Julio - Agosto de 1933 - cesim.cl memorial/1930-1939/1933/Julio_Agosto_1933.pdf · 25.—La víspera de la batalla de Loncomilla.—Por Kefas 1309 26. —Allá en La Concepción

Julio - Agosto de 1933

MEMORIAL— DEL —

EJERCTTO DE CHILEPublicación bimensual

Se publica bajo la Dirección del Estado Mayor del Ejército

Oficinas: Moneda 1356-Teléf. Auto 85193

SECCION EDITORIAL Pág1. —9 de julio............................................................................... 11172. —El homenaje a los héroes de la "Concepción" 11193. —Héroes anónimos 1123

SECCION GENERAL

4. —Reemplazo de la granada del material de tiro rápido Krupp por lagranada del material de montaña Schneider. —Por el General enretiro don Carlos Sáez M 1125

5. —Enlaces y comunicaciones. —Por el Teniente Coronel don GuillermoBarrios T 1135

6. —Justicia Militar. —Por el Mayor don Guillermo Toro C 11677. —La Psicología como ayuda del oficial instructor. —Por el Teniente

don Eugenio Ponisio H 11738. —Operaciones en el Desierto. —Por el General Sr. Hans Von Kiesling 1181

SECCION HISTORIA9. —Recuerdos históricos. —Tarpellanca. —Por Rasplata 1207

10. —Hechos de importancia que sucedieron hoy 1229

(a la vuelta)

SUMARIO:

Año XXVI. 2. º Semestre

SUMARIO:

(de la vuelta) Pág.

SECCION LITERATURA MILITAR EXTRANJERA

11. —La economía dirigida. —Por don Guillermo Ferrero 125112. —El mortero de 81 mm. Stokes Brandt. —Por el Mayor don Luis E.

Hibbs, de la Artillería de Campaña del Ejército Americano....... 125713. —Importancia del Estudio de la Historia Militar. —Por el Mayor don

José Papa . 127114. —El Estado Mayor de Bolívar. —Por don Leonidas Flores Alvarez . . 1281

SECCION INFORMATIVA

15. —El fusil automático pesado "Oerlikón". —Alemania 129116. —La defensa antiaérea por las ametralladoras. —Alemania 129217. —Transporte de infantería en camiones. —Estados Unidos 129318. —La Escuela Militar de Infantería. —Estados Unidos 129419. —El Ejército lituano. —Lutuania 129520. —La reorganización del Ejército. —Rumania 129621. —La reorganización del Ejército danés. —Dinamarca 129722. —La composición de un batallón de infantería en un regimiento. —Ale-

mania 129823. —El problema de la defensa contra ataques por carros de combate. —

Alemania 1300

24. —Registro de informaciones 1303

SECCION AMENA

25. —La víspera de la batalla de Loncomilla. —Por Kefas 130926. —Allá en La Concepción. —Por Rasplata 1315

9 de julio

En esta fecha memorable vibran los sonidos agudos de los cla-rines de guerra; las almas se electrizan al pensar en los honores queimpávidamente contemplara la abrupta serranía que circunda la vi-lla de Concepción; los ojos se abrillantan y el corazón se siente en-chido de orgullo de ser chileno. La tradición del heroísmo nuncamuere. Los años agigantan la acción y la figura de los mártires delhonor y del deber, es hoy y será siempre, la más dulce y veneradareliquia.

Es por eso que los muchachos que prestan su servicio militar,juran fidelidad a la BANDERA DE LA PATRIA en este día inol-vidable. Es, también, por eso que las instituciones! armadas, unidaspor un sólo pensamiento, rinden culto a los bravos que, en estemismo día y lejos de la Patria, supieron darle gloria a costa de susangre generosa.

La gloriosa epopeya es el más emocionante exponente de los va-lores morales que se forjan al color cariñoso del terruño, al amorde su santa Bandera, que como dice el poeta, cubre a unos y otros,y a todos los simboliza hasta en la más desierta cerranía. El Com-bate de la Concepción es la coronación del heroísmo de que se hizoderroche en el 21 de mayo, en Tacna, Tarapacá y tantas otras ba-tallas y combates que fueron, cada una, un nuevo laurel que seceñía a la sien de nuestra Patria. El tiempo hace resaltar la magni-tud de la empresa y tales actos dejan en nuestras almas la estela

1118 MEMORIAL DEL EJERCITO

luminosa y ejemplar que será siempre el faro que marque el caminode la gloria a los soldados de Chile, cuando empuñan sus armas pa-ra defender la pureza inmaculada de su Bandera o la integridadterritorial.

Carrera Pinto y sus dignos subalternos, al dejarse matar porel ideal que cobijaban en lo más profundo de sus corazones, dieronnorma inviolable a todos sus compatriotas y dejaron escrita, consangre, la consignia de vencer o morir. La historia y el bronce in-mortalizaron sus nombres y en cada pecho chileno se levanta un al-tar en que se venera su memoria. La posteridad conocerá los deta-lles de la hazaña y ella será el ejemplo palpitante de la única formaen que se debe cumplir la orden recibida, cuando ésta envuelve ladefensa del honor de la Bandera Chilena o el mantenimiento de lasoberanía nacional.

Este ejemplo insuperable de abnegación y sacrificio debe encon-trar eco en nuestras almas y en estos momentos de dura prueba,en que la Patria necesita, como nunca, el concurso desinteresado ypujante de todos sus hijos, nos unamos, también, como ellos, enun sólo pensamiento patriótico y luchemos por el engrandecimiento,la prosperidad y la unión de todos los chilenos.

LA DIRECCION.

El homenaje a los héroes de la "Concepción"

Publicamos en su texto integral el discurso que pronunciara elMayor don Luciano Julio A., el 9 del presante para agradecer, ennombre del Ejército, el homenaje rendido por la delegación navala los héroes de la "Concepción", en la gran romería patrióticacon que las Instituciones Armadas de la República rememoraron,al pie del monumento, el 54. º aniversario de la gloriosa efeméride.

LA DIRECCION.

DISCURSO DEL MAYOR DON LUCIANO JULIO AGUIRRE

Ha querido la Marina de Guerra, en esta fecha inolvidable,traer ante este monumento, que es como uno de los altares predilec-tos de la Patria, una demostración más de su fraternidad para elEjército.

Y nada ha sido más feliz y conmovedor que, para hacerlo, sehaya escogido a este puñado de muchachos, iniciados desde peque-ños, en las aulas de la Escuela Naval, en el culto a los héroes, quees lo que hace grandes a las instituciones y a los pueblos.

Esta corona del recuerdo que llega ante este bronce, traída porlos brazos generosos de los cadetes navales, es un símbolo. Ella re-presenta la hermandad indestructible de nuestras instituciones de-fensoras de la integridad y del bienestar de la patria.

Si estos héroes, que el 9 y 10 de julio de 1882, se inmolaron enla Villa de la " Concepción ", por rendir culto al honor y al debermilitar, y que el cincel de Rebeca Matte, materializa en este grupo


escultórico magnífico; si estos héroes, repito, pudiesen contemplardesde el arcano insondable de la muerte, esta peregrinación quetraemos hasta ellos, verían, con la más íntima satisfacción, que susacrificio no fué estéril, y que las generaciones que en esta tierrachilena los han sucedido, siguen alentando en sus pechos la devo-ción a sus enseñanzas fecundas.

La epopeya de que fueron actores, el Capitán Carrera Pintoy los suyos, y que la historia recuerda con admiración legítima,constituye la página más honrosa en los anales del Ejército. Ellademuestra el espíritu invencible de nuestra infantería, alma de labatalla en todos los tiempos; espíritu que, por otra parte, es comúnen el Ejército de Chile.

¿Y que es, en el fondo, la hazaña de la "Concepción", en queuna compañía de soldados, desde su Capitán hasta el último cor-neta, se igualan en la demanda de morir si no es posible vencer?

Es la realización de esa virtud esencial de nuestra raza, quetodos llevamos desde el araucano indomable hasta el hombre de hoy;es la fuerza ancestral del honor y la bravura, que el guerrero esgri-me denodado, cuando defiende el más grande de los ideales: laPatria.

Y así vemos, que también nuestra gloriosa Escuadra Nacional,escribió su página más bella en las aguas de Iquique, aguas queensangrentaron los tripulantes de la " Esmeralda", y señalaron laruta luminosa de la inmortalidad a sus hermanos del Ejército, quie-nes supieron, en la "Concepción", sucumbir también uno a unoantes de arriar la bandera que Arturo Prat mantuvo sin mancilla,firme en sus destinos inmortales, en el palo más alto de su viejanave.

Los Veteranos de la Guerra del 79, reliquias de la Patria, querealzan con su presencia la significación de esta ceremonia, seránlos mejores y más elocuentes testigos de este acto de gratitud y ad-miración, tributado a la memoria de estos valientes soldados de la4. ª compañía del Batallón "Chacabuco".

Estos viejos tercios del antiguo Ejército, sentirán, hoy como sin-tieron ayer al lado de aquellos héroes inmortales, henchidos suscorazones de pujanza y heroísmo; el alma plena de santas renun-ciaciones por la Patria. Y la prueba es que para ellos la nieve de losaños y el dolor de las enfermedades, séquito de la ancianidad, nohan sido motivo que los privase de empuñar, en este día, los estan-dartes gloriosos para montar guardia de honor ante esta efigie delos mártires.

Señor Jefe y cadetes de la delegación naval:Llevad a los camaradas de la Marina, la expresión del cordial

agradecimiento del Ejército, por esta corona de recuerdo con quehabéis ornado este santuario de civismo en el aniversario gloriosode hoy. Al honrar a nuestros héroes soldados, os habéis honrado vo-sotros mismos y a la noble institución de que sois depositarios.

EL HOMENAJE A LOS HEROES.... 1121

Y ahora, unidas en este sitio, las delegaciones de la Marina, delEjército, Aviación y Carabineros por el vínculo indestructible delespíritu, del homenaje cariñoso a nuestros antepasados, pensemosun momento, cuan grandes están llamados a ser los pueblos que,como el nuestro, tienen una historia tan brillante que respetar yejemplos tan elevados que seguir.

Elevemos, en esta fecha gloriosa, con el optimismo que es divisadel hombre de guerra, el pensamiento hacia los grandes destinospatrios, y confiemos en que un mañana esplendoroso se acerca; tra-bajemos lealmente en cumplimiento de nuestros deberes; pense-mos que lo malo no es perdurable en las naciones viriles; que estacrisis que momentáneamente nos deprime y siembra el dolor y lamiseria en nuestro pueblo, pasará; y el trabajo remunerador, quedignifica y enaltece, volverá luego a ser el patrimonio de todos loschilenos.

Recordemos, para terminar, las palabras promisoras de S. E.el Presidente de la República, nuestro Generalísimo, cuando en oca-sión memorable dijo: "Queden a la vera del camino los que du-dan; paso a los que esperan".

Santiago, 9 de julio de 1933.

Héroes anónimos

Sargento 2. º Nicanor Sepúlveda

Perteneció este soldado a la 3. ª del 1. º, del Regimiento "Tal-ca" que, al lado del inmortal "Atacama", atacó las defensas deChorrillos el día 13 de enero de 1881.

En lo más intenso del combate, hubo un momento de vacila-ción en las filas de los valientes talquinos y atácamenos: "Se acaba-ron las municiones!... ", se oía gritar; la tropa vuelve atrás, cer-ca de dos cuadras, para cargar sus cartucheras. Los soldados, enesa parte, eran sólo ciento, entre ambas unidades.

Los peruanos, viendo esta retirada, y creyéndola debida al te-mor, salen de sus trincheras, sobre las alturas, y bajan al plan enmedio de atronadores gritos.

—Mejor — dijeron los nuestros, y los dejaron acercarse.De improviso, de las líneas chilenas, salen descargas cerradas

abatiendo las filas del enemigo que, ante esta sorpresa, caen muer-tos o gravemente heridos.

Los chilenos, entonces, avanzan en demanda de las trincherasen el cerro. El Sargento Sepúlveda se adelanta y les sirve de guíagritando: "¡Viva Chile, compañeros!", y les agregaba: "¡Por aquí,hermanitos, por aquí!". Llega, el primero a una trinchera, saltadentro de ella y es seguido por sus valientes. Trata de organi-zarse y una bala enemiga lo hiere mortalmente en el abdomen. Caey pocos momentos después rinde su vida.

El valiente Sargento Nicanor Sepúlveda, de la 3. ª del 1. º, del"Talca", había ya conquistado la gloria.


Soldado Antonio Sepúlveda

Cuando el 15 de enero de 1881 fué necesario batir a los perua-nos en Miraflores, para contrarrestar la sorpresa del rompimientodel armisticio, allí estuvo presente el Batallón "Valdivia" y, en-tre sus valientes, en la Compañía de Granaderos, el Soldado An-tonio Sepúlveda.

De carácter grave y taciturno, de ejemplar conducta, este sol-dado valiente hacía honor, en las filas de su unidad, al departa-mento de Rengo, que le vió nacer.

La 2. ª Brigada de la 3. ª División se encontraba el 15 de enerocitado, frente al ala derecha peruana, y junto a su compañero deBrigada, el Batallón "Santiago". De pronto, la sorpresa de fuegose produce y, tras ella, el avance temerario del adversario enva-lentonado por su audacia.

Era necesario, contrarrestarlo y para ello el "Santiago" avan-zó a la bayoneta. Luego le toca el turno al "Valdivia" y el enemigoes rechazado largo trecho hasta que es obligado a abandonar susatrincheramientos de primera línea. Pero, ¡cuántas bajas costó! Sinembargo, un soldado de atlética figura y de severas facciones esta-ba de pie, serenamente, vendándose el brazo izquierdo atravesadopor un balazo: Antonio Sepúlveda, de Granaderos del "Valdivia".

El avance continúa, el enemigo resiste en una segunda línea yallí es preciso ir. Un vigoroso ataque a la bayoneta lleva nuestrabandera hasta los atrincheramientos del adversario. Un modestosoldado asiste a esta nueva refriega y se hace notar como uno de losmás animosos; pero, para poder carga su fusil lo ponía en la rodillapor no poder hacerlo de otra manera pues tenía el brazo izquierdoherido. ¿ Quién era ?: el Soldado Antonio Sepúlveda, de Granade-ros del "Valdivia", que se había incorporado a sus compañeros.

Pero, de pronto, cae; la suerte no lo acompañaba y recibe unnuevo balazo: esta vez en una pierna.

La última línea peruana era fuerte; llegar a esa línea llena decañones, ametralladoras, fusiles, etc., era empresa de titanes. ¡Bah!,allí estaban para eso los chilenos.

En un supremo esfuerzo, la bandera chilena llegó allí y de-rrumbó la defensa peruana con estrépito inconcebible. Allí estuvoel "Valdivia".

Pero, entre los escombros de esta defensa, y entre muchos otroscompañeros, un humilde soldado tenía destrozado su hombro de-recho, herido gravemente. ¿Quién era?, el Soldado Antonio Sepúl-veda, de Granaderos del "Valdivia" que, no desanimándose con susegunda herida, se había descalzado del lado herido ya y acompañóa su Capitán al ataque de la última línea enemiga.

Tres líneas: tres heridas; ¡bah!, ¡estaba en su ley!.. .Seguía su bandera e ignoraba que eso le significaba conquistar

su gloria...

Reemplazo de la granada del material de tirorápido Krupp por la granada del materialde montaña Schneider.

POR EL GENERAL EN RETIRO DON CARLOS SAEZ M.

A medida que ha ido aumentando la rapidez de tiro del ar-mamento, han ido aumentando también las dificultades que ofreceel servicio de municionamiento de los ejércitos en campaña. La ge-neralización del empleo del fusil ametrallador, de la ametralladorapesada y del material de artillería moderno, se basa en la existenciade depósitos de munición bien provistos y de medios de acarreo degran rendimiento, rendimiento que depende, no sólo de la natura-leza del material de transporte disponible, sino también de la cali-dad de los caminos que crucen el teatro de operaciones. En la gue-rra de 1912, los turcos tuvieron que sufrir frecuentemente las con-secuencias de la falta de proyectiles, no porque los depósitos ca-recieran de la munición necesaria, sino principalmente porque losvehículos de las columnas de acarreo se vieron a menudo deteni-dos a causa del mal estado de los caminos.

Estas dificultades que presenta el servicio indicado, por el sólohecho de tener que hacer frente a la necesidad de abastecer opor-tunamente a un material demasiado voraz, se hacen más sensiblesaun cuando, al mismo tiempo, se trata de reemplazar una gran va-riedad de proyectiles. Antes de 1914, la artillería empleaba normal-mente sólo schrapnels y granadas, y ya esto era considerado comouna complicación desagradable. De ahí el anhelo de crear, paracada material, un proyectil único, anhelo que condujo a los ale-manes a adoptar, por allá por los años 9 ó 10, una granada-schrap-nel para su obús de 10. 5 cm. Esta solución no resistió la prueba


de la Gran Guerra, que muy pronto hizo sentir la necesidad dedotar a cada material de una gran variedad de proyectiles (schrap-nels, granadas explosivas, granadas tóxicas de varias clases, grana-das fumíferas, granadas de iluminación), lo que complicó extraor-dinariamente aquel servicio. Refiriéndose a esta complicación, elGeneral, Herr, ha escrito:

"El gran inconveniente que presenta esta multitud de pro-yectiles diferentes, cada uno susceptible de empleo eficaz sólo encondiciones determinadas y bajo ciertas reservas, consiste en queella complica extraordinariamente los aprovisionamientos y el re-emplazo. Una batería que va al campo de batalla no puede llevaren sus cofres sino una cantidad limitada de proyectiles. Si en estetotal debe contar con ejemplares de todas las granadas existentes, nodispondrá jamás de una cantidad suficiente de cada tipo, corriendo elriesgo de verse reducida a la impotencia, aun cuando cuente to-davía con proyectiles en abundancia, por no disponer ya del tipode granada de posible utilización".

Con motivo de la adquisición del material de tiro rápido Krupp,nuestra superioridad militar sintió la necesidad de imitar la solu-ción alemana a que me he referido, adoptando, en 1910, una gra-nada schrapnel, tanto para el cañón de 7. 5 como para el obús de10. 5 cm. La guerra europea demostró que este proyectil, de difícilfabricación, no correspondía a las espectativas que en él se habíancifrado. Los alemanes se vieron en la necesidad de abandonarlo enel curso de la misma guerra, y nosotros, que no habríamos podidopasar por alto este resultado, hemos resuelto reemplazarlo por lagranada explosiva y el schrapnel.

Desapareció así la simplificación buscada en aquella fecha, loque para nosotros envuelve un inconveniente grave, como quieraque tendremos que consultar un doble aprovisionamiento de pro-yectiles para nuestros distintos materiales. Esto disminuirá el ren-dimiento de nuestras fábricas de munición y dificultará la organi-zación y el servicio de los depósitos, a la vez que el oportuno reem-plazo de la munición consumida. Conscientes de este inconveniente,algunos oficiales han estudiado la posibilidad de adoptar para elmaterial Krupp de tiro rápido, la granada del material do montañaSchneider, proyectil de un rendimiento explosivo considerable.

Los primeros estudios practicados con este objeto se verificaronen noviembre del año 26, fecha en que se hicieron algunas experien-cias con el cañón 7. 5 Krupp. Más tarde, el año 30, si no me equi-voco, se completaron estas experiencias con algunos ensayos rea-lizados con el obús de la misma firma. En uno y otro caso, los ofi-ciales a cargo de este estudio llegaron a la conclusión de que sepodía llevar a cabo la adopción indicada sin inconveniente alguno,conclusión muy bien inspirada, pero que, a mi juicio, merece seriasobjeciones. Convencido de que es este un problema que debe inte-

REEMPLAZO DE LA GRANADA.... 1127

resar a todo el ejército, me propongo hacer algunas consideracionessobre el particular, a base de los reparos que formulé oportuna-mente a la superioridad militar. Me referiré exclusivamente a lasexperiencias hechas con el cañón Krupp.

Debo comenzar por recordar que, en la fecha en que se reali-zaron las experiencias con esta pieza, se estudiaba en Europa elreemplazo de la granada-schrapnel Krupp por una granada explo-siva y un schrapnel del mismo trazado exterior de aquel proyectil,a fin de poder utilizar para el transporte de la nueva munición losarmones y cofres del material Krupp. Naturalmente, para esto erapreciso conformarse con una granada cuyo rendimiento explosivotenía que ser menor que el de la granada Schneider, proyectil demayor capacidad interior que la granada-schrapnel. Las experien-cias del año 26 tuvieron, pues, un doble objeto. Por una parte, sim-plificar el municionamiento de nuestro material de tiro rápido; porotra, dotar a nuestro material de campaña de una granada cuyorendimiento explosivo es mayor que el que se podía esperar de lamunición que se estaba estudiando en Europa.

Las pruebas hechas aquí estuvieron a cargo de la Comisión deExperiencias de aquel entonces. Con ellas se trató de compro-bar si el empleo de la granada Schneider en el cañón Krupp noaumentaba la presión máxima consultada para este material, y sila precisión y el alcance obtenidos con ese proyectil eran satisfac-torios. Realizados los ensayos, la Comisión llegó a las siguientesconclusiones:

1) Las presiones obtenidas disparando la granada Schneider conel cañón Krupp no sobrepasan el máximo de la tolerancia admitida,y, por consiguiente, "es perfectamente posible disparar este pro-yectil en el cañón mencionado, colocando a la granada la cinturade cobre del proyectil universal Krupp".

2) Con dicha granada se obtiene un aumento de alcance delmaterial Krupp.

3) Para el transporte de la munición Schneider bastaría haceralgunas transformaciones en parte de los cofres Krupp, y completarlos carros transformados con carros construidos en el país.

Según los boletines de tiro, la dispersión obtenida a las distan-cias de 1000 y de 3000 m. fué mayor que la que corresponde al ma-terial Krupp, no obstante la supresión de tiros que la Comisión —abase de una simple apreciación— eliminó por considerarlos anor-males. Este aumento de la dispersión fué atribuido a las "deficien-cias del polígono y del personal de apuntadores".

Analicemos ahora estas conclusiones. La conclusión anotada enel número 1 carece de importancia. En todo caso es posible no so-brepasar cierta presión. Basta para ello con modificar conveniente-mente, o las características o la cantidad de la pólvora empleada comocarga de proyección. Lo verdaderamente importante para poderapreciar si es posible disparar la granada Schneider, sin inconve-


nientes, con el cañón Krupp, era ver si el vaso de ese proyectil nosufre deformaciones al ser sometido a una presión mayor que la quenormalmente debe soportar. Este punto no fué estudiado por la Co-misión de Experiencias.

La granada Schneider ha sido construida para soportar unapresión que fluctúa alrededor de los 1900 kilos. Como la firma hatratado de dar a este proyectil un gran rendimiento explosivo, susparedes tienen sólo el espesor compatible con este rendimiento. Na-turalmente, el fabricante ha consultado para esto un coeficiente deseguridad conveniente, pero ello no autoriza para suponer, sin ma-yor examen, que el vaso de la granada en cuestión puede soportaren buenas condiciones la presión normal que debe resistir la mu-nición del cañón Krupp, presión que es de unos 2200 kilos. Como sesabe, las casas constructoras aceptan en las pruebas de recepción demunición un aumento de un 10% de la presión normal. Según es-to, la casa Schneider garantiza que la granada de que se trata pue-de soportar, sin sufrir deformaciones1 en el ánima, una presión de2090 kgs., inferior, por consiguiente, a la presión que normalmentedebe resistir la munición Krupp, que en dichas pruebas de recep-ción debe ser sometida a una presión de, más o menos, 2400 kgs.

Conviene tener presente todavía, para apreciar debidamenteesta cuestión, que en diciembre del año 26 se produjo el ensanchamien-to de un tubo, lo que puede ser atribuido a diversas causas ajenas a lamunición, pero que puede haber sido producido, también, por una de-formación del vaso. Este fenómeno ocurrió frecuentemente en laguerra europea, con el consiguiente ensanchamiento del ánima dela pieza. Refiriéndose a esta circunstancia, el Comandante Campa-na dice, en su obra "Progres de l'Artilleríe":

"El esfuerzo de compresión por inercia produjo la deformaciónde la granada o su ruptura sin explosión. De esto resulta un re-tardo o detención momentánea de la granada en el ánima y, como

. consecuencia, una sobrepresión que ocasiona una dilatación perma-nente y parcial del tubo".

En resumen, mientras no se hagan experiencias destinadas acomprobar si el vaso de la granada Schneider puede resistir la pre-sión normal correspondiente al cañón Krupp, no es posible dar porestablecido que el empleo de esta granada, en la pieza indicada, noofrece mayores inconvenientes.

La Comisión no dió tampoco mucha importancia al aumentode las dispersiones obtenidas con la granada Schneider, limitándosea atribuir ese aumento a las causas indicadas anteriormente. Y sinembargo, una simple comparación de estas dispersiones con las quefiguran en la tabla de tiro del cañón Krupp, habría bastado parahacer ver la conveniencia de repetir la experiencia en condicionesintachables. En efecto, las dispersiones obtenidas a 1000 y a 3000m. fueron un 20 y 45%, respectivamente, mayores que las dis-persiones tabulares de dicho cañón, aceptando como buena —cues-

REEMPLAZO DE LA GRANADA.. . . 1129

tión muy discutible— la eliminación de un tiro de cada una de lasdos series disparadas. Sin esta eliminación, aquel aumento habríasido de un 91% a la distancia de 3000 m., resultado que hacía in-dispensable una prolija comprobación.

Desde luego, la comprobación se imponía por el hecho de que elaumento anotado podía tener una explicación muy distinta a la quedió la Comisión. En efecto, la granada Schneider es 6. 7 cm. máslarga que el proyectil tipo Krupp, siendo perfectamente posible queese proyectil, disparado con el cañón Krupp, no conserve, en sutrayectoria, la estabilidad necesaria. Esto sentado, el aumento de ladispersión permitía inducir una falta de estabilidad, es decir, undefecto grave.

Y es precisamente esto lo que ocurre. La casa Schneider se haencargado de comprobar esta suposición. Hace unos cuantos años,el gobierno argentino adquirió en dicha casa algunas baterías decañones y obuses de montaña del mismo modelo que nuestro ma-terial de esa firma. Adquirió, además, una partida de granadas tipoD. para su cañón de campaña Krupp, que, como es sabido, tienelas mismas propiedades que el nuestro. Pues bien, se le presentabaa Schneider la oportunidad de ofrecer a los argentinos, para el ca-ñón Krupp, una granada igual a la de su cañón de montaña, y,sin embargo, no hizo tal. La granada fabricada para esa piezatiene un peso de sólo 5. 7 kg. y su carga explosiva es de 485 gr.únicamente, muy inferior a la carga explosiva de la granada delcañón de montaña Schneider, que es de 770 gr. Como esto me lla-mara la atención, pues yo ya estaba en conocimiento, desde hacíatiempo, de las conclusiones a que había llegado nuestra Comisiónde Experiencias, pedí al técnico correspondiente de la casa Schnei-der una explicación sobre el particular, y él fué quien se encargóde confirmarme que la granada del cañón de montaña no tiene laestabilidad indispensable, si se la dispara, con el cañón Krupp. Es-ta respuesta no admite discusión.

¿Tiene este hecho importancia práctica? Evidentemente. Si elproyectil carece de estabilidad, resulta aleatoria una reglamenta-ción sistemática del tiro, cuyos resultados quedan entregados alcapricho de la suerte, y esto es sencillamente inaceptable. Por otraparte, el tiro con granada exige una dispersión regular y reduci-da, pues este proyectil tiene el grave defecto de batir con sus cas-cos, una profundidad pequeña, de modo que, si no existe la posibi-lidad de formar una horquilla estrecha, el efecto dista mucho deguardar una relación aceptable con la munición consumida.

El aumento de alcance obtenido con la granada Schneidercarece de interés, y sólo sirve para confirmar la falta de estabili-dad del proyectil. Según las experiencias, a la elevación máximade la pieza habría correspondido un incremento de 400 m. del al-cance. Resultado insignificante, que no merece mención especial.

MEMORIAL DEL EJERCITO

Con una granada tipo D., construida especialmente para el cañónKrupp, se obtuvo en el polígono de tiro de la casa Bofors, a 4000m., un incremento como el indicado, disparando en condicionesmetereológicas bastante desfavorables.

Las observaciones expuestas bastan para dejar sentado que noes aceptable el reemplazo propuesto, pero creo conveniente agregaralgunas otras consideraciones destinadas a reforzar esta conclusión.Se trata de una cuestión de importancia, que merece un estudioa fondo. Tres son las razones que se pueden alegar en favor dedicho reemplazo: simplificación del servicio de municionamiento encampaña; aumento del alcance del cañón Krupp; mayor potenciade la granada Schneider. Tres razones de peso, que exigen una dete-nida consideración. Ya me he referido a las dos primeras. La con-veniencia de hacer todo lo posible por simplificar aquel servicio, esindiscutible. El aumento del alcance significa una ventaja, en el ca-so que estudiamos (aumentar el alcance sin tener que aumentar elpeso de la pieza), siempre que para esto no sea indispensable sa-crificar la precisión del material; y, en cuanto a la mayor poten-cia del proyectil, se trata de una propiedad que, por las razones queexpondré más adelante, no es de una importancia decisiva.

Antes de seguir adelante, es preciso que nos detengamos aconsiderar desde otro punto de vista lo que significa, en el caso delmaterial Krupp, el aumento del alcance. Porque, si sería muy de de-sear que nuestro cañón de campaña de tiro rápido tuviera unos9 ó 10 kms. de alcance, es indispensable que nos demos cuentacabal de las condiciones en que este incremento sería aceptable. To-dos los artilleros saben muy bien que nuestro cañón tiene un de-fecto. Proviene él de la rasancia de su trayectoria, rasancia queobliga, cuando hay que ocupar una posición a cubierto, a colocarla batería a una gran distancia de la cresta protectora, con el ob-jeto de reducir la distancia mínima. Este pie forzado tiene comoconsecuencia, por lo general, una distancia considerable entre la po-sición de fuego y el puesto de comando. Ahora bien, si se aumen-ta el alcance de este material —lo que significa una disminuciónde la elevación para una distancia determinada— el defecto ano-tado se hace más sensible aún, y esto no carecería de importancia.Naturalmente, no se trataría de un inconveniente insubsanable.Para obviar esta dificultad, bastaría con adoptar una carga deproyección divisible: una carga para las distancias superiores a5000 m., y otra para las distancias inferiores. Solución fácil deenunciar, pero, en nuestro caso, tal vez de imposible realización.

Desde luego, es probable que la disminución de la velocidadcorrespondiente a la carga menor no hiciera sino acentuar la ines-tabilidad del proyectil en su trayectoria, defecto que, por las razonesexpuestas, no podríamos aceptar. Por otra parte, una carga de pro-yección divisible nos obligaría a adoptar un nuevo tipo de cofrede munición o a transformar parte de los que actualmente tene-

1130

REEMPLAZO DE LA GRANADA.. . . 1131

mos (no hay que perder de vista que tendríamos que conservar unbuen número de estos cofres para el transporte de la antigua y dela nueva munición Krupp). La adquisición o la transformación in-dicada demandaría un gasto de cierta consideración. La sola trans-formación de cada carro importaría, según cotización de una fir-ma europea, unos 9000 pesos de 6 peniques. Agregúese a esto quela adopción de una carga divisible se traduciría en una disminu-ción de un 25% de la capacidad de transporte de nuestros carrosde munición.

Veamos ahora la cuestión relacionada con la mayor potenciade la granada Schneider. Si nos atuviéramos exclusivamente a losresultados de la guerra europea, tendríamos que comenzar por re-conocer que el aumento de la carga explosiva se traduce en un in-cremento de la eficacia del proyectil, lo que redundaría en abonode la idea de hacer el reemplazo patrocinado por la Comisión, cuyoinforme vengo comentando, siempre que fuera posible eliminar losinconvenientes a que me he referido anteriormente. Que esto no esposible, nos lo han demostrado los argentinos, al adoptar para sucañón Krupp, como he dicho, una granada de 5. 7 kg. con unacarga explosiva de sólo 485 gr. Pero prescindamos de esto, y ana-licemos esta cuestión: ¿ es efectivo que a un inayor rendimiento ex-plosivo debe corresponder una mayor eficacia del proyectil? Yocreo que este punto es bastante discutible, y que la respuesta de-pende del empleo que uno piense dar a la 'munición. Si por ejem-plo, se trata de la destrucción de obras de fortificación, el asun-to no admite réplica: a un mayor rendimiento explosivo tiene quecorresponder un mayor efecto destructor. Es por esto que nuestroobús de 10. 5 cm. ha sido dotado de una granada de gran rendi-miento. Pero, ¿sucede lo mismo si se trata de proyectiles destina-dos, en primer lugar, a batir objetivos vivos a descubierto? Deningún modo, y la mejor prueba de ello la tenemos en el hecho deque la granada mina del obús, debido precisamente a su gran ren-dimiento explosivo, no se presta para batir tales objetivos.

Como sabemos, la granada del cañón de campaña produce efec-to por medio de sus cascos. Lo que se necesita entonces es un pro-yectil que se fragmente en un gran número de cascos, animados dela fuerza viva indispensable para poner a un hombre o a un ani-mal fuera de combate,, y esto a la mayor distancia posible del pun-to de explosión. Obtenido este resultado, un mayor aumento de lacarga explosiva no puede producir sino una disminución del efec-to contra blancos vivos. Dicho aumento se obtiene, como es natu-ral, disminuyendo el espesor del vaso, es decir, el metal destinadoa transformarse en cascos, sin contar con que, debido al mayor po-der destructor de la carga, se pierde una parte más considerablede metal, pulverizado o transformado en cascos de un peso insig-nificante, que pierden rápidamente la energía adquirida por efectode la explosión.


Es decir, para formarnos un concepto cabal acerca del pun-to discutido, es preciso decidir préviaimente qué es lo que más con-viene, si un gran efecto destructor o un gran número de cascos su-ficientemente eficaces. Sobre esta cuestión existían, antes de 1914,dos criterios antagónicos, podríamos decir, representados, uno, porlos alemanes1, y el otro, por los franceses. Los primeros, tenían parasu cañón de campaña de 7. 7 cm. una granada de 6. 8 kg. cuyacarga explosiva era sólo de 160 gr. (rendimiento: 21/2. % ) ; los se-gundos, para su cañón de 7. 5 cm., una granada de sólo 5. 2 kg., conuna carga explosiva de 650 gr. (rendimiento: 13%). Los alemaneshabían organizado su granada exclusivamente para el tiro contraobjetivos vivos, mientras que los franceses consultaban el empleode este proyectil, además, para la destrucción de obras ligeras, ta-les como las defensas accesorias.

La guerra europea obligó a los alemanes a modificar su cri-terio. Las operaciones se estabilizaron, transformando los combatien-tes en una especie de trogloditas. El ataque exigía, como condi-ción previa, la destrucción de imponentes obras de fortificación yde extensos obstáculos. Los proyectiles destinados a batir exclusi-vamente los objetivos vivos a descubierto perdieron su importan-cia, y cedieron el paso a las granadas capaces de realizar esa obrade destrucción. La granada del cañón de campaña fué empleada confrecuencia en la destrucción de obstáculos, y para esto hubo queaumentar su rendimiento explosivo. Se creyó comprobar, al mis-mo tiempo, que la mayor intensidad de la detonación del proyec-til contribuía a producir un mayor efecto moral, motivo más paratratar de aumentar aquel rendimiento. Y fué así como los alema-nes dotaron, el año 16, a sus piezas de campaña, de una granadacuya carga explosiva era de 700 gr., muy superior, por lo tanto,a la de la granada primitiva.

Es muy discutible que entre nosotros pueda ocurrir algo se-mejante. Los ejércitos sudamericanos no pueden permitirse el lu-jo de abrir brechas, a través de tupidas alambradas, a fuerza decañonazos. Lo probable es que el infante se vea obligado a imitarel ejemplo de los japoneses en la guerra ruso-japonesa, cuya infan-tería tuvo que servirse, con ese objeto, del alicate corriente. Tén-gase presente que, para abrir una brecha de 20 m. de frente enuna alambrada de unos 30, m. de espesor, se necesitan, según ex-periencias de la guerra mundial, unas 500 granadas de 7. 5, con-sumo que nosotros no podríamos hacer sistemáticamente. Es decir,la granada de nuestro cañón de campaña debe ser organizada parabatir, de preferencia, blancos vivos, y esto sentado, desaparece lanecesidad del gran rendimiento explosivo. La granada de que ac-tualmente dispone el cañón de tiro rápido Krupp satisface esaexigencia.

Queda todavía en pie un argumento a favor de la granadaSchneider, desde el punto de vista de su eficacia en el tiro contraobjetivos vivos. La mayor intensidad de su detonación —comparada

REEMPLAZO BE LA GRANADA 1133

con la detonación de la granada del cañón Krupp— debe produ-cir un mayor efecto moral: ahora bien, en la guerra no se tratasólo de producir bajas, sino que, en primer lugar, se trata de que-brantar la moral del enemigo. Perfectamente. Pero, ¿estamos se-guros de que la explosión de una serie de granadas que contienenuna carga de 700 gramos de explosivo debe producir un mayorefecto moral que la explosión de una serie de granadas que sólocontengan unos 400 gramos del mismo explosivo ? Una afirmación ca-tegórica sobre el particular revelaría un espíritu demasiado sim-plista. Los fenómenos físicos y los fenómenos psicológicos no sonsusceptibles de una común medida. La impresión moral que experi-menta el soldado en el campo de batalla no se puede apreciar por elestampido de los proyectiles. Si no fuera así, resultaría inexplicablela impresión que produce el crepitar de una ametralladora. No, elefecto moral no depende del estampido de los proyectiles al esta-llar, sino del efecto que estos producen. Los rusos, en la guerra ruso-japonesa, se desayunaban tranquilamente en sus trincheras mien-tras los japoneses los bombardeaban con piezas de 28 cm.: la expe-riencia les había enseñado que estos bombardeos eran ineficaces. Enla guerra europea, los proyectiles tóxicos, cuya detonación era muyinferior a la de las granadas explosivas, producían un gran efectomoral, porque la experiencia había enseñado a la tropa que, en laguerra de trincheras, eran estos proyectiles los más eficaces. Unabala de infantería que hace caer al jefe en quien la tropa tienepuestas todas sus esperanzas en un momento difícil, produce unefecto moral inmensamente superior al de la detonación de una gra-nada de 150, que pone fuera de combate a unos cuantos soldados.En todo caso, prescindiendo del estado moral en que una tropapuede encontrarse, lo único justo es relacionar el efecto moral conel efecto material: el soldado se siente flaquear cuando ve que esel blanco de proyectiles que efectivamente producen efecto. El esincapaz de medir la detonación de las granadas, pero aprecia en elacto el efecto que causan. Si todos los reglamentos recomiendan elempleo del cañón de 75 para el tiro contra blancos vivos a descu-bierto, no es seguramente porque sus proyectiles produzcan una de-tonación más intensa que una granada de 10. 5 ó de 15. 5 cm.

Una conclusión se impone: sería un ideal poder dotar a to-dos los materiales de igual calibre del mismo proyectil, pero, des-graciadamente, nosotros no podemos acercarnos a ese ideal reem-plazando la granada del material de tiro rápido Krupp por la gra-nada de nuestro material de montaña Schneider, porque los incon-venientes que envuelve este reemplazo son mayores que las venta-jas que él ofrece.

M. del E. 2.

Enlaces y comunicaciones

POR EL TENIENTE CORONEL DON GUILLERMO BARRIOS T.

CAPITULO VIII

Funcionamiento de las comunicaciones durante las operaciones

a). GENERALIDADES

En el capítulo I. se han sentado principios generales sobre losmedios de comunicación que no es del caso repetir. Sin embargo,aunque sea una redundancia, se dirá, una vez más, que es obliga-ción de todo comandante de tropas orientar lo más temprano po-sible sobre sus intenciones a su comandante de comunicaciones, pa-ra que disponga del tiempo suficiente para estudiar, proponer yalistar sus medios. Si el comandante de las tropas no obra como que-da dicho el comandante de comunicaciones debe provocar la decisión.

En la guerra de ¡movimiento hay que considerar dos situaciones:a) Las tropas operan en una zona intacta o semi-intacta, de

modo que en su progresión o retroceso encuentran redes semi-or-ganizadas u organizadas.

b) Estas mismas operan en zonas devastadas de modo que espreciso restablecer o construir las redes para atender a sus nece-sidades.

El primer caso se producirá generalmente durante el períodode concentración dentro del territorio nacional, y a veces, en elcomienzo de las operaciones en el territorio enemigo como conse-cuencia del efecto sorpresivo con que ellas se inician.


Toda red telefónica y telegráfica existente debe explotarse conamplitud, siempre que el secreto se mantenga.

Dentro de la zona de operaciones de cada gran unidad los co-mandantes de comunicaciones ordenarán reconocimientos para co-nocer las posibilidades y necesidades futuras. Se dispondrá se cor-ten los alambres que se dirigen hacia el enemigo, previendo, al mis-mo tiempo, la fácil reparación. Harán preparar las destruccionesque el comando dispone como previsión de una marcha de retira-da. Personal técnico verificará las instalaciones para asegurarseque el dispositivo que se presenta no se presta al espionaje y a laescucha. Superposición de los medios para reemplazar a los queno funcionan por cualquier motivo.

En el segundo caso el problema tiene que ser resuelto por elcomandante de comunicaciones. La continuidad y amplitud de losmovimientos, unidos a las dificultades de la viabilidad, no permitecontar, en tiempo oportuno, con el funcionamiento completo de losmedios de comunicación alámbricos. Esta misma situación imponecomo necesidad la de mantener los medios en la mano evitando ladispersión en el terreno.

De acuerdo con la situación táctica corresponde al comandan-te de comunicación determinar el número de ejes y circuitos. Lainstalación de centrales de comunicación aisladas y bien dotadasson de necesidad imperiosa porque el cable de campaña no permiteconversaciones más allá de los 40 kms. en tendido en alto (sopor-tes, árboles, casas, etc. ), y de 20 kms. en tendido sobre el suelo.

El comandante de una gran unidad fija lo más lejos posible, enla dirección general de marcha, los emplazamientos de las centra-les de comunicación; el comandante de comunicaciones los equipay los explota; los comandantes subalternos se abonan para relacio-narse con el superior u otros comandos.

El personal que sirve en las tropas de comunicaciones es se-leccionado, y, fuera de su instrucción militar recibe una especialsobre funcionamiento del servicio, con el objeto de ponerlo en guar-dia de imprudencias o negligencias perjudiciales. La conservacióndel secreto es una cuestión de honor para todo el personal que sir-ve en unidades de comunicación y debe ser conservado con fideli-dad. Ninguna alusión ni comentario debe hacerse delante de per-sonas extrañas al servicio sobre el contenido de telegramas o con-versaciones telefónicas.

El acceso a los puestos y centrales de cualesquiera especie, lasaglomeraciones o estacionamiento de personas, incluso la de los cen-tinelas, debe prohibirse. Los archivos y carnets de explotación sólodeben ser conocidos por los comandantes, ayudantes y oficiales decomunicación, que tienen relaciones directas con el puesto o cen-

ENLACES Y COMUNICACIONES 1137

tral. Copias de telegramas o de documentos sólo deben ser auto-rizados por orden escrita de los comandantes. Documentos que hanperdido su valor debe incinerarse. Ningún papel debe dejarse en loslugares que se abandonan.

El servicio de comunicaciones debe protegerse lo mismo que elinfante o artillero lo hace en sus operaciones diarias del campo debatalla. En comunicaciones las medidas de protección y mimetis-mo pueden ser defensivas u ofensivas.

La protección defensiva tiene por objeto garantizar la invi-sibilidad, asegurar la protección material y la defensa técnica delos medios contra las rebuscas enemigas. Se obtiene:

a) Disimulando los trabajos desde el comienzo de la ejecución,lo cual puede obtenerse evitando la modificación del aspecto natu-ral del terreno.

b) Evitando la convergencia regular de las líneas telefónicasen las proximidades inmediatas de las centrales de importancia.

c) Reglamentando el tráfico de los agentes de comunicaciónen los alrededores de los puestos de comando, especialmente deaquellos que por su colocación están expuestos a la observaciónterrestre o aérea enemiga.

La protección material se obtiene con la construcción de abri-gos, con líneas enterradas y con la diseminación de los medios enel terreno.

Los medios de defensa técnica, contra la rebusca del enemigo,pueden conseguirse:

Para todos los medios: Aplicación estricta de las reglas que ri-gen el empleo de las claves y códigos; evitar el empleo de los nom-bres o números de las unidades; designación del terreno por nom-bres convencionales; suprimir los números que indican efectivos;asegurar la observación por reglas y consignas técnicas; instruir pe-riódicamente al personal para ponerlo en guardia contra las im-prudencias; reprimir con toda severidad los abusos, etc.

Para el teléfono: Prohibir las construcciones de líneas sim-ples y paralelas al frente de combate en las fracciones más ade-lantadas; verificar periódicamente el estado de las líneas; empleodel teléfono en las unidades del frente sólo en casos de extremaurgencia, y en ciertas ocasiones, supresión del medio.

Para los medios radiotelegráficos: Limitar las transmisionessólo en caso de necesidad; prohibición de relaciones oficiosas en-tre el personal que maneja; aplicación rigurosa de una disciplinade servicio; cambio frecuente de los indicativos; alejar los apara-tos de los lugares de los P. C.; empleo de la red libre como sistemanormal de empleo de estos medios; prohibir los llamados generalesdentro de las redes, etc.


Para la óptica: Prohibición de transmitir con frente hacia elenemigo.

Para los artificios: Modificar periódicamente los códigos y cam-biar los puntos de lanzamientos de señales.

Las medidas de protección y mimetismo defensivo debe ser ob-jeto de toda atención por el comandante de comunicaciones. El co-mandante debe hacer vigilar el tráfico de la T. S. H., por puestosespeciales de recepción y el tráfico del teléfono y T. P. S., pormedio de puestos de escuchas. Por principio, cada operador de unpuesto tiene la obligación de advertir a su superior de las inco-rrecciones que se cometen en el tráfico.

El mimetismo ofensivo tiene por objeto suministrar al enemigonoticias sobre la situación e intención propia. La T. S. H. es el pro-cedimiento que se presta para este objeto. Para obtener el resul-tado deseado puede aumentarse o disminuirse el número de puestosemisores que pueden representar la entrada o salida de la zona deunidades; o bien, proceder a emisiones falsas destinadas a la escu-cha enemiga. Los procedimientos alámbricos también sirven, peroen una escala reducida.

El mimetismo ofensivo, desde el punto de vista táctico y téc-nico, es difícil de realizar. Ejecutado sin plan previo y sin medi-da, se obtienen resultados contrarios al deseado.

b). LOS AGENTES Y DESTACAMENTOS DE ENLACES

Tanto en nuestros trabajos en la carta como en el terreno men-cionamos a los agentes de enlaces.

Cada vez que la situación de guerra lo exige, los comandantesde grandes unidades destacan ante los comandos subalternos ofi-ciales en misión temporal, bien orientados sobre la situación y ta-rea que le corresponde desarrollar. Son estos los oficiales de en-laces.

La misión de un oficial de enlaces consiste en informar a sucomandante sobre la situación, necesidades de la unidad que sirvey resoluciones del comandante. No tiene derecho a opinar sobre laconducción de las operaciones o sobre las condiciones de ejecuciónde las órdenes recibidas. Su intervención sólo es permitida cuandoel comandante que lo destaca lo ha autorizado para ello, y en talcaso, obra a nombre del comando. El conocimiento general de la si-tuación puede inducirlo a ordenar en nombre de la autoridad querepresenta, pero debe meditar mucho antes de proceder. (Ejem-plo clásico la retirada del Ejército alemán de la Marne dispuestaa uno de los ejércitos por un oficial de Estado Mayor a nombredel comandante en jefe).


Los comandantes que reciben oficiales de enlaces no deben veren ellos ni a un consejero ni a un censor; deben considerarlo co-mo un observador que sigue las operaciones listo a recibir las in-formaciones que le son de interés y necesidades de su unidad.

Para su mejor desempeño y en circunstancias especiales a losoficiales de enlace se les proporciona medios de comunicación ycódigos de señales para su exclusivo servicio.

Muy largo sería enumerar las condiciones de un oficial deenlaces de modo que sólo se dirá que todo oficial destinado a unamisión de enlaces debe tener una amplia preparación militar, ungran criterio profesional y tener alma de psicólogo. Ante todoes elemento de unión y no de desunión. No todos los oficiales tie-nen condiciones para desempeñar estas funciones.

Si en la gran unidad no hay un número suficiente de ofi-ciales se puede recurrir a oficiales de la unidad interesada a quiense acredita e inviste con los deberes y atribuciones de agente deenlaces.

Desde división de ejército hacia abajo los comandos por pro-pia iniciativa deben enviar hacia su superior, órganos de enlacescon fines informativos que reciben la inspiración y pulsaciones delpensamiento del comando. No confundamos a estos agentes con losreceptores de órdenes u oficiales ordenanzas que tienen actividadesdistintas.

Los suboficiales de enlaces deben ser capaces de cumplir lasmisiones que se les impone a los oficiales, evidentemente que enescala reducida. Un suboficial para que esté a la altura de un agen-te de enlaces debe poseer preparación, inteligencia suficiente pa-ra comprender una situación, retener una explicación y repetirladespués de un cierto tiempo, redactar partes con precisión, confec-ción diseños y croquis, etc.

Agentes de enlaces deben destacarse hacia los vecinos paraconocer periódicamente el desarrollo de las operaciones, aprove-char las observaciones personales y resultados de los reconocimien-tos. Los medios de comunicación, cuando funcionan con regulari-dad, permiten el intercambio directo entre comandante y oficialde enlaces.

Las consideraciones, aunque generales sobre la materia que nosocupa, son suficientes para comprender la importancia de los agen-tes de enlaces y, como consecuencia lógica, la necesidad de prepa-rar desde el tiempo de paz al personal para que pueda desempe-ñarse correctamente en sus delicadas funciones.

Antes de poner término a este capítulo dediquemos algunas lí-neas a los destacamentos de enlaces distintos en la finalidad y pro-cedimientos al de los agentes de enlaces.


Hay armas, como la artillería, que disponen orgánicamente dedestacamentos o patrullas de enlaces, cuya fuerza, composición yactividad la determinan los reglamentos. En cambio, las otras ar-mas organizan estos elementos de acuerdo con las necesidades delmomento. En general, un destacamento de enlaces tiene por objetofacilitar las relaciones entre dos unidades, de modo que el intercam-bio se efectúa en forma rápida, expedita y segura.

No confundamos los destacamentosde enlaces destinados a facilitar el in-tercambio de relaciones entre las uni-dades con los elementos que se des-tinan a unir por el fuego a dos unida-des que atacan o se defienden. El co-mandante común determinará en ca-da caso particular si esta unidad deenlaces cumple ambas misiones, y siasí fuera, determinará su fuerza ycomposición.

La figura adjunta tiene por obje-to mostrar a dos unidades O y P. quecombaten separadas por la línea ABen la dirección de las flechas. El co-mandante, para asegurarse relaciones

constantes entre ambas unidades, dispone que una patrulla de en-laces de fuerza y composición X acompañe el ataque siguiendola línea de separación de las unidades. El comandante indica, ade-más, algunos detalles para acompañar el movimiento de las tropas.A este destacamento o patrulla llegarán los partes de O para P yvice-versa, de modo que bajo el aspecto comunicación, este destaca-mento representa un puesto de partes que sirve a dos unidades.

En resumen, en lo que a agentes y destacamentos de enlacesse refiere se debe disponer:

A) Agentes:a) Quién o quiénes se constituyen como tal.b) Ante que unidades se destacan.c) Tiempo que permanecerán en sus funciones.d) Personal acompañante.e) Personal de comunicaciones que se agrega.f) Medios ya instalados que pueden ser empleados para su per-

sonal servicio.B) Destacamentos de enlaces,a) Comandante.b) Fuerza y composición.c) Unidades que dan el personal.d) Misión.e) Medios de comunicación que se agregan.f) Itinerario que siguen durante la progresión.


c). EL SERVICIO DE COMUNICACIONES EN UNDESEMBARCO

Una posición de protección para el desembarco se caracterizapor la dislocación de una parte de las tropas que se encargan de laseguridad del grueso que se reúne en una zona de terreno.

El tiempo que las tropas permanecen en la posición de protec-ción es variable porque depende de las intenciones del comando,de la duración del desembarco y del estado físico de las tropas.En consecuencia, no puede determinarse, a priori, el tiempo quepermanecerán las tropas en su misión de protección.

Antes de iniciar el desembarco deben dictarse órdenes especia-les para que junto a los primeros escalones que van a tierra seagreguen tropas de comunicación e inicien, lo más pronto posible, losreconocimientos y formarse un cuadro preciso de los elementos exis-tentes. Además de estos reconocimientos de orden técnico las tropasde comunicación se apoderarán de las instalaciones que existen en laregión. (Centrales telefónicas, telegráficas, estaciones de radio).

Si por razones especiales no es posible designar para estas mi-siones tropasi de comunicaciones de la gran unidad, corresponderáa los cuerpos de tropas. Todos los comandantes deben tener presen-te que cualesquiera que sea la situación, un desembarco a vivafuerza o sorpresivamente, los organismos ya citados son objetivos deimportancia que es necesario apoderarse para aprovecharlos deacuerdo con las circunstancias.

Las comunicaciones de los escalones de tierra con las tropasaún embarcadas deben disponerse con toda clase de detalles, y parano distraer a los combatientes, se puede pedir la cooperación de loscomandantes navales.

Entre escalón de protección de desembarco y transportes pue-den emplearse los siguientes medios: T. S. H. - Optica, artificios ysemáforas. El medio de comunicación a emplear en cada caso se de-terminará de acuerdo con la situación y el terreno.

La T. S. H. tiene ventajas y desventajas de orden técnico ytáctico. Además, el empleo de este medio de comunicación sólo esposible una vez que las tropas de desembarco han ganado un cier-to espacio de terreno que permita el despliegue y asegure su correc-to funcionamiento.

Las lámparas de señales y banderolas son los mejores mediospara establecer comunicación hacia los transportes, sin embargo,su escaso rendimiento no permite la transmisión de largos tele-gramas.

Los artificios, por razones bien conocidas, permiten un númeroreducido de señales convencionales y se les debe reservar para elestablecimiento de enlaces entre las tropas que conquistan el te-


rreno y las armas de fuego que apoyan desde el mar; v. gr.: que laartillería alargue el tiro; objetivo alcanzado; retrocedemos por ata-que enemigo, etc.

Tan pronto como el batallón de comunicaciones pone pie entierra y está en condiciones de trabajo, se le emplea de acuerdo conun plan que puede comprender:

1) Ocupación de las centrales telefónicas y telegráficas; de lasestaciones de radio y radiotelefonía para aprovechar el materiale impedir su empleo por los espías.

2) Explotación de las redes telefónicas y telegráficas exis-tentes previo examen técnico.

3) Reconocimientos para determinar el estado de las líneas ysu aprovechamiento por las propias tropas.

4) Despliegue de los medios de comunicación para asegurarlos enlaces con los subalternos y vecinos.

5) Instalar el servicio de escuchas y radiogonometría.6) Instalación de los palomares.7) Disposiciones especiales para proteger los medios. (De ri-

gor cuando la población es hostil).En la primera fase del desembarco, o sea, desde el momento

que las primeras unidades ponen pie en tierra y se instalan en elterreno para proteger al resto de las tropas no es posible pensaren la organización de un servicio completo de comunicaciones, hayque conformarse con el empleo de los agentes y medios técnicosrápidos en su instalación y explotación. (Optica, banderolas, se-ñales de artificios). Las compañías de comunicación de los cuerposde tropas desembarcan por escalones, de acuerdo con el plan generalde desembarque de las unidades. Procedimiento más o menos se-mejante se sigue con los batallones de comunicación de las gran-des unidades.

d). EL SERVICIO DE ENLACES Y COMUNICACIONESEN LAS MARCHAS

Es indispensable pasar en revista, aunque sea someramente,los principios fundamentales aplicables a operaciones de esta natu-raleza, porque un buen y correcto empleo de los medios de comu-nicación sólo es posible cuando se conocen a fondo los procedimien-tos tácticos de las tropas.

Las grandes unidades marchan, en principio, ocupando la redde caminos que ofrece la zona de operaciones, y la división, den-tro de la gran unidad, forma una columna que ocupa uno de loscaminos. "La marcha en una ancha ramificación alivia a la tropay aumenta su alistamiento para el combate, porque la organización


y la marcha de largas columnas, así como el aumento de frente deellas, demanda tiempo, y malgastan fuerzas en el mayor grado.En cambio, la tropa reunida en una sola columna, está en la mar-cha de avance contra el enemigo, más en la mano de su coman-dante". (C. y C. 204).

El principio reglamentario tie-ne, además de la importancia tac-tica, otra que se refiere al ser-vicio de enlaces y comunicacio-nes. Así como el avance en anchofrente ofrece la ventaja de ali-viar la tropa y aumentar su alis-tamiento para el combate, tienela desventaja, de obligar al su-perior común llevar sus distin-tos medios hacia varias direccio-nes con el consiguiente trabajoy despliegue de material quepuede hacer falta en un momentodado. A la inversa, la marcha deuna gran unidad reunida en unsólo camino tiene la ventaja deahorrar material y trabajo, demodo que el servicio puede satis-facerse con el mínimum de me-dios y de personal. Sin embargo,estas consideraciones pasan a un segundo plano porque las resolu-ciones del comandante no pueden ser influenciadas por la mayoro menor posibilidad de los medios de comunicación. (Véase ca-pítulo I. Memorial del Ejército, mes setiembre).

Los reglamentos reconocen al teléfono como el medio principalde comunicación, por razones que no son del caso repetir (CapítuloI. Memorial del Ejército, mes de setiembre). Las patrullas y cua-drillas tienen un rendimiento de trabajo que no puede ser sobrepa-sado mientras que las tropas pueden alcanzar una velocidad demarcha de 5 kms. por hora. Si no se disponen medios especiales lared telefónica, por precaria que sea, quedará siempre atrás y pres-tará sus servicios después de cierto tiempo.

Los procedimientos que recomiendan los reglamentos en ope-raciones de esta naturaleza pueden sintetizarse así:

1) En operaciones de ejército el comandante de las tropasdispone el dispositivo de marcha, ya sea en ancho frente o por unsólo camino. Un estudio de la red telefónica y telegráfica deter-minará si es posible utilizarla en provecho de las unidades queoperan. Toda red existente debe aprovecharse al máximum porquejunto con ahorrar trabajo al personal y material, se tiene la segu-ridad de obtener comunicaciones a las mayores distancias. Si se


opera en territorio propio hay posibilidad de contar con redes per-manentes de modo que el comando del ejército los repartirá deacuerdo con el dispositivo que lleva la columna. Por el contrario,cuando se opera en terreno enemigo o propio con redes permanen-tes o total o parcialmente destruidas, ya sea por orden del coman-do o del enemigo, es necesario la construcción, con los medios de lastropas.

2) Cuando se opera en país enemigo o propio después de habersido ocupado por el enemigo, antes de iniciar la marcha, si la si-tuación lo permite, o bien, junto con la caballería se adelantaráel personal necesario que ha de encargarse de los reconocimientostécnicos de la red para disponer en tiempo útil de todas las no-ticias que puedan interesar al comandante de comunicaciones. Elprincipio antiguo de "vivir de la comarca" vale también para elservicio de comunicaciones.

3) Los comandos de cuerpo de ejército, incluso en lasmarchas de avance, se caracterizan por los numerosos órganosque forman el cuartel general, y la Conducción de las operacionesexigen tranquilidad para lo cual necesitan de cierta estabilidad. Conel auxilio de los rápidos medios de transporte puede obtenerse estaestabilidad aún durante la guerra de movimiento. Este medio per-mite recuperar el tiempo en pocas horas aún después de varios díasde marcha de las tropas (C. y C. 61). Sin embargo, este mismo nú-mero reglamentario dice que la "posibilidad de establecer comuni-caciones rápidas y permanentes es decisiva para la elección del lu-gar del comandante. No debe tener una confianza absoluta en la se-guridad del funcionamiento de los medios técnicos de comunicación".

Comandantes de cuerpo de ejército, de ejército y aún de divi-sión, cuando operan aislados, tienen una misión importante: conce-bir y transformar la concepción en órdenes o directivas para la eje-cución. Y todos sabemos lo que es una concepción táctica o estraté-gica. Pero, cualquiera que sea la situación que estos comandantesvayan con su tropa o queden en sus P. C. o se mueven por saltos deacuerdo con un plan, hay que construir o desplegar medios de co-municaciones para comunicarse con los distintos elementos que cons-tituyen la gran unidad: tropas combatientes, servicios de atrás, aeró-dromos y vecinos.

Lo normal en la guerra de movimiento es que los comandantesde grandes unidades se muevan por saltos de amplitud variable, ycomo consecuencia, deben adelantar hacia los subalternos sus mediosde acuerdo con sus posibilidades.

"El comandante de división debe estar siempre con su tropa. Enla marcha de avance su puesto debe estar bien adelante, cuandomarcha en varias columnas, en aquellas donde está la fuerza princi-pal" (C. Y. C. 62). Como el comandante de división también tieneun numeroso cuartel general, quiere decir que se hará acompañardurante la marcha por el personal indispensable, (comandantes de


armas—oficiales de enlaces—escolta—ayudantes), otra parte repar-tido en el sentido de la profundidad, en los, lugares donde se desa-rrolla su actividad particular y, por fin, la otra parte que se mue-ve por saltos porque sus actividades exigen estabilidad, (oficialesde estado mayor—oficiales que cooperan en el cuartel maestre, etc. ).

De modo que en una marcha de avance de una división encua-drada o aislada, tendríamos el Cuartel General distribuido así:

En la columna de mar-cha.

Escalón que se muevepor saltos.

Escalón de los servi-cios que se mueve,según las necesida-des.

Cdte. de División.Jefe de E. M.Cdtes. de armas: Inf., Art., Zap., Ofc. enlac.Ayudante II. a.Ofc. de enlaces de las Sec. Ofc. ordenanzas,Escolta.Moto-cars.

Depto. I. Estado Mayor. Depto. II. b Ayu-dantía.

Auditoría.C. M. con su plana mayor y Ofc. enlaces de

las Sec. del C. Maestre.Cdte. del C. G.Cdte. de la Col. de Acarreo.

Depto. IV. (Bat. obreros, Ofc. munición yCía. de Parque, Ofc. combustible líq. ).

Depto. IV. a (Intendencia: almacenes, col.pan, materiales y ganado en pie).

Depto. IV. b. (Sanidad).Depto. IV. c (Veterinaria).Depto. IV. d (Serv. postal).Depto. IV. e (Vicaría).

El comandante de ejército o de cuerpo de ejército al iniciaruna marcha indica las direcciones que seguirán las troncales delejército o cuerpo de ejército y de las divisiones para que seanequipadas en su debida oportunidad.

Troncal es la dirección sobre la cual se despliegan las centra-les de comunicación que se instalan durante la marcha de acuerdocon las necesidades de la gran unidad. La troncal interesa a lastropas de comunicación, a los combatientes, el lugar donde se en-cuentran los centros de comunicación y las horas de funcionamien-to para incorporarse a la red.

Un caso concreto puede darnos algunas luces sobre este par-ticular. Supóngase a un ejército de 3 divisiones que se pone en mar-cha para alcanzar como término de jornada B. B. (25 kms. ) ocu-pando cada división un camino. Las tropas de ejército marchan


con la división central y el cuartel general, al término de la jornada,se moverá hacia B. Los resultados de los reconocimientos dicen queno hay redes telefónicas ni telegráficas. El comando del ejércitodispone:

I. D. E. troncal desde A. ha-cia B.

II. D. E. troncal desde D. ha-cia H.

Ejército troncal desde C. ha-cia E.

Según los principios vigentesal ejército corresponde desplegarsus medios hacia las divisiones;pero rara vez podrá cumplir coneste precepto porque el batallónde comunicaciones ejército notiene ni personal ni material su-ficiente para equipar tres tronca-les. Los Bat. Com. Ejto. dis-ponen de material para construirlíneas permanentes, dar solideza las líneas equipadas con cablepesado y personal para la explo-tación de telégrafos y las gran-des centrales telefónicas. En con-secuencia, tenemos la primeraimportancia de la línea troncal:

como medio de obtener una economía en la repartición del traba-jo y asegurar el enlace en todo momento, por lo menos hasta unadeterminada distancia.

Iniciada la marcha el C. G. del Ejto. quedará hasta el térmi-no de la jornada de las divisiones donde se encuentra. Los coman-dos divisionarios marcharán por escalones en una forma semejan-te al que queda dicho. La troncal de la I. y III. división se iniciarádesde su actual C. General y seguirá a la columna de marcha con lacabeza del alambre lo más adelante posible (según la teoría). Sinembargo, a la segunda o tercera hora de marcha los equipos tele-fónicos quedarán atrás lo cual no tiene una mayor importancia por-que el comandante de la división marcha a la cabeza de la columna.(Vanguardia o cabeza del grueso). Evidentemente que si se puedearmonizar la marcha de la columna con la construcción de la línea,tanto mejor, quiere decir que en caso de un combate de encuentrose lleva un trabajo adelantado. La II. D. E. no necesita ningunaconstrucción durante la marcha:

1. º Porque la troncal la equipa el ejército, y 2. º Porque el co-mandante de la división va a la cabeza del grueso o de la van-guardia.


El C. y C. en el N. º 209, dice: "El empleo de medios de comu-nicación con alambre para el enlace entre varias columnas, gastamucha fuerza y por eso es excepcional". No hay cuestión que lo sos-tenido por el reglamento es tan cierto que no existe posibilidad deun comentario. Sin embargo, veamos la situación que se le crea aeste ejército que marcha en 3 columnas, donde dos divisiones cons-truyen su troncal y que en la progresión se instalará una central encada dirección, central que puede ser conocida por el ejército an-tes de la iniciación de la marcha. El ejército puede disponer lainstalación de una central a la altura de estas mismas y con unatransversal acortar las distancias hacia los comandantes y liberar alas divisiones parte de su material.

Luego tenemos una segunda ventaja de la troncal; permitiro facilitar los enlaces laterales durante la progresión, dejar la redde las divisiones para sus propias necesidades y para el mando, dis-poner de una red especial (Ejemplo: I. D. E. —b, a, d, red de man-do: b, c, C. G. para el servicio de la división: servicios de atrás).

El C. y C, dice: "N. º 225. —Junto con la marcha, de avance secontinuará..., etc. ".

El segundo inciso merece una observación. ¿ Qué necesidad exis-te de construir línea telefónica entre la vanguardia y el gruesocuando el comandante de la división marcha a Ja cabeza del gruesoo de la vanguardia? ¿Acaso este mismo reglamento no obliga a loscomandantes, ante el temor de un combate de encuentro, ir lo másadelante posible?

Se dice más adelante que deben construirse trechos de la líneasobrepasándose mútuamente y en los extremos deben colocarse es-taciones telefónicas que deben ser dadas a conocer a las tropas. ¿Ya quiénes servirán estas líneas cuando las tropas desfilan a una ca-dencia de 15 kms. ? ¿ Dónde debe instalarse y cada cuánto tiempo 1¿No sería mejor, para mantener el enlace en la columna, por agentesen motos para evitar una fatiga inútil al personal de comunica-ciones? Creo que tal como lo pregona el reglamento es complicaruna materia sencilla. A mi juicio, en cuanto a teléfono se refiere, elpárrafo reglamentario lo redactaría de la siguiente manera:

N. º 225) "En la marcha de avance los comandantes de comuni-caciones dispondrán sus medios con anticipación para que la red te-lefónica se adelante tanto como lo permita la situación".

"La red telefónica seguirá en principio el itinerario que fijaen la orden el comandante de las tropas y las centrales de comuni-caciones que se despliegan a medida de la progresión y horas apro-ximadas de funcionamiento serán dadas a conocer a las tropas enla orden de operaciones".

"Las unidades encuadradas en la columna de marcha no des-pliegan medios, basta con los agentes a pie, en motos, jinetes ociclistas''.


La T. S. H. suple al teléfono, mientras éste no funcione y elempleo debe regularse con órdenes claras y precisas. Su alcance per-mite un empleo en todas direcciones, aún con los aviones en vuelo.

La situación táctica es la que determina el empleo de este me-dio de comunicación. Si el comando quiere aprovechar los benefi-cios de la sorpresa habrá conveniencia en prohibir el empleo de laradio. Cualesquiera que sea la situación, los comandos no deben ol-vidar que la T. S. H. exige una serie de preparativos que deman-dan tiempo. La transmisión en clave impone la necesidad de cifrary descifrar, de modo que en las marchas a la radio se le reservapara comunicarse con el comando superior.

La óptica por su escaso rendimiento de tranmisión, por la difi-cultad para buscar los correspondientes y por el constante movi-miento de las tropas se les puede considerar como un medio ex-cepcional, salvo cuando se marcha en montaña que pasa a ser unprocedimiento normal e importante.

Los artificios y señales acústicas sirven para señalar peligrosinmediatos, de modo que para que presten efectivos servicios hayque disponer quien lanzará primero y como se repetirá la señal alo largo de la columna.

Los comandos de división indican en sus órdenes de operacionesdonde se encuentran durante la marcha, de modo que los avionessaben donde lanzar sus partes y noticias; salvo cuando se trata demarchas en terrenos montañosos que es indispensable fijar un pun-to de lanzamiento de partes para aviadores.

El cuadro que se acompaña tiene por objeto presentar la dis-locación del servicio de comunicaciones de una división (unidad nor-mal de, nuestros trabajos).

A los conceptos ya mencionados sobre la troncal nos quedapor agregar todavía que al principio, la troncal, no es más que unadirección teórica y su materialización en el terreno sólo es una rea-lidad cuando las tropas de comunicaciones construyen las líneas te-lefónicas. Como ya se ha dicho, la dirección y materialización en elterreno es una cuestión técnica que interesa principalmente a las tro-pas de comunicaciones, y en cambio, a las tropas combatientes y servi-cios, donde, cuando y a que hora pueden aprovechar las centralesque han de permitir su incorporación a la red y usufructuar delos beneficios de la troncal.

Un viajero que emplea el ferrocarril para transladarse de unpunto a otro bien poco le interesa conocer el trazado de la línea, laspendientes que existen, las velocidades, etc.; en cambio las horasde llegada y salida de los trenes de las estaciones es un asunto vi-tal para aquellos que usen el ferrocarril. Con la troncal sucedealgo parecido: a los cuerpos de tropas no les interesa conocer si la


M, del E. 3.


dirección de los alambres es recta u oblicua, si las redes están sobreel suelo, enterradas o sobre soportes, si se ha empleado alambre, ca-ble, etc.; en cambio, necesitan saber con la mayor anticipación po-sible hacia a donde hay que dirigirse para encontrar una centralpara abonarse o servirse momentáneamente de ella.

Se ha hecho ya una costumbre la de fijar en las órdenes de ope-raciones o disposiciones especiales complementarias a las órdenes deoperaciones, en el párrafo enlaces y comunicaciones, sólo la direccióngeneral de la troncal. Evidente que esto es necesario e indispensa-ble para el comandante de comunicaciones quien se encarga de ma-terializar la troncal; pero a las tropas y servicios les conviene co-nocer dónde y a qué hora se instalarán las centrales que puedanpermitir su incorporación a la red o usar estos elementos en unmomento dado. Por estas razones en el párrafo de la orden juntocon indicar la dirección de la troncal debe agregar las horas y sec-tores de terreno donde funcionarán las centrales.

Antes de continuar adelante es necesario abordar otro puntode carácter doctrinario que se refiere a determinar el momento enque las unidades deben iniciar la construcción de las redes tele-fónicas.

No se podría contestar, a priori, y sin un estudio previo de lasituación táctica que es la que determina en cada caso particularese momento. Además, hay que considerar dos elementos de ordentécnico a saber:

a) La lentitud de la construcción de las líneas.b) La construcción de una red telefónica exige un gran es-

fuerzo físico, las dotaciones en personal y material de las distin-tas unidades son generalmente limitadas y los reaprovisionamientosestán sujetos a condiciones muy difíciles de prever. Emplear dema-siado temprano las unidades de comunicaciones se corre el peligrode gastar prematuramente al personal y material y quedar sin me-dios en el momento que más se necesita. Con un empleo muy tar-dio se corre también el riesgo de no contar con comunicaciones enlos momentos más álgidos de la lucha.

Tomando en consideración las necesidades de las distintas uni-dades y características técnicas de los medios de comunicación(Capítulo I. y II. ) los reglamentos han llegado a incorporar a susdisposiciones las siguientes:

El ejército construye siempre sus líneas, cualesquiera que seala situación de guerra, para satisfacer el principio general de quecorresponde el superior ir hacia el subalterno.


El cuerpo de ejército y división inician la construcción de susredes telefónicas al iniciarse la ramificación.

Los cuerpos de tropas una vez que reciben la orden de ataque.

e). LOS ENLACES Y COMUNICACIONES DURANTELA RAMIFICACION

Si nos atenemos a los principios reglamentarios, las tropas seramifican:

a) Para escapar a la acción de los aviones o cañones de granalcance.

b) Para atacar o defenderse.c) La acción de la aviación a distancias enormes del frente

ocupado por sus tropas como consecuencia de su radio de accióny los medios materiales que llevan a bordo (bombas y ametralla-doras), obligan a las tropas de tierra a abandonar los caminos demarcha y tomar formaciones anchas y profundas como único me-dio de escapar a la acción y efectos de estas máquinas de guerra.

El cañón de artillería que deja sentir suacción a distancias superiores a 20 y 30 kms.obligan también a ramificaciones prematu-ras, de modo que, aviones y cañones impo-nen procedimientos especiales que repercu-ten en las necesidades de los comandos pa-ra sus comunicaciones con los subalternos.

En el capítulo anterior se ha analizado elservicio de comunicaciones durante la mar-cha de avance, y, como consecuencia de eseestudio, se llegó a la conclusión de que haycaracterísticas propias derivadas principal-mente de la longitud de la columna de mar-cha, de la colocación del comandante, de ladislocación de los servicios y de los procedi-mientos que conviene adoptar con los mediosde comunicación para obtener en todo mo-mento relaciones con los comandantes encua-drados.

La ramificación iniciada a grandes distan-cias del enemigo como consecuencia de la in-tervención efectiva del avión o posible del ca-ñón, presenta características especiales.

Dos procedimientos pueden ser empleadosdurante una ramificación como la enunciada.

1. º) Ante la evidencia de no encontrar resistencias enemigasy que el abandono del camino es sólo momentáneo para escapar alos efectos de los aviones o cañones, puede ser conveniente dispo-ner la continuación de la construcción de la troncal tal como si se


tratara de una marcha de avance por camino. La salida de las uni-dades del camino pasa a ser más un accidente sin mayor importan-cia para las unidades de comunicaciones.

La naturaleza del terreno, las noticias del enemigo y la ampli-tud de la marcha a campo traviesa determinan los medios que me-jor se prestan para mantener constantes relaciones con los subal-ternos. El mensajero y estafeta o cadenas de estos mismos son losmedios que mejor se prestan para satisfacer las necesidades mien-tras se avanza a campo abierto hasta volver nuevamente al caminode marcha.

2. º) Ante la posibilidad de encontrarse cerca de las primerasresistencias enemigas; o bien, la misma situación anterior perocon posibilidades de tener que abandonar definitivamente el ca-mino hasta la zona de apresto, habrá que disponer un dispositivoespecial que concuerde con las posibilidades del enemigo, del te-rreno, los medios de comunicación disponibles, duración de lamarcha ramificada. Luego, será la situación la que determinaráen cada caso particular el sistema que más conviene adoptar paraasegurar las comunicaciones del dispositivo total de la unidad.

A título de ejemplo se expone un procedimiento:Se supone que la división obligada a una ramificación a gran

distancia del enemigo, abandona el camino para seguir con su in-fantería ramificada en tres líneas. La artillería seguirá deacuerdo con un itinerario amoldándose al terreno sin organizarbases de fuego porque la situación no ofrece posibilidades deempleo.

La troncal, que se construirá a lo largo de un itinerario pre-viamente ordenado, alcanza hasta A. donde se instala una central.

Desde A. salen dos ramas quesiguen a las unidades 2 y 3(cuadrillas montadas), mien-tras se sigue la construcción dela troncal hacia B. lo más ade-lante posible y desde este pun-to sale otra línea para seguira 1. La marcha sigue la tron-cal hacia C. lo más adelante quelo permita la situación, de mo-do que cuando las unidades 2y 3, alcancen C, por ejemplo,de dicho punto sale a su en-cuentro otra línea y se repliegala que acompañaba desde A.

El procedimiento es caro por-que exige un buen número depatrullas y material: sin embar-go, es el único que puede asegu-rar un contacto directo entrecomandante y subalternos.

Terrenos difíciles o escasez


de material obligan a otro procedimiento que puede ser el normalentre nosotros.

Ordenada la ramificación la troncal sigue su itinerario previs-to tal como si se tratara de una marcha sobre camino, y como elalambre o cable queda generalmente atrás se adelanta a la alturade la primera unidad que sale del camino un puesto de partes aten-dido por agentes en motos, bicicletas o a caballo, mientras llega elcable de una patrulla montada, o bien, desde este punto se iniciala construcción de una línea que sigue con la primera unidad hastaun punto determinado donde se instala un nuevo puesto de partes.Estos puestos de partes se levantan tan pronto como sobrepasanlos últimos escalones ramificados.

b) La ramificación se inicia para atacar o defenderse; en otrostérminos, el movimiento responde a una idea táctica impuesta porel conocimiento del enemigo.

Si desde la columna de marcha se pasa a la ramificación; unatroncal es insuficiente para satisfacer las necesidades de la aproxi-mación y toma de contacto con el enemigo. A medida que nos acer-camos al enemigo, la toma de contacto se va manifestando en sujusto valor por la afluencia de partes y noticias que llegan de to-dos los órganos de la unidad, de modo que los medios de comuni-caciones deben desarrollarse para satisfacer a las múltiples nece-sidades de los comandos.

La troncal debe adelantarse tanto cuanto sea posible sin per-juicio de hacer acompañar a las unidades de un alambre que per-mita una fácil comunicación hacia atrás. Como es una situaciónespecial, puede adoptarse un procedimiento como el enunciado pa-ra el caso anterior con variantes sustanciales que estudiaremos enseguida.

La marcha de aproximación, en este caso particular, tiene ca-racterísticas especiales, a saber:

1. º) Avance de zona en zona (A. B. a C. D. ) impuestas porlo general por dos factores: el terreno y necesidad de manteneren posición un escalón de artillería listo para apoyar a la infante-ría si esta choca con resistencias imprevistas.

2. º) La artillería como consecuencia de lo anterior, avanzapor saltos de amplitud variable lo cual significa construcción denuevas líneas en las nuevas posiciones.

3. º) Los enlaces infantería-artillería difíciles de establecercomo consecuencia del movimiento, dificultad para la observacióny desconocimiento de la situación.

4. º) Los P. C. de los Cdos. subalternos se encuentran en cons-tante movimiento lo cual obliga al Cdte. superior hacer seguir consus medios a los interesados.

5. º) Necesidad de disponer detenciones después de alcanzadala zona como medio de ajustar los enlaces en el dispositivo; las di-recciones de marcha y los cambios de la artillería,


Luego, con facilidad se puede comprender cuales son lasnecesidades en comu-nicaciones en esta cla-se de operaciones.Ellas se multiplicancomo consecuencia delas características dela ramificación mien-tras que los efectivosy elementos del servi-cio de comunicacio-nes se mantienen consus ventajas y des-ventajas. De maneraque hay necesidad decombinar los mediosy ajustar sus posibili-dades a la situación.

Como el teléfonomuchas veces no pue-de seguir el ritmo dela marcha; puede serconveniente disponerla organización depuestos de partes bienadelantados, desde loscuales parten nuevasarterias hacia los su-balternos y excepcio-nalmente de subalter-no hacia el puesto departe.

Los puestos de T.S. H. deben emplazar-se para ponerse a laescucha. Las trasmi-siones deben reducir-se al mínimum paraevitar las indiscre-ciones.

La óptica puedereemplazar al teléfo-no mientras entra enexplotación.

Señales por bande-rolas, señales acústi-cas, perros, mensaje-ros y estafetas sonmedios propios a lasunidades subalternas.


Los aviones de infantería pueden jalonar periódicamente, paradar a conocer al Comando, las líneas alcanzadas por la infantería.Ordenes claras y precisas deben determinar los enlaces aéreos-te-rrestres.

Códigos de artificios bien reglamentados y mejor empleadospermiten establecer enlaces aéreos-terrestres y vice-versa; comoasimismo, para mantener relaciones entre la infantería y artillería;comunicar hacia el superior que se ha alcanzado el objetivo; quese reinicia la marcha; que se encuentran detenidos por resistenciasenemigas, etc.

f). EL APRESTO

Tácticamente una tropa se apresta para atacar o defenderse.Luego, la posición que se elige con tal objeto debe responder a es-tas necesidades, y, como consecuencia lógica, los medios de comu-nicación deben accionarse de acuerdo con la necesidad táctica.

Si la tropa llega hasta una zona de terreno para tomar su dis-positivo de ataque o defensa; lógicamente durante este período seaccionan los medios para servir a la futura operación. En otrostérminos, las unidades de comunicaciones también se aprestanpara iniciar su trabajo a la primera orden. Aún más, durante elapresto de la tropa se inician todos los reconocimientos técnicosque permitan asegurar el buen empleo de los medios.

En la misma posición las necesidades son múltiples, de modoque es el superior a quien corresponde fijar la forma y procedi-mientos de enlace, para lo cual hay que considerar el tiempo quese permanecerá en apresto y la futura intención.

Teléfono, óptica y mensajero son los medios que prestan bue-nos servicios en el apresto. Puestos de partes bien adelantadospueden ser elementos de primer orden para facilitar los enlacesentre tropas de primera línea y superior. Al principio estos pues-tos de partes serán simples y modestos organismos representadospor algunos mensajeros o estafetas, pero, a medida que se prolon-ga la estadía en la posición, poco a poco se desarrollan hasta al-canzar las características de los centros de comunicaciones, quemás tarde pueden servir como P. C. para un Comando subalternoo al propio Comandante de las tropas.

Examinemos los distintos medios de comunicación para dedu-cir algunas consecuencias lógicas aplicables a esta clase de ope-raciones.

El Comando que tiene una concepción definida sobre la ope-ración que lleva a cabo, está en condiciones para determinar su P.C. en el cual debe ser conocido por los subalternos y por el Coman-dante de comunicaciones, ya que desde este punto han de partirlas arterias telefónicas hacia los subalternos, y así, conseguir ymantener los enlaces durante todo el apresto. El P. C. de un co-mando superior se caracteriza por su estabilidad, de modo que a


partir de este momento el comandante se mueve de acuerdo consu plan, de acuerdo con sus intenciones. Este movimiento hayque armonizarlo tomando en consideración la situación tácticaprevista y las características de los medios de comunicación.

Los puestos de partes tienen la ventaja de acortar la dis-tancia entre superior y subalterno y hacer una división del traba-jo, principalmente cuando los medios técnicos de comunicación nofuncionan. Sin embargo, debilitan las fuerzas y disminuyen losmedios de comunicación que pueden faltar en el momento preciso.La elección del puesto de partes debe ser tal que sirva al mayornúmero de comandos, y cumpla, en consecuencia, su finalidad; osea, facilitar al subalterno llegar al superior. Si el puesto de partesha de transformarse más tarde en P. C., se le debe dotar de mediosde comunicación abundantes para que satisfaga su doble misión: depuestos de partes (recepción, clasificación y transmisión de lospartes, informes y órdenes de subalterno a superior y vice-versa)y de P. C. (Central de comunicaciones). Luego en la elección de unpuesto de partes hay que considerar el aspecto táctico del órganoy el técnico (permita la buena explotación de los medios de comu-nicación que se le asignan).

Los comandos superiores, a medida que se estrecha el contacto,se mueven por saltos; tienen la estabilidad necesaria e indispen-sable para el trabajo y porque el elemento que forma parte de unP. C, llamada central de comunicaciones, no puede seguir el ritmode movimiento del comandante. El comandante se mueve a caballo,en auto o a pie, cuando lo estime por conveniente, pero los órga-nos cooperadores (plana mayor o estado mayor) y la que permiteel ejercicio del mando a través del espacio (medios de comunica-ción) quedan en un sector de terreno alejados del frente, amol-dándose al terreno para ponerse a cubierto de los tiros de arti-llería.

Por otra parte, la ocupaciónno es cuestión de minutos, porquesimultáneamente, deben luchar con los accidentes del terreno,a veces romper resistencias locales del enemigo, hay que ocu-par bases de fuego, etc., y todo esto exige tiempo, generalmentemayores a los previstos por el comandante. Los medios de comu-nicación fallan como consecuencia de su imperfección de los malosmanejos o desperfectos; de modo que el vínico medio con que pue-de contar el comandante para conocer la situación en determina-dos momentos es la de pedir a los subalternos que a determinadashoras informen por escrito o por agentes sobre sus actividades, po-sibilidades, etc.

El teléfono es el medio más seguro para mantener contactopermanente, pero como se ha dicho en más de una ocasión, losequipos no pueden seguir el mismo ritmo de la tropa. Además, losmedios de comunicación en general, y en especial el teléfono, hay

de una posición de aprestolas unidades no se aprestan


que reservarlo para la decisión. Es preciso aprestar los medios pa-ra la futura operación, y, también, hay que desplegar una parte parasatisfacer las necesidades mientras se permanece en el apresto.El apresto es una operación preliminar al ataque o defensa, y ental situación hay que accionar los medios de acuerdo con la futu-ra operación.

Las T. S. H. tienen condiciones de movilidad que permiten em-plazamientos y desplazamientos rápidos, en especial las estacioneslivianas que pueden formar redes de radio dentro de un disposi-tivo. Sin embarco, la situación táctica es la que determina su em-pleo puesto que la indiscreción es su más seria desventaja. La ondacorta tiene la ventaja de poder organizar redes adelantadas y ex-plotar las estaciones, mientras el teléfono llega a los comandos in-teresados. Si la sorpresa no es posible puede ser ventajoso emplearla T. S. II. sin más restricción que la que impone su rendimiento ycaracterísticas especiales.

La T. P. 8., por su reducido alcance y su movilidad, es un me-dio que pertenece a las unidades subalternas (batallón a batallón:batallón - regimiento - enlaces laterales, etc. ). Evidentemente que elempleo de la T. P. S. se iniciará una vez estabilizado el comandoque sirve. Luego, el comando se limitará a dar las disposicionesde carácter general que tiendan a mantener una severa disciplinadentro del dispositivo de la unidad, y en particular, las caracte-rísticas, tonalidades y claves que han de asegurar el orden y dis-creción durante las transmisiones.

Las lámparas y las banderolas de señales son también elemen-tos que deben dejarse a los subalternos, sin perjuicio de disponertodas aquellas disposiciones que aseguren, en un momento dado,una comunicación hacia el superior.

El Comando tiene estabilidad; los subalternos se mueven deacuerdo con sus necesidades. Luego, el sistema mejor para comu-nicar de adelante hacia atrás es el que el superior dé a conocer ensu orden el sector hacia donde se debe llamar. En enlaces ópticos,cuando los interesados no conocen los emplazamientos o direccio-nes generales de llamada, son difíciles y a veces imposibles.

Mensajeros, estafetas y perros son elementos de las unidadesadelantadas; y cuando el fuego enemigo es intenso, constituyen elúnico medio posible para las comunicaciones en todos los escalonesdel mando.

Los artificios deben emplearse con parsimonia y bien reglamen-tado en todas las jerarquías del mando, en caso contrario, se abu-sa, se pierden sus ventajas y se producen confusiones lamentables.El comandante de las tropas en su orden debe ser claro y precisoy sin dejar dudas de ninguna especie debe dar a conocer: los códi-gos que son válidos para todas las unidades; el tiempo de duraciónde estos mismos; pedir que los códigos particulares de los coman-


dantes subalternos se envíen al comando para su revisión y vistobueno y evitar se repitan colores y señales en las distintas unida-des; restringir el uso de éstas señales sólo a ciertas circunstan-cias o lisa y llanamente prohibirlas.

g). ATAQUE Y DEFENSA

Trátase de un ataque a un enemigo desplegado para la defen-sa a una posición fortificada de campaña o contra un enemigo quese encuentra estabilizado en posiciones sólidamente organizadas,(guerra de posiciones) los medios de comunicaciones deben accio-narse de manera que durante el curso de toda la operación se ase-gure el mando y se mantengan las relaciones entre los combatien-tes entre sí. Otro tanto puede afirmarse para las operaciones de-fensivas, que se caracterizan por la inmovilidad mayor o menor,como resultante de la intención que se tiene, lo cual tiene sus con-secuencias bajo el punto de vista de comunicaciones.

Con el objeto de aclarar nuestra materia se ofrece el siguientecuadro comparativo y las combinaciones a que se puede llegarpara el empleo de los medios de comunicaciones:

Ataque Defensa

1) Cualesquiera que sea lanaturaleza del ataque su carac-terística principal es el movi-miento.

Despliegue para la defensa,defensa tenaz o posición forti-ficada de campaña se caracte-rizan por la estabilidad de lastropas; estabilidad más o me-nos prolongada antes que sepresente el enemigo delante dela posición.

2) A todo ataque correspon-de un plan de transmisiones deacuerdo con la intención delcomandante; plan que se iniciaantes de la operación y se de-sarrolla a medida de la progre-sión. El plan debe armonizar elmovimiento de la tropa y susnecesidades con las caracterís-ticas de los medios de comuni-cación.

La estabilización tiene comoventaja la de permitir el desa-rrollo intenso de los medios decomunicación; tomar medidasde orden técnico para asegu-rar el funcionamiento durantela operación, etc. En otros tér-minos, las operaciones estabili-zadas permiten la concepciónde un plan de comunicacionesque forma parte integrante delplan de defensa. La estabilidadde una tropa es aliado de losmedios de comunicación,


3) El teléfono es el medio decomunicación principal en elataque; pero, la lentitud de laconstrucción, aumentada por losefectos de los fuegos de la de-fensa, la construcción de líneassin protección, las reaccionesenemigas violentas, etc., hacenque el teléfono no acompañe alas tropas atacantes y no pue-dan servirse del elemento cuan-do más se necesita. Las deten-ciones sobre las líneas de terre-no conquistado, pausa de res-piración del atacante son detrabajo intenso para las tropasde comunicación que tratan dearmonizar su ritmo con el ata-cante.

Las líneas se multiplican; losenlaces laterales precarios; lasredes de observación pierdenpoco a poco su valor como con-secuencia del movimiento, laconstante movilidad de los co-mandantes subalternos; etc., sonproblemas que deben ser estu-diados con anticipación por loscomandantes interesados.

Los enlaces infantería-artille-ría; infantería carros de comba-te; infantería aviación; artille-ría carros de combate y aviones,son problemas que deben ser re-sueltos y asegurarse cueste loque cueste, en especial, el de in-fantería-artillería.

Sólo un plan previo puedepermitir un empleo racional delteléfono durante el ataque; co-mandantes de tropas y de co-municaciones pueden obtenerla comunidad de sentimientoscuando los primeros dan a co-nocer su intención con nitidezy claridad; y los segundos,cuando conocen a fondo la no-menclatura de la operación queye sirve.

La red telefónica se le desa-rrolla al máximum como con-secuencia del tiempo disponiblepara el trabajo. Con material ypersonal los distintos comandospueden construir redes especia-les para el ejercicio del mando(transmisión de órdenes, partese informes) para el tiro; parala, observación y noticias; redesde emergencia que entran afuncionar en caso de rupturade una de las ya mencionadas.

Las líneas construidas paraescapar a los efectos de los fue-gos de artillería y a las ruptu-ras causadas por las tropas quese mueven dentro del disposi-tivo defensivo.

Centrales protegidas por abri-gos sólidos capaces de resistirlos bombardeos de la artilleríapesada.

La redes alcanzan hasta lasunidades más avanzadas de ladefensa (compañías, nidos opuntos de apoyo). Disposicionesespeciales técnicas regulan elempleo para ponerse a cubiertode las indiscreciones e intercep-ciones por la escucha enemiga.

Repartición del personal pararevisar las líneas y asegurar entodo momento el funcionamien-to de los medios. Este mismopersonal es el encargado de ladestrucción del material en ca-so de penetración en la posi-ción.


4) T. 8. H. Reemplaza al te-léfono cuando no funciona, lodoble en las comunicacioneshacia atrás y es uno de los me-dios que hoy existe para esta-blecer relaciones entre coman-dos de infantería y carros decombate; artillería y aviones.

5) T. P. 8. —Óptica. Mediopropio de los comandos subal-ternos para sus comunicacioneslaterales. Excepcionalmente en-tre superior y subalterno o vice-versa.

Sólo se emplea en los casosde ruptura del teléfono y paralos enlaces aéreos-terrestres.

T. P. 8. Organizadas en redesbien establecidas y orientadascomo complemento del teléfo-no. Se presta para doblar losenlaces infantería-artillería.

Optica. La estabilidad previade la tropa permite la organi-zación de redes con posibilida-des de funcionar durante laacción.

6) Agentes de comunicaciones.constituye el sistema normalpara establecer enlace en espe-cial cuando no funcionan losmedios técnicos.

Procedimiento excepcional,por las razones ya expuestas.

El cuadro general anterior da una idea clara que sirve paraavaluar el procedimiento que más conviene practicar en operacio-nes como las ya enunciadas. Nos resta decir que en los capítulosanteriores se encuentran todos los materiales para construir lo quese desee.

Agregaremos sólo algunas palabras sobre el enlace carros decombate-infantería, asunto difícil y delicado. Corresponde al co-mandante que emplea a los carros quien debe dictar órdenes pre-cisas con tal objeto.

El enlace infantería-carros de combate puede conseguirse con.el establecimiento de sencillas señales de banderolas o artificios.Los carros disponen para su entendimiento con la infantería, sólode banderolas que permiten un número limitado de señales (movi-miento con la bandera de arriba, abajo y movimientos laterales).

El enlace artillería-carros sólo puede obtenerse por la obser-vación directa aérea o terrestre y por los partes de la infanteríaque trabaja con los carros.


h). PESECUCION Y RETIRADA

a) Combates de retaguardia

Las medidas que deben tomarse durante la persecución depen-de de la amplitud de la progresión mientras las tropas avanzanaprovechando la mayor rapidez que pueden dar con el objeto deobligar al enemigo a dar frente nuevamente; los medios de comu-nicación siguen el ritmo normal que no puede ser alterado comoconsecuencia de sus posibilidades y características propias. Los pues-tos de mando se mueven constantemente sin otra restricción quelas necesidades de ejercer el mando.

Todos los esfuerzos deben encaminarse para realizar rápida-mente la prolongación de la red de transmisiones en el terreno con-quistado con el objeto de materializar el enlace entre superior ysubalterno.

La red telefónica sigue su curso mientras las tropas persigueen ancho frente, y al formarse las columnas de marcha, un nuevoplan debe ponerse en acción. Como el teléfono no puede seguir elritmo de las tropas, se le reemplazará y complementará con losotros medios de comunicación. La T. P. tí. no tiene empleo duran-te la persecución, salvo en las detenciones; y la óptica debe reservarsepara determinadas circunstancias de acuerdo con un plan bien me-ditado; la T. S. H. se mueve de zona en zona y sirve sólo para loscomandos que vienen más atrás de las tropas que persiguen, y losartificios deben servir las necesidades de las tropas más adelan-tadas. En consecuencia, para satisfacer las necesidades de unaoperación como la persecución debe disponerse con la debida an-ticipación:

1. ' La prolongación de la troncal.2. » Organización lo más adelante posible de puestos de partes

que se escalonan de acuerdo con la progresión de la infantería.3. º Emplear la aviación como elemento de enlace.

b) La retirada

Como la persecución es una operación que se caracteriza porel movimiento de gran amplitud, la organización de las comunica-ciones es difícil a causa de la incertidumbre de la situación, la di-rección y amplitud de los movimientos.

Los caminos generalmente no se prestan para el empleo de losagentes en medios de locomoción rápido como: el auto y motos, en cam-bio, las tropas pueden contar con una red intacta y en explotación.

El comandante de comunicaciones debe ser impuesto a tiemposobre la situación de las tropas e intenciones del comando, para evi-tar, hasta donde sea posible, la dispersión de los medios y su agru-


pación hacia una dirección que penetra hacia retaguardia.. Debeprovocar las órdenes para ejecutar destrucciones. En consecuencia,durante una retirada, se debe:

a) Dictar disposiciones que tiendan a mantener los enlaces du-rante todo el curso de la operación.

b) Organizar un plan de repliegue para, recuperar el material.c) Disponer un plan de destrucción del material que no alcan-

za a ser recuperado e impedir al enemigo su empleo o aprove-chamiento, como elemento de transmisión o de escucha.

d) Preparar un servicio de escucha a base de instalaciones quese dejan al enemigo con tal objeto.

e) Disponer los elementos que quedan para el servicio de lasretaguardias.

El empleo de los medios técnicos de comunicación es difícil porlas razones ya mencionadas (amplitud de los movimientos y situa-ciones que varían a cada instante); de modo que los puestos departes son los que prestan buenos servicios. Estos puestos de par-tes pueden aprovechar los P. C. organizados durante la batalla losque se desplazan por escalones de acuerdo con las instrucciones re-cibidas y situación creada.

e) Las tropas se retiran al amparo de retaguardias

Las retaguardias ofrecen, entre otras, las características siguien-tes: el núcleo está representado por armas de gran movilidad y po-tencia de fuego que para retardar el avance del perseguidor ofrecesucesivas resistencias en ancho frente aprovechando el terreno y po-tencia de fuego para retirarse tan pronto logran su objetivo (rami-ficación y despliegue del enemigo). Luego, los procedimientos dela retaguardia están en contra proposición con los rendimientos delos medios de comunicación. Los medios de construcción lenta, comoel teléfono; los de rendimientos reducidos, como la óptica, y los queexigen ciertas servidumbres de orden técnico, como la T. P. S., nosirven para las retaguardias. La orden es el mejor medio de enlacey para las rupturas de los combates deben ponerse en práctica có-digos de señales por artificios. La T. S. H. también puede prestarbuenos servicios; pero la indiscresión puede ser inconveniente en eltranscurso de la operación.

Mientras las retaguardias combaten dilatoriamente no hay po-sibilidades de empleo intenso de medios de comunicación y en talevento habrá que aprovecharlas y accionarlas de acuerdo con losprincipios anteriormente enumerados.

i). PUESTOS AVANZADOS

Los dispositivos de las tropas que descansan se amoldan a lasituación, a las posibilidades enemigas y a la futura intención delcomandante. Luego, los medios de comunicación se acciona de acuer-do con estos mismos factores.

ENLACES Y COMUNICACIONES

Si la unidad desde la columna de marcha pasa al descanso; latroncal termina donde lo dispone el comandante y desde aquí salenlas arterias hacia los núcleos de tropas que interesa mantener con-tacto durante la noche. El teléfono y el agente son los más segu-ros para tal objeto y una estación de T. S. H. puede ser suficien-te para recibir, transmitir y escuchar. El resto del personal decomunicaciones también debe descansar. El principio táctico dis-pone que para el servicio de puestos avanzados debe destinarse elmínimum de fuerzas (economía de las fuerzas) y el aumento esproporcional a la situación (seguridad). Luego, en cuanto a tro-pas de comunicaciones se refiere, hay que seguir el mismo principiopara mantener y conservar intacta la fuerza física y moral de latropa. A mayor cantidad de medios desplegados, mayor personalen pie para la explotación de este mismo, y este personal puedehacer falta al día siguiente.

Si la unidad pasa al descanso desplegada por suspensión delcombate por la llegada de la noche o ramificada de acuerdo con unplan definido; el servicio de comunicaciones se acciona de acuerdocon los procedimientos prescritos para esta clase de operaciones. Sedará satisfacción a las nuevas servidumbres de acuerdo con lasnecesidades particulares a la situación y se mejorarán las exis-tentes.

j). COMBATE DE ENCUENTRO

Los combates de encuentro tienen dos características princi-pales: se desarrolla desde la profundidad de la columna de mar-cha, y la incertidumbre. Son dos factores que influyen tambiénen las posibilidades de los medios de comunicación, por cuanto, sise choca sorpresivamente con el enemigo encontrándose el gruesoen columna de marcha, no habrán otros medios de acción que aque-llos que se habían destacado para la actividad propia de una mar-cha de guerra.

Las vanguardias al chocar con el enemigo, tienen por princi-pio la misión de apoderarse en ciertos sectores del terreno paraproteger la ramificación y despliegue del grueso, explorar, etc.Cumplen su cometido desplegándose en ancho frente y conducensu ataque de acuerdo con su misión (amarrar, dilación, demostra-ción, ataque a fondo, etc. ). Mientras tanto el grueso se prepara paraatacar de acuerdo con las intenciones del comandante.

Si consideramos estos factores de orden táctico y nos transla-damos al campo de nuestros estudios podemos adelantar, desdeluego, que hay que distinguir tres momentos:

1. ' Ante el choque de la vanguardia con fuerzas enemigas, espreciso preparar ciertos elementos para que entren en acción tanpronto como sea posible y se asegure el enlace entre el comandan-te de las tropas y el de la vanguardia.

1163


2. º Conocida la intención del comandante, los medios de co-municación se accionan de acuerdo con el despliegue de las tropas.

3. º En el lapso comprendido entre el choque y combate ala vanguardia y la ramificación, apresto y despliegue delgrueso; la construcción de la troncal sigue hasta una punto dado.Mientras se permanezca dentro del período de la incertidumbre esnecesario la prudencia, es mejor no llegar con la punta de alam-bre muy adelante; y tan pronto como se conozca la intención, seinicia la construcción de las redes de acuerdo con las necesidades delas tropas y medios disponibles.

Producido el encuentro corresponde al comandante de comu-nicaciones la tarea de concentrar los elementos, aprestarlos para eldespliegue y desplegarlos. Mientras el comandante de las tropas em-peña su vanguardia, explora y pone en acción todos sus medios denoticias para formarse un plan de ataque, el comandante de co-municaciones reúne y apresta sus elementos para responder a lanueva situación.

En el combate de encuentro se pasa de la marcha de guerra auna ramificación que termina en despliegue (a veces el desplieguese hace al amparo de una posición de apresto). Luego, el serviciode comunicaciones debe satisfacer todas las necesidades que han si-do tratadas en el presente capítulo (marchas; ramificación y ata-que).

La vanguardia, mientras cumple su misión de tal, debe satis-facer sus necesidades con sus propios elementos y el empleo de estosestará en relación directa con la misión recibida. El ancho frenteque generalmente toma la vanguardia, es un factor que exige al co-mandante reflexionar si no quiere verse privado de los medios pre-maturamente. Si el enemigo ha ganado la delantera en el aprestoo si lo tienen las propias tropas, es decisivo para determinar un co-rrecto empleo de los medios de comunicación.

k). COMBATES EN CIRCUNSTANCIAS ESPECIALES

Combate dilatorio

El combate dilatorio tiene por objeto ganar tiempo y según lafinalidad que persigue puede conducirse ofensiva o defensivamente.Tácticamente hablando los procedimientos que ponen en prácticalas tropas y las armas son distintos para el ataque y defensa. Sinembargo, bajo el aspecto comunicación ataque o defensa dilatoriano reconocen diferencia.

La orden verbal o escrita es el mejor medio de enlace paratropas que operan en anchos frentes y las fuertes reservas que que-dan en la mano del comandante son los encargados» de enmendar


rumbos y de mantener la fisionomía del ataque o defensa. Los me-dios de comunicación hay que emplearlos de acuerdo con sus par-ticularidades técnicas y a las del combate.

El teléfono es un medio de comunicación que puede ser em-pleado en el ataque, no así en la defensa. La T. S. H. empleadacon método presta útiles servicios en el ataque y defensa. La T. P. 8.debe reservarse para aquellos casos de no funcionamiento de nin-guno de los otros medios. La óptica (lámparas y banderolas) porsu escaso rendimiento de explotación y la imposibilidad de comu-nicarse de atrás hacia adelante la hacen un medio unilateral. Losartificios regulados y reglamentados hasta en sus menores detallessirven para el ataque y defensa para señalar al superior comúnaltos previstos, mantener enlaces entre las armas, o señalar peli-gros, etc. Los agentes (mensajeros, estafetas, animales), son irrem-plazables, tanto en el ataque como en la defensa; suplen, comple-mentan y reemplazan a los medios técnicos en todas aquellas si-tuaciones en que estos no funcionan o faltan.

Combate demostrativo

El combate demostrativo tiene por objeto engañar, demostraralgo que no es efectivo, de atraer o llamar la atención hacia unsector o zona. Según sea la finalidad que persigue el combate asíserán los procedimientos que se emplean. Sin embargo, cualquieraque sea el objetivo perseguido, los combates demostrativos tienenun límite, y en tal evento los procedimientos que se emplean porlas tropas son particulares. Luego, a los medios de comunicaciónhay que accionarlos de acuerdo con el procedimiento de ataque.

La T. S. H., las estaciones ópticas y los artificios son medios quepermiten hacer demostraciones de una gran actividad técnica conel objeto de inducir a engaño al enemigo. Sin duda que el objetivopuede ser alcanzado cuando estos medios son empleados con méto-do y orden, en caso contrario, no se consigue otra cosa que dela-tar la intención.

Combate en localidades y bosques

Defensa en localidades y bosques no se distinguen en absolutode las defensas a campo abierto. Las comunicaciones se desarro-llan de acuerdo con los principios sustentados en el capítulo de-fensa y ataque.

Ataques en localidades y bosques rigen los principios de ata-que con las restricciones del caso, como consecuencia de la natura-leza del terreno y características de los medios de comunicaciones.

M. del E. 4.

Justicia Militar

POR EL MAYOR DON GUILLERMO TORO C.

I.

El fuero militar, o sea, la facultad que las leyes han concedidoa los militares, en cuanto a institución armada, de juzgar algunosde los delitos cometidos por el personal a su servicio, por medio deun Tribunal Militar, tiene su razón de ser debido a la diferencia decriterios que existe para apreciar un delito cuando se mira su im-portancia desde el punto de vista legal o disciplinario. Según elprimero es justicia castigar con igual pena un delito cometido porcualquier persona, con las agravantes o atenuantes que el caso jus-tifique, según las circunstancias, no según el delincuente. La jus-ticia militar, sin dejar de reconocer las razones fundamentales queasisten a esta ley, no puede juzgar en igual forma, porque los de-litos cometidos contra la disciplina, que es la base en que descansael Ejército, son más graves según la jerarquía del que los cometey merecen una pena superior a la impuesta por el código penal.La razón es fundamental; el delincuente común ofende a la socie-dad, cuyas bases no se conmueven sino en muy determinados casos,mientras el delincuente militar ataca los cimientos de la institución.Luego, se puede afirmar que el fuero militar existe debido a lanecesidad de apreciar ciertos delitos cometidos por militares pormedio de un criterio netamente militar. Fuera de este principio,la legislación militar trata de unirse, lo más posible, a la ley civily aplica sus mandatos con igual amplitud. De todo esto se deduce


que en la apreciación del delito militar debe intervenir directa-mente el profesional y el asesor técnico, o sea, el abogado, encausatal apreciación dentro de los trámites legales, hasta donde sea po-sible sin menoscabar las necesidades del Ejército.

II.

Hasta fines de 1925 la justicia militar se regía por las nor-mas establecidas por la Ordenanza General del Ejército, texto de le-yes que, debido a su antigüedad, no satisfacía las necesidades delmomento. En estas circunstancias se nombró una comisión para quehiciera un código moderno a base de las legislaciones más adelan-tadas. El 1. º de marzo de 1926 se puso en práctica dicho código.En él se completó la organización de los Tribunales, modernizán-dolos y simplificándolos. Se dejaron los consejos de guerra para eltiempo de guerra y la instrucción de los sumarios a cargo de Fis-cales Militares, que sustanciaban con entera independencia y concriterio propio. Se organizó la justicia militar, en cuanto fué po-sible, a imagen de la justicia civil, con las reformas indispensablespara obtener mayor celeridad en el procedimiento. Los magistra-dos civiles, en tiempo de paz, como asesores jurídicos de los jue-ces militares. Las Cortes Marciales compuestas, en su mayoría, porjueces militares.

En la práctica se fueron notando algunas deficiencia y vacíosque se corregieron por medio de leyes complementarias, sin que nin-guna de ellas modificara el fondo o espíritu de esta ley militar.

En noviembre de 1932 se estimó necesaria una revisión delCódigo para completarlo y anexar las modificaciones al texto. Contal objeto se nombró una comisión compuesta de seis miembros, to-dos ellos abogados y Auditores de Guerra, Marina o de Carabine-ros. Terminadas sus labores, la Comisión dió cuenta de su cometido,haciendo presente que se habían efectuado las correcciones que lapráctica indicaba, sin entrar en reformas sustanciales.

III.

Las principales reformas se refieren a la unificación de las le-yes que deberán sancionar, con igual castigo, a los delincuentes delEjército, Marina y Carabineros, estableciendo, además, capítulos es-peciales para los delitos netamente particulares de la Marina y deCarabineros. En general satisfacen necesidades que se hacían sentirintensamente, como aquella que autoriza al Fiscal para iniciar lascausas que necesiten celeridad, sin esperar el decreto del Juez. Comoéstas varias otras que la práctica aconsejó, tanto en lo que se re-fiere a los Consejos de Guerra como a la ampliación de los plazospara la instrucción y para hacer público el sumario.

JUSTICIA MILITAR 1169

En vista de estos adelantos que casi dejan una cosa a firme, encuanto a leyes militares se refiere, es de sentir que no se hubieseacordado el capítulo especial para la aviación en forma igual a loque se hizo con la Marina y Carabineros, complemento que habríaevitado una nueva edición del código o un folleto aparte que vienea dificultar el estudio de la ley.

IV.

En cuanto se refiere a las modificaciones del Libro I., o sea,el reemplazo de los Fiscales y Secretarios militares por Fiscales ySecretarios letrados y la creación de una Corte Marcial mixta ypermanente con Relatar, Secretario y Oficiales de pluma y de sala,me parecen utópicas, en cuanto al sentido económico; poco justas.en cuanto al reconocimiento de falta de capacidad que se estable-ce para los Fiscales Militares y al margen del razonamiento fun-damental de la ley que concedió el fuero militar.

El Cuerpo Jurídico Militar, reforzado por funcionarios civilesen reemplazo de los militares que desempeñaban su puesto comouna comisión más, sin remuneración alguna y sin ninguna elimi-nación para trabajos especiales, significa un aumento para el pre-supuesto de guerra, que va en desmedro directo de la constituciónorgánica de la institución. Para dar cabida a estos funcionarios sedeberá eliminar aún más personal de las tropas o servicios del Ejér-cito, haciendo más aflictiva la situación difícil en que se encuentra.Si entramos a estudiar si esta reforma es indispensable para la vidadel Ejército, sin profundizar demasiado, se puede decir que no.Ante todo doy por indiscutible lo que asevera la comisión de re-formas al decir que los Fiscales Letrados tendrán conocimientosmás a fondo de las leyes que los Fiscales Militares, pero no me pa-rece igualmente indiscutible la eficacia muy superior que le supo-nen a la acción de los primeros. Para fundamentar esta reforma seha tomado por base la engorrosa tramitación de juicios especiales,sólo posibles dentro de la justicia militar en situaciones anorma-les y que por ningún motivo se pueden tomar como una normageneral. Por otra parte, si para nombrar Fiscales Militares se cum-ple con los requisitos exigidos y se llevan a cabo las instruccionesque se les deben dar, tanto por parte de los Auditores como pormedio de cursos especiales, los oficiales designados deben estar ca-pacitados para desempeñarse en forma correcta. Si algunas defi-ciencias se pueden notar, debido a la falta de práctica, todas ellasson subsanables y nunca han tenido tan graves consecuencias pa-ra la situación del conjunto como las que tendría un aumento de laplanta del Ejército por personal técnico civil que no es indispen-sable. Si bien es cierto que para los oficiales sería un descargo enor-me el que se le quitara esta obligación algo extraña a su profesión,


no es menos cierto que ninguno eludiría tal responsabilidad si su-piera que dicho descargo podía traer un desmejoramiento general.Estimo que todo el que mira el problema desde este punto de vista,podrá comprender la inconveniencia de una proposición de esta es-pecie, ya que si deseamos mejorar un servicio no debemos conten-tarnos con palabras sino proponer reformas posibles dentro del sen-tido económico y sin destruir otros organismos, quizá si más indis-pensables.

Si tomamos en cuenta lo dicho en el capítulo 1., del presentetrabajo, veremos que con las reformas aludidas se pierde el princi-pio de la apreciación del delito con criterio militar y sale de supuesto el asesor técnico para transformarse en juez. Dejé estable-cido, con razones que estimo de peso, que debido a la distinta im-portancia de un delito, cuando se comete contra la sociedad o contrala disciplina, —para ser consecuente con la facilidad otorgada porla ley, — debía ser clasificado por un fiscal militar. Empiezo porreconocer que el ideal para ocupar estos puestos, son lo oficialesretirados que han tenido la suerte de recibir su título de Abogados.Ellos están ámpliamente capacitados para apreciar la importan-cia militar de un delito y al mismo tiempo cuentan con los conoci-mientos jurídicos más que suficientes para tramitar las causas enforma legal, o sea, son Fiscales Militares completos. En los casoscorrientes hay deficiencias en una u otra cosa; al Fiscal Militarle faltarán conocimientos especiales de leyes, pero apreciará el de-lito en forma que consulte ámpliamente las necesidades del Ejér-cito, motivo por el cual es necesario un asesor técnico que lo guíey lo instruya. El Fiscal Letrado tendrá profundos conocimientoslegales y por eso mismo apreciará el delito militar con el criterioque le han formado las leyes civiles, o sea, sin colocar como puntode vista principal las necesidades de la institución. Como no se po-drá, en todos los casos, conseguir el ideal, nos deberemos contentarcon tener lo que sea más posible y esté más de acuerdo con el in-terés primordial del Ejército, o sea, los Fiscales Militares, según mimodo de pensar. En este convencimiento me parece lo más opor-tuno dar a los Fiscales la instrucción necesaria para su buen de-sempeño, por medio de cursos especiales dictados por los señoresAuditores, como se hizo, por única vez, en 1926.

Por otra parte, este aumento de plantas en el Cuerpo Jurí-dico Militar, por medio de personal civil, significaría una gran in-justicia en estos momentos en que se reduce la planta del Ejér-cito por economías. Lo lógico sería que esos oficiales que deben aban-donar por este capítulo las filas recibieran una instrucción espe-cial, dada por los mismos señores Auditores, por medio de cursos oconferencias, y desempeñaran el puesto de Fiscales permanentes enlas provincias o departamentos donde tuviese asiento la Fiscalía.Como contarían con todo el tiempo necesario y tienen una ilus-tración general que les permite una rápida asimilación, se podrían

JUSTICIA MILITAR 1171

desempeñar admirablemente. El procedimiento sería siempre máseconómico, ya que estos oficiales sólo ganarían una gratificaciónsobre su pensión de retiro y se les abrirían las puertas de una ac-tividad digna de la preparación con que cuenta y de la situaciónque dejan. En cuanto a Fiscales Militares, para las guarniciones degran movimiento, serían nombrados aquellos oficiales retirados quetuviesen preparación especial, ya sea porque tengan título de Abo-gados o porque su desempeño como Jueces los hubiese capacitadopara el puesto.

Si este procedimiento no tuviese acogida por cualquier motivoque escapa a mi modo de apreciar el problema, me parece más oportunoutilizar como hasta hoy, los oficiales en servicio activo, dándoles al-gunas facilidades y manteniéndolos un tiempo largo en el desem-peño de esta misión. Las facilidades a que me refiero quedaríanacordadas de hecho con el cambio del artículo 28, por el siguiente:"Los Fiscales Militares ejercerán sus cargos sin perjuicio de lasactividades inherentes al grado que tengan, pero quedarán exentosde comisiones o trabajos especiales de la unidad a que pertenez-can". Con este sólo cambio se puede estar seguro que se consigueuna mayor eficiencia sin gasto alguno y se legisla con espíritu dejusticia para esos oficiales que, con tan buena voluntad, tratan derendir el máximum para conseguir una economía al presupuesto deguerra.

Sobre este mismo punto de facilidades, estimo que se deberíacorregir lo dicho por el art. 30, en lo que se refiere a los castigosque puede imponer el Auditor General del Ejército a los Fiscales,para evitar un castigo doble. Dice el artículo aludido que podrá"imponerles multas que no excedan de 1, 000 pesos y suspensión detodo cargo hasta por dos meses". Si esto sólo se dirigiera a los Fis-cales Letrados que desempeñan un sólo cargo, estaría perfectamen-te, pero como también afecta a los Fiscales Militares que desem-peñan este puesto como un agregado a su categoría de oficiales deEjército, el castigo pasa a ser doble. Creo de justicia reemplazar laexpresión "de todo cargo" por la frase "del cargo, etc. ".

VI.

La primera edición del Código de Justicia Militar reconocíala necesidad de una mayoría del elemento militar en la composiciónde sus Tribunales. La Corte Marcial estaba formada por 3 señoresGenerales y 2 Ministros de la Corte Suprema y se reunía los díasque la necesidad y el trabajo lo exigían. En esta composición sedejaba bien en claro el deseo de mantener el principio de que losAbogados, en tiempo de paz, son asesores de los Jueces Militares.

La actual composición, ordenada por el art. 48, es fundamental-mente diversa. Desde luego deja a un lado esa mayoría militar queestablece el nombre mismo del Tribunal y hace efectiva la facultad


otorgada por las leyes a las fuerzas armadas. En los juicios co-rrientes o más bien dicho normalmente, está constituida por 2 Mi-nistros de la Corte Suprema, 1 General y 1 Almirante. En las cau-sas de Carabineros será integrada por el Auditor General de estainstitución. En principio se pierde la ideología que dió margen a laformación de esta Corte Marcial y el hecho de constituirla comopermanente establece la obligación de dotada de Relator, Secre-taria, Oficial 1. º, Oficiales 2os. y de Sala, etc., que recargan bastan-te el ya recargado presupuesto.

Por otra parte, las subrogaciones que autoriza el artículo enreferencia, han dado vida a una Corte Marcial netamente civil,perdiéndose, con ello, las garantías concedidas por las leyes a lasfuerzas armadas de juzgar algunos de los delitos cometidos por mi-litares por medio de un Tribunal Militar.

"Lo mejor es enemigo de lo bueno".Lo más barato adquiere, cada día, una importancia mayor, a

pesar de sus imperfecciones.

La Psicología como ayuda del oficial instructor

POR EL TENIENTE DON EUGENIO PONISIO H.

En circunstancias que el campo psicológico es muy basto ypor consiguiente mi trabajo sería demasiado extenso, me concretaréa una parte de él, y que se refiere a la selección mental del individuo.

El hecho de que la función casi primordial del oficial instruc-tor, en el período de conscripción, es la de educador de hombres, meha sugerido la idea de dar a conocer en el presente trabajo algunospreceptos psicológicos que vengan a ser una ayuda en lo referentea pedagogía del oficial, con ésto, el instructor podrá conocer a fondoel grado de inteligencia de cada uno de sus concriptos, facilitandoasí la enseñanza de las diferentes materias del año; al mismo tiempo,podrá orientar al ciudadano que sale del cuartel sobre su perfeccio-namiento mental para el buen éxito de sus actividades futuras. Así,el oficial cumplirá con un deber patriótico y social, habiendo sem-brado la semilla en un campo propicio y teniendo la absoluta segu-ridad que ese puñado de ciudadanos, que pasó bajo su enseñanza, nopodrá decir afuera, que en el cuartel le enseñaron solamente a cua-drarse y a marchar, sino que le inculcaron una orientación profe-sional.

MEDICION DE LA INTELIGENCIA

1. —Educación psicológica

La Escuela Norteamericana, siguiendo la tendencia ya antiguade Rousseau, Pestalozzi y Froobel, modernizada por sus grandespsicólogos, filósofos y educadores, hace esfuerzos poderosos por ajus-tarse a la naturaleza del niño, sus programas aligerados de inútil


convicción, sus métodos de enseñanza, en que el aprendizaje por laacción, ha reemplazado la simple recitación verbal, los textos inte-resantísimos que convidan al esfuerzo propio y provocan la esponta-neidad de los estudiantes, son buena prueba de ello.

Pero no basta que la educación se molde al desarrollo de la in-fancia, considerada abstractamente, en general, es preciso que con-temple, por lo menos hasta cierto punto, las necesidades individua-les de los alumnos que componen la clase. Para satisfacer esta exi-gencia, cada vez más persistente, de que no se -mire a todos los niñoscomo un grupo homogéneo y, por el contrario, se tomen en cuenta.las particularidades que reviste su personalidad de matices propias,debe el maestro tener medios que le revelen la naturaleza psicológicade sus alumnos y descubrir las diferencias que lo individualizan.

2. —Perfeccionamiento en la Escuela Norteamericana

En lo que ha hecho, en parte, la educación norteamericana, alcolocar en manos de los profesores un procedimiento nuevo de explo-ración y diagnóstico de la capacidad intelectual: los tests mentales.Los tests mentales son pruebas o reactivos que ponen de manifiestola habilidad general o inteligencia y proporcionan la medida de susdesarrollos.

Aunque es limitada la función de los tests mentales, pues sólodescubren el nivel de la inteligencia y nada dicen sobre la sensibili-dad o la voluntad, son para el profesor, sin embargo, instrumentosútilísimos, porque desde el primer día, desde que ingresan los alum-nos a la escuela, puede distribuirlos con aproximada destreza, en suorden de jerarquía intelectual y estimar su capacidad para aprendera ejecutar el trabajo que impone la enseñanza.

Desdo que en 1911 el doctor Henry II. Goddard, los dió a cono-cer publicando una adaptación de los tests mentales de Binet, su usoha ido en aumento de año en año, y psicólogos como Thorndike,Otis, Buckinghara. Monroe. Terman, Gerkes y otros, han enrique-cido la serie de tests mentales, han llevado a cabo investigaciones psi-cológicas que comprenden millones de casos. La Dirección adminis-trativa de la educación, organiza en cada estado de la Unión, ofici-nas que dirigen la observación de la inteligencia de los niñas de lasescuelas.

3. —El test. —¿Qué es un test?

El test es un ejercicio o una serie de ejercicios que se da a losalumnos como tema de un examen escrito.

Difiere el test de los exámenes corrientes: 1. º, en que su mate-rial ha sido científicamente seleccionado en vista de un propósito de-finido; 2. º, dispuesto según cierta escala de construcción, de modoque forme un instrumento científico de medición; 3. °, el tiempo em-pleado en su desarrollo es un factor capital.

LA PSICOLOGIA COMO AYUDA. 1175

Los tests aplicados a medir el trabajo escolar se llaman tests edu-cacionales, para distinguirlos de los tests mentales o psicológicos, quemiden la inteligencia general de los individuos o alguna funciónparticular de la mente.

Se han construido hasta ahora 84 tests normalizados. (Standar-dizd test), para medir el trabajo de la escuela elemental, repartidosen esta forma: Aritmética 17; dibujo 1; geografía 6; caligrafía 10;historia 4; lenguaje 17; música 1; lectura oral 4; lectura en silen-cio 13; ortografía 11. Para las escuelas secundarias hay 25: álgebra7; dibujo 1; lenguas extranjeras 11; geometría 3; historia 1; físi-ca 1; educación física 1.

Los tests proporcionan al público, a los jefes y a los profesores,un conocimiento verídico y desapasionado del estado de la enseñan-za, conocimiento indispensable para amoldarlas a las condicionespsicológicas de la niñez y a las exigencias sociales de nuestro medioambiente. Los tests apresurarán el progreso de la educación.

4. —Los tests mentales de Binet

Los tests mentales tienen su origen de las investigaciones delgran psicólogo don Adolfo Binet, gloria de Francia. En 1904 Binetfué nombrado miembro de una comisión que debía estudiar la edu-cación de los sub-normales en París. Buscando una norma para de-terminar a quiénes correspondería el calificativo de sub-normales

ideó Binet, en 1905, una serie de tests, mediante los cuales podíatrazarse una línea de demarcación entre normales y sub-normales.

En 1908, poco antes de su muerte, Binet en colaboración con eldoctor Simón, publicó una versión de los tests de 1904, con el títulode "Escala métrica de la inteligencia". Ponía con ella al alcancede todo el mundo: padres, educadores, magistrados y patrones, unprocedimiento para conocer el grado de inteligencia del individuo yelegir a un juicio objetivo, libre de la apreciación personal del in-vestigador.

La característica de los tests de Binet se resuelve a dos ideasoriginales que lo guiaron en la construcción do su escala.

En primer lugar, en contraposición a sus predecesores y contem-poráneos, que practicaban mediciones de funciones mentales aisla-das, ya de la atención, ya de la percepción, ya de la asociación' deideas, ya de la ¡memoria, etc., Binet quiso medir la inteligencia ge-neral de una sola vez, el resultado sintético de la capacidad intelec-tual y, en segundo lugar, quiso determinar cual es la inteligencia deun niño normal a los cuatro años, a los 5, a los (i, hasta llegar a los16 ó 18 años, en que se detienen el desenvolvimiento intelectual. Eléxito coronó los esfuerzos de Binet. Binet descubrió que existía unaedad mental y que el enunciado de la edad mental manifestaba el gra-do del nivel de la inteligencia. Naturalmente, la edad mental guardade ordinario, pero no siempre, conformidad con la edad cronológica.Si un niño de 8 años de edad cronológica, tiene una edad mental tam-


bién de 8 años, el desarrollo de su inteligencia es normal; pero si suedad mental es de 3 años, entonces se aproxima al idiota; y si por elcontrario su edad mental se eleva a los 12 años, como es posible, es-tamos en presencia de un genio.

5. —Cuociente de inteligencia

En posesión de las edades mentales y cronológicas de un niño,se puede avanzar un paso; más en las observaciones y es determinarla relación numérica entre la edad mental y la edad cronológica,averiguar en qué proporción la edad mental se distribuye en cadaaño cronológico. Basta para ello dividir la edad mental por la edadcronológica:

1. º Si la edad mental de un niño es de 12 años y su edad crono-lógica es también de 12 años, el cuociente es, con 2 cifras decimales,(12: 12 = 1. 00) 100 centésimos o 100 simplemente, como se acos-tumbra a nombrarlo, suprimiendo el punto decimal, es lo que se lla-ma el cuociente de inteligencia.

Esta relación entre la edad mental y la edad cronológica, o cuo-ciente de inteligencia débese al doctor Lewis M. Terman, profesor dela Universidad de Stanford, California. Si el cuociente es 100 quieredecir que nos encontramos ante un caso normal de mentalidad.

2. º Si la edad mental de un sujeto es de 12 años y su edad crono-lógica de 10 años el cuociente de inteligencia será 120. Un cuocientede inteligencia de más de 100 indica que la mentalidad, o sea su ca-pacidad para aprender, está por encima de lo normal.

3. º Si la edad mental del niño es inferior a su edad cronológica,si es por ejemplo, 12 años la edad mental y 15 la cronológica,el cuociente será 80. Un cuociente de inteligencia menos de 100, reve-la una mentalidad por debajo de lo normal. Llegamos, pues, a expre-sar el valor de la inteligencia de un 'modo cuantitativo en número.

Terman ofrece la siguiente relación entre los cuocientes de inte-ligencia y los términos descriptivos visuales:

C. de I. Clasificación

Sobre 140 casi genio o genio.120 - 140 muy superior inteligencia.110 - 120 superior inteligencia.80 - 90 torpeza, pesadez.90 - 110 inteligencia normal o media.70 - 80 a veces torpeza, a. veces débil mentalidad.

Debajo de 70 definitivamente, débil mentalidad.50 - 70 moronés.25 - 50 imbéciles.

Debajo de 25 idiotas.

LA PSICOLOGÍA COMO AYUDA. . . 1177

El adulto idiota alcanzará como límite la inteligencia de un niñonormal de 3 años, el adulto imbécil la de un niño de 3 a 7 años y eladulto morón (débil mental), la de un niño de 7 a 11 años.

6. —Influencia de la Guerra Europea en el desarrollo de los testsmentales

La gran guerra tuvo su repercusión en el desarrollo de los testsmentales en los Estados Unidos. Hasta 1917 sólo se conocían los exá-menes psicológicos individuales; en que el examinador llamaba a losexaminados separadamente; pero desde esta fecha los tests de gruposcomenzaron a desarrollarse rápidamente. La innovación tuvo por mo-tivo el examen mental del ejército norteamericano.

Para organizar un ejército se pensó que no bastaba el examenfísico sino el conocimiento de la capacidad mental de los soldados, desu habilidad para cooperar en las múltiples actividades que debenllenar en la vida militar.

Y para ésto, el sistema de test individual habría demandado untiempo excesivamente largo. Se necesitaba un procedimiento másrápido.

Un comité constituido por los psicólogos Jerkes, que lo presidía,Buckingham, Goddard, Haines, Terman, Wipple y Zells y la colabo-ración de otros psicólogos como Otis y Thomsdike, formó una serie detests mentales de grupo. Los resultados de los tests de grupo, debíanilustrar a las autoridades militares, en cuanto a la eliminación de losmentales incapaces, la clasificación de los hombres según su capaci-dad mental, (además de sus calificaciones en la educación recibida)y la selección de los más competentes para los cargos de mayor res-ponsabilidad.

Se confeccionaron tests especiales, para los analfabetos y en lostests para los que sabían leer y escribir se cuidó de disminuir, en todolo posible, las ventajas de la asistencia escolar, para medir preferen-temente la habilidad nativa de cada uno.

Será interesante conocer ¡os siguientes resultados: en noviembre11 de 1918, el personal psicológico se componía de 120 oficiales y350 soldados; más de 500 oficinistas adicionales se ocuparon en elservicio de examen en los 36 diferentes campos en que se establecióel examen psicológico. El examen de inteligencia del Ejército se dió a1. 726, 966 hombres; de estos 41, 000 eran oficiales aproximadamente,83, 000 recibieron examen individual. Sobre 7, 800 hombres se reco-mendaron para darlos de baja inmediatamente; 10, 014 para batallo-nes de trabajo u otras organizaciones de servicio; 9, 487 por batallo-nes de desarrollo, a fin de someterlos a observación y adiestramientopreliminar.

Los tests mentales proporcionaron acerca de los individuos uníndice digno de confianza en cuanto a su habilidad para aprender,pensar rápidamente, analizar una situación, mantener un estado deviveza mental y comprender y seguir instrucciones impartidas.


Los examinados fueron distribuidos en grupos mareados con lasletras A, B C, C, C—, D, D— y E cuyo significado es el siguiente:

A: Muy superior inteligencia, alcanzó este grado, solamente el4 ó 5% del contingente de conscripción. Comprendieron el grupo A.individuos de señalada intelectualidad y que representaba el tipo delalto oficial si a la vez tenía dotes de mando y otras cualidades ex-cesivas.

B: Superior inteligencia; aunque B. era de superior inteligen-cia, su presencia era menos excepcional que la representada por A.Obtuvieron la anotación B. el 8 a 10% de los enrolados. Este grupocontenía muchos hombres del tipo del oficial comisionado y una granproporción de elementos para oficiales no comisionados.

C —: Inteligencia de alto promedio. Este grupo incluyó del 15 al18% de todos los soldados y contuvo una gran cantidad de elemen-to de oficial no comisionado y ocasionalmente un individuo cuya ha-bilidad directiva y poder de comando lo incorporaron al escalafónde comisionado.

C: Inteligencia media. Incluyó aquí el 25% de los soldados. Ex-celente con una cierta cantidad de buen elemento de oficial no co-misionado.

C—: Inteligencia de bajo promedio; este grupo incluyó el 20%aunque por debajo del término medio en inteligencia, los hombrescalificados con C— son generalmente buenos soldados rasos, y cum-plen satisfactoriamente un trabajo de naturaleza rutinaria.

D: Inferior inteligencia; 15% de los soldados. Los hombres Dfueron regularmente buenos soldados, pero de ordinario lentos enaprender y rara vez pasaron de la categoría de soldado raso. Cortosde iniciativa requerían una vigilancia más estrecha. Muchos de elloseran analfabetos o extranjeros.

D— y E: Muy inferior inteligencia. Este grupo se dividió endos clases: hombres D— con muy inferior inteligencia, pero conside-rados aptos para el servicio y hombres E, cuya inferioridad mentaljustificó su recomendación para batallón de organización de servicioespecial, su exclusión o licencia. La mayoría de los individuos D— yE, estaban por debajo de los 10 años en edad 'mental.

La guerra promovió, pues, el uso de los tests mentales de grupo,tan generalizado hoy, y ofreció la oportunidad de confirmar su efi-cacia en su nuevo campo de exploración cuando se aplicaron a másde 1. 700, 000 hombres del ejército norteamericano, realizándose elmás basto ensayo en que se haya puesto a prueba su eficacia.

7. —Conclusión

En el presente trabajo creo haber dejado esclarecido el impor-tante problema de la selección, como ayuda práctica de todo pedagogoo educador de hombres. En nuestra carrera tenemos un campo pro-picio para aplicarlos, como lo he dicho en el comienzo.

LA PSICOLOGIA COMO AYUDA. . . 1179

Una observación que es de capital importancia la encontraremosen el montaje de los diferentes tests. Se necesita para ello un estudioprevio, antes de ponerlos en práctica, y así poder llegar a un resul-tado positivo.

Para terminar, creo está en mi deber poner en clarividencia quemi tema es sólo un grano de arena en el basto campo de la psicología,por lo tanto, dejo en mano de la oficialidad estudiosa el desarrollode otra fase psicológica, para profundizar y modelar nuestro espí-ritu educador.

Operaciones en el Desierto

POR EL GENERAL SR. HANS VON KIESLING.

Estoy profundamente convencido que la preparación del ofi-cial para la guerra debe basarse en el estudio y el profundo co-nocimiento de las peculiaridades de los futuros teatros de opera-ciones, de las posibilidades militares y de los recursos de la propiaPatria. Los futuros teatros de operaciones de Chile serán: desiertos,grandes estepas, cordilleras de difícil acceso, de enormes alturas yde bosques vírgenes. Los recursos militares y económicos serán es-casos. Los ejércitos movilizados tendrán efectivos reducidos, perodeberán operar por territorios de enormes extensiones, que ofrece-rán obstáculos y dificultades de un carácter muy variado. El ar-mamento y el equipo no serán ultra-modernos.

El estudio de la historia militar debe tomar en cuenta estosfactores. No creo que las operaciones y los acontecimientos tácti-cos que se desarrollaron en la guerra mundial en el frente occi-dental y aún oriental de las líneas alemanas, tengan más que uninterés muy relativo para el Oficial de Estado Mayor Chileno. Lascircunstancias bajo las cuales se desarrollan estas operaciones sondemasiado diferentes de las que posiblemente están reservadas alEjército chileno en una futura guerra. Existe el peligro que estosestudios de la gran guerra tergiversen el criterio si no se efectúancon la necesaria prudencia.

El presente trabajo está dedicado a estudiar las experienciasrecogidas en acontecimientos de la guerra mundial que se desarro-llaron en el desierto. Conozco profundamente las peculiaridades deldesierto del norte de Chile que tuve oportunidad de atravesarlo entodas direcciones por ferrocarril a caballo y a pie, hasta las dis-

M del E. 5.


tintas fronteras internacionales. El conocimiento de las peculiarida-des del desierto, adquirido de esta manera, me facilitó enorme-mente la intervención en las campañas de Mesopotamia, en la fron-tera del Egipto y en Palestina, en las que tuve la suerte de par-ticipar. Permanecí en el oriente durante 3 años. El año 1916 fuíJefe de E. M. del Mariscal von der Golz, apoyándole en la di-rección de las operaciones de Kutelamarra y en Persia, el año 1917mandé la 54 División en las operaciones relacionadas con la 2 y 3batalla de Gaza y el año 1918 dirigí todo el servicio de acarreo delos ejércitos de Liman von Sanders Pascha, corno Inspector de Ete -pas en Damasco, extendiéndose mi zona de acción desdo Anatedahasta el frente de los ejércitos turcos en Palestina.

En todas estas operaciones me impuse de las grandes dificul-tades que ofrece la guerra en territorios estériles y sin recursos,pero también tuve ocasión de estudiar los medios que se necesitadisponer para superar las dificultades que se presentan.

Las experiencias que pude recoger durante los tres años de miestada en Asia son casi iguales a las conclusiones que pueden de-ducirse de los acontecimientos de la Guerra del Pacífico y de lasúltimas maniobras que hace pocos años dirigiera el señor GeneralOtero en el norte de Chile.

El presente estudio está dividido en las siguientes partes:La primera expedición turca contra el canal de Suez.La segunda expedición contra el canal de Suez y la batalla

de Romani.La operación inglesa contra Palestina que culmina en la ter-

cera batalla de Gaza.Conclusiones generales referentes a la táctica y la operación

en el desierto, semejanza con la táctica por adoptar en los terri-torios estériles en el norte de Chile.

Primera expedición contra el canal de Suez. —1915

El canal de Suez es la comunicación más directa y más im-portante entre Inglaterra y las Indias, su más rica colonia. Unainterrupción aún pasajera del trayecto en esta línea de navega-ción, podría traer las consecuencias más funestas para la econo-mía inglesa y para la conducción do la guerra por el Reino Uni-do. Inmediatamente después de la declaración de la movilizaciónde los turcos, el Gran Cuartel General de éstos ordenó al GeneralComandante en Jefe del IV. Ejército en Damasco, Zekki Pascha,que preparara una operación contra el canal de Suez.

El 30. X. 14. Turquía entró en la guerra. Naves de guerra dela Entente bombardearon la pequeña ciudad abierta Acaba y lue-go después los consulados alemanes en las ciudades abiertas Hai-fa y Alexandreta.

OPERACIONES EN EL DESIERTO 1183

Una pequeña vanguardia turca, formada por caballería irre-gular que se componía de 1, 500 beduinos, atravesó la frontera surde Palestina y ocupó el oasis de El Arisch, el desierto de El Tih,el que los ingleses habían evacuado sin presentar resistencia; igual-mente habían evacuado todo el territorio hasta el canal de Suez.

A fines de noviembre el General Zekki Pascha, Comandanteen Jefe del frente en Syria, fué reemplazado por el Ministro deMarina turco, Djemal Pascha, personalidad muy enérgica que fuéasesorado como Jefe de listado Mayor por el Coronel alemán vonFrankenberg.

Este nuevo Cuartel General que había recibido la misión deejecutar una acción ofensiva contra el canal de Suez, se dedicó contodo empeño a la preparación de la expedición. Los preparativosinmediatos consistían: en el reconocimiento detallado del desiertode El Tih como futuro teatro de operaciones; en el estudio delmejoramiento y de la preparación de la red de caminos; en elestudio de todo lo referente al abastecimiento del agua; en la or-ganización de las tropas destinadas a efectuar la expedición; en lacreación de una base de acarreo de suficiente rendimiento en lafrontera sur de Palestina; en la adquisición de los elementos detransporte necesarios para el desierto (5, 000 camellos, elementosautomóviles, columna hipomóviles, etc. ); en el transporte de sub-sistencias, pertrechos de guerra, etc., hacia la base de acarreo.

El cuerpo expedicionario principió la marcha hacia el canala mediados de enero de 1915. Se componía más o menos de 20, 000hombres, con nueve baterías de campaña y una batería de obusesde 15 cms. La marcha se inició en dos columnas, desde Birsaba.

El desierto de El Tih se caracteriza por la escasez y en partepor la falta absoluta de agua. No llueve durante años enteros.Después de las raras lluvias corren por los lechos de los ríos secos(Wadis), por pocas horas, una avalancha enorme de agua, quedesaparece luego por completo. La consecuencia natural de estafalta de agua es la poca densidad de la población del desierto,la vegetación raquítica, la escasez del cultivo y de animales.

El interior del desierto (que es predregoso) es intransitableen grandes extensiones a causa de la existencia de alturas rocosasy escarpadas; en otra parte es de difícil acceso por la existen-cia de una altiplanicie cubierta de piedras sueltas, interrumpidode cuando en cuando por pequeños arenales de pocos kms. de ex-tensión.

A lo largo de la costa del mediterráneo se han formado enor-mes dunas de arena de una extensión de 10 hasta 50 kms. haciael interior. El canal de Suez está bordeado, también, de una faja dearena. Toda esta arena se mueve continuamente. La forma de las


dunas son muy irregulares. Frecuentemente se levantan hasta al-turas de 80 mts. y más, presentando por lo general una pendientesuave y otra escarpada.

El movimiento de tropas, y en particular de vehículos, es muydifícil en estes dunas, y en los arenales del interior. La región pe-dregosa y los lechos de los ríos secos se presentan en forma de gran-des obstáculos a causa de su carácter de quebradas profundas y desus pendientes rocosas y escarpadas. No hay caminos artificialesen todo el desierto. Aún las huellas de grandes caravanas desapa-recen después de pocas horas. Para orientarse en este paisaje mo-nótono, el europeo necesita del auxilio del beduino aborigen do-tado de un sentido de orientación extraordinario. En la región delas dunas existe agua subterránea a una profundidad relativa-mente pequeña, pero como las dunas se encuentran cerca de lacosta el agua es casi siempre salada. En el interior hay agua sub-terránea en cantidad reducida en los arenales y en uno u otropunto donde los beduinos lograron construir cisternas o pozos de60 y 80 metros de profundidad, de los cuales extraen el agua pormedio de largos cordeles y cubos.

Unicamente en los cerros de Kuseime había una u otra ver-tiente utilizable.

En Chabra II. existía un pequeño tranque que permitía elaprovisionamiento de agua durante la estada del cuerpo expedi-cionario cerca del canal.

El desierto estaba habitado por unos pocos millares de bedui-nos, que vivían miserablemente del robo y de la crianza de unospocos animales. No servían como soldados y exploradores, peroprestaron servicios apreciables como guías.

La columna principal turca marchaba desde Birsaba por elcentro del desierto, por Ibni hacia Ismaylie; destacamentos la-terales más débiles, por El Arish en dirección hacia Kantara y porKalat el Najl en dirección Suez para engañar al contendor y ama-rrar fuerzas enemigas en Kantara y Suez.

La historia no conoce ningún ejemplo de ninguna unidad quehubiera atravesado el interior del desierto antes de la hazaña delos turcos en enero de 1915. Todos los grandes capitanes que ope-raron en el desierto de El Tih, eligieron para su operación la fajaestrecha de la costa. Por ahí se movieron las columnas de Ram-ses II, de los emperadores asirios, las del gran rey Persa Cambyses,de Alejandro el Magno, del Sultán Selim y de Napoleón Bonapar-te. Este camino permitía el aprovisionamiento de las columnas demarcha desde el mar, pero estaba dominado por la flota del me-diterráneo.

Los turcos se vieron forzados a evitar el camino de la costa,porque sus enemigos dominaban, con sus cañones navales, el ca-mino a lo largo de la costa y el mar.


Gracias a los preparativos cuidadosos, la marcha se desarro- lló sin grandes dificultades, aunque los esfuerzos de la tropa fue-

ron, a veces, sobrehumanos.. Llegaron al canal sin haber perdidoni un hombre, ni un animal. No disponiendo la tropa de aviaciónse vieron molestados continuamente por la aviación inglesa. Estehecho impedía toda sorpresa por parte de la operación turca, losingleses, en cambio, podían explorar fácilmente los progresos dela marcha de las tropas turcas por el desierto.

En la noche del 2 al 3 de febrero de 1915 se efectuó el ataqueturco contra el canal, cerca de Tusum y Serapeum entre el lagoTimsah y los lagos amargos. Pero el ataque fracasó a causa de losservicios de la aviación inglesa, que reconoció oportunamente eldespliegue turco, y el empleo de una división árabe en una empresapara la que no tenía ni la preparación, ni el entrenamiento, ni elespíritu patriótico necesario para una operación de tanta trascen-dencia. Desertaron en masa.

Los ingleses habían construido cabezas de puentes en Cánta-ra, Ismalie y Suez y se contentaron, por lo general, con la de-fensa de la orilla del canal. Al mismo tiempo habían instalado unagran cantidad de baterías flotantes (naves de guerra) en el mismocanal y desplegaron fuerzas tan enormes a lo largo del él, apo-yando las alas en los dos mares, que la situación de los turcosse hizo crítica desde el principio del ataque. Mientras que los in-gleses disponían de todos los medios bélicos en cantidad abundan-te, los turcos tenían que transportar cada cajón de munición, cadagranada, cada libra de subsistencia a través de una línea de aca-rreo a lomo de 450 kms. de extensión.

En estas circunstancias Djemal Pascha resolvió retirarse enla tarde del 3 de febrero, aunque disponía todavía de reservas in-tactas.

La retirada se efectuó en orden y sin ser molestada por el ene-migo. La primera expedición hacia el canal no había dado el resul-tado que se esperaba. Pero no se puede decir tampoco que termi-nó sin éxito. En primer lugar se obtuvo gran número de experien-cias que los turcos alemanes podían aprovechar en las nuevas ope-raciones que llevarían a cabo en el desierto, y en segundo lugarprodujo una gran inquietud en Inglaterra el hecho de que éstoshubieran logrado pasar el interior del desierto con unidades consi-derables y artillería pesada.

Los ingleses se vieron obligados, en lo sucesivo, a enviar alejército gran cantidad de fuerzas, materiales y hombres, para or-ganizar una fuerte protección en este país y en la gran arteriade navegación del canal de Suez. Los turcos se encontraron, mástarde, en situación de poder amarrar fuerzas muy superiores delos aliados en esta parte del gran teatro de guerra mundial. Ellosmantuvieron un pequeño destacamento ( 3 - 1 - 2 ) en el desierto que,al mando del Coronel bávaro Barón de Kress, ejecutaba continua-


mente pequeños pero heroicos ataques contra las posiciones in-glesas, dedicándose al mismo tiempo al continuo reconocimientodel desierto de El Tih. Con frecuencia los destacamentos de Kressecharon minas al canal y bombardearon los buques aliados. Estasempresas paralizaron completamente la navegación nocturna porel canal, subieron enormemente las pólizas de seguro naval y losbuques neutrales prefirieron efectuar el gran rodeo por el Cabode Buena Esperanza para sus viajes al Asia.

Segunda expedición hacia el canal de Suez

Durante todo el año de 1915 continuaban los preparativospara una segunda expedición contra el canal de Suez. La puntade rieles del ferrocarril en construcción Afule-Jerusalén había al-canzado al fin de 1914 la estación de Sileh, situada una jornada alnorte de Nablus. Todo el acarreo para las operaciones en el de-sierto debía, por lo tanto, efectuarse a lomo de camello desde estaestación hasta el frente, es decir, en una extensión de 450 kms.Vestuario, equipo y subsistencias se remitían al 4 Ejército desdeAlepo y Damasco; pero todos los demás elementos bélicos, en par-ticular la munición, venía de Constantinopla y de Alemania. Comoel ferrocarril estaba interrumpido en el Tauro y el Amano, estoselementos debían salvar las zonas mencionadas cargados en ve-hículos de la comarca o a lomo de animales de carga. Durantetoda la guerra se puso gran empeño por obtener la terminacióndel ferrocarril, a fin de simplificar el transporte, lo que sólo seconsiguió en setiembre de 1918. Sólo en los años 1915 y 1916 elcamino por el Tauro fué adoptado para el empleo de columnasautomóviles. En igual forma el nuevo camino automóvil por elAmano, construido por ingenieros alemanes, no podía entregarseal trayecto antes de 1916. Una vez pasado Alepo toda la carga quevenía del norte debía descargarse en la estación pequeña y primi-tiva de Rayak, para pasar del ferrocarril de trocha ancha al detrocha angosta que continuaba en dirección a Damasco y Pales-tina.

Djemal Pascha ordenó, en diciembre de 1914, la continua-ción del ferrocarril de Sileh por Ludd-Birseba-Hafir-Hassana endirección a Ismailie. Estando paralizada toda la importación dematerial de construcción, fué necesario desarmar líneas férreasde importancia secundaria en Siria y Palestina, a fin de disponerdel material indispensable para la continuación de dicha línea. El30 de octubre de 1915 se entregó al tráfico la línea Sileh-Birseba, de165 kms. En mayo de 1916 el ferrocarril alcanzó Hafir El Aud-cha, de donde debía prolongarse en dirección Kuseime.

Junto con el ferrocarril se construyó un camino automóvil des-de Hebron hacia Birseba, Kuseime, Hassana que alcanzó hastaChabra I I .


Este camino fué destruido frecuentemente por la arena ambu-lante.

Con mucho cuidado se preparó la explotación del agua a lolargo del camino de etapa Sileh-Nablus-Jerusalén-Birseba, en la

región fronteriza de Gaza, Hafir, El Audcha, Birseba, Maan y enel desierto hasta la base de acarreo organizada en la línea Arish-Najl. A las órdenes de oficiales de ingenieros competentes se or-ganizaron unidades de agua, que se dedicaron a limpiar y profun-dizar los pozos existentes y construir numerosos pozos nuevos.Muchos pozos se completaron con bombas y frecuentemente conmotores. Se construyeron grandes tranques y bebederos en luga-res adecuados; en quebradas que ofrecían facilidades, se organi-zaron lagunas artificiales con agua abundante. Una cañería deagua de 30 kms. fué construida en el desierto mismo, venciendograndes dificultades.

Se construyó un pequeño ferrocarril de sangre desde Hafir aMagdaba en dirección a Arish. La red de comunicaciones telegrá-ficas se completó y aumentó.

En los puntos de etapa más importantes se establecieron gran-des almacenes y lazaretos, en edificios construidos con este objeto.

Los Cuarteles Generales alemán y turco habían previsto la eje-cución de una segunda expedición hacia el canal para febrero ymarzo de 1916. Esta tenía por objetivo el de acercarse tanto al ca-nal que se pudiera ocupar ahí una posición fortificada y amarrarde esta manera grandes fuerzas inglesas. Una interrupción, aun-que pasajera de la navegación en el canal, podía tener graves con-secuencias en la situación operativa.

El Cuerpo Expedicionario a las órdenes del General von Kressse componía de una división turca de primera clase y una canti-dad de unidades alemanas formada con este propósito. (Grupo deAviación 300, cuadro para 8 compañías de ametralladoras, 4 obu-ses de 15 cm., 2 cañones de 10 cm., 2 morteros de 21 cm., 4 seccio-nes de artillería antiaérea, 2 compañías de lanzaminas, una secciónde comunicaciones, algunas columnas automóviles, 2 hospitales decampaña y 2 baterías de montaña austríaca) total 16, 000 h.

La gran dificultad de los transportes no permitió que la expe-dición tuviera lugar en la fecha indicada. La concentración de lasfuerzas y de los elementos para la expedición duró hasta mediadosde julio de 1916.

Mientras tanto se había cambiado por completo la situaciónoperativa en el canal. A fines de 1915 Lord Kitcherner había vi-sitado el Egipto y reemplazado al actual Comandante en Jefe Max-well por el enérgico General Sir Murray. En esos tiempos los in-gleses habían resuelto defender el Egipto, el Canal y Mesopotamiapor medio de una gran ofensiva contra Palestina.


La primera medida de los ingleses, fué avanzar el grueso desus tropas al otro lado del canal de Suez y la construcción de unalínea de posiciones de defensa desde Port Said hasta el golfo deSuez, a unos 10 ó 12 kms. al oriente del curso del canal.

En marzo de 1916 les llegaban a los turcos las primeras noti-cias de que los ingleses construían una línea férrea desde Kanta-ra a Katia.

El avance de las tropas del General Kress, comenzó en la se-gunda quincena de julio, es decir, en la época más calurosa y en unmomento en que los alemanes-turcos estaban completamente ago-tados a causa de las distintas operaciones en otros frentes. Losturcos chocaron el 2 de agosto de 1916 con una formidable posi-ción inglesa en las dunas de Romani. El ataque sorprendió a losingleses y avanzó al principio en forma favorable. En la tarde unadivisión de caballería inglesa atacó el ala izquierda turca por elflanco. La infantería turca muy cansada se rindió. [Esta accióndesfavorable obligó al General Kress a suspender el ataque y aretirarse a su posición inicial desde donde rechazó, el 3 de agosto,varios ataques ingleses. Pero las grandes masas de caballería queamenazaron constantemente los flancos y la espalda turca, obli-garon a Kress a optar definitivamente por la retirada, que se efec-tuó por etapas y en orden. Después de haber rechazado un ataqueinglés en Bir El Abd, el 9 de agosto con pérdidas considerablespara los atacantes, estos terminaron la persecución. El Cuerpo Ex-pedicionario turco se retiró sin dificultad a El Arish, dejando unafuerte retaguardia en Bir Mazar.

La ofensiva inglesa por el desierto El Tih 1916-1917

Los ingleses tenían una gran experiencia en la conducción deoperaciones por territorios estériles en que escasean los recursos.Sus múltiples guerras coloniales les convencieron que únicamenteuna operación metódica, preparada cuidadosamente y que nada

deja al azar, es el único método seguro para alcanzar buen éxitoen las difíciles hazañas de la guerra del desierto. No obstante lavictoria obtenida en Romani, los ingleses se vieron obligados a pa-ralizar la persecución a través del desierto, a causa de las gran-des dificultades que ofrecía el terreno. Se dedicaron inmediata-mente a la preparación sólida de las operaciones futuras.

En primer lugar prolongaron el ferrocarril comenzado y ledieron una organización militar. Para la continuación de la cons-trucción trajeron suficiente personal técnico y trabajadores delEgipto y de las Indias. La administración fué puesta en manos de4 compañías ferroviarias, organizándose la construcción de tal ma-nera que la prolongación de la línea avanzaba más de 30 kms. pormes. Se construyó desde un principio un ferrocarril de doble vía,de trocha ancha igual a la trocha de la red del Egipto. Los ferro-


carriles egipcios proporcionaron el material rodante, durmientes,rieles, puentes y elementos de construcción de toda clase; los ta-lleres Bulac cooperaron eficazmente; el curpo de obreros egipciosy las unidades técnicas del Ejército Británico tomaban parte enla construcción de la línea.

Esta avanzaba lentamente pero con seguridad hacia el norte,alcanzando sucesivamente El Abd, Mazar, El Arish.

Los ingleses ocuparon El Arish el 20 de diciembre y el 11 defebrero de 1917 tomaron la posición turca de Rafa.

La preparación de las operaciones encontró un apoyo muy va-lioso en el cuerpo de trabajadores egipcios, formado por el Co-mando Inglés con jornaleros indígenas y profesionales.

Estos tomaban parte en todos los trabajos pero especialmen-te en la construcción de ferrocarriles. Construyeron terraplenes ytendieron rieles; edificaron estaciones y arreglaron caminos. Enla construcción de ferrocarriles se ocuparon, en 1917, 26, 000 traba-jadores de este cuerpo, cantidad que se aumentó considerablemen-te. A mediados de 1917 había 135, 000 trabajadores dentro de lazona de acción del Ejército inglés en Palestina,

Es muy interesante estudiar la organización de este cuerpo.La gente se reclutaba en todo Egipto y se repartía en grandesdepósitos de reclutas. Trenes de trabajadores transportaron estepersonal formado en columnas de 2, 000 hombres, a los depósitosde obreros situados en Kantara, donde se efectuaba la desinfección,el equipo y su organización en compañías y destacamentos, segúnlas necesidades.

A la cabeza de la institución se encontraba el Director de lastropas de trabajo del C. G. del Ejército de protección del Egipto,que más tarde, con la extensión de las operaciones hacia los terri-torios de la Turquía, tenía directores subordinados para distritosdeterminados, como el Egipto, Palestina y Siria.

Además, había agentes en los distintos departamentos y paralas distintas clases de trabajadores.

Los 50, 000 obreros que formaban parte del cuerpo, al princi-pio del año 1917, se ocupaban en la construcción y el mantenimien-to de líneas férreas, en la construcción de puentes, de caminos, depozos y en todos los trabajos relacionados con el abastecimientode agua. Se empleaban, también, en el establecimiento de depósitosy almacenes, en el arreglo de pantanos, en el servicio de carga ydescarga de los puertos y estaciones de las columnas de acarreo,etc., sirviendo una gran parte de los obreros directamente en elservicio de acarreo a espalda del Ejército.

La unidad de trabajo más pequeña era la cuadrilla, que estabaformada por un capataz y 49 obreros. Los capataces, bien elegidos,eran generalmente hombres que conocían muy bien a su gente,pues pertenecían con frecuencia al mismo pueblo o a la mismatribu indígena que sus subordinados. 12 cuadrillas formaban una


compañía, 24 una compañía doble; a la cabeza de 200 hombreshabía siembre un oficial. La elección de oficiales se efectuaba conmucho cuidado. Debían ser muy aptos y enérgicos, conocer el idio-ma y las costumbres del país.

La existencia de esta organización facilitaba grandemente lapreparación de la ofensiva inglesa y gracias a su organización ya su entrenamiento trabajó como un reloj., »

En igual forma como resolvieron el problema del transporteconstruyendo el ferrocarril, los ingleses se dedicaron a la organi-zación del aprovisionamiento del agua para la futura ofensiva.

No se puede sostener que en el desierto no exista agua. Enreducida cantidad se encuentra en muchos lugares. En los oasis yen el interior se encuentran cisternas y estanques que se llenan deagua en el curso del invierno.

Los ingleses mantenían en las vanguardias, patrullas especia-les para efectuar los reconocimientos del caso, formadas por per-sonal competente. Las vanguardias y puestos avanzados recibíansu agua por columnas de camellos en aquellas partes en que se ha-ce imposible el transporte en carruajes. Las columnas recibían elagua en las estaciones del ferrocarril, a veces en la punta de rieles.

La maza de agua fué llevada a la zona de operaciones porferrocarril y por las cañerías de agua que se construyeron a lolargo de la línea férrea desde Egipto, en cuanto se resolvió la ofen-siva inglesa.

Existía ya en la paz un gran canal de agua dulce que arran-caba el agua del Nilo hacia el canal de Suez. Este canal corría a lolargo del canal de navegación y llevaba tanto caudal que todoslos buques que pasaban por el canal de Suez y todas las poblacio-nes situadas en sus orillas se surtían abundantemente de este ele-mento. En otoño de 1917 se estableció en Kantara un gran filtro(600, 000 galones) que surtía de agua a las cañerías de acero quepasaban por debajo del canal de Suez para almacenarla en losgrandes estanques construidos con material sólido en la orilla orien-tal del canal. Estos estanques proporcionaban el agua a las cuatrocañerías (tubos de 12, de 10 y 8 pulgadas) que se construyerona lo largo de la línea férrea en una extensión de 200 metros hastaEl Arish.

Las dificultades que ofrecía el desnivel del terreno se subsa-naron por el empleo de bombas a motor que levantaban el aguade un estanque a otro. Entre Kantara y El Arish había 5 de estosgrandes estanques.

Mientras las cañerías no alcanzaban todavía al frente de lasunidades, el agua fué transportada hasta las estaciones más cer-canas de las divisiones por medio de trenes de agua. Allí se alma-cenaba en estanques construidos con este objeto para entregarlasa las tropas en cuanto la solicitaran sus columnas de camellos.Cada camello llevaba 2 pequeños estanques que contenían 10 hasta15 galones de agua en total.


En Kantara y El Arish existen en el desierto algunos pocosoasis con ciertos recursos. Los pozos allí existentes se desinfecta-ron, se arreglaron y completaron. Se les adoptó motores, tubos ydonde parecía posible se instalaron bebederos.

Pequeños estanques aumentaron el rendimiento.Para el servicio de acarreo en general se aprovechaba amplia-

mente el transporte a lomo de camello, de mula y de burro. Enjulio de 1917 había 16 columnas (compañías) de camellos de2, 000 animales cada una. Además, existían 2 depósitos de came-llos (35, 000 camellos en total)

Estas compañías se empleaban para el transporte de los baga-jes de las unidades, de las subsistencias y de las municiones, desdela punta de rieles hacia los frentes. Las bajas en estos animalesfueron relativamente pequeñas, (9%). Demostraba eficiencia parael trabajo en adversas condiciones y cierta imperturbalidad bajoel fuego de la artillería.

Muy útil se mostró el burro. Es un animal muy sufrido, resis-tente y modesto. 4 compañías de burros (2, 000 cada una) fuerondestinadas al servicio de acarreo.

Pero en relación con la gran cantidad de animales empleadosen el servicio de transportes se presentaron una serie de dificul-tades de carácter grave. El desierto produce forraje en muy pocoslugares y aún en estos de mala calidad y en cantidad muy redu-cida. El agua escasea, en los oasis se producen casi exclusivamen-te palmeras dátiles. Como con el avance las distancias que habíade vencer por medio de animales de carga se aumentaban, fuénecesario organizar al lado del transporte por ferrocarril, caminosdonde los automóviles podían moverse. Esto habría sido más fácilen el interior del desierto donde el suelo es duro; la arena pro-funda y blanda de las dunas dificultaban mucho la tracción au-tomóvil.

Se construyeron caminos para automóviles en gran extensión,poniendo redes de alambres en largas fajas sobre la arena. Tam-bién el transporte por mar se aprovechaba especialmente despuésque los ingleses tomaron los puertos de Be]ah y Rafa.

Durante el avance de la tropa inglesa por el desierto se hicie-ron muchas experiencias respecto al movimiento de la tropa.

Los caballos se hundieron profundamente en la arena de lacosta, se demostró que era necesario conducirlos frecuentemente dela rienda o hacer grandes rodeos para evitar las pendientes de lasdunas. Subirlas derecho, casi siempre era imposible. La orienta-ción en la obscuridad, donde ni la huellas de grandes caravanasse mantenían visibles, se mostró difícil. Las marchas durante laépoca de los calores exigían esfuerzos enormes del hombre y delganado. Las patrullas se perdieron frecuentemente en el desierto.


La capacidad de marcha de la infantería se reducía a la ter-cera parte de lo ordinario. El inglés sufría mucho más que el in-dígena y el turco. Estos últimos marcharon descalzos, acostum-brados a la arena y al calor, el inglés usaba calzado que le molestaba.

En el desierto todos los ruidos se oyen a gran distancia. Losturcos marchaban silenciosamente. Difícil fué su localización en lanoche. La tropa europea habla más, grita, hace más bulla y se haceoír más fácilmente.

Durante el día, especialmente cuando hay aviación, la ubicaciónde tropas en el desierto es fácil. Tampoco los oasis protegen. Esosi que la unidad misma puede esconderse debajo de las casas ylas palmeras, pero las huellas que desde afuera conducen a losoasis son traicioneras.

Los beduinos, buenos conocedores de su territorio, se mostra-ron hostiles a los británicos. Por eso no convenía el empleo de pe-queñas patrullas que fácilmente cayeron en las trampas y embos-cadas del enemigo apoyado por los indígenas.

Los reconocimientos que los británicos hicieron, siempre ne-cesitaban el empleo de unidades montadas de cierta consideración,(regimientos y brigadas). El método empleado fué el siguiente:

En primer lugar, se determinó el objetivo o los objetivos doacción; después se estudió el camino y el procedimiento por adop-tar, y los preparativos para la organización del aprovisionamien-to de subsistencia y de agua y al fin se destinaron las tropas quedebían desarrollar la acción.

Siempre se alistaba una unidad equivalente como reserva conel fin de apoyar y recibir la tropa en acción en caso de necesidad.Las marchas generalmente se efectuaron en la noche, de tal modoque el objetivo del raid se había alcanzado al alba.

Estas empresas ofrecían la gran ventaja que las tropas mon-tadas conocían a fondo el terreno y la zona de operaciones, se acos-tumbraban a superar las grandes dificultades del desierto y tantoel hombre como el animal llegaron a un entrenamiento tal, quepodían atreverse a ejecutar acciones difíciles y peligrosas.

El empleo de unidades de tan grande efectivo, también en ca-sos en que un menor número había podido conseguir los mismosresultados, tenía por otra parte, sus inconvenientes. La tropa se gas-taba mucho e inutilmente, la operación estaba amarrada a línea deoperaciones de cierta capacidad, (pozos, caminos, etc. ) y la acciónno siempre podía esconderse y contar con la sorpresa del enemigo.

Los turcos optaron más por el empleo de unidades de menorefectivo, que se ocultaban en el interior del desierto y podían másfácilmente mantenerse con recursos escasos.

Muy deficiente fué el material de cartas en ambas partes. Lacarta existente de escala muy pequeña casi no servía. Tenía mu-chos errores.


Las marchas generalmente se dirigieron por medio de la brúju-la y aprovechando los servicios de los indígenas, como guías. Lamonotonía del terreno, especialmente en la zona de las dunas, di-ficultaba más todavía la orientación.

Todas las patrullas y destacamentos aprovechaban el mayortiempo posible para hacer levantamientos ligeros del terreno quefueron recopilados por los comandantes, continuamente revisadosy unidos en croquis y cartas. Todos los. oficiales de las tropas mon-tadas supieron hacer levantamientos con los medios de campaña.

En todas las empresas inglesas de exploración y reconocimien-to tomaban parte aviones; ninguna acción de la caballería se efec-tuaba sin que la aviación interviniera en forma amplia . ,

La persecución inglesa, después de la batalla de Romani, ter-minó en Salmana de donde comenzó la continuación metódica dela ofensiva hacia Palestina. Las tropas se movían adelante siguien-do los progresos de la línea férrea y de las cañerías de agua. El17 de setiembre de 1916 los británicos tomaron El Mazar. El Cuer-po Expedicionario encargado de la toma de esta localidad se com-ponía de 2 batallones, 3 escuadrones de artillería liviana en pro-porción correspondiente. Este cuerpo se reunió en la noche del 15al 16 en Salmana escondido en los bosques de palmeras, mientrasque patrullas de reconocimiento apoyadas por aviones avanzaron endirección a Bir Mazar. En la noche del 16 al 17 el grueso ovanzódesde Balmana con la 3. ª Brigada al norte y con la 2. ª Brigada alsur del camino de caravana que corre por las dunas.

Al amanecer del 17 tenía lugar el ataque sorpresivo de BirMazar, defendido por un pequeño destacamento turco.

La caballería inglesa atacó Bir Mazar rodeándolo desde elponiente, desde el sur y desde el sureste.

Los turcos habían ocupado una serie de pequeñas fortifica-ciones al poniente del Pozo. La 3. ª Brigada de Caballería inglesadesmontó a distancia correspondiente, se desplegó y atacó frontal-mente la posición turca, mientras que la 2. ª Brigada chocó des-plegada con una línea fortificada enemiga al sur de la mismalocalidad.

Teniendo la caballería la orden de no atacar posiciones for-tificadas suspendió el combate. Toda la columna se retiró.

Tácticamente se pudo sacar varias conclusiones de importan-cia de esta primera escaramuza de la ofensiva inglesa. En pri-mer lugar, se comprobó la gran importancia que tenía la caballe-ría para las operaciones del desierto; gran rapidez de movimiento,gran facilidad de maniobra en el combate y la capacidad de reco-rrer grandes distancias desde el punto inicial de la acción. En se-gundo lugar, se recogieron muchas experiencias con respecto a la


preparación de acciones parecidas, en particular respecto del em-pleo de reservas, de la exploración y del aprovisionamiento deagua. La aviación tomó parte muy importante en este combate.Los aviadores apoyaron la caballería en reconocimiento y no sola-mente supieron ubicar al enemigo, sino reconocer también su efec-tivo. Hidroaviones intervinieron desde el mar contra El Arish, paradistraer la atención del grueso de los turcos y evitar que se die-ran cuenta oportuna de lo que pasó en Bir Mazar.

A pesar que los ingleses no obtuvieron una victoria, con laacción de Bir Mazar, en cambio tuvieron un éxito indirecto. Losturcos se dieron cuenta del gran radio de acción de la caballeríainglesa y evacuaron su posición avanzada, retirándose a El Arish.

Hasta noviembre de 1916 la punta de rieles del ferrocarril al-canzó Bir Mazar, junto con la infantería inglesa.

Mientras tanto la caballería continuaba explorando haciaEl Arish. Desde el 17 de noviembre los destacamentos montadosmás avanzados se encontraron unos 12 kms. al poniente de El Arish.Al fin del mismo mes se acercaron numerosas patrullas británicasa una distancia de 5 kms. de El Arish, manteniéndose en contactocontinuo con los puestos avanzados de los turcos.

En este período la aviación de ambos bandos tomó parte activaen la acción. Los aviadores alemanes echaron bombas en la puntade rieles del ferrocarril inglés, en los vivaques y columnas del Cuer-po Expedicionario Británico y en. las instalaciones ferroviarias yde aprovisionamiento de agua. Los aviadores ingleses hicieron lomismo con respecto a Birsaba, Magdaba y Jan Yunis, lugares ocu-pados por tropas turcas y establecimientos de servicio de acarreoturco.

El perjuicio no resultó considerable en ninguna parte. El sol-dado turco se acostumbró luego a estos acontecimientos sin darlegran importancia.

El 20 de diciembre los ingleses habían recibido la noticia delcomienzo de la evacuación de El Arish por los turcos. El Coman-dante en Jefe inmediatamente dió la orden a la caballería de ocu-par este punto.

Después de una marcha muy larga, en noche sin luna, porarena muy profunda, la caballería logró rodear El Arish por com-pleto, pero el pueblo estaba desocupado. Los turcos se habían reti-rado oportunamente. Kress que mandaba en aquella época el fren-te sur de Palestina se había resuelto a evacuar el desierto, para noexponer los pequeños destacamentos aislados a la destrucción.

Los ingleses, una vez en posesión de El Arish, pueblo que tie-ne una especié, de rada utilizable, organizaron inmediatamente elacarreo por mar, transformando El Arish en la base más impor-tante para su futura operación. Limpiaron la rada de minas,trajeron desde Egipto lanchas, botes, grúas flotantes y mucho per-sonal de trabajadores.


Para continuar la operación hacia Palestina, no necesitaron so-lamente El Arish como punto de apoyo, sino también Magdaba,otro pueblo situado más al interior en la única zona del desiertoen que existía agua en cierta cantidad. Cerca de Kuseime ha-bía una serie de vertientes. Por lo demás, en Magdaba estaba elpunto de empalme de los caminos y líneas telefónicas hacia Najly Suez.

Por el momento, Magdaba se encontraba todavía en las manosde los turcos. Estos después de haber perdido El Arish, lo apro-vecharon como posición de flanco, de donde amenazaron continua-mente a los británicos. Fuera de esto Magdaba tenía importanciaporque fué la posición de protección del ferrocarril turco, Nir-saba - El Audcha. De esta posición los turcos dirigieron conti-nuamente empresas contra el ferrocarril y las cañerías inglesas, einterrumpieron las comunicaciones de los británicos hacia el in-terior del desierto. La presencia de los turcos en Magdaba resul-tó, en consecuencia, muy peligrosa.

El 22 de diciembre todas las tropas montadas del Cuerpo Ex-pedicionario inglés recibieron la orden de apoderarse de Magdaba.

La acción de Magdaba 24. XII. 1916

La acción de Magdaba es una de las más interesantes de laguerra en el desierto de Egipto. Esta acción demostró, por pri-mera vez, la gran superioridad que tiene la caballería para estaclase de combates, y se comprobó que en los choques anteriores losingleses habían aprendido muchísimo, respecto a la preparación ya la ejecución de las operaciones en el desierto.

En esta acción tomaron parte: 4 Brigadas de Caballería, la1.ª y 3.ª Brigada liviana inglesa, la Brigada austrialiana, la neo-zelandesa y la Brigada de camellos.

Toda esta tropa se puso en movimiento el 23 de diciembre, ala 1 de la mañana, para dirigirse a lo largo del Wadi El Arishen dirección a Magdaba, que está situado unos 35 kms. al sur deEl Arish.

A las 5 de la mañana la División de Caballería inglesa al-canzó un punto de reunión situado 7 kms. al noreste de Mag-daba, punto de donde se divisaban fácilmente los fuegos de viva-ques de los turcos. Habiendo reconocido y marcado anteriormentelos caminos de marcha, la caballería, en tiempo muy corto —4 ho-ras— estaba en condiciones de recorrer los 35 kms. y aparecer sor-presivamente en la cercanía de la posición por atacar.

Al amanecer aparecieron los aviones ingleses sobre Magdabay, a las 8 de la mañana, dió el General Chauvek, Comandante dela Div. de Cab. inglesa, su orden de ataque, después de haberrecibido los primeros partes de los aviadores y de haber recono-cido personalmente el campo de ataque.


Del adversario se encontraron fuerzas de poco efectivo en po-siciones a ambos lados de las barrancas que forman el lecho deel Wadi El Arish. Magdaba estaba rodeado de 5 obras de for-tificaciones (puntos de apoyo cerrados hacia todos los lados) quela transformaban en una pequeña fortaleza de pozo. Los interva-los entre las obras estaban protegidos por trincheras y hoyos pa-ra tiradores.

Los neozelandeses y australianos, más la 3. * Brigada liviana,a las órdenes directas del General Chaytor, rodearon Magdaba pa-ra atacar al enemigo desde el oriente, por su espalda y su aladerecha. La brigada do camellos efectuó un ataque frontal desdeel Noreste, mientras la1. ª Brigada liviana inglesa formó la re-serva.

Entre 8. 45 y 9. 30 horas se desarrolló el ataque, en el que el10 regimiento de caballería liviana con una parte de sus ametra-lladoras, hizo un gran rodeo para atacar a Magdaba desde el sur.De esta manera, la posición turca fué atacada desde todas direc-ciones.

Mientras que la brigada de camellos desmontada desarrollabael ataque frontal, avanzando lentamente, más o menos a las 10horas llegó la noticia que se habían evidenciado movimientos queinducían a creer en una retirada del enemigo. Esta noticia obli-gó al Comando en Jefe a poner en movimiento su reserva, la 1. *Brigada, y emplearla desde el sureste contra Magdaba, cerrandode esta manera el anillo de fuego alrededor del pueblo sitiado.

A la 1. 30 un batallón turco con algunas piezas de montañay una ametralladora, se vieron prácticamente encerrados. Pero,a pesar de esta situación tácticamente muy favorable de los bri-tánicos, el ataque no avanzó en la forma deseada.

El apoyo de la artillería montada no se manifestó en formaeficaz, se vió muy molestada por los espejismos y no encontró ob-servatorios que permitieran una buena dirección del fuego. El terre-no en los alrededores de Magdaba, es absolutamente plano y no seencontró ni un sólo punto dominante ni tampoco posiciones prote-gidas contra la vista de los turcos. El terreno alrededor de Mag-daba ofrecía, por otra parte, ventajas al fuego rasante de los defen-sores, fuego del que éstos se sirvieron en forma hábil, contra losatacantes que con gran ímpetu se habían acercado desde que em-pezaron el despliegue a las distancias cercanas.

Se produjo, por consiguiente, una crisis en el combate, la queculminó cuando se recibió la noticia de que en todo el campo deacción no había una gota de agua. El agua más próxima estaba enEl Arish, punto de partida de la acción, que en caso de un fracaso ycon la tropa cansada no se podía alcanzar de ninguna manera antesdel 24 de diciembre.


El Comando en Jefe se convenció que si no podía apoderarsede los pozos de Magdaba, era inevitable, difícil y larga la retiradaal El Arish, con todas sus consecuencias fatales. Se resolvió, porconsiguiente, emplear el último hombre para la toma de Magdaba,continuando el combate por todos los medios.

A las 3 se acercaron los neozelandeses a las obras que rodeanMagdaba en el frente oriente y tomaron ahí su posición de asalto.

A las 4. 30 horas comienza el asalto general de todos los ladosen el que los ingleses tomaron el reducto principal y con él el pueblo.

Magdaba fué un combate típico de desierto. La pequeña guar-nición del pueblo se vió amarrada al pozo; formada casi exclu-sivamente de infantería, no tenía mucha movilidad, no podía evitarel combate o avanzar hacia el desierto para atacar al enemigo en eldesierto mismo; no disponiendo de aviadores, no pudo reconocercontinuamente los alrededores y darse cuenta oportuna del avan-ce, acercamiento y despliegue de los ingleses. Se comprobó la debi-lidad de destacamentos fijos amarrados a los puntos de agua.

Por otra parte, la tropa inglesa se movía con mucha rapidez,podía encubrir su avance por la noche y aparecer sorpresivamenteen la proximidad del punto para atacar.

La cooperación entre la aviación y caballería dió resultadosmuy buenos; los aviadores, por el reconocimiento desde el aire—en el desierto más fácil y eficaz que el de la patrulla terrestre—podían orientar continuamente a su caballería sobre el efectivoy la ubicación de las tropas turcas y podían apoyar la acción dela caballería por el bombardeo del pozo, cuya destrucción era unpeligro enorme para los defensores.

En general, el reconocimiento aéreo produjo resultados muybuenos. La tropa no encuentra protección contra la vista en eldesierto, no solamente están visibles todas las unidades y hombres,sino también cada huella de columna en marcha, columnas deacarreo o patrullas.

Una tropa, aislada en el desierto, que no tiene medios paradefenderse contra la aviación, se encuentra en situación enorme-mente difícil. Aquel que domina en el aire, con este solo hecho esSuperior al adversario y puede permitirse las operaciones y ac-ciones más arriesgadas.

El empleo de tropas montadas, en acciones bien preparadas,permite la formación de un centro de gravedad muy eficaz contralos puntos débiles del adversario, lo que convierte a la tropa mon-tada en el elemento más eficaz en la guerra de desierto, siempreque se logre resolver en buena forma el difícil problema del apro-visionamiento de agua.

En resumen, el combate por Magdaba se resolvió como uncombate por el pozo. Si no se toma el pozo, habría dado por resul-tado una situación muy difícil para los británicos, al no haber

M. del E, 6.


El Cuerpo de Desierto montado, a las órdenes del GeneralChetwod, envió a la División de Caballería de los Anzaks (Briga-da Australiana, Brig. Neozelandesa, 5. ª Brigada montada, Cuer-po de camellos) desde El Arish a Er Rafa con la misión de apo-derarse de este punto y aniquilar la guarnición turca.

La distancia era bastante larga, más de 40 kms.; la acción secaracterizó por un ataque de sorpresa, con el objetivo de rodeara los turcos. La operación de la División de los Anzaks tuvo com-pleto éxito.

Los turcos de Er Rafa no tenían ningún medio de explora-ción, les faltaba caballería y aviación. Los pocos aviadores alema-nes presentes en aquella época en el frente turco, efectuaban laexploración operativa a larga distancia y trabajaban exclusiva-mente a las órdenes del Alto Comando. Los pequeños destacamentosavanzados recibían la noticia del avance de unidades inglesas siem-pre tarde, a causa que el servicio de comunicaciones en el desiertoera muy difícil y, por consiguiente, deficiente.

Además, no existía todavía la costumbre de continuar la ex-ploración. aérea durante la noche, horas que la caballería inglesaaprovechaba, por lo general, para sus avances.

Las acciones de la caballería inglesa se calcularon siempresobre la base de las distancias que podían recorrer en una noche.Los preparativos se hacían en tal forma, que la tropa emprendíala marcha en las primeras horas de la noche para alcanzar el cam-po de su acción en las últimas horas de obscuridad y poder pasaral ataque al amanecer. Con el tiempo la caballería inglesa se en-trenó tanto que continuamente aumentaba la distancia que podíarecorrer en una sola noche. El recorrido de los 40 kms. entre ElArish y Er Rafa, no significó un esfuerzo exagerado.

Las fortificaciones turcas eran bien hechas y se componíande 3 sistemas de trincheras unidas entre sí, tenían tres frentes:al oeste, suroeste y sureste. El reducto central lo constituyó unpunto situado a 2 kms. al suroeste de Er Rafa.

El campo de vista al frente de las posiciones era bueno y sepodía llamar un verdadero glacis, muy adecuado para la defensa,por la buena ubicación que podría tener las armas de fuego.

La Div. Anzak ejecutó el ataque el 9 de enero a las 10 horas,optando por el mismo procedimiento de Magdaba. La brigada neo-zelandesa rodeó las posiciones turcas por el norte, atacando desdeesta dirección noroeste y norte; la 3. ª brigada montada desde eleste y sureste; el cuerpo de camellos desde el sur, mientras que la5. ª brigada se mantenía primeramente en reserva y atacó despuésdesde el sureste.

A las 11 los neozelandeses están en posesión de los pocos edi-ficios y de los pozos de Er Rafa. Su batería toma posiciones turcas.


Los turcos están rodeados; no entro en las peripecias del com-bate que duró todavía hasta la tarde, defendiéndose los turcosdesesperadamente en sus posiciones; el cierre completo por la ca-ballería inglesa, hizo fracasar los esfuerzos heroicos de los defen-sores; en la tarde, la guarnición turca fué aniquilada.

Él grueso de los turcos estaba en Shelale, que dista 22 kms.de Er Rafa. Partes fueron puestas en marcha hacia el campo debatalla.

Inmediatamente fracciones de la caballería inglesa fueron alencuentro de estos refuerzos y el grueso de la aviación inglesaataca con ametralladoras y bombas las columnas turcas.

Mientras fuertes destacamentos de la caballería, en una posi-ción de apresto, al norte de Er Rafa, esperan el ataque de losrefuerzos turcos, la masa de la caballería, con los prisioneros, seretira de nuevo a El Arish.

Los refuerzos turcos, conociendo el aniquilamiento del desta-camento de Er Rafa, no atacan. La caballería inglesa, que habíaquedado al frente de ellos, vuelve a El Arish, después de 2 días.

La operación de Gaza 1917

Mientras tanto el grueso del Cuerpo Expedicionario avanzólentamente hacia Palestina, junto con la punta de rieles. El 23de marzo de 1917, el ferrocarril alcanzó los alrededores de Er Ra-fa. El Cuerpo Expedicionario se desplegó en Er Rafa, al orientey al poniente del pueblo, habiendo alcanzado con eso la fronterade Palestina.

El desierto de Sinaí fué evacuado por completo por los tur-cos. Un ferrocarril de doble vía reúne el Cuerpo Expedicionariodirectamente con Egipto, tropas y material pueden alcanzar fá-cilmente el nuevo frente, 3 cañerías con agua del Nilo terminan enEr Rafa. En El Arish y Er Rafa anclan los buques ingleses, man-teniendo de este modo la comunicación de recursos del ReinoUnido.

El gran peligro de un ataque turco al canal de Suez y al Egip-to estaba conjurado; pero a pesar de estas grandes ventajas laexistencia del desierto detrás del frente inglés inquietaba al Co-mando Británico. Aceptando un ataque en la actual posición, losingleses, en caso de una derrota, tenían a su espalda un obstáculode casi 200 kms. de extensión, muy difícil de franquear. Toman-do en consideración este hecho, el General Murray se resuelve acontinuar la ofensiva contra el Ejército turco que defiende Pales-tina, tomando en consideración el poco efectivo de éste y las gran-des dificultades operativas, tácticas y administrativas en que seencuentra, bien conocidas por el servicio de informaciones secretas.

La consecuencia de esta resolución es la operación de Gaza,que culmina sucesivamente en las tres batallas de Gaza del año1917.


Los turcos, a las órdenes de Kress Pascha, bajo la impresióndel avance lento, pero seguro de los ingleses, creyeron que habíallegado el momento de replegarse a la posición ya antes recono-cida, Gaza, Tel Seria, Birseba, y agrupar su ejército en forma des-plegada, de tal manera que pudiera reunirse en caso de un ataqueinglés en dirección a cualquiera de estos puntos, según las cir-cunstancias.

Los preparativos ingleses habían despertado, al fin, al CuartelGeneral turco y lo habían obligado a enviar refuerzos hacia elfrente sur.

Las tres batallas de Gaza tienen un carácter muy diferente.La primera es una repetición de los procedimientos tácticos apro-vechados por los ingleses en el desierto. Pero estando las fuerzasturcas fuera de los puntos que los ingleses atacaron y que fué laciudad de Gaza, el ataque inglés fracasó con grandes bajas paraellos, enseñándoles que aún en la guerra del desierto, el aprove-chamiento de un esquema rígido puede traer consecuencias fatales.

La segunda batalla de Gaza fué el ataque contra una posiciónfortificada, con el objeto de romper el frente. Este ataque tam-bién fracasó, porque los ingleses se desplegaron totalmente contrauna posición bien elegida, bien fortificada, suficientemente ocu-pada y tenazmente defendida.

La tercera batalla de Gaza, que tuvo lugar después de unalarga pausa que los ingleses pudieron aprovechar para una sólidapreparación de su acción, fué una operación en que el atacanteaprovechó en forma muy hábil las ventajas que ofrecía el terreno,reuniendo una superioridad enorme respecto a personal y materialcontra las débiles líneas turcas, pero en la que por otra parte semanifestaron todas las características de una batalla librada enpleno desierto. Es en este sentido que nos interesa esta última ba-talla, la que voy a describir en forma un poco más amplia y de-tallada.

La tercera batalla de Gaza

Después de haber sufrido las grandes derrotas de la primera ysegunda batalla de Gaza, los ingleses se retiraron a la posición for-tificada que le había servido como posición inicial de sus ataques.Los turcos se mantuvieron en la posición, que cerca de Gaza seapoyaba en el mar y que se extendía hasta Tell Sheria, de dondecontinuaban en pequeños grupos de fortificaciones hacia Birseba.

En el período de relativa estabilización que siguió a la segundabatalla de Gaza, ambos bandos se dedicaron a aumentar la resisten-cia de sus posiciones y a reforzar sus ejércitos.

La caída de Bagdad y el avance de los ingleses a travez deldesierto de El Tih habían obligado al Cuartel General turco a enviarrefuerzos al sur, y formar en el frente de Palestina dos ejércitos,


el 8. º y el 7. °, poniendo todo el frente sur de los turcos a las órdenesdel General von Falkenhayn que estableció su Cuartel General enJerusalén.

El 8. º ejército quedó por de pronto a las órdenes del GeneralKress. Hasta octubre de 1917 éste se componía de 7 divisiones y 1división de caballería, todas de un efectivo muy débil. En total al-canzaron un efectivo de 20, 000 fusiles, 1, 000 sables y 200 cañones,de los cuales talvez las dos terceras partes tomaron parte en latercera batalla de Gaza.

La mayor dificultad para los turcos fué la organización delservicio de agua en y detrás del frente. En los meses que precedie-ron a la batalla se había hecho todo lo posible para aumentar elrendimiento de los distintos pozos. Había tres grupos de instala-ciones. En primer lugar, el grupo de Gaza, donde había 5 grandespozos a motor, y el grupo de Birseba, que también tenía 5 pozosbien instalados y de mucho rendimiento. Entre estos dos gruposprincipales había una serie de instalaciones para las distintas di-visiones. Para la 54 división, que yo mandaba, un pozo a motoren El Kufie y un pozo bastante profundo en Muharaka. En elWadi Sheria, más al sureste, había algunas aguadas abiertas queservían a las divisiones ahí desplegadas.

La zona situada detrás de la posición tenía agua, pero esca-samente. Los pozos existentes no dieron sino lo indispensable paralos habitantes. Los batallones de agua turcos, creados por los ale-manes presentes en este frente, se dedicaban, por consiguiente, aexplotar los pozos existentes, instalando bombas, limpiándolos,profundizándolos, creando pozos nuevos, de tal modo que en todala zona de operaciones hasta la línea Jaffa-Jerusalén existían va-rias bases de agua, una detrás de la otra. Todos los pozos de im-portancia estaban ocupados por el personal técnico suficiente, en-cargado con la dirección del servicio y la repartición del agua.

Hasta el fin de octubre estaban en servicio (únicamente en elfrente) 26 pozos a motor, 6 sakias indígenas, 6 instalaciones dedragas y 40 pozos con bombas a mano.

La posición turca se componía de dos grandes agrupaciones:la del ala derecha se extendía desde Gaza hasta Sheria, inclusive;la del ala izquierda era formada por la 27 Div. árabe, reforza-da por la 3.ª Div. de Cab. Entre ambas alas había un hueco demás de 20 kms., vigilado únicamente por pequeños destacamentos.La debilidad de los efectivos de los turcos no permitía ocupar laposición en toda su extensión, ni tampoco mantener reservas deimportancia detrás del frente. Unicamente dos divisiones de ape-nas 3, 000 combatientes cada una, estaban detenidas detrás del aladerecha, cerca de la costa, la 19 en el Wadi Hessi y la 7. º en As-calón. El Comando del Frente, el General von Kress, esperaba elataque definitivo inglés por el lado de la costa, donde existía el nú-cleo de las fuerzas inglesas y donde podían combinar el ataqueterrestre por el ataque por mar.


Mientras tanto, el General Allenby había reemplazado a SirMurray; venía directamente del frente occidental europeo, fué Ge-neral. de Caballería y tal vez la mejor cabeza militar de los ingle-ses. Había reconocido, inmediatamente después de su llegada, todoel frente y se había impuesto de las necesidades, dificultades y pe-culiaridades de la zona de operaciones. El solicitó para poder ata-car la posición turca, un mínimum de 7 divisiones de infantería,3 Div. de Cab., artillería pesada y fuerte aviación.

El Cuartel General inglés envió la 60 y 10 Div. de Inf. desdeSalónica, artillería pesada desde Italia e Inglaterra y caballeríaIndia desde Francia.

En octubre, Allenby había organizado su ejército de operación,formando el Cuerpo montado de desierto de 3 divisiones y 2 Bri-gadas de caballería (término medio 20, 000 jinetes) el XX. Cuer-po de Ejército de la 10, 52, 60, 74 Div. el XXI C. E. con la 53,54, 71 y fuerza mixta. Ambos Cuerpos de Ejército con un efec-tivo de 85, 000 fusiles. Todo el Ejército de un efectivo de más de100, 000 hombres.

Los ingleses fueron muy bien informados sobre los aconteci-mientos, movimientos y resoluciones en el lado de los turcos. Suservicio secreto de informaciones trabajó admirablemente. Se co-nocía hasta los detalles de los transportes del 7. º Ejército hacia elfrente, la llegada de Falkenhayn, sus ideas ofensivas y la ubica-ción exacta de las tropas turcas.

Había dos razones para pasar cuanto antes a la ofensiva: laproximidad de la estación lluviosa y la necesidad de conseguir ladecisión antes de la llegada de Falkenhayn con la totalidad de su7 Ejército.

La idea de Allenby fué dirigir el golpe decisivo contra el alaizquierda del grupo occidental turco, es decir, contra Sheria. Ha-cia este punto se quería dirigir el centro de gravedad aprovechan-do el gran hueco que existía entre las dos agrupaciones turcas,enfilando desde Tell Sheria todo el frente turco hasta Gaza. Lamasa de caballería debía dirigir su acción hacia este punto, sobre-pasándolo y ejecutar, una vez obtenido el éxito, una persecuciónfuerte y paralela.

El primer paso de la acción debía ser la toma sorpresiva deBirseba, la única base posible de agua para la operación decisivacontra Sheria. Para engañar al enemigo sobre esta acción y atraermás todavía su atención hacia Gaza, debía ser precedida por unbombardeo intenso contra esta ciudad, seguido de un ataque a estepunto con objetivo limitado.

De esto resulta que la batalla debía dividirse en cuatro pe-ríodos: el bombardeo de Gaza, el ataque de Birseba, la continuaciónde la acción contra Sheria y el ataque definitivo contra la líneaGaza-Sheria.


Lo más interesante para este estudio es la batalla de Birseba,acción que se caracteriza como una acción de desierto puro. Ladistancia entre Shelale y Birseba es de 25 kms., una jornada a tra-vés de un terreno sin ningún recurso. No hay agua, ni hay fo-rraje, tampoco caminos para auto. La acción contra Birseba fuéposible únicamente después de una minuciosa preparación del apro-visionamiento de agua, tanto más importante cuanto se trataba degrandes masas de caballería que debía ejecutar la acción tácticaen esta dirección.

La base de agua principal se formó por los pozos y estanquesde Jan Junus, Shelale y Der El Belaj. Estos se completaron conmotores y bombas aumentando su rendimiento; Jan Junus, porejemplo, dió 500, 000 litros diarios. Desde estos puntos básicos sa-lieron cañerías hacia adelante. Para alimentar, los puntos de en-trega de agua se aprovechó, además, el agua subterránea del Wa-di Gazee y de sus tributarios.

La organización del abastecimiento de agua fué hecho desdedos puntos de vista:

En primer lugar, se aprovisionó la posición fortificada delXXI C. de E. al sur de Gaza y en segundo lugar, se preparó lafutura operación de rodeo en dirección de Birseba (XX. C. deE., y el Cuerpo de E. montado de desierto).

En seguida, tanto el ferrocarril como las cañerías fueron pro-longadas desde El Arish hasta Rafa; ahí se organizaron líneasférreas de trocha angosta hasta Shelale y Hassif, mientras que lalínea de trocha ancha fué prolongada por Jan Junus, Der ErBelaj hasta el Puerto de desembarco en la rada al Poniente deeste último.

A lo largo de estos ferrocarriles se construyeron cañerías 'deagua que llegaron luego hasta Semara, al sur de Rassif, y hasta AbuBakra. Las cañerías se unieron entre Rafa y Jan Junus.

Especialmente interesante es la organización de la base parael ataque de rodeo hacia el interior. Para eso existían instalacio-nes en Shelale, Gamli y Esani. En todas estas partes el agua fuédistribuida en tubos hasta los distintos bebedores existentes. Ha-bía lugares de espera para los animales, bajadas y subidas cons-truidas especialmente en las barrancas. La recepción de agua seefectuó en las quebradas mismas, donde hubo buena protección con-tra la vista, protección antiaérea establecida e iluminación preparada.

Todas las tropas destinadas a la operación de rodeo fueron do-tadas oportunamente con elementos, materiales, etc., para la explo-tación rápida de los pozos que se ocuparon durante la operación.Este material era transportado en camiones. Zapadores y unida-des de trabajo acompañaban a estas unidades. Unicamente despuésde una organización cuidadosa del aprovisionamiento de agua, losingleses comenzaron la operación decisiva de la tercera batallade Gaza.


El servicio de acarreo fué organizado simultáneamente conla creación del Cuerpo de Etapa Palestina. Al mismo tiempo, se avan-zaron grandes masas del Cuerpo de trabajadores del Egipto. EnKantara se organizó la base principal de acarreo, en lugar de Ale-xandría. En el canal de Suez, cerca de Kantara, se establecierongrandes instalaciones de descarga. Enormes cantidades de subsis-tencias, de munición y material se acumularon en Kantara, en al-macenes, parques y depósitos; así como también un gran parque dematerial rodante de ferrocarriles, de automóviles y de camiones.

En la zona del frente mismo, los ingleses se dedicaron conmucho empeño a la organización de buenas comunicaciones haciaadelante de acuerdo con la futura ofensiva. Construyeron una can-tidad de líneas férreas livianas, muchas líneas telegráficas y te-lefónicas, reparación completa de la red de caminos, caminos paraautomóviles con malla de alambre tejido.

La operación inglesa de la tercera batalla de Gaza, se efec-tuó en dos grupos que alternaron en la acción. El XX. Cuerpoatacó Birseba con dos Divisiones desde el poniente, desplegando unaDivisión como protección del ala izquierda con Sheria. Mientras que.el Cuerpo montado de desierto, mediante un gran raid, debía rodeara Birseba por el sur y atacar el pueblo desde el sureste, este y no-roeste. Las tropas montadas debían recorrer distancias de 80 a 90kms.

Después de la toma de Birseba con todo el XXI. Cuerpo seatacó Gaza desde el sur, amarrando a los turcos en su frente mien-tras la agrupación Birseba se preparó para el ataque decisivo delala izquierda turca en Hueikat y Sheria. El 22 comenzó el bombar-deo de Gaza y la acción combinada del XXI. C. E. y de la flota.

El 29 de octubre se concentraron las tropas del XX. Cuerpoen el Wadi Gusee y Shelale; el 30 tomaron sus posiciones inicia-les de ataque de Birseba; en la noche del 30 al 31 iniciaron elavance; el 31 se efectuó el ataque de Birseba desde todos los lados,en forma semejante como en otra época atacaron el Arish Mag-daba y Rafa.

Las débiles tropas turcas, que defendían Birseba (apenas 3, 000)frente a casi 50, 000, después de una heroica defensa, fueron en sumayor parte aniquilados; escaparon únicamente algunos escuadro-nes de la 3. ª Div. de Cab. La caballería inglesa estaba en pose-sión de—Birseba y de los pozos del pueblo el 31 en la tarde, sin quelos turcos lograran destruir las instalaciones de agua. La base parala continuación del ataque fué tomada.

A continuación siguieron los otros actos de la tercera batalla deGaza, tales como el ataque decisivo del XXI. Cuerpo inglés, apoya-do desde el mar por una flota formidable, contra la posición Hu-leikat-Gaza, combinado luego con el avance de la caballería del


Cuerpo del Desierto, del XX. Cuerpo contra el ala izquierda de losturcos en Tell Sheria, acción que más tarde tenía como consecuen-cia la retirada de los turcos hacia la posición del Wadi Ressi ymás tarde en dirección a el Tine.

No deseo entrar en descripción de los detalles tácticos de estabatalla, en la que tomé parte como Comandante de la 54 Div.,porque no se trata de acciones en pleno desierto. Quiero sólo ob-servar que los ingleses, a pesar de haberse obtenido la base de aguade Birseba, en estado bien utilizable, tuvieron que interrumpir elavance de las tropas montadas, porque no fué posible organizar unacarreo rápido de agua hacia el norte, y porque estas masas de ca-ballería tampoco encontraron forraje para sus animales en el te-rreno poco cultivable de la Palestina Meridional.

A pesar del gran éxito de Birseba, los ingleses no pudieronderrotar los ejércitos turcos ni desplegar su caballería para unapersecución rápida y eficaz. Las tropas del 8 Ejército turco, en suretirada, pronto recibieron los refuerzos del 7 Ejército, recuperan-do, de este modo, su libertad de acción, lo que les permitió defen-der un año más la Palestina contra una enorme superioridad inglesa.

(Continuará)

RECUERDOS HISTORICOS

Tarpellanca(26. IX. 820)

A mi estimado amigo el Mayor A. Gómez R.

POR RASPLATA

Tarpellanca..., página de horror sublime en su heroicidad, nodebe ser olvidada por los que tenemos el deber de conocer los deta-lles de nuestro corta pero gloriosa historia militar. Epopeya grandio-sa en que sucumbió una fe de soldado y en la que se tiñó con sangremártir un indigno chileno que, no en balde llevó el baldón de "re-negado ''.

Cuando en las páginas de luto de los albores de nuestra vidaindependiente, surgen episodios tenebrosos y sacrificios imposibles,Tarpellanca alumbra con resplandores trágicos, si es posible que lasangre ilumine, aquellos días sombríos. ¡ Cuánta heroicidad hechapolvo! ¡Cuánta vida inmolada cruelmente! En verdad, las huestesque decían defender el pabellón español, agonizante ya en las tie-rras del sur de Chile, no necesitaban teñir sus manos con tan infi-nita crueldad. Es por eso que la historia, juez impasible pero jus-ta, caerá siempre con severidad sobre Benavides "el renegado" yPicó "el impetuoso", al narrar esta acción de Tarpellanca. ¡Lasbuenas causas se manchan con los crímenes que en su nombre se co-meten !

¿ Quiénes fueron los actores que este drama puso de relieve ?Por un lado, los patriotas; por el otro, los montoneros realistas di-rigidos por inhumanos jefes, nacidos algunos, desgraciadamente,sobre nuestro suelo Patrio.


Pero no adelantemos, y echemos una mirada sobre los jefescitados.

* * *

El Brigadier don Pedro Andrés del Alcázar, nació en el terri-torio de Chile, a mediados del siglo XVIII. Las fronteras del sur,donde se luchaba día a día con los indómitos araucanos, le vieronnacer y hacerse hombre; allí vivió su niñez, allí corrió su juventud,allí alcanzó la madurez de hombre y allí debía, ¡ lógicamente! morir."De todos los soldados que han servido a Chile desde la época de suemancipación, ninguno ha sido más genuino, ni más cabalmente sol-dado, que el Brigadier don Pedro Andrés del Alcázar", dice VicuñaMackenna y, efectivamente, fué así.

Cuando las campañas contra los montoneros, al sur del Maule,septuagenuario ya, era aún el más activo, el más valiente y decidi-do de los caudillos fronterizos. A esta edad en que la mayor partede los seres humanos busca las comodidades del hogar, Alcázar, a pe-sar del cansancio de sus huesos cargados de años y fatigas, se hacíamontar a caballo por sus asistentes y, entonces, firme en su silla yempuñado el sable, era difícil hacerle torcer la brida a su caballo.

Desde la edad de quince años había sentado plaza de soldado enel único cuerpo de tropas regulares, que mantenía a raya a los in-dios fronterizos y ascendió a la categoría de oficial sólo medianteuna estratagema de sus jefes, ya que él, sin reconocer su mérito, ja-más pretendió tal cosa.

Sus soldados lo adoraban y lo temían; verdad, también, que paraello tenían sus motivos: para lo uno, su valentía; para lo otro, sufirmeza y justicia en sus sanciones.

Ascendido lentamente, con aquel movimiento característicode todas las cosas de la colonia, la guerra de la Independencia loencontró en la provincia de Concepción y allí, al retirarse el briga-dier argentino don Antonio González Balcarce, en febrero de 1819,quedó como Comandante General de Frontera.

Alcázar se encerró en la ciudad de Los Angeles, asiento de sugobierno y, desde entonces, quedó cómo aislado en el centro de laespaciosa, fértil y amena isla de La Laja.

Don Juan Manuel de Picó fué el verdadero, el único caudillomilitar y político de las últimas campañas que las armas españolassostuvieron en las fronteras de Chile.

Su. nacimiento se ignora hasta hoy y sólo se sabe que era oriun-do de Santander, cuyas montañas, así como las colinas de Viscaya,dieron a Chile sus mejores y más aristocráticos estirpes durante laColonia.

Nada se sabe tampoco, cuándo y por qué vino a Chile y sólo pue-de colegirse de algunos documentos en que notó una educación bas-tante aventajada para la época, que fué acaso uno de los innumera-

TARPELLANCA 1209

bles jóvenes que eran enviados '' al comercio de las Indias'' y que lle-gaban al continente americano pobres y míseros, con la esperanzade volver con los bolsillos llenos de aquel oro, que sólo la leyenda re-cuerda en estos tiempos.

El hecho es que sólo en 1815 lo vemos figurar en la tranquilaciudad de Vallenar, recién fundada bajo los auspicios del subdelega-do de Huasco, el catalán Moxó. Su capacidad ha de haber sido for-midable o cuando menos su empuje de hombre activo, cuando antesde un año era ya Alcalde de la villa. Su vida en Vallenar pasó tran-quila y respetada por su carácter ameno, locuaz e inofensivo.

Sin embargo, aquella tranquilidad fué perturbada con la llega-da del Ejército de los Andes, en 1817 y las bandas de Cabot, al lle-gar a la provincia de Coquimbo, alteraron de tal modo la situaciónde ese territorio, que Picó desapareció nuevamente de la historia."Todo lo que la tradición conserva de su memoria, dice Vicuña Ma-ckenna, es que alguien lo vió entrar en La Serena disfrazado deborriquero, acompañando algunos de las tropillas de arrieros queen aquella época hacían el tráfico de los ¡minerales del norte, con re-cua de asnos".

Parece, pues, que Picó atravesó de incógnito toda la Repúblicay que fué a juntarse con Ordóñez en Talcahuano, durante el asedioque a esta plaza pusieron los patriotas después de Chacabuco. Asíparece por la familiaridad con que lo trataron posteriormente algu-nos jefes españoles que allí estuvieron.

Allí debía conocer, también, por primera vez, al Teniente delBatallón Concepción Vicente Benavides.

Cuando después de Maipo se retiro Osorio a Lima y Sánchez aValdivia, éste, conocedor del espíritu activo y emprendedor de Picó,lo dejó al lado de Benavides, en apariencia con el modesto título desecretario del jefe de guerrillas, pero en realidad como el único hom-bre capaz, entre aquellas tropas irregulares, de dar una mediana or-ganización militar y política a la autoridad irresponsable ejercida poraquel ex-sargento pasado al enemigo.

Y en verdad, esta fué una acertada medida, porque Benavidesllevaba una guerra que más que guerra era una serie de depredacio-nes, horrores, crímenes y violencias, dignas más de un monstruo de-generado que de un jefe de tropas. Picó dió cohesión a estas monto-neras y si alguna organización tuvieron y arrastraron hechos nota-bles, dentro de su inicua campaña, es a Picó a quien se le debe; auncuando fué lástima que tal hombre se perdiera entre el cúmulo de ho-rrores que su jefe, Benavides, implantara.

En 1820, Picó contaba de 35 a 40 años y su robustez lo hacía ca-paz de una actividad física prodigiosa. '' Era un hombre de medianotamaño, —dice el historiador Vicuña Mackenna, a quien seguimos—,fornido sin ser corpulento, ágil, airoso, a pesar de su estatura. Surostro era pálido, casi ceniciento, alumbrado por grandes ojos ver-dosos que le daban una expresión extraña de energía y fiereza. Sucabellera castaña era crespa y abundante, al paso que espesos bigo-


tes retorcidos sobre la mejilla cubrían su boca gruesa y un tantoamoratada. Habíanle puesto por ésto sus soldados el apodo de "BocaNegra", que vino a ser, a semejanza del célebre capitán de los siglosfeudales, su verdadero nombre de guerra".

"Su carácter festivo hasta el retozo, no había cambiado al pasarde la soledad de su choza de minero al bullicio de los campos. Era,al contrario, el más risueño, el más afable de los caudillejos de ul-tra Bío-Bío, y sus subalternos veíanse muchas veces sorprendidos porlas chanzas con que acostumbraba divertirse. Pero al mismo tiempo,y a virtud de esas transformaciones profundas que las crisis de la vi-da suelen operar en las naturalezas ardientes, Picó, al trocar el com-bo por el sable, se había hecho un hombre sistemáticamente severo,implacable con los suyos para reprimir sus faltas, terrible y sangui-nario con sus enemigos a quienes odiaba por fanatismo, por princi-pios, por rencor de raza. Hubiérase dicho que en su alma violenta yconcentrada había echado sus últimas raíces aquel aborrecimientosecular del "criollo" y del "chapetón", que vino preparando la re-vuelta y la Independencia de la América, desde los días de GonzaloPizarro y Almagro el joven".

Picó, pues, era cruel por sistema, no por naturaleza, como Be-navides. Si 'mataba lo hacía más bien por razones políticas o por ór-denes superiores y lo hacía siempre con su sable; si en un corte qui-taba la vida, exponía la suya en otro.

Benavides no; tenía éste el arma del bandido y si hacía fusilaren grupos a sus prisioneros era sólo en caso de gran clemencia: mássimpático y de acuerdo con su naturaleza, era el degüello.

Sin embargo, a pesar de todo, Picó conservará un atenuantenoble: él sólo, entre tantos que seguían las banderas batidas en Mai-po, fué inalterablemente fiel, intransigente; lealtad de soldado querindió su vida en campaña, a manos del guerrillero Coronado, mien-tras sus secuaces compraban la suya a trueque de un perdón y cuan-do su propio jefe Benavides, trataba de obtener la vida en Santia-go, ofreciendo la suya.

Vicente Benavides. Este fué un hambre nacido para ser un eter-no tránsfuga. Hijo del Alcaide de la villa de Quirihue, había diva-gado, durante los diez años que llevaba corridos la Independenciade Chile, entre las filas patriotas y las españolas; sirviendo unasveces la bandera del Rey, obedecía otras el naciente pendón de laRepública. No había cambio profundo de ideas en este hombre; todoera cuestión de sentir resguardado su pellejo. En efecto, tres vecescambió de superiores y cada una fué precedida de un crimen o uncastigo; llegó a merecer la muerte y, esta vez, se escapó de ella parair a verter sangre patriota; sangre que, por fin, reclamó la suya enel patíbulo.

No era de esperar de él otra cosa que una vida agitada, vividaentre el crimen y la licencia y tal enormidad encerraron siempre susacciones de aventurero que pasó a la Historia como un ejemplo dehorror moral y material.

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Rancagua lo contó entre los que vencieron a O'Higgins y allíobtuvo sus galones de oficial; pero no le fué posible ser leal con susfavorecedores. Chacabuco no lo vió bajo los pendones del Rey y, alcontrario, tan pronto llegaron las noticias del triunfo patriota aConcepción, el 22 de febrero de 1817, como lo contamos en otra oca-sión (1), se dedicó a conspirar contra los "godos".

Su ilustración era poca y de acuerdo con lo que en aquellaépoca se enseñaba en nuestros tranquilos pueblos del interior, todose reducía a escribir malamente; a leer, más o menos lo mismo y arezar ¡eso si muy bien! Cuenta Vicuña Mackenna que "su sable, sumujer y la virgen de Mercedes, que invocaba aún en el cadalzo, cons-tituían toda la atmósfera de su existencia física y el aliento de sualma; pero al anidarse en ella se emponzoñaban con su contacto y seconvertían en excesos abominables. En Benavides la pasión por laguerra era la matanza; el amor, el aguijón de los celos; la religión,la hoguera".

Y más adelante, agrega: "Su audacia para mentir, un espíritunotable de organización, la viva malicia del criollo y su insondablevanidad, son sólo recursos auxiliares de que el bandolero echará ma-no en la víspera de un atentado o al día siguiente de haberle co-metido. ''

La vida misma de Benavides, pues, nos explica con creces elpor qué su actuación durante aquellos ¡memorables años fué una su-cesión ininterrumpida de felonías y cambios de bandera.

* * *

Cuando se inició, en 1819, la insurrección del sur, que se hadenominado la lucha de montoneras, la situación en que se encontra-ban las fuerzas de la República era bastante precaria. Diseminadasen todo el territorio, guarneciendo ciudades indefensas, etc., parecíanincapaces de afrontar la lucha; sin embargo, los jefes con que con-taba y, en especial, el General Freire, serían los verdaderos baluar-tes de la resistencia patriota.

Freire, en efecto, previó, con notable golpe de vista, lo que su-cedería. Cuando Balcarce se retiraba de Los Angeles, escribía aO'Higgins:

"El General Balcarce se ha retirado anunciándonos la paz y seha llevado todos los pertrechos de guerra. El Batallón N. º 1 y el N. º3, están aquí (Concepción); pero sin medio, sin víveres y desnudos;según informe de sus jefes, entre los dos apenas presentarán qui-nientos hombres en línea. El de Coquimbo está en Los Angeles y ca-ballería no tenemos más que la compañía de escolta, siendo ésta lamás precisa para la guerra. Las milicias están a pie y no tienen nilanza, ni hay ninguna clase de armas que darles.

(1) A raíz de Chacabuco... (Número anterior del Memorial).

MEMORIAL DEL EJERCITO

"Así es que es de suma necesidad que Ud. me mande a la ma-yor brevedad seiscientas lanzas y sables, si acaso se encuentran, pa-ra armar un regimiento de milicias. Sin caballería nada hacemos yla cosa toma incremento. También es de primera necesidad que ven-ga algún dinero para los batallones, pues, hace tiempo que no reci-ben medio y es necesario entretenerlos con alguna cosa, ya que losvíveres y el vestuario están tan escasos".

Como se ve, se inició este cruento período de nuestra historia,con una verdadera crisis, en lo que respecta a tropas y medios eco-nómicos. Pero, la lucha se afrontó y, con alternativas, se prolongódurante años.

Años de brava lucha, en verdad, en que uno y otro bando de-bían jugar sus cartas teniendo por precio sus propias vidas. Y noera para menos, porque se trataba de la última resistencia de lasbanderas españolas (moralmente ¡tan mal mandadas!), por unaparte, y el afianzamiento de la naciente República, por otra.

Benavides no era hombre de andarse con chicas y así fué comouno de los primeros actos de su nueva campaña, fué el degüello delparlamentario Teniente Torres, del N. º 1 de Chile, y sus compañeros,en Santa Juana, así como el asesinato del Capitán y pasajeros de la"Dolores", en Arauco. Así se definía ya lo que sería la guerra;pero Benavides negó participación en tales hechos.

Más tarde, el 27 de agosto de 1819, en sus famosas instruccio-nes, ordenaba:

"Art. 13. —El Comandante de partida que en acción de guerrao fuera de ella, hiciese prisioneros y no los pueda conducir a dondese consideren seguros, los pasará por las arpias, prestándoles los di-vinos auxilios que se pueda proporcionarles. Pero de ningún modootorgará la vida a ningún paisano que encuentre en guerrilla o conlas armas en las manos y se lo justificare ser insurgente".

Para inter nos, es dable preguntar ¿qué Comandante de par-tida, sentiría vuelcos de conciencia al pasar por las armas a prisio-neros tan fáciles de juzgar ? Es innegable que la matanza de estamanera debía ser costumbre.

Otros artículos de tales instrucciones disponían: '' que se fusi-lase a todo oficial prisionero, sin concederle más tiempo que el quefuese necesario para tomarle su declaración jurada y por escrito so-bre cuanto conviniese saber del enemigo". Respecto de los extranje-ros que servían en las filas patriotas, todo extranjero, escribía ofi-cialmente al gobernador de Valdivia, Montoya, a Benavides, el 11 dediciembre de 1819, debe morir irremediablemente según lo dispues-to por S. M. últimamente".

El Gobierno de la República, a su vez, aceptó esta lucha y or-denó poner en vigor la ley del Talión: "Todo soldado o sirviente delenemigo que se halle disperso, será fusilado, aunque convendrá ha-cer algunos prisioneros para tomar noticias y comunicarlas al Go-bierno inmediatamente''; rezaba el pliego de instrucciones dadas,en aquella época, a los comandantes de guerrilla.

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Se trataba, pues, de aniquilar totalmente al bando contrario, ya los adictos y defensores de sus ideas.

Así planteado el problema, su desarrollo debía ser sangrientoy terminar sólo con la desaparición de un bando en el territorio enlucha.

Pero antes que se nos olvide un detalle, vamos a dar lina ligeradescripción del teatro en que se desarrolló la parte más principalde este episodio.

Los ríos Laja y Duqueco bajan de la cordillera ya considera-blemente separados entre sí; pero van aumentando su separación amedida que descienden hacia el este, hasta caer en el Bío-Bío, enSan Rosendo, el primero; cerca del cerro Mesamávida, el segundo.

El sector formado por estos dos ríos y el Bío-Bío, desde los fal-deos cordilleranos, hasta reunirse en el llano, es lo que se ha llama-do, no con mucha exactitud geográfica, la "isla de la Laja".

Los pasos del Bío-Bío, en la parte sur de esta '' isla'', no nos in-teresan.

Los principales que daban salida al norte, a través del Laja,eran entonces, el famoso de "Tarpellanca", en el actual camino aYumbel, el de Curanilahue, cercano a aquel, y los dos del Salto, ocatarata, que despeñándose de una inmensa laja, han dado nombreal río y a la comarca.

Acercándose al extremo sur-este de esta "isla", está situadoLos Angeles que, en aquel tiempo, era la población más importantesobre la cual caía la vida carretera Santiago-Talca-Chillán, hacia elterritorio araucano. De aquí que Los Angeles constituían un centrode importancia militar, ya que era como un territorio que sosteníay defendía al resto de la República de las incursiones audaces de losaraucanos.

De aquí es, también, que la "isla" de la Laja ha sido siempre,desde que Pedro de Valdivia penetró en ella, en 1550, la verdadera"concha de guerra" del sur de Chile y especialmente de sus fron-teras.

Pasaremos por alto las peripecias en que los contendientes sevieron entremezclados durante largo tiempo y reanudaremos el rela-to a principios de setiembre de 1820.

La salida de la expedición que debía llevar la Independencia alPerú, pudo llegar a infundir en el Gobierno y el pueblo de Chile laconfianza en que el afianzamiento de su vida política, civil e indus-trial era ya un hecho y que la independencia, tanto tiempo anhelada,iba a terminar con el período de sacrificios y angustias que caracte-rizó el principio de la República.

M. del E. 7.

* * *

* * *


Sin embargo, la insurrección del sur daría un mentís a aquello.Ya, poco antes de setiembre citado, Benavides estaba en com-

pleto conocimiento de las esperanzas y planes patriotas, respecto ala campaña del sur, pues con astuto criterio de soldado, no habíavacilado en enviar rastreros emisarios donde aquellos, para sondearsus más reservados propósitos (1).

Los patriotas, en cambio, Freire en Concepción y Alcázar enLos Angeles, recibían sólo de tarde en tarde informes de los monto-neros y, aún así, estos informes solían ser artificios de Benavides.

Por otra parte, Picó había regresado del Perú con refuerzos deimportancia para el enemigo y a principios de setiembre las fuerzasde caballería de este jefe, se acercaban a la línea del Bío-Bío, listasa emprender la campaña más decisiva.

Esta campaña se inició con un hecho de armas desgraciado paralos patriotas. El 18 de setiembre pasa Picó el Bío-Bío, por Monte-rrey, a la cabeza de cerca de 400 jinetes de su Regimiento de Dra-gones y de un reducido número de indios auxiliares y, en marcha aocupar Yumbel, acampa el 19 en el caserío de la Hacienda San Cris-tóbal.

Este movimiento de Picó fué ignorado el 18 y el 19 por lospatriotas. El 20 en la mañana, el comandante Viel, patriota que ha-bía ocupado tranquilamente Yumbel el día anterior, salía de estepoblado para dirigirse a Rere en busca de O'Carrol (1). A eso delas nueve de la mañana, divisó un grupo de gente armada y creyen-do que eran los dragones de O'Carrol se adelantó con su ayudantey un corneta a recibirlos. Más, a poco los reconoció como enemigos yvolvió atrás a incorporarse a su cuerpo. ¿ Qué había pasado 1 Picó,que avanzaba hacia Yumbel, como dejamos dicho, subió en la mañanadel 20 la elevada cuchilla que separa aquel pueblo de San Cristóbal,seguido sólo de unos veinte hombres, dejando el resto de su tropa alas órdenes de sus subalternos Zapata, Ferrebú, etc. Picó iba a prac-ticar un simple reconocimiento sobre Yumbel, con la intención deregresar en seguida a su campamento.

Así, pues, esa mañana se encontraron ambos adversarios, sor-prendiéndose.

(1) Uno de ellos, aun cuando posteriormente trató de vindicarse escri-biendo un opúsculo titulado " L a inocencia vindicada ", fué don Agustín Aldeaque, en 1822, y después de haber hecho toda la campaña al lado de Benavides,fué elegido en la Convención Constituyente, como representante de Los Ange-les. Este hecho fué una de las causas del desprestigio del gobierno de O'Hi-ggins y, cuando éste abandonó el poder, Aldea trató en vano de vindicarse. Laopinión lo ha juzgado siempre como un cómplice de su jefe.

(1) Este jefe patriota había recibido orden de Freire, a principios de se-tiembre, de situarse en Rere con sus dragones y allí llegó, como se le había or-denado, aun cuando tuvo que llegar allí a pie, llevando los soldados las montu-ras al hombre y después de haberse comido los caballos.

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Viel, como dijimos, regresó a su tropa y tomando una parte deella se adelantó hacia Picó quien, atacado violentamente, se vió obli-gado a huir, salvando a duras penas su vida. Sin embargo, el restode sus acompañantes ofreciendo seria resistencia, se rehacía y car-gaba, a su vez, sobre Viel, apoyada ahora con el resto de las fuerzasque quedaron en San Cristóbal. Viel no pudo resistir este ataque yfué deshecho y dispersado.

A pesar de ésto, pudo rehacerse y, considerando que Los Ange-les podía encontrarse en peligro si no se reunía con O'Carrol, dejóun lado a Yumbel y se dirigió a Rere rápidamente (2).

Freire se impuso en la tarde de ese mismo día de la desbandadade Viel y decidió concentrar sus fuerzas para defender sus guarni-ciones más importantes y, a la vez, tratar de vencer a Picó. En cum-plimiento de sus órdenes, se concentraron algunas fracciones y, en-tre ellas, se reunieron las fuerzas de Viel y de O'Carrol. Empero,por disidencias de mando, prevaleció el error y, en vez de dirigirsea Los Angeles, donde estaba Alcázar, se dirigieron estos jefes, almando del segundo de ellos, en busca de Picó.

El 23 de setiembre de 1820, ambos adversarios traban en Pan-gal un combate que, rapidamente, se decidió a favor de Picó. "Losinfantes y los artilleros patriotas fueron envueltos facilmente, y ca-si todos perecieron ensartados por las lanzas de los indios. En mediode aquel horrible desorden algunos piquetes de tropa cedieron elcampo y empezaron a retirarse atropelladamente dando origen a unadispersión casi general. Los montoneros realistas, armados de lazos,atajaban a los dispersos, que eran sacrificados sin piedad. El co-mandante O' Carrol, que había conservado su entereza en medio deldesastre, y que se empeñaba en reunir los dispersos para seguir lapelea, fué cogido por un lazo y llevado prisionero a la presencia de.Picó, que hizo fusilarlo pocos momentos después (1). Antes de me-

(2) Picó entró a raíz de ésto, a Yumbel y celebró su triunfo conforme lasórdenes de Benavides, haciendo fusilar a un vecino llamado San Martín, "por-que era patriota", y a un soldado Capilla.

Además, en la mañana, su Teniente Maynery, había muerto ya a dos niñosque, creyendo vencedor a Viel, estaban repicando en el campanario del pueblo.

La "guerra a muerte" tenía su nombre bien ganado...(1) O'Carrol fué de los primeros en caer en manos de la turba vencedora:

se batía como un león sableando a los que le acometían, cuando de improvisosintió su brazo detenido por un arma que hasta entonces, como él mismo expre-só, le era desconocida. Era que el Capitán Alarcón, del escuadrón de Zapata,hábil jinete, le había arrojado el lazo, derribándolo del caballo. Conducido don-de Picó, el noble prisionero le cumplimentó por la buena apariencia de su gen-te. "Son unos pobres huasos, señor", contestó irónicamente aquel. Y conocien-do por su acento, que tenía por delante a un extranjero, en cumplimiento a lasórdenes superiores que hemos indicado más atrás, ordenó fusilarlo, en nombre delRey de España, ese mismo Rey que O'Carrol, años antes, ayudara a reponer enel trono cuando, a las órdenes de Wellington, expuso su vida en cien combates.


dia hora la columna patriota había sido completamente destrozada,y los oficiales y soldados patriotas, que salvaron de la matanza ennúmero de doscientos hombres escasos, corrían desordenados y dis-persos unos a Chillán y otros a Yumbel y Rere, dejando al enemigodueño del campo y ensoberbecido con aquella victoria". (2).

La noticia de este nuevo contraste le llegó a Freire en la mismanoche y cubrió de desaliento a la población de Concepción.

Y llegamos al trágico episodio de Tarpellanca.El comandante don José María de la Cruz, al retirarse del cam-

po de batalla de Pangal, con sus Cazadores y Dragones, apreció lasituación que se le presentaba y decidió dirigirse en dirección a LosAngeles, a reforzar a Alcázar. Pero, por desgracia, fué disuadido deeste propósito por su segundo, el Capitán Luis Ríos, quien le obser-vó que los vados del Laja debían estar fuertemente guardados porel enemigo y que sería difícil forzarlos con una tropa desalentada.

Cruz, entonces, cambió su decisión; pero antes escribió una co-municación para Alcázar insinuándole se replegara sobre Concep-ción, pasando por Nacimiento al otro lado del Bío-Bío, donde no ha-bía enemigos, o hacia Chillan por la ceja de la montaña, en cuyossenderos su tropa podría infundir respeto al enemigo.

Este parte fué enviado con un correo que se ofreció a llegar aLos Angeles en tres horas.

Freire, por su parte, convencido que por su reducido número(1) y por la escasez de sus recursos, la guarnición de Los Angelesno podría resistir un sitio regularmente sostenido, ordenó a Alcá-zar retirarse a Chillán (2). Freire daba estas orden en la ignoran-cia de lo ocurrido en Pangal, todavía, y en el convencimiento que lacaballería había conseguido reforzar a Alcázar.

(2) Barros Arana. "Historia de Chile". Tomo XIII., pág. 13.(1) Alcázar, Comandante en Jefe de toda la alta frontera, se hallaba, en

efecto, en una situación que podía considerarse desesperada. En Los Angeles notenía más fuerzas que el batallón de Cazadores de Coquimbo, con 330 hombres;cuarenta o cincuenta artilleros y cien o doscientos indios de Angol y Santa Fe,que servían de auxiliares. Estas fuerzas, incapaces de batirse con el ejército ene-migo, habrían podido, talvez, resistirle algunos días dentro de la plaza, mientrasles llegaran socorros.

(2) Don Claudio Gay en su "Historia Política de Chile" (Tomo VI., pág.411) y Vicuña Mackenna en su "Guerra a Muerte" (pág. 165), dicen que nofué una orden de Freire la que recibió Alcázar, sino una fingida comunicaciónde aquel general, falsificada por Picó. Esto no es verdad. Freire, el 30. IX.820, comunica al Director Supremo que, al saber los primeros contrastes ocu-rridos en la alta frontera, había despachado dos órdenes a Alcázar para evacuarLos Angeles y retirarse a Chillán. El Ministro Zenteno, en oficio de 28. XI.820., a San Martín, confirma este hecho. Esto, y lo aseverado por el Comandan-te Cruz, más tarde, en 1857, nos hace afirmar que lo del parte apócrifo es sóloficción.

* * *

TARPELLANCA 1217

Esta orden, pues, llegó a Los Angeles el 24 de setiembre.No voy a inventar los acontecimientos sucedidos en Tarpellan-

ca, y, como un aliciente a los lectores que quieran saborear una delas obras de (más emoción de Vicuña Mackenna, voy a limitarme atranscribir aquí lo que el brillante escritor dice al respecto. Seríameimposible acercarme siquiera al colorido trágico que él da a estaacción, y como estimo que ello acicateará el deseo de los lectores atal autor, lo hago gustoso.

"En vista de una orden tan perentoria, —escribe VicuñaMackenna—, Alcázar que sólo sabía obedecer, resolvió abandonar in-mediatamente la fortaleza que había sostenido durante dos añoscon tan heroica constancia. Urgíale, además, a aquella resoluciónextrema la carencia absoluta de víveres y su escasez de municiones,de fusil y de cañón.

"Puso Alcázar en el acto en requisición el pueblo, y fuera deunos pocos caballos para los oficiales, no tuvo más elementos demovilidad que tres carretas para los enfermos del ejército y otrastres que quitó a un vecino llamado García, en las que depositótodo su parque.

"Notició en seguida su suerte al triste vecindario y le dejólibre de seguirle para correr con él la suerte de las armas oguardar el pueblo, exponiéndose al peligro inminente de una irrup-ción de bárbaros que le encontraría indefenso. Los más aceptaron elsalir, llegando el número de las infelices mujeres que tomaron tandesesperado arbitrio a no menos de quinientas.

"Hechos a toda prisa estos preparativos, salió Alcázar a lacabeza de su columna en la tarde del 25 de setiembre, y a la ma-ñana siguiente, tres días después del desastre del Pangal, llegabaa la orilla del Laja, por el vado de Tarpellanea, que es el másvecino a la confluencia de aquel con el Bío-Bío.

"Presentaba aquella marcha, que recuerda las inmigracionesdolorosas de la Biblia, un espectáculo imposible de describir. Ve-nían allí en medio de un puñado de soldados, trescientas fami-lias aterradas. Todos marchaban a pie, y los que habían podidoprocurarse un mal caballo cargaban en él, quien la madre ancia-na, quien al hijo que simbolizaba todas las esperanzas, todos losgoces de la vida. Cada cual salvaba lo que podía de sus pobres la-res porque demasiado sabían que no verían otra vez de aquellos,sino los escombros; y por esto, como las hijas de Lot, volvían a ca-da instante el rostro hacia el pueblo abandonado, esperando verlevantarse en el horizonte las columnas de humo que anunciaríansu ruina por la tea. Por todas partes no se veía sino semblantespálidos, pies desangrados, mujeres infelices que pedían socorro sinpoder valerse a sí mismas, niños que lloraban por su sustento quenadie podía procurarles. Hasta los desventurados enfermos (sol-dados, ciudadanos, mujeres) no habían consentido en quedarse, yeran arrastrados en cinco de las pequeñas carretas que usan en el


sur para los acarreos, sin contar con otro amparo que la cle-mencia divina. Las concubinas mismas de los indios auxiliares sehabían confundido en aquella lúgubre caravana, que huía del in-cendio para estrellarse con la muerte, ahogándose en el vado deun río o descuartizada por el filo de las lanzas. Sólo un rostrose veía del todo sereno, enjuto y terrible. Era el del septuajena-rio Alcázar, que no había sabido nunca tener miedo, ni abrigaren su férreo corazón otra lástima que la que inspira la vista de uncobarde. Felizmente, de ninguno de los que obedecían su voz en es-te terrible trance podía decirse aquel baldón. Uno hubo, pero nofué de los que pelearon y murieron a su lado...

"Engañado, pues, Alcázar por la astucia de Picó (1), o con-fundido por la vaguedad de las noticias que le llegaban en suabsoluto aislamiento, tomó el único camino que debía conducirlea una inevitable perdición, porque le llevaría a encontrarse defrente con un enemigo superior en número y arrogante con susvictorias.

"Por otra parte, aquella misma mañana se había incorpora-do a la división vencedora en el Pangal, que asechaba los pasos delLaja, pasando por el de Thana-Guillin, el mismo Benavides, aquien Picó hizo saludar con una salva disparada por los cañonescapturados, como si hubiera querido recordarle de esta suerte queaquellos trofeos no eran suyos, sino de su esforzado brazo. Habíasalido de su guarida el cobarde salteador cuando le llegó la nue-va, de que otros habían peleado y vencido por él, y no traía, porconsiguiente, sino una escolta de veinticinco tiradores y por únicocompañero a su compadre y amigo, el coronel de milicias don Fe-lipe Díaz de Lavandero.

"Encontrábase todavía el caudillo realista en medio de los;plácemes que tributaba a sus jefes y oficiales, ascendiendo allí mis-mo a Picó a coronel, cuando llegó a las nueve de la mañana la no-ticia de que Alcázar venía aproximándose al Laja por el paso deTarpellanca.

"Alegre con esta nueva que iba a proporcionar una segurapresa en que cebarse, Benavides mandó montar a caballo toda ladivisión, y a media rienda se dirigió a Tarpellanca. Allí se en-contraba ya Alcázar con su gente, o mejor dicho, con su pueblo.

"Es el paso del Tarpellanca uno de los más frecuentados delprofundo Laja porque una isleta, que lleva su mismo nombre, lodivide en dos brazos vadeables haciendo así menos peligrosa la co-rriente de las aguas. Cuando Benavides llegaba por la margenizquierda de aquel, ya Alcázar tenía salvada la mitad de la co-rriente y se encontraba con toda su comitiva en la isleta de Tar-pellanca.

(1) Remito a los lectores a una de las observaciones anteriores, referenteal presunto engaño producido a Alcázar.

TARPELLANCA 1219

"Benavides, o más propiamente Picó, pues aquel rara vez, sialgunas, se acercaba al fuego, tomó en el acto sus disposicionespara cerrarle el paso esparciendo su caballería en tiradores portoda la ribera, apostando los cañones tomados en el Pangal en lasaltas barrancas vecinas y aprontando por sí mismo una columna deinfantería para forzar el paso del río hasta, la isla, si era nece-sario.

"Alcázar, por su parte, se resolvió a quemar su último cartu-cho contra la hueste orgullosa del bandido. Cuando ya había pa-sado el río una parte de sus fuerzas, vino corriendo una mujer aanunciarle la proximidad de Benavides, y, en consecuencia, a pe-sar de la desventajosa posición rodeada de agua en todas direc-ciones que le ofrecía la isla, hizo volver los soldados formando encuadro el valeroso e infortunado batallón que tantas glorias ytantos infortunios llevaba cosechados en su corta carrera, y es-peró de pie firme al enemigo. Hemos dicho que Alcázar no teníacaballería, sino unos cuantos indios milicianos; pero colocó en losángulos sus cañones y parapetándose como mejor pudo con los equi-pajes de las fimalias que emigraban, hizo situarse a éstas en elcentro, echadas las mujeres y los niños en el suelo, para no pere-cer víctimas indefensas del combate.

"En esta disposición rompióse el fuego por el mismo Alcázar,cañoneándose ambas líneas a bala y metralla desde las 11 en pun-to de la mañana. Todos estaban en sus puestos. A la distancia lostiradores de Picó divisaban, sin embargo, un jinete que montadoen un brioso alazán repazaba el río como en dirección a Los An-geles y se perdía de vista entre los matorrales de la ribera. Eraaquel el Comandante del N. º 1 de Coquimbo que huía, acaso por-que se sentía indigno de mandar un puñado de héroes.

"Aquel combate fué terrible y duró trece horas (treinta y dosdice Torrente) sin intermisión. El mismo fugitivo a quien acabamosde nombrar fué escuchando el cañoneo hasta las ocho de la no-che, hora en que su pavor o la distancia lo hizo ya impercep-tible.

"Sus detalles tuvieron un sublime horror."Peleaban los soldados y las mujeres les mordían los cartu-

chos para que cargaran más a prisa. Todos los rostros respirabanun furor intenso, una angustia febril. Ya no se combatía por lapatria, sino por la vida y se defendía la bandera que simboliza-ba la gloria, junto con aquel último palmo de tierra donde seveía libre de la vergüenza y de la muerte la esposa, la hija de cadacual. En vano buscará la imaginación del poeta o la paleta delarte un episodio de nuestra guerra más lleno de terribles acciden-tes que el de Tarpellanca (1). Un pueblo entero asediado en una

(1) Considere el lector que ésto lo escribió Vicuña Mackenna en 1876, esdecir, antes de la guerra del Pacífico en que, como en La Concepción, no selibraron de la barbarie de indios, ni mujeres, ni niños...


isla por horda ávidas de muertes y pillaje; el río tinto de sangrearrastrando cadáveres en su corriente; los indios exhalando su ho-rrible "chivateo" a cada víctima que caía, a cada infeliz mujerque, arrebatada del cuadro, corrían a ocultar en el vecino bosque,a cada niño que degollaban delante de su madre; y en el fondo deaquel paisaje de la muerte, el humo de las chozas incendiadas quevenía marcando el itinerario de nuevos refuerzos que por instantesllegaban al bárbaro enemigo. Sólo Alcázar, ronco de gritar, pero se-reno y grave, se ostentaba imperturbable en medio de aquel cuadrode perfecto horror.

"Picó, por su parte, hacía prodigios por vencer aquella obs-tinada resistencia, ordenando jugar los cañones sobre el compactocuadró enemigo, cuyas filas diezmaba por minutos. En dos ocasio-nes logró también hacer pasar el pelotón de infantería que habíarecientemente organizado, y aquellos bravos, llegaban a cruzar susbayonetas con las de los soldados enemigos. Uno de aquellos lo-gró arrancar del cuadro mismo de los patriotas una joven angeli-cal que venía protegida por su padre. Quitole, sin embargo, aquelbotín, un valiente soldado llamado Manuel Vega, que mató a bayo-netasos a su contrario. "Era tan bien dirigido el fuego de parte delos soldados de Alcázar, dice un oficial del enemigo que allí peleó,que a pesar que tenía que resistir a más de dos mil seiscientos deellos, no fué posible romperlos en toda aquella tarde".

"Pero sobrevino la noche y hubo una forzosa pausa a la re-friega. Aquella pausa fué más terrible que el estrago mismo del com-bate. Esparcióse, en efecto, en el cuadro de los patriotas la nuevade que se habían agotado las municiones, y que al mismo tiempoinnumerables masas de indios se precipitaban de Los Angeles consus rostros tiznados por el incendio con que, a manera de demoniosdesencadenados, habían reducidos a cenizas el odiado pueblo. Eranen efecto las hordas del terrible Mañil, que salían de aquel, horasdespués que lo habían abandonado sus vecinos. Las pocas familiasque habían preferido quedarse, con la esperanza de un pronto soco-rro, apenas habían tenido tiempo para correr a los bosques dondepermanecieron considerable tiempo alimentándose con pangue, di-hueñes y otras raíces salvajes.

"Aquellas dos circunstancias, a cual más terrible, llevó el es-panto a muchos pechos, no así al de Alcázar. El era un viejo sol-dado y hacía muchos años que llevaba la muerte a la grupa delcaballo para que esta vez le pusiese miedo. Sabía con plena cer-tidumbre que ni Benavides le perdonaría la muerte de Juande Dios Seguel ni los indios llanistas la de su predilecto lenguarazPedro López, ahorcado en 1819 por su orden; y le era por tantopreferible morir peleando a morir a filo de cuchillo y por mano deasesinos. Por tanto éste fué el partido que resueltamente adoptó.

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"Pero lo que no obtuvo ni el rigor ni las balas, consiguiólo delintrépido corazón de aquel guerrero una magnánima compasión.Hiciéronle presente que si capitulaba se salvarían al menos las mu-jeres y los niños, mientras que si la resistencia hubiese de prolon-garse hasta la mañana siguiente, los indios no perdonarían ni unasola víctima. Consintió entonces, por la primera vez en su vida, enbatir sus colores delante de un afortunador salteador, y entregarsu espada como a un valiente al mismo asesino que había de ma-tarle. El generoso Ruiz había sido el más empeñado en disuadir aAlcázar de su plan de abrirse paso sobre los cuerpos del enemigo,a fin de salvar al pueblo que le seguía que era el de su propiacuna, el de su propio corazón (1).

"A las doce de la noche pasó en consecuencia del campo ene-migo, donde ya era conocido por un pasado (el realista don JoséAntonio Pando) el agotamiento de las municiones, en calidad deparlamentario el coronel Lavandero y se ajustó una capitulación envirtud de la cual se respetarían las vidas quedando los paisanos librescon sus familias y equipajes y prisioneros de guerra los militares (2).

"Benavides firmaba con su aleve mano aquel convenio a lasdos de la mañana, ocultando así en las tinieblas de la noche y en lasde su propia alma depravada sus horribles designios. Más, apenasapareció la luz del día, soltó el tigre su jauría de fieras, pues noeran otra cosa los indios de Mañil y los niños, los enfermos, las es-posas y las hijas de los rendidos fueron el blanco el que vinierona ensangrentar sus lanzas o a saciar, a la vista de todos y de Dios,su infernal lascivia.

"Perecieron allí hasta las mujeres mismas de su raza, y de lascarretas en que venían los enfermos hicieron aquellos bárbaros sinentrañas objeto de pasatiempo ensartando por las puertas los cuer-pos postrados de los infelices que en ellas venían y en ellas pere-cieron.

(1) Otros autores aseguran que Ruiz resistió cuanto pudo, que se celebrasecualquiera capitulación, sosteniendo con profundo convencimiento que ella se-ría violada por el enemigo; que propuso abrirse paso a filo de espada por sobrelas tropas de éste, y que Alcázar rechazó ese plan, no por el peligro que envol-vía su realización, sino porque previó la segura inmolación de !a numerosa tur-ba de gente, de hombres, de mujeres y de niños, que acompañaba a sus tropas.

(2) Aldea,, en " l a inocencia vindicada", pág. 14, refiere que Lavanderodeclaró: Supe de buen origen, que el General Alcázar ofreció entregarse bajolas condiciones siguientes: que a él se le daría pasaporte para Santiago, permi-tiéndole traer su equipaje; que sus oficiales quedarían prisioneros de guerra;que los soldados serían agregados a las filas de Benavides; y que a las familiasy a los indios que venían al amparo de las armas patriotas, se les otorgarían susvidas y se respetarían sus intereses, todo lo cual prometió Benavides respetarreligiosamente. Vicuña Mackenna expresa que, seguramente no eran estos lostérminos literales; pero era su espíritu.


"Tal es la manera como "el ilustre Benavides", según el apo-do de Torrente, cumplía los preceptos más sagrados de la guerradesde que había asesinado al parlamentario Torres en Santa Jua-na (1).

"Y todavía nos queda lo más horrendo de aquel crimen porcontar.

"En la misma mañana en que Alcázar y sus subalternos ha-bían entregado sus espadas a Benavides, fueron conducidos fuerte-mente escoltados a San Cristóbal, en dirección a Yumbel, y allí dur-mieron esa noche, la última de su vida, bajo el techo de aquelloshermanos Seguel, cuyas sombras debían aparecerse a cada instantea los que les habían vencido en el sitio vecino de Curamilahue,hacía en esas horas un año cabal. Encontrábanse también en aquelparaje las feroces indiadas de Mañil dominadas por su lenguarazTiburcio Sanchez, que andaba buscando venganza a los manes desu amigo y camarada Pedro López a quien Alcázar "se había dadoel gusto de ahorcar", en la plaza de Los Angeles, en diciembre de1819. ¡ Terribles pasiones humanas! ¡ Cuando el mar se agita y re-vienta en espumas sobre los vientos, apenas da una idea de esos hu-racanes sordos que aquellas levantan en el alma del mortal! ¡ Alderredor de la casa de los Seguel vagaban aquella noche los fan-tasmas vengadores de todas las víctimas conspicuas de la guerraa muerte!

"El mismo Benavides tenía ya muy de antemano resuelto sudestino, y si había acallado por algunas horas las furias de lamuerte que se revoleaban en el fango de su alma, había sido sóloporque a veces su astucia era superior a su crueldad. El quería ase-gurarse la posesión del batallón prisionero, y hasta no cerciorarsede su adhesión, el tigre andaba vestido con el disfraz del zorro.

"Seguro ya en la mañana del 28 de que podía disponer deaquellos infelices soldados que compraban su vida llorando sobresu bandera, sin necesidad de ocurrir a algún ardid en que fueranparte sus jefes, resolvió matarlos en el acto para mejor afianzar elánimo de aquellos en su resolución de seguirle.

"Pocos y contradictorios detalles nos han quedado de aquellacarnicería aleve y escondida que no tiene paralelo en nuestra his-toria sino con el asesinato en masa de los prisioneros de San Luis

(1) Es de advertir que los términos del convenio no son conocidos, porquesi se levantó un acta de la capitulación, ella debió ser destruida por Benavidespara ocultar una criminal perfidia. Sólo testimonio de contemporáneos y testigos,han permitido recordarlas irregularmente.

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(1). Pero sábese que los prisioneros fueron notificados muy demadrugada que iban a salir para Yumbel. Entregáronlos en con-secuencia a una escolta rodeada ésta a su vez por turbas de indios,y emprendieron la jornada; más al doblar una puntilla de cerrodonde había unas lagunas, a pocas cuadras de las casas de Seguel,el jefe de la escolta hizo entrar a sus víctimas a un rancho, (otrosdicen bosquecillo), que allí había y ordenó a sus secuaces que losmataran a sable y lanza, ultimando a bala a los que no murierancon la prisa acostumbrada en tales casos. Así perecieron con aque-lla muerte ingloriosa y lastimera, víctima de su denuedo y de sufidelidad a la patria, los oficiales Aros, Flores, Reyes, Gómez, Da-rac, los dos Ríos, Caballero, Orrego, Melo, Villanueva, Figueroa,Cantuarias, Benavides, Uribe, Romero y Ramírez, todos oficialesdel N. 9 1 de Coquimbo, desde abanderado a Mayor, no quedandovivo sino su capellán, el agustino Castro, a quien la ferocidad de-vota de Benavides concedió aquella inmunidad (2).

"El único episodio comprobado que la tradición conserva deaquel horrible sacrificio es el de la viril desesperación del Ca-pitán Aros, que al conocer la intención de sus verdugos sacó uncorta-plumas y desgarrando sus galones y su gorra, los arrojó alrostro de aquellos, y en seguida, atravesándose aquella arma en elcuello, expiró exclamando que prefería esa muerte a la de sus vi-les manos.

"Entre tanto, el mariscal Alcázar y su fiel amigo el gober-nador Ruiz habían tenido una muerte mucho más horrible. En losmomentos en que apartaban del camino el pelotón de oficiales delN. º 1, innumerables bandas de indios llanistas azuzados por su

(1) Se refiere Vicuña Mackenna al triste episodio de San Luis de la Punta,donde fueron enviados, a raíz de Maipo, los más notables de entre los prisio-neros españoles. En febrero de 1819, y en medio de una tenebrosa intriga enque intervino el famoso Monteagudo, perecieron allí el general Ordóñez, se-gundo de Osorio; Primo de Rivera, jefe de su Estado Mayor; el coronel Morga,el capitán Carretero y muchos más, hasta completar cuarenta, casi todos ajusti-ciados en forma sumaria.

Sin embargo, el autor olvida, al parecer, la matanza que la historia ha re-cogido denominándola '' la San Bartolomé de los patriotas' '.

(2) Los oficiales del batallón Coquimbo, sacrificados de esta manera fue-ron: los capitanes don Rudecindo Flores (M), don José Silvestre Aros (M),don Mariano Reides (no Beyes) (M), don José Miguel Gómez y ayudante donJosé Tomás Uribe (M); tenientes don Francisco Darac (M), don Santiago ydon Manuel Ríos y Canto (M), don Juan José Caballero (M), don DomingoOrrego, don Angel Melo, don Nicolás Benavides; subtenientes don Pablo Vi-llanueva, don Pascual Ríos, don Juan José Figueroa y don Pascual Cantuarias;abanderados don Fernando Romero y don José D. Ramírez. Los que llevan una(M), servían desde 1817, y eran vencedores en Maipo; los demás eran incor-porados al cuerpo posteriormente.


implacable rencor y la voz del lenguaraz Sánchez, que venía acau-dillándolos, se lanzaron sobre aquellos ancianos inermes (1) a to-do el correr de sus caballos, y ensartándolos en cien lanzas a lavez esparcieron por el aire sus ensangrentados miembros en mediode la algazara infernal que los bárbaros acostumbran en sus inmo-laciones. Dijeron algunos que habían sacado el corazón al mariscalcuando aún estaba vivo y que lo enviaron a sus reducciones paraque sus aliados fueran empapando en él la flecha de la guerra.¡ Tal era su bárbaro regocijo por el fin del hombre que tantohabían temido!

"Pero si de esta horrible crueldad no hay constancia positi-va, sábese con certeza el descuartizamiento del esforzado Ruiz, "acuyo comandante, —dice un testigo irrecusable—, le cortaron unbrazo después de alanceado por mano del indio llamarse Antinaoque era compadre del finado comandante, no recuerdo en qué año,mes ni día fué, pero todo esto presencié".

"Murió con aquella muerte despiadada, que hace recordarla hora postrera de Valdivia y Caupolicán (empalado por el cruelReinoso) aquel soldado de la República que había pasado sesentaaños de su vida sobre el lomo del caballo, sirviendo a su patriacon una abnegación igual a su bravura. Anciano, pobre, achacoso,no tenía sino su vida que tributarle, y ésta la rindió magnánimo,habiendo antes desplegado el tricolor que había sostenido vigorosodurante dos años en las murallas de Los Angeles, no por abati-miento de ánimo delante de la muerte, sino obedeciendo la voz dela humanidad, sacrificándose voluntariamente por su pueblo. Si elmariscal Alcázar hubiera venido sólo con soldados, y no con an-cianos y mujeres, era seguro que la isla de Tarpellanca habríasido su tumba y la del último de aquellos. Tal era al menos elconcepto que de su denodado espíritu tuvieron sus contemporá-neos al dedicarle el primer ensayo pedido a las artes para la Re-pública, esculpiendo su busto en la fuente de mármol que adornala plaza de armas de nuestra capital".

Hasta aquí seguimos a Vicuña Mackenna en su colorida narra-ción; terminaremos con datos recopilados.

La obra de Benavides, en aquel día, no paró allí. Cuenta elComandante de milicias Díaz de Lavandero, que "en el mismodía hizo juntar todos los paisanos que tenían algún compromiso,y allí, cerca de la casa en que estaba alojado, los hizo desaparacer.Esto lo estuve yo presenciando, añade el impávido narrador, sen-tado sobre mi montura, aunque no vi, ni supe que los habían reu-nido para este efecto".

(1) El Sargento Mayor don Gaspar Ruiz, acompañaba a Alcázar, en Dra-gones, desde el año 1778. Era natural de Nacimiento.

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Benavides, por su parte, en oficio enviado al virrey del Perú,escrito en Concepción el 12 de noviembre de 1820, le dice al respec-to: "Me ví precisado a mandar pasar por las armas dichos ofi-ciales, por no tener un punto en que asegurarlos, y hallarse a lavista de su propia tropa, de quien temía con fundamento una su-blevación que trastornase mis proyectos estando todavía en un mo-vimiento continuo para atacar las partidas enemigas que se ibanreuniendo en varios puntos; agregándose a todas estas circunstan-cias el que entre los oficiales prisioneros se hallaban los corone-les Andrés Alcázar y Gaspar Ruiz, quienes habían sido capitanespor el rey, y habían tomado partido por los enemigos, y eran losprincipales revolucionarios de la provincia".

Benavides agrega aún dos razones más para atenuar y justi-ficar su conducta en Tarpellanca: las exigencias de los indios au-xiliares que pedían la cabeza de los dos jefes y la necesidad de res-ponder con actos violentos a la declaración de guerra a muertehecha por el enemigo (1).

"Aquel desalmado, —dice Barros Arana—, que dirigía esasempresas de horrores y de devastación, que en ningún caso podíanllevar al triunfo efectivo de las armas del rey; que había inicia-do la lucha matando a un parlamentario y a los que lo acompa-ñaban, y que ahora violaba una capitulación decretando nuevas ymás horribles matanzas, no tiene justificación posible, como no latienen los hombres perversos que le servían de consejeros".

Así epilogó la jornada sangrienta de Tarpellanca, cuyas con-secuencias fueron, naturalmente, una nueva prolongación de la en-conada lucha en el Sur.

Freire tuvo la intención de lanzarse con todas sus fuerzas aluchar contra Benavides que, a su vez, después de Tarpellanca, sedirige a Concepción. Freire, en su camino, recibe la noticia del de-sastre de Alcázar, por el fugitivo comandante Thompson que lle-gaba de Tarpellanca, en donde declaró que "lo habían cortado" enlos momentos en que comenzaba el combate. "Venía aquel desgra-ciado oficial tan embargado por el pánico, —anota Vicuña Macke-nna—, que preguntó al mismo Freire por la suerte de sus ofi-ciales, hecho afrentoso para un jefe, que provocó la indignacióndel pundonoroso general al punto de hacerle remachar allí mismouna barra de grillos remitiéndole preso a Talcahuano". Ordenó,además, someterle a juicio.

Considerando estas noticias. Freire, decide retirarse a Talca-huano, puerto en el que se encerró, con gran emigración de Con-cepción, el 3 de octubre.

(1) " L a guerra que me tienen hecha, decía Benavides al virrey, es sincuartel, como se ha visto con los soldados y oficiales que hacen prisioneros, queen el momento los fusilan, cuando no los matan a sable''.


Por su parte las primeras tropas de Benavides, siempre almando de Picó, empezaron a entrar en Concepción el 2 de octubrede 1820.

El balance de las operaciones, para los realistas, no podía sermás halagüeño. En el corto espacio de quince días habían comba-tido seriamente tres veces y las tres le habían sido favorables.Mantenía en su poder las dos grandes arterias de aquella guerrade movimiento: la Montaña y el Bío-Bío; todas las plazas fuertesde ambas fronteras y un lado u otro del río, estaban en su mano.Había quitado la vida a los más temibles de sus enemigos en laalta frontera y, no contento con eso, podía vanagloriarse de te-ner prisioneras o alistadas bajo sus banderas las mismas tropas quehabían sido enviadas para combatirle. Los pueblos que habían osa-do resistirle eran ya escombros, como Los Angeles, o estaban ba-ñados en sangre, como Yumbel. La Araucanía se levantaba enteraa su favor y mientras conservaba semi abierto el camino al centrode la República, por la asustada Chillán, obligaba a encerrarse enTalcahuano a los últimos defensores de la ya agonizante provin-cia de Concepción.

Sin embargo, aquello no debía terminar así, no era posibleconceder que la justicia inclinara su balanza hacia la infamia; yello no sucedió; pero, es historia que puede ser otra vez recordada.

Y ahora, como en los cuentos de hadas, quiero adelantar dospalabras sobre el fin que tuvieron algunos de los personajes de estahistoria.

De Vicente Benavides habría para contar varios libros de suscontinuas perfidias; pero nos concretaremos a consignar que, tra-tando de fugarse al Perú, fué traicionado y vendido (¡le corres-pondía!) y, entonces optó por declararse en viaje "voluntario",según lo expresa en el siguiente documento histórico:

"Excelentísimo señor: Teniendo comunicación con el señorgobernador intendente de la provincia de Concepción don JoaquínPrieto y tratado del modo de la pacificación de la tierra cuyos ser-vicios me obligaba desde luego a hacer muy gustoso en favor de lasagrada causa de América (¡él que era capaz de traicionarse a símismo!), y habiéndome anunciado dicho señor en su última nota,de que en aquella fecha, ponía todas mis propuestas en la supremanoticia de V. E. y de que no dudaba mereciesen la superior apro-bación de V. E., me precipité a venirme, porque no fuesen entera-mente descubiertas mis ideas por aquellos enemigos, embarcándo-me, y conduciéndome para esta costa un práctico a tratar con V. E.este negocio que ya me parece logrado, y también Chiloé, sin aven-turar un hombre. Este es el objeto de mi venida (¡), y no ningúnotro, y espero que la justificada integridad de V. E. que despre-ciando su acostumbrada benevolencia mis yerros pasados, y mi-rando al bien general, se sirva dispensarme un rato de audiencia,asegurándole por lo más sagrado (¡), mi buen proceder y tranqui-lidad de aquellos territorios.

TARPELLANCA 1227

"Yo en el momento de haber saltado en tierra me presentéal amo de la hacienda don Ramón Fuenzalida, y a don FranciscoHidalgo, a quienes hice entrega de la embarcación, y de todo; y lespedí un mozo para que acompañase a don Nicolás Artigas, sujetosabedor de este asunto desde un principio, hasta esta capital adisposición de V. E. quien debía conducir un pliego a la mayorbrevedad, lo que no pudo efectuarse por haber llegado a la sazónel diputado don José A. Lisboa, acompañado del sargento mayordon José María Argomedo, a aprehenderme, que lo verificaron sinel menor embarazo ni resistencia de nuestra parte.

"Dios guarde a V. E. muchos años, Rosario, 4 de febrero de1822. —Excelentísimo señor. —Vicente Benavides. —Excelentísimoseñor supremo Director del Estado de Chile don Bernardo deO'Higgins".

Una vez preso Benavides, hizo su entrada en Santiago el 13de febrero, con gran pompa. ¡ Es claro, era todo un personaje ! Sele hizo vestir uniforme de coronel español (cual era su grado), en-contrado en su equipaje; a guisa de bandolera se le colocó una tirade papel, lo montaron en un asno desorejado y en su sombrero defelpa mostraba un letrero que decía: "YO SOY EL TRAIDOR EINFAME BENAVIDES, DESNATURALIZADO AMERICANO".

Su paseo hasta la cárcel fué triunfal; pero, sin incidentes. Elpueblo era más humano que aquel monstruo. Sólo la madre delabanderado Hornero, inmolado en, Tarpellanca, no fué capaz de re-sistir su indignación y arrancando el arma a un soldado de la cus-todia, intentó precipitarse sobre Benavides llamándole asesino desu hijo.

Durante el corto proceso a que se le sometió, continuó su eter-na vida hipócrita y se dedicó a culpar de sus excesos ora al rey deEspaña, al virrey del Perú, a algunos de sus compañeros, etc., ter-minando por hacer alarde de un odio exacerbado contra los "godoso españoles, —según expresó—, cuyas maldades había conocido decerca, aunque tarde". Su último acto oficial, fué, pues, una nuevaapostasía.

Para abreviar diremos que su proceso corto y rápido, dió lasentencia de muerte; el Director Supremo la confirmó el 21 de fe-brero y el 23, a las once de la mañana, fué llevado a la horca."Cuando Benavides se presentó, pues, —dice Vicuña Mackenna—,en la mañana del 23 de febrero de 1822 al pie de la horca, eri-gida sobre una alta plataforma delante del vestíbulo de la cárcel(que, como sabemos, estaba en aquel tiempo frente a la Plaza deArmas), no era ya un soldado que llevara en su frente erguida elreflejo de sus victorias, no era un caudillo a quien sostuviera la fede una creencia, no era un mártir siquiera que iba a sellar con susangre la última página de una leyenda de dolor, era simplementeel criollo devoto de Quirihue que encomendaba su alma a la virgen desu culto. Por esto cuando le arrastró una mula en un cerón que lle-vaba atado a la cola, sólo se le escuchaba que iba profiriendo, en me-


dio del inmenso pueblo que asistía en silencio a su castigo, impreca-ciones a lo alto, repitiendo de momento en momento estas palabrasde suprema angustia: ¡ madre mía de Mercedes! ¡ madre mía de Mer-cedes! Y aquellos fueron los últimos ecos que se oyeron de la víc-tima cuando colocada sobre el aparato fúnebre, el verdugo empujóla tabla fatal, y balanceóse su pesado cuerpo en el espacio con lasconvulsiones horribles de la postrer agonía!... "

Los miembros de Benavides (cabeza, brazos y piernas), colo-cados en escarpias en las cercanías de Concepción, Chillán y otrospueblos, recordaron por largo tiempo aquel acto de tremenda jus-ticia. Un año más tarde, en febrero de 1823, al naturalista francésLesson vió la cabeza de Benavides encerrada en una jaula de fie-rro, y colocada arriba de un poste. ¡ Así se hacía justicia en aquelentonces... !

Respecto a Picó, los lectores habrán leído más de un vez, en dife-rentes términos, con ribetes históricos y de leyenda, que al fin y alcabo nada tienen que envidiarse unos a otros, la aventura final deeste caudillo español. Que la habrán leído no me cabe la menor du-da; pero que la mayor parte no le ha dado importancia o sólo lesha servido de pasatiempo, tampoco. Sin embargo, la hazaña de Co-ronado, el Teniente don Lorenzo Coronado, mancebo de pocos añosy de frágil estatura; de débil apariencia y de corazón de león, escomo para servir de ejemplo a cualquiera. Alguna vez daremos aconocer este héroe, en "Héroes anónimos", aun cuando, repetimos,no es anónimo; pero, por si acaso...

Picó, pues, murió degollado a manos de este patriota, en lealcombate, ya que para eso se ofreció Coronado, el día 29 de octubrede 1824. No podía ser menos; aquel español sabía también ser valien-t e . . . Casi tres años prolongó la resistencia de España en territo-rios de Chile, y ya es mucho decir. Fué esta decapitación la muer-te definitiva de la "guerra a muerte", que comenzaron en SantaJuana por el banquete que Benavides diera en 1819 al desgra-ciado parlamentario Torres, antes de mandarlo degollar!

"Desde aquel día, —dice uno de los propios soldados que ha-bía militado a sus órdenes—, ya empezaron los indios a tranquili-zarse por la muerte de este jefe".

Era, pues, necesario que don Juan Manuel de Picó muriese enel campo de Bureo, para terminar lucha tan sangrienta.

¿ Y Thompson? No he resistido el deseo de meterlo en este fi-nal. El 14 de octubre de 1820 arribaba a Valparaíso el bergantín"San Pedro" en él venía, desde Talcahuano, y enviado por Freire,y en calidad de preso, el Comandante don Isaac Thompson, paraque se le siguiera en Santiago la causa a que se le había sometidoen el sur. Absuelto poco después de toda culpa, Thompson, pasó aservir el cargo de Ayudante de la Comandancia de Armas de San-tiago.

—¡ Cuánto tiempo hace de esto, ya . . . !

Rasplata. —Julio de 1933.

Hechos de importancia que sucedieron hoy

1. » de Setiembre

1535. —Don Pedro de Mendoza, distingida persona, designado parala Gobernación de Chile, fallece durante la navegaciónen su viaje de España a América.

1727. —Nace en Santiago don Mateo Toro y Zambrano.1832. —Portales decreta que es obligatoria la asistencia de los fun-

cionarios públicos a ciertas solemnidades religiosas.1880. —Se dicta una ley que concede medallas a los jefes, oficia-

les y tropa del Ejército y Armada, que se hubieren en-contrado en algunas de las acciones de guerra, desde laocupación de Antofagasta hasta la toma de Arica.

1892. —Se crea el Consejo Superior y el Instituto de Higiene.

2 de Setiembre

1607. —Por la Real Cédula se concede autorización al esforzado con-quistador y varias veces Gobernador, don Alonso GarcíaRamón, para que designe a la persona que tuviere a bien,para que después de su muerte lo reemplace en su cargo.

1813. —Sufren un desastre las armas patriotas en Huilquilemo,donde es apresada la familia de O'Higgins y Carrera, enlas puertas de Santiago para hacer causa común contrala invasión de Osorio.

1826. —Se concede grados a los que sofocaron la sublevación mi-litar de San Carlos de Chiloé.

1843. —Se ordena que los miembros de la Universidad de Chile lle-ven uniforme, y se determina su forma y color.

M. del E. 8.


3 de Setiembre

1544.—Oficialmente don Pedro de Valdivia le asigna a Valparaísoel nombre de Puerto de Santiago.

1811.—Motín revolucionario en Santiago, encabezado por Carre-ra, que lo coloca a la cabeza de una Junta de Gobierno.

1863.—Solemne inauguración del ferrocarril de Santiago a Val-paraíso.

4 de Setiembre

1543.—Fundación de la ciudad de Valparaíso.1814.—Don Juan José Carrera, entonces Mayor de Ejército, se

toma el Cuartel de Artillería y con sus granaderos rodeael Congreso.

1814.—O'Higg.ns y Carrera que ante la invasión de Osorio se ha-bían reconciliado, se muestran abrazados ante el pueblo deSantiago que los ovaciona.

1821.—Don José M. Carrera es públicamente fusilado en la plazade Mendoza.

1880.—Sale de Arica una expedición chilena al mando del Almi-rante Lynch.

1891.—Se disuelve el Ejército de Balmaceda.

5 de Setiembre

1811.—Se instala la Junta Provisional Gubernativa separatista deConcepción.

1814.—Solemne declaración hecha por O'Higgins: "Ante seré sub-ordinado de Carrera que revolucionario".

1814.—O'Higgins marcha a ponerse al frente de las tropas que ha-bían rechazado a Osorio.

1872.—Díctase una ley que ordena hacer por cuenta del Estadouna edición de las obras de don Andrés Bello.

1876.—Fallece en Santiago, a los 81 años de edad, el eminenteservidor público, General y Almirante don Manuel Blan-co Encalada. Había nacido en Buenos Aires el 21 de abrilde 1790.

1900.—Se dicta la Ley N.º 1362 sobre Servicio Militar Obligatorioen la República.

]905.—Promúlgase la Ley de Reclutas y Reemplazos del ServicioMilitar Obligatorio.

6 de Setiembre

1817.—Se hace cargo del mando una Junta Directiva Delegada,compuesta de don Francisco A. Pérez, don José A. Astor-ga y don Luis A. de la Cruz.

HECHOS DE IMPORTANCIA. 1231

1549.—El conquistador Pedro de Valdivia pasa en los alrededoresde Santiago la primera revista militar en Chile.

1795.—Instalación del consulado en Santiago.1817.—Don Hilarión de la Quintana, que había quedado de Direc-

tor Supremo mientras O'Higgins guerreaba en Talcahua-no, resigna el mando por creer que no contaba con laopinión pública.

1817.—Estalla una revolución en Coquimbo.1824.—Por decreto de esta fecha se manda establecer en Santiago

una Bolsa Mercantil, "para dar fomento al comercio, másvitalidad a la circulación y mayor crédito a los fondospúblicos".

1842.—Se crea la Subdelegación N° 7 "Yungay", y se fijan sus lí-mites.

1851.—Estalla en La Serena un movimiento revolucionario, enca-minado a deponer al intendente Melgarejo, y colocar enese puesto a don Miguel Carrera, hijo del prócer.

1897.—Se crea un Instituto Técnico en Santiago, destinado a la en-señanza comercial y a la preparación para el desempeñode cargos públicos en aduanas y demás oficinas de Ha-cienda. Empezará a funcionar el l.º de marzo de 1898.

8 de Setiembre

1609.—Instalación solemne en Santiago de la Real Audiencia.1818.—Osorio con una parte de sus tropas, evacua el territorio de

la patria.1820.—Desembarca en Pisco el Ejército Libertador del Perú, al

mando del General San Martín.

9 de Setiembre

1826.—Renuncia el mando el Presidente de la República don Ma-nuel Blanco Encalada; entra a subrogarlo temporalmentedon Agustín Eyzaguirre.

1840.—Se dicta la ley sobre privilegios exclusivos.1851.—Muere en Santiago la valerosa dama patriótica doña Paula

Jaraquemada.1886.—Se crea la Academia de Guerra para proporcionar instruc-

ción técnica y científica superior, a los oficiales del Ejér-cito y para prepararlos para el servicio de Estado Ma-

1844.—El periódico "El Araucano" hace un análisis de la Histo-ria de Chile, por don Claudio Gay, cuyos primeros pliegosllegaron a Chile el 21 de agosto del mismo año.

7 de Setiembre


yor. El número de alumnos será de 15, repartidos equi-tativamente entre las diversas armas. Será un curso de tresaños.

1896.—Se establece en Santiago el servicio de Seroterapia, depen-diente del Consejo Superior de Higiene.

1896.—Se crea una Escuela de Reforma en Talcahuano.

10 de Setiembre

1544.—Pastenes descubre la Isla de la Mocha y le da el nombre deSan Nicolás de Tolentino.

1813.—Sale de Valparaíso, con rumbo al Perú, la escuadra nacio-nal, al mando de Lord Cochrane.

1826.—El Senado confirma en propiedad la Vicepresidencia de donAgustín Eyzaguirre.

11 de Setiembre

1541.—Ocho mil indios atacan a Santiago al amanecer de este día.Hacen huir a sus pobladores e incendian la población.Inés de Suárez hace degollar a siete caciques prisionerosy manda lanzar sus cabezas a las líneas indígenas, produ-ciendo el espanto entre ellos lo que permitió a los espa-ñoles perseguirlos y hacerles numerosos muertos. Valdi-via, que estaba ausente, regresa a Santiago y castiga a losrebeldes.

1829.—Muere en Bolivia el ilustre abate don Ignacio Molina.1833.—Se crea una Junta Económica para la provisión de los Cuer-

pos del Ejército.1840.—Derógase la ley que designa a Curicó como capital de la

provincia de Colchagua y faculta al Gobierno para de-signarla, el cual dispuso que fuera San Fernando.

1851.—Se abre en el Instituto Nacional una clase de Teneduríade Libros.

1866.—Se determinan los requisitos necesarios para obtener vali-dez de grados otorgados por universidades extranjeras.

12 de Setiembre

1810.—Gran movimiento patriótico en Santiago, precursor de pró-ximas gloriosas jornadas. Don Mateo Toro y Zambrano pre-

side una asamblea de notables patriotas.1817.—O'Higgins crea la primera condecoración chilena, la "Le-

gión de Mérito".1827.—Sale a luz en Valparaíso el primer número del diario "El

Mercurio", siendo su fundador y primer redactor, el Ge-neral don Ignacio Zenteno.


1844.—Asume interinamente el mando el Ministro del Interior, donRamón Luis Irarrázaval.

1879.—Se dicta una ley que concede honores, medallas y recom-pensas a los combatientes de Iquique el 21 de mayo de1879 y a sus deudos.

1902.—Llega a la boca grande del golfo de Arauco el acorazadoargentino "San Martín", que conducía a la delegaciónde dicho país, trayendo los pactos de mayo. Fué recibidoese buque por el nuestro "Ministro Zenteno".

13 de Setiembre

1816.—San Martín celebra un parlamento con los indios pehuen-ches para que le den facilidades para pasar a Chile.

1829.—Fallece el abate don Juan Ignacio Molina (según don Ra-món Briceño. Otros autores fijan al día 12 de setiembre).

1840.—Inaugúrase la navegación a motor en el Pacífico por losvapores "Chile" y "Perú".

1851.—Movimiento revolucionario en Concepción, que pretende co-locar en el poder al General Santa Cruz.

14 de Setiembre

1820.—El virrey del Peni, Pezueia, quiere entablar negociacionesde paz con San Martín y Cochrane.

1830.—Fundación del Museo Nacional de Santiago.1830.—Se contrata a don Claudio Gay para la ejecución de un viaje

científico en toda la República para estudiar la historianatural del país, en geografía, geología, estadística, etc.Durará tres años.

1857.—Inauguración de las obras del ferrocarril de Santiago a Val-paraíso.

1863.—El Presidente Pérez inaugura el Ferrocarril de Santiago aValparaíso.

1855.—Créase en Copiapó la Escuela Práctica de Minería.

15 de Setiembre

1541.—Los conquistadores llegan a Chile con García de Villalón,reciben los primeros socorros del Perú.

1817.—Por decreto de esta fecha se manda abolir todos los títulosde nobleza y quitar sus insignias. El 22 de marzo deeste mismo año se había dictado un decreto análogo.

1823.—Quedan abolidas perpetuamente las lidias de toros en elterritorio de la República, aún en los campos.


1837.—Zarpa de Valparaíso la expedición al Perú que mandabaBlanco Encalada, en 16 transportes comandados por Gar-cía del Postigo y 7 barcos de guerra mandados por el Ca-pitán de Fragata don Roberto Simpson.

16 de Setiembre

1813.—Combate de Quilacoya en que O'Higgins derrota a las fuer-zas españolas mandadas por Quintanilla.

1830.—El "Araucano" será periódico oficial y las disposiciones quepublique se tendrán como auténticas. Decreto firmado porOvalle y Portales.

1846.—-Ley sobre abuso de la libertad de imprenta y se deroganlas de 11 de diciembre de 1828 y de 27 de setiembrede 1830.

1860.—Inauguración del monumento a Portales, frente a la Mone-da en Santiago.

1861.—Inauguración del monumento al Abate Molina, frente a laUniversidad de Chile en Santiago.

1872.—Se inaugura una exposición de arte e industria en el edi-ficio del Mercado Central y bajo los auspicios del Inten-dente de Santiago, don Benjamín Vicuña Mackenna.

1875.—Solemne inauguración de la Exposición Internacional en elPalacio construido ad-hoc a las que concurrieron nume-rosas naciones europeas y americanas.

17 de Setiembre

1818.—El ejército realista evacua definitivamente el territorio na-cional.

1830.—Sale a luz el primer número de "E l Araucano"'.1833.—Se abre la Escuela de Medicina anexa al Hospital de San

Juan de Dios, en Santiago, siendo su primer director elprofesor doctor don Pedro Moran, que en 1823 había crea-do a su costa la primera Escuela de Medicina.

1843.—Se inaugura solemnemente la Universidad de Chile. El dis-curso estuvo a cargo de su primer Rector don AndrésBello.

1847.—Se crea la oficina de Estadística y se dictan las leyes parasu funcionamiento.

1847.—Publícase en "El Araucano" la nueva canción Nacional es-crita por don Eusebio Lillo, con música de Carnicer, conmotivo del Tratado de Paz con España y en substituciónde la antigua canción compuesta por don Bernardo deVera y Pintado.

1864.—Solemne inauguración del monumento a don José MiguelCarrera en la Alameda de Santiago.


1865.—Llega una escuadrilla española, comandada por Pareja,quien reta con un insolente ultimátum al Gobierno Na-cional.

1872.—Se dicta la ley sobre abuso de la libertad de imprenta.

18 de Setiembre

1544.—Descubrimiento de la bahía de Valdivia por las avanzadasde una expedición española al sur.

1624.— Muere en Santiago el gobernador Pedro Osores de Ulloa.1690.—La Real Audiencia de Santiago solicita del monarca algu-

nas medidas sobre la instrucción de los indígenas.1740.—Sale de Portmouth (Inglaterra) con destino a Chile una flo-

tilla al mando de don José Ausón.1797.—Solemne inauguración de la Academia de San Luis en San-

tiago, presidida por el ilustre educacionista don ManuelSalas.

1802.—Muñoz de Guzmán decreta la reapertura de la Academiade San Luis mandada clausurar por el rey de España.

1808.—El Consejo de Indias decreta que todos los españoles y co-lonos se levanten contra Napoleón el Usurpador.

1810.—Tiene lugar en Santiago una gran asamblea o coinicio pú-blico, en la casa del Consulado, al cual concurrieron to-das las autoridades y los más prestigiosos vecinos de San-tiago presididos por el Gobernador don Mateo de Toroy Zambrano, Conde de la Conquista. Se acordó allí constituiruna Junta Gubernativa que rigiera los destinos de Chile.Fue este acto, que se ha llamado revolucionario, la inicia-ción de nuestra Independencia Nacional.

1810.—La Junta de Gobierno de Buenos Aires manda a Santiagoel primer Embajador sudamericano, don Antonio AlvarezJonte, doctor en derecho recibido en Chile.

1816.—El inepto Marcó del Pont decreta el fusilamiento de losguerreros patriotas Rodríguez y Neira.

1838.—Brillante acción de Matucana, que abre a Lima a las glo-riosas huestes chilenas.

1842.—Se instala en Santiago la primera Caja de Ahorros.1844.—Se instala el Asilo del Salvador.1849.—Apertura e instalación de la primera Escuela de Artes y

Oficios, siendo su primer director el ingeniero francésdon Julio Jariez.

19 de Setiembre

1576.—Se funda en Santiago el monasterio de las Agustinas.1810.—La Real Audiencia reconoce oficialmente la Independencia

de Chile.


1845.—Se instala el Liceo de Valdivia. Su primer director fué elDr. don Ramón Elguero.

20 de Setiembre

1519.—Magallanes zarpa del Puerto de San Lucas en su viaje al-rededor del mundo con la expedición que descubrió el Es-trecho que lleva su nombre.

1814.—Brillante acción de O'Higgins en Eancagua, ocupando laheroica villa.

1819.—Con la aprobación del Senado se adopta la Canción Na-cional de Chile compuesta por don Bernardo de Vera yPintado, y se manda imprimir y repartir. Esta canciónfué substituida más tarde por la que compuso don En-sebio Lillo.

3822.—San Martín renuncia al cargo de Protector del Perú ante elprimer Congreso de esa Nación.

1843.—El Gobierno de Chile toma posesión oficial del Estrechode Magallanes!. (Algunos autores fijan el día 21 de se-tiembre) .

1851.—Fallece el ex-presidente de Chile, don Manuel Montt, a los71 años de edad.

1889.—Solemne apertura del primer Congreso Pedagógico, pre-sidido por el Ministro de Instrucción don Federico PugaBorne.

21 de Setiembre

1821.—El Ejército Libertador del Perú toma posesión de los Cas-tillos del Callao.

1843.—El Capitán graduado de Fragata don Juan Williams Rebo-lledo, toma posesión de los estrechos de Magallanes y susterritorios en nombre de Chile, enarbolando allí la ban-dera nacional. (Algunos autores fijan el 20 de setiem-bre).

1856.—Solemne inauguración del monumento a don Ramón Freiréen la Alameda de Santiago.

1880.—A consecuencia de una descomedida nota del Prefecto delCallao, contestando a otra del Comandante en Jefe de kEscuadra Chilena, en que intima la entrega de la "Unión"y "Rimac", se inicia el bombardeo de Chorrillos, Ancóny Chancay, sin otros resultados que un derroche de mu-niciones.

1885.—Se inaugura solemnemente en Copiapó el monumento de lasglorias de los atácameños en la Guerra del Pacífico.

1898.—Celébrase un tratado de arbitraje con la República Ar-gentina.


22 de Setiembre

1544.—Fundación de la ciudad de Valdivia.1820.—Acción de Pangal.1820.—O'Higgins decreta una transformación de la ciudad de San-

tiago.1820.—Se crea la Alameda de las Delicias en la avenida de la Ca-

ñada y se le denomina "Campo de la Libertad", y semanda abrir una subscripción para atender a los gastosque demande su creación.

1826.—Se nombra Rector del Instituto Nacional al Dr. don JuanFrancisco Meneses, en reemplazo de don Ambrosio Lozierque renunció al cargo y se dicta un nuevo reglamentopara el establecimiento.

1855.—El Congreso Nacional aprueba una Ley de Régimen In-terior.

23 de Setiembre

1628.—Doña Catalina de los Ríos, en artículo de muerte, hace ce-sión del valioso fundo "La Compañía", a los jesuítas.

1700.—Se funda en Chile un colegio para indígenas. Años despuésse clausuró y se reabrió en el año 1786.

1811.—O'Higgins crea la provincia de Coquimbo, se hace cargo desu puesto el primer Intendente don Tomás O'Higgins.

1819.—El Senado crea el segundo Escudo Nacional, comunmentellamado de transición.

1819.—Por un Senado consulto de esta fecha se fijó el antiguo Es-cudo de Armas de la República, el cual fué substituido porel que determinó la ley de 26 de junio de 1834, que es elque rige hasta hoy.

1877.—Se inaugura en Valparaíso una estatua de Cristóbal Colón.1890.—Se dicta una ley de ascensos para el Ejército presentada el

17 de junio de 1887, la cual estuvo en vigencia hasta elaño 1924.

24 de Setiembre

1700.—Fúndase en Chillan el primer colegio para indígenas.1811.—El Congreso Nacional decreta la abolición de los impues-

tos eclesiásticos.1819.—Por decreto de esta fecha se manda adoptar el Escudo de

Armas de la Patria que el Senado, en acuerdo del 23 delmismo mes y año, mandó crear.

1837.—Fondea en Arica la Escuadra que conducía a la expediciónde Blanco Encalada.


1878.—Es fusilado en Antofagasta el ciudadano chileno SantiagoPizarro por haber dado muerte en una riña a un soldadoboliviano.

25 de Setiembre

1513.—Vasco Núñez de Balboa descubre el mar que llamó "Mardel Sur" el cual fué Océano Pacífico por Hernando deMagallanes.

1536.—Almagro regresa al Perú, después de haber descubierto aChile.

1830.—Fundación de la ciudad de San Bernardo en honor deO 'Higgins.

1865.—Chile declara la guerra a España.1884.—El Congreso dicta una ley sobre garantías individuales.

26 de Setiembre

1814.—Contrariando sus planes bélicos, Osorio. recibe orden de em-barcarse inmediatamente para el Perú.

1820.—Heroica resistencia de 132 horas en Tarpellanca de la islade Laja por el General Alcázar.

1845.—Se ratifica el tratado celebrado el 24 de abril de 1844, porel cual España reconoce la Independencia de Chile.

1873.—Fallece en Londres don Guillermo Weelwright, instructorde la navegación a motor en Chile.

1875.—Los reformistas celebran un mitin en Santiago en que pro-claman el programa del partido Liberal.

27 de Setiembre

1817.—Freire derrota en Fubul (Arauco) una montonera realista.1819.—Lord Cochrane sale de Valparaíso para presentarse frente

al Callao y preparar la llegada de la Expedición Liber-tadora.

1820.—El feroz bandido Beriavides, al servicio de España, haee unahorrenda carnicería de patriotas en Tarpellanca.

1827.—Se crea en La Serena una casa de Moneda.1858.—Fallece en Copiapó el célebre escritor de costumbres chi-

lenas don José Joaquín Vallegos, que usaba el pseudóni-mo de "Jotabeche".

1873.—Se declara que la enseñanza religiosa no es obligatoria pa-ra ciertos alumnos.

28 de Setiembre

1864.—División política de las provincias meridionales.


1848.—Se concede permiso para abrir en Santiago el "Colegio delos Sagrados Corazones de los Padres Franceses".

1879.—Llega Riveros a Mejillones, pues había sido nombrado Co-mandante en Jefe de la Escuadra, y enarbola su insigniaen el "Blanco Encalada". El Comandante La torre es-taba embarcado en el "Cochrane".

1882.—Descubrimiento de los ricos minerales de Condoriaco.

29 de Setiembre

1606.—Los araucanos sorprenden y exterminan a 150 españoles de lafortaleza de Borón.

1873.—Se declara oficialmente que la enseñanza religiosa no es obli-gatoria para optar a grados universitarios.

1880.—Se organiza en Divisiones el Ejército de Operaciones, y seasigna sus dotaciones. Se organizan los servicios anexosal Ejército y los estados mayores.

30 de Setiembre

1755.—Se funda Linares.1797.—Inaugúrase en Santiago el célebre Palacio del Consulado

para transacciones comerciales.1812.—Oficialmente, y por primera vez, se iza en el Palacio de la

Moneda el pabellón nacional y se exhibe al público elescudo de guerra, saludados con una salva mayor.

1820.—El Gobierno Nacional declara a Valparaíso puerto libre pa-ra el comercio internacional.

1897.—Muere en Santiago el ilustre General don Manuel Baque-dano. El Gobierno decreta y se le tributan honores espe-ciales, y funerales por cuenta del Estado y se decreta lu-to oficial.

1.° de Octubre

1814.—A las 10 de la mañana las tropas realista que mandaba Oso-rio, y cuyo número se hace subir a 5,000, inician el ata-que de las trincheras que las tropas de O'Higgins habíanlevantado en Rancagua, y sitian la plaza de esta ciudadque es heroicamente defendida por O'Higgins. Al mediarel día se produjo una tregua, para recoger muertos y he-ridos. En la tarde se reinicia el combate desesperadamen-te por ambos lados. Hubo gran carnicería. O'Higgins piderefuerzos a Carrera.

1821.—O'Higgins decreta la fundación del Obispado de Santiago.1831.—Se promulga una ley que convoca una gran convención en-

cargada de reformar la Constitución de 1828.


1845.—Se organiza el Cuerpo de Ingenieros Civiles de la Eepúblicay se fijan los sueldos de su director y empleados.

1852.—Se inauguran los trabajos del ferrocarril de Valparaíso aSantiago, que quedaron terminados el 15 de setiembrede 1863.

1859.—Créase la Gobernación Marítima de Llanquihue.

2 de Octubre

1814.—Desastre de Rancagua. Después de combatir 16 horas O'Hig-gins y sus tropas salieron de dicha ciudad, a sangre y fue-go. Con este desastre se perdió la Independencia de Chi-le y vino la Reconquista Española.O'Higgins y gran parte de sus tropas emigran a la Argen-tina. Los refuerzos pedidos a Carrera no llegan, a pesarde haber sido prometidos. La conducta de Carrera ha si-do muy discutida y comentada. Carrera emigra tambiéna la Argentina. Con este desastre termina la Patria Vie-ja y se inicia la Reconquista.

1819.—El Gobierno felicita a don Bernardo de Vera y Pintado porel éxito que alcanzó en las festividades de setiembre, laCanción Nacional por él escrita.

1820.—Acción de Concepción.1829.—Movimiento revolucionario en Concepción, encabezado por

el General Joaquín Prieto.1834.—Por decreto de esta fecha se aprueba el reglamento de la

Biblioteca Pública, presentado por don Francisco GarcíaHuidobro.

3 de Octubre

1670.—Solemne inauguración de la Catedral de Santiago.1811.—Se dicta un reglamento sobre . lantación, cultivo y venta de

tabaco.1812.—Asume el mando una Junta gubernativa compuesta por

Carrera, José S. Portales y Pedro Prado Jaraquemada.1813.—Acción de Cauquenes.1818.—El Ministro Zenteno remite al Comandante Blanco Enca-

lada un pliego de instrucciones reservadas sobre su expe-dición con la escuadra de su mando.

1819.—La Escuadra Chilena notifica al virrey del Perú que va aatacar los buques y fortificaciones del Callao. El ataqueno tuvo consecuencias apreciables. Lord Cochrane regresaa Valparaíso.

HECHOS DE IMPORTANCIA 1241

4 de Octubre

1765.—Fundación de la ciudad de Rere.1811.—Carrera se hace cargo de la dirección del Ejército Pa-

triota.1811.—Se dicta el primer reglamento de Administración de Jus-

ticia, por el Senado Consulto de esta fecha.1834.—Se promulga la ley que restablece los seminarios en Chi-

le, de conformidad con el determinado por el Concilio Tri-dentino.

1837.—Es ajusticiado en Valparaíso el Coronel Vidaurre.1863.—Nace en Taranto (Italia) el ilustre sociólogo don Enrique

Piccione, que residió tantos años en Chile.

5 de Octubre

1550.—Se funda la ciudad de Concepción, por tercera vez. Valdiviacrea el cabildo de esa ciudad y reparte las tierras y los in-dios entre sus compañeros.

1810.—Pija la Junta Provincial de Gobierno sus horas de audienciaal público, sus funciones, ceremonial y atribuciones.

1814.—Entra en Santiago el Ejército realista que había vencido alpatriota en Rancagua. Osorio implanta el régimen de lamonarquía.

1817.—El General Carrera llega a Buenos Aires con una Escuadrapara libertar a Chile y es despojado de ella.

1820.—Brillante acción de Cochrane en Callao; se toma al aborda-je la "Esmeralda".

1830.—Muere en Santiago el benemérito ciudadano don José Gre-gorio Argomedo.

1856.—La Sociedad Royale de Antiquaires du Nord, de Copenha-gue, nombra a don Benjamín Vicuña Mackenna miembrosuyo.

1888.—Se establece en Santiago una Academia de Grabado.

6 de Octubre

1814.—Salen del territorio las primeras columnas patriotas, huyen-do de la invasión extranjera.

1879.—El Teniente Coronel don Belisario Villagrán da oportuno avi-so de la situación del "Huáscar", lo que valió para supróxima captura.

1842.—Se declara que el capitán General don José de San Martín,se le debe considerar durante toda su vida como en servi-cio activo y se le debe abonar su sueldo, aunque resida fue-ra del país.


1842.—Se establece la Academia Militar, debiendo formarla 40 cade-tes, cuyas plazas se suprimen en los cuerpos. Habrá en ellauna sección de cabos y sargentos.

1842.—Se rehabilitan en sus grados y empleos los generales, jefes yoficiales separados del servicio a consecuencia del Congre-so de Plenipotenciarios, de 9 de marzo y 15 de abril de1830.

1842.—Se dicta una ley que repone en el goce de su sueldo al Capi-tán General don Bernardo O ,Higgins.

1862.—Se celebra en Lebu un parlamento entre el Coronel don Cor-nelio Saavedra y los indios, en el cual les hizo saber que deorden del Gobierno procedería a la ocupación militar deLebu y a la delineación de la ciudad.

7 de Octubre

1557.—Brillante acción del indomable Caupolicán en Lagunillas,contra Hurtado de 'Mendoza y sus invasores.

1825.—Asume el Mando como Director Supremo don José SantiagoSánchez.

1825.—Se crea en Santiago el periódico titulado "El Redactor de laEducación'', primera publicación de esta especie y sale a luzen esta fecha.

1894.—Llegan a Chile los primeros instructores alemanes para elEjército.

1900.—El Gobierno acepta la invitación de los Estados Unidos, paraconcurrir a la Exposición Pan Americana de Buffalo, enmayo de 1901. Gran éxito de Chile.

8 de Octubre

1805.—El doctor Grajales inocula la vacuna por primera vez enChile.

1810.—Las provincias del norte reconocen solemnemente al Gobier-no central de la Patria, residente en Santiago.

1811.—Primer reglamento sobre franqueo de correspondencia y ser-vicio de correos.

1819.—Se declara libre la pesca en los ríos y mares.1832.—Se encarga a don Diego Portales de la organización de las

milicias de Valparaíso.1879.—Al amanecer de este día los buques peruanos "Huáscar" y

"Unión", que regresaban de una correría por el sur, se en-cuentran en las alturas de Mejillones con el "Blanco" y"Cochrane", blindados chilenos. La "Unión" huye al norte.El ¡Huáscar", muerto su Comandante y muy averiado, serinde a las 10.55 A. M., el poder marítimo del Perú quedadeshecho. El mar queda libre para que los chilenos puedanexpedicionar.


9 de Octubre

1811.—El Congreso Nacional decreta el primer censo en Chile.1811.—El Congreso determina enviar un Ministro Plenipontencia-

rio a Buenos Aires y elige para ello a don Francisco Anto-nio Pinto. Es éste el primer Ministro que envió Chile alextranjero.

1813.—Se hace cargo del Mando una Junta Gubernativa, compues-ta de Infante, Eyzaguirre y Cienfuegos.

1814.—Solemne recepción en Mendoza de los primeros proscriptosde Chile.

1818.—A medio día zarpa de Valparaíso en medio de la espectacióny júbilo de sus habitantes, la primera Escuadra nacional,al mando de Blanco Encalada, con rumbo a Talcahuano.Componían la Escuadra el navio "San Martín", la fraga-ta "Lautaro", la corbeta "Chacabuco" y el bergantín"Araucano". Las opiniones están muy repartidas respectoa la fecha de salida de la Escuadra, que el propio BlancoEncalada fija para el 10 de octubre, pero el AlmiranteUribe ha determinado en forma fehaciente, que la Escuadrazarpó el 9 de octubre.

1821.—Acción de las Vegas de Saldías.1821.—El Genera] Prieto derrota en Itata al montonero Benavides.1879.—El Ministro de Guerra en campaña, Sotomayor, telegrafía al

Gobierno, que estando el mar libre de enemigos, se proce-derá al embarque de los batallones "Atacama", "Coquim-bo" y "Lautaro"; para acelerar las operaciones posteriores.

10 de Octubre

1530.—Pedro de Valdivia y Francisco Martínez, celebran un con-trato con el Perú para expedicionar hacia Chile.

1747.—Ortiz de Rosas funda la ciudad de Curicó.1812.—Carrera destierra de Chile a don Juan Martínez de Rosas.1818.—Sale de Valparaíso la primera Escuadra Nacional, al mando

de Blanco Encalada, según el parte oficial respectivo; pero,en realidad salió el día 9.

1836.—Se autoriza al Presidente de la República para declarar laguerra al Perú si no da las satisfacciones del caso.

1845.—Díctase la ley orgánica general del Ejército que rigió hasta1891.

1895.—Llegan a Santiago 32 oficiales alemanes contratados al ser-vicio de Chile, para servir de instructores de los cuerposy establecimientos de instrucción del Ejército. La contra-tación la hizo el General Korner.


11 de Octubre

1717.—Fundación de Quillota.1743.—Se funda Melipilla con el nombre de San José de Logreño

de Melipilla.1810—Gran fiesta religiosa en la Catedral de Santiago, con asis-

tencia de la Junta, la Audiencia, el Cabildo, Ejército, Mi-licias y gran público, en acción de gracias por el mejor ré-gimen adoptado el 18 de septiembre.

1811.—El Gobierno patriota decreta la abolición de la esclavitud enChile.

1844.—Fíjanse los requisitos y condiciones para la admisión deGuardias Marinas en la Armada.

1883.—Se conceden cien mil pesos para establecer un museo perma-nente de Instrucción Primaria.

1898.—Fundación del Instituto Comercial de Santiago, primero ensu género en Chile.

12 de Octubre

1492.—A las dos de la mañana Cristóbal Colón descubre la Américadespués de una navegación de 33 días. La primera tierradescubierta fué la isla de Guanahani o San Salvador.

1814.—Acción de La Ladera de los Papeles; últimos combates delos defensores de la Patria Vieja.

1822.—Solemne recepción hecha en Valparaíso a San Martín, pro-cedente del Perú.

1825.—Se crea un Consejo consultivo del Gobierno, se le fijan díasde funcionamiento y se declara que es para facilitar la ex-pedición y acierto en los asuntos graves que ocurran.

1826.—Por ley de esta fecha se dispone la abolición del nombre deGobernadores Intendentes, y que se reemplace por el deIntendente de Provincia y se determinan las reglas para suelección.

13 de Octubre

1813.—Los realistas vuelven a la hacienda de Las Canteras, perte-neciente a O'Higgins, y la destruyen completamente.

1830.—Se crea en Santiago el cargo de Censor de Teatros, sin cuyaaprobación no se representará obra alguna.

1858.—Formidable incendio en Valparaíso en que, en menos de 7horas, se consumen 5 cuadras de edificios, en la parte máscentral del puerto. Más de 100 familias quedan en la indi-gencia. Las pérdidas se calculan en más de 4 millones depesos.

1875.—Se crean las provincias de Bío-Bío y Arauco y el Territoriode Colonización de Angol.


14 de Octubre

1791.—Inauguración de los trabajos del Palacio de la Moneda.1826.—Se manda suprimir la numeración de los cuerpos de Ejército

reemplazándola por los nombres de las batallas más me-morables.

1851.—Combate de Petorca entre revolucionarios del norte y tropasadictas al Presidente don Manuel Montt.

1851.—Los revolucionarios se apoderan de la plaza de San Felipe.

15 de Octubre

1785.—Nace en Santiago el padre de la patria don José Miguel Ca-rrera.

1811.—Bando que declara abolida la esclavitud aunque con ciertasrestricciones.

1840.—'Entran por primera vez a Valparaíso dos vapores de laCompañía Inglesa de Vapores: "Chile" y "Perú", losprimeros que trajo desde Inglaterra don Guillermo Weel-right.

1853.—El Gobierno de Chile toma a su cargo los diezmos eclesiásti-cos, y contrae la obligación de proveer a la Iglesia con susgastos.

1865.—Muere en Santiago el eminente sabio don Andrés Bello.Había nacido en Caracas el 29 de noviembre de 1781.

1875.—Se dicta la ley de Organización y Atribuciones de los Tri-bunales.

16 de Octubre

1768.—El rey de España decreta que Chiloé dependa directamen-te del virreynato del Perú.

1838.—Se declara la guerra al Perú.1846.—Díctase una ley que acuerda la adquisición de la biblioteca

de don Mariano Egaña, la que pasará a formar parte de laBiblioteca Nacional, en una sala especial con su nombre ycon catálogo separado.

1855.—Fallece en Lima el literato, jurisconsulto y escritor chilenodon Antonio García Reyes.

1891.—Suscítase una reyerta en Valparaíso entre marineros chi-lenos y yanquis del "Baltimore".

17 de Octubre

1813.—Brillante acción del Roble, muere en la lucha el patriotaMiguel Bravo, siendo los españoles arrollados por las hues-tes de O'Higgins y Freire.

M. del a. 9.


1813.—Tiene lugar la batalla del Roble, en la que O'Higgins con-quista fama de valiente y mereció que Carrera, en el par-te oficial, lo titulase "el primer soldado de la patria".

1819.—El Gobierno adopta la actual bandera nacional.1838.—El Gobierno concedió ascensos y un escudo de honor a los

vencedores de la acción de Matucana en el Perú, que tuvolugar el 18 de setiembre de ese año.

18 de Octubre

1831.—El Ministro Rengifo dicta sabias disposiciones sobre la ha-cienda pública.

1832.—Se libera de derechos de importación y exportación a los productos en bruto de pesca que se haga en buque nacional.

1881.—El Congreso aprueba una moción del diputado don Bernar-do O'Higgins, relativa a la separación de los cementeriosde los límites urbanos de una ciudad.

1866.—Fallece el General don Manuel Bulnes Prieto, ex-Presidentede Chile.

19 de Octubre

1667.—En una fiesta de caridad en Santiago, el veedor generalde la ciudad, atenta contra la vida del inepto gobernadorMeneses.

1829.—Asume el mando como Presidente de la República el Gene-ral don Francisco A. Prieto; primer magistrado que tomaeste título.

1832.—Se ordena establecer una escuela primaria en los pueblos de:Nacimiento, Colcura, San Pedro, Ránquil, Vega de Ita-ta, Tomé, Rinconada, Antuco y Peumo.

1879.—Se inicia en Antofagasta el embarque del Ejército Chilenoque debía expedicionar al Perú en busca del enemigo.

20 de Octubre

1824.—El Director Supremo dieta un decreto por el cual asigna die-tas a los miembros del Congreso Nacional.

1839.—Llega a Santiago el General don Manuel Bulnes, con el Ejér-cito Restaurador, que había obtenido grandes triunfos enel Perú. Es aclamado y vitoreado por el pueblo.

1842.—El Presidente don Manuel Bulnes, al mes de ocupar esteelevado cargo, concede amnistía general a todos los deste-rrados políticos.

1842.—Se pena el tráfico de esclavos.1865.—Vicuña Mackenna firma su testamento en Chincha Alta

(Perú).


1883.—Se firma en Lima el Tratado llamado de Ancón, que pusofin a la Guerra del Pacífico.

1898.—Díctase un nuevo reglamento general de Instrucción Pri-maria.

21 de Octubre

1520.—Hernando de Magallanes, portugués al servicio de España,descubre el Estrecho que lleva su nombre. Había salido deSan Lucas el 20 de setiembre de 1519, con una escuadri-lla de 5 naves, tripuladas por 250 hombres. Penetró alEstrecho el 1.º de noviembre y siguió viajando a las Fi-lipinas, donde murió el 27 de abril de 1521, en un com-bate con los indios de esas islas. (Algunos historiadoresdiscrepan sobre la fecha del desabrimiento y le asignael 1.º de noviembre de 1520), Magallanes le puso el nom-bre de Pacífico al Océano. En 1513, Vasco Núñez de Bal-boa le había puesto Mar del Sur.

22 de Octubre

1812.—Una comisión compuesta de un clérigo, un representantedel pueblo y un militar, el Coronel Vial, presentan al Go-bierno un proyecto de Constitución Provisoria.

1861.—Se creó la provincia de Llanquihue y se le da por capital aPuerto Montt, que recibe el título de ciudad, la que ha-bía sido fundada el 12 de febrero de 1853.

23 de Octubre

1813.—Brillante victoria de Trocayán, en la cual mueren heroica-mente tres jefes patriotas.

1818.—Se jura la Constitución Política del 10 de agosto.1818.—Promulgación y juramento de la primera Constitución del

Estado de la Patria Nueva.1835.—Se erige en departamento la provincia de Talca, en lugar de

Lontué y se le da por capital la Villa de Molina.1835.—Se determina, por ley de esta fecha, que la trasladación de

Chillán Viejo a Chillán Nuevo se considere de utilidadpública.

1838.—Se autoriza la transladación de la ciudad de Chillán a otropunto.

24 de Octubre

1812.—Celébrase en Concepción el primer parlamento entre chile-nos y araucanos; establécese que no hay invasores ni es-clavos; todos somos hermanos, hijos de una patria común.


1834.—Voraz incendio en Iquique; se consumen veintiséis man-zanas.

1834.—Se da el título de ciudad a la villa de Vallenar, que habíasido fundada en enero de 1789, por don Ambrosio O'Hig-

gins con el nombre de San Ambrosio de Vallenar.1842.—Muere en el Perú el Capitán General don Bernardo O'Hig-

gins, ilustre prócer y gran soldado de la patria, cuandose preparaba para volver del destierro a su patria.

25 de Octubre

1811.—La Junta Ejecutiva crea un Cuerpo de Policía.1826.—El valiente Borgoño es ascendido a General y destinado a

batir los realistas que infestaban las fronteras australes.1844.—Se concede por ley un auxilio pecuniario fiscal al Asilo del

Salvador, con la obligación de celebrar funciones religiosasen los aniversarios de Yungay, Chacabuco y Maipú.

1851.—Se inician los preliminares del motín que se realizó en Val-paraíso el 28 del mismo mes y año.

26 de Octubre

1833.- Se crea la Academia de Leyes y Práctica Forense, y se or-dena que nadie podrá recibirse de abogado sin haber si-do miembro de ella, y se determina que forme un cuer-po aparte e independiente.

1836.—Es habilitado el puerto de Chañaral.1849.—Se decreta la fundación de los "Anales de la Universidad

de Chile", destinados al cultivo de la ciencia, literaturase instrucción. Su primer director fué don Salvador San-fuentes.

1851.—El General Cruz con 3,000 hombres, llega a Chillán.

27 de Octubre

1812.—Asume el mando una Junta Gubernativa compuesta de Ca-rrera, José S. Portales y Pedro Prado Jaraquemada.

1812.—Se dieta, sanciona y jura la Constitución Política Provi-sional.

1823.—Se dicta una ley que autoriza al Poder Ejecutivo para pro-ceder a dividir el Estado en departamentos.

1842.—Créase la provincia de Valparaíso, se le asignan los depar-tamentos, Quillota y Casablanca, se fijan sus límites y sedetermina que la ciudad del Puerto del Valparaíso sea sucapital.

1852.—Se crea la Escuela de Sordosmudos en Santiago.


28 de Octubre

1818.—Una escuadra compuesta del "San Martín", "Lautaro" y"Chacabuco", al mande del Almirante Blanco Encala-da, apresan la fragata española "María Isabel" y 5 trans-portes más.

1851.—Movimiento revolucionario en Valparaíso contra el gobier-no de don Manuel Montt.

1879.—Queda el Ejército Chileno totalmente embarcado en Anto-fagasta y listo pana zarpar al norte. A nadie se había co-municado el punto dirección para evitar indiscreciones, yese mismo día zarpa el convoy que se componía de 14transportes con la escolta correspondiente de buques deguerra.

29 de Octubre

1594.—Muere en Madrid el autor de "La Araucana", don Alonsode Ercilla y Zúñiga. Había nacido en Madrid en 1532.

1811.—El Congreso Nacional dicta la primera ley sobre serviciomilitar.

1811.—Se publica un bando llamando al servicio militar a todoslos ciudadanos de 16 a 60 años y se les ordena reconocercuartel.

1812.—Ordénase dar facilidades para la elaboración y venta delsalitre.

1813.—Los realistas asaltan en el sur un convoy de víveres queestaban destinados a las fuerzas de O'Higgms.

1845.—La nación chilena concede a Lord Cochrane seis mil librasesterlinas como compensación de los servicios prestados ala República.

30 de Octubre

1732.—La Real Audiencia de Santiago solicite al rey de Españauna Casa de Moneda.

1813.—Sorpresa de Santa Rosa de Trancoyán.1822.—Se promulga la Constitución aprobada por la Convención

Nacional, de 23 de octubre del mismo año. Decreto deO'Higgins.

1829.—Asume el mando como Presidente interino don FranciscoRamón Vicuña.

1873.—Se ordena la fundación de un liceo de segunda clase enPuerto Montt y se nombra rector a don Simón Cordovez.


31 de Octubre

1812.—El Gobierno Patriota dicta un reglamento provisorio Cons-titucional del Estado.

1843.—Créase la provincia de Atacama y se le señalan sus límites.1843.—Por ley de esta fecha se le confiere el título de ciudad a

Copiapó.1860.—Muere en Londres el ilustre Almirante de la Marina de Chi-

le, Lord Tomás Cochrane, Conde de Dundonald. Habíanacido en Escocia, el 27 de diciembre de 1775. (Este da-to es del diccionario de Extranjeros de Figueroa. Otrosautores señalan su muerte el 31 de diciembre).

1884.—Creación de las provincias de Tacna y Tarapacá, reciente-mente incorporadas al territorio nacional.

1897.—El profesor don Carlos E. Porter funda en Valparaíso laRevista Chilena de Historia Natural. Actualmente la pu-blica en Santiago.

La economía dirigida

POR DON GUILLERMO FERRERO

Abusamos de la palabra "interesante". Todo es hoy intere-sante. La revolución rusa—¿es que no se ha dicho así?—es intere-sante. La pintura cubista es interesante. Las sesiones de ln Asam-blea o del Consejo de la Sociedad de las Naciones son interesantes.

¿Por qué esta palabra acude a nuestros labios frecuentemente?Porque es una palabra neutra, colocada a medio camino y a dis-tancia igual, entre lo bueno y lo malo, entre lo hermoso y lo feo.Escapatoria cómoda, nos dispensa de dar sobre las cosas y las per-sonas un juicio comprometedor en un sentido u otro y juzgar siellas son buenas o malas, hermosas o feas. El abuso de esa palabratraiciona la timidez de una época que duda de sus patrones de me-dida porque no los tiene o los tiene demasiados y contradictorios.

Me pregunto si la misma debilidad psicológica no se traicio-na también en estas dos palabras, de las que comienza también aabusarse; "economía dirigida". Todo el mundo reclama una eco-nomía dirigida aún aquellos que no están todavía enteramenteconvencidos la discuten como si encerrara algún secreto mila-groso para la salud del mundo. Más la expresión parece ser tanvacía como la palabra "interesante". Está bien. "Economía di-rigida". ¿Pero por quién? ¿De acuerdo con qué clase de directi-


vas? ¿Dirigidas bien o mal? A estas tres preguntas es necesariodarles una respuesta. Y no aparecen: se discute hoy sobre la eco-nomía dirigida como si tratárase de un navio sin piloto al quebastara con darle uno y así desaparecieran todos los males de queel mundo se queja.

Y se trata en realidad de otra cosa.La economía del mundo está dirigida en nuestros días por

pequeños grupos independientes de banqueros, de industriales, degrandes comerciantes... Como en parte alguna los negocios mar-chan bien se hace fácilmente responsables a estos pequeños gru-pos y todos los medios se inclinan cada día más a creer que si se tras-pasa la dirección económica al Estado las cosas irán mejor. He aquíla esperanza escondida en aquellas dos palabras tan vagas.

Es indiscutible que los grupos dirigentes de la economía mun-dial han cometido desde 1919 cierto número de errores que puedenremitirse a uno solo: y es el de no haber comprendido que la pros-peridad—para algunos—del período de guerra y de los primerosaños de la paz era artificial y no podía subsistir. El público hasido, desde luego, el cómplice entusiasta de tan agradable error,que dió a todos los pueblos y a sus gobiernos seis o siete años defacilidades. Pero se acarician nuevas ilusiones creyendo que lasdificultades actuales son sobre todo o exclusivamente su conse-cuencia y que basta con encomendar a los gobiernos la direccióndel trabajo de los pueblos para que torne al mundo la prosperidad.

La causa de la presente crisis económica es a la vez más sen-cilla y más profunda. Para dar con ella basta recordar que desdehace un cuarto de siglo—es decir, desde 1908 cuando estalló larevolución de los jóvenes turcos—el mundo entero vive bajo elsigno de la revolución y de la guerra y que las revoluciones y lasguerras sobrevenidas desde 1908 han arruinado por completo opor lo menos enormemente empobrecido a una gran parte del mun-do, mientras detenían el desarrollo económico de la parte restante.

Entre las naciones del primer grupo tenemos a Alemania, atodos los territorios que constituyeron el imperio de Austria yHungría y el antiguo imperio turco, Italia, los países balkánicos,China y México. En cuanto a Francia, Inglaterra y Bélgica, nocreo que sus riquezas hayan disminuido en comparación con lasque tenían en 1914, pero, ¿quién osará sostener que han aumenta-do? Si lo hubo quedó absorbido por el enorme crecimiento de lasdeudas, cargas e impuestos.

Los Estados Unidos, algunos países neutrales de Europa, deAmérica del Sur, como Suiza, Holanda, Argentina, han crecido sufortuna desde 1914, pero están en camino de perder lo que gana-ron. Ya se verá al finalizar la crisis si subsiste, como se dice en losnegocios "un saldo activo" y cuál es su importancia.

Es indiscutible que a los errores cometidos por los bancos, lasindustrias y la especulación, los gobiernos han añadido las des-trucciones de las guerras y de las revoluciones, pero como una ca-

LA ECONOMIA DIRIGIDA 1253

lamidad suplementaria. La causa prima de la depresión actual noes la quiebra del capitalismo, son las revoluciones y las guerrasmismas. La prosperidad que reinó en el mundo de 1900 a 1914 erahija de la paz, del orden, del enriquecimiento general. Producien-do en escala ascendente cada pueblo podía vender, comprar yconsumir más; mejorando su condición cada pueblo trabajabaen la prosperidad de los otros.

Este impulso universal quedó roto. La mayor parte de lospueblos tuvieron que ir reduciendo progresivamente sus consumosporque no podían vender nada, ni aún con modestas ganancias;otros penaron para mantener el equilibrio entre ventas y compras;los privilegiados que se habían enriquecido, están cada día másaislados por el empobrecimiento de los otros. Su riqueza se hadiluido en la miseria que lo rodea.

Parece pues que para volver a la prosperidad sea necesariocomenzar por poner un poco de orden en todas partes e infundira todos una razonable confianza en la paz. Desde 1919 no ha sidodevastado por guerras serias, pero vive en la obsesión de que es-talla una tan grande como la de 1914, y esta obsesión paraliza,turba y confunde todos los esfuerzos. Infundir la confianza en lapaz es lo más urgente para cambiar la dirección de la economíamundial, por lo menos mientras se tenga una idea tan confusade los objetivos que esta nueva dirección pueda producir. Porquetal es el punto débil de todas las especulaciones contemporáneassobre la economía dirigida. Nada lo prueba mejor como la actituddel espíritu occidental frente a la revolución rusa.

Quiero contar una anécdota característica del momento actual.En el verano último estuve en Aixles-Bains para una cura.

Una tarde, no sabiendo qué hacer, pasé delante de la puerta deuna sala donde los comunistas tenían reunión pública, y entré.Escuché largo discurso de un jóven militante que por lo demáshablaba muy bien y había tomado como tema la entrevista con-cedida algunos días antes a un diario inglés por uno de los másgrandes industriales italianos, senador y de las más fuertes colum-nas del régimen facista. Este capitalista, opulento, senador y fa-cista, entonaba en la entrevista la alabanza de los Soviets y lospresentaba como ejemplo a las potencias occidentales, si es que elcomentador comunista no le sacaba demasiado jugo al comentarioburgués. Sobre los elogios del personaje el orador bordó amplifi-caciones que le es fácil imaginar.

Un senador capitalista y facista proporcionando a una confe-rencia tenias de propaganda ultra comunista, ved aquí un elo-cuente ejemplo de confusión! Pero la conferencia daba otro to-davía más significativo. Ni el texto invocado,, ni la explicación delpor qué de la revolución rusa citaba como ejemplo. Tan pronto pa-recía como que ésta debía arrancar a los burgueses envejecidos del


Occidente el toisón de oro, la primicia de la producción, comoluego que era capaz de asegurar al mundo y a sus trabajos másorden, más prudencia, más justicia y finalmente expresaba quese le debían reconocer a la vez los dos méritos.

La cuestión es sin embargo de tal importancia que los admi-radores de la revolución rusa y en general los partidarios de laeconomía dirigida deben decidirse a resolverla. ¿Qué se pide a laeconomía dirigida, o si lo queréis, al capitalismo de Estado, a laestabilización de la industria, del comercio, de la agricultura?¿Más riqueza, o más prudencia y justicia!

Examinemos, por ejemplo, esta primera tentativa completa,del capitalismo del Estado que es la revolución rusa. Puédese dis-cutir si los rusos están en vía de crear un tipo nuevo de organiza-ción social, una moral nueva y un arte nuevo; pero todo lo quese sabe prueba que los rusos son hoy tan pobres como en 1920 ymás pobres todavía que en 1925 y 1926. Los esfuerzos desesperadosdel gobierno de Moscú para sacar al pueblo de la miseria a don-de lo precipitaron la guerra de 1914 y la revolución de 1917, nohan tenido éxito.

Se construyen centrales eléctricas, altos hornos, pero la in-mensa mayoría de la población carece de recursos para alimentarse.Se desarrolla la gran industria pero, faltan el jabón, los zapatos ylos vestidos que no alcanzan para un parsimonioso consumo, sobretodo en las grandes ciudades que están terriblemente superpo-bladas.

Después de quince años de esfuerzos desesperados la revolu-ción rusa no ha podido asegurar al pueblo lo que de acuerdo conlas ideas del Occidente constituye lo estrictamente necesario paravivir. Ha llegado, por el contrario, a crear la igualdad económicadentro de la pobreza general, a la manera casi como la Revolu-ción Francesa creó la igualdad civil, ¿ Era esto lo que quería la re-volución rusa? ¿Era esto cuánto deseaban sus admiradores del Oc-cidente y en general los partidarios más avanzados de la econo-mía dirigida? Probablemente no, y en todo caso nadie lo ha dichocu Rusia, ni fuera de ella.

Razón por la cual la revolución rusa no me parece propia-mente una revolución. Ella habría sido una verdadera revoluciónsi dijera a los pueblos occidentales " Nosotros no queremos las ri-quezas de que estáis ufanos. La obesidad de la riqueza nos ahoga.Queremos que Rusia sea pobre, que viva sin envidias, sin cupide-ces, porque es la pobreza solamente en donde se desarrollan lasvirtudes de que carece la sociedad capitalista". Pero ha vaciladoen lanzar el reto revolucionario al Occidente porque sabe que lasmasas no la habrían comprendido, ni seguido. En Rusia, como entodo el Occidente, quieren sobre todo y ante todo la abundancia,las comodidades, la vida agradable. La revolución rusa ha cons-truido sobre planes de desarrollo industrial, ha reclutado técni-cos en todos los países capitalistas, ha creado centrales eléctricas

LA ECONOMÍA DIRIGIDA 1255

y grandes fábricas prometiendo al país que en diez años será elmás rico del mundo. Su pobreza actual no es sino el sacrificio tem-poral para conquistar el vellocino de oro. Nada hay de revolucio-nario en el programa: es el del capitalismo occidental.

Pero es éste el capitalismo contradictorio que no vence, queno puede vencer. La economía controlada de Rusia estrangula lasfortunas pero no desarrolla su riqueza total. No es difícil la ex-plicación. Si se pretende que un país produzca la más grande su-ma de riquezas en el tiempo más corto, es necesario dejar a la ac-tividad, al espíritu de empresa, a la audacia individual, la mayorlibertad posible: es éste un principio que el siglo XIX demostróen las escuelas y que probó experimentalmente en su historia.

Esto no implica que la libertad industrial comercial, agrícolay bancaria basten para crear una sociedad perfecta. Tal fue elerror del liberalismo de 1830. El hombre no vive sólo para pro-ducir la mayor suma de riquezas, sino también para alcanzar cier-ta perfección moral e intelectual. La libertad económica tiene mu-chos inconvenientes; crea injusticias, exalta ciertas formas de co-rrupción, desencadena ciertos egoísmos y lleva a los hombres asacrificar de más en más la calidad a la cantidad. ¿Por qué antes de1914 todos los Estados cultos de Occidente pusieron ciertas limi-taciones a la libertad total del comercio y de las industrias, recla-madas por algunos teóricos? Porque esas restricciones exigían lamoral que tiene también su valor, como la riqueza. Pero no se pen-só jamás en que serían excitaciones a la producción o estimulantede la actividad. Un país preocupado particularmente por el másrápido y posible aumento de su riqueza debe dar la mayor libertadposible también a la industria y al comercio. Un país cuidadoso deevitar ciertos inconvenientes espirituales de la libertad económicaprocede razonablemente al limitarla y puede al hacerlo procedercon inteligente humanismo. Pero debe saber que las limitacionesle costarán algo, pues ellas disminuyen directamente o indirec-tamente la producción.

No es desde luego necesario—y el error es hoy muy común—considerar el enriquecimiento rápido como el ideal único y eter-no de la humanidad. La creencia no existe sino en una parte deella—europeos y americanos—y eso a partir del siglo XIX. Antes,y aún en Europa, el ideal de las naciones había sido la perfecciónreligiosa, o la grandeza y el esplendor políticos, o el refinamien-to de las costumbres o de la belleza y la elegancia, y es notorio quelas grandes civilizaciones asiáticas se adhirieron a su turno al idealdistinto. Sin embargo, su universalidad no envuelve su eternidad.Como todos los ideales que le han precedido en la vida él será undía destruido por la corriente del tiempo, que hoy lo arrastra. Pe-ro mientras el ideal del desarrollo rápido de la riqueza sea el idealde la humanidad o de gran parte de ella, es necesario dejar a lasenergías individuales y a las pasiones que las estimulan una granlibertad de acción.


El insuceso económico de la revolución rusa no sorprende yse puede concluir que no es irremediable. Moscú puede multiplicarlos planes, pero el resultado no cambia. Y este insuceso debe seruna enseñanza para el Occidente, demostrándole que debe saberlo que busca cuando reclama una economía dirigida. ¿Quiere esca-par a ciertos inconvenientes de la libertad individual o comer-cial o quiere salir de la crisis actual por impulso nuevo a la pro-ducción que permita al mundo vivir con la holgura de que disfru-taba ha diez años? En el primer caso puede tener razón al recla-mar una economía dirigida; en el segundo caso se equivoca.

El equívoco se agita en el fondo de todas las perturbaciones ac-tuales. Nuestra época se desliza de más en más en las dificultades inex-tricables porque no sabe lo que quiere. Desea cosas contradicto-rias y pide que el orden de las causas y de los efectos sea destruí-do para satisfacerla. Y es así como las ilusiones y las decepcionesse multiplican y arriesgan provocar explosiones de una desespe-ración destructiva.

Precisa ayudar a nuestro tiempo a ver más claro en sí mismo:ello es necesario para la común salud. La tarea es bastante noble,bastante hermosa, para que pueda tentar a los espíritus superio-res, pero es también en ocasiones pesadas y difícil.

Guillermo Ferrero

El mortero de 81 mm. Stokes Brandt

Por el Mayor Sr. Luis E. Hibbs, de la Artillería de Campaña del EjércitoAmericano.

TRADUCIDO DEL «THE FIELD ARTILLERY JOURNAL" JULIO-AGOSTO

DE 1932.—POR EL CORONEL SEÑOR CARLOS A. GOMEZ.

(1)

I. PARTE

La Comisión de Artillería de Campaña terminó hace poco laspruebas del mortero de 81 mm., sistema Stokes Brandt, y elevó susinformes al inspector del arma. El objeto de dichas pruebas eradeterminar la aptitud de aquel mortero como pieza de acompaña-miento de la infantería. Es indudable que para todo artillero serávalioso el dato de que el informe de la comisión establece que aque-lla arma está admirablemente concebida para tal fin, y recomiendaadoptarla para esa misión, así como para otras que actualmente es-tán a cargo de la artillería de campaña.

He aquí como la Comisión de Artillería expone el asunto de lapieza de acompañamiento:

"4 Discusión previa: a) El objeto de estas pruebas es deter-minar la aptitud del mortero S. B. como pieza de acompañamiento,con el fin de precisar las características a llenar por una pieza de esa

(1) Datos tomados del informe de la comisión.


especialidad. A este respecto sólo hay pocas informaciones positi-vas deducidas de experiencias; y ello probablemente es debido aque, hasta hace poco, se ha tratado de cumplir las misiones deaquella artillería con la artillería divisionaria, que no había sidodestinada ni preparada especialmente para ello. Su fracaso en es-te sentido no solamente fué causa de que se dedujeran muy pocasconclusiones sobre su empleo táctico, sino que dió lugar a seriasdudas sobre la posibilidad de emplear en tal misión a la artillería.

"b) La consagración de la ametralladora como base del siste-ma defensivo de la infantería; el empleo de intrincadas redes dealambre en los puntos de apoyo, generalmente disimulados y des-conocidos del atacante; la gran potencia y movilidad de las armaspesadas de la infantería; el perfeccionamiento de los servicios deinformación y el de los medios de comunicación, los que facilitanla rápida impartición de órdenes a las reservas, para responder alas distintas situaciones; el empleo de cortinas de humo o de nie-bla, que dificultan la observación de la artillería atacante; la adop-ción de la defensa elástica, que obliga a la artillería del ataquea transladarse hacia adelante para constituir posiciones de apoyocon anterioridad al momento crítico de la batalla; todos estos fac-tores determinan en la infantería atacante el deseo de disponerde una arma, inmediatamente a mano y a sus exclusivas órdenes,a fin de poder prevenir las contingencias que se produzcan en sufrente inmediato.

"La infantería busca un arma que le permita destruir las ame-tralladoras enemigas en abrigos a prueba; batir las ame-tralladoras y morteros que disparen desde emplazamientos fuerte-mente atrincherados, abrir brechas en las alambradas y ayudarlasa mantener la superioridad del fuego mientras sus tropas asaltan]a posición; atacar a las tropas enemigas cuando se están reor-ganizando o cuando inician el contraataque; atacar a los tanquesque probablemente las acompañan, y a los cañones antitanquescuidadosamente disimulados por el defensor hasta el momento deabrir el fuego sobre los tanques del ataque o sobre su infantería;finalmente, un arma que, al tomarse la posición enemiga, se en-cuentra inmediatamente lista para apoyarla en caso de contra-ataque.

''c) La aspiración de la infantería a tener esta arma a suinmediata disposición junto con sus tropas de asalto, se justificapor tres razones principales:

" l . º Si bien el fuego sistemático de la artillería, del ataque,convenientemente planeado, puede destruir o neutralizar muchasde las organizaciones de los actuales sistemas defensivos, en nu-merosos casos se producirán episodios que harán necesario un em-pleo 110 previsto de artillería. A veces el factor tiempo es decisivo,pues una acción inmediata evitará pérdidas, posibilitando la con-tinuación del ataque sin demora sensible, y, lo que es más impor-

EL MORTERO DE 81 MM. STOKES BRANDT 1259

tante, con mayor facilidad, y ya que todo retardo proporcionarála oportunidad, tan ansiosamente buscada por el defensor dereorganizar sus fuerzas, acumular reservas y reforzar susor, de reorganizar sus fuerzas, acumular reservas y reforzar suposición. En muchos de estos casos se considera inconveniente has-ta la demora ocasionada por la transmisión del pedido y respuestade la artillería de sostén; teniendo en cuenta la rapidez con que po-dría actuar un arma que estuviera presente con la misma infan-tería, y la inmediata disposición de ésta.

"2.º La inseguridad de las comunicaciones telefónicas o porradio, así como el constante movimiento de los puestos de coman-do y centrales de comunicaciones, son causa de que no se pueda,contar con una continua comunicación hacia la artillería de apoyoinmediato. Por otra parte, la observación de los objetivos puedeen muchos casos estar dificultada por la débil visibilidad de éstosy aún ser completamente nula desde la observación; la designaciónde los blancos es extremadamente difícil, y la eficacia del fuegosufre como consecuencia de la dispersión por la distancia. Las in-formaciones que recibe la artillería de apoyo inmediato lo son ge-neralmente en forma verbal y en la mayoría de los casos en se-gunda o tercera instancia; esto, y el inevitable retardo en la trans-misión, hacen que las informaciones en posición de dicha artilleríasean generalmente incompletas. Todos estos factores contribuyena que la eficiencia de esta arma de igual poder que se halle enposesión de la infantería y que esté situada normalmente dentrodel area ocupada por las tropas de las líneas del frente.

"3.º En cualquier momento del combate, imposible de prever,puede ocurrir que el fuego de la artillería del ataque sea inte-rrumpido para ser concentrado en otra zona por orden del co-mando superior. A pesar de que esto sólo ocurre en casos de emer-gencia y de que esté perfectamente justificado para poder encarri-lar el ataque en momentos críticos, no es posible alejar de la men-te de los jefes de infantería la posibilidad de situaciones en lascuales ellos se encontrarán sin el apoyo de su artillería. Además,cuando la artillería de apoyo inmediato avanza por escalones hayperíodos en los cuales dicho apoyo disminuye en potencia. En ge-neral, es posible prever esta reducción en cuanto al tiempo y almonto; pero ella no está bajo el control del comandante de la in-fantería afectada y es, más bien, el resultado de previsiones delcomando divisionario, el que tiene en cuenta también otras nece-sidades del tráfico sobre los caminos.

"d) La necesidad de un arma potente que, a inmediata dispo-sición de la infantería, avance con ella, encuentra su mejor justi-ficación y el más acabado ejemplo en el ataque de una posiciónpreparada para la defensa por zonas, ella es menor en las de-más acciones ofensivas de la infantería.


"e) Para poder llenar los propósitos enunciados anteriormen-te se consideran deseables las siguientes características en una pie-za de acompañamiento:

"(1) Movilidad: La pieza de acompañamiento debe tener lamisma movilidad de las tropas a las cuales debe apoyar. Esta exi-gencia está en íntima relación con el peso del arma y de sus mu-niciones y con el sistema de transporte.

"(2) Peso: El arma debe poderse subdividir en cargas quepuedan ser transportadas a mano en terreno difícil.

"(3) Alcance: Los blancos de esta arma se encontrarán den-tro del alcance de las ametralladoras del ataque; además, si setiene en cuenta que la eficiencia de esta arma depende en partede su presencia entre la infantería atacante; se estima que su al-cance de 1,800 a 3,000 yardas es suficiente y dejará alguna latitudpara la elección de posiciones.

" (4) Vulnerabilidad: Un arma como la que se exige, y cuya po-tencia justifica su presencia en el campo de combate, será el objetode todos los esfuerzos del enemigo, para ponerla fuera de acciónen cuanto abra el fuego. Si se desea que ella esté continuamente adisposición de su propia infantería, se le debe ocultar a la vistadel enemigo para dejar a éste en la duda sobre su verdadera po-sición; de modo que también esté protegida del fuego de los fu-siles y ametralladoras que baten el frente.

"Además de la protección necesaria cuando ella se encuen-tra en posición, es esencial que el arma pueda disimularse en mo-vimiento, aprovechando el terreno. De acá resulta la convenien-cia del transporte a mano.

"(5) Proyectiles: Deben tener aproximadamente la misma po-tencia de un proyectil de cañón 7,5; granada y no shrapnel, conuna espoleta de persecución instantánea (contra el personal y alam-bradas), y con un pequeño retardo (contra abrigos livianos).

"(6) Velocidad del fuego: Debe ser la mayor posible, siem-pre que no se perjudique la precisión, teniendo en cuenta que losblancos contra los cuales deben combatir hacen necesaria una rápi-da acción.

"(7) Precisión: El factor tiempo y la necesidad de economi-zar en lo posible la munición, hacen necesario una extrema preci-sión ; la corta distancia que tirará el arma permitirá probablemen-te sacar el rendimiento correspondiente a esta gran precisión, alfacilitar la observación de los blancos.

"(8) Trayectoria: Siendo necesario ocultar el arma a las dis-tancias en que se encontrarán sus blancos, debe descartarse la tra-yectoria tendida. Aquella exigencia es de orden vital, y, en con-secuencia, el arma debe emplear, por lo menos, el tiro curvo; aun-que sea preferible el tiro vertical (con grandes ángulos de caída).Los grandes ángulos de caída son necesarios para poder batir blan-cos situados detrás de terraplenes, en trincheras, dentro de bos-


ques, o cubiertos por abrigos artificiales; así como para poder ti-rar inmediatamente delante de la propia infantería sin que éstapeligre. Tales misiones excluyen el empleo de un arma a gran ve-locidad inicial y trayectoria tendida.

"En general son las armas de tiro curvo o vertical las quemejor consiguen las exigencias del peso y de potencia en cuanto alarma y a la munición.

"En cambio, a causa de la pequeña velocidad inicial de susproyectiles, la duración de la trayectoria (tiempo) y de la magni-tud de los ángulos de caída, las armas de tiro curvo y vertical noson apropiadas para luchar con los tanques. Este tipo de blancorequiere un arma de características completamente distintas delas requeridas por todos los demás blancos que constituyen el ob-jetivo del arma de acompañamiento. El está, pues, fuera de consi-deración; no obstante lo cual la pieza de acompañamiento, en au-sencia de toda otra arma apropiada, tratará, sin duda alguna, debatir los tanques, si su situación es apropiada.

"Al parecer ha sido estudiada en otras naciones la posibili-dad de combinar en una misma arma ambos efectos; a saber: granvelocidad inicial y trayectoria tendida, con pequeña velocidad ini-cial y grandes ángulos de caída; pero se cree que un arma así com-binada no será suficientemente eficaz para cumplir cada una dedichas misiones separadamente.

"La Comisión estima que los estudios deben perseguir la ob-tención de un arma para cada una de ellas y no para su combi-nación; desde que las características en uno y otro caso son tandiametralmente opuestas".

Es de interés hacer notar particularmente la gran divergen-cia entre las condiciones deseables de un arma de acompañamien-to y una "anti-tanque". De ella resulta que la pieza de acompa-ñamiento se aparta decididamente de una misión que hasta hacepoco se consideraba corresponderle, probablemente por la sencillarazón de que la única arma de que disponíamos para llenar misio-nes de acompañamiento era parcialmente apta como anti-tanque.El abandono de esta misión por la pieza de acompañamiento ten-drá probablemente influencia considerable en la organización delfuturo camión anti-tanque, ya que la separación de las dos armaspermitirá concebir un anti-tanque mucho más eficiente que cuan-do una sola arma llenaba las dos misiones.

Los artilleros, que en el pasado estaban obligados a ver en elcañón de 75 a tracción animal, un cañón de acompañamiento, y losque han sido suficientemente afortunados para comandarlos per-sonalmente en una acción, no dejarán de experimentar una gransatisfacción al contemplar las posibilidades que para el cumpli-miento de tal misión brinda el mortero de 81 milímetro.

M. del E. 10.


Se trata de un arma que puede ser transportada a mano portres hombres, a través de terreno difícil, hasta mil yardas de dis-tancia, sin una fatiga excesiva, prácticamente, en pequeñas dis-tancias puede aún ser llevada al pequeño trote. Teniendo en cuen-ta su misión de combate, debe considerarse esto como suficienteen cuanto a movilidad. Cuando se trate simplemente de trans-portarla fuera del campo de combate, se lo podrá hacer en cual-quier clase de vehículo o a lomo. Todos los que hayan tenido quevérselas con el problema de la ocultación del 75 a tracción animal,con el de las pérdidas y con el de transporte cuando hay animalesfuera de combate, podrán apreciar mejor las enormes ventajas queofrece el transporte a mano. La pieza en movimiento puede utili-zar al máximo las menores cubiertas y repliegues del terreno, mo-verse rápidamente a través de zonas difíciles; y sus sirvientes en-contrarán siempre como cubrirse individualmente. La pérdida deuno de ellos no comprometerá el movimiento de toda la pieza,como ocurre cuando se le transporta arrastrada por animales. Unsirviente herido se reemplaza sin demora.

El más liviano de los proyectiles que se presentaron para laexperiencia pesa más o menos la tercera parte de un cartucho de75 completo, y se considera que su eficacia iguala la de éste en eltiro contra personal que no esté protegido (cubierta liviana). Elproyectil pesado, de más o ménos 14 libras, es por unidad de pesode igual eficacia que el liviano. Tirado con retardo es de granefecto contra los mejores abrigos improvisados, y, en este particu-lar, tres veces más potente que el proyectil liviano. Uno de estosproyectiles de tipo pesado, con retardo, perforó el techo de un abri-go construido por dos tableros de vigas de 4 x 5 pulgadas, sepa-rado por 14 pulgadas de tierra; explotó en el interior y voló ungran trecho de techo, rompiendo varias vigas y arrojando a otrashasta 15 pies en el aire. No se ha experimentado la eficacia deninguno de los proyectiles en cuestión, contra cemento ni contratanques; pero ella es dudosa, a causa de la pequeña velocidad delos mismos.

Es muy fácil apreciar la enorme economía de peso que todoaquello representa en el problema del reabastecimiento de muni-ción, así como la facilidad de transporte de la pieza, resultantede estar ella dispuesta para el movimiento a mano.

Si se compara la eficacia de la munición del mortero S. B. con-tra el personal, tomando en cuenta también el radio de acción delarma, se encontrará que su relación con respecto a la de un pro-yectil 75 es de 3|1, por unidad de peso del disparo (cartucho)completo.

Por ser un mortero la pieza presenta la considerable ven-taja de poderse disparar desde emplazamientos situados detrás detaludes rígidos, o de edificios, desde hoyos de proyectiles y dentrode bosques tupidos.


La trayectoria curva de sus proyectiles hace posible la limpie-za sistemática de las posiciones mejor desenfiladas, y está admi-rablemente dispuesta para batir la infantería situada en trincheraso en los blancos colocados dentro de bosques, así como todos aque-llos blancos contra los cuales las piezas de trayectoria tendida notienen efecto. Por la misma razón el mortero está especialmente ha-bilitado para tirar a corta distancia por sobre su propia infante-ría. Su fuego puede ser dirigido a 150 yardas delante de ésta sinpeligro.

El alcance del mortero, con el proyectil liviano, es de 3300yardas, y éste se considera suficientemente amplio para una mi-sión de acompañamiento.

Con el proyectil pesado el alcance es de 1300 yardas. Pareceprobable que el proyectil pesado sólo será provisto cuando la na-turaleza de las instalaciones del enemigo sea tal que permita de-ducir que él estará protegido por abrigos improvisados de gran re-sistencia.

La precisión de esta arma es notable, siendo sus errores proba-bles en alcance, de l|200, y en dirección, de l|400, de la distancia.

La comisión consideró favorablemente el proyectil de ejerci-cios (económico), que está cargado con pólvora negra y pez, y cons-truido de manera que al quemarse la carga, sólo se rompe la ovijadel mismo; lo cual hace innecesarias algunas de las precaucionesque ahora se deben observar al hacer fuego. Sería conveniente pro-veer estos proyectiles de ejercicios a las tropas, pues actualmentees difícil observar los impactos, a causa de la pequeña nube de hu-mo que produce el proyectil reglamentario.

La velocidad máxima de fuego del mortero es muy elevada;más o menos 30 disparos por minuto. Su estabilidad es tal que,después del 2º ó 3.º disparo, se puede obtener un tiro preciso aaquella velocidad.

La comisión hace consideraciones sobre el transporte del ar-ma en el combate, teniendo en cuenta sus posibles misiones.

"a) Transporte durante el combate.— (1). Arma: Durante elcombate el transporte a mano es el mejor y es también la mejorsolución de los problemas relativos a la vulneralidad durante elmovimiento y al pasaje de terreno difícil. La comisión consideraque la cuestión de la fatiga de los sirvientes carecerá de impor-tancia si se les selecciona y ejercita convenientemente. Con relacióna esto corresponde hacer notar que, si bien a primera vista pa-recería fácil reducir el peso de las cargas mediante el empleo demetales o de aleaciones livianas, es probable que tal reducción in-fluya desfavorablemente sobre la estabilidad del arma; en todocaso se trata de un asunto que debe estudiarse.

"(2) Munición: a) Considerando que esta arma sería empleadapor la artillería de campaña como un arma de acompañamiento super-puesta a la actual organización divisionaria, se hace necesario to-


mar algunas disposiciones para el aprovisionamiento de municio-nes hacia adelante, con relación al centro de distribución de mu-niciones de artillería. El medio elegido debe estar separado porcompleto del que provee a la artillería divisionaria normal. En suprimera parte, o sea hasta detrás de la zona batida por las armasde fuego portátiles del enemigo, el transporte debe hacerse por me-dio de camiones, preferentemente de 11/2 toneladas, con neumáti-cos, cuatro ruedas motrices y aptitudes para cruzar todo terreno.Estos vehículos establecerían uno o varios puestos de distribución,para uno o varios morteros, y operarían entre el centro de distri-bución para la artillería y aquellos. Será conveniente que los pues-tos de distribución adelantados se hallen ubicados en los mismoslugares que los puestos de distribución de los batallones de infan-tería con el fin de facilitar el intercambio' de informaciones, asícomo la instalación de los mismos y la utilización de los caminosde acceso y de evacuación y la regulación del tráfico general. Enel plan de reabastecimiento de municiones de infantería, los ca-rros de combate del batailón son utilizados para el transporte demuniciones desde atrás hasta el puesto de distribución de batallón;parece, pues, razonable esperar que tales puntos serán accesiblesal transporte por camiones, esbozados más atrás.

"b) El transporte de municiones entre estos puestos adelan-tados de destribución y la posición de los morteros presenta difi-cultades, en razón del peso a transportar y de la necesidad de ocul-tarse para evitar las pérdidas por el fuego enemigo. Teniendo es-to en cuenta, en la etapa final, el transporte de la munición puederealizarse, ya sea por medio de animales (en carro o a lomo), yasea por vehículos motorizados, o por medio de hombres (en carri-tos, o cargados por las personas)".

"Ei transporte por medio de carros tirados por animales tienela ventaja de la capacidad individual de éstos, que puede calcularseen unos 40 a (50 disparos de proyectil liviano (por animal). Encambio, tiene la desventaja de que no permite utilizar todas lascubiertas, por lo que no se le puede considerar un medio rápidode transporte. Si un animal llega a ser herido, su carga debe sertransladada a otro medio de transporte, lo cual es causa de casitoda la dotación se demore; y, finalmente, aun cuando una dota-ción llegue sin pérdidas al frente, casi siempre habrá que trans-portaría una corta distancia, a mano.

"La carga de munición a lomo es ventajosa en cuanto permiteutilizar mejor las cubiertas y porque es más rápida; pero es demenor rendimiento que la anterior, por la carga individual menor.

"El transporte por medio de animales (en carros a lomo) pre-senta, además, la desventaja de que, como se usan camiones de 11/2toneladas más atrás, los que deben también llevar el mortero fuerade la zona expuesta, las unidades resultan provistas de un sistemamixto de transporte (camiones y animales), lo que no es práctico.


"La comisión considera que el transporte motorizado del ar-ma de su servicio y de una dotación inicial de munición queda dis-ponible para el reabastecimiento de munición después que el armaha entrado en combate. Por esto deben descartarse los carros a trac-ción animal como último eslabón de este reabastecimiento.

"No se considera conveniente la utilización de un vehículo mo-torizado en la zona batida por el fuego enemigo. Todavía noexiste, según los informes que tiene la comisión, un pequeño ve-hículo automóvil capaz de desarrollar una gran velocidad en unazona batida por el fuego, que pueda utilizar al máximo de lascubiertas y que tenga una gran aptitud para moverse en toda clasede terreno.

"La comisión estima que el mejor medio para asegurar un rá-pido movimiento dentro de la última etapa del servicio de reabas-tecimiento de municiones es el hombre aislado y a pie. El hom-bre mediano puede transportar sin una excesiva fatiga nueve pro-yectiles tipo liviano (en cajas) hasta más de 1000 yardas.

"Aceptando que 1500 yardas sea la distancia habitualmentenecesaria, un hombre la puede recorrer en 40 minutos a 1 hora.Si se destinan 7 hombres para cada mortero (sólo como provee-dores de munición), se podrá contar con 63 disparos por hora (conproyectil liviano, y más o menos la mitad con el pesado) . Proba-blemente con un carrito arrastrado por tres hombres sólo se po-drá llevar esta misma cantidad. Pero esta última solución pre-senta, en cambio, la dificultad de la utilización de las cubiertasy del movimiento a través del campo, junto con las de las posiblesdetenciones por el fuego o accidentes, que tendrán como consecuen-cia la total demora de toda la dotación del carro, mientras se pro-vee lo necesario para remediarlas.

" Apesar de ello, se considera conveniente la experimenta-ción de e.sta última forma de transporte.

"Otros empleos tácticos. (1) La comisión contempla toda unaserie de empleos parra esta arma, teniendo en cuenta efectos y al-cance. Para todas las operaciones ofrece, desde luego, un enormesuplemento de fuego con pequeños costos de transportes, poco per-sonal y munición, y sin complicar las posiciones, las comunicacio-nes ni el reabastecimiento de la artillería divisionaria. Además, elgran ángulo de caída de sus proyectiles facilitará el trabajo de laartillería divisionaria, relevándola de muchas de las dificultades re-lativas a los espacios muertos.

"(2) En los tiros de preparación que preceden al ataque pue-den participar todos los morteros, incluidos algunos adicionales alos destinados más tarde como piezas de acompañamiento. El per-sona] de estos morteros adicionados podrá continuar sirviéndoloshasta el límite de alcance. A partir de este momento, ellos quedan


como material de reserva y su personal disponible para ser emplea-do en las necesidades cada vez mayores del reabastecimiento demunición para las piezas de acompañamiento, o para cubrir bajas.

" (3) La movilidad de la pieza, el poco peso de la misma y desu munición, la hacen especialmente apta para el apoyo de la in-fantería en desembarcos sobre playas enemigas, en las operacionesde pasajes de ríos y en regiones de montaña.

"(4) Los grandes ángulos de caída de proyectiles hacen a es-ta arma apta para todas las operaciones defensivas, y especial-mente para la defensa de costas acantiladas o boscosas (lo mismode ríos), en los combates dentro de localidades y en regiones mon-tañosas o muy quebradas.

"(5) La comisión estima que, a igualdad de otros factores, elcosto de esta arma y la probable rapidez de fabricación —la quepuede compararse ventajosamente con la de cualquier pieza ra-yada— serán de importancia capital para resolver definitivamentesu adopción como pieza de acompañamiento".

II PARTE

La primera impresión que produce el mortero Stokes-Hraudtde 81 mm. es la de su extrema sencillez. Se trata de un tubo lisoque descansa sobre una placa o zapatón que le impide hundirse enel terreno por la reacción del disparo, y que, hacia la boca, es sos-tenido por dos patas, sobre las que van dispuestos Jos mecanismosde puntería en altura y dirección. Todo el mortero puede ser des-compuesto en tres partes en pocos segundos, y cada parte es lleva-da fácilmente por un hombre. No obstante esta sencillez, su proyec-til alcanza a 3300 yardas, y, contra personal a descubierta, es deigual eficacia que la granada de 75, pesando, en cambio, la terceraparte. Su precisión dentro de su alcance, puede ser comparadaventajosamente con la del 75; está en aptitud de tirar desde cual-quier posición en que se le emplace y de batir muchos de los blan-cos vedados al 75, a causa de la tensión de la trayectoria de éste.

Dispone de un proyectil pesado que, dentro de las 1300 yar-das, es considerablemente más eficaz que la granada de 75 contraabrigos improvisados; pesando en cambio apenas un poco másque la mitad del cartucho completo 75. Los únicos blancos contralos cuales el mortero es de menor efecto que el cañón de 75, sonaquellos que requieren una gran velocidad inicial y trayectoriatendida, tanques, hormigón, etc.

Todo esto parecería demasiado bello para ser cierto, mientrasno se reflexione en que esta arma ha sido proyectada sólo parallenar la misión de transportar un recipiente de explosivo a unadistancia relativamente corta y en la forma más simple y eficiente.El inventor no se ha dejado atar por la exigencia de una granvelocidad inicial. Los constructores han dado al proyectil la forma


más racional (más balística), y han resuelto el problema de su es-tabilidad en el aire, apelando al antiquísimo procedimiento de co-locarle una cola liviana. La carga se realiza en la forma más sim-ple, dejando caer el proyectil dentro del ánima, y el disparo seproduce al golpear la cápsula del cebo contra un percutor fijo, enel fondo de aquella, sin necesidad de cierre, de rayado, de vainasni de mecanismos complicados para frenar el retroceso, sin excesode peso y sin complicar el servicio. Es una pieza concebida parallenar una sola y determinada misión y no varias a la vez. En suorganización se nota la ausencia de detalles que resulta agradable;y parece no haberse olvidado nada que sea necesario.

El servicio para usarla como pieza de acompañamiento, secompone de un suboficial y cuatro sirvientes; de los cuales tresson para el transporte, quedando dos para un primer acarreo demuniciones o para substituir a los primeros en caso de pérdidas.Así dispuesta y bajo las órdenes de un oficial, la pieza está en ap-titud de moverse en cualquier terreno en que pueda hacerlo la in-fantería y a la misma velocidad de ésta. El personal dispone delas mismas facilidades que el infante para aprovechar las cubier-tas individuales.

En lo que respecta a la conducción del fuego, el mortero pre-senta en general los mismos problemas que cualquier pieza de ar-tillería. Tiene, sin embargo, dos particularidades que llamarán Laatención del artillero divisionario. La más notable es su dispersiónlateral, bastante grande, y la causa de que esto llame tanto la aten-ción es que hemos estado usando armas cuya dispersión lateral esmuy pequeña. Con el mortero si se ha obtenido un desvío en di-rección de 7 milésimos, por ejemplo, no es posible esperar que co-rrigiendo ese desvío el tiro vaya a dar exactamente en la direccióndel blanco; puede ocurrir que se produzca un error igual hacia elotro lado. Esta particularidad hace necesario tener en cuenta par»las correcciones laterales la posición de la trayectoria media, lo cualno es difícil, aunque algo fuera de la usual (en la artillería decampaña). Otra de las particularidades del mortero es eme cuandose tira a corta distancia, —hasta 800 ó 1000 yardas— el proyectilpuede ser observado en toda su trayectoria; de modo que se puedeapreciar sus desvíos aun cuando no estalle. Esta es una ventajaconsiderable cuando se tira contra terreno cortado por profundashondonadas o contra bosques.

El efecto del proyectil es sorprendente, en parte debido a ladesproporción entre el ruido que hace al ser disparado (apenasperceptible) y la formidable detonación en el blanco. Pero es mássubstancial cuando se ve la excelente fragmentación de la carcasay la naturaleza de los efectos debido a la instantaneidad de suespoleta y a la poca velocidad, factores que se combinan para ha-cer que la detonación se produzca antes de que el proyectil hayapodido penetrar en forma apreciable en la tierra. La zona batida


afecta una forma aproximadamente circular y los cascos se dis-persan rasando el suelo. La detonación del proyectil pesado, quecarga, más del triple en explosivo que el 75, es impresionante.Tendrá que ser muy obstinado el enemigo para permanecer en po-sición, bajo la lluvia de los cascos que lanzarán cualquiera de losproyectiles del mortero, particularmente si, como parece, dicho ene-migo ve la llegada de los mismos en la última parte de su trayec-toria. Aun cuando este último no haya sido probado.

Las consideraciones que siguen sólo tienen el propósito de ilus-trar sobre una de las tantas formas como se puede organizar unaunidad de morteros dentro de la división.

Teniendo en cuenta la actual organización ternaria del regi-miento de infantería, la unidad de morteros debe tener análogas ca-racterísticas. Podríamos concebir tres secciones de piezas de acom-pañamiento por cada batallón del frente. La unidad debe ser ads-cripta al grupo de artillería liviana, si es que, por las razones quese dirán, no deba integrarlo. Para cada mortero de acompaña-miento se debe destinar un personal de sirvientes (que manejenel mortero) y otro personal auxiliar, proveedores de munición, losque transportan ésta desde el punto en que los vehículos la hayandepositado hasta la posición de fuego. Aparte de esto, en la unidadse tendrían hombres de complemento para el servicio de piezas ypara el transporte de munición. La unidad (batería) destinada acooperar con un regimiento de infantería quedaría así construidacon 150 a 170 hombres, incluyendo en ellos el personal de co-mando y administrativo. No se trata, pues, de una unidad pesada;en realidad se la pueda agrandar, si se desea.

En la segunda parte del informe de la comisión se hace notarque esta arma ofrece condiciones ventajosas como elemento adi-cional de la artillería divisionaria. Esto se refiere a la preparacióndel ataque, pero más particularmente en los fuegos defensivos;además, en operaciones de carácter especial. Para tales empleos adi-cionales en la artillería divisionaria no es necesario asignarle losproveedores de municiones, los que solamente son imprescindiblescuando el mortero opera como pieza de acompañamiento. A fin depoder dar seis morteros adicionales a cada grupo de artillería livia-na, será necesario simplemente aumentar treinta hombres y los ca-miones necesarios en la batería de morteros. En esta forma, la ba-tería contará de unos 220 hombres de tropa. 8 oficiales, 28 camio-nes y 12 morteros.

En el ataque, cuando se deban proveer piezas de acompaña-miento, todos los morteros podrán participar en la preparaciónpor el fuego. Después que se apreten los que están destinados alacompañamiento (suponemos que sean seis)los restantes pueden con-tinuar apoyando el ataque hasta su límite de alcance. Después selos podrá mantener como reserva y sus servicios estarán disponi-


bles para reemplazarlos, así como para ayudar a resolver las cre-cientes dificultades del reabastecimiento de municiones a los mor-teros de acompañamiento.

Este servicio de reabastecimiento debe acomodarse estrecha-mente a la artillería divisionaria liviana y pesada. El transportepor camiones de la unidad es adecuado para este fin, realizando elreabastecimiento desde los puntos en que se inicia el movimientohasta zona batida por las armas de fuego portátiles. Su ubicaciónserá en general próxima a los centros de distribución de bata-llón. El comandante de la batería debe vigilar cuidadosamente elreabastecimiento a las piezas que han avanzado. La estrecha cola-boración entre los hombres de los camiones y el personal de laspiezas de acompañamiento tendrá como resultado una favorable

impulsión, que posibilitará llenar las tareas del reabastecimientoen la última etapa del transporte por vehículos, el que necesaria-mente se descentralizará más o menos en las zonas expuestas.

La adición proyectada para los grupos de artillería livianaofrece la posibilidad de obtener un incremento de fuego, dentro delalcance de los morteros, a pequeño costo. Este incremento llegahasta doblar la potencia del regimiento liviano dentro de las 3200yardas, en todos los fuegos de preparación del ataque y en todaslas operaciones defensivas. El agregado permite proveer de piezasde acompañamiento a la infantería, sin dejar de mantener aquelincremento de fuego durante las fases iniciales del ataque. Y todoesto se realiza con sólo un aumento de 220 soldados, 8 oficiales y28 camiones, por grupo liviano. La inclusión de esta unidad entrenuestra artillería liviana permitirá, además, emplearla para ope-raciones especiales, según lo ha indicado en su informe la co-misión.

Es de interés hacer notar que este tipo de arma es adoptadopor muchos de los ejércitos del mundo. Los mismos defensores deSos fuertes de Woosung han sido retratados al lado de una piezaque tiene el aspecto general de ésta. Una fotografía reciente detropas suecas las muestra, equipadas con un típico mortero StokesBrandt.

La comisión de infantería ha recomendado la adopción de estemortero como reglamentario en la compañía de cañones de infan-tería. Ella ha estado pidiendo desde hace tiempo una pieza deacompañamiento, y nuestros servicios de artillería buscaban algoque les pudieran dar satisfacciones. Se tiene acá el arma, hastacierto punto ideal, para tales propósitos: liviana, potente, de granmovilidad, poco vulnerable, precisa y de suficiente alcance; el rea-bastecimiento de sus municiones parece, además, ser más fácil de to-do lo que hasta ahora se haya hecho en este sentido. Además, serealiza con ella, a poco costo, un formidable aumento de nuestraartillería divisionaria, la que puede responder a necesidades de em-pleo hasta ahora no satisfechas.


En estos momentos se están efectuando pruebas con el fin deobtener una pieza antitanque. Es posible que los resultados de estaspruebas lleven a organizar una batería combinada de piezas deacompañamiento y de antitanques. Si esto se realiza es evidente quese producirán algunas modificaciones en la organización que se haesbozado más atrás.

Importancia del Estudio de la Historia Militar

Orientación.—Los principios.—Teoría de la guerra.—La doctrina.

Parecería obvio decir que el estudio de la Historia Militar (1)es imprescindible para formar la personalidad del Jefe, desde el pun-to de vista de su preparación para la guerra. Pero ya sea por indi-ferencia o por falta de orientación en el sentido de lo que se va aestudiar, cómo y por qué, lo cierto es que, salvo excepciones, 3a gene-ralidad de nuestros camaradas no se abocan de lleno al estudio dela materia, quizás porque si bien es atrayente. tiene su parte dearidez por lo que suele tener de desconcertante. Además, a diferen-cia de lo que sucede con otras materias, se necesita leer y reflexio-nar mucho para aprender algo, para extractar la síntesis y formarseun concepto, de donde resulta que a veces se necesita toda una vidapara sentirla. Siendo así, su estudio a fondo es ingrato (¡) porqueparece no compensar con los resultados objetivos obtenidos, auncuando en realidad hay compensación, y — con creces — si los re-sultados los consideramos desde el punto de vista subjetivo, es de-cir, por su influencia decisiva en la personalidad del Jefe, por laconfianza que brinda al que la ha comprendido, y porque lo consti-tuye a la formación del carácter y el sentido común.

No es exageración afirmar que no concibe un Jefe completo, sino ha dedicado largas horas al estudio y profunda meditación sobrela Historia Militar. No se trata de acumular un enorme caudal deconocimientos descriptivos en cuanto a los hechos y los actores, quesi bien tiene cierto valor, éste desciende si se considera desde el planogenuinalmente profesional: la preparación para la guerra. El aspec-

(1) Involucramos en ella, el estudio de las campañas militares.


to narrativo es completamente secundario en la materia, porque es-tudiar la Historia Militar, no es detenerse en el conocimiento simplede los acontecimientos. Eso sería leer la Historia. El estudio debeconducirnos a la formación de un concepto, a extraer enseñanzas, yllegar en consecuencia a. conclusiones concretas.

Es, pues, por la vía del estudio de la Historia, que podremosaproximarnos a los hechos clásicos, aportándonos el máximo de ele-mentos indispensables para obtener las mejores enseñanzas, imposi-bles de obtener en otra forma, ya que aquello de que "la guerra nose aprende sino por la guerra", ha sido descartado. El origen de eseaxioma nos lo dará el Mariscal Foch, partiendo de una afirmaciónde Jomini: "Lejos de ser una ciencia exacta, la guerra es un dramaterrible y apasionado". Oigámosle:

"En razón de ese carácter propio de la guerra, desconocido enuna enseñanza particularmente científica y en presencia de las la-gunas y herejías nacidas de esta enseñanza, se levanta en el ejércitofrancés particularmente, la escuela resumida en un axioma: LAGUERRA NO SE APRENDE SINO POR LA GUERRA. Me guar-daré de discutir la naturaleza de la experiencia que suministra unsemejante aprendizaje, el temple particular que da al espíritu y alcarácter la costumbre de tomar decisiones en presencia de un ad-versario reai, y con mayor motivo con la emoción que aumenta siem-pre sus golpes.

Desgraciadamente esta escuela no es realmente una escuela; nose puede ni abrirla ni sostenerla, para instruirnos los unos y losotros.

Es insuficiente porque ella no nos prepararía a las primerasacciones, que son sin embargo las más decisivas de la próxima gue-

rra. La campaña se acabaría cuando nuestra instrucción habría empe-zado, pero ¿al precio de qué resultados? Desdichados sin duda.

importa, además, el no falsear ni el sentido ni el alcance de talenseñanza. .. hacer la guerra sin juicio y sin reflexión, no abre lasideas sobre los principios que la rigen, aun cuando no se tratase sinode establecer una línea de avanzadas, de la defensa de un río o deuna frontera, o del papel de vina vanguardia. La gravedad de la si-tuación no trae ni la inspiración, ni la improvisación feliz. Hasta,en general, ella obscurece en parte los ingenios más claros.

Hay, pues, que partir do la guerra con facultades, incluso paraCOMPRENDERLA.

La realidad del campo de batalla es que NO SE ESTUDIA ENEL; simplemente se hace lo que se puede para aplicar lo que se sabe,de ahí que, para poder un poco es preciso saber mucho y bien.

Esto os lo que os explica, en 1866, la debilidad de los austríacosa los cuales hubiera debido instruir la guerra de 1859, frente a losPrusianos que no se habían batido desde 1815. Los primeros han he-cho la guerra SIN COMPRENDERLA (como los franceses de 1870,que sin embargo combatieron bien) ; los segundos la COMPREN-DIERON SIN HACERLA, pero LA HABIAN ESTUDIADO.

IMPORTANCIA DEL ESTUDIO DE L A . . . . 1273

De lo transcripto surge:1.» La imposibilidad de un aprendizaje de la guerra, por la vía

brutal de la guerra misma.2.* La necesidad de beber en otras fuentes los elementos para ad-

quirir las enseñanzas necesarias. Base: la vía histórica.A ese respecto no debamos olvidar lo que tan categóricamente

dice el General Peucker: "Cuando más carece un ejército de la expe-riencia de la guerra, más importa recurrir a la Historia de la Gue-rra, como instrucción y como base de esta instrucción. Aunque lahistoria de la guerra, no puede reemplazar de ningún modo la expe-riencia adquirida, puede, sin embargo, prepararla. En tiempo depaz es el VERDADERO MEDIO DE APRENDER LA GUERRA, yde determinar los principios fijos del arte de la guerra.

Se trata, pues, de extractar por el estudio de la historia "las con-clusiones indispensables para dar a la mayor parte de los oficiales,las ideas generales — muy a menudo echadas al olvido — que cons-tituyen la base de su formación técnica" (General Descoin).

Hay que ir confrontando los hechos con los Principios, porque aellos nos conduce el método cuando se quiere asimilar el concepto ge-neral de la cosa, cuando se quiere poner "frente a frente, un princi-pio teórico con un hecho histórico (Clausewitz) ". Limitarse al estu-dio individual y aislado de maniobras y batallas de un general, esconfinarse en los casos particulares, en los que el terreno, los efec-tivos y la situación, ejercen una influencia considerable sobre elplan adoptado, siendo entonces imposible extraer enseñanzas ge-nerales (General Camón) .

Tal lo que ha hecho el citado General francés, cuando des-pués de largo y concienzudo estudio de las campañas de Napoleón,arriba a conclusiones terminantes y a encontrar todo un sistemade maniobras y batallas (2). Muy simple resulta tal sistema si noslimitamos a su simple conocimiento. Lo difícil es, llegado el caso,poder aplicar sensatamente los resortes de ese sistema; eso será po-sible cuando se ha estudiado con criterio objetivo y profundamen-te analítico, porque "hay que partir a la guerra con facultades.incluso para comprenderla" (Mariscal Foch), y esas facultades seadquieren y se desarrollan con el estudio y la meditación y conla aplicación de las enseñanzas en el campo de maniobras.

No hay duda de que un aprendizaje así es incompleto, porquelos libros son insuficientes y hasta incapaces de arrancarnos unadecisión o una determinación seria frente a un hecho real, que senos presenta con características propias complejísimas de ordenmaterial, intelectual y moral. En eso estriba, precisamente, lo difí-cil de hacer la guerra o de ganar una batalla. No se concibe lode ir "con la lección sabida", porque ello significaría la negacióndel sentido común y hasta empequeñecer el Arte Militar. No se

(2) General Camón: "Le Systéme de guerre de Napoleón".


trata de que conociendo la teoría se conoce todo el asunto, porque"ni tiene la pretensión de formar Napoleones, — sino que procurael conocimiento de las propiedades de las tropas y del terreno, se-ñala los modelos, las obras maestras realizadas en el dominio dela guerra y con ello prepara el camino a aquellos a quienes la na-turaleza ha dotado de capacidades militares — ni es capaz de darrecetas para crear obras nuestras como Austerliz, Friedland o Wa-gram, para dirigir campañas como las de Suiza en 1799, o librarbatallas como las de Koenigratz, pero presenta estos modelos comotipos de estudio a la meditación de los hombres de guerra... yesto, no para que las imiten SERVILMENTE, sino para que secompenetren de su espíritu, para que se inspiren en ellos (Drago-mirow) y — agregamos — estar en condiciones de adoptar rá-pidamente una decisión, o de tomar" sino las mejores disposicio-nes por lo menos las disposiciones racionales, con lo que se tienesiempre probabilidades de alcanzar el objetivo (Mariscal Moltke).

Hemos hablado de "teoría de la guerra" y es preciso concre-tar de donde procede y en que se funda.

Ella no es otra cosa que la enseñanza nacida de la historia,que se manifiesta "bajo la forma de una Teoría de la Guerra quepuede enseñarse, y bajo la forma de una doctrina que se os en-señará a practicar" (Mariscal Foch). Pero esa teoría comportaen primer plano. Principios que en la aplicación comporta, a su vez,procedimientos. De donde resulta:

—La teoría con principios fijos (Concepción).—La puesta en práctica. Aplicación variable (procedimientos)

según las circunstancias de tiempo, espacio y lugar (Ejecución).—La existencia de una doctrina (de la que hablaremos más

adelante).Es cierto que se ha discutido la existencia y fundamentos de

ciertos principios, pero los hechos y las afirmaciones de grandescapitanes y maestros de la guerra evidencian la sinrazón de la dis-cusión. Transcribimos:

—"Los principios de la guerra son aquellos que han guiado alos grandes capitanes, cuyos altos hechos nos han transmitido lahistoria". (Napoleón).

—"Las buenas teorías fundadas sobre principios verdaderos yjustificados por los hechos, son en nuestro sentir, unido a ellos laslecciones de la historia, la verdadera escuela de mando". (Jo-mini) .

—"El arte de la guerra como todas las demás artes, tienesus teorías y sus principios, o en caso contrario dejaría de ser ar-te". (Foch).

—"Hay pocos principios absolutos, pero los hay". (MariscalBugeaud).

IMPORTANCIA DEL ESTUDIO DE LA. . . 1275

—"Sin principios seguros y establecidos, se cae en continuoscambios, ya se trate de organización, de formaciones o de mar-chas". (Lloyd).

Lo transcripto basta para llegar a las conclusiones siguientes:a) Existen principios fijos.b) La aplicación de esos principios por los grandes capitanes,

nos brinda las mejores lecciones de la historia militar.c) Los principios son la base de la teoría. Y la guerra tiene su

teoría.Y se podría agregar:Siendo los principios el núcleo central o vital, alrededor de

los cuales giran todas las teorías de la guerra, ya se trate de laCONCEPCION, DIRECCION o EJECUCION, exponiéndolos fren-te a frente con los medios disponibles, los procedimientos emplea-dos, las circunstancias predominantes de tiempo, espacio y lugar ylos resultados obtenidos, que extraemos grandes enseñanzas.

Además, la violación reiterada de uno o varios principios con-duce al error sistemático. Y entonces surge que:

—O se respetan los principios - Predominio del carácter y delsentido común.

—O se les contraría por ignorancia - Incapacidad absoluta pa-ra el mando de tropas, y en consecuencia para hacer la guerra.

—O se les viola voluntariamente, en contra de toda lógica -Negación del carácter y del sentido común.

Y entonces, es fácil apreciar cuales serán los resultados, encualquiera de los tres casos enunciados. ¿Puede quedar, acaso, al-guna duda respecto, no ya a la existencia de los principios, sino asu influencia fatal, fundamental y decisiva?

Pero queda aún una cuestión por dilucidar: ¡Alguien violóo contrarió uno o varios de los principios! ¿Y en caso afirmativo,ello da pie para pensar, sensatamente, que puede contrariárselessin riesgo grave y seguro?

Efectivamente, — y refiriéndonos a la primera pregunta —Napoleón afrontó más de una vez, la enorme responsabilidad decontrariarlos. A este respecto dice el General Camón: '' Pero tam-poco ignoramos que el propio Napoleón, no aplicó rigurosamenteestos principios (3) y que a menudo sus decisiones y las medidaspor él tomadas, se encontraban en contradicción con aquellos. Esasí que, a nuestro criterio, los éxitos de Napoleón, más que un sis-tema de la conducción de la guerra, se debieron a la concepción oa la apreciación exacta de la situación, a la hábil explotación delmomento propicio, e t c . . a las cualidades del espíritu que es im-posible adquirir únicamente por el estudio.

Aparece aquí un nuevo factor, poco común por cierto entrelos generales de todos los tiempos: el genio. Podría creerse que es-

(3) Se refiere a los principios estratégicos y tácticos que Napoleón esta-blece en su "correspondencia" y en el "Memorial de Santa Elena".


te factor por ser extraordinario y excepcional interviene en lasconcepciones o decisiones de un jefe, completamente desvinculadodel método o pasando por encima de la realidad impuesta por lascircunstancias. En todo caso, eso sería, precisamente, al negacióndel genio, porque la facultad de CREAR que de ól emana, está ba-sada en la. lógica y en el más severo respeto de la verdad, impues-to por el CUADRO REAL. "El genio, don de la naturaleza, in-venta por sí mismo: es el ARTE. Luego el trabajo, volviendo acoger los hechos, los analiza, los clasifica, establece las relaciones decausas a efectos, de donde resulta la lógica, las leyes, es decir, laCIENCIA. El arte de la guerra no escapa a esta regla".

Siendo raro el don del genio, hay que ir por otras vías en bus-ca de otras POTENCIAS compensatorias de aquel don: la del tra-bajo del método y de la ciencia, tal cual lo lucieron los prusianosen 1870, cuyo Estado Mayor que lo formaba "una pluralidad deespíritus mediocres, conducen hábilmente una gran guerra con treso cuatro ejércitos, a pesar de conocer las dificultades que habíaencontrado en ello, en 1812 y 1813, el genio incomparable de Na-poleón" (Foch). Ello evidencia lo que pueden los tres factoresenunciados, y como el estudio nos hace ver las formas como la teo-ría —"recoge primeramente las lecciones del genio comentándolas,discutiéndolas" — y después aplicándolas. Allí radica el secreto delos éxitos prusianos en 1870: COMPRENDIERON LA GUERRA sinhacerla desde 1815, pero la habían ESTUDIADO. Supieron extrac-tar del libro de la historia, lo que no pudieron aprender en el campode batalla; supieron compensar la falta de genio, con el estudio yel trabajo a fondo, metódico e intenso, hasta llegar a. efectuar unanálisis completo y establecer la síntesis, . . En pocas palabras:"aprendieron a pensar". Esa es la forma de estudiar la historia,que para ellos, no fué "solamente un medio de enseñar, sino tam-bién un medio de DESCUBRIR, y por ello, un medio de desarrollarla enseñanza" (Foch) .

Por si lo expuesto no bastara para aclarar dentro de qué lími-tes y en qué forma interviene el genio, transcribimos lo que al res-pecto dice el General Camón: "Sería cosa extraordinaria que elgenio militar escapara a la ley común, que carezca de todo sistemadesde que EN LAS ARTES COMO EN LA CIENCIA, el métodoes condición PROPIA DEL GENIO. Que se considere a la gruerracomo arte o como ciencia, nadie más que un General tiene necesi-dad de un SISTEMA, para encarar y resolver los problemas que leofrecen los acontecimientos".

Lo expuesto nos lleva a pensar, que si bien Napoleón contra-rió ciertos principios absolutos, no lo hizo ni por empecinamientoni por ignorancia. Muchas de sus resoluciones, consideradas teme-rarias o imprudentes y hasta inexplicables, tuvieron su completaexplicación —por parte de él, y posteriormente por el estudio dela documentación— resultando que sus calificados errores, no fue-

IMPORTANCIA DEL ESTUDIO DE LA. . 1277

ron sino actos impuestos por las circunstancias (4), conocedor co-mo era, no sólo de la capacidad y calidad del ejército enemigo, sinotambién de las condiciones intelectuales y morales del jefe enemi-go. Conviene, además, no dejarnos enceguecer por la luz de su genioformidable. Olvidemos al hombre y estudiemos sus lecciones...

Nos queda por tocar un punto que, deliberadamente, dejamospara el final de este modesto trabajo: la Doctrina.

Lejos de nuestro ánimo está, el dar una definición, por consi-derarlo inoportuno e innecesario. Sólo queremos tratar el tema par-tiendo de una afirmación, ya bastante divulgada, de que: "la doc-trina surge de los reglamentos".

Conviene tomar semejante afirmación con cierta reserva yconcretar su alcance, porque tomada en su expresión literal, pare-cería expresar que simultáneamente con la prescripción de proce-dimientos, nos inculcan la Doctrina. Y en el vigor de lógica y delos hechos, no creemos que sea así. Los reglamentos nos dan la pau-ta, la orientación general, puntos de partida para la aplicación delos procedimientos — y téngase muy en cuenta que nos vamos a re-ferir a los reglamentos o textos de Táctica—; pero no nos dicen,porque no nos pueden decir: "en tal momento, hay que hacer talcosa, en tal forma y con tales medios", porque eso sería, ademásde imposible, una insensatez. La parte imperativa de los reglamen-tos tiene su limite cuando no nos ponemos frente a los casos particu-lares, (y en la guerra todos son casos particulares), porque si bienellos nos dirán mucho respecto a características y empleo de lasarmas, respecto al combate ofensivo, en retirada, a la persecución,etc., no nos podrá dar fórmulas exactas o matemáticas para tomaruna decisión o para ganar una batalla. Eso es del resorte exclu-sivo del jefe, y de sus comandos subordinados, que compenetradosíntimamente de la misión, han de apreciar la situación con un mis-mo criterio, buscando obtener el éxito por la armonía y convergen-cia de esfuerzos, inspirados en una doctrina general común, previa ysólidamente arraigada.

Cuando un jefe se ve obligado a la solución de un problema, delos tantos que puede ofrecer la realidad del campo de batalla, tendráque llegar por la vía de sus cualidades morales e intelectuales, a laelaboración de una decisión, dentro del marco de las intenciones desus superiores, y hasta con olvido de los Reglamentos o textos de Tác-tica. Tal es lo que surge de la respuesta a la pregunta que Verdy duVernois se dirige a si mismo, al llegar al campo de batalla de Nachod,quien, no encontrando en memoria un ejemplo que le indique su con-ducta a seguir, exclama: "Al diablo la historia y los principios", einmediatamente domina la cuestión, después de formular la pregun-ta ¿de qué se trata? No por habar echado "al diablo" la historia y

(4) Ejemplo: el cambio de frente de Napoleón después de los combates deSego, abandonando la persecución de Beaulie, para volverse contra Colli en Ceva,(Ver Clausewitz: " L a campagne de 1876 en I ta l ie") .

M del E. 11.


los principios", desaprovecha los conocimientos adquiridos y sus fa-cultades de SABER (MIRAR PARA PODER DECIDIRSE ajustan-do su decisión a su misión.

Además, "de una misma manera de mirar, resultará en el actouna misma manera de ver, y de una misma manera de ver, un mismomodo de obrar. Esto llegará muy pronto a hacerse instintivo".

He allí expresado en pocas palabras, el concepto de la Unidadde Doctrina. Y eso, no sólo dan los Reglamentos.

Es posible la existencia de Doctrina sin texto y la de éstos sinaquella, y fácil es apreciar los resultados en cada caso. La historia,a este respecto, es elocuente. El General Langois (5), en un estudiorelativo a la guerra Anglo-Boer, después de apreciar los resultadosde dicha guerra y teniendo en cuenta la situación de los Boers, sintextos pero con Doctrinas, y la de los Ingleses, con textos sin Doc-trina, llega a las siguientes conclusiones.

"Sin Doctrina los textos no son nada: a textos sin doctrina, esmil veces preferible tener doctrina sin textos. Tal lo que ocurría enla época Napoleónica.

"E l estudio de los medios a emplear por el Comando para ex-tender la doctrina, sería un trabajo provechoso para todos". Y ter-mina:

El decreto relativo al servicio de los ejércitos en campaña, tienepor base la experiencia misma de la guerra; en él están establecidoslos principios. Sólo nos resta comprenderlos bien y aplicarlos con in-teligencia.

Por otra parte—como ya lo hemos dicho anteriormente—Foch,al definir la teoría de la guerra expresa que '' ella no es otra cosa quela enseñanza nacida de la historia, que se manifiesta bajo la formade una teoría de la guerra que puede enseñarse, y bajo la forma deuna DOCTRINA QUE SE OS ENSEÑARA A PRACTICAR".

Podríamos, pues, decir que los reglamentos y la doctrina son doscosas perfectamente separables, ya que uno sin el otro pueden subsis-tir, como asimismo que la letra y la aplicación de los primeros no nosenseñan a conocer y practicar la doctrina y a rigor de lógica dedu-cimos :

1.º La doctrina no es una cuestión reglamentaria. Es un concep-to que se traduce en hechos, previo un proceso de carácter mental ymoral, frente a un caso concreto, que se presenta con toda su comple-gidad de factores de orden material, intelectual, moral y psicológico.

2.º La doctrina, también llamada Educación Táctica, (6) nacecon el estudio COMENTADO de los reglamentos o textos. En esteestudio comentado se aunan o armonizan criterios, se aclaran con-ceptos, se determinan el alcance de las prescripciones, en su letra yfondo, y entonces "de una misma manera de ver, un mismo modode OBRAR. He aquí la doctrina en su aspecto imperativo, tal cualdebe entenderse.

(5) General Langois: "Enseignements de deux guerres recentes".(6) Expresión del General Langois: obra citada.

IMPORTANCIA DEL ESTUDIO DE L A . . . . 1279

3.º Para inculcar la doctrina y su unidad, hay que hacer escue-la de ella. Luego la enseñanza y conocimiento de aquella es cosa dis-tinta del conocimiento y enseñanza de los reglamentos, porque suconocimiento ha de ser previo a1 la aplicación de estos últimos, ya que"hay que ir a la guerra con facultades, incluso para comprenderla".Y practicar la doctrina va involucrado en ello.

4.' Los Principios de la Guerra son la base de los Reglamentos oTextos de Táctica que sólo nos dan procedimientos, de aplicaciónvariable, pero jamás recetas infalibles o absolutas para cada caso.Hay que dar con el remedio adecuado al paciente según su estado ydemás factores favorables o en contra, y en la dosis necesaria, paraalcanzar el fin deseado o impuesto, pero por un proceso casi "instin-tivo". Otra vez la exacta apreciación de lo que se nos presenta. Nueva-mente, saber encajar nuestros conocimientos a la realidad en presen-cia, para llegar a lo que se quiere y lo que se debe, inspirados enuna doctrina general, común. Es así como llegamos a la conclusiónfinal siguiente:

No se concibe una exacta y criteriosa aplicación de los regla-mentos o textos militares, sin una Educación Táctica previa, y sóli-damente arraigada en los comandos.

Mayor José Papa

El Estado Mayor de Bolívar

Introducción

Todas las manifestaciones humanas en las ciencias y en las ar-tes están sometidas a las mutaciones que el diario adelanto, comouna fuerza irresistible hace cambiar el aspecto general de las cosas;hay una tendencia marcada en la constante evolución, y no de otramanera lo observamos en las páginas de la historia. En el ramomilitar, de suyo abstracto, y acaso el más susceptible de cambiosy reformas, podemos observar claramente este desarrollo, como quelas instituciones armadas han sido siempre el exponente del ade-lanto de los pueblos.

El hombre guerreó desde el momento en que su aparición en elplaneta es conocida; en las épocas primeras de la humanidad, cuan-do un pequeño destello de inteligencia lo distinguía de los demásseres vivientes, su primer impulso fué el de usar los nudosos ga-rrotes y las cílisis para atacar a sus semejantes, cada paso dado enel camino de la civilización está marcado por una guerra, y por laabsorción de los pueblos pujantes que buscan la expansión entresus vecinos.

La guerra se hizo con todos los recursos y las artes que el in-genio de cada tiempo ideó para acabar con el contrario. Asimis-mo, de pequeñas fracciones de tropas se pasó paulatinamente agrandes ejércitos, los cuales para moverse en dilatadas regiones des-pobladas, necesitaron de los elementos indispensables, como de laacertada dirección que pusiera en juego sus complicados orga-nismos .

Sin duda el primer vestigio de mando fué el ejército por losjefes de tribus, luego con el desarrollo de los pueblos, fué enco-mendada la dirección de los ejércitos a expertos, a caudillos que


mandaban con ilimitada autoridad. Ya en la edad media, rodea-ban al jefe algunos oficiales favoritos, que hacían cumplir sus man-datos, y posteriormente aparecieron cargos que a su vez se fueronregularizando hasta constituir ayudas valiosas para el jefe de nu-merosas tropas,

Antecedentes de los Estados Mayores

En épocas anteriores a la Independencia (de América),para la dirección de un ejército tenía el general como colabora-dor inmediato en las difíciles tareas, al cuartel maestre, cargo quese fué haciendo cada vez más difícil, a medida que aumentabanlos efectivos de las tropas. El significado más simplista del antiguocuartel maestre en la propia etimología del vocablo, maestro que re-parte los cuarteles, era el que aposentaba las tropas en sus mar-chas, el que disponía de los alojamientos.

Autores militares antiguos citan la obra Teoría y Práctica de laGuerra, editada en 1595, en la cual se establecen algunas disposi-ciones con el fin de aclarar las confusiones emanadas del distintoempleo que se llegó a. dar a los cuarteles maestres.

En el ejército español posteriormente se les dió el nombre de"Adalides" a los oficiales que ejercían los referidos cargos de ayu-dantes de los comandos superiores en campaña; las reales ordenan-zas de 1728 preconizaron la decisiva importancia de los cuartelesmaestres respecto a las marchas, campamentos, forraje y convo-yes y otros servicios semejantes y que dada la especial de estasocupaciones, era indispensable que los generales nombrados parael desempeño de sus funciones deberían ser versados en la profe-sión de ingenieros, particularmente en lo tocante al ataque y de-fensa de plazas fuertes.

(Rubio, Diccionario Militar, página 932).El acrecimiento ilimitado de los ejércitos hacía sentir el au-

mento de los órganos, que facilitaban la actividad de los coman-dos : así, Francia bajo el reinado de Luis XIII tuvo sus mariscalesde batalla. Después vinieron los mayores generales y en el reinadode Luis XIV, esencialmente guerrero, se empezaron a frecuentarlos mariscales de logis, pero según opinión de Thiebault, con sóloun buen general y cuatro mariscales de logis era suficiente paraun ejército.

Más tarde los ejércitos fueron vastos organismos divididos encuerpo de ejército, y éstos a su vez en divisiones que llegaban a ope-rar hasta treinta leguas del cuartel general, y entonces precisá-ronse otros servicios que no eran sino los estados mayores, y comoel buen suceso de una orden depende la habilidad y prontitud desu ejecución, llégase a la conclusión que desde esa época, un Es-tado Mayor era el punto central de sus operaciones, el punto dondeéstas se combinaban, más no donde se ejecutaban. (Thiebault).

EL ESTADO MAYOR DE BOLIVAR 1283

En Francia, asimismo, se dió la organización de los estadosmayores divisionarios que venían a reemplazar a los mayores ge-nerales de infantería, dragones y caballería con el título de ayu-dantes generales; tal cosa sucedió desde el 29 de octubre de 1790,por una Ley de la Asamblea Nacional, la creó treinta de estos ofi-ciales entre coroneles y tenientes coroneles; posteriormente la leyde 14 de germinal dispuso que los oficiales adjuntos a estas enti-dades fueran únicamente del grado de tenientes y subtenientes, ex-cluyendo las plazas de capitán.

Entre nosotros los cuarteles maestres funcionaron hasta 1817.Así hallamos que el General Miranda al desembarcar con una pe-queña expedición al continente, trajo como cuartel maestre al Ge-neral W. Armstrong, quien firmaba las órdenes expedidas por elcomandante general, y hacía las veces de los ayudantes de hoy.

En la campaña del sur, algunos oficiales extranjeros acom-pañaron al General Nariño, como el Teniente Coronel Manuel Roer-gas de Serviés, el americano Alejandro Mackanlay (según el Ge-neral José H. López y Macaulay, inglés, como dicen otros histo-riadores) . Había una gran anarquía, debido a que entonces estaera la primera empresa militar y todos los oficiales estaban biso-ños, los extranjeros ejercieron diversos cargos en la ayudantía ycomo instructores de aquellas improvisadas tropas. Serviés, con en-tusiasmo sin igual, se propuso organizar una columna que fué pues-ta a sus órdenes; enseñaba el manejo de las armas, ejercitaba evo-luciones de táctica, salidas nocturnas, hacía reuniones de todos lossubalternos para explicarles a cada uno sus atribuciones, y sobretodo dió mucha importancia al servicio de seguridad. Cabal fuéMayor General, y desde la Plata se nombró al extranjero Vever-ley, ayudante de campo del General Nariño. Estos oficiales comoRobín, Difaure, Castel, Ludovico y algunos otros, cooperaron enaquella primera campaña, y algunos de estos ejercieron puestoscorrespondientes a los estados mayores. El General Domingo Cai-cedo también fué Mayor General.

El 30 de noviembre de 1814, en la ciudad de Tunja, el Gene-ral Simón Bolívar expedió un decreto por el cual organizaba suEstado Mayor, aún con las atribuciones de los cuarteles maestres ymayores generales: tal decreto hizo los siguientes nombramientos:

Cuartel Maestre, segundo jefe, el General Rafael Urdaneta.Mayor General, Miguel Carabaño.Mayor General de caballería y dragones, Teniente Coronel Bar-

tolomé Chávez.Comandante General de toda la infantería, Coronel Florencio

Palacios.Comandante de caballería y dragones, Coronel Manuel Serviés.Vicario General, el Padre J. Félix Blanco.Conductor general de equipajes, Capitán Juan Sierra.Capitán de guías, Capitán Juan Alvarez.


Ministerio de Hacienda

Comisario, Juan Romero.Proveedor de víveres, José Niño.Cirujano, José Caldera.

Ministerio de Justicia

Auditor, Joaquín Hoyos.Preboste y aposentador, Teniente José Cabrera.

Fácilmente se ve que estos derechos no sólo era la constitu-ción de un Estado Mayor; era también la de un alto comando,con todas las dependencias que les podían ser anexas, como ser-vicio de intendencia, de justicia, vicariato y transporte, que hoynosotros llamamos tropas de tren. Ya habían cesado las simplesfunciones de aposentadores para los cuarteles maestres, pero elnombramiento así expedido era incongruente, si pensamos que losmayores generales de infantería, caballería y dragones hacían lasveces de los jefes de estado mayor divisionarios.

Terminada la campaña emprendida por el general venezolanocon las disenciones internas de Cartagena, invadido el país por elejército pacificador, el General Bolívar pasó a las Antillas, con elfin de organizar tropas para hacer una expedición libertadora quereavivase las cenizas de lo que había sido el incendio revoluciona-rio, y para enfrentarse con sus escasos contingentes a las tropas deMorillo, acaso las de mayor valer militar que hasta entonces se vie-ran en la América.

En esta aventura asombrosa acompañáronlo cerca de 250 pa-triotas, la mayor parte jefes y oficiales, cuyo intento era el deformar las tropas con los naturales del oriente y occidente deVenezuela, llenando los cuadros, ya que ellos formaban la arma-zón de un pequeño ejército; entre los nombramientos que hizo laJunta de estos patriotas para otorgar el mando de la expedición,recayó este en el General Bolívar después de algunas diferenciasy fuertes desagrados, y el de Mayor General al General SantiagoMarino; para Jefe de Estado Mayor se designó al Coronel francésDeucodray Holstein, y Subjefe el Coronel Carlos Soublette. Todaslas comunicaciones, como boletines de guerra y demás asuntos desu resorte, están firmados por el General Marino, en su calidad deMayor General. Al llegar al continente, el turbulento Deucodrayrenunció el cargo que venía desempeñando, y en su lugar fué nom-brado Jefe de Estado Mayor el Coronel Carlos Soublette.

Se observan anomalías en los referidos cargos; en un princi-pio los oficios peculiares al Mayor General, los cumplía, como hemosindicado, el General Marino; después, habiendo sido nombrado je-fe en otra región, siguió sus labores el Coronel Soublette, con las


correspondientes post firmas de Mayor General, cuando en reali-dad no tenía sino el cargo que ya indicamos. Además, como tal de-sempeñó multitudes de veces tareas de campaña, como reconoci-mientos, algunos de los cuales se efectuaron sobre las líneas ene-migas, mandó en varias ocasiones tropas de caballería, el escuadrónde dragones, adscrito al Estado Mayor, con la colaboración de losedecanes de su Excelencia.

Hay que tener en cuenta que los Mayores Generales en aque-lla época eran los segundos jefes, cargo en verdad diferente al deJefe de Estado Mayor; los comandos superiores, eran los cuarte-les generales; el General Bolívar se hacía llamar a la usanza es-pañola Capitán General.

Sólo que en todas las actuaciones de los jefes y oficiales queintegraban las ayudantías, estados mayores y demás cargos simila-res, se adivinaba indecisión, falta de reglamentación a consecuen-cia, sin duda, de que se cumplía, en lo tocante a organización, lodispuesto en las ordenanzas españolas, y aún no había sido dero-gado lo referente a cuarteles maestres en España.

Influencia de la obra de Thiebault

En el año 1813 editóse en francés un tratado llamado Ma-nual de los ayudantes y empleados de los estados mayores divi-sionarios, por Pablo Thiebault; tradujo esta obra el Capitán de latitulada República de Antioquía, don Liborio Mejía.

Refiere Thiebault en el prólogo de su manual, que habiéndoletocado ejecutar labores de índole científica, se acercó a su jefe elGeneral Doncelot, en Ingenfeld, (1793) a preguntarle en qué obramilitar encontraría los preceptos para cumplir inteligentemente sucargo. — "Nosotros no tenemos — respondió el general interro-gado, ninguna obra que contenga lo que deseáis saber, y sobre todono podéis esperar otra teoría que aquella que pueda resultar devuestra práctica".

Más tarde, cuando la continua observación lo puso en condi-ciones de poder apreciar las dificultades que reporta el ignorar lasimportantes prescripciones para el servicio de los estados mayores,el cúmulo de trabajo de orden técnico que precisa ejecutar en lasoperaciones de campañas, resolvió, y al efecto lo cumplió, escribircuidadosamente sus observaciones, en la práctica forma de un ma-nual .

El General Bolívar estudió el trabajo mencionado en su cam-paña del Orinoco y desde Angostura, con fecha 24 de setiembre de1817, dictó un decreto por el cual se organizaba un estado mayor deacuerdo con los preceptos de Thiebault; dice así el decreto en re-ferencia :

1.º Se crea un Estado Mayor General antes para la organi-zación y dirección de los ejércitos.


2.º Cuantas funciones correspondían a los mayores generalesy cuarteles maestres, cuyas plazas quedan desde ahora suprimidas,serán peculiares al Estado Mayor General, con todas las demás quese detallan en el manual publicado por Thiebault.

3.º A la cabeza del Estado Mayor General estará un generalde división, o por lo menos un general de brigada; habrá un sub-jefe, que será por lo menos Coronel, y por ahora cuatro ayudantesgenerales de la clase de coroneles, cuatro, que serán capitanes.

4.° En cada división activa habrá un jefe de estado mayor di-visionario, cuyas plazas serán dadas por los ayudantes generalesdel Estado Mayor. Estos estados mayores tendrán dos o más ayu-dantes de los cuerpos de esta misma división, a propuesta del je-fe de estado mayor, que deberá hacerse al general comandante deella, vendrán a ser efectivos en el Estado Mayor Genera], segúnsus méritos, servicio y aplicación.

5.º Todos los jefes y oficiales del Estado Mayor General ha-rán en él su carrera y obtendrán sus ascensos por rigurosa anti-güedad.

Todo en cuanto a la ordenanza general, reglamentos u órde-nes anteriores sea contrario a lo que por este decreto se dispone,queda derogado.

7.º Publíquese en la orden general del Ejército, y circúlese aquien corresponda para su cumplimiento.

Simón Bolívar

Claramente vemos que poco dista de la organización actual denuestros estados mayores; el jefe tiene hoy el rango de general dedivisión; el subjefe, el de coronel; tenemos los coroneles jefes dedepartamentos; los tenientes coroneles y mayores jefes de las sec-ciones, y los capitanes adjuntos. También cada división tiene sujefe de estado mayor con el correspondiente oficial adjunto.

Respecto al funcionamiento de las diversas dependencias esnatural hallar muchas diferencias e innovaciones: debemos recor-dar que han transcurrido cerca de cien años, y no obstante, hoycomo ayer, tiene nuestro Estado Mayor muchos puntos de semejan-za, como adelante comprobaremos.

Al haber ordenado el General Bolívar, que se siguiera en lostrabajos técnicos lo dispuso en el manual a que nos hemos refe-rido, es necesario ver, aunque sea someramente, lo que aconsejaThiebault. Dice que un estado mayor debe ser el punto céntrico dedonde emanan las órdenes de servicio, de ataque y de marchas; elcentro de información de los estados mayores divisionarios y otrasautoridades militares, y el órgano que debe mantener la correspon-dencia.


En una de las reparticiones de esta entidad se llevaba la his-toria de los sucesos de las campañas. Tenía también atribucionespropias a las intendencias de hoy, y el trabajo de las formacionessanitarias y de las tropas de transportes; lo tocante a las plazasfuertes, diseños, croquis para las operaciones de guerra.

En verdad les correspondía un trabajo excesivo a los estadosmayores, puesto que la actividad que hoy atañe a los comandossuperiores estaba todo adscripto a estos institutos, y para repartirel fárrago de quehaceres fué preciso dividir en cinco dependenciascomo los cinco departamentos que hay en la actualidad. Estasfueron:

1.º Organización de tropa. Movimiento de éstas. Cuadros esta-dísticos de personal y material. Asuntos históricos del ejército.

2.º Servicio administrativo. Proveeduría de las plazas fuertesy divisiones. Remontas. Asuntos sanitarios y bagajes de las tropas.

3.º Sueldos, contribuciones y gastos del Ejército.4.º Servicio de espionaje e informaciones. Prisioneros! de gue-

rra y canjes; y5.º Parte topográfica y cartográfica.Es esta la síntesis de lo aconsejado por Thiebault, mucho de

lo que se hace hoy día en los ejércitos modernos, más lo propioa las intendencias, tropas de tren y formaciones sanitarias. Sin du-da el desarrollo de estas nuevas tropas se debe al acrecentamientode los efectivos y a las nuevas necesidades creadas con la aglome-ración de hombres, ganado y elementos de guerra.

¿Cuáles fueron las labores del Estado Mayor del Libertador?En primer lugar la decidida cooperación a sus disposiciones. Losreconocimientos verificados muchas veces ante la fuerza del adver-sario.

Como se actuaba en teatros dilatados y las tropas estaban dise-minadas, comandadas por tenientes cuya obediencia era en no po-cas ocasiones discutible, era menester el frecuente envío del Jefedel Estado Mayor, quien debía explicar personalmente los propósi-tos del comando. Se llevaban los diarios de operaciones, boletines delos combates, comunicaciones con las divisiones y tropas destacadas,con la escuadra que ayudaba en el Orinoco, y litoral venezolano ycon las fuerzas sutiles, que aprovisionaban las tropas. Los valiososarchivos, por los cuales conocemos el detalle de las proezas de nues-tros libertadores, son fruto también de la actividad del EstadoMayor.

Todas las comunicaciones que cruzaban con el Estado Mayorse hallan firmadas por el jefe correspondiente, General Carlos Sou-blette o por el subjefe Coronel Francisco de Paula Santander.Pero en las tropas destacadas no se siguió la misma doctrina; asíencontramos que en unas comunicaciones firmadas Cestari, ayu-dante general, y en otras los mismos jefes de las divisiones.


De tanta importancia serían las labores de los Estados Mayo-res después de la publicación de Thiebault, que un jefe divisio-nario, el ilustre General Antonio José de Sucre, con fecha 22 demayo de 1818, desde Cumaná, solicita con urgencia le envíen unoficial versado en el servicio de Estado Mayor, por desconocer, tan-to él como sus oficiales, dicho servicio y reputarlo de una importan-cia muy grande. (Memorias de O'Leary, tomo XVI, pág. 44).

En la campaña de los Llanos, la actividad del Estado Mayorpatriota fué indiscutible. El General Soublette, que había ocupadocargos similares desde la iniciación de la gran guerra, puestoperteneciera al Estado Mayor del General Miranda hasta la pro-pia capitulación de San Mateo, en el vigor de su juventud, conta-ba entonces veintinueve años, poseía en grado sumo la absolutaconfianza del Libertador, y como tal cumplía los más delicados co-metidos.

Por aquellos parajes ardientes, en medio de la naturalezabravia, el Estado Mayor, acompañado de los edecanes y dragones,que escoltaban al jefe supremo, formaban un grupo abigarradocuyos uniformes diferentes unos de otros, completados con las pren-das del país, daba la idea precisa de las escaceses y privacionesde aquella fatigosa campaña y presentaba un vigoroso conjunto,cuyo fondo era el incomparable paisaje tropical.

Procedió a la invasión de la Nueva Granada la notable Juntade Jefes, presididos por el General Bolívar, en una miserable al-dea ribeñera del Apure. Allí el General Soublette leyó las comuni-caciones pertinentes a la empresa de que se trataba, en su calidadde Jefe de Estado Mayor, y decidióse, mediante la exposición delLibertador, aunque en un principio se escogió otra zona de inva-sión, la vía de Cúcuta.

Habiendo sido la batalla de Bocayá, el suceso transcendentalpor excelencia de la emancipación colombiana, nuestro modesto tra-bajo no alcanza a considerar la actuación del Estado Mayor en elmencionado hecho de armas; sería motivo éste para una extensamonografía, que pusiera de relieve la cooperación del General Sou-blette en los diversos momentos de la batalla.

Breves observacioness

El gobierno español viendo, sin duda, el desarrollo que en otrospaíses habían tomado los estados mayores, expidió una ley Orgá-nica en Madrid, el 9 de junio de 1821, la cual fué refrendada porFernando VIL Dicha ley se refería a la parte reformatoria de to-do el ejército, pero contiene numerosos artículos referentes al Es-tado Mayor General y a los estados mayores de los distritos en queestaba dividida la fuerza española. En general, el giro que se da-ba a la nueva institución era fruto de las observaciones sacadasdel ejército francés, aunque en notable retraso, puesto que Thie-


bault dió a la publicidad su obra en 1813, tradújola Liborio Mejíaen 1815, e implantóla en ejército patriota el Libertador en 1817,y España la adoptaba hasta en 1821.

Después el General Santander, llevado de su espíritu refor-mativo, quiso dar una reglamentación todavía más amplia y de-tallada, evitando los razonamientos de funciones, y al efecto, dic-tó un decreto que se tituló Reglamento de los Estados Mayoresel 29 de junio de 1823. Allí se da un desarrollo especial a los ser-vicios de intendencia y se demarcan las atribuciones a las diferen-tes dependencias del Estado Mayor.

Pasadas las épocas de oro de la República, las frecuentes1 gue-rras civiles, los transtornos políticos y las administraciones obscu-ras, acabaron completamente con lo que se adelantara en ramo tanimportante. Nuestro Estado Mayor contemporáneo, antes de la re-forma militar de 1907, no era otra eosa que un lugar de depósitopara numerosos militares que vegetaban en oficinas de donde ja-más saliera una iniciativa, de lugares donde nunca se hacía un es-fuerzo por engrandecer la más respetable e importante de las ins-tituciones : el ejército.

Sus dependencias titulábanse mesas, y en ellas se tramita-ban asuntos de discutible importancia, órdenes, situaciones de per-sonal y asuntos de justicia, entre un mar de papeles inútiles queentorpecían y prolongaban indefinidamente sus labores raquíticas.

La síntesis de lo que debe ser la actividad de un Estado Ma-yor, si no era absolutamente desconocida, por lo menos no era apli-cada. ¿Acaso alguna vez se tuvo al Estado Mayor como un institutomeramente científico, cuyos trabajos gravitaban en la preparaciónde las tropas para la guerra, en el estudio metódico del propiopaís, de su capacidad económica, de sus vías de comunicaciones,de las producciones agrarias y pecuarias, de sus estadísticas, de lahistoria de los magnos acontecimientos que dieron vida libre a cin-co repúblicas? ¿Acaso se pensó en indagar la potencialidad de nues-tros vecinos y el grado de preparación y eficacia de sus ejércitos?

Subsistió el Estado Mayor como un órgano de referencia en-tre las tropas y el Ministerio de Guerra y las jefaturas del ejér-cito. Cada jefe plasmaba con su voluntad quehaceres de sus sub-ordinados, imponía sus puntos de vista de una manera absoluta yseguía la, norma de sus caprichos. En todo caso faltaba la regla-mentación, que conservan lo pasado y facilita el perfeccionamien-to en armonía con el natural adelanto de la ciencia militar.

Muchas de las innovaciones que vinieron con la reforma de1911, eran conocidas ya desde hace un centenar de años, sólo queolvidadas por preocupaciones del momento, se perdía la oportuni-dad de reformar lo antiguo, de perfeccionar y de sacar avante lainstitución, aprovechando los buenos elementos que sin duda al-guna hubiéranse hallado.

Leonidas Flores Alvarez(De la Revista Militar del Ejército de Colombia)

De todas partes

ALEMANIA.

El fusil automático pesado "Oerlikón".—La casa "Oerlikón"acaba de construir un fusil que responde a las exigencias de unarma anti-carros. Se trata de un fusil de carga automática, de uncalibre de 2 centímetros, que no puede tirar más que disparo a dis-paro. Los cartuchos van colocados en un almacén de cinco o diezcartuchos, número que podría eventualmente elevarse a quince.

El mecanismo de cierre está en el interior del arma. Puedeser llevado con artolla por un sólo hombre; se puede, por otraparte, dividirlo rápidamente en tres cargas de 11 kilógramos.

Su longitud total es de 1.45 metros, la del cañón de 0.75 metros,su velocidad inicial es de 1.55 metros por segundo; el peso de labala de 128 a 142 gramos.

La fuerza de penetración de la bala anti-carros para los blin-dajes de acero es de:

15 milímetros, aproximadamente, a 500 metros de distancia.16 milímetros, aproximadamente, a 400 metros de distancia.18 milímetros, aproximadamente, a 250 metros de distancia.19 milímetros, aproximadamente, a 180 metros de distancia.20 milímetros, aproximadamente, a 130 metros de distancia.Esto vasta para la misión prevista; la de un arma de com-

bate próximo de 200 a 400 metros.


Para el tiro el arma se apoya sobre un sostén; un soporte pos-terior permite mantener eventualmente una dirección determinada;este soporte puede abatirse. La bala tirada por el nuevo fusil "Oer-likón'' es luminosa y explosiva o incendiaria; su explosión en elinterior del carro debe producir estragos considerables; puede,igualmente dar resultados notables en la lucha contra pequeñoscentros de resistencia de infantería. Las municiones pueden lle-varse en la mochila (cien cartuchos constituyen un peso de 33 ki-lógramos) .

Aviación

ALEMANIA.

La defensa antiaérea por las ametralladoras.—Según el "Deuts-che Wehr" no se atribuye de una manera general a las ametra-lladoras una gran eficacia en el tiro contra aviones, pero en laMemoria que acaba de publicar el General Jefe de las Fuerzas aéreasalemanas constan las cifras concernientes a esta destrucción; re-sulta que en 1918 fueron abatidos" por las ametralladoras cincoaviones en mayo, cinco en julio y nueve en agosto. Desde octubrede 1917 a fin de agosto de 1918, y en cooperación con los proyec-tores, se abatieron treinta y siete aviones, de ellos nueve con ame-tralladoras.

"Los americanos" anunciaron grandes éxitos de sus ametralla-doras contra los aviones; sus formaciones antiaéreas abatieron, entotal, cincuenta y nueve aviones, dos batallones de ametralladoraspesadas abatieron, ellos solamente, cuarenta y nueve aviones; losamericanos atribuyen estos éxitos a la perfecta instrucción de estosbatallones y a su perfecto empleo táctico, muy cerca de la pri-mera línea, por encima de la cual los aviones volaban bajo; por elcontrario, las 1,500 ametralladoras de las unidades de campaña noabatieron más que dos aviones, y las baterías de artillería antiaé-rea dieciocho, en el mismo lapso de tiempo.

"Del lado inglés" una escuadrilla de seis aviones, que reali-zaba vuelos bajos, tuvo todos sus aviones tocados por el fuego delas ametralladoras; éstos pudieron entrar en sus líneas sin que laInfantería viese sus resultados, y así fué varias veces, con testimo-nio, un ataque de la escuadrilla alemana 37 el 23 de marzo de1918, contra columnas inglesas en retirada en el Somme; en el cur-so de la persecución la mayoría de los aviones alemanes fuerontocados y dos tuvieron que aterrizar detrás de sus líneas; la In-fantería inglesa consideró su defensa como eficaz, porque no vió elefecto de sus ametralladoras después del tiro.

DE TODAS PARTES 1293

"De manera general las ametralladoras impedirían los vuelosde los aviones a baja altitud.

"Se podría objetar que hoy el vuelo de los aviones ha aumen-tado seriamente, pero los procedimientos de tiro antiaéreo tambiénhan mejorado, y gracias al aumento de la velocidad del tiro los ha-ces de bala de las ametralladoras se han hecho más densos.

"¿Qué conclusión deducir?"Desde luego no es colocado en acción un gran número de

ametralladoras como se podría lograr resultados, y éstos no seríansiempre visibles desde el radio de la tropa. No es preciso, pues,contar más que con ametralladoras dispersas alrededor de la tro-pa a proteger, que abatirán al enemigo antes de que pase el ataque(protección inmediata). Por el contrario, se puede esperar que, porlas pérdidas severas que sufrirá el enemigo, disminuirá o aún ce-sará en sus ataques (protección indirecta) .

"También es necesario que en el porvenir todas las ametralla-doras ligeras o pesadas, que no tengan otra misión que llenar, seanempleadas en la defensa antiaérea, y esta defensa antiaérea debepracticarse automáticamente en cada parada, al menor reposo, enel acantonamiento, en trayecto de ferrocarril.

"Parece mucho menos importante dispersar alrededor del ob-jeto a defender grupos de ametralladoras para una protección di-recta que poder abrir el fuego de numerosas piezas en el momentoquerido para una protección indirecta.

"En resumen, en los grandes incidentes de la guerra, dondehaya un cierto despliegue de tropa, se atribuirá a las ametralla-doras, sin ninguna orden particular, la protección indirecta de supropia tropa y la protección directa de las tropas vecinas, debiendoser automáticamente desempeñadas estas misiones.

Educación e instrucción

ESTADOS UNIDOS

Transporte de infantería en camiones.—Una experiencia bas-tante original de transporte por automóviles de tropas de infan-tería ha efectuado el 29 Regimiento de Infantería (motorizado)anexo a la Escuela de Infantería de Fort Benning.

Los dos batallones de este regimiento fueron transportadosde Fort Benning a Panamá City (Florida) y regresó, con un nú-mero de camiones automóviles susceptibles de transportar solamen-te un batallón a la vez.

Uno de los batallones partió del acantonamiento en camiones,y era desembarcado algunos kilómetros antes de llegar al acanto-namiento, terminando la etapa a pie.

M. del E. 12.


El trayecto total era de 485 millas (776 kilómetros).La duración del desplazamiento fué de once días. El efectivo

de los dos batallones era de 1,233 hombres.La etapa diaria a pie de cada uno de los batallones variaba

entre 14 y 20 millas. El total del trayecto recorrido a pie por unhombre, fué aproximadamente, 135 millas; el de un camión 1,025millas.

La velocidad media de marcha fué de 8 millas (12 kilómetros)por hora. La mayor etapa fué de 88 millas y media.

El convoy automóvil comprendía :17 camiones de dos toneladas.20 camiones de una tonelada y media.Un camión ligero.Siete coches de turismo Ford.Un camión depósito de 4,000 litros de esencia.Además:Cinco cocinas rodantes.Cinco toneladas de agua (capacidad de 1,200 litros).

ESTADOS UNIDOS

La Escuela Militar de Infantería.—Según el "Army and Na-vy Journal", después de 15 años de existencia, la Escuela de In-fantería de los Estados Unidos va a reunir este año todas las es-pecialidades de esta arma en Port Benning. Desde hace varios añoslas autoridades militares habían perseguido esta realización, y has-ta el verano de 1932, después de la transferencia de la Escuela delos Tanques de Port George G. Meade a Fort Benning, tales es-fuerzos no habían sido coronados por el éxito.

Esta escuela de tanques se colocará bajo la dirección inmedia-ta del Jefe de la Escuela Militar de Infantería. La instrucción téc-nica y táctica de esta nueva máquina de guerra, cuya importan-cia aumenta de día en día, será llevada en relación y armoníacon las otras armas que se enseñan en la Escuela. Otras ventajas,desde el punto de vista de instrucción y administración, propor-cionarán también la nueva organización. Asimismo otros cambios ymejora de detalles han sido aportados en el servicio interior de laEscuela (funciones diversas del personal de oficiales, aumento delos efectivos, oficiales, instructores, etc.) .

Los cursos de la Escuela de Infantería comenzaron a fines desetiembre próximo pasado, y tendrán una duración de nueve me-ses, aproximadamente (hasta el 7 de junio de 1933) .

Independientemente de los cursos normales de la Escuela, elperíodo 1932 - 1933 comprende un cierto número de períodos deinstrucción, de los cuales los principales son los siguientes:


1.º Un curso del 24 de octubre al 19 de noviembre, para losoficiales superiores en número de 25.

2.º Un curso para los oficiales de reserva y de la "NationalGuard" 25 oficiales designados (12 de enero al 16 de febrerode 1933).

3.º Un curso para los oficiales de compañía (Reserva y "Na-tional", de 24 de febrero al 24 de mayo de 1933, comprendiendo140 oficiales).

4.º Un curso especial para carros de combate, que será segui-do, del 24 de febrero al 17 de mayo, por diez oficiales de reserva yde la "National Guard".

Varios cursos de instrucción para suboficiales y soldados, es-tán igualmente previsto en la Escuela para 1932 - 1933:

l.º Un curso de transmisiones para los elementos del Ejércitoactivo y de la "National Guard" del 9 de febrero al 2 de juniode 1933.

2.º Un curso de mecánica automóvil del 3 de enero al 7 de junio.3.º Un curso de reconocimiento del 16 de noviembre al 21 de

diciembre de 1932.4.º Un curso de estenografía del 22 de setiembre de 1932 a 12

de mayo de 1933.5.º Un curso de contabilidad del 22 de setiembre de 1932 al

24 de febrero de 1933.6.º Un curso de "mariscalería" del 1.* de noviembre de 1932

al 3 de abril de 1933.En agosto del pasado año 1932, se designaron los oficiales, sub-

oficiales y hombres de tropa que tenían que seguir todos los cursospre-relacionados.

Organización

LUTUANIA

El Ejército lituano.—En razón de la difícil situación económi-ca del país, el Gobierno lituano parece haber renunciado definiti-vamente a la creación de una Marina.

En lo que concierne al Ejército cuenta en tiempo de paz unefectivo aproximado de 20,000 hombres; la fuerza del Ejército mo-vilizado se eleva, aproximadamente, a 200,000 hombres.

El servicio militar obligatorio está en vigor; es de 18 meses.El país está dividido en tres distritos, que corresponden a tres

divisiones.La Infantería comprende siete regimientos, comprendiendo en

total 17 batallones. La caballería comprende dos regimientos con10 escuadrones de campaña, dos escuadrones de ametralladoras y


un escuadrón de autos bli.nda.dos. La Artillería comprende tres re-gimientos de Artillería ligera hipomóviles, comprendiendo cada unotres grupos de dos baterías de cuatro cañones; a esta Artilleríaes necesario añadir un agrupamiento de artillería pesada de dosgrupos a dos baterías hipomoviles. Por otra parte, hay que citar unbatallón de zapadores, tres trenes blindados, un elemento de trans-misiones, un elemento automóvil y una compañía de autos blindados.

Los efectivos de la Aviación se componen de tres escuadrillasde observadores, dos escuadrillas de caza una escuadrilla avionesde bombardeo y una escuadrilla escuela.

El Jefe del Estado es Comandante en Jefe del Ejército y Pre-sidente del Consejo de Defensa Nacional. En guerra puede delegarsus poderes sobre las fuerzas armadas, en un general; en tiempo depaz es el Ministro de la Guerra el que tiene el Alto Mando delEjército, entiende en todas las cuestiones relativas a la defensa na-cional y responde de sus actos constitucionales.

La instrucción de la juventud está reglada por la ley militar.Los voluntarios son objetos de atenciones especiales, su instrucciónconsiste en cursos en ¡as escuelas y en el tiro, que las sociedadesde tiro hacen ejecutar regularmente.

RUMANIA

La reorganización del Ejército.—El "Deutsche Wehr" señalaque la prensa rumana se ocupa de manera detallada de la activi-dad que despliega el Ministro de la Guerra Stesanescu Anisa encuanto a la reorganización del Ejército, y que los proyectos some-tidos a la alta asamblea militar rumana son seguidos con interés.

Una parte de estos proyectos ha sido ya realizado. Cerca delEstado Mayor habrá otro Estado Mayor Técnico que dirigirá laindustria de guerra y organizará para caso de campaña la indus-tria, trabajando para la defensa del país.

Se fundará, igualmente, una alta administración de la Avia-ción, a la cual se subordinará también la Aviación Civil, y desdeluego, la Aviación Militar.

La reorganización del Ejército rumano será:"Infantería".—87 regimientos de Infantería, seis regimientos

de cazadores de montaña, cuatro batallones de Infantería ligera,24 compañías de ametralladoras divisionarias y ocho batallones deametralladoras contra aviones.

"Caballería".—24 regimientos de Caballería de Ejército, un re-gimiento de Caballería de la Guardia Imperial, siete regimientosde Caballería de Cuerpo y un grupo de cazadores a caballo.

"Artillería".—52 regimientos de Artillería pesada, 42 regi-mientos de Artillería ligera, dos regimientos de obuses de monta-ña, cuatro regimientos de Artillería a Caballo, 22 grupos indepen-


dientes de Artillería de fortaleza y de Artillería pesada, seis gru-pos de cañones de montaña y ocho regimientos de defensa an-tiaérea.

"Tropas acorazadas".—Cuatro regimientos de tanques."Tropas técnicas".—Siete regimientos, de cazadores minadores,

un regimiento de zapadores minadores de montaña, un regimientode zapadores montoneros, tres regimientos de telegrafistas de mon-taña, tres regimientos de ferrocarrileros y seis batallones de for-tificaciones.

"Tropas químicas".—Cuatro regimientos químicos."Tropas automóviles".—Un regimiento de transporte auto."Aviación".—Cuatro escuadras mixtas de aviones: una escua-

dra de caza, una escuadra de bombardeo, una escuadra de hidro-aviones y cuatro regimientos de aerostación.

Al mismo tiempo que se persigue la reorganización del Ejér-cito, se procederá a recompletar y unificar el armamento. Todo elEjército será dotado de ametralladoras ligeras checoeslovacas y se in-troducirá el fusil austríaco Mannlicher. Se procederá, igualmente,a la compra de cañones de grueso calibre. Los regimientos estarántodos dotados de estación de radio. Han sido ya preparados en granescala materia anti-gases.

Por otra parte, el general Inspector de la Aviación, Lasarescu,reclama la independencia y el aumento de la Aviación, a fin de ha-cerla independiente de la marcha exterior.

Rumania no posee, todavía, más que dos fábricas de aviones,la fábrica del Estado, en Cronstadt, y la fábrica Set, en Bucarest.

El Gobierno acaba, por otra parte, de decidir que en porvenirlas ciudades de más de 60,000 habitantes deberán tomar ellas mis-mas las medidas destinadas a asegurar la protección de las pobla-ciones civiles contra los ataques aéreos, preparar la evacuación delos edificios amenazados e instalar abrigos protectores contra lasbombas.

DINAMARCA

La reorganización del Ejército danés.—Se ha disminuido elllamamiento anual de reclutas en unos 1,200 hombres, lo que ha obli-gado a una sensible reducción el número de unidades, (44 compa-ñías de fusileros, dos escuadrones y tres compañías de Zapadores),pero se mantienen la duración del servicio y el efectivo de los cua-dros permanentes en los términos anteriores.

Se compensa en cierto modo dicha reducción duplicando elnúmero de compañías de ametralladoras y motorizando gran par-te de la Caballería y Artillería y aumentando la Aviación.


La Infantería ha quedado organizada de ocho regimientos a tresbatallones de cuatro compañías de fusileros y una de ametrallado-ras (en total, 96 compañías de fusileros y 24 de ametralladoras).

La Caballería dispone de dos regimientos, o sea, siete escua-drones, y además tiene cinco escuadrones ciclistas y dos compañíasde autos blindados.

La Artillería comprende: 18 baterías ligeras hipomóviles (queforman tres regimientos a dos grupos), seis baterías ligeras motori-zadas (tres grupos) y ocho baterías de defensa contra aeronaves,motorizadas.

El Arma de Ingenieros está constituida por seis compañías dezapadores (un regimiento de dos batallones a tres compañías), cua-tro compañías de telegrafistas y una compañía de radio.

Aviación dispondrá de dos grupos a tres escuadrillas, de 15 a20 aviones cada una.

Y el tren tiene dos compañías hipomóviles y una compañíaautomóvil.

Táctica y tiro

ALEMANIA.

La composición de un batallón de Infantería en un regimiento.—En uno de sus últimos números, la "Deutsche Wehr", bajo lafirma de Steinberg. publica un estudio sobre la composición de unbatallón en un ejército profesional. Como se verá luego la compo-sición que presenta en bastante atrevida; responde, desde luego,a la idea que predomina en ciertos medios sobre el empleo en unaguerra eventual, no de un ejército nacional, comprendiendo el con-junto de hombres movilizables, sino todo un ejército profesional,provisto de un material perfeccionado y considerable y poseyendoel dominio técnico de este material. La "Deutsche Wehr" haceobservar que el artículo no procede de un militar, lo que le prestamayor interés.

El autor expone algunas observaciones esenciales antes de ini-ciar la composición advertida.

Se trata esencialmente de un ejército profesional.El radio de acción calculado para el batallón es de tres a cua-

tro kilómetros, lo que supone ante todo, una situación defen-siva, creándose una unidad especial para ofensiva.

Las transmisiones se realizan con onda corta; se podría hoydisponer de aparatos de un alcance reglado de 10 a 18 kilómetros;un séptimo de la tropa se dedicará al servicio de transmisiones yde teléfonos.


El empleo de carruajes blindados para todos los terrenos ha cam-biado enteramente la técnica de la marcha, los trenes que sólo hande utilizarse por carreteras van provistos de ametralladoras, y pue-den proteger a los elementos que marchan por carretera. El prin-cipio es el siguiente: desmenuzando la tropa en marcha, los pun-tos blindados confirman la seguridad en todas las direcciones; unanillo interior comprende el tren motorizado, los observadores delaire y el destacamento de seguridad aérea que confirman la se-guridad hacia arriba.

La motorización no tiene valor más que si el producto des-tinado a los motores puede ser proporcionado en suficiencia porel país mismo.

Tres especies se emplean en Alemania:a) La bencina.b) El aceite pesado (diesel) .c) Generadores de gas para los trenes de compañía y de ba-

tallón.A cada especie corresponde vehículos particulares.Hechas estas advertencias, la composición indicada es la si-

guiente :36 oficiales.

664 suboficiales y hombres de tropa.36 empleados militares, repartidos en:

Una compañía de plana mayor.Una compañía de cañones.Una compañía de ataque.Tres compañías de tiradores.La composición de la compañía de plana mayor es:Una sección de mando (estafetas, radios) .Un pelotón de carruajes blindados para defensa de caminos

(tres carruajes con ametralladoras).Un pelotón para la defensa antiaérea.Un grupo de transporte con columna de carburante.Un grupo sanitario y veterinario.Un pelotón de gastadores.La composición de la compañía de cañones, sería:Una plana mayor.Dos pelotones de cañones contra tanques (dos cañones de 37

por pelotón) .Un pelotón de cañones de Infantería (dos cañones de 5).La composición de la compañía de ataque, sería:Una plana mayor.Dos pelotones de cañones contra tanques (dos cañones de 37

por pelotón).Un pelotón de cañones de Infantería (dos cañones de 5).La composición de la compañía de ataque, sería:Una plana mayor.


Dos pelotones de cazadores de tres grupos cada uno.Un pelotón especial sirvientes de máquinas-pistolas y de los

lanzaminas.Un pelotón de carros de combate (tres carros) (ametrallado-

ras y minenwerfer).La composición de la compañía de tiradores, sería:Una plana mayor.Un pelotón de ametralladoras pesadas (cuatro ametralladoras).Un pelotón de cazadores.Tres pelotones de ametralladoras ligeras.Hay que advertir que cada pelotón está provisto de ametra-

lladoras, si bien el número de ellas es más elevado.Sin contar las máquinas blindadas, de que van igualmente

provistos, el batallón de tipo propuesto para un Ejército profesio-nal constaría de:

15 ametralladoras 08.80 ametralladoras 08-15.18 ametralladoras 08-18.El autor hace, además, las observaciones siguientes:Todo hombre que circule inútilmente en la zona de fuego

constituye un sacrificio inútil. Cuanto más se aleje del ejército in-tegral, en lugar de a la caza se atenderá a la consciencia de cadacombatiente, a su poder militar, a la confianza en sus jefes y ensus camaradas, a la confianza en sus armas y en el avituallamien-to suficiente en municiones.

Empleo exclusivo de las armas automáticas, lo que necesitafuerte aprovisionamiento en municiones y la defensiva como acti-tud general.

El combate moderno, sobre todo la construcción de posicionescon nidos de resistencia, necesita profundidad.

El objetivo de la compañía de ataque es la "salida" y es uti-lizada en consecuencia.

En resumen: un número mínimo de combatientes, armas auto-máticas, muchas municiones, motorización, movilidad; tales son lascondiciones necesarias a los ejércitos profesionales.

ALEMANIA.

El problema de la defensa contra ataques por carros de com-bate.—En el artículo de la revista "Wehr et Waffen", el Tenien-te Bernatsky se ocupa de la defensa contra los ataques por ca-rros de combate.

Después de hacer notar que los ataques por carros de com-bate, conducidos por sorpresa, tienen una eficacia incontrastabley que es asombroso que nadie se preocupe de los medios propiospara repelerlos, escribe:


Hay poco que esperar de la artillería para contrabatir loscarros de combate, porque esta arma carece de la preparación detiro necesaria, de la agilidad y rapidez de tiro oportunos. Desdehace largo tiempo, la Artillería, con respecto a ataques cercanos,ha requerido protección de la Infantería. En el sentido estrictode la palabra, la misión de la Infantería durante la guerra mun-dial se limitó, cada vez más, a proteger pura y simplemente a suArtillería.

Los medios de que dispone la Infantería para repeler los ata-ques de carros de combate son muy escasos.

Admitiendo que masa de carros surgiesen al descorrerse lasnubes de humo muy profundas, estarían uno o dos minutos sobrelas primeras posiciones de defensa y aún las sobrepasarían. Losfusiles y ametralladoras no harían ya efecto ni aún en las débilescorazas de los carruajes ligeros; los cañones de pequeño calibrede la Infantería no tendrían fuerza de penetración ni velocidadde tiro. El minenwerfer ligero y el cañón de acompañamiento deInfantería tiran, al máximo, 10 disparos por minuto; no es, pues,exagerado decir que la Infantería está, por consiguiente, indefen-sa contra los carros de combate".

"La respuesta debe, pues, provenir de una máquina de tiroque en un minuto debe poder lanzar 40 a 100 proyectiles capacesde perforar el acorazamiento. Esto exige una velocidad inicial de800 metros y un cierto peso del proyectil. Esta máquina sería asíla mejor arma de protección contra los aviones en bajo vuelo. Entanto que el batallón de Infantería no esté provisto de seis a ochomáquinas de las advertidas, la Infantería llevará tras de sí, sinutilidad, todos los medios de combate que posee.

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Siguiendo el desarrollo normal de nuestro programa de tra-bajo, damos a conocer un episodio ignorado por la historia y quetiene el aliciente de ser de una veracidad absoluta y colocaraún más de relieve le heroísmo y la lealtad de los soldadoschilenos. Nuestra historia es pródiga en ejemplares actos de civis-mo y de fidelidad que en gran parte son desconocidos, porque jun-to al valer moral e intelectual del protagonista se encuentra esedeseo ignato de pasar desapercibido, demostrando, con tal proce-dimiento, que la sola razón que ha guiado sus pasos es la necesi-dad de tener siempre satisfecha la conciencia, cumpliendo sus de-beres en la más amplia acepción de la palabra.

El Comandante Amengual es un soldado distinguido con losmás hermosos lauros de la fama. Sus actuaciones lo pusieron derelieve en el hermoso cuadro de heroísmos que guarda la patriaen las más bellas páginas de su historia guerrera.

Hoy damos a conocer otro hecho que demuestra su rectitudde conciencia, su profundo amor a la responsabilidad y el enormeascendiente que siempre han tenido sobre sus subalternos los Je-fes que educan con el ejemplo, y saben posponer los intereses per-sonales y hasta la vida misma, cuando se trata de mantener incó-lume su nombre de soldado y el honor de la patria.

La víspera de la batalla de Loncomilla

(Episodio militar, por Kefas)

Comenzaba el mes de noviembre del año 1851 y, a la inversade la serenidad que de las veladas primaverales cantaba un poetachileno, las noches de noviembre se presentaban fatigosamente en-sombrecidas por celajes de mal agüero. La luna parecía rielar apa-

M. del E. 13.


siblemente por los campos del cielo; pero el firmamento políticose veía cruzado por exhalaciones temerosas, al paso que en la tie-rra se aspiraba un acre vapor de sangre. Chile estaba en vísperasde Loncomilla, la batalla de las batallas, según la expresión delmismo guerrero cuyo recuerdo voy historiando.

Fracasadas las negociaciones, talvez inadecuadamente, enta-bladas entre el Presidente Montt y el aspirante General Cruz, ha-bía llegado el momento supremo de requerir con las armas la jus-ticia que cada cual se asignaba en esta ruda contienda política. ElLoncomilla separaba al Ejército constitucional mandado por Bul-nes, del revolucionario dirigido en persona por don José María dela Cruz.

Todo el sur allende el Maule obedecía al segundo, y don Ma-nuel Montt hubo de pasar más de un amargo cuarto de hora alrecontar la mermada hueste del orden que le era posible oponeral brillante ejército de su rival. Se pensó entonces en formar unnuevo Cuerpo y se pronuncia el nombre de Aniengual como el máshábil improvisador de batallones y el más experto instructor dereclutas. No se engañó el Excelentísimo: veintitrés días habíantrascurrido desde la fecha del decreto por el que se le confiaba laformación del "Santiago", y el comandante Amengual pudo pre-sentar un lucido batallón de más de. 400 plazas, con su excelentebanda de música, cornetas y tambores. No siempre ha necesitadotanto plazo: lo vimos algunos años más tarde organizar en 19 díasel Regimiento "Esmeralda" con 1,219 plazas y excelente banda demúsica, y aún regalar al Batallón "Valdivia" un excedente de 80soldados.

El Batallón estaba en vísperas de abandonar a Santiago paramarchar rumbo a la próxima batalla, y muy pocos profetas se atre-vían a augurarle fortuna. Un rumor sordo le pronosticaba el granfracaso del siglo y hasta ese traidor vientecillo de la calumnia sedaba a hablar no se qué historia secreta de un cohecho que se col-gaba al Jefe. Pero Montt estaba seguro que confiaba su suerte amanos que no sabían mancharse con el dinero de Judas. Sin em-bargo, el rumor llegó a silbar tanto, sotto voce, que el Excelen-tísimo, sin dudar más del Jefe que de sí mismo, alcanzó a abrigartemores por la tropa que llevaba a su mando. En la noche antesde la salida, envió a llamar a Amengual.

—Comandante, le dijo, ¿tiene Ud. confianza en su Cuerpo?—Como Ud. en mi alma, respondió el Comandante.——Pues, tenga Ud. cuidado; se que tratan de minarlo.——No es tan fácil, mientras yo viva, repuso el Jefe, con la

misma seguridad que Chavigny, Gobernador de la Bastilla, a aná-loga observación de Mazarino.

Amengual, incapaz de engañar, no podía creer en las trai-ciones; y, sin embargo, la traición se encubaba en secreto. Tomólas precauciones del caso y se lanzó vía al sur. El Comandante

LA VISPERA DE LA BATALLA DE LONCOMILLA 1311

llevaba entre sus oficiales al Sosteniente don Marco Aurelio Arria-gada, a su ayudante don Juan de Dios Briceño y muchos otros.Acompañábalo también el Vicario Castrense, don Juan de DiosDespott, que después sirvió de Ayudante al General Bulnes.

El orden de la marcha era el siguiente: la banda de músicaa la cabeza; en seguida el grueso del batallón, después la guardiade prevención y, por fin, a retaguardia, una supernumeraria dereserva, que contaba de 60 hombres escogidos, al mando del Te-niente don Martín Alvarez de Araya. Estos últimos custodiabanlas municiones y eran los únicos que las cargaban en sus cartu-cheras.

El Comandante podía no creer en las traiciones, pero la hidal-guía no excluye la prudencia.

En la tarde del tercer día se avistaban los tejados de Talcay la columna comenzaba a aspirar el perfume del alojamiento.Amengual se disponía a ordenar el avance, cuando se presentaante él un cabo de guardia.

—Mi Comandante, dijo, un oficial pide hablar con su señoría.—¿A estas horas? ¿Quién puede ser?.—... .El cabo pasó una tarjeta y momentos después entraba al ran-

cho, convertido en tienda de campaña, el Coronel don BernardoLeteiier, Intendente de Talca.

—Comandante, dijo el Jefe, repitiendo la pregunta presiden-cial: ¿está Ud. seguro de su tropa?

—Ya lo creo, respondió Amengual, intrigado a su pesar porla segunda edición de la misma sospecha.

—Pues, haría la mal. insistió Leteiier. Se que se han intro-ducido traidores: los hay hasta entre las clases.

Pudo agregar que no faltaba un oficial de apetito enérgicopara haber digerido la promesa de un ascenso.

Amengual quedó pensativo, y había por qué. El genio de larevolución no respeta resorte alguno, y a su aliento surge muchasveces el de las traiciones. El mismo Jefe del "Santiago" pudoevidenciarlo cuando dos días después, ya en presencia del enemi-go, se le presenta un antiguo conocido a comprar su concurso y acotizar su honradez con la promesa de un ascenso a Coronel y unabolsa que contenía unos cantores y provocativos 25,000 pesos. Latraición de un apóstol costó mucho menos. Si Amengual se hubierallamado Judas, Bulnes no habría vencido en Loncomilla y la his-toria habría escrito páginas de muy diverso carácter.

El Comandante del "Santiago" habría sido General ha muchosaños; pero las palas lacres no revistirían el tinte honroso de lagloria, sino el impuro de la sangre fratricida, y los honores noalcanzarían a cubrir la mancha de una traición.

—Capitán, contestó al parlamentario, si Ud. no sale sobre lamarcha, me obligará a remitirlo amarrado al Gobierno de San-tiago.


Pero volvamos al rancho convertido en tienda de campaña;—Vengo a dar a Ud. un consejo, prosiguió Letelier: no entre

Ud. al pueblo. Aquí "hasta los perros son enemigos de Montt"(testual). Podrían influenciarle la tropa y hasta los oficialas.

El consejo era de una oportunidad evidente. El "Santiago"recibió el rancho y acampó en la alameda que' se extiende al nortede Talca.

Después del conveniente descanso, la columna se puso en mar-cha, y el Jefe le pasó revista a seis cuadras del Maule, en un dila-tado callejón o alameda. No había novedad y pudo proseguirla marcha. Pero apenas había mediado la distancia que lo sepa-raba del río, el Ayudante Briceño se presentaba a Amengua!.

—Mi Comandante, dijo, con un asombro que nada tenía defingido: hay desorden en la columna.—

—¿Qué sucede!—La cabeza ha hecho alto.—Será cansancio.—O traición, murmuró el Ayudante.—¿Traición ha dicho Ud., señor oficial?—¡ No se verá en la tropa que yo mande!—Dios lo quiera, suspiró BriceñoCiertos son los toros, pensó el Comandante, y espoleando su

caballo se colocó frente a la columna, con su tambor de órdenes,al que hizo tocar redoble de armas al hombro.

Ni un fusil se movió del sueloEl tambor repitió el redoble: la columna lo oyó como si fue-

ran los ronquidos del Sultán, y permaneció firme.La traición estaba descubierta y el "Santiago" se declaraba

en plena sublevación. El momento era supremo; Amengual se ju-gaba su honor y talvez su vida. Si vno acertaba a ser enérgico,habría terminado su carrera. Pero hay un probervio que dice: "agrandes males grandes remedios" y este era el caso de empleartodo el grueso arsenal de la terapéutica de campamento.

—¿Con qué son Uds. bastante miserables para sublevarsecontra su Jefe? dijo.

Pues, pronto sabrán si las traiciones pueden amilanar a quienno conoce el miedo.

Momentos después la reserva de Alvarez de Araya se encon-traba colocada frente al Batallón y se le daba orden de cargar abala.

—¡ Comandante, por la Virgen del Carmen ! exclamó Alvarez,palideciendo hasta el fondo del alma. ¡Piense Ud. en la responsa-bilidad que se arroja encima!

LA VISPERA DE LA BATALLA DE LONCOMILLA 1313

—Señor Teniente, respondió Amengual, con irritado acento,ni le pido a Ud. advertencias, ni necesito lecciones

—¡ Señor, insistió el jefe de la reserva, va Ud. a matar a—¡Y también a Ud., repuso el Comandante, si tiene la osadía

de proseguir. Conozco mis deberes como conozco mis derechos.—Pero va Ud—Si, a castigar a unos traidores que no merecen cargar el

uniforme. Los cadáveres no hacen traición, ni enlodan la casacamililar.

Los sublevados conocieron su torpeza y sintieron fuertes im-pulsos de caer de rodillas; más de uno se echo a calcular las es-pectativas de una fuga; pero todos conocieron que ante la energíadel Jefe no había otro recurso que un acto de contrición.

Amengual echó pie a tierra, se dirigió a la cabeza de la co-lumna y, descartando a las clases por esquisito rasgo de diploma-cia, comenzó a diezmarla, haciendo salir al frente 20 hileras, o sea,40 hombres destinados a servir de víctimas expiatorias.

—Armas a tierra, rugió.Los cuarenta depusieron las armas.—¡ Efe rodillas ! prosiguió el Comandante.Todos doblaron sus rodillas y cuarenta bocas murmuraban una

oración, in articulo morti.No habiendo uno sólo que no estuviera convencido de que sólo

pocos minutos los separaba de la eternidad, y aunque la sentenciaera rigurosa, comprendían también que era justa.

Una vez constituido el escenario, Amengual hizo plegar enmasa sobre la primera y, montando en su caballo, apostrofa a losmoribundos:

—Son Uds. unos canallas, indignos del traje que visten y delJefe a cuyo mando sirven. La ordenanza me faculta para pasarlospor las armas; pero no puedo olvidar que los sublevados de unmomento, son también chilenos que pueden volver por su honory rehabilitar su buen nombre.

Cruzó por toda la línea una brisa de esperanza y todos los la-bios murmuraron muy en silencio una palabra de arrepentimiento.

El estravío de un instante, prosiguió Amengual, necesita serlavado con sangre, pero no aquí sino en el campo de batalla.

Los cuarenta hicieron en el fondo del alma una solemne pro-mesa.

—Perdono a Uds. la vida, prosiguió el orador, "porque nece-sito que todos me acompañen en la hora del combate, a vencer omorir en defensa de la autoridad constituida". Pero voy a hacer-le aplicar un castigo que les haga acordarse de mí por los todoslos días de su vida.

—¡ Cabos al frente!Los cabos sacaron sus va as y pronto terminó el castigo de

los culpables, se oyó la voz del Jefe que mandaba:

1314 MEMORIAL DEL EJEECITO

—¡A sus puestos! ¡Armas al hombro! ¡Paso redoblado! ¡Mar-chen !

Jamás se vió un movimiento más uniforme y matemático. Ha-bría arrancado aplausos en una parada militar.

Un cuarto de hora más y el Batallón llegaba a la orilla nor-te del Maule y se procedía al embarque en las balsas que lo es-peraban.

Pasó el grueso de la columna, en seguida ]a prevención ydespués la reserva. Amengual fué el último que cruzó el río.

Y cuando ponía el pie en la ribera sur, oficiales, clases ysoldados, enaborlaban los kepíes en la punta de los fusiles y lasespadas, y atronaban el aire con un estruendoso clamor de ¡ ¡ Vi-va el Comandante Amengual!!

Se procedió entonces a distribuir la reserva en sus respectivascompañías, y el Batallón se dirigió en orden perfecto al campo deLoncomilla.

Al día siguiente se empeñaba la batalla y el "Santiago" secubría de gloria, decidiendo con su ardiente y uniforme concursoel éxito del combate.

Terminada la batalla de Loncomilla, el General en Jefe delEjército hizo felicitar por su brillante conducta al bizarro Coman-dante Amengual, por medio del Auditor de Guerra don AntonioGarcía Reyes y el Secretario don Mannel Antonio Tocornal, fe-licitación que reiteró en persona después de firmado el Tratadode Purapel. Al mismo tiempo, le manifestó su complacencia porel tino y energía que había desplegado en el episodio que tuvolugar en la ribera norte del Maule y que ya dejamos bosquejado.

Kefas (Pedro A. Pérez B.)

Allá en La Concepción

Al Sr. Gral. don Oscar Novoa F.

No podía negarse a Gabriel Silva el ser acreedor al legendariomote de "roto de pelo en pecho". Y no podía ser menos; nacido enmedio de las selvas del Sur de Chile, tenía en su sangre, más quela osadía gallarda del aventurero español, el desprecio absoluto de lamuerte, de los viejos araucanos.

Era un "gallo de estacas". . . y era poco decir.—A vos te va'llevar Mandinga un día,— solía decirle su ma-

dre, cada vez que la sacaba de quicio.Es que este Gabriel Silva era capaz de "sacarle canas" al lucero

del alba.En el pueblecito riberano que lo vió nacer aprendió a buscar

la vida entre los vericuetos de su destino, con ansias de libertad yde saber; pero no fué posible. Su instinto de luchador brusco yaudaz, estaba decididamente reñido con los pocos palotes que ense-ñaba el "doctor" del poblado.

Y así creció. Ignorante, pero valiente; con muchos amigos, pe-ro con escasos rivales. Donde estaba, no podía haber otro más atre-vido que él.

Un día llegó hasta el rincón de sus padres la noticia que Chi-le estaba en guerra con España. Fué esta una verdadera revelaciónpara Gabriel Silva. ¡Cómo!, ¿ de tal manera que había otras gen-tes que se atrevían a pelear con Chile? En su niñez había oídomuchas veces hablar a sus mayores de la vez que habían ido alejanas tierras, al Perú a combatir contra los enemigos de la Pa-tria, por allá por los años 38 y 39. Tenía una vaga idea de aquello,¡ se estaba tan tranquilo sin pelear con nadie! Sólo cuando oía


aquellos relatos de Buin y de Yungay, parecía entrever la realidadde la guerra. Pero, ¡bah!, eso fué otra época y ahora ¡eso habíaconcluido! ¿ Acaso no sabía ya que los enemigos fueron vencidos ?Y las estrofas:

Cantemos la gloriadel triunfo marcialque el pueblo chilenoobtuvo en Yungay. . .

eran el fin de todos sus reflexiones.¡ Claro !, después de Yungay, ¡ ya no había enemigos !Pero.. . ¡no! ¿Y cómo es que ahora había guerra con Espa-

ña? ¿Quién era esa España que venía a turbar la tranquilidad desu villorio?

Y este fué el punto de partida de su firme propósito de sersoldado. ¡El no permitiría a esa España que viniera a molestara Chile! ¡no! ¡primero muerto!

Sin embargo..., aún era muchacho, y cuando se le ocurriódecirle al "doctor" del pueblo, el "subdelegao", lo que deseaba,el buen viejo sonrió:

—¡ Eres niño todavía, —le dijo,— y contigo no es la gue-rra. . . !

—Pero si yo quiero pelear, patrón, pa que no le peguen aChile. -Aquí ya no hay mano pa mí, ¿porqué no hey de peliar conesa 'España ?

El buen viejo quedó perplejo. Cierto; no era posible que aquelniño se enrolara; pero sí lo era que gritara en él la pasta de loslibertadores de yugos.

Y este incidente patriota creó un problema en aquel sencillovillorio.

Pero todo llegó a su fin, y tras miles de sudores y fatigas, elbuen "doctor" hizo comprender a Gabriel Silva que la guerra conEspaña no era para él.

—i No importa, —dijo el muchacho,— pa otra vez será!Y su vida siguió corriendo entre la apacible serranía de aquel

poblado.Cuando pasaron los años, la cosa fué seria: Perú y Bolivia se

se unían contra Chile: ¡ era la guerra !Y ya no fué una sorpresa para el viejo "subdelegao" cuando

una mañana, a los primeros anuncios del enrolamiento, golpeó asus ventanas Gabriel Silva.

—¡ Ahora si que es cierto, patrón!—Ahora sí, hijo mío, ¡que Dios te bendiga!Y una lágrima resbaló por las mejillas de aquel viejo patriota

cuando en las listas del Batallón "Chacabuco" supo que quedóestampado:

ALLA EN LA CONCEPCION 1317

"GABRIEL SILVA, voluntario por toda la guerra".¡Es claro!, no era de Santiago; pero para el "Chacabuco"

vino a la capital. ¡Era un predestinado!

Fué bravo el Batallón "Chacabuco".A las órdenes de su jefe, el Comandante don Domingo Toro

Herrera y del Sargento Mayor don Polidoro Valdivieso, llegó aPisagua, con el agua a la cintura, a buscar bolivianos entre lasrotas, como quien busca cangrejos. . . Algo le costó; ¡para qué ne-garía! pero Gabriel Silva sintió olor a pólvora quemada, oyó en susoídos el silbido de las balas y, por fin, supo de cerca lo que erala guerra.

Pero, ¡ qué importa!; era su bautismo de fuego... ¡ Nada má!Dolores vió desplomarse otra vez a los porta-estandartes ene-

migos y ¡claro! Gabriel Silva estuvo allí. El "Chacabuco" no po-día faltar a esa cita con la muerte.

En Tarapacá, asistió a la hecatombe de la "quebrada san-grienta" e hizo lo que pudo. Allí quedó su Mayor Valdivieso conmuchos bravos; pero Gabriel Silva volvió. Pudo decir: " ¡Fuí deTarapacá!". . . ¡y fueron contados los que pudieron decirlo...!

Más adelante, Tacna vió las gallardías de los "rotos" que ibana jugarse la vida en las arideces del Campo de la Alianza. GabrielSilva llegó a Tacna y allí, cayendo al valle, sobre las "huacas"del Caramolle, se sintió un héroe... ¡Qué diablos...! sólo habíacumplido su deber y lo ascendían a Cabo. Todos sabían luchar; pe-ro ignoraban casi todos que eso era, a veces, un mérito. . .

Lo encontramos de nuevo en el desembarco de Lurín; pero yaera una personalidad entre el mundo subalterno. ¡ Cabo 1.º! ¡ Tam-bién la vida de soldado tenía sus satisfacciones!

Ya no era un simple ejecutante; enrolado entre tantos ciuda-danos que aspiraban dar a Chile las palmas del triunfo, ahora eraun Comandante. . . Pocos eran sus súbditos; pero.. . ¡ qué leonesaquellos! Y con ellos... ¡ amarrarse los pantalones, enemigos de laPatria!

Y llegamos a Chorrillos.Visión de innúmeras legiones, fosos peligrosos, minas traido-

ras. .. nada fué suficiente para contener los ímpetus de los bravos"rotos" . . .

Al atardecer de ese día, Chile contaba una gloria más, enre-dada entre los pliegues de su bandera; pero.. . ¡ cuántos muertos,Dios mío! El "Chacabuco", entre tantas bajas, supo lo que erasufrir.

—Por la chupalla, compañeros, —decía el Soldado G., comen-tando la jornada,— ¡ saben ser sufridos estos cholos!


—Yo no supe ná ende que me voltió una mina, —dijo otro— ¡ ylo rebonito que si 'aguaitaba el relós entre las pieiras... !

—Eso no es ná, amigo —dijo el Cabo Silva,— ¿y mi Coman-dante Toro? ¡Chitas el caballero agüantador! Afíjense qu'estuvo enlo mejor 'e la rosca cuando ¡pum! un güaracazo le voltió la yegua.Se la remúaron al tiro y ¡pum! otro güaracazo..., no había caso,compañeros, y dey lo bandearon a la mala. Icen que tiene pa rato. . .

—¡Panúo, mi Comandante! —comentó uno— y quién nos man-da agora?

—Habrá que ver al que han dejao güeno, primero.Y los buenos soldados quedaron en silencio un largo rato.Pasaron las horas... ¡ Miraflores!, las llaves de Lima. Ruda

fué la jornada y, entre las calles del villorio, Gabriel Silva, Cabo 1.ºdel "Chacabuco" quedó tendido, ¡había cogido lo suyo. . . ! ¡Unanticipo para la Patria, señores!

Y en la ambulancia, toda la vida anterior pasó por esa menteesforzada: su pueblecito lejano, su Patria; ¡qué hermoso era, al finde dos años de espera, verter su sangre por la bandera. .. ! ¡Si elviejo "doctor" lo viera. . . !

Y en sus reconditeces, surgía la voz de otrora:—¡ A vos te va a llevar mandinga un día. . . !¡ Si!; pero mandinga no estaba allí. Era su bandera, la suya,

la de Chile, la que pidió sólo unas cuantas gotas de sangre, cuan-do él. ¡ se la había ofrendado toda! Y en su delirio, no podía másque decir: "—No importa... ¡otra vez será . . . !

¡Qué diablos!, era un "roto de pelo en pecho".. .

El Ejército, después de Lima, se reorganizó. Muchas unidadesvuelven a Chile y las que quedan en el Perú se reorganizan. Pron-to se dicta una disposición por la cual el 6." de Línea se denomina"Chacabuco".

¡La cosa era bien sencilla! Gabriel Silva, "voluntario por to-da la guerra", no podía irse al Sur. ¡Es claro!, la guerra conti-nuaba. .. Y allí, en las filas del 6.º de Línea, estaba " su" puesto.Era natural.

A poco, el Regimiento guarnece la zona de Ate, al mando delTeniente Coronel don Marcial Pinto Agüero; toma parte en la ex-pedición Gana, en persecusión de Cáceres y, después de algunosencuentros con montoneras, llega a Jauja.

Pero pasemos por alto el sinnúmero de episodios con que seabrió la campaña de las Sierras; en la mayor parte de ella, estu-vo el 6.º de Línea "Chacabuco", con su Cabo 1.° de la 4.ª, GabrielSilva. ¡ Qué tiempos aquellos, hermano! Las guardias constantes,las alarmas infundadas, las marchas y contramarchas de nuestrastropas, son recordadas con admiración en las páginas de nuestrahistoria guerrera. Nunca como allí se probó el temple de nuestro


Ejército, y la victoria de Huamachuco, que selló la gloriosa cam-paña, fué sólo el término de la persecución del fantasma montone-ro. ¡Cáceres fué un bravo,! también, ¿porqué negarlo?

Empezaba ya el mes de julio, la diseminación de las tropaschilenas en la Sierra favorecía las actividades de los montoneros.Aquí y allí las guarniciones se sucedían, débiles, enfermas y siem-pre, siempre amenazadas por el enemigo. ¡ Era una época terrible!

En Concepción, población de 4,000 habitantes, se encontraba,¡era su destino!, la 4.ª Compañía del "Chacabuco". Mandada porel Capitán, recién ascendido, Ignacio Carrera Pinto y el Subte-niente don Arturo Pérez Canto, contaba aún entre sus oficiales,agregados, a los Subtenientes Julio Montt Salamanca, de la 5.ª yLuis Cruz Martínez de la 6.ª. Eran, en la tropa, 63 hombres dela Compañía, 9 de las otras del mismo regimiento y un soldado del"Lautaro", dejado allí por enfermo Pedro González. El número degloria era, pues, 77.

El 9 de julio amaneció sin novedades; las noticias sobre lascorrerías de los montoneros, en los alrededores, eran siempre lasmismas; pero la 4." del "Chacabuco" estaba tranquila. Para talesenemigos no le faltaría coraje y munición; además, en Huancayo,relativamente cerca, casi seis leguas, estaba el grueso de la Divi-sión Canto.

La gente había almorzado ya y se dedicaban a descansar unosy otros a revisar su armamento.

—¡Cuándo acabará esta guerra!, decía el Soldado Rubilar, enun corrillo.

—Quizás, compañero. Ese tal Cáceres parece alma en pena; entoitas partes está y en niuna se le'ncuentra —comentaba BernardoJaque.

—Lo qu'es yo —decía José Jerónimo Jiménez, de la 2.ª Compa-ñía,— estoy más aburrió en esta ciudá, que ya no se qu'aicer.ejante que la calentura que me ha dao me tiene más saltón queperro arestiniento. "A ver vos, —me ijo el ciruja— vos te que-dái aquí hasta que te le pase la olencia: vos tai apanao. . .

—Apunado, será, pus compañero, le corrigió uno.— ...así será, talvez; lo qu'es yo me siento apanao. ¡Y con el

frío qu 'iace!—Pero mi Teniente Cruz, tan recabro qu'es y l'iaseguro qu'es-

tá felicote en el pueblo. ¡Hay que ver como agüacha a las cabras!—Y mi Capitán Carrera —dijo el ordenanza de éste, Soldado

Angel A. Muñoz— que te creís vos, ¿qué se quea en las hilachas?—Es que como Jefe es más disimulao que naiden.—¡ Pa las ganas que tengo yo de golver! —dijo el Cabo 2.º

Plácido Villarroel,— toy recién escendío y me gustaría llevar lasjinetas pa que las vean mis viejos.


—¿Y vamos a ejar a los cholos paraos por acá? —intervinoGabriel Silva. — Para concluir con ellos hemos venío y tenimosqu'aicerlo no más.. .

—Pero, ¡chitas qu'está largo ya el chancaqueo...; si nojuera.. .

—¡Vienen los cholos, mi primero!, gritó de pronto un soldadoque entró corriendo a tomar su fusil. ¡ Viera cómo se descuelganpor los cerros los malditos!

—¡A las armas, niños! ordenó el 1. º Silva. ¿Y mi Capitán,dónde está ? inquirió a continuación.

—Pa la plaza jué —respondió Muñoz— ya Pastán arreglandopa recebir a los cholos.

Todos salieron armados y fuera del cuartel se impusieron dela realidad. Eran las 14. 20 horas, ¡los dados estaban echados!

—¡Puchas que bienen d'iartos!, comentó un soldado.—A más les daremos el bajo, respondió Gabriel Silva.No había tiempo que perder, se aseguraron las cuatro calles

que llegaban a la plaza y la defensa se inicia. Los bravos cha-cabucanos eran 1 contra 30; pero peleando como leones la dife-rencia no se notaba en la defensa.

Y así se mantuvieron allí hasta la tarde, en que CarreraPinto, comprendiendo la situación desventajosa, optó por llevarsu tropa al cuartel a continuar la defensa.

De pronto, como a las 18 hrs., los soldados enemigos y la in-diada que les acompañaba, abandonan la plaza.

—¡ Vienen los de Huancayo, compañero!— dice el SoldadoPedro González, del "Lautaro", ¡les vamos a sacar la mugre a es-tos cholos... !

—¡Ya era hora, amigo González, —contesta Gabriel Silva, —son muchos pa nosotros!

Y la esperanza surgió nuevamente en todos aquellos corazo-nes que esperaban ayuda, nó por temer a perder sus vidas, sinopor temor de perder el puesto confiado a sus brazos y a sus armas.

Pero, ¡pobres muchachos!, era todo ilusión...—¡A la carga, muchachos!, grita Carrera Pinto, y en una loca

osadía, una veintena de soldados lleva la bayoneta por delante,contra el enemigo. Pero la superioridad del adversario abruma y losdiezma con sus descargas.

—¡ Guarda con mi Capitán!, — grita de pronto Silva. Tardeera ya; el bravo Carrera ha caído en el umbral de su cuartel, he-rido en un brazo. Lo levantan sus leones y sigue dando órdenes.¡ La epopeya no se ha hecho aún holocausto!

¡ Sublime heroísmo! La noche cae sobre Concepción y cobijaen su manto a atacantes y defensores. Unos, atemorizados: ¿cómopueden resistir aún los chilenos, si no son más que hombres? Losotros, enardecidos, sin esperanzas ya, sólo desean vender caras susvidas, alumbrando con ellas su pabellón sagrado.


Pronto, la turba recurre al crimen. Les era necesario vencery no importan medios... Hoguera debía ser para el martirio.

—¡Están incendiando l'iglesia!, gritó uno de pronto.Era verdad, ¡trágica verdad!Carrera presiente le fin; pero es necesario combatir, combatir

siempre.—¡A morir por la Patria, muchachos! ¡A la bayoneta!, grita.¡ Qué espectáculo macabro!, una turba de espectros surgiendo

entre el humo y las llamas.—¡ Mi Capitán, por Diosito... ¡ exclama el viejo 1. º Silva!

Ahora si era cierto, ¿qué más podía durar ya aquel titán?¡ Medio a medio, —comentó triste el Cabo Morales, — ¡ benaiga

los cholos brutos... !¡No aflojar, niños!; es ahora el Subteniente Montt quien man-

da. Sólo le ha bastado vivir 18 años para mandar esos héroes. ¡Po-co le duró el mando!; allí en la misma puerta, cae para siempre.

Pérez Canto está ahora al frente de los chacabucanos: pocosson pero saben resistir.

Y la luz del día empieza a disipar las penumbras de la no-che; ¡ el cuadro que alumbra el sol, Dios mío!

Pero, no es posible seguir así, como un gamo acorralado porterrible jauría. Es necesario combatir, como hace ya tantas horas.

A las ocho de la mañana se hace una nueva salida; se peleala vida y se recibe la muerte... ¡ Pérez Canto cae a su vez!

Ahora es el Subteniente Cruz, el Benjamín de aquellos héroes.¡ Pobre niño! Cuando los demás de su edad aún no abandonan lasaulas, él, todo coraje y amor a su Chile, mandaba ya en jefe contrael enemigo!

—¡ Muchachos, —dice a sus pocos leones, — ahora nos toca anosotros! ¡ a la carga !

El ruido del combate cesa repentinamente; ¿qué ha pasado?Es la visión de aquel niño héroe que, sable en mano, aparece en lapuerta del cuartel como una visión sobrenatural. ¿Cuántos le si-guen?... ¡cuatro! tan sólo cuatro chacabucanos, bayoneta calada.

—Aquí nos llegó, mi Cabo, murmuró el Soldado Rosales alCabo Silva.

—A eso hemos venido, pus, contestó Gabriel Silva, "volunta-rio por toda la guerra".

Nada más, ¿para qué? La guerra, "su guerra", duraba de-masiado y debía terminar. ¡ Peor para el enemigo si terminaba así,rodeada de cadáveres!

—¡ Ríndanse, ríndanse! gritaba el adversario.—¡ Ríndete, hijito!, oyó Cruz que le decían desde un balcón ve-

cino unos labios que otrora escuchó alegre.—¡ Los chilenos no se rinden!, contesta, ¡ a la carga!Y aquellos cinco leones, como cinco gigantes, caen sobre la po-

blada. Entre ellos desaparecieron para siempre...¡Y así concluyó esta epopeya grandiosa entre las grandes!¿Qué tanto sería? ¿Acaso no eran chilenos?


Al llegar las primeras avanzadas chilenas, a las 16 hrs. del 10de julio, a la cuesta que domina a Concepción, una humareda quetenía el fondo del horizonte estrujó el corazón de los valientes queavanzaban de Huancayo.

—¡ Concepción se quema!, observó un soldado.—¡ Y no se ve a nadie!, comentó otro.Y una sospecha cruzó la mente de aquellos bravos chacabu-

canos... ¡claro!, si Concepción ardía y el silencio reinaba entrelas ruinas, era porque allí ya no quedaba nadie que, sobre ruinasy escombros, escoltara aún el tricolor de Chile, que tremolaba entrela hoguera... !

Y el avance fué una carrera... y la carrera fué una alavan-cha...

Cuando llegaron a lo que fue plaza, la incógnita fué una reve-lación; el martirio de los 77 era un triunfo harto precario paralos enemigos, excelso para los chilenos!

Y fueron saliendo a luz los despojos de los héroes.—¡ Mi Capitán está aquí!, dijo uno.—¡ Mi primero Silva !, dijo otro.Y uno a uno fueron saliendo los cadáveres gloriosos.—¡ Mi Capitán Boonen, —dijo de pronto un Teniente, — ni los

niños han respetado estos bandidos. ¡Mire, mi Capitán....uno. . . dos... t res . . . ! ¡qué inhumanos! ¡cuántos lanzasos, Diosmío!

i Era verdad! Un pobre chiquitín, caído cuando ni sabía soñartodavía, mostraba profundas huellas de su tierno martirio.

De pronto "¡Mi Teniente!, gritó un soldado, aquí hay uncadáver entre tanto cholo! Si parece que ha muerto defendiendo aotro... "

—¡ Busquen debajo!—Es mi Teniente Cruz, el que está aquí. . . ¡ Pobrecito mi Te-

niente, como lo dejaron!—Y el que aquí lo defendió es el Cabo Silva, —dijo el Tenien-

te, — yo lo conocí... ¡Valiente muchacho!Cierto. Era el Cabo 1. º Gabriel Silva, "voluntario por toda la

guerra", que allí estaba. Fiero, corajudo, tenía méritos suficientespara morir: abnegación sin límites —amor profundo a su Patria—ofrenda inmaculada a su bandera. ¡Era natural!, la Gloria no po-día entrar a ese corazón por un sólo boquete: eran necesario mu-chos, innúmeros; los bastantes para que pudiera salir por ellos suvida entera.

¡ Y así fué ! ¿ Qué hacerle ?Gabriel Silva buscaba la gloria, y la encontró en las serra-

nías de La Concepción; allí se abrazó con ella.¡ Qué diablos, murió en su ley!

Rasplata. —Julio de 1933.

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Julio - Agosto de 1933 - cesim.cl memorial/1930-1939/1933/Julio_Agosto_1933.pdf · 25.—La víspera de la batalla de Loncomilla.—Por Kefas 1309 26. —Allá en La Concepción