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El Melancoloide Dr.Hugo Marietán 2 "He de partir no más inercia bajo el sol no más sangre anonadada no más formar fila para morir" Alejandra Pizarnik Resumen En este trabajo la personalidad psicopática es definida como una variedad de individuos con necesidades especiales y recursos atípicos para satisfacerlas. La psicopatía es una manera de ser y como tal inmodificable. Es considerada una anormalidad, en el sentido estadístico del término, y no una enfermedad. Si tomamos los rasgos conductuales que caracterizan a una población dada, en un tiempo dado, los resultados estadísticos podrían dar un gráfico comparable a la campana de Gauss: donde el grueso de la población tendría un tipo de conducta consensuadamente aceptado, serían los considerados, estadísticamente como “normales”. En los extremos se ubicarían aquellos atípicos cuyas conductas son “disarmónicas”, en relación a la mayoría. Estos serían los “anormales”, en sentido estadístico. Es decir, al ser considerados “anormales” y no enfermos su tipificación corresponde a lo descriptivo y no al diagnóstico médico, y, en consecuencia, no son pasibles de “tratamiento”. Es decir, el psicópata no “está” psicópata, “es” psicópata. Entonces ¿cuál es el rol de la medicina en estas personalidades? El de actuar, como en cualquier otra personalidad, frente a sus desequilibrios y descompensaciones. El médico debe conocer las personalidades psicopáticas dado que su atipicidad puede llevarlo a errores. Para esta conferencia desarrollaremos las características del psicópata melancoloide: un pesimista anhedónico, quejoso, que no encuentra un sentido, un para qué de valor a la vida. Introducción Un personaje en la novela de Arlt “Los siete locos”, el Rufián Melancólico, reúne muchos de los rasgos propios de esta psicopatía. Es profesor de matemáticas y proxeneta; dispone de dinero suficiente, mujeres, salud, tiempo y, sin embargo

Hugo Marietán - El Melancoide

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Escrito sobre psicopatía

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El Melancoloide Dr.Hugo Marietn2"He de partir no ms inercia bajo el sol no ms sangre anonadada no ms formar fila para morir"Alejandra PizarnikResumenEn este trabajo la personalidad psicoptica es definida como una variedad de individuos con necesidades especiales y recursos atpicos para satisfacerlas. La psicopata es una manera de ser y como tal inmodificable. Es considerada una anormalidad, en el sentido estadstico del trmino, y no una enfermedad. Si tomamos los rasgos conductuales que caracterizan a una poblacin dada, en un tiempo dado, los resultados estadsticos podran dar un grfico comparable a la campana de Gauss:donde el grueso de la poblacin tendra un tipo de conducta consensuadamente aceptado, seran los considerados, estadsticamente como normales. En los extremos se ubicaran aquellos atpicos cuyas conductas son disarmnicas, en relacin a la mayora. Estos seran los anormales, en sentido estadstico.Es decir, al ser considerados anormales y no enfermos su tipificacin corresponde a lo descriptivo y no al diagnstico mdico, y, en consecuencia, no son pasibles de tratamiento. Es decir, el psicpata no est psicpata, es psicpata. Entonces cul es el rol de la medicina en estas personalidades? El de actuar, como en cualquier otra personalidad, frente a sus desequilibrios y descompensaciones. El mdico debe conocer las personalidades psicopticas dado que su atipicidad puede llevarlo a errores.Para esta conferencia desarrollaremos las caractersticas del psicpata melancoloide: un pesimista anhednico, quejoso, que no encuentra un sentido, un para qu de valor a la vida.IntroduccinUn personaje en la novela de Arlt Los siete locos, el Rufin Melanclico, rene muchos de los rasgos propios de esta psicopata. Es profesor de matemticas y proxeneta; dispone de dinero suficiente, mujeres, salud, tiempo y, sin embargo repite constantemente "todo, todo muy aburrido". Los estmulos comunes no alcanzan para generar en l placer o gusto por la vida. Asume situaciones de riesgo ms para encontrar un estmulo que por inters, con el magro resultado afectivo de siempre: todo muy aburrido. No estamos aqu frente a una depresin, en el sentido mdico del trmino, sino ante un tipo de humor estable que semeja, en menor intensidad, algunas de las caractersticas de la depresin.Otro ejemplo, ms reciente, de este tipo de interactuar con la vida, se da en la pelcula Belleza Americana, donde todo el guin esta impregnado con este humor melancoloide: el personaje no puede asirse de ningn valor que lo reconcilie con la vida. Todo le parece insulso, hipcrita; todo es fachada y l, pasivamente, se deja llevar por lo que acontece. El amor no existe, es una utopa, la alegra es algo que se consigue artificialmente a travs de la droga. Lo respetable es slo una mscara que oculta lo corrupto o perverso.El rango de humorMayoritariamente hay un rango estndar de humor, con oscilaciones de acuerdo a las circunstancias, pero es un rango, no es una lnea, no es un punto. A este rango de humor lo captamos desde pequeos, vamos cotejando y comparando, y asimilndolo, introyectndolo. Sabemos que "el argentino" tiene un tipo de rango medio "tanguero" (quejoso, todo le viene mal y, a veces, algunas alegras). Decimos que fulano de tal "est bien", porque lo comparamos con el rango de humor general. A lo mejor, para un zul nuestro rango de humor es extrao. Para nosotros un napolitano puede ser un tipo escandaloso y gritn, exagerado. Para un napolitano esa es la forma de expresarse y de ser. Para nosotros un alemn es fro, tanto que decimos "estos tipos no se divierten nunca. Sin embargo, cada cultura tiene su rango de humor. Las distintas circunstancias de la vida nos elevan, o nos bajan (una pena, un duelo nos baja). Pero, dentro del grupo, culturalmente "es comprensible lo que le pasa". "Estando yo en su lugar, reaccionara de la misma manera". Y eso por qu? A ese patrn y ese rango de humor lo tenemos incorporado.AmargadoEl melancoloide est por debajo de este rango de humor "normal", es "mala onda", pesimista, cara de pocos amigos, anhednico, quejoso, nada le viene bien. Si se le presenta un plan, "que te parece si hacemos tal cosa", nos contesta "no, si eso va a fracasar." No hay un para qu y todo va a salir mal. Un conocido mo a cualquier proyecto siempre le encontraba "la quinta pata al gato". Y cuando el proyecto fracasaba, vena y deca "te dije, te dije que te iba a ir mal"; y claro, haba un 50% de posibilidades de acertar. Viven cavilando sobre lo negativo, la falta de pureza, lo corrupto, lo vaco del pasado y lo angustiante del futuro. Falta en ellos la confianza ingenua, la chispa del optimismo, esa fantasa de xito que hace posible encarar un proyecto. Todo lo toman en serio, falta la alegra espontnea. Un paciente deca: "doctor, de qu se re la gente? Los veo en mi trabajo que repiten el chiste de un programa televisivo, todos se ren, pero yo no le encuentro la gracia".Grfico 2: rango de humor normal expresado en lnea continua y gruesa, con las oscilaciones caractersticas, el "promedio es " representado por la lnea recta del medio. Las oscilaciones de humor del melancoloide se expresa en la curva punteada, por debajo de la lnea promedio.Los melancoloides suelen tener un buen desempeo en el rea del trabajo, son meticulosos, muy responsables, cuidadosos, puntuales y, por supuesto, rgidos. Ellos toman el trabajo como lo nico que los entretiene y que los hace sentir tiles. Se quejan siempre, pero jams faltan y son eficientes, son socialmente tiles.Siempre protestando, rumiando amarguras y cada cosa negativa que ocurre, l confirma su tesis inicial "esta es una vida de mierda".La depresin en el normal y en el psicpata melancoloideDnde est la utilidad clnica de reconocer al melancoloide? Los melancoloides tambin pueden tener fases depresivas al igual que el "normal". Qu pasa cuando un "normal" entra en una fase depresiva? La persona est dentro de su rango de humor, tiene la fase depresiva y con tratamiento adecuado, por lo general,, despus de 6-8 meses se reincorpora a su rango de humor anterior a la fase. Entonces se dice que tiene una restitucin ad integrum. La experiencia indica que esto no es tan as, pero lo discutiremos en otro artculo.Grfico 3: En la depresin producida en una persona con rango de humor normal (expresado en el grfico por la lnea gruesa), su estado afectivo traspasa el estndar del rango, pasando a constituir la fase depresiva. En el melancoloide (expresado en lnea punteada) ocurre lo mismo.Qu pasa con el psicpata melancoloide cuando tiene una fase depresiva? El melancoloide parte de su estado de humor y entra a la fase depresiva, con las mismas caractersticas que cualquier otra depresin (angustia, ideas suicidas, etctera).Si desconocemos las caractersticas de esta personalidad, cuando vuelva a su rango de humor, se tender a pensar que continua deprimido, porque sigue pesimista, anhednico, quejoso, sin finalidad, aburrido; aunque mejore otras caractersticas de la depresin (suicidio, etctera). Por qu? Porque siempre se tiende a llevarlo al rango de "humor normal", cosa que no va a ocurrir jams. Entonces se debe trabajar con estos psicpatas depresivos teniendo en cuenta que lo melancoloide es su manera de ser. Cmo lo sabemos? Cmo lo captamos? A travs de los familiares. En una buena anamnesis los familiares dicen: "mire doctor, l siempre fue as"; es una manera de ser.Para evitar la frustracin que representa intentar llevarlo vanamente al rango de humor normal, deben tener en cuenta estos conceptos: recuperarse en la mayora de las enfermedades psiquitricas es, simplemente, llegar al nivel de rendimiento estndar del individuo anterior al episodio, a eso tenemos que apuntar, no al rendimiento idealizado al que debera llegar cualquier ser humano, de acuerdo a nuestro criterio de lo que es estar bien. Es simplemente recuperar el estado de salud anterior y, en el caso de este psicpata, es seguir siendo un melancoloide.Tratamiento del melancoloide con fase depresivaSe desprende de lo anterior que el tratamiento de estas personalidades cuando tienen una enfermedad depresiva, es semejante a la de cualquier depresivo. Se utilizan los antidepresivos usuales , los que el psiquiatra, en su prctica, considera adecuados. Lo que aqu hay que puntualizar es evitar la tentacin de excederse por sobre las dosis habituales, dado que el cuadro depresivo, en los melancoloides, en ocasiones, parece sintomatolgicamente ms acentuado. Es de suma importancia que el psiquiatra, frente a cualquier paciente en fase depresiva, y que no conozca su evolucin previa, que trate de realizar un perfil de personalidad consultando con los familiares o allegados, a fin de tener una idea sobre su rango de humor habitual, previo a la fase, como se aclara en el pargrafo anterior.Dentro de este tipo de personalidad existen individuos, que realizan consultas psiquitricas, ya porque han tenido una fase depresiva, o porque atribuye su humor melanclico a factores externos (la familia, el trabajo, el estado del pas, etctera) pueden requerir un apoyo teraputico. Tal apoyo debe ser cauto, a sabiendas que las caractersticas esenciales de esta personalidad son inmodificables, y forzar la elevacin del rango de humor haca lo normal suele ser perjudicial, iatrognico y frustrante para el melancoloide, y un fracaso seguro para el terapeuta.Tampoco hay que encandilarse con las respuestas positivas a los antidepresivos, ya que estas son efmeras en los periodos interfases; estas personas son un buen porcentaje de las que vienen a la consulta con una larga lista de medicamentos que han probado, dados por otra larga lista de terapeutas. El fracaso farmacolgico, es la norma, por no tener en cuenta las caractersticas de esta personalidad.Debe evitarse el uso crnico de ansiolticos, que si bien es una indicacin para cualquier paciente psiquitrico, el melancoloide suele ser adicto a ellos, constituyendo un subconjunto de los que hace 20 aos que tomo este ansioltico. El ansioltico puede usarse por breve tiempo, ante circunstancias francamente descompensadoras. Las mismas indicaciones se aplican a los inductores de sueo, ya que es frecuente que tengan trastornos de este tipo. En ocasiones suele ser til el uso de un antipsictico a bajas dosis (Risperidona, 0.5 mg da, Bromperidol 1 mg da, o similares) en los casos en que se vean abrumados por la taquipsiquia e iteracin de pensamientos (no puedo dejar de pensar, es como una mquina que no para), y que impliquen un grosero cambio en su estndar de vida.Resumiendo, el uso de frmacos en los melancoloides en interfases debe ser a bajas dosis, por poco tiempo y slo en caso de descompensaciones.A veces el melancoloide se le pega al terapeuta porque encuentra un lugar donde se escucha su penar. Aqu el terapeuta debe resistir su inclinacin a adoctrinarlo de acuerdo a la escuela psicoterapetica que siga, y tampoco debe sobrecargarlo de abstracciones, ni ser un legista del deber ser. Es mejor ser criterioso y fijarse en cuales son los apoyos naturales.Por lo general son personas que hacen del trabajo uno de esos apoyos, aunque su discurso sea quejoso sobre el mismo, en los hechos el terapeuta suele captar que es una de las pocas satisfacciones que encuentra. Suelen ser trabajadores eficientes. Por eso es un error teraputico dejarlos sin ese recurso, aunque demanden por licencias. Esto se ve claramente en los periodos de licencia y, ms dramticamente, en la jubilacin. Aqu, lejos de disfrutar del descanso y del tiempo libre, se incrementan las vivencias de vaco y sin sentido. Contaba una paciente que su esposo haba trabajado 30 aos en la ex Aguas Argentinas, como encargado de las excavaciones para colocar los caos para el fluido del agua, trabajo intenso y que le demandaba varias horas extras. Se iba a la maana temprano y volva casi al anochecer. Hombre de poco humor, pocas salidas, rutinario. El da que le otorgaron la jubilacin le dijo a su esposa: Yo he trabajado durante 30 aos, ahora voy a descansar; se ba, se puso el pijama y se sent a ver televisin, y esa fue su actividad desde que se despertaba hasta que se iba a dormir, por aos. Y no quera ni cambiar una lamparita se quejaba la esposa. Otro recurso til es indagar por aquellas inclinaciones olvidadas o dejadas de lado por las circunstancias de la vida. Me refiero a los hobbies, o habilidades naturales. Recuerdo el caso de un odontlogo que trabajaba 16 horas por da, excelente profesional, pero un melancoloide irnico y sarcstico como el que ms. Su vida se reduca al espacio de su consultorio. Lleg a la consulta despus de una descompensacin cardiaca. Persona muy inteligente, pero con todo el cortejo del vaco, el sinsentido y la anhednia del melancoloide, acentuados por el hecho clnico pasado y la obligada licencia. Ningn aliciente pareca dar resultado hasta que le pregunt si tena alguna aficin artstica. Luego de los sarcasmos sobre lo artstico, me dijo que siendo adolescente estudi piano durante 4 aos en el conservatorio. As que comenc a trabajar en la recuperacin de esa actividad, con enormes resistencia por su parte, dada la inutilidad de la tarea, la falta de piano, de lugar, de comprensin de la familia, y mucos otros razonables argumentos. Sin embargo, poco a poco, la idea fue ganado espacio y el tocar piano se constituyo en sus horas de relax y esparcimiento. Desde luego que sigui protestado y apenndose por un montn de otros hechos, pero algo es algo.Resumiendo, el melancoloide es un tipo de personalidad, no una enfermedad, que s puede padecer de cualquier enfermedad psiquitrica y debe ser tratada en consecuencia, pero sin perder de vista la personalidad previaNotas al pie:1 Mesa Redonda Psicopata - Tema: "El Melancoloide" A.A.P. Octubre de 2002.2 Psiquiatra (UBA), Profesor a cargo de Clnica Psiquitrica en la Unidades Docente Moyano, Facultad de Medicina, Universidad de Buenos Aires y Director de los cursos de Semiologa Psiquitrica del Hospital Borda. Internet:. www.marietan.com, Correo: [email protected]. Buenos Aires, Argentina

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