IMPORTANCIA DE LA LABOR DEL CONTADOR PÚBLICO EN LAS POLÍTICAS DE RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL

THE IMPORTANCE OF THE ACCOUNTANT LABOR IN CORPORATE SOCIAL RESPONSIBILITY POLICIES

Autor

Heffner, Yamila Micaela E-mail heffneryamila@gmail.com Eje temático

Contabilidad, auditoría y tributación. Palabras clave Contador Público, Responsabilidad Social Empresarial, Contabilidad social, Contabilidad medioambiental, Balance social, Ética profesional. Resumen La incorporación de políticas de Responsabilidad Social Empresarial en las organizaciones exige la mayor disposición y profesionalismo de cada uno de los miembros de la empresa para el cumplimiento de los objetivos y la misión corporativa por medio de su estrategia. Es por ello que, dado su rol, el Contador Público no puede ser ajeno a su participación activa en la adopción e implementación de dichas políticas, estableciéndose un nuevo escenario que va más allá del desempeño de las tareas típicas de su profesión basadas en el diligenciamiento de libros, procesamiento de información, análisis financieros y control contable.

Este ensayo relaciona la importancia del Contador Público como pieza fundamental en el cumplimiento de las políticas de Responsabilidad Social de la empresa, la contabilidad socio-ambiental y su injerencia en el proceso de toma de decisiones bajo las premisas de ética profesional y transparencia debiendo considerar que la información contable exponga los efectos sociales y medioambientales de su actividad.

Introducción

Los crecientes problemas ambientales y sociales que agobian al planeta han conllevado a transformaciones en todos los ámbitos; es así, como en el escenario empresarial ha surgido lo que hoy se conoce como Responsabilidad Social Empresarial (RSE), la cual según Hernández (2008):

Hace referencia al grado de compromiso que tiene un ente empresarial con respecto a los demás actores sociales con los cuales interactúa como consecuencia directa del desarrollo de su actividad productiva; dicho compromiso traspasa los límites puramente financieros.

La Responsabilidad Social Empresarial (RSE) se ha convertido en un paradigma cada vez más importante en los últimos años para las empresas, quienes, a través de estas prácticas, buscan que el impacto positivo que causan en la sociedad se traduzca en una mayor competitividad y sostenibilidad. Al respecto, Samsudin, Raharja, Saefullah y Rizal (2019, p. 212) afirman que “la implementación de la RSE debe enfatizar los aspectos económicos, sociales y ambientales basados en tres principios básicos a los que refiere el triple bottom line (TBL) o triple resultado que incluyen las ganancias, las personas y el planeta.” Estas variables intangibles plantean un gran reto para las empresas y organizaciones: medir con la misma exactitud el nivel de resultados económicos y el nivel de cumplimiento de los objetivos sociales.

La empresa moderna no puede limitarse a la responsabilidad única de ofrecer bienes y servicios, sino que debe incrementar sus objetivos empresariales incorporando los que hacen referencia al entorno natural y social con el que potencialmente puede relacionarse cada una. Las entidades empresariales modernas tienen que ensanchar sus funciones y objetivos de negocios como consecuencia de la asunción de nuevas responsabilidades sociales, pasando de la maximización del beneficio a la incorporación de aspectos sociales y naturales en el ámbito de sus propias decisiones (Díaz, 2003).

Fernández (2009) manifiesta que las organizaciones socialmente responsables direccionan las estrategias corporativas hacia la consecución de objetivos económicos, sociales y ambientales: “una empresa socialmente responsable busca en todo momento un triple beneficio entre rentabilidad económica,

mejora del bienestar social de la comunidad y preservación del medio ambiente”.

En ésta tarea, según Reyes y Leal (2019), el contador público desempeña un papel fundamental en el vínculo de la contabilidad con la responsabilidad social. En primer lugar, es función del contador público la elaboración de la información contable y además, le corresponde el análisis de cómo esta información puede hacer seguimiento a los recursos invertidos en proyectos de índole social, protección del medio ambiente y cambios tecnológicos.

Para garantizar que la RSE sea beneficiosa tanto para las empresas como para la sociedad, es importante que su implementación esté en línea con la estrategia comercial de la empresa que requerirá el apoyo y contribución del conocimiento de un contador público. Al respecto Rubio (2016, p. 3) afirma que la participación del profesional:

Da un valor agregado a la implementación de políticas corporativas asociadas no sólo al ámbito financiero, sino también, al desarrollo operativo, los compromisos sociales, laborales, del medio ambiente y derechos humanos, en cumplimiento siempre de la función de un contador público, como garante de la integridad de la información contable, con lo cual se cumple su labor de apoyo directa a la alta gerencia en el proceso de toma de decisiones que tengan relación particularmente con estrategias de RSE.

Es así que la RSE representa una gran dimensión que va más allá de la empresa y de la información financiera. A través de esta investigación se pretende demostrar que las compañías no solo se enfocan en sus intereses para obtener ganancias, sino que también tienen en consideración los intereses del entorno externo y los impactos sociales generados por las políticas y proyectos de responsabilidad social ejecutados por las empresas. Además, se busca establecer una relación entre los aspectos que involucran al contador público en las políticas de RSE y la relevancia del correcto desempeño de sus funciones. Esto se define con la finalidad de brindar apoyo a la alta gerencia durante el proceso de toma de decisiones, incluyendo principios como la ética profesional y la integridad a través de la fe pública en los actos celebrados por la organización.

Desarrollo

Ante la constante dinámica de la economía mundial y la globalización, la RSE surge como una posibilidad para las corporaciones de acercarse a la sociedad de una forma positiva, liberándolos del concepto netamente de venta de productos y servicios.

Esta temática empieza a gestarse alrededor de 1950 y tiene íntima relación con la evolución operada en el concepto de organización, al considerársela como un subsistema del sistema socio-ambiental del que forma parte y reconocerse el efecto que produce su accionar tanto en la sociedad como en el ambiente. Paulatinamente se les asigna mayor responsabilidad a las organizaciones por los efectos que produce su actividad, y en ese devenir, algunas de ellas asumen esa responsabilidad en forma voluntaria (Fernández & Geba, 2008).

La implementación de la RSE a través de los tres aspectos que incluye el TBL necesita un compromiso muy centrado de pensamiento estratégico a largo plazo, así como la alineación, planificación e implementación de dichas estrategias. “Hay dos aspectos que las organizaciones deben considerar para garantizar la integración exitosa de TBL junto con la estrategia de la empresa. La primera, la sostenibilidad necesita mucha innovación. El segundo punto es que las estrategias de sostenibilidad deben ser personalizadas” (Essays UK, 2018, Appropriate Strategies and Recommendations, párr. 1).

De acuerdo a lo descripto por Fernández y Geba (2008), una actitud empresarial socio-ambientalmente responsable y activa implica:

- Cumplir con sus objetivos,:

- respetar la ley y los derechos de los demás,

- respetar las normas éticas autoimpuestas en sus respectivos códigos,

- en base a ellas, no hacer aquellas cosas que puedan empeorar la sociedad y su medioambiente, y

- hacer las que puedan mejorarla.

Es decir que no basta con no hacer lo considerado moralmente incorrecto, las empresas deben asumir un rol positivo en la sociedad tratando, desde el

ejercicio de su actividad, de contribuir al bienestar general, al desarrollo sustentable.

Si bien la responsabilidad de lograr un desarrollo sustentable es de todos, al referirnos a la responsabilidad social de informar sobre el ejercicio de dicha responsabilidad, es donde cobra relevancia el aporte profesional del contador público. La contabilidad desde su ontología es también social y no solamente financiera y tributaria, y es por esto que en la actualidad se puede establecer un vínculo directo entre la ciencia contable y las políticas de RSE, implantado el uso de los modelos de Balance Social, documento que según García (2007):

Es un tipo de informe social que pretende constituir una alternativa al compromiso de los entes públicos o privados para rendir cuenta sobre su responsabilidad social.

Esta información será de interés para diversos sectores de la sociedad, motivo por el cual, debemos considerar a los usuarios en un sentido más amplio que el de los inversores, incluyendo a otros interesados y grupos de presión, tales como el gobierno y los consumidores.

La aplicación de las políticas de RSE se ha convertido en una buena estrategia para fortalecer la gestión de las empresas y es allí donde el contador público, mediante el cumplimiento de sus responsabilidades, se convierte en garante de transparencia y confianza en lo que corresponde a proveedores, aumento de la rentabilidad y la productividad, disminución de los diferentes riesgos operacionales y la elaboración de informes (Rubio, 2016).

Es así que a las tareas tradicionales del contador, como la confección de estados financieros o el asesoramiento impositivo, se le suman otras, como su participación en el Balance Social y Medioambiental: informe que será necesario y casi ineludible para poder competir.

Los gerentes ven el aumento del apoyo social como consecuencia de la implementación del TBL. La compañía podría experimentar mayores ingresos y participación de mercado, mayor retención de empleados que prefieren obtener salarios más bajos pero trabajar con instituciones responsables.

Una organización que desea gozar de los beneficios que la RSE implica debe gestionarse con una actitud socio-ambientalmente responsable y pro-activa. Debe administrarse para lograr el cumplimiento de sus objetivos sin

comprometer el desarrollo de las generaciones futuras. Para lograrlo, debe contar con información adecuada para la planificación, la toma de decisiones y el control, donde se armonicen los objetivos económico-financieros con los socio-ambientales. (Fernández & Geba, 2008)

Por su parte, la Norma Internacional ISO 26.000 destaca siete pilares (Ver Figura 1) sobre los cuales se fundamenta la RSE. Los mismos son definidos como herramientas para potenciar el crecimiento económico de las empresas siendo necesaria la consideración de aspectos como la diversidad social, ambiental, legal, cultural, política y organizacional (ISO26000, 2010; Rubio, 2016). En cada uno de los principios incluidos en la figura se representan aspectos propios de la función del contador público en la organización, lo que supone una relación directa de la actividad del profesional con los propósitos de la RSE.

Figura 1

Pilares sobre los cuales se fundamenta la RSE

Tomada de “La responsabilidad social empresarial del contador público y la ética profesional,” por L. D. Rubio, 2016, trabajo de grado, p. 5.

Dentro de los principales objetivos y principios del contador público se pueden nombrar el de crear la cultura de la ética de la profesión, puesto que la contabilidad tiene principios fundamentados, como lo es la confiabilidad y la verificabilidad, el compromiso del profesional en dar fe pública sobre las actividades económicas que tiene una organización, de la veracidad de la información y de la ética (Rubio, 2016).

Es relevante mencionar que existen tres líneas o subsistemas que hacen parte de la responsabilidad social aplicadas desde la parte contable como lo son: la contabilidad medioambiental, la contabilidad de los recursos humanos y la contabilidad social (Véase Figura 2).

Una de las ramificaciones de la Contabilidad Social de mayor relevancia es, sin duda, la Contabilidad medioambiental ya que el creciente deterioro del medio

ambiente, ocasionado por la actividad humana, está provocado fundamentalmente por las actividades empresariales de industrias correspondientes a sectores altamente contaminantes (Díaz, 2003).

Contabilidad medioambiental

Contabilidad de RRHH

Contabilidad social

Figura 2

Líneas de la RSE asociadas a la contabilidad

La contabilidad medioambiental refiere a la necesidad de que la empresa se involucre con la problemática ambiental a nivel mundial. Por ello, según Díaz (2003) es preciso que las entidades integren la variable medio ambiente en su gestión a través del establecimiento de sistemas de gestión medioambiental y el establecimiento de políticas medioambientales. Derivado de estos sistemas y políticas medioambientales surge la necesidad de establecer también sistemas de información medioambiental, tanto para la colaboración con la gestión interna de la compañía como para satisfacer las demandas informativas de agentes sociales externos.

El subsistema ambiental trabaja con información cuantitativa pero no siempre en términos monetarios: diferentes unidades físicas se utilizan para construir sus indicadores; incluye indicadores relacionados con el impacto de los procesos, productos y servicios sobre el aire, agua, tierra, biodiversidad y salud humana. (García, 2008)

El rol del contador público en éste ámbito se basará principalmente en el desarrollo de los informes e indicadores y el seguimiento de cada una de las actividades que desempeña la empresa verificando los impactos de cada una de ellas evitando generar daños ambientales. Además se deberá enfocar en el análisis de las políticas públicas impuestas por los gobiernos y evaluar su implementación en la organización, tomando medidas de prevención y cumpliendo las normas.

En cuanto a la Contabilidad de recursos humanos, la misma supone la

incorporación de uno de los componentes fundamentales de la organización: el Capital Humano el cual es estudiado y analizado dentro de la contabilización del capital intelectual.

Desde al ámbito organizacional se ha adoptado el capital intelectual como una forma de hacer tangible la medición de aspectos relacionados a la contabilidad, y para ello se ha dividido en tres de sus principales recursos: (1) competencias, conocimientos, aptitudes, habilidades y know-how; (2) actitud, motivación, capacidad de liderazgo; y (3) agilidad intelectual, habilidad de los miembros de organización para innovar, pensar rápidamente, capacidad de adaptación, creación de sinergias, entre otros (Martínez, 2003). Si bien estos datos para la contabilidad serían subjetivos, sirven para que el contador pueda identificar el valor de los recursos humanos en la organización.

Finalmente, la Contabilidad social sirve para informar acerca de las diferentes actividades sociales y valores éticos de la empresa. Desde este campo la contabilidad se encarga de identificar y valorar información vinculada al grado de responsabilidad social de las organizaciones empresariales, incorporando datos relativos a las actuaciones de la empresa relacionadas con la protección del consumidor y de la comunidad, o de prestación de ayudas o servicios a la sociedad sin ánimo de lucro (Díaz, 2003).

El subsistema social está relacionado con los impactos que una organización causa en los sistemas sociales dentro de los que actúa. Éste, a la par de la contabilidad de RRHH, incluye indicadores relacionados con: salud y seguridad en el lugar de trabajo, estabilidad de los empleados, derechos laborales, derechos humanos, salarios y condiciones laborales; motivo por el cual, García (2008), afirma que la información es predominantemente de carácter cualitativo ya que las mediciones de aspectos éticos se tornan dificultosas.

Con la implementación de la RSE y la consideración de estos tres subsistemas, surge la presentación y confección del balance social como nuevo elemento en el rango de acción del contador público, sirviendo de herramienta para observar el comportamiento y el impacto de las empresas en distintos ámbitos. Astori (1981) señaló que “básicamente el objetivo de la elaboración del balance social es confeccionar y planificar programas que ayuden y fortalezcan los programas de RSE, informar a los sectores o grupos de interés y medir el rendimiento del RSE en las empresas”.

La elaboración periódica y sistemática de un Balance Socio-ambiental en base a un modelo de contenidos mínimos común, que surja de un proceso contable, presentado junto a los estados contables tradicionales, reporta múltiples beneficios según la perspectiva de Fernández & Geba (2008):

- Ofrece información económico-financiera y socio-ambiental homogénea y sistemática, que brinda una imagen más acabada de la organización.

- Pone de manifiesto la situación del ente en un momento determinado y la evolución operada a través del tiempo

- Facilita la comparación entre distintas organizaciones, promoviendo actitudes responsables y comprometidas con su entorno y las generaciones futuras.

Sin embargo, Rob Gray declara que se manifiesta una deficiencia de la teorización de la contabilidad tradicional, al haber “fallado en identificar que las cuentas sociales y ambientales estaban ausentes en su concepción del mundo”. Es así que mundialmente se comienzan a presentar diversos modelos de aplicación de Informes Sociales y Balances Sociales para poder gozar de los beneficios, siendo los siguientes los que han tenido mayor impacto a nivel internacional: Global Reporting Initiative (GRI, Iniciativa de Reportes Globales), “Indicadores ETHOS de Responsabilidad Social Empresarial”, Global Compact (pacto global) promovido por la ONU, Normas ISO 14.000, entre otros.

Haciendo enfoque a nivel nacional, el Instituto Argentino de Responsabilidad Social Empresaria (IARSE), edita la “Guía de Auto aplicación. Indicadores de Responsabilidad Social Empresaria” 2007/2008. La misma “comprende la adaptación a la realidad argentina del Manual de Indicadores de Responsabilidad Social Empresaria, publicado anualmente por el Instituto ETHOS de Brasil”. (Fernández & Geba, 2008)

Así mismo, cabe destacar que en Argentina se han elaborado varios modelos de balance social y socio-ambiental para entidades sin fines de lucro como cooperativas y entidades mutuales que han tenido aplicación práctica comprobada.

A raíz de esta investigación se puede identificar que la aplicación de las políticas de RSE van en expansión, previéndose que en algún momento se conviertan en exigencia para todas las organizaciones, sean con o sin fin de lucro. Actualmente, existe un fuerte incentivo para la elaboración de reportes de sostenibilidad que está determinado por el intento de las organizaciones a acceder a diferentes mercados, por lo que las empresas deben cumplir con algunas normas e iniciativas globales.

En la actualidad el trabajo del profesional en el ámbito de la RSE es de gran relevancia y representa en mayor medida los intereses de los usuarios, quienes esperan el mejor comportamiento posible de la organización dentro del cumplimiento de su actividad económica. Se observa la importancia de la información contable a partir de la necesidad de los diferentes usuarios para el desarrollo de sus actividades y para entender la dinámica organizacional desde el ámbito de la contaduría pública, siendo el común denominador la aplicación de conceptos asociados a la ética profesional y al servicio a la sociedad desde

diferentes ópticas, lo cual refleja inevitablemente un sentido socialmente responsable (Rubio, 2016).

Conclusión

La RSE representa alto valor para las organizaciones en la actualidad y supera en muchos aspectos el solo propósito de obtener más rendimientos económicos y la maximización de las utilidades, priorizando la creación de una imagen corporativa positiva que pueda ser percibida por el consumidor. Se han identificado aspectos de importancia que debe emprender el contador público desde su rol en la empresa como garante de la transparencia y la ética profesional en el ejercicio de su vida laboral, puesto que de esta manera contribuirá a la responsabilidad social.

Samsudin, Raharja, Saefullah y Rizal (2019), afirman que las empresas orientan su programa de RSE no solo centrándose en construir instalaciones sociales, proporcionar asistencia o infraestructura física para las comunidades de toda el área de la empresa, sino más bien a una educación comunitaria más amplia sobre temas de RSE y su impacto, demostrando los resultados que se pueden lograr a través de estos programas. De esta manera, si una empresa emite un reporte de sostenibilidad puede inducir a las otras empresas a imitarla ejerciendo presión en los competidores del mismo sector.

Las empresas tienen responsabilidad social y es a partir de la misma que deben emitir informes sociales que deben ser elaborados por contadores según principios contables (García, 2008). Las líneas de la RSE dan una visión sobre la participación del contador público en procesos relevantes dentro de la organización, siendo cada una de ellas un factor diferenciador para las empresas en las cuales se ejecuta la contabilidad medioambiental, social y de recursos humanos. En cada una de estas áreas de la contabilidad, se establecen funciones que están relacionadas con las políticas que profesa la RSE y por tal motivo se debe incorporar al profesional de la contaduría en la consolidación de las estrategias de RSE que más se ajusten a la corporación.

Finalmente es importante destacar que para el contador público se están abriendo nuevos espacios en la organización que superan el solo concepto de la elaboración de informes contables y le exigen nuevas competencias que faciliten su labor frente al cumplimiento de los parámetros que exige la RSE. Al respecto, Rubio (2016) considera fundamental fortalecer todos los sistemas de

información contable para consolidar una cultura organizacional asociada a las buenas prácticas, las cuales deberán vincular activamente al profesional para que dentro de sus funciones apoye el proceso de toma de decisiones de la alta gerencia en los aspectos relacionados con las políticas de RSE.

Referencias

Díaz, M. (2003). La contabilidad social – origen y paradigmas.

Essays, UK. (November 2018). Triple Bottom Line Concept and Its Benefits for Businesses. Recuperado de https://www.ukessays.com/essays/business/the-triple-bottom-line-concept-business-essays.php?vref=1

Fernandez, L. & Geba, N. (2008). Contabilidad para generaciones presentes y futuras. Facultad de Ciencias Económicas, Universidad Nacional de La Plata – La Plata, Argentina.

García, I. (2008). ¿Cuál es el rol de la contabilidad con respecto a la responsabilidad social empresaria?

García, I. (2013). Reportes de sostenibilidad en el contexto argentino: evolución y perspectiva. Conferencia interamericana de contabilidad.

Hernández, D. (2013) Modelo de contabilidad para la responsabilidad social empresarial. Revista Civilizar de Empresa y Economía 4(8). https://doi.org/10.22518/2462909X.258

Reyes, P. & Leal, R. (2019). Responsabilidad Social Corporativa desde la contabilidad: Un mapeo sistemático de la literatura para Colombia. Apuntes contables, (24), 179-193. https://doi.org/10.18601/16577175.n24.11

Rubio, L. D. (2016). La responsabilidad social empresarial del contador público y la ética profesional (Trabajo de grado). Universidad Militar Nueva Granada – Bogotá, Colombia. https://repository.unimilitar.edu.co/bitstream/handle/10654/15985/rubiobornacellilolletday;jsessionid=2FB94F843ECED19A4F07504A97DEAFD7?sequence=1

Samsudin A., Raharja S.J., Saefullah D., & Rizal M. (2019). Analysis of the Benefits of Corporate Social Responsibility through the Triple Bottom Line Approach at Pt. Tirta Investama Indonesia. Russian Journal of Agricultural and Socio-Economic Sciences, 7(91), 212-220. https://doi.org/10.18551/rjoas.2019-07.24