serviciodel amor al pr+imo! idamos al Seor, en este da, el don de poder decirnuevamente en ese sentido nuestro QsR a su llamada' Qeme aqu! Envame,SeorR :"sI,


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Baslica de San PedroJueves Santo de abril de 200


En el Cen%culo, la tarde antes de su pasin, el Seor or por sus discpulosreunidos en torno a l, pero con la vista puesta al mismo tiempo en lacomunidad de los discpulos de todos los siglos, Qlos que crean en m por lapalabra de ellosR :Jn1,2B=! En la plegaria por los discpulos de todos lostiempos, l nos a visto tambi(n a nosotros y a re$ado por nosotros!Escucemos lo que pide para los Doce y para los que estamos aqu reunidos'QSanti&calos en la verdad' tu palabra es verdad! Como t0 me enviaste almundo, as los envo yo tambi(n al mundo! 9 por ellos me consagro yo, paraque tambi(n se consagren ellos en la verdadR :1,1ss=! El Seor pide nuestrasanti"cacin, nuestra consagracin en la verdad! 9 nos enva para continuar sumisma misin! ero ay en esta s0plica una palabra que nos llama la atencin,

que nos parece poco comprensible! Dice Jes0s' Qor ellos me consagro yoR!5u( quiere decir3 #caso Jes0s no es de por s Qel Santo de DiosR, comocon&es edro en la ora decisiva en Ca&arna0n :c&!JnI,IM=3 Cmo puedeaora consagrarse, es decir, santi"carse a s mismo3

ara entender esto, emos de aclarar antes de nada lo que quieren decir en laGiblia las palabras QsantoR y Qsanti"carconsagrarR! Con el t(rmino QsantoR sedescribe en primer lugar la naturale$a de Dios mismo, su modo de ser del todosingular, divino, que corresponde slo a l! Slo l es el aut(ntico y verdaderoSanto en el sentido originario! Cualquier otra santidad deriva de l, esparticipacin en su modo de ser! l es la 4u$ pursima, la erdad y el Gien sin

manca! or tanto, consagrar algo o alguno signi"ca dar en propiedad a Diosalgo o alguien, sacarlo del %mbito de lo que es nuestro e introducirlo en suambiente, de modo que ya no pertene$ca a lo nuestro, sino enteramente aDios! Consagracin es, pues, un sacar del mundo y un entregar al Dios vivo! 4acosa o la persona ya no nos pertenece, ni pertenece a s misma, sino que est%inmersa en Dios! 8n privarse as de algo para entregarlo a Dios, lo llamamostambi(n sacri"cio' ya no ser% propiedad ma, sino suya! En el #ntiguo

/estamento, la entrega de una persona a Dios, es decir, su Qsanti"cacinR, seidenti"ca con la Lrdenacin sacerdotal y, de este modo, se de"ne tambi(n enqu( consiste el sacerdocio' es un paso de propiedad, un ser sacado del mundoy entregado a Dios! Con ello se subrayan aora las dos direcciones que &orman

parte del proceso de la santi"cacinconsagracin! Es un salir del conte.to dela vida mundana, un Qser puestos a parteR para Dios! ero precisamente poreso no es una segregacin! Ser entregados a Dios signi"ca m%s bien serpuestos para representar a los otros! El sacerdote es sustrado a los la$osmundanos y entregado a Dios, y precisamente as, a partir de Dios, debequedar disponible para los otros, para todos! Cuando Jes0s dice Q9o meconsagroR, l se ace a la ve$ sacerdote y vctima! or tanto, Gultmann tienera$n traduciendo la a"rmacin Q9o me consagroR por Q9o me sacri"coR!


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Comprendemos aora lo que sucede cuando Jes0s dice' Qor ellos meconsagro yoR3 ste es el acto sacerdotal en el que Jes0s Kel ombre Jes0s, quees una cosa sola con el i+o de DiosK se entrega al adre por nosotros! Es lae.presin de que l es al mismo tiempo sacerdote y vctima! Oe consagro, mesacri"co' esta palabra abismal, que nos permite asomarnos a lo ntimo delcora$n de Jesucristo, debera ser una y otra ve$ ob+eto de nuestra re-e.in!En ella se encierra todo el misterio de nuestra redencin! 9 ella contienetambi(n el origen del sacerdocio de la *glesia, de nuestro sacerdocio!

Slo aora podemos comprender a &ondo la s0plica que el Seor a presentadoal adre por los discpulos, por nosotros! QCons%gralos en la verdadR' (sta es lainsercin de los apstoles en el sacerdocio de Jesucristo, la institucin de susacerdocio nuevo para la comunidad de los "eles de todos los tiempos!QCons%gralos en la verdadR' (sta es la verdadera oracin de consagracin paralos apstoles! El Seor pide que Dios mismo los atraiga acia s, al seno de susantidad! ide que los sustraiga de s mismos y los tome como propiedad suya,para que, desde l, puedan desarrollar el servicio sacerdotal para el mundo!

Esta oracin de Jes0s aparece dos veces en &orma ligeramente modi"cada! Enambos casos debemos escucar con muca atencin para empe$ar a entender,al menos vagamente, la sublime realidad que se est% operando aqu!QCons%gralos en la verdadR! 9 Jes0s aade' Q/u palabra es verdadR! or tanto,los discpulos son sumidos en lo ntimo de Dios mediante su inmersin en lapalabra de Dios! 4a palabra de Dios es, por decirlo as, el bao que los puri"ca,el poder creador que los trans&orma en el ser de Dios! 9 entonces, cmo est%nlas cosas en nuestra vida3 Estamos realmente impregnados por la palabra deDios3 Es ella en verdad el alimento del que vivimos, m%s que lo que pueda serel pan y las cosas de este mundo3 4a conocemos verdaderamente3 4aamamos3 >os ocupamos interiormente de esta palabra asta el punto de que

realmente de+a una impronta en nuestra vida y &orma nuestro pensamiento3 Lno es m%s bien nuestro pensamiento el que se amolda una y otra ve$ a todo loque se dice y se ace3 #caso no son con &recuencia las opinionespredominantes los criterios que marcan nuestros pasos3 #caso no nosquedamos, a "n de cuentas, en la super"cialidad de todo lo que&recuentemente se impone al ombre de oy3 >os de+amos realmentepuri"car en nuestro interior por la palabra de Dios3 >iet$sce se a burlado dela umildad y la obediencia como virtudes serviles, por las cuales se abrareprimido a los ombres! En su lugar, a puesto el orgullo y la libertad absolutadel ombre! #ora bien, ay caricaturas de una umildad equivocada y una&alsa sumisin que no queremos imitar! ero e.iste tambi(n la soberbia

destructiva y la presuncin, que disgregan toda comunidad y acaban en laviolencia! Sabemos aprender de Cristo la recta umildad, que corresponde a laverdad de nuestro ser, y esa obediencia que se somete a la verdad, a lavoluntad de Dios3 QSanti&calos en la verdad' tu palabra es verdadR' estapalabra de la incorporacin en el sacerdocio ilumina nuestra vida y nos llama aser siempre nuevamente discpulos de esa verdad que se desvela en la palabrade Dios!


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En la interpretacin de esta &rase podemos dar un paso m%s todava! #caso noa dico Cristo de s mismo' Q9o soy la verdadR :c&!Jn1A,I=3 9 acaso no es lmismo la alabra viva de Dios, a la que se re"eren todas las otras palabras3Cons%gralos en la verdad, quiere decir, pues, en lo m%s ondo' a$los una solacosa conmigo, Cristo! Su+(talos a m! onlos dentro de m! 9, en e&ecto, en0ltimo t(rmino ay un ,nicosacerdote de la >ueva #lian$a, Jesucristo mismo!or tanto, el sacerdocio de los discpulos slo puede ser participacin en elsacerdocio de Jes0s! #s, pues, nuestro ser sacerdotes no es m%s que un nuevoy radical modo de unin con Cristo! sta se nos a dado sustancialmente parasiempre en el Sacramento! ero este nuevo sello del ser puede convertirse paranosotros en un +uicio de condena, si nuestra vida no se desarrolla entrando enla verdad del Sacramento! # este propsito, las promesas que oy renovamosdicen que nuestra voluntad a de ser orientada as' *(omino "esu arctiusconiun-i et conformari% vo$ismetipsis a$renuntiantes.! 8nirse a Cristo suponela renuncia! Comporta que no queremos imponer nuestro rumbo y nuestravoluntad7 que no deseamos llegar a ser esto o lo otro, sino que nosabandonamos a l, donde sea y del modo que l quiera servirse de nosotros!San ablo deca a este respecto' Qivo yo, pero no soy yo, es Cristo quien viveen mR :Ga2,2B=! En el QsR de la Lrdenacin sacerdotal emos eco estarenuncia &undamental al deseo de ser autnomos, a la Qautorreali$acinR! eroace &alta cumplir da tras da este gran QsR en los mucos pequeos QsR y enlas pequeas renuncias! Este QsR de los pequeos pasos, que en su con+untoconstituyen el gran QsR, slo se podr% reali$ar sin amargura y autocompasinsi Cristo es verdaderamente el centro de nuestra vida! Si entramos en unaverdadera &amiliaridad con l! En e&ecto, entonces e.perimentamos en mediode las renuncias, que en un primer momento pueden causar dolor, la alegracreciente de la amistad con l7 todos los pequeos, y a veces tambi(n grandessignos de su amor, que continuamente nos da! Q5uien se pierde a s mismo, seguardaR! Si nos arriesgamos a perdernos a nosotros mismos por el Seor,e.perimentamos lo verdadera que es su palabra!

Estar inmersos en la erdad, en Cristo, es un proceso que &orma parte de laoracin en la que nos e+ercitamos en la amistad con l y tambi(n aprendemosa conocerlo' en su modo de ser, pensar, actuar! Lrar es un caminar encomunin personal con Cristo, e.poniendo ante l nuestra vida cotidiana,nuestros logros y &racasos, nuestras di"cultades y alegras' es un sencillopresentarnos a nosotros mismos delante de l! ero para que eso no seconvierta en una autocontemplacin, es importante aprender continuamente aorar re$ando con la *glesia! Celebrar la Eucarista quiere decir orar! Celebramos

correctamente la Eucarista cuando entramos con nuestro pensamiento ynuestro ser en las palabras que la *glesia nos propone! En ellas est% presente laoracin de todas las generaciones, que nos llevan consigo por el camino aciael Seor! 9, como sacerdotes, en la celebracin eucarstica somos aquellos que,con su oracin, abren paso a la plegaria de los "eles de oy! Si estamos unidosinteriormente a las palabras de la oracin, si nos de+amos guiar y trans&ormarpor ellas, tambi(n los "eles tienen al alcance esas palabras! 9, entonces, todosnos acemos realmente Qun cuerpo solo y una sola almaR con Cristo!


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1o se debe apagar en nosotros la inquietud en relacin con Dios, elestar en camino acia l, para conocerlo me+or, para amarlo me+or! En estesentido, deberamos permanecer siempre catec0menos! )Guscad siempre surostro), dice un salmo :1B;,A=! Sobre esto, #gustn comenta' Dios es tan grandeque supera siempre in"nitamente todo nuestro conocimiento y todo nuestroser! El conocer a Dios no se acaba nunca! or toda la eternidad podemos, conuna alegra creciente, continuar a buscarlo, para conocerlo cada ve$ m%s yamarlo cada ve$ m%s! )>uestro cora$n est% inquieto, asta que descanse enti), dice #gustn al inicio de sus Confesiones! S, el ombre est% inquieto,porque todo lo que es temporal es demasiado poco! ero es aut(ntica nuestrainquietud por l3 >o nos emos resignado, tal ve$, a su ausencia y tratamosde ser autosu"cientes3 >o permitamos seme+ante reduccionismo de nuestroser umanos! ermane$camos continuamente en camino acia l, en suaoran$a, en la acogida siempre nueva de conocimiento y de amor!

Despu(s est% el leo de los en&ermos! /enemos ante nosotros la multitud de laspersonas que su&ren' los ambrientos y los sedientos, las vctimas de laviolencia en todos los continentes, los en&ermos con todos sus dolores, susesperan$as y desalientos, los perseguidos y los oprimidos, las personas con elcora$n desgarrado! # propsito de los primeros discpulos enviados por Jes0s,san 4ucas nos dice' )4os envi a proclamar el reino de Dios y a curar a losen&ermos) :M, 2=! El curar es un encargo primordial que Jes0s a con"ado a la*glesia, seg0n el e+emplo que l mismo nos a dado, al ir por los caminossanando a los en&ermos! Cierto, la tarea principal de la *glesia es el anuncio deleino de Dios! ero precisamente este mismo anuncio debe ser un proceso decuracin' )Xpara curar los cora$ones desgarrados), nos dice oy la primera

lectura del pro&eta *saas :I1,1=! El anuncio del eino de Dios, de la in"nitabondad de Dios, debe suscitar ante todo esto' curar el cora$n erido de losombres! El ombre por su misma esencia es un ser en relacin! ero, si setrastorna la relacin &undamental, la relacin con Dios, tambi(n se trastornatodo lo dem%s! Si se deteriora nuestra relacin con Dios, si la orientacin&undamental de nuestro ser est% equivocada, tampoco podemos curarnos deverdad ni en el cuerpo ni en el alma! or eso, la primera y &undamentalcuracin sucede en el encuentro con Cristo que nos reconcilia con Dios y sananuestro cora$n desgarrado! ero adem%s de esta tarea central, tambi(n &ormaparte de la misin esencial de la *glesia la curacin concreta de la en&ermedady del su&rimiento! El leo para la 8ncin de los en&ermos es e.presin

sacramental visible de esta misin! Desde los inicios madur en la *glesia lallamada a curar, madur el amor cuidadoso a quien est% a-igido en el cuerpo yen el alma! sta es tambi(n una ocasin para agradecer al menos una ve$ a lasermanas y ermanos que llevan este amor curativo a los ombres por todo elmundo, sin mirar a su condicin o con&esin religiosa! Desde *sabel de /uringia,icente de a0l, 4uisa de Oarillac, Camilo de 4ellis asta la Oadre /eresa Wporrecordar slo algunos nombresW atraviesa el mundo una estela luminosa depersonas, que tiene origen en el amor de Jes0s por los que su&ren y los


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en&ermos! Demos gracias aora por esto al Seor! Demos gracias por esto atodos aquellos que, en virtud de la &e y del amor, se ponen al lado de los quesu&ren, dando as, en de"nitiva, un testimonio de la bondad de Dios! El leopara la 8ncin de los en&ermos es signo de este leo de la bondad del cora$n,que estas personas W+unto con su competencia pro&esionalW llevan a los quesu&ren! Sin ablar de Cristo, lo mani"estan!

En tercer lugar, tenemos "nalmente el m%s noble de los leos eclesiales, elcrisma, una me$cla de aceite de oliva y de per&umes vegetales! Es el leo de launcin sacerdotal y regia, uncin que enla$a con las grandes tradiciones de lasunciones del #ntiguo /estamento! En la *glesia, este leo sirve sobre todo parala uncin en la Con"rmacin y en las sagradas Yrdenes! 4a liturgia de oyvincula con este leo las palabras de promesa del pro&eta *saas' )osotros osllamar(is Zsacerdotes del Seor[, dir%n de vosotros' ZOinistros de nuestro Dios[):I1, I=! El pro&eta retoma con esto la gran palabra de tarea y de promesa queDios aba dirigido a *srael en el Sina' )Ser(is para m un reino de sacerdotes yuna nacin santa) :E21M, I=! En el mundo entero y para todo (l, que en gran

parte no conoca a Dios, *srael deba ser como un santuario de Dios para latotalidad, deba e+ercitar una &uncin sacerdotal para el mundo! Deba llevar elmundo acia Dios, abrirlo a l! San edro, en su gran catequesis bautismal, aaplicado dico privilegio y cometido de *srael a toda la comunidad de losbauti$ados, proclamando' )osotros, en cambio, sois un lina+e elegido, unsacerdocio real, una nacin santa, un pueblo adquirido por Dios para queanunci(is las proe$as del que os llam de las tinieblas a su lu$ maravillosa! 4osque antes erais no3pue$lo% aora sois pue$lo de (ios, los que antes erais nocompadecidos! aora sois o$4eto de compasi+n!) :/ 02, MF1B=! El Gautismo y laCon"rmacin constituyen el ingreso en el ueblo de Dios, que abra$a todo elmundo7 la uncin en el Gautismo y en la Con"rmacin es una uncin que

introduce en ese ministerio sacerdotal para la umanidad! 4os cristianos son unpueblo sacerdotal para el mundo! Deberan acer visible en el mundo al Diosvivo, testimoniarlo y llevarle a l! Cuando ablamos de nuestra tarea com0n,como bauti$ados, no ay ra$n para alardear! Eso es m%s bien una cuestinque nos alegra y, al mismo tiempo, nos inquieta' Somos verdaderamente elsantuario de Dios en el mundo y para el mundo3 #brimos a los ombres elacceso a Dios o, por el contrario, se lo escondemos3 >osotros Wel ueblo deDiosW acaso no nos emos convertido en un pueblo de incredulidad y dele+ana de Dios3 >o es verdad que el Lccidente, que los pases centrales delcristianismo est%n cansados de su &e y, aburridos de su propia istoria ycultura, ya no quieren conocer la &e en Jesucristo3 /enemos motivos para gritar

en esta ora a Dios' )>o permitas que nos convirtamos en no3pue$lo#a$ quete recono$camos de nuevo! S, nos as ungido con tu amor, as in&undido tuEspritu Santo sobre nosotros! a$ que la &uer$a de tu Espritu se aganuevamente e"ca$ en nosotros, para que demos testimonio de tu mensa+e conalegra!

>o obstante toda la vergTen$a por nuestros errores, no debemos olvidar quetambi(n oy e.isten e+emplos luminosos de &e7 que tambi(n oy ay personasque, mediante su &e y su amor, dan esperan$a al mundo! Cuando sea


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beati"cado, el pr.imo uno de mayo, el apa Juan ablo **, pensaremos en (lllenos de gratitud como un gran testigo de Dios y de Jesucristo en nuestrotiempo, como un ombre lleno del Espritu Santo! Junto a (l pensemos al grann0mero de aquellos que (l a beati"cado y canoni$ado, y que nos dan lacerte$a de que tambi(n oy la promesa de Dios y su encomienda no caen ensaco roto!

Oe diri+o "nalmente a vosotros, queridos ermanos en el ministerio sacerdotal!El Jueves Santo es nuestro da de un modo particular! En la ora de la \ltimaCena el Seor a instituido el sacerdocio de la >ueva #lian$a! )Santi&calos enla verdad) :Jn 1, 1=, a pedido al adre para los #pstoles y para lossacerdotes de todos los tiempos! Con enorme gratitud por la vocacin y conumildad por nuestras insu"ciencias, diri+amos en esta ora nuestro )s) a lallamada del Seor' S, quiero unirme ntimamente al Seor Jes0s, renunciando am mismoX impulsado por el amor de Cristo! #m(n!


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Baslica VaticanaJueves Santo 5 de abril de 2012

Queridos hermanos y hermanas

En esta Santa Oisa, nuestra mente retorna acia aquel momento en el que elLbispo, por la imposicin de las manos y la oracin, nos introdu+o en elsacerdocio de Jesucristo, de &orma que &u(ramos Qsanti"cados en la verdadR:Jn 1,1M=, como Jes0s aba pedido al adre para nosotros en la oracinsacerdotal! l mismo es la verdad! >os a consagrado, es decir, entregado parasiempre a Dios, para que pudi(ramos servir a los ombres partiendo de Dios ypor (l! ero, somos tambi(n consagrados en la realidad de nuestra vida3Somos ombres que obran partiendo de Dios y en comunin con Jesucristo3Con esta pregunta, el Seor se pone ante nosotros y nosotros ante (l'Q5uer(is uniros m%s &uertemente a Cristo y con"guraros con (l, renunciando a

vosotros mismos y rea"rmando la promesa de cumplir los sagrados deberesque, por amor a Cristo, aceptasteis go$osos el da de vuestra ordenacin parael servicio de la *glesia3R! #s interrogar( singularmente a cada uno de vosotrosy tambi(n a m mismo despu(s de la omila! Con esto se e.presan sobre tododos cosas' se requiere un vnculo interior, m%s a0n, una con"guracin conCristo y, con ello, la necesidad de una superacin de nosotros mismos, unarenuncia a aquello que es solamente nuestro, a la tan invocadaautorreali$acin! Se pide que nosotros, que yo, no reclame mi vida para mmismo, sino que la ponga a disposicin de otro, de Cristo! 5ue no me pregunte'5u( gano yo3, sino m%s bien' 5u( puedo dar yo por (l y tambi(n por losdem%s3 L, todava m%s concretamente' Cmo debe llevarse a cabo estacon"guracin con Cristo, que no domina, sino que sirve7 que no recibe, sinoque da37 cmo debe reali$arse en la situacin a menudo dram%tica de la*glesia de oy3 ecientemente, un grupo de sacerdotes a publicado en un paseuropeo una llamada a la desobediencia, aportando al mismo tiempo e+emplosconcretos de cmo se puede e.presar esta desobediencia, que debera ignorarincluso decisiones de"nitivas del Oagisterio7 por e+emplo, en la cuestin sobrela ordenacin de las mu+eres, sobre la que el beato apa Juan ablo ** adeclarado de manera irrevocable que la *glesia no a recibido del Seorninguna autoridad sobre esto! ero la desobediencia, es un camino pararenovar la *glesia3 5ueremos creer a los autores de esta llamada cuandoa"rman que les mueve la solicitud por la *glesia7 su convencimiento de que sedeba a&rontar la lentitud de las instituciones con medios dr%sticos para abrircaminos nuevos, para volver a poner a la *glesia a la altura de los tiempos! erola desobediencia, es verdaderamente un camino3 Se puede ver en esto algode la con"guracin con Cristo, que es el presupuesto de toda renovacin, o noes m%s bien slo un a&%n desesperado de acer algo, de tras&ormar la *glesiaseg0n nuestros deseos y nuestras ideas3ero no simpli"quemos demasiado el problema! #caso Cristo no a corregidolas tradiciones umanas que amena$aban con so&ocar la palabra y la voluntadde Dios3 S, lo a eco para despertar nuevamente la obediencia a la


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2o anunciamos teoras y opiniones privadas, sinola &e de la *glesia, de la cual somos servidores! ero esto, naturalmente, enmodo alguno signi"ca que yo no sostenga esta doctrina con todo mi ser y noest( "rmemente anclado en ella! En este conte.to, siempre me vienen a lamente aquellas palabras de san #gustn' 5u( es tan mo como yo mismo35u( es tan menos mo como yo mismo3 >o me pertene$co y llego a ser yomismo precisamente por el eco de que voy m%s all% de m mismo y,mediante la superacin de m mismo, consigo insertarme en Cristo y en sucuerpo, que es la *glesia! Si no nos anunciamos a nosotros mismos einteriormente emos llegado a ser uno con aqu(l que nos a llamado comomensa+eros suyos, de manera que estamos modelados por la &e y la vivimos,entonces nuestra predicacin ser% creble! >o ago publicidad de m, sino queme doy a m mismo! El Cura de #rs, lo sabemos, no era un docto, unintelectual! ero con su anuncio llegaba al cora$n de la gente, porque (lmismo aba sido tocado en su cora$n!

4a 0ltima palabra clave a la que quisiera aludir todava se llama celo por lasalmas :animarum $elus=! Es una e.presin &uera de moda que ya casi no se usaoy! En algunos ambientes, la palabra alma es considerada incluso un t(rminoproibido, porque W se dice W e.presara un dualismo entre el cuerpo y el alma,dividiendo &alsamente al ombre! Evidentemente, el ombre es una unidad,destinada a la eternidad en cuerpo y alma! ero esto no puede signi"car que yano tengamos alma, un principio constitutivo que garanti$a la unidad del


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ombre en su vida y m%s all% de su muerte terrena! 9, como sacerdotes, nospreocupamos naturalmente por el ombre entero, tambi(n por sus necesidades&sicas' de los ambrientos, los en&ermos, los sin teco! ero no slo nospreocupamos de su cuerpo, sino tambi(n precisamente de las necesidades delalma del ombre' de las personas que su&ren por la violacin de un dereco opor un amor destruido7 de las personas que se encuentran en la oscuridadrespecto a la verdad7 que su&ren por la ausencia de verdad y de amor! >ospreocupamos por la salvacin de los ombres en cuerpo y alma! 9, en cuantosacerdotes de Jesucristo, lo acemos con celo! >adie debe tener nunca lasensacin de que cumplimos concien$udamente nuestro orario de traba+o,pero que antes y despu(s slo nos pertenecemos a nosotros mismos! 8nsacerdote no se pertenece +am%s a s mismo! 4as personas an de percibirnuestro celo, mediante el cual damos un testimonio creble del evangelio de

Jesucristo! idamos al Seor que nos colme con la alegra de su mensa+e, paraque con go$oso celo podamos servir a su verdad y a su amor! #m(n!


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HOMILAS EN LA MISA #$ %&'$( )&*#$#

Baslica de San Juan de +etr,nJueves santo 13 de abril de 2006

Queridos hermanos en el episcopado y en el sacerdocio;queridos hermanos y hermanas:

)abiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los am asta ele.tremo) :Jn16, 1=! Dios ama a su criatura, el ombre7 lo ama tambi(n en sucada y no lo abandona a s mismo! l ama asta el "n! 4leva su amor asta el"nal, asta el e.tremo' ba+a de su gloria divina! Se desprende de lasvestiduras de su gloria divina y se viste con ropa de esclavo! Ga+a asta lae.trema miseria de nuestra cada! Se arrodilla ante nosotros y desempea elservicio del esclavo7 lava nuestros pies sucios, para que podamos ser admitidosa la mesa de Dios, para acernos dignos de sentarnos a su mesa, algo que pornosotros mismos no podramos ni deberamos acer +am%s!

Dios no es un Dios le+ano, demasiado distante y demasiado grande como paraocuparse de nuestras bagatelas! Dado que es grande, puede interesarsetambi(n de las cosas pequeas! Dado que es grande, el alma del ombre, elombre mismo, creado por el amor eterno, no es algo pequeo, sino que esgrande y digno de su amor! 4a santidad de Dios no es slo un poderincandescente, ante el cual debemos ale+arnos aterrori$ados7 es poder de amory, por esto, es poder puri"cador y sanador!

Dios desciende y se ace esclavo7 nos lava los pies para que podamossentarnos a su mesa! #s se revela todo el misterio de Jesucristo! #s resultamani"esto lo que signi"ca redencin! El bao con que nos lava es su amordispuesto a a&rontar la muerte! Slo el amor tiene la &uer$a puri"cadora quenos limpia de nuestra impure$a y nos eleva a la altura de Dios! El bao que nospuri"ca es (l mismo, que se entrega totalmente a nosotros, desde lo m%spro&undo de su su&rimiento y de su muerte!

l es continuamente este amor que nos lava! En los sacramentos de lapuri"cacin Fel Gautismo y la enitenciaF (l est% continuamente arrodilladoante nuestros pies y nos presta el servicio de esclavo, el servicio de lapuri"cacin7 nos ace capaces de Dios! Su amor es inagotable7 llega realmenteasta el e.tremo!

)osotros est%is limpios, pero no todos), dice el Seor :Jn16, 1B=! En esta &rasese revela el gran don de la puri"cacin que (l nos ace, porque desea estar ala mesa +untamente con nosotros, de convertirse en nuestro alimento! )ero notodos)' e.iste el misterio oscuro del reca$o, que con la istoria de Judas seace presente y debe acernos re-e.ionar precisamente en el Jueves santo, el


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da en que Jes0s nos ace el don de s mismo! El amor del Seor no tienelmites, pero el ombre puede ponerle un lmite!

)osotros est%is limpios, pero no todos)' 5u( es lo que ace impuro alombre3 Es el reca$o del amor, el no querer ser amado, el no amar! Es lasoberbia que cree que no necesita puri"cacin, que se cierra a la bondadsalvadora de Dios! Es la soberbia que no quiere con&esar y reconocer quenecesitamos puri"cacin!

En Judas vemos con mayor claridad a0n la naturale$a de este reca$o! Ju$ga aJes0s seg0n las categoras del poder y del (.ito' para (l slo cuentan el podery el (.ito7 el amor no cuenta! 9 es avaro' para (l el dinero es m%s importanteque la comunin con Jes0s, m%s importante que Dios y su amor! #s setrans&orma tambi(n en un mentiroso, que ace doble +uego y rompe con laverdad7 uno que vive en la mentira y as pierde el sentido de la verdadsuprema, de Dios! De este modo se endurece, se ace incapa$ de conversin,del con"ado retorno del i+o prdigo, y arruina su vida!

)osotros est%is limpios, pero no todos)! El Seor oy nos pone en guardia&rente a la autosu"ciencia, que pone un lmite a su amor ilimitado! >os invita aimitar su umildad, a tratar de vivirla, a de+arnos )contagiar) por ella! >osinvita Fpor m%s perdidos que podamos sentirnosF a volver a casa y a permitir asu bondad puri"cadora que nos levante y nos aga entrar en la comunin de lamesa con (l, con Dios mismo!

e-e.ionemos sobre otra &rase de este inagotable pasa+e evang(lico' )Ls edado e+emplo!!!) :Jn16, 1;=7 )/ambi(n vosotros deb(is lavaros los pies unos aotros) :Jn16, 1A=! En qu( consiste el )lavarnos los pies unos a otros)3 5u(signi"ca en concreto3 Cada obra buena eca en &avor del pr+imo,especialmente en &avor de los que su&ren y los que son poco apreciados, es unservicio como lavar los pies! El Seor nos invita a ba+ar, a aprender la umildady la valenta de la bondad7 y tambi(n a estar dispuestos a aceptar el reca$o,actuando a pesar de ello con bondad y perseverando en ella!

ero ay una dimensin a0n m%s pro&unda! El Seor limpia nuestra impure$acon la &uer$a puri"cadora de su bondad! 4avarnos los pies unos a otros signi"casobre todo perdonarnos continuamente unos a otros, volver a comen$ar +untossiempre de nuevo, aunque pueda parecer in0til! Signi"ca puri"carnos unos aotros soport%ndonos mutuamente y aceptando ser soportados por los dem%s7

puri"carnos unos a otros d%ndonos recprocamente la &uer$a santi"cante de lapalabra de Dios e introduci(ndonos en el Sacramento del amor divino!

El Seor nos puri"ca7 por esto nos atrevemos a acercarnos a su mesa!id%mosle que nos conceda a todos la gracia de poder ser un da, parasiempre, u(spedes del banquete nupcial eterno! #m(n!


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Baslica de San Juan de +etr,nJueves Santo! 5 de abril de 2007


En la lectura del li$ro del 52odo% que acabamos de escucar, se describe lacelebracin de la ascua de *srael tal como la estableca la ley de Oois(s! En suorigen, puede aber sido una "esta de primavera de los nmadas! Sinembargo, para *srael se aba trans&ormado en una "esta de conmemoracin,de accin de gracias y, al mismo tiempo, de esperan$a!

En el centro de la cena pascual, ordenada seg0n determinadas normaslit0rgicas, estaba el cordero como smbolo de la liberacin de la esclavitud enEgipto! or este motivo, el ha--adahpascual era parte integrante de la comidaa base de cordero' el recuerdo narrativo de que aba sido Dios mismo quienaba liberado a *srael )con la mano al$ada)! l, el Dios misterioso y escondido,

aba sido m%s &uerte que el &aran, con todo el poder de que dispona! *sraelno deba olvidar que Dios aba tomado personalmente en sus manos laistoria de su pueblo y que esta istoria se basaba continuamente en lacomunin con Dios! *srael no deba olvidarse de Dios!

En el rito de la conmemoracin abundaban las palabras de alaban$a y accinde gracias tomadas de los Salmos! 4a accin de gracias y la bendicin de Diosalcan$aban su momento culminante en la $era6ha, que en griego se diceeulo-ia o eucaristia' bendecir a Dios se convierte en bendicin para quienesbendicen! 4a o&renda eca a Dios vuelve al ombre bendecida! /odo estolevantaba un puente desde el pasado asta el presente y acia el &uturo' a0nno se aba reali$ado la liberacin de *srael! 4a nacin su&ra todava como

pequeo pueblo en medio de las tensiones entre las grandes potencias! Elrecuerdo agradecido de la accin de Dios en el pasado se converta al mismotiempo en s0plica y esperan$a' 4leva a cabo lo que as comen$ado! Danos lalibertad de"nitiva!

Jes0s celebr con los suyos esta cena de m0ltiples signi"cados en la noceanterior a su pasin! /eniendo en cuenta este conte.to, podemos comprenderla nueva ascua, que (l nos dio en la santa Eucarista! En las narraciones de losevangelistas ay una aparente contradiccin entre el evangelio de san Juan,por una parte, y lo que por otra nos dicen san Oateo, san Oarcos y san 4ucas!Seg0n san Juan, Jes0s muri en la cru$ precisamente en el momento en el que,

en el templo, se inmolaban los corderos pascuales! Su muerte y el sacri"cio delos corderos coincidieron! ero esto signi"ca que muri en la vspera de laascua y que, por tanto, no pudo celebrar personalmente la cena pascual! #lmenos esto es lo que parece! or el contrario, seg0n los tres evangeliossinpticos, la 0ltima Cena de Jes0s &ue una cena pascual, en cuya &ormatradicional (l introdu+o la novedad de la entrega de su cuerpo y de su sangre!

asta ace pocos aos, esta contradiccin pareca insoluble! 4a mayora de lose.egetas pensaba que san Juan no aba querido comunicarnos la verdadera


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&eca istrica de la muerte de Jes0s, sino que aba optado por una &ecasimblica para acer as evidente la verdad m%s pro&unda' Jes0s es el nuevo yverdadero cordero que derram su sangre por todos nosotros!

Oientras tanto, el descubrimiento de los escritos de 5umram nos a llevado auna posible solucin convincente que, si bien todava no es aceptada por

todos, se presenta como muy probable! #ora podemos decir que lo que sanJuan re"ri es istricamente preciso! Jes0s derram realmente su sangre en lavspera de la ascua, a la ora de la inmolacin de los corderos! Sin embargo,celebr la ascua con sus discpulos probablemente seg0n el calendario de5umram, es decir, al menos un da antes' la celebr sin cordero, como lacomunidad de 5umram, que no reconoca el templo de erodes y estaba a laespera del nuevo templo!

or consiguiente, Jes0s celebr la ascua sin cordero7 no, no sin cordero' enlugar del cordero se entreg a s mismo, entreg su cuerpo y su sangre! #santicip su muerte como aba anunciado' )>adie me quita la vida7 yo la doy

voluntariamente) :Jn 1B, 1


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del amor de Cristo! #s, la $era6ha, la oracin de bendicin y de accin degracias de *srael, se a convertido en nuestra celebracin eucarstica, en laque el Seor bendice nuestros dones, el pan y el vino, para entregarse en ellosa s mismo!

idamos al Seor que nos ayude a comprender cada ve$ m%s pro&undamente

este misterio maravilloso, a amarlo cada ve$ m%s y, en (l, a amarlo cada ve$m%s a (l mismo! id%mosle que nos atraiga cada ve$ m%s acia s mismo con lasagrada Comunin! id%mosle que nos ayude a no tener nuestra vida slo paranosotros mismos, sino a entreg%rsela a (l y as actuar +unto con (l, a "n de quelos ombres encuentren la vida, la vida verdadera, que slo puede venir dequien es el camino, la verdad y la vida! #m(n!


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Baslica de San Juan de +etr,nJueves Santo 20 de marzo de 2008


San Juan comien$a su relato de cmo Jes0s lav los pies a sus discpulos con unlengua+e especialmente solemne, casi lit0rgico! Q#ntes de la "esta de laascua, sabiendo Jes0s que aba llegado su ora de pasar de este mundo aladre, abiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los am asta ele.tremoR :Jn16, 1=! a llegado la QoraR de Jes0s, acia la que se orientabadesde el inicio todo su obrar!

San Juan describe con dos palabras el contenido de esa ora' paso:meta$ainein% meta$asis= y amor :a-ape=! Esas dos palabras se e.plicanmutuamente' ambas describen +untamente la ascua de Jes0s' cru$ yresurreccin, cruci".in como elevacin, como QpasoR a la gloria de Dios,

como un QpasarR de este mundo al adre! >o es como si Jes0s, despu(s de unabreve visita al mundo, aora simplemente partiera y volviera al adre! El pasoes una trans&ormacin! 4leva consigo su carne, su ser ombre! En la cru$, alentregarse a s mismo, queda como &undido y trans&ormado en un nuevo modode ser, en el que aora est% siempre con el adre y al mismo tiempo con losombres!

/rans&orma la cru$, el eco de darle muerte a (l, en un acto de entrega, deamor asta el e.tremo! Con la e.presin Qasta el e.tremoR san Juan remiteanticipadamente a la 0ltima palabra de Jes0s en la cru$' todo se a reali$ado,Qtodo est% cumplidoR :Jn1M, 6B=! Oediante su amor, la cru$ se convierte enmeta$asis, trans&ormacin del ser ombre en el ser partcipe de la gloria de

Dios!

En esta trans&ormacin Cristo nos implica a todos, arrastr%ndonos dentro de la&uer$a trans&ormadora de su amor asta el punto de que, estando con (l,nuestra vida se convierte en QpasoR, en trans&ormacin! #s recibimos laredencin, el ser partcipes del amor eterno, una condicin a la que tendemoscon toda nuestra e.istencia!

En el lavatorio de los pies este proceso esencial de la ora de Jes0s est%representado en una especie de acto pro&(tico simblico! En (l Jes0s pone derelieve con un gesto concreto precisamente lo que el gran imno cristolgicode la carta a los Filipenses describe como el contenido del misterio de Cristo!

Jes0s se despo+a de las vestiduras de su gloria, se cie el QvestidoR de laumanidad y se ace esclavo! 4ava los pies sucios de los discpulos y as loscapacita para acceder al banquete divino al que los invita!

En lugar de las puri"caciones cultuales y e.ternas, que puri"can al ombreritualmente, pero de+%ndolo tal como est%, se reali$a un bao nuevo' Cristo nospuri"ca mediante su palabra y su amor, mediante el don de s mismo!Qosotros ya est%is limpios gracias a la palabra que os e anunciadoR, dir% a


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6os lava siempre con supalabra! S, las palabras de Jes0s, si las acogemos con una actitud demeditacin, de oracin y de &e, desarrollan en nosotros su &uer$a puri"cadora!Da tras da nos cubrimos de mucas clases de suciedad, de palabras vacas,de pre+uicios, de sabidura reducida y alterada7 una m0ltiple semiF&alsedad o&alsedad abierta se in"ltra continuamente en nuestro interior! /odo ello o&usca ycontamina nuestra alma, nos amena$a con la incapacidad para la verdad ypara el bien!

4as palabras de Jes0s, si las acogemos con cora$n atento, reali$an unaut(ntico lavado, una puri"cacin del alma, del ombre interior! El evangeliodel lavatorio de los pies nos invita a de+arnos lavar continuamente por estaagua pura, a de+arnos capacitar para participar en el banquete con Dios y conlos ermanos! ero, despu(s del golpe de la lan$a del soldado, del costado de

Jes0s no slo sali agua, sino tambi(n sangre :c&!Jn1M, 6A7 / Jn ;, I! os lava

con la &uer$a sagrada de su sangre, es decir, con su entrega Qasta ele.tremoR, asta la cru$! Su palabra es algo m%s que un simple ablar7 es carney sangre Qpara la vida del mundoR :JnI, ;1=! En los santos sacramentos, elSeor se arrodilla siempre ante nuestros pies y nos puri"ca! id%mosle que elbao sagrado de su amor verdaderamente nos penetre y nos puri"que cadave$ m%s!

Si escucamos el evangelio con atencin, podemos descubrir en el episodio dellavatorio de los pies dos aspectos diversos! El lavatorio de los pies de losdiscpulos es, ante todo, simplemente una accin de Jes0s, en la que les da eldon de la pure$a, de la Qcapacidad para DiosR! ero el don se trans&ormadespu(s en un e+emplo, en la tarea de acer lo mismo unos con otros!

ara re&erirse a estos dos aspectos del lavatorio de los pies, los santos adresutili$aron las palabras sacramentumy e2emplum! En este conte.to,sacramentumno signi"ca uno de los siete sacramentos, sino el misterio deCristo en su con+unto, desde la encarnacin asta la cru$ y la resurreccin! Estecon+unto es la &uer$a sanadora y santi"cadora, la &uer$a trans&ormadora paralos ombres, es nuestra meta$asis, nuestra trans&ormacin en una nueva&orma de ser, en la apertura a Dios y en la comunin con (l!

ero este nuevo ser que (l nos da simplemente, sin m(rito nuestro, despu(s ennosotros debe trans&ormarse en la din%mica de una nueva vida! El binomio dony e+emplo, que encontramos en el pasa+e del lavatorio de los pies, es

caracterstico para la naturale$a del cristianismo en general! El cristianismo noes una especie de moralismo, un simple sistema (tico! 4o primero no esnuestro obrar, nuestra capacidad moral! El cristianismo es ante todo don' Diosse da a nosotros7 no da algo, se da a s mismo! 9 eso no slo tiene lugar alinicio, en el momento de nuestra conversin! Dios sigue siendo siempre el queda! >os o&rece continuamente sus dones! >os precede siempre! or eso, el actocentral del ser cristianos es la Eucarista' la gratitud por aber recibido susdones, la alegra por la vida nueva que (l nos da!


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Con todo, no debemos ser slo destinatarios pasivos de la bondad divina! Diosnos o&rece sus dones como a interlocutores personales y vivos! El amor que nosda es la din%mica del Qamar +untosR, quiere ser en nosotros vida nueva a partirde Dios! #s comprendemos las palabras que dice Jes0s a sus discpulos, y atodos nosotros, al "nal del relato del lavatorio de los pies' QLs doy unmandamiento nuevo' que os am(is los unos a los otros! 5ue, como yo os eamado, as os am(is tambi(n vosotros los unos a los otrosR :Jn16, 6A=! ElQmandamiento nuevoR no consiste en una norma nueva y di&cil, que astaentonces no e.ista! 4o nuevo es el don que nos introduce en la mentalidad deCristo!

Si tenemos eso en cuenta, percibimos cu%n le+os estamos a menudo connuestra vida de esta novedad del >uevo /estamento, y cu%n poco damos a laumanidad el e+emplo de amar en comunin con su amor! #s no le damos laprueba de credibilidad de la verdad cristiana, que se demuestra con el amor!recisamente por eso, queremos pedirle con m%s insistencia al Seor que,mediante su puri"cacin, nos aga maduros para el mandamiento nuevo!

En el pasa+e evang(lico del lavatorio de los pies, la conversacin de Jes0s conedro presenta otro aspecto de la pr%ctica de la vida cristiana, en el que quierocentrar, por 0ltimo, la atencin! En un primer momento, edro no querade+arse lavar los pies por el Seor! Esta inversin del orden, es decir, que elmaestro, Jes0s, lavara los pies, que el amo reali$ara la tarea del esclavo,contrastaba totalmente con su temor reverencial acia Jes0s, con su conceptode relacin entre maestro y discpulo! Q>o me lavar%s los pies +am%sR :Jn16,


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Con todo, aqu, con la distincin entre bao y lavatorio de los pies, se puededescubrir tambi(n una alusin a la vida en la comunidad de los discpulos, a lavida de la *glesia! arece claro que el bao que nos puri"ca de"nitivamente yno debe repetirse es el bautismo, por el que somos sumergidos en la muerte yresurreccin de Cristo, un eco que cambia pro&undamente nuestra vida,d%ndonos una nueva identidad que permanece, si no la arro+amos como i$o

Judas!

ero tambi(n en la permanencia de esta nueva identidad, dada por elbautismo, para la comunin con Jes0s en el banquete, necesitamos elQlavatorio de los piesR! De qu( se trata3 Oe parece que laprimera carta desan Juannos da la clave para comprenderlo! En ella se lee' QSi decimos que notenemos pecado, nos engaamos y la verdad no est% en nosotros! Sireconocemos Ksi con&esamosK nuestros pecados, "el y +usto es (l paraperdonarnos los pecados y puri"carnos de toda in+usticiaR :/Jn1, ecesitamos el Qlavatorio de los piesR, necesitamos ser lavados de los pecados

de cada da7 por eso, necesitamos la con&esin de los pecados, de la que ablasan Juan en esta carta! Debemos reconocer que incluso en nuestra nuevaidentidad de bauti$ados pecamos! >ecesitamos la con&esin tal como atomado &orma en el sacramento de la econciliacin! En (l el Seor nos lava sincesar los pies sucios para poder as sentarnos a la mesa con (l!

ero de este modo tambi(n asumen un sentido nuevo las palabras con las queel Seor ensanca el sacramentumconvirti(ndolo en un e2emplum, en un don,en un servicio al ermano' QSi yo, el Seor y el Oaestro, os e lavado los pies,vosotros tambi(n deb(is lavaros los pies unos a otrosR :Jn 16, 1A=! Debemoslavarnos los pies unos a otros en el mutuo servicio diario del amor! erodebemos lavarnos los pies tambi(n en el sentido de que nos perdonamos

continuamente unos a otros!

4a deuda que el Seor nos a condonado, siempre es in"nitamente m%sgrande que todas las deudas que los dem%s puedan tener con respecto anosotros :c&! Mt1os e.orta a puri"car continuamente nuestra memoria, perdon%ndonosmutuamente de cora$n, lav%ndonos los pies los unos a los otros, para poderas participar +untos en el banquete de Dios!

El Jueves santo es un da de gratitud y de alegra por el gran don del amorasta el e.tremo, que el Seor nos a eco! Lremos al Seor, en esta ora,

para que la gratitud y la alegra se trans&ormen en nosotros en la &uer$a paraamar +untamente con su amor! #m(n!


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Baslica de San Juan de +etr,nJueves Santo de abril de 200


Qui% pridie quam pro nostra omniumque salute pateretur% hoc est hodie%accepit panem# #s diremos oy en el Canon de la Santa Oisa! Q&oc est hodie.!4a 4iturgia del Jueves Santo incluye la palabra QoyR en el te.to de la plegaria,subrayando con ello la dignidad particular de este da! a sido QoyR cuando llo a eco' se nos a entregado para siempre en el Sacramento de su Cuerpoy de su Sangre! Este QoyR es sobre todo el memorial de la ascua deentonces! ero es m%s a0n! Con el Canon entramos en este QoyR! >uestro oyse encuentra con su oy! l ace esto aora! Con la palabra QoyR, la 4iturgiade la *glesia quiere inducirnos a que prestemos gran atencin interior almisterio de este da, a las palabras con que se e.presa! /ratemos, pues, deescucar de modo nuevo el relato de la institucin, tal y como la *glesia lo a

&ormulado bas%ndose en la Escritura y contemplando al Seor mismo!

4o primero que nos sorprende es que el relato de la institucin no es una &rasesuelta, sino que empie$a con un pronombre relativo' qui pridie! Este Qqui.enla$a todo el relato con la palabra precedente de la oracin, QXde maneraque sea para nosotros Cuerpo y Sangre de tu i+o amado, Jesucristo, nuestroSeorR! De este modo, el relato est% unido a la oracin anterior, a todo elCanon, y se ace (l mismo oracin! En e&ecto, en modo alguno se trata de unrelato sencillamente insertado aqu7 tampoco se trata de palabras aisladas deautoridad, que qui$%s interrumpiran la oracin! Es oracin! 9 solamente en laoracin se cumple el acto sacerdotal de la consagracin que se convierte en

trans&ormacin, transustanciacin de nuestros dones de pan y vino en elCuerpo y la Sangre de Cristo! e$ando en este momento central, la *glesiaconcuerda totalmente con el acontecimiento del Cen%culo, ya que el actuar de

Jes0s se describe con las palabras'Q-ratias a-ens $enedi2itR, Qte dio graciascon la plegaria de bendicinR! Con esta e.presin, la 4iturgia romana adividido en dos palabras, lo que en ebreo es una sola, $era6ha, que en griego,en cambio, aparece en los dos t(rminos de eucharist'ay eulo-'a! El Seoragradece! #l agradecer, reconocemos que una cosa determinada es un don deotro! El Seor agradece, y de este modo restituye a Dios el pan, Q&ruto de latierra y del traba+o del ombreR, para poder recibirlo nuevamente de l!#gradecer se trans&orma en bendecir! 4o que a sido puesto en las manos de

Dios, vuelve de l bendecido y trans&ormado! or tanto, la 4iturgia romanatiene ra$n al interpretar nuestro orar en este momento sagrado con laspalabras' Qo&recemosR, QpedimosR, QaceptaR, Qbendice esta o&rendaR! /odoesto se oculta en la palabra eucharistia#

ay otra particularidad en el relato de la institucin del Canon omano quequeremos meditar en esta ora! 4a *glesia orante se "+a en las manos y los o+osdel Seor! 5uiere casi observarlo, desea percibir el gesto de su orar y actuar enaquella ora singular, encontrar la "gura de Jes0s, por decirlo as, tambi(n a


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trav(s de los sentidos! Q/om pan en sus santas y venerables manosR! >os"+amos en las manos con las que l a curado a los ombres7 en las manos conlas que a bendecido a los nios7 en las manos que a impuesto sobre losombres7 en las manos clavadas en la Cru$ y que llevar%n siempre losestigmas como signos de su amor dispuesto a morir! #ora tenemos el encargode acer lo que l a eco' tomar en las manos el pan para que seaconvertido mediante la plegaria eucarstica! En la Lrdenacin sacerdotal,nuestras manos &ueron ungidas, para que &uesen manos de bendicin! idamosal Seor aora que nuestras manos sirvan cada ve$ m%s para llevar lasalvacin, para llevar la bendicin, para acer presente su bondad!

De la introduccin a la Lracin sacerdotal de Jes0s :c&!Jn1, 1=, el Canon usaluego las palabras' ^elevando los o+os al cielo, acia ti, Dios, adre suyotodopoderoso_! El Seor nos ensea a levantar los o+os y sobre todo el cora$n!# levantar la mirada, apart%ndola de las cosas del mundo, a orientarnos aciaDios en la oracin y as elevar nuestro %nimo! En un imno de la 4iturgia de lasoras pedimos al Seor que custodie nuestros o+os, para que no aco+an ni

de+en que en nosotros entren las ^vanitates_, las vanidades, la banalidad, loque slo es apariencia! idamos que a trav(s de los o+os no entre el mal ennosotros, &alsi"cando y ensuciando as nuestro ser! ero queremos pedir sobretodo que tengamos o+os que vean todo lo que es verdadero, luminoso y bueno,para que seamos capaces de ver la presencia de Dios en el mundo! idamos,para que miremos el mundo con o+os de amor, con los o+os de Jes0s,reconociendo as a los ermanos y las ermanas que nos necesitan, que est%nesperando nuestra palabra y nuestra accin!

Despu(s de bendecir, el Seor parte el pan y lo da a los discpulos! artir el panes el gesto del padre de &amilia que se preocupa de los suyos y les da lo quenecesitan para la vida! ero es tambi(n el gesto de la ospitalidad con que seacoge al e.tran+ero, al u(sped, y se le permite participar en la propia vida!Dividir, comFpartir, es unir! # trav(s del compartir se crea comunin! En el panpartido, el Seor se reparte a s mismo! El gesto del partir aludemisteriosamente tambi(n a su muerte, al amor asta la muerte! l se da a smismo, que es el verdadero Qpan para la vida del mundoR :c&!JnI, ;1=! Elalimento que el ombre necesita en lo m%s ondo es la comunin con Diosmismo! #l agradecer y bendecir, Jes0s trans&orma el pan, y ya no es panterrenal lo que da, sino la comunin consigo mismo! Esta trans&ormacin, sinembargo, quiere ser el comien$o de la trans&ormacin del mundo! ara quellegue a ser un mundo de resurreccin, un mundo de Dios! S, se trata detrans&ormacin! Del ombre nuevo y del mundo nuevo que comien$an en elpan consagrado, trans&ormado, transustanciado!

emos dico que partir el pan es un gesto de comunin, de unir mediante elcompartir! #s, en el gesto mismo se alude ya a la naturale$a ntima de laEucarista' (sta es a-ape, es amor eco corpreo! En la palabra Qa-ape.% secompenetran los signi"cados de Eucarista y amor! En el gesto de Jes0s queparte el pan, el amor que se comparte a alcan$ado su e.trema radicalidad'

Jes0s se de+a partir como pan vivo! En el pan distribuido reconocemos el


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misterio del grano de trigo que muere y as da &ruto! econocemos la nuevamultiplicacin de los panes, que deriva del morir del grano de trigo ycontinuar% asta el "n del mundo! #l mismo tiempo vemos que la Eucaristanunca puede ser slo una accin lit0rgica! Slo es completa, si el a-apelit0rgico se convierte en amor cotidiano! En el culto cristiano, las dos cosas setrans&orman en una, el ser agraciados por el Seor en el acto cultual y elcultivo del amor respecto al pr+imo! idamos en esta ora al Seor la gracia deaprender a vivir cada ve$ me+or el misterio de la Eucarista, de manera quecomience as la trans&ormacin del mundo!

Despu(s del pan, Jes0s toma el c%li$ de vino! El Canon omano designa el c%li$que el Seor da a los discpulos, como Qpraeclarus cali2., c%li$ glorioso,aludiendo con ello al Salmo 26 U22V, el Salmo que abla de Dios como delastor poderoso y bueno! En (l se lee' Qpreparas una mesa ante m, en&rentede mis enemigos7 Xy mi copa rebosaR :v! ;=, cali2 praeclarus! El Canonomano interpreta esta palabra del Salmo como una pro&eca que se cumple enla Eucarista! S, el Seor nos prepara la mesa en medio de las amena$as de

este mundo, y nos da el c%li$ glorioso, el c%li$ de la gran alegra, de la "estaverdadera que todos anelamos, el c%li$ rebosante del vino de su amor! El c%li$signi"ca la boda' aora a llegado Qla oraR a la que en las bodas de Can% sealuda de &orma misteriosa! S, la Eucarista es m%s que un banquete, es una"esta de boda! 9 esta boda se &unda en la autodonacin de Dios asta lamuerte! En las palabras de la 0ltima Cena de Jes0s y en el Canon de la *glesia,el misterio solemne de la boda se esconde ba+o la e.presin Qnovum)estamentumR! Este c%li$ es el nuevo /estamento, Qla nueva #lian$a selladacon mi sangreR, seg0n la palabra de Jes0s sobre el c%li$, que ablo transmiteen la segunda lectura de oy :c&! / Co11, 2;=! El Canon omano aade' Qde laalian$a nueva y eternaR, para e.presar la indisolubilidad del vnculo nupcial de

Dios con la umanidad! El motivo por el cual las traducciones antiguas de laGiblia no ablan de #lian$a, sino de /estamento, es que no se trata de doscontrayentes iguales quienes la establecen, sino que entra en +uego la in"nitadistancia entre Dios y el ombre! 4o que nosotros llamamos nueva y antigua#lian$a no es un acuerdo entre dos partes iguales, sino un mero don de Dios,que nos de+a como erencia su amor, a s mismo! 9 ciertamente, a trav(s deeste don de su amor l, superando cualquier distancia, nos convierteverdaderamente enpartnery se reali$a el misterio nupcial del amor!

ara poder comprender lo que all ocurre en pro&undidad, emos de escucarm%s cuidadosamente a0n las palabras de la Giblia y su sentido originario! 4osestudiosos nos dicen que, en los tiempos remotos de que ablan las istoriasde los atriarcas de *srael, Qrati"car una alian$aR signi"caba Qentrar con otrosen una unin &undada en la sangre, o bien acoger a alguien en la propia&ederacin y entrar as en una comunin de derecos recprocosR! De estemodo se crea una consanguinidad real, aunque no material! 4os aliados seconvierten en cierto modo en Qermanos de la misma carne y la mismasangreR! 4a alian$a reali$a un con+unto que signi"ca pa$ :c&! /`>/ ** 1B;F16=! odemos aora acernos al menos una idea de lo que ocurri en la orade la 0ltima Cena y que, desde entonces, se renueva cada ve$ que celebramos


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la Eucarista3 Dios, el Dios vivo establece con nosotros una comunin de pa$,m%s a0n, l crea una ^consanguinidad_ entre l y nosotros! or la encarnacinde Jes0s, por su sangre derramada, emos sido in+ertados en unaconsanguinidad muy real con Jes0s y, por tanto, con Dios mismo! 4a sangre de

Jes0s es su amor, en el que la vida divina y la umana se an eco una cosasola! idamos al Seor que comprendamos cada ve$ m%s la grande$a de estemisterio! 5ue l despliegue su &uer$a tras&ormadora en nuestro interior, demodo que lleguemos a ser realmente consanguneos de Jes0s, llenos de su pa$y, as, tambi(n en comunin unos con otros!

Sin embargo, aora surge a0n otra pregunta! En el Cen%culo, Cristo entrega alos discpulos su Cuerpo y su Sangre, es decir, l mismo en la totalidad de supersona! ero, puede acerlo3 /odava est% &sicamente presente entre ellos,est% ante ellos! 4a respuesta es que, en aquella ora, Jes0s cumple lo quepreviamente aba anunciado en el discurso sobre el Guen astor' Q>adie mequita la vida, sino que yo la entrego libremente! /engo poder para entregarla ytengo poder para recuperarlaR :c&!Jn1B,1adie puede quitarle la vida' la da

por libre decisin! En aquella ora anticipa la cruci".in y la resurreccin! 4oque, por decirlo as, se cumplir% &sicamente en l, l ya lo lleva a caboanticipadamente en la libertad de su amor! l entrega su vida y la recupera enla resurreccin para poderla compartir para siempre!

Seor, /0 nos entregas oy tu vida, /0 mismo te nos das! 4l(nanos de tu amor!a$nos vivir en tu QoyR! a$nos instrumentos de tu pa$! #m(n!


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Baslica de San Juan de +etr,n

Jueves Santo 1 de abril de 2010#

5ueridos ermanos y ermanas'

San Juan, de modo m%s amplio que los otros evangelistas y con un estilopropio, nos o&rece en su evangelio los discursos de despedida de Jes0s, que soncasi como su testamento y sntesis del n0cleo esencial de su mensa+e! #l iniciode dicos discursos aparece el lavatorio de los pies, gesto de umildad en elque se resume el servicio redentor de Jes0s por la umanidad necesitada depuri"cacin! #l "nal, las palabras de Jes0s se convierten en oracin, en suLracin sacerdotal, en cuyo tras&ondo, seg0n los e.egetas, se alla el ritual dela "esta +uda de la e.piacin! El sentido de aquella "esta y de sus ritos Flapuri"cacin del mundo, su reconciliacin con DiosF, se cumple en el re$ar de

Jes0s, un re$ar en el que, al mismo tiempo, se anticipa la pasin, y la

trans&orma en oracin! #s, en la Lracin sacerdotal, se ace visible tambi(n deun modo particular el misterio permanente del Jueves santo' el nuevosacerdocio de Jesucristo y su continuacin en la consagracin de los apstoles,en la participacin de los discpulos en el sacerdocio del Seor! De este te.toinagotable, quisiera aora escoger tres palabras de Jes0s que puedenintroducirnos m%s pro&undamente en el misterio del Jueves santo!

En primer lugar tenemos aquella &rase' )Esta es la vida eterna' que te cono$cana ti, 0nico Dios verdadero, y a tu enviado, Jesucristo) :Jn 1,6=! /odo serumano quiere vivir! Desea una vida verdadera, llena, una vida que valga lapena, que sea go$osa! #l deseo de vivir, se une al mismo tiempo, la resistenciaa la muerte que, no obstante, es ineludible! Cuando Jes0s abla de la vidaeterna, entiende la vida aut(ntica, verdadera, que merece ser vivida! >o sere"ere simplemente a la vida que viene despu(s de la muerte! iensa en elmodo aut(ntico de la vida, una vida que es plenamente vida y por esto no est%sometida a la muerte, pero que de eco puede comen$ar ya en este mundo,m%s a0n, debe comen$ar aqu' slo si aprendemos desde aora a vivir de&orma aut(ntica, si conocemos la vida que la muerte no puede arrebatar, tienesentido la promesa de la eternidad! ero, cmo acontece esto3 5u( esrealmente esta vida verdaderamente eterna, a la que la muerte no puededaar3 emos escucado la respuesta de Jes0s' Esta es la vida verdadera, quete cono$can a ti, Dios, y a tu enviado, Jesucristo! ara nuestra sorpresa, all senos dice que vida es conocimiento! Esto signi"ca, ante todo, que vida esrelacin! >adie recibe la vida de s mismo ni slo para s mismo! 4a recibimosde otro, en la relacin con otro! Si es una relacin en la verdad y en el amor, undar y recibir, entonces da plenitud a la vida, la ace bella! recisamente poresto, la destruccin de la relacin que causa la muerte puede serparticularmente dolorosa, puede cuestionar la vida misma! Slo la relacin con#quel que es en s mismo la ida, puede sostener tambi(n mi vida m%s all% delas aguas de la muerte, puede conducirme vivo a trav(s de ellas! 9a en la"loso&a griega e.ista la idea de que el ombre puede encontrar una vida


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eterna si se adiere a lo que es indestructible, a la verdad que es eterna! ordecirlo as, deba llenarse de verdad, para llevar en s la sustancia de laeternidad! ero solamente si la verdad es ersona, puede llevarme a trav(s dela noce de la muerte! >osotros nos a&erramos a Dios, a Jesucristo, elesucitado! 9 as somos llevados por #quel que es la ida misma! En estarelacin vivimos mientras atravesamos tambi(n la muerte, porque nunca nosabandona quien es la ida misma!

ero volvamos a las palabras de Jes0s! Esta es la vida eterna' que te cono$cana ti y a tu enviado! El conocimiento de Dios se convierte en vida eterna!Lbviamente, por )conocimiento) se entiende aqu algo m%s que un sabere.terior, como, por e+emplo, el saber cu%ndo a muerto un persona+e &amoso ycu%ndo se a inventado algo! Conocer, seg0n la sagrada escritura, es llegar aser interiormente una sola cosa con el otro! Conocer a Dios, conocer a Cristo,siempre signi"ca tambi(n amarlo, llegar a ser de alg0n modo una sola cosa con(l en virtud del conocer y del amar! >uestra vida, pues, llega a ser una vidaaut(ntica, verdadera y tambi(n eterna, si conocemos a #quel que es la &uentede la e.istencia y de la vida! De este modo, la palabra de Jes0s se conviertepara nosotros en una invitacin' seamos amigos de Jes0s, intentemosconocerlo cada ve$ m%s! ivamos en di%logo con (l! #prendamos de (l la vidarecta, seamos sus testigos! Entonces seremos personas que aman y act0an demodo +usto! Entonces viviremos de verdad!

En la Lracin sacerdotal, Jes0s abla dos veces de la revelacin del nombre deDios' )e mani&estado tu >ombre a los ombres que me diste de en medio delmundo) :v! I=7 )4es e dado a conocer y les dar( a conocer tu >ombre, paraque el amor que me tenan est( en ellos, como tambi(n yo estoy en ellos) :v!2I=! El Seor se re"ere aqu a la escena de la $ar$a a

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Homilías Misa Crismal y Sacro Triduo Pascual 2006 a 2012