8
José Emilio Pacheco (Ciudad de México, 1939) José: Hebreo Yosef “El (Dios) añadirá”, “Él acrecentará”. Emilio: Latín Aemilius, “amable, afable, gracioso, cortés”; Aemidus, “hinchado, tumido, inflado”. Pacheco: Palacio. Probable significado completo: Acrecentador de amabilidad en el palacio. La historia, el tiempo y la pérdida de la inocencia son algunas de sus principales temas. Ha practicado el verso libre y el poema en prosa pero su respiración natural tiende a versos cultos: el endecasílabo y el heptasílabo. A pesar de que su decir da la impresión de llaneza, hay detrás un delicado trabajo del lenguaje (epigramas y haikus). Algunos de sus versos dejan ver su filiación con el exteriorismo de Ernesto Cardenal. La obra de Pacheco es un punto cimero en la historia de nuestra literatura. La sabiduría de sus versos y el intento por restablecer el lugar del poeta como portavoz de la tribu así como su visión del mundo, que se juega entre el pesimismo y el reencantamiento, nos han dejado varias páginas universales. Su poesía completa ha sido reunida en el volumen Tarde o temprano (Poemas 1958-2000). Disertación sobre la consonancia Aunque a veces parezca por la sonoridad del castellano que todavía los versos andan de acuerdo con la métrica; aunque parta de ella y la atesore y la saquee, lo mejor que se ha escrito en el medio siglo último

José Emilio Pacheco

Embed Size (px)

DESCRIPTION

Selección Poética

Citation preview

Jos Emilio Pacheco(Ciudad de Mxico, 1939)Jos:HebreoYosefEl (Dios) aadir, l acrecentar.Emilio:LatnAemilius, amable, afable, gracioso, corts;Aemidus, hinchado, tumido, inflado.Pacheco: Palacio.Probable significado completo: Acrecentador de amabilidad en el palacio.La historia, el tiempo y la prdida de la inocencia son algunas de sus principales temas. Ha practicado el verso libre y el poema en prosa pero su respiracin natural tiende a versos cultos: el endecaslabo y el heptaslabo. A pesar de que su decir da la impresin de llaneza, hay detrs un delicado trabajo del lenguaje (epigramas y haikus). Algunos de sus versos dejan ver su filiacin con el exteriorismo de Ernesto Cardenal. La obra de Pacheco es un punto cimero en la historia de nuestra literatura. La sabidura de sus versos y el intento por restablecer el lugar del poeta como portavoz de la tribu as como su visin del mundo, que se juega entre el pesimismo y el reencantamiento, nos han dejado varias pginas universales. Su poesa completa ha sido reunida en el volumenTarde o temprano (Poemas 1958-2000).Disertacin sobre la consonanciaAunque a veces parezca por la sonoridad del castellanoque todava los versos andan de acuerdo con la mtrica;aunque parta de ella y la atesore y la saquee,lo mejor que se ha escrito en el medio siglo ltimopoco tiene en comn con La Poesa, llamada aspor acadmicos y preceptistas de otro tiempo.Entonces debe plantearse a la asamblea una redefinicinque ample los lmites (si an existen lmites),algn vocablo menos frecuentado por el invencible desafo de los clsicos.Un nombre, cualquier trmino (se aceptan sugerencias)que evite las sorpresas y cleras de quienestan razonablemente leen un poema y dicen:Esto ya no es poesa.Copos de nieve sobre WivenhoeEntrecruzados caen,se aglomeran y un segundo despusse han dispersado. Caen y dejan caera la cada. Inmaterialesastros intangibles.Infinitos planetas en desplome.PompeyaLa tempestad de fuego nos sorprendi en el actode la fornicacin.No fuimos muertos por el ro de lava.Nos ahogaron los gases. La cenizase convirti en sudario. Nuestros cuerposcontinuaron unidos en la piedra:petrificado espasmo interminable.Homenaje a la cursileraAmiga que te vas:quiz no te vea ms.Ramn Lpez VelardeDciles formas de entretenerte, olvido:recoger piedrecillas de un ro sagradoy guardar las violetas en los librospara que amarilleen ilegibles.Besarla muchas veces y en secretoen el ltimo da,antes de la terrible separacin;a la orilladel adis tan romnticoy sabiendo(aunque nadie se atreva a confesarlo)que nunca volvern las golondrinas.(No me preguntes cmo pasa el tiempo)Otro homenaje a la cursileraDear, dear!Lifes exactly what it looks,Love may triumph in the books,not here.W.H. AudenMe preguntas por qu de aquellas tardesen que inventamos el amor no quedaun solo testimonio, un triste verso.(Fue en otro mundo: all la primaveralo devoraba todo con su lumbre.)Y la nica respuesta es que no quieroprofanar el amor invulnerablecon oblicuas palabras, con cenizade aquella plenitud, de aquella lumbre.Introduccin al psicoanlisisDon Segismundo Freud,tras arduo estudio,descubri lo que al otro le cost un verso:el delito es haber nacido.(Irs y no volvers)CarnadaPasamos la vida llevando a cuestas un desconocido: nuestro cuerpo. Tomamos la parte por el todo y de l slo conocemos la superficie, el revestimiento. El verdadero cuerpo est por dentro, invisible. No adquirimos conciencia de su estar hasta que la enfermedad nos obliga a percibirlo. Antes nadie se imagina el corazn, el cerebro, los pulmones, el pncreas secretas maquinarias que lo sostienen en vida y de cuyo arbitrio depende tanto como del azar exterior. Toda esa ordenacin sin reposo ser al final carne de la nada, carnada de la muerte.(Desde entonces)A la orilla del gangesA la orilla del Ganges aguard,por espacio de cuatro siglos,el cadver de mi enemigo.Vi pasar en el agua restos de imperios,pero no los despojos de mi enemigo.En el proceso me volv piedra, planta, razy luego un poco de basura flotanteque se llev entre sus ondas el Ganges.Qu decepcin: jams me vi pasar,nunca supe que yo era mi enemigo.(Miro la tierra)El ave fnixA la memoria de Eliseo DiegoArde en la hoguera de su propio vuelo.Bajo el cuerpo de lumbre ella es sol.Su resplandor la atrae y la convierte en ceniza.Viaja a su ntima noche, se asimilaal leve polvo errante de los muertos.Pero entre lo deshecho se rehace.Toma fuerzas del caos, se teje en luzy amanece en la llama indestructible.Silver springEn el bosque otoalramas desnudasesperando la nieve.(El silencio de la luna)El fornicadorEn plena sala ante la familia reunidapadres, abuelos, tos y otros parientesabro el peridicopara leer la cartelera.Me llama la atencin una pelculade Gary Cooper en el cine Palacio,o en el Palacio Chino, ya no recuerdo.Lo que no olvido es el ttulo.Pregunto con la voz del nio de entonces:Qu esEl fornicador?.Silencio, rubores,dura mirada de mi padre.Me interrogo en silencio:Qu habr dicho?.La ta Socorro me salva:Hay unas cajas de vidrioen que puedes meter hormigaspara observar sus tneles y sus nidos.Se llaman formicarios.Formicadores el hombre que estudia las hormigas.(La arena errante)Camino de imperfeccinEn tantsimos aos slo llegu a conocer de m mismola cruel parodia, la caricatura insultantey nunca pude hallar el original ni el modelo.(Siglo pasado)