8
Los Extravagantes Hugo Marietan (1) Toda pérdida, todo dolor, es particular; el universo permanece con el corazón ileso. Ralph Emerson Introducción A partir de este trabajo llamaré a los psicópatas los extravagantes siguiendo por un lado al DRAE que define este término como: 1. Que hace o dice fuera del orden o común modo de obrar, y 2. Raro, extraño, desacostumbrado, excesivamente peculiar u original ; y por otro lado por el uso abusivo y lato de del término psicópata y que, a su vez lleva anclado el falso concepto de enfermedad, concepto que he discutido en otros trabajos: considero a la psicopatía como una manera de ser en el mundo, y no una enfermedad. Los extravagantes han desconcertado a la humanidad desde sus inicios. A lo largo de la historia su presencia es señalada en las más variadas civilizaciones y en cualquier tiempo. Varias constantes se repiten: las conductas disonantes, sus efectos sobre el grupo, el escaso número de ellos y la incomprensión de los comunes para comprender este fenómeno. En este trabajo, que resume años de estudio, daré un marco teórico que facilite el entendimiento del accionar de estas personalidades. La tierra Usemos la imaginación para ver la tierra como la muestra la película “2001 Odisea del espacio”; escuchemos la música de Strauss y miremos a esa esfera girando en la nada, rotando alrededor de una brasa gigante a la que llamamos Sol, vulnerable a los meteoritos y a las influencias inconmensurables del universo. Icono de la soledad. Ahora descendamos hasta la superficie. Caminemos en ella, en cualquiera de sus zonas, el desierto, la selva, las planicies, las montañas, observemos cómo pululan por doquier los seres vivos en sus infinitas formas, en los más variados medios y, en cada uno de esos medios, seguramente encontremos la huella de pies humanos. Pero exijámosle más a nuestra imaginación, volvamos al espacio y cual dioses enormes tomemos a esta esfera y, sierra mediante, partámosla al medio para ver de qué está compuesta. Desde la escuela primaria sabemos qué vamos a ver: una delgada capa externa montada en las capas tectónicas que a su vez están asentadas sobre roca líquida y un centro ígneo. Lo sabemos desde muy jóvenes, pero no hemos comprendido a ciencia cierta su real significado: la fragilidad de todo este sistema. Tenemos noticias de los movimientos de las capas tectónicas con cada terremoto, con cada maremoto, hasta nos enseñan que del choque de ellas nacen las montañas y de su separación los mares. Los volcanes nos cuentan sobre las rocas líquidas que llamamos lava. Aparece una isla, desaparece otra. Los huracanes nos hablan de variables de presión y temperatura. La tierra, la casa de la vida, es catastrófica, imprevisible. La adaptación 1

Hugo Marietán. Teoría General de La Psicopatía

Embed Size (px)

DESCRIPTION

Sobre Psicópatas y psicopatía

Citation preview

Los ExtravagantesHugo Marietan (1)Toda prdida, todo dolor, es particular;el universo permanece con el corazn ileso.Ralph EmersonIntroduccinA partir de este trabajo llamar a los psicpatas los extravagantes siguiendo por un lado al DRAE que define este trmino como: 1. Que hace o dice fuera del orden o comn modo de obrar, y 2. Raro, extrao, desacostumbrado, excesivamente peculiar u original; y por otro lado por el uso abusivo y lato de del trmino psicpata y que, a su vez lleva anclado el falso concepto de enfermedad, concepto que he discutido en otros trabajos: considero a la psicopata como una manera de ser en el mundo, y no una enfermedad.Los extravagantes han desconcertado a la humanidad desde sus inicios. A lo largo de la historia su presencia es sealada en las ms variadas civilizaciones y en cualquier tiempo. Varias constantes se repiten: las conductas disonantes, sus efectos sobre el grupo, el escaso nmero de ellos y la incomprensin de los comunes para comprender este fenmeno.En este trabajo, que resume aos de estudio, dar un marco terico que facilite el entendimiento del accionar de estas personalidades.La tierraUsemos la imaginacin para ver la tierra como la muestra la pelcula 2001 Odisea del espacio; escuchemos la msica de Strauss y miremos a esa esfera girando en la nada, rotando alrededor de una brasa gigante a la que llamamos Sol, vulnerable a los meteoritos y a las influencias inconmensurables del universo. Icono de la soledad.Ahora descendamos hasta la superficie. Caminemos en ella, en cualquiera de sus zonas, el desierto, la selva, las planicies, las montaas, observemos cmo pululan por doquier los seres vivos en sus infinitas formas, en los ms variados medios y, en cada uno de esos medios, seguramente encontremos la huella de pies humanos.Pero exijmosle ms a nuestra imaginacin, volvamos al espacio y cual dioses enormes tomemos a esta esfera y, sierra mediante, partmosla al medio para ver de qu est compuesta. Desde la escuela primaria sabemos qu vamos a ver: una delgada capa externa montada en las capas tectnicas que a su vez estn asentadas sobre roca lquida y un centro gneo. Lo sabemos desde muy jvenes, pero no hemos comprendido a ciencia cierta su real significado: la fragilidad de todo este sistema. Tenemos noticias de los movimientos de las capas tectnicas con cada terremoto, con cada maremoto, hasta nos ensean que del choque de ellas nacen las montaas y de su separacin los mares. Los volcanes nos cuentan sobre las rocas lquidas que llamamos lava. Aparece una isla, desaparece otra. Los huracanes nos hablan de variables de presin y temperatura. La tierra, la casa de la vida, es catastrfica, imprevisible.La adaptacinLos seres vivos estn en constante adaptacin al medio que le permite pervivir. Cada especie se adapta a los cambios que le presenta el medio o muere. Es la ley inconmovible: adaptarse o desaparecer. Las especies son como organismos funcionales compuestos por individuos interrelacionados. Los individuos le pertenecen a la especie y se deben a ella. Es fcil ver este concepto en las hormigas, las abejas y otros grupos de seres vivientes. Es sencillo para nuestra mente entender que el zngano tiene una funcin, las abejas recolectoras otra y la reina otra. Hasta encontramos cierta lgica en la accin de las abejas de cerrarles la colmena al zngano, una vez que fecund a la reina, y dejarlo morir de hambre. Vemos con claridad, en estos casos, que el individuo est en funcin de la especie, a su servicio. Ahora, si pensamos a la especie humana, nos cuesta ver este claro y permanente concepto; se ha hecho un culto exacerbado de la individualidad que perdimos esa perspectiva que nos marca la naturaleza. Pero no nos adelantemos y sigamos con las ideas bases de este trabajo.Los genes y la formaLos individuos unicelulares suelen multiplicarse por divisin de su propio material gentico. Esto le permite duplicar la misma informacin gentica que le servir para adaptarse a un medio estable. Cuando el medio vara gran parte de la poblacin desaparece excepto aquellos que, por el recurso de la mutacin gentica, adquirieron la potencialidad de adaptarse a un medio distinto. Esto implica cierta rigidez ante la variabilidad.La otra tctica para aumentar la posibilidad de contar con recursos latentes ante las variaciones del medio es que sean individuos distintos (con material gentico levemente modificado) los que aporten la informacin gentica para formar uno nuevo. Esta mezcla azarosa de genes dota de caractersticas distintivas y nicas a cada miembro de la especie. Con esto la plasticidad a los cambios aumenta cualitativamente. Y si agregamos el recurso de la mutacin gentica esto se incrementa an ms. Los resultados de este mtodo tienen sus bemoles: si bien el grueso de la poblacin est compuesta por individuos con variaciones mnimas entre s, un porcentaje pequeo presenta variaciones ms acentuadas que van desde el incapacitado para sobrevivir por s solo, hasta el sobreadaptado: los anormales.Los extravagantesEn la especie humana, dentro del grupo de los anormales, existen los individuos que estn preparados para reaccionar adecuadamente ante situaciones catastrficas o excepcionales y facilitar la supervivencia de la especie. Son los que, ante situaciones de extrema crisis guan a los otros haca una posible salida (los lderes) o se sacrifican para la perduracin del grupo (los hroes). Ellos, los extravagantes, tienen la potencialidad de saber qu hacer en las catstrofes, mientras el grueso de las personas queda paralizadas o reaccionan inadecuadamente.Un ejemploA fines de los setenta varios edificios se derrumbaron en Buenos Aires. Esto cre el lgico temor en la poblacin. Recuerdo que una madrugada estaba en el piso 17 cuando sent un leve balanceo del piso. Pens que era un mareo, pero por las dudas me vest rpidamente. A los dos minutos el balanceo se hizo francamente notable. Las puertas y las ventanas comenzaron a crujir. Era claro, el edificio se derrumbaba. Creo que establec el record de tiempo en bajar las escaleras de los 17 pisos. En esa carrera, en el sexto piso, una anciana trataba de bajar. La tom del brazo y como una bandera la llev hasta planta baja y logramos salir. Ya frente al edificio, esperando verlo caer, estbamos reunidos cada uno con la ropa que haba alcanzado manotear. Slo una persona entraba y sala del edificio ayudando a la gente que se haba rezagado. En una actividad febril consigui bajar a muchos y recin cuando consider que no quedaba nadie se uni a nosotros, agotado. Yo lo conoca bien, era un estafador de guante blanco, un despiadado empresario, incapaz de hacerse un caf. Cuando se recuper le pregunt por qu se haba arriesgado tanto. Me dijo que no lo saba, que sinti que eso era lo que deba hacer. Y en verdad su accin fue precisa, ajustada a esa situacin excepcional y con desprecio por su propia vida, mientras nosotros, la mayora, slo atinamos a correr. Despus nos enteramos por la radio que lo que haba provocado el temblor no era un posible derrumbe sino la expansin de un terremoto con epicentro en San Juan. La conducta de este hombre constituy una incgnita para m durante muchos aos. Hoy creo entenderla.Crisis y estabilidadEl extravagante, tal como lo tipificamos aqu, responde a un mandato de la especie. Es un soldado de la especie. Para ello tiene atributos que lo distinguen del comn. Tiene una potencialidad distinta. Y tiene, en consecuencia, lo que yo he llamado necesidades especiales. Esta potencialidad distinta, estas necesidades especiales que encuentran su satisfaccin en tiempos de crisis, donde la potencia se descarga en la accin adecuada, es ajustada al grupo y, por lo general, socialmente aceptada.Pero qu ocurre cuando el extravagante siente esa necesidad especial en perodos normales y de estabilidad?Se siente llamado a algo que no encuentra en el medio normal.El extravagante necesita descargar esa potencialidad y para ello recrea un escenario, un como s, una situacin especial en un medio normal.As puede fabricar un medio catastrfico (un atentado), generar una situacin de crisis (una revolucin, una revuelta en una fbrica), crear un clima tirnico en una familiaDependiendo del tipo de potencialidad para la que est preparado crear su medio artificial y llevar adelante las acciones como s. La potencialidad homicida la descargar como asesino, por ejemplo. Esta manera de fabricarse el medio como s no es arbitraria ni al azar. Debe tener un estilo, una forma, una manera de hacerse. Y es lo que llamamos el sello, el perfil, la impronta. Cuando observamos la escena del crimen, la manera en que se realiz y, por sobre todas las cosas, la repeticin de ese estilo, podemos conjeturar qu tipo de circunstancia, de crisis, est recreando. A qu patrn antropolgico est respondiendo. Para qu tipo de crisis est preparado.Una necesidad especial, la antropofagiaLa antropofagia era habitual en varias poblaciones antiguas y lo es en algunas actualmente. Es un medio de proveerse de alimentos cuando no hay otros recursos. Tenemos el ejemplo dramtico de los estudiantes uruguayos cuyo avin cay en los Andes. Pero qu hace un ingeniero alemn, con el supermercado a unas cuadras de su casa, comindose a otro en pleno 2001, y en Alemania?Siguiendo nuestra hiptesis tal vez la potencialidad del ingeniero sea alimentarse de otros en tiempos de crisis, y guiar a los dems a superar el asco de comerse a un semejante y, de esa manera, no morir de hambre. Rodeado de alimentos el ingeniero busc por Internet satisfacer su necesidad especial, reprodujo, arm un como s, el ancestral recurso, latente en todos, de la antropofagia.El mandato de la especieIntoxicados por abstracciones vemos al individuo como el eje donde gira el sistema humano. Corrijo: la mayora lo ve de esta manera. En general no se pregunta: qu necesita la especie para preservarse? (excepto algunos movimientos ecologistas, verdes, con no muy claros objetivos), sino qu necesita el individuo, como si fuera una unidad independiente. Para desarrollar esta teora cambi el enfoque, en lugar de centrarme en el individuo y desde ah analizar su entorno y su grupo, enfoqu a la especie y desde all mir al individuo que la integra. Apareci, entonces, con claridad la utilidad del extravagante para la especie: resguardar la especie a travs de preservarse a s mismo (como continuador de la especie) o, en situaciones especiales, preservar al grupo (funcin de lder), an a costa de su destruccin (funcin del hroe) o su denigracin (una vez realizado el trabajo sucio). Descarto desde ya toda nocin de altruismo, ya que este concepto va de individuo a individuo, considerndose ambos como persona. Y aqu, insisto, el enfoque va desde la especie al individuo. Adems el atributo de cosificar al otro no le permite al psicpata considerarlo como un igual. Es ms, si es necesario eliminar a varios individuos con el fin de salvar a la mayora, el extravagante dar la orden de eliminacin, est psquicamente preparado para ello. Cualquier militar sabe esta consigna.Cuando menciono el trmino especie es para que el lector me acompae en el cambio de visin desde donde se observa el tema. Aclarado esto es lgico pensar que me refiero al rea de accin dentro del grupo que tiene el extravagante y no a una entelequia como la humanidad. La utilidad del extravaganteAdems de las ya mencionadas hay otras funciones en las cuales los rasgos que caracterizan al extravagante, los anteriormente llamados rasgos psicopticos, cumplen una tarea socialmente aceptable. Por ejemplo los rasgos de asumir riesgos, de hiposensibilidad y potencialidad homicidas son muy apreciados en las fuerzas de seguridad sobre todo aquellas que estn destinadas a confrontar con asesinos urbanos o profesionales. Un poeta morira en el primer enfrentamiento. Estos mismos rasgos son apreciados en los cirujanos (quitar, para mi propia tranquilidad ante una posible operacin, la potencialidad homicida en estos colegas)La sociedad como sistemaConsidero que todo sistema que permanece tiene utilidad para los miembros que lo componen.

El sistema, como organismo social, estimula a los individuos que poseen caractersticas conductuales que consolidan al sistema y le permite desarrollarse, y tiene factores neutralizadores que reprimen o eliminan a los miembros que pueden ser negativos para el sistema.

Sobre esta base, y teniendo en cuenta que los extravagantes son un porcentaje de la poblacin del sistema, podemos aventurar que ellos tienen una funcin permitida, aceptada y valorada dentro del sistema.

Siguiendo esta lnea de pensamiento, podemos concluir que los extravagantes, como lo mencionamos en los primero prrafos, tienen tambin su funcin social. Tal vez esta funcin social tenga repercusiones negativas para algunos sectores o algunos miembros del sistema, o tal vez tenga alguna accin negativa en ciertos momentos o ciertas etapas de la evolucin del sistema. Sin embargo podemos observar que a lo largo de la historia de la cultura occidental no solo se los preserva, sino que a muchos se los glorifica, prueba de ello son las estatuas, pinturas, nombres de pueblos y de calles que nos recuerdan las hazaas de estos extravagantes, algunos de ellos autores de masacres.

A quienes llamamos extravagantes?Son anormales aquellos miembros del sistema que no responden al patrn conductual comn, segn el criterio de normalidad estadstico.

A un subconjunto de estos anormales pertenecen los extravagantes. El sistema (la sociedad) hace un balance sobre las conductas de estas personas que favorecen al sistema versus las conductas que no lo favorecen, y dependiendo del saldo es que la sociedad los va a calificar de hroes o villanos.

En los casos donde el sistema obtiene un claro beneficio se tolera un quantum de caractersticas negativas que sera absolutamente intolerable en un miembro comn de ese mismo sistema.

Las caractersticas distintivasLos rasgos distintivos de estos extravagantes (psicpatas) son: el quitarle los atributos de persona al otro, es decir, la cosificacin, la exacerbacin de una necesidad (a la que aqu llamamos necesidad especial) que es el motor que genera las acciones atpicas, un sistema de razonamiento especializado puesto al servicio de esa necesidad especial que le da el marco lgico a las conductas atpicas, una particularidad de su sistema afectivo que le permite desdoblar su sensibilidad de manera de afrontar con baja repercusin emocional sus conductas atpicas y con una sensibilidad comn las conductas no atpicas. Tenemos as conformado un individuo hijo de un sistema, educado por una cultura comn, pero cuya psiquis posee atributos que le permiten un grado de libertad en su accionar muy amplio con respecto al individuo comn.

Estas son las caractersticas bsicas que tenemos en cuenta cuando decimos o hablamos de extravagante, y que hemos desarrollado en trabajos anteriores (Personalidades Psicopticas, 1998; Sol Negro, 2005), y para este mismo congreso.

Homicidas

Pongamos el caso de aquellos miembros que tienen apetencia por eliminar a otros miembros del sistema, es decir el de los homicidas. Con un razonamiento apresurado podramos concluir falsamente que los homicidas deberan ser rpidamente eliminados, neutralizados del sistema. Pero con ms calma, bajando nuestro nivel emocional, podemos constatar con facilidad que los homicidas no slo no son neutralizados sino que son favorecidos y apreciados por el sistema: se trata de los homicidas legitimados. Los homicidas legitimados son entrenados profusamente y provistos de los elementos necesarios para ser ms efectivos en la eliminacin de otros miembros del sistema.

Si cambiamos el nombre de homicidas legitimados por el de fuerzas de seguridad, psicolgicamente la palabra homicida deja de tener el peso emocional que conllevaba. Es ms, hasta es lgico y armonioso a nuestra psiquis asimilar que un miembro de la seguridad ejerza la conducta de eliminar a otro miembro del sistema si este ltimo es calificado como homicida no legitimado, es decir un asesino.

Ahora, si observamos con atencin vemos que el homicida legitimado y el homicida no legitimado comparten un factor comn: ambos son homicidas, ambos tienen apetencia por matar: uno oculto detrs del deber, el otro llevado ms crudamente por esta necesidad especial. As, matar a un individuo puede ser un acto socialmente favorecido (agente del orden, militar) o socialmente desfavorecido (delincuente, asesino).

En este trabajo ambos son considerados extravagantes por compartir una necesidad especial: matar al otro. Ambos, movidos por esta necesidad accionan sobre los otros miembros del sistema. No por obvio est de ms aclarar que no todos los miembros de las fuerzas de seguridad son extravagantes (psicpatas), solo algunos de ellos, los que poseen los rasgos especificados anteriormente.

Todo humano es un homicida en potencia

La capacidad de eliminar a otro individuo es intrnseca al ser humano. Todo individuo comn frente a circunstancias especiales puede generar acciones que terminen con la supresin de otro individuo.

Y hay situaciones en que el sistema apela a esta caracterstica del individuo comn, las exacerba convirtiendo este atributo homicida en una caracterstica socialmente deseable: es en las situaciones de guerra, de ataque de un grupo externo hacia el grupo que mantiene el sistema.

Aqu en Argentina, en el ao 1982, en la llamada Guerra de Malvinas, tuvimos un claro ejemplo de la apelacin de la sociedad al despertar de estos atributos homicidas en la poblacin.

Pasada la situacin especial, la guerra, estos atributos homicidas fueron rpidamente reprimidos. Traigo este ejemplo porque el mpetu homicida fue claramente manifiesto y apoyado por el grueso de la sociedad: se llenaban las plazas pidiendo la sangre del adversario, se vitoreaba cada vez que era hundido un barco ingls, se produca emocin ante la ancdota de un homicida destacado que eliminaba a varios enemigos, algunas plazoletas llevan hoy el nombre de estos homicidas legitimados.

El homicida extravagante

Si todas estas consideraciones del sistema fueron concedidas al individuo comn en su funcin de homicida, con cunto beneplcito ve el sistema a sus homicidas especializados en estas circunstancias especiales.

Son estos homicidas, en tiempo de guerra, los que estn en el medio adecuado, en la circunstancia adecuada, y con los atributos psquicos adecuados para ejercer las acciones ms eficientes para eliminar a otros individuos.

En estas circunstancias especiales, entonces, el extravagante es utilizado por el sistema para salvaguardar la integridad del grupo.

Es en estas circunstancias donde la sociedad hace un aprovechamiento completo de ellos. Donde se ve la finalidad de la existencia de estas personas. Donde se comprende por qu el sistema los tolera en situaciones no especiales, en situaciones de paz.

Estos extravagantes, con apetencia de matar, son redistribuidos en distintos roles en tiempos de paz: fuerzas de seguridad, cirujanos, forenses, sepultureros, y todos aquellos oficios donde se requiere un alto umbral para la sensibilidad, y que repugnan a los individuos comunes. Y de este grupo, los que no logran ubicarse en un rol socialmente aceptado pasan a integrar el grupo de los indeseables (asesinos) que son a su vez reprimidos y eliminados por otros extravagantes de su misma condicin (fuerzas de seguridad).

Por lo que se desprende con facilidad que la valoracin bueno o la valoracin malo, para ellos, es slo una cuestin de circunstancias.

El poder

He tomado el caso de los homicidas por resultar de ms fcil comprensin para una psiquis acostumbrada a valorar con parmetros comunes. El mismo razonamiento nos llevara a comprender, la funcin social de aquellos cuya necesidad especial consiste en el poder, en ejercer su voluntad sobre los dems. Son los que movilizan fuerzas para invadir territorios, para asegurar para su grupo la posesin de tierras, de agua, de medios de sustento; son los lderes de masas. Desvirtuados estos propsitos de especie, pueden convertirse en devastadores, asoladores tras objetivos corruptos, a tal punto de destruir pases enteros en su afn de imponer su voluntad al resto del mundo.

Tambin podramos utilizar un razonamiento similar para caracterizar a aquellos extravagantes cuyo afn de poder est mediado por el dinero. Y aqu entramos en el amplio campo de los comerciantes, pero no de todos los comerciantes -cualesquiera sea su rubro- sino de aquellos comerciantes que, por supuesto, comparten las caractersticas, los rasgos, que mencionamos anteriormente.

De comerciante a estafador

Con este marco podemos hablar tambin de comerciantes extravagantes. Son aquellos que en su afn de acumular dinero aplican en toda su intensidad y literalidad el viejo axioma: el fin justifica los medios. As, todo obstculo a su objetivo, sea este obstculo personas o bienes de cualquier naturaleza, es arrasado, neutralizado, utilizando las artimaas del oficio y evitando de toda manera posible el reproche social. Uno de nuestros destacados empresarios deca: el poder consiste en hacer con impunidad. Para estas mentes, con su libertad psquica ampliada, la asuncin de riesgos a veces de alta magnitud es un hecho cotidiano.

Concientes de estas caractersticas negativas hacia los miembros del sistema (cosificacin, bsqueda de impunidad, etctera), la sociedad los elimina?: no, no slo no los elimina sino que los considera miembros privilegiados del sistema por ser generadores de empresas, de fuentes de trabajo, de la riqueza de una nacin. Son privilegiados en el sentido de la tolerancia que tiene el sistema hacia los errores legales de estos individuos. Para el sistema es ms importante una empresa, que lo consolide, que el maltrato e incluso la eliminacin de alguno de sus miembros.

Y, nuevamente, aqu el sistema, la sociedad, hace un claro aprovechamiento de las caractersticas especiales de estas personalidades.

Aquellos que por exacerbar sus apetencias de dinero sortean demasiadas reglas del sistema -o bien entre costo y beneficio para el sistema el balance da negativo- son considerados por el sistema como estafadores o delincuentes comerciales. Y as volvemos a la misma ecuacin que aplicamos para el homicida legtimo y el homicida ilegal.

ConclusionesDesde luego que, hasta aqu, solo fue una aproximacin al tema que, si la fortuna acompaa, espero continuar en otras presentaciones.

Esto es un intento de dar un marco terico al accionar del extravagante, del psicpata, y de vislumbrar una finalidad en la existencia de estas personas. Por supuesto que no constituye una apologa de ellos y tampoco se contradice con todos mis trabajos anteriores: su incidencia negativa sobre los otros est claramente especificada en Personalidades Psicopticas, El complementario y su psicpata, Sol negro, y otros. No cambiara una coma de lo que se dice en ellos.

Todos estos aos de trabajar con complementarios y familiares de extravagantes, y con ellos mismos, afianzan aquellos escritos.

Pero tambin hay muchos ejemplos que avalan el presente trabajo y fueron los mismos complementarios los que aportaron parte de la informacin sobre este aspecto provechoso de estas personalidades.

As en medio de las quejas por el maltrato y las humillaciones, una de ellas comenta que su esposo trata, denodadamente, de hacer un campo fecundo de lo que hace pocos aos era un desierto en San Luis. Y no hay trabas que no sortee, siempre detrs de su objetivo. Los resultados son asombrosos. Pero su conducta con ella, los hijos, los peones, es, siendo benvolos, deplorable.

Otra comenta que es viuda de su esposo mdico. Cuando este hombre tena 40 aos era el amante de la madre de la consultante. Ella, en aquel entonces, tena 9 aos. l la viol. Luego la llev a vivir con l, se cas con ella a los 18 aos y tuvieron 4 hijos, uno de ellos mujer, a la que abus desde los 8 aos. Un Sol Negro en todos los aspectos. Pero... era un mdico excepcional. Capaz de los mayores sacrificios por atender a sus pacientes, a los que no les cobraba la consulta y compraba, de su propio bolsillo, los medicamentos. Qu dualidad! Muri adorado por sus pacientes y odiado por todos sus familiares.

El extravagante no es de ninguna manera un ser comn, siempre tiene algo muy especial, revelada su faz oscura provoca asombro, repugnancia, admiracin, odio. Jams indiferencia.PAGE 5