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FRISIEL
1459231dade Federal doRio deJaneiro -
"rr
INSTITUTO DEECONOMIAINDUSTRIAL
TEXTO PARA DISCUSSAO NO 36
LA ADMINISTRACIÓN REAGAN Y LAECONOMIA NORTEAMERICANA,PERS-
PECTIVAS PARA EL FUTURO PRÓXIMO
Roberto Bouzas
Novyembro de 1983
DIGITALIZADO PELA BIBLIOTECA EUGÊNIO GUDIN EM PARCERIA COM A DECANIA DO CCJE/UFRJ
UNIVERSIDADE FEDERAL DO RIO DE JA>
INSTITUTO DE ECONOMIA INDUSTRIAL
LA ADMINISTRACION REAGAN Y LA ECONOMIA NORTEAMERICANA.
PERSPECTIVAS PARA EL FUTURO PROXIMO.
Roberto Bouzas
Novembro de 1983
A- 016248
aNnpec Este trabaho fampresso ===="==
1d y coma colaroracóo da ANFEC JH M2 Y
eoapor france do PNPE- mear
DIGITALIZADO PELA BIBLIOTECA EUGÊNIO GUDIN EM PARCERIA COM A DECANIA DO CCJE/UFRJ
FICHA CATALOGRÁFICA
Bouzas, Roberto
La administracion Reagan y la econo-
mia norteamericana. Perspectivas para
el futuro proximo /por/ Roberto Bouzas.
-- Río de Janelro: Universidade Federal
do Rio de Janeiro, Instituto de Econo-
mía Industrial, 1983.
23 p. -- (Texto para Discussao, n.36)
DIGITALIZADO PELA BIBLIOTECA EUGÊNIO GUDIN EM PARCERIA COM A DECANIA DO CCJE/UFRJ
LA ADMINISTRACION REAGAN Y LA ECONOMIA NORTEAHERICANA.
PERSPECTIVAS PARA EL FUTURO PROXIMO.
Roberto Bouzas
Hace mas de dos anos y medio la Adminstraciôn renublicana
iniciô la implementaciôn de un programa econômico que, según las pa-
labras del presidente Reagan, “promoveria un nuevo conienzo para Es
tados Unidos". El perícdo 1981-1983 registrô,sin embarço, una rece-
siôn sin precedentes en la historia reciente de la econcnia norteame
ricana, contrayendo los niveles de producciôn y elevando la tasa de
desempoleo hasta registros no experimentados desde la dêcsda de los
treinta. A comienzos de 1983 comenzã a insinuarse un nroceso de recu
peraciôn sobre el que algunos analistas han questo exageradas expac-
tatítvas. En verdad, la economia norteamericana continúa nostrando im
portantes desajustes tanto a nivel macroeconômico global ccmo en lo
que respecta a variables de carâcter mas estructural. Aguí hareros
un rápido recuento de la evoluciôn econômica durante los últimos dos
anos, para concluir identificando algunas cuestiones que habrân de
ser parte del debate politico-econômico durante la campana electoral
de 1984.
Si existia alguna duda sobre la importancia que tiane para
amêrica Latina evaluar correctamente las tendencias politico-econômi
cas dominantes en Estados Unidos, esta ha desaparecido despuês de
los acontecimientos del último par de afios. Las reflexiones que aquí se formulan apuntan a contribuir elementos para el diseno de un esce
narito a mediados de los cchenta. -
1) El Programa de Recuperaciôn Econômica: mitos v realidades.
El “nuevo comlenzo” que Ronald Reagan promettô a Estados tnidos en febrero de 1981 se convirtiô en la recesiôn aas prolongada Y profunda desde la Gran Depresiôn, Incrementô los niveles de desocu pactón a registros no experimentados en cuatro décadas, y puso en una situación de tensiôn sin precedentes desde los treinta al siste-
ma financiero internacional. Puedae parecer incorrecto atribuir tanta
omnipotencia a la Administración republicana. Sin embargo, la combi-
naciôn entre la política econômica implementada por el gobierno nor teamericano y el contexto econômico prevaleciente a principios de
los ochenta se revelô como poco recomendable para hacer realidad las
tlusíones de rápida expansiôn que alimentaron las primeras etapas de
la actual Administración norteamericana.
Es inneçable que ei programa econômico puesto en marcha
por la administraciôn Reagan a comienzos de 1981 suponia una ruptura con la direcciôn dominante que la política econômica habia seguido durante el periodo de posguerra. Entendido coro una estrategia de mediano plazo, el Programa de Recuperaciôn Econômica (PRE) combinaba un violento ataque contra la particíipaciôn del Estado en la econonia (implementada a travês de un recorte en los impuestos, en el gasto público no dirigido a la defensa, y en la regulaciôn) y una política monetaria restrictiva que, supuestamente, acabaria con la inflaciõn. Asiímismo, el PRE preveia una radical reasignaciôn de recursos dentra del sector publico y del conjunto de la economía en favor del ga sto y de la producción militares. a
En teoria, esta combinaciôn de políticas romperia la per versa asoclaciôn entre estancamiento e inflaciôn que habia prevalect do durante la dêcada de los setenta. Una vez reinstalados los incen=
eivos a la producciôn y al ahorro “asfixiados” Por la intervenciôn estatal y una vez controladas las presiones Anflacionarias desatadas por una política monetaria expansíva, la economia norteamericana re- cuperaría un dinamismo cuya existencia última no se ponia en duda
Nadle puede desconocer, por Cierto, hasta que punto las re
rear un importante es- pacto de legitimídad al interior de Estados Unidos Así, Ronald Reagan se instalô en la Casa Blanca con una significativa - a
comendaciones conservadoras habian conseguido c
, unque con tradictoria - base de apoyo y con un mandato que el mismo se E
pado de enfatizar: jibarizar ei Estado da bienestar dm .
puestos, expandir la producciôn militar,
habia ocu
Feducir los im- Y Colaborar con la Reserva
(1) Vêase, R. Bouzas y L. Maira, "Algunas clavey der a la aiministraciôn Peagan”; en L. Maira geronia nortemmericana, LESCO, Lima, 1982.
econômicas Líti , América Laio nLticas para enten
tina Y la crisis de ha
Federal en el control firme de la emisiôn monetaria.La imolementaci-
ôn de un programa de esta naturaleza solo era concehible en el cua-
dro de un Poder Ejecutivo fuerte, activo y con un sólico liderazço
político. La satisfacciôn de estas condiciones por parte de la admi-
nistraciôn Reaçan durante el vrimer ano de su mandato ciertamente es
tuvo en la base del exito obtenido en la aprobaciôn — cast sin modi
ficaciones — de sus propuestas de politica econômica.
Tal como ya se ha argumentado mas detenidamente en ctras
constades PI, el PRE incluía un conjunto de contradicciones irstrumen
tales que poco a poco irían haciêndose mas visibles para los enton-
ces poco perceptivos observadores norteamericanos. En efecto, el PRE
fue desde sus inícios una híbrida combinaciôn entre recomendaciones
monetaristas tradicionales de disciplina fiscal y monetaria, y “nue-
vas” propuestas de los supoly-siders en favor de una rápida reducciôn
impositiva y de una expansión acelerada de la economía. Las medidas
expansionistas y recesivas del Pregrama se compatibllizaban sobre la
base de asumir que la economia reaccionaria rapidamente al estímulo
fiscal proveniente de la reducciôn impositiva, lo que se traduciria
en elevadas tasas de crecimiento real. En efecto, de acuerdo con las
previsiones oriçinales del PRE (vãase cuadro 1), la tasa anual de
crecimiento del producto nacional bruto real alcanzaríia un promedt
de 43 entre 1982 y 1986, la desocupaciôn caeria ano tras ano hasta
alcanzar un minimo de 6% a mediados de los ochenta, la Inflación se
reduciria sostenidamente, y el presupuesto federal se equilibraria
en 1984. súbitamente, los principales sintomas del desajuste estruc-
tural de la economia norteamericana desaparecerian del escenario.
La realidad se ocupô, obviamente, de desbaratar râpidamen-
te tanto voluntarismo. A mediados de 1981 la economía norteamerica na cayó en una segunda recesiôn en menos de dos anos, convirtiendo
al período 1979-1982 en la fasa de mas prolongado estancomiento pro
ductivo de la posguerra. Semejante comportamiento de la economia no
vodía sino provocar un sostenido incremento en el nivel de desocupa- CR En efecto, hacla fines de 1982 la tasa ce desempleo se acercô
ai 113 — eguivalenta a un número aproximado de 12,000,000 da desocu E RRES SR (2) Vêase R. Bouzas, “La política econémica de la acdministraciên Peagan: contenido,
obstáculos y perspectivas”, Cusdemos Semestrales 9, [ESU-CIEE, Mexico, 1981.
pados —, un registro sin precedentes en varias dêcadas y, hasta ha-
ce poco tierpo atrás, considerado como politicamente "insostenible".
La combinaciôn de recesiôn y desajuste estructural en las
cuentas públicas como resultado de la reducciôn impositiva, de la ex
pansiôn del sho ud df y de la dificultad para reducir en la mago
nitud necesaria otros comsonentes del gasto público produjo un nota
ble aumento en los dêficits efectivos y previstos. Para el ano fis-
cal 1983 el dgftcit superô en mas de dos veces las previsiones origi
nales, mientras que para el ano fiscal 1984 (en el que se eguilibra-
Hm n los ingresos y egresos federales) se anticipa un saldo negativo ia
rôximo a les 190,000 millones de dôlares. El conflicto entre los
bultados deficit fiscales y la politica monetaria restrictiva de- fa O
sarrollada por la Reserva Federal produjo un incremento sin preceden
tes en las tasas de interês — nominales y reales —, Jo que SUAS para agudizar el cuadro recesivo general y las tendencias que empu- jaban hacia una crisis financíera de proporciones. La inflaciôn, por
fin, se desacelerô progresivamente hasta alcanzar niveles prôximos
al 5% anual (vêase cuadro 1).
Convienc adelantar, sin embargo, que una imagen de Eéicaso
no hace justicia completa al programa republicano. De hecho ' ss durante el periodo transcurrido — ademas de abatir la inflaciôn — êsta h
É a conseguido algunos resultados que — implícita o explicitamente
constituven parte integrante de este tipo de políticas econômic as.
Aquí destacaremos apenas tres.
En primer lugar, la ofensiva Conservadora ha producido u
significativa transferencia de ingresos desde los Da na
mas pobre: de la sociedad norteamericana hacia aquellos qua pereib 1 res
en la proporciôn de la renta. La política impositiva os ger
dh te ye recor-
menta
evista The
te sigtemático de los gastos de bienestar han afectado se 1b1 ns e
a los sectores de menores ingresos, q ã = g Según cálculos de la X National Journal”, las modificaciones en el gasto
Yy enl ctôn impositiva introducidas por al PRE en 1981 h à recauda-
f an ducido 1a parti de un 4.4% a di
evados ha pasa-
Os Unidos a con
cipaciôn en el ingreso nacional del quintal mas b j ajo
4.2%. Por el contrario, el quintal de ingresos m 1 as e
do de percibir un 42.5% del Ingreso nacional de E iastad
(3) The National Joumal, octubra 23 de 1982,
INDICADORES
DIVERSOS,
1981-1986
CUADRO 1
1982
1983
1984
1985
1986
1981
4.2
4,0%
4,2
4,0*
4.5
329%
4.2
5.0
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centrar el 43.4%. En têrminos absolutos el PRE habria reducido en
1,200 millones de dólares los ingresos del quintal mas bajo e Incre- mentado en 36,000 míllones los del 20% mas elevado. aderãs, la pro- fundizaciôn de la recesiôn y el estancamiento han aumentado el núme- ro de desempleados y, con ello, deteriorado la posiciôn general de
los asalariados. El aumento en la inseguridad econômica,la reducciôn
en los niveles de vida, y el desmantelamiento progresivo de la es-
tructura del Estado de bienestar indudablemente debllitan la cohesiôn
el poder de negociaciôn de los trabajadores, "disciplinando” consi
guientemente a la sociedad. Según algunos observadores, el ano 1982
bria registrado algunos cambios importantes en los patrones de de-
terminaciôn salarial, aún en industrias con un alto Índice de sindi- calizaciôn (modificaciones en la frecuencia de los contratos, elimi-
nactôn de los ajustes automáticos a la evoluciôn del costo de la vi da, y abandono progresivo de la cobertura sectorial de las negocia. ciones)
Un segundo efecto Importante del PRE ha saído el de acele-
rar el proceso de centralizaciôn y de destrucciõôn de capitales "mar- ginales”. En efecto, como consecuencia de la recesiôn econômica y de los elevados costos financieros, una gran cantidad de empresas ha en
Durante 1982 el número de quebrantos comerciales superô los 24,000 ,alcanzando el
trado en estado de falencia en los últimos dos anos.
nt vel mas elevado desde 1933. Este proceso da quiebras no solo afectã al sector de medianas y pequenas empresas, sino qUe se extendiô has-
ta alcanzar grandes consorcios industriales y de servicios. Asimismo r
afectô de manera particularmente intensa al sector de la banca y las finanzas, llevando a la liquidaciôn de un número da bancos regio nales y de entidades financleras no bancarias. Este proceso de E a
cesã re mento en las quiebras se acempanô de una aceleraciôn en las fusio =
nes durante 1981 y 1982.
En tercer lugar, el PRE ha Provocado una m ciôn del gasto público y de la producción global en de defensa y de la producc!õôn militar.
asiva Teasigna- favor del Sector Si blen el incremento en la itar en el producto nacional bruto no ha
partictpación del gasto mil
(4) Audrey Freedzan, "A funderental julic-agosto de 1982. cargo in wage bargaining”, Cuallenge,
sido tan nctable como la registrada durante la guerra de Vietnam o
durante la intervenciôn norteamericana en Corea, la actual escalada
constituye el esfuerzo militar mas notable de Estados Unidos en tiem pos de paz. Adicionalmente, el hecho de que el incremento en el gas-
to militar que actualmente se estã llevando a cabo incorpore una pro
porción mayor de compra de equipo (procurement) que de gastos de per
sonal, implicará una mayor y mas rápida presión sobre la oferta del sector productor de equipo militar o de insumos para esta actividad.
segun algunos analistas, la absorciôn de producciõôn industrial por
la escalada armanentista serã mas rápida y masiva en esta ocasiôn
que en el periodo 1965-19680), con los consiguientes efectos
la oferta y los precios.
sobre
Estos resultados, no obstante, se han conseguido sobre la
base de un elevado costo político que ha desgastado a la Administra-
ciôn y le ha impuesto algunos cambios de rumbo durante los últimas
meses. En efecto, durante el segundo semestre de 1982 la presiôn de
los acontecimientos nacionales e Internacionales alentô algunos cam
bios en la dirección de la politica econômica de Estados Unidos.Ccmo ya lo senalamos, la extrema gravedad de la situación eccrónica en ei
plano interno se reflejaba en un prolongado estancamiento productivo,
en niveles de desocupaciôn sin precedentes en cuatro decadas, Y en
perspectivas poco alentadoras para el futuro. Asimísmo, las cuentas
públicas parecian fuera de todo control y las perspectivas de masi-
vos déficit dominaban la escena. La astringencta monectarta y las al tas cargas financieras, en el contexto de un mercado deprimido, ha-
bían cobrado un nível elevado de quebrantos comerciales. Se puede te
ner una idea de la fragiltdad del sector corporativo norteamericano
cuando se advierte que la relaciôn entre servicio de la deuda Y cash
flow alcanzaba un 50%, mientras que la proporcíiôn entre deuda de cor
to plazo y deuda total también habfa llegado al 50%. S4 bien este de terioro en la mayoria de los indicadores de “salud” Einanciera Gel sector corporativo norteamericano no era un hecho nuevo 8), su agudi zaciôn en el período reciente planteó la posiblilidad de una inmi-
(5) C.Schultze, “The effects oí the dafense budget", The Brockincs Bulletin, vol. 18 núm. 2, The Ercokirys Institutton, washington DC, 1982.
(6) Vêase H. Fautran, Hattonal colicies ami the detertorating balance sheets oÉ “as E = TE american corrorattong, Salawm Ercrhers, N.Y., Lai. Ti
nente crisis financiera. Sin duda alguna, el brusco deterioro en el
cuadro financiero internacional a partir de la moratoria tenporal de
cretada por Mexico en agosto de 1982 amplifico las presiones para un
cambio de rumbo en la política econômica de la Administración.
Asi, durante 1982 la política fiscal se convirtiô en un agudo punto de debate entre el Ejecutivo y el Congreso y, aún, al
interior del primero. La precaria situaciôn de las finanzas públicas Gibujô un cuadro dificil para la prosecusiôn de los recortes imposi- tivos, el aumento en los gastos de defensa Y, en un contexto de seve
Adicionalmente, la Reserva Federal ejercia una sensible presiôn segalando que habia re-
ra recesiôn, la reducciôn en los gastos soclales.
caido sobre ella el grueso de la responsabilidad por controlar
presiones inflacionaríias y que, por consiguiente, debia implementar- se una política fiscal mas compatible con las decisiones monetarias
las
antiinflacionarias del organismo.
En este cuadro, en agosto de 1982 el Congreso norteame rica no aprobô la Tax Ecuity and Fiscal Responsibiltty Act, a que proporcio
n la recauda- Como resultado de un intenso debate alentado por la inminencia de las elecciones legisla-
tivas de noviembre de ese mismo ano,
naria un aumento de casi 100,000 millones de dôlares e
ciôn impositiva durante el trienio siguiente.
el proyecto finalmente aprobado que destacan el incremento de algunas tasas imposítivas, la aplicaciôn de ciertas medidas para me-
fiscales
sin embar-
Oncedidas
en el mis-
iInciuyô 24 diversas medidas entre las
jorar la recaudación, y una reducciôn en las deducciones que pueden hacer los individuos. EL punto mas importante is: m ” go, fue la reducción en clertas ventajas que habian sido c a las empresas bajo la Economic Pecovery Tax Act aprobada
ficios da depreciacign aceler tos a la inversiôn, y autorización para la negociaci
mo mes del ano anterior (bene , aca, crêdi
on y transferen-
= mM tras 5 rias). La Administraciôn presentô est ta legislacign no como dio a los princípios originales del su
cia de estos beneficios de empresas no rentables a q Uperavita-
un repu
Sino como
7 una cor
ly-side econo una “mejora en el método de recolecciôn de de ias debilidadas dal sistema",
mics,
impuestos reciôn
(7) vêase Estarios Unidos: perspectiva latinomericana vextoo, 1982. "vol. 7 nm. 12, ice
CIDE,
Esta legislaciôn no resolviô, sin embargo, el fondo de la
cuestiôn relativa al desequilibrio presupuestario, y las discusiones
se reabrieron en ocasiôn de la presentaciôn en febrero de 1983 ce la
propuesta de presupuesto para el ano fiscal 19B4. Su diseno alentô
un activo debate al interior de la Administraciôn, reflejando el gra
do de disenso existente. La proepuesta finalmente presentada por el
presidente plante6 sus ya conocidas prioridades de incrementa en el
gasto de defensa y de recorte en el gasto social. En têrmíinos mas
concretos, se sugiriô congelar el volumen total del gasto público re
al, incrementar el gasto militar en un 10% en têrminos realas, e im-
poner un impuesto stand-by condicionado a que, en primer lugar, se a
probaran las medidas relativas al gasto contenitdas en el programa y,
en segundo lugar, el dêficit fiscal fuera mayor al 2.51% del groducto
nacional bruto en el ano 1985, Este impuesto estraordinario tendria
una validez de tres anos, y con &l Reagan esperaba infundir con£lan-
za en el sentido de que su gobierno no toleraria d&ficit elevados por períodos prolongados da tiempo.
La política monetaria tambiên fue objeto de cambios impor-
tantes en su implementaciôn. La precaria situactôn econômica domêsti ca y, de manera príncipal, el crítico cuadro econômico Y financiero internacional indudablemente estuvieron detrãs de este cambio de zum
bo. Durante el segundo semestre da 1982 la Reserva Federal procediô
a una reducciôn sistemática en la tasa de descuento y aceptô un cre-
cimitento de las reservas bancarias y de la oferta de dinero superior
a la inicialmente prevista. La justificaciôn para estos cambios ua
ja brusca disminuciôn en la velocidad de circulaciôn del dinera Y
ja necesidad de “apoyar la moderada recuperaciôn que pareciera esta
insinuândose” 6 - À los efectos de no despertar inquietudes en torno ta dectstôn dae las autoridades monetarias de mantener un curso coa a Ç a
atíble con el control de la inflaciôn, Paul Volcker — presidente Pp
de la Junta de la Reserva Federal — senalô en sus comparecencias an te el Congreso que aquêlla continuaba “comprometida con un curso de
disciplina monetaria esenclal para evitar el resurgimiento de presto
nes inflactonarias a medida que avance la recuperaciôn" 8), A pesar
de dichos esfuerzos, durante los primeros meses las tasas de interês
e a (8) Tha Econauúst, febrero 19 de 1983, HD o
(9) Ibid.
«10.
no cayeron en una magnitud proporcional a la reducciôn en el tipo de descuento. Zn esto han jugado un papel las expectativas inflacionari as y el elevado volumen de financiamiento captado vor el sector pú- alles:
II) Las elecciones de 1984 y la volítica econômica.
La mayor “flexibilidad” arriba referida coincidi6 con el início de un proceso de recuperaciôn econômica en el invierno de 1982-1983. Segun las previsiones formuladas por la Administración en enero del cocrriente ano, el creciniento econênico real para 1983 se estima en 1.4% (3,8% si se compara el último trimestra de 1982 con el cuarto de 1983). Compatible con esta previsiôn de lento crecimien to, la Adainistraciôn republicana anticipa la persistencia de aíve- les elevados de desocupaciôn, superiores al 10% durante el ano en
curso. De hecho, aún considerando las cptimistas previsiones que SE
realizan para 1984 y anos subsiguientes (tasas de crecimiento anua- les del 4%), el desempleo continuara con registros superiores alicia
hasta 1987. Las previsiones referid as incluyen el mantenimiento de las presiones
consistente con la marcada desaceleraciôn
de ia tendencia a ia contracc!ón inflacionarias,
en el rítmo de aumento Y con el aumento cíclico de la pr
de los salarios nominales
Oducti- vidad.
Por cierto que la continultdad q interruciôn de la ta recuperaciôn habrã de tener una importante in a Tesen-
fluencia en E respecta a delimitar el contexto dentro del cual el debata electoral de 1984. En verdad,
: que
habrã de Producirsa
alturas no Parece Felaciôn a 1
a estas existir un consenso claro entre los analistas en
pectivas de la recuperactôn en curso. mi x destacaría su debilidad, incertidumbr nador
ERS inestabilidaa, Sin emnba cualquiera sea el curso de la actividad econênica en al fue EGO *Utur ten cuatro cuestiones ligadas al contexto macroeconôml turo, exis
É “3 mico que seguramente habrãân de ast mas ar presentes en dichoa Educa. global
=
bl:
blema del desequilibrio fiscal, las persgectivas de la política m=one
târia, la evoluciôn del sector externo y del dólar, y la cuestión del taária, 10
desemoleo é E
(L) El desecuilibrio fiscal.
El problema del dêficit público estã asociado a la erergen
cia de un dasagiiiibeia estructural en el presupuesto federal nortea
mericano como consecuencia del desbalance en la composiciôn de la Fo
iítica fiscal de la administraciôn Reagan (aumento am Aa gastos pú-
blicos y recorte impositivo). La aprobaciôn de la Economic Recovery
Tax Act a mediados de 1981 redujo sensiblemente la tendencia al cre-
cimiento de la recaudaciôn fiscal federal, básicamente como resulta-
do de la contracciôn en las tasas marginales de impuestos personaleas,
Según estimaciones de la Congressional Budcet Office, las disposicia
nes incluidas en la ERTA implicaban una reducciôn del total de ingre
sos federales equivalente al 3.94% del PNS en 1984 y al 5.6% en 1988.
La anrobaciôn en 1982 de la Tax Equity and Fiscal Resconsibiltty nsÃi
Act Implicô una compensaciôn equivaiente al 21% de las reducciones ct di a
tales incluidas en la ERTA. El efecto combinado de ambas legisla- to
jones reducirã los ingresos fiscales en un 2,8% del PNB en 1984 Y c (11) E en un 4.4% en 1988 -
Esta contracciôn en los ingresos federales no se correspon
dLô con una reducciôn equivalente an el gasto público, abriendo cami
n desajuste creciente. En efecro, según las previsiones ortgi- ES 1 PRE, el gasto federal real para el ano fiscal 1984 seria a RS el registrado en 1981. En lugar de lo anterior, du un 2»
1982 el gasto real creciô en un 3.44% e hizo lo propio en 5.5% cante
te 1983. Este comportamiento lo llevô a un nível un 103 superi- duran - à a prevaleciente en 198L y un 174 mas alto que ei originalmente o tros aspectos de importancia que no sarãn tocados en esta nota. inte (10) Sesten DD nolicesente EL Géladiio a la fermulaciên ce una política ressa destacar enirente expilcitmente el proceso de ajusta en curso en la e industrial CEOs Unidos. Para una discusién de estos tóvicos vease Quxier- raia sta 13, [EEU-CILE, México, 1983.
pos Sumes mi = Cugrun O'Cleirvacain, “The demsitic ontint of US econmic policy” aum LEIS Center Policy Papers, 1983.
ado -
.13.
previst : e . .
E sto en el PRE. El comportamiento del gasto público en lo que va =
de la a i = ra .
e = o pé E
a administraciôn Reagan ha implicado ritmos de crecimiento mayor a E o
re s is q -
+ a pur]
s a los registrados durante los cuatro anos del gobierno de Carter. A e
E of : -
En efecto, la tasa de crecimiento del gasto público real anual ha si à :
-=i
a
So supelior en 1982 y en 1983 al 4% de promedio que prevalecio entre 5 -m a a
1977 v 198 » a ni ES o
Y 981.
E q
1
a
Las razones para este comportamíiento son diversas. En pri= B o E E SA
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E o o No — ma
mer lugar, el incremento en los gastos de defensa ha constituido una ) S & E
E dd : E
1 1
waciabie que ha impulsado la expensión del gasto total y. consiguien
temente, del déficit público. En segundo lugar, 1a recesiôn y los er & SS A E
7 a « a . . =
a . - = -
levados niveles de las tasas de interés han implicado una expansion o 2 n sm a sa +
; . Ja D
del gasto asociado a estas partidas (compensacion por desempleo, bo ei
1
,
e - r
nos para alimentos, etc., y servício de la deuda pública). En tercer a a ea .
=
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lugar, las reducciones realizadas en las restantes partidas del qas a á E Sá
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iando una brecha de 121,090 nillones de gólares. De este total, ap a a o a o o
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de Ia deuda pública y en los gastos asociados a la reccsi :
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El aspecto que mas presrupasros Ni déticit u 3 ul ut Iê
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22 de 1983.
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2 Prevision
«14.
proyecciones oficiales. Ciertamente, en este último caso la magnitud
del desequilibrio es relativamente menos significativa y, por lo mis
mo, mas fâcilmente atacable con una reducclôn en ciertas partidas
del gasto (particularmente defersa) y/o un incremento en la recauda-
ciôn (por ejemplo, suspension de la indexaciôn de la base impositiva
prevista para entrar en vigor en 1985).
El mantenimiento de elevados niveles de déficit en el futu
ro en coincidencia con el proceso de recuperaciôn ha llevado a levan-
tar reservas sobre sus efectos en el mercado de capitales y en la
propta recuperaciõn de la actividad econômica. El dato mas preocu-
pante es, sin embargo, la evidente desarticulación que prevalece en
el proceso presupuestario norteamericano y las escasas perspectivas
de que los impasses hoy dominantes puedan resolverse de manera efec-
tiva en el contexto electoral de 1984. Según algunos analistas el ni
vel de desarticulaciôn de la política fiscal es en la actualidad tan
grande que para todos los efectos tales dêficits deberân tomarse como
una variable exôgena.
Diíchas previsiones se vinculan estrechamente con las pers-
pectívas para la política monetaria y la evoluciôn Futura de las ta- sas de interês. Durante el último par de aros, el conflicto entre am bos instrumentos provocô un aumento sin precedentes en las tasas de interês, las que a su vez realimentaron el dáficit federal a travês del efecto directo sobre el servício de la deuda pública y de una in Éluencia indirecta proveniente de la agudizaciôn de las condiciones recesivas de la economia (contracción de la base fiscal Y êmpllación de los gastos asoclados a la recesión).
En todo caso, la cuestiôn del deficit público y de su vin-
culaciôn con otros instrumentos de política econômica habrã de cons-
tituir un aspecto central en el debate electoral de 1984. La estre-
cha relación que esta cuestiôn tiene con la continuldad de la recupe ractôn econômica iniciada en el Invíerno de 1982- -1983 es tambiên evt
dent pa o Una Administraciôn que había llegado al gobierno cen la
(13) Durante 1981, el qcbtemo federal absorbiá aproximadamente un 20% del total de los fardos operados en el mercaio de “Sbliçaciones nortesmericano. Las pre visicres para 1983] elevan esta preporciên el 48. ui
q
«155
intenciôn de “sanear definitivamente” las finanzas públicas deb
hacer frente a un nuevo proceso electoral en medio del mayor descal
bro fiscal del que se tenga memoria en la historia reciente de Es
dos Unidos.
ta-
(Li) Las verspectivas de la politica monetaria.
La implementaciôn de la política monetaria cambiô sustanci
almente a partir de octubre de 1979, cuando ia Junia de la Reserva
Federal sustituyô su intento por controlar las tasas de interês por ei control del crecimiento en los agregados monetarios, En un cuadro
de política antiinflacionaria como el entonces prevaleciente, los objetivos de crecimiento para los distintos tinos de agregados czone-
tarios fueron sustancialmente reducidos. Cono resultado, las tasas as
de interãs desplegaron un cemportaniento extremadamente volãtil a la
part vez que exhibieron una clara tendencia alcista. A partir de 1981-1982 la conjunción de esta politica monetaria con la política fiscal dis- cutida en otra parte de este trabajo agudtz5 ias tendencias reciên apuntadas y profundizô las presiones recesivas.
A mediados de 1982, ante la presión de los acontecimientos domésticos e internacionales, ta Reserva Federal £lexibilizô su vo- litica a travê es de la reducciên en la tasa de descuento y de la admi sion de ritmos de crecimiento de los REEsganas monetarios sugeriores a ios límiteg originalmente previstos. Estas modif icaciones permnitie ron una caida — si bien menor a la RE -— en las tasas nomina- les de interés. La rápida contracciôn de la inflaciõn mantuvo nive- les de tasas reales relativamente elevados a juzgar por la experien- cia histórica.
Esta tendencia hacia la £lexibilización se profundizo au- rante la primera mitad de 1983. En efecto, en ese período Mj creciô a una tasa anual del 14%, muy por encima de los limites fijados a comienzos del ano, que oscilaban entra ei st vel gs. Este Comzcrta- miento despertô preocupaciôn entre quienes enten sarroilos el antticipo de futuros dispara
dian ver en estos de amientos en los Índices ing cionarios. Para Paul Volcker esta
a tendencia era el resultado de la
«16.
conjurciôn de una política mas flexible Y razones de tipo técnico se ntatividad como indicador de
política monetaria. En concreto, Volcker se refiriã al abultamiento de este indicador ccmo consecuen- Cia del t raspaso de fondos a las cuentas en el cômputo de
gên las cuales Mj habria perdido represa la rigidez e flexibilidad de la
Ow y super-NOW (incluídas 41) desde otros activos que no forman parte de este
agreçado monetario.
En cualquier caso, la conducción de la política monetaria en un contexto de abultados déficits E iscales y una recuperaciôn in- Cipiente const ituye un tema de pPreocup aciên central. Durante su com- pParecencia anto el Congreso en el mes de julio de 1983, Volcker sos tuvo la dispostciôn de la Junta de la Rese tva Federal de no admitir Una expansiôn ronetar ia Inflacionaria sin interferir, con el avance de la actual recuperaciôn. de desarticulactôn £
paralelamente,
Clertamente, en un jcuadro iscal como el que actualmente prevalece, un equi aleza no parece tarea sencilla.
ederal — una instituciôn no sujeta al co ivo o el Congreso pero sus
librio de esta natur Por consiguiente, la Reserva F
del Ejecut
cas —
ntrol directo
centible de influencias políti- tendrã en sus manos buena parte del destino futuro de la recu Peraciôn econômica en Estados Unidos
La política monetaria continua crítica habida cuenta de la precaria sit internacional.
ejemplo,
Fã tenlendo una importancia uaciôn financiera interna e En lo que respecta al Primer âmbit
baste decir que existe un consenso rtelat en el sentido de que la relativa m ciaci
O, Y a manera | de ivamente extondído
ejoriía en la sltuaciên de las aso- ones de ahorro y pgrêstamo en comparaciôn con su astado crítico 2 comienzos de 1982 se explica esenclalmente sas de intergs. Un nueva disparamiento de las mísmas volveria a po-
dae financiamíento hipotecario en una situación de c sis inminente. En lo q
ner al sector ri-
de respecta al segundo âmbíto — nal — el incremento en las tasas de interes to norteamerica
al internacio en el mercado Einancie
no afectarã de manera cast inmediata el servicio de la deuda da países altamente comprometidos. Según diversos cálculos, cada punto de aumento en los tipos de Interês Supone un incremento Ce 500 millones de dôlares anuales Por concepto de servicio de la deuda para palses cemo Mâxico y Brasil,
por la calda en las ta
Ta
Por consiguiente, aún cuando la Reserva Federal no se halie bajo la jurisdtcciôn directa del poder Ejecutivo o del Congreso, pa- rece evidente que el tema de la politica monetaria habrã de tener un importancia elevada en el debate clectoral de 1984. Mas allá de la
Er relativa a la forma de implementaciôn de dicha politica,no serã extrano presenciar un reavivamiento del debate relativo a la ne- cesidad de someter a la autorided monetaria a los lineamientos de al suna de las ramas políticas!)
(itt) E1 sector externo y la posiciên del dólar.
El estado del sector externo es un tema de preocupaciôn re lativamente rectente en el debate político-econômico en Estados Uni- dos, en concordancia con la novedad da los cambios producidos en lia decada de los setenta Y desequilíbrios a. En primer lugar, si bien aún hoy la economia nor teamericana opera con
la consiguiente emergencia de un conjunto de
Índices de apertura significativamente mas ba- jos que los del resto de los pai Ses industrializados, es innegable el aumento registrado en la importancia y significaciõn de las tran- sacciones Internacionales para la economia doméstica. En segundo lu gar, la transformaciones Ocurridas en el sistema monatario internaci onai y en la posiciôn del dólar han amplí£icado los canales a travês de los cuales se transmiten estas influencias. Finalmente, la balan- za en cuenta corriente de Estados Unidos ha mostrado una tendencia: al deterioro coincidente cen la evoluciôn del ciclo econômico nortea mericano. Así, durante 1977 y 1978 hubo un fuerte movimiento hacia una posición de deficit en cuenta corriente que revirtiô en un sen- síbla detarioro en la posictôn internacional del dôlar, forzando al entonces presidente Carter a organizar un Programa de apoyo a la di- visa norteamericana orientado a contener su caida en los mer ternacionales. (omni 21 oo qt secar es send (14) Los demócratas — que han sido Particularmente activos en tomo a esta cues- tiôn — Introdujerom recientcrente ante la Cimara de pesresentantas “ur proy
ecto de ley según el cual se ceclararian ilegales las prácticas cel últico” triento. En efecto, según esta Própuesta, 1a Reserva Federal deberia Fijar sus chjetivos manetarios aterdienca a los valores reales de las tasas de in
cados tn
terês.
(15) véssa R. Bouzas, "La econemia Porteamericana y amôrica Latina. Corplementa rieiad y oonflicto en wma fase da crisis”, IEEU-CICE, “Mexico, 1983.
«18.
En el período mas reciente, la corbinaciôn entre la políti
ca fiscal y la politica monetaria desarrollada por la administración
Reagan y esbozada en otra parte de este trabajo estímulô el ingreso
de capitales a Estados Unidos, como consecuancia de la existencia de
un diferencia favorable en el rendimiento de los activos denominados
en dólares. Este movimiento implicô un aumento en ei valor relativo
de la divisa norteamericana, cuyo indice real ponderado por la parti Cipaciôn de los principales socios comerciales pasó de 84.8 en 1980 a 116.2 en el último trimestre de 1982. Este proceso de apreciaciôn del dólar inplicô una sustancial sobrevaluaciôn de la dívisa nortea- mericana: según algunos cálculos áâsta alcanzaria un promedio de 20%, ubtcando al dólar en una posiciôn similar a la que tenia antes de la crisis monetaria de agosto de 1971.
El proceso da aprectaciôn y sobrevaluaciôn del dôlar tiene un impacto importante sobre el estado del balance comercial norteame ricano. De hecho, considerando los rezagos para la operaciôn de es- tas influencias, durante el corriente ano ya habrían comenzando a hacerse sentir intensamente los efectos depresivos sobre las exporta Ciones y exparsívos sobre las compras al exterior. Esta tendencia, conjuntamente con la recuperaciôn cíclica de la economia norteameri- cana, ha llevado el d&ficit comercial prevísto para 1983 a 70,000 millones de dôlares, cantidad que aumentarã hasta 100,000 miilones en el afio próximo. La balanza en cuenta corriente, por su parte, ra gistrarã deseguilibrios próximos a los 45,000 míliones y a los 75,000 millones de dôlaces, respectivamente.
Por cierto que el potencial desestabilizador de estas ten- dencias no puede sobreestimarse. En primer lugar, el grave daterioro en el balanca comercial y en cuenta corrienta de Estados Unidos impli carã prestones cecesivas domésticas que afectarân el curso y el dina mismo de la recuperaciôn. En segundo lugar, la posibiliídad da que sa repita un escenario similar al de 1977-1978 con un rápido deterioro en lag cuentas externas y en la posictôn internacional del dôlar no pueda descartarse. En este caso, nuevamente seria la política moneta
ria la encargada de sostener al dôlar en su supuesta caída, con los consiguientes efectos sobre la actividad econômica interna, En tercer término, a nadie escapa las implicaciones que el desequilibrio exter- q!
«19.
no habrã de tener en lo que respecta a la conducción de la política
comercial norteamericana y a la extensiôn de las presiones y practi-
cas proteccionistas, en un cuadro de elevado desempleo 18, Como se
advierte, entonces, el estado del sector externo y la posiciôn del
dólar no parecen asegurar un cuadro de astabilidad para el futuro
próximo. Por el contrario, existen a este respecto agudos desequili-
brios acumulados en los últimos aios y acrescentados por el carãcter
contradictorio de la politica econômica implementada por la Adminis-
traciôn republicana que seguirãn dejango sentir sus efectos sobre la
economia doméstica e internacional, convirtiendose asi en puntos re- levantes del debate electoral del prôximo ano.
(Lv) Ei problema del desemnleo.
Durante la pasada recesiôn el desempleo lleçô a niveles stn precedentes desde inicios da la década de los cuarenta. Entre julio de 1981 — cuando se inictô el último proceso recesivo — y diciem- bre de 1982, el número de desocupados aumentã en 4,000,000 da perso nas. En este último mes la cantidad total de desempleados alcanzaba los 12,000,000 de trabajadores, aproximadamente un 10.8% de la fuer- za de trabajo.
Estas magnitudes ocultan, sin embargo, deterioros de tipo cualitativo que es preciso mencionar. En primer lugar, la duraciôn promedio del desempleo alcanzô un récord en el período de posguerra, elevândose a 18 semanas. La proporclôn de desocupados por periodos mayores a 27 semanas (considerados como “desempleados de largo pla- zo") pasó del 10% del total en 1978 al 17% en 1982. Adicionaimente, Y según informaciones de la Oficina de Estadísticas Laborales, hacia fines del ano pasado existían 2,000,000 de trabajadores part-time |, mientras que 1,800,000 personas habian desistido en la bisqueda empleo y, por consiguiente,sa habfan
jo.
de retirado de la fuerza de traba
(16) Conviena agregar que dirante el último par de anos el externos a Estojos Unidos ha contribuido al sos dáficit federales. una contracetón o futuro cimo conseouencia de frartes expectativas devaluator. ai dólar implicaria wm importante aumento en las presiones de iranciami- ento público sobre los mercados lecalea de capital. Le |
«21.
estimaciones, la industria automotriz aumentará el número de robots
actualmente existentes en la linea de producciôn de 2,400 a entre
15,000 y 25,000 a fines de la decada, desplazando 50,000 puestes de
L trabajo. Igualmente, se estima que la proporciôn de componentes im-
portados incorporados a automóviles producidos en Estados Unidos pa-
sarã del 2% registrado en 1978 a aproximadamente un 40% en 1990, con
Como ya se sefalô, las previsiones de la Administraciôn re publicana anticipan el mantenimiento de elevadas tasas de desocupaci ôn para los próximos anos, a pesar de proyectar tasas de crecimiento del producto real del 4% a partir de 1984. En efecto, según el Conse jo de Asesores Econômicos, la desocupaciôn alcanzarã el próximo ano un nível promedio del 9,4%, para caer al 7.6% reciên en 1987. En , las consiguientes implicaciones sobre el nivel de "empleo secto- consecuencia, aún en el cuadro de recuperaciôn relativamente sostent . cial 17, da que anticíipa la administraciôn Reagan, el problema del desempleo continuarã presente hasta bien entrada la segunda mitad de la dêcada Las perspectivas de que los sectores en rápido crecimien- de los ochenta.
| to absorban estos puestos de trabajo parecen poco alentadoras, parti cularmente debido a su escaso peso en la estructura total de la pro-
ducciôn. En efecto, el sector de alta tecnologia representa en la
actualidad, en têrminos de producto, aproximadamente la miítad del de
la industria automotriz. Asi, si bien es cierto que aquêl sector va
Clertamente, el estancamiento productivo prevalectente des de fines de 1979 y, particularmente, la profundidad de la recesiôn de 1981-1982 han elevado sensiblemente el número de desocupados. No obstant | G a do e, la permanencia de altos niveles de desempleo en condicio- à crear — según algunas estimaciones — alrededor de 10 veces mas
re õ ô Fenômeno do aan crdm econômica inducen a pensar en la presencia de un puestos de trabajo que el resto de la industria, su aporte absoluto e de - lustros La os sempleo estructural creciente. Desde hace ya varios cenas oscilara entre los 730,000 y 1.000,000 da empleos. Hacia 1979
denso au upaciôn en el sector manufacturero ha mostrado una ten- e am o alta tecnologia absorbía sólo el 3% del total de la fu- su cont. z - erza de t que en los aieio a tomo proporciôn del empleo total, al tiempo a : rabajo no agrícola de Estados Unidos. El incremento espera.
q aos Os afias se ha registrado un proceso de expulsiôn de o en la próxima dêcada llevarã esta particípaciôn a apenas un 48 a ano da obra de este s
ducctôn derivada d 1 cecos como consecuencia de la caída en la pro” Como dviert t e la - . mo se advíerte 1 n 1 recesiôn econômica, de la competencia interna + este cuadro del empleo modifica el trata onal y da la automaciôn. EL severo proceso de ajust Õ es miento que tradicionalmente se otorgô a esta cuestiôn, en el contex-
tã at ajuste por el que es F Favesando la estructura industrial norteamericana ha acelerado to de su movimiento cíclico acompariando los vaivenes de la economia.
esta tendencia. De hecho, Existen importantes indicios de que las transformaciones Y los ajus- efectos de la caida en la
son aquellas ra mas que mas han sufrido los q tes en curso en la economia norteamericana estarían teniendo un Producc!Sn como consecuencia del estancami
ncia internacional (equipo de transporte,
pro- ent: nto y de la mayor Compete
-
fundo impacto sobre la estructura del empleo y sobre los niveles metales primarios Y fabric
desocupaciôn. En este cuadro, la discustôn relativa” í a onde se ha incrementado co mago Lreaa opa Certos Yy e - de ajuste y da caltficaciôn de la mano de obra adquiram uia açao,
ciemb el desempleo.
una tasa de desoerong o Elo: la industria automotriz cegistraba cência petoritarta.
de metales primarios âsta se apronta mientras que en el sector o Las posiciones en torno a esta cuestiôn son notablemente aba al 30%. divergentes entre los distintos sectores políticos. Para quienes
Bue una propor etêm elgnisiae a a ervadores coincide en apuntar que (17) “Detroit's jobs that will never come back”, Business Week, mayo 22 de 198). ficilmenta volverã º estos puestos de trabajo perdidos di (18) “america rushes to high technology for growth”, Business Week Clliness week, marzo 30 de " & SCuparse como consecu 1983. habida cuenta de 1a Penetraciên de 1 E)
encia de la recuperaciôn,
Portaciones en el mercado norte
- Por ejemplo, y según ciertas americano y del proceso de automación
«22.
adhieren a una perspectiva mas ortodoxa, la respuesta pasa por una
liberalizaciôn de los mecanismos de mercado y un esfuerzo subsidia-
rio de calificaciôn y re-calificaciôn dela mano de obra que promueva
un ajuste progresivo y “eficiente”, Para quienes no aceptan los al-
tos costos sociales involucrados en esta opciôn y, adicionalmente,
estãn persuadidos del carâcter estructural de una porciôn creciente
: j 5 as del desempleo actual, la respuesta incluye una participacion m a isa u activa del sector público en la provisióôn de empleo en obras de recu
peraciôn de la infraestructura, a la vez que se implementan mecanis- i ; Í r a mos dirigidos a suavizar el ajuste (esencialmente, políticas de capa
citaciôn y de subsidio a los trabajadores desplazados). La permanen- cia de estas cuestiones en el mediano plazo aseguran su presencia co so um punto importante en el debate electoral del próximo afo.
III) Conclusiones == usStones
Las cuatro cuestiones reciên discutidas pueden parecer ler a el observador Latinoamericano. Una rápida mirada a los à entos del último par de afos despejarã rãpidamente esta prº sunciôn. Es dit
janas par
contecimt
fictl sobreestimar la importancia que la política eco” de Estados Unido
Fegiôn en el período rectente. comercio)
dos U
o
- a
némica Interna s ha tenido sobre las economias de 1
A travês de canales reales (flujos de
financieros (flujos y costo del capital) Estar tdo al conjunto del sistema internacional las recesivas desatadas e
echo se interprete como como
Y monetario-
nidos ha transmnit
Presiones - ste h n su propta economia. Ya sea que €
dna nueva forma de "diplomacia del dólar” 9 u E A Síecto inadverrido de un programa esencialmente dirigido al âmbito doméstico; las Tepercusiones internacionales han sido de la mayor gravedad. Dadas las act un Feordenamiento en la nact
uales condiciones es diflcil pensar en 3 prio
ridades de la política econômica Inter” onal de la admintst
interno da la í 5 . De alli la importancia de las Cuest ago tones arriba discutidas.
ractôn Reagan cambio sus tancial en al Contenido A
«234
Es dificil separar las intensas prestones para la aprcba-
ciôn de leyes de “reciprocidad” en el comercio internacional, para
la imposiciôn de requisitos de contenido local para la producción au
tomotriz, y para la suspensiôn o reducciôn de los esquemas preferen-
ciales para las econcrias subdesarrolladas, del cuadro de sostenido
incremento en el desempleo y de estancamiento prevaleciente en la
economia norteamericana en les Gltimos aros. La permanencia de tales
condiciones y el tipo de respuesta de política econônica que sa arti
cule para hacerle frente tendran un impacto sustancial sobre la re-
giôn en têrminos de su acceso al mercado norteanericano.
Igualmente, la combinaciôn que finalmente cesulte entre la
política monetaria de la Reserva Federal y la política fiscal dei Congreso y el Ejecutivo serã de importancia capgttal para América La- tina tanta por el efecto directo que aquélia tendrã sobre las tasas de interês como por su influencia sobre la continuíidad y fortaleza de la presente recuperaciôn.
Los temas de la política macroeconómica interna norteameri cana son, hoy en dia, de interês primordial para la reçióôn. La eva- luaciôn y el seguimiento apropriado de estas tendencias puede evi tar rustraciones y traumatismos que seguramente habrãn de tener una di-
mensiôn aún mayor que la del Gltimo par de aros.
PUBLICAÇÕES DO LEI/UFRJ
SÉRIES RELATÓRIOS DE PESQUISA
Nº DE
PÁGINAS
ANCIRES, A. Wanderley. O programa de investimento do aovemo: Tendên-
cia de impacto no setor industrial. IEI/UPJ, Rio de Jareiro, 1983.
(Relatório de Pesquisa, 1). 204
ALMEIDA, Julto Sergio Gomes de, FERRAZ F., Galeno T., JOBIM, À. Jaime
& PROCINIX, Victor. Estudos sobre a construção pesada no Brasil.
IEI/FRJ, Rio de Janeiro, 1983. (Relatório de Pesquisa, 2). 271
Estes textos podem ser encontrados no IEI/UFRO, à Av. Pasteur, 250, RJ. CEP 22290
PUBLICAÇÕES DO IEI/UFRJ
SERIES DE TEXTOS PARA DISCUSSÃO
CONÇALVES, Reinaldo. Evolução das relações corerciais do Brasil com
à Inglaterra: 1850-1950. IEI/URy, Rlo de Janeiro, 1982. (Discus
são, 1). '
ARAUJO JR., Jos& Tavares de. Concerrência e Potercial de ecumulação:
im amentârio à tese de Qumarões. IEI/URI, RIO da Jareiro,1982.
(Discussão, 2).
TCLIPAN, Ricardo. A necessidade da história do cerszmento eccrómica.
IEI/UERI, Rio de Janeiro, 1982. (Discussõo, 3).
GIÇALVES, Reinaldo. O mercado ce Dro-medas e o Rio-Dólar. mI/ UFRJ, Rio de Janeiro, 1982. (Discussão, 4).
TULIPAN, Ricardo. A questão do método em econguia colítica. IEIAUERI, Rio de Janeiro, 1982. (Discussão, 5).
ERSER, Fabio Stefano. Microeletrênica: revolução a reforma. IEI/URI, Rio de Janeiro, 1982. (Discussão, 6).
ALHEIA, Julio Sergio Gomes de. Eacha e a demanda efetiva. IEX/UFRI, Rio de Jareiro, 1982. (Discussão, 7).
ARALJO JR., Josã Tavares de. Mudanca tecnológica e competitividade das exportações brasileiras ce manufaturados. IEI/UFRS, Rio de Ja neiro, 1982 (Discussão, 8).
CONÇALVES, Reinaldo. Características e evolucão do comércio exteri- or de empresas transracicnais no Brasil. LEI/UERI, Rio de Jareiro,
1982. (Discussão, 9).
TIGRE, Paulo Bastos. O Brasil e a indústria mundial de informática. IEI/UERI, Rio de Janeiro, 1982. (Discussão, 10).
PENA, Maria Valéria J. Trabalho e trabalhadores: Seu significado na
constituição de uma consciência burcuesa no Brasil. IEXAUERI, Rio
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ARAUJO JR., Josê Tavares de. Progresso têmico e formas de corcor- rência: Im estauxio de caso sobre a indústria do vidro. LEI UFS, Rio de Janelro, 1982. (Discussão, 12).
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68
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GEÇALVES, Retraldo. mercado intemo e exterro: Performance Carsara
tiva de empresas Nacicnais Privadas e Multinacionais na Indústria
de transformação. IEI/UFPJ, Rio de Janeiro,1983. (Discussão,13).
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Estes textos podem ser encontraios no IEI/UNJ, & Av.Pasteur, 250, nJ.
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