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VANGUARDIA | LUNES 21 DE JUNIO DE 2010 | NO.227 | WWW.SEMANARIOCOAHUILA.COM Como cada año, los campos de La Laguna albergan a campesinos de diver- sas partes del país. Las condiciones que les ofrecen son indignantes LLEGAN A COAHUILA JORNALEROS DEL SUR

Jornaleros del sur llegan a Coahuila

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Como cada año, los campos de La Laguna albergan a campesinos de diversas partes del país. Las condiciones que les ofrecen son indignantes

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VANGUARDIA | lunes 21 de junio de 2010 | no.227 | www.semanariocoahuila.com

Como cada año, los campos de La Laguna albergan a campesinos de diver-sas partes del país. Las condiciones que les ofrecen son indignantes

llegan a Coahuila

jornalerosdel sur

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|| Diccionario de autores

Nadie es homogéneo, análogo, todos son una mezcla de… Una pizquita genética de fulanito, otra

de menganito y una cucharadita de perenganito. Si no lo crees, ve cómo metes en una licuadora un tantito de éste, más del otro y un puñito de aquél,

y luego verás quién sale:

LA LICUADORA

LA fAUnAen Un DOs pOR tRes Por Alfredo García

Ilustración: Estefanía Barrera

Jeff Daniels Héctor SoberónBarrita de mantequilla

Robert Green

Absurdo: Cualquier hombre, a la vuelta de cualquier esquina, puede ex-perimentar la sensación del absurdo, porque todo es absurdo (Albert Camus).

1. Sin duda, el Mundial ha distraído a la po-blación de los doce

estados que tendrán eleccio-nes dentro de quince días, pero nunca a todo el país so-bre la violencia del narco. Al parecer, los mandos medios y superiores de los cárteles no están en Johannesburgo, como sí lo están el alcalde de Monterrey y sin duda muchos otros prósperos ediles del resto del país. El presidente Calderón asistió a la inauguración de la fiesta pedestre, pero no el Chapo Guzmán, quien como un ob-sesivo Bill Gates del narco, se quedó a cuidar su próspero changa-rro. En otras palabras, no se puso la verde. Tampo-co los generales del Ejército Mexicano están en Sudáfrica, sino enfundados en sus uni-formes verdes, esperan con estoicismo las malintencio-nadas balas de los cárteles.

2.Tres días de vio-lencia interétnica en Kirguistán arro-

jaron 128 muertos la se-mana pasada, en la lejana Asia central. Ese país es más pequeño que Chihua-hua y un poco más grande que Michoacán, pero la cantidad de muertos es la misma o menor que la que cosechan los sicarios en esos dos estados nues-tros. Por el grado a que ha llegado, la guerra del narco decretada por Felipe Calderón reclama ya la in-tervención de los Cascos Azules de la ONU, sobre todo para proteger a la po-blación civil, a las mujeres, los niños y los estudiantes que día tras día realizan sus actividades cotidianas bajo el fuego cruzado del Ejército y los cárteles.

3.No interesa saber si el panista es un Estado débil o un Estado

agonizante. A estas alturas de la discusión, lo que interesa es, repetimos, resguardar a la po-blación de las zonas más peli-grosas –Guerrero, Michoacán, Tamaulipas, Chihuahua- y ase-gurar nuestra viabilidad como país en el corto y mediano pla-zos. El narcotráfico es un pro-blema internacional, y como tal debe ser tratado. De no solicitar la intervención de la Unión Europea y de la ONU, nuestro país se verá a merced, como Colombia, de su todo-poderoso vecino, los Estados Unidos. Los cárteles mexica-nos tienen relaciones de nego-cios en Centroamérica, Argen-tina, Chile, España. ¿Por qué no solicitar el auxilio de los países europeos, así como antaño y en todo momento les solicitá-bamos préstamos financieros e inversión económica directa?

Un problema internacional

sI yO fUeRA pResIDente¿Se imagina sentado en la silla que ahora ocupa Felipe Calderón? Ernesto Ramírez Cortez,

Paletero

1 Pues creo que la verdad habría que cambiar

todo el país. Tenemos un sistema poco eficiente en todos los aspectos, en donde sólo crecen los que tienen lana y los de-más, a ver cómo fregados le hacemos.

2Lo primero que yo cambiaría sería el sentido de la democracia, invo-lucrar verdaderamente a la gente

para que se gobiernen a si mismos. Lue-go, si no, tenemos títeres políticos que nada más estorban.

3 Lo segundo es más bien un sue-ño… quitar a los corruptos. Todos roban y sacan pa’ lo suyo, pero no

piensan en los que vienen. ¿Qué les es-tán dejando a sus hijos, a sus familias? No se vale… o todos coludos o todos rabones.

4 No sé cómo, pero de que hay que poner a los policías en forma, hay que hacerlo. Les pagamos gimna-

sio, cursos y toda la cosa, porque luego hasta parece que uno se defiende mejor solo que con ellos.

5México no crece porque no con-fiamos en nosotros mismos. Nos ofrecen una educación de calidad

y un montón de adornos del gobierno, para que a la hora de la hora contraten a un extranjero, que porque son muy bue-nos. No dan oportunidades.

6Algo que siempre me hubiera gus-tado es que seamos un país sin prejuicios. Queremos un cambio

social, pero tachamos de locos hasta los de nuestra propia familia. Chale, eso nos hace ser mediocres y estar como ahori-ta. Queriendo, queriendo, pero sin hacer algo para lograrlo.

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| ménage à trois Únete al trío y opina en:http://untriodetres.blogspot.com/

Ella dice: ¿Quién se acuerda de los niños del ABC? Ahora, muy pocos, gra-cias a ese circo mediático que regala el Mundial, con todo y Selec-ción Nacional incluida. Pero no debemos sorprendernos, vivimos en el país del olvido, del no pasa nada, del “encontraremos a los culpables”… En México nos indignamos cuando mueren mineros en Pasta de Conchos, cuando una pequeña de cuatro años perece asfixiada en su casa, cuando secuestran y asesinan al joven hijo de un importante empresario mexicano.

¿Y qué sigue? Después del acoso de los medios todo cae en el olvido, en este país que repele la historia y que tropieza una, otra, y mil veces con la misma piedra. Hace un año fueron los niños de la Guardería ABC los que pagaron por los descuidos de gobernantes y funcionarios, pero la culpa no es sólo de ellos. Los mexicanos también somos culpables, porque con nuestra sumisión, apatía y escasa participación ciudadana hemos construido un sistema po-lítico que mata inocentes, que gasta nuestro dinero en perpetuar el poder, y que usa nuestra miseria como combustible del popu-lismo.

Pero mejor veamos el futbol, celebremos que nuestro equipo le ganó a Francia y olvidémonos de pequeñeces.

Él dice:¡Pues ustedes me van a perdonar pero no veo la relación en-tre una cosa y la otra. Lo de la guardería ABC fue una tragedia, un hecho muy lamentable, algo que no puede volver a ocurrir.

Pero eso no quiere decir que suspendan el mundial, o que dejen de transmitirse los partidos en México, o que se prohiba que la gente festeje, o que los que vemos los partidos y festejamos debamos sentirnos mal.

Digo, yo estoy de acuerdo en que el asunto de la guardería es importante y que debe hacerse justicia. De hecho, entiendo que la Suprema Corte de Justicia ya estaba en eso, ¿no? Y si la Corte está en eso, tengan

por seguro que se va a hacer justicia. A eso se dedican esos señores.

En vía de mientras, podemos hacer una pausa y festejar que le ganamos a Francia, que el Chicharito anotó un golazo, que el Cuau demostró que los mexicanos sí podemos tirar penales sin arrugarnos y que, salvo un revés muy gacho del destino, ya pasamos a la siguiente ronda del mundial.

Digo, no se está desatendiendo el asunto de la guardería…

Gay dice: Traemos la camisa negra, porque negra traemos el alma y como diría al papito de Juanes, abajo traemos el difunto, o más bien los difuntos. La negra que me puse, obviously, no es la de la Selección mexicana que son unos mediocres. Traigo la negra en señal de luto y por la rabia que me causa el fallo que emitieron los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), en que no se inculpa a ningún secretario de Estado o funcionario de alto nivel por el caso de la guardería ABC de Sonora, en donde la negligencia ins-titucional llevó a un grupo de niños a una muerte terrible.

Por qué no hay gente gritando, por qué no hay gente in-dignada, por qué no reclamamos justicia, por qué no sali-

mos con la verde, la negra, la blanca, la roja o la del co-lor que sea a hacérsela de pedo a nuestras autoridades corruptas, por qué somos tan apáticos y tan mierdas. ¿Qué estamos haciendo? ¡Ah!, se me olvidaba, estamos todos viendo el Mundial, acumulando más frustración y mientras tanto, que el país se hunda, que se achicha-rren todos los niños del país, esos a nadie le importan,

esos no despiertan pasión, ni dejan tanto dinero. No veo la hora en que termine el mentado Mundial y que ¡YA!, de una vez por todas se calle la gangosa mueve el bote de Shakira con su “Wákala” de canción. !Que

horror! por qué la escogieron a ella, que canta como si trajera un pedo atorado.

Dicen que tres cabezas

piensan mejor

que una... ¿será?

¿Quién responde por los niños de ABC?

me encontré a un camarada de la prepa-ratoria y me invitó a ver el partido de México con

unos tragos, a la barra se fueron

sumando más compas y casi se armó la reunión de generación. Tenía años sin verlo, recuerdo que antes me la pasaba en su casa por-que teníamos una banda de rock, viejos viejos tiempos. Ahora él está casado, se le ve feliz con sus tres niñas y su esposa.

En la jarra no faltaron los incó-modos comentarios de “tú para

cuándo te nos logras”, “ya sienta cabeza cabrón”, “A tus 35 ya se te peló el tren”, por un instante ya hasta me estaba sintiendo seño-rita quedada pero luego de unos tragos de cerveza, recordé que la paso muy bien solo y que además eso de los hijos y los pañales no es

para mi. Dirán que soy un amargado pero pues este mundo no está para an-dar trayendo más gente y menos con lo que les voy a contar.

Al día siguiente del triunfo de la Selección, todos en mi oficina ha-blaban de eso, entre ellos Victor, un amigo gay que

siempre me hace reír mucho, pero esta vez me dejó helado.

Me dijo que me había visto en el bar con mis amigos y que esta-ba sorprendido de ver que yo era amigo de Carlos, mi camarada de la prepa, el de la banda de rock y todo el rollo. Me explicó que él fue su pareja por los últimos dos años y que hace un mes termina-

ron porque se enteró que era ca-sado.

Me quedé sin palabras, sólo me preguntaba cómo diablos no me había dado cuenta antes... pero pues es que era imposible, yo fui a su boda, vi las fotos de sus niñas en el facebook, cómo iba a imagi-nar que era gay, pero además un gay de clóset que le rompió el co-razón a Víctor, ni pensarlo, nunca lo habría imaginado por más co-china que fuera mi mente.

Ese día salí en busca de unos tragos, llamé a Karla, una vieja amiga que es igual de solitaria que yo, bebimos hasta no poder levantarnos y terminamos dor-midos en mi departamento. Ella nunca me dice que me ama ni me pide que le llame, me conoce tal y como soy, no espera mucho de mi, ni yo de ella, sólo nos vemos y la pasamos bien, a veces como ami-gos, a veces como amantes, pero eso sí, nunca seríamos capaces de hacernos una bajeza como la que le hicieron a Víctor. Prohibido no tocar.

Vaya sorpresa...

Por Máximo Verso|| Prohibido no Tocar Escríbele a: [email protected]

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más de un millón de mexicanos, entre ellos menores de edad, se pasan el año viajando de un campo de cultivo a otro, bajo la promesa de ganar

unos pesos. Cada verano La Laguna alberga a muchos de ellos. Aquí las voces de quienes claman un trato más justo, mejor salario y buen

alimento. Chicos y grandes llegaron a Coahuila bajo la promesa de que les pagarían más de 120 pesos diarios y apenas les van a dar 80.

T e x T o y f o T o S : f r A n C i S C o r o D r í G U e z

Da Coahuila malas ConDiCiones a jornaleros Del sur

Juan, 13 años

José, 18 años

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Trabajé en campos de Culiacán y nos grita-ban que no sabíamos

trabajar, que éramos unos pendejos. Tra-bajábamos por tarea, pero terminábamos antes y nos ponían de más, hasta que nos quejamos con el contratista. Conmigo aho-rita viene mijo. Tiene 17 años (parece de 14) y le gusta el jale. Apenas terminó la secun-daria, creo. Ya no quiso estudiar. Allá en San Luis (Potosí) su quedó mi mujer y dos hijas. Ellas siguen en la escuela”.

Juan Santos

Soy de Chapulhua-cán, Hidalgo, ¿lo co-noce? Allá uno se va

a tumbar monte. Está muy jodido y no hay trabajo. Aquí como quiera nos dan frijoli-to con sopita. Ahorita ando enferma de las piernas, me arden feo. El ‘cabo’ nos trae a raya, no se le puede ni contestar. Dicen que nos van a tumbar 20 pesos si no regresamos cuando terminemos las tareas. Vengo con mi esposo. Ya llevamos como 16 contratos, ¿se imagina? También viene mijo, él tiene 20 años y desde los 12 anda en el campo. Desde chavito. ¿Cómo ve?”.

Dolores

Estoy por necesidad, no hay qué dejarle a la familia. Tengo 30 años y cuatro que

ando de campo en campo. Está pesao ́por-que nos agachamos mucho. Nos tenemos que levantar a las 4:30 de la mañana. Nos juntan en la bodega y nos dan nuestras ta-reas. Empezamos a las siete y terminamos a las tres. En Sonora me discriminaron. Nos daban pura agua de comer o la comida no la cocían bien. Según que a muchos les dio la cólera. De aquí me voy a Sinaloa. En septiembre. Nomás que allá el tomate es diferente; más chiquito. Se extraña canijo a la familia”.

moisés Hernández

Siempre te dan au-mento de trabajo; te dan y te dan tareas. La comida no está

buena, es como desperdicio. En todas par-tes es lo mismo, es pura agua. Tengo dos hijos, uno de seis y otro de dos. Desde el 2006 viajo por el norte del país con ellos porque en mi pueblo sembraba maíz pero un día ya no me compraron y me puse a buscarle”.

José

Marcelino, 14 años

Pedro, 17 años

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Los números son fríos: La Secreta-ría de Desarrollo Social (Sedesol) Federal informa que a nivel na-cional existen 3.1 millones de jor-naleros agrícolas, de los cuales 1.2 millones son migrantes, es decir, viajan desde su lugar de origen a otras partes del país, se quedan de dos a seis meses y cuando termi-nan van a otro estado. La vacante que dejan es ocupada por otros jornaleros. La mayoría proviene de San Luis Potosí, Veracruz, Hi-dalgo, Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Puebla o Campeche, principal-mente.

Hablar con ellos es complica-do, muchos tienen miedo y hay quien no levanta la mirada, como si ser jornalero fuera una humi-llación. Apenas mascullan una o dos palabras. Otros no hablan es-pañol. También hay quien habla con odio, otros con resignación y algunos más con despecho.

***

El ejido Maravillas de Matamoros Coahuila no tiene nada de maravi-lloso. No hay lagos ni cascadas ni árboles frondosos. Apenas un ca-

lor que pega como chicle la ropa al cuerpo, mezclado con la tierra besada por el mismísimo demonio y el sonido de las lagartijas zaran-deándose entre las yerbas anémi-cas. A la redonda hay un canal por donde corre el agua que abastece a los productores agrícolas y gana-derías de la región Lagunera, entre ellas Nidia Edith, un rancho de ex-portación de tomate.

Son las 17:30 horas y por el rancho salen tres hermanos arras-trando las piernas como bultos de papas, revolviéndose a 44 grados de calor. Caminan por un lado de los “mallones”, como le llaman ellos a los invernaderos de tomate, ahí donde hace horas estaban cor-tando la legumbre.

Son de Tamazunchale, al sur del estado de San Luis Potosí. Sus nombres: Felipe, Pedro y Juan, 27, 24 y 23 años (aparentan menos). Son menuditos, de baja estatura pero correosos como el tronco de un roble.

Un resumen de sus vidas diría lo siguiente: nacieron en una zona donde predomina la vegetación y la lluvia. No tienen más hermanos. Ninguno llegó a pisar un aula de secundaria. De marzo a mayo cul-tivan su propia milpa. No tienen sueños o nos los cuentan porque quizá aprendieron que soñar no

Nos engañaron, nos dijeron que iba a haber ‘tardeadas’ (horas extras) y

no hay. Puro enganchador. Puro cuento. Nos pagan 100 pesos el día pero lo pagan después de dos meses, hasta regresarnos a Tama-zunchale”.

felipe, 27 años.

son más de un millón de voces con historias particulares. La mayoría tie-nen menos de 30 años y provienen de regiones indígenas. Una parte del año viven escondidos en galeras de campos del norte del país. Se ocupan en la siembra de cultivos hortícolas

que en gran medida terminarán en la mesa de al-guna familia extranjera. Otra parte del año regre-san a sus tierras a ocuparse de su milpa, laborar como carpinteros, en la obra o en alguna industria de block. Rara vez se rebelan.

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es cosa de ellos, la gente del cam-po. Por eso desde hace un sexenio migran cada año por lo menos seis meses a trabajar los campos agrícolas del país; a veces juntos y otras no. El resto del año montan una carpintería, laboran en la obra o cultivan café. Llegaron hace tres semanas a Coahuila y ya se quie-ren ir. Hablan, se desahogan:

“La comida falla. La sopa es pura agua y grasa y sólo la hier-ven. Ta ́mejor la comida de allá (de su pueblo). No hay agua, sólo en un costado. Lavamos la ropa en el canal y a veces ahí nos baña-mos. Qué se le hace”, dice Felipe, el mayor.

Pedro, el que le sigue, con su cabellera larga que trata de ocultar con una gorra, platica: “Nos enga-ñaron, nos dijeron que iba a haber ‘tardeadas’ (horas extras) y no hay. Puro enganchador. Puro cuento. Nos pagan 100 pesos el día pero lo pagan después de dos meses, has-ta regresarnos a Tamazunchale. Luego no hay préstamos. A los 15 días dan crédito para comprar en una tienda de ellos y te lo rebajan cuando te pagan, pero ta’ recaro. Le redoblan, una lata de coca a 10 pesos. También venden ropa, cin-turones, zapatos. En Sinaloa estu-vimos y no nos pagaban las horas extras. Trabajábamos de siete a cuatro y media y el encargado se encerraba y nada, se iba. Nunca nos las pagaron”.

Es turno de Juan, el menor: “Las literas están bien incómodas, son de dos o tres personas. Están sobre láminas, nos dan colchones pero no aguantan. A veces pren-den el aire, el ventilador, pero otras no. Estamos 200 en una galera. ¿Se imagina? Se siente uno como pollito rostizado. Al lado hay una granja, de gallinas pues. Los olores

tan gachos. Sin ventilador. No se puede dormir”.

Felipe vuelve a hablar: “Son ru-dos con nosotros, cualquier deta-llito y nos gritan. Nos tratan de hu-millar. Tres ya se fueron. Son muy barateros, allá ganamos más pero no hay trabajo. ¿Qué cómo está en los ‘mallones’? Está bien pesado allá dentro, no ventila nada. Es un horno. Estamos una cuadrilla por ‘mallón’. A los 15 días se empieza a sentir el cambio de clima, la gar-ganta se cierra”.

Antes de las 22:30 horas ten-drán que estar ya en sus galeras, si no los dejan afuera y cuando se levanten a las cuatro y 30 de la ma-ñana y los lleven al campo como a otros 400 jornaleros, no los apun-tarán y nos les pagarán el día.

***

José y Juan están en calzones dentro del canal “Coyote”, en Ma-ravillas, porque en el rancho no hay agua. Sobre piedras lavan su ropa y la tallan. Usan jabón que les vendieron dentro del rancho Ni-dia Edith. “Todo está bien pinche caro”, dice José de cabellera larga. “Yo cumplo el contrato y me voy. Está mejor en Culiacán”, vuelve a renegar José.

“Se sufre”, añade Juan. “Tienes que hacer lumbre pa ́la comida y es un mosquerío. Nos dicen que si no trabajamos nos mandan a la chingada. A un gordito lo cas-tigaron y lo mandaron a la galera porque cortó 10 botes de tomate. Mejor se fue, dicen que anda en Torreón. Nos dicen que le eche-mos ganas. A mí una vez me man-daron a la galera, que según no estaba trabajando bien”.

***

Estamos 200 en una galera. ¿Se imagina? Se siente uno como pollito rostizado. Al

lado hay una granja, de gallinas pues. Los olores tan gachos. Sin ventilador. No se puede dormir”.

Juan, 23 años.

José y Juán aprovechan el río para bañarse y lavar su ropa, tal vez no vuelvan a pisar Coahuila, dicen que el trabajo en Culiacán está mejor.

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Los pobladores de los ejidos aprovechan para venderles a los campesinos ropa y zapatos. Muchos prefieren no comprar nada porque el salario que reciben es muy bajo.

Santos Braulio se esconde bajo los únicos árboles que ofrecen una sombra aquí, en el rancho Tolibia del ejido Porvenir de Francisco I. Madero, Coahuila. Se acerca a las mallas metálicas que separan las regaderas de la terracería del eji-do, y accede a charlar. Es sábado por la tarde y el calor agobia y ras-pa la piel, la quema.

Es moreno y de sonrisa ligera. Tiene 23 años y nació en Ciudad Valles, San Luis Potosí. Tiene un mes en este rancho, durmiendo en la parte alta de una litera; en una bodega que alberga hasta 60 jor-naleros.

En Ciudad Valles trabajaba en una blockera pero los 70 pesos que le daban al día no le alcanza-ban. Escuchó por el sonido de un alto parlante que necesitaban jor-naleros para el cultivo del tomate. Al siguiente día se presentó y se fue como lo ha hecho desde los 15 años. Apenas avisó a su mamá.

Es su primera vez en tierras coahuilenses. Ha pisado campos tijuanenses, chihuahuenses y si-naloenses. Cuenta que mientras viajaba rumbo a estas tierras, el contratista, una persona de nom-

bre Margarito, preguntó que quién quería ser ‘cabo’. De entre 40 per-sonas, mujeres incluidas, Santos levantó la mano.

Es su primera vez como cabo y está a cargo de una cuadrilla de 60 personas. Él la dirige y organiza. También se las tiene que arreglar para hacerse entender con la gen-te que habla huaxteco o náhuatl: 20 por ciento de los jornaleros mi-grantes que llegan a la Laguna, no hablan español o lo hablan muy poco, según reportes estatales.

***

El sábado 29 de mayo arriban tres camiones al rancho “Las Ánimas”. Más de 100 jornaleros oriundos de Veracruz, Hidalgo y San Luis Potosí son recibidos por un cielo que amenaza con desparramarse como un globo lleno de agua. Lle-gan pasadas las cuatro de la tarde y se acomodan en sus dormitorios.

Minutos después, las decenas de trabajadores salen por una par-te del rancho, ahí donde cinco fa-milias del ejido La Virgen -en los linderos del estado de Durango- se estacionan para venderles zapa-

tos, toallas, cobijas, huaraches, co-mida, refrescos, jabón y cualquier otro objeto que pueda necesitar una persona que durará encerrado por lo menos dos meses.

El rancho está a 30 kilómetros de las cabeceras municipales más cercanas -Tlahualilo, Durango y Francisco I. Madero, Coahuila-, a esa distancia también está el cen-tro de salud más próximo.

Afuera del campo, mientras los jóvenes jornaleros hurgan entre los puños de zapatos y ropa usa-da, trato de platicar con un par de ellos pero dan la vuelta. Aga-chan la cabeza y callan. Son de Veracruz. Apenas les arranco que tienen 17 y 16 años. Visten shorts que les quedan como un pantalón, camisa sin mangas y un paliacate les adorna la cabeza. Viajaron casi un día y mañana domingo empe-zarán la chamba. “Casi no hablan, son muy renuentes a platicar”, me advierte uno de los vendedores del ejido.

Cuatro personas pasan de largo los puestos. Se dirigen al pueblo aledaño. Quieren conocerlo. Los alcanzo y camino con ellos. Son personas que rondan los 30 años;

Les daban en lu-gar de sopa, en-grudo y cuando les daban carne

–una vez por semana- estaba toda ‘engusanada’. Sigue la explotación del hombre por el hombre”.

Vicente Arévalo, juez del ejido La Virgen

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Los pobladores de los ejidos aprovechan para venderles a los campesinos ropa y zapatos. Muchos prefieren no comprar nada porque el salario que reciben es muy bajo.

con experiencia en el campo y en migrar a diferentes estados. Todos lo han hecho. Son de Hidalgo y San Luis Potosí.

Para dos de ellos es su prime-ra vez en Coahuila. Los otros dos, es su segundo año en éste mismo rancho. Aseguran que las condi-ciones de trabajo son buenas. Que duermen cómodamente y la co-mida es decente.

Desconocen que hace cuatro años en éste rancho, más de mil 600 jornaleros como ellos, se re-belaron por las condiciones de ex-plotación que vivían. Vicente Aré-valo, Juez de cuartel del ejido La Virgen, recuerda que él fue uno de los que denunció la explotación y las condiciones “infrahumanas” en que vivían.

“Les daban en lugar de sopa, engrudo y cuando les daban carne –una vez por semana- estaba toda ‘engusanada’. Sigue la explotación del hombre por el hombre”, co-menta Arévalo. Algunos trabaja-dores se rebelaron y prendieron fuego a algunas galeras.

Después del problema, el pro-pietario del rancho se adhirió al programa de jornaleros agrícolas

del Instituto Estatal del Empleo (IEE) de Coahuila, institución que se encarga de contactar, vía el Ser-vicio Nacional de Empleo, a los jornaleros de otras partes del país para evitar la figura del contratis-ta. Sin embargo, el IEE no tiene la capacidad para la demanda de tan-tos jornaleros: “A veces nos pide un solo empresario hasta 10 mil y no podemos”, reconoce Brenda Monarres, Coordinadora del IEE en la región.

De hecho, un año después el propietario del rancho se deslindó del programa. Sólo cuatro empre-sas de la región siguen adheridas: Hortalizas de la Laguna, Agrode-ser, Vigo y Lucero, ubicadas en los municipios de San Pedro, Francis-co I. Madero y Matamoros. Pero el programa no cubre todas la necesidades, por lo que terminan contactando al contratista.

Pedro Vázquez Rodríguez, presidente del Comité Pro-Mejo-ramiento del Agro Mexicano en la Laguna, opina sobre la poca de-manda del programa de parte de los empresarios: “La mayoría de los propietarios no acuden a orga-nismos gubernamentales para so-

licitar el apoyo de jornaleros por la burocracia que significa y por ende se dirigen con contratistas: es mucho relajo, mucho papeleo y los empresarios los necesitan para ya. La gran mayoría se maneja di-rectamente con contratistas”.

***

La Ley Federal del Trabajo de-termina que los jornaleros deben tener estancias dignas: bien ven-tiladas, con sus camas, con sus colchonetas, regaderas, tiene que haber sanitarios y hasta un espa-cio de terreno para que puedan cuidar de animales de granja.

La misma ley establece, según David Omar Sifuentes Bocardo, Segundo Visitador de la Comisión de Derechos Humanos en Coahui-la, que los pagos deberían ser por lo menos cada 15 días y no cuando termina el contrato, después de meses. Sin embargo, muchos de los mismos jornaleros prefieren que les paguen al finalizar el con-trato.

El sueldo de un jornalero mi-grante oscila entre los 70 y 100 pesos por día. La “tardeada” (hora

La situación es que sí son 120 pesos (el pago diario), pero 40 pesos son para

pagar el alimento y la estancia. Eso nunca se lo dicen”

David omar Sifuentes, visitador de la Comisión de Derechos Humanos de

Coahuila.

Lunes 21 de junio de 2010 VANGUARDIA 11

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extra) se paga a 15 pesos la hora. No obstante, muchos jornaleros vienen engañados, pues el con-tratista les dice que les va a pagar 120 pesos y cuando llegan son sólo 80: “La situación es que sí son 120 pesos, pero 40 son para pagar el alimento y la estancia. Pero eso nunca se lo dicen”, menciona Si-fuentes Bocardo.

***

Pasan de las 18:00 horas de un día de junio y en el rancho Vigo, del ejido El Pilar, ningún jornalero ha dejado el campo. “Ya no han de tardar los ‘oaxacos’”, me dice un vecino del ejido.

Oaxacos, oaxuclas, paisas, cha-vales; así se refieren los vecinos de los distintos ejidos para llamar a los trabajadores que vienen del centro y sur del país a trabajar a estos campos exportadores. Mu-chos de quienes se dirigen así lle-garon a trabajar por años en esos ranchos; pero un día se hartaron. 10, 15, 20 años después dejaron a un lado los tomates y chiles. Se fueron sin nada: sin ahorro, sin Seguro Social, sin cotizaciones de Infonavit, sin nada. Ahora, cuando sus rostros aparentan más edad, miran cómo esos ‘paisas’ se jo-

den la vida a cada instante. Miran cómo los dueños prefieren gente que aguante sin renegar, gente de baja estatura, menores que tengan la mano más suave para el desahi-je, el desbrote y el deshoje, para la recolección del fruto; menores como Juan o Marcelino, 13 y 14 años los chavales.

Ellos caminan detrás de sus otros dos hermanos, José (18) y Pedro (17). Son los primeros jor-naleros que salen de las galeras después de ocho horas limpiando tomate. Los cuatro hablan poco; contestan “bien” para todo. Algu-nas veces se ríen y la mayoría del tiempo no miran a los ojos sino a la tierra, esa a la que le deben todo. Juan, el más pequeño, se esconde mientras juguetea con sus manos. Es un niño que usa gorra y dibuja una sonrisa brillante.

Son de Huejutla, Hidalgo y ya llevan un mes en éste rancho que tiene convenio con el Instituto Es-tatal del Empleo de Coahuila para eliminar la figura del contratista y evitar así menores de edad. Pero es mentira, también llegan por contratista porque el productor no tiene tiempo para andar es-perando al Sistema Nacional del Empleo. Lo que le importa es que salgan sus cultivos y exportarlos

y ganar millones de pesos. No importan las formas. Y por eso, aquellos niños están aquí.

-¿Qué hacías en Huejutla?, pre-gunta éste reportero a Juan, el más pequeño.

-Estar en el maíz, responde.-¿Y aquí, ya le sabías al tomate?-No.-¿Quién te enseñó, tu hermano

mayor?-El cabo.-¿Está difícil?-Naa.-¿Por qué viniste hasta acá?-Nomás, me gusta.Los cuatro aseguran es la pri-

mera vez que migran a campos agrícolas de otros estados. Tienen también dos hermanas y otro her-mano mayor. Los tres trabajan “en la ciudad”; la ciudad para ellos es Monterrey, Nuevo León. Para José y Pedro, los dos mayores de éste grupo, el sueño es migrar a “la ciudad”, dejar el maldito campo, la milpa y los fantasmas de la es-casez. Para Juan y Marcelino aún no. Ellos sueñan con quedarse aún entre plantas y tierra seca.

Los cuatro cursaron hasta sexto de primaria. Juan me cuenta que su materia favorita eran las mate-máticas, los números. Le pregunto dos operaciones al aire y las con-

De acuerdo a la Secretaría de Desarrollo Social federal, existe una población de 1.2 millones de agricultores que migran bajo contratos temporales, a trabajar los campos de otros estados.

12 VANGUARDIA Lunes 21 de junio de 2010

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Isidro y Eluteria provienen de Huejutla, Hidalgo, la situación económica los obligó a cargar con sus hijas a La Laguna, para trabajar los campos por unos meses.

De 2008 a 2009, el Programa de Atención a Jornaleros Agrícolas •(PAJA) redujo el presupuesto para 10 estados de la república: Sonora, Sinaloa, Colima, Durango, Guerrero, Hidalgo, Oaxaca, Puebla, Tamauli-pas y Michoacán. Mientras que lo aumentó para ocho: Chihuahua, Jalis-co, Nayarit, San Luis Potosí, Morelos, Veracruz, Baja California y Baja California Sur.

La región lagunera está considerada por la Sedesol, dentro de las ocho •entidades de “atracción o receptoras” de jornaleros migrantes (junto a Sinaloa, Sonora, Baja California, Baja California Sur, Tamaulipas, Nuevo León y Chihuahua) pero nunca se le ha destinado presupuesto del PAJA hasta el primer trimestre de 2010.

Según el primer informe trimestral de la Sedesol, sólo • 416 mil 976 jornaleros fueron beneficiados con el PAJA, 153 mil 739 tenían de cero a 14 años.

Según la Encuesta Nacional a Jornaleros Agrícolas (ENJO) de 2009: •El 81% saben leer y escribir, sin embargo el nivel de escolaridad pro-medio es de 3 años.

La edad promedio en la que los jornaleros se insertan en las actividades •agrícolas asalariadas es de 14 años (ENJO).

600 mil niños jornaleros trabajan de ocho a 14 horas• expuestos a pesticidas y en condiciones climatológicas extremas en México, según el último reporte de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH)

testa bien. La tercera duda y pre-fiere reír. Sus estudios no darán para más. Eso es cruel: En 2009, el Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe), según cifras proporcionadas vía Acceso a la Información, documentó en todo el país únicamente 925 “figuras educativas” para la atención de la población infantil migrante que reside en campamentos agrícolas. Las 925 “figuras” fueron distribui-das en 17 entidades federativas (en Coahuila ninguna y en Durango sólo dos): Sinaloa abarcó el 49%.

Y cuando le pregunto a Juan qué hará con el dinero que le den a su regreso a Huejutla, me con-testa que se lo dará a sus papás.

***

Eluteria e Isidro se conocieron hace seis años en Guadalajara, “en la ciudad”. Ella tenía 18 años y emi-gró de Zontecomatlán, Veracruz y él, 22 años, venía de Huejutla, Hi-dalgo. Los dos pisaron suelo jalis-ciense en busca de mejores opor-tunidades.

Isidro encontró trabajo como cargador en el mercado de abas-tos local y ella en la cocina de un restaurante. Eluteria dejó atrás aquellos años de campo, de siem-bra; aquellas enseñanzas de su pa-dre desde pequeña que la llevaron a tener su primer contrato en un campo del estado de Sinaloa, a los 14 años. Sí, 14 años. El pasado de Isidro había sido diferente. Él se inclinó desde un inicio por el ofi-cio de carpintero. Era de familia.

Pero el amor pudo más. Se ca-saron y con ello llegó Hermelinda, su primera niña. La renta los aho-gaba. Isidro se llevó a su esposa e hija a Huejutla y volvió a adentrar-se al mundo de la carpintería. Ella en casa.

Pasaron cinco años y otra niña, Yolisa, y entonces el hambre ha-bló. La carpintería no daba para mucho: 50 pesos apenas una silla

cada tres días. Entonces, familia de Isidro le platicaron que había tra-bajo en un rancho agrícola, como jornalero. Que lo estaban anun-ciando por la radio. “Qué más da”, dijo Isidro y se apuntó con todo y esposa y dos hijas de cinco y tres años.

Viajaron desde Huejutla más de 40 personas (muchos de ellos familiares de Isidro) hasta el ran-cho Agrodeser, en un ejido a más de 30 kilómetros de la cabecera municipal de San Pedro, Coahuila, a casi una hora del Seguro Social más cercano, en Torreón. Quizá es la raíz de una aritmética cruda del jornalero: Hasta abril de éste año, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) tenía registrados en el país tan solo 145 mil 757 tra-bajadores temporales del campo, 22.4 por ciento eran del estado de Sinaloa, según datos proporciona-dos a través del Instituto Federal de Acceso a la Información (IFAI). La cifra representa poco más del cuatro por ciento del total de jor-naleros contabilizados por la Se-desol. Poca cosa.

Llegaron vía el Estatal del Em-pleo de Coahuila, que les ofrece mil 200 pesos como beca, aunque el mismo rancho también consi-gue jornaleros vía contratista. Es imposible.

En estos momentos la familia espera sobre la carretera, afuera del rancho. Están al encuentro de un ‘aventón’ que los lleve al ejido más cercano, San Rafael. Mañana empezarán la jornada. Será la pri-mera vez de Isidro, pero Eluteria conoce a la perfección el traba-jo, ese que un día odió. Qué se le hace, hay que comer. Dejarán a sus niñas en una guardería del rancho donde se hallarán otros 20 niños. Por la tarde regresarán agotados. En la noche irán a una galera espe-cial para las parejas. Compartirán dormitorio con otros tres matri-monios y sus respectivos niños. La misma historia.

En 2009, el Consejo Nacio-nal de Fomento Educativo (Conafe) registró 925 figuras educativas para la atención de la población infantil migrante que reside en campamentos agrículoas. En Coahuila no hay nadie haciendo ese papel.

Lunes 21 de junio de 2010 VANGUARDIA 13

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|||| Por Alfredo García

|| Los menesteres del ocio

sUpeRménDez El único superhéroe de Saltillo y la región (incluyendo Ramos) Por J. Latapí

Letanías a la Virgen. Acaso sin que-rerlo –su reticencia en asuntos de poesía no es sino una extremada for-ma de elegancia-, el profesor Miguel Agustín Perales ha añadido cuatro versos más a las Letanías de la Vir-gen, uno de los más grandes poemas de la literatura universal. Son conoci-dos los intentos que hicieron en este sentido Octavio Paz y Pablo Neruda, en sus respectivos célebres poemas “Piedra de Sol” y “Alturas de Machu Picchu”. Dice Neruda:

Aguila sideral, viña de bruma.Bastión perdido, cimitarra ciega.Cinturón estrellado, pan solemne.Escala torrencial, párpado inmenso.Túnica triangular, polen de piedra.

Y Octavio Paz, por su parte:grieta en la roca, reina de serpientes,columna de vapor, fuente en la peña,circo lunar, peñasco de las águilas,grano de anís, espina diminuta (…)flor de resurrección, uva de vida,señora de la flauta y del relámpago,terraza del jazmín, sal en la herida…

A los encomios de María como Reina de los Confesores y Reina de los Profetas, el distinguido ateneísta ha añadido, después de identificar a

la Madre de Cristo con un jilguero, estos otros: Cuerda de esparto, Ave melodiosa, Flor de pétalos cerra-dos, Paño de seda. Es de notar que apelar a la Virgen como “Cuerda de esparto” es de una rudeza, un primi-tivismo y una originalidad que haría reconcomerse de envidia al mismísi-mo Vicente Huidobro.

Lázaro. “No se pierde el tiempo: la losa de la tumba gira y el funerario horror vomita los vivos despojos de un cadáver que avanza. ¡Desatad ya, hermanas alegres, las dolorosas ven-das! Tan solo se exhala el respirado olor de la especia aromática esparci-da. El aire no devuelve ningún hedor de la sórdida pus corporal. Los ojos desligados de la sanie que gotea, ha-cen aparecer en el espejo la belleza primordial y las putrefactas mejillas visten poco a poco la púrpura teñida del rubor. ¿Quién pudo introducir el alma en unos miembros fluidos? Sin duda aquel que creó los miembros, que sopló sobre las venas húmedas de un junco hecho de arcilla, para que la corrompida gleba de humo-res infectos se convirtiera en colores de sangre”: Aurelio Prudencio (348-410), poeta cristiano español, de len-gua latina.

Respuestas: 1) c, 2) a; 3) d; 4) b; 5) a; 6) d; 7) b; 8) c.

|||| Por Miguel Agustín Perales

|| Claro que ud. lo sabe

1.- Con la entrada (el … de junio de 1867) de las tropas nacionales, comandadas por Porfirio Díaz, a la Ciudad de México, se puede considerar oficialmente liquidado el II Imperio.■ a) 24; ■ b) 23; ■ c) 21; ■ d) 22.

2.- Canis lupus baileyi es el nombre científico del lobo …■ a) mexicano; ■ b) marsupial; ■ c) ibérico; ■ d) marino.

3.- La gelatología es el estudio de las propiedades terapéuticas de …■ a) la serenidad; ■ b) el llanto; ■ c) el frío; ■ d) la risa.

4.- Los nombres de los satélites de … están tomados de los personajes de las obras de William Shakespeare y de Alexander Pope.■ a) Neptuno, ■ b) Urano; ■ c) Saturno; ■ d) Júpiter.

5.- Iris, mensajera de los dioses griegos, era hija de …■ a) Electra y Taumante; ■ b) Dóride y Ceto; ■ c) Dóride y Taumante; ■ d) Electra y Ceto

6.- … es el autor del siguiente poema:Del verano roja y fría / carcajada: / rebanada / de sandía.■ a) Xavier Villaurrutia; ■ b) Efraín Huerta; ■ c) Efrén Hernández; ■ d) José Juan Tablada.

7.- “Un científico en su laboratorio no es un simple técnico; es también un niño frente a fenómenos que lo impresionan como si fueran cuentos de hadas”. Es este un aforismo de …■ a) Linda B. Buck; ■ b) Marie Curie; ■ c) Carol Greider; ■ d) Christiane Nüsslein-Volhard.

8.- La celebérrima Marcha nupcial de Mendelssohn es una pieza de …■ a) Las Hébridas; ■ b) La primera noche de Walpurgis; ■ c) Sueño de una noche de verano; ■ d) Las bodas de Camacho.

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CROOkeRs• Live in London• 2010

fAtbOy sLIm• On The Floor at the Boutique• 1998

DAft pUnk• Homework• 1997

suena a…

Por esteban Cárdenas

Brigada A de Joe Carnahan es una tontería, pero es una tontería que en momentos

es bastante divertida, y si te permi-tes ignorar sus fallas, disfrutarás la película gracias a algunos diálogos ingeniosos y a unas secuencias de acción sorprendentes.

Brigada A: Los Magníficos es un remake de una serie de los ochentas protagonizada por Mr. T. Además de ver a sus personajes en trapper kee-pers, la verdad esto es lo único que sé de ella, pero tengo entendido que era una serie bastante Kitsch y rui-dosa, con un tono que hasta cierto punto respetaron los realizadores de esta precuela actualizada.

Esta versión nos explica los orí-genes de la Brigada A, un equipo selecto que representa “lo mejor del ejército estadounidense”. Integra-da por el Coronel John “Hannibal”

Smith (Liam Neeson), Templeton “Face” Peck (Bradley Cooper), B.A Baracus (Quinton Jackson) y Mur-dock (Sharlto Copely) La Brigada A, tras ser traicionados en Irak, se convierten en fugitivos, y deberán recuperar unas placas para falsifi-car dólares y así poder limpiar su nombre.

La película no obedece a ninguna ley de lógica ni de física. De hecho, en escenas como en la que el equipo de Brigada A cae del cielo en un tan-que sostenido por un paracaídas, las desobedece con gusto. El final es tan exagerado y absurdo que, si te lo permites, puedes pasar de un rotundo “no mamen”, a disfrutarla por su exagerada bobería y sus im-presionantes efectos CGI.

La película, que tiene el ritmo de una canción de Slayer, avienta por la borda el desarrollo de personajes y la construcción de un arco narrativo, para sustituirlo todo por un derrame constante de bromas, explosiones y acción, que a veces funcionan y a veces no tanto.

Si vas al cine con esperanzas de ver una película de acción seria es-tilo La Supremacía Bourne, estas en el lugar equivocado. Aunque los realizadores intentan darle un to-que serio con la presencia de Liam Neeson, que a veces se siente fuera de lugar, la voz grave y la actuación intensa del reconocido actor no lo-gran legitimar la cinta, que a veces parece tener una crisis de identidad (¿es comedia o es una película de espías?) que la perjudica un poco.

Además de ser algo confuso

(hay como 4 villanos, no se si con-té bien), su guión es tan hueco como una de las loncheras de Los Magníficos que presumían mis primos, y a veces (casi nunca, de hecho) tiene sentido, pero Carna-han y compañía logran una pelícu-la hiperquinética y relativamente disfrutable, que aunque se perci-be un poco descuidada y caótica, milagrosamente se salva de ser un desastre gracias a ciertos detalles, y a actuaciones sólidas de Sharlto Copely y Bradley Cooper.

RADARPor Esteban Cárdenas

[email protected]

A finales de los noventa, músicos como The Prodigy, Fatboy Slim y The Chemical Brothers contribuyeron a popularizar la música elec-trónica en México. Todos iban a raves. Luego fueron emos, y ahora creo que van a conciertos de indie.

Hoy, los Chemical Bro-thers, después de dos discos

tibios (We are The Night y Brotherhood) regre-san con Further, un LP sólido y contundente en donde se alejan un poco de música diseñada para comerciales de televisión y regresan a sus raíces noventeras.

El séptimo disco de los hermanos químicos consta de 8 canciones. Abre con Snow, una pie-

za atmosférica que repite su mantra de “tu amor me eleva más y más alto” una y otra vez, hasta que se funde con la excelente Escape Velocity. Es hasta esta canción, en el minuto el minuto 8 del disco, en donde entra por fin un beat sólido, y es aquí donde se comprueba que los Chemical están de vuelta, haciendo lo mejor que saben hacer: Música electrónica inteligente, enérgica y detonante.

Escape Velocity es euforia raver pura, y da pie a la ondulante Another World, una canción que también se hace notar. Swoon, el afrancesa-do primer sencillo, es de las mejores del disco, y es una especie de himno nostálgico psicodélico al after-party noventero del que tanto formaron parte este dueto inglés, que revolucionó la esce-na de baile hace casi veinte años y que ahora se abre camino en la pista de nuevo.

VIDeÓDROmO

the Chemical brothers• Further• 2010

Joe Carnahan• 2010

BRiGADA A: LOS MAGNíFiCOSSi VAS AL CiNE CON ESPERANzAS DE VER UNA PELíCULA DE ACCióN, ESTARáS EN EL LUGAR EQUiVOCADO

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