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58 CUADERNOS DE LITERATURA VOL. XIX N.º38 JULIO-DICIEMBRE 2015 ISSN 0122-8102 PÁGS. 58-64 Negritud, creolidad, indianidad, mundialización Negritude, Creolitude, Indianity, Globalization Negritude, crioulidade, indianidade, mundialização Jean Bernabé UNIVERSITÉ ANTILLES ET DE LA GUYANE, MARTINIQUE Profesor de literatura y cultura caribeña en la Université Antilles- Guyane. Ha publicado varios libros, entre ellos los ensayos Fondal- Natal (L’Harmattan, 3 vols. 1992), Fondas-Kréyol (1982), Eloge de la créolité, con Patrick Chamoiseau y Raphaël Confiant (1989), La graphie créole (Ibis Rouge Editions, 2001), y las novelas Le bailleur d’étincelle (Écriture, 2002), Le partage des ancêtres (2004). Correo electrónico: [email protected] Ensayo Traducción de Daniel Vergel. Profesional en Estudios Literarios de la Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá. Correo electrónico: [email protected] Documento accesible en línea desde la siguiente dirección: http://revistas.javeriana.edu.co doi: 10.11144/Javeriana.cl19-38.ncim Cómo citar este ensayo: Bernabé, Jean. “Negritud, creolidad, indianidad, mundialización”. Cuadernos de Literatura 19.38 (2015): 58-64 http://dx.doi.org/10.11144/Javeriana.cl19-38.ncim

Jean Bernabé, "Negritud, creolidad, indianidad, mundialización"

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En la ocasión que nos reúne en torno al cumpleaños de Aimé Césaire y a la celebración conjunta del 150º aniversario de la llegada a tierra martiniqueña de las primeras embarcaciones indias, me agradaría dirigirles algunas palabras, las que me gustaría sembraran y fecundaran en ustedes los gérmenes de una nueva esperanza, en contravía al paso en el que parece ir nuestro planeta.

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58CUADERNOSDELI TERATURAVOL. XI XN. 38JULI O- DI CI EMBRE2015 I SSN0122- 8102PGS. 58- 64Negritud, creolidad, indianidad, mundializacinNegritude, Creolitude, Indianity, GlobalizationNegritude, crioulidade, indianidade, mundializaoJean BernabUNI VERSI TANTI L L ESETDEL AGUYANE, MARTI NI QUEProfesor de literatura y cultura caribea en la Universit Antilles-Guyane. Ha publicado varios libros, entre ellos los ensayos Fondal-Natal (LHarmattan, 3 vols. 1992), Fondas-Kryol (1982), Eloge de la crolit, con Patrick Chamoiseau y Raphal Conant (1989), La graphie crole (Ibis Rouge Editions, 2001), y las novelas Le bailleur dtincelle (criture, 2002), Le partage des anctres (2004). Correo electrnico: [email protected] de Daniel Vergel. Profesional en Estudios Literarios de la Ponticia Universidad Javeriana, Bogot. Correo electrnico: [email protected] accesible en lnea desde la siguiente direccin: http://revistas.javeriana.edu.codoi : 10. 11144/Javer i ana. cl 19- 38. nci mCmo citar este ensayo:Bernab, Jean. Negritud, creolidad, indianidad, mundializacin. Cuadernos de Literatura 19.38 (2015): 58-64 http://dx.doi.org/10.11144/Javeriana.cl19-38.ncim59CUADERNOSDELI TERATURAVOL. XI XN. 38JULI O- DI CI EMBRE2015 I SSN0122- 8102PGS. 58- 64Negritud, creolidad, indianidad, mundializacinSeor Rector,Seoras y Seores,Querida juventud de Escuelas y Colegios, En la ocasin que nos rene en torno al cumpleaos de Aim Csaire y a la celebracin conjunta del 150 aniversario de la llegada a tierra martiniquea de lasprimerasembarcacionesindias,meagradaradirigirlesalgunaspalabras,las que me gustara sembraran y fecundaran en ustedes los grmenes de una nueva esperanza, en contrava al paso en el que parece ir nuestro planeta.Unavisinjadeluniversocolonizanuestrasrepresentaciones,hipoteca nuestra relacin con la idea misma de civilizacin y acciona nuestros comporta-mientos. La civilizacin no tiene centro, no entendamos aqu un centro vivible, respirable,enpocaspalabras,uncentroalamedidadelacondicinhumana. La civilizacin est por todas partes y en todos los lugares a donde el hombre se dirija. En cambio el etnocentrismo lo conocemos a la fuerza. Si le sucede, aqu o all, ngir morir una noche, es para renacer mejor de sus cenizas al siguiente da. El etnocentrismo, que es una de las cosas ms comunes en el mundo, aparece con ms evidencia donde los que, hinchados de ingenua omnisciencia tanto como de perversa voluntad de poder, dirigen el curso del mundo y pretenden conservar el control, discutidos en esto por la cohorte de aquellos que, por motivos idnticos, les disputan la preeminencia.Megustaraqueustedesreexionaransobrelascasualidadesbastante surrealistasdelafontica,quehacenquelosnombresdeJulioCsaryAim Csaire hayan estado reunidos en una misma semejanza. Sugiriendo de un lado un inmenso imperio temporal, el de la conquista y las armas que hieren y del otro lado, un insondable imperio imaginario, el de la bsqueda, el de las armas mila-grosas, el de la poesa que cura. Poesa soberana de Aim de Csaire, poesa para liberar un pueblo de sus cadenas mentales, poesa para ensear la belleza de ser uno mismo, de ser Negro poroso a todos los hlitos del mundo. Al punto que, en su esfuerzo por sacudir el yugo de la dominacin anglosajona, los escritores quebequenses de la Revolucin Tranquila se proclamaron negros, precisamente porquesereconocierontotalmenteenelmensajecesairiano.Esdecir,lafuerza metafrica y simblica de la negritud que, lo habremos adivinado, es todo menos una postura racista. En Cuaderno de un regreso al pas natal, al lado de la mencin del hombre-judo, est la de los hijos de la India, que por corta no es la menos signicativa: elpoetaseconcibeentoncestantocomohombre-devastacin,Hombre-Hind-de-Calcuta. Falt esperar al ltimo tercio del siglo pasado para que los descendientes antillanos de los indios, desembarcados desde 1853, comprendie-60CUADERNOSDELI TERATURAVOL. XI XN. 38JULI O- DI CI EMBRE2015 I SSN0122- 8102PGS. 58- 64JEANBERNABranqueestemismomensajecesairianolesrequerareconciliarseconlasraces ancestrales ms cercanas, en realidad, ms el Ganges o el Indo que el Nilo o el ro Congo. As entonces, Aim Csaire habr logrado, dentro del mismo movimiento dialctico,armarlauniversalidaddelanegritudylaaperturadeestasobrela diversidaddelmundo,sobreestoqueChamoiseau,Conantyyollamamosla diversalidadennuestroensayotituladoElogiodelacreolidad(publicadoen 1989,enEditionsGallimard).Esporestoqueproclamamosqueramospor siempre hijos de Aim Csaire. Encerrndomelomenosposibleenlaspolmicasycontroversiasdelco-legio,nopuedoabstenermederecordarelpropsitodeAimCsaire,segn elcuallacreolidadesundepartamentodelanegritud.Enestoltienerazn. Razn en el plano de la liacin. Sin embargo, en el mbito lgico, es ms bien al contrario: igual que la indianidad (que algunos, polticamente poco correctos, comienzan a llamar la koulitude1, pretendiendo abarcar as el escupitajo y los estigmasdeldesprecio),fricaesunodeloscomponentesdelacreolidad,es decir, una visin del mundo que articula las culturas en un incesante dilogo, en una relacin en la que interactan diversas herencias ancestrales. Se trata de un componente mayor seguramente, pero desde luego no el nico de nuestra reali-dad antropolgica. De golpe toda distincin de orden departamentalista pierde cualquier inters cuando tomamos en consideracin la dimensin fundadora del paso csairiano. La negritud no es obsoleta. Ella estar vigente en tanto que haya negros. Y habr negros tanto como habr seres despreciados, rebajados, exclui-dos de ellos mismos y de su autenticidad.A escala de las Antillas, que son una preguracin todava borrosa del mun-do a venir, la comparticin de los ancestros es la condicin de una cohabitacin nuevaentrepueblosyculturas.Hayquedejardemagnicarlaraznicapara celebrar el origen mltiple. Pues no siendo ni africanos, ni europeos, ni asiticos, somos todo eso a la vez. Nuestra identidad no es negativa sino positiva, no est por sustraccin sino por acumulacin, agregacin.Por paradjico que pueda parecer, no tenemos un deber de memoria sino tambinundeberdeolvido.Peroeldeberdeolvidosoloserposiblecuando hayamos cumplido el de la memoria y este a travs de una exaltacin de los luga-res y oportunidades ms adecuados. La imperiosa necesidad en la que estamos, de pensarnos, supone un anclaje en el pasado y una proyeccin hacia el futuro. 1La palabra kouli derivada de coolie (trmino despectivo para referirse a los esclavos u obreros asiticosenelsurdeChina,IndiayFilipinasdurantelossiglosXIXyXX),esusadaenel Caribe para designar a las personas provenientes de India o sus descendientes. N. del T.61CUADERNOSDELI TERATURAVOL. XI XN. 38JULI O- DI CI EMBRE2015 I SSN0122- 8102PGS. 58- 64Negritud, creolidad, indianidad, mundializacinSiestamossegurosdenuestrasdiversidadespasadasypresentes,notenemos ningunagarantadeconservarlas.Porqueestamosdesdeahoraenelmundo. En la totalidad del mundo, en el riesgo y la oportunidad del Todo-Mundo, para retomar la expresin de Edouard Glissant.En efecto, no se trata de hacer comentarios sobre lo que se est volviendo una realidad ineludible, a saber, que el universo racional y lgico que nos fabrican se acerca tanto a lo absurdo como a lo inverosmil. Mejor todava: a lo inacepta-ble! En esta condicin y en la negacin de esta ltima se encuentra el fundamento de una postura, que para agilizar quiero asociar al realismo maravilloso. De nin-gunamanerasurrealismo,sinorealidadreciayporlotantofantasmagrica,en referencia a la que somos obligados a vivir la existencia que nos fue concedida. All se encuentra todava la pulsacin de nuestros seres. All se encuentra el se-creto de la creolizacin, movimiento continuo e imprevisible que yo no tendra cuidado de confundirlo con el mestizaje puro y simple y que se caracteriza por lo que llamar la comparticin de ancestros.La comparticin de ancestros, esta es la verdadera exigencia moderna. Las condicionesintelectuales,polticaseideolgicasdeunamiradasobrenosotros mismos cambiaron. No estamos ms en la era donde la armacin nuestros an-tepasados Galos estigmatizada, denunciada por la sarcstica retrica fanoniana2 de Pieles negras, mscaras blancas constitua una marca ms bien grotesca de nuestraalienacinculturalypsicolgica.Hoyestamosenprocesodeacceder aunavisinmsdialcticadelascosas,visinrespectodelacualnosimporta reconoceryasumirtambinnuestrosancestrosGalos.Conunacondicin noobstante:quetodoslosantillanos,Bkscomprendidos,puedantambin proclamar: nuestros ancestros Bambaras, Mandinga, Dogn, Tamil y me quedo corto. La comparticin no es una imposicin ni concesin de ancestros, estas con-ductasfuerontomadasprestadasporlagenerosidadrepublicana.Elcompartir esynoesmsquereconocimientodelotroyfrutodeunlibredilogodelas culturas. Pero, cmo hacer dialogar a todas las culturas? Ah est una pregunta grande y difcil que no se resuelve con vuelos lricos y frases hondas. Hace falta, msqueuntaller,unaverdaderaobra,mejortodava:unafalsicacin.Esuna exigenciaabsolutaladedesarrollarnuestrascapacidadesimaginariasysimb-licas,instrumentosirremplazablesdelacultura,nuestranicapatria.Yloque 2Hace referencia a Frantz Fanon. Pensador francs que fue clave en los problemas de la descolo-nizacin y de la psicopatologa de la colonizacin, sus obras son fundamentales en los estudios poscoloniales. N. del T. 62CUADERNOSDELI TERATURAVOL. XI XN. 38JULI O- DI CI EMBRE2015 I SSN0122- 8102PGS. 58- 64JEANBERNABnos hace falta no es la cultura del mestizaje, sino el mestizaje de las culturas. Yo quiero,porunparadjicoprstamodeGlissant,denunciarlassecuelasracio-lgicasquerodeanciertasconcepcionesdelacreolizacinconfundidaconun simplemecanismobiolgico:seanestereotipos,enlamsgrandeingenuidady la mejor conciencia, infestan la exaltacin del mestizaje que se supone crea seres ms bellos, ms dotados que los resultantes del no-mestizaje. Tengamos cuidado: remplazarelidealdelapurezaracialporeldelamezclaseguramentenoesun progreso. Ni en el orden del pensamiento, ni en el de la tica. No,elmestizajebiolgiconosabraserunvalorensmismo.Enesteas-pectolahistoriaantiguaylarecientedeEstadosUnidosesmuydiciente.Los padres fundadores de la nacin (estadounidense, debera decir) tenan por ideal hacerunmelting-pot,esdecir,uncrisol.Peroentreelidealabstractoylareali-dad histrica se cav una inmensa fosa. Pues el supuesto pas del melting-pot es precisamente el de la discriminacin, se impuso bajo formas sociales y polticas extremas,nomuylejanasdelasdelapartheidsudafricano.EstadosUnidoses tomado a menudo como ejemplo de comunitarismo. Pero es importante analizar lascaractersticasdeestecomunitarismo.Lanaturalezadeestesetornaenel fondo incomprensible, si no ponemos en evidencia un dato capital: en los Esta-dosUnidos,encontramosbajounarepresentacindemicrocosmoselabanico completo de los grupos tnicos del mundo. Estos grupos viven a la vez relativa-mente separados y forzadamente puestos en coherencia a travs de la hegemona poltica instaurada por la lgica WASP (White Anglo-Saxon Protestant).Precisamente,lasociedadestadounidensees,losabemos,unapirmide hechadeestraticaciones,queesproductodeeliminacionessucesivas,como testimonia el trmino WASP que me propongo analizar brevemente: white: a pesar de la losofa idealista de los padres fundadores, los no-blan-cos no tuvieron voz en el captulo (los primeros pueblos, los amerindios fueron atropellados,casiconducidosalaextincin,losnegrosimportados,reducidos alaesclavitud,noobtuvieronlaplenituddederechoscivilessinodesdehace algunas dcadas).anglo-saxon:asestuvieraenelsenodelgrupodeorigeneuropeo,hubo preponderancia del elemento anglosajn sobre el latino. protestante:hubounapreponderanciadelgruporeligiosoprotestanteso-bre todos los otros. Si hay melting-pot en EEUU, proviene evidentemente no de una mezcla genti-ca de las comunidades, sino de una imposicin poltica y cultural organizada por la comunidad ms poderosa y para generalizar la american way of life. El imaginario de los descendientes de los esclavos fue captado y as estuvieran liberados de sus 63CUADERNOSDELI TERATURAVOL. XI XN. 38JULI O- DI CI EMBRE2015 I SSN0122- 8102PGS. 58- 64Negritud, creolidad, indianidad, mundializacincadenas fsicas e institucionales, estaban sumergidos en una esclavitud todava ms insidiosaquelapasadaydelaquenoesseguroquepudieranlibertarse.Aim Csaire ya haba presentido esto al decir que de todos los imperialismos, el impe-rialismo americano era aqul del que no se escapaba nunca. El proceso que se despliega en Estados Unidos se est extendiendo al con-juntodelplanetaenelmarcodeloqueesconvenientellamarmundializacin. Este tipo de mundializacin no es una fatalidad en s, pero no se ve qu fuerzas la podran desviar de la trayectoria iniciada en EEUU, en complicidad ms o menos conictiva, ms o menos asumida, con las potencias instauradas por este gigante. Dehecho,simepermitenestejuegodepalabras,estamundializacinconlleva a la inmundializacin3. No es necesario para nada ser miembro del movimiento ATTAC4 para convencerse de esto. Una lgica de antiglobalizacin de la que no encontramos an las conguraciones se impone, sin embargo, una reexin so-bre la creolizacin no puede sino ponerla de relieve. Elejemploestadounidense,delqueacabodeenumerarsuscaractersticas esenciales, nos prueba que las lgicas polticas no son simple y llanamente super-ponibles a las lgicas de pertenencia raciolgicas (que son lgicas esencialmente ideolgicas). Si no se admite esto, no se puede comprender por ejemplo, que el general Colin Powell sea un simple producto estadounidense, al servicio de una visinestadounidenseyWASP,unavisinnosolamentedominantesinoestruc-turadoradelanacin.Cualquierotravisinposibleenestepassolopuedeser marginal,marginalizada.DeahquelanocindeAfricanAmericannoseasino retrica. Esas visiones no tienen ningn contenido pertinente. En otras palabras, el hecho de ser negros no los hace descendientes de los esclavos africanos. La iden-tidad por consiguiente no tiene nada que ver con el perl gentico de los grupos. Si el mestizaje, en tanto que hecho biolgico, no presenta en s ningn in-ters, por el contrario, no hace falta creer que yo minimizo los efectos culturales y polticos de los mestizajes biolgicos, que rara vez se quedan en el mero plano biolgico.Porquesilospueblosseencuentran,sereconocenyconvivenenel planeta, esto debe tener consecuencias en su desarrollo poltico y cultural. Pero hay una diferencia entre el hecho de que ellos se relacionen segn las leyes del amor (con a mayscula o minscula) o segn las de identidades proclamadas 3EljuegodepalabrasdelquehablaJeanBernabsedaentremondialisationyimmondiali-sation.Immondialisationesunapalabraquebiensepuedereferiralprocesocontrariode mundializacin o a immonde (inmundo).4Las siglas quieren decir Asociacin por la Tasacin de las Transacciones nancieras y por la Ayuda de los Ciudadanos, un movimiento internacional de antiglobalizacin que promueve el control poltico y social de los mercados nancieros. N. del T.64CUADERNOSDELI TERATURAVOL. XI XN. 38JULI O- DI CI EMBRE2015 I SSN0122- 8102PGS. 58- 64JEANBERNABo preestablecidas de castas o de clanes etiquetados segn una lgica que se dice identitaria.Enestesentido,elconceptodeidentidad,almismotiempotily peligroso, debe ser interrogado, interpelado, reconsiderado. Estospropsitoszanjanunadistanciaconlaselucubracionesmodernas sobre el mestizaje y sus virtudes salvadoras, pero tambin sobre el conformismo unitarista.Contratodoslosracismos,contratodoslosimperialismos,lapoesa de Csaire nos ayuda a mantener el rumbo. No est de ms para convencerse de ello, volver a leer el n del Cuaderno:[] enlaza mi negra vibracin al ombligo mismo del mundoenlaza, enlzame, spera fraternidad,y luego, estrangulndome con tu lazo de estrellas, sube,palomasubesubesubeYo te sigo, impresa en mi atvica crnea blanca,sube lamedor de cieloy el gran agujero negro donde yo quera ahogarmeen la otra lunaes all donde quiero pescar ahora la lengua malca de la noche en su inmvil vibracin.Obras citadasCsaire, Aim. Cuaderno de un retorno al pas natal. Aim Csaire, poesas. La Habana: Editorial Casa de las Amricas, 1969. Chamoiseau, Patrick, Raphael Conant y Jean Bernab. Elogio de la creolidad. Pars: Editions Gallimard, 1989.