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Investigaciones previas Es Osvaldo Bayer por intermedio de su obra Los vengadores de la Patagonia trágica (1972) quien presente una visión critica sobre la actuación del ejercito y el rol del gobierno irigoyenista en el año de los fusilamientos, Esta masacre que había permanecido oculta y silenciada recién pudo popularizarse para 1970. Lo cierto es que las publicaciones contemporáneas a los hechos y posteriores en las cinco décadas se alternaron entre el mas puro silencio y las evocaciones poco problemáticas. Ernesto Bohoslavsky 1 intenta realizar una aproximación a las interpretaciones derechistas de la <<Patagonia Trágica>> promovidas por asociaciones de propietarios, el ejército, la prensa y ciertos historiadores tradicionales, cuya intención era la de consolidar unos idearios sociales y políticos propios a través del revisionismo histórico. Entendemos que esta visión ha perdurado hasta la aparición del libro de Bayer. En lo que respecta a la prensa de la época y la forma de abordar el conflicto (y de explicarlo), Bohoslavsky interpreta algunos fragmentos del diario La Nación, de clara postura conservadora y de apoyo a los grandes terratenientes. Realiza las siguientes observaciones, que nos parecieron pertinentes transcribir: “… Para La Nación, en Santa Cruz se abordó un problema delictivo-político pues <<no se trata de huelgas, ni de dificultades entre capitalistas y trabajadores, 1 Sobre la desconcertante maleabilidad de la memoria: Interpretaciones derechistas de la Patagonia trágica en Argentina, 1920-1974 (articulo), Universidad nacional de General Sarmiento 20

INVESTIGACIONES PREVIAS

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La Patagonia Rebelde

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Es Osvaldo Bayer quien mediante su libro Los vengadores de la Patagonia trgica (1972) presente una visin critica en torno al actuar del ejercito y el rol del gobierno irigoyenista de por aquel entonces

Investigaciones previas Es Osvaldo Bayer por intermedio de su obra Los vengadores de la Patagonia trgica (1972) quien presente una visin critica sobre la actuacin del ejercito y el rol del gobierno irigoyenista en el ao de los fusilamientos, Esta masacre que haba permanecido oculta y silenciada recin pudo popularizarse para 1970.

Lo cierto es que las publicaciones contemporneas a los hechos y posteriores en las cinco dcadas se alternaron entre el mas puro silencio y las evocaciones poco problemticas. Ernesto Bohoslavsky intenta realizar una aproximacin a las interpretaciones derechistas de la promovidas por asociaciones de propietarios, el ejrcito, la prensa y ciertos historiadores tradicionales, cuya intencin era la de consolidar unos idearios sociales y polticos propios a travs del revisionismo histrico. Entendemos que esta visin ha perdurado hasta la aparicin del libro de Bayer. En lo que respecta a la prensa de la poca y la forma de abordar el conflicto (y de explicarlo), Bohoslavsky interpreta algunos fragmentos del diario La Nacin, de clara postura conservadora y de apoyo a los grandes terratenientes. Realiza las siguientes observaciones, que nos parecieron pertinentes transcribir:

Para La Nacin, en Santa Cruz se abord un problema delictivo-poltico pues (La Nacin, 2 de diciembre, 1921).En palabras de un estanciero, la revuelta habra sido protagonizada por bandoleros que aprovecharon el levantamiento obrero para cometer (La Nacin, 9 de diciembre, 1921). Un fulminante editorial alejaba a los revoltosos de la imagen de dirigentes gremiales y los emparentaba con una organizacin criminal: (La Nacin, 14 de diciembre, 1921). Igualmente, las huelgas fueron descritas como un (La Nacin, 22 de agosto, 1921).

Un corresponsal inform de que la Federacin Obrera de Ro Gallegos proyectaba establecer (La Nacin, 27 de enero, 1922; LPA, 1922) Bayer no es el primero en escribir sobre este tema, mucho antes lo har el escritor Jos Mara Borrero en su libro La Patagonia trgica (1928).

Sin embargo, Bayer construye una tesis contraria a la de Borrero, ya que, este ultimo niega toda responsabilidad de las muertes al teniente coronel Varela y al presidente Yrigoyen. Asegura Borrero que el verdadero autor de la matanza es el gerente de la Sociedad Rural, Edelmiro Correa Falcn, gobernador de Ro Gallegos. Contrariando a Borrero, as se explica Bayer:

Son dbiles los argumentos de Borrero al querer echarle todo el fardo de los fusilamientos a la Sociedad Rural y salvar de culpa y cargo a los gobernantes y al teniente coronel Varela. La clave de cmo se dieron las cosas, de quin es o deja de ser el culpable, la da el artculo de fondo del diario de la Sociedad Rural de Gallegos, del 29 de marzo de 1922, titulado La Sociedad Rural fue la nica fuerza que hizo abortar los planes de los sediciosos al conseguir del gobierno de la nacin el envo del 10 de caballera.

Y bajo el subttulo Fuerza que se impone, seala lo siguiente: Fue necesaria la intensa obra de la Sociedad Rural para obtener ya con los diarios ms importantes del pas, ya con las influencias en las altas esferas polticas o ya directamente, tratando de potencia a potencia, con los secretarios de Estado en las esferas gubernativas, el envo de las fuerzas del Ejrcito de la Nacin (...). No cabe la menor duda: si los estancieros no se hubieran movido en Buenos Aires, la matanza no habra ocurrido. Pero decir que los culpables fueron solamente los latifundistas que confundieron al gobierno y al Ejrcito es sostener una incongruencia como si manifestramos que la culpa de la matanza de los judos en el Tercer Reich la tuvieron Krupp y los grandes industriales alemanes, y lavaramos de responsabilidad a Hitler y a toda la organizacin represiva nazi. Rossana Noffal marca muy bien las diferencias que pueden apreciarse entre una obra y otra. En cuanto a Borrero dice:

Simula una historia periodstica, un informe objetivo y lineal de los sucesos y sus antecedentes; expone su tesis escuetamente sin ninguna documentacin; reproduce informaciones y fotos periodsticas, fechando los hechos como lo hara un diario. El suspenso sobre la historia que est por escribirse organiza y sostiene el texto que se demora en el espacio de los personajes de la tragedia y no en la tragedia misma.La crnica se remonta al siglo pasado tratando de buscar las claves que expliquen el asesinato de 1500 obreros en la estancia Santa Anita. Borrero seala como un hecho anterior a la matanza de los obreros, el exterminio indgena del siglo XIX. Documenta con fotografas la caza del indio y denuncia el hecho calificndolo como uno de los genocidios ms espeluznantes que se conocen. Los responsables del hecho son los latifundistas, verdaderos seores de horca y cuchillo. Necesitaban apropiarse de las tierras fiscales para el contrabando de ganado. Los indios y los obreros son vctimas de los mismos intereses.

En cuanto a Bayer:

Bayer edifica un sentido diferente para contestar a los argumentos de su contrincante. Parte de un material histrico ya conocido y crea un orden nuevo para esos datos. El material de archivos no dice nada nuevo; es el mismo que usaron los antiguos cronistas de los hechos, la diferencia est en la interpretacin de los sucesos. Es interesante revisar los distintos lugares desde los que Borrero y Bayer enuncian su relato sobre los hechos.La escritura de Bayer se propone superar las equivocaciones de la primera crnica de los hechos. Tambin apela a la cita de notas periodsticas, pero todas ellas contrastan con los panfletos y las publicaciones anarquistas. Como historiador encuentra, identifica y revela los distintos tipos de relatos que yacen ocultos en la crnica de Borrero. Otro libro digno de mencin, pero que pertenece al genero de la novela, en semejanza con la critica de Borrero a la oligarqua terrateniente, es el de David Vias Los dueos de la tierra (1958). Los acontecimientos que se narran en Los dueos de la tierra hacen tambin referencia a la huelga de esquiladores de la Patagonia y a la represin brutal por parte del ejrcito.

Con un trasfondo histrico que pretende la desmitificacin del ejercito, Vias desarrolla paralelamente el cuestionamiento de la figura paterna. De hecho el protagonista principal de la novela, Vicente Vera, es ni ms ni menos que su propio padre, Ismael Vias, juez letrado enviado como mediador por Hiplito Irigoyen. El doctor Vera a lo largo de la trama busca mantener sus convicciones: no est del lado de los obreros ni con los patrones, conoce adems en el sur a una mujer, Yuda Singer, una inmigrante anarquista que le aporta racionalidad a la observacin de los acontecimientos. Yuda ser la compaera de Vera, quien entender posteriormente que su trabajo como mediador es en vano. A Vias le interesan estos acontecimientos en la medida en que ponen de manifiesto las incoherencias de la poltica de Irigoyen, los errores del seguimiento incondicional de Vera y las resonancias sociales que eso conlleva. Pese a todo no podemos comparar los textos de Bayer y Vias en cuanto a sus proyectos individuales. Raul Sosnowsky en su articulo , de David Vias: cuestionamiento e impugnacin del liberalismo, aclara este asunto:

Es imprescindible deslindar planos: no podemos comparar los textos de Bayer y Vias en cuanto a sus proyectos individuales. El libro de Bayer busca desenterrar un episodio histrico, cubierto por los intereses de los que lo originaron, por medio de un instrumental de investigacin. Es indudable el plan de su obra por el deseo de atenerse a una postura histrica, a la narracin de hechos empricos. En el caso de la novela de Vias, los hechos estn centrados en el escenario de las huelgas pero sus intenciones no son anlogas a las de Bayer. Existe igualmente un basamento histrico en la novela, ya que Vias incorpora datos sobre salarios y condiciones de vida de los obreros tomados de la obra de Borrero. Los otros elementos provienen de la tradicin oral transmitida por su padre.

Sobre la desconcertante maleabilidad de la memoria: Interpretaciones derechistas de la Patagonia trgica en Argentina, 1920-1974 (articulo), Universidad nacional de General Sarmiento

NOFAL, ROSSANA, Osvaldo Bayer, La Patagonia rebelde, la escritura de la memoria (articulo). Revista Interamericana de Bibliografa, N2, 1998.

SOSNOWSKY, RAUL, , de David Vias: cuestionamiento e impugnacin del liberalismo

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