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IM ME MORÍAM, ALDO ALBONICO OSVALDO RODRÍCÍLT./. P. H ace Linos días nos llegó la crisre noticia: Aldo Albo- nico, el entrañable amigo y colega de tantas jornadas, había muerto en Milán. El comunicado breve, escueto, condensado en su dolor, nos lo enviaba Giuseppe Bellini: "Con gran tristeza tengo que comunicarte que nuestro querido compañero y amigo Aldo Albonico nos ha dejado a fines del pasado mes de agosto". Había sucedido lo irremediable, pese al íntimo deseo de sus amigos que esperábamos un milagro pensando en su juventud. No fue así, no pudo ser: Aldo se nos fiae con el estío. Es cierto, hemos perdido un amigo entrañable que será imposi- ble olvidar, pero nos queda su obra. Non omnis moriar, dice Horacio en una de sus Odas (111,30,6), pensando en la trascen- dencia del ser más allá de la muer- te a través de su escritura. Sin duda, el poeta latino tenía razón, porque hoy, al evocar a nuestro amigo ausente, aflora ese espíritu inquieto, siempre curioso e inda- gatorio que encauzó su hacer inte- lectual y que dio lugar a estudios ñindamentales, de extraordinaria inteligencia. Tal es la impronta de sus escri- tos y el legado que representa su obra. A través de ella vemos a nuestro amigo incursionar, con igual solvencia, en el ámbito his- tórico y literario. Para él ambas disciplinas no constituían compar- timentos estancos y sus trabajos dan buena cuenta de ello. Aparte Aldo Albonico de sus estudios sobre el mundo iberístico, gran parte de su queha- cer intelectual lo dedicó a tender un puente de enlace entre Italia y Latinoamérica. Su preocupación por la historia, el pensamiento y la literatura latinoamericana es evi- dente en sus escritos. A través de esta fase de su trabajo evocamos su figura, porque en ese terreno hablamos el mismo idioma. En primer lugar, un texto clave: Bibliografía della storiografia e puhblicistica italiana sull'America Latina (1981). Luego aparecerán otros escritos fundamentales sobre el tema, en la forma de libros o artículos: "Las investigaciones his- tóricas sobre la emigración italiana hacia América Latina" (1983), h'America Latina e lltalia (1984), Le relazioni dei protagonisti e la cro- nachistica della conquista del Perii (1984) y su estudio "L'America in un epístola theologica di Giovanni Botero" (1991), que luego se con- vertirá en el libro // mondo america- no di Giovanni Botero (1990), en el que se incluye una selección del "Epistolario" de la Relationi Universali. Perduran, conservando toda su vigencia, sus reflexiones sobre el fenómeno de la emigra- ción ítalo-argentina en trabajos tales como "Italia y Argentina: política, emigración e información periodística" (1992) y sus profun- das incursiones en el pensamiento humanista sobre Indias, a través de estudios como el titulado "Controversi riferimenti alie Indie in due umanisti siciliani: Lucio Marineo e Bernardo Gentili" (1992). Pese a su breve existencia, Aldo Albonico nos dejó un impor- tante legado en el ámbito de los estudios literarios. Fiel a ese espí- ritu creativo que lo caracterizó comparte la dirección de Quaderni di Letterature Iheriche e Iberoa- mericane con Giuseppe Bellini y Maria Teresa Cataneo. Leemos sus inteligentes reflexiones sobre el pensamiento político-literario de M. A. Asturias {vid.: "Buscando la médula política de Miguel Ángel Asturias: el diario de viaje a Rumania como botón de mues- tra", 1996) y, en la misma línea, su estudio sobre Oficio de difuntos "quale espressione deiresperienza política e vítale di Arturo Uslar Pietri". Este último trabajo es publicado en El Girador (1993), a propósito del homenaje a Giuseppe Bellini, que él mismo promueve, junto a otros discípulos y amigos del maestro. Con la misma solvencia intelectual lo Espejo de paciencia • 1999 • n° 109

IM ME MORÍAM, ALDO ALBONICO · 2021. 1. 29. · su estudio sobre Oficio de difuntos "quale espressione deiresperienza política e vítale di Arturo Uslar Pietri". Este último trabajo

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  • IM ME MORÍAM, ALDO ALBONICO

    OSVALDO RODRÍCÍLT./. P.

    Hace Linos días nos l legó la crisre not ic ia : Aldo A l b o -nico, el entrañable amigo y colega

    de tantas jornadas, había muerto

    en Milán. El comunicado breve,

    escueto, condensado en su dolor,

    nos lo enviaba Giuseppe Bellini:

    "Con g r a n t r i s t e z a t e n g o q u e

    comunicarte que nuestro querido

    c o m p a ñ e r o y a m i g o A l d o

    Albonico nos ha dejado a fines del

    pasado mes de a g o s t o " . H a b í a

    sucedido lo irremediable, pese al

    ín t imo deseo de sus amigos que

    esperábamos un milagro pensando

    en su j u v e n t u d . N o fue así, no

    pudo ser: Aldo se nos fiae con el

    estío.

    Es c ier to , hemos perd ido un

    amigo entrañable que será imposi-

    b le o lv idar , pe ro nos q u e d a su

    o b r a . Non omnis moriar, d i ce

    H o r a c i o en u n a de sus Odas

    (111,30,6), pensando en la trascen-

    dencia del ser más allá de la muer-

    te a través de su escr i tura . Sin

    duda, el poeta latino tenía razón,

    porque hoy, al evocar a nues t ro

    amigo ausente, aflora ese espíritu

    inquieto, siempre curioso e inda-

    gatorio que encauzó su hacer inte-

    lectual y que dio lugar a estudios

    ñindamentales, de extraordinaria

    inteligencia.

    Tal es la impronta de sus escri-

    tos y el legado que representa su

    obra . A t ravés de el la vemos a

    nues t ro amigo incurs ionar , con

    igual solvencia, en el ámbito his-

    tórico y l i terario. Para él ambas

    disciplinas no constituían compar-

    t imentos estancos y sus trabajos

    dan buena cuenta de ello. Aparte

    Aldo Albonico

    de sus estudios sobre el m u n d o

    iberístico, gran parte de su queha-

    cer intelectual lo dedicó a tender

    un puente de enlace entre Italia y

    Lat inoamérica. Su preocupación

    por la historia, el pensamiento y la

    literatura latinoamericana es evi-

    dente en sus escritos. A través de

    esta fase de su trabajo evocamos su

    f i g u r a , p o r q u e en ese t e r r e n o

    hablamos el mismo idioma.

    En p r i m e r l u g a r , u n t e x t o

    clave: Bibliografía della storiografia

    e puhblicistica italiana sull'America

    Latina (1981) . Luego aparecerán

    otros escritos fundamentales sobre

    el tema, en la forma de libros o

    artículos: "Las investigaciones his-

    tóricas sobre la emigración italiana

    hacia A m é r i c a La t ina" ( 1 9 8 3 ) ,

    h'America Latina e lltalia (1984),

    Le relazioni dei protagonisti e la cro-

    nachistica della conquista del Perii

    (1984) y su estudio "L'America in

    un epístola theologica di Giovanni

    Botero" (1991), que luego se con-

    vertirá en el libro / / mondo america-

    no di Giovanni Botero (1990), en el

    que se incluye una selección del

    " E p i s t o l a r i o " de la Relationi

    Universali. Perduran, conservando

    toda su vigencia, sus reflexiones

    sobre el fenómeno de la emigra-

    ción í ta lo-argent ina en trabajos

    tales como "I tal ia y Argen t ina :

    política, emigración e información

    periodística" (1992) y sus profun-

    das incursiones en el pensamiento

    humanis ta sobre Indias, a través

    de e s t u d i o s c o m o el t i t u l a d o

    "Controversi riferimenti alie Indie

    in due uman i s t i sicil iani: Lucio

    M a r i n e o e B e r n a r d o G e n t i l i "

    (1992).

    Pese a su b reve e x i s t e n c i a ,

    Aldo Albonico nos dejó un impor-

    tante legado en el ámbito de los

    estudios literarios. Fiel a ese espí-

    r i t u creat ivo que lo caracterizó

    comparte la dirección de Quaderni

    di Letterature Iheriche e Iberoa-

    mericane con Giuseppe B e l l i n i y

    Maria Teresa Cataneo. Leemos sus

    in te l igentes reflexiones sobre el

    pensamiento político-literario de

    M. A. Asturias {vid.: "Buscando la

    médula política de Miguel Ángel

    A s t u r i a s : el d i a r i o de via je a

    R u m a n i a como bo tón de m u e s -

    tra", 1996) y, en la misma línea,

    su estudio sobre Oficio de difuntos

    "quale espressione deiresperienza

    polít ica e vítale di Arturo Uslar

    P i e t r i " . Es te ú l t i m o t raba jo es

    publicado en El Girador (1993), a

    p r o p ó s i t o de l h o m e n a j e a

    Giuseppe Bell ini , que él mismo

    promueve, junto a otros discípulos

    y a m i g o s de l m a e s t r o . C o n la

    m i s m a solvencia i n t e l ec tua l lo

    Espejo de paciencia • 1999 • n° 109

  • IM MEMORIAM, ALDO ALBÓNICO

    vemos incursionar en la época de la conquista y de la colonia latino-americana, con trabajos tan impor-tantes como "Le relazioni dei pro-tagonisti e la cronachistica della conquista del Perú" (1984) o el t i tu lado "Anacaona, reina de Jaraguá, en las crónicas del descu-brimiento y en la literatura ocho-centista" (1990). Su estudio intro-ductorio a la edición Delle Lettere Americane, que él mismo publicara en 1988, es clave para comprender el pensamiento y la significación de Gian Rinaldo Carli en una época particularmente conflictiva de la historia de América.

    También es imprescindible, en el ámbito de los estudios coloniales, la selección antológica de los Comentarios Reales, precedida de un inteligente trabajo introductorio que se publica con el nombre de El inca Garcilaso, revisitado (1996).

    La labor intelectual de nuestro amigo Aldo Albónico tampoco obvió indagaciones esenciales en el ámbito de la literatura de nuestro tiempo. Con el rigor y la sensibili-dad propia de sus escritos nos legó importantes estudios sobre la fic-cionalización de la historia en la narrativa contemporánea. En esta línea recordamos sus reflexiones

    sobre "II Bolívar di Garcia Márquez tra storia e invenzione" (1990). En fin, podríamos seguir desplegando el legado intelectual que representa la obra de Aldo Albónico, pero a los que fuimos sus amigos nos interesa ahora recrear, a través de su escritura, ese espíritu inquieto, indagatorio que con rigor pero, sobre todo, con honestidad, nos transmitía con entusiasmo en sus conversaciones. Por ello, desde las páginas de esta revista, con dolor, nos despedimos del amigo ausente con la profunda reflexión nerudiana sobre el desti-no humano:

    No hay albedrío para los que somos

    fragmento del asombro,

    no hay salida para este volver

    a uno mismo, a la piedra de uno mismo,

    ya no hay más estrella que el mar.

    Espejo de paciencia • 1999 • n° 110

  • COLABORAN EN ESTE NUMERO:

    FERNANDO AINSA, narrador y ensayista uruguayo, fue hasta hace poco direc-tor Uterario de Ediciones UNESCO y en la acutaUdad reside en España; GUILDA IBACETA PÉREZ, ensayista y crítica chilena, especialista en la obra de Ariel Dorfman, profesora de la Universidad Católica de Valparaíso; S U S A N A G. ARTAL, poetisa y ensayista argentina, profesora de la Universidad de Buenos Ai res ; V I C T O R I A M A R T Í N E Z A. , ensayis ta , c r í t ica y profesora de la Universidad de Córdoba, Argentina; NICOLÁS GUILLEN (Cuba, 1902-1989), uno de los más importantes poetas hispanoamericanos de este siglo; MANUEL PADORNO, poeta y pintor canario; JAVIER CABRERA, poeta y ensayista cana-rio; PAULA NOGALES ROMERO, poetisa y narradora canaria; A N T O N I O PUENTE, poeta y periodista canario; MANUEL D Í A Z MARTÍNEZ, poeta, ensayista y periodista cubano; JUSTO JORGE PADRÓN, poeta canario; JOSÉ CABALLERO MILLARES, poeta canario; ALEXIS D Í A Z PIMIENTA, poeta y narrador cubano, autor de la novela Prisionero del agua, con la que obtuvo el premio

    de novela Alba-Prensa Canaria 1998; LUIS NATERA MAYOR, poeta canario, catedrático de Francés en el Instituto de Bachillerato a Distancia de Las Palmas;

    T I N A SUÁREZ ROJAS, poetisa y ensayista canaria; PEDRO FLORES, poeta canario; FEDERICO J. SILVA, poeta canario; JOSÉ CARLOS GALLARDO, poeta, narrador, teatrista y ensayista granadino, reside en Buenos Aires; JOSÉ MARÍA MILLARES SALL, poeta canario cuyo últ imo libro publicado, Sillas, ganó el premio "Tomás Morales" de 1998; PATROCINIO GIL SÁCHEZ, poeta español, autor de los poemarios Rosas de un día y Me lo dijeron tus ojos, entre otros;

    ALBERTO R U Y - S Á N C H E Z , narrador mexicano; A N T O N I O BENÍTEZ-ROJO, n a r r ado r y ensay i s t a c u b a n o , profesor del A m h e r s t C o l l e g e , de Massachusetts, cuya novela El mar de las lentejas acaba de ser publicada en España;

    ÁNGELES MATEO DEL P I N O , ensayista y crítica canaria, profesora de la Universidad de Las Palmas y estudiosa de la obra de Josefina Plá; JOSEFINA PLÁ, poetisa y prosista nacida en Isla de Lobos, Canarias, recientemente fallecida en Paraguay, su país de adopción; EBERTO GARCÍA ABREU, teatrista cubano; E D U V I G I S H E R N Á N D E Z CABRERA, crítica canaria de artes plásticas; E D U A R D O GONZÁLEZ ASCANIO, narrador canario, ganador del V Premio de Cuento "Ateneo de La Laguna" con su libro Para después de colgar, INMACU-L A D A GARCÍA G U A D A L U P E , crítica canaria, colaboradora de Cuadernos Hispanoamericanos; GUILLERMO GARCÍA-ALCALDE, musicólogo y periodista español; OSVALDO RODRÍGUEZ P., crítico y catedrático chileno, profesor de la Universidad de Las Palmas; FELO M O N Z Ó N (Las Palmas de Gran Canaria, 1910-1989), uno de los más relevantes pintores canarios contemporáneos, gran

    parte de cuya obra fue expuesta el verano pasado en el Centro Atlántico de Arte

    Moderno, de Las Palmas; MARTA MARINO CASILLAS, CARMEN AGUI-LAR SANTANA, A U G U S T O VIVES, ROSA DELIA MARRERO SANTA-N A , J U A N MARQUÉS, pintores canarios; LORENZO MENA, pintor cubano radicado en Madrid; OMAR SANTANA, dibujante cubano, reside en Santa Cruz de Tener i fe ; B R U N O R O M B I , p o e t a , d i b u j a n t e y t r a d u c t o r i t a l i a n o ,

    reside en Genova.