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I. INTRODUCCION
Los sistemas de uso son los principales responsables de los cambios
del ciclo global del carbono y del clima. Diversos estudios indican que el uso del
suelo modifica la cantidad de biomasa en la vegetación y altera la cantidad de
carbono almacenado y emitido hacia la atmósfera (ICRAF, 2009). En el Perú y
en nuestra región se aplican una variedad de sistemas de uso y existe débil
información en cuanto al efecto en la estimación del carbono en los diferentes
sistemas.
El principal gas de efecto invernadero (GEI) es el dióxido de carbono
(CO2), cuya concentración aumentó en 31 ± 4 %, desde el periodo 1750 hasta el
año 2000 (IPCC, 2001), como consecuencia de la utilización de combustibles
fósiles, la minería y la deforestación mundial (FAO, 2000).
El aumento de la concentración de dióxido de carbono (CO2) en la
atmósfera es una preocupación mundial y se considera como uno de los seis
principales gases que intervienen en el efecto invernadero (además del vapor de
agua, metano, óxidos de nitrógeno, ozono y clorofluorocarbonados), que están
contribuyendo a la destrucción de la atmósfera produciendo el cambio climático
(IPCC, 2000). Las plantas, son considerados reservas naturales de carbono, y
es así como los ecosistemas agroforestales (asociación de árboles con otros
cultivos) almacenan carbono en forma de biomasa aérea, el cual varía según sus
2
características biométricas, edad, densidad, comunidad vegetal, etc. (ALEGRE
et al., 2002).
Los recientes cálculos efectuados por el IPCC indican que se emiten
anualmente alrededor de 7.900 millones de toneladas de carbono en la
atmosfera, de las cuales 1.600 millones surgen como consecuencia de las talas
y consecuente aplicación de algún sistema de uso de la tierra (LUCENA, 2002).
Por lo que la práctica pre profesional se ha centrado en determinar
la capacidad de los diferentes sistemas de uso de esta zona, para cuantificar la
capacidad de almacenamiento de estos sistemas y generar información básica
necesaria que permitan implementar políticas y medidas necesarias para
controlar la emisión del carbono hacia la atmosfera.
- JUSTIFICACIÓN
El cambio climático es un problema mundial que afecta los procesos
ecológicos, económicos y sociales que rigen el planeta; el cambio climático es
inducido principalmente por gases de efecto invernadero como el metano, el
óxido nitroso y el dióxido de carbono, al incrementar su concentración en la
atmósfera.
Por lo que las intervenciones productivas que tengan como meta la
captura de carbono tienen el potencial de contribuir con la generación de
ingresos. Cuando son realizadas de forma correcta estas acciones además de
contribuir a la mitigación de los efectos del cambio climático, deben promover el
3
uso sostenible de los recursos naturales y un mayor bienestar de las
comunidades rurales.
En consecuencia los sistemas de uso de la tierra y las tecnologías
de manejo aplicadas, han provocado cambios en la capacidad de
almacenamiento de carbono en los suelos. Por lo que en esta práctica se
pretende por un lado mostrar aquellos sistemas de uso que tienen mayor
contribución en el almacenamiento de carbono en toda la selva alta.
Objetivos
1.1. Objetivo general
- Evaluar el almacenamiento del carbono orgánico total en diferentes
componentes del suelo en el distrito de Padre Felipe Luyando –
Naranjillo.
1.2. Objetivos específicos
- Estimar el carbono almacenado en el suelo.
- Estimar el carbono almacenado en las raíces.
- Estimar el carbono almacenado en hojarasca.
- Determinar el carbono total en los diferentes sistemas de uso.
4
II. REVISIÓN DE LITERATURA
2.1 Carbono
Es un elemento químico fundamental de los compuestos orgánicos,
que circula por los océanos, la atmósfera, el suelo y el subsuelo. Estos son
considerados depósitos de carbono; pasa de un depósito a otro por medio de
procesos químicos, físicos y biológicos.
CORNEJO y FERNANDEZ, (2000) es importante diferenciar al
carbono (C) con el dióxido de carbono (CO2). En una molécula de CO2 existen
dos átomos de oxígeno y tiene un peso molecular de 32 y un átomo de carbono
tiene un peso molecular de 12. Por lo tanto el peso molecular del CO2 es 44 de
los cuales solamente 12 corresponden a carbono.
El carbono es un elemento esencial para el crecimiento de las
plantas, se obtiene de la atmósfera por medio de la fotosíntesis. Sin embargo,
cuando las plantas mueren, sus tejidos ricos en carbono vuelven al suelo y son
mineralizados por los organismos vivos. El carbono del suelo no se acumula para
siempre, se libera del suelo cuando la materia orgánica es descompuesta por
varios tipos de microorganismos que usan el carbono para su propio crecimiento
(Lessard et al., 2009; Citado por VÁSQUEZ, 2008).
5
2.2 Ciclo del carbono
El ciclo del carbono es la sucesión de transformaciones que sufre el
carbono a lo largo del tiempo. Es un ciclo biogeoquímico de gran importancia
para la regulación del clima de la Tierra, y en él se ven implicadas actividades
básicas para el sostenimiento de la vida. Éste comprende dos ciclos que se
suceden a distintas velocidades:
2.2.1. Ciclo biológico
Comprende los intercambios de carbono (CO2) entre los seres vivos
y la atmósfera, es decir, la fotosíntesis, proceso mediante el cual el carbono
queda retenido en las plantas y la respiración que lo devuelve a la atmósfera.
Este ciclo es relativamente rápido, estimándose que la renovación del carbono
atmosférico se produce cada 20 años.
2.2.2. Ciclo biogeoquímico
Regula la transferencia de carbono entre la atmósfera y la litosfera
(océanos y suelo). El CO2 atmosférico se disuelve con facilidad en agua,
formando ácido carbónico que ataca los silicatos que constituyen las rocas,
resultando iones bicarbonato. Estos iones disueltos en agua alcanzan el mar,
son asimilados por los animales para formar sus tejidos, y tras su muerte se
depositan en los sedimentos. Este último ciclo es de larga duración, al verse
implicados los mecanismos geológicos (HIPKINS 1984, ORDOÑEZ 1998).
6
2.2.3. Liberación de carbono en la atmósfera
Toda la vegetación como plantas, árboles, y seres vivos están
compuestos de carbono. Estos compuestos de carbono fueron alguna vez fijados
por las plantas. El proceso es que las hojas toman dióxido en la atmósfera y junto
con la energía solar lo transforman en oxigeno lo que sale nuevamente en la
atmósfera. Las hojas al tomar el CO2 y luz solar están creando alimentos como
azucares sólidas. Todo lo que es proteínas, carbono que hacen los partes sólidos
en nuestros cuerpos son derivados de estos azucares que las plantas
transforman. Cuando estos componentes que se derivan de las azucares sólidos
y que hacen parte de nuestros cuerpos necesitan la energía para funcionar y
para ser la materia viva que somos nosotros (BEAUMONT y MERENSON, 1999).
2.2.4. Carbono en los suelos
El Suelo desempeña un importante papel en el ciclo del carbono y
puede representar una fuente importante de CO2 y de otros gases de efecto de
invernadero a la atmosfera. La cantidad total de carbono orgánico que contiene
el suelo de dos a tres veces superior al CO atmosférico. Se estima en cerca de
1 500 Pg de carbono a 1 m de profundidad y que está en interacción con la
atmósfera (Herrera et al., 2001; citado por UBILLUS 2014).
ÁVILA et al. (2001) el carbono orgánico del suelo representa la
mayor reserva en comparación del carbono inorgánico que representa cerca de
1,700 Pg bajo formas estables, como los carbonatos. La vegetación (650 Pg) y
7
la atmósfera (750 Pg) almacenan considerablemente menos cantidades que los
suelos.
Todos coincidimos en que las mayores contribuyentes en nuestro
tiempo sobre el CO2 como GEI, es el producto de la combustión de los
combustibles fósiles por parte de la industria y el transporte (6,5 Pg/año). Un
hecho importante, es que mientras la deforestación de muchas áreas tropicales
produce emisiones de carbono estimadas en 1,5 Pg/año, al mismo tiempo se
produce una acumulación en los ecosistemas terrestres de 1,8 a 2 Pg/año. En
comparación con el pasado el desarrollo de la agricultura fue la principal causa
del incremento de la concentración de CO2 en la atmósfera (HURTADO et al.
2006).
2.2.5. Función de los bosques en el ciclo global del carbono
A través de la fotosíntesis, los árboles en crecimiento despiden
oxígeno y consumen agua, luz y CO2. Por ello, los bosques en expansión son
calificados de “sumideros de carbono”: absorben gas carbónico. Cuando dejan
de crecer, los árboles ya no son sumideros, sino receptáculos de carbono:
almacenan enormes cantidades de este elemento, en la superficie y en los
suelos, pero cumplen un papel neutro en el balance final de CO2. Por último,
cuando se queman, los bosques despiden gas carbónico y se convierten así en
fuentes de carbono. El gas carbónico que se desprende cuando los árboles
viejos se descomponen se compensa con el que absorben los jóvenes que
crecen en su lugar (BOUKHARI, 2000).
8
CATRIONA (1998) indica que en los trópicos el carbono en
sumideros superficiales varía entre 60 y 230 t.C/ha en bosques primarios, y entre
25 y 190 t.C/ha en bosques secundarios. El IPPC (2001) menciona que los
distintos tipos de vegetación natural y plantaciones forestales pueden capturar
entre 4,79 y 1,65 t.C/ha/año. Los bosques naturales pueden ser considerados en
equilibrio dinámico en relación al carbono bajo ciertas condiciones climáticas y
para ciertas concentraciones atmosféricas de CO2 (FAO, 2005). De acuerdo a
WOOMER et al. (1998) la amazonía, es el ecosistema que contiene la mayor
cantidad de carbono (305 t.C/ha, de las cuales el 28 % se encuentra en el suelo).
Todos los cambios en el manejo de tales ecosistemas inducen cambios
importantes en la dinámica del carbono, dando lugar a menores existencias de
carbono que en el bosque original.
2.2.6. Diferentes escenarios de captura de carbono
BOLIN et al. (1996) la vegetación terrestre a través de sus procesos
fisiológicos tales como la fotosíntesis, y los océanos se consideran que
conservan grandes cantidades de carbono. MARQUEZ (2000) afirma que los
ecosistemas terrestres juegan un papel importante en el ciclo global del carbono,
en tanto el manejo forestal puede hacer una contribución sustancial a controlar
los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera. Otras actividades de uso de
la tierra y bosques que pueden contribuir son: la conservación de bosques en
peligro de deforestación, rehabilitación de bosques, forestación, reforestación o
promoción de la agroforestería. En el sector de uso de la tierra y bosques se han
identificado dos estrategias principales para acumular el carbono: La primera es
9
aumentar la fijación de carbono al crear o mejorar los sumideros. La segunda es
prevenir o reducir la tasa de liberación del carbono ya fijado en sumideros
existentes. Estas estrategias se denominan fijación de carbono y no emisión de
carbono. Actividades de fijación incluyen tratamientos silviculturales para
aumentar el crecimiento, agroforestería, forestación, reforestación y restauración
de áreas degradadas; la no emisión incluye actividades de conservación de
biomasa y suelo en áreas protegidas, manejo forestal sostenible, protección
contra fuegos y promoción de quemas controladas.
2.3 Almacenamiento y fijación de carbono
FAO (2000) menciona que los bosques desempeñan una función
importante en la moderación del flujo neto de gas de efecto invernadero (GEI)
entre la tierra y la atmósfera. Los bosques actúan como depósitos, almacenando
carbono en la biomasa y los suelos. Actúan como sumideros de carbono cuando
se aumenta su superficie o su productividad, dando origen a un incremento de
la absorción de CO2 atmosférico. Por el contrario, actúan como fuente de GEI
cuando la quema y la descomposición de la biomasa y las alteraciones del suelo
dan origen a emisiones de CO2 y otros GEI. En la actualidad, el 20 por ciento
aproximadamente de las emisiones antropógenas mundiales de CO2 se deben a
cambios en el uso de la tierra (y sobre todo a la deforestación que tiene lugar
principalmente en las zonas tropicales).
GAYOSO (2006) indica que el carbono acumulado por unidad de
superficie es muy variable según el tipo y estado del bosque. Destacan los
bosques siempre verdes adultos, donde el carbono total alcanza 606.80 t C/ha
10
con la siguiente distribución: 283.75 t C/ha en la biomasa aérea; 79.92 t C/ha en
raíces (diámetro >5 mm); 2.79 t C/ha en el sotobosque; 53.56 t C/ha en la
necromasa; 5.87 t C/ha en la hojarasca; y 180.91 t C/ha en los primeros 30 cm
de suelo.
El carbono acumulado en los suelos supera en todos los casos
estudiados a los 140 t C/ha tomado en cuenta que se consideraron los primeros
30 centímetros de profundidad de suelo ya que aunque se encuentra materia
orgánica hasta los 120 cm se estima que los cambios que se puedan producir
más allá de los 30 cm no son significativos.
La fijación de Carbono en especies leñosas perennes se basa en
dos premisas; Primero, el CO2 es un gas atmosférico que circula en el planeta,
por lo tanto, las actividades dirigidas a eliminar GEI de la atmósfera tendrán la
misma eficacia tanto si se realiza cerca de las fuentes de emisiones, como en el
extremo opuesto del globo terrestre; Segundo, las plantas absorben CO2 de la
atmósfera en el proceso de fotosíntesis y la utilizan para sintetizar azucares y
otros compuestos orgánicos utilizados en el crecimiento y el metabolismo
(MOURA, 2001).
2.4 Sumideros de carbono
Entre los sumideros de carbono, se encuentran los propios suelos
agrícolas, cuya capacidad de almacenar carbono está directamente relacionada
con el contenido de materia orgánica de los mismos (RAMOS, 2003).
11
Por otro lado, la extracción y almacenamiento de carbono de la
atmosfera en sumideros como los océanos, los bosques o la tierra; a través de
un proceso físico o biológico como la fotosíntesis (EVALUACION DE
ECOSISTEMAS DEL MILENIO, 2006). Un sumidero de carbono es aquel que
elimina el carbono de la atmosfera, tal como sucede con las plantas verdes que
consumen CO2 durante el proceso de fotosíntesis (MARTINO, 2006). Asimismo,
BOLIN et al. (1986), definen a los sumideros de carbono, como aquellos que
eliminan de la atmosfera tanto carbono como el que aportan en forma natural.
SEGURA y KANNINEN (2002) nos señalan que los sistemas
forestales y agroforestales (SAF) pueden funcionar como sumideros de CO2
almacenando en promedio 95 t C/ha en zonas tropicales, para un total de 2,1
billones de t de C/año en estas áreas; sin embargo, hay pocos estudios de
estimación de C en la parte subterránea (raíz y suelo), mantillo y árboles muertos
debido a la complejidad de los sistemas.
2.5 Efecto invernadero
El efecto invernadero es un fenómeno atmosférico natural que
permite mantener la temperatura del planeta, al retener parte de la energía
proveniente del sol. Como resultado del efecto invernadero, la tierra se mantiene
lo suficientemente caliente como para hacer posible la vida sobre el planeta
(CENTRO HADLEY, 2002).
12
BATET y ROVIRA (2002) manifiestan que la atmósfera recibe la
radiación procedente del sol y emite longitudes de onda diferentes: radiación
ultravioleta (absorbida, en parte por el ozono estratosférico antes de que llegue
a la superficie terrestre), radiación visible que pasa a través de la atmósfera y
recibimos en la superficie terrestre como luz, y la radiación infrarroja que cruza
la atmósfera y recibimos en forma de calor. Los rayos infrarrojos son absorbidos
principalmente por el CO2 y el vapor de agua de la atmósfera. De la radiación
que llega a la superficie terrestre, una parte se retiene y la otra se reemite a la
atmosfera en forma de calor. Este calor es captado de nuevo, por el CO2 y el
vapor de agua atmosférico, generando el denominado efecto invernadero.
2.5.1. Dióxido de carbono como principal GEI
Diferentes autores afirman que el dióxido de carbono (CO2) es uno
de los gases de efecto invernadero (GEI) más importantes involucrado en un
complejo ciclo global, en la actualidad su concentración ha llegado a 380 ppmv
(partes por millón volumen), producto de la acción antropogénica: quema de
combustibles fósiles y materia orgánica en general. Su emisión a la atmosfera
por el cambio en el uso del suelo ocupa el segundo lugar a nivel mundial con una
fuerte contribución de las zonas tropicales (IPCC, 1996).
2.6 Almacenamiento en diferentes componentes del ecosistema terrestre
El carbono gaseoso pasa a formar parte del carbono orgánico
almacenado en los diferentes componentes, la figura es propuesta por el IPCC.
13
Figura 1. Componentes del almacenamiento de carbono
2.7 Capacidad de almacenamiento en diferentes sistemas.
Uno de los referentes más importantes del Perú y en particular en
la zona de influencia más cercana a la que se desarrollara esta investigación es
la desarrollada por el ICRAF teniendo como principal investigador al reconocido
Dr. Julio alegre y Arévalo, sus resultados se citan en los cuadros 1 y 2. Las
reservas de C total en la biomasa aérea y del suelo en los diferentes sistemas
en Yurimaguas y Pucallpa. Sus resultados demuestran que el C permaneció
relativamente estable en el suelo, sin embargo cuando la tierra pasó de foresta
a otros usos, el C en la biomasa aérea fue considerablemente reducido.
14
Cuadro 1. Reservas de C (t/ha) en biomasa aérea y del suelo por sistema en
Yurimaguas, Perú.
Fuente: GUZMÁN y ARÉVALO (2003).
El nivel de C en todos los sistemas manejados fue más bajo que el
de los bosques naturales. Sin embargo entre los sistemas manejados el
contenido de C en la parte aérea (árbol, sotobosque y hojarasca) en los sistemas
perennes con árboles y coberturas fue más alto y fluctúo desde 41 t/ha para la
palma aceitera hasta 74 t/ha para la plantación de caucho (Pucallpa). En el
sistema agroforestal de multiestratos (Yurimaguas) estos valores fueron
intermedios con 59 t/ha. Los sistemas de caucho y multiestratos presentaron una
cobertura permanente de kudzu (Pueraria phaseoloides) y centrosema
Sistema de uso de la tierra Árbol bosque Hojarasca Raíz Suelo Total
Foresta
40-años de bosque ligeramente desmontado
290,0 3,63 3,93 23,9 38,8 360,3
Barbechos
Bosque secundario (15-años) 184,4 0,82 4,03 3,32 46,5 239,1
Bosque secundario (5-años) 42,1 1,89 2,96 1,66 47,3 95,8
Bosque secundario (3-años) 2,4 1,25 3,44 3,66 43,8 54,6
Cultivos
Área recientemente quemada 46,0 0 0 48,7 50,4 133,7
Cultivo anual (arroz) 16,8 1,91 2,96 29,3 43,6 89,6
Pastos
Pastura degradada de 30 años (quemas anuales)
0 4,83 5,73 1,50 54,5 63,6
Pastura con Brachiaria. decumbens (15 años)
0 1,76 2,36 0,96 72,6 77,7
Sistemas Agroforestales
Plantación de Bactris gasipaes de 16 años
0,4 82,69 2,16 7,49 56,1 148,8
Multiestrato con Bactris/Cedrelinga/ Inga/Columbrina
57,3 1,25 6,09 2,63 47,0 114,3
15
(Centrosema macrocarpum) respectivamente, los cuales incrementaron
significativamente las reservas de C en el sotobosque y en el suelo.
Cuadro 2. Reserva de C (t/ha) en biomasa aérea y suelo por sistema en
comunidad de Sarita Colonia Pucallpa, Perú
Fuente: GUZMÁN Y ARÉVALO (2003).
MUHAMMAD et al. (2007) estudiaron tres paisajes ganaderos en
Colombia, Costa Rica y Nicaragua, el total de carbono (COS y biomasa
arbórea) presentó mayores depósitos en los bosques secundarios, los
bosques primarios y las plantaciones forestales, mientras que las pasturas
degradadas fueron el uso de la tierra que reportó menores valores. Al nivel
de suelo, las pasturas degradadas presentaron menores valores de COS a
1 m de profundidad en Costa Rica y Nicaragua, y no se encontraron
diferencias significativas de COS en los demás usos de la tierra evaluados.
Sistema de uso de la tierra Árbol bosque Hojarasca Raíz Suelo Total
Foresta
Bosque primario (no tocado) 160,1 0,83 0,73 2,61 76,81 241,1
Bosque primario (extracción selectiva) 120,3 0,69 1,83 3,48 47,03 173,3
Barbechos
Bosque secundario (15 años) 121,0 2,21 2,85 1,04 68,33 172,3
Bosque secundario (3 años) 13,2 1,83 5,90 0,28 19,63 40,8
Cultivos
Área recientemente quemada 68,33 0 0 3,27 29,71 101,3
Cultivo anual (maíz) 4,5 1,24 2,12 0,81 22,36 31,0
Cultivo anual (yuca o mandioca) 0,7 1,75 0,98 0,50 34,16 38,1
Cultivo bi-anual (plátano) 6,2 8,08 1,99 0,84 39,16 56,2
Pastos
Pastura degradada 0 2,42 0,68 0,68 35,74 39,5
Plantaciones
Hevea (30 años) 66,6 0,91 6,47 0,35 78,20 152,6
Palma aceitera 0 37,24 4,14 0,71 57,15 99,2
16
También tenemos algunos trabajos de referencia local entre ellos
Gonzales et al. (2009) trabajando en Supte y en el BRUNAS Tingo María,
encontraron que en un sistema agroforestal (cacao + laurel) el almacenamiento
de carbono total fue de 114.51 t / ha y en un bosque secundario fue de 110.56 t
/ ha con 9 años de edad mientras que a la edad de 11 años el bosque secundario
almaceno 198.25 t / ha versus el sistema agroforestal (cacao + laurel ) que fue
de 152.34 t / ha.
GALLARDO (2001) La cantidad, la diversidad y la actividad de la
fauna del suelo y de los microorganismos están directamente relacionadas con
la materia orgánica. La materia orgánica y la actividad biológica que esta genera
tienen gran influencia sobre las propiedades químicas y físicas de los suelos.
Además, la hojarasca es importante en el funcionamiento del ecosistema, ya que
al acumularse en el suelo como un mantillo, sirve de hábitat y alimento a muchos
organismos y microorganismos que conforman una red trófica compleja.
17
III. MATERIALES Y MÉTODOS
3.1. Características generales de la zona de estudio
La práctica se ejecutó en el fundo de la Sra. Gisel Delfina Panchana
Inga localizado en el sector de Naranjillo del distrito de Luyando y en el
laboratorio de Conservación de Suelos y Agua de la Facultad de Recursos
Naturales Renovables de la Universidad Nacional Agraria De La Selva – Tingo
María.
3.1.1. Ubicación política
Departamento : Huánuco
Provincia : Leoncio prado
Distrito : Luyando - Naranjillo.
3.1.2. Ubicación geográfica
El distrito de Luyando está ubicado en la zona centro-sur de la
provincia de Leoncio prado. Sus coordenadas geográficas se sitúan por el este
390935 m, por el norte 8978526 m y con una altitud de 645 m.s.n.m.
18
3.1.3. Zona de vida
HOLDRIDGE (1986) establece en su diagrama bioclimático que
ecológicamente de acuerdo a la clasificación de zonas de vida; el distrito de
Luyando se encuentra con formaciones vegetales de bosque muy húmedo
tropical (bh-t), bosque montano húmedo pre montano tropical (bmh – PT).
3.1.4. Clima.
El clima del distrito de Luyando - Naranjillo es tropical, cálido con una
temperatura promedio anual de 18 a 35 °C y humedad relativa de 77.5%, con
una precipitación media acumulada anual de 3472.8 mm. Puede observarse
microclimas o lluvias a distancias muy cortas entre 200 a 500 metros.
3.1.5. Hidrografía.
El eje hidrográfico principal es el rio Huallaga, nace en el
departamento de Pasco el cual recibe numerosos afluentes entre los cuales, el
río monzón: pertenece íntegramente al distrito de Monzón, en Huánuco forma un
importante valle interandino y en la selva alta forma el valle de Tingo María,
posee una gran riqueza ictiológica, siendo navegable en balsas y canoas.
3.1.6. Fisiografía.
La orografía del distrito es producto de diversos factores como los
tectónicos, orogénicos, litológicos y climáticos, propios de las regiones naturales
19
con características propias, representadas por quebradas escabrosas, colinas
altas y bajas con pendientes irregulares moderadas.
3.1.7. Accesibilidad.
La vía de acceso terrestre es a través de la carretera marginal, con
aproximadamente 7 km de distancia desde la ciudad de Tingo María al distrito
Padre Felipe Luyando Naranjillo.
3.2. Materiales y equipos
3.2.1. Materiales de campo
Mapa de ubicación de la zona de trabajo, wincha, cuadrantes de
madera de 0.50 m x 0.50 m, pintura, rafia, bolsas de plástico, costal de 50 Kg,
cinta de embalaje, papel kraff, papel periódico, plumón indeleble, cuaderno de
apuntes, etiquetas, estacas de madera, cilindros de muestreo de volumen
conocido, Recipientes de plástico, tamiz de 2 mm y recipientes de porcelana.
3.2.2. Materiales y equipos de laboratorio
Probeta de 100 ml, tubos de ensayo, pipetas, placas Petri, tamiz de
5.2 y 0.25 mm de diámetro, desecador de cristal, botellas de vidrio, bureta,
agitador magnético, balanza gramera, estufa, pH metro, espectrofotómetro de
absorción atómica.
20
3.2.3. Equipos de campo
Termómetro de suelo, cronómetro, penetrómetro, cámara fotográfica
samsung 12 Mpx, GPS GARMIN MAP 60 CSx.
3.3. Metodología
3.3.1. Enfoque metodológico
Las actividades se iniciaron con la delimitación y descripción de sub
parcelas en cada sistema de uso. Luego de haber instalado en los sistemas se
procedió a la extracción de las respectivas muestras de suelo y se analizó en el
laboratorio de conservación de suelos, cuyos resultados de carbono total fueron
analizados y se determinó su efecto en la capacidad de almacenamiento en los
diferentes sistemas de uso.
3.3.2. Selección de los sistemas productivos
Se seleccionó cuatro sistemas productivos localizados en la zona
con suelos de terrazas, típicos de este entorno, los sistemas están en su etapa
de producción óptima para homogenizar los resultados entre sistemas de uso.
Dentro de esta etapa, se realizara una recopilación de toda la información
necesaria del área en estudio; así como información de suelos, tipo de manejo
que vienen dando en el área, donde se delimitaran las parcelas de acuerdo a la
propuesta por ICRAF (2009), debidamente georreferenciados. Los sistemas se
21
detallan: Suelo con bosque secundario, suelo con cultivo de cacao, suelo con
cultivo de naranja y suelo con cultivo de coca.
3.3.3. De las unidades experimentales
Se trabajó con dos parcelas de 500 m2 (50 m x 10 m), ubicadas al
azar dentro de los sistemas de uso seleccionado, dentro de ella se estableció
una sub parcela de 50 x 5 m (MACDICKEN, 1997) para el muestreo de
hojarascas que estará dividido en 20 partes por igual.
Para el muestreo de carbono orgánico y raíces se estableció dos sub
parcelas de 25 x 5 m en la que se estableció dos parcelas de 1 m2 ubicadas al
azar dentro de las parcelas, según la metodología de ICRAF (2009), como
también se estableció una calicata para el análisis fisicoquímica del suelo
(AREVALO et al., 2003), donde el muestreo tendrá una profundidad de 30 cm,
en los rangos de 0 - 10 cm; 10 - 20 cm y 20 - 30 cm.
Puntos de muestreo de densidad textura y pH del suelo
Punto de muestreo al azar de hojarascas
Puntos de muestreo al azar de suelo y raíces. Figura 2. Esquema general de muestreo.
22
3.3.4. Análisis para el muestreo y obtención de la muestra de
suelo.
La metodología empleada para la evaluación de biomasa del suelo,
radicular y de hojarascas fue la recomendada por el Centro Internacional de
Investigación en Agroforesteria (ICRAF, 2009).
En la parcelas de 10 x 50 metros se eligió al azar dos (02) sub
parcelas de 1 m2 para realizar las calicatas de 0.30 m x 0.30 m x 0.30 m, en los
siguientes rangos: 0 – 0.1 m; 0.1 – 0.2 m, 0.2 – 0.3 m (ICRAF, 2009), para la
obtención de las muestras de suelo según el esquema de la Figura 3. Por cada
rango se tomó con la ayuda de un barreno, una muestra de suelo de 500 gr
aproximadamente (ICRAF, 2009).
Figura 3. Diagrama de muestreo carbono almacenado en el suelo y
raíces (ICRAF, 2009).
23
3.3.5. Obtención de muestras para el cálculo de densidad
aparente
En las mismas profundidades y sub parcelas establecidas para el
muestreo de carbono orgánico en el suelo se procedió a introducir un cilindro de
volumen conocido, con la ayuda de un martillo; luego se sacó el cilindro lleno de
suelo, cuidando no dañar la muestra que se encuentra dentro de ella. Se
procedió a secar el suelo contenido en el cilindro por 24h a 105 C° y luego se
aplicó la siguiente formula (MACDICKEN, 1997).
Da = Peso Suelo Seco Estufa / Volumen total
3.3.6. Análisis para la obtención de la muestra de hojarascas
Se cuantificó en base a las hojas, flores, frutos, semillas y
fragmentos de estos, ramitas y material leñoso menores a 2 cm de diámetro. Se
colectó toda la hojarasca de una área de 0.25 m2 (0.50 x 0.50 m), establecidas
de manera aleatoria dentro de la sub parcela temporal de 50 x 10 m
(MACDICKEN, 1997) que se divididió en parcelas de 5 x 5 m, donde en cada
una de ellas se colocó el cuadrante para la obtención de una muestra. Se registró
el peso fresco total por cada 0.25 m2, se colocó en la estufa a 75 C° por 72 horas.
Figura 4. Esquema de muestreo de hojarascas (MACDICKEN, 1997).
24
3.3.7. Análisis para la obtención de la muestra de raíces
Para el muestreo de carbono almacenado en raíces se usó la
metodología propuesta por el Centro Mundial Agroforestal (ICRAF, 2009). En las
calicatas de 0.30 m x 0.30 m x 0.30 m de profundidad se obtuvo las muestras y
se procedió a tamizar en agua y separar todas las raíces, en la siguientes
profundidades 0 – 10 cm; 10 cm – 20 cm y 20 cm – 30 cm.
3.3.8. Determinación de carbono almacenado en el suelo
Para la determinación de carbono almacenado en el suelo, se usó el
método de Walkley y Black, en el cual él % MO (porcentaje de materia orgánica)
se determinó por combustión húmeda.
Para la obtención de la densidad aparente se usó la metodología
propuesta por el Centro Mundial Agroforestal (ICRAF, 2009). Las muestras
obtenidas para la determinación de la densidad aparente fueron sometidas a una
estufa a una temperatura de 75 °C/72h, hasta obtener un peso constante. Con
ello se realizó los cálculos de C en el suelo.
3.3.8.1. Carbono en hojarascas
Se colectó toda la hojarasca que se encuentra dentro de un marco
de 0.25 m2, instalada aleatoriamente dentro de la sub parcela de 50 x 10 m
(MACDICKEN, 1997). La hojarasca húmeda colectada se envolvió en papel
periódico y se pesó en una balanza digital para obtener el peso húmedo,
25
posteriormente se colocó en la estufa a 70 °C por 72 horas aproximadamente,
hasta obtener un peso constante. Una vez la muestra seca se pesó nuevamente
para así obtener el peso seco y calcular por diferencia de pesos la biomasa
(ICRAF, 2009).
3.3.8.2. Carbono en raíces
La obtención de datos de carbono en raíces se realizó según la
metodología propuesta por el Centro Mundial Agroforestal (ICRAF, 2009). Se
seleccionó las raíces por medio de lavado y tamizado, restando únicamente
raíces. Se procedió a pesarlo en una balanza digital para obtener el peso
húmedo, y posteriormente se secó en una estufa a 75 °C por 72 horas (hasta
obtener peso constante), una vez obtenido el peso constante se procedió
nuevamente a pesar la materia seca, y así obtener la biomasa por diferencia de
pesos. Con los valores obtenidos se calculará el total de toneladas de materia
seca por hectárea (t MS/ha).
3.3.9. Estimación del almacenamiento de carbono total
3.3.9.1. Biomasa de hojarasca
Se recolectó y se pesó la hojarasca acumuladas en los sub
cuadrantes de 0.5 m x 0.5 m, y de esta se tomó una sub muestra de valor
arbitrario, que posteriormente se colocó en la estufa hasta alcanzar el peso
constante. Luego, se determinó la biomasa de hojarasca con la siguiente
ecuación:
26
Bh (t/ha) = ((PSM/PFM) x PFT) x 0.04
Dónde:
Bh = Biomasa de la hojarasca, materia seca (t/ha)
PSM = Peso seco de la muestra colectada
PFM = Peso fresco de la muestra colectada
PFT = Peso fresco total por metro cuadrado
0.04 = Factor de conversión
3.3.9.2. Cálculo del peso del volumen del suelo
Para calcular el peso del volumen del suelo por horizonte de
muestreo, se utilizó la siguiente fórmula:
PVs (t/ha) = DA x Ps x 1,000
Dónde:
PVs = Peso del volumen del suelo (t/ha)
DA = Densidad aparente
Ps = Espesor o profundidad del horizonte del suelo (m)
10,000 = Constante
3.3.9.3. Densidad aparente del suelo
Para determinar la densidad aparente del suelo, se utilizó la
siguiente fórmula:
DA (g/cc) = PSN/VCH
Dónde:
DA = Densidad aparente (g/cc)
27
PSN = Peso seco del suelo dentro del cilindro
VCH = Volumen del cilindro (constante)
3.3.9.4. Cálculo del carbono total
Para determinar el carbono almacenado en los sistemas de uso, se
utilizó la siguiente ecuación:
CT (t/ha) = CBV + CS
Dónde:
CT = Carbono total de la parcela demostrativa (t/ha)
CBV = Carbono en la biomasa vegetal total
CS = Carbono en el suelo
3.3.9.5. Carbono en el suelo
La cantidad de carbono almacenado en el suelo se determinó
mediante la siguiente ecuación:
CS (t/ha) = (PVs x %C)/100
Dónde:
CS = Carbono en el suelo (t/ha)
PVs = Peso del volumen del suelo
%C = Resultados de carbono en porcentaje
analizados en laboratorio
100 = Factor de conversión
28
IV. RESULTADOS
4.1. Carbono en el suelo en los diferentes sistemas de uso.
En el Cuadro 3 muestra el carbono almacenado en el suelo en los
cuatro sistemas de uso; bosque secundario, cacao, naranja y coca obteniendo
un promedio de 37.35, 42.12, 34.64 y 28.73 t/ha respectivamente observando un
mayor contenido en el sistema de cacao y menor en el sistema con coca.
Cuadro 3. Carbono en el suelo en los diferentes sistemas de uso.
Carbono en el suelo
Sistema de uso
Profundidad (cm) Muestra
Da (kg/m3) % C O
C (Tn/ha)
C del sistema (t/ha)
Bosque
0-10 A1 1039 1.76 18.25
10-20 A2 1104 1.54 16.96
20-30 A3 1003 0.44 4.40 37.35
0-10 B1 996 1.90 18.95
10-20 B2 1017 1.17 11.91 20-30 B3 1155 0.37 4.23
Cacao
0-10 A1 1097 1.98 21.67
10-20 A2 1068 1.02 10.94
20-30 A3 1104 0.95 10.50 42.12
0-10 B1 1176 1.90 22.37
10-20 B2 1003 1.24 12.48 20-30 B3 1227 0.51 6.28
Naranja
0-10 A1 1198 1.39 16.66
10-20 A2 1248 0.95 11.87
20-30 A3 1198 0.44 5.26 34.64
0-10 B1 1176 1.46 17.21
10-20 B2 1263 1.02 12.87 20-30 B3 1198 0.37 4.38
COCA
0-10 A1 1255 1.24 15.61
10-20 A2 1234 0.59 7.22
20-30 A3 924 0.29 2.70 28.73
0-10 B1 1284 1.17 15.03
10-20 B2 1234 0.88 10.84 20-30 B3 1378 0.44 6.05
29
El carbono almacenado en el suelo en los cuatro sistemas de uso;
se observa un mayor contenido de carbono en el sistema de cacao con 42.12
t/ha, y menor contenido de carbono en el sistema de coca con 28.73 t/ha a
comparación del bosque secundario y naranja obteniendo un contenido de
carbono de 37.35 t/ha y 34.64 t/ha (Figura 3).
Figura 3. Carbono orgánico del suelo en los cuatro sistemas de uso
4.2. Carbono almacenado en las raíces de los diferentes sistemas de
uso.
Con respecto a la biomasa radicular el bosque secundario presento
un mayor almacenamiento de carbono, obteniendo un promedio de 0.35 t/ha a
comparación a la del cacao, coca con 0.22 t/ha, 0.18 t/ha y menor carbono
almacenado presento el sistema de naranja con un promedio de 0.17 t/ha.
(Cuadro 4).
0.00
5.00
10.00
15.00
20.00
25.00
30.00
35.00
40.00
45.00
bosquesecundario
cacao naranja coca
30
Cuadro 4. Biomasa y carbono de raíz en los diferentes sistemas de uso.
Biomasa y carbono de raíz (t/ha) en los diferentes sistemas de uso
Sistema de uso
Profundidad (cm) muestra
peso seco (gr) C/estrato
C parcial
C total
Bosque Secundario
0-10 cm A1 5.85 216.7
10-20 cm A2 1.48 54.80
20-30 cm A3 1.31 48.50 0.320
0-10 cm B1 6.82 252.6 0.35
10-20 cm B2 1.84 68.10
20-30 cm B3 1.38 51.10 0.371
Cacao
0-10 cm A1 3.31 122.6
10-20 cm A2 1.53 56.70
20-30 cm A3 1.66 61.50 0.240
0-10 cm B1 3.50 129.6 0.22
10-20 cm B2 1.07 39.60
20-30 cm B3 0.72 26.70 0.195
Naranja
0-10 cm A1 3.11 115.2
10-20 cm A2 0.71 26.30
20-30 cm A3 0.35 13.00 0.154
0-10 cm B1 3.94 145.9 0.17
10-20 cm B2 0.8 29.60
20-30 cm B3 0.25 9.30 0.184
coca
0-10 cm A1 3.93 145.6
10-20 cm A2 1.02 37.80
20-30 cm A3 0.36 13.30 0.196
0-10 cm B1 3.04 112.6 0.18
10-20 cm B2 0.79 29.30
20-30 cm B3 0.40 14.80 0.156
El total del carbono almacenado en la biomasa radicular en el
sistema de bosque secundario, cacao, naranja y cocal fueron 0.345 t/ha, 0.218
t/ha, 0.169 t/ha y 0.176 t/ha respectivamente, obtenido un mayor
almacenamiento de carbono en el sistema con bosque secundario y menor en el
sistema con naranja (Figura 4).
31
Figura 4. Carbono orgánico de la raíz en los cuatro sistemas de uso
4.3. Carbono almacenado en hojarasca de los diferentes sistemas de
uso.
Cuadro 5 muestra los niveles de carbono almacenado en hojarasca,
donde se observa que los valores máximos fueron en el bosque secundario con
4.60 t/ha, y en el sistema de cacao que presento un promedio de 2.91 t/ha a
comparación de los sistemas de naranja y coca que presentaron un promedio de
0.20 t/ha y 0.15 t/ha.
Cuadro 5. Carbono almacenado en hojarasca en los diferentes sistemas de uso.
Carbono en hojarasca (t/ha) en diferentes sistemas de uso
Muestra Bosque secundario Cacao Naranja Coca
Promedio 4.60 2.91 0.20 0.15
0
0.05
0.1
0.15
0.2
0.25
0.3
0.35
Bosquesecundario
Cacao Naranja Coca
32
El total del carbono almacenado en la micromasa en el sistema de
bosque secundario, cacao, naranja y cocal fueron 4.60 t/ha, 2.91 t/ha, 0.20 t/ha
y 0.15 t/ha respectivamente, obtenido un mayor almacenamiento de carbono en
el sistema con bosque secundario y menor en el sistema con coca (Figura 5).
Figura 5. Carbono orgánico de hojarasca en los cuatro sistemas de uso
4.4. Carbono total en los diferentes sistemas de uso.
En los niveles de carbono total almacenado, que es la sumatoria del
carbono en las raíces, suelo y hojarasca, se observa que los valores máximos
fueron registrados en el sistema de cacao con valor de 45.3 t/ha, en el sistema
con bosque secundario con un valor de 42.3 t/ha y en el sistema con naranja con
un valor de 35.0 t/ha a comparación a la del sistema con coca que presenta un
valor de 29.1 t/ha, una posible explicación a estos resultados se debe a que como
es una zona de poca intervención del hombre sobre el recurso natural, ha logrado
la bioacumulación de cantidades de carbono del suelo, raíces y hojarascas; por
0
0.5
1
1.5
2
2.5
3
3.5
4
4.5
5
Bosquesecundario
Cacao Naranja Coca
33
lo que sucede lo contrario en la coca que se encuentras en proceso de
recuperación (Cuadro 6 y Figura 6 ).
Cuadro 6. Carbono total en los diferentes sistemas de uso.
Carbono en diferentes componentes del sistema de uso (t/ha)
Sistema de uso C hojarasca C raíz C suelo C total (t/ha)
bosque secundario 4.60 0.35 37.3 42.3
Cacao 2.91 0.22 42.1 45.3
naranja 0.20 0.17 34.6 35.0
Coca 0.15 0.18 28.7 29.1
Figura 6. Carbono orgánico total en los cuatro sistemas de uso
0
5
10
15
20
25
30
35
40
45
50
bosquesecundario
cacao naranja coca
34
V. DISCUSIONES
5.1. Carbono orgánico almacenado en el suelo
El carbono almacenado en el suelo del sistema de bosque
secundario fue de 37.35 t/ha, el sistema con cacao fue de 42.12 t/ha, mientras
el sistema con naranja fue de 34.64 t/ha, y el sistema con coca fue de 28.73 tn/ha
respectivamente. MOURA (2001) menciona que el carbono acumulado en los
suelos supera en todos los casos estudiados a los 140 t C/ha tomado en cuenta
que se consideraron los primeros 30 centímetros de profundidad de suelo ya que
aunque se encuentra materia orgánica hasta los 120 cm se estima que los
cambios que se puedan producir más allá de los 30 cm no son significativos.
GAYOSO (2006) indica que el carbono acumulado por unidad de superficie es
muy variable según el tipo y estado del bosque. Destacan los bosques siempre
verdes adultos, donde el carbono total alcanza 606.80 t C/ha.
ÁVILA et al. (2001) menciona que el carbono orgánico del suelo
representa la mayor reserva en comparación del carbono inorgánico que
representa cerca de 1,700 Pg bajo formas estables, como los carbonatos. La
vegetación (650 Pg) y la atmósfera (750 Pg) almacenan considerablemente
menos cantidades que los suelos.
35
5.2. Carbono almacenado en la raíz
El carbono almacenado en la biomasa radicular en sistema de
bosque secundario fue de 0.35 t/ha, a comparación a la del cacao y coca que
fue 0.22 t/ ha, 0.17 t/ha en cambio el carbono almacenado en la biomasa
radicular del sistema con naranja fue de 0.17 t/ha sin embargo; SEGURA y
KANNINEN (2002) nos señalan que los sistemas forestales y agroforestales
(SAF) pueden funcionar como sumideros de CO2 almacenando en promedio 95
t C/ha en zonas tropicales, para un total de 2,1 billones de t de C/año en estas
áreas; sin embargo, hay pocos estudios de estimación de C en la parte
subterránea (raíz y suelo).
5.3. Carbono almacenado en hojarasca
Con referencia al carbono almacenado en hojarasca el sistema con
bosque secundario obtuvo el nivel más alto a comparación de los demás
sistemas con 4.60 t/ha, el sistema con cacao presento 2.91 t/ha, el sistema con
naranja presento 0.20 t/ ha y el sistema con coca presento el menor nivel con
0.15 t/ha, asimismo AGUIRRE et al. (2006) indica que hay diversidad de
comportamientos en el contenido de carbono, pero las concentraciones tienden
a ser mayores en las hojas que en los frutos, GALLARDO (2001) afirma que la
calidad de la hojarasca influencia fuertemente la tasa de descomposición,
afectando la disponibilidad de nutrientes y el proceso de sucesión; la hojarasca
de baja calidad retrasa la descomposición y los procesos de mineralización y
puede afectar a la restauración.
36
VI. CONCLUSIONES
1. La cantidad de carbono orgánico almacenado en el suelo en el sistema con
bosque secundario fue 37.35 t/ha, el sistema con cacao fue 42.12 t/ha
mientras que la cantidad de carbono almacenado en el sistema con naranja
fue 34.64 t/ha y en el sistema con coca fue de 28.73 t/ha.
2. La cantidad de carbono almacenado en la biomasa radical en el sistema de
bosque secundario fue 0.35 t/ha, en el sistema con cacao fue 0.22 t/ha, en
el sistema con naranja fue 0.17 t/ha y en el sistema con coca fue de 0.18
t/ha.
3. La cantidad de carbono almacenado en hojarasca en el sistema de bosque
secundario fue 4.60 t/ha, en el sistema con cacao fue 2.91 t/ha, en el sistema
con naranja fue 0.20 t/ha y en el sistema con coca fue 0.15 t/ha.
4. La cantidad de carbono total en los diferentes sistema de uso varían según
sus componentes donde bosque secundario presentó un 42.3 t/ha, el
sistema con cacao con 45.3 t/ha, el sistema con naranja con 35 t/ha y
finalmente el sistema con coca con 29.1 Tn/ha.
37
VII. RECOMENDACIONES
1. Continuar los estudios sobre cuantificación de carbono almacenado con
otras especies agrícolas y forestales existentes en diferentes departamentos
y poder establecer comparaciones entre especies tomando en cuenta
también los diferentes factores ambientales que pueden influir.
2. Realizar trabajos de investigación en las diferentes épocas del año, edad de
la planta, estado vegetativo de la planta y en otras condiciones (tipo de suelo,
clima, cobertura).
3. Considerar los resultados de esta práctica para la compensación por
servicios ecosistémicos para aquellos productores que manejen diversos
tipos de ecosistemas en sus predios a través del establecimiento de SAF,
reforestación y conservación de bosques que a la vez secuestren y
almacenen carbono.
38
VIII. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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de Carbono en Pequeñas Propiedades Rurales -- 1. ed. -- Lima, Perú.:
Centro Mundial Agroflorestal (ICRAF) / Consórcio Iniciativa Amazônica
(IA). 79 p.
SEGURA, M., KANNINEN, M., 2002. Inventario para estimar carbono en
ecosistemas forestales tropicales. In Orozco, L; Brumer, C. eds.
Inventarios forestales para bosques latifoliados en América Central.
CATIE. P 202 – 212. (Series Técnica, Manual Técnico N° 50).
UBILLUS, 2014. Contenido del carbono almacenado del suelo en el cultivo de
naranja (citrus sinensis) y pastizal a diferentes profundidades en el
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VASQUEZ, R., RIOS, J., VALNCIA, F., MUÑOZ, M. 2008. Caracterización de los
sistemas agroforestales de la cuenca media margen derecha del rio
Huallaga – Aucayacu – Perú, UNAS.
45
IX. ANEXO
46
Anexo 1. Datos de densidad aparente, carbono en el suelo.
Cuadro 7. Densidad aparente en los diferentes sistemas de uso
Densidad aparente
Sistema de uso Profundidad (cm) Muestra Suelo seco (gr)
Volumen cilindro (cm3)
Da (g/cm3)
Bosque
0-10 A1 144 138.54 1.04
10-20 A2 153 138.54 1.10
20-30 A3 139 138.54 1.00
0-10 B1 138 138.54 1.00
10-20 B2 141 138.54 1.02
20-30 B3 160 138.54 1.15
Cacao
0-10 A1 152 138.54 1.10
10-20 A2 148 138.54 1.07
20-30 A3 153 138.54 1.10
0-10 B1 163 138.54 1.18
10-20 B2 139 138.54 1.00
20-30 B3 170 138.54 1.23
Naranja
0-10 A1 166 138.54 1.20
10-20 A2 173 138.54 1.25
20-30 A3 166 138.54 1.20
0-10 B1 163 138.54 1.18
10-20 B2 175 138.54 1.26
20-30 B3 166 138.54 1.20
Coca
0-10 A1 174 138.54 1.26
10-20 A2 171 138.54 1.23
20-30 A3 128 138.54 0.92
0-10 B1 178 138.54 1.28
10-20 B2 171 138.54 1.23
20-30 B3 191 138.54 1.38
47
Cuadro 8. Carbono orgánico en el suelo en los diferentes sistemas de uso
Carbono en el suelo
Sistema de uso
Profundidad (cm) muestra
Da (kg/m3) %MO
CO (%)
W Capa suelo( t)
C (tn/ha)
promedio parcial
total S. U. (tn/ha)
Bosque
0-10 A1 1039 3.03 1.76 1039 18.25
10-20 A2 1104 2.65 1.54 1104 16.96
20-30 A3 1003 0.76 0.44 1003 4.40 39.61 37.35
0-10 B1 996 3.28 1.90 996 18.95
10-20 B2 1017 2.02 1.17 1017 11.91
20-30 B3 1155 0.63 0.37 1155 4.23 35.08
cacao
0-10 A1 1097 3.41 1.98 1097 21.67
10-20 A2 1068 1.77 1.02 1068 10.94
20-30 A3 1104 1.64 0.95 1104 10.50 43.11 42.12
0-10 B1 1176 3.28 1.90 1176 22.37
10-20 B2 1003 2.14 1.24 1003 12.48
20-30 B3 1227 0.88 0.51 1227 6.28 41.13
Naranja
0-10 A1 1198 2.40 1.39 1198 16.66
10-20 A2 1248 1.64 0.95 1248 11.87
20-30 A3 1198 0.76 0.44 1198 5.26 34.81 34.64
0-10 B1 1176 2.52 1.46 1176 17.21
10-20 B2 1263 1.76 1.02 1263 12.87
20-30 B3 1198 0.63 0.37 1198 4.38 34.46
Coca
0-10 A1 1255 2.14 1.24 1255 15.61
10-20 A2 1234 1.01 0.59 1234 7.22
20-30 A3 924 0.50 0.29 924 2.70 25.54 28.73
0-10 B1 1284 2.02 1.17 1284 15.03
10-20 B2 1234 1.51 0.88 1234 10.84
20-30 B3 1378 0.76 0.44 1378 6.05 31.92
48
Cuadro 8. Carbono en hojarasca en los diferentes sistemas de uso
Carbono en hojarasca (t/ha) en diferentes sistemas de uso
Muestra Bosque secundario Cacao Naranja Coca
M1 4480 3280 188 162
M2 3880 2700 120 98
M3 4500 3080 184 114
M4 4640 2100 168 120
M5 4660 2940 144 158
M6 3760 1720 118 160
M7 5040 3600 220 168
M8 5640 2900 174 194
M9 4320 4100 272 200
M10 3720 2680 228 104
M11 3940 2460 166 98
M12 4180 2780 118 148
M13 5120 3480 328 138
M14 5520 3020 254 162
M15 3900 1960 360 130
M16 4620 3340 252 96
M17 5300 2680 172 152
M18 5500 3600 140 180
M19 4380 3300 186 184
M20 4920 2540 256 160
Promedio 4.60 2.91 0.20 0.15
49
Anexo 2. Panel fotográfico.
Figura 7. Acceso al sistema del bosque secundario.
Figura 8. Reconocimiento y alineado del sistema con cacao.
50
Figura 9. Selección de las raíces del sistema de coca.
Figura 10. Clasificación de las raíces de los cuatros sistemas de usos.
51
Figura 11. Medición de materia orgánica en los cuatro sistemas de uso
Figura 12. Medición de densidad aparente en los cuatro sistemas de uso.
52
Figura 13. Selección de hojarasca del sistema de cacao al microondas.
Figura 14. Peso en seco de hojarasca de los cuatro sistema de uso.
53
Figura 15. Mapa de ubicación politica de la zona de estudio
54
Figura 16. Mapa de ubicación de las cuatro parcelas en estudio
55