Jose Antonio Coderch, o Las Coincidencias Imposibles

5/14/2018 Jose Antonio Coderch, o Las Coincidencias Imposibles - slidepdf.com

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25 anys d' arquitectura catalana

Jose Antonio Coderch,

o las coincidencias imposibles

Reflexion sabre algunos ejemplos

de arquitectura residencial.

Antonio Pizza.

Elpropio pensamiento de laredenci6n implica, almismo tiempo,

una idea deperdida irreparable. (Ch. Baudelaire).

Hacia el final de los afios 40 en la Espana franquista,pese a la presion abrumadora de un poder reacciona-rio y autarquico, conjuntamente con una primera dis-tension del aislamiento polftico y economico, empie-zan a vislumbrarse relativos indicios de una evolucionprogresista.Aquella doble orientacion que ya en los anos prece-dentes habia representado la manera mas direct a paraponer en practica una actitud innovadora, es decir laasuncion de los modelos del racionalismo y la recupe-racion meditada de las formas tradicionales, encuen-tra expresion concreta hacia los iiltirnos afios de la de-cada en muchos proyectos presentados en el concurso

de ideas convocado por el Col-legi d'Arquitectes en1949para solucionar Elproblema de la vivienda (con-curso ganado por un equipo formado por Sostres,Tort, Moragas, Balcells, Mitjans y Perpinya), y, entreotros, en el proyecto de J.A. Coderch y M. Valls delconjunto de "Las Forcas", elaborado en el mismoafio.

Este ultimo proyecto es la primera y relevante mani-festacion publica de un arquitecto, entonces joven(habia obtenido el tftulo en 1940), que busca una inspi-racion evidente en la logica agregadora de los tfpicospueblos mediterraneos, en el cual, no obstante, ya esposible detectar un primordial intento compositivoque le permite diluir los faciles manierismos vernacu-

lares tan habituales en la epoca,En una sesion de conferencias organizada por elCol-legi d' Arquitectes de Catalunya en la primaveradel 1949, se invitan como ponentes al urbanista belgaAlfred Laden, al arquitecto mallorqufn Gabriel Alo-mar y a Alberto Sartoris, los cuales no solo organizanpor primera vez en Barcelona una discusion sobre losmaestros del Movimiento Moderno (Le Corbusier ,Gropius, Mies van der Rohe), sino que sobre todo seesfuerzan en presentar posibles caminos aIternativosal internacionalismo ya difundido, a traves de una rei-vindicacion de las formalizaciones de la tradicion y deun generico mediterraneismo.El lde abril se estrena en Barcelona la quinta Asam-blea Nacional de Arquitectos, en la cual participa elitaliano Gio Ponti. Sera elmismo Gio Ponti quien que-dara impresionado, a partir de una exposicion de ar-

Perspectiva del conjunto "Las Forcas", Sitges

quitecturas de la epoca no particularmente brillantes(" ... yeo entre vosotros incertidumbre y titubeos"),por una de las primeras obras de Coderch: la casa Ga-rriga-Nogues del 1947, en la cual el inevitable llama-miento allenguaje popular esta fiItrado por un racio-nalismo mas decidido y moderno. Gio Ponti construi-ra el trampolfn para el lanzamiento internacional deeste arquitecto catalan: a traves de las paginas de la re-vista "Domus" primeramente, y luego invitandolo aorganizar el pabellon espafiol en la IX Triennal deMi-

lan de 1952.Este pertodo bastante febril crea tambien las condicio-nes de existencia de un grupo, el Grupo R, que tendramucha influencia sobre el desarrollo de la arquitecturaen Catalufia; fue fundado el21 de Agosto de 1951en elestudio de los arquitectos Coderch y Valls y formabanparte de elBohigas, Gili, Martorell, Pratmarso, Sos-tres y Moragas.Este conjunto tan heterogeneo tenfa como objetivoprincipal el de estimular un debate sobre las arquitec-turas internacionales, y de vitalizar con nuevas temati-cas (entre las cuales tambien hay que anotar una tfrni-

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Casa Garriga Nogues, Sitges

da alusion ala interdisciplinaridad) el ambiente acade-

mico y retrograde de la disciplina arquitectonica. EI

grupo, pese a las diferentes posturas de sus componen-tes, mantuvo una cierta continuidad organizando se-

minarios, exposiciones y concursos durante casi diez

aiios. EI mismo Coderch, sin embargo, ya dimitio en

1953, consagrando con este gesto una actitud de refle-

xion personal e introspectiva frente a aquella polemica

y panfletista que los afios en curso parecfan exigir.

J .A. Coderch permanece como una figura enigmatica

y ambigua en la arquitectura de la posguerra (practica-

mente su actividad profesional cubre todo el arco que

va desde el final de los afios 40 hasta hoy), y eso no tan-

to por su posicion ideologica, que en cambio siempre

se ha mantenido fiel a algunos principios person ales

irrevocables, cuanto por el tipo de aceptacion de la

cual ha gozado; siempre, y a menudo acrfticamente,ha sido reconocido como maestro indiscutible y "pater

familias" de las generaciones sucesivas, y eso a pesar

de la profunda diversidad de ideas y de comporta-

mientos con respecto a los otros arquitectos. Es sufi-

ciente considerar su postura civil, que no solamente se

manifiesta en la adhesion al fascisrno (" ... guerra ci-

vil!?; lIamadla mas bien guerra de liberacion")", adhe-

sion que se concreta en varios cargos oficiales (en Ma-

drid desde el 40 hasta el 42 en la Direccion General de

Arquitectura, en Sitges desde el 42 hasta el 45 comoarquitecto municipal), sino que representa un rechazo

generico a cualquier discurso ideologico, politico, so-

cial, bajo la afirmacion segun la cualla arquitectura (elmetier) esta compuesta simplemente por inspiracion,

fe y sacrificio.Una conducta que tiene mayor relevancia en un perfo-

do en el que cualquier anhelo de arquitectura rnoder-

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na no podia sino presentarse bajo las formas de un an-

tifranquismo asumido como practica cotidiana; puesto

que, sin existir una censura directa, existfa sin embar-

go la dificultad de utilizar un lenguaje que pudiera mf-

nimamente incidir en los habitos de una especulacion

salvaje y de un desinteres hacia las formas.

Aunque sea admitiendo la actual reconsideracion,

desde un pun to de vista epistemol6gico, de los diferen-tes tipos de fascismo, y tam bien aceptando, dentro de

ciertos limites, la autonomia de 10 disciplinar respecto

a los juicios politicos, sin embargo continuan perm a-

neciendo unas zonas de sombra en una postura habi-

tualmente sometida a una indiscutida mitificacion.

Desde luego no se pone en duda la validez de algunas

respuestas formales y tipologicas, sino la sospechosa

uniformidad de los comentarios. EI mismo arquitecto

en una entrevista del 1967 afirmaba:"Y conste que se que mi obra es normal. Si por algo re-salta es debido al bajo nivel cultural del pais,,2, yen la

anonima arquitectura de la posguerra esta cali d ad no

podia pasar desapercibida.

Parece casi que la cultura catalana tenga sobre todo

necesidad de construirse un espectro de referencias so-

lidas e incuestionables: is que es 10 que puede unir elGATCPAC con Coderch, ambos citados como hitos,

si no, mas bien que una supuesta relevancia cultural, la

presencia absolutamente etica, de valor y dignidad,

que ellos representan en un mundo caracterizado por

corrupcion y malvivencia?

Si a algunos hombres del GATCPAC, los aconteci-

mientos historicos han ofrecido la muerte, sufrida en

la defensa de un ideal revolucionario para erigirse en

protagonistas; a Coderch, en cambio, para subir al pe-

destal de grand maitre, adem as de una buena arquitec-

tura, Ie ha sido suficiente profesar anatemas de aristo-crata decepcionado, en su batalla cotidiana contra la

laxitud moral, la mala educacion, la corrupcion de las

jerarquias, el socialismo imperante, y... Le Corbusier,

la urbanfstica moderna, el sistema escolar ... : "Hoy en

dfa en las universidades, con tantos profesores y alum-

nos, hay mas burros por metro cuadrado que una tardede sabado en el Corte Ingles". Y la respuesta general,

por parte de personas que obviamente practican bien

otros principios, a estas afirmaciones tan provocado-

ras ha sido siempre la aceptacion, aunque diffcil, de es-

tas excentricidades, puesto que proceden, en cualquier

caso, de un hombre caracterizado por capacidades ar-

quitectonicas y por principios morales irreprensibles.

Coderch fue seguramente uno de los primeros arqui-

tectos que gozo , adem as del prestigio internacional,

de la posibilidad de contactos fuera de Espana con mo-

vimientos de actualidad. Fue propuesto por J.L. Sert

como miembro de los ClAM hasta su disolucion en el1960, y posteriormente se adherio al Team X; cierta-

mente su participacion fue bast ante formal, porque elnunca llego a aceptar la posibilidad de una cornunion

de ideas (" ... no me gustan los movimientos arquitec-

tonicos 0 artfsticos; hay una gran falsedad en ellos.").

En 1961, con ocasion de la formacion del Team X, Co-

derch envio una carta de contestacion, a J.B. Bakema

que Ie habia pedido una contribucion para la configu-

racion de un corpus de doctrinas arquitectonicas comoalternativa a los principios del ClAM. La carta, con-vertida luego con algunos retoques en el discurso de

entrada a la Real Academia de Bellas Artes de SanJorge en eI1977, conocida bajo el titulo de "No son ge-



nios 10 que necesitamos ahora", queda como uno delos manifiestos mas hicidos y famosos del autor.Transcribimos aquf algunas partes que pueden aclarar10 dicho anteriormente, y pueden direccionarnos ha-cia el mundo cultural de este arquitecto:"No creo que sean milagros 0 genios 10que necesita-mos ahora. Creo que los genios son acontecimientos,

no metas 0fines. (... )Necesitamos aprovechar 10 poco que nos queda de tra-dicion y etica verdaderas en esta epoca en que las mashermosas palabras han perdido practicamente su realy verdadera significacion.Necesitamos que los miles y miles de arquitectos queanden por el mundo piensen menos en Arquitectura(con mayuscula), (... ) y trabajen con una cuerda atadaal pie, para que no puedan ir demasiado lejos de la tie-rra en la que tienen rakes. ( ... )Creo que para conseguir estas cosas hay que despren-derse antes de muchas falsas ideas claras, de much aspalabras e ideas huecas, y trabajar de uno en uno, conla buena voluntad que se traduce en accion propia y

enseiianza mas que en doctrinarismos a lamoda. Creoque la mejor enseiianza es el ejemplo.( ... )Los aristocratas enriquecen la sociedad hacia la cuspi-de con obras y palabras, y hacia la base con el ejemplo,ya que las masas solo se enriquecen por respeto 0mi-metismo.( ... )Hoy en dia las clases dirigentes han perdido el sentidode su mision, y tanto la aristocracia de la sangre comola del dinero( ... ), contribuyen decisivamente por suinutilidad, espiritu de lucro, cobardia, ambicion depoder, y falta de conciencia de sus responsabilidades,al desconcierto arquitectonico actual. (... )Es ingenuo creer, como se cree, que el ideal y la practi-ca de nuestra profesion pueden condensarse en slo-

gans como el del sol, la luz, el aire, el verde, 10social,10 politico y tantos otros.( ... )Una frase de Einstein preside nuestro despacho desdehace muchos aiios: "La cosa mas hermosa que unhombre puede sentir es el lado misterioso de la vida.En el esta la cuna del arte y de la ciencia verdadera.":'

. .

La vivienda unifamiliar

Casa Ugalde en Caldetas/1951EI inusual desorden compositivo de esta casa con res-pecto a las repetidas formalizaciones mayormente de-

cantadas de las casas unifamiliares proyectadas por

Coderch, encuentra posiblemente su propio significa-do en el concepto filosofico de la unicidad de Laobra.

Si quiza en otros casos las arquitecturas realizadascontradicen esta tesis, continuamente sostenida por elautor, porque result an estar sujetas a una cierta teorfadel habitar, en cambio esta casa representa una de lasarquitecturas mas singulares y artisticas de 1.A. Co-derch.Esta edificada en un territorio rocoso con amplias vis-tas panoramicas hacia el mar, y durante su proyecta-cion se tuvieron cuidadosamente en consideracion lasexigencias ambientales y paisajisticas, compartidaspor los propios clientes. De hecho la casa se apoya so-bre las curvas de nivel, respeta la vegetacion existente

englobandola en la composicion del conjunto, y abreperspectivas hacia el entorno, culminando en la plata-forma que se asoma a la parte mas baja del valle. EI re-sultado final es el de un diseiio en tension, en el cuallaseparacion entre interior y exterior se pierde, y la defi-nicion de los espacios funcionales se convierte casi enmarginal con relacion a los latigazos de los muros decontencion y a la presencia alucinada de las escaleras,que son obviamente necesarias para superar las fre-cuentes diferencias de nivel, y que sin embargo acen-nian, por su posicion, la respiracion convulsa de estavivienda.Para vigilar sobre esta impetuosidad aparece, lateral-mente al desarrollo principal de los espacios, un cuar-

to dormitorio correspondiente a la zona de los invita-dos, entregado a extaticas contemplaciones de las be-llezas naturales (en efecto su situacion domina el va-lle), hija sosegada de este conjunto retorcido.Normalmente los entices atribuyen esta obra a unafase juvenil,intemperante y en via de maduracion, del

Casa Ugalde, Vista general

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Emplazamiento

1-

C0,

r = I _ _---'''-...LJ'=-'-_--'===±''-l.l.__l__!__,,_-'-_-.

Seccion

PlantaA.A

Planta B.B

100

lenguaje coderchiano; ciertamente represent a unacompenetracion entre una manera organica y tradicio-nal de insertar respetuosamente un edificio en la natu-raleza preexistente, legible tambien en el usode losmateriales ("Pavimento de ladrillos 0 cairons rotosirregularmente con mortero blanco de cal y griffi. Bor-dillo de sardine 1de rasilla tornado con el mismo mate-

rial. Cubierta lisa de hormigon armado. Iluminacionindirecta. Conchas arrugadas tipo melotti'"), y un ex-presionismo fatigosamente detenido, que se consolidacomo uno de los aspectos de la cultura arquitectonicacatalana.Que es adem as detectable tambien en algunas inc1ina-ciones del GATCPAC racionalista, como por otraparte observa el mismo O. Bohigas."En resumen, cuando sefialamos tendencias expresio-nistas en la obra del GATCPAC nos referimos a unosindicios antidogmaticos que en la mayoria de los casosse limitan a las consecuencias formales de un realismoconstructivo, 0 de una interpretacion de 10 popular,pero que a menudo alcanzan la utilizacion -aunque es-

casa y timida- de valores semanticos y sintacticos delexpresionismo, sin llegar a formulas estilisticas con-cretas. Intenta ser, pues, un eficaz elemento de distor-sion frente a los peligros de una pretendida homoge-neidad del racionalismo.t"Y no hay que olvidar que aparecen en las obras sucesi-vas de Coderch, aunque sea en una forma escasa y ti-mida, unos rasgos expresionistas resumibles principal-mente en la utilizacion de las curvas, con respecto a lareiterada y mas frecuente ortogonalidad de espacioscerrados. Y nos referimos al proyecto de viviendas po-pulares en Hospitalet del Llobregat (1951), a los edifi-cios Trade (1965), al edificio El Girasol (1966), y al

proyecto para la ampliacion de la escuela de Arquitec-tura de Barcelona (1978).

Planta c.c



Casa Catasus en Sitges/1956Los comienzos de la actividad profesional, para Co-derch como para la mayor parte de los no privilegia-dos, ponen a dura prueba la integridad personal y eldeseo de experimentar una poetica subjetiva, puestoque estos principios estan sometidos al duro chantajede la supervivencia.

"Despues de que vi realizadas mis primeras obras mequede aterrorizado ... ; con mi colega, apenas conse-guido el titulo, empezamos construyendo en un estilocolonial, solamente porque estaba de moda y era unproducto mas vendible.( ... )Las relaciones con mis clientes eran siempre complica-das: la necesidad de dar de comer a mi familia no mepermitia rechazar ningun trabajo; y entonces yo meobligaba a salvar algo del proyecto, aunque solo fuerauna ventana. Luego, con el tiempo, empezaron aaceptarme."La casa Catasus nos introduce en un lenguaje formalno solo mas sedimentado, sino sobretodo mas progra-matico: las funciones de una casa de la alta burguesfa

estan sabiamente jerarquizadas, y en su propia defini-cion tipologica determinan la planta de la casa. Com-pactando en unidades la zona de los servicios, la de losdormitorios, y la de la vida diurna, la planta resultanteen T plantea una trasparencia con el exterior (sefiala-da por losgrandes agujeros vidriados de lasparedes), yuna auto reflex ion entre los interiores, como, porejemplo, entre la zona de dia y la zona de noche queparece asumir el papel de nudo/filtro de la casa entera.Asistimos, ademas, a un refinamiento de los materia-les que seran reutilizados continuamente por Coder-ch: las paredes exteriores estan recorridas por grandessistemas de persianas correderas de librillo movil quesirven para cubrir extensos espacios vidriados; la cons-

truccion es de ladrillo y hormigon armado , el revesti-miento exterior esta constituido por una deslumbrantecal mediterranea, los pavimentos son de rasilla recor-tada escogida.El uso de los materiales forma parte de la dedicacionsacra por parte de este arquitecto hacia las preexisten-cias naturales:"Tengo una particular preferencia por los materiales

que abundan y son tradicionales dellugar donde tengoque construir; en cualquier caso mantengo una desrne-surada admiracion por la cal. "La dominante horizontalidad de los pianos y su rela-cion con las verticales emergentes nos recuerdan te-maticas De Stijl, si no directamente cosas de R. Ma-llet-Stevens, y aparecen algunos canones figurativos,como el techo horizontal, que seran tipificados comoconstantes de sus realizaciones sucesivas,

Simplicidad y austeridad rebuscada se unen a una ex-clusiva destinacion de clase. Sobretodo en los afios 50,la elaboracion de una idea del habitar por parte del ar-quitecto en cuestion, que esta concretada maxima-mente en las casas unifamiliares, se dirige a estratossociales con privilegios econornicos (es suficiente fijar-se en el hecho de que la zona de servicios normal menteincluye tambien unos dormitorios, y se configuracomo un micleo autonorno e importante en el diseiiodel conjunto):"EI tipo de vivienda que propane Coderch en los pri-meras cincuenta -y se consolida a mediados de los se-

senta- responde a la existencia de una burguesia cata-lana culta que ve en el aunados la expresion de los va-lores de sus antepasados que posibilitaron el Moder-nisme, los de la mejor tradicion popular actualizada ylos de la racionalizaci6n que impone la vida moder-na'".

Planta

101



Casa Tapies en Barcelona/1960La relacion con la epoca industrial es, para I.A. Co-derch, sustancialmente fuente de rechazo y de despre-cio hacia todos losmecanismos introducidos por la re-volucion de los sistemas de produccion, y, principal-mente, hacia la ciudad conternporanea invadida por elhorrnigon y por la deshumanizacion de sus propios

modos de vida.Mas que en las posibilidades de salida, -e l reconoci-miento de un destino inevitable e insertado en las co-sas mismas, lIeva el arquitecto hacia una mitificaciondel pasado y la pena por los valores perdidos, y porotra parte, hacia el deseo, realizable en todo 1 0 posi-ble, de mantenerse a parte, en un aislamiento elitista ydesdefioso, de las condiciones de existencia de la civili-zacion contemporanea.Sus referencias principales, que se sinian en A. Aalto,I.Gardella, F.L. Wright y, sobretodo, en B. Rudofs-ky, indican una tendencia a la creacion de margenes,

areas de reserva, en donde sea posible recuperar nosolo la sabiduria de construir, sino, en sentido mas ge-neral, un orden de vida ya desarraigado; operaciones,sin embargo, que no ceden nunca a la doble tentacionde un populismo folklorico 0de faciles profecias palin-genesicas, como, en cambio, se podrfa verificar en losmediocres de la epoca.La aiioranza desencantada y la defensa convencida deuna etica personal, asf como la herencia recogida delpasado, no lIegan a ninguna prefiguracion de ideolo-gias comercializables, sino a una moral profesionalconstruida cotidianamente tambien con sacrificios yrenuncias, y seguramente mas alla de las modas impe-rantes:"Yo desaffo a cualquiera a encontrar una barbaridad

arquitectonica de mas de 150 aiios. En los pueblos,mas lentamente contaminados por el mundo moder-no, la arquitectura no llego a corromperse hasta hace60 070 alios. En el mundo nunca habra existido unacasa fea, no integrada en el ambiente hasta estos dias,y esto en cualquier sitio; desde entonces los arquitec-tos han de j ado de ser constructores, de adecuarse en latierra en la que han nacido y se refieren a modelos in-ternacionales, y todo en funcion de una civilizacionuniversal. "El encuentro con la ciudad es, no obstante, inevitable:

102

. .

1

I l ~ .I

Plantas y Secci6n longitudinal



la casa Tapies es una casa construida exclusivamentepara el pintor catalan, excepcionalmente colocada enla ciudad, entre edificios medianeros y con una facha-da directamente orientada a la calle, en un contextoambiental absolutamente distinto de donde Coderchsuele proyectar sus casas unifamiliares.EI unico elemento de comunicacion explfcito con la

ciudad esta representado por una pared-pantalla, don-de el sistema de las persianas de librillo movil, que seha convertido en el dibujo exclusivo de la fachada,permite la creacion de un filtro que regula la entradade la luz, defendiendo la intimidad de la casa.Al solar, que es de forma alargada, se entra por el ga-raje, como en much as casas de Coderch, 10 que afirmaulteriormente la imagen escondida y esquiva de estepalacete. La longitudinalidad esta quebrada tipologi-camente, destinando al final el estudio de doble alturadel pintor, mientras que las funciones principales de lacasa se polarizan en ellado de la calle. Entre las dospartes aparecen unos patios que recuperan nuevasfuentes de iluminacion, pero tambien posibilitan la

creacion de zonas verdes; un aspecto de naturaleza ar-tificial que, sin embargo, permite el reconocimientode imagenes autosuficientes. Y, para este fin, juegamucho el uso de la luz que, en su general autenticidad,y con la ayuda del muro-pared erigido como defensadesde el exterior, puede permitir, si no el olvido, por10 menos la ignorancia del asedio de la ciudad.

Casa Rozes en Rosas/1962La casa Rozes, situada en Punta Canell Gros (Rosas),de 1500m2

, se asienta en un promontorio irregular ro-coso y bafiado por las olas. Las leyes de proteccion dela costa solo dejaban disponible para el disefio del edi-ficio un triangulo alargado; la construccion ha sidorealizada con paredes maestras huecas, cubierta plana

con asfalto y con acabado de guijarros.Esta casa, bajo ciertos puntos de vista, representa elmomento cumbre, en su propia abstraccion ejemplar,de las concepciones formales y tipologicas del autor.Intentemos analizarla por puntos:La localizaci6n. La casa ha sido edificada, como ya sedecfa, sobre un promontorio irregular, bafiado por elmar, hacia el que desciende gradualmente; el edificiosigue, en el sentido longitudinal, el declive, presentan-do una especie de cabeza de puente mas alta donde seconcentran la zona de dia y la zona de los servicios, ycontinuando hacia el punto mas bajo con la zona denoche.La entrada. Como ya puede notarse en otras casas,aquf tambien la entrada principal se efecnia a travesdel garaje, que es la zona de llegada y la parte mas ele-vada del conjunto. De hecho, sin embargo, existenpor 10 menos otras tres entradas oficiales, puesto quepracticamente, cualquier abertura funciona adem ascomo puerta de entrada/salida.

Seccion longitudinal

Emplazamiento

7·

1 0 3



Una unidad de fragmentos. La descomposicion tipolo-

gica por partes, que de manera diagrarnatica ya se ha-

bia revel ado en la casa Catasus, en este caso aparece

ulteriormente complicada. El micleo inicial, que ro-

deando dos patios organiza la zona de servicios y la

zona de dia, se manifiesta mas por la compactacion del

conjunto que por la claridad de la distribucion. Com-

pactacion que viene exhibida por el desarrollo ulteriorde la cas a (por contraste): una adicion sucesiva de par-

tes, cuyo disefio acentua la posible lectura autonoma y

desagregada de elementos que son los dormitorios, los

cuales sin embargo, completados con los aseos y con la

comunicacion directa con el exterior, formalizan va-

rias e independientes unidades residenciales.

EL recorrido. El recorrido asume un papel decisivo en

este desarroLLarse en longitud de la casa: corta la parte

inicial, para despues flanquear la zona de los dormito-

rios. Evidentemente no tiene la unica funcion de ele-

mento de servicio, sino que sus articulaciones conti-

nuas, a traves de cam bios de niveles y desplazamientos

en sierra de una normal unidireccionalidad, 10 configu-

ran mas bien como recorrido, vitalizado por este senti-do de experiencia y de exploracion que va adquirien-

do. (Este es un aspecto claro tam bien en otras casas,

como la casa Uriach, 0la casa Rovira.) l.A. Coderch,

con respecto a este asunto, contaba en un entrevista:

"Y0 tengo un amigo que quiza lleve razon al decirme

!

_ _ _ _ _ . _ . :: : = : : : - . : : : . ' : : : : = . J

•Casa Uriach

que si, que yo se hacer de arquitecto pero que 10 que

hago mejor son los pasillos. A mi siempre me han gus-

tado los pasillos, porque este sistema de no hacerlos a

base de que to do el mundo ensucie, orine, y se bane en

la misma habitacion no me gusta. 0 que no haya pasi-

llos, pero que todo sean salones y mas salones que secomunican... Los pasillos pueden ser muy diverti-dOS.,,7

En la fuerte predisposicion para intentar crear en las

casas un espiritu y un sentimiento que hoy en dia es di-

ffcil de encontrar, asf como en el tratamiento de laspartes singulares de la vivienda, se puede notar como

existe una relacion notable con los planteamientos deG. Bachelard.

ELpatio. Igual que en otras experiencias, en casa Ro-

zes el patio, como recorte de naturaleza cautivada, en-

tra en la composicion, y se define no solo como polo de

luz, sino como determinante de todo el edificio.

Del mismo modo que en las construcciones plurifami-

liares de la ciudad, Coderch exhibe la presencia del pa-

tio, pero, segun el mismo afirma, si en la ciudad este

elemento es poco acerdado, como simple reduccionmecanica de exigencias legislativas aqui, en cambio,

en las construcciones rurales es referencia antropolo-

gica, micleo expresivo de una concepcion anhelada de

la casa.

La relacion general que esta arquitectura establece

D

Casa Rovira

Casa Rozes

10 4

. .



con la naturaleza, resulta quiza mas elaborada que enotras ocasiones: junto a la zona de los dormitorios lapresencia de tramos de escaleras que saltan los desni-veles de la roca, contribuye a la formacion de peque-fias terrazas ajardinadasque pertenecen mas bien a lascasas (como se podrfa decir considerando la fragmen-tacion de estos espacios) que aIentorno, del cual sedi-

ferencian, marcando el contraste entre una naturalezaarida y salvaje y una naturaleza decorativa y cuidadapor el hombre.El desmenuzamiento de los perfiles. Observando estacasa desde cualquier punto de vista, desde 10 alto, defrente, desde la planta, se impone la dispersion de lasIfneas y de los pIanos. Aprovechando la irregularidaddel terreno, Coderch realiza una articulacion formal,una configuracion continuamente quebrada, que seconvertira en una de sus caracterfsticas constantes,tambien cuando se enfrente con los problemas de ar-quitectura de la edificacion colectiva, y en ambienteciudadano.

La vivienda colectivaA pesar de que la actividad inicial de Coderch se desa-rrolle preponderantemente en las experiencias de lascasas unifamiliares (yla logica de la autonomia domes-tica encontrara una continuacion tam bien en el casode edificios plurifamiliares), la inevitable condicion dearquitecto de nuestros dias 10 llevara a la confronta-cion con el problema de la ciudad, en un campo en elcuaI se expresa denso y significativo su rechazo a losproductos degenerados de la civilizacion industrial.La vision confiada y utopica de un futuro que no obs-

tante queda demasiado lejos de la realidad cotidiana,-"Creo que nacera una nueva arquitectura; pero haranfalta por 10menos trescientos 0 quinientos afios"- seconecta con ellamento por las dimensiones humanasde las ciudades del pasado ya definitivamente perdi-das:"Me gustan las calles pequefias; yo opino que las callesdeben tener como maximo cinco plantas de altura. (... )Entre las ciudades que conozco, la que prefiero esAmsterdam, con sus casas todas iguales y distintas,con estas vibraciones que son comunicadas por los la-drillos de diversa caIidad, por las ventanas de diferen-te tamafio ... , donde todo parece expresar una tradi-cion viva."

Viviendas en la Barceloneta/1951La primera intervencion urbana esta constituida porun grupo de viviendas populares encargadas por elInstituto Social de la Marina. El programa, muy res-trictivo, imponfa la necesidad de dos unidades resi-denciales por rellano con tres dormitorios cada uno;esa condicion oblige a los autores, frente a la carenciade espacio, a rebasar los limites de la alineacion conunos voladizos, para adquirir por medio del desarrolloen altura, aquella superficie necesaria que las limita-ciones del solar no permitian.De eso deriva una planta irregular y movida que de al-guna manera, con las debidas distancias, nos recuerda

la Pedrera de Gaudf.La contraccion de los espacios de transite permite ga-nar los metros utiles para aIcanzar los mfnimos reque-ridos por las fracciones de la casa, mientras que la ima-

/

105



gen exterior, sustancialmente defensiva y abrigada,revel a una figuratividad que Coderch citani en otrasocasiones: edificio de c/ Compositor Bach, casa Ta-pies, edificio de c/ Encarnacion.Hay que apuntar que, a pesar de las restricciones, nose renuncia a la creacion de una area de terraza queresponde a la doble exigencia de crear una circulari-dad en la zona de noche, y de afirmar un espacio filtro

desde el exterior. Eso posibilita: la difusion de una luzmediatizada, la eficaz insonorizacion de los ruidos dela ciudad, asi como la transicion, tambien simbolica,entre dos realidades que se contradicen: la funcion delhabitar y la ciudad contemporanea."(,Habeis reflexionado alguna vez sobre el hecho deque el hombre viviendo en bloques de apartamentosha perdido el contacto con las rakes de su casa? (,yque se cambia de vivienda tres 0 cuatro veces en lavida, y los hijos no consiguen acordarse de como era lasala de estar en la cual han pasado supropia infancia?"En este caso son las deterrninaciones tipologicas quecondicionan, y no en forma exhaustiva, el dibujo de la

fachada; si de alguna manera los bordes plegados su-gieren la retorcida articulacion del interior, los alzadosprincipales evocan una poetica de la ausencia mas quede la presencia: la alternancia de fajas de revestirnien-to de azulejos vidriados, y de persianas de librillo mo-vii, parecen ignorar con silenciosa compostura las con-diciones del entorno (en realidad absolutamente des-cualificado), mas que dec1inar person ales lenguajes deruptura.

Edificio de cl Compositor Bach/1958Se encuentra en este proyecto una cierta continuidadcon el caso anterior: el uso de la persian a se extiendehasta cubrir casi totalmente las dos fachadas principa-

les, constituyendo en realidad su unico elemento dediseiio que esta interrumpido solamente por la hori-zontalidad de los forjados.Estas dos fachadas comentan la intencional indiferen-cia al contexto, implicita en el tratamiento igual queellas reciben pese a referencias diversas: la calle y unjardin privado. Ellas son mas bien el fruto de concep-ciones abstractas, que van mas alla de consideracionesambientales:

106

D

Planta de conjunto

Plantapiso



Croquis de una vivienda

7· '

"El hecho de no existir practicamente orientacion nor-te ni sur por la proximidad de los edificios contiguos, laforma del volumen y el estudio de la distribucion masconveniente han dado como resultado una planta si-rnetrica y unas terrazas simetricas como consecuencianatural." (de la memoria del proyecto).Vuelven a aparecer terrazas como pantallas, tras las

cuales grandes vidrieras correderas perrniten la incor-poracion de los espacios exteriores a la sala de estar.La presencia de un voladizo triangular rompe la mo-notonia del alzado, y abre vistas diagonales hacia laca-lle: es una tfrnida alusion a un expediente que sera re-petidamente usado por Coderch en otros edificios ur-banos, y que constituye adernas, aunque sea con cali-dades diversas, una constante manera de explotacionen altura por parte de la edificacion corriente: granparte de las calles de Barcelona estan sofocadas poratrevidas excreciencias que, en el exasperado aprove-chamiento de la tolerancia legislativa, ridiculizan latradicion de la fachada "en movimiento" tfpica de la

arquitectura modernista.Se puede afiadir que este bloque de pisos inaugura lasrelaciones de Coderch con una adinerada burguesiaurbana, y este aspecto se refJeja en el programa de laoferta: a nivel colectivo, servicios comunes, jardines,piscina y amplio garaje; a nivel individual, diferencia-cion de la zona de servicio desde el resto de la casa pormedio de entradas independientes, llegada de un as-censor ditectamente al vestfbulo de cada piso, habita-ciones con dotaciones en super-standard, y absolutorefinamiento de los detalles y de los materiales.

Edificio "EIGirasol" en Madrid/1966Este conjunto de viviendas de lujo, que esta edificado

en un barrio bastante selecto deMadrid, introduce dosvaloraciones decisivas para entender la continuacionde la actividad profesional del arquitecto: por una par-te consagra la relacion preferencial mantenida con de-terminadas clases sociales, que resultan ser tarnbienlas que facilitan un experimentalismo mayor; por otrase empieza a definir con mas claridad un proyecto detipologia residencial y urbana, que se consolidara enlos ejemplos posteriores.Es la primer a vez que una inmobiliaria importante, so-bretodo por 10 que serefiere a la destruccion fisica yvi-sual de la ciudad, se dirige a un arquitecto de calidad,sornetiendose a los riesgos y a los peligros que estarnisma preferencia puede generar. Es la indicacion de

que, por 10 menos en las experiencias mas exclusivas,el mercado se mueve mas alta de la especulacion delsuelo y de losmateriales, y para volver mas apetecibleel producto practica ya sea la busqueda de senalizado-res de prestigio, 0bien el camino de la inversion sim-bolica, que se queda lejana de la simple calidad mate-rial de la oferta, pero es magneticamente eficaz sobrelos potenciales usuarios.A eso adernas corresponde una modificacion contem-poranea del gusto por parte de los estratos sociales ha-cia los que esta dirigida esta operacion, como indicajustamente H. Pinon:"Por otra parte, en Girasol, Coderch ensaya la utiliza-cion de unos materiales que, de alguna manera, cons-tituyan el equivalente urbano del revoco encalado desus viviendas rurales: la tierra cocida. En unos casosen forma de revestimiento y en otros utilizando ella-drillo como cerramiento, el uso de la materia natural

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adquiere ahora un significado distinto del que tuvocinco aries antes a los ojos de una cJase cada vez mas a

Lapage, que deja de asociar tradicion a pobreza y natu-ralidad a ascetismo. En todo caso, el valor que, comosfmbolo de status, ha adquirido la localizacion en elambito de determinados grupos sociales permite acep-tar-por cuanto ya no se teme el equfvoco-sistemas ar-

quitectonicos mas 0menos similares a los que se utili-zaban en zonas menos cualificadas. Se han producidoimportantes modificaciones en la jerarquia de valoresdel sistema de significacion arquitectonica que soportael grupo al que pertenecen los usuarios del edificio. ,,8

El edificio esta situado en un solar en-esquina (es cu-rioso constatar como Coderch casi nunca realiza obras"entre medianeras") y la primera respuesta que se daconsiste en el rechazo de la ortogonalidad obvia de laalineacion urbana. La profundidad del area habriaobligado a la creacion de unos patios interiores que elautor substituye por un sistema escalonado, el cualdeja entrar luz y aire hasta las partes mas profundasdel bloque.La oblicuidad con respecto a las dos calles colindantespermite recuperar una orientacion mas favorable y"desatar" las viviendas entre elias y del resto de la ciu-dad. La definicion de unidades residenciales, herencia

evidente de la concepcion de la casa rural aislada, sedesarrolla por adicion en horizontal y por superposi-ciones en vertical.Una cierta logica conventual se puede detectar en laconfiguracion de las tipologfas, en las que la extensionprevalentemente longitudinal acennia lapresencia delrecorrido; este mismo, continuamente variado por las

diferencias de nivel y por las curvas de los muros a losque se apoya, sirve al resto de la casa que, organizadasegun celdas autonomas, se injerta en este, evitandoadernas la encrucijada de las direcciones.La presencia de un ascensor para la familia, y de unbloque de escalera y de otro ascensor para los servi-cios, que comprenden como en otros casos un territo-

rio autosuficiente, ponen en evidencia el caracter ex-cJusivo de esta intervencion.Las terrazas dibujadas en diente de siena, que dejanentrar luz natural en todas las habitaciones, mas queintegrar este conjunto en la ciudad rechazan cualquiertipo de contacto, e intentan construir una intimidad dela casa: una especie de posible vida autorrefiexiva,tarnbien al aire libre, no casualmente recogida por lasconcavidades de las paredes frontales ..Bajo el nivel de la calle se encuentran un aparcamien-to y una planta que, conjuntamente con la planta baja,

Plantapiso

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acoje unos equipamientos comerciales y esta ilumina-da por patios a la inglesa, mientras que la entrada a lasescaleras y a los ascensores se realiza por un nivel le-vantado con respecto al nivel de la calle, en un ulteriory sefiorial alejamiento de la frenetica masificacion dela ciudad moderna.Los dos alzados principales contribuyen a reforzar lafigura de edificio ermitano; las persianas fijas de ma-dera que enjaulan las ventanas visibles y la sensacionde sorprender, desde la mayor parte de los puntos devista, a este edifico como de espaldas, reducen la expe-riencia visual para trasladarnos mas bien hacia una ex-periencia tactil, de movimiento: una vibracion conti-nua que aligera la dorninacion de losmacizos sobre loshuecos, y que R. Moneo asocia poeticamente al deli-

cioso soplar de un vientecito de la sierra.

Manzana de 6 bloques de viviendas para el

Banco Urquijo/1967Este grupo de seis palacetes, localizados en una zona

alta de Barcelona, constituyen el primero y concretoejemplo de las concepciones microurbanisticas de Co-derch. En las posiciones de este arquitecto a menudo

Emplazamiento

Entrada garaje

se ha manifestado un rotundo alejamiento de las dege-neraciones de las ideas urbanisticas del movimientomoderno, por 1 0 que de racionalizador y nulificadoreste movimiento implica con respecto a la tradicionpolimorfa y vital de la cultura urbana:"A mi, personalmente, la calle que se ha venido ha-ciendo con un criterio urbanfstico ya un poco anticua-do, de bloques rectangulares colocados unos en unsentido, otros en otro, generalmente con una disposi-cion ortogonal, me da una sensacion de gran triste-za.( ... ) El Movirniento Moderno ha triunfado practi-camente en el mundo, y yo he luchado todo 10 que hepodido por el y el result ado es mas bien triste, porqueencuentro que en la epoca del academicismo la mediade la arquitectura era mucho mejor que la media de laarquitectura que hacemos ahora.,,9Nos enfrentamos en este caso con el problema de laocupacion de una manzana que un primer proyectopreveia llenar con un unico edificio, mientras que Co-derch preferira una solucion mas desagregada.La edificacion en manzanas es una caracterfstica cons-

tante de la construccion en Barcelona: el plan Cerda ylas sucesivas integraciones del XIX han institucionali-zado este modelo de desarrollo de la ciudad (el Ensan-

Seccion transversal del conjunto

Planta tipo

1 0 9



Alzada longitudinal

che de el resto de la casa en el intento evidente de vol-ver a aplicar el modelo de la distribucion por micleosseparados. Pero mientras por una parte asistimos auna norrnalizacion del hedonismo expresado en lasondulaciones del Girasol, por otra oirnos resonar encontrapunto frases ya citadas: y, por ejemplo, el dibu-jo recortado de las zonas de los dormitorios, articula-dos por un pasillo de distribucion, no hace mas que

evocar subdivisiones ya consolidadas en otras arqui-tecturas: Casa Uriach (1961), Casa Entrecanales

.. (1966), Cara Rovira (1967).~"j

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che), que practicamente represent a el modo mas fre-cuente de ocupacion del suelo, al menos en las zonasdel centro de la ciudad. Ciertamente Cerda no presu-ponia una manzana cerrada: presentaba en cambio va-rias alternativas que sin embargo ten ian todas en co-

rmin la transitabilidad de los espacios interiores, quequedaban de uso publico 0semiprivado.Con el tiempo el tejido edificatorio de hecho se ha es-pesado cerrando la manzana y creando en su interiorun patio que, de original espacio verde 0de equipa-mientos, se ha reducido a espacio residual con uso pro-miscuo, generalmente degradado.Diversamente de las soluciones corrientes, Coderchinvierte ya el punto de partida: no es la calle 10 que de-fine con sus propios lfmites los frentes edificados, sinoque es desde el interior del conjunto que los edificiosse autoproyectan llegando a los lfmites viales con unaimagen esparcida y casi de partes traseras.

Sin duda el proceso revela su debilidad, sobretodo si

nos fijamos en los resultados: la logica de las unidadesresidenciales como arquetipo proyectual que ya he-mos visto experimentada en las casas rurales y en losedificios aislados, en el momento en el que el saito deescala lleva a la inclusion de una parte de ciudad, de-clara la propia incapacidad de afrontar la relacion conel entorno urbano; adernas, de alguna forma, se repro-duce la imagen delfrente, aunque resulte desmenuza-do; y la absoluta privatizacion del espacio interior, alque contemplativamente se asoma un lado de las vi-viendas (el espacio de jardin no esutilizable ni siquierapor los mismos habitantes), anula en la practica cual-quier tipo de relacion entre este espacio y la ciudad,

fuera de su funcion de oasis regenerador en una isla denaufragos.Tipologicamente los bloques se organizan segun un es-quema en torre con caja de escalera central y dos pisospor rellano; un corte intermedio divide la zona de no-

110

Manzana de viviendas en Sarria

(Las Cocheras)/1968Si los edificios para el Banco Urquijo representan laparte primera de un program a de edificacion urbana,Las Cocheras constituyen su atrevido banco de pruebapor 10 que se refiere a los usuarios y a las cantidades.Por una parte, en efecto, hay un cierto redimensiona-miento de la oferta que aunque se dirija a una clasemedia, supera la destinacion privilegiada de los casos

precedentes; por otra, aumenta el numero de los edifi-cios, el tamaiio de la intervencion, y la densidad resi-dencial. Ahora nos encontraremos frente a una super-manzana que esta atravesada por una serie continuade casas en torre.Por el caracter didactico y por la considerable escalaafrontada, esta obra se puede considerar como un ma-nifiesto del arquitecto; sus mismas declaraciones pue-den constituir el testimonio de esta vision en perspecti-va: "La construccion general de bloques altos rectan-gulares, situados entre espacios verdes, la consideroun error por dos razones: primero porque me repugnala idea, quiza porque tengo vertigo, de que la gentetenga que vivir demasiado alto, y segundo porque me

parece inhumano estar sentado en un banco, teniendoen frente un bloque generalmente monotone de 10,20030 plantas de altura.( ... ) Creo que debemos volver aurbanizar calles y plazas para facilitar el transite rod a-do y para conseguir calles y plazas humanas en nues-tras ciudades. Creo debemos ir a supermanzanas deunos 200 x 300 m, destinando las calles que las limitenala circulacion rodada, y respetando las calles y plazasinteriores de la manzana para uso exclusivo de peato-nes.( ... ) Trate por 10 tanto de luchar contra lamonoto-nia haciendo fachadas escalonadas. Me dijeron enton-ces que el escalonamiento es caro, pero despues sepudo comprobar que una forma escalonada inscrita en

un circulo, equivale a un cuadrado, que es, de todoslos rectangulos, el ~ue, con menos perimetro, limitamayor superficie. ,,1 .

EI punto de partida es siempre el tipo en torre, aunqueesta vez con mas plantas; lafragmentacion de los perfi-



Plantapiso

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Emplazamienta

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Alzada

Secci6n transversal

les esta ulteriormente exasperada, mientras que el in-terior de las viviendas sigue una distribucion ya verifi-cada. Particularmente interesante es el enfasis queasume la salida de vohimenes en los techos aterraza-dos, que una vez mas nos acerca a Gaudi y a la presen-cia de entidades escultoricamente definidas en el te-cho de la Pedrera, por ejemplo. La imagen desde 10alto, en particular, nos reconduce a vibraciones expre-sionistas que, aunque ocultadas y frustradas, a menu-do han intentado manifestarse en las formas arquitec-tonicas de Coderch.Las Cocheras se sinian como el punto de giro de laconcepcion urbana (y urbanistica) del arquitecto: des-de la postura inicialmente defensiva y esquiva de losprimeros episodios, se pasa a la aplicacion y desarrollo

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de una idea en alternativa a la ciudad ya construida: elarquitecto no rechaza la edificacion en la ciudad, sinoque expresa un modelo particular que se Ie aparececomo el iinico camino practicable hoy en dia; y que re-quiere una escala adecuada para poderlo demostrar yponerlo en prueba.Permanece, no obstante, una ambiguedad fundamen-tal: la que se reconoce justo en el dilema entre la recu-peracion de una configuracion comunitaria ("Losusuarios de esta urbanizacion pod ran fumar tranquil a-mente un cigarrillo en un banco de la calle, esperandola hora de comer, 0destinar una hora a jugar con losnifios, sin tener que .desplazarse a un parque publi-co. , ,11) buscada a traves de la creacion de areas distan-tes 10mas posible de la vida de la ciudad normal, y, en



cambio, las condiciones inevitables a las que seesta so-metidos para construir en una metropoli: altas densi-dades, sectorializacion de los espacios, ocupacion ex-trema del suelo que induce a la repetividad del modeloformal y de ernplazamiento , etc. Y, pese a su notablearticulacion, se abren perplejidades sobre los efectos einterrogantes sobre laaccesibilidad de este camino:

(,es aun posible, hoy en dia, recorrer los dificiles equi-librismos de las organizaciones aLternativas, sin el ries-go de caer en el magma de los imitiles y pateticos ges-tos heroicos? (,El fracaso historico de las vanguardiasno ha puesto quiza definitivamente en crisis elmito de

Laotro?

Concurso para el poligono

"Actur Lacua" en Vitoria/1976El concurso de ideas para la urbanizacion de un areaperiferica de la ciudad de Vitoria fue convocado en el1975; se trataba de un program a muy extenso (12.000viviendas) al que respondieron muchos arquitectos defama reconocida. AI final resulto ganadora la pro-puesta de R. Moneo y M. Sola Morales, yaqui nos in-teresa confrontarla con la propuesta de Coderch, sim-plemente para verificar la idea de ciudad que otrosprofesionales espaiioles manifiestan en este concurso.La idea de Coderch no difiere sustancialmente delplanteamiento madurado y ensayado en trabajos ante-riores: el ulterior saito de escala permite un juego masdesenvuelto de las combinaciones que definen unasmacromanzanas, pero siempre segun un fenorneno deirradiacion desde el interior. Seguramente, ademas, elgigantismo de la propuesta encontraria su verificaciondecisiva en 10 concreto de la realizacion.

El principio adicional, alli donde el elemento engen-drador es siempre la vivienda, viene perseguido clara-mente tambien en este proyecto:"Consideremos imprescindible un equilibrio urbanode conjunto, que aparece en todos los casos a traves de

V is ta s d e Lamaquet a

la suma de las mismas unidades 0 modules. Por ellocreemos que los tres distintos tipos que se altemanpueden repetirse muchas veces en una solucion co-rrecta y compositivamente agradable." (de la memo-ria del proyecto).La formalizacion de Moneo y Sola Morales que partede la unidad base de la vivienda en hilera, sugerida por

las dimensiones notables del programa, se fundamen-ta en una repeticion modular que garantiza la forma-cion de un tejido compacto y reconocible. EI proyec-to, de evidente inspiracion tipologica, que sera citadoen otro proyecto de R. Moneo elaborado en ocasondel concurso para la area ex-Saffa en Venecia, presen-ta como objetivo la posible concretizacion de una ideade ciudad eficaz en una zona disparatada y neutracomo cualquier periferia urbana:"EI proyecto parecia excluir un tipo de intervencionque condujera tan solo a una homogeneidad con laciudad existente, en un momento en el que eran nece-sarias nuevas altemativas. Estas altemativas son, en-tre otras cosas, aun mas evidentes si consideramos elcaracter fraccionado de la ciudad existente, ya cercadapor un vacio de realizaeiones de conffn: edificacionesaisladas, autopistas en cinturon, dislocamiento de lasdirectrices del trazado vial. ,,12

Consideraciones de este tipo estan eludidas por elequipo de Coderch: cualquier elaboracion sobre laciudad pro cede de la idea de la vivienda segun una op-tica centradora y exclusiva; y las ultimas realizaeionesproyectuales ceden a este especie de coaccion a repe-

tirse, en una practica obstinada, que adem as conduceal envilecimiento de una concepcion inieial absoluta-mente valida y compartible.El haber descrito un itinerario por la arquitectura resi-

dencial de Coderch nos ha arrastrado hacia una di-mension atemporal: hemos hablado sobre un arco detiempo que comprende treinta afios, y casi nunea he-mos hecho disgresiones sobre 10 que mientras tantosucedia entorno a este arquitecto.

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Alzada

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Emplazamiento

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11 4Esquema de agrupaci6n de los m6dulos en las manzanas



Planta piso

Sin duda Coderch tambien, pese a su protervo aisla-miento, ha sufrido unas influencias por parte de lasconcepciones contemporaneas, sean de vanguardia 0

de sentido cormin: como, por ejemplo, la sistematiza-cion del uso del tocho propone las preferencias de laasf Hamada EscueLa de BarceLona, 0en cambio el usode courtain walls en los edificios comerciales forma

parte del patrimonio formal asumido plenamente porla cultura metropolitana.Aparte de estos inevitables roces, es incuestionableque la trasmision de las influencias haya sido bastanteunidireccional: de Coderch hacia el entomo, mas queal contrario. Es el tipico objetivo, conseguido, de unametodologia de trabajo centrada en la autonomia de La

arquitectura; y autonomfa no solo en el sentido del re-chazo de cualquier principio de interdisciplinaridad, 0

de mezcla de lenguajes, sino mas bien en el sentido deltrabajo individual, humilde, abnegado, yen fin, asce-tico, que consienta la reconstitucion de una medida ar-tesana de este oficio, una capacidad de control sobre

todas las fases de la produccion, la afirmacion del ar-quitecto como homo faber, poseedor de valores y ere-yente en las posibilidades de renacimiento de las anti-guas morales.Una postura de este tipo es declaradamente atemporaly, se puede aiiadir, aespacial: si una arquitectura seempalma en un tiempo y en un lugar, sera consideradamas un accidente debido a la necesaria contingenciade las acciones, que el punto de llegada de una poetic aconcretable.EI elemento que cuenta es el potencial metaffsico en-cerrable en cada acto del hombre constructor: desde elmomenta en el que idea una lampara, una silla, la 1 0-

calizacion de una cama, hasta la edificacion entera de

una casa, existe una proyeccion que permite conectarpasado, presente y futuro en las propias significacio-nes espirituales, y olvidarse de las violencias del tiem-po construido sobre los ritmos exclusivos de este traba-jo y de estas producciones.En resumen, aunque sea verdad que en los primerosafios de la posguerra las arquitecturas unifamiliares deCoderch se han calificado como un acto de valienterealismo y adecuacion a las condiciones del entomo,entendido en sentido general, con el paso del tiempo,y sobretodo con el cambio a otro terre no de referencia(la ciudad), esta relacion se ha ido desencoLando,

mientras que se abrfa, mas 0menos vertiginosamente,

otro camino: el de la utopfa.La unidireccionalidad de un metoda de proyectacionque se mueve del interior hacia el exterior, la prepon-derancia del tipo distributivo como generador de ar-quitectura, demuestra una especie de equivocacion de

escaLa cuando eso va a confrontarse con los problemasde un territorio urbano.La renuncia ala fachada, ala construccion de frenteslineales que se adecuan mecanicarnente a la ley de laalineacion, represent a un gesto de rebelion hacia la ra-cionalizacion anuladora del mercado, pero no rescatacompletamente una aproximacion metodologica quese devana con excesiva indiferenciacion desde la CasaRozes hasta Actur Lacua. Asf como la orograffa del

terreno y el ambiente paisajfstico se concilian perfec-tamente con la forma lograda en el primer caso, en elsegundo caso, en cambio, encontramos una funda-mental impresion de extraiiamiento,Las experiencias de arquitecturas urbanas de Coderch

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no se limitan, por otra parte, solamente a la resisden-cia, porque hallamos tambien casos de edificios co-merciales en los que la imagen presentada esta absolu-tamente lejana de las arquitecturas ya examinadas.Y entre el reflejarse mudable y polimorfo de los edifi-cios Trade (1965), casi una voluta de humo opaco queasciende de los tubos de escape de los miles de coches

que corren cotidianamente por el Cintur6n de Ronda,repentinamente cristalizada y sorprendida de su mis-rna materialidad, y el congelante silencio del InstitutoFrances (1974), superficie lisa y descarnada sobre laque se desliza la luz del sol,no hay evidentemente espacio para utopias de comuni-

Edificio Trade, Barcelona

Notas1. Las frases citadas, y que sucesivamente ya no seran anotadas,se refieren a una entrevista con el arquitecto realizada por el au-tor eI22-3-1982 en Barcelona.

2. J.A. Coderch 0 la moral creadora, entrevista por B. Porcel,en "Destino" 22 Iulio 1967, Barcelona.

3. I. A. Coderch. "Discurso de ingreso a la Real Academia deBellas Artes de San Lorge", 31 de Mayo 1977, publicado en: E.Soria Badia, "J.A. Coderch-Conversaciones", Barcelona,

1979.

4. De unos apuntes dejados en un croquis de la casa Ugalde, re -producidos en "Quaderns", n. 144, Enero-Febrero 1981.

5. O. Bohigas, La huella del expresionismo en la arquitecturamoderna espanola, en "CAU", nO18, Marzo-Abril, 1973.

6. H. Pinon, Tres decadas en la obra de J .A. Coderch en "Ar-quitecturas Bis", n. /I, Enero 1976.

7. Soria Badia, E., J.A. Coderch. Conversaciones, Barcelona,

1979, p., 36.

8.·H. Pinon. Tres decadas ... , ob. cit.

9. I.A. Coderch, intervencion durante una sesi6n de critica sobreel edificio EI Girasol,publicada en "A rquitectura " n. 167, 1967.10. I.A. Coderch, Un proyecto de viviendas, en "Arquitectura",

n. 161, lulio 1972.11. 1.A. Coderch, Un proyecto de viviendas, ob. cit.12. R. Moneo y M. de S6la Morales, La propuesta de concurso y

el projecto ejecutivo para el poligono 10de Lacua, en "Casabe-lla" n. 453, Diciembre 1979.

1 16

dades urbanas.Parece entreverse el pensamiento, tanto perversocomo consolador, de que sea aiin posible operar dis-tinciones entre el hombre que trabaja y el hombre quehabita; el hombre que comparte los ritmos de la me-tr6poli y el hombre que vuelve a su casa, convertido enindividualidad reconocible por su mismo refugio. Es

justamente aqui, en la esperanza de un nuevo y esqui-zofrenico humanismo, que vemos concretarse el aris-tocratico fracaso de J.A. Coderch; ultima presencia,malgre lui, de un pequefio mundo antiguo, obstinada-mente y animosamente defendido, pero desde del quenos separan definitivamente innumerables afios-luz.

1nstituto Frances, Barcelona

Documents

Jose Antonio Coderch, o Las Coincidencias Imposibles