IGA

INSTITUTO GNÓSTICO DE ANTROPOLOGÍA A.C.

XIX ENCUENTRO GNÓSTICO REGIONAL ZONA CENTRO,

PACHUCA HIDALGO

“DEVELANDO LOS MISTERIOS DE LA

SABIDURIA MILENARIA”

25 y 26 de abril de 2015

V.M. LITELANTES V.M. SAMAEL AUN WEOR

“Es muy triste vivir comiendo teorías. Lo mejor es trasmutar la

sabiduría en amor”.

En el estado de Hidalgo se aglutinan no solamente diversos ecosistemas que enriquecen el variado mosaico del patrimonio natural de nuestro país, sino además, sobre su heterogéneo territorio también se encuentran extraordinarios sitios arqueológicos de diferentes épocas y culturas, que entre otras cosas, contribuyeron a conformar el poderoso Imperio Tenochca, que dio cuenta de la llegada de los españoles a estas tierras del por entonces denominado Nuevo Mundo.

Entre otros, no podemos dejar de citar los importantes sitios teotihuacanos de Huapalcalco y el de Xihuingo, los sitios pertenecientes a la Cultura Xajay como el Pahñu, Zethe, Zidada y Taxangú el sitio tolteca de Tula, hogar de mítico y legendario Ce Acatl Topiltzin Quetzalcoatl y los numerosos sitios que conformaban la Teotlalpan “tierra de los dioses” a la llegada de los españoles.

En muchos casos, al proceso de conquista corrió paralelo el proceso de pacificación y de evangelización, y por lo tanto, el de la destrucción de las antiguas formas prehispánicas políticas, económicas y religiosas, no solo en términos materiales sino espirituales o en otras palabras, el intento despiadado de su aniquilamiento artístico, filosófico, científico y espiritual.

Estas acciones estuvieron dedicadas a apuntalar la nueva política económica extranjera, a enriquecer a los encomenderos y a implementar una forma de cristianismo medieval muy apartado del autentico espíritu y los valores cristianos del Evangelio, baste por ejemplo recordar las atrocidades cometidas en nombre de Dios por el Tribunal del Santo Oficio, que dependía directamente del Consejo de la Suprema Inquisición.

En lo que actualmente conforma el territorio del estado de Hidalgo, muy pronto son destruidas las principales capitales prehispánicas de los pueblos nahuas y otomíes, muchas veces descritos en las fuentes coloniales genéricamente con el nombre de chichimecas, peregrinantes tribus norteñas vinculadas con el mítico Aztlán “lugar de garzas” o Chicomoztoc “lugar de las siete cuevas”.

La mayoritaria población indígena, nativa, salvo contadas excepciones, es congregada en nuevos pueblos en cuyos centros se establecen las nuevas instituciones virreinales en el esquema tradicional : la Iglesia, el Palacio de Gobierno y la Plaza Pública.

Paradójicamente son, sin embargo, sumamente valiosos los esfuerzos de algunos de los evangelizadores de los primeros años de la colonia española que parcialmente documentan la historia y lo que todavía sobrevive del mundo prehispánico de su época, como las realizadas por Fray Bernardino de Sahagún, quien radicó por varios años en el pueblo que actualmente se llama Ciudad Sahagún, recopilando diligentemente, con la ayuda de jóvenes indígenas escribanos y viejos informantes nahuas -seguramente en su mocedad pertenecientes a los calpulli de Tenochtitlán- la antigua y extraordinaria Sabiduría Mesoamericana.

Las acciones bélicas, los despiadados y onerosos tributos, la saña cruel de los encomenderos ávidos de riquezas materiales y particularmente las epidemias venidas del viejo mundo, contribuyen a que la población decrezca, en algunos lugares al punto del exterminio.

La nueva religión es adaptada a las antiguas formas religiosas. Actualmente en muchas comunidad tradicionalistas otomíes del Valle del Mezquital, el Cristo no es el hijo de la Virgen María sino de la Biznaga, cuyo significado oculto nos remite a la necesaria purificación y al sacrificio.

Rápidamente la industria minera se vuelve preponderante, la presencia de metales preciosos como el oro y la plata multiplican la codicia y la inhumana explotación, sin embargo en muy pocas manos quedan tan fabulosos capitales, citemos el caso de los escasos monumentos y edificios en la capital del estado, la Bella Airosa, que dan constancia de la escasa inversión del gobierno en contradicción a tan despiadado despojo.

Los ires y venires de la historia nos hacen llegar a la Independencia de México. El cura Miguel Hidalgo enarbola el estandarte de la Virgen María y su Grito de Independencia, a la par de sus justos reclamos, es secundado en muchos estados y municipios. Cabe citar el caso del municipio hidalguense de Huichapan, en donde Ignacio López Rayón y Andrés Quintana Roo conmemoran por primera vez dicho grito, en el año de 1812, desde el balcón de la casa conocida como El Chapitel.

Más tarde, el sacrificio del cura Hidalgo se verá recompensado y en muchos casos su reconocimiento se hará palpable, como lo demuestra el nombre de nuestro propio estado, por aquel entonces todavía conformando la porción norte del estado de México.

Por iniciativa del presidente Benito Juárez, el 16 de enero de 1869 se crea el estado de Hidalgo bajo el cobijo de la Masonería, como lo prueban y comprueban actualmente no solo el escudo del estado de Hidalgo, sino también diversos monumentos públicos e instituciones educativas, en los que la mayor parte de la población no repara, aun cuando su iconografía sea sobradamente explicita.

La intervención norteamericana junto con la complicidad de Antonio López de Santana nos hacen perder la mitad del territorio nacional, más de 2 millones de km2. Por aquellos años la ciudad de Pachuca no lo es tanto. Hoy tiene más de 267,000 habitantes y en su zona metropolitana se aglutina más de 512,000 personas.

Con la maquinada prolongación de Revolución Mexicana desde el extranjero, no solo se pierden millones de vidas, sino que también las instituciones se diluyen y el país cae en un doloroso rezago, un venir a menos que las potencias extranjeras, particularmente el vecino del norte, aprovechan para llevar a cabo e instaurar en nuestro país sus ominosos intereses políticos y económicos.

En nuestro estado, personajes como Felipe Ángeles pasan a la historia por sus gestas heroicas durante la Revolución. Finalmente el pueblo, la gente, recibe la ansiada propiedad de la tierra y un poco de libertad, lo que significa el fin de los hasta entonces influyentes y generalmente despiadados hacendados, herederos del antiguo régimen, junto con sus haciendas pulqueras.

De 1824 a 1906 Pachuca tiene una estrecha asociación con Cornualles, Inglaterra, palpable actualmente no solo en el ámbito culinario, con la introducción de los pastes ó desde el punto de vista arquitectónico como por ejemplo con esas construcciones de techos rojos a dos aguas, también lo es en el ámbito deportivo con el primer club de futbol en el país.

En este sentido, en icono más representativo de la ciudad de Pachuca es el Reloj Monumental, inaugurado con motivo de centenario de la independencia y que tiene una réplica del famoso carrillón del Big Ben instalado en el Parlamento de Londres, Inglaterra.

El tiempo de la preponderancia indígena y su mundo prehispánico quedan atrás, el sincretismo prevalece y diversas filosofías y formas religiosas reverdecen. Actualmente la mayor parte de la población es mestiza y en el pueblo mexicano se acrisolan muchas realidades. Es pues el estado de Hidalgo un rico mosaico de tradiciones, costumbre e historia que vale la pena escudriñar a la luz de la reveladora y luminosa enseñanza gnóstico esotérica de nuestros Amados y Venerables Maestros Samael Aun Weor y Litelantes.

LOS ESPEREMOS A NUESTRO

“XIX ENCUENTRO GNÓSTICO ZONA CENTRO”

V.M. LITELANTES V.M. SAMAEL AUN WEOR

A realizarse en la Ciudad de Pachuca, Hidalgo en el SALÓN MISHÁ (atrás del restaurante El Barbón) ubicado en la colonia San Antonio el Desmonte, a un costado de la carretera México-Pachuca, los días sábado 25 y domingo 26 de abril de 2015 .Informes: mixbal@hotmail.comCelular: 7711911345