INFECTOLÓGICO, EL MIEDO

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Por Dra. Ana Jaramillo3 de abril 2020

EL ESTADO DE SITIO INFECTOLÓGICO, EL MIEDO AL OTRO, LAS DENUNCIAS

El miedo es mal consejero, y la cuarentena produce otros males

y otras enfermedades.

Los que peinamos canas o las teñimos, recordamos los estados de sitio desde niños cuando se llamaban revoluciones, como la supuesta Libertadora, los cambios de mando de los generales en el poder, fundamentalmente los que éramos jóvenes, la de Onganía en las universidades, y la más feroz y sangrienta, el golpe de Estado de Videla y la consiguiente dictadura.Todos los golpes de Estado fueron para derrocar a los gobiernos democráticos, para cambiar de rumbo socio económico a fuerza de fusilamientos, asesinatos, desapariciones de 30.000 personas, haciendo del terrorismo de Estado una pandemia en toda Nuestra América para instalar o reinstalar el modelo neoliberal.

MUJER EN LA VENTANA.por Dangar

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¿Qué les pasaba a los vecinos? Tenían miedo o angustia, que terminaban en suicidios o en delaciones de sus propios vecinos y terminaban diciendo “algo habrán hecho” y últimamente “vino alguien a su casa”, “no respeta la cuarentena”, “quizás tiene el virus”, etc.

El miedo es mal consejero, y la cuarentena produce otros males y otras enfermedades como la depresión, la angustia, la tristeza colectiva, que abusan de psicofármacos y luego se enferman de verdad mirando la televisión y otros medios de comunicación que van contando la cantidad de contagiados y muertos.

Como sostienen los epidemiólogos del Instituto de Salud Colectiva de la Universidad Nacional de Lanús, hay que salir de la cuarentena en su medida y armoniosamente, diríamos nosotros, para poder vencer al miedo, con solidaridad con los otros.

El colmo de esta situación son los que no quieren a los médicos y enfermeras que vayan a descansar a sus casas porque pueden estar infectados por el virus, cuando están en primera línea de fuego en los hospitales y sanatorios combatiendo al enemigo.

Los aplausos merecidos a nuestros héroes del momento, no acallan las denuncias de los vecinos que no se preguntan por qué están sin cuarentena los periodistas o los que están en la trinchera gestionando instituciones de salud o de educación o llevándoles comidas a los aislados, o trabajando para el bien común o en los supermercados o en los bancos etc.

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Todavía creemos que, como dijo Oesterheld, que el único héroe es el héroe colectivo. Sin embargo lo asesinaron a él y a toda su familia.Si no fuera así terminaríamos como pasó en Alemania en la segunda guerra, con la carta atribuida al poeta Bertold Brecht pero que es del pastor Martin Niemöller. Ya nos alertó el Papa Francisco: “nadie se salva solo”. Las recetas del neoliberalismo justamente es sálvese quien pueda en materia de economía.

Nadie se preocupa parece de los muertos de otra pandemia en Nuestra América, como la muerte de sarampión o tuberculosis y otras infecciones ya resueltas por la investigación científicas.

Menos aún existe la preocupación institucional y colectiva por muertos de hambre o de frío por vivir en la calle, con sus familias por desocupación como en la ostentosa de su riqueza, la Ciudad de Buenos Aires.

Tampoco se preocupan por quienes son solidarios dando de comer en los comedores escolares o de los que atienden alimentariamente en comedores colectivos de la comunidad.

Tampoco, a pesar de que según el Segundo Censo Popular en la Ciudad de Buenos Aires hay 7251 personas en situación de calle y los y las trabajadores de Buenos Aires Presente BAP pidieron que se abran los dispositivos de emergencia que no están

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habilitados. Parecería que no se entiende que hay adultos mayores y niños y niñas que carecen de higiene, comida y techo y no constituyen sólo personas en riesgo individual, sino colectiva.

Por eso, queremos enfatizar, que se denuncia a partir del miedo al otro, (por ejemplo a una médica en un edificio), pero son pocos los que combaten la pobreza extrema y la pandemia de la pobreza.

Por eso volvemos a citar a la carta atribuida a Bertold Brecht que es del Pastor luterano Martin Niemöller (1892-1984) en su sermón de Semana Santa en la ciudad de Kaiserslautern (1946), titulado “¿Qué hubiera dicho Jesucristo?”

“Cuando los nazis vinieron a llevarse a los comunistas/guardé silencio/ porque yo no era comunista./ Cuando encarcelaron a los socialdemócratas/ guardé silencio/ porque yo no era socialdemócrata./ Cuando

vinieron a buscar a los sindicalistas/ no protesté/ porque yo no era sindicalista. /Cuando vinieron a llevarse a los judíos/ no protesté/ porque yo no era judío. Cuando vinieron a buscarme/ no había nadie más que pudiera protestar.”

Con la caridad no alcanza, las instituciones deben resolver un Nunca Más para pocos sino para una comunidad que debe resolver que todos y todas tendremos que vivir con dignidad y que sólo lo podemos encarar entre todos y todas.

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por Marcela Bottinelli

TENSIONES Y REFLEXIONES SOBRE LA PANDEMIA

Desafíos desde la salud mental comunitaria

El aislamiento nos enfrenta a contradicciones que trastocan las cosas que habitualmente creíamos, como la preocupación de que los jóvenes tengan mas relaciones interpersonales y menos relaciones mediadas por la tecnología. Hoy cumple el rol de mantenernos unidos y cercanos con las personas que queremos. O pensar que cuidar hoy, es no tener contacto físico con otro. Impensable para las personas queridas.

El aislamiento y las situaciones críticas nos siguen mostrando lo mejor y lo peor de cada quién (personas, pero también Estados), siguen existiendo las bajezas y las grandezas, la solidaridad y el egoísmo, la bondad y la maldad, así como desafíos a las normas, negaciones y controles, multas. Estar dentro de las casas o barrios también visibilizó y puso en tensión situaciones críticas: la violencia de género, el maltrato, la soledad, el hacinamiento, los problemas habitacionales, laborales, las situaciones de extrema vulnerabilidad entre otras.

Algunos colectivos de personas con afectaciones de salud mental tienen como lema “el encierro no cura”, y hemos vivido todxs en los últimos días como aparecen


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nuestras mejores y peores reacciones. Vivimos una situación de encierro que no decidimos. En los últimos días se vieron declaraciones en diferentes formatos y medios de muchas personas, que aunque antes se sentían bien, compartían que durante los primeros días de conocerse la pandemia, de escuchar las noticias mundiales y de quedarse en sus casas los habían puesto muy mal, tristes, enojados, angustiados a niveles insospechados, Algunos compartían experiencias y tips de cómo habían salido de ese estado o iban logrando cambiar ese estado. Todxs resaltaban que luego de unos días, poder hablar, compartir con otrxs lo que nos pasa; encontrar nuevas formas de llevar nuestro día, pensar en cosas que podamos hacer y nos gustan estando donde estemos; ver si la gente cercana necesita algo que podamos ayudar a hacer; buscar formas de conectarnos con los seres queridos; acotar los

momentos y calidad de información confiable; e identificar actividades o espacios que nos tranquilicen y nos hagan sentir bien no importa donde estemos. Estos relatos se repiten una y otra vez, y coinciden con muchas de las recomendaciones de expertos en salud y salud mental. El miedo y la estigmatización también se mostraron tanto dirigido a los afectados como hacia los que están atendiéndolos. Así vemos que aunque todos los días se escuchan los aplausos para el personal de salud, aparecen carteles en edificios que solicitan que los trabajadores de salud que viven allí se vayan; o reacciones

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frente a personas que aun sin síntomas descubren que estaban afectadas y al avisarlo, sus vecinos o las personas con quienes estuvo se enojan, los culpabilizan o los discriminan. Esto nos sigue interpelando , cómo construir formas cuidadosas de todxs que no sean expulsivas, estigmatizantes, o de aislamiento social por discriminación o temor. Esto que en este momento es un tema para todxs durante la pandemia es uno de los grandes desafíos en salud mental. Cómo pensar que las personas con padecimientos mentales pueden mejorar encerradas y aisladas por largos períodos de sus familias y afectos, de sus rutinas, de las cosas y lugares que les gustan, las personas que quieren.

Estos días nos mostraron que el encierro es para cualquiera una situación difícil aún sin tener ningún problema específico. Cómo deshacerse de la estigmatización, ese proceso por el cual algo que no elegimos, y que muchas veces

padecemos, se convierte en algo que nos marca socialmente, nos culpabiliza y hace que los demás nos eviten y discriminen. Estas son algunas de las preguntas que es importante que sigamos trabajando, quizás esta pandemia nos permita encontrar entre todxs nuevas y creativas respuestas. Que lo urgente no nos desdibuje lo importante…

Como siempre entonces podemos aprovechar lo que sucede para aprender en los nuevos escenarios y desafíos, desarrollando formas creativas, pero también recuperando prácticas.

Seguimos sosteniendo, redescubriendo, inventando y re inventando formas de lazo, de cercanía, de cuidado, visibilizando redes o construyéndolas. Descubrimos o reinventamos formas de estar juntos, de encontrarnos de forma no física, de estar unidos, incluso más unidos re inventándonos como comunidad. No marchamos el 24 de marzo,

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pero colgamos pañuelos en todas las ventanas, enviamos hashtags, cantamos “La cigarra” con diferentes cantantes a la misma hora en radio, televisión y en nuestras casas, no hicimos masivos actos públicos el 2 de abril pero pusimos banderas, cantamos el himno, y hablamos sobre Malvinas en los foros. No hacemos una manifestación en agradecimiento a todxs los que sostienen los cuidados de salud, alimentación, transporte, limpieza pero salimos todas las noches a la misma hora y aplaudimos en agradecimiento, no podemos encontrarnos para festejar un cumpleaños o ver

amigos, pero hacemos reuniones virtuales y les enseñamos a usar nuevas tecnologías a los que no lo saben, para que estén presentes también .

Se hacen reuniones de trabajo, reuniones políticas, reuniones de gobierno, se reúnen senadores y diputados de manera virtual para que sigan funcionando las instancias ejecutivas, legislativas y judiciales que permitan organizar todas las adecuaciones necesarias para un funcionamiento diferente en el que se resguarden los derechos y necesidades de todxs. Se generan formas de atención de salud las telerecetas, las videoconsultas, la llamada telefónica, las recorridas para llevar medicamentos esenciales.

Se sostienen clases y cursos en todos los niveles on line o en horarios de radio y televisión. Se construyeron materiales , recomendaciones y disposiciones de forma colaborativa y participativa en tiempos impensados para intentar dar

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respuesta a las diferentes contingencias que se visibilizaban con las decisiones tomadas. Incluso la cultura, el arte y el deporte se reinventan formas de mantenernos unidos, apertura de bibliotecas virtuales de manera gratuitas, visitas guiadas virtuales a museos, recitales gratis, peñas abiertas con citas a una determinada hora, clases de yoga, aerobics en redes. Incluso en los últimos días van surgiendo y reinventándose las formas pagas estrenos de películas, recitales, por streaming. Seguramente este evento modificará muchas cosas que solíamos hacer así y seguro nos intriga saber cómo será volver a encontrarnos. Cómo será la salida gradual de la que nos hablan, cómo será la próxima vez que

podamos vernos con las personas que queremos, nietos, hijos, abuelos, parejas, amigxs con los que quedamos distanciadxs físicamente, pero no afectivamente, de hecho con algunxs hemos profundizado nuestras relaciones. Cómo será esa gradualidad que permita seguirnos cuidando y cuidar. Este sentido básico es el que creo ha trastocado el sentido liberal y capitalista de exaltación del individualismo, porque nos mostró que el aislamiento, en este momento, es solidaridad social, y que la única manera de cuidarnos es cuidándonos todos.

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EL ROL DEL ESTADO Y LAS POLÍTICAS PÚBLICAS EN TIEMPOS DE PANDEMIA

La propagación del covid-19 implica acciones concretas de los estados. ¿Qué pasará luego?

Entrevista con Francisco Pestanha.

La expansión mundial del covid-19 ha obligado a todos los estados a tomar posiciones y adoptar ciertas medidas. Algunos han dado respuestas tardías como Italia, otros han dejado poblaciones desamparadas ante sistemas de salud colapsados como España, otros priorizan los mercados antes que la salud, como EEUU y algunos han marcado una presencia estatal clara con una batería de políticas

públicas acompañando como Argentina. Lo cierto es que los roles de los estados se ven a la luz de la crisis.

En nuestro país, el coronavirus llegó con un gobierno relativamente nuevo, con menos de 3 meses en el poder, pero que ya venía dando muestras de cambio radical en su posicionamiento en torno al rol del estado, en comparación con la gestión de cambiemos. “Nos cansamos de escuchar la prédica de cientos de, entre comillas, intelectuales, economistas, opinólogos, hablando de la necesidad de achicar el estado, reducir el sector público, de achicar el déficit y una serie de elemento que apuntaban a desguarnecer el estado y favorecer el sector privado. Todo ese discurso


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Por Daniela Tagliafico.

2 de abril 2020


contribuyó inclusive a desarmar un ministerio como es de salud”, dijo Francisco Pestanha, director del Departamento de Planificación y Políticas Públicas.

Respecto al ministerio de Salud, Pestanha, especializado en estudios sobre el peronismo destacó la importancia del primer peronismo en las políticas de salud púbica y lo que significó el ministerio de salud: “Fue un ministerio importante que había cobrado mucha fortaleza. Recordamos siempre la figura de Carrillo y todo el equipo que planteando una doctrina revolucionaria que cambiaba el eje de la enfermedad por la salud. Sin olvidar todo el trabajo que se realizó en enfermería, cuya madrina fue la señora Eva Perón, con todo un trabajo que involucraba la defensa en términos integrales”.

Por otro lado, si bien la preocupación actual es en torno al fin de la pandemia, nos

preguntamos qué pasará con las políticas públicas y además, con la mirada que la ciudadanía tiene sobre ellas. En este sentido, según Pestanha, “el después del coronavirus implica una rediscusión clara del rol del Estado en nuestros países. Nosotros tenemos que reconstruir un estado presente allí donde se encuentran los sectores más vulnerados. Siempre con el concepto de defensa integral, no es solamente más inversión en salud y educación, sino además en trabajo, energía y todas las actividades que implican el desarrollo integral”.

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por Karina FloresSubdirectora de Gestión Institucional del Nivel Primario Prov. de Bs As.Docente investigadora - Universidad Nacional de Lanús8 de abril 2020

ESCUELA EN ÉPOCAS DE PANDEMIA. OPORTUNIDAD PARA EL ENCUENTRO

El aislamiento social, preventivo y obligatorio ha trasladado la escena escolar

al interior de cada uno de los hogares.

Ante la adversidad de estos tiempos, todos y todas nos encontramos aprendiendo nuevas cosas. El formato tradicional de la escuela y lo que socialmente entendemos por escuela se encuentra interpelado y sustantivamente modificado; y con ello todas nuestras prácticas profesionales.

Pandemia, virus, lavandina, alcohol en gel, algunas de las palabras que se fueron colando en este inicio del ciclo lectivo y se apoderaron

lentamente de la escena escolar. Pero estas, son solo algunas. También resuenan fuertemente cuidado, prevención, solidaridad, acompañamiento, vínculo, afecto.

Unas y otras, resignifican y reconfiguran hoy esa construcción que llamamos escuela. Una escuela cuyo histórico objetivo es enseñar, una escuela que acoge en sus aulas a los niños y niñas, a los jóvenes y adolescentes, a los adultos. Una escuela presente en todo momento, en las buenas, pero también en las malas. Si pudiéramos pensar en alguna certeza en medio de tanta incertidumbre, es que la escuela siempre dice presente.

Esta época tan difícil que nos toca atravesar, no es la excepción. La escuela sigue estando de pie y los maestros siguen trabajando.


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El aislamiento social, preventivo y obligatorio, sin embargo, ha trasladado la escena escolar al interior de cada uno de los hogares de nuestros estudiantes. Hoy las tareas se hacen en la mesa de la cocina con la ayuda y con las opiniones de toda la familia. Cambiamos el guardapolvo blanco por el delantal de la cocina de mamá, y el timbre del recreo por la pava chillante para el mate. Y está muy bien que esto suceda.

A pesar de esto, hoy la escuela sigue enseñando. Enseña que no existe nada más importante que la vida y que para eso nos tenemos que cuidar, con algo tan sencillo como quedándote en casa. Cuando me cuido estoy cuidando al otro; y como un acto de magia, el otro, el vecino, el compañero, el que toma el colectivo todos los días conmigo, cuando se queda en su casa y se cuida, me está cuidando a mí también.

El cuidado pleno, el reconocimiento del otro, la construcción de un entramado de confianza constituye

aspectos de la cotidianeidad de la tarea docente, en cada escuela y en cada aula bonaerense en el marco de educación inclusiva. Hoy día, en tiempos de pandemia el cuidado y fortalecimiento de los lazos de afectividad se vuelven ejes prioritarios de la tarea docente y de la vida en sociedad. Hoy más que nunca el cuidado es un acto pedagógico y enseñante, es un acto de solidaridad.La escuela también nos enseña que la palabra tiene un efecto trascendental en los otros, deja huella. La seño en la puerta de la escuela, recibiéndote con una sonrisa y con una palabra de afecto, lo sabe muy bien. Comunicarnos con

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los otros en medio de esta incertidumbre social se vuelve prioritario. Estoy segura que hoy recibieron un mensaje de la seño indicando la tarea y lo empezó preguntando por vos y por tu familia. También sé que el mensaje termina con un cuídate mucho y mañana nos hablamos.

¿Qué cuántos contenidos enseña la escuela? Muchos y muy diversos. Hoy nos enseña que tenemos que estar más juntos que nunca, aunque parezca una contradicción. El aislamiento sanitario es una oportunidad para fortalecer el vínculo y lazo social. Para sabernos más solidarios que nunca. Para entender que este tiempo es un tiempo de acompañamiento, con un gesto, con una palabra, de estar presente, de contener. Es innegable que no siempre resulta sencillo y que esta situación nos atraviesa en forma singular a todos y a todas. No obstante, es necesario.

En poco tiempo o en mucho, cuando sea prudente y cuando esté sanitariamente recomendado vamos a volver a habitar la escuela, cada escuela y cada aula. Se llenarán los pizarrones de escrituras, de problemas para resolver; los pasillos y los patios de relatos y anécdotas compartidas; de juegos para correr y saltar. Ese será un nuevo momento para que cada niño y niña ocupe su lugar en el aula, para encontrarse con sus compañeros y compañeras, para gritar bien fuerte “¡yo, seño!”.

En definitiva, el momento de seguir enseñando y aprendiendo en una sociedad que sabe –porque lo aprendió con el alma- que todos y todas somos importantes y queremos volver a vernos. Un solo camino nos conduce hacia ese lugar; hoy, ¡Quédate en casa!

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CORONAVIRUS: “SE LOGRO EL PRIMER OBJETIVO QUE ERA EVITAR EL PICO”

Hugo Spinelli sostiene que con este amesetamiento en la cantidad de contagios se podría pasar a otros modelos de cuarentena.

El último domingo Alberto Fernández anunció la extensión de la cuarentena hasta el 12 de abril y así cumplir dos ciclos completos de la incubación del virus. Lo cierto es que hasta el momento el aislamiento preventivo y obligatorio dispuesto por el gobierno nacional viene dando resultados positivos en cuanto a la cantidad de nuevos casos pero también comienzan a salir a flote ciertos problemas en las dimensiones de lo social.“El aumento de casos es muy controlado, los efectos del aislamiento están teniendo impacto”, sostiene Hugo Spinelli, director del Instituto de Salud Colectiva de la Universidad Nacional de Lanús.

En cuanto a los problemas sociales, el epidemiólogo resalta las dificultades de cumplir el

aislamiento en los barrios populares, la situación de encerrar a mujeres con hombres golpeadores que “es un efecto secundario pero no menor” y también las características particulares de los individuos. “No todas las personas soportan el aislamiento de las misma manera”, acota Spinelli y cita el aumento de suicidios en algunos países. Spìnelli afirma que el aislamiento provoca “un quiebre de la cotidianeidad con un propósito bien claro que es evitar el contagio” y que este objetivo se está logrando pero “está teniendo efectos sociales y hay problemas económicos macro pero también micro, y eso se ve no sólo en los sectores populares sino en las clases medias, desde profesionales que tienen un


Por Gerardo Korzin3 de abril 2020

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consultorio o un profesor de yoga que dejó de tener clases, esa gente se quedó sin ingresos y el Estado no va a llegar a socorrerlos”.

“Hay que salir de esta cuarentena”, concluye el director del Instituto de Salud Colectiva de la UNLa. “No va a ser el caos, se puede seguir protegiendo a los grupos de riesgo, se puede ir hacia otros modelos epidemiológicos, se pueden encerrar los casos ya no como casos aislados sino como grupo, hacer sitios centinela, hacer vigilancia epidemiológica. Me parece que se logró el primer efecto que es evitar el pico. Ya no es necesaria la cuarentena general de toda la sociedad sino ir actuando sobre los brotes que haya e ir peleándola en el día a día”. Sobre la velocidad en el conocimiento mediático de los nuevos casos, el epidemiólogo sostiene que “socialmente es

contraproducente, genera una psicosis total, miedo, pánico, los medios debieran aflojar un poco con eso. Hay gente que la esta pasando mal con esto. El que es un poco hipocondríaco yo le aconsejaría que apague la televisión porque se tortura. Además el miedo hace perder la solidaridad y en estos momentos hay que ser solidario”, pero aclara: “ojo, esto no quiere decir que no haya que respetar la cuarentena, llegamos a esto porque la respetamos, pero podemos hacerlo sin estar paranoicos y pensando que se viene el fin del mundo”.

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AUDIOVISUALES DEL CONURBANO PARA LA CUARENTENA EN CASA

MANCOMUNADOSMachaco Films - Vimeo.

La serie MANCOMUNADOS compuesta de 6 capitulos toma como eje de acción diversas alternativas socio económicas que generan modelos inclusivos y solidarios en sectores de la población que habían quedado en la marginalidad a causa de las políticas neoliberales aplicadas en nuestra región, cuya manifestación más evidente fue la crisis del 2001.

COCINA COLECTIVAYouTube.Serie gastronómica, donde podrás descubrir los secretos que guardan las colectividades de la zona sur del Gran Buenos Aires. Con la conducción de Pablo Cordonet.

N° 19 - 10 de abril de 2020Dirección: Ana CardosoEditora: María Laura MoralesDiseño Gráfico: Ariel FischerRedactores: (en éste número)Dra. Ana Jaramillo, Daniela Tagliafico, Marcela Bottinelli, Karina Flores, Gerardo Korzin.

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