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Instituto de Constelaciones Familiares Brigitte Champetier de Ribes
El movimiento del amor del espíritu (1º) Bert Hellinger. El enfoque sistémico. El enfoque fenomenológico.
Hellinger existencialista. Las psicoterapias humanistas.
La dimensión espiritual. La dimensión energética.
Las constelaciones como instrumento de crecimiento personal y servicio a la vida.
La evolución del pensamiento de Hellinger y sus consecuencias.
Del movimiento del alma al movimiento del espíritu. El amor del espíritu.
Las constelaciones del espíritu.
Maracay, octubre 5 de 2013
Índice
Bert Hellinger p. 2
El enfoque sistémico p. 7
El enfoque fenomenológico p. 10
Hellinger, Fenomenología aplicada, 2001 p. 11
La percepción especial, 2006 p. 12
Hellinger existencialista, 2006 p. 13
Cambio de paradigma, 2006 p. 13
La salud espiritual, 2006 p. 15
Hellinger Sciencia, 2007 p. 18
Quién piensa, quién sufre, quién ama, 2008 p. 22
El corte entre hacer y dejar hacer, 2009 p. 24
Las Constelaciones del Espíritu, 2010 p. 27
La nueva libertad, 2010 p. 35
Los campos mórficos, Ruppert Sheldrake, 2009 p. 38
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Bert Hellinger
Filósofo y psicoanalista alemán, Bert Hellinger creó su propio método de
psicoterapia fenomenológica y sistémica, dentro del enfoque de las tera-
pias humanistas breves y del existencialismo: las Constelaciones Familia-
res.
Bert Hellinger nace el 16 de diciembre de 1925 en Leimen, Baden, Alema-
nia. En Colonia hasta los 17 años, vivió la Alemania nazi durante su infan-
cia y juventud.
Desde los 5 años quiere ser sacerdote y a los 10 años ingresa en un semina-
rio. Pertenece a una familia católica, intelectual y opuesta al orden estable-
cido por Hitler. Desde muy joven vibra con el respeto a la libertad humana, viviendo a contra
corriente para seguir su propio criterio. Forma parte de una organización católica no afín al na-
cionalsocialismo por lo que fue declarado “Sospechoso de Ser Enemigo del Pueblo” en 1942.
A los 17 años, todos los de su quinta son llamados al frente, le mandan a Francia dónde sufre la
vida de soldado. En 1945, es hecho prisionero por los americanos, y padece los rigores, (el ham-
bre, las celdas de castigo) de un campo de presos alemanes, supuestos nazis, en Bélgica. Consigue
escapar del campo. Descubre que su hermano ha muerto en el frente. La guerra ha terminado y
se hace sacerdote. Estudia entonces Filosofía, Teología y Pedagogía en la Universidad de Würz-
burg.
Unos años más tarde es enviado como misionero a Sudáfrica dónde va a dirigir un gran interna-
do de jóvenes zulúes. Sigue estudiando. Descubre la cultura zulú, de la que recoge la importancia
vital del respeto a los mayores. Observa también el proceso de adaptación de estos jóvenes, por
su necesidad de integrarse a la cultura occidental, viviendo la relatividad de los valores y rituales
establecidos por cada cultura.
Sigue formándose, a menudo enfrentado con las autoridades eclesiásticas. Su “crisis” hay que
situarla a finales de los 60, y en ella parece que fue decisiva su asistencia a un cursillo ecuménico
organizado por unos anglicanos. Éstos traían una especie de fenomenología aplicada para recon-
ciliar contrarios, y dejaron una profunda huella en Hellinger. En un grupo de trabajo entre reli-
giosos, Bert Hellinger relata que un ponente hizo una pregunta sin respuesta al grupo “¿Qué es
más importante para ti, tus ideales o la gente? ¿Si tuvieses que elegir, cuál sacrificarías?”. Bert se
pasó una noche sin dormir para poder responder, con todas las consecuencias. Importa recalcar
el necesario recelo hacia toda obediencia incondicional y adhesión sin fisuras a unas ideas que
había sido la actitud de Hellinger desde su niñez.
Comenta en “Un largo camino”: “Le estoy muy agradecido a ese Ministro por haberme hecho esa
pregunta. En un sentido, la pregunta cambió mi vida, pues esa orientación fundamental hacia la
gente ha formado todo mi trabajo desde entonces”.
Al volver un verano a Alemania, participa en los primeros talleres de Gestalt y es incluso el pri-
mero en practicar la silla caliente. Es cuando descubre que su tiempo como sacerdote ha termina-
do. Esperará un año más para dejar el sacerdocio con paz, después de 25 años.
Con 45 años vuelve a Alemania. Trae consigo una profunda actitud fenomenológica, una honda
impresión del contraste entre la fuerte cohesión familiar africana y la situación europea, y el de-
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seo de seguir resolviendo problemas humanos. Se orienta hacia la psiquiatría. Se traslada a Vie-
na; allí estudia psicoanálisis y se casa con Herta, su primera esposa.
En 1973, abandona Alemania por segunda vez y viaja EE. UU para seguir la formación de Arthur
Janov (creador de la terapia del grito primal) en California. Existen muchas influencias importan-
tes en su formación, uno de los más significativos fue Eric Berne y el Análisis Transaccional con el
descubrimiento que el guión de vida refleja los traumas familiares de varias generaciones ante-
riores. También desarrolló interés por la terapia de Gestalt, terapia de la fenomenología del aquí
ahora, a través Ruth Cohen y Hilaron Perzold.
Junto con su Esposa Herta, integró lo que él ya había aprendido de la dinámica de grupos y el
Psicoanálisis con la Terapia de Gestalt, Terapia Principal y Análisis Transaccional. Durante este
periodo, fue dándose cuenta de las dinámicas de identificación dentro del sistema familiar. Con-
tribuyó a ello el libro de Ivan Boszormenyi-Nagy, Las lealtades invisibles. El equilibrio entre el dar
y el tomar en las relaciones familiares también fue un hallazgo importante en su trabajo. Se formó
en Terapia Familia con Ruth McClendon y Leslie Kadis y fue ahí fue donde por primera vez con-
tactó con las Constelaciones Familiares.
Bert Hellinger cuenta: “Yo estaba muy impresionado por su trabajo, pero no podía entenderlo.
No voy a renunciar a eso antes de que realmente haya entendido la Terapia Sistémica Familiar.
Un año después pensé de nuevo en eso, y me sorprendí al descubrir que estaba trabajando ya de
una manera sistémica”.
Leer el artículo de Jay Haley El triangulo perverso le permitió descubrir la importancia de la jerar-
quía y el orden en las familias. Continuó el trabajo en la Terapia Familiar con Thea Schönfelder y
en Hipnoterapia y Programación Neurolingüística (NPL) con Milton Erickson, del que tomó el
uso de las historias en sus terapias. Ambos fueron de gran influencia para él, junto con Frank
Farelly y su Terapia Provocativa. Así como también La Terapia de la Contención desarrollada por
Irena Precop.
Junto con su mujer, tiene su propia consulta en la que va experimentando y condensando su sa-
ber hacer. Su elección es decididamente a favor de una terapia breve, nuclear; buscando la terapia
que devuelva, de un modo radical, a la persona su fuerza y dignidad. A través de la experimen-
tación y la integración de todas las terapias a las que se había acercado, en 1980, empezó a desa-
rrollar su propia terapia familiar sistémica: las Constelaciones familiares.
Esta terapia es la consecuencia práctica de su reflexión filosófica - él es ante todo un filósofo - y
sobre todo consecuencia de su observación y disciplina fenomenológica. Sus comprensiones y su
libertad de pensamiento le permiten descubrir la riqueza de la formula de representar al sistema
familiar por otras personas, técnica que estaba ya en uso cuando la empezó a practicar.
Gracias a su percepción fenomenológica, va tomando conciencia de lo que hay detrás de la reali-
dad aparente, detrás de los conflictos y del sufrimiento, detrás de la paz y de la felicidad. Trabaja
en y con los campos morfogenéticos, descubriendo las leyes sistémicas del amor, a las que llama
"los órdenes del amor", el papel de la conciencia moral, la dinámica profunda del movimiento
sanador.
Bert Hellinger ha penetrado, con rigor, en el campo del conocimiento, lo que le permite elaborar
una nueva filosofía, una nueva visión coherente de todos los aspectos de la vida. Entre ellos, una
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nueva visión sobre la felicidad, el éxito, el amor. La era renacentista del Individuo, solo frente a
su destino, frente a sus decisiones individuales y su "cogito ergo sum" ha muerto; está naciendo –
desde principios del siglo XX – la era del Campo, que se llame cuántico, morfogenético, sistémi-
co, Conciencia familiar o Conciencia del espíritu.
Junto con su primera mujer elabora la hipótesis de los órdenes del amor, que se irán precisando a
lo largo de los años.
Uno de sus mayores descubrimientos ha sido entender el rol de la conciencia moral.
Es tan desestabilizador que estuvo varios años observando una y otra vez la presencia de la bue-
na conciencia detrás de los conflictos y agresiones, tanto entre individuos como entre grupos y
países, antes de sacar a la luz sus conclusiones. Descubrió que la buena conciencia es un órgano
fisiológico que sirve de cemento social, evitando las singularidades, separaciones y tomas de au-
tonomía. Uno tiene mala conciencia cada vez que actúa de forma independiente de alguien o de
un grupo, por lo contrario siente buena conciencia siempre que refuerza su pertenencia a un
vínculo, bien sea de amistad, amor o solidaridad.
De hecho, observó que usamos la justificación moral "estoy en mi derecho" "es mi deber" "eso es
bueno, lo otro es malo" cada vez que estamos actuando sin amor con alguien, o sea cada vez que
hacemos daño a alguien…
Su método está en continua evolución. En el año 1999, gracias a su observación fenomenológica,
Hellinger toma conciencia del significado de los movimientos de los representantes. Al principio,
los llama, junto con su segunda mujer Sophie, movimientos del alma, o movimientos de la Con-
ciencia Colectiva Inconsciente Familiar
A partir de 2004, distingue entre movimiento del alma u movimiento del espíritu.
Los movimientos del alma son los movimientos inherentes al campo en busca de su homeostasis
(de su cohesión), movimiento que se manifiesta a través del inconsciente, del lenguaje corporal y
de los efectos que tienen los desordenes sistémicos en nuestras vidas: la dinámica inconsciente de
compensación arcaica.
El movimiento del espíritu es la conexión con una energía en movimiento, una energía de amor
que procede de fuera, de más allá de lo sistémico y que hace fluir la fuerza sanadora en la Conste-
lación a través de un movimiento de reconciliación. El campo morfogenético sólo da información
y, el cambio, la creatividad y la sanación provienen de un campo energético externo al que acce-
demos al estar en la aceptación a todo como es, que es la energía del espíritu.
Hellinger aporta entonces una nueva comprensión: la del amor del espíritu, que lo piensa y lo
mueve todo con el mismo amor. Conectar con este amor es asentir a todo como es.
Sus observaciones fenomenológicas, por ejemplo sobre la relación terapéutica y la contra transfe-
rencia, aportan mucha luz y eficacia a la psicoterapia, a la vez que desestabilizan y levantan po-
lémica. También se le reprocha su capacidad de evolución…
Su última evolución le lleva a elaborar un nuevo corpus científico "la Hellinger Sciencia".
Es la ciencia de la organización de la vida humana, fruto de complejas intrincaciones, solapa-
mientos y fidelidades, siempre movidas por el amor, resultado de las fuerzas sistémicas del
Campo. Al Campo pertenecemos todos por igual, vivos y muertos, conocidos y desconocidos. Tal
como lo explica la física cuántica, todos estamos interconectados.
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La Hellinger Sciencia descubre y describe los principios sistémicos, que tienen prioridad sobre el
amor, para que fluya el éxito en todos los campos de la vida.
"La Hellinger Sciencia lleva consigo una dimensión suplementaria, la dimensión espiritual que
nos empuja más allá de los conocimientos directamente comprensibles respecto a los órdenes y
desórdenes en nuestras relaciones. Únicamente a través de aquella dimensión se puede percibir
su sentido universal y los efectos que de ella emanan en todos los ámbitos de la existencia.
¿Qué es este conocimiento del espíritu y cuales son sus dimensiones? La observación es la herra-
mienta para descubrirlo y detectar sus efectos: nada de lo que existe se mueve por sí solo. Todo es
movido por algo que viene de más lejos. Aún si aparentemente algo se mueve por iniciativa pro-
pia, al igual de todo lo que vive, su movimiento no puede originarse en sí mismo. Cada movi-
miento, tratándose de todos los seres vivos, se inicia en un movimiento de afuera y sigue movido
por él ininterrumpidamente a lo largo de lo que dure su vida.
Algo más pide un instante de reflexión.
Cada movimiento, sobre todo cada movimiento vivo, es un movimiento consciente. Esto presu-
pone una conciencia presente dentro de aquella fuerza que lo mueve todo. En otros términos:
cada movimiento es un movimiento intencional. El movimiento se mueve por ser así la intención
de aquella fuerza, obedeciendo al modo como esta fuerza lo pide.
¿Entonces, qué hay en el origen de todo movimiento?
Un pensar, que lo piensa todo tal como es."
(Revista Hellinger marzo 2007)
En ese pensar está el origen de toda sanación.
Y reconocer las cosas como son y asentir a todo como es permite sintonizar con ese pensar y su
fuerza sanadora.
En 2010, tras varias enfermedades, comprende lo que se le pide: dejar de usurpar el papel del
movimiento del espíritu durante el desarrollo de las constelaciones.
En sus talleres, el deseo de Hellinger es transmitir sus conocimientos sobre el destino, la herencia
familiar, el amor, la felicidad, la salud y el éxito en los distintos campos de la vida, en sintonía
con el amor del espíritu. Su anhelo es que las "nuevas Constelaciones familiares", basadas en la
conexión con el movimiento del espíritu y la entrega del terapeuta, extiendan su ámbito de sana-
ción y crecimiento a todo el mundo.
Y su último gran mensaje es que nuestro agradecimiento se traduzca por nuestra entrega a la
vida y a la difusión de su mensaje de amor, olvidándole a él, dejándonos guiar cada uno por el
movimiento del espíritu.
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ANTECEDENTES
Por un lado tenemos la evolución propia de la psicología y del pensamiento durante el siglo XX:
la Nueva Comunicación, el Estructuralismo, la Sistémica, el Generativismo, el nacimiento de las
Terapias humanistas, la Terapia Familiar.
El punto de partida será las investigaciones de la Escuela de Palo Alto con Watzlawick y la
“nueva comunicación”1, el desarrollo de la Sistémica de Bateson (a quién debemos los niveles
lógicos), los trabajos del Mental Research Institute y sus estudios sobre los esquizofrénicos. Esta-
rán en el origen del hervidero tan creativo del mundo terapéutico de los años 60-70 con el desa-
rrollo de la PNL, Gestalt, AT, como las mas conocidas, y también las terapias sistémicas familia-
res nacidas en los USA, en el Mental Research Institute con Bowen y enriquecidas por el aporte
europeo, como se ve a continuación:
Las terapias familiares sistémicas de Bowen, con su enfoque trigeneracional y el uso de los
genogramas. Bowen es el pionero de la teoría de la sistémica familiar.
El Eastern Philadelphia Psichiatric Institute de Ivan Boszormenyi-Nagy2, creado en 1957, uno
de los centros de investigación y formación más importante del Movimiento de Terapia familiar.
Nagy es el primero en hablar de “deuda y fidelidad” inconsciente de los supervivientes para con
los muertos de la familia. Sus descubrimientos teóricos fundamentan la orientación de Hellinger.
La escuela de Roma con Maurizio Andolfi.
La escuela de Milán, que formalizó las técnicas actuales de terapia familiar.
La terapia familiar estructural, con Salvador Minuchin y la idea de los modelos familiares.
El psicodrama de Moreno, con la elaboración de una imagen de solución que actúa inconscien-
temente sobre el hemisferio derecho impulsando un cambio emocional en el cliente.
La Escultura Familiar de Virginia Satir, a partir de 1942.
Jodorowski utiliza el árbol genealógico y la representación de los ancestros por otras personas
desde los años 60, dando nacimiento a la psicogenealogía.
En cuanto a Hellinger, las Constelaciones Familiares, atajo de traducción de Silvia Kabelka, se
conocen también por: Terapia Sistémica y fenomenológica de los vínculos familiares, Soluciones
en armonía con el alma familiar, terapia sistémica de los vínculos transgeneracionales, Recons-
trucción familiar, Reordenamiento de familias...
1 Leer o “El arte de amargarse la vida” 10ª edición, o “Cambio, formación y solución de los problemas humanos, 11ª
edición, o bien “Teoría de la comunicación humana” 12ª edición, todos de Paul WATZLAWICK, en la editorial
Herder. 2 BOSZORMENYI-NAGY: “Foudations of Contextual Therapy. Collected papers of Ivan Boszormenyi-Nagy”, New-
York, Brunner/Mazel, 1987.
MAGDA HEIREMAN: “Du côté de chez soi. La thérapie contextuelle d´Ivan Boszormenyi-Nagy”, Ed. ESF, Paris
1989.
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EL ENFOQUE SISTÉMICO
ENFOQUE ANALÍTICO
CIENTÍFICO / OBJETIVO ENFOQUE SISTÉMICO
Aísla: se concentra sobre un elemento Une: se concentra sobre las interacciones entre
los elementos
Considera la naturaleza de las interacciones Considera los efectos de las interacciones
Se apoya en la precisión de los detalles Se apoya en la percepción global
Modifica las variables de una en una Modifica simultáneamente grupos de variables
Independiente de la duración: los fenómenos
considerados son reversibles Integra la duración y la irreversibilidad
La validación de los hechos se realiza por una
prueba experimental en el marco de una teoría
La validación de los hechos se realiza por com-
paración del funcionamiento del modelo con la
realidad
Modelos precisos y detallados, pero difícilmen-
te utilizables en la acción
Modelos insuficientemente rigurosos para ser-
vir de base de conocimientos , pero sí utiliza-
bles par la toma de decisión y la acción
Enfoque eficaz cuando las interacciones son
lineales y débiles
Enfoque eficaz cuando las interacciones son no-
lineales y fuertes
Lleva a una enseñanza por disciplinas separa-
das o yuxtapuestas Lleva a una enseñanza pluridisciplinar
Lleva a una acción programada en el detalle Lleva a una acción por objetivos
Conocimiento de los detalles, pero metas poco
definidas Conocimiento de las metas, con detalles vagos.
Un sistema es un conjunto de elementos en interacción dinámica, organizados en función de una
meta.
Es un conjunto de subsistemas, conjunto que evoluciona hacia su finalidad, (por lo tanto atrave-
sado por una energía que le dirige hacia algo) ejerciendo una actividad, y cuya estructura evolu-
ciona sin perder su identidad única.
Un sistema implica una organización, un orden y una jerarquía.
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Sus propiedades son: interacción, interdependencia, finalidad, identidad, evolución, retroacción
(bucle de información retroactiva, negativa o positiva) y autorregulación.
Cuando un elemento no responde a la finalidad del sistema, existe un proceso automático que
busca cualquier solución para restablecer el homeostasis, (una de ellas es el desvío de la energía,
y este elemento y su subsistema desaparecerán por entropía).
En un sistema existen lugares de almacenamiento de la energía/información/ intención. Esa ener-
gía/información/intención puede ser transportada, comunicada o transferida, puede ser almace-
nada, gravada o memorizada, y puede ser transformada.
El respeto de la jerarquía permite el intercambio y el transporte de información entre los elemen-
tos de un sistema.
El control es la función más importante de un sistema, controlar la evolución hacia la finalidad, a
la vez que el mantenimiento de su equilibrio, de sus criterios, de su homeostasis, utilizando la
información en bucle retroactivo, la adaptación, y la autorregulación.
La función de adaptación y de regulación de un sistema se ejerce cuando se produce un disfun-
cionamiento, estimulando cualquier cambio o novedad que permita volver a la misma dirección
o llegar al estallido del sistema.
Un sistema puede alcanzar sus metas a partir de puntos de partida muy variados y por medios
distintos.
Para los sistemas humanos añadiré lo siguiente:
Los sistemas son multitud y están en interacción. No sólo los individuos interactúan. Nuestros
sistemas familiares están también intrincados con grandes campos de emociones, de pensamien-
tos, de dinámicas inconscientes como la expiación o la venganza…
La evolución espontánea de un sistema es siempre hacia su protección. El sistema es atravesado
por dos fuerzas: una necesidad de cohesión interna (la defensa de la “pertenencia”) y una nece-
sidad de evolución, de individuación de sus elementos para que a su vez creen nuevos sistemas
al servicio de la vida (respondiendo a la necesidad de compensar lo que recibieron). La inten-
ción, la dirección global es siempre positiva para el sistema, que esta positividad sea arcaica o
evolutiva. La suerte de los elementos sueltos está al servicio de la intención o dirección del sis-
tema; el sistema no se interesa por el elemento suelto, sólo por su relación al conjunto.
La pertenencia, o sea la cohesión del sistema, tiene preferencia sobre la necesidad de compensar,
de devolver lo recibido.
Todo excluido, individuo o sistema, atrae hacia sí, irresistiblemente, a un elemento más joven,
obligando a este alguien a vivir la compensación arcaica, desde las dinámicas de “yo cómo tú” o
“yo por ti”. Este elemento no puede disfrutar de su individuación y a menudo estará atrapado en
una triangulación. La triangulación manifiesta siempre la presencia de un excluido.
Cuando la exclusión es mayor, o repetida, el sistema atraerá hacia la exclusión a una familia
completa, encerrándola en una cohesión rígida, en la que los individuos han perdido su posibili-
dad de individuación, por estar representando cada uno a uno de los participantes de la gran
exclusión.
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El control se ejerce por medio de un bucle retroactivo permanente de información. La informa-
ción llega a la vez a todos los miembros de la familia (vía ADN, neuronas, campo energético, etc.)
El sistema, el clan tiene unas posibilidades de autorregulación que pueden conducir o a la rein-
clusión en el sistema, o a la entropía de los subgrupos que se han alejado de la dirección, de la
fuerza.
El caos es fuente de un nuevo orden. Todo es atravesado por un orden, es la consecuencia de la
dimensión “tiempo”.
Todo es evolutivo, las leyes que gobiernan la naturaleza y los sistemas también.
La sanación no es individual, siempre es colectiva, sistémica. Y la fuerza de un trabajo, su fuerza
liberadora será proporcional a su dimensión sistémica.
Aunque se hayan sanado los vínculos sistémicos, la persona sólo tendrá permiso de disfrutar de
la sanación si otras personas también se benefician de su “solución”.
Algunas personas no pueden disfrutar de los beneficios de sus constelaciones, o de cualquiera de
sus trabajos de liberación, si antes no respetan profundamente a algunas personas de su vida,
personas que no pueden cambiar, y les agradecen por ser como son.
A veces el síntoma es mantenido por el resto de la familia y es necesario tener en cuenta la vincu-
lación de esas personas con el síntoma.
El grupo de pertenencia
Hay personas que han sanado su carga sistémica y aún así no ven cambios en sus vidas. Para
muchas de ellas es debido a su fidelidad a un campo de pertenencia, al que pertenecieron o con el
que están intrincados (hermanos, ex pareja, grupo de amigos, grupo religioso, político, de terapia
o ideológico, etc., país de origen, etc. etc.) y ya han dejado atrás pero sólo parcialmente, y avan-
zar hacia la sanación que ahora se les abre les hace sentirse demasiado culpables hacia ese grupo
de personas.
Sanarnos es hacernos más autónomo, mas independientes. Para ello hay que poder soportar la
culpabilidad que nos da el cambiar y el alejarnos de ciertas personas.
En el problema está la solución.
El problema nos viene como espejo de algún conflicto nuestro sin resolver o como retrovisor de
algo que el sistema familiar nos señala para resolver.
La solución intentada infructuosamente para resolver el problema muestra que la persona se de-
bate entre dos servicios:
- el servicio a la vida y al sistema familiar, señalado por el problema; también llamado
compensación adulta.
- la fidelidad arcaica a un grupo de pertenencia, a un gran campo, a un ancestro, a una in-
trincación o también para mantenerse alejado de un conflicto que uno no quiere asumir. Fideli-
dad llamada compensación arcaica.
La solución vendrá cuando la persona acepte mirar el problema, y mirar lo que el problema indi-
que.
10
EL ENFOQUE FENOMENOLÓGICO
La fenomenología es un movimiento filosófico fundado por Husserl y desarrollado por Heideg-
ger. Su lema es “volver a la cosa misma”, a los fenómenos, buscando lo que hay detrás de la apa-
riencia. Se opone a las filosofías que buscaban la esencia detrás de los fenómenos. La esencia pre-
gunta sobre cómo es algo, la fenomenología pregunta sobre qué existe, independientemente de lo
que podría ser su esencia.
Utiliza entonces la duda sistemática.
La nueva física (Entropía, caos, fractales) trabaja sobre la realidad tal y como se percibe, olvidán-
dose de teorías previas que no hacen más que reducir e simplificar la realidad.
La nueva pregunta es entonces: ¿Cómo percibir?
Las intenciones implícitas y explícitas del terapeuta modifican la situación y modifican su per-
cepción. Sólo se percibe lo que se conoce, por lo que la actitud fenomenológica exige una gran
superación de sí mismo, una apertura a lo desconocido y renuncia a nuestras seguridades intelec-
tuales, para ser capaz de llegar a percibir el fenómeno como es.
Sólo se comprende algo, y entonces se puede sanar, cuando se entiende la relación entre un hecho
(individuo, síntoma, etc) y una globalidad mayor que le incluya.
Husserl: el conocimiento sólo puede venir del estudio descriptivo de los fenómenos, estudio
“naïf”, ingenuo, liberado de leyes, normas o principios de evaluación. Se trata de volver a la cosa
misma.
Hellinger se declara fenomenológico y existencialista.
El fenómeno nos muestra la existencia de la realidad no su esencia, nos muestra lo que existe no
cómo existe.
A la existencia sólo se le puede decir SÍ o NO (comunicación digital, hemisferio izquierdo, el es-
tado Adulto). Desde la esencia se lleva una mirada de juez, de comparación (comunicación ana-
lógica, hemisferio derecho, el estado Padre). La esencia es un fenómeno de mirada, de creencia,
posterior a la existencia.
11
Hellinger, Fenomenología aplicada
La actitud fenomenológica del terapeuta3
PREGUNTA: ¿se puede evaluar la terapia de las Constelaciones Familiares?
BERT HELLINGER: si por evaluar quieres decir si existe un protocolo que se puede repetir sa-
biendo de antemano el resultado que va a producir, pues no. Esto es válido para la Física, la Me-
cánica, la Medicina o el Conductismo.
La actitud fenomenológica en terapia significa lo siguiente:
El terapeuta se expone a un nuevo contexto, a un cliente sentado a su lado. Estoy sentado y me
dejo impregnar por la situación. Percibo, estoy centrado en mí y percibo, estoy centrado en mi
percepción. Veo al cliente pero sin mirarle mucho, empiezo a percibir algo, sigo centrado en mi,
en lo que me viene internamente, en lo que percibo, el cliente me habla, pero no le escucho mu-
cho, me dejo impregnar, entiendo a medias, estoy centrado en mi, abierto a todo, a todo lo que se
me muestra, me impregno, sin intención, pues no se si es bueno para el curarse, así que no tengo
ninguna intención, sobre todo no tengo miedo a lo que puede surgir, ni tengo miedo a lo que
podrán comentar sobre ello. Me expongo a la situación hasta que algo se muestre.
Y de repente, algo fulgurante, brevísimo, una imagen, una palabra, lo sé, es eso. Inmediatamente
después desaparece. Si dudo, si tengo miedo, si no confió en ese instante de claridad, ya no vol-
veré a recibirlos. Es muy breve, es un fragmento del conjunto, es lo que tengo que hacer ahora,
sin pensar en después, confiando.
Trabajo con esa imagen sin saber lo que voy a hacer después. Después, me vuelvo a centrar en mi
mismo y espero hasta saber cuál va a ser el segundo paso. Al exponerme a la situación algo se
hace claro de nuevo.
El terapeuta está en la oscuridad, esperando un flash, lo sigue y de nuevo está en la oscuridad y
de nuevo recibe un flash y así continuamente, hasta que ya sienta que no puede, no debe ir más
allá.
Necesitamos tener mucha confianza en fuerzas que están por encima del terapeuta. El terapeuta
no puede decir que ha hecho algo, es algo dado, regalado, él ha transmitido lo que le han entre-
gado.
Este método es muy humilde, al final el terapeuta se tiene que retirar, sólo debe ir hasta donde se
le permite, hasta donde recibe luz.
Pr. ¿hay que hacer constelaciones completas?
B. H. No, rotundamente, no. La eficacia está en hacer sólo un trocito de camino y confiar en el
alma del cliente. El terapeuta debe renunciar a controlar el resultado.
3 Grenoble, Francia, Febrero 2001.
12
Este método necesita de un entrenamiento a la humildad, la paciencia y el saber retirarse al final.
No preocuparse por el resultado. Sería nefasto para el cliente.
Llamo a esto minimalismo: centrarse sobre un tema importante, sobre una sola cosa, todo lo de-
más se resolverá sólo si realmente he centrado bien el problema.
Pr: ¿y si el cliente quiere algo más?, ¿necesita algo más sobre su tema?
B. H. tú te haces la pregunta ¿le va a dar más fuerza o menos fuerza seguir trabajando?
Piensa en un árbol, si sanas las raíces del árbol, influenciarás todo el árbol, si te dedicas a cortar
ramas o sanar el follaje quizás consigas que el tronco se pudra…
La percepción especial4
Para poder actuar según los órdenes de la ayuda, se requiere una percepción especial. Lo que
aquí acabo de decir de los órdenes de la ayuda no se debe aplicar de forma estricta ni metódica.
Quien pretende actuar de esta manera, piensa en lugar de percibir, reflexiona y se basa en expe-
riencias anteriores en lugar de exponerse a la situación en su totalidad para así captar lo esencial.
Por tanto, esta percepción abarca ambos elementos: está enfocada y, a la vez, libre de intenciones.
En esta percepción me focalizo en una persona, pero sin ninguna intención concreta más allá del
deseo de captar a esa persona de una forma abarcativa y en relación al actuar que se le presenta
como siguiente paso necesario.
Esta percepción nace del centramiento interior. En él abandono el nivel de las reflexiones, de las
intenciones, de las distinciones y de los temores. Me abro para algo que me mueve inmediata-
mente, desde dentro. Quien alguna vez, como representante en una constelación, se abandonó a
los movimientos del alma, viéndose dirigido e impulsado por ellos de una manera absolutamente
sorprendente, sabe de qué estoy hablando. Percibe algo que, más allá de los conceptos habituales,
le capacita para realizar movimientos precisos, para escuchar en su interior, para percibir imáge-
nes internas y sentimientos insólitos. Estos movimientos le dirigen desde fuera y desde dentro al
mismo tiempo. Aquí, la percepción y el actuar coinciden. Esta percepción, por tanto, es menos
receptiva y representativa, es productiva. Conduce a la acción y se amplía y profundiza en el ha-
cer.
Por regla general, el tiempo que dura la ayuda desde esta percepción es corto. Se centra en lo
esencial, muestra el siguiente paso y se retira rápidamente para inmediatamente dejar al otro con
su propia libertad. Es una ayuda que se presta de paso. Se da el encuentro, surge una indicación,
y cada uno sigue su camino. Esta percepción reconoce cuándo está indicada la ayuda y cuándo
más bien resulta perjudicial, cuándo incapacita en lugar de impulsar, cuándo sirve más para sa-
tisfacer la propia necesidad, no la del otro. Es una ayuda humilde.
4 Los Órdenes de la ayuda. Bert HELLINGER, Ed. Alma Lepik, Argentina 2006. p. 20.
13
Hellinger, existencialista5
Pertenezco al existencialismo.
El existencialismo se fija en lo que existe, no en cómo existe.
Mis conclusiones existencialistas son:
Lo más importante es que tengamos una madre, no la clase de madre que es.
Cuando miramos la existencia de la madre, su esencia o el cómo es la madre ya no tiene impor-
tancia.
Para el padre igual, lo que importa es que tengamos un padre, no cómo es el padre.
Para la pareja igual.
El hecho de tener una pareja es más importante de cómo es la pareja.
El hecho de tener hijos es más importante que el hecho de cómo son esos hijos.
El hecho de pertenecer es más importante que el hecho de a qué se pertenece.
El hecho de tener un Dios es más importante que el hecho de qué clase de Dios es.
Cambio de paradigma 6Usted habla de un campo espiritual, ¿es en referencia a los descubrimientos de Rupert Sheldrake y a sus
campos morfogenéticos?
Hellinger: Sí, es la pregunta importante.
Rupert Sheldrake, del que soy amigo, observó esos campos, no sólo en los sistemas familiares
sino también en sistemas más amplios. Participó en mis seminarios. Me dijo que había visto ac-
tuar los campos morfogenéticos en las constelaciones familiares. Desde entonces Sheldrake sigue
con sus investigaciones. Habla ahora de campos espirituales, de campos del espíritu, llamándoles
espíritu ampliado, espíritu ensanchado.
En la filosofía occidental, en Descartes y Kant, por ejemplo, encontramos la idea, según la que
existe una libertad humana y que por sí mismo el hombre reconoce lo esencial y por lo tanto
puede actuar en consecuencia. Esa opinión muy expandida entró en nuestra cultura occidental,
forma parte de nuestra cultura.
A partir de las observaciones de Sheldrake y de las mías, la exigencia de autonomía por ejemplo,
la idea de que cada uno es responsable de su comportamiento y que hay que darle por responsa-
ble de lo que hace, ya no se puede mantener.
A través de las constelaciones familiares se ve que cada uno está vinculado con otras muchas
personas y elementos del sistema. Sheldrake llama a esto estar en la resonancia. La consecuencia
extremadamente importante que resulta de ello es que en ese campo nada se puede perder.
5 El amor que nos hace enfermar, el amor que sana. Bert Hellinger, 6-7 de mayo de 2006, Ecole Hellinger Paris.
6 “Constelación de Familia”, Revista Recto-Verseau. Entrevista con Bert Hellinger, enero 2006, Suiza
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La idea muy extensa de que podríamos deshacernos de algo, incluso hacer desaparecer algo,
vencer otro pueblo, por ejemplo, destruirle o deshacernos de una enfermedad, es por lo tanto
aberrante. De hecho esas ideas de exclusión, el hecho de que sería posible deshacernos de algo y
que después ya estaríamos libres de ello, ya no pueden ser defendidas, mantenidas.
En un campo todo sigue presente y sigue actuando sobre todos los demás elementos del sistema,
en particular los que fueron excluidos del sistema, son ellos los que promueven la acción más
profunda.
Tomemos un ejemplo sencillo, que se manifiesta frecuentemente en las constelaciones de familia.
Los miembros de una pareja que anteriormente tenían otra relación conyugal. En la nueva rela-
ción tienen hijos y de pronto se extrañan del comportamiento de uno de sus hijos. Muy a menu-
do cuando alguien se separa de su pareja le hace reproches, dice que él es el culpable, y la pareja
acusada se enfada. En el campo que constituye la nueva pareja, la pareja desechada sigue presen-
te y actuando a través del hijo que manifiesta los mismos sentimientos que al que representa. Este
hijo no está libre, está intrincado en el campo del sistema. Las consecuencias de una exclusión
siempre son las mismas, el campo busca reintegrar a las personas excluidas por medio de la in-
trincación con algunos descendientes.
¿Este sistema familiar funcionaría por ejemplo como una célula, un cuerpo orgánico que intentaría cueste
lo que cueste mantener una forma de homeostasis?
Hellinger: Muy exactamente, es una imagen muy bonita, muy bella.
Por lo tanto, a partir de un problema o desequilibrio que se ha producido, ¿La Constelación Familiar tiene
como meta restablecer un equilibrio y una armonía?
Hellinger: Prácticamente la solución consiste siempre en reintegrar a la persona excluida en el
sistema. Después la persona que representaba a la excluida estará libre y dejará de estar influen-
ciada por la excluida de mala manera. Sin embargo no está libre de hacer todo lo que quiere, sólo
la mala influencia desaparece. Esa persona está entonces con otro vínculo con el campo entero y
en vez de excluir, el campo integra. La persona se siente a partir de entonces completa y entera.
Es en ese vínculo cuando la persona siente libertad. No se trata de una libertad contra alguien
sino de una libertad que tiene en común con otros.
Constatamos pues que nuestra filosofía occidental está superada. La realidad que manifiestan las
constelaciones familiares muestra que esa filosofía es incompleta aunque sigue influenciando
ampliamente nuestra cultura.
La masa de las críticas contra las constelaciones familiares viene de los que piensan que deben
mantener la antigua filosofía occidental, filosofía que afirma que tal idea es exacta y que por lo
tanto tal otra no puede serlo.
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La salud espiritual.
Movimientos del alma, movimientos del espíritu julio de 2006, Buenos Aires
¿Qué es lo que nos enferma? ¿Cuándo enfermamos?
Enfermamos cuando uno se desvía del movimiento del espíritu.
Es decir, los movimientos del espíritu afectan por igual a todas las personas, nadie queda exclui-
do del movimiento del espíritu. Y tampoco podemos excluir a nadie de los movimientos del espí-
ritu. En cuanto lo intentamos, perdemos la sintonía, la concordancia con el movimiento del espí-
ritu.
Pero el espíritu no nos abandona. Nos mira con benevolencia.
También en lo que aparentemente hacemos mal, también donde aparentemente nos hacemos
culpables. Solamente que en ese caso el espíritu nos lleva de una manera distinta. Vemos cómo
nos despierta a la consciencia.
¿Cómo? Por ejemplo, mediante una enfermedad.
Entonces, la enfermedad está al servicio del movimiento del espíritu. A saber: un movimiento del
espíritu vuelve a traer, mediante el dolor, mediante el sufrimiento, a aquellos que hemos exclui-
do.
Entonces en ese caso una enfermedad nos hace conscientes para que nosotros miremos a aquellos
a los que no queríamos mirar. Nos obliga a regresar a un movimiento del espíritu más abarcati-
vo.
Pero muy a menudo ¿qué hacemos con una enfermedad? queremos deshacernos de ella. En lugar
de permitir que esta enfermedad nos guíe como un movimiento del espíritu que nos quiere unir
con alguien que hemos excluido o relegado, queremos deshacernos del medio de sanación.
La enfermedad como medio de sanación.
Quizás vuelva en la próxima generación, o en la siguiente.
Quiero llamar la atención sobre algo muy importante: los movimientos del alma, los movimien-
tos del espíritu
Tuve otras comprensiones. Mucho de lo que yo describía como movimiento del alma es movi-
miento del espíritu.
Y entonces ¿qué es un movimiento del alma?
Bueno. Estos movimientos del alma tienen lugar en el nivel de la consciencia. ¿Qué significa aquí
consciencia? alguien se siente mejor, el mejor. Todo aquel que se siente “mejor que” excluye a
alguien, sino no podría sentirse mejor. Cuando me siento “mejor que alguien” le estoy denegan-
do el derecho a vivir. Es decir que la soberbia en el alma, este sentimiento, es un asesinato.
Y dentro de la consciencia hay un movimiento de compensación, una necesidad de compensar y
esa necesidad de compensación se da en el marco del alma de la familia, en esa alma grande. Por
eso muchas veces le toca a alguien compensar, alguien que es totalmente inocente. No es el que
se hizo culpable el que compensa. No necesita hacerlo, porque un niño, un hijo, muy a menudo
lo hace por él.
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Dentro del alma hay una continuación interminable de intentos de compensación. Sin ningún
éxito. Y este alma familiar es un campo morfogénico. Ruppert Sheldrake que lo ha entendido a
nivel de la biología con mucha claridad dice que dentro de un campo mórfico no hay nada nue-
vo, sólo interminables repeticiones. Por eso dentro de una familia a través de las generaciones se
vuelven a repetir los mismos acontecimientos. Siempre las misma intrincaciones.
A veces las sacamos a la luz.
¿Y cuáles son las consecuencias?
A pesar de todo continúan, lo habéis visto.
Porque los individuos quedan como capturados por ese campo mórfico: es el campo de la dife-
renciación entre el bien y el mal, el campo de la necesidad de compensación.
Luego, Ruppert Sheldrake vio que un campo así puede cambiar por una influencia externa, a
saber, una influencia espiritual.
Y eso es una comprensión, que proviene del espíritu.
Una vez que esa comprensión se introduce en el campo algo se modifica. ¿En qué dirección? en
una dirección mas allá del bien y del mal, en una dirección en la que hay que reconocer de repen-
te que los movimientos del espíritu nos toman a todos y que cada uno está en orden tal como es.
Entonces los movimientos del espíritu que hemos observado aquí nos pueden, de alguna manera,
elevar a otro nivel donde la influencia de la consciencia se detiene, donde la necesidad de la repa-
ración, de la expiación termina. Y donde una enfermedad, porque es sentida dentro de este mo-
vimiento, se transforma en un movimiento del espíritu que nos une con aquel que había sido ex-
cluido. Y este movimiento del espíritu lleva a la salud, a una salud espiritual. Entonces nos sa-
namos en el espíritu.
Cuando queremos ayudar a alguien solemos hacerlo dentro del campo mórfico del alma y enton-
ces todo se va repitiendo.
A nivel espiritual todos sanan. También nosotros.
Cuando surge un problema, surge siempre de la misma manera.
Alguien es separado. Cuando una persona se siente separada o se la separa de las personas que
para ella son importantes eso para ella se vuelve un problema. Y todo problema surge de una
separación y la solución es tomar el camino inverso… En el fondo es muy fácil.
El proceso interno de sanación se produce cuando nosotros le ayudamos a alguien a unirse a lo
que antes estaba separado. Está muy claro que los movimientos del espíritu siempre unen lo que
antes estaba separado. ¿Cómo puede ser?
Es porque los movimientos del espíritu miran con buenos ojos a todos por igual. ¿Y cómo pode-
mos sintonizarnos con este movimiento?
¿Cómo podemos nosotros contribuir para que lo separado se vuelva a unir?
Si miramos a todos por igual.
La mayoría de los clientes que vienen a vernos han rechazado a alguien o se sienten rechazados y
entonces le hacen un reproche a alguien, o se lo hacen a ellos mismos.
Cuando escuchamos esto es como si nos pidieran que nos opongamos a alguien, que rechacemos
a alguien. A veces también aunque parezca raro, la clienta espera que la rechacemos a ella, que la
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juzguemos. Por ejemplo cuando una madre dice que “lo hice todo mal”, nos está invitando a que
la rechacemos. Todos estos intentos agravan el problema y si permitimos que nos seduzcan es-
tamos echando leña al conflicto en vez de solucionarlo.
¿Cuál es el proceso?
Para comenzar, internamente, en nuestra alma, unimos todo lo que está separado en el alma del
cliente. Miramos al cliente tal como es. Tal como es fue como el espíritu lo quiso. Por esa razón
tampoco puede ser distinto de lo que es. Como es está bien. El espíritu lo pensó así. Y así para
nosotros está bien.
Cierren los ojos
Visualicen este tipo de clientes. No importa su conducta. Que ocurre en el alma de ustedes? Tie-
nen quizás algo en contra de este cliente. Interpretan quizás su conducta como una forma de ser
despreciable. ¿Realmente tenemos la sensación de desearle todo lo mejor? ¿de tener benevolencia
hacia el? Y sentimos la misma benevolencia ¿hacia sus padres, su familia, su pareja, sus hijos?
Repentinamente sentimos que algo en nosotros cambia por la benevolencia. La benevolencia
hacia todos como son, a cada uno tal como es, por igual hacia todos, sin diferenciaciones. Enton-
ces estamos en el movimiento del espíritu. Y luego el espíritu se hace cargo de guiar con benevo-
lencia a todos y une a todos a su manera , mas allá de lo que nosotros podemos imaginar.
¿Cuál es el aspecto más bonito de la benevolencia?
Cuando nos sentimos bien con el otro tal como es, tal cual es.
Cuando nos podemos poner contentos por los miembros de la familia del cliente como son. Y
esto es muy fácil. Si nos movemos con los movimiento del espíritu por que el espíritu siente ale-
gría con todos tal cual son.
Y así estamos al servicio de la paz.
Tiene un efecto bonito para nosotros: nos sentimos felices.
No hay nadie que por lo que hace puede ser hecho responsable.
A nadie se le puede hacer responsable por sus actos. Porque nadie es libre. Aquí pudimos verlo.
¿Podía uno ser distinto de lo que fue?
¿Quién es responsable por todos los actos, por los asesinatos?
El espíritu. Él lo quiere, él lo piensa y porque lo piensa ocurre y todos están al servicio de este
espíritu.
La gran tentación para nosotros es que creemos que el individuo y su destino son importantes,
como si el espíritu, o como si Dios, debería mirarnos a cada uno y ocuparse de nuestro bienestar.
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Hellinger Sciencia En “Actualidades” de la revista Hellinger Sciencia no. 1/2007
La Hellinger Sciencia, escrito así deliberadamente, es una ciencia universal en el sentido original de filoso-
fía. Es la ciencia universal de los órdenes que rigen la vida humana en sociedad, que se inicia en la familia,
es decir, en la relación hombre-mujer y luego padres- hijos, incluye la educación y alcanza los órdenes en el
trabajo, en la profesión y las organizaciones así como los órdenes entre grupos rivales como pueblos o cultu-
ras.
Es, igualmente, la ciencia universal de los desórdenes que, en la vida comunitaria, llevan a con-
flictos y separan a la gente en lugar de reunirla.
Estos órdenes y desórdenes se propagan a los cuerpos y juegan un papel importante en el génesis
de las enfermedades y en la salud anímica, mental y física.
¿Porqué nombrar esta ciencia “Hellinger Sciencia”? Hellinger es quién ha alcanzado estos cono-
cimientos y los ha descrito. Los ha testado en la práctica y los ha expuesto al público. Así fué co-
mo muchos han podido constatar los efectos de estos conocimientos sobre si mismo tanto en sus
relaciones y como su modo de gestionarlas. A partir de esto podemos ver que se trata de una
ciencia.
La Hellinger Sciencia es un conjunto en movimiento. Esto significa que sigue desarrollándose
continuamente, incluso gracias a la experiencia y a los descubrimientos de muchos otros que se
han entregado a ella y a sus efectos. Tratándose de una ciencia viva, no cabe en un molde acadé-
mico como una asignatura definitivamente elaborada y luego enseñada y aprendida como tal.
Tampoco se la puede someter a controles de efectividad, juzgándola con parámetros que le son
ajenos y justificándola a través de ellos. Sus justificaciones son sus efectos y su éxito. Bajo todo
punto de vista es una ciencia abierta.
La dimensión espiritual
La Hellinger Sciencia lleva consigo una dimensión suplementar, la dimensión espiritual. Ella nos
empuja más allá de los conocimientos directamente comprensibles respecto a los órdenes y des-
órdenes en nuestras relaciones. Únicamente a través de esta dimensión se puede percibir su sen-
tido universal y los efectos que de ella emanan en todos los ámbitos de la existencia.
¿Qué es este conocimiento del espíritu y cuales son sus dimensiones?
La observación es la herramienta para descubrirlo y detectar sus efectos: nada de lo que existe se
mueve por sí solo. Todo es movido por algo que viene de más lejos. Aúnque si aparentemente
algo se mueve por iniciativa propia, al igual de todo lo que vive, su movimiento no puede origi-
narse en si mismo. Cada movimiento, tratándose de todos los seres vivos, se inicia en un movi-
miento que viene de fuera, y sigue movido por él ininterrumpidamente a lo largo de lo que dure
su vida.
Existe algo más que pide un instante de reflexión.
Cada movimiento, sobre todo cada movimiento vivo, es un movimiento consciente. Presupone
una consciencia presente dentro de aquella fuerza que lo mueve todo. En otros términos: cada
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movimiento es un movimiento intencional. El movimiento se expesa por ser así la intención de
aquella fuerza, obedeciendo del modo que esta fuerza pide.
¿Entonces, qué hay al inicio de todo movimiento? Un pensar, que lo idea todo tal como es.
¿Y sus consecuencias? Para este pensar no existe ningún movimiento que no haya surgido por su
voluntad, tal como es y tal como se mueve. Cada movimiento es en realidad un movimiento de
este pensar del espíritu. Por lo tanto, nada se detiene respecto a este pensar. Todo lo que existió
sigue siendo pensado en el presente y el futuro tal como el espíritu lo desea. Al ser concebidos
simultáneamente por él, el pasado se aplica al futuro en todos los respectos. El pasado prolonga
su movimiento en el futuro y alcanza en él su perfección.
El futuro se vuelve entonces pasado y se mueve hacia su propio futuro de la misma manera. Es
difícil imaginar que este pensar que lo mueve todo deje de fluir.
Así pues, ya que no existe nada que no sea primero concebido por él, al igual nada puede existir
después de él. ¿Qué o quién podría concebir, después de él?
Frente a este pensar, muchas de nuestras ideas o creencias pierden su razón de ser. Por ejemplo,
la creencia de un libre albedrío, la creencia de la responsabilidad individual. Quedan caducos
muchos de los valores y de las diferencias que son pilares de nuestra cultura.
Me refiero en primer lugar a la diferencia entre bien y mal. Entre justo y errado. Entre elegido y
rechazado. Entre arriba y abajo, superior e inferior, mejor y peor. Y finalmente entre vida y muer-
te.
Sin embargo nos cruzamos una y otra vez con estas polaridades, incluso las vivimos. ¿No serán
ellas también concebidas y deseadas por este espíritu, tal como son?
Hay que detenerse a pensar: el pasado y el futuro no son la misma cosa. El pasado está en camino
hacia el futuro. Por lo tanto, en nuestra experiencia hay un antes y un después, un más y un me-
nos.
¿Qué es el menos, qué es el más?
Es menos consciencia o más consciencia.
Nos situamos en un movimiento que nos lleva de ser menos conscientes a ser más conscientes.
Nos encontramos en un movimiento de menos consciencia, en armonía con el espíritu y sus am-
plios movimientos, movidos hacia más consciencia, siempre en acuerdo con él. Lo que cualitati-
vamente nos aparece como más o menos es para el espíritu impensable. Para él no existe el más o
el menos. No obstante este movimiento, en lo que se refiere a nosotros, está pensado así por el
espíritu que lo habita. El movimiento que nos lleva es concebido de cierta forma por el espíritu, a
pesar de lo que nos exige en el camino hacia un incremento de consciencia.
¿Quién logra este aumento de consciencia?
¿Quién logra este progreso, en armonía con la consciencia del espíritu?
¿Están acaso todos los hombres pasados, presentes y por venir juntos en este camino, para alcan-
zar juntos este nivel de consciencia?
¿Lo alcanzaremos juntos o aisladamente?
20
La libertad
Evidentemente nos sentimos libres en muchos aspectos. Evidentemente llevamos la responsabili-
dad de nuestros actos y sus consecuencias. Pero sabemos también que existe otra fuerza, una
fuerza espiritual que concibe, desea y mueve nuestra libertad, responsabilidad y culpa de tal mo-
do que las experimentamos como siendo propias.
¿Y aún así, lo manejaríamos todo de otra forma?
¿Seríamos capaces de manejarlo de otra forma?
¿De dónde sacaríamos la fuerza para movernos y actuar de otra forma?
¿Qué nos queda por hacer entonces, en todo esto?
Actuar como antes, y asentir a nuestra libertad, a nuestra responsabilidad, a nuestra culpa y a
nuestro pasado con todas sus consecuencias tal como son y tal como los experimentamos.
A la vez, vivimos este consentir como un aumento de armonía consciente con el espíritu que lo
mueve todo. Lo percibimos también como un crecimiento de consciencia, tanto para nosotros
como para todos los que llevan con nosotros los frutos de nuestra libertad y responsabilidad, así
como para los que han sido arrastrados en el cauce de nuestras acciones y de nuestra culpa.
Estos numerosos seres humanos experimentan el mismo evento de manera diferente. Pero cuan-
do a través de ello perciben su libertad y su no-libertad contiguas, reciben un plus de consciencia,
talvez incluso un plus de armonía con el espíritu que lo mueve todo. Alcanzan un plus de cons-
ciencia que les afecta tanto a ellos como a otros muchos en su avance hacia una consciencia am-
plia, llevándoles un paso más adelante.
Las preocupaciones
En esta dimensión del espíritu las preocupaciones dejan de subsistir, incluso acerca del futuro de
la Hellinger Sciencia. Ella nace de un movimiento del espíritu, concebida y pensada por él y
permanece en movimiento así como el espíritu lo tiene pensado, independientemente de la apro-
bación o desaprobación de otros. En calidad de ciencia universal, demuestra su verdad en cual-
quiera de los casos, por sus efectos.
¿Qué hay de las preocupaciones, entonces? ¿De las que surgen acerca de nuestro futuro, del futu-
ro de otras personas y del mundo?
En cualquiera de los casos, ¿no es absurdo pensar que las preocupaciones absurdas pueden cam-
biar o impedir algo?
Se oponen al espíritu, como si tuvieran una existencia autónoma.
De otra naturaleza es la preocupación que nos impulsa en acuerdo con el movimiento del espíri-
tu. Es una preocupación surgida de una solicitud al servicio del mundo, movida por el espíritu.
Está en acuerdo con él. Esta preocupación se encuentra en armonía con los órdenes de la vida, su
comienzo y su fin.
El futuro
En acuerdo con el pensar de este espíritu, todo futuro es, para nosotros, ahora. El espíritu lo pien-
sa todo ahora. En la dimensión del espíritu muere la preocupación acerca de lo que viene. El paso
siguiente nos es indicado ahora, cuando estamos armonizados con el espíritu. El paso siguiente
existe, y con él existe un futuro. Para nosotros este futuro es ahora.
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La Hellinger Sciencia es una ciencia para el presente. Todos sus conocimientos actúan ahora y en
el acto. Cualquier resistencia a estos conocimientos actúa igualmente ahora y en el acto. Así es
como se ve que la Hellinger Sciencia es una ciencia de nuestras relaciones de ahora.
El amor
En fin de cuenta, la Hellinger Sciencia es una ciencia del amor. Una ciencia universal del amor. Es
la ciencia de todo amor que lo abarca todo de igual manera.
¿Cómo lograr este amor?
Se logra en la armonía con el pensar del espíritu que lo mueve todo a su manera. Se logra en la
consciencia de la armonía con el movimiento de este espíritu. Este amor sabe amar y sabe hasta
donde puede avanzar. Lo sabe por estar atento a la consciencia del espíritu y en armonía con él.
Este amor es puro, tal como la consciencia que está siguiendo. Es puro por ser movido por otro
pensar. Es un amor sabio, un amor sabio y puro.
Por lo tanto es un amor creador, siempre al unisón con el pensar del espíritu. Este amor es una
ciencia, una ciencia universal. Y como tal, sus efectos son universales. Este amor actúa porque es
verdadero.
22
Quién piensa, quién sufre, quién ama Revista Hellinger Sciencia, marzo 2008
Mi pensar, mi sufrir, mi amor tienen un efecto. Son parte de un movimiento que pone en
marcha algo, ocasionándole un cambio, impulsándole hacia el avance o frenándole, dete-
niéndole. Mi pensar, mi sufrir, mi amor están enlazados con un movimiento, que tanto para
mí como para los demás, es significativo. Por lo tanto, nunca son estrictamente personales.
Dependen de algo mayor. Tienen efectos que sobrepasan nuestros deseos, nuestra voluntad,
nuestros temores y nuestro poder, y cuya envergadura no podemos ni apreciar ni determi-
nar ni encauzar ni detener –sea para nosotros o sea para los demás.
¿Quién piensa pues, cuando pensamos? ¿Quién o qué sufre cuando sufrimos? ¿Quién o qué
ama cuando amamos? ¿Cómo nos va cuando tomamos consciencia de que algo más piensa
cuando pensamos, algo que nos supera de lejos?
¿Cómo nos va cuando le dejamos pensar así como le parece? Cuando le permitimos abarcar-
nos con su pensar, sea lo que fuese, pensar en nosotros y con nosotros, entregándonos a ello
y actuando conjuntamente a ello en lo que piensa con y en nosotros, ¿cómo nos encontramos
entonces? ¿Acaso precisamos preocuparnos por saber adónde nos lleva este pensar? ¿Acaso
precisamos preocuparnos por el modo en que nos toma a su servicio, diferente de lo que
habríamos arriesgado y podido, como si surgiera este pensar de nosotros?
¿Y qué pasa con nuestro sufrir? ¿Acaso dominamos sus efectos? ¿Cuándo nos alcanza así
como a otros y nos hace entrar en razón, por ejemplo? ¿O nos ayuda, llevándonos a reflexio-
nar, o nos obliga a cambiar de pensamiento, llevándonos a un pensar más creativo? ¿Acaso
controlamos adónde nos lleva nuestro sufrir, así como a los otros?
¿Se trata sólo de un sufrir personal o está al servicio de un poder mayor, igual que nuestro
pensar?
¿Un poder del espíritu, para el cual sólo representa una transición hacia metas más elevadas
y alejadas?
¿Cómo manejar nuestro dolor en sintonía con estas fuerzas conductoras?
Pues, nos dejamos guiar por nuestro dolor hacia una realización. Nos dejamos tomar de la
mano por este sufrir en un movimiento que reordena algo para nosotros y otros.
En este caso ¿es sólo nuestro dolor, un dolor personal? ¿O está al servicio de un movimiento
que, con ello, logra algo para muchos a la vez?
Por lo tanto, miremos más allá de nuestro sufrir, hacia este potente movimiento, dejémonos
guiar por él adonde vaya. Este movimiento piensa a través de nuestro dolor y, con ello, nos
hace volver a la razón.
¿De qué razón se trata, antes que nada?
Nuestro sufrir nos obliga a pensar de otra forma. Nos obliga a pensar de otra forma en los
demás, en su dolor por ejemplo o en su culpa y la nuestra. Pero, por encima de todo, nos
obliga a pensar distintamente con respeto a aquella fuerza espiritual cuyo pensar lo trae
todo a la existencia, tal como es, y que lo lleva todo hacia su meta, que aún nos permanece
oculta.
23
Es más, este movimiento nos muestra algo: está dirigido a todo igualmente, sin aventajar
nada. Ya que ¿en función de qué criterio podría dar la preferencia a otro, puesto que todo
tiene que ser como él lo concibe y lo quiere?
Pero por lo visto, nosotros opinamos que podemos preferir lo uno a lo otro y que tenemos el
derecho de considerarlo mejor o peor. Y nos otorgamos la posibilidad de excluir o eliminar
algo a favor de otra cosa, como si lo pudiéramos o si tuviéramos el permiso.
Si lo hacemos, ¿cuál es el resultado o las consecuencias?
Pues, es el sufrimiento.
A través del sufrimiento estamos reconectados con lo que, a nuestro parecer y al parecer de
nuestro grupo, no debería estar allí, aquello que no tiene permiso para estar allí igual que
nosotros, igual que aquellos de los cuales dependemos y a los cuales estamos entregados.
¿Quién sufre entonces? Nosotros sufrimos. Pero sufrimos para que algo retorne con el fin de
que podamos completarnos gracias a ello y por lo tanto sanarnos. Sufrimos porque una fuer-
za nos lleva a este dolor, pero por un camino que lo allana para nosotros y los demás.
¿A servicio de qué pues, se encuentra el sufrir? Al servicio del amor.
Algo más se destaca aquí. El amor de esta fuerza creadora ama de otro modo de lo que po-
demos amar nosotros. Al menos, al comienzo de nuestro amor, y hasta que nos encontremos
abarcados amorosamente por este otro amor. ¿Qué amor es este? Es el amor hacia todo, tal
como es.
Cuando amamos pues, ¿quién ama en este amor? Es este poder que actúa detrás de todo,
que abarca todo de igual manera en su movimiento, en un movimiento de amor para todos.
¿Acaso amamos nosotros aún? ¿O nos abandonamos, con nuestro yo, a este amor?
24
El corte entre hacer y dejar hacer Barcelona 4 de septiembre de 2009
¿Qué es un corte?
Con un corte, separamos algo, dejando una parte de un lado y la otra del otro. En alemán hay un
término explícito: Einschnitt, una incisión. Es un corte que separa.
El primer corte de separación en nuestra vida se da en el parto. Con un corte somos separados de
nuestra madre, un corte total que nos lleva a adaptarnos a circunstancias totalmente distintas.
Tenemos que respirar por primera vez solos, inspirar profundamente para poder vivir y luego
tenemos que buscar nuestro alimento, buscar el pecho de la madre y mamarlo para mantenernos
en vida. Esto es un corte decisivo.
Otro corte en nuestra vida es la relación con una pareja, que nos lleva a un lazo en una comuni-
dad de vida, un corte total con respecto a nuestra juventud. Esto se acabó. La pareja es tomada al
servicio de la vida cuando se convierte en pareja de padres que, a su vez, asumen hijos. Este es
otro corte de separación: algo se acaba y algo totalmente nuevo comienza.
Otro corte semejante es el fin de una carrera profesional. Después de una larga preparación, nos
toca vivir la autonomía profesional. Ahora, nos toca hacer una prestación y ganarnos el sustento.
Así sigue la existencia: toda progresión es un corte de separación con lo anterior. Con el progreso,
queda algo atrás.
En las Constelaciones Familiares, hay también un corte de separación. Cuando comenzaron, nos
imaginábamos que configurábamos una familia. La persona nos pedía una Constelación Familiar
y nos decía: haz una Constelación Familiar para mí o para mi madre. Esto fue un éxito en muchos
sentidos.
Pero pronto quedó claro que con eso, llegábamos a un límite y que a veces tomábamos un camino
erróneo. Y fue así cómo surgieron reproches y reclamaciones hacia las Constelaciones Familiares.
La palabra clave para esa manera de proceder era: “hacer”. Ahora, se dio un punto de quiebra.
Las Constelaciones Familiares dieron un paso adelante. Aquí, andaremos en ese nuevo camino
con vosotros. La palabra clave de estas nuevas constelaciones es: “dejar hacer”. El dejar nos sepa-
ra del hacer. Pero en el fondo ya al principio se notó qué dirección tomaba ese trabajo de conste-
laciones. Podíamos observar que los representantes estaban cogidos por otra fuerza, que les ma-
nejaba.
Ahora ya no configuramos la familia sino que ella misma se configura. Sólo necesitamos poner
un representante que se deja abarcar por un movimiento y, a raíz de él, la familia se configura.
Esto exige de nosotros una conversión total. Anteriormente, para constelar teníamos algo en
mano, una intención y una imagen de lo que sería lo correcto. Ahora no tenemos nada al que aga-
rrarnos, nos mantenemos “retraídos” y observamos lo que sucede. Sin embargo sí actuamos, pero
sin seguir nuestras reflexiones sino la manera cómo se configura la familia a través del represen-
tante. Permanecemos en sintonía con el movimiento de una fuerza más grande, dejándonos guiar
por ella.
Estamos aquí para eso principalmente: para aprender y practicar, para lograr entrar en sintonía
con algo que nos supera.
¿Cuál es el resultado? Os lo digo: puro milagro.
25
Ahora, vamos a lo concreto, a lo usual.
Yo pregunto: ¿Quién tiene un asunto que trabajar? Vosotros levantáis la mano y, sin mirar dete-
nidamente, siento a quien tengo que escoger. Esto, lo hago en sintonía con un movimiento del
espíritu. Eso es lo primero que tenemos que aprender, no mirar con precisión; me mantengo re-
cogido y de pronto siento cómo me guían. El resultado es que, si yo sigo a esta guía, entonces la
persona escogida parece estar en primer plano y va a traer algo especial para muchos.
En realidad, sólo se trata de dos movimientos: uno que va con la vida y el otro que va hacia la
muerte. El movimiento hacia la muerte es el más cómodo. Todo aquel que la muerte atrae, se
siente como Dios, dueño de la vida y la muerte, pero un dueño que no ha proporcionado nada a
cambio.
Cierren los ojos.
Vamos a nuestro movimiento interno.
Exploramos hacia dónde se dirige ese movimiento: ¿va hacia abajo? ¿Va hacia delante?
¿Tiene fuerza o está débil?
¿Está satisfecho con poco o reúne sus fuerzas para ir hacia más?
Percibimos lo cómodo que es el movimiento hacia abajo. Sentimos algo más, el movimiento hacia
abajo es un movimiento de odio. El movimiento hacia delante, con la vida, hacia más vida para
nosotros y otros es un movimiento de servicio con amor. Servir la vida con amor.
Es un movimiento con alegría.
(Tras una constelación)
¿Cuál fue el proceso que VD. siguió en esta constelación?
Es una pregunta importante y queda claro que lo tengo que explicar. Había dicho que las nuevas
constelaciones se diferencian de las anteriores en que, en vez de hacer algo, dejo que se haga. Sólo
sabía que lo tenía que escoger a él. No sabía de qué se trataba. Por regla general, se suele pregun-
tar de qué se trata, aunque en verdad no sirve de mucho. Pero la persona se siente mejor cuando
se le pregunta cuál es su asunto. Pero aquí, cómo me sentí guiado para escogerlo, también me
dejé guiar cuando se sentó a mi lado.
El primer paso fue separarme de él, porque él estaba completamente orientado hacia mí y a la
espera de algo. Entonces le dije: cierra los ojos. Esto fue la incisión para separar. Lo liberé de mí y
me liberé de él. Entonces, empecé a trabajar en aquel momento.
Me recogí y esperé a ser guiado. Es decir, solté todo, me quedé sin imágenes ni intenciones.
Cuando logramos soltar de ese modo, sea yo ahora o los representantes más tarde, nos vemos
movidos por otra fuerza. Lo llamamos aquí “andar con el espíritu” pero de hecho significa “me
dejo mover por un movimiento del espíritu”. De pronto, surgió la imagen de que alguien debía
estar tumbado ahí. Por qué, no lo sé. Seguí un movimiento, al igual que un representante. Cuan-
do estaba allí en el suelo, recibí la siguiente información: allí debe estar una mujer, de pie y supe
exactamente donde debía pararse. La he guiado allí. Poco después, vino la siguiente imagen: ahí
también está un hombre de pie, pero un poco más alejado.
Yo no tenía la menor idea de quienes eran. Pero así, se configuró la familia por si misma. Todos
fueron abarcados por un movimiento del espíritu, sin especificación por mi parte. Esto es un
ejemplo de lo que significa dejarse guiar por un movimiento del espíritu, sin ninguna imagen
preconcebida. Entonces se dieron diferentes situaciones. Y pude observar luego que querían re-
26
sucitar un muerto. Esto casi nunca se ve. ¿Quién de vosotros quiso alguna vez resucitar un muer-
to a la vida? Es tan absurdo, eso es una excepción. Pero demuestra que la culpa tiene aquí un pa-
pel. Debido a sentimientos de culpa, hay gente que quiere hacer resucitar los muertos.
Pues bien, luego me fui a otro nivel y me di cuenta que no conseguía ir más lejos. Decidí inte-
rrumpirlo. Tomé la decisión de interrumpir sin que se hubiera hallado una solución. La inte-
rrupción no es un mal, en general, porque el movimiento prosigue en los interesados.
(Después de otra constelación)
¿Hay alguien aquí que hubiera querido que esto fuera de otro modo?
Son muchos, por supuesto es comprensible.
Eso sería compasión. ¿Qué es compasión? Es cuando digo a Dios: tengo el amor más grande. Eso
es compasión. Eso es lástima.
Tener lástima es desprecio a Dios.
27
Las Constelaciones del Espíritu
www.hellinger.com, 2010
Los comienzos
Me encontré con las constelaciones familiares, porque ya las había antes de mí, cuando Thea
Schoenfelder me las dio a conocer durante las semanas de Psicoterapia en Lindau y me eligió
como representante del padre de un joven esquizofrénico. Completamente ingenuo me dejé co-
locar seguro de mí mismo y con buen ánimo. De repente cambió de sitio al representante del
joven y caí en un abismo. Ya no era yo mismo. Al final de la constelación me sentí como en otro
paisaje, amplio y tranquilo.
Después la encontré una vez más en las semanas de Psicoterapia en Lindau. De nuevo estuve
profundamente conmovido por su trabajo con las constelaciones familiares, pero no podía
entenderlo, sobre todo porque no decía nada sobre el trasfondo.
Años después asistí por cuatro semanas a un seminario extenso sobre terapia familiar en
Snowmass, en lo alto de las Rocky Mountains. Fue dirigido por Ruth McClendon y Les Kadis.
También mostraron algunas veces las constelaciones familiares. Una vez más estuve en el rol de
un representante y otra vez tuve mis altibajos. No pude comprenderlo y ellos tampoco lo
explicaron.
Un año después vinieron Ruth McClendon y Les Kadis a Alemania y ofrecieron dos cursos en
terapias plurifamiliares, es decir, por cinco días hicieron terapia simultáneamente con cinco Fami-
lias, Padres e hijos. Nuevamente pude difícilmente comprender los detalles. La experiencia esta-
ba ahí pero el comprender no. Aún así me di cuenta que aquí está el futuro.
Después de un año llegó el momento. Me atreví a esa tarea.
Antes ocurrió algo que me facilitó el acceso. Empecé a comprender a donde llegaban las constela-
ciones familiares.
Por muchos años ofrecí cursos a partir del „Análisis de Guión“ que desarrolló Eric Berne el crea-
dor del „Análisis Transaccional“. En su libro „Qué dice usted después de decir hola?“ lo describe
extensamente. El descubrió que vivimos nuestra vida según un plan secreto, que como un guión
representamos casi literalmente en el escenario de la vida.
Con esto comprendí que ese guión que actuamos en nuestra vida ya fue anteriormente
representado por otra persona de nuestra familia. Que lo asumimos en su mayor parte y básica-
mente lo repetimos.
Repentinamente percibí lo que era una implicación sistémica y entendí de donde surge: Nuestra
vida está implicada en el destino de otra persona. Estamos implicados en el destino de personas
que desaparecieron de nuestra familia porque se les olvidó o se les excluyó.
En un momento entendí, lo que ocurre en una constelación familiar. En una constelacion familiar
surge a la luz a través de los representantes quienes son los excluidos y como se pueden reinte-
grar en la familia y en nuestro corazón, para el alivio de muchos.
Por el mismo tiempo se me ocurrió, mientras escribía una conferencia sobre culpa e inocencia en
sistemas, que hay un orden de procedencia o ley de jerarquía, o sea que en un sistema los que
estaban primero tienen prioridad sobre los que llegaron después.
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Para mí desde este punto siguió la historia exitosa de las constelaciones familiares. ¿Cómo fue?
Leyendo este libro[1] usted también lo puede experimientar internamente con un alivio y una
nueva plena confianza.
¿Qué es lo especial de las Constelaciones Familiares?
Las constelaciones familiares se desarrollan muy fácilmente. El constelador elige representantes
para la familia del cliente y éste los coloca enfrente de un grupo en relación unos con otros.
Algunas veces es el cliente quien elige a los representantes.
Los representantes se sienten de repente como las personas a las que están representando. Sin
conocerlas y sin que se haya dicho algo sobre éstas. Algunas veces hablan con la voz de estas per-
sonas y tienen sus síntomas. Por ejemplo comienzan a temblar o no escuchan ni ven
correctamente.
Este fenómeno es difícil de imaginar y no se puede explicar convencionalmente. Si se intenta, se
puede decir que el representante entra en otro campo espiritual. Rupert Sheldrake lo llama un
campo morfogenético, es decir, en este campo están almacenados en una memoria colectiva los
acontecimientos anteriores y los sentimientos relacionados de un grupo.
Añadiría, que ese grupo tiene también una conciencia colectiva que les ordena lo que tienen que
hacer o dejar hacer para merecer y asegurar la pertenencia a ese campo espiritual y a su familia.
Todo esto se puede apreciar, pero aún así no es suficiente para una explicación extensa.
El Proceso
Antes de que continue, describiré cómo en un principio se desarrollaba una constelación familiar
y los efectos que tenía.
Después de que los representantes eran colocados, se le preguntaba al cliente cómo se sentía. Por
regla general se sentía muy consternado por el resultado, porque era muy diferente a lo que se
había imaginado.
Entonces se les preguntaba a los representantes cómo se encontraban. Después se les cambiaba
de lugar hasta que todos se sentían bien.
Frecuentemente se elegían a otros representantes y se les incluía. Por ejemplo, cuando todos
miraban a la misma dirección significaba que habían mirado a alguien que fue excluido o
olvidado en una familia. Muchas veces se trató de un niño que murió en edad temprana.
Cuando alguien fue colocado como representante para ese niño, los otros dieron un suspiro de
alivio, de esta manera pudo salir a la luz un orden oculto del amor, que más tarde se demostró
como fundamental.
¿Qué era ese orden del amor? Cada miembro de una familia tiene el mismo derecho de
pertenencia. Muchos problemas en una familia, así como enfermedades, tienen sus raíces en la
exclusión de un miembro familiar. Por ejemplo, cuando a un niño se le apartó o se le mantuvo en
secreto.
Toda la atención en la constelación se concentraba en la familia presente o en la familia de
procedencia. Principalmente cuando se trataba de una pareja con hijos, se podía ver a menudo
que sus problemas estaban relacionados con algo inconcluso en la familias de origen. El enfoque
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se quedaba limitado en estas dos familias. A pesar de esto resultaba muy exitosa esta forma de
constelación familiar. Ha ayudado a muchas personas. Se ha entendido como una ampliación de
la Psicoterapia y se ha quedado en gran parte limitada a ese campo.
La evolución de las constelaciones familiares
La evolución de las constelaciones familiares ha ido acompañada de un nuevo entendimiento de
nuestra alma y nuestro espíritu. Pero sobre todo de una nueva comprensión de los límites de
nuestra conciencia. Por ejemplo cuando nuestra conciencia pone límites a nuestro amor y a
nuestras relaciones.
Hellinger sciencia
Este entendimiento lo concentré más tarde bajo la denominación „Hellinger sciencia“. Se ha
comprobado que mis percepciones sobre los órdenes del amor son válidas para todas nuestras
relaciones, mucho más allá de nuestra persona y de nuestra familia. Son una ciencia propia, una
ciencia creadora en movimiento.
Esta ciencia sale a la luz en las constelaciones familiares, se experimienta. Esta ciencia disuelve los
límites de las anteriores constelaciones familiares y los límites de la Psicoterapia.
Las constelaciones familiares espirituales.
Antes de que continue, diré algo acerca del espíritu y como se manifiesta en los movimientos de
nuestro cuerpo y nuestra alma.
Aquí regreso al fenómeno en el cual los representantes de una constelación familiar de repente se
sienten como las personas a las que representan sin saber algo de ellas.
Después he preguntado sólo en raras ocasiones, cómo se sienten. Frecuentemente he colocado
sólo a un representante del cliente en lugar de colocar a toda la familia. Para esto era importante,
que el representante –sin saber algo del cliente- se abandonara sólo al movimiento interno, tal
como se sentía tomado por él, interna y exteriormente. Esta manera de proceder va más lejos de
las constelaciones familiares clásicas.
Ya no se preguntaba sobre los sentimientos. Ninguna pregunta sobre las expectativas y miedos.
La constelación no se dirigió hacia un objetivo que haya sido fijado por el cliente y al que se haya
puesto al servicio el constelador. Todo se abandonó a los movimientos, de la manera en que fue
tomado el representante por éstos. Se fue mucho más allá de la idea que se tiene de problema y
solución y más allá de la Psicoterapia en su sentido habitual.
De repente salió a la luz, qué era lo que realmente ocurría en los representantes, cuando se
percibían movidos por una otra fuerza. Se percibían como un “medium”, movidos y tomados por
el poder de otra fuerza.
También el constelador seguía esos movimientos. También él se dejaba tomar y guiar por éstos.
Ejemplo
30
Si el representante del cliente permite ser guiado por los movimientos del espíritu, mira algunas
veces al suelo sin que pueda evitarlo. Con la experiencia de muchas constelaciones sabemos lo
que esto significa. Ese representante está mirando a un muerto, más aún es atraído hacia un
muerto. Esto es, diciéndolo muy claramente: El cliente quiere morir. De esta manera sale a la luz
el movimiento verdadero tratándose de (la situación de) este cliente..
En sintonía con este movimiento interviene el constelador. Escoge un representante para ese
muerto y le pide que se acueste en el suelo boca arriba enfrente del primer representante.
También este representante se deja llevar por el moviemiento interno. De repente surge algo
diferente, algo inesperado. El representante del muerto vuelve la espalda al primer representante.
Mira en la dirección contraria. Eso significa que en lugar de mirar al representante del cliente
está mirando a otra persona.
Otra vez sale algo inesperado a la luz, sin que se haya dicho una sola palabra. No es el cliente
quien es atraído a ese muerto, si no otra persona. Entonces elige el constelador a un representante
más y lo coloca ahí donde está mirando el muerto.
De repente se vuelven frente a frente y el representante del cliente suspira aliviado.
¿Qué se muestra aquí? El cliente quería morir en lugar de otra persona. Nos podemos imaginar
que alivio tiene que ser para él, cuando de repente se da cuenta de que se trataba de una
transferencia, de una implicación sistémica.
De esta manera las constelaciones familiares espirituales superan en mucho los límites de las
constelaciones familiares clásicas.
¿Quién o qué es la guía en las Constelaciones Familiares Espirituales?
Evidententemente los representantes y el constelador están guiados y poseídos por una fuerza en
las constelaciones familiares espirituales.
¿A dónde son guiados? Por encima de todas las separaciones serán reunidos aquellos que antes
estaban desconectados y separados. Esa fuerza es la fuerza del amor, que revoca todas las
separaciones.
Qué significa esto en detalle? Las diferenciaciones entre „bueno“ y „malo“ o entre „perteneciente
y excluído“ que frecuentemente teníamos en primer plano ya nos son válidas. Lo que
esperabamos de la actual psicoterapia pierde importancia y con esto todo lo que queriamos
alcanzar con nuestra buena conciencia y voluntad.
Todo esto ocurre independientemente de nuestras ideas y de nuestra manera habitual de pensar.
En las constelaciones familiares espirituales se desarrolla ante nuestros ojos, sin intervenciones
externas clara y evidentemente, la intervención de algo diferente, un poder espiritual. El
representante y el constelador se comportan como medios, que actuan por medio de otras
fuerzas. Estas conducen a soluciones que hasta ahora estaban negadas.
Qué ocurre con las anteriormente practicadas constelaciones familiares? Conservan todavía su
valor, pero con límites. Al mismo tiempo serán superadas en medida de que el constelador y
todos los partícipes guiados por él se dejen introducir a algo más grande. Cuando se intruduzcan
y estén sujetos a la dirección de los movimientos del espíritu que superan a los intereses perso-
nales.
Pierden algo con esto? No, todos ganan.
31
Los límites de las Constelaciones Familiares tradicionales.
Dónde estuvieron y están los límites de las constelaciones familiares tradicionales? Se encontra-
ban en las imágenes internas de lo correcto y lo equivocado, de la injusticia y justicia y de la liber-
tad y la conciencia de sí mismo.
Esas representaciones internas bloqueaban la vista a los órdenes del amor que se encuentran más
profundamente y a las consecuencias de esta falta de orden, ya sea transgrediendo estos órdenes,
conciente o inconcientemente.
Qué ordenes del amor no se observaron y no se les dió atención?
En primer lugar el Orden, de que todos los que pertenecen a nuestra familia tienen el mismo de-
recho de pertenencia. Por ejemplo todos los niños dados a otra persona, escondidos o abortados
(aborto espontáneo o provocado). También todos a los que declaramos culpables.
En segundo lugar: en una familia existe una jerarquía de acuerdo al tiempo de pertenencia a la
misma. Esto es: los que estuvieron ahí antes tienen primacía sobre los que vinieron después. Por
eso antes de los hijos están los padres y el primogénito está antes de los hijos que nacieron des-
pués. De esta manera tiene cada miembro de la familia su propio lugar. Nadie puede ni debe
disputarlo. Lo mismo vale para otros grupos. Cada intento de disputar el lugar de otro,
imponiéndose por encima de él, tiene consecuencias de gran alcance.
En nuestra cultura esta ley esta en mayor parte suprimida, lo cual no puede evitar que
experimentemos las consecuencias de haberla infringido.
La gravedad de las consecuencias por no haber atendido a estas leyes sale a la luz en una conste-
lación familiar. Al final conduce a muertes en la familia. En otros grupos conduce este desacato
inevitablemente al fracaso y a la ruina. El desacato de esta ley precede a todas las tragedias, en
tanto que alguien que nació después, intenta asumir de los que le han precedido algo que a este
que llegó después le queda prohibido.
Confusión al ayudar
La ley de la jerarquía se tiene que considerar también en las constelaciones familiares. Un
constelador, al cual un cliente pide ayuda, entra en ese momento en la familia, pero en el último
lugar. Cada intento por su parte de ubicarse por encima de otro miembro de la familia está con-
denado al fracaso. Sobre todo cuando quiere ser para el cliente un mejor padre o una mejor ma-
dre. Todavía peor cuando para una pareja quiere ser el hombre más comprensivo o la mujer más
atenta. Con esto surge una relación triangular que excluye a un miembro de la pareja. En lugar de
juntar a la pareja, los separa.
De ahí que un constelador sólo puede ayudar cuando mantiene en alto a los padres del cliente,
así como el antes ha mantenido en alto a sus propios padres y sobre todo a su madre.
Mejor yo que tú
La violación del orden jerárquico se manifiesta en una familia sobre todo ahí donde un hijo
quiere asumir algo por sus padres para salvarlos.
Cuando un hijo percibe que uno de sus padres enferma tanto que tiene que morir, o por ejemplo
que su madre siente atracción por la muerte (in den Tod zieht) o se quiere suicidar, su corazón le
dice: mejor yo que tú.
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Con esta resolución interna se manifiesta un amor profundo. Al mismo tiempo él se pone por
encima de sus padres. Este amor conduce inevitablemente al fracaso. El hijo se enfermará, hasta
morirá, sin que con esto haya podido rescatar a los otros.
Esta confusión se muestra también a la inversa, cuando los padres en secreto le cargan a un hijo
algo, con lo que ellos solos tienen que cargar. Por ejemplo las consecuencias de una culpa. Qué
dimensiónes pueden tener las consecuencias de haber infringido el orden jerárquico y a qué tra-
gedias lleva, también aquí se pude ver claramente.
La misma suerte le espera a alguien que ayuda y en relación con esto a un constelador que no ha
respetado el orden jerárquico. Por ejemplo cuando al cliente le quiere disminuir o disimular las
consecuencias de una violación al orden jerárquico en lugar de atribuírselos. En este sentido
ayudar es un oficio peligroso, cuando el que quiere ayudar viola o hace caso omiso de éste or-
den.
En las constelaciones familiares espirituales no se plantea esta cuestión. Aquí se encuentra la guía
en otro lugar. El constelador está al servicio de otros. Sólamente es un mediador sin inmiscuirse
como se hace en la ayuda habitual.
El amor peligroso
La transgresión del orden jerárquico ocurre a menudo con buena intención. Ocurre por amor.
Viene de un amor inocente y se transgrede con buena intención.
En nuestra cultura y religión es ese amor alabado como el mas grande. Por ejemplo cuando
alguien como Jesús, al menos por lo que se ha dicho de él, ofrece su vida para salvarnos de
nuestros pecados. Como recompensa por su sacrificio, fue elevado al cielo con Dios y se convirtió
en su hijo.
En un niño, que está dispuesto a sacrificar su vida para salvar a su madre o a su padre –o en la
vida, cuando alguien en su ilusión quiere rescatar a otro, en medida de que está dispuesto a
tomar su destino- le conduce este amor a que se sacrifique con la idea de poder pertenecer de una
manera especial a su familia o a su grupo.
Esta idea y esta manera de actuar vienen de una buena conciencia.
Los peligros de la inocencia
A qué se le llama inocencia? Como se experimienta en nuestra alma?
La experimentamos como la certeza de poder formar parte, hasta a costa de nuestra vida. La
certeza de poder formar parte de una manera especial es más importante que la propia vida.
Quien sacrifica su vida de esta manera comunmente se siente como el elegido.
Aquí todavía tiene algo importancia. Los que estuvieron ahí antes son percibidos como más im-
portantes que aquellos que llegaron después. Aquí son más importantes los padres que los hijos.
Los hijos lo notan. Prefieren sacrificarse a perder a sus padres.
En sentido inverso los padres le dicen internamente a un hijo „mejor tú que yo“ . Aquí también
tiene efectos ocultos el orden jerárquico. Este es el trasfondo decisivo para los niños sacrificados,
como era realmente en la antigüedad, o en sentido figurado por ejemplo en la idea de los hijos
33
„mejor yo que tu“. También encontramos esas ideas entre parejas. También aquí algunas veces le
dice uno al otro internamente „mejor tú que yo“, y el otro le dice „mejor yo que tú“.
La solución.
Las constelaciones familiares espirituales superan esta peligrosa inocencia. Aquí se encuentra
cada quien directamente ante aquel poder espiritual que dirige su vida. Conduce a cada uno, si se
le confía, a otra libertad más allá de los límites de nuestra conciencia y paso a paso nos libera de
nuestras implicaciones sistémicas.
Esto requiere que el constelador se encuentre en ese camino y siga caminando por él. En caso
contrario se sujeta tanto a sí mismo, como al cliente y los participantes en su grupo a la buena
conciencia y sus consecuencias peligrosas para muchas personas.
Las constelaciones familiares para unir a los pueblos
Sólo cuando reconocemos los límites de nuestra conciencia y los superamos en armonía con los
movimientos del espíritu, son las constelaciones familiares para nosotros un camino para atrave-
sar las fronteras entre los pueblos. Reuniremos o reconciliaremos lo que antes estaba opuesto.
Por ejemplo cuando los pueblos que antes estaban en guerra o tenían que ir a la guerra lloran en
común a los muertos de las dos partes. Si por encima de sus tumbas se dan la mano y en aprecio
mutuo para bien de todos trabajan juntos.
También aquí sale a la luz a través de las constelaciones familiares espirituales, lo que le puede
estorbar a este futuro común y cómo se pueden superar esos obstáculos. Aquí comienza también
la paz en las almas, mientras ambas partes se queden juntas abajo, sin colocarse por encima de
otros y sin aferrarse a recriminaciones.
La asesoría de empresas espiritual
Las constelaciones familiares con su ampliación en el área espiritual más allá de los límites de la
conciencia, mala o buena, se han confirmado como revolucionarias y de mucha ayuda también
en los ámbitos públicos de profesión y de empresa además del ámbito personal. Sobre todo
porque se adentra bastante en el pasado. Trae a la luz las causas escondidas del éxito y el fracaso
y hace posible cambios decisivos.
El pasado significa aquí que también aquellos antepasados, de los cuales no sabemos nada, por-
que vivieron mucho tiempo antes que nosotros, y que los acontecimientos que se quedaron sin
una solución aparecen en las constelaciones familiares espirituales y en ese momento se es con-
ciente, que nuestros antepasados siguen viviendo en nosotros y por medio de nosotros quieren
concluir algo que les dará a ellos y a nosotros la paz.
Con esto quedan los detalles todavía ocultos. Los movimientos decisivos sin embargo se experi-
mentan y vienen a su fin, por ejemplo aquellos que víctimas y perpretadores mutuamente recon-
cilian.
La elección de una profesión.
34
Con esto algunas veces se muestra, que la elección de nuestra profesión está al servicio de esa
reconciliación. Después de tu constelación, en la cual se contempla a los antempasados, son muy
enormememente amplias nuestras posibilidades. También puede ser que nuestra vida y nuestra
profesión tomen un rumbo nuevo y que nuestras hasta ahora reprimidas capacidades salgan de
un tirón (voll zum Zuge kommen)
Algo más sale algunas veces a la luz. Que una persona de nuestro pasado –aunque no sepamos
nada de ésta- pueda tomar posesión de nosotros y pueda mostrar como suyas y no como
nuestras, emociones, sobre todo emociones agresivas.
Que una persona de nuestro pasado –aunque no sepamos nada de ésta- pueda tomar posesión de
nosotros y que nuestras emociones, sobre todo emociones agresivas, resultan ser las suyas y no
las nuestras .
Aquí también se facilitará y será posible una solución por medio de las constelaciones familiares
espirituales.
El Karma
Algo todavía que para muchos parece extraño aunque también sale a la luz en las constelaciones
familiares espirituales.
En las constelaciones familiares espirituales nuestro representante cambia y a veces cambiamos
nosotros mismos, cuando inmediatamente somos arrastrados a una vida anterior. Sobre todo
cuando en aquel entonces algo quedó inconcluso y hace efectos como Karma.
Por medio de las constelaciones familiares espirituales termina ese Karma. Cómo? Con amor, con
aquel amor espiritual que completa todo, porque todo lo que se desvió lo recupera y lo
inconcluso lo completa con amor.
La otra dimensión.
En los últimos tiempos se muestra a veces en las constelaciones familiares espirituales un movi-
miento, el cual disuelve los límites de las constelaciones familiares. De pronto el representante y
el grupo de participantes , aunque a veces este alcanza las cien personas, están implicados dentro
de un movimiento que alcanza otras dimensiones. Todos son arrastrados por éste, sin que
puedan hacer algo por evitarlo.
Aquí se trata, por ejemplo, de movimientos que incluyen a todo un pueblo y con los que
estuvieron en guerra. O se trata del trauma de guerras de exterminio que datan de hace mucho
tiempo, como por ejemplo la invasión mongola. En ese movimiento irresistiblemente entra en
acción un Karma que abarca a varios pueblos y finalmente encuentra la paz.
Constelaciones como estas no podemos desear o escenificar. Aquí entran en acción otras fuerzas
espirituales. Pero siempre con un amor que abarca a todos, sanando y superando el pasado para
todos.
35
La nueva libertad Frankfurt octubre 2010
Ahora estoy de pie y soy otro Bert Hellinger.
El que conocéis de años anteriores yo ya no lo conozco. Ahora me muevo en otro campo y ahora
voy a explicar qué significa esto. Antes venia mucha gente a este tipo de cursos porque querían
solucionar algo para ellos mismos y sus expectativas estaban enfocadas en mí, como en aquel que
puede ayudarles. Y estas expectativas que dirigían hacia mí hicieron que me puse enfermo.
¿Por qué? Porque me entrometía en su destino.
Y experimenté conmigo mismo qué peligroso puede ser este ayudar.
Esas fuerzas mayores, que actúan a través de mí y en el mismo grado actúan en cada uno de vo-
sotros, no soportan cuando ocupamos su sitio. Y sin embargo nos parecía que hacíamos algo
bueno.
Desde el mismo principio de las Constelaciones Familiares podíamos ver que los representantes
se sienten como la persona que están representando. Es increíble que algo así pueda ocurrir. Y
luego lo seguimos y lo llamamos “método terapéutico”. ¿Puede haber algo más loco?
Aquí, desde el mismo principio, se manifestaba totalmente otra fuerza en el que quería ayudar y
también en los representantes. Esa fuerza les tomaba al servicio. Y luego los empujábamos, a los
representantes, para allá y para acá como si esto iba a ayudar en algo. Como si tuviéramos permi-
so de entrometernos. Y los que guiaban una constelación, yo aquí también me incluyo, decían:
“Dime, ¿Cuál es tu problema?, ¿qué traes?” Y alguien lo decía y nosotros lo tomábamos en serio y
decíamos: “Venga, lo constelamos”. Pero esas fuerzas querían lo bueno para nosotros. Esas cons-
telaciones familiares terminaron. Se hace cada vez más peligroso cuando todavía intentamos ha-
cerlo de esta manera y vemos también el resultado de constelaciones familiares de este tipo.
Lo digo abiertamente y no voy a proteger a nadie. Estas constelaciones familiares se terminaron.
¿Qué ocupa ahora su sitio?
¿Podéis todavía escucharme? ¿Es interesante?
Entonces, simplemente yo tomo en serio que cada representante está guiado por algo diferente. Y
que yo estoy guiado por algo totalmente diferente y que sólo puedo avanzar en la medida en qué
experimento igual que aquel que está guiado. Y cuando eso se termina, yo también termino. Aca-
bo.
Este nuevo modo de Constelaciones Familiares le llamo “seguir al espíritu”. Nunca lo hemos
pensado de esta manera. No hemos reflexionado que los representantes no son ellos mismos sino
que les toma otra fuerza y ella les dirige. Y, cuando un representante quiere escapar de ello por-
que tiene algún objetivo suyo, se derrumba todo. El representante que se comporta como si tuvie-
ra que ayudar tiene que ser cambiado por otro inmediatamente. Porque si no, nada puede fun-
cionar. Y lo mismo se aplica a mí. Cuando trabajo soy un intermediario y algo diferente me toma
al servicio y me disciplina. Entonces tiene lugar algo totalmente diferente de lo que una persona
pueda imaginar o desear. También esta persona está tomada al servicio y disciplinada.
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Bueno, ahora es tiempo para que observemos cómo funciona esto. Esta manera de actuar es im-
prescindible para el éxito. Aquí no puede no salir nada porque todo está en sintonía con una
fuerza mayor. ¿Estáis preparados para esto?
Que levante la mano quien quiere trabajar conmigo.
(Una mujer)
Hellinger: Como lo podéis observar, no la miro. Eso desviaría mi atención de la sintonía con otro
movimiento. Pero estoy en sintonía con ella. Tanto con ella como con su madre y con su destino.
Ahora voy a esperar hasta que interiormente me sienta movido por algo, por una fuerza diferen-
te. Y me entrego totalmente a esta fuerza.
Hellinger al público: ¿Y cómo os sentís con esto? No sé nada y a pesar de todo, todo. Imaginad
que uno de vosotros se acerca a ella y empieza a hacerle preguntas. ¿Podéis imaginar mayor
usurpación? ¡Cuánto le quitan con esta intromisión en ese movimiento interior del espíritu! Voy a
decir algo acerca de la religión. ¿Me está permitido decir algo así? Cada religión es una intromi-
sión parecida en el movimiento divino. Cada una.
Meditación
Imaginemos a alguien de quien esperábamos ayuda y en quien depositamos nuestra confianza.
¿Qué pasaba en nuestra alma en aquel momento? ¿Y qué pasaba en nuestro cuerpo? ¿Nos volvi-
mos más fuertes o más débiles? ¿Nos encontrábamos tranquilos y centrados o nos poníamos ner-
viosos? ¿Estábamos todavía en la tierra o habíamos perdido nuestra conexión con ella? ¿Éramos
otra vez como niños o nos encontramos en la plenitud de nuestras fuerzas de estar en el adulto?
¿Teníamos valentía de apartarnos de nuestros deseos y expectativas? ¿Qué temores surgieron de
repente en nosotros? ¿Teníamos miedo a la muerte?
Y luego interiormente considerábamos, ¿qué camino conduce a la muerte? ¿Y lejos de la vida era
ese el camino que queríamos tomar? ¿U otro que requiere todas nuestras fuerzas? ¿En cuál ca-
mino me quedo? ¿Y en qué camino estamos sin fuerzas y pequeños?
Os doy un ejemplo para que lo sintáis más. Doy el ejemplo de una madre que espera un bebé.
¿Cómo consigue la conexión con el niño que está dentro de ella cuando está con ese niño en sin-
tonía? A través del asentimiento a todo lo que la espera tal como es en su embarazo y sobre todo
durante el nacimiento. ¿Cómo se hace duradera esta conexión? cuando se profundiza y acepta
sus límites.
Ahora lo podemos aplicar a nosotros mismos e imaginarnos que tratamos nuestra vida con cui-
dado. ¿Cuándo estaremos en sintonía? ¿En pleno riesgo? ¿Y cuando esta conexión está rota?
(Al público) ¿Cómo os sentís con esto? ¿Notáis este cambio interior que está exigido aquí de no-
sotros? Lo vamos a aplicar ahora en las Constelaciones Familiares. Cuando alguien dice: hazme
una constelación, ¿dónde está de pie? ¿Dónde está su fuerza? ¿Y qué pasa con el que dirige la
constelación?
Voy a dar ejemplos concretos.
Sophie y yo teníamos un curso en Roma. Estaba ahí una mujer que tenía dos hijos que nacieron
por cesárea. Ella misma vino a este mundo por cesárea. Lo constelamos. Sophie abrazó a aquella
mujer para ayudarle a vivir su propio nacimiento. Eso suele pasar con frecuencia en Constelacio-
nes Familiares. Los que conocen las Constelaciones Familiares lo saben. Lo hago yo, lo hace Sop-
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hie, los demás también lo hacen si tienen fuerza para esto. Luego lo interrumpimos y lo retoma-
mos más tarde.
¿Qué ocurrió ahí? El niño que nació por cesárea y su madre. Que pérdida fue aquella en muchos
sentidos. Lo vivenciamos en muchos niveles junto con los participantes. Y luego lo emitimos por
el DVD: “Trauma por cesárea. Resultados y soluciones”.
Nos enteramos entonces de muchas cosas. Por ejemplo en Florida no se permite a ningún niño
nacer de forma natural. Solamente por cesárea. Las mujeres que quieren hacerlo de otra manera
tienen que abandonar el estado. Detrás de esto se esconde el miedo de los médicos al juzgado si
durante el parto hay algo que no va bien. En la cesárea no ocurre esto.
En otro curso una mujer dijo: yo nunca haría un test prenatal (es un tipo de test que se hace para
averiguar si el niño va a tener alguna discapacidad).Yo asiento a este niño tal como es. Algunas
constelaciones son un poco como un test prenatal. O cuando unas personas no miran a los ojos a
su destino y la constelación recuerda una cesárea.
¿Estáis notando que ya es tiempo de enfrentarse a la realidad? ¿Y emprender otro camino?
¿Tenéis alguna pregunta?
(Una mujer se levanta) Hellinger: Piensa bien tu pregunta porque hay que merecerse mi respues-
ta. No doy respuestas a las preguntas que no llevan a ningún lado. Basta con una frase para hacer
la pregunta. (La misma mujer quiere coger el micrófono, Hellinger no la deja)
Hellinger: Yo voy a llevar el control. (Sonríe)
Mujer: He entendido bien referente a lo que has dicho sobre la cesárea que ¿tengo que renunciar
a mi constelación familiar?
Hellinger: Mi pregunta es, ¿tengo que responder o ella misma se dio la respuesta?
Mujer: No estoy segura.
Hellinger: Está claro que tú ya sabes y no está permitido decir nada más acerca de esto. Ok. Era
una pregunta importante. Gracias a ella hemos aprendido. Gracias.
(Al público) los pacientes de este tipo son buenos para psicoterapeutas. Los psicólogos ganan
mucho dinero gracias a ellos. ¿Alguien más quiere preguntar? (Se ríe)
Otra mujer: ¿Qué era peligroso en las anteriores constelaciones familiares?
Hellinger: La usurpación. OK.
38
Conferencia de Rupert Sheldrake en Birmingham_
Noviembre 2008
Quiero hablaros hoy de los campos morfogenéticos y de la resonancia mórfica, resumiendo la teoría
que lo sostiene y las evidencias que tenemos de su existencia, y después intentaré decir cómo yo creo
que se relaciona con los campos familiares. No soy un terapeuta familiar sistémico ni nada por el estilo.
Estoy un poco familiarizado con el tema a través de contactos con Hellinger y con Hunter Beaumont,
además mi mujer también ha practicado algún tipo de terapia familiar. No aportaré nada adicional
pero trataré de mostrar el fundamento teórico de esto.
La idea de la resonancia mórfica es un principio de la memoria. La base de esta idea es que hay una
clase de memoria en la naturaleza. En lugar de que todas las regularidades de la naturaleza se deban a
leyes fijas lo que habría sería un tipo de memoria dentro del mundo natural, cada especie tiene una
clase de memoria colectiva de la cual cada individuo toma y a la cual contribuye (the extended mind).
Hasta los años 60 todos estábamos convencidos de que el Universo era algo eterno y que estaba gober-
nado por leyes de la naturaleza que también eran eternas. Era algo comúnmente asumido. La idea de
las leyes eternas de la Naturaleza se estableció cuando se establecieron las bases de la era actual, en el
siglo XVII que a su vez provienen de la filosofía platónica y pitagórica que sostenía que hay una reali-
dad eterna detrás del mundo en el que vivimos. En el siglo XIX la mayoría de los científicos asumían
que el Universo era eterno y en el siglo XX la misma idea se mantuvo, hasta la gran revolución cosmo-
lógica de los años 60 cuando apareció la teoría del Big Bang. En los años 60 empezó a verse con clari-
dad que el Universo no era eterno, sino que se está expandiendo y que parece que comenzó hace 15
billones de años con el Big Bang. El Universo era más pequeño que la cabeza de un alfiler y estaba a
billones de grados centígrados y desde entonces se ha ido expandiendo y enfriando y a partir de en-
tonces todas las cosas que conocemos fueron surgiendo, desde los átomos y las moléculas a las estre-
llas, galaxias, los cristales, la vida. Ninguna de estas cosas existía antes.
Así que si el Universo es claramente evolutivo, ¿qué pasa con las leyes eternas de la naturaleza? Si las
leyes eternas de la naturaleza existen fuera del espacio y del tiempo, en cierto sentido, fuera del Uni-
verso, se convierten en algo metafísico, teológico, no es algo científico, o si no podrían haberse creado
todas de golpe en el momento de Big Bang como cierta clase de código napoleónico. Esto tampoco
puede ser probado. Entre los científicos se dice “dame un milagro gratis y yo te proporcionare todo lo
demás”. Un milagro gratis sería como tomar toda la energía que existe y todas las leyes y reunirlas
desde la nada en un solo instante.
Pero si el Universo es radicalmente evolutivo, ¿por qué no pueden las leyes de la naturaleza serlo tam-
bién?, la idea de que existen unas leyes de la naturaleza es una metáfora antropocéntrica basada en las
leyes humanas Solo las sociedades humanas tienen leyes, y ni siquiera todas. Las sociedades tribales
tienen costumbres y solo las sociedades civilizadas tienen leyes codificadas, así que es una metáfora
muy antropocéntrica la idea de las leyes de la naturaleza, implicaría como un legislador universal, co-
mo un imperio cósmico, como el código napoleónico, por ejemplo. Y también implicaría una agencia de
implementación de la ley.
La idea de la omnipotencia divina era la visión estándar en el siglo XVII, la idea de la existencia de
unas leyes de la naturaleza tenía sentido. Ahora parece que no tiene sentido, pero incluso si lo mante-
nemos como una metáfora parece que tendríamos que reconocer que las leyes humanas evolucionan,
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que no están fijas para siempre. En resumen lo que estoy diciendo es que parece que sería mejor cam-
biar esta metáfora y empezar a hablar en vez de leyes, de hábitos, de costumbres. El hábito es una me-
táfora mejor para un cosmos orgánico evolutivo, y las costumbres implican memoria. Estoy sugiriendo
que las regularidades de la naturaleza son fundamentalmente habituales y todo tiene cierta clase de
memoria. Esto se aplica no solo a los organismos vivos, sino a todo en la naturaleza, por ejemplo los
cristales. La manera en que se forma un cristal depende de las moléculas que hay dentro de él.
Pero lo mismo que con cualquier compuesto químico hay miles de formas en la naturaleza en que po-
drían cristalizar, pero solamente una aparece normalmente en la naturaleza. Y la siguiente vez que cris-
taliza ese cristal, normalmente adopta la misma forma. La teoría estándar es que esa forma debería ser
predecible desde el principio en base a las leyes de la naturaleza, de modo que, cuando lo haces cien
veces o mil veces o un millón de veces, sigue siendo la misma forma. El principio del hábito dice que la
segunda o tercera vez que cristaliza ese cristal lo hace más fácilmente porque ya ha habido más veces
anteriores. Es como si hubiera una memoria en el proceso de cristalización. Es como si fuera cada vez
más fácil en todo el mundo que los cristales cristalizasen justo de esa forma porque ha habido expe-
riencias anteriores, esto es lo que los químicos han descubierto, resultaba más fácil cristalizar las cosas a
lo largo y ancho del mundo.
La explicación habitual era a causa de que pequeños fragmentos de de cristales anteriores se traslada-
ban de una parte a otra como invisibles partículas de polvo, que de nuevo crean cristalización infectan-
do el proceso de cristalización. Se asumía generalmente que eran transportadas por químicos con bar-
ba, el campo de los químicos está lleno de anécdotas sobre químicos con barba que parecían transpor-
tar los fragmentos de cristales de un lado a otro. Otra teoría es que estos fragmentos han ido flotando
por el mundo como invisibles nubes de partículas en el aire.
Yo sugiero que seguiría ocurriendo el mismo fenómeno aunque no hubiera nubes de polvo ni químicos
para transportar los fragmentos. No solamente la cristalización se produciría de forma más regular,
sino incluso más estable, y eso significa que el punto de fusión aumentaría haciendo necesaria una ma-
yor temperatura para romper los cristales. Y ¿es esto verdad? En realidad sí, los nuevos compuestos
muestran incrementos en el punto de fusión, y esto es un fenómeno chocante porque se supone que los
puntos de fusión son fijos, pero no lo son, realmente aumentan. Tengo información más detallada de
esto en mis libros. No quiero profundizar en este tema de los detalles del punto de fusión ahora porque
está muy lejos del tema de los campos familiares. El trasfondo de esto es lo que se llama en mis libros la
presencia del pasado, de mi primer libro titulado A New Science of Life que ha sido completamente
actualizado con datos del punto de fusión y otra información actualizada como ideas sobre nuevos
experimentos, del que saldrá una nueva edición en febrero 2009 en Gran Bretaña. Así que si quieren un
resumen del “estado del arte” sobre la evidencia de esto, deberán esperar a febrero.
Lo mismo se aplica al desarrollo biológico.
Si las moscas de la fruta se desarrollan anormalmente como ocurre cuando se ponen en un ambiente
inhabitual, cuanto más frecuentemente ocurre, más probablemente se producirá, puesto que tienen un
desarrollo inhabitual al que afectar. Lo mismo ocurre con el comportamiento. Si las ratas aprenden un
truco nuevo, hay ratas en todo el mundo que tendrán mucha más facilidad para aprender ese truco.
Hay evidencias de que esto ocurre realmente. Se han hecho muchos estudios con ratas en ese sentido.
Esto también se aplica en el campo de la evolución del comportamiento animal, por ejemplo en el siglo
XIX alguien en América inventó en las vallas un paso con rodillos móviles para impedir que el ganado
cruzara la carretera y saliera de los campos. Era doloroso para el ganado tratar de cruzar este paso pues
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las pezuñas se le quedaban clavadas entre los rodillos. Es interesante que los terneros que nunca ha-
bían visto estos pasos, no intentaban cruzarlos, al principio lo intentaban, pero ahora ya no, es como si
todas hubieran aprendido que no deben hacerlo. En los años 50 a un ingenioso granjero americano que
sabía de esto se le ocurrió un truco y era pintar líneas en el camino, como si fueran los rodillos, y fun-
cionaba igual. Esto se hace en lugares como Nevada y California. En muchos lugares de América se
ahorran millones y millones de dólares pintando líneas. Es curioso cómo se puede ahorrar dinero ha-
ciendo que especies enteras de animales domesticados aprendan un nuevo miedo.
Pero esto se podría aplicar a humanos. Debería ser más fácil aprender cosas nuevas cuando otros ya las
han aprendido. Por ejemplo wind surfing, o programar ordenadores. Y realmente parece que cada vez
es más sencillo aprender nuevas habilidades. Pero podría haber muchas razones para esto incluyendo
mejores métodos de enseñanza, y nuevas tecnologías. Esto se puede probar con una media de habili-
dad a lo largo de distintas décadas, por ejemplo con los tests de inteligencia (tests IQ). Estos tests han
permanecido similares desde 1980. Cuando yo estudiaba estas teorías en los años 80 predije que los
resultados serían cada vez más altos, no porque la gente fuera más inteligente, sino porque habría más
gente que ya habría realizado el test. Al final de los años 90 un científico que estudiaba los resultados
de estos tests comprobó que, efectivamente, los resultados eran cada vez más altos. Entre los años 80 y
los 90 el resultado medio de los tests de inteligencia aumentó en un 30% en los Estados Unidos, y algo
similar ocurrió en el resto del mundo con los tests de inteligencia. No hay evidencias de que la gente se
haya vuelto más inteligente pero sí de que los tests les resultan más sencillos. Creo que esto es un
ejemplo de este principio de la memoria en la naturaleza que yo llamo resonancia mórfica.
La resonancia mórfica se basa en la similitud. Cuanto más similar sea un patrón de actividad hoy, más
capaz será de resonar con patrones similares del pasado. Esta prueba sobre los tests de inteligencia
añade una evidencia a las pruebas sobre la resonancia mórfica. Y se conocen muchas pruebas en el
campo neuronal que se pueden hacer y se han hecho al respecto. Mi hijo mayor hace unos años tenía 16
años y estaba haciendo una prueba, se acercó a mí entusiasta diciendo que él y sus compañeros había
averiguado una forma de conseguir una puntuación extra sin hacer un trabajo extra en los exámenes,
aplicando la resonancia mórfica. Haremos las dos últimas preguntas primero, y después volveremos a
las primeras y entonces tendremos el empujón de todos los demás estudiantes que ya las han contesta-
do. Algunos de sus amigos eran escépticos sobre la resonancia mórfica, pero ellos decían: si no existe
no perdemos nada, pero si existe, podemos conseguir una puntuación extra. Esto mismo se aplica a los
crucigramas. Mucha gente piensa que puede hacerlos mejor por la tarde que por la mañana, porque
mucha gente ya los ha hecho por la mañana.
Puesto que la resonancia mórfica depende de la similitud, esto se da más entre personas que están en
contacto, entre miembros de la misma familia, del mismo grupo étnico, social, y genético. Los más si-
milares son los gemelos idénticos. Así que la resonancia mórfica debería ser mas fuerte entre gemelos
idénticos, incluso si están separados desde el nacimiento, es más fácil pensar que uno haga lo mismo
que el otro.
Ha habido mucha disputa sobre la contribución de la naturaleza en el desarrollo humano, cuánto es
genético y cuánto se debe al ambiente. La principal evidencia viene del estudio de los gemelos idénti-
cos separados. Muestran extraordinarias similitudes en su vida, incluyendo lo que no se esperaría de
su programa genético. A veces llaman a sus hijos con los mismos nombres. Estas similitudes normal-
mente se toman para apoyar un determinismo genético altamente determinista y amplia especulación
sobre biología social y genes egoístas se ha generado sobre la base del estudio de estos gemelos idénti-
cos. Pero, si la resonancia mórfica tiene lugar, es posible que estas similitudes sean debidas al progreso,
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y no a la genética. Y la interpretación convencional de los estudios con gemelos no se considera sobre
lo que la gente piensa que es la resonancia mórfica que no se considera o se rechaza del todo, conside-
rando solo la naturaleza, los genes o el medio ambiente.
Pero si se considera la resonancia mórfica, esto proporciona una interpretación completamente diferen-
te para los mismos hechos. Si respondemos a la pregunta de quién del pasado se parece más a mí, y por
tanto quien ha tenido más influencia desde el pasado mediante resonancia mórfica, la repuesta es tu
mismo. Nos parecemos más a nosotros mismos que a ninguna otra persona. Así que la resonancia mór-
fica más fuerte que experimentamos se debe a nosotros mismos en el pasado. Estamos sintonizados
mediante la memoria colectiva con otras personas, cuanto más parecidos a nosotros, más nos influen-
cian.
Creo que la memoria colectiva o individual se diferencian en el grado, no en la clase, ambas dependen
de la resonancia mórfica. En otras palabras, estoy sugiriendo que la memoria no está localizada en el
cerebro. La visión convencional, desde luego, es que la memoria está situada en algún lugar del interior
de nuestra cabeza, debidas a cambios en extremos cinéticos, proteínas, conexión entre neuronas, pero a
pesar del esfuerzo de un siglo para averiguar cómo y dónde se almacena la memoria, se ha fracasado
porque la memoria a largo plazo no se sabe donde está. Y está claro que el fracaso es porque la memo-
ria no está, es como intentar averiguar cómo fue el programa de TV de la pasada noche analizando
cables y transistores en el aparato de TV, creo que la memoria es más parecido a un receptor de TV que
a un grabador de video, lo sintonizamos mediante resonancia mórfica del pasado, no está almacenado
dentro. Por supuesto si estropeamos el aparato de TV, esto afectará a las imágenes que podemos ver en
él. Si estropeamos el cerebro, esto afectará a la memoria, pero eso no es una prueba de que la almacene.
Si cortamos un par de cables de sonido del aparato de TV ya no se oirá, pero eso no prueba que el so-
nido estuviese almacenado en el aparato de TV, solo prueba que esos cables estaban implicados en el
proceso de recepción o en la emisión.
Así que seamos menos radicales sobre donde está almacenada físicamente la memoria, sino que la
memoria es una relación en el tiempo del pasado para convertirse en presente mediante la resonancia
mórfica. Ni que decir tiene que esto es algo controvertido. Pero el fracaso de la ciencia convencional
para encontrar respuestas a las cuestiones que he planteado creo que es una indicación de que aquí hay
una pregunta abierta y la hipótesis de la resonancia mórfica tiene mejor respuesta a los hechos que la
ciencia convencional. Pero ¿Cómo funciona realmente la resonancia mórfica? Yo creo que funciona a
través de lo que yo llamaría campos mórficos.
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Todos los sistemas de la naturaleza que se auto-organizan tienen la propiedad de que el todo es más
que la suma de las partes, y todo en la naturaleza está organizado de forma holística, es decir que el
todo, representado por el círculo exterior, está compuesto por partes representadas por los círculos
interiores, y estas partes a su vez son todos que contienen partes interiores que a su vez vuelven a ser
todos que contienen partes interiores. Esto es simplemente el modo en que se organiza la naturaleza.
Estos círculos más pequeños podrían ser simplemente partículas subatómicas dentro de átomos y los
átomos dentro de moléculas, y las moléculas se combinan formando cristales. A cualquier nivel todo es
más grande que las partes, y el todo coordina e interrelaciona las distintas partes y las mantiene en
equilibrio y en armonía entre ellas, y esta elusiva completitud es lo que yo llamaría campo mórfico, que
viene de la palabra griega que significa forma, y estos campos tienen el patrón y la estructura que tie-
nen a causa de la resonancia mórfica, los campos tienen una memoria elevada.
La idea de los campos mórficos surgió en mis propias percepciones en la biología del desarrollo. Des-
de los años 20 esta disciplina ha intentado comprender cómo se desarrollan las plantas y cómo crecen
los embriones, y parece claro que ni los genes ni los compuestos químicos lo pueden explicar. Piensa
en tus brazos y tus piernas por ejemplo, tienen exactamente los mismos genes y los mismos compues-
tos químicos en tipos de células, desde el punto de vista bioquímico, son exactamente iguales, pero
obviamente tienen diferente forma, así que no se puede explicar la diferencia de forma en términos de
compuestos químicos y genes. Es como si tuviéramos dos casas construidas con los mismos ladrillos y
el mismo cemento, pero con diferentes formas y planos, y el plano de la casa no se explica por los ele-
mentos químicos que contiene.
Desde los años 20 el desarrollo de la biología ha propuesto que campos llamados campos morfogenéti-
cos forman campos de forma que organizan el crecimiento de las plantas y de los embriones, se com-
portan como moldes invisibles, dando forma al organismo en desarrollo. Todos los campos suponen
formas invisibles, el campo gravitacional de la Tierra, por ejemplo, es invisible, pero determina la for-
ma en que se mueve la luna en su órbita, y afecta la forma de la Tierra, y el campo se extiende mucho
más allá de la forma de la Tierra. El campo magnético está a la vez dentro y alrededor, tiene una forma
y una estructura, y coordina la actividad que hay en su área de influencia, así que en el desarrollo de
animales y plantas estos campos modelan el desarrollo y la forma de los tejidos y coordinan su creci-
miento. Es interesante que los tejidos tengan una propiedad holística intrínseca, no puedes tener un
trozo de tejido, lo tienes entero o no lo tienes, no puedes tener una rodaja de campo gravitacional o
magnético y si cortas en trozos un campo magnético, no puedes tener campos magnéticos parciales,
tienes campos magnéticos más pequeños pero completos.
Esto es completamente diferente a cómo se comportan las máquinas, si cortas una máquina en trozos,
todo lo que tienes es una máquina rota, por eso la metáfora de la máquina es bastante mala para la bio-
logía, para explicar la teoría mecanicista de la vida, creo que la teoría del campo tiene más sentido.
Si cortas una rama de sauce en trocitos, cada trocito puede dar lugar a un nuevo sauce, cada una con-
tiene en sí mismo la capacidad de la completitud, y esto es debido a que está rodeada o embebida en
los campos morfogenéticos del sauce. Si cortas un gusano en partes, también cada parte se convierte en
un gusano completo. Si cortas una pata de cierto animal, la pata se regenera completamente en su lu-
gar, si cortas la pierna o el brazo de una persona, tiene una pierna o brazo fantasma. La teoría estándar
dice que el miembro fantasma se produce dentro del cerebro, como todo lo consciente, las teorías ofi-
ciales siempre localizan todo dentro de la cabeza, pero yo creo que en realidad ese miembro fantasma
lo produce el campo del miembro perdido, para esas personas la sensación de miembro fantasma es
totalmente real.
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Es interesante poder investigar los miembros fantasmas porque es una oportunidad real para poder
comparar los campos con el cuerpo físico. En los tests más sencillos descritos en mi libro Siete Experi-
mentos Que Podrían Cambiar El Mundo describo el caso de una persona con un miembro amputado
que espera a la puerta de su casa (una puerta servía perfectamente), la puerta estaba dividida en 6 re-
giones marcadas cada una con un número del 1 al 6, marcamos las mismas zonas al otro lado de la
puerta. La persona amputada, al otro lado, está con un colaborador que debe lazar un dado al azar con
6 números, si salía, por ejemplo, el número 4, se le pedía que introdujera su miembro fantasma por la
región número 4, de forma que tenemos un brazo fantasma atravesando por una de las divisiones de la
puerta, en cualquier caso un bloque sólido, pero no por las otras.
La pregunta es, ¿puede una persona medir esa energía, desde el otro lado de la puerta, donde está el
miembro fantasma? En el experimento no anotamos los niveles del azar. Es posible entrenar la sensibi-
lidad de las personas para detectar miembros fantasmas. Son pocos los campos del cuerpo, pero tam-
bién son los campos los que organizan la actividad del sistema nervioso, sus campos de comportamien-
to y hay campos relativos a los grupos sociales. Estos círculos de aquí (dibujo anterior) pueden repre-
sentar animales individuales, y los círculos externos los campos mórficos de los grupos sociales a que
pertenece.
Muchos animales son sociales y tienen campos mórficos en sus grupos, y creo que estos campos coor-
dinan el comportamiento de rebaños o bandadas. Cuando vemos estorninos volando en enormes ban-
dadas, vemos que pueden cambiar de dirección con extrema rapidez sin tropezar unos con otros. Los
mejores modelos de computador sobre bandadas de pájaros los representan como si estuvieran produ-
cidos por campos magnéticos, el campo del todo, al que están conectados todos los animales, los cam-
bios que se producen son demasiado rápidos como para que estén atentos a sus vecinos con tiempo
suficiente como para cambiar el movimiento.
Lo mismo pasa con los bancos de peces, en efecto creo que todos los grupos de animales tienen una
organización que depende del campo de grupo. Por ejemplo una manada de lobos tiene esa estructura
de campo, saben que pertenecen a un grupo y se relacionan los unos con los otros en función de la es-
tructura y la interrelación social entre las partes del grupo, los animales no tienen que estar todo el
tiempo juntos, los lobos por ejemplo, tienen una estructura social en que los jóvenes se quedan con una
especie de canguro que les cuida cuando los demás se van a cazar. Y mientras ocurre esto yo sugiero
que el campo mórfico del grupo de lobos no se rompe cuando se alejan, sino que continúa conectándo-
los incluso en la distancia. Esto permite a los adultos salir a cazar, a buscar comida y después volver
con la caza para alimentar a las crías, puesto que se mantiene en la distancia a través del campo del
grupo.
La existencia de ese campo, incluso para los miembros que están separados unos de otros, es la base de
la comunicación en la distancia. Yo creo que la telepatía es un fenómeno normal, no paranormal, es un
medio de comunicación entre miembros de un grupo. La telepatía yo creo que es un fenómeno normal
en animales y entre la gente, entre miembros conectados de un grupo.
Como saben hay un tabú sobre la telepatía en medios científicos y académicos porque no encaja con la
idea materialista de la mente en que la mente está dentro del cerebro, no debería ocurrir desde un pun-
to de vista materialista, así que muchos científicos hacen como si no existiera y niegan la evidencia que
sugiere que existe. De hecho este tabú se mantiene con fuerza y hay grupos organizados escépticos que
actúan como científicos atentos y se enfrentan de forma activa a esta idea e incluso impiden que se ex-
tiendan los resultados de esto poniéndolo en tela de juicio todo el tiempo y tratando de desacreditar la
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evidencia, sin embargo la evidencia es bastante fuerte, incluso no contradice muchas de las bases teóri-
cas de la física.
En física cuántica hay un fenómeno llamado interconexión, que dice que las partículas que han sido
parte del mismo sistema permanecen conectadas incluso aunque estén separadas miles de millas, de
forma que un cambio repentino en una puede afectar instantáneamente a la otra, como si formaran
parte del mismo sistema. Así, los fotones emitidos por el mismo átomo, cuando se mueven en direccio-
nes opuestas a la velocidad de la luz, de acuerdo con la teoría cuántica deben tener polarización opues-
ta, pero la polarización de cada fotón no está determinada, sino que está abierta. Tan pronto como mi-
des uno de ellos y averiguas su polarización, el otro, instantáneamente tiene la otra polarización. Así
que experimentos de este tipo muestran que los sistemas físicos están conectados de una forma miste-
riosa y sorprendente.
Albert Einstein pensó que la teoría cuántica parecía permitir lo que llamó fenómenos a distancia ate-
rradores, y por esa razón pensó que debía estar equivocado, pero los experimentos demostraron que
Einstein estaba equivocado y que la teoría cuántica era correcta, y que realmente había fenómenos ate-
rradores a distancia. Y no tenía que ver con la distancia, daba igual si ésta era de cientos o miles de
kilómetros. Si hay dos individuos que pertenecen al mismo sistema, no importa la distancia a la que se
encuentren, son parte del mismo sistema. Y esto nos proporciona una analogía para la telepatía, y cómo
la telepatía tampoco tiene que ver con la distancia.
Debido a que pienso que la telepatía es una forma normal de comunicación entre miembros de grupos
animales, pasé años investigando la telepatía en animales. Comencé con los animales que conocemos
mejor como los domésticos, perros y gatos. Y comencé reuniendo historias sobre miles de dueños de
mascotas y entrenadores de animales, personas ciegas, perros ciegos, entrenadores de caballos, sobre
sus experiencias. Y hay miles de ejemplos de cómo los animales detectan las intenciones de sus dueños
a distancia. Una historia común sobre gatos es que saben cuando el dueño piensa llevarlos al veterina-
rio, y desaparecen. Para algunas personas esto es un fastidio, y hacen todo lo que pueden para no dar-
les una pista, no muestran la cesta de transporte, no mencionan la palabra veterinario, y algunos de
ellos incluso llaman al veterinario desde el trabajo para que el gato no se entere, pero, hagan lo que
hagan, el gato no está ahí cuando llegan a casa para recogerlo. Esto ocurre tan a menudo que hicieron
una encuesta en 65 clínicas veterinarias para ver si tenían un problema con la gente que perdía citas
con gatos, 64 de 65 dijeron: sí, ocurre muy a menudo, y en la única que quedaba dijeron que no daban
citas.
Una de las cosas más típicas es que el perro detecta cuando el dueño está llegando a casa. Muchos de
ellos se encuentran con el perro pegado a la puerta o a la ventana cuando llegan a casa. En muchas ca-
sas se sabe cuando una persona va a llegar a casa por el comportamiento del perro. Mas o menos el
50% de los perros muestran este comportamiento anticipativo, y un 30% de los gatos, y no porque los
gatos sean menos sensibles sino porque tienen menos interés. Los escépticos dicen que esto se debe a la
rutina, que los perros tienen mucha más capacidad de oír el coche del dueño.
Mis colegas y yo hemos hecho muchos experimentos para probarlo. Han filmado el lugar donde el pe-
rro esperaba. Hicieron que la persona se alejara 5 millas, y llegara a casa a una hora al azar, y que vol-
viera en taxi, para que el perro no identificara el sonido de su coche. Nadie en la casa sabía cuando esta
persona iba a llegar. Muchos perros iban a la ventana o a la puerta cuando la persona decidía volver a
casa, y eso era antes incluso de entrar en el coche. Con ciertos perros está claro que responden a las
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intenciones del dueño, cuando no podían saberlo por ningún otro medio. Hay muchos otros ejemplos
con animales que están resumidos en mi libro Perros que saben cuando sus amos llegan a casa.
Los mismos principios se aplican a la gente. Parasicólogos que han estado investigando la telepatía han
utilizado desafortunadamente métodos muy artificiales, los métodos tradicionales por ejemplo inclu-
yen tarjetas que deben ser adivinadas desde una habitación diferente, pero esta no es la forma en que
funciona la telepatía en la vida real. Y recogiendo historias de gente sobre sus experiencias telepáticas
está claro que una categoría está compuesta por la telepatía entre madres y bebés, esto nunca se ha in-
vestigado antes científicamente. Muchas madres han informado que cuando están alimentando a pecho
y están lejos del bebé muchas veces sienten que la leche empieza a salir y está lista para alimentar al
bebé incluso aunque éste esté a muchas millas de distancia, y cuando ocurre esto muchas madres asu-
men que el bebé la necesita y entonces van a casa o llaman a casa a través del móvil para ver si el bebé
realmente la necesita. He hecho estudios estadísticos para averiguar que esto ocurre en un porcentaje
mas elevado que el mero azar.
Pero el caso más común es el de telepatía a través de las llamadas de teléfono. Piensen en alguien que
llama por teléfono y entonces el otro le contesta: “es curioso, realmente estaba pensando en ti”. Estadís-
ticas hechas en Europa y América y en otras partes muestran que un 80% de la gente ha tenido estas
experiencias. Hoy lo hemos experimentado el 85 o el 90 % de los que estamos aquí. La respuesta cientí-
fica habitual a esto es, o despreciarlo o ignorarlo, y decir que era sólo una coincidencia. Siempre estás
pensando en distintas personas, alguna de ellas puede llamar y luego supones que es telepatía, y olvi-
das que muchas veces estabas equivocado. No es una hipótesis irracional, pero durante cientos de años
los escépticos se han escapado de esto sin un atisbo de evidencia para esta hipótesis. Y por supuesto
una hipótesis necesita evidencia.
Yo he probado este fenómeno utilizando experimentos sencillos. En los experimentos cada persona
nombra a cuatro personas que podrían comunicarse con ella telepáticamente, como amigos cercanos o
familiares, y proporciona también los números de teléfono. La persona objeto del experimento se sienta
en casa frente al teléfono, con una cámara de vídeo enfocándole. Le pedimos a una de estas cuatro per-
sonas, al azar, que la llame. Entonces, antes de levantar el auricular, la persona debe averiguar cuál de
las 4 la está llamando. Por casualidad, acertarás en 1 de cada 4 veces, un 25%. Hemos hecho cientos de
estas llamadas, y el porcentaje medio es 45 %, que está muy significativamente por encima del azar. La
gente no acierta siempre, pero sí mucho más a menudo de lo que cabría esperar. Y esto crea una situa-
ción muy artificial cuando se inhibe la comunicación telepática.
También hemos hecho experiencias con e-mails porque la gente se comunica así, estás pensando en
alguien y de repente recibes un e-mail suyo. Y esto arroja resultados muy similares a los obtenidos con
los experimentos con el teléfono. En los experimentos con el teléfono buscamos el efecto de la distancia.
Buscamos sujetos jóvenes que hubieran llegado recientemente a Inglaterra desde Australia o Nueva
Zelanda e hicimos experimentos en que dos de las personas estaban en Inglaterra y las otras dos eran
miembros de la familia que estaban al otro lado del mundo, y lo hacían mejor con miembros de la fami-
lia que estaban al otro lado del mundo que con los que estaban cerca, mostrando que lo que cuenta es
la proximidad emocional más que la proximidad física. También se han hecho pruebas con dos elemen-
tos extranjeros y dos miembros de la familia, y el acierto con los extranjeros es más o menos el porcen-
taje del azar, y más de dos veces el porcentaje del azar con los miembros de la familia, mostrando que
depende de conexiones emocionales, de familiaridad. También tenemos experimentos automáticos de
telepatía entre amigos utilizando los móviles, algunos de estos experimentos los hemos empezado esta
semana. Se pueden encontrar estos experimentos entrando en mi página Web: www.sheldrake.org se
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puede encontrar también mucha más información sobre esta investigación, y versiones “online” de mis
artículos en publicaciones científicas.
¿Y cómo está todo esto relacionado con los campos familiares? En primer lugar, considero una familia
el ejemplo clásico de grupo social con un campo morfogenético coordinando a los distintos miembros.
Los miembros de una familia están conectados entre sí como los lobos de una manada o una bandada
de pájaros, y a través de los campos mórficos del grupo permanecen conectados incluso cuando están
alejados unos de otros. Este campo afecta a su comportamiento y funciona a través de sus mentes de
forma consciente para coordinar lo que hacen, yo estaba fascinado cando leí un libro o un capítulo de
un libro de Hellinger sobre la conciencia, la conciencia familiar no dice lo que está bien o mal en el sen-
tido de absoluto sentido de moralidad sino que tiene que ver con lo que se ajusta o no al grupo y a su
coordinación, y estos campos familiares, como otros campos mórficos tienen una memoria heredada,
es una memoria colectiva y la forma más sencilla de familia sería la memoria colectiva que proviene de
las familias de esa cultura, el principio de resonancia mórfica es un principio conservador, de hábitos,
así que los patrones más frecuentes de organización serán los predominantes en el campo familiar.
También hay memorias más específicas, simplemente si nos sintonizamos con el inconsciente colectivo
a través de nuestras mentes individuales influenciadas por el inconsciente colectivo, que proporciona
el arquetipo básico de la experiencia humana de acuerdo con Jung, hay memorias más específicas de
miembros de nuestro grupo de gente similares a nosotros en el pasado que tendrían un efecto más es-
pecífico a través de la memoria colectiva. Si somos ingleses estaremos más influenciados por ingleses
del pasado que por chinos. Del mismo modo, en los campos familiares, el campo que cada persona trae
de su familia origen a una nueva relación, cuando forma una nueva familia, heredará a través de la
resonancia mórfica campos del pasado y esto introduce una distorsión en los campos de la generación
previa, ese patrón puede ser heredado inconscientemente y llevado a través del campo a la siguiente
familia.
Creo que para mí el aspecto más intrigante de las terapias sistémicas familiares es la forma de trabajar
con una persona en un grupo y de establecer el modelo de ese campo mediante diferentes personas que
permanecen en el grupo tratando de influir el propio campo familiar, y la forma de producir transfor-
maciones en ese grupo, por ejemplo, reconociendo o trayendo a él miembros del grupo que en genera-
ciones anteriores habían sido ignorados, y que esto puede tener un efecto sanador para las familias a
distancia, como si fuera telepáticamente.
Yo no puedo explicaros los detalles de cómo funciona esto porque vosotros sabéis más que yo de eso
(se dirigía a un grupo de consteladores familiares). Pero sí puedo haber expuesto el tipo de cosas, y
mostrado los mecanismos por los que trabaja este campo. Y esto encaja en un patrón más amplio de
cómo funciona la naturaleza, las memorias que hay, y cómo funcionan los campos de organización en
diferentes niveles de la naturaleza, y cómo funcionan los campos sociales en grupos animales y no solo
humanos. Hay principios generales que pienso que son importantes en lo que hacéis en esta clase de
terapia (Constelaciones Familiares).
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(Notas de Rupert sobre comentarios del público)
Todo lo que aprendemos es facilitado por la resonancia mórfica.
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La resonancia mórfica no garantiza que cada vez seamos más elevados o menos. La principal implica-
ción moral es que sabemos cómo lo que hacemos y decimos afecta a los demás, incluso nuestros pen-
samientos y actitudes afectan a los demás. Y esto quizá nos haga más responsables, si queremos no
propagar patrones no deseables.
Los hábitos tienden a repetirse todo el tiempo que les sea posible, necesitamos las costumbres, somos
criaturas de hábitos, de forma consciente o inconsciente, pero si cambiamos los hábitos primero tene-
mos que tomar consciencia de que lo estamos haciendo, y después reemplazarlos por otra cosa, for-
mando otra forma de comportarse o de responder que se conviertan en hábitos nuevos. Desde el punto
de vista fisiológico hay hábitos que no pueden cambiarse nunca, por ejemplo, todos los que tienen que
ver con nuestra fisiología. La creatividad es una forma de interrumpir, romper o bloquear hábitos, y el
Universo implica un juego entre el hábito y la creatividad, de otra forma no habría evolución. Pero que
se libere la creatividad depende del bloqueo de los hábitos.