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Casipoesia 1 Iván Ulloa Iván Ulloa – Casi Poesía.

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Iván Ulloa

Iván Ulloa – Casi Poesía.

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Iván Ulloa. Aprendiz de poeta

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Iván Ulloa

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Hijo de una Mujer Hermosa y un mal mestizo, nació en un poblado pequeño, ubicado en una terraza de los Andes, sus casas están en el aire, sujetas por los recuerdos y los rezos de los ancianos, que cada Domingo le piden a dios, que ni la carretera ni el repique de las campanas, se lleven las columnas del pueblo.

- Guasuntos -

(Chimborazo – Ecuador 78º/48Min/36Seg-Lon-Norte - 2º/13Min/42Seg-Lat-Sur).

Desde pequeño caminaba descalzo, señal de que no le tendría miedo al Amor y sus piedras, creció jugando a cazar aviones, a temprana edad ya destilaba en el estómago caña de azúcar, veranos fugases y amores ajenos. Empezó a escribir de urgencia, para darle sonrisa a su lengua, para enviar besos por correo, y como única alternativa a la distancia entre la boca y un beso, entre el tacto y la caricia. Este aprendiz de poeta emigro a España en Abril del 2001; con disfraz de turista y sin fecha de regreso. Convive con la ausencia de un destino definitiva para sus manos. Sus amigos artistas lo han levantado en peso y lo han sentado frente a la

responsabilidad de escribir. Gracias a ellos Re-escribe sus

versos, sus cartas sin enviar y se enfrenta al presente a contar sus intimidades sin diván.

- Espero tocarles, donde les haga falta un verso –

Iván Ulloa (Febrero 2010).

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Iván Ulloa

- Guasuntos -

(Chimborazo – Ecuador 78º/48Min/36Seg-Lon-Norte - 2º/13Min/42Seg-Lat-Sur).

Iomismo

Nació a las 14:00 el 17 de Septiembre

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Dedicado a Martha, Michel y Eduardo, mi familia.

Con que se mide la distancia entre la boca y un beso, entre el tacto y la caricia.

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Índice:

Hilos - Azul -

Manzanilla - Sin pronunciar palabra -

Como si el destino existiera - Ensayo -

Equipaje – La soledad de dios -

Cartas sin enviar - Una Palabra –

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Hilo

Como si NO estuviese completo, llegaste tú a remendarme. Mientras algo de mí dormía, me resigné a una esquina ha contemplar tu misión. Que dulzura descubrirte desnuda, con tus senos libres y tú espalda expuesta a la primavera de tus cabellos.

Empezaste con fuerza, Levantando la mano derecha que sujetaba el hilo del amor, De una puntada me apegaste el corazón al alma, Y cosiste mis huesos a la piel, Uniste la punta de mis dedos con el agua, para que pueda leer el amor en la oscuridad, me zurciste el silencio cosiéndome los labios, para no decir mentiras, o lo que es lo mismo, no decir Adiós. Remendaste los bolsillos de mis cobardes sueños. Me doblaste la pereza y ajustaste el traje a medida, con dos besos en mis ojos me lavaste por dentro. Terminando tu tarea en mí ombligo evitando tus huellas, Te vestiste con la luz de tu cuerpo en el espejo, Mientras me hablabas del mañana en futuro imperfecto. Y este traje se ha estropeado, de tanto tum, tum, de tanta fiesta, el rose me rasgo la paciencia, y el corazón se me fue por la boca... detrás de un verano. Debiste darle al corazón un refuerzo, una DOBLE puntada, debiste traspasarlo y tejerlo en cruz,

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para que no se de la vuelta cuando NO te abrazo, para que no se abalance al futuro. Si tu misión fue dejarme entero ¡ Por qué !... te llevaste el hilo que sobraba, para tejerte una sombrilla. Seguro naciste cuando nada era ajeno. Y el amor era el amor y no este mal traje con el hoy que me he vestido.

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Azul

Todo es azul en mi mundo. La sombra del reloj en sus brazos abiertos, el horizonte al partir… es azul; entre el verde y el rojo azul es despacio; azul es el espacio donde escriben mis ojos; el alma que descansa entre el mar y el cielo es azul, lo que se enciende entre las sabanas y la piel es azul, azul es la cuna que alumbró al arco iris, la sombra de dios es azul, el canto del mar, las lágrimas de Febrero, los ojos del amor azules son... el ombligo del sol es azul, azul es el oro de los ciegos, la camisa de fuerza de la paz es azul, mi razón... el veneno del silencio, la primera noche fue azul, el vacío está lleno de un todo, azul, la manta que envuelve al todo… es azul,

todo

es azul en mi mundo.

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Manzanilla.

Después de una noche sin memoria. Desperté al alba, para dibujar una ventana en el cielo entre las nubes que se abrazaban tejiendo algodones con sus brazos locos el reloj del tiempo suspiro sobre mis ojos “abriendo el pasado” para dejarme mirar los rincones de la casa vieja el lugar donde de niño jugaba ahora esta cubierta con una alfombra, pintada de soles y rostros sonrientes, las flores voluntariosas sujetaban las esquinas de las paredes abrazando los espacios del patio vacío y abandonado, maquillando las huellas que deja el tiempo y la falta de caricias, el barro marcaba arrugas, joroba y dos dientes menos sujetando la entrada al recuerdo. La olla de barro, el que sol que nace y las calenturas de las flores cocinaron en el sereno su primer aroma de amar y nacer; lentamente… me bebí su estado, su esencia, su humedad temprana me llegaban por todas partes desde mis pies desnudos, trepando a las rodillas subiendo por las nalgas que aprietan la espalda despertando los hombros, alargando los brazos hasta la punta curva de los dedos que devuelven la sangre al tambor del pecho, que entona el himno a la vida,

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bu bun, bu buun, me sube la temperatura, me sube el sol, me sube la lluvia y el perfume suben por todas partes, hasta sentir el golpe en la campana que atrapa la lengua que humedece el aliento, la piel y los besos. La respiración se multiplica inflando los pulmones el aire entra, sale , aprieta, acaricia, descansa en el pecho alargando el instante en que me bebí los campos, las historia de los amantes que no descansan lo que el silencio guarda en el viento y siembra en la tierra, es mi aire, el suave rumor que me acompaña, el que me cuenta que existe la primavera, mientras juntos olvidamos inviernos en un instante sin tiempo. Ese día aprendí que las flores hacen el amor en la noche, Alimentándose de suspiros y gemidos, la flores se visten de alientos cálidos, feroces, de carisias recortadas en silencios largos, sentidas en besos que no acaban. Las flores atrapan las palabras los espinos sujetan el silencio. Los árboles como antenas lo escuchan todo Y como rayos lo entierran. El dolor y la ausencia los que murieron de amor y son abono de olvido deshacen sus frutos en la tierra y paren sus delirios, al alba ante los ojos de todos en presencia de una estrella amarilla; las flores se desnudan y se desprenden de sus fragancias vírgenes

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con el aroma inconfundible de la manzanilla. Aquel día me bebí el sexo de los campos. Guarde aquel aroma en un espacio vacío que solo se abre, cuando uno encuentra amante. Nos encontramos un día y caminamos… Como aquellos niños que dan sus primeros pasos, Empezamos a untarnos de promesas Sobre un silencio desnudo. en una noche del algodón. Hicimos el amor y el amor nos hizo renacer aquel día. Al amanecer me encontraba solo, buscándola en mi piel, entre las sabanas que dibujaban su figura, recorrí aquellos planos, aquellas huellas, desde las líneas de los pies, el paisaje de sus piernas, la insinuante forma de sus caderas, me deslizaba suave, lentamente, sintiéndola a distancia, abrasando su recuerdo sujetando su mirada mordiendo su ausencia; beso a beso llegue hasta la almohada, una ventana de algodones y lazos amarillos, donde descansan sus promesas y las mías. Me detuve sin pensar en nada. A emborracharme del aquel aroma a bañar de tu sol a mi alma,

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a despertar lo dormido, con el aroma de tu cuerpo, de tu sexo y tus cabellos. Despertó el amante, despertamos, despertó el sol cocinado con pasión en el dulce olor de la manzanilla.

Ese día hicimos el amor con los cinco sentidos.

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Sin pronunciar palabra. Me gustaría besarla, sin pronunciar palabra. Que mi boca se habrá solamente, para cerrarse en su boca, que mis ojos le digan lo que siento, que mi cuerpo entero la abrase. Me llena de ternura su dulce rostro su sonrisa secreta me alegra, su locura escondida me inquieta, su mirada esquiva me atrapa. No he escuchado su voz despierto, más me imagino sus ojos desnudos en mis sueños, y mis manos que leen como un ciego, todos los versos guardados en sus labios. Me gustaría vestirme con sus miedos que su aliento me toque como el viento, me gustaría contarle mis secretos y descubrir los suyos en silencio. Me gustaría tomarle de la mano y caminar descalzo en esta tierra, para sentir sus pasos que me llevan, al camino escondido de su cielo. Me gustaría besarla, sin pronunciar palabra...

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De Cartas sin Enviar 1ros años.

Quito Abril de 1997.

Querida Dolores. Me entristece saber, que la vida le esta enseñando a enredarse entre el tiempo; De tanto perder y ganar y tan solo al caminar, todos estamos expuestos a extraviar la ternura, y para protegernos aprendemos a endurecer el alma, el corazón y hasta las piernas. -Ya no caminamos sin para rayos, o para que´s. - Pero es exagerar, que cuando le pidan hablar “de usted en primera persona”, usted examine al candidato, le adivine el futuro y a la mitad de un café lo vuelve pasado. ¿ Donde esta el desafió de equivocarse ?. Seguro que si tuviésemos 15 o 23, y conserváramos la destreza de esquivar las anclas del reloj , la noche acabaría llevándole serenatas al faro de su ventana, mientras nosotros contamos con la arena, cuantos besos nos debemos dar.

Ahora… ¿Donde está la luz que me llevó a saltar desde sus ojos?

Mientras tanto armo rompe cabezas con huesos y miedo al frío, les visto con la sombra de mi espalda, y me pregunto al ver abuelo arrancado las flores del patio, ¿ A que sabrán los besos el Domingo?

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¿ Hoy por qué se viste con prisa?

Por suerte la conocí desnuda,

con sus manos y las mías amarrando al viento,

dispuestas a rearmar todos los versos del mundo,

cuando el vació era un cielo y el cielo una sábana.

A veces hablo con la boca llena de nosotros,

mientras al corazón se le saltan los puntos y las comas,

para decirle mil cosas, como si hiciera falta decir más de

una.

Y que me importa si ahora que sobran y faltan teorías yo la

recuerdo como el primer día.

Yo la recuerdo regalando sonrisas; dueña del espacio por

donde camina, dirigiendo la miranda, los pasos, la

respiración y hasta los latidos del corazón del que quiere

quererla; Pero eso de quererla es para princesas, usted es

una mujer para amar, a un hombre o ha dos, pero para

amar.

Yo confío en usted como el primer día.

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De Cartas sin Enviar - en el exilio.

Madrid Abril del 2009.

Querida Dolores, seguro recuerda la última vez que nos vimos en Madrid, usted siempre tan atenta con las palabras exactas, me sentí muy alagado de su visita y hasta llegue a creer que era “yo” el motivo de su viaje, no he sabido nada de usted desde aquel adiós; Recuerdo al tren cerrando el presente y a los dos sujetándonos la mirada; con una mano al viento deseándonos buena suerte y con la otra guardando el calor del último abrazo. Le contaré como estoy ahora que me acerco a los 40, las cicatrices que más molestan no son las del camino, son de tanta paz entre los brazos del sofá, debo cambiar mis gafas, mi sonrisa sigue destemplada, cada ves hablo menos y pienso más, leo muchos libros y poca piel, soy más libre de lo que quisiera, y sigo buscando Abril desde el primero de Mayo. Pero no se espante, mi caminar lleva señales, a veces me despierto amándolo todo, incluso al espejo y a la sombra que nos sonríe mientras yo habló con el. Seguro se preguntará ¿Qué paso con la novia?, ¿Donde están los poemas y las canciones que se escribieron por amor?, ¿Quién se bajo del tren que cargaba al horizonte?, -Yo también me pregunto cosas - , pero cada día menos, a estas fechas estoy curado, ella ya es – ex -, me han dado el alta con un certificado en olvido.

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Me costo muy caro el quitarme el tatuaje de aquella cintura en mis manos, han sido noches largas sujetando la luna en la ventana, torcí algunos destinos preguntándome si se debe cambiar el nombre al amor. Pero me despertaron unos ojos verdes, me vistieron de amante a tiempo completo, de amigo sin prejuicios y empezaron a unir mis pedacitos. Yo “feliz”… esperando las noches, empujaba el sol a su esquina para llegar temprano a casa, dos años duramos sin hablar del mañana, hasta que llego el silencio innecesario y la cama no aguanto preguntas. Ahora vivo casi solo o sin mujer que es peor, en esto días moveré la cama con alguna escusa. He votado todos los recuerdos… - Perdone, Usted sabe... que eso no es posible, - Corrijo, me he quedado con los recuerdos necesarios. Que sepa que estoy despertando, incluso sonriendo, debe alegrarse por mi, he vuelto a escribir, a re-escribir Manzanilla, me re-enamorado del amor y unos de estos días le pongo un corazón. Ahora ensayo a ser feliz, voy dibujando círculos en un ombligo, como queriendo encontrarme, como quien quiere querer, como quien quiere quererse, como quien le desabrocha un botón al miedo y la hace el amor ala noche, para que le nazca una sonrisa a la almohada. A veces uno cierra los ojos queriendo despertar en algún lugar donde sabe que fue feliz. Yo no suelo llevar en ese instante rostros o nombre que hoy no tengo, uno aprende que

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no debe mirar de frente al sol al abrir los ojos; Pero si se puede mirarlo bailando en el agua, es en ese momento cuando uno se enciende, toca la alegría, el mar, la luz y se los bebe enteros una gota de agua. A veces uno despierta y abre los ojos, entonces recorre las calles largas sin puertas, en compania de un cartero ciego, va recogiendo besos en las esquinas, los ordena de la a, ala ausencia, les pega una paloma como sellos postales, despierta una dirección en la memoria y guarda las cartas en un cajón. Disculpe tanta franqueza, a esta edad uno solo se debe contar verdades.

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Ensayo.

Ensayo a ser quien dicen que soy. Apago la luz y te reconozco a besos, Me ato a tú perfume y te acaricio el cabello, Te atrapo los labios y me bebo tú entrega, Te llamo como quieras que te llame, Hoy estoy de turista en tus pestañas, Como quien quiere esconderse del adiós entre tus caricias, Como aquel que te desviste para hablar con el corazón Y se sincera con tus pechos. Ensayo a ser la huella que perdiste Voy dibujando círculos sobre tú ombligo, como queriendo entrar y quedarme entre tus dedos, como quien te desabrocha la piel porque le importan tus huesos, como quien desnuda a la luna que hoy no ha salido. ¿Cómo? le digo a la noche que no se apague, ¿Cómo? le digo a ella que se quede, o que me lleve. ¿Cómo? le digo que hoy he estado muy cerca de lo que soy cuando estoy vivo.

La noche y ella se despiden lanzándome dos besos … te llamo mañana – Pedro -, - Llámame - como tú quieras.

Hoy me quedo conmigo, Hoy ensayo a ser feliz a pesar del tiempo,

a pesar de mi.

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La soledad de dios.

A dios le dio miedo la soledad He invento el universo y al hombre.

Luego se sintió solo allá donde el vive He invento la muerte.

Pero el hombre no renacía.

A si que invento el cielo...

La Soledad despertó un dios, Que pasea por la tierra,

Mata al hombre, Arrienda el cielo.

Y sigue en soledad.

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Equipaje

Hoy salgo de viaje, Voy pintando el camino quiero llevar conmigo todas las angustia que encuentre, Me acompañan dos locos, un sabio, y un ciego. Salgan todos a sus puertas y dejen su basura en la acera, antes que bostece la luna ya nos habremos marchado... ¡Vamos, que esperan¡... quiero cargar con todo, una tristeza maltrecha, un dolor solitario, una sonrisa abollada. Vamos hermanos que estoy en la puerta, cargando en la carreta lo que ha dios le estorba y no soporta mi espalda. Hagamos algo... si hoy no quieres salir a la puerta Regálennos un grito para el viaje Vamos… que se asusten las ventanas Haa... ADIOS...... – o - Haa…AMORRR......... Cambio gritos por caricias, Cambio el punto final de la historia, Cambia el reloj sus brazos por abrazos, Y le borra al tiempo la memoria.

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Cambio el paisaje porque mi corazón te intuye Cambio el deseo por una escalera que me lleve a verte desnuda

Cambio todas mis buenas noches, por un solo buen día contigo, por un susurro “no te levantes”, abrázame,

Átame un beso en la espala y déjame las alas intactas. Cambio de esquina, cambio de nombre, cambio el horario de aprender y hasta cambio los mandamientos no me hace falta volver a nacer. Sigamos... Y seguimos cambiando Saquen sus ropas viejas tengo un amigo mendigo, saquen todas sus lágrimas que estoy sediento de alivio... hasta las lámparas apagadas las necesito en mi viaje, envíenme cartas vacías y un beso de posdata, yo encontrare al amor extraviado. Vamos... que estoy en camino... Y el viaje sigue, Ya se han sumado algunos niños a la carretera... y con las hojas del pasado fabrican avioncitos, trenes, lunas, solecitos. hicieron sonrisas de aquella cruz retorcida, hasta hicieron un arco iris de un enredo de flores. Esta bien... Si estas jodido nada es más fácil que el silencio, hagamos algo más simple... ¡ una sonrisa ¡ ... si…. solo una sonrisa... sonriamos sin carnaval despacio...

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vamos una pequeñita sonrisa.. recoge los labios apretando los dientes, haz una mueca un segundo todo empieza en un segundo, vamos te estoy mirando... no hagas trampa, necesito una sonrisa que estoy de viaje. Necesito equipaje.

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Una palabra. Cuando todo era silencio en este loco ombligo azul, la primera hoja del primer árbol, se desprendió con la primavera; Y cayó… frente al primer hombre. A la lengua le salieron alas. Pensó…? Y puede viajar en el viento llevando noticias. Sonrió…! La primera palabra que el primer hombre escribió fue AMOR.

- era un garabato indescifrable

lleno de brazos y piernas entrecruzados – La dibujo con la punta de una piedra, con la que abrió el corazón a una paloma, cuando ella se atravesó entre su mano y el techo que palpitaba sobre su cabeza. - La primera carta sin terminar se le antojo al viento - Y nacieron los celos de un soplo, mientras otras hojas se quitaban la ropa. Al primer hombre se le agotó el camino y cayó, se hundió en el primer silencio, para despertar en el Otoño sobre una cama de hojas blancas; con los labios húmedos, la lengua mordida y menos una costilla. Si la lengua no se enredase para tejer una historia, Si los curas no ocultasen a dios detrás de los salmos, Si la palabra no fuese una cruz y el silencio otra cara. Entonces no haría falta escribir, pero tampoco VIVIR.

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