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    INTRODUCCIN

    L

    NTROPOLOG

    FILOSFIC

    JOS MIGUEL IB EZ L NGLOIS

    egunda

    edicin

    P MPLON

  • 5/19/2018 introduccion a la antropologia filosofica.pdf

    2/57

    Primeraedicin: mayo 1978

    Segunda edicin: septiembre 1980

    Copyright 1978. Jos Miguel Ibez Langlois

    Ediciones

    Universidad

    de

    Navarra,

    S.

    A.

    EUNSA)

    Plaza de los Sauces, 1 y 2

    Baraain

    /

    Pamplona

    /

    Espaa

    948)25 68 50

    ISBN:

    84-313-0516-9

    Depsito Legal: BI 1.898 1980

    Fotografa:

    Carmen Gmez

    Cubierta:Carmen Gmez

    Imp. en

    cart.

    Flatex-2,de S.

    Torras Domnech,

    S. A.

    LEVSA

    Carretera Bilbao a Galdcano, 20 BILBAO 4

    Printed

    inSpain

    ndice

    I. INTRODUCCIN SISTEMTICA: N A

    TURALEZA Y

    SENTIDO

    DE LA AN-

    TROPOLOGA FILOSFICA

    9

    1. Filosofa y antropologa 11

    Grandeza y lmite de la antropologa

    . . .

    21

    3.

    Los

    temas

    de la

    antropologa

    filosfica

    31

    4. El principio y el mtodo de la antro

    pologa 42

    II. INTRODUCCIN HISTRICA: PARA

    UNA

    HISTORIA

    DE LA IDEA DEL

    HOMBRE

    59

    1. Bosquejo histrico

    de la

    antropologa:

    la

    antigedad

    61

    2. La revelacin cristiana y la antropologa

    medieval

    74

    3. La crisis moderna y la antropologa ra

    cionalista 90

    4. El naturalismo: los problemas de la an

    tropologa actual 104

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    ntrodu in sistemtica

    aturaleza

    y

    sentido

    de la antropologa filosfica

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    1. ilosofa

    y

    antropologa

    Muy diversas disciplinas y

    formas

    de

    saber

    confluyen

    hoy en la

    denominacin

    de

    antropologa.

    El

    trmino,

    de

    suyo,

    significa

    conocimiento del hombre; su

    ambigedad

    alberga extremos

    tan

    hetero-

    gneos o aun opuestos como, por

    ejem

    plo, la analtica existencal de Heidegger

    y las investigaciones paleontolgicas de

    Leakey.

    De

    hecho,

    lo

    primero

    que

    evoca

    hoyelnombredeantropologaes un con-

    junto de conocimientos empricos o posi-

    tivos

    casi

    ciencias naturales que

    se

    preocupan

    de la especie

    humana,

    de

    su

    origen, de la prehistoria, de las razas

    y

    costumbres primitivas, etc. palean-

    tropologa).

    En un

    sentido

    ms

    amplio,

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    12

    Jos

    Miguel Ibfiez

    Langlois

    antropologa puede designar todos

    aquellos conocimientos de orden histri-

    co,

    psicolgico, sociolgico, lingstico,

    etctera, que aborden desde distintas pers-

    pectivas

    el

    fenmeno humano cien-

    cias humanas).

    Pero

    el

    trmino admite

    todava un significado distinto y ms ra-

    dical: aquella reflexin ltima sobre

    el

    ser del

    hombre

    y su

    constitucin onto-

    lgica,

    que

    forma parte

    de la

    filosofa

    saber de ultimidades y posee como

    tal una dimensin metafsica. Estaan

    tropologa filosfica

    se

    propone

    la

    cues-

    tin de ques elhombre en su sentido

    ms profundo

    y

    radical,

    que ha

    sido

    co-

    mn

    a los filsofos de todos los tiempos,

    desde Platn y Aristteles hasta Bergson

    y

    Scheler,

    no

    importa

    bajo

    qu

    denomi-

    nacin se haya planteado la pregunta. Es

    steelsentidoque damos aqual trmino

    antropologa: aquella parte de la

    filo-

    sofa

    que

    se

    ocupa

    del

    hombre,

    con los

    mtodos propios del saber filosfico lo

    que griegos y medievales llamaron psi-

    cologa, en el sentido de una verdadera

    metafsica del

    hombre).

    Introduccin a la antropologa

    filosfica

    13

    Importa sealar que esta tarea no ha

    sido en modo alguno desplazada por las

    actualesciencias positivas, naturales o hu-

    manas, de

    contenido antropolgico. Al

    contrario: tales ciencias han prodigado

    mltiples conocimientos o hiptesis sobre

    aspectos particulares del fenmeno hu

    mano; si de

    ellas quisiramos extraer

    un

    concepto cientfico

    del

    hombre, obten-

    dramos slo un mosaico disperso de ob-

    servaciones

    que

    carecen

    de

    unidad

    y a

    veces aun de

    convergencia;

    y

    esto,

    en ra-

    zn

    de la

    forzosa limitacin

    que

    proviene

    de su metodologa, en cuanto reducen el

    ser del hombre a sus manifestacionesem -

    pricas

    ms

    externas,

    y a

    menudo ocultan

    ms que iluminansunaturaleza profunda .

    Resulta

    as que la

    bioqumica,

    la

    paleon-

    tologa, la fisiologa, la psicologa, laeco

    noma,

    la sociologa actual, aun si las su-

    ponemos integradas

    en una

    hipotticauni

    dad,

    no nos

    ofrecen nada semejante

    a una

    idea

    del hombre capaz d alumbrar su

    puesto en el universo y el sentido de su

    existencia. Ni cabe esperar que el avanc

    de las

    ciencias empricas

    nos

    ofrezca,

    en el

    futuro, otra cosa que

    datos>

    interesan-

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    Jos

    Miguel Ibez Langlois

    tes para ser integrados en una perspec-

    tiva

    ms

    amplia

    y ms

    esencial.

    El mo-

    saico

    de la

    antropologa cientfica

    ca-

    rece

    de un

    centro

    intelectual que slo

    podra serle restituido desde ms all de

    las

    ciencias experimentales. Esta es, en

    parte,

    la

    tarea

    de la

    antropologa filo-

    sfica; ella podra establecer

    un

    funda-

    mento ltimo y unas

    rntas

    unitarias a

    esa abigarrada serie de disciplinas espe-

    ciales que hoy se ocupan del hombre:

    la

    fsica,

    la

    biologa,

    la

    etnologa,

    las

    cien-

    cias psicolgicas y sociales las ciencias

    de la cultura, etc.

    Si

    bien

    todas estas ciencias tienen en

    comn

    con la

    metafsica

    del

    hombre

    su objeto material

    o

    temtico

    el

    hom-

    bre mismo, difieren de ella por su

    objeto formal. La

    antropologa

    filos-

    fica

    a la que

    desde ahora

    llamaremos

    sim-

    plemente antropologa)

    no es una

    mera

    elaboracin

    superior de los

    resultados

    de

    las ciencias experimentales en relacin a

    lo humano; como parte de la filosofa,

    ella tiene su propia perspectiva formal,

    de carcter ontolgico: mira al ser del

    Introduccin a la antropologa filosfica

    15

    hombre,

    a la

    realidad humana

    Las

    cien-

    cias

    positivas, en cambio, estn esencial-

    mente ligadas

    al

    fenmeno humano

    y a

    las regularidades perceptibles en sus di-

    versas manifestaciones particulares. Tales

    manifestaciones

    no dejan

    indiferente

    al

    filsofo,

    quien, con todo, slo se inte-

    resa por ellas en cuanto contienen o se-

    alan

    potencialmente

    la naturaleza pro-

    funda,

    la ndole entitativa, el tipo de ser,

    la esencia

    o las

    propiedades esenciales

    del

    ente humano.

    La

    antropologa

    se

    con-

    sagra

    formalmente

    a esa

    prodigiosa moda-

    lidad del ser que es el hombre, a esa

    asombrosa

    forma

    de la

    realidad

    que es la

    persona

    humana. Todo lo humano le in-

    teresa,

    pero precisamente

    en

    cuanto tras-

    luce la consistencia interna la universa-

    lidad, la substantividad ntima y ltima

    del ser hombre, dimensin que perm anece

    velada

    y como en suspenso

    o

    bien,

    como oscura e implcitamente presupues-

    ta

    para

    las

    ciencias positivas

    que se

    ocupan

    del hombre.

    En efecto, ninguna de las ciencias hu-

    manas,

    en cuanto empricas y

    particulares

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    Jos Miguel Ibez Langlois

    sabra ocuparse de semejante objeto ni

    hacerlo con la

    radicalidad

    del saber filo-

    sfico.

    Ms

    an: cuando

    las

    ciencias

    em -

    pricas traspasan su

    propio

    lmite feno-

    mnico y elevan su particularidad al ran-

    go

    de explicacin universal del hombre

    dan lugar

    a

    esas pseudo-ontologas

    que

    son hoy el

    biologismo

    el psicologismo el

    sociologismo: interpretaciones espurias

    que

    pretenden abarcar

    la

    totalidad huma-

    na

    a fuerza de reducirla a alguno de sus

    modos

    de ser oestratos

    particulares como

    la estructura corporal el instinto sexual

    la funcin social etc.

    Los

    nombres

    de

    Darwin

    M arx Com te y Freud estn hoy

    ligados a semejantes empresas que ni

    son vlidas como cienciapor exce-

    der los lmites y condiciones del saber

    cientfico ni lo son como

    filosofa

    ya

    que slo en forma inadecuada ver-

    gonzante

    o aun inconsciente se apropian

    del

    carcter total

    del

    saber

    filosfico-r-.

    Desde

    luego lasciencias particulares

    en

    este caso

    la

    biologa

    la

    psicologa

    la

    sociologa pueden aportar elementos

    vlidos

    o aun indispensables a la elabo-

    racin

    antropolgica; pero siempre queda

    Introduccin

    a la antropologa filosfica

    17

    en pie la radical originalidad y autonoma

    de esta ltim a en cuanto las ciencias par-

    ticulares no pueden exceder su

    propio

    lmite formal

    el

    fenmeno y en

    cuanto

    la

    filosofa

    del

    hombre arranca

    de

    ms all y ms ac de las ciencias: del

    terreno comn

    y

    previo

    de la

    experien-

    cia

    humana la misma en

    substancia

    que

    hicieron Scrates Agustn o Pascal

    y que puede hacer hoy un individuo l-

    cido

    sin

    conocimientos

    especializados.

    Tomemos

    los ejemplos ms sencillos

    a la vez que complejos: el hablar el ena-

    morarse el haber de mo rir el rezar. Las

    ciencias positivas no carecen de una ex-

    plicacin para tales actos

    y as nos

    habla-

    rn

    por una parte de las estructuras cor-

    porales y vitales que los sustentan

    r-

    ganos funciones instintos necesidades

    y de l ntegro organismo humano como

    sujeto de las propiedades y relaciones co-

    rrespondientes; por otra parte y en un

    sentido

    menos natural y ms cultu-

    ral podrn

    codificar

    loscom portamien-

    tos y estructuras tpicas del

    lenguaje

    del

    amor de la muerte de la religin segn

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    18

    Jos

    Miguel Ibez

    Langlois

    variadsimos mtodos

    de

    anlisis

    y

    regis-

    tros antropolgicos; y sin duda tales or-

    denamientos

    y

    codificaciones

    y

    leyes fun-

    cionales

    nos

    instruirn

    en

    buena medida

    sobre la ndole del sujeto

    capaz

    de tales

    acciones y pasiones.

    Pero

    ninguna de esas

    perspectivas supera

    el

    nivel

    del

    cmo

    o la

    descripcin

    de l

    fenmeno

    y su

    gne-

    sis y regularidades tpicas. Frente al

    qu

    al

    por qu

    y al

    para qu

    ltimos

    de

    aquellos procesos

    el

    hombre

    precientfico sentir oscura pero infali-

    blemente que l sabems aunque no

    pueda dar razn ni forma reflexiva a esa

    sabidura espontnea.

    Es la

    antropologa

    filosfica la disciplina que fundndose

    en esas experiencias prim ordiales intenta

    darles forma

    de pist m de

    cien-

    cia.

    Lo har preguntndose por ejem-

    plo ms all de las

    formas

    y funciones

    del

    lenguaje

    por el

    principio intelectivo

    y la

    radical comprensin

    del ser que

    cons-

    tituyen

    al

    sujeto humano como hablante;

    inquiriendo tras

    el m ecanismo de la

    atrac-

    cin de los sexos la natura leza de ese

    apetito radical y total que es la voluntad

    humana su apertura infinita su poder de

    ntroduccin l antropologa filosfica

    19

    eleccin y creacin y el carcter entita-

    tivamente inconcluso

    del

    amante;

    se in-

    terrogar

    a

    partir

    del

    lmite

    de la

    muerte

    por aquello que en el

    hombre

    no est

    sujeto a su

    poder;

    y en los

    fenmenos

    constantes de la historia de las religiones

    buscar el hilo conductor de una original

    y

    fundamental religacin

    del

    hombre

    a la

    trascendencia.

    Se

    temer

    tal

    vez

    que

    semejantepre-

    tensin

    de

    trasponer

    el

    dato cientfico

    in -

    mediato

    exterior

    y mod esto pero al

    menos verificable ycierto hacia borro-

    sos horizontes m etafsicos derive en de-

    finitiva en un vago ensayismo o en un

    ejercicio ms

    bien literario

    o

    potico

    de la

    mente donde quepan las opinionesper-

    sonales y ms subjetivas. Y es verdad que

    una

    buena parte de la filosofa contem-

    pornea

    es

    acreedora

    de

    esta sospecha.

    Pero ello no le ocurre ciertamente por un

    excesivo aliento rnetafsico sino por el

    defecto de privilegiar determinadas viven-

    cias

    o

    emociones

    o

    procesos m orales

    an-

    gustia nusea tragedia esperanza

    etc.

    en

    la

    base misma

    del

    conocimiento

    del

  • 5/19/2018 introduccion a la antropologia filosofica.pdf

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    Jos Miguel

    Ibez

    Langlois

    hombre. Con razn puede estimarse poco

    cientfico este modo de filosofar que

    caracteriza

    por

    ejemplo

    al existencialis-

    mo

    actual.

    La

    antropologa

    filosfica no

    puede

    ser una

    mera racionalizacin

    de

    cier-

    tos estados de nimo o de determinadas

    opciones

    ticas.

    Su base de experiencia

    aun

    trascendiendo el dato emprico in-

    mediato debe cumplir exigencias rigu-

    rosas

    de

    objetividad

    y

    universalidad:

    no

    se

    trata de la condicin

    particular

    de un

    individuo grupo cultura

    o

    poca deter-

    minada

    sino de la naturaleza humana en

    su constitucin universal. Pero esta exi-

    gencia de universalidad no secautela por

    la simple absorcin

    de la

    antropologa

    en

    el

    dato cientfico

    puro:

    este dato no

    existe como tal puesto

    que

    siempre

    es la

    cifra velada e implcita de una metaf-

    sica

    del hombre. La antropologa se pro-

    pone esta explicitacin segn

    los

    mtodos

    propos

    del

    saber filosfico

    que se

    orien-

    tan justamente hacia el grado ms alto de

    la

    objetividad

    y de la

    universalidad gno-

    seolgica.

    En

    otros trminos

    la

    antropo-

    loga es un intento epistemolgicamente

    serio:

    trasciende

    a la vez el particula-

    Introduccin a la

    antropologa

    filosfica 21

    rismo de las ciencias empricas y el liris-

    mo de las

    divagaciones sobre

    la

    con-

    dicin humana en el sentido ms alto

    de la

    pregunta

    fundamental: qu es el

    hombre.

    randeza y

    lmite

    de la antropologa

    La pregunta por el ser del hombre tie-

    ne para el hombre mismo que la for-

    mula

    una

    trascendencia

    que

    ninguna apo-

    loga sabra encarecer bastante. Todas las

    culturas superiores han visto en ella de

    alguna manera una clave del universo

    en

    cuanto

    el

    hombre

    es un

    microcosmos:

    elmundo inferior se ilumina a partir del

    hombre

    y por l se

    revela

    el

    mundo

    su-

    perior.Si el

    hombre

    es el

    puente entre

    lo

    visible y lo invisible segn la hermosa

    frmula medieval su propio conocimiento

    debe ser un lugar comn o una regin

    privilegiada en la ntegra estructura del

    saber humano.

    El

    pensamiento .contem-

    porneo

    enfatiza

    que slo el hombre se

    pregunta por smismo: l es el ser que se

    interroga l es elcontenido de suinterro-

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    Jos

    Miguel Ibez Langlois

    gacin

    y el preguntar por s es precisa-

    mente un

    modo

    de ser suyo lo que sig-

    nifica que el hombre es el ser que est

    en

    juego

    en el

    universo.

    Si la

    frmula

    humanista deca hombre soy nada de

    lo

    humano

    me es

    ajeno

    an ms

    radi-

    calmente podramos decir que el hombre

    mismo

    no debe ser

    ajeno

    al hombre. Sin

    embargo esta posibilidad el auto-ocul-

    tamiento

    humano

    es tan constitutiva

    de nuestro ser como la propia pregunta

    po r nosotros mismos. En ello se revela

    justamente

    que nos jugam os la propia

    existencia

    en la

    pregunta:

    no se

    trata

    de

    una cuestin acadmicao neutral ya que

    compromete

    en

    profundidad nuestro pro-

    pio

    ser.

    De allque el hombre pueda retroceder

    ante la preg unta lo que en el orden no-

    tico

    toma

    la

    forma positiva

    de una cu-

    riosidad insaciable por el mundo inra-

    humano: el hombre se lanza a conocer la

    tierra el macrocosmos los astros y la vi-

    da las partcu las elementales y los ciclos

    de la naturaleza pero repitiendo la

    sentencia de San

    Agustn permanece

    l

    como u n misterio para s m ismo . Esta

    ntroduccin a la

    ntropolog

    filosfica

    23

    distraccin

    en el sentido

    pascalia-

    no

    envuelve

    por lo

    general

    una

    cierta

    dosis

    de

    mala conciencia

    en

    cuanto

    el

    hombre

    al

    optar

    por el

    conocimiento

    de

    la naturaleza de algn modo moldea su

    idea de s segn el paradigma de los entes

    corpreos y elige mirarse como

    cosa.

    No

    sera

    difcil ver en elempirismo el posi-

    tivismo y en

    general

    el

    cientifismo esta

    abdicacin

    de lo

    humano:

    un auto-oculta-

    miento que bajo pretexto de rigor cien-

    tfico

    esconde

    una decisin

    previa

    la de

    renunciar

    a lo

    especfico

    y

    singularmente

    humano

    por ms que

    esta empresa pueda

    presentarse

    tambin como

    un

    cierto hu-

    manismo

    o una

    exaltacin

    del

    hombre.

    En efecto se intenta compensar al hom-

    bre

    como sujeto

    como el

    prspero

    su-

    jeto de la

    propia ciencia

    positiva por

    aquella grandeza y elevacin que se le

    sustrae

    como degradado objeto

    de una

    mera ciencia

    natural.Pero

    esta compen-

    sacin es por supuesto vana adems de

    contradictoria:

    si el

    hombre

    puede hacer

    ciencia

    y conocer de algn modo todas

    las cosas y dom inar las fuerza s de la na-

    turaleza

    es justamente porque emerge

  • 5/19/2018 introduccion a la antropologia filosofica.pdf

    11/57

    Jos

    Miguel

    Ibez

    Langlois

    sobre esas cosas y las trasciende lo que

    significa

    que l

    mismo

    es como

    objeto

    de conocimiento una realidad superior

    inaccesible a las ciencias de la materia

    y

    que

    debe

    hacer cuestin de s mismo

    en trminos originales e irreductibles

    metafsicos. La pregunta del hombre

    por su ser es

    entonces

    un

    imperativo

    tico

    y

    a

    la vez

    notico

    y

    debe superar

    toda

    distraccin inferior todo oculta-

    mientoen el mundo de los objetos

    todo

    naturalismo para formularse rotunda-

    mente

    como

    una

    disciplina

    su iuris se -

    g n la

    palabra

    del

    antiguo orculo: Co-

    ncete

    a ti

    mismo precepto

    que

    impera

    a

    la vez

    sobre

    la

    conciencia moral

    y

    sobre

    la inteligencia especulativa

    del

    hombre.

    Una

    buena parte

    de la

    filosofa contem-

    pornea

    responde

    a

    este llamado tico

    o

    tquico del destino humano ms

    all

    de las

    categoras materialistas

    de la

    ciencia

    decimonnica.

    El

    problema hoy

    ha llegado a tener un signo inverso: la

    pregunta

    antropolgica

    se

    enfrenta

    en

    trminos originales con una intrpida re -

    solucin

    pero se term ina por hacer de ella

    Introduccin a la

    antropologa

    filosfica

    la nica pregun ta o al menos la cuestin

    central y principal de todo filosofar lo

    que constituye un

    flaco

    servicio para la

    propia antropologa.

    Se la

    obliga

    en

    efec-

    to asustituira la filosofa cornototalidad

    o al menos se la desconecta de todo otro

    conocimiento como si la lgica la cien-

    cia

    de la

    naturaleza

    la

    tica

    o la

    teologa

    no tuvieran otra realidad que la de ser

    prolongaciones particulares de la auto-

    consciencia

    humana. Frente

    a

    este an-

    tropologismo debe subrayarse que el

    hom bre no obstante su radical originali-

    dad

    ontolgica sigue siendo un ser de la

    naturaleza; que el conocimiento del

    hombre debe recibir un aporte esencial

    de las

    ciencias naturales;

    que la

    antropo-

    loga

    no es todavala

    metafsica

    ni elcen-

    tro o coronacin de la filosofa; que la

    totalidad del ser abarca tanto al hombre

    como

    a los

    dems

    entes y que

    entre

    uno

    y

    otros

    no

    cabe

    una

    discontinuidad total.

    Cualquier humanismo fundado en la

    renovacin

    del relativismo clsico

    el

    hombre

    es la

    medida

    de

    todas

    las

    cosas

    est condenado

    a la

    esterilidad puesto

    que vaca al hombre de la substancia y

  • 5/19/2018 introduccion a la antropologia filosofica.pdf

    12/57

    6 Jos iguel Ibez Langlois

    contenido real de sus actos, la objetividad

    del ser y del

    bien

    que son la autntica

    coronacin metafsica de la

    antropologa.

    La

    raz histrica

    del antropologismo

    moderno puede remontarse a Descartes,

    que

    cumple una doble operacin reductiva

    de la unidad del ser: la separacin abrup-

    ta entre materia y espritu

    res extens

    y

    cogit ns

    y la reduccin de la verdad

    del

    ente

    a la

    idea clara

    y

    distinta.

    A s

    se

    da paso a un conocimiento del hombre

    como sujeto espiritual, que se desconecta

    tanto de la

    filosofa

    de la naturaleza como

    de la

    metafsica.

    Pero

    la absorcin de la

    filosofa en la antropologa es cabalmente

    una herencia del criticismo kan tiano . K ant

    reduce

    la

    filosofa

    a

    estas cuatro pregun-

    tas:

    qu

    puedo

    saber?; qu

    debo

    ha-

    cer?; qu me cabe esperar?;

    qu

    es el

    hombre?

    A

    ellas responderan, respecti-

    vamente, la metafsica, la moral , la reli-

    gin y la antropologa. Pero en el fondo,

    dice Kant, estas disciplinas se podran

    refundir en la antropologa, porque las

    tres

    primeras cuestiones se reducen a la

    ltima. Esta reduccin ha resultado bas-

    Introduccin a la antropologa filosfica

    tante imperativa para la filosofa poste-

    rior

    hasta

    hoy

    mism o Scheler, Bub er,

    Jaspers, etc.),

    y se

    entiende

    bien

    a la luz

    de las conclusiones del idealismo kantia-

    no : dada la incognoscibilidad de la cosa

    en s y la actividad ordenadora de l

    sujeto

    trascendental, no quedaba a la filosofa

    otra posibilidad que dar la espalda a un

    mundo

    ya sin

    misterio,

    y

    concentrarse

    en

    los procesos trascendentales d e l

    ego

    puro plasmadores

    de la

    realidad

    y

    con-

    figuradores

    del

    mundo,

    es

    decir,

    en la

    pro-

    pia

    actividad

    del

    espritu humano.

    El

    hombre quedaba como objeto principal

    y nico del

    esfuerzo

    filosfico: su estruc-

    tura subjetiva, sus formas, sus disposicio-

    nes.

    El

    inters humano

    por el mundo,

    la real idad,

    el

    ser

    el misterio

    desapareca;

    el hombre ya no iba a encon-

    trar en s sino a s mismo, expresndose

    de infinitas

    maneras,

    y ya no iba a

    apren-

    der del mundo otra cosa que su propia

    habilidad ordenatriz. El antropologismo

    posterior posee esta raz cartesiana

    y

    kan-

    tiana,

    y a u n en los casos ms

    realis-

    tas

    delata siempre un residuo nomina-

    lista e

    idealista

    mal

    eliminado.

  • 5/19/2018 introduccion a la antropologia filosofica.pdf

    13/57

    Jos Miguel bez Langlois

    Pero este giro representa

    un

    empo-

    brecimiento de la filosofa y tambin de

    la

    propia antropologa. La empresa de una

    autognosis indefinida tiene contenido

    e

    inters

    por

    algn tiempo pero

    a la

    larga

    se revela como un intento vaco. Compa-

    remos este

    intento

    filosficocon el inten-

    to

    personal

    de

    ciertos individuos

    que se

    consagran

    a

    bucear

    en su

    propia interio-

    ridad cansados tal vez del mundo exter-

    no y con la

    intencin

    de

    encontrar

    de

    espaldas a lo

    real objetivo quin sabe

    qu riquezas o hallazgos profundos que

    los salven del desierto exterior: la empre-

    sa no

    tarda

    en

    revelarse vana pues

    los

    veneros

    sin

    duda ricos

    y

    misteriosos

    que

    existen

    en las

    profundas potencias

    del al-

    ma slo pueden actuarse y llegar a ser

    ellos mismos en el m undo es decir

    por su

    esencial apertura

    a lo

    real

    sin la

    cual

    son

    perfectamente vacos

    o

    al

    de-

    cir de los

    escolsticos

    tamquam tabu-

    la

    rasa.

    Anlogamente la empresa filo-

    sfica

    del

    autoconocimiento hum ano slo

    es rica y plena cuando se expande en el

    medio nutricio

    del

    conocimiento integral

    Introduccin a la

    antropologa filosfica

    9

    de

    larealidad.Esto significaque la antro-

    pologa igual que elhombre mismo slo

    es

    real

    slo

    es lo que

    es

    en virtud de

    sus lmites.Laantropologase constituye

    a partir de una doble limitacin que es

    \n

    u

    parteporabajo y puesto que elhom-

    bre es un ser de la naturaleza o un ani-

    mal debe

    recibir

    de la

    filosofa

    de la na-

    turaleza de la

    fsica

    y de la biolo-

    ga filosficas ciertos principios

    de in-

    terpretacin queningn esplritualismo

    podra hacer superfluos. Estos principios

    se

    refieren a la

    constitucin ontolgica

    de

    la materia y de la vida de los cuerpos y

    de los seres vivientes de cuya naturaleza

    el hombre participa. Por otra parte ha-

    cia

    arriba

    la

    antropologa

    no

    siendo

    ella

    misma

    la reflexin ms alta o supre- _

    ma

    debe abrirse

    a la

    metafsica

    y a

    tra-

    vsde

    ella

    a la

    tica

    y a la

    teologa

    ofre- |

    cindole ciertos fundamentos indispensa- \s pa

    verdad

    del

    bien

    de la

    belleza

    en

    cuanto

    esos trascendentales contienen el

    sen-

    tido mismo de la existencia humana.

  • 5/19/2018 introduccion a la antropologia filosofica.pdf

    14/57

    Jos Miguel

    bez Langlois

    Esta relacin

    de la

    antropologa

    con

    la filosofa

    de la naturalezay con lameta-

    fsica

    es

    por

    supuesto recproca.

    Es de-

    cir:

    la

    antropologa recibe pero

    al

    mismo

    tiempo aporta algo

    al

    conocimiento

    de los

    entes naturales infrahumanos en cuanto

    ese conocim iento est desde la partida

    orientado hacia

    el

    hombre;

    no por

    obra

    de

    un

    inters

    creado

    de

    tipo

    subjetivista

    si-

    no porque una fsica y una biologa que

    no

    dieran paso

    a una

    autntica antropo-

    loga no seran ni siquiera una fsica y una

    biologa verdaderas.Si lacienciade la ma-

    teria se cierra a la posibilidad de la ma-

    teria viviente y si la ciencia de la vida se

    cierra a la posibilidad de la vida humana

    no alcanzan ni siquiera su propio objeto

    la

    materia y la vida de modo ade-

    cuado. Tambin la relacin con la meta-

    fsica es

    recproca:

    la

    antropologa

    no

    slo

    ofrece

    ciertos principios

    y

    fundamentos

    a

    la comprensin del ser sino que ella mis-

    ma opera desde la partida con un criterio

    ontolgico

    es

    decir nace

    ya

    corno

    una

    autntica metafsica del hombre. De

    no hacerlo

    as

    e cerrarse

    en

    esquemas

    positivistas

    no slo priva a la metaf-

    ntroduccin

    a la

    antropologa

    filosfica

    31

    sica

    de su arranq ue original sino que ella

    misma falla como antropologa es decir

    no llega a constituirse como un autntico

    conocimiento

    del

    hombre

    del

    animal

    metafsico que es el ser humano. Esta

    doble relacin confiere a la

    filosofa

    de l

    hombre su sentido; la limita y le impide

    esa

    hipertrofia

    que se

    llama antropologis-

    mo pero limitndola la constituye en su

    verdadero orden gnoseolgico; situndola

    en el

    contexto

    de la

    unidad

    del

    saber

    filo-

    sfico le reconoce y le asegura su verda-

    dera grandeza.

    3. Los temas de la antropologa

    filosfica

    El contenido de los temas y problemas

    de la antropologa no puede ser deducido

    a

    prior

    i de ninguna idea del hombre

    puesto q ue teniendo esa idea su origen

    en

    la experiencia

    autoexperiencia

    tambin su contenido problemtico rei-

    vindica a cada paso el mismo origen y re-

    curso emp rico.

    E l

    punto

    de

    partida antro-

    polgico reside pues

    en la

    experiencia

    de

    32

  • 5/19/2018 introduccion a la antropologia filosofica.pdf

    15/57

    Jos Migue] Ibez Langlois

    nosotros

    mismos

    y su contenido en las

    cuestiones que esa

    experiencia

    nos

    plantea

    sin

    cesar.Dehecho cualquier vivenciahu -

    mana llevada

    a un

    nivel adecuado

    de in-

    tuicin reflexin y abstraccin podra

    ser el punto de partida del desarrollo an-

    tropolgico: una decisin o eleccin im-

    porta nte la contemplacin de un paisaje

    una enfermedad o afeccin corporal una

    operacin matemtica el aprendizaje lin-

    gstico una invencin prctica etc. En

    todos

    los

    actos humanos

    se

    pone

    en

    jue-

    go de algn modo el hom bre entero.

    Pero

    no

    podemos presumir

    la

    perspicacia

    de una

    visin

    tan

    profunda

    y

    total como

    para

    extraer la ntegra antropologa de

    una experiencia determinada puntifor-

    rne y fragmentaria de lo

    humano.

    Por

    lo cual si no queremos caer en un anec-

    dotismo diletante debernos agrupar las

    experiencias

    y los

    problemas antropol-

    gicos correspondientes en ciertas

    figuras

    o

    constelaciones precisas que desde

    el

    tiempo de los griegos hasta hoy han cons-

    tituido con innumerables variaciones

    es cierto la trama central de la antro-

    pologa. Lo importante en este

    diseo

    es

    Introduccin a la antropologa filosfica

    33

    que

    contenga

    y

    ordene efectivamente

    las

    cuestiones claves del ser del hombre en

    sus relaciones con la naturaleza consigo

    mismo con los dems hombres y con el

    fundamento ltimo de la realidad.

    Un

    primer tipo de problemas forzo-

    samente introductorio

    o

    previo

    viene

    dado

    por lo que

    podramos llamar

    el

    lugar del hombre en eluniverso.El hom-

    bre es un ser de la

    naturaleza

    un

    cuerpo

    un ser

    viviente

    un

    animal;

    no

    obstante

    su ndole enteramente peculiar o diferen-

    cial y aun diramos en virtud de ella

    misma

    ocupa

    un

    lugar bien preciso

    en

    la

    jerarq ua de los entes es decir en los

    grados del ser y de la vida. Por eso debe-

    mos proponer una ordenacin inteligible

    de esos grados

    materia

    vida vegetal

    animal

    y humana que d cuenta a la

    vez de la

    continuidad

    ontolgica

    y de la

    discontinuidad profunda que el hombre

    posee en relacin a la naturaleza inferior.

    Por cierto que esta

    ubicacin

    contiene

    a

    ala ntegra antropologa aunque slo

    en forma germinal

    e

    indiferenciada.

    En

    este contexto debe examinarse

    la

    frontera

  • 5/19/2018 introduccion a la antropologia filosofica.pdf

    16/57

    34

    Jos Miguel Ibez Langlois

    entree lhombre y el animal escrutando el

    lmite

    mximo del instinto o de la que

    algunos llaman inteligencia animal.

    Tambin debe hacerse aqu lugar al pro-

    blema del origen del hombre como espe-

    cie

    viviente

    y de la

    evolucin; problema

    que viniendo de suyo de las ciencias em-

    pricas de la paleontologa y la biolo-

    ga

    tiene implicaciones

    filosficas

    o

    totales

    que es preciso esclarecer ms all

    de

    los simples datos del registro emp-

    rico que de por s no abarcanno pue-

    den abarcar la integridad del ser hu-

    mano.

    En un

    planteamiento general sobre

    el

    lugar del hombre en el universo est im-

    plcita pero slo implcita la especi-

    ficidad o singularidad humana o sea la

    realidad

    de un

    principio intelectivo

    o es-

    piritual

    qu e trasciende toda vida sensitiva

    y

    toda materialidad. Uno de los captulos

    centrales y ms conflictivos de la antropo-

    loga es justamente la explicitacin de ese

    principio

    y la

    comprensin

    de su

    natura-

    leza ltima; puesto que si todos conceden

    la

    evidencia emprica de sus manifestacio-

    Introduccin la antropologa

    filosfica

    35

    nes singulares

    tcnica

    lenguaje cultu-

    ra moral religin etc. queda en

    todo

    caso abierto el problema de determinar

    su ndole esencial

    es

    decir

    lo quehaya de

    entenderse en ltimo trmino por espi-

    ritual. El nico camino metodolgica-

    m ente seguro es el que em prendi ya Aris-

    tteles en su De

    anima:

    comparar el

    sentido con la inteligencia o sea la sen-

    sacin con la inteleccin o ms propia-

    mente

    el

    objeto sensible

    con el

    objeto

    inteligible.

    El anlisis de aquello que es

    formalmente alcanzado

    por la

    inteleccin

    en cuanto

    ta l

    o

    real

    a

    secas

    lo que es

    el ser de las cosas

    en

    pero al mismo

    tiempo ms

    ll

    de las formas sensibles

    concretas implica toda

    una

    teora

    de la

    inteligencia y de lo inteligible. Esta teora

    captulo central de la antropologa filo-

    sfica

    debe abarcar tambin la relacin

    interior entre inteligencia y sensibilidad;

    el grado de materialidad e inmaterialidad

    que encierra el conocimiento intelectivo

    '

    y por lo tanto su principio el

    alma

    hu-

    mana; las operaciones propias de la inte-

    ligencia la aprehensin

    el

    juicio

    y el

    raciocinio

    y el modo especfico del pro-

  • 5/19/2018 introduccion a la antropologia filosofica.pdf

    17/57

    36 Jos

    Miguel Ibez

    Langlois

    ceso intelectivo la abstraccin de lo

    inteligible a parti r de lo sensible y de lo

    universal a

    partir

    de lo singular. Al

    anlisis de la ideacin abstracta debe aa-

    dirse por ltimo el estud io de la capa-

    cidad

    de

    reflexin sobre

    s

    mismo con-

    ciencia o autoconocimiento del

    sujeto

    hu-

    mano y la estruc tura global del alma in-

    telectiva como apertura

    al

    mundo

    y

    como

    centro

    y fuerza de

    relacin.

    Puesto que a todo conocimiento sigue

    en los

    seres

    que

    conocen

    la

    apeticin co-

    rrespondien te deben plantearse en segui-

    da

    los problemas ligados a la estructura

    apetitiva del hombre y tambin aqu se

    impone en forma paralela comparar el

    apetito sensitivo del animal y el hom-

    bre con aquello que en este ltimo

    llamamos voluntad el apetito intelec-

    tivo

    como sntesis de la estructura ten-

    dencial del hom bre y aun de la entera

    persona humana. En este punto nos

    sale

    al paso otra cuestin crucial de la

    antropologa: la libertad del hombre su

    albedro o poder de autodeterminacin

    asunto de enorme trascendencia como fun-

    Inttoduccin a la

    antropologa

    filosfica

    37

    damento de toda tica por su implica-

    cin definitiva en el problema del sentido

    de la existencia h um ana.El esclarecimien-

    to

    fenomenolgico

    y

    metafsico

    del

    acto

    libre

    y el desarrollo y anlisis de las

    pruebas

    del libre

    albedro constituyen

    el

    contenido de esta vex t

    qu estio

    en la

    que

    confluye

    la

    ntegra filosofa.

    A

    esta

    cuestin antropolgica debe aadirse

    completndola desde dentro la cuestin

    tica

    del sentido de la libertad en relacin

    alamor

    al bien y al mal a la plenifica-

    cin

    integral del hom bre como algo inse-

    parable del propio problema psicolgico

    de la libertad. La antropologa no es an

    la tica sin dud a; pero no cabeabrir entre

    ambasningu na discontinuidad puesto que

    la

    verdad moral

    no es una

    entidad super-

    puesta a la naturaleza y al destino de un

    ser

    ticamente neutro sino que es la ley

    interna del hombre en cuanto tal.

    Todava otro problema donde confluye

    la

    ntegra

    filosofa

    y donde se

    juega

    con

    particular

    intensidad

    el ser y el

    destino

    del

    hombre

    es la cuestin del alma y el

    cuerpo en su mutua distincin y relacin;

  • 5/19/2018 introduccion a la antropologia filosofica.pdf

    18/57

    38

    Jos

    Miguel Ibez Langlois

    o

    sea

    el

    problema

    de la substantividad y

    la unidad del ser humano. Innumerables

    monismos

    y

    dualismos

    cosismos

    y

    feno-

    menismos

    desde

    Platn

    hasta nuestros

    das convierten esta cuestin de suyo

    misteriosa puesto que encierra el se-

    creto

    m s

    ntimo

    del

    microcosmos

    huma-

    ./ no en un

    quebradero

    de

    cabeza

    de los

    sistemas filosficos

    y en una

    piedra

    de

    toque

    de la

    calidad

    de sus

    fundamentos.

    No

    renunciar

    a la

    realidad

    y al

    sentido

    de

    la corporeidad humana

    o

    sea

    a la

    evi-

    dencia de su animalidad; no renunciar

    tampoco

    a la

    verdad superior

    de su

    espi-

    |

    ritualidad revelada

    en la

    inteleccin

    y

    en el actolibre; y todava afirmar y hacer

    inteligible

    la

    unidad substancial

    del

    hom-

    bre

    materia y espritu cuerpo y alma

    | ser

    unitario

    y

    substantivo que

    no se

    com-

    pone de substancias yuxtapuestas ni se

    disipa en series paralelas de fenmenos

    fsicos y

    anmicos:

    he

    all

    el

    arduo desafo

    que

    enfrenta

    la

    antropologa

    a la

    hora

    de

    pensar aquello que tan sencillamente nos

    es dado en nuestra doble y unitaria con-

    ciencia

    de

    nosotros mismos.

    Con este

    pro-

    blema se relaciona otro del que todava

    Introduccin

    a la

    antropologa

    filosfica 39

    podramos repetir

    que

    contiene

    el

    sentido

    de nuestra existencia: nuestro haber

    de

    m orir corno individuos de una especie

    animal

    de

    ciclo orgnico limitado; nece-

    sidad

    que el hombre no enfrenta con neu-

    tralidad animal sino con la angustiay es-

    peranza

    que corresponde a un misterio el y

    misterio radical de la condicin humana.

    Al

    anlisis fenomenolgico

    de la

    experien-

    cia

    de la m uerte debe seguir entonces la

    pregunta propiamente

    metafsica

    de sialgo

    y

    qu y por qu razn puede subsis-

    tir de nosotros mismos tras la muerte: la

    inmortalidad del alma espiritual exigida

    por la

    infinitud objetiva

    de

    nuestro que-

    rer as como tamb in por la

    propia

    espi-

    ritualidad

    de la

    conciencia.

    Si el hombre aparece hasta aqu en su

    qu

    esencial

    como

    naturaleza corp- < J ~

    reo-espiritual

    la

    reflexin antropolgi-

    ca

    debe sin embargo abrir captulo

    apar-

    te a la pregunta por el quin humano:

    < f ~

    la

    persona:

    el ser

    individual intrasferible

    y

    concluso cerrado a la vez que abierto con

    la peculiar clausura y apertura de l esp-

    ritu centro

    y

    mundo

    a la

    par

    soli-

  • 5/19/2018 introduccion a la antropologia filosofica.pdf

    19/57

    40

    Jos Miguel Ibez Langlois

    dario

    de la totalidad del ente a partir de

    su mismidad consciente y

    libre

    La auto-

    posesin activa de su ser autoconoci-

    miento y autodeterm inacin conciencia y

    libertad

    es el

    atributo objetivo

    de la

    personalidad que con todo debe ser

    examinado

    en su

    dimensin ontolgica

    formal como

    el

    modo

    de ser o

    subsisten-

    cia

    de la naturaleza espiritual o sea como

    la particular substantividad del existente

    humano. La

    reflexin

    sobre

    la

    persona

    a

    su

    vez

    nos sita ante su constitutiva aper-

    tura hacia las otras personas lo que da

    lugar

    a los

    mltiples

    y

    apasionantes pro-

    blemas de la relacin interpersonal: el

    conocimiento del otro el am or el dilogo

    la

    soledad la comunicacin; problemas

    que por supuesto la antropologa no con-

    sidera en su variedad anecdtica y litera-

    ria sino en su forma esencial es decir

    en las

    conexiones

    de

    sentido

    y

    valor

    de

    verdad y bien que estas relaciones im -

    plican.

    A partir de la persona y de la relacin

    interpersonal surgen diversos problemas

    relacionados

    con el

    sexo

    en su

    doble

    sen-

    Inttoduccin a la antropologa

    filosfica

    41

    tido de sexualidad de alteridad mascu-

    lino y femenino y de apetencia y amor

    de hombre y

    m ujer.

    Estos

    problemas per-

    tenecen originalmente a la fisiologa y a

    la psicologa en cuanto cualificaciones

    psicofsicas y en cuanto conductas instin-

    tivas

    y

    afectivas;

    pero puesto que tienen

    tambin una dimensin antropolgica uni-

    versal como modos de ser humanos y

    como estructuras existenciales deben

    ser

    asumidos por una filosofa abierta a la

    integridad del hombre; y tanto ms si se

    piensa

    en las profundas implicancias ti-

    cas

    que encierran y en lainsuficiencia po-

    sitivista con que suelen tratarlos las cien-

    cias convencionales.

    Una

    situacin anlo-

    ga se produce con respecto a las ciencias

    humanas o a las ciencias del espritu a

    las que pertenece de suyo ocuparse de

    los problemas relacionados con la socie-

    dad

    la

    historia

    el

    lenguaje

    la

    cultura

    y

    el trabajo humano. Hay un

    fundamento

    antropolgico o esencial de estas dimen-

    siones del hombre que no puede ser ade-

    cuadamente esclarecido por las ciencias

    particulares

    de la cultura Es

    entonces

    la antropologa filosfica quien debe ocu-

  • 5/19/2018 introduccion a la antropologia filosofica.pdf

    20/57

    4

    Jos Miguel Ibez

    Langlois

    parse de esta realidad radical y original

    que es la

    cultura

    en s

    misma; corres-

    ponde

    a la

    antropologa mostrar

    esa

    nece-

    sidad interna,

    en

    virtud

    de la

    cual

    el

    hom-

    bre sedespliega en lavocaciny elqueha-

    cer de la

    palabra

    y del

    arte,

    de la

    moral,

    de la religin, realidades que debe exa-

    minar en su fundamento y constitucin

    esencial.

    l principio y el mtodo

    de la antropologa

    Pero

    el

    esquematismo

    de

    este cuadro

    un

    apretadorepertorio

    de problemas

    no da

    idea

    del

    verdadero arranque origi-

    nal

    experiencial

    para no decir emp-

    rico de los

    problemas antropolgicos.

    Las ciencias positivas pasanpor apoyarse

    ms

    directamente

    en la

    experiencia huma-

    na que la filosofa, tan

    abstracta

    de

    asun-

    tos y mtodos como aparece en este es-

    quema.

    Pero enjeHpndo

    ocurre

    lo

    con-

    trario:

    las

    ciencias empricas

    sehacerTcar-

    go

    de los actos hum anos ya hechos o cons-

    tituidos en su ser esencial; los registran,

    Introduccin a la

    antropologa

    filosfica

    4

    ordenan

    y

    relacionan

    en

    diversas estruc-

    turas psicolgicas, sociales, polticas, cul-

    turales,

    etc.

    sin

    asomarse nunca

    a su

    bro-

    tar interior a su

    hacerse mismo,

    a su do-

    nacin

    original

    de

    ser,

    a su

    posicin pura

    de

    sentido

    y

    valor pues to

    que

    ningn

    m-

    todo gentico o causal servira para des-

    cubrir

    esa

    constitucin interna

    de los ac-

    tos

    de conocimiento, amor,

    autoconcien-

    cia,

    lenguaje,

    creacin, etc.).

    L a

    filosofa

    del

    hombre aspira justamente

    a ese

    des-

    cubrimiento; por eso su

    experiencia

    original de lo humano es ms

    profunda

    ya la vez

    concreta

    que la de

    ninguna cien-

    cia

    positiva.

    Y

    si la

    enumeracin prece-

    dente

    de

    asuntos

    yproblemas

    5a

    una im-

    presin ms bien abstracta y reconstitui-

    da,_ello_se_debe_al

    esquematismo

    de

    toda

    visin global,

    y al

    hecho

    ya

    mencionado

    de que la filosofa no puede ser un anec-

    dotismo caprichoso.

    Pero_je e

    tenerse

    presente

    que caja^

    uno__dgLJos,captulos

    genricamente esbozados

    ms

    arriba

    la

    inteligencia,

    la

    libertad,

    el

    alma,

    la

    muer-

    te, la

    persona,

    laculturacontiene en su

    punto

    de

    partida

    y en sudesarrollo jsxpe-

    sumamente concretas y originales

  • 5/19/2018 introduccion a la antropologia filosofica.pdf

    21/57

    Jos

    Miguel

    Ibez Langlois

    deja realidad humana. Esas experiencias

    y no

    postulados, convenciones, princi-

    pios

    priori

    o

    intereses

    de

    hecho

    son

    el vgrdadero punto de partida de la an-

    tropologa como disciplina

    filosfica.

    Debernos a

    Platn

    y

    Aristteles

    la cons-

    tatacin de que el principio del filosofar

    est en el asombro. Esto es rigurosa-

    mente cierto en el caso de las experiencias

    originales de laantropologa.Una pesada

    rutina

    y un

    acostumbramiento casi impo-

    sible

    de evitar gravitan sobre nuestra con-

    ciencia de lo que somos, y sobre nuestra

    manera

    de

    vivenciar

    los

    actos

    m s

    sencillos

    y

    maravillosos

    de conocimiento, de

    amor,

    de eleccin, etc. Pocos hombres, en

    pocos momentos

    de su

    vida, escapan

    a

    esta inercia para abrirse

    a la

    admiracin

    Bel prodigio humano. De las ciencias po-

    sitivas

    tampoco puede esperarse gran cosa,

    por elm om ento derivadoen quecaptan

    las acciones yrelacionesTmmanasya cris-

    talizadas,

    para su posterior ordenacin.

    La filosofa,

    como qued dicho, aspira

    a

    penetrar, ms all de las rutinas, el sur-

    gimiento originalde laspropiedades actos

    Introduccin a la -antropologa

    filosfica

    45

    y relaciones del hombre: all donde

    lo

    humano

    es

    ma teria

    del-asombroms

    puro.

    Citemosc

    algunos

    ejemplos-''

    imperfectos,

    por

    esquemticos.

    Laexperienciaexpresj^a_simbolizada

    apenas

    en el

    juicio

    yo soy

    y o > > puede

    contener una inefable admiracin. Para

    dar idea de ella, habra que recurrir a la

    palabra potica o llenar pginas de un

    prolijo

    anlisis

    que no viene al caso des-

    arrollaraqu Digamos slo que, encondi-

    ciones p rivilegiadas deruptura de nues-

    tra inercia mental: el instante de desper-

    tar,

    una impresin

    brusca,

    etc.

    el

    hom-

    bre puede captar su ser ntimo con una

    profunda distancia

    y

    extraeza, como

    si

    se tratara de otro, pero a la vez con la

    indestructible intimidad identidad

    quecorresponde anuestra mismidad per-

    sonal. Entonces decimosconasombroyo

    soy un yo, significando el sujeto de la

    oracin nuestra subjetividad emprica y

    el

    predicado,

    la

    yoidad pura como algo

    enteramente extraordinario; la cpula del

    juicio

    contiene la distancia inmensa pero

    al

    mismo tiempo nulade s a s distancia

  • 5/19/2018 introduccion a la antropologia filosofica.pdf

    22/57

    Jos

    Miguel bfiez Langlois

    que se

    recorre

    en un

    instante maravi-

    lloso

    como si uno viniera a encontrarse

    y

    coincidir consigo mismo desdelalejana

    ms

    remota,A lamisma impresin corres-

    ponde

    el

    juicio general

    de

    que, para

    el

    hombre, lo ms lejano es lo ms prximo.

    Experiencias as iluminan, por ejemplo,

    la

    cuestin

    de la

    espiritualidad

    o aun de

    la inmortalidad del alma humana, si bien

    en forma

    puramente implcita, que debe

    ser puesta a prueba y desarrollada por el

    pensamiento discursivo,

    No es, la

    mencionada,

    una

    experiencia

    nica

    o

    solitaria. Podramos descubrir

    en

    trminos semejantes

    el

    asombro de

    congH>

    cefrS5> logramos apartarla rutinaria auto-

    conciencia

    que

    acompaa

    a

    nuestros actos

    noticos, para abrir paso

    a una

    conciencia

    auroral u

    original,

    que

    captara nuestra

    propia captacin

    de las

    cosas

    sin

    supues-

    tos previos ni acostumbrarnientos,_lo_

    asombroso de la experiencia podraexpre-

    sarsesimbolizarse apenas, de nuevo-

    en el

    juicio

    y o soy

    lo

    otroj. Lo

    otro

    es

    decir,

    J.o_conocido,

    est

    en s

    mismo;

    re-

    posa en su

    propia

    consistencia natural;

    ntroduccin a la antropologa filosfica

    es

    lo que es de suyo. As tal rbol cuyo

    follaje diviso por la ventana, cuyo color

    miro, cuyos procesos y propiedades ve-

    getales

    recapitulo

    en la

    mirada. Todo eso'

    que el rbol tiene y es, lo tiene y es de

    suyo, a partir de s mismo, en s mismo.

    XJ^?_aqu que todo x

  • 5/19/2018 introduccion a la antropologia filosofica.pdf

    23/57

    Jos Miguel bez

    Langlois

    ape rtura hacia la identidad indefinida es-

    ta otreidad que no anula mi

    mismidad

    sino que la constituye.

    El mismo asombro que produce la ex-

    periencia original de l conocimiento pue-

    de

    producirlo

    en

    trminos anlogos

    la

    -Experiencia de~efegir la de

    amar

    la de

    coteTiip1aF~b llza,

    la de hablar

    etc.

    Si

    la antropologa no parte de esta clase

    de

    experiencias

    originarias^cuyo^

    el

    asombro

    no puede aspirar a ser una

    ciencia autnoma

    y

    original;

    la

    particu-

    laridad

    de sus

    metas como saber

    deulti-

    midades

    y la de sus mtodos

    propios,

    pro-

    cede del carcter original de sus experien-

    cias

    de la realidad humana. Por aqu

    echa-

    mos

    de ver lo singular y lo siempre nove-

    doso de una ciencia semejante. Para las

    ciencias

    positivas

    su

    objeto est previa-

    mente

    dadQ^acotado

    definido: emprica-

    mente dado. Para las ciencias positivas

    o empricas de l hombre psicologa so-

    ciologa etnologa

    etc.

    ,

    el

    hombre debe

    estar tambin dado en su

    principio.

    Paraja antropologa filosfica en cambio

    el

    hombre

    no est

    dado

    a

    manera

    de

    ntroduccin a la antropologa filosfica

    un

    dato_emprico.

    El hombre es una to-

    Jalidad_abkrta, un

    jmovimiento

    de auto-

    trascendencia

    una frontera

    _siernpre

    m-

    vil

    un_principio

    siempre^inconcluso

    y en

    juego

    un

    proyecto siempre abierto hacia

    esastotalidadesjr^ejnjdas_ue son el ser

    elbien, la

    verdad

    la

    belleza.

    La

    natu-

    raleza

    o esencia Humana

    que

    o

    queda

    Taolid^poTsta

    universalidad

    co-

    mo piensan muchos hoy sino justam ente

    constituida por

    ella

    debe ser inducida y

    - ^^^^^^^^^^^^^^^^^^ - ^

    deducida como el principio propio de este

    \_-s

    -

    X ~ ,,.-*v~ *,.-*

    - *- --

    M

    r -

    W

    N

    V

    W3p^

    %

    ^

    w

    c,

    w

    -'-w

    dinamismo

    in

    yjrsal^Pero,

    como naturaleza abierta

    e

    suyo a la

    infinitud objetiva

    del

    ser

    no

    puede estar nunca dada en ningn re -

    gistro emprico por la mism a razn por

    la

    cual

    el ser o la

    totalidad real

    no

    est

    nunca

    dada en el principio de la me-

    tafsica

    sino que es su propio horizonte

    indefinido. As la

    naturaleza

    del

    animal

    metafsico que es el

    hombre

    no

    est pre-

    viamente acotada

    definida

    y dispuesta

    para

    las experiencias em pricas como

    lo estn para las ciencias sus respectivos

    objetos. Elhombreno es una cosa expe-

    rimentable sino el horizonte de una pre-

  • 5/19/2018 introduccion a la antropologia filosofica.pdf

    24/57

    5

    Jos Miguel bez Langlois

    gunta

    metafsica: quin es este ente as

    determinado como apertura al ser como

    apetencia del

    bien

    en toda su universali-

    dad?

    Es fcil comprender que\el mtodo de\a ciencia semejante

    no

    tiene nada

    de

    convencional. Aunque

    parezca

    que esta-

    mos

    an ticipando

    a

    priori

    una

    determinada

    idea

    del

    hombre

    ya en el

    um bral mismo

    de

    la antropologa, las consideraciones

    precedentes

    son indispensables para es-

    tablecer la modalidad metodolgica de

    nuestra incursin. Pues el mtodo de una

    ciencia presupone siempre, aunque sea

    implcitamente, una cierta idea de su ob-

    jeto: a tal objeto, tal mtodo. No hay tal

    establecimiento neutral

    o

    descomprome-

    tidode unmtodo cientfico: seestpen-

    sando

    siempre,

    ya de

    antemano,

    en la n-

    dole

    del

    objeto

    que se

    abordar

    para

    ade-

    cuara l la

    forma

    delconocimiento.Si yo

    pretendo constituir la ciencia del hombre

    sobre los mtodos convencionales de las

    ciencias positivas

    v

    gr la sociologa

    o la psicologa

    experimental,

    es que

    ya

    estoy prejuzgando

    al

    hombre como

    un

    ntroduccin a la

    antropologa

    filosfica

    5

    sistema dado

    de

    propiedades

    y

    proce-

    sos -psique, sociedad, etc.?

    a la

    manera

    de los objetos naturales; determi-

    nacin, sta, que no slo meimpide cues-

    tionar

    a

    fondo

    la

    naturaleza profunda

    de

    lo

    psquico

    y lo

    social

    como

    modo

    delente humano, sinoque meobliga tam-

    bin,_en razndespropiomtodo, a,

    de

    jar

    fjje^aja_espiritualida_d,_la

    libertad,

    la tras-

    jrendencia humana comoposibles objetos

    de

    estudio. Luego,

    ms que

    prejuzgar aqu

    unadeterminada ideadelhom bre, esta-

    mos haciendo lo contrario: preservando

    la necesaria apertura

    e

    indefinicin

    de

    esta

    idea, para

    no

    excluir

    a

    priori

    ninguna

    dimensin de lo humano, es decir, para

    no cerrarnos de partida en la estrechez

    de

    una antropologa positivista. Comoto -

    do

    mtodo

    ya prejuzga la

    ndole

    del

    ob-

    jeto, se trata

    ajj_de_^egurar_a^la

    antro-

    pologa un mtodo abierto

    y

    comprensivo

    de

    laj3pjdblej:oj:aM De-

    ms est decir que tanto la efectividad

    metafsica de esta totalidad como lapro-

    piedad gnoseolgica de este mtodo debe-

    rn

    probarse

    en su

    efectiva realizacin,

    es

    decir,

    en el propio despliegue deldiscurso

  • 5/19/2018 introduccion a la antropologia filosofica.pdf

    25/57

    5

    Jos

    Miguel bez Langlois

    antropolgico: por

    ahora, slo

    nos

    corres-

    ponde establecer

    su

    posibilidad,

    o

    sea,

    excluir toda negacin

    a

    priori.

    El mtodo de la antropologa filosfica

    no es pues jel mtodo

    gentico,

    causal,

    incbctivojdeJas

    ciencias positivas:

    con l,

    slo podramos codificar los actos y rela-

    ciones humanas en cuanto datos, de-

    jando

    en

    Ja

    p^^ndjd_ju_^n^titjii^tnjn-

    tej^najM^ncial que es

    justamente

    lo que

    nos interesa. La antropologa, por el con-

    trario, induce

    y

    deduce, describe

    e

    intros-

    pecciona,

    separa

    y

    reconstruye,

    y

    todo esto

    segn

    su

    peculiar manera.

    Lo__esencial,

    p_aa^Ua

    i

    jnp_es

    encontrar las leyes fun-

    cionales dej comportamiento humano,

    ni

    sus regularidades empricas, ni las hip-

    tesis

    que las

    explican:

    de

    todo esto

    se

    hacen

    cargo ya las ciencias positivas del

    hombre.

    La

    tarea

    de la

    filosofa

    consiste__

    en

    descubrir la estructura esencial de los

    actos

    y facultades hum anas, desde el ins-

    tinto

    y la

    sensibilidad hasta

    la

    razn

    y la

    libertad,

    _ enj:rminos

    objetivos,

    es

    decir,

    investigando

    la

    ndole

    del

    objeto

    propio

    de

    esos actos,

    y sus

    conexiones esenciales

    ntroduccin a la antropologa filosfica

    5

    en

    la

    jerarqua

    de los

    entes.

    A

    partir

    de

    estaaveriguacin, se pregunta cmo deben

    estar constituidas

    las^

    potencias

    Jiumanas

    yel

    alma

    en que

    radican,

    y

    la propia subs-

    tancia

    o

    per^ona_dd_hpjnb^_^r^_^ue

    esos actos, relaciones

    y

    propiedades sean

    posibles,

    Y

    luego,

    e~un

    mov imiento con-

    J

    Huo de retorno transita del sujeto a su

    dinamismo,

    y de

    ste

    a

    aqul,_en una_re-

    cprqca

    interpretacin. Para

    la fase de

    mostracin primera

    de los

    actos huma-

    nos,

    sus

    objetos

    y sus

    propiedades,

    la

    antropologa puede usar con

    gran

    ventaja

    el mtodo fenomenolgico

    la

    descrip-

    cin

    de la esencia_c|el_fe2meno,

    la

    mos-

    tracin_djsnj^j^e_]jgue_apjirece en el

    sentido en que lo usaron todos los gran-

    des

    filsofos, ms

    all

    de

    cualquier eti-

    queta

    de

    escuela.

    Pero la

    antropologa

    no

    sereduce a lamera fenomenologa; y,

    una_

    vez

    que sta le

    despeja

    elcamino,no pue-

    cl~renunciar a

    otros procedimientos

    o m-

    todos

    que

    inciden

    en

    forma

    ms

    compro-,

    metidaen elcoraznde lo real. Lasimple\ la in

    lgicos

    que la

    antropologa necesita,

    en /

  • 5/19/2018 introduccion a la antropologia filosofica.pdf

    26/57

    Jos

    Miguel

    Ibez Langlois

    virtud

    de su

    fundamental vocacin meta-

    fsica: lejos de reducirse a mostraciones

    de

    esencias puras, ella aspira

    a

    compren-

    der la

    realidad

    del

    hombre,

    su

    naturaleza,

    su

    lugar

    en el

    universo, y^ajtbrir paso,

    cuand o m enos, a la cuestin

    ticcxreligiosa_

    del sentido

    de la

    existencia humana.

    Esta aspiracin

    soteriolgica o de

    sal-

    vacin,

    por ms que

    trasciende

    a la

    antro-

    pologa, est

    de tal

    modo incorporada

    a

    *- _L t ii

    i ...inln

    iivar irim i

    rTnrnyHann i..TJJMml

    su esfuerzo, que slo por una ficcin for-

    mal podemos separarla_de su objeto y aun

    de su

    mtcdo.

    etiyidad

    significa,

    en su sentidj

    las

    disp^sicione^_subjetivas

    jalmas

    i

    cada ente descendimiento

    de s mismo, apertura,

    para

    que cada ente nos

    la

    apertura debida.

  • 5/19/2018 introduccion a la antropologia filosofica.pdf

    27/57

    Jos

    Miguel Ibez Langlois

    As por ejemplo es evidente que el

    conocimiento objetivo del prjimo

    que

    es

    otro sujeto

    no

    simple objeto

    implica

    cierta forma

    de

    simpata

    o

    amor

    por l. Y que el conocimiento religioso

    objetivo implica

    una

    apertura

    o

    dispo-

    nibilidad semejante del sujeto humano

    hacia

    el Sujeto absoluto que

    Dios

    es. Y

    que la ley moral slo puede ser

    objetiva-

    mente conocida por quien tiene una m-

    nima disposicin esencial de obediencia

    hacia ella. En el caso de la antropologa

    anlogamente tratndose_jde un objeto

    a^ie^s^l^ujto^qu^

    Asomos,y de unjsaber

    c|ue_compromete

    nuestro propio ser

    y el

    sentido de nuestra existencia _np^existe

    c_gnojmejito^ con

    respecto__a__las_disposiciones del corazn

    humano:

    para conocer objetivamenteal

    hombre igual como a Dios mismo se re-

    quiere cierta pureza de corazn. La po-

    sibilidad de ocultarnos nuestro ser espi-

    ritual o nuestro

    libre

    albedro o nuestra

    vocacin eterna en virtud de la coarta-

    da cientfica es una posibilidad innega-

    ble. A ella se aade

    jsstando

    jamropolog

    a

    jundada

    en

    cier-

    Introduccin a la antropologa filosfica 57

    tas experiencias originarias del

    hombre,

    y

    siendo algunasde esas experiencias co-

    mo

    en el casodel

    libre albedroesen^

    cialmenteticas,esjajjropia fuente expe-

    . _ _

    3e~asTdisposicionescorrectas;dd corazn

    hujnanp. o se trata aqu por supuesto

    de inclinar subjetivamente la balanza del

    dilema

    antropolgico en funcin de inte-

    reses previos

    del

    sujeto humano;

    se

    trata

    al contrario

    de

    asegurar

    a la

    antropologa

    la_necesaria_

    objetivad, en

    e

    sentido

    de que sus experiencias y deducciones

    slo

    pueden

    alcanzar un contenido obje-

    tivo dentro de las disposiciones adecuadas

    de apertura de l sujeto humano a su auto-

    conocimiento.

  • 5/19/2018 introduccion a la antropologia filosofica.pdf

    28/57

    I I

    Introduccin histrica:

    Para una histori

    de la

    idea

    del

    hombre

  • 5/19/2018 introduccion a la antropologia filosofica.pdf

    29/57

    1.

    Bosquejo

    histrico

    de la antropologa la antigeda d

    Debemos

    completar esta

    introduccin

    con un

    bosquejo

    mnimo y

    esquemti-

    co

    por

    cierto

    de la

    historia

    de la

    antro-

    pologa

    filosfica.

    El desarrollo de la idea

    delhombre

    desde

    Grecia

    hasta

    la

    actua-

    lidad suele describirse hoy con arreglo

    a

    dos

    principios

    deinterpretacin.Por una

    parte se piensa que esta historia avanza

    en la direccin de una creciente autocon-

    ciencia hum ana desde la indiferenciacin

    primitiva del hombre con la naturaleza

    hasta la

    exacerbada lucidez

    y

    conciencia

    de s delhombre contemporneo.Por otra

    parte este proceso

    de

    ascensin

    de

    con-

    cienciase describe como una sucesin con-

  • 5/19/2018 introduccion a la antropologia filosofica.pdf

    30/57

    c Jos Miguel Ibez Langlois

    trastante

    de dos

    tipos

    de

    fases,

    las de se-

    guridad y las de ang ustia: en las primeras,

    la antropologa est cobijada dentro de la

    cosmologa

    y de la

    metafsica,

    y se

    mani-

    fiesta

    en forma de grandes sitemas donde

    el hombre encuentra una definicin y un

    lugar preciso

    en el

    universo Aristteles,

    Santo Toms,

    Hegel ;

    en las pocas de

    crisis, cuando

    los

    sistemas

    se

    derrumban,

    la antropologa emerge

    corno la

    ciencia

    o la

    duda

    rectora, cobrando

    forma

    independiente como teora del hombre

    trgicooproblemtico, y como exaltacin

    de la mism idad personal Scrates, San

    Agustn, Pascal, Kierkeg aard). Aparte de

    la

    ndole simplificada

    de

    este doble prin-

    cipio,

    que no da

    cuenta

    de la

    complejidad

    real de la historia de las ideas, puede con-

    cedrsele algn crdito corno esquema pu-

    ramente

    descriptivo o funcional, es decir,

    siempre

    que se lo

    depure

    de

    todo juicio

    de valor. Pues hoy, a partir de nuestra

    propia situacin de autoconciencia crtica,

    tendemos a considerar que el pensam iento

    antropolgico ha evolucionado hasta

    nosotros, en forma perfectiva, yanloga-

    mente

    tendemos

    a

    valorar

    ms los

    pro-

    Introduccin a la antropologa filosfica

    63

    blemasque lossistemas, el

    cuestionamien-

    to que la certeza:

    todo ello

    en

    favor

    del

    actual sentimiento trgico

    de la vida.

    Pero

    ese juicio

    de

    valor

    es

    slo

    la

    expresin

    de

    nuestra propia crisis antropolgica,

    y

    no

    puede erigirse

    en

    principio

    de

    interpre-

    tacin

    de un

    pasado

    que en

    muchos sen-

    tidos

    nos

    supera.

    No es efectivo que la verdad antropo-

    lgica coincida con el mayor grado de

    autoconciencia, pues

    la

    subjetividad cre-

    ciente

    es un

    progreso harto ambiguo.

    Si

    la conciencia diferenciada de s es un

    avanceen

    relacin

    a la

    hybris primitiva,

    por otra parte la exacerbacin de esa con-

    ciencia, desde

    el

    cogito cartesiano has-

    ta el

    existencialismo actual, tiene mucho

    de enfermizo y descompuesto, y aun de

    ilusorio: el yo se crece a costa de las rea-

    lidades objetivas que le dan sentido.

    Pero

    la

    intencionalidad o

    primaca

    del

    objeto

    real es lo propio de la conciencia sana;

    y

    la primaca de la

    metafsica

    sobre la

    antropologa es lopropio de laculturasa-

    na.

    Por otra parte, y anlogamente, valo-

    rar ms los problemas que lassoluciones,

    ntroduccin

    a la antropologa filosfica

    6

  • 5/19/2018 introduccion a la antropologia filosofica.pdf

    31/57

    Jos Migue]

    bez

    Langlois

    la duda que la certeza, la angustia que la

    ciencia, es lopropio de una actitud escp-

    tica,que puede tener cierto valor limitado

    como estmulo para

    el

    conocimiento as

    la

    irona socrtica),

    pero no

    puede

    ser la

    vida esencial de la ciencia. De all que la

    substancia de la antropologa como saber

    filosfico se

    encuentre

    ms en los

    siste-

    mas

    clsicos que en las problematizacio-

    nes que stos padecen en las pocas de

    crisis.D e

    all

    tambin,

    que los

    momentos

    ms

    altos en la historia de la antropologa

    no tengan por qu coicidir con la enervada

    conciencia

    de s y con la

    angustia crtica

    que caracteriza nuestro presente

    histrico.

    Siguiendo, pues,

    en

    trminos descrip-

    tivos

    y no

    axiolgicos

    el

    esquema aludido,

    podemos condensar la historia del pensa-

    miento antropolgico occidental

    en

    tres

    grandes

    ciclos, precedidos

    y

    prolongados

    por sus

    correspondientes crisis.

    El

    pensa-

    miento griego brota de la crisis socrtica

    y se

    despliega

    en las

    grandes construccio-

    nes

    sistemticas

    de

    Platn

    y

    Aristteles,

    que secontinan en la antropologa estoi-

    ca,

    el

    neoplatonismo

    y la

    gnosis helnica.

    El

    pensamiento medieval nace

    de l

    proble-

    matismo crtico de SanAgustn, y sedes-

    arrolla

    en

    mltiples corrientes

    que rein-

    terpretan a Platn y Aristteles desde la

    fe

    cristiana, confluyendo en la grandiosa

    sntesis antropolgica y metafsica deSan-

    to

    Toms

    de Aquino. Con el

    quiebre

    de

    la cultura

    medival,

    la crisis religiosa y la

    revolucin copernicana, el problematismo

    de Pascal abre paso a los grandes sistemas

    del racionalismo moderno, que culminan

    en

    Hegel. El

    impacto

    de l

    evolucionismo

    y la

    lucidez crtica

    de un

    Kierkegaard ini-

    cian, tras

    la

    superacin

    deHegel un pe-

    rodo que es todava el nuestro, y del cual

    difcilmente podemos hacer historia. De

    ms

    est sealar

    el

    carcter enteramente

    esquemtico, selectivo y simplificador de

    este bosquejo, que slo persigue agrupar

    en

    grandes ciclos

    las

    concepciones antro-

    polgicas ms relevantes de la historia

    occidental.

    Sabido es que el hombre primitivo se

    sinti inmerso, solidario y en suma

    casi

    idntico

    con la

    naturaleza,

    y

    sobre todo

    con

    el

    mundo animal

    y

    vegetal

    de su en-

    ntroduccin a la

    antropologa filosfica

    7

  • 5/19/2018 introduccion a la antropologia filosofica.pdf

    32/57

    Jos

    Miguel

    bez Langlois

    torno.

    La

    conciencia

    de

    s

    germinal

    y bo-

    rrosa estaba an sumergida en la con-

    ciencia

    de totalidades ms amplias a las

    que el hombre se senta pertenecer: la

    tribu el m bito vital las fuerzas telri-

    cas

    el cosmos.

    Este

    no es slo un rasgo

    del hom bre prim itivo sino tamb in

    de

    momentos muy

    elevados

    de la

    cultura

    oriental hasta el da de hoy . As el hu-

    manismo moral chino y al pantesmo hin-

    d se

    fundan

    en buena medida en el

    sentimiento

    de la

    unidad casi indiferen-

    ciada del

    hombre

    con la naturaleza. Los

    seres

    mineral

    planta animal hombre

    se

    perciben en relacin aditiva enlazados

    por esencia en la totalidad de lo existen-

    te.

    Suele decirse

    que el

    hombre

    no se

    destaca

    netamente sobre

    la

    naturaleza

    hasta la culminacin de la

    cultura griega

    clsica.

    C on

    todo este juicio

    es

    vlido slo

    en el

    mbito

    de l

    pensamiento

    filosfico

    propiamente dicho; pues ya mucho antes

    de la poca urea de la cultura griega en

    la historia original del pueblo judo exis-

    ti una experiencia del hombre como ser

    personal abierto a la trascendenc ia que

    condiciona

    nuestra idea

    del

    hombre

    y del

    mundo hasta

    el da de

    hoy; slo

    que este

    sentido antropolgico permaneci impl-

    cito bajo una expresin religiosa y slo

    vino aform ularse como filosofa en los

    siglos

    cristianos.

    Los

    comienzos de la antropologa grie-

    ga estn envueltos

    an en las

    explicacio-

    nes mticas de la cosmogona. Sobre este

    trasfondo

    el concete a ti mism o brota

    a

    la par como un mandato tico-religioso

    y como

    un

    alumbramiento especulativo.

    Se lo encuentra ya explcito en

    Herclito

    que es a la vez un

    filsofo

    de la natura-

    leza

    y un

    virtual antroplogo:

    me he

    buscado a mmismo; por muy lejos que

    vayas no

    hallarn

    los

    lmites

    del

    alma:

    tan

    profundo

    es su logos. Pero la

    auto-

    rreflexin

    encuentra su

    forma

    madura en

    Scrates quien hace

    de

    ella

    en

    oposi-

    cin

    a los presocrticos o naturalistas

    el centro y aun la totalidad del saber. Toda

    otra cuestin debe ser ahora despreciada

    o postergada en relacin a sta: qu es

    el hombre?

    El

    Scrates original

    nos

    plan-

    tea ms bien la pregunta que la respuesta.

    Esta ltima

    se nos

    ofrece

    slo

    en

    forma

    8 Jos Miguel Ibez Langlois

  • 5/19/2018 introduccion a la antropologia filosofica.pdf

    33/57

    implcita: una vida no examinada no va-

    le la pena de ser vivida; el hombre es

    el ser que se

    pregunta

    por s

    mismo,

    y

    accede a la respuesta por va dialogal: el

    hombre es dilogo con el hombre sobre

    el

    hombre.

    Pero

    en esta sola indicacin

    late

    ya, en

    forma germinal,

    la

    antropolo-

    ga toda: pues

    la

    facultad

    que

    hace posible

    la

    pregunta,

    el

    dilogo

    y la

    respuesta, con-

    vierte al hombre en un ser lgico y

    tico,

    sujeto

    inteligente

    y

    moral;

    la re-

    flexin

    platnica

    se

    encargar justam ente

    de formular una teora expresa de este

    atributo superior, la mente, al hilo de

    una metafsica de la verdad y del bien.

    El

    anlisis

    de la

    razn humana, como

    po-

    tencia distinta de los sentidos, capaz de

    abrirse inmaterialmente a la forma y ser

    de las cosas tal como son en s mismas, y

    de conocer

    por

    conceptos universales,

    es

    para

    Platn

    y Aristteles el

    principio

    so-

    crtico de toda antropologa, y tambin

    el fundam ento de la

    ciencia,

    de la

    tica

    y

    de

    la teologa. La

    filosofa

    de Platn pro-

    porcionar a la cultura occidental el reper-

    torio ejemplar de las pruebas de la espiri-

    tualidad e inmortalidad del alma hum ana,

    Introduccin a la antropologa filosfica

    de la

    existencia

    de

    Dios

    y de la

    objetividad

    del bien moral,Puesel descubrimiento de

    la

    inteligencia racional le lleva necesaria-

    mente a la afirmacin de la

    divinidad,

    su-

    premobien de l alma hum ana a la vez que

    principio ordenador de la armona csmi-

    ca.

    La

    mente pensante

    del

    hombre parti-

    cipa de la naturaleza divina, y, por su

    pertenencia

    y

    vinculacin inmaterial

    al

    mundo

    de las

    ideas, trasciende

    al

    cuerpo

    y

    al

    ntegro universo

    de las

    cosas

    que se

    mueven:

    el hombre es un espritu alojado

    temporalmente

    en la

    crcel

    del

    cuerpo.

    Este dualismo platnico volver

    a

    apare-

    cer

    una y

    otra

    vez en la

    historia

    del

    pen-

    samiento

    europeo.

    Aristteles comparte, en general, los

    supuestos fundamentales de Platn; pero

    convencido

    de la debilidad y lmites del

    intelecto humano,

    y

    mejor fundado

    en el

    rigor

    del anlisis emprico, recorta los

    vuelos

    del

    optimismo espiritualista

    de su

    maestro en favor de una antropologa rea-

    lista

    y

    un itaria.

    Por de

    pronto,

    y a

    partir

    de un depurado anlisis del proceso cog-

    noscitivo, reconoce que la inteligencia,

    ntroduccin

    a la

    antropologa

    filosfica

  • 5/19/2018 introduccion a la antropologia filosofica.pdf

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    Jos Miguel bez

    Langlois

    aunque de suyo una facultad superior o

    inmaterial, slo puede actuar

    a

    partir

    de

    los sentidos corporales, y por tanto que

    el

    alma depende

    del

    cuerpo

    y le

    est uni-

    dosubstancialmente.Ascomola forma

    aristotlica es la idea platnica que ha

    descendido

    almundo realyhaceuna sola

    cosa con la substancia o ente singular, del

    cual es su acto o

    principio

    conigura-

    dor, anlogamente,

    el

    alma aristotlica

    ya no es un ente espiritual puro, sino el

    principio formal

    o

    actual

    del

    cuerpo

    humano;

    el hombreposee pues, la mism a

    estructura hilemrfica de los dems vi-

    vientes y aun de todos los seres naturales.

    El alma es, entonces, el primer acto o

    forma animadorade l cuerpo orgnico; su

    principio intelectivo depende

    del

    cuerpo,

    aunque es, de suyo, inmaterial e inmor-

    tal. Aristteles afirma la inmortalidad

    impersonal del intelecto agente; sobre la

    suerte del alma individual tras la muerte,

    su juicio

    es

    incierto.)

    Por el

    conocimiento

    superior,

    el

    alma

    es en

    cierto modo

    to-

    daslas

    cosas

    del univ erso; pero slo llega

    a serlo a partir de la sensibilidad. El alma

    humana es para Aristteles una sola ve-

    getativa, sensitiva e intelectiva: el prin-

    cipio nico

    de la

    v egetacin,

    la

    sensacin

    y la

    inteleccin.

    Por

    cierto

    que

    este con-

    cepto antropolgico no se entiende sino

    en relacin al sistema compacto constitui-

    do por la lgica, la

    fsica,

    la biologa, la

    metafsica, la teologa, la tica, la poltica

    y

    la

    potica aristotlica, sntesis monu-

    mental del saber antiguo. Digamos, en

    suma,

    que de

    Aristteles arranca

    la

    per-

    durable nocin clsica del hombre como

    ekonlogou el animal con lenguaje

    y pensamiento, el

    animal

    ralinale fr-

    mula tandiscutida comosequieraapartir

    del siglo

    xix

    pero an hoyvigente como

    escueta definicin esencial por el gnero

    prximo y la diferencia especfica).

    No se trata, en esta definicin, de se-

    alar slo los lmites empricos que

    sepa-

    ran

    alhombre de losanim ales superiores;

    partiendo de una consideracin emprica,

    este concepto griego alcanzauna dimen-

    sin

    metafsica,

    en cuanto contrapone al

    hombre

    con

    toda

    la

    naturalezainfrahuma-

    na en

    general,

    y lo

    relaciona mediante

    el

    logos con el Theos o fund am ento del

    72

    Jos

    Migue] Ibnez Langlois

    Introduccin a la

    antropologa

    filosfica 73

  • 5/19/2018 introduccion a la antropologia filosofica.pdf

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    cosmos. El

    principio

    o

    forma

    activa de la

    naturaleza humana, su acto, energa, ente-

    lequia especfica, es la mente pensante,

    poder espiritual

    o

    participacin

    del

    Prin-

    cipio

    divino que encierra en s las ideas

    eternas

    de las

    cosas

    y que

    mueve

    y

    plas-

    ma eternamente el mundo y su ordena-

    cin ideal.

    Es en

    virtud

    de

    este principio

    que el hombre puede conocer la realidad

    tal como es en s

    theorein),

    obrar bien

    en la

    vida

    pratem) y

    producir

    en la

    natu-

    raleza obras llenas de sentido poiein).

    En

    suma:

    el

    hombre posee

    en s,

    como

    principio

    constitutivo

    o

    formal

    de su

    rea-

    lidad, un elemento agente superior

    nous

    poietikos) que la naturaleza no posee sub-

    jetivamente

    en forma de

    sujeto);

    ese

    ele-

    mento est ligado

    ontolgicamente

    al

    Principio que da

    forma

    al mundo y con-

    vierte el caos en cosmos; es un agen