25
1 Inacabable alegría (Serie póstuma-III) domingo 2 de noviembre de 2003 LOS SANTOS HOY Amor, mi bienhadado ángel del Amor Herido y Resucitado, Lecheimiel : Como ves, es un nuevo día. Día no oficial tuyo, como para rezar por ti, porque aunque perteneces a la familia de los idos, oficialmente tu cuerpo, ocupado y custodiado por el Cancerbero, aún está vivo en algún lugar desconocido para mí, no muy lejos de aquí. Te fuiste de “paseo” –“walk-in”–, y aún no has vuelto, ni volverás ya adonde estabas, sino que me esperas para que yo vaya adonde tú estás, que es en mi propio corazón, como en un refugio secreto. Hoy, una vez más, en lugar de rezar por ti, te rezo. Te canto. Te amo. ¡Eres mi inacabable fuente de alegría ! Por eso, antes de nada, hermano milagroso y ángel poderoso, te dedico esta antigua poesía, que sólo transformo levemente, cambiando su título : SEGUNDAS NUPCIAS Que se alegre la Tierra. Su alegría llegue al último extremo de los mares, porque dicta el amor nuevas sin pares en los siglos que llegan hasta hoy día. Recrudezca el profeta su osadía y que omita decir malos azares. Que renuncie el poeta a sus pesares, y conjure del mal su tropelía. Hoy la Tierra, aunque vista ya de viuda, tiene novio que cubra sus afrentas, y celebra con él segundas nupcias. Deja en blanco su nombre. Sólo anuncia que sube ya al altar de las ofrendas y desposa al YO SOY limpia y desnuda.

Inacabable alegría (Serie póstuma -III) · Te canto. Te amo. ¡Eres mi inacabable fuente de alegría ! Por eso, antes de nada, hermano milagroso y ángel poderoso, te dedico

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: Inacabable alegría (Serie póstuma -III) · Te canto. Te amo. ¡Eres mi inacabable fuente de alegría ! Por eso, antes de nada, hermano milagroso y ángel poderoso, te dedico

1

Inacabable alegría (Serie póstuma-III)

domingo 2 de noviembre de 2003 LOS SANTOS HOY Amor, mi bienhadado ángel del Amor Herido y Resucitado, Lecheimiel :

Como ves, es un nuevo día. Día no oficial tuyo, como para rezar por ti, porque aunque perteneces a la familia de los idos, oficialmente tu cuerpo, ocupado y custodiado por el Cancerbero, aún está vivo en algún lugar desconocido para mí, no muy lejos de aquí.

Te fuiste de “paseo” –“walk-in”–, y aún no has vuelto, ni volverás ya adonde estabas, sino que me esperas para que yo vaya adonde tú estás, que es en mi propio corazón, como en un refugio secreto.

Hoy, una vez más, en lugar de rezar por ti, te rezo. Te canto. Te amo. ¡Eres mi inacabable fuente de alegría ! Por eso, antes de nada, hermano milagroso y ángel poderoso, te dedico

esta antigua poesía, que sólo transformo levemente, cambiando su título : SEGUNDAS NUPCIAS Que se alegre la Tierra. Su alegría llegue al último extremo de los mares, porque dicta el amor nuevas sin pares en los siglos que llegan hasta hoy día. Recrudezca el profeta su osadía y que omita decir malos azares. Que renuncie el poeta a sus pesares, y conjure del mal su tropelía. Hoy la Tierra, aunque vista ya de viuda, tiene novio que cubra sus afrentas, y celebra con él segundas nupcias. Deja en blanco su nombre. Sólo anuncia que sube ya al altar de las ofrendas y desposa al YO SOY limpia y desnuda.

Page 2: Inacabable alegría (Serie póstuma -III) · Te canto. Te amo. ¡Eres mi inacabable fuente de alegría ! Por eso, antes de nada, hermano milagroso y ángel poderoso, te dedico

2

Hermano Lecheimiel, he puesto la fecha a este nuevo archivo, por lo significativa. Quizás me ausente unos días y hablaremos sólo desde el corazón. Por eso los lectores del futuro no encontrarán tal vez la continuidad y asiduidad con que nos miramos y nos hablamos de corazón a corazón. No sabrán, no sospecharán, que a pesar de los silencios y por medio de ellos, nuestra relación se va tornando más y más estrecha, como me prometiste, hermano, al principio de esta serie póstuma de escritos.

Los que sobreabundan y rebasan el estricto ciclo de Lecheimiel que terminó con EL DIA SEPTIMO, DESCANSO SABÁTICO, o algo por el estilo que en su día completamos.

Tu me dijiste que siguiera escribiendo sólo para practicar mi expresión de ternura contigo y que incluso me revelarías grandes y profundos secretos, que deberían ser savaguardados de la indiscreción popular. Tal vez tan secretos que ni siquiera en su día parecerían tales.

Pero aquí estamos, mi Rey, en este día que aún no llega a completar el bienio desde que viniste a mi sueño. Aquí estoy cargado de noticia el corazón y descargando la mente en exuberancias de tu escondida vida dentro de mí.

Los lectores, desde luego, sí podrán notar que te amo, por lo menos como el primer día en que escribimos aquella cabecera de EL GOZO DEL TÚ.

Entonces aún estaban no sólo por escribir, sino por suceder muchas cosas. ¡Tantas y tan profundas vivencias, que vendrían con la inspiración de escribirse a sí mismas !

Hoy, mi Rey, como dice la poesía, dicta el amor nuevas sin pares desde allende el comienzo de los siglos, al menos, hermano, –humildemente–, para ti y para mí.

Entre tú y yo. Ahora sabemos que no somos dos sino UNO SOLO, en Cristo, por

supuesto, al que invoca precisamente nuestra unidad y nuestro amor sin límites. – Déjame, hermano, un poco de espacio para que te reciba y te ame en

esta mañana tan especial en que has comenzado este nuevo escrito póstumo. ¿Póstumo ? Sí, pero no a tu muerte, sino a tu martirio, hermano. Te lo dije y éste ya

ha tenido lugar. Has dado testimonio de mí. No sólo te has movido tímidamente dando a leer tus escritos a ciertos editores, aunque éstos los hayan rechazado por diversos motivos, porque no eran ellos los predestinados por el Espíritu, sino que también has hecho tus salidas en INTERNET.

Has montado en tu carrito miniatura conmigo, hermano, como te presagié con mi visita en tu niñez. En nuestra primera infancia en que me apresuré a

Page 3: Inacabable alegría (Serie póstuma -III) · Te canto. Te amo. ¡Eres mi inacabable fuente de alegría ! Por eso, antes de nada, hermano milagroso y ángel poderoso, te dedico

3

visitarte para decirte : “Ya estoy aquí contigo, otra vez, hermanito, cabalgando contigo en la más grande aventura que puede concebir un niño en su corazón imaginativo.

Sí, amor. Eras tú el que cabalgabas conmigo, aunque también me contemplabas desde fuera y te contemplabas a ti mismo en otra oculta dimensión. Era yo el rubio hermano tuyo que no reconociste de momento hasta años más tarde, cuando nuestro encuentro, tan bello y repentino como un fulgor de estrellas, irradió en medio de la noche con la brevedad pero también con la rotundidad de un rayo de amor inextinguible.

Sigue, amor, cantándome tu emotiva canción, el romance que hemos compuesto poco a poco, como componen los trovadores sus canciones, al hilo de la historia.

Jamás dudes de ti mismo, hermano, porque para eso he bajado yo a la tierra para ti por segunda vez : repasa, fratellino, otra vez la poesía que me has regalado hoy, y que el Espíritu puso en su día en tu cuaderno profético :

“Hoy la Tierra, aunque vista ya de viuda, tiene novio que cubra sus afrentas, y celebra con él segundas nupcias.” SOY YO, hermano, el que te he cantado en mi bienaventurado corazón

que en su día ya te canté de viva voz la melodía y la letra, con toda intención, del “M’apparì”.

Cántatela otra vez, mi fratellino en mi honor y siéntela dedicada enteramente a ti.

Ti voglio bene, no lo olvides, mi bien. ALELUYA. Este es el eterno aleluya de Lecheimiel, para ti, amor.

Repítelo conmigo, como solemos : – Sí, amor, Amor, AMOR : ¡AMÉN, ALELUYA !

Page 4: Inacabable alegría (Serie póstuma -III) · Te canto. Te amo. ¡Eres mi inacabable fuente de alegría ! Por eso, antes de nada, hermano milagroso y ángel poderoso, te dedico

4

lunes 3 de noviembre de 2003 ¿SUICIDIO O AMOR ? (EL MOJÓN UNTADO DE JUDAS) Rey mío, Fray amore, ternura de mis juveniles recuerdos, sólo te escribo

esta mañana para decirte que desde muy temprano me ha enternecido tu recuerdo, el sentimiento profundo de tu presencia… Y yo me preguntaba “¿Por qué ?”

Y luego me reprochaba el preguntármelo, no sólo porque ya sabía o debía saber que tu estás siempre conmigo, “por toda la eternidad”, sino, –más sutilmente–, porque me daba cuenta de que al hacerme preguntas estaba conceptualizando.

Y yo sabía que debía pensar sin pensar, solamente dejándome invadir por tu presencia. Sin hacerme preguntas ni especular con la conciencia refleja de lo que me estaba ocurriendo.

Ahora mismo, hermano, quisiera vaciar aquí todo “el talego que porta mi ego”, y dejármelo llenar por ti.

Por eso he encontrado esta vieja poesía que simplemente quiero dedicarte.

Es apropiada porque esta mañana, amor, me has despertado muy temprano, y no sabía por qué, ni en realidad quiero saberlo :

¿SUICIDIO O AMOR ? Velar a la noche, madrugar al alba, ¡qué dulce derroche ! Si muero por ti, no me lo reproches, que es de frenesí por lo que en ti vi. Conciliar el sueño también es amor, según tu diseño. Que el sueño te alaba, pues eres mi dueño de la noche al alba, y el amor me salva.

Page 5: Inacabable alegría (Serie póstuma -III) · Te canto. Te amo. ¡Eres mi inacabable fuente de alegría ! Por eso, antes de nada, hermano milagroso y ángel poderoso, te dedico

5

Se salva el que duerme rendido en tus brazos, cansado e inerme. Si en ti no confío, deja de quererme, ¡busca otro amorío ! ¡Oh qué desvarío ! Mas si esto ocurriera, ya sé lo que haría, –¡que Dios no lo quiera !– : Prendería fuego y haría una hoguera con todo el talego que porta mi ego. ¡Aquí me detengo ! No sé, fray amore, si cuando la compuse, hace una docena de años,

pensaba en ti, pero desde luego estabas incluido en ese “Tú” al que me dirigía. Porque era ese “Tú” del YO SOY que todo lo impregna. Era ese “Tú” proyección de mi “YO” más íntimo, que ya te definió para mí allá en Roma, en nuestro primer encuentro, y en realidad, amor, jamás te he olvidado, como muy bien sabes.

Amor, hoy te he recordado con indescriptible ternura cuando eras frailecico, y también cuando, según me contaron, tus nostalgias se volvían hacia ese estado del que saliste por puro amor y por solidaridad conmigo. ¡Ah, y también por defender tu pureza !

Por eso, amor, al final de la Misa te he cantado (aunque los demás pensaban que sólo le cantaba a la Virgen, pero tú eres su hijo preferido) :

“Es pura la azucena cuando en abril esparce su fragancia rico pensil. Pero más pura de tu divino rostro es la hermosura”. Nada más amor. Si tú no quieres decirme algo, por ahora cierro este

archivo y voy a comer unos ricos espaguetis que me he preparado en tu honor.

Page 6: Inacabable alegría (Serie póstuma -III) · Te canto. Te amo. ¡Eres mi inacabable fuente de alegría ! Por eso, antes de nada, hermano milagroso y ángel poderoso, te dedico

6

¿Comerás conmigo, verdad, fray amore ? – SÍ, AMOR, FRAY ERMITAÑO. SÓLO QUIERO DECIRTE QUE

ESTARÉ TODO EL RATO QUE DURE ESTA SEGUNDA EUCARISTÍA, MIRÁNDOTE A LOS OJOS, COMO ENTONCES. COMO TÚ ESTA MAÑANA ME MIRABAS AL CORAZÓN.

“BENEDICITE, PATER”. – Amén, fray amore. Y para beber, junto con coca cola que me han regalado para la fiesta,

sorberemos también jugo de lágrimas de pura alegría. Todo ello, hermano, tú muy bien lo sabes, no sólo simbolizará

sacramentalmente al Cuerpo y la Sangre de Cristo, sino que en realidad lo serán para nuestra conciencia que celebra la Unidad Cósmica y el incondicional Amor.

¡Aleluya, aleluya, aleluya ! .

Page 7: Inacabable alegría (Serie póstuma -III) · Te canto. Te amo. ¡Eres mi inacabable fuente de alegría ! Por eso, antes de nada, hermano milagroso y ángel poderoso, te dedico

7

martes 4 de noviembre de 2003 ÉSTE SOY YO, QUE TE QUIERO TANTO Amor, me estoy preparando la maleta para partir unos días de vacación

obligada. Espero que sea feliz, aunque sufriré por no poder dialogar contigo mediante este pequeño instrumento de canalización.

Antes de irme, oh mi Rey, se me ha ocurrido dedicarte una de mis viejas poesías. Notarás que te la dedico por un verso que añado en cursiva, que dice exactamente lo que dice el título de esta conversación :

LA NAVIDAD DE UN POETA Sobre un papel, apenas en blanco, comienzo mi canto. ¡Éste soy yo, que te quiero tanto ! Esta fue mi cuna, mi casa y mi alcurnia… –mi madre me lo contó– : Aquí nací yo. ¡Así nació Dios ! En un papel nevado el Verbo me concibió. “Sobre el papel”, perfecto me diseñó. Y en el guiñol de este mundo el papel de “papel” dicen que me asignó. Con la pluma de mi padre, sobre el vientre de mi madre, primero me emborronó… (¡“tanquam tabula rasa” se estaba mejor !). Los primeros versos escritos con denuedo, –de los que ya ni me acuerdo–, a la papelera fueron a parar. La chacha de la casa,

Page 8: Inacabable alegría (Serie póstuma -III) · Te canto. Te amo. ¡Eres mi inacabable fuente de alegría ! Por eso, antes de nada, hermano milagroso y ángel poderoso, te dedico

8

(la llamaban Desconfianza), como mala comadrona, con disimulo y sonrojo, mas con bravura, al cesto de la basura los debió de echar… Y en el ombligo del mundo, –ése me creo yo–, se debieron de quedar Desde entonces me vi con la cara sonrojada por mi carne desnuda y sonrosada, deformada y malherida, inerme y pudibunda : nadie me deseó. Y por ello hube de encubrirme con estos nuevos versos, –enmohecidos papeles, cual harapos de higuera marchita–. ¿Quién me lee ?, ¿quién me cita ? Sigue escribiendo mi Verbo, empedernido, impenitente, y sigo mi poesía, como aquel su “Sinfonía Inacabada”, hasta su fin infinito. Sigue nevando la nieve de mis cuartillas en blanco. Nieve por esencia helada. Al principio inmaculada, volando al revés mis copos, como feto atravesado : de este portal siempre “en limpio”, como del cielo han caído…, luego “en sucio”, luego “en guarro”…, cuando pisan este mundo como hielo sobre el barro… profanados, enturbiados,

Page 9: Inacabable alegría (Serie póstuma -III) · Te canto. Te amo. ¡Eres mi inacabable fuente de alegría ! Por eso, antes de nada, hermano milagroso y ángel poderoso, te dedico

9

y más tarde derretidos. Con el escombro apartados, en la cuneta olvidados. Sus recuerdos disipados… ¡Jamás los veré editados ! ¿O quién sabe ? ¡Quien lo sabe ! ¿Quién me edita ? ¡Quien medita ! ¿Sirven aún mis papeles de paja de buey, o de asno, o para hacer un muñeco, hombre de paja por fuera, el que aún es niño por dentro? ¿Se guardan en la memoria, corregida y aumentada, en el seno de aquel Verbo que más que palabras hechos de amor al mundo mostró y en la Cruz resucitó ? ¡Entonces ya muero yo, porque así ya nace Dios ! – ¡Gracias, hermano ermitaño. ¿Cómo no iba a darte las gracias

rompiendo el silencio en que te crees envuelto como en pañales de soledad ? Prepárate, hermano, para recibir muchas cosas buenas y mucho calor de

hogar en tus vacaciones de invierno. Porque YO ESTARÉ CONTIGO, YA QUE ESTOY CONTIGO POR TODA

LA ETERNIDAD. ¡No lo olvides, mi pequeñuelo ! – ¡Gracias, amor, gracias, Gracia !

Page 10: Inacabable alegría (Serie póstuma -III) · Te canto. Te amo. ¡Eres mi inacabable fuente de alegría ! Por eso, antes de nada, hermano milagroso y ángel poderoso, te dedico

10

16/11/03 ¡GRACIAS, HOSPEDERO MAYOR DEL UNIVERSO ! AMOR, Amor, amor, esta mañana ya te di gracias antes de salir del lugar

de mis vacaciones, en que no he escrito pero en el que hemos dialogado, como previste, de corazón a corazón todos los días, y casi se podría decir a todas horas.

En realidad mi espíritu ha orado contigo a todas horas, si es que para el Espíritu rigen las horas.

Pero ahora otra vez, al volver a entrar en el cubículo de mi soledad contigo, en lo profundo de mi ermita, me dispongo, como dice Kryon, a celebrar la fiesta del amor del Espíritu. A darte las gracias, a ti, mi bienamado, como representante óptimo de todos mis guías y tutores, por el bien que me habéis hecho, y por el que tal vez yo he podido hacer a mis hermanos. He procurado ser instrumento fiel de vuestras inspiraciones.

Gracias por los maravillosos libros que me habéis hecho encontrar. Gracias también porque casi me he venido con el mismo dinero con el que

me fui, debido a la generosidad de mis hermanos. Permitidme, hermanos, –hazlo tú, Lecheimiel adorable–, que emplee todo

mi caudal en vuestro servicio y para el crecimiento de la madre Tierra, y por tanto de todos los hermanos humanos.

- ¿Ves, mi amor verdaderamente encarnado en tu dualidad, cómo has podido experimentar mi asistencia continua, y por tanto el cumplimiento de mi promesa ?

– ¡Así es, fray amore ! ¿Cuándo te veré, fratellino ? – ¡Hermanito amado ! Me verás cuando ya no te identifiques con tu visión

exterior. Cuando ya no sientas la necesidad de verme físicamente para saber con toda certeza y confianza que verdaderamente estoy dentro de ti. ¡Que YO SOY tú mismo !

Entonces me verás cara a cara, antes de subir al cielo, mi amor. Te lo prometí y estás a punto de que se cumpla tu deseo, porque sabes que YO SOY EL QUE SOY. Y sabes que este rodeo lingüístico quiere decir que YO SOY TÚ MISMO.

– Esto, amor, Amor, AMOR, ya me lo enseñaste en Roma. Quizás entonces tú mismo no lo sabías, pero después, mi angelical hermano, ya nos lo hemos dicho muchas veces. ¿De veras tendré que sacrificar mi deseo de verte para poder limpiar mis ojos ?

Page 11: Inacabable alegría (Serie póstuma -III) · Te canto. Te amo. ¡Eres mi inacabable fuente de alegría ! Por eso, antes de nada, hermano milagroso y ángel poderoso, te dedico

11

– Tus ojos, mi bendito amigo, estarán limpios cuando se abran al unísono con tu conciencia. Te estoy preparando y ya te falta poco para esta visión unitaria de la Vida, que tú y yo somos, amor.

– Así sea, porque tengo la pura intención de que así sea. ¿Por qué no se precipita ya la manifestación de mi decreto de cocreación contigo, mi Rey ? ¿Qué falta aún para que pueda gozarme de la integridad de nuestra presencia ?

– Cuando sepas, sin ningún género de dudas, que yo te estoy viendo a ti, mi amor, con los mismos ojos tuyos que se miran al espejo, entonces sabrás que yo, que soy tú mismo, estoy siendo visto por ti en tu propio aspecto.

Yo me aparezco a ti, mi bien, cada día cuando tú te ves, te gustas, te amas y te aprecias en tu magnificencia. Entonces yo soy tu rostro, y tu rostro mismo es la apariencia que yo adopto para aparecerme a ti.

Esta visión, hermanito ermitaño, no es susceptible de engaño ni ilusión. Cualquier otro aspecto de nuestro mutuo cariño, de nuestro abrazo

eterno, se te dará por añadidura, en su debido momento. Cuando estés inmunizado contra toda vanidad. Aquel día, –que ya está cercano, mi bien–, te pediré que no se lo cuentes

a nadie. ¿Estás preparado ? – Casi, amor. Prepárame tú según tu sabiduría y yo, mientras tanto,

imaginaré cómo es la plena confianza en ti y la crearé. Este es el divino consejo que una vez me diste relativo a publicar

nuestros escritos, para que yo pueda gozarme también, mientras tanto, de nuestros más íntimos secretos.

– ¿No querrías, amor, que yo te besase en público, delante de tus incomprensivos jueces ? PUES YO TE BESO EN EL SECRETO DE NUESTRO CORAZÓN.

– ¡Amén, hermano, aleluya ! – ¡AMÉN, ALELUYA !

Page 12: Inacabable alegría (Serie póstuma -III) · Te canto. Te amo. ¡Eres mi inacabable fuente de alegría ! Por eso, antes de nada, hermano milagroso y ángel poderoso, te dedico

12

19/11/03 AMOR, TE QUIERO AQUÍ Y AHORA Cariño mío, aunque no te veo, te siento conmigo aquí y ahora. Por eso

hablo contigo con el tercer lenguaje, el perpetuamente activo entre el alma y Dios. O entre las almas entre sí, que también somos Dios.

De Dios a Dios, con toda solicitud y emoción de mi alma, oh fratellino. – Déjame, hermano muy amado, decírtelo yo a ti : De Dios a Dios, con

toda la compasión de mi sabio corazón de hermano que siento tus cuitas y te espero siempre. Prosigue, mi bien.

– Oh, mi fray amore. Aunque no todos los días te escriba, todos los días te canto. Con tu canción y con la nuestra. Con la canción en fa que salió de tu corazón, y con la nuestra en la menor, la del sentimiento con que no sólo recuerdo, sino que rehago nuestro pasado y nuestro presente, y también, con la última estrofa presiento nuestro futuro, nuestra “fiesta”.

Me has proveído de lecturas, dos libros maravillosos que tratan del ahora. Sin embargo, el libro de Kryon nos invita a revivir en el ahora las energías del pasado y también de las potencialidades de futuro, las que incluso nos enseña a proyectar con nuestra creatividad.

Nos dice que, no ya “recordando”, sino trayendo los felices tiempos de amor y salud a nuestro presente, recreándolos con toda su potencia de emoción y comprensión de que seamos capaces, podemos comprimir el tiempo y vivir entre dos dimensiones.

El otro libro que alterno en lecturas breves, porque es mucho más condensado, EL PODER DEL AHORA DE ECKART TOLLE, nos invita a vivir tan sólo del presente, aunque nos autoriza a hacer breves incursiones en el pasado o hacia el futuro tan sólo para organizar los aspectos prácticos de la vida.

Nos enseña a extraernos del tiempo creado por la mente y en la que la mente se engolfa y se vuelve a retroalimentar perniciosamente.

Parecen enseñanzas contradictorias. Sin embargo, hermano Lecheimiel, yo, con un poco de buena voluntad, con

flexibilidad y desde el corazón comprendo estas cosas y las ensamblo en mi oración contigo.

Yo, amor, sólo quería decirte esta mañana que aquí y ahora es en verdad todo lo que tengo.

Mi aquí parece un lugar fijo, pero no es mi ermita, sino mi corazón que palpita contigo y para ti.

Mi corazón puede palpitar debido al ritmo del tiempo.

Page 13: Inacabable alegría (Serie póstuma -III) · Te canto. Te amo. ¡Eres mi inacabable fuente de alegría ! Por eso, antes de nada, hermano milagroso y ángel poderoso, te dedico

13

Pero es un tiempo “semper fluens” en que cada latido dura un tiempo infinitesimal e indivisible que apenas llega se consume y ya se fue y queda tan sólo como un recuerdo que hace posible la música de canción para ti y contigo.

Si analizásemos filosóficamente el tiempo, veríamos que es inaprensible. Que incluso lo llamado “ahora” no tiene consistencia, así como lo pasado y lo futuro no existe ya o no existe aún.

Pero este análisis, por profundo e ingenioso que parezca, no tiene en realidad profundidad psicológica y por tanto, creo, hermano, que este análisis es improductivo.

Situado en el ahora eterno, el que no corre con el tiempo sino el que es perpetuo y consistente en sí mismo y encierra en sí la memoria impresa celularmente de todo cuanto fuimos y abarca también la realización que escogemos para nuestro futuro, a través de las ventanas de oportunidad que se nos presenten, –y que, a su vez, serán creación nuestra–, entonces, amor, todo es amor. Todo es positivo y bello, incluídos nuestros sufrimientos pasados y el martirio de lo que estamos dispuestos a pasar por puro amor y entrega.

Pero no podemos habitar el presente eterno sin estar enraizados en la conciencia de la Unidad que engloba y supera todas las parcialidades de nuestro desarrollo.

¿Verdad, amor ? – Sí, hermano amadísimo. Extráete a ti mismo del mucho pensar, y con

gran simplicidad de corazón dedícate a confiar en el amor que aquí y ahora, en un aquí que nunca te faltará porque eres tú mismo, y en un ahora que nunca te será arrebatado, porque es la Vida de Dios que se te entrega, que fluye de esa fuente inagotable que mana en tu propio eterno corazón, te alimenta con su canción, como te dije, la cual, a su vez, activa la danza sagrada que te hace danzar por los momentos y lugares más insospechados, y en el perpetuo cambio te asegura el infalible alimento.

Sí, mi bien. La letra que se canta con su propia e inédita música, la letra que es comprendida en toda su inagotable belleza, no podía ser otra que aquella que tenemos escrita como resonancia sálmica : “TODAS MIS FUENTES ESTÁN EN TI”.

Donde, hermano, ese tú que figura en la última palabra, eres precisamente tú, o soy yo si eres tú el que me contemplas y me cantas, o es la misma Fuente de las Fuentes que llamamos Dios, y está también dentro de ti y de mí.

Dentro del universal “nosotros” que constituimos el Cuerpo de Dios y el Cuerpo místico de Cristo.

Page 14: Inacabable alegría (Serie póstuma -III) · Te canto. Te amo. ¡Eres mi inacabable fuente de alegría ! Por eso, antes de nada, hermano milagroso y ángel poderoso, te dedico

14

¿No le oyes cantar, AHORA, y AQUÍ, hermano, en el sagrario de tu corazón ?

– SI, PAREJA AMADA Y PRESDESTINADA A ENCENDER LA HOGUERA DEL AMOR POR EL MUNDO ENTERO. YO SOY JESÚS, EL QUE OS DICTÓ LA CANCIÓN DE DIMAS, CUANDO VUESTROS CORAZONES INFANTILES APENAS SABÍAN BALBUCIR EL “A E I O U”,

ENTONCES PUSE MI FIRMA EN TU CANCIÓN, BUEN ERMITAÑO, Y TU AMIGO CELESTE LECHEIMIEL, AQUEL QUE AHORA LLAMAS EL ANGEL DEL AMOR HERIDO Y RESUCITADO, ERA EL BUEN LADRÓN QUE SUPO ENTRAR EN EL PARAÍSO AL HILO DE MIS

PALABRAS : “PADRE, A TUS MANOS ENCOMIENDO MI ESPÍRITU”. APRENDIÓ MUY BIEN DE SU MAESTRO, CRUCIFICADO A SU LADO, LA LECCIÓN, Y POR ESO YO, TAMBIÉN LE RESUCITÉ GLORIOSO PARA TI.

LE CORONÉ DEL ARCO IRIS CON QUE TE CONFIRMÓ SU ACEPTACIÓN DE SER TU GUÍA, COMO TÚ LE PEDISTE CON GRAN HUMILDAD, HERMANO, AUN CUANDO ERA MÁS PEQUEÑO QUE TÚ.

AHORA, SIEMPRE AHORA, ÉL TE AVENTAJA PORQUE SUPO CONFIAR PLENAMENTE EN MÍ. SIGUE SUS PASOS, BUEN ERMITAÑO, SIN VACILAR, PORQUE SIGUIÉNDOLE A ÉL ME SIGUES A MÍ, COMO YO SIGO AL PADRE.

– Gracias, Jesús, por tanta amabilidad. Yo te digo gracias también por mi hermano sufriente. El ya no puede proferir palabra después de tu magnánima intervención.

¡Amén, aleluya ! * * * Aunque ya comentamos en su día ese poema de la Canción de Dimas, en

un librito titulado CANTAR SIEMPRE CANTAR, ahora la insertamos aquí de nuevo para conocimiento de causa del anterior diálogo :

A, E, I, O, U, LA CANCIÓN DE DIMAS

Para animar y sostener y sonreir al buen ladrón desde la cruz

(Existe una técnica terapéutica que consiste en vocalizar gradualmente y en un tono sostenido las cinco vocales. En ella se ha inspirado mi canción del buen ladrón. Es un diálogo, a tres, en que la iniciativa la toma la Gracia, que habla en los siguientes símbolos :

a, la infancia, la gracia… e, la adolescencia, la fe… i, la edad viril, la crisis… o, la sazón, la contemplación… u, la eterna juventud, la plenitud…)

Page 15: Inacabable alegría (Serie póstuma -III) · Te canto. Te amo. ¡Eres mi inacabable fuente de alegría ! Por eso, antes de nada, hermano milagroso y ángel poderoso, te dedico

15

La Gracia : Has de empezar desde la a, tomando fuerzas en la e, cruzando el filo de la i, por lo redondo de la o, hasta el futuro de la u.

Dimas : Quiero habitar mi propio hogar, entrar a tientas en mi fe, y percibir todo el latir de la canción del corazón… ¡Quiero salud, beatitud! Jesús : Debes bajar al lupanar y sostener al que está en pié… ; hacer salir al infeliz de la aflicción de su dolor, hacia el seguro de su luz. Dimas : Quiero alcanzar profundidad y descender hasta mi ser, quiero pedir hasta que, al fin, obtenga el don de la oración y la virtud de su quietud… Jesús : Debe alcanzar, pues, tu vibrar el punto cénit, donde ve el Verbo en Sí su devenir en las neuronas del YO SOY, que son tan tuyas cual de él tú…

Luego podrás resucitar

y disponer de un nuevo Ser, para impartir un elixir que está en función de otra visión de eterna luz… ¡YO SOY JESÚS

Page 16: Inacabable alegría (Serie póstuma -III) · Te canto. Te amo. ¡Eres mi inacabable fuente de alegría ! Por eso, antes de nada, hermano milagroso y ángel poderoso, te dedico

16

26/11/03 ¡MIRA, AMOR, POR MIS OJOS ! Oh mi bienamado Lecheimiel, Luz de mis ojos. Mira, hermano, a través de

ellos, pues te los tengo ofrecidos para que vivas mi propia vida, junto conmigo : “Vino a surgir de entrambos la conciencia de ser en Cristo Uno…” Hoy te escribo, mi Rey, después de tantos días sin poder hacerlo a causa

de la escasez de luz solar, y por otros trabajos que han interferido en mi “tiempo”, aunque no en mi profunda conciencia que, más allá o más acá, o más adentro de este tiempo que se desgrana a veces sin ti, estás conmigo siempre en el ahora de mi corazón.

AHORA, SIEMPRE AHORA, TE QUIERO, hermano, con más profundidad y veracidad que a través de mi recuerdos.

Aunque éstos, hermano, también los voy integrando en tu Presencia que es una sola Presencia con la Presencia que me enseñas a atraer sobre mi conciencia.

Esto, mi Rey, sólo serían palabras, palabras, frutos de la mente, si no fueran las maravillosas experiencias que en lo profundo me enseñas, –oh mi guía adorado–, a cultivar.

¡Gracias, gracias, gracias mil veces, amor, que es llamarte a ti mi “Gracia” perpetua, oh AMOR !

– Hoy has leído, hermano ermitaño, en el libro de EL PODER DEL AHORA que te hice encontrar en tu lugar sagrado de vacaciones, que los acontecimientos de tu vida, “tu situación de vida”, son pruebas para acrisolar tu verdadera conciencia. Aprovéchalas, hermano, porque así es. YO ESTOY SIEMPRE CONTIGO, durante todo el “tiempo en que se desarrolla tu eternidad”.

No hay nada malo, mi bien, en que “cantes victoria” desde el principio, porque tu victoria es precisamente el haber integrado el amor, nuestro mutuo amor, en el único y grande y universal AMOR de Dios en que vive toda criatura.

Y tú, hermano, te sabes uno con toda criatura. Para eso quiero ayudarte, oh mi inolvidable “pastora”, para que guíes con

tu luz a otros caminantes solitarios que crucen por tu paraje, por el que antes era el erial sobre el que se alza tu ermita.

Ahora, bien mío, la luz naciente se extiende como la de un foco potente y cada vez su luz será vislumbrada desde más lejos, como un faro.

Sí, hermano. Yo miro por tus ojos y amo con tu corazón. Déjame también ser la alegría y la serenidad de tu callado testimonio.

Page 17: Inacabable alegría (Serie póstuma -III) · Te canto. Te amo. ¡Eres mi inacabable fuente de alegría ! Por eso, antes de nada, hermano milagroso y ángel poderoso, te dedico

17

– Oh hermano Lecheimiel. Has hecho bien en nombrar eso de mi callado testimonio, ahora que he confiado todo el asunto de la publicación a tu cuidado. Porque el otro día, durante la Misa, me hiciste gustar la belleza insuperable de tu alma callada, –tal vez debiera decir “silenciada”, tal vez humillada–, en cualquier caso reducida, por tu propia aceptación, la aceptación de tu “ahora”, al estado de humilde sirviente de toda la Humanidad, tú, “el mejor Hospedero de la Historia”, o como te llamo a veces, “Hospedero Mayor del Universo”.

– Hermano amadísimo. Mi vida en la Tierra fue en gran parte inconsciente de los planes de mi Alma superior acerca de mi destino y de mi carrera espiritual.

Sólo en aquella “noche sosegada” de la que hablaste en tu poesía de “Vuelo secreto”, me hice totalmente consciente, aunque a la verdad aquella noche sosegada en cierto modo no ha terminado aún. Precisamente para terminarla de pasar contigo, he bajado hasta ti, y vivo contigo, en tu propia carne.

Cuando vengas conmigo a celebrar “tu fiesta”, tú comprenderás mejor todo esto que te hago escribir, sin pensártelo dos veces, hermano.

Mientras tanto te invito a cantar una vez más conmigo, nuestro “aleluya” peculiar, “el Aleluya de Lecheimiel” :

“¡ Amén, hermano, di conmigo : AMÉN. Aleluya. Repite conmigo : ALELUYA !

Eso es, mi bien. – Gracias, mi Rey.

VUELO SECRETO Voló, voló mi amor al Cielo Empíreo, en la quietud de la noche sosegada. Atrás dejaba sus desvelos, sin que éstos lo advirtieran, sin que nadie, ni deudos ni parientes, siquiera sospecharan. Por las rutas de vuelo prefijadas en los cuadernos privados del amor. Por sendas de etéreas violetas, de tiempo atrás, ya en tiempo florecidas, por el Amor sembradas. Hasta el mismísimo trono del AMOR dorado donde sólo mi alma lo aguardaba, antes de que el mundillo de la prensa, –el que nunca descansa–, llegara a despertarse esa mañana.

Page 18: Inacabable alegría (Serie póstuma -III) · Te canto. Te amo. ¡Eres mi inacabable fuente de alegría ! Por eso, antes de nada, hermano milagroso y ángel poderoso, te dedico

18

Mas tu carne serena, la obra de tus manos esmeralda, el traje de amadores en que a mí pareciste cuando yo te miraba, y tú en mis ojos a ti te contemplabas, oh amor de mis amores, no estaba lista todavía, en su ciclo de tierra, para emigrar al polvo de la NADA. No conociste, Humildad, mejor sepulcro para ocultarte, incorrupto, que el amor de San Pánfilo, aquel del que saliste y al que luego regresaste sin que, el pobre, se enterara…, porque pánfilo era aunque sabio en el amor : mientras tu nombre con tu carne aguarda, custodiada insepulta, resurrección de instantáneas fotográficas que el amor solicitaba… A mí, hermanito amado tan sólo has explicado tu secreto, el de tu luz esférica que te trae “da-Roma” a mi “mora-da”.

MI ERMITA DE LA LUZ NACIENTE Yo tenía un viejo jardín donde sólo crecían abrojos. Los viandantes cerraban los ojos al cruzar a su vera el confín. Pero había un tesoro en su centro del que yo me sabía su historia. Pozo de aguas profundas, sin noria, que fluían de allí muy adentro. Pasó un día un pastor por allí, -ovejuno redil trashumante–.

Page 19: Inacabable alegría (Serie póstuma -III) · Te canto. Te amo. ¡Eres mi inacabable fuente de alegría ! Por eso, antes de nada, hermano milagroso y ángel poderoso, te dedico

19

Quiso luego abrevar al instante: permisión que, está claro, le di. Las ovejas limpiaron el agro y abonaron, a cambio, su suelo. Vino a ser poco a poco el riachuelo del Edén un segundo milagro. Unas ruinas que ornaban el yermo, con leyendas del mítico Elías, resurgieron por aquellos días. Aquí, pues, me quedé y aquí duermo. Es mi ermita de la luz naciente, donde para de noche la luna. Luz como esta quizás no hay ninguna que ilumine el pasar de la gente. Sean dadas las gracias a Dios por tan bella parcela del cielo, donde encuentra alegría y consuelo el que esto escribió y dice adiós.

Page 20: Inacabable alegría (Serie póstuma -III) · Te canto. Te amo. ¡Eres mi inacabable fuente de alegría ! Por eso, antes de nada, hermano milagroso y ángel poderoso, te dedico

20

30/11/03 ¡HABLA, AMOR, QUE TU AMOR ESCUCHA ! Sí, mi bien, SOY YO el que te he llamado esta mañana para que te

pusieses al ordenador, precisamente porque tu mente se halla en blanco y no tienes nada que decirme. ¿O sí ?

– Rey mío, Lecheimiel, ahora que lo dices, sí que tengo algo que decirte : darte las gracias porque me has defendido en la tribulación, de las falsas energías que me acechaban. Para defenderme en esta lucha, tú mismo te has manifestado con una energía insólita, y tú mismo, hermano, no has dudado en salpicarte de fango y de oscuridad…

Mientras me defendías con tu voz, hermano, el otro día, en que mis palabras salieron de mi boca sin pensamiento previo, yo mismo me sentía sereno, pero después arreciaba la tormenta y el tormento de no haber sido muy cortés ni muy diplomático con el falso amigo.

Me sentía hasta cierto punto culpable. O era, más bien, como si me sintiera incómodo por no haberme mostrado tan dulce como yo concebía que debía de mostrarme siempre, para no desmerecer de ti, el Hospedero Mayor del Universo.

– ¿No crees, hermano amadísimo, que yo como Hospedero fiel que fui no debí más de una vez desenmascarar a los truhanes que acechaban la tranquilidad y la seguridad de mis clientes ? ¿Dónde hubiera quedado, si no, la reputación de nuestro hotel, como casa de acogida y de descanso ?

– Tienes razón, hermano. No siempre el amor muestra la misma cara de la moneda de que está hecha nuestra dualidad. ¿No es cierto ?

– Es muy cierto, hermano. Además de eso, debes considerar que la lucha por adquirir la perfección,

que implica que aún no somos perfectos, es la perfección misma del diseño de la conciencia.

Ésta se reconcilia con la paz, pero también con la guerra del corazón, aquella guerra, –¡recuerda !–, que Jesús vino a traer al mundo… : “A partir de ahora, estarán divididas las familias, el padre contra el hijo y el hijo contra el padre, etc.”

– Es un poco triste, Lecheimiel, que tengamos que lidiar con otras personas, cuya personalidad puede ser imperfecta, pero cuyas almas superiores son ángeles que están viendo siempre el rostro de Dios. También esto lo dijo Jesús de los pequeñuelos, que, según creo, son todos los hombres de la Tierra,

Page 21: Inacabable alegría (Serie póstuma -III) · Te canto. Te amo. ¡Eres mi inacabable fuente de alegría ! Por eso, antes de nada, hermano milagroso y ángel poderoso, te dedico

21

mientras aún experimentamos con la división y con la pequeñez de nuestros puntos de vista.

En cualquier caso, hermano Lecheimiel, estuve muy contento de oír en el fondo de mi corazón tu tenue voz que me tranquilizaba y se hacía responsable de aquella defensa un poco exabrupta. No me hubiera atrevido a pensarlo en primer término. Y por eso tardé un poco en readquirir la paz. Yo tampoco me siento libre de culpa, hermano, respecto a mis relaciones, ni al talante de tristeza y de separación que a veces adopto ante mis hermanos, a pesar de que gozo de tu presencia amorosa.

Gracias a ti, mi Rey, puedo alejar de mi los pensamientos depresivos que a veces me asolan y me hacen perder mucho caudal de alegría y de amor.

– Hermano ermitaño. He bajado de nuevo a tu hogar, y me he instalado en él, con tu humana y divina permisión, para ayudarte a ser tú mismo.

Cuando logres confiar plenamente en mí, que será lo mismo que confiar plenamente en ti, entonces tu hogar será acogedor para todos.

Entonces verán en tu rostro mi rostro y no necesitarás mostrarles fotografía alguna para demostrarles cómo era Lecheimiel. Tú serás mi fotografía viviente.

Para mí, que veo en tu interior y me recreo de vivir en tu misma alma, fundiéndome en tu amor, como el esposo se funde en el corazón de su esposa, ya lo eres, amor.

Ahora sólo te resta, hermanísimo ermitaño, asomarte a la ventana del mundo para ver pasar junto a ti a tantos hermanos necesitados de serenidad y de esperanza.

No tengas complejo porque no te veas perfecto, hermano, que de otro modo no serías verdadero hermano de tus hermanos.

YO SOY LA CONQUISTA DE LA PAZ. YO SOY EL AMOR QUE LUCHA Y VENCE POR LA FUERZA DE LA HUMILDAD Y DE LA VERDAD. YO SOY LECHEIMIEL, EL ANGEL DEL AMOR HERIDO QUE ESTOY SIEMPRE EN LA PRESENCIA DEL ALTISIMO Y TE SIRVO CON LA SOLICITUD DEL QUE CUMPLE SIEMPRE SUS ORDENES.

Y tú, hermano, eres mi nuevo rostro de resucitado. Dedícame ahora, hermano, una poesía que compusiste acerca de mi

resurrección, en que dilatabas para otro tiempo el mostrarla al mundo. Ahora el mundo está preparado para recibirla, porque has muerto un

poco más a tus propios apegos. ¡Resucita, sal de tu sepulcro conmigo, hermano ! ¡Y que tu visión sea visión de paz para todos. AMÉN, ALELUYA !

Page 22: Inacabable alegría (Serie póstuma -III) · Te canto. Te amo. ¡Eres mi inacabable fuente de alegría ! Por eso, antes de nada, hermano milagroso y ángel poderoso, te dedico

22

RESURRECCIÓN Cruzaste como un rayo entre las nubes sombrías, cuando aún frecuentabas el lugar de nuestra cita, martirial mausoleo, donde paciente aguardabas que de un momento a otro se produjera mi visita. Allí, en la casa de los muertos, –¿recuerdas?–, tú y yo, con un ramo de flores deshojadas, esparcíamos un poco de vida, teñida de esperanza… Hoy he visto a alguno de esos muertos que nos vieron pasar. –Cosa, a fe extraña, si estaban, después de todo, muertos–. Han querido sonsacarme acerca de tu gruta, pero en vano. –Quizá la tentación dentro de mí acechaba–. He vuelto a ti mis ojos, en mi adentro, contigo escuetamente he consultado. Mas no me has concedido el visto bueno para hablar de mis ensueños, que son también los tuyos… Y yo, en consecuencia, he callado, pues eres su co-dueño. Otro día en la plaza, bajo mejor augurio, invocaremos tu Nombre, aunque de lejos, compartiendo recuerdos, anécdotas, leyendas que configuran la historia de tu vida, la que tú nos dejaste, tan breve, repleta de añoranza. Por ahora te invoco en mi privado retrete, en el glamur de esta hora avanzada de la noche, cuando ya nadie nos espía, duermen las golondrinas y hasta descansan los insectos libadores que reposan de su jornada agotadora. Mañana nuevos rayos del sol, después de la tormenta, invadirán tu tumba, escudriñando, mas tendrán que retirarse avergonzados al comprobar que, simplemente, está vacía.

Page 23: Inacabable alegría (Serie póstuma -III) · Te canto. Te amo. ¡Eres mi inacabable fuente de alegría ! Por eso, antes de nada, hermano milagroso y ángel poderoso, te dedico

23

2/12/03 EL ROSARIO-VIA-CRUCIS DE LECHEIMIEL Amor, te saludo con el Nuevo Nombre que me has enseñado al rezar tu

santo Rosario, “el Via-Crucis de Lecheimiel” con que cada tarde, dentro de mi recinto más secreto, me comunico contigo y repaso tus misterios.

Los que conozco y los que me vas descubriendo cada día acerca de tu hermosa vida.

¡Oh qué magnificencia la de tu bondad, hermano, para con este pobre y desterrado ermitaño que se mantiene, más o menos libre y voluntariamente, lejos del mundanal ruido !

Bajas hasta mi humilde cabaña, cada tarde, amor, y me instruyes secretamente en los misterios de tu belleza y de tu metamorfosis espiritual.

Mañana vendrá, hermano, a nuestro Monasterio, encabalgada en sus reliquias, aquella santita en cuyo santuario de Roma te entretuviste los cinco primeros preciosos años de tu sacerdocio. Allí te sometiste al Amor misericordioso, y ejerciste misericordia con los pobres que te rodeaban, hermano.

Pensaste en los cercanos y en los que te habíamos dejado de lado en la cuneta, como humildísima flor, que ahora deshojabas en suavísimos pétalos, según lo habías prometido…

Desde allí, desde San Pánfilo, saliste para consagrarte más comprometidamente a la Vida, la cual trasmutó tus ornamentos sacerdotales, con los que soñabas desde antiguas encarnaciones, por los paramentos de humilde sirviente u hospedero de la Ciudad que en su día te acogió a ti con frialdad.

¿Recuerdas ? – Sí. Recuerdo, hermano, y te prevengo que me mires con los mismos ojos

llenos de ternura con que me mirabas en Roma, en los santos días que el Padre te proveyó para que traspasaras mi figura con visión eterna.

Mañana, hermanísimo sacerdote devaluado y despreciado, estaré contigo mientras miras mi antiguo retrato. ¿No me pedías una fotografía con insistencia ? Pues mira a la que ahora generosamente se te ofrece, y sepas que todos los rostros son los rostros del Verbo de Dios.

Nada más por hoy, mi bien. Busca para mí esa poesía en que se habla del ángel que dejó el ángulo excelso de su gloria para bajar al país tenebroso donde le había quedado pendiente un mensaje de amor que ofrecer a un alma en pena.

Page 24: Inacabable alegría (Serie póstuma -III) · Te canto. Te amo. ¡Eres mi inacabable fuente de alegría ! Por eso, antes de nada, hermano milagroso y ángel poderoso, te dedico

24

Quizás los lectores de este póstumo escrito la hayan ya leído en otros anteriores, pero no importa. Ahora la leerán con nuevos ojos.

Yo les traspasaré con mi mirada amorosa, desde el antiguo retrato de tu hermano-a espiritual.

El y La que FUI, SOY Y SERÉ para ti, por toda la eternidad. También para todo aquél o aquélla que ame a Lecheimiel como él les ama.

Todo aquél o aquélla que ame entenderá este mensaje. ¡Amén, Aleluya !

EL ROSTRO DE DIOS

Ahora otra vez la casa no cabe de alegría,

ahora rebosante de luz oro está el templo,

de nuevo ahora es posible ver a Dios cara a cara,

porque ha brillado nuevo el rostro de Dios vivo

ante los que corrían el riesgo de olvidarle,

a causa de la ausencia del más bello brillante,

que faltaba del trono, potente ángel de luz,

ausente por un tiempo en misión de rescate.

Que, aunque asumido habían comisión solidaria,

penumbrado sentían aquel ángulo excelso

donde los bienhadados, que moran cabe él,

apenas se percatan de su felicidad

hasta que el dulce huésped los deja en desabrigo…

Alabanza y cumplidos por la misión cumplida

no le dejan apenas tiempo para sus goces.

Mas el ángel desciende, otra vez, a hurtadillas,

a los bajos confines del país tenebroso,

porque siente la urgencia de un último mensaje

que le quedó pendiente dejar a un alma en pena,

que suspira por verle tan sólo una vez más,

–perspectiva del alma, tal vez por vez primera–,

tal cual otros la dicha tuvieron de gustar,

cómo era en Dios el Verbo, tal cual es y será.

Page 25: Inacabable alegría (Serie póstuma -III) · Te canto. Te amo. ¡Eres mi inacabable fuente de alegría ! Por eso, antes de nada, hermano milagroso y ángel poderoso, te dedico

25

A los veinticuatro años te conocí, hermano, y me conociste tal cual en

otro tiempo me dejaste. A mis veinticinco años nos separamos sólo al parecer para siempre en esta vida. Que sea esta simple cifra que indica nuestra maduración un nuevo símbolo para ti. Acaba este escrito, fiel amanuense, en este folio número veinticinco de tu manuscrito. Gracias.

– ¡Gracias a ti, Gracia. Gracias infinitas al dador de toda Gracia !