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La ecografía de alta resolución es el método de imá-
genes de primera línea para detectar nódulos en la
glándula tiroides (1,2).
Los ecógrafos de gran resolución espacial con
que contamos hoy en día, sumado a la localización
superficial de la glándula en el cuello, hacen posi-
ble la detección de lesiones de hasta 2mm de diá-
metro (3).
La prevalencia de nódulos tiroideos no palpables,
hallados ecográficamente en estudios vasculares ca-
rotídeos o exámenes solicitados por hipo o hiper-
tiroidismo, en especial en pacientes mayores de 60
años es del 50-60% (4)
Aunque la patología nodular es frecuente, en es-
pecial en la mujer (5), el cáncer tiroideo es raro, re-
presentando menos del 5% de la totalidad de los
nódulos hallados en la glándula (6,7). Por lo tanto,
el desafío es detectar aquellos nódulos con mayores
probabilidades de ser malignos, que requerirán una
punción-aspiración con aguja fina (PAAF) para con-
firmar o sugerir el diagnóstico de malignidad y de
esta manera, realizar un diagnóstico y tratamiento
precoces.
El objetivo del presente artículo es describir las
variables ecográficas del nódulo tiroideo, haciendo
énfasis en aquellas que se asocian a lesiones de es-
tirpe maligna.
La mayoría de los nódulos tiroideos benignos co-
rresponden a nódulos hiperplásicos, adenomas,
adenomas con degeneración quística, quistes coloi-
deos o hemorrágicos e infrecuentemente a quistes
verdaderos. Ellos deben ser diferenciados de los
nódulos malignos correspondientes a (en orden de
frecuencia) carcinoma papilar, folicular, de células
de Hürthle, medular, anaplásico, linfoma tiroideo y
metástasis (provenientes de tumores primarios de
melanoma, mama, pulmón o células renales) (8)
Aunque ciertas características ecográficas pueden
estar asociadas a tumores malignos, la PAAF conti-
núa siendo el gold standard para el diagnóstico
(1,2)
Durante la última década, se han publicado nu-
merosos estudios que han evaluado las caracterís-
ticas del nódulo tiroideo más frecuentemente
asociadas a malignidad. La dificultad estriba en que
estos estudios generalmente no son rigurosos desde
el punto de vista metodológico y no evalúan de la
misma manera las distintas variables ecográficas.
Sumado a ello, el equipamiento empleado no es
uniforme, utilizándose en algunos estudios trans-
ductores de 7MHz y en otros transductores de ma-
yores frecuencias (12-14 MHz), con la consecuente
diferencia en la capacidad de discriminación espa-
The prevalence of thyroid nodules is high, especially due to the useof high-resolution ultrasound which can detect nodules up to 2mmin size.Several sonographics features have been described as potentiallymalignant nodule predictors. Although the association with canceris stronger in some of these variables, there is still enough overlapbetween them in order to avoid the confirmation through fine needleaspiration citology.
La prevalencia de los nódulos tiroideos es muy alta, debido especial-mente al empleo de ecógrafos de alta resolución que permiten de-tectar nódulos de hasta 2mm de diámetro. Se han descrito varias características ecográficas del nódulo comopotenciales predoctoras de malignidad. Aunque la asociación concáncer es más fuerte en algunas de esas variables, aún sigue ha-biendo la suficiente superposición entre ellas como para evitar laconfirmación citológica a través de la punción-aspiración con agujafina.
Introducción
Key words: Thyroid - Ultrasound - Neoplasm - Biopsy Palabras clave: Tiroides – Ecografía – Neoplasia - Biopsia
Revisión iconográfica
Evaluación ecográfica del nódulode tiroides
Batallés S. M.
Abstract Resumen
Características ecográficas del nó-dulo tiroideo
Evaluación ecográfica del nódulo de tiroides Batallés S. M.
cial de los mismos. El resultado es la gran variabi-
lidad de conclusiones entre los estudios disponi-
bles.
Estamos de acuerdo en definir al nódulo tiroideo
como aquella área o áreas de la glándula de eco-
genicidad diferente al resto del parénquima tiroideo
(9) Aunque casi ninguno de los criterios ecográficos
considerados aisladamente resulta patognomónico
para predecir la benignidad o malignidad de un nó-
dulo, cuando se utilizan en conjunción presentan
un alto valor predictivo para el diagnóstico diferen-
cial (6). Por ello, es de suma importancia investigar
y describir de la manera más completa posible las
variables del nódulo, tanto en modo B, en el Dop-
pler color y en el AngioPower.
Las variables ecográficas a evaluar en el nódulo
de tiroides son:
EcogenicidadEsta característica se refiere al aspecto del nódulo
comparado con el parénquima tiroideo normal. La
tiroides normal es homogéneamente hiperecoica
respecto a la ecogenicidad de los músculos periti-
roideos.
Un nódulo generalmente es caracterizado como
–hipo, -iso o –hiperecoico, si es de menor, igual o
mayor ecogenicidad respecto al tejido tiroideo ad-
yacente.
El nódulo isoecoico es el de más difícil identifi-
cación y el que puede pasar desapercibido a los
ojos del operador apresurado. En ocasiones, la pre-
sencia de un halo hipoecoico periférico (Figura 1)
o la vascularización periférica al Doppler color (Fi-
gura 2) del área sospechosa permiten su pesquisa.
Clásicamente, la lesión hiperecoica es conside-
rada sinónimo de benigna, pero cerca del 1- 4% de
los nódulos hiperecoicos pueden ser malignos (10).
Generalmente, el nódulo maligno es sólido e hi-
poecoico, pero más del 30% de los nódulos hiper-
plásicos benignos también pueden serlo. De
cualquier manera, las lesiones sólidas predominan-
temente hipoecoicas llegan a tener una especifici-
dad del 94% para malignidad (11,12).
La ecogenicidad del nódulo como característica
es importante en 2 situaciones:
• Cuando la tiroides extranodular está afectada
por tiroiditis de Hashimoto y es más heterogénea
de manera difusa, haciendo más dificultosa la eva-
luación de la ecogenicidad del nódulo
• Dos tercios de los nódulos presentan más del
25% de su estructura de naturaleza quística (13).
Por lo tanto, más del 50% de los nódulos muestran
algo de componente quístico en su estructura y la
clasificación de ecogenicidad debe hacerse por el
componente sólido del nódulo. Ese componente
sólido en ocasiones se expresa como nódulo mural
avascular e isoecoico dentro de un gran nódulo
quístico. Esos nódulos murales representan coágu-
los secundarios a hemorragia intraquística.
Rev. Arg. Diag. por Imágenes Vol. Nº -
Fig. : Nódulo isoecoico en el lóbulo derecho. La presencia del finohalo hipoecoico periférico ayuda a delimitar el nódulo delparénquima circundante.
Fig. : Nódulo isoecoico en el lóbulo derecho. La vascularizaciónperiférica en el Doppler Color ayuda a delimitar el nódulodel parénquima circundante.
CalcificacionesEstán presentes hasta en el 30% de los nódulos y
pueden dividirse en:
• Microcalcificaciones: focos ecogénicos punti-
formes menores a los 2mm de diámetro, con o sin
sombra acústica posterior. En ocasiones pueden
manifestarse sólo como una fina sombra acústica.
La importancia de las mismas radica en su alta
asociación (85-90%) con el carcinoma papilar (co-
rrespondiendo a la calcificación de los cuerpos de
psammoma).
A pesar de su alta asociación a neoplasias malig-
nas, la sensibilidad y especificidad globales mues-
tran un rango de 35 a 72% y 71 a 94% (14,15).
Pueden estar presentes en los carcinomas medu-
lares, a veces coexistiendo con macrocalcificaciones
(población mixta de calcificaciones) (Figura 3), tra-
duciendo un fenómeno de fibrosis reactiva y calci-
ficación de los depósitos de amiloide (16, 17).
Es necesario distinguir las macrocalcificaciones
del material coloideo denso, altamente asociado a
nódulos benignos, que suele manifestarse como
puntos hiperecogénicos, pero con un efecto de re-
verberación posterior causado por la refracción del
sonido en condensaciones proteicas de dicho co-
loide, que muestra el signo típico “en cola de co-
meta” (Figura 4).
• Macrocalcificaciones / calcificaciones tipo “co-
arse”:
Son mayores a los 2mm de diámetro y causan
sombra sónica posterior. Pueden estar presentes
tanto en nódulos benignos como malignos y se
trata de calcificaciones distróficas asociadas a áreas
de fibrosis y necrosis tisular (Figura 5).
Son muy frecuentes en aquellos nódulos benig-
nos que forman parte de un bocio multinodular.
Las calcificaciones tipo coarse se asocian al car-
cinoma medular y corresponden a la calcificación
de áreas de depósito de amiloide (18).
Evaluación ecográfica del nódulo de tiroides Batallés S. M.
Rev. Arg. Diag. por Imágenes Vol. Nº -
Fig. : Nódulo hipoecoico de límites poco netos en el que se observapoblación mixta de calcificaciones (micro y macrocalcifica-ciones). Carcinoma medular.
Fig. : Quistes coloideos con el típico artefacto en “cola de cometa”.
Fig. : Nódulo sólido con degeneración quística interna y calcifica-ciones groseras.
• Calcificaciones “en cáscara de huevo”:
Estructuras curvilíneas hiperecogénicas que ro-
dean al nódulo y que abarcan 120° o más de su cir-
cunferencia (6, 19).
Si esta calcificación circunferencial muestra un as-
pecto anular continuo y sin interrupciones, puede
ser considerada sinónimo de benignidad (Figura 6),
pero se ha demostrado su asociación a nódulos ma-
lignos especialmente cuando dicha circunferencia
se vuelve discontinua y fragmentada (20,15) (Figu-
ras 7 A y 7B).
Márgenes - Presencia de Halo PeriféricoLos márgenes de los nódulos tiroideos pueden ser
regulares / bien definidos o irregulares / difusos,
en ocasiones con aspecto microlobulado.
Mientras que las hiperplasias nodulares y los ade-
nomas suelen mostrar bordes netos, sin invasión a
estructuras vecinas, los nódulos malignos que inva-
den el tejido tiroideo en el que asientan tienen már-
genes irregulares (sensibilidad media del 55%) (21).
Pero, los contornos regulares no garantizan la be-
nignidad en el 100% de los casos puesto que pue-
den existir lesiones malignas con bordes netos
(Figura 8) y entre el 15 y el 59% de los nódulos be-
nignos pueden tener márgenes mal definidos y
contornos microlobulados (9, 11,12) (Figura 9).
Las lesiones benignas presentan a menudo un
anillo o halo hipoecoico circunferencial que mu-
chas veces permite destacar el nódulo del parén-
quima normal vecino. En el caso de las hiperplasias
nodulares este halo representa una “pseudocáp-
sula” de tejido fibroso y conjuntivo por compresión
del parénquima tiroideo vecino y por la presencia
de delgados vasos periféricos y edema perilesional;
pero en el caso de los adenomas se trata de una
verdadera cápsula que rodea al nódulo sumado al
fenómeno inflamatorio perinodular (22).
Las neoplasias pueden mostrar un halo parcial o
ausente (23) y márgenes borrosos o mal definidos;
en estos casos la asociación con nódulos malignos
ha sido mayor (18,24).
Debe ser evaluada la fijación del nódulo a las es-
tructuras circundantes ya que esta característica su-
giere invasión maligna (25).
Es de destacar que la variabilidad interobservador
de esta característica es muy alta y por ello los re-
Evaluación ecográfica del nódulo de tiroides Batallés S. M.
Rev. Arg. Diag. por Imágenes Vol. Nº -
Fig. : Nódulo con calcificación “en cáscara de huevo” completa yregular. Asociada a nódulo benigno.
7 A. Nódulo con calcificación periférica parcial. Asociada a neoplasias malignas.En el Doppler Color muestra vascularización periférica e interna.7 B. Nódulo con calcificación periférica parcial, con interrupciones. Asociada a neoplasias malignas.
Fig. :a-b
sultados de las distintas investigaciones suelen ser
disímiles (26).
Forma del NóduloLa forma del nódulo tiene un significado pronós-
tico: diversos estudios han hallado que los nódulos
con una forma más esférica muestran mayor inci-
dencia de malignidad (22), mientras que otros es-
tudios defienden que los nódulos más altos que
anchos son más propensos a albergar células ma-
lignas en su interior (27).
La forma irregular del nódulo se ha asociado a
nódulos malignos (23).
Naturaleza del NóduloMuchos nódulos tiroideos son quísticos o tienen
componentes quísticos u ocurren en el contexto de
un bocio multinodular.
Los nódulos malignos aparecen más frecuente-
mente como de naturaleza sólida (23).
Los nódulos puramente quísticos son muy impro-
bables que contengan células malignas, como tam-
bién es muy poco probable que las contengan los
nódulos con aspecto espongiforme (que ocurren
por una agregación de múltiples
áreas nodulares microquísticas, que componen
más de 50% de su volumen) (16, 25,28) (Figuras 10
A y 10 B).
Los nódulos quísticos representan aproximada-
mente el 20% de todos los nódulos tiroideos (7).
Los puramente quísticos son casi sinónimos de
benignidad, pero el 15% de los nódulos quísticos
puede corresponder a necrosis quística en carcino-
mas papilares y el 30% a adenomas con degenera-
ción hemorrágica (29). Es por ello fundamental
evaluar la vascularización de los tabiques internos
y de las papilas internas, presentes en los nódulos
quísticos, ya que la presencia de circulación en di-
chas estructuras puede hacernos sospechar la pre-
sencia de una neoplasia maligna con necrosis
quística (Figuras 11 A a D).
Evaluación ecográfica del nódulo de tiroides Batallés S. M.
Rev. Arg. Diag. por Imágenes Vol. Nº -
Fig. : Nódulo sólido, con márgenes netos, acentuadamente hipoe-coico, con vascularización periférica. A pesar de poseer susmárgenes netos, llama la atención la acentuada hipoecoge-nicidad que torna al nódulo sospechoso
Fig. : Nódulo sólido que, a pesar de ser microlobulado en sus con-tornos, es iso/hiperecoico, con halo hipoecoico periférico.
Evaluación ecográfica del nódulo de tiroides Batallés S. M.
Rev. Arg. Diag. por Imágenes Vol. Nº -
10 A. Nódulo de aspecto espongiforme, con vascu-larización periférica y algunos tractos vascularesinternos en el Doppler Color. 10 B. Otro ejemplo de nódulo de aspecto espongi-forme.
Fig. :a
b
Fig. : 11 A. Nódulo líquido con septo / tabique interno. Modo B.11 B. El mismo nódulo anterior no muestra vascularización al Doppler Color en elsepto interno.11 C. Nódulo líquido con papila interna excéntrica. No muestra vascularización de lapapila con el Doppler Color.11 D. Nódulo líquido con gran papila interna, la cual muestra intensa vascularizacióncon el Doppler Color. Nódulo sospechoso.
a bc de
Vascularización del NóduloEl patrón de vascularización del nódulo puede co-
rrelacionarse con la probabilidad de malignidad.
Chammas y col. (30) clasificaron a los nódulos ti-
roideos en 5 categorías, de acuerdo a su vasculari-
zación al Doppler Color y AngioPower:
• Tipo I: Ausencia de flujo en el nódulo
• Tipo 2: Flujo perinodular exclusivo (Figura 12)
• Tipo 3: Flujo perinodular periférico de igual je-
rarquía o mayor que el central (Figura 13)
• Tipo 4: Flujo central predominante (Figura 14)
• Tipo 5: Flujo central exclusivo
Los nódulos tipo 4 y 5 son los más relacionados
con nódulos malignos (21).
Se ha puesto interés en los valores de Indice de
Resistencia (IR) e Indice de Pulsatilidad (IP) de las
arterias intranodulares, ya que existiría alta resisten-
cia de los vasos por vascularización irregular en los
nódulos malignos (secundaria a estenosis, oclusio-
nes, aneurismas, microfístulas arterio-venosas (31).
A pesar de que valores mayores a 0.75 para el IR y
1.2 para el IP se han asociado a nódulos malignos,
hay discrepancia en estos valores por la alta super-
posición que existe entre patología benigna y ma-
ligna.
Es patognomónico en las neoplasias de estirpe
folicular el patrón de vascularización “en rueda de
carro” (Figura 15) (32).
En general, el aumento de la vascularización de
un nódulo tiroideo es sugestivo de malignidad,
pero no debe considerarse una característica patog-
nomónica.
Evaluación ecográfica del nódulo de tiroides Batallés S. M.
Rev. Arg. Diag. por Imágenes Vol. Nº -
Fig. : Nódulo sólido isoecoico con vascularización periférica es-casa en el AngioPower (izquierda) y Doppler Color (dere-cha).
Fig. : Nódulo sólido, heterogéneo, con vascularización perifé-rica e interna al Doppler Color.
Fig. : Nódulo hipoecoico sólido, contornos netos, con vasculari-zación interna al Doppler Color (izquierda) y AngioPo-wer (derecha).
Fig. : Vascularización del nódulo en “rueda de carro”, asociadaa neoplasias de estirpe folicular. AngioPower.
ElastografíaLa elastografía utiliza el ultrasonido para medir la
consistencia, rigidez o dureza del nódulo. Cuanti-
fica la distorsión o el grado de deformación que
ocurre cuando el mismo es sometido a presión ex-
terna.
La elasticidad puede evaluarse calculando el
grado de distorsión del haz ultrasónico. Cuanto
mayor es la dureza del nódulo o menor su elastici-
dad, existen mayores posibilidades de tratarse de
un nódulo maligno.
Varios estudios han investigado su papel en la
predicción de malignidad del nódulo tiroideo. Se
han reportado valores de sensibilidad y especifici-
dad que oscilan entre 82% a 100% y 81% a 97%,
respectivamente (14, 33, 34).
La técnica tiene limitaciones en lesiones con cal-
cificaciones groseras, con componente quístico im-
portante y en la diferenciación de lesiones
foliculares (benignas vs. malignas) (14,34).
Actualmente, el empleo de esta técnica es con-
trovertido, carece de medidas estandarizadas para
su uso generalizado y requiere validaciones pros-
pectivas (Figuras 16 A-E).
Evaluación ecográfica del nódulo de tiroides Batallés S. M.
Rev. Arg. Diag. por Imágenes Vol. Nº -
Fig. :16 A. Nódulo sólido, hipoecoico, con pequeñas microcalcificaciones, bordes netos, que en la eva-luación con Elastografía muestra un mapa de colores que indica gran componente inelásticodel nódulo, sugestivo de neoplasia maligna.16 B. El estudio anátomo-patológico de la pieza quirúrgica confirmó la presencia de carcinomapapilar.16 C. Nódulo sólido con componente quístico interno, con marcada vascularización interna alDoppler Color.16 D. La evaluación con Elastografía muestra un mapa de colores que indica gran componenteinelástico del nódulo, sugestivo de neoplasia maligna.16 E. El estudio anátomo-patológico de la pieza quirúrgica descartó la presencia de carcinomapapilar (se trató de un nódulo hiperplásico adenomatoso).
a bc de
Tamaño del NóduloEl tamaño del nódulo no es un factor predictor de
malignidad (21).
El riesgo de malignidad de los nódulos tiroideos
palpables es aproximadamente un 10% y varios es-
tudios sugieren una incidencia similar de maligni-
dad en los nódulos menores de 1 cm.(7,35).
De los nódulos malignos que se hallan en la ti-
roides, entre el 5 y el 24% son microcarcinomas
(MCT) (36), es decir cánceres menores al centíme-
tro de diámetro (Figuras 17 A y B).
La pregunta que se plantea es: ¿cuáles micronó-
dulos deben ser tratados quirúrgicamente y cuáles
solo controlados?. La American Thyroid Association
(ATA) recomienda PAAF de los nódulos subcenti-
métricos si hay un alto riesgo de malignidad (histo-
ria familiar de cáncer de tiroides, de radiación
externa, nódulos ávidos por la 18 Flúor-Desoxi-
Glucosa en la Tomografía por Emisión de Postiro-
nes (PET) o si se detectan ganglios cervicales
sospechosos, en cuyo caso la PAAF debe realizarse
también en los mismos (1).
Debe considerarse que un cambio de tamaño en
el control evolutivo ecográfico del nódulo es signi-
ficativo si existe una variación de tamaño superior
al 20%, siempre que esta variación sea mayor a 2
mm. Otro criterio considera un crecimiento de 15%
en el volumen (37).
Evaluación ecográfica del nódulo de tiroides Batallés S. M.
Rev. Arg. Diag. por Imágenes Vol. Nº -
17 A y B. Dos ejemplos de micromódulos tiroideos (menores al centímetro de diámetro), hipoecoicos, con vascularización interna al DopplerColor y Angiopower respectivamente, que resultaron ser microcarcinomas papilares.
Fig. :a-b
Adenopatías CervicalesLa presencia de metástasis en los ganglios cervica-
les es el más importante signo de neoplasia tiroidea
avanzada y ocurre en el 15-20% de los cánceres ti-
roideos, principalmente en el papilar y medular (6),
comprometiendo generalmente las cadenas yúgulo-
carotídeas medias e inferiores.
Es por eso que el examen de los ganglios del
cuello debe ser rutinario, en especial en aquellos
pacientes con nódulos tiroideos sospechosos (Fi-
gura 18 A).
En ocasiones, la adenopatía puede ser la primera
manifestación de la neoplasia tiroidea y no es in-
frecuente que microcarcinomas puedan debutar de
esta manera (38).
Los ganglios metastáticos se presentan con forma
redondeada, aumentados de tamaño, con ausencia
de hilio ganglionar, de contornos irregulares y con
vascularización intraganglionar; pueden mostrar de-
generación quística o macrocalcificaciones (39) (Fi-
guras 18 B y C)
Evaluación ecográfica del nódulo de tiroides Batallés S. M.
El riesgo de malignidad es similar en pacientes con
nódulos múltiples, comparados con aquellos que
presentan nódulo único (40).
En los pacientes con más de un nódulo, de ta-
maño mayor al centímetro, debe realizarse PAAF a
aquel nódulo que más sospechoso resulte desde el
punto de vista ecográfico en lugar de elegir al de
mayor tamaño (1).
Si existen numerosos varios nódulos mayores al
centímetro de diámetro y ninguno de ellos es sos-
pechoso ecográficamente, entónces se punzará el
de mayor tamaño y se realizará seguimiento eco-
gráfico en los de menor tamaño (1) (Figura 19).
En el año 2009, la ATA publicó su guía de manejo
de pacientes con nódulos y cáncer diferenciado de
tiroides (1).
En dicha guía se sugiere que debe dosarse el
nivel de Tirotrofina (TSH) sérica como parte inicial
de la evaluación del paciente al cual se le descubre
un nódulo de tiroides mayor al centímetro de diá
metro. Si la TSH sérica es inferior a la normal, de-
bería realizarse un centellograma tiroideo con Tec-
necio pertecnectato o con Yodo 123 (no disponible
en nuestro país).
La ecografía de tiroides, con o sin PAAF, debe re-
alizarse en todos los pacientes con nivel sérico de
TSH normal o alto (que se asocia con un mayor
Rev. Arg. Diag. por Imágenes Vol. Nº -
Fig. :
18 A. Ganglio cervical ecográficamente normal. Formaalargada, homogéneo, con patrón de vascularizaciónhiliar.18 B y C. Ganglio cervical ecográficamente sospechoso(a pesar de conservar su forma ovalada, se muestra he-terogéneo y con microcalcificaciones). Acompaña anódulo tiroideo sólido, hipoecoico, con microcalcifica-ciones internas y marcada vascularización interna enel Doppler Color.Nódulo maligno con metástasis cervical al momentodel diagnóstico.
a bc d
La tiroides multinodular
Fig. : Nódulo hipoecoico de bordes difusos, que asienta en elseno de un bocio multinodular (nódulos sólidos iso/hipe-recoicos que lo rodean), con vascularización alterada enel Doppler Color.
Protocolo de manejo del nódulotiroideo
riesgo de malignidad del nódulo (41), o en el nó-
dulo tiroideo hallado incidentalmente en estudios
de Tomografía Computada (TC) o Resonancia Mag-
nética (RM) o áreas de mayor actividad metabólica
en la glándula en la Tomografía por Emisión de Po-
sitrones (PET).
La PAAF es un procedimiento simple, ampliamente
disponible, fácil de realizar,
preciso (más del 90% de exactitud diagnóstica),
costo-efectivo y considerado como parte esencial
de la investigación inicial de un nódulo tiroideo (1).
Las complicaciones agudas son raras y no hay re-
portes de implantación cutánea de células malignas
al realizar una PAAF.
Sin embargo, el éxito del procedimiento depende
de la habilidad del operador, pero mucho también
de la experiencia del citopatólogo.
La PAAF tiene una tasa de falsos negativos entre
el 1 y 11% y una tasa de falsos positivos que oscila
entre el 0% y el 7% (42).
Uno de los resultados no deseados de la PAAF es
el que informa que la muestra obtenida es “no-diag-
nóstica”. La tasa de resultados no-diagnósticos es
variable de acuerdo a la experiencia de los centros,
pero el valor de 15% es el límite máximo aceptable
recomendado por las guías de la Papanicolaou So-
ciety (43)
En general, las indicaciones de la PAAF guiada
por ecografía son (Tabla 1):
Evaluación ecográfica del nódulo de tiroides Batallés S. M.
Rev. Arg. Diag. por Imágenes Vol. Nº -
Punción aspiración con aguja fina(paaf)
Tab : Indicaciones de la PAAF guiada por ecografía -Modificadas de ()-
Evaluación ecográfica del nódulo de tiroides Batallés S. M.
Criterios ecográficos de benignidad del nódulo ti-
roideo
• Contornos regulares
• Límites netos
• Nódulo iso o hiperecogénico
• Halo hipoecoico
• Flujo perinodular (tipo II) o sin vascularización
• Nódulo anecoico, áreas quísticas
• Artefactos en “cola de cometa”
• Macrocalcificaciones
Criterios ecográficos de malignidad del nódulo ti-
roideo
• Nódulo hipoecoico
• Contornos irregulares
• Límites imprecisos
• Ausencia de halo
• Nódulos más altos que anchos
• Microcalcificaciones
• Flujo intranodular (tipo III)
Neoplasia avanzada:
• Invasión de estructuras anatómicas adyacentes
• Adenopatías cervicales
La ecografía es una herramienta de mucha utilidad
en la evaluación de los nódulos tiroideos. Ciertas
características ecográficas pueden orientador a
identificar a aquellos con mayor riesgo de maligni-
dad, incluyendo hipoecogenicidad, aumento de la
vascularidad, microcalcificaciones, márgenes irre-
gulares y ausencia de halo periférico.
Estas características por sí solas no tienen la sen-
sibilidad o especificidad para diagnosticar cáncer
de tiroides; por ello, la PAAF continua siendo el
procedimiento de elección para el diagnóstico. Sin
embargo, la apariencia ecográfica del nódulo
puede sugerir cuál debe someterse a examen cito-
lógico, en especial cuando el nódulo es pequeño
o cuando existen múltiples nódulos.
Rev. Arg. Diag. por Imágenes Vol. Nº -
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Al Dr. José Luis Novelli (Presidente de la Fundación
“Dr. José Luis Novelli”) de Rosario y al Dr. Norberto
Sánchez (Jefe de los servicios de Ecografía del Sa-
natorio Parque, Sanatorio de Niños y Diagnóstico
Médico Oroño de Rosario) por facilitar a la autora
algunas de las imágenes que ilustran el presente
trabajo.
Evaluación ecográfica del nódulo de tiroides Batallés S. M.
Rev. Arg. Diag. por Imágenes Vol. Nº -
Instituto Cardiovascular de Rosario Fundación “Dr. J. R. Villavicencio”
e-mail de contacto: [email protected]
Agradecimientos